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tema 9

El acto administrativo: concepto, clases y elementos.


Su motivación y notificación.
Eficacia y validez de los actos administrativos.

Referencias Legislativas
• Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

GUIÓN-RESUMEN

1. EL ACTO ADMINISTRATIVO 4. REVISIÓN DE LOS ACTOS


ADMINISTRATIVOS
1.1. Concepto
4.1. Revisión de disposiciones y actos
1.2. Clases de actos administrativos
nulos
1.3. Elementos del acto administrativo
4.2. Declaración de lesividad de actos
2. MOTIVACIÓN Y NOTIFICACIÓN anulables
2.1. La motivación 4.3. Órganos competentes para la revisión
de oficio
2.2. La notificación
4.4. Suspensión de actos ejecutivos
3. EFICACIA Y VALIDEZ DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS 4.5. Revocación de actos y rectificación de
errores
3.1. Eficacia
3.2. Validez

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1. EL ACTO ADMINISTRATIVO

1.1. CONCEPTO
El acto administrativo es todo acto realizado por la Administración con arreglo al Dere-
cho Administrativo. Puede consistir en una declaración de voluntad, juicio, deseo o conoci-
miento, realizada por una Administración Pública, en el ejercicio de una potestad administra-
tiva, distinta a la potestad reglamentaria.

En consecuencia, caracterizan al acto administrativo las siguientes notas:

a) Es una declaración intelectual, lo que excluye las actividades puramente materiales.

b) Emana de una Administración Pública, lo que excluye los actos del administrado.

c) Se presenta como el ejercicio de una potestad administrativa o, dicho de otra forma,


como manifestación del poder concedido por la Ley a la Administración.

d) Tal potestad administrativa ha de ser distinta de la potestad reglamentaria.

El Reglamento y el acto administrativo son figuras distintas: el primero es una fuen-


te del Derecho, forma parte del ordenamiento jurídico y, por ello, puede innovarlo.
El segundo tan solo lo aplica.

1.2. CLASES DE ACTOS ADMINISTRATIVOS


No es posible establecer una clasificación completa y exhaustiva de los actos adminis-
trativos: podrían hallarse casi tantas clasificaciones como posibles actos. Las que aquí se
proponen engloban las categorías más importantes de actos.

1.2.1. Por los órganos de los que emana el acto


— Acto simple, si el acto procede de un solo órgano administrativo; si dicho órgano
es un órgano colegiado (compuesto por una pluralidad de personas) se rige por
normas distintas a si fuera unipersonal o monocrático (compuesto por una sola per-
sona).

— Acto complejo, si en su producción intervienen dos o más órganos administra-


tivos.

1.2.2. Por la extensión de sus efectos a los destinatarios


— Generales: son aquellos que van dirigidos a una pluralidad indeterminada de per-
sonas (resolución de convocatoria de oposiciones, p.e.).

— Singulares o especiales: destinados a una o varias personas determinadas o


determinables (resolución mencionando al funcionario o resolución
por la que el Secretario General para la Administración Pública nom-
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bra a diez personas como funcionarios del Cuerpo General Adminis-


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trativo). ADAMS

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1.2.3. Por su contenido


— Actos constitutivos: son los que crean, modifican o extinguen relaciones o situa-
ciones jurídicas. Pueden ser favorables, si amplían la esfera jurídica del destinata-
rio (concesión de una licencia, de una plaza en un concurso, etc.), o de gravamen,
si restringen tal esfera jurídica.
— Actos declarativos: son los que acreditan un hecho o una situación jurídica sin
incidir sobre su contenido (certificación o notificación, p.e.).

1.2.4. Por su lugar en el procedimiento administrativo


— Acto definitivo: son los que ponen fin al procedimiento y contienen la voluntad
administrativa del órgano que los dicta (resolución del Ministro de Administraciones
Públicas autorizando la compatibilidad de una actividad en el sector privado a un
funcionario, p.e.).
— Acto de trámite: son aquellos a través de los cuales se va formando la voluntad
del órgano (informe y propuesta del Subsecretario del Ministerio de Hacienda, en
cuyos servicios centrales trabaja el funcionario del ejemplo anterior. En base a los
mismos, resolverá acerca de la compatibilidad el citado Ministro de Administracio-
nes Públicas).

1.2.5. Por la posibilidad de ser recurridos en vía contencioso-administrativa


— Acto impugnable: con carácter general, son recurribles ante los órganos judiciales
de lo contencioso-administrativo los actos expresos y presuntos de la Administración
Pública que pongan fin a la vía administrativa.
El art. 25.1 de la LJCA (Ley 29/1998, de 13 de julio), dice textualmente que “el
recurso contencioso-administrativo es admisible en relación con las disposiciones
de carácter general y con los actos expresos y presuntos de la Administración públi-
ca que pongan fin a la vía administrativa, ya sean definitivos o de trámite, si estos
últimos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposi-
bilidad de continuar el procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable
a derechos o intereses legítimos”.
De acuerdo con el art. 109 de la Ley 30/1992, ponen fin a la vía administrativa:
a) Las resoluciones de los recursos de alzada.
b) Las resoluciones de los procedimientos de impugnación a que se refiere el art.
107.2 (los que sustituyan el recurso de alzada o de reposición en supuestos o
ámbitos sectoriales determinados, y cuando la especificidad de la materia así
lo justifique).
c) Las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de superior
jerárquico, salvo que una ley establezca lo contrario.
d) Las demás resoluciones de órganos administrativos, cuando una disposición
legal o reglamentaria así lo establezca.
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e) Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consi-


