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UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN - IU CESMAG

MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL


COHORTE III SAN JUAN DE PASTO
DOCENTE: Dr. OSCAR SOTO SOTO
MAESTRANDO: JONÁS GARZÓN RODRÍGUEZ

CARGAS, DEBERES Y FACULTADES, DEL JUEZ Y LAS PARTES DENTRO


DEL PROCESO.

Juez como Garante del Acceso a la Justicia.

En el nuevo Código General del Proceso en su artículo 2, trae como principio el


acceso a la Justicia, en donde las partes en litigio tienen la prerrogativa a que se
garantice el goce efectivo de su derecho de contradicción y que el proceso
jurisdiccional a que son sometidos, sea llevado o sometido bajo los términos
procesales establecidos para cada una de las etapas, términos que el Juez está
en la obligación de observarlos con suma diligencia, pues de no hacerlo sería
disciplinado.

Este principio es de orden constitucional que se sostiene y se sustenta dentro del


orden establecido por el estado social de derecho, en el cual al Juez se le impone
el deber de impartir pronta y efectiva justicia dentro de los términos de ley y a las
partes el deber de acatarlos, además de detentar el acceso a la justicia como un
derecho fundamental y que de no ser así, puede acudir al ejercicio de la acción de
tutela ante la jurisdicción constitucional. En ese entendido el rol del Juez en el
estado social de derecho frente al estado de derecho, cambia, en el sentido de
que ya no es el simple autómata aplicador de normas, sino que su papel es más
dinámico y se convierte en velador de los derechos de las partes e impulsador del
proceso, al garantizar que los términos procesales se cumplan.

Igualdad Real de las Partes Dentro del Proceso.

El CGP en su artículo 4 le hace la advertencia al Juez, y lo obliga a que mediante


los poderes que la ley le otorga, garantice la igualdad de las partes dentro del
proceso, a fin de que la justicia se torne imparcial y la balanza no se incline a favor
de alguna de las partes, y que de esa forma, cada una de las partes que se
encuentran sometidas dentro del proceso, tengan igual acceso a exponer sus
hechos, plantear sus pretensiones, probar, contradecir, tener el uso de la palabra
dentro de cada una de las audiencias, interponer recursos, etcétera. Igual que
frente al anterior principio, en un estado de derecho, ante la quietud del juez y
como mero aplicador de la ley, si eventualmente se generaba un desequilibrio
dentro del proceso que se adelantaba, ello quedaría así, pues los poderes que
dentro del estado social de derecho que se le otorgan, no existían.

Principio de Inmediación de la Prueba.

Descrito en el artículo 6 del CGP, es un principio que se destaca dentro de la


implementación del nuevo sistema oral, que en Colombia tuvo nuevamente cabida
con la oralidad en la Jurisdicción Penal y Laboral. Se impone como deber, en la
medida que es obligación del Juez practicar cada una de las pruebas y
actuaciones que le corresponde realizar. Es una de las grandes ventajas de la
oralidad, pues las partes interactúan de forma directa con el que imparte justicia, y
ya no hay tercerización, en el entendido de que con anterioridad quien realizaba
los interrogatorios era el escribiente o las ausencias de conciliación el secretario
del despacho y el señor Juez sólo se limitaba a firmar. Con ello las partes
adquieren mayor confianza en el sistema judicial pues interactúan de manera
directa con sus representantes.

Principio de Legalidad.

El artículo 7 del CGP, trae este principio bajo el cual el Estado de Derecho se rige
y se postula, en donde el Juez sólo se limita a aplicar la Ley de manera taxativa,
haciendo las veces de un mero autómata y si bien es cierto se puede afirmar que
hace parte del positivismo jurídico y que se contradice con lo que el Estado Social
de Derecho proclama, pues este último lo que busca es la justicia y con el principio
de legalidad lo que se halla es el respeto y aplicación de la ley, en virtud de tal
artículo lo que se pretende es que se apliquen las normas cuyo contenido se
supone está revestido del principio de justicia, norma que de ser contraria a la
constitución no debe ser aplicada, asimismo, encontramos que para nuestro orden
legal, no sólo es aplicable la Ley, sino también hay que tener en cuenta la
equidad, la costumbre, la jurisprudencia y la doctrina. Es más al juez se le permite
pensar, analizar y reflexionar, en vista de que se puede apartar de la doctrina
probable o cuando cambie de criterio en sus decisiones, teniendo la obligación de
argumentar y exponer el motivo de tales decisiones. Actuación que sin duda
desdibuja el principio de legalidad del Estado de Derecho, según el cual el Juez se
limitaba a aplicar la Ley sin realizar ningún tipo de razonamiento o reflexión. Ese
rol del Juez en el Estado de Derecho es la sumisión a la correspondencia
ley-estado. En aquel sentido el Estado es el único detentador del poder de
coacción y fuente única del derecho, es decir, el derecho de define como el
conjunto de normas según las cuales se ejerce en un estado la coacción. De ese
estado de cosas inflexible e intolerante frente al desvío del Juez de la norma, es
extraído este principio.

