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El Módulo II tiene por objetivo entregar herramientas analíticas para acercarse a la obra
audiovisual desde un punto de vista que permitirá su mejor comprensión y reflexión. En el
primer capítulo del módulo, se revisan algunos aspectos referidos a la representación visual y
sonora, donde se identifican elementos como la historia, el relato y la narración.
I. Relato y narración
1. Aproximaciones previas
Si un texto se relaciona con el uso del lenguaje escrito, es posible afirmar que el filme solicita
del espectador un emplazamiento perceptivo más complejo. Su lenguaje está compuesto por
imágenes en movimiento, lenguaje verbal y escrito, ruidos, música. Además, inmerso en la
película, el espectador no puede detenerse. La experiencia pura de ver y pensar el cine en
sala es otra: está en una gran habitación oscura frente a una pantalla iluminada y durante un
tiempo limitado.
1.1. La historia
1.2. El relato
El relato del que hablamos se trata de una ficción. Es decir, la cuestión contada, no es la
misma. El acontecimiento es irrealizado en el desarrollo de este. Puede entregar la
información de un modo diferente a como aconteció. El autor particulariza lo real, adopta un
punto de vista y maneja la información que entrega. Puede ocultar la información, puede
atrasarla, reiterarla, adelantarla, alterarla.
1.3. La narración
Relatar y narrar serán sinónimos si el primero es más general, por cuanto abarca otros tipos
de relatos que no son historias (relato de partido de fútbol). La narración está ligada
permanentemente al hecho ya acontecido. También se puede relacionar con representación.
La película narrativa o de ficción materializa cierto mundo que se representa.
Aumont (1996) puntualiza que “la narración reagrupa a la vez el acto de narrar y la situación
en que se inscribe este acto. Esta definición implica al menos dos cosas: narrar pone en juego
funcionamientos (actos) y el marco en que tiene lugar (la situación). No remite por tanto a
personas físicas, a individuos”.
Según David Bordwell (1995), la narración de una historia en el cine de ficción tiene tres
aspectos:
ii) Es una estructura. La noción de estructura aquí se aplica como la forma de combinar
las partes individuales con la historia general y la relación establecida entre esas
mismas partes. Esta noción surge de las investigaciones de Vladimir Propp y retomada
por el estructuralismo francés.
iii) Es un proceso. En el desarrollo de las acciones llevadas a cabo por los personaje s, el
espectador, atraído por la fuerza de las vivencias y el carácter emocional de la historia,
suele identificarse con el héroe, no en cuanto tiene de particular, sino de universal. En
el proceso de asimilación del relato el espectador suele entrar en el proceso de
preguntarse acerca de qué le revela u oculta el narrador.
Ahora bien, establecidas las relaciones entre espectador y narración, en la experiencia de ver
una película, es hora de preguntarnos ¿Qué es una película? La respuesta más simple es
afirmar que se trata de una narración audiovisual compuesta por un lenguaje específico, que
hemos llamado lenguaje cinematográfico. También podemos decir que es un mecanismo
narrativo mediante el cual se nos cuenta una historia por medio de imágenes y sonidos .
Cuando hablamos de que el cine es narrativo, estamos señalando que es un cine q ue cuenta
una historia. Lo narrativo es hoy dominante en el cine.
El cine es una representación estética al igual que la literatura. El cine emplea una imagen en
sí misma y por su naturaleza, un medio de expresión, conformada por un cierto numero de
códigos empleados para comunicar un mensaje.
El código es aquella regla para convertir una pieza de información (palabras, frases, gestos,
letras) en otra, o sea un signo en otro signo, no necesariamente del mismo tipo. Codificar es
el proceso en el cuál la información es convertida en símbolos para ser comunicad.
Decodificar es el proceso en reversa, convirtiendo estos símbolos en información que puede
ser entendida.
De modo intuitivo, al referirnos al cine hablamos de códigos (no solo de uno). El cine es un
lenguaje que combina significantes y signos. Si se reconoce la multiplicidad de elementos en
juego, si se parte de la variedad de los medios expresivos, será más fácil ver a qué serie
pertenecen los distintos componentes y como los trabaja cada filme.
Así se puede postular una pluralidad de códigos (activados por la imagen, por la banda
sonora). Puede hablarse de código de montaje, código narrativo, código simbólico-social.