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deración de finalizadores del procedimiento. ADAMS

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En términos semejantes se pronuncia la Ley Reguladora de las Bases del Régimen


Local (Ley 7/1985, de 2 de abril) en su art. 52.2. En el ámbito local, ponen fin a la
vía administrativa:

— Las resoluciones del Pleno, del Alcalde o Presidente y de la Junta de Gobier-


no, salvo en los casos excepcionales en que una ley sectorial requiera la apro-
bación ulterior de la Administración estatal o autonómica (como sucede en el
caso de la aprobación de planes urbanísticos, planes de protección civil, etc,
por trascender en muchos casos el interés propio local), o cuando proceda
recurso ante estas en los supuestos del artículo 27.2.

— Las resoluciones de autoridades y órganos inferiores cuando resuelvan por


delegación de la autoridad u órganos cuyas resoluciones pongan fin a la vía
administrativa.

— Las resoluciones de cualquier otra autoridad u órgano cuando así lo establez-


ca una disposición legal.

Por su parte, la Disposición Adicional decimoquinta de la LOFAGE establece que


ponen fin a la vía administrativa los actos y resoluciones siguientes:

1. Los actos administrativos de los miembros y órganos del Gobierno.

2. En particular, en la Administración General del Estado:

• Los emanados de los Ministros y Secretarios de Estado en el ejercicio de


las competencias que tienen atribuidas los órganos de los que son titulares.

• Los emanados de los órganos directivos con nivel de Director General o


superior, en relación con las competencias que tengan atribuidas en mate-
ria de personal.

3. En los Organismos públicos adscritos a la Administración General del Estado:

• Los emanados de los máximos órganos de dirección unipersonales o cole-


giados, de acuerdo con lo que establecen sus estatutos, salvo que por ley
se establezca otra cosa.

— Acto no impugnable: es el que no puede ser objeto de recurso contencioso-admi-


nistrativo. Cabe indicar que, cuando un acto administrativo no puede ser impugna-
do en vía administrativa ni en vía contenciosa —salvo la eventualidad del recurso
extraordinario de revisión— se le califica de acto firme. Un acto se convertirá en
firme por haber sido impugnado mediante todos los recursos que establece el Dere-
cho positivo o porque, habiendo sido notificado en forma legal, se han dejado trans-
currir los plazos de presentación de tales recursos.

1.2.6. Por la potestad ejercitada al dictarlo


— Acto reglado, cuando todos sus elementos vienen predeterminados por
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el ordenamiento; la Administración no puede optar entre varias decisio-


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nes, sino que tiene que atenerse a una determinada, actúa sin juicio sub- ADAMS

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jetivo posible, automáticamente. (Ejemplo: jubilación de un funcionario al llegar a la


edad prevista, admisión a las pruebas de una oposición si se reúnen los requisitos
señalados en la convocatoria.) Se ejercita una potestad reglada.

— Acto discrecional, cuando alguno de sus elementos no está especificado por el


ordenamiento, quedando a la libre apreciación de la Administración respetando en
todo caso los límites establecidos por la norma habilitante. Ésta no actúa automá-
ticamente, sino que puede optar entre varias alternativas. (Ejemplo: otorgar una
subvención o no otorgarla, u otorgarla en una cuantía inferior de la solicitada, cons-
truir una autopista Madrid-Málaga o no construirla, o pasando por Granada o hacer-
lo por Córdoba.) Se ejercita entonces una potestad discrecional.

1.2.7. Por el modo de exteriorizarse


— Acto expreso, si consiste en una manifestación de voluntad expresada por la
Administración, normalmente en forma escrita; es decir, se trata de un acto admi-
nistrativo tal como se deduce de la definición antes dada.

— Acto presunto, aquí se produce una ficción jurídica, puesto que no se produce
ningún acto administrativo. Ante la ausencia de voluntad administrativa, la ley
sustituye la voluntad inexistente por una de carácter positivo o negativo, depen-
diendo de los casos. Es decir: transcurrido un cierto tiempo de inactividad de la
Administración ante una petición o solicitud, el solicitante puede entender, según
los casos, que su petición ha sido aceptada o rechazada. Así pues, el silencio
administrativo se convierte, mediante esta ficción, en acto administrativo. La
regla es que el silencio es positivo, es decir, se entenderá estimada la solicitud del
ciudadano; siendo muy limitados los casos de silencio negativo.

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CLASES DE ACTOS ADMINISTRATIVOS

— Acto simple: El acto procede de un solo órgano admi-


POR LOS ÓRGANOS nistrativo.
DE LOS QUE EMANA — Acto complejo: En su producción intervienen dos o más
órganos administrativos.

— Generales: Los que van dirigidos a una pluralidad inde-


terminada de sujetos.
POR SUS EFECTOS
— Especiales: Destinados a una o varias personas determi-
nadas o determinables.

— Constitutivos: Crean, modifican o extinguen relaciones o


situaciones jurídicas.
POR SU CONTENIDO
— Declarativos: Acreditan un hecho o una situación jurídica
sin incidir sobre su contenido.