Impulso Procesal.

El artículo 8 del CGP, trata de este principio, según el cual las partes están en la
obligación de realizar el impulso del proceso y el Juez es un mero aplicador del
derecho, disposición que se relaciona con el derecho dispositivo y a su vez con el
Estado Social del Derecho, en donde las partes acuden al Estado para que en
cabeza de los Jueces diriman sus conflictos aplicando la Ley a cada caso
concreto, pero que ahora en función del Estado Social de Derecho, el Juez no es
un simple observador, pues tiene que estar atento y vigilante, ya que si bien, el
inicio e impulso de un proceso se realiza por disposición de las partes, este debe
estar sujeto a los principios constitucionales. Como excepción trae al igual que el
anterior código, la posibilidad de que el Juez adelante algunos procesos, siendo
responsables por la demora en su trámite.

Interpretación de las Normas Procesales y Vacíos y Deficiencias del Código.

Estas facultades se encuentran estatuidas en los artículos 11 y 12 del CGP, y


refiere a que el Juez tiene el deber de involucrar en su reflexión los principios
constitucionales y principios del derecho procesal al momento de interpretar la
norma procesal, cuando esta tiene vacíos o lagunas, esto en pro de hacer efectiva
la norma en la cual se encuentra inmerso el derecho sustancial. De acuerdo a lo
relacionado con anterioridad, se puede observar que este actividad que despliega
el juzgador, viene siendo una garantía en el Estado Social de Derecho según la
cual se necesita que él sea una persona activa y reflexiva al momento de resolver
los vacíos en la norma procesal, en aras de que se haga efectivo el derecho
sustancial, circunstancia que es ajena al multicitado Estado de Derecho, y en vista
que se preocupa el legislador por la garantía del derecho sustancial, se puede
concluir que este postulado se desarrolla en un Estado Social de Derecho.

Ejercicio de Funciones Jurisdiccionales por Autoridades Administrativas.

El artículo 24 del CGP otorga algunas facultades de la jurisdicción a autoridades


administrativas como las Superintendencias, Dirección Nacional de Derechos de
Autor y el Instituto Colombiano Agropecuario. Esta medida ha sido adoptada por el
legislador en vista de la congestión que se ha venido manifestando en la
administración de justicia, lo que a devenido en que el Estado, busque medidas
con las cuales se pueda descargar los despachos judiciales de la gran cantidad de
procesos sobre los cuales tienen conocimiento y con ello, lograr que la resolución
de conflictos sea más ágil o expedita. Por ello es que se ha venido entregando
facultades jurisdiccionales a autoridades administrativas como las que se
mencionó o también a los particulares, para que adopten decisiones
jurisdiccionales. Lo que conlleva paulatinamente a la privatización de la justicia,
siendo ello una característica del Estado Liberal.

Poderes del Comisionado

EL Artículo 40 del CGP, dispone como poder para el Juez comisionado las
mismas facultades de su delegatario, inclusive, puede resolver sobre los recursos
que se interpongan dentro de la diligencia que se va a celebrar como comisionado.
Es claro que esta facultad choca con el principio de inmediación de la prueba y por
ello con el sistema oral, pues el Juez que hace de director del proceso y delega
sus funciones, y no es quien percibe de manera directa la forma como se practica
la prueba e incorpora al proceso, además como en la Jurisdicción Laboral, el
despacho comisorio está llamado a desaparecer, debido a que el proceso oral es
más expédito y los términos para la recaudación probatoria son muy cortos, lo que
implica que en la medida de lo posible, el juez evitará emplear esa herramienta de
la delegación de sus funciones. De otra parte, en aras de incorporar innovación al
proceso, en este punto se debían utilizar herramientas que traen las nuevas
tecnologías, como la realización de audiencias de manera virtual, como se lo hace
en la jurisdicción penal, con lo que, se le daría prevalencia al principio de
inmediación de la prueba.

Deberes Especiales del Juez

Artículo 42 del CGP. Como único director del proceso, el Juez dotado de su
conocimiento y amparado y protegido por la Ley, debe adelantar el proceso
mediante las herramientas proporcionadas, a fin de que se le de una solución
pronta al conflicto del cual es conocedor, evitando que el proceso se paralice o
que se hagan dilaciones del mismo, procurando además la mayor economía
procesal; ese Juez despierto, atento, reflexivo, que tome decisiones rápidas, es el
que necesita el nuevo sistema de Justicia Civil Oral, donde se requiere mayor
agilidad al momento de tomar las decisiones y que estas sean en lo posible
acertadas.