El cine no solo copia la realidad, sino que también la reproduce fotográficamente. A los
códigos de la analogía icónica hay que añadir un nuevo grupo de los que regulan la imagen en
cuanto fruto de una duplicación mecánica, los de la composición cinematográfica. Como en el
caso de la iconicidad, también estos son generales, es decir, comunes a todos los filmes.
Respecto de la iconicidad, podría decirse que es más específico, es decir, indican
principalmente lo que es propio del lenguaje cinematográfico (lo distinguen, al menos en
parte, del de la pintura, conservando sólo el parentesco con el de la fotografía fija). En
síntesis, podemos caracterizar la estructura cinematográfica a través de cuatro clases de
hechos: la perspectiva, el encuadre, la iluminación y el blanco y negro.
Jacques Aumont (1996) señala que lo estético y lo expresivo juegan roles claves en la
profundidad de campo:
ii) El encuadre: los márgenes del cuadro corresponden a otra serie de códigos que
contribuyen a definir la composición fotográfica que está representada por los códigos del
encuadre. Abarcan los márgenes del cuadro (formato cinematográfico) y los modos de
filmación.
El primer dato sobre el que interviene se refiere a los márgenes del cuadro. Filmar un objeto
quiere decir, ante todo, delimitarlo en el interior de los bordes precisos. Nos encontramos así
con el problema del formato cinematográfico. Éste es generalmente rectangular, con
relaciones uniformes entre alturas y longitud: clásico 1:1,33, panorámico 1:1,66, vista visión
1:1,85, cinemascope 1:2,55 y cinerama 1:4.
Filmar un objeto quiere decir, también, destacarlo de su contexto, recortarlo del continuum
del que forma parte, con la consecuencia, por un lado, de mostrar una sola parte de lo real, y
por otro, de obligar al mismo tiempo a suponer la existencia del resto. Nos encontramos aquí
con el problema crucial de las relaciones existentes entre espacio in, que se ofrece
abiertamente a la mirada, y el off, el que se queda fuera de la imagen (por encima, por
debajo, a un lado, más allá del horizonte o detrás) espacio no visto, sino conocido.
El siguiente dato sobre el que intervienen los códigos de encuadre se refieren a las formas de
filmación: filmar un objeto significa también decidir desde qué punto mirarlo y hacerlo mirar
(de frente, desde lo alto, de cerca, de lejos, otros); y estas elecciones no están exentas de
consecuencias, pueden subrayar significados al objeto encuadrado. Entre estos nos
encontramos con la escala de los campos y de los planos, los grados de angulación y de
inclinación.
Aumont (1996, p.41-43) señala que el término plano se utiliza, a lo menos, en tres tipos de
contexto:
ii) En términos de movilidad el paradigma estaría aquí compuesto del plano fijo y
los diversos tipos de movimiento de aparato, incluido el zoom. Las
interpretaciones que con frecuencia se dan a los movimientos de cámara: la
panorámica equivale al ojo girando en su órbita, el travelling un desplazamiento
de la mirada, el zoom, se ha tratado de traducirlo como focalización de la atención
de un personaje. Estas interpretaciones a veces exactas (sobre todo en el caso del
plano subjetivo, es decir visto por los ojos del personaje) no tienen ninguna
validez general; todo lo más ponen de manifiesto la propensión a cualquier
reflexión sobre el cine a asimilar la cámara del ojo (identificación).
Campo Larguísimo: una visión que abarca un ambiente entero, de modo bastante más
amplio de cuanto los personajes y la acción que residen allí pueden exigir (tanto que
estos últimos de algún modo se pierden).
Campo largo: una visión que abarca un ambiente completo, pero en la cual los
personajes y la acción resultan claramente reconocibles.
Total: unidad ambigua que se sitúa entre el campo medio y la figura entera,
superponiéndose una u otra.
Primerísimo primer plano: encuadre muy cercano, concentrado sobre la boca y los
ojos.
Eso significa que la elección de un encuadre angulado de una manera determinada, así como
la de un campo o la de un plano, sobre las cuales podríamos haber realizado
ejemplificaciones análogas, no es solo cuestión de gramática, sino de retórica. Los códigos no
sirven sólo para constituir un filme como objeto de lenguaje, sino que también para definir su
forma y sus efectos.
iii) Iluminación: las dos grandes posibilidades que se nos ofrecen son, por una parte, una luz
que permite percibir sin dejarse ver y, por otra, una luz que no sólo se limita a iluminar, sino
que también se muestre en cuanto a luz. El primer caso es evidentemente: el de una
iluminación, por así, decirlo, neutra, atenta simplemente a advertir reconocibles los objetos
encuadrados y dirigidas a obtener resultados genéricamente realistas (la que hoy triunfa en
la televisión). El segundo, por el contrario, es una subrayada que puede llegar a alterar los
límites de los elementos en cuadro que puede conseguir resultados fuertemente anti
naturalistas.