— Definitivos: Ponen fin al procedimiento (resoluciones).


POR SU LUGAR EN
EL PROCEDIMIENTO — De trámite: Impulsan el procedimiento (informes, pro-
puestas...).

— Impugnables: Pueden ser recurridos en dicha vía.


Como regla general, debe tratarse de
actos que agoten la vía administrativa.
POR LA POSIBILIDAD — Inimpugnables: No admiten tal recurso. Un acto es firme
DE RECURRIRLOS EN cuando ha sido impugnado mediante
VÍA CONTENCIOSA todos los recursos que establece el Dere-
cho positivo o cuando, notificado en legal
forma, se han dejado transcurrir los pla-
zos de presentación de tales recursos.

— Reglados: Las normas regulan todos los aspectos y


POR LA POTESTAD momentos de su producción.
EJERCITADA AL — Discrecionales: Ejercitan una potestad cuyas condiciones
DICTARLOS de actuación no están totalmente delimita-
das por las normas.

— Expresos: Existe una clara e inequívoca exterioriza-


ción de la voluntad administrativa.
POR LA FORMA DE — Presuntos: No existe tal exteriorización, pero el ordena-
EXTERIORIZACIÓN miento jurídico permite suponer aceptada o
denegada la solicitud, transcurrido el plazo
de resolución (silencio positivo y negativo).
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1.3. ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO


Los autores discrepan a la hora de enumerar los elementos que deben concurrir para
que un acto administrativo sea válido. No obstante, suelen señalar como tales el elemento
subjetivo, el objetivo, el teleológico o final, el causal y el formal.

Antes de iniciar el análisis de cada uno de ellos, conviene destacar que no todos revis-
ten la misma importancia: mientras que el subjetivo y el objetivo deberán concurrir en todo
acto administrativo, la exigencia de los restantes dependerá de lo que en cada caso dispon-
ga el Derecho positivo.

1.3.1. Elemento subjetivo


El acto administrativo, tal como se ha especificado, sólo puede ser producido por una
Administración pública. Ahora bien, las entidades administrativas se estructuran y actúan a
través de órganos (Ministro, Director General, Alcalde, etc.). De ahí que el acto administrati-
vo haya de ser dictado por aquel órgano al que el ordenamiento jurídico le atribuya compe-
tencia para ello (el Ministro de Economía será el órgano competente para imponer la sanción
de suspensión a un funcionario destinado en su Ministerio, por estipularlo así la normativa
aplicable al respecto). Por último, el titular del órgano ha de contar con la correspondiente
legitimación y hallarse en una situación abstracta de imparcialidad.

De todas estas cuestiones se trata seguidamente, con una referencia especial a los dis-
tintos preceptos de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Admi-
nistraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (en adelante, LRJ-PAC) que
regulan tales materias.

A) Órganos de las Administraciones públicas


Los órganos administrativos son las distintas unidades en que se descompone la orga-
nización de un ente público. A ellos se refiere el Título II (arts. 11 y ss.) de la Ley 30/92.

Entre los distintos tipos de órganos a los que se suele aludir desde un punto de vista
doctrinal –representativos y no representativos, centrales y periféricos, activos y consultivos,
generales y especiales, unipersonales y colegiados-, la citada Ley sólo establece la regula-
ción de ciertos aspectos estructurales de los órganos colegiados:

— El órgano colegiado se caracteriza porque su titularidad corresponde a varias per-


sonas físicas, entre las que destaca el Presidente.

— Los órganos colegiados tendrán un Secretario que podrá ser un miembro del pro-
pio órgano o una persona al servicio de la Administración Pública correspondiente.

— Para la válida constitución del órgano, a efectos de la celebración de sesiones, deli-


beraciones y toma de acuerdos, se requerirá la presencia del Presidente y Secre-
tario o, en su caso, de quienes le sustituyan y la de la mitad al menos, de sus miem-
bros.

— No podrá ser objeto de deliberación o acuerdo ningún asunto que no


figure incluido en el orden del día, salvo que estén presentes todos los
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miembros del órgano colegiado y sea declarada la urgencia del asun-


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to por el voto favorable de la mayoría. ADAMS

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— Los acuerdos serán adoptados por mayoría de votos.

— De cada sesión que celebre el órgano colegiado se levantará acta por el Secreta-
rio, que especificará necesariamente los asistentes, el orden del día de la reunión,
las circunstancias del lugar y tiempo en que se ha celebrado, los puntos principa-
les de las deliberaciones, así como el contenido de los acuerdos adoptados.

— Cuando los miembros del órgano voten en contra o se abstengan, quedarán exen-
tos de la responsabilidad que, en su caso, pueda derivarse de los acuerdos.

— Quienes acrediten la titularidad de un interés legítimo podrán dirigirse al Secretario


de un órgano colegiado para que les sea expedida certificación de sus acuerdos.

B) La competencia (arts. 12 a 21 LRJ-PAC)


La competencia es el conjunto de funciones y potestades que el ordenamiento jurídico
atribuye a cada órgano.

La competencia es irrenunciable y se ejercerá precisamente por los órganos administra-


tivos que la tengan atribuida como propia, salvo los casos de delegación o avocación.