De otra parte, dentro de los poderes de ese Juez que casi es dictador del proceso,
debido al control que ejerce sobre él y el control que ejerce desde su estrado
sobre el comportamiento de los intervinientes, tiene como deber y obligación hacer
efectiva la igualdad de las partes dentro del trámite procesal, derecho fundamental
que nace del estado liberal, la garantía de la igualdad ante la Ley y además se
reviste al Juez con facultades y poderes para conservar el orden legal, en aras de
prevenir los actos contrarios a la justicia, la constitución y la ley.

En cuanto a las pruebas de oficio, se reitera por la nueva legislación la facultad del
Juez de solicitarlas, con el fin de propender por la aproximación a la verdad real o
material en la sentencia que ponga fin al litigio, y con ello realizar de mejor forma
su labor como juez en su función de administrar justicia. Esto no implica que se
pueda perder la imparcialidad y se beneficie con ello a una de las dos partes, ya
que el fin último como se dijo, es la búsqueda de una verdadera justicia que sea
próxima a la verdad material, ya que si no hay hechos claros no puede haber
derecho. .
Una facultad y deber del juez como director, es velar y vigilar el proceso para que
su trámite se adelante sin vicios que puedan terminar en nulidades y a las partes
se les exige, el deber de tener lealtad procesal para que ello ocurra de esa
manera, con el fin de evitar dilaciones innecesarias y que el proceso llegue a feliz
término con la sentencia. En ese sentido las partes pueden ayudar al juez en su
labor, realizando la presentación de lo que se consigna en los escritos de manera
diáfana, relacionando los hechos, pruebas y pretensiones de manera concisa y
clara, ya que si bien al Juez le esta dado el poder de interpretar la demanda en su
conjunto, no siempre va a coincidir con lo que en el fondo los escritos presentados
persiguen, aunque ese ejercicio lo puede hacer siempre que se respete el principio
de contradicción y congruencia. Principios a los que se deben sujetar las partes,
pues lo que se pide debe ir concatenado con los hechos.

Al mismo tiempo, que el principio de legalidad, encontramos en la nueva norma


procesal que una decisión sin norma es posible. Esta consigna es diametralmente
contrario al Estado de Derecho y como se dijo en clase, el Juez deja de ser un
convidado de piedra y está en la obligación de buscar dentro de la analogía y
demás fuentes de derecho las formulas necesarias que le permitan resolver el
caso sub exámine. Siendo con esto, una sentencia inhibitoria impensable. Por otra
parte al buscar una solución en otras fuentes de derecho se deja de estar
sometido al imperio de la ley, garantizándose que de cualquier forma el petente de
justicia acceda a la misma, derecho fundamental consagrado en la Constitución
Política y máxima del Estado Social de Derecho.

La falta de motivación en una sentencia o auto interlocutorio, puede llegar a


constituir una violación al debido proceso, pues las partes tienen derecho a saber
el porque de tal decisión, en ese entendido el juez debe analizar y reflexionar
sobre los hechos y pruebas que se presenten en el escrito de demanda y la
contestación, a fin de darle una adecuada aplicación de las normas y demás
fuentes del derecho, y con ello tomar una decisión que sea congruente. Así
mismo, el juez como deber tiene que proferir las providencias dentro de los
términos establecidos en la ley, así como ser oportuno para fijar las audiencias y
demás diligencias y estar presente en ellas, el proceso oral así lo requiere; en ello
tiene que ser exegético a fin de que se evite la prórroga continua de audiencias, se
vea interrumpido el trámite normal del proceso y se regrese a la tardanza que
precisa sistema escritural. El proceso oral, se caracteriza por la agilidad en su
acontecer.

Con respecto a lo anterior y en pro de garantizar la lealtad con las partes y el


proceso, el juez y sus empleados, deben garantizar el silencio frente a las
decisiones que se se vayan a tomar en una providencia, de no hacerlo, esa
actuación puede deprecar en una sanción disciplinaria, y pues se empañaría el
sistema judicial..

Después de tomada una decisión o de haberse llevado a cabo una diligencia, es


deber del juez hacer un control de legalidad de las misma, con el fin de verificar si
dentro de esa actuación procesal por algún descuido se quebrantó la ley y de esa
forma proceder a tomar las medidas tendientes a corregir el error, so pena que
más adelante se declare una nulidad o se incurra en una vía de hecho.

Aunque es un requerimiento meramente formal, dada la solemnidad de la cual se


reviste el sistema oral y cada una de las audiencias que lo componen, el nuevo
código requiere que el juez vista de la toga, como símbolo de autoridad y en
representación del Estado y la justicia.

En vista de la evolución de la sociedad y dentro de ella el surgimiento de nuevas


tecnologías, el sistema judicial debe sacarle el mejor provecho a ellas y la
implementación en los despachos por los jueces debe ser una obligación, mas aún
se esas tecnologías revisten de agilidad cada uno de los trámites que se
adelantan dentro del proceso.

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