Sin duda, en el interior de las dos áreas, existe cierta gradación, una neutra puede restituir
un ambiente en su aspecto genérico, o construir diversos planos visuales, interviniendo
directamente sobre la realidad; mientras que la subrayada puede tender a efectos de simple
difuminado o claroscuro, o puede buscar efectos de contraste violento, asumiendo una
posición más radical.
Se puede prestar atención a ciertos tipos de efectos que parecen nacer, en cada fo rma
icónica, de alguna modalidad de la iluminación, por ejemplo, el onirismo, el sentido de la
angustia, la ternura o dureza de las imágenes (luces tenues y contornos poco s subrayados
frente a luces secas y limites netos). Se encuentran también efectos típicamente
cinematográficos: primero, y, ante todo, el hecho de que la de tipo realista tiende a subrayar
la cualidad del objeto representado, el contenido del encuadre, mientras que la anti
naturalista crea un efecto de artificiosidad que da cuerpo a la imagen en sí.
iv) Blanco y negro y el color: la elección en la actualidad de una película en blanco y negro
se ha convertido en una especie de rareza, en un preciosismo que de alguna manera ha
invertido así los términos de la normalidad. La relativa obviedad de los filmes en color hace
que esta solución se contemple siempre como algo neutro, relacionada con la naturaleza
reproductiva del cine: los colores que poseen las películas son los que corresponden al
mundo.
Hay que señalar algunas excepciones como aquella experiencia que trabaja este campo de
manera consciente, activando algunos códigos cromáticos que la mayoría de las veces se
descuidan o emplean de manera casual: la gama de las reacciones perceptivas (el verde que
relaja, el azul que tranquiliza, el rojo que excita), el juego de las tonalidades (calientes, frías,
pastel), las referencias ideológicas (el rojo como progreso, el negro como reacción) y así
sucesivamente.
Hay que recordar también los casos en que los colores son funcionales con respect o al relato,
ofreciendo códigos suplementarios a los de narratividad. Cada uno se asocia entonces a un
personaje con un estado emotivo, proponiéndose como signo de reconocimiento los distintos
elementos de la historia, eso cuando no intervienes, gracias a la alternancia entre color,
blanco y negro, para distinguir entre si las situaciones narrativas que poseen, estatutos
diferentes (por ejemplo, la realidad opuesta al sueño, el presente al pasado).
i) La voz: empecemos con la voz in, es decir, la voz procedente de un hablante encuadrado.
En off (la que viene de una fuente sonora excluida de la imagen de manera temporal, como
en el caso del movimiento de cámara que eclipsa por un instante al hablante) y la voz over
(originada en una fuente excluida de manera radical, perteneciente a otro orden de la
realidad, como en el caso de la voz narradora).
ii) Los ruidos: respecto a ellos se pueden hacer consideraciones en el fondo análogas a las
que hemos desarrollado por la voz. Es cierto que existe una diferencia básica entre ambos:
mientras la voz lleva siempre consigo la complejidad de una lengua, el ruido remite por el
contrario a un mundo más natural, menos directamente capaz de denominar significados
precisos. El ruido in es un ruido que tiende a espesar la situación audiovisual, a hacerla más
verosímil, a reproducir lo más fielmente la realidad.
El ruido off puede actuar como nexo entre distintas imágenes referentes a la misma realidad
(el griterío de un mercado, por ejemplo) o de uno que puede rellenar un poco
artificiosamente una situación visual de por si tan significativa (susurros, golpes, crujidos). El
ruido over es uno que puede asumir una función narrativa más abstracta, por ejemplo,
funcionando como corte entre una secuencia y otra (en este caso, por ejemplo, a menudo se
sube el volumen del sonido hasta que ocupa, por así decirlo, toda la escena).
iii) La música: su intervención en campo u off es mucho menos frecuente que en el caso de la
palabra o el ruido. También es habitual su utilización over como acompañamiento de la
escena, y también como momento que concluye in crescendo una secuencia y acentúa él
corte con respecto a la siguiente.