Si alguna disposición atribuye competencia a una Administración, sin especificar el órga-


no que debe ejercerla, se entenderá que la facultad de instruir y resolver los expedientes
corresponde a los órganos inferiores competentes por razón de la materia y del territorio, y,
de existir varios de éstos, al superior jerárquico común.

La encomienda de gestión, la delegación de firma y la suplencia no suponen alteración


de la titularidad de la competencia, aunque sí de los elementos determinantes de su ejercicio
que en cada caso se prevén.

a) Delegación de competencias

• En cada Administración Pública se podrá acordar la delegación del ejercicio de


competencias atribuidas a sus órganos administrativos en otros órganos, aun-
que no sean jerárquicamente dependientes.

• En ningún caso podrán ser objeto de delegación las competencias relativas a:

— Los asuntos que se refieran a relaciones con la Jefatura del Estado, Pre-
sidencia del Gobierno de la Nación, Cortes Generales, Presidencias de los
Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas y Asambleas
Legislativas de las Comunidades Autónomas.

— La adopción de disposiciones de carácter general.

— La resolución de recursos en los órganos administrativos que hayan dic-


tado los actos objeto de recurso.

— Las materias en que así se determine por norma con rango


de ley.
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• Las delegaciones de competencias y su revocación deberán


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publicarse en el “Boletín Oficial del Estado”, en el de la Comuni- ADAMS

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dad Autónoma o en el de la provincia, según la Administración a que perte-


nezca el órgano delegante, y el ámbito territorial de competencia de éste.

• Las resoluciones administrativas que se adopten por delegación indicarán


expresamente esta circunstancia y se considerarán dictadas por el órgano
delegante.

• Salvo autorización expresa de una ley, no podrán delegarse las competencias


que se ejerzan por delegación, ni el ejercicio de la competencia para resolver
un asunto cuando se haya emitido con anterioridad dictamen preceptivo acer-
ca del mismo.

• La delegación será revocable en cualquier momento por el órgano que la haya


conferido.

• La delegación de competencias atribuidas a órganos colegiados, para cuyo


ejercicio ordinario se requiera un quórum especial, deberá adoptarse obser-
vando, en todo caso, dicho quórum (art. 13).

La Disposición Adicional decimotercera de la LOFAGE establece que la delegación


de competencias entre órganos deberá ser previamente aprobada en la Adminis-
tración General del Estado por el órgano ministerial de quien dependa el órgano
delegante y en los Organismos Públicos por el órgano máximo de dirección, de
acuerdo con lo establecido en sus normas de creación.

Cuando se trate de órganos no relacionados jerárquicamente, será necesaria la


previa aprobación del órgano superior común si ambos pertenecieren al mismo
Ministerio, o del órgano superior del que dependa el órgano delegado, si el órgano
delegante y el delegado pertenecen a diferentes Ministerios.

b) Avocación

Los órganos superiores podrán avocar para sí el conocimiento de un asunto cuya


resolución corresponda ordinariamente o por delegación a sus órganos administra-
tivos dependientes, cuando circunstancias de índole técnica, económica, social,
jurídica o territorial lo hagan conveniente (art. 14).

En los supuestos de delegación de competencias en órganos no jerárquicamente


dependientes, el conocimiento de un asunto podrá ser avocado únicamente por el
órgano delegante.

En todo caso, la avocación se realizará mediante acuerdo motivado que deberá ser
notificado a los interesados en el procedimiento, si los hubiere, con anterioridad a
la resolución final que se dicte.

Contra el acuerdo de avocación no cabrá recurso, aunque podrá impugnarse en el


recurso que, en su caso, se interponga contra la resolución del procedimiento.

Según la Disposición Adicional decimotercera de la LOFAGE toda


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avocación habrá de ser puesta en conocimiento del superior jerárqui-


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co ministerial del órgano avocante. ADAMS

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c) Encomienda de gestión

La realización de actividades de carácter material, técnico o de servicios de la com-


petencia de los órganos administrativos o de las Entidades de derecho público
podrá ser encomendado a otros órganos o Entidades de la misma o de distinta
Administración, por razones de eficacia o cuando no se posean los medios técni-
cos idóneos para su desempeño (art. 15).

La encomienda de gestión no supone cesión de titularidad de la competencia.

Cuando la encomienda de gestión se realice entre órganos y Entidades de distin-


tas Administraciones se formalizará, como regla general, mediante firma del corres-
pondiente convenio entre ellas.

d) Delegación de firma y suplencia

Los titulares de los órganos administrativos podrán, en materia de su propia com-


petencia, delegar la firma de sus resoluciones y actos administrativos a los titulares
de los órganos o unidades administrativas que de ellos dependan (art. 16).

La delegación de firma no alterará la competencia del órgano delegante y para su


validez no será necesaria su publicación.

No cabrá la delegación de firma en las resoluciones de carácter sancionador.

Los titulares de los órganos administrativos podrán ser suplidos temporalmente en


los supuestos de vacante, ausencia o enfermedad (art. 17).

Si no se designa suplente, la competencia del órgano administrativo se ejercerá por


quien designe el órgano administrativo inmediato de quien dependa.

La suplencia no implicará alteración de la competencia.