A través de las tres dimensiones sonoras, la tipología de los empleos de la música es bastante
amplia, yendo del naturalismo de una fuente que emite un programa (radio funcionando)
hasta el realismo de un escenario de un musical (orquesta), desde el énfasis retórico en
escenas llenas de dramatismo y sentimiento (despedidas), hasta al acompañamiento discreto
(de transición); del corte brusco (subida del nivel sonoro y brusca caída del mismo) , hasta la
unión entre secuencias adyacentes.
“se asiste a un renacer del interés por formas de cine en las que el sonido no
estaría ya, o por lo menos no siempre, sometido a la imagen, sino que sería
tratado como un elemento expresivo autónomo del filme, pudiendo situarse en
diversos tipos de combinación con la imagen. Paralelamente, los teóricos del cine
han empezado por fin a preocuparse más de modo sistemático sobre el sonido
fílmico o más exactamente sobre las relaciones entre sonido e imagen ” (p.48).
2. Análisis cinematográfico
¿Qué es más necesario?, ¿analizar o interpretar una película? Lo primero tiene relación con la
representación más objetiva de la obra. El segundo es subjetivo, porque en ello, se proyecta
el sujeto con sus conocimientos y sensibilidad y emociones.
Para comprender los fundamentos de la actividad de análisis de una película, hemos tomado
como base al autor Laurent Jullier (2012), y en especial su libro Analizar un filme. En esta
obra señala que: “el análisis es encontrarse en el centro de un triángulo (ver figura) en el que
cada polo se atrae y rechaza a la vez en un juego constante. Se presenta en tres aspectos:
apreciación, descripción e interpretación” (citado en Narváez, 2013).
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“El análisis de filmes no existe. No existe sino varias formas de analizar ciertos elementos en un filme”. Cita
de Laurent Jullier en Analizar un filme, 2012, (citado en Narváez, G. 2013).
Por su parte, Casetti (1990), en su libro Cómo analizar un film, nos señala en referencia al
análisis que “consiste en la descomposición y la sucesiva recomposición de este con el fin de
identificar la estructura interna para saber, así como actúa, es decir, cuál es su mecanismo ”.
Plantea el análisis como un recorrido: parte de un objeto dotado de presencia y concreción,
se fragmenta y se vuelve a componer, volviendo con el del principio, pero ya explícito en su
configuración y en su mecánica.
Veamos algunos ejemplos concretos sobre cada uno de estos aspectos del análisis fíl mico,
según Jullier (2012):
ii) Descripción: permite acceder a detalles que una percepción ordinaria no capta. Se hace
necesario un conocimiento del funcionamiento del cine. Casetti (1990) señala en referencia al
describir que es “recorrer una serie de elementos de forma detallada y completa. Es un
trabajo minucioso y ser lo más objetivo posible”. Ejemplo: Hay una panorámica en la
secuencia inicial. Aquí, se describe lo que se ve en la película, sin detalles de apreciación o
comentario personal.
iii) Análisis: ejemplo: la panorámica de la secuencia inicial tiene como objetivo el mostrarnos,
contextualizar el lugar donde transcurre la historia, que puntualmente es el desierto en la
época del lejano oeste norteamericano. Como se observa el análisis atrae a la apreciación y a
la descripción.; de esta manera, se vislumbra el ejemplo de análisis de un filme.
iv) Interpretación: para Casetti (1990), interpretar es “captar con exactitud el sentido del
texto más allá de su apariencia, empeñándose en una reconstrucción personal, pero sin dejar
de serle fiel”. Veamos un ejemplo: la panorámica de la secuencia inicial da cuenta de los
grandes espacios, de la naturaleza, de los territorios para conquistar en el lejano oeste
norteamericano.
Jullier (2012), por su parte, señala que la interpretación muestra un aspecto relevante de un
filme, justificando los elementos presentes para poder de esta forma interpretar qué dice y
cómo lo dice. En otras palabras, se podría decir que, desde nuestro punto de vista, en el
trabajo interpretativo se resuelven las siguientes preguntas: ¿qué se ve en la pantalla? ¿cómo
y por qué?
Hay que considerar, como señala Jullier (2012): “la separación y diferenciación de estas
cuatro prácticas, están, sin embargo, lejos de tener tanta nitidez. Los ejemplos de
apreciación, descripción, análisis e interpretación expuestos anteriormente no pretenden
sino dar una indicación sobre lo que es susceptible de separar estos diferentes usos”. Como
puede evidenciarse, en cada una de estas prácticas se hacen referencias al lenguaje
cinematográfico (planos, ángulos y movimientos de cámara) y narración audiovisual (orden,
duración, modo o punto de vista).
2.2. Formas de analizar una película
Siguiendo a Jullier (2012), es posible presentar las siguientes formas de analizar un filme:
i) El análisis de la historia: la película como relato de una historia. La historia de las películas
está siempre estructurada en relaciones de causa-efecto. Es así como el relato mediatiza los
acontecimientos de la historia. Los filmes se debaten entre dos extremos: a) los centrados en
la historia, con una organización básica de los hechos; b) los centrados en el relato donde se
pone acento en la organización o desorganización de los datos audiovisuales. La historia
propone cierto estilo y acciones, dice Jullier (2012): “que se encadena con personajes
provistos de ciertas cualidades. El relato visto como distribución del saber narrativo asigna
una posición cognitiva y afectiva en relación con la historia que contiene armonía o tensión
que atañen al espectador (estado de ánimo, simpatía, empatía)”.
En el análisis de la historia tenemos algunos temas a considerar, los cuales el autor los
desarrolla y ejemplifica: la causalidad – la acausalidad; los personajes y su carácter; el relato
vectorial – relato lineal, relatos no lineales; la ambición de la representación; realidad o
convención; el reflejo o el estereotipo; el contenido de los filmes: éticas e ideologías; la
moral de la historia; ¿Hay una lección?; tabúes, etnocentrismo y otras temáticas delicadas;
relación hombre-mujer, entre otras temáticas.
ii) El análisis de las formas: la película como organización horizontal y vertical de datos
audiovisuales. Estos datos audiovisuales “pueden asignar un lugar y orientan la percepción
cognitiva y reacciones afectivas en el espectador, algunas veces independientes de la historia
y los sucesos” (Jullier, 2012).
Aquí se puede traer a consideración lo que Aumont (1996) plantea de los tres tipos de
narración. Al igual que el autor de la Estética del cine, llamaremos, siguiendo a Genette
(1972) “orden, duración y modo”:
“El primero (orden) comprende las diferencias entre el desarrollo del relato y el de
la historia: a menudo el orden de presentación de los acontecimientos dentro del
relato no es, por razones de enigma, suspende ni interés dramático, el que les
corresponde en su desarrollo. Se trata entonces de un procedimiento de anacronía
entre las dos series: analepsis = flashback / Prolepsis = flash-forward. El segundo
(duración) se refiere a las relaciones entre la duración supuesta de la acción
diegética y la del momento del relato que le está dedicada. Es raro que la duración
de la narración concuerde exactamente con el de la historia, como es el caso de La
Soga, de Alfred Hitchcock (1948), filme rodado en un solo plano. El relato es por lo
común más corto que la historia, pero puede suceder que algunas partes duren
más tiempo que las de la historia que cuentan.
Las elipsis de relato también se clasifican en la categoría de la duración; ésta
indica un transcurso de tiempo-acción que por varias razones se suprime o
porque, en algunos casos, no tiene relevancia. “El tercero (modo) está en relación
con el punto de vista –la focalización- que conduce la explicación de los
acontecimientos que regula la cantidad de información dada sobre la historia por
el relato. Hay que distinguir entre focalización por y sobre un personaje, teniendo
siempre en cuenta que esta focalización puede muy bien no ser única ni variar,
fluctuar considerablemente en el curso del relato. La focalización sobre un
personaje es extremadamente frecuente puesto que se deriva, normalmente, de
la misma organización de todo relato que implica un héroe y personajes
secundarios: el héroe es aquel que la cámara aísla y sigue. La focalización por un
personaje es igualmente frecuente y suele manifestarse bajo la llamada cámara
subjetiva, pero de manera muy ‘’variante”, fluctuante dentro del filme” (Aumnot,
1996, pp. 116 a 118).
iii) Interpretación: la película como una obra a interpretar. El lector-espectador, señala Jullier
(2012), “como analista se ayuda de informaciones factuales, algunas relacionadas
directamente con el cine, y herramientas metodológicas de diferentes disciplinas aptas para
estudiar los relatos audiovisuales”. Diferentes interpretaciones de filmes pueden ser
analizadas con la ayuda de las siguientes ciencias y teorías: la semiología, la estética, los
estudios culturales, la antropología, el psicoanálisis, la narratología, la sociología, etc.