Las reglas relativas a la competencia, expuestas en los párrafos precedentes, se


resumen en el siguiente gráfico:
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COMPETENCIAS

CONCEPTO FORMA Y CARACTERÍSTICAS

• Publicación en el Diario Oficial


que corresponda.
Implica conferir el ejercicio de com- • Revocable en cualquier
DELEGACIÓN petencias a otros órganos de la momento.
misma Administración, aunque no • No se puede delegar la adop-
sean jerárquicamente dependien- ción de reglamentos ni la reso-
tes. lución de recursos en órganos
que hayan dictado el acto recu-
rrido.

Asumir el conocimiento de un asun-


to cuya resolución corresponda, • Mediante acuerdo motivado.
AVOCACIÓN
ordinariamente o por delegación, a • No cabe recurso contra tal
órganos dependientes. acuerdo.

Supone encomendar la realización


de ciertas actividades a otros órga- Debe formalizarse, generalmen-
ENCOMIENDA nos o entidades de la misma o dis- te, mediante acuerdo o conve-
DE GESTIÓN tinta Administración, por razones nio.
técnicas o de eficacia.

• No necesita publicación.
• No altera competencia del dele-
Atribución de la firma de actos gante.
DELEGACIÓN administrativos a órganos o a uni- • No procede en los mismos
DE FIRMA dades inferiores. supuestos que la delegación y
tampoco si se trata de resolu-
ciones sancionadoras.

Sustitución temporal en caso de


SUPLENCIA vacante, ausencia o enfermedad No implica alteración de la
por quien designe el órgano compe- competencia.
tente para nombrar al sustituido.

e) Comunicaciones entre órganos

La comunicación entre los órganos administrativos pertenecientes a


una misma Administración Pública se efectuará siempre directamen-
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te, sin traslados ni reproducciones a través de órganos intermedios.


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Las comunicaciones entre los órganos administrativos podrán efectuarse por cual-
quier medio que asegure la constancia de su recepción (art. 19).

f) Decisiones sobre competencia

El órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución de un asun-


to remitirá directamente las actuaciones al órgano que considere competente, si
éste pertenece a la misma Administración Pública.

Los interesados que sean parte en el procedimiento podrán dirigirse al órgano que
se encuentre conociendo de un asunto para que decline su competencia y remita
las actuaciones al órgano competente.

Asimismo, podrán dirigirse al órgano que estimen competente para que requiera de
inhibición al que esté conociendo del asunto.

Los conflictos de atribuciones sólo podrán suscitarse entre órganos de una Admi-
nistración no relacionados jerárquicamente, y respecto a asuntos sobre los que no
haya finalizado el procedimiento administrativo (art. 20).

g) Instrucciones y órdenes de servicio

Los órganos administrativos podrán dirigir las actividades de sus órganos jerárqui-
camente dependientes mediante instrucciones y órdenes de servicio.

Cuando una disposición específica así lo establezca o se estime conveniente por


razón de los destinatarios o de los efectos que puedan producirse, las instruccio-
nes y órdenes de servicio se publicarán en el periódico oficial que corresponda.

El incumplimiento de las instrucciones u órdenes de servicio no afecta por sí solo a


la validez de los actos dictados por los órganos administrativos, sin perjuicio de la
responsabilidad disciplinaria en que se pueda incurrir.

C) Legitimación e imparcialidad de la persona física que actúa como titular del órgano

La competencia de cada órgano es ejercida por la persona o personas físicas titulares


de la misma: la voluntad de éste vale como voluntad de aquél. Para que este efecto se pro-
duzca, el titular del órgano ha de contar con la legitimación correspondiente, la cual derivará
de un nombramiento válido y eficaz.

Además, tal como ya se ha dicho, debe hallarse en una situación abstracta de impar-
cialidad. Nuestro ordenamiento jurídico intenta conseguirla, fundamentalmente, a través de
dos mecanismos: el régimen de incompatibilidades, y el establecimiento de unas causas de
abstención, las cuales podrán dar lugar, en su caso, a la recusación.

a) Causas de abstención

Son motivos de abstención, según el art. 28 de la LRJ-PAC, los siguientes:


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• Tener interés personal en el asunto de que se trate o en otro en cuya reso-


lución pudiera influir la de aquél; ser administrador de sociedad o entidad inte-
resada, o tener cuestión litigiosa pendiente con algún interesado.

• Tener parentesco de consanguinidad dentro del cuarto grado o de afinidad den-


tro del segundo, con cualquiera de los interesados, con los administradores de
entidades o sociedades interesadas y también con los asesores, representantes
legales o mandatarios que intervengan en el procedimiento, así como compartir
despacho profesional o estar asociado con éstos para el asesoramiento, la
representación o el mandato.

• Tener amistad íntima o enemistad manifiesta con alguna de las personas


mencionadas en el apartado anterior.

• Haber tenido intervención como perito o como testigo en el procedimien-


to de que se trate.

• Tener relación de servicio con persona natural o jurídica interesada directa-


mente en el asunto, o haberle prestado en los dos últimos años servicios pro-
fesionales de cualquier tipo y en cualquier circunstancia o lugar.

Es evidente, por ejemplo, que la instrucción de un expediente sancionador no


puede encomendarse a un funcionario que sea padre, amigo, empleado, etc., del
expedientado.

Por ello, las autoridades y el personal al servicio de las Administraciones en quie-


nes se den algunas de las circunstancias señaladas se abstendrán de intervenir en
el procedimiento y lo comunicarán a su superior inmediato, quien resolverá lo pro-
cedente.