El analista formula hipótesis que organizará y apoyará la interpretación que aspira elaborar
con un análisis precedente (análisis de la forma y/o de la historia). Podrá concernir a: los
directores, el lugar de la película en la historia del cine, la construcción misma del
relato/texto/discurso fílmico, el impacto en comunidades-sociedades determinadas y su
carácter sintomático en el seno del imaginario común. Puede consolidar también una
actualización de elementos de orden ético o ideológico, detallando en qué condiciones un
filme puede responder a posibles interrogantes, indica Jullier (2012).
A finales de 1945 y en plena época de post guerra, en Francia la rápida expansión de los cines
clubes favoreció el nacimiento de revistas destinadas a los aficionados. Los cines clubes
nacen como parte del movimiento vanguardista europeo que propone renovar la actividad
cinematográfica, claramente dominada por monopolios económicos e intereses de la
industria. El termino cine club fue oficializado por Louis Delluc, y fue un espacio que reunió a
intelectuales, cineastas y aficionados en torno a la revisión y análisis de películas que eran
rechazadas por el sistema comercial reinante.
Ciertamente, la actividad de los cines clubes posee una dinámica políticamente abierta y en
oposición a lo establecido, de rechazo a los dictados clásicos de la cinematografía por poseer
postulados valóricos, morales y éticos, que no se condecían con las nuevas propuestas
estéticas y expresivas de las vanguardias cinematográficas de la época. Las revistas de
aficionados, ya señaladas, empezaron a publicar análisis detallados de los filmes que fueron
bautizados como fichas filmográficas y que tuvieron bastante éxito.
A partir de las fechas reseñadas, durante fines de la segunda guerra mundial, el desarrollo de
las fichas como herramienta metodológica tuvo una diversidad infinita de propuestas,
esquemas y modelos, apuntando algunas más al análisis cinematográfico, otras al punto de
vista estético o valórico y también a la propuesta de actividades de reflexión (cine-foro,
debate) y acciones en común (presentaciones, investigación, otros). Todas ellas, eso sí, con
un fuerte énfasis en lo educativo y en la formación de las personas, en el análisis, más allá de
la crítica e interpretación.
Dentro del programa Escuela al Cine de la Cineteca Nacional de Chile, la ficha educativa se ha
constituido en una herramienta esencial para llevar el cine a establecimientos educacionales
de todo Chile. Al momento de ver una película, la ficha educativa existe como una importante
herramienta de aplicación metodológica, tras el visionado de la película. La ficha puede
trabajarse de manera completa o parcial, revisando aspectos de interés general o específicos.
Permite el correlacionar al interior de las asignaturas los aspectos pedagógicos de la película
y desarrollar las actividades propuestas para conectarse con los procesos de aprendizaje-
enseñanza propios del sistema educativo chileno.
“la narración cinematográfica es ante todo una narración. Aunque parezca una
paradoja, precisamente por ser una narración (no compuesta por palabras, sino
por una secuencia de signos icónicos) en ella se revelan con la máxima claridad las
leyes profundas de todo texto narrativo”. Y agrega que: “la narración
cinematográfica está construida con los medios del cine. Por tanto, además de
estar sometida a las leyes generales de toda narración, tiene los rasgos específicos
de la narración con medios cinematográficos” (citado en Narváez, 2013).
El autor plantea que existen tres tipos de narración: “la figurativa, la verbal y la musical
(sonora)”. Entre ellos pueden establecerse relaciones de una gran complejidad. Si uno de los
tipos está representado por una ausencia significativa (por ejemplo, una obra sin música),
lejos de simplificar complica aún más la construcción de las significaciones.
Una película de ficción es una narración o relato de una historia o una serie de sucesos. Las
diferentes partes están encadenadas de acuerdo con un conjunto de códigos y convenciones.
Se ubican en un espacio ficticio y están protagonizados por un conjunto de personajes. El
filme tiene una duración, pero el relato es narrado desde su propio tiempo. Los relatos
fílmicos tienen un título y se componen de una historia (diégesis o argumento) y un discurso
(trama).
Nuestro punto de partida, para el análisis y la apreciación de una película, es que debemos
entender que éstas tienen una forma y un contenido. Podemos estudiarlas por separado a la
luz de una obra cinematográfica, pero en ésta deben funcionar como un todo. Podemos
señalar que la forma es el sistema narrativo y estilístico global de relaciones entre todos los
elementos de una película. Estos elementos, junto con sus relaciones, son los vehículos para
contenido, que es lo que dice o sugiere la película, el tema y las ideas que contiene n.