Los órganos superiores podrán ordenar a las personas en quienes se dé alguna de


las circunstancias señaladas que se abstengan de toda intervención en el expe-
diente.

La actuación de autoridades y personal al servicio de las Administraciones Públicas


en los que concurran motivos de abstención no implicará, necesariamente, la inva-
lidez de los actos en que hayan intervenido.

La no abstención en los casos en que proceda dará lugar a responsabilidad.

b) Recusación

Es evidente que, si la autoridad o funcionario afectado por alguna de las citadas


causas no se abstiene de intervenir, el interesado, en cualquier momento de la tra-
mitación del procedimiento, podrá promover recusación que se sustanciará de la
siguiente forma:

• La recusación se planteará por escrito en el que se expresará la


causa o causas en que se funda.
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• En el día siguiente el recusado manifestará a su inmediato superior si se da


o no en él la causa alegada. En el primer caso, el superior podrá acordar su
sustitución acto seguido.

• Si el recusado niega la causa de recusación, el superior resolverá en el plazo


de tres días, previos los informes y comprobaciones que considere oportunos.

• Contra las resoluciones adoptadas en esta materia no cabrá recurso, sin per-
juicio de la posibilidad de alegar la recusación al interponer el recurso que
proceda contra el acto que termine el procedimiento.

1.3.2. Elemento objetivo

La teoría reitera, en este punto, los tres requisitos ya clásicos: el acto ha de referirse a
un objeto posible, lícito y determinado.

Por lo que respecta al contenido del propio acto, basta recordar que puede consistir en
una declaración de voluntad, conocimiento, deseo o juicio.

1.3.3. Elemento final

El elemento final o teleológico pretende dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿para qué
se ha dictado el acto?.

Pues bien, partiendo de lo estipulado en el art. 103 de la Constitución –“la Administración


pública sirve con objetividad los intereses generales”-, es obvio que todo acto administrativo
debe tender a la satisfacción del interés público; en caso contrario incurrirá en “desviación de
poder” y será anulable. El art. 70 de la Ley de Jurisdicción Contencioso-Administrativa define
la desviación de poder como “el ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de
los fijados por el ordenamiento jurídico”.

1.3.4. Elemento causal

La causa del acto administrativo constituye el “porqué” del propio acto; es decir, la razón
justificadora de cada uno de ellos, la circunstancia que justifica en cada caso que un acto
administrativo se dicta.

Es evidente que la resolución convocando un concurso para la provisión de una plaza


que no está vacante adolece de un defecto que acarreará su anulabilidad: falta el presu-
puesto –la plaza vacante- que da soporte al propio acto.

1.3.5. Elemento formal

En un sentido estricto, la forma hace referencia al medio de exteriorización


de la voluntad manifestada en el acto.
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A dicha cuestión se refiere el art. 55 de la Ley 30/1992, indicando que “los actos admi-
nistrativos se producirán por escrito a menos que su naturaleza exija o permita otra forma
más adecuada de expresión y constancia”.

De ello se deduce que los actos expresos pueden ser escritos –forma habitual- orales o,
incluso, mímicos.

“En los casos en que los órganos administrativos ejerzan su competencia de forma verbal,
la constancia escrita del acto, cuando sea necesaria, se efectuará y firmará por el titular del
órgano inferior o funcionario que la reciba oralmente, expresando en la comunicación del mismo
la autoridad de la que procede. Si se tratara de resoluciones, el titular de la competencia debe-
rá autorizar una relación de las que haya dictado de forma verbal, con expresión de su conteni-
do”.

Un ejemplo de competencia ejercida en forma verbal es el acuerdo adoptado, mediante


votación, por un órgano colegiado.

“Cuando deba dictarse una serie de actos administrativos de la misma naturaleza tales
como nombramientos, concesiones o licencias, podrán refundirse en un único acto, acorda-
do por el órgano competente, que especificará las personas u otras circunstancias que indi-
vidualicen los efectos del acto para cada interesado”.

Sería absurdo, p.e., dictar cien resoluciones para nombrar a cien funcionarios del Cuer-
po General Administrativo.

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El Acto Administrativo

ELEMENTOS DEL ACTO


ADMINISTRATIVO

SUBJETIVO

• Planteamiento general
La Administración, única autora posible de los actos, actúa a través de Órganos que deben
ser competentes. Además, el titular del órgano ha de contar con la correspondiente legiti-
mación y hallarse en situación abstracta de imparcialidad.
• La competencia
— Es irrenunciable y se ejercerá por los órganos administrativos que la tengan atribuida,
salvo casos de delegación y avocación.
— Delegación: implica conferir el ejercicio de la competencia a otros órganos administra-
tivos, aunque no sean dependientes jerárquicos.
— Avocación: se produce cuando el órgano superior asuma el conocimiento de un asun-
to que corresponde a órganos dependientes.
• Legitimación
El titular debe reunir los requisitos necesarios (nombramientos, toma de posesión, etc.) para
actuar en nombre de la Administración.
• Imparcialidad

Causas de abstención (art. 28) Recusación (art. 29)


— Interés personal en el asunto; ser — Se planteará en cualquier momento
administrador de entidad interesada del procedimiento, por escrito.
o tener cuestión litigiosa con un inte- — En el día siguiente, el recusado
resado. manifestará si se da o no la causa
— Parentesco de consanguinidad den- alegada.
tro del cuarto grado o de afinidad — En el 1er caso, el superior podrá
dentro del segundo con cualquiera sustituirle acto seguido.
de los interesados... — Si niega la causa, el superior resol-
— Amistad íntima o enemistad manifiesta. verá en el plazo de tres días.
— Haber tenido intervención como peri- — No cabe recurso contra tal resolu-
to o testigo en el procedimiento de ción.
que se trate.
— Tener relación de servicio (o haberla
tenido en los dos últimos años) con
persona interesada.