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http://www.ccplm.cl/redcineclubescolar/material-educativo/fichas-educativas/
Las emociones y los significados del contenido que siente y percibe el espectador depende de
su conocimiento y de sus expectativas sobre la cultura y el medio cinematográfico. Cuando se
analiza y explora una película, pueden encontrarse distintos tipos de significados:
Una historia o narración es una serie de acontecimientos, con un inicio y un final, que
transcurren en un tiempo, de los que se hace una exposición ordenada con relaciones causa -
efecto y que se desarrollan en un espacio. El cine muestra y dice sobre unos acontecimientos
más o menos cercanos a la realidad. Toda película es no-real en relación con la materialidad
externa al cine. El reconocimiento de la aproximación a los hechos reales depende de los
conocimientos del espectador. Cuando la obra es de ficción, los acontecimientos serán
creíbles si suceden de acuerdo con sus propias leyes de género y estilo.
El cine también habla de cine, con enunciados propiamente cinematográficos que pueden ser
percibidos por el espectador que conoce y tiene sensibilidad. Hay buenas películas que
muestran claramente este lenguaje y otras que lo hacen poco perceptible. De todos modos,
siempre hay una relación de sucesos y un modo de filmarlos.
Cuando se ocultan algunas causas, la narración crea misterio. Si se suprime algunos de los
efectos, se origina ambigüedad con la posibilidad de interpretar los hechos. A veces, la
información puede crear curiosidad, sorpresa, expectativas, suspense.
Una película puede utilizar y crear de forma diferente los elementos cinematográficos:
montaje, espacio, tiempo, sonido, puesta en escena, para articular la información narrativa
de los relatos visuales y sonoros. Las imágenes visuales y sonoras pueden replicarse dando el
mismo mensaje (como suele ocurrir en el cine más comercial) o pueden construir
conjuntamente el relato con "voces" más o menos diferentes, e incluso proporcionar dos
narraciones distintas.
Foto: Rashmoon de Akira Kurosawa (1950). Un crimen es narrado por cuatro personajes
(el bandido, la mujer, un señor feudal y el leñador).
La información que se da al espectador puede ser más amplia que la que conocen los
personajes o bien estar limitada a lo que estos saben. Una película puede dar una visión
panorámica o parcial de los hechos. También puede ser que combine los dos tipos de
narración, como ocurre en las películas de Hitchcock. Si la película, o una parte de ella, se
dice desde el punto de vista de un personaje, o con su voz over (relator en primera persona),
éste es el narrador. La información se limita a lo que él ofrece u opina; narrador-
protagonista-testigo. Cuando la historia se repite desde el punto de vista de varios
personajes, se construye un relato múltiple.
Otras veces, el espectador puede saber (ver, oír y suponer) más que lo que los personajes
relatan, al recibir en la narración información externa a éstos. Si puede acceder a lo que
hacen y piensan todos se llama narrador omnisciente. También, puede haber un narrador en
off como por ejemplo en el clásico del cine chileno: El Chacal de Nahueltoro de Miguel Littin
(1969).
Por encima de todos estos narradores, hay un "narrador global" que cuenta con el lenguaje
cinematográfico de modo polifónico con las imágenes y el sonido.
Los tres elementos que componen la narración:
i) Sucede algo: lo esencial en una narración es que ocurran acontecimientos. En todo relato
fílmico se precisa de un punto de partida que lleve a un tipo de evolución, transformación o
desarrollo, ya que en toda película podemos encontrar una forma de instancia narrativa.
ii) Le sucede a alguien o hace que suceda: pone en escena personajes identificables La fuerza
del relato recae en ellos, a veces en grupos, pero siempre prevaleciendo su plena
identificación.
Las películas adoptan en general el tipo de narración americano, conocido como estilo clásico
de Hollywood en el que hay una acción más o menos cronológica y personajes individuales
que causan esa acción con sus rasgos de carácter, sus deseos y sus decisiones. A veces,
también intervienen fenómenos naturales o sociales como un personaje más. Los principales
suelen enfrentarse con otros opuestos, creando un conflicto que se resuelve al final de forma
concreta y cerrada.
Hay otras películas en las que el protagonismo recae en un colectivo (ejemplo: Los testigos de
Charles Elsesser, 1971) un hecho social, la naturaleza o incluso el mismo lenguaje
cinematográfico, con diferentes grados de subjetividad, con elementos de otros lenguajes y
artes y con finales abiertos.
Objetivo: sin hacer evidente quién ve lo que hacen y dicen a los personajes (el punto
de vista es externo a ellos) y sin cuestionar al espectador.
Subjetivo: cuando un personaje (y a su vez el espectador) es el que observa los
acontecimientos.
Efectista: con el uso exagerado de la cámara, de modo poco normal o natural.
Interpelando al espectador, con la mirada a la cámara o verbalmente.
Una película puede adoptar más de un punto de vista para colocar al espectador en diversas
situaciones, creando distintos niveles de información de los acontecimientos y de los
personajes. También, las informaciones sobre los hechos pueden ser objetiva o subjetiva,
profunda o superficial, para construir la historia que se cuenta.
Utilizando la variedad de materias expresivas se pueden crear diversos modos narrativos con
diferentes discursos, planos de enunciación y puntos de vista. Hay películas donde
aparentemente el cine no habla como si no hubiera relator ni otras que hacen más
perceptible sus figuras narrativas y la autoría del narrador. Hay películas y audiovisuales que
no son narrativos. Incluso dentro de una obra que cuenta una historia puede haber partes
que no son narrativas. Esas obras pueden sólo describir o ser propaganda o simplemen te ser
una muestra de rasgos visuales y estilísticos. Así, los documentales, la publicidad, los
programas educativos, la política o el arte suelen utilizar las formas no narrativas.
Los documentales sobre la naturaleza y viajes y las retransmisiones deportivas utilizan la
forma categórica, diseccionando el tema en partes, en categorías, y exponiéndolas
objetivamente dentro de un desarrollo simple (aunque cada vez están adoptando más
elementos del lenguaje narrativo).
Los anuncios publicitarios, las campañas políticas o las películas con ideología o propaganda
tratan de convencer de algo con argumentos persuasivos de todo tipo para que el público
tenga una opinión determinada sobre un tema. Su forma es retórica.
Todo análisis comienza a partir de las emociones del espectador casi de nuestra propia vida
emocional. O al menos, como punto de partida. Tras este rápido proceso, originado en la
energía asociativa que proyectamos sobre la pantalla, comienza el análisis textual. Si una
película no provoca en nosotros algún género de emociones o nos sentimos distantes,
pasamos en seguida al análisis textual.
Aquí hemos desarrollado algunos aspectos que pueden guiar y ayudar en el acercamiento a
la obra audiovisual.
IDEAS FUERZA
MODULO II
GLOSARIO
BIBLIOGRAFÍA
AUMONT, J. (1996). Estética del cine: Barcelona: Paidós.
AUMONT, J. y Marie, M. (1990) Análisis del film. Barcelona: Paidós.
BORDWELL, D. (1995) El significado del film. Barcelona: Paidós.
CASETTI, F., DI CHIO, F. (1990) Cómo analizar un film, Paidós: Barcelona.
CASETTI, F. (1985). Estética del cine: espacio fílmico, montaje, narración, lenguaje,
Barcelona: Paidós.
GARDIES, A. (1993) Le recit filmique, Paris: Hachette.
GENETTE, G. (1972). El discurso del relato: Paris: Editions du Seuil.
JULLIER, L. (2012). Analyser un film: de l´émotion à l´interprétartion. París: Editions
Flammarion
LOTMAN, Y. (1979). Estética y Semiótica del Cine, Cap. 9: El argumento en el cine, Madrid:
Gustavo Gili.
NARVAEZ, G. (2013) Analizar un film/ Análisis fílmico, Universidad de Cuenca, Ecuador,
enero 28, 2013. Publicado en: www.apreciacionproduccioncinematografica.blogspot.cl
FILMOGRAFÍA REFERENCIADA
El hechizo del trigal (Chile, 1939) Eugenio de Liguoro.
La buena vida (Chile, 2008) Andrés Wood
Largo Viaje (Chile, 1968) Patricio Kaulen
Los testigos (Chile, 1971) Charles Elsesser.
Machuca (Chile, 2003) Andrés Wood.
Rashomoon (Japón, 1950) Akira Kurosawa
Valparaíso, mi amor (Chile, 1969) Aldo Francia.
SITIOS WEB
Cineteca Nacional Online: http://www.ccplm.cl/sitio/secciones/cineteca-nacional/cineteca-
online/
Programa Escuela al Cine: http://www.ccplm.cl/redcineclubescolar/