OBJETIVO

• El acto ha de referirse a un objeto posible, lícito y determinado.

• Su contenido podrá estar integrado por una declaración de voluntad, conocimiento,


deseo o juicio.

FINAL
El acto debe tender a la satisfacción del interés general, de lo contrario incurrirá en
desviación de poder.

CAUSAL
Es la razón justificadora de cada acto; la circunstancia que justifica en cada caso que
un acto se dicte.

FORMAL

• Los actos se producirán por escrito, a menos que su naturaleza exija o permita otra
forma más adecuada de expresión y constancia.
• Si la competencia se ejerce de forma verbal, el funcionario que la reciba oralmente
efectuará y firmará la constancia escrita del acto.
• Los actos administrativos de una misma naturaleza (nombramientos, p.e.) podrán
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refundirse en un único acto).


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Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

2. MOTIVACIÓN Y NOTIFICACIÓN

2.1. LA MOTIVACIÓN
La motivación de un acto administrativo es la exposición de los motivos o razones en
que se basa la Administración para dictarlo.

La regla es que los actos administrativos no han de motivarse; únicamente a título


excepcional el art. 54 de la LRJ-PAC establece obligación de motivar para ciertos actos.

La motivación consiste materialmente en exponer los hechos y los fundamentos de dere-


cho que sirven de base al acto.

La LRJ-PAC, en su art. 54 establece:

“1. Serán motivados, con sucinta referencia de hechos y fundamentos de Derecho:

a) Los actos que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos.

b) Los que resuelvan procedimientos de revisión de oficio de disposiciones o


actos administrativos, recursos administrativos, reclamaciones previas a la vía
judicial y procedimientos de arbitraje.

c) Los que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes o del dic-
tamen de órganos consultivos.

d) Los acuerdos de suspensión de actos, cualquiera que sea el motivo de ésta,


así como la adopción de medidas provisionales previstas en los arts. 72 y 136
de la Ley 30/1992.

e) Los acuerdos de aplicación de la tramitación de urgencia o de ampliación de


plazos.

f) Los que se dicten en el ejercicio de potestades discrecionales, así como los


que deban serlo en virtud de disposición legal o reglamentaria expresa.

2. La motivación de los actos que pongan fin a los procedimientos selectivos y de con-
currencia competitiva se realizará de conformidad con lo que dispongan las normas
que regulen sus convocatorias, debiendo en todo caso quedar acreditados en el
procedimiento los fundamentos de la resolución que se adopte”.

Debemos tener también en cuenta que el art. 37.4 establece que deberá motivarse por el
órgano administrativo competente, la denegación de acceso a documentos cuando prevalez-
can razones de interés público o cuando así lo determine la ley.

2.2. LA NOTIFICACIÓN
Como medio de comunicación entre el órgano administrativo que dicta el
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acto y su destinatario, aparece la notificación como un requisito formal más. VINCIT

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El Acto Administrativo

Es un elemento importantísimo de la actuación administrativa, puesto que su omisión


afectará a la eficacia del acto. Así, el art. 57.2 de la LRJ-PAC dice:

“La eficacia quedará demorada cuando así lo exija el contenido del acto o esté supedi-
tada a su notificación, publicación o aprobación superior”.

La notificación no es un acto en sí mismo, sino que es una práctica posterior donde se


comunica el contenido del acto, de la voluntad del órgano. De esto se deduce que la notifi-
cación no afectará a la validez del acto sino más bien al grado de vinculación del administra-
do hacia ese acto.

Esta notificación cumple, pues, tres objetivos:

1) Poner en conocimiento del administrado la voluntad del órgano.

2) Constituye una condición para la eficacia de los actos administrativos.

3) Actúa como presupuesto para que comiencen a computarse los plazos de los que
el administrado dispone para recurrir.

La Ley establece en el art. 58.1 qué actos deben ser notificados a los interesados:

“Se notificarán a los interesados las resoluciones y actos administrativos que afec-
ten a sus derechos e intereses, en los términos previstos en el artículo siguiente”.

2.2.1. Contenido
En cuanto al contenido, en virtud del art. 58.2 de la LRJ-PAC, la notificación incluirá:

a) El texto íntegro de la resolución.

b) Indicación de si es o no definitivo en la vía administrativa.

c) Expresión de los recursos que procedan.

d) Órgano ante el que hubieran de presentarse los recursos y plazo para interponer-
los, sin perjuicio de que los interesados puedan ejercitar, en su caso, cualquier otro
que estimen procedente.

2.2.2. Plazo
El mismo apartado 2 del nuevo art. 58 establece el plazo en que deben cursarse las noti-
ficaciones:

“Toda notificación deberá ser cursada en el plazo de diez días a partir


de la fecha en que el acto haya sido dictado”.
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Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

NOTIFICACIÓN

1. Comunicar al administrado la voluntad


del órgano.
1. OBJETIVOS 2. Condición para la eficacia del acto.
3. Presupuesto para el comienzo del cómputo
de los plazos para recurrir.

1. Texto íntegro de la resolución.


2. Expresión de si el acto es definitivo en vía administrativa.
2. CONTENIDO
3. Indicación de los recursos que proceden.
4. Órgano ante el que se puede recurrir y plazo.

3. PLAZO Diez días a partir de que el acto fue dictado.

2.2.3. Práctica
En cuanto a la forma de proceder a la notificación, los 5 primeros apartados del art. 59
de la LRJ-PAC, lo establece de una manera bastante minuciosa:

1. Las notificaciones se practicarán por cualquier medio que permita tener constancia
de la recepción por el interesado o su representante, así como de la fecha, la iden-
tidad y el contenido del acto notificado.

La acreditación de la notificación efectuada se incorporará al expediente.

2. En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, la notificación se practi-


cará en el lugar que éste haya señalado a tal efecto en la solicitud. Cuando ello no
fuera posible, en cualquier lugar adecuado a tal fin, y por cualquier medio confor-
me a lo dispuesto en el apartado primero de este artículo.

Cuando la notificación se practique en el domicilio del interesado, de no hallarse


presente éste en el momento de entregarse la notificación, podrá hacerse cargo de
la misma cualquier persona que se encuentre en el domicilio y haga constar su
identidad. Si nadie pudiera hacerse cargo de la notificación se hará constar esta cir-
cunstancia en el expediente junto con el día y la hora en que se intentó la notifica-
ción, intento que se repetirá por una sola vez en una hora distinta dentro de los tres
días siguientes.

3. Para que la notificación se practique utilizando medios telemáticos se requerirá que


el interesado haya señalado dicho medio como preferente o consenti-
do expresamente su utilización, identificando además la dirección
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electrónica correspondiente, que deberá cumplir con los requisitos


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reglamentariamente establecidos. En estos casos, la notificación se VINCIT

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El Acto Administrativo

entenderá practicada a todos los efectos legales en el momento en que se produz-


ca el acceso a su contenido en la dirección electrónica. Cuando, existiendo cons-
tancia de la recepción de la notificación en la dirección electrónica, transcurrieran
diez días naturales sin que se acceda a su contenido, se entenderá que la notifica-
ción ha sido rechazada con los efectos previstos en el siguiente apartado, salvo que
de oficio o a instancia del destinatario se compruebe la imposibilidad técnica o
material del acceso."

4. Cuando el interesado o su representante rechace la notificación de una actuación


administrativa, se hará constar en el expediente, especificándose las circunstancias
del intento de notificación y se tendrá por efectuado el trámite siguiéndose el pro-
cedimiento.

5. Cuando los interesados en un procedimiento sean desconocidos, se ignore el lugar


de la notificación o el medio a que se refiere el apartado 1 de este artículo, o bien,
intentada la notificación, no se hubiese podido practicar, la notificación se hará por
medio de anuncios en el tablón de edictos del Ayuntamiento de su último domicilio,
en el “Boletín Oficial del Estado”, de la Comunidad Autónoma o de la Provincia,
según cuál sea la Administración de la que proceda el acto a notificar y el ámbito
territorial del órgano que lo dictó.

En el caso de que el último domicilio conocido radicara en el extranjero, la notifica-


ción se efectuará mediante su publicación en el tablón de anuncios del Consulado
o Sección Consular de la Embajada correspondiente.

Las Administraciones Públicas podrán establecer otras formas de notificación com-


plementarias a través de los restantes medios de difusión, que no excluirán la obli-
gación de notificar conforme a los dos párrafos anteriores”.

2.2.4. Notificación defectuosa


Podemos definir la notificación defectuosa como aquella que no contiene todos los requi-
sitos exigidos en el art. 58.2 LRJ-PAC.

Sin embargo, la LRJ-PAC en su art. 58.3, indica que:

“Las notificaciones que conteniendo el texto íntegro del acto omitiesen alguno de
los demás requisitos previstos en el apartado anterior surtirán efecto a partir de la
fecha en que el interesado realice actuaciones que supongan el conocimiento del
contenido y alcance de la resolución o acto objeto de la notificación o resolución, o
interponga cualquier recurso que proceda”.

Por tanto, aquí se subsana el vicio por la manifestación expresa o implícita.

La interposición del recurso procedente –y no la de cualquier otro– convalida, pues, la


notificación defectuosa.

Para GARCÍA DE ENTERRÍA, ante una notificación defectuosa el interesa-


do puede optar entre darse por notificado interponiendo el recurso procedente o
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pedir a la Administración que se le practique nuevamente la notificación con arre-


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glo a la Ley. ADAMS

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Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

Si el defecto de la notificación practicada consiste en la errónea indicación de los recur-


sos que proceden contra el acto notificado, es obvio que ningún perjuicio podrá sufrir el inte-
resado que sigue puntualmente los términos de aquélla.

Por último, la reciente Ley 4/1999, de reforma de la LRJ-PAC, introdujo un nuevo apar-
tado 4 al artículo 58, estableciendo que:

“4. Sin perjuicio de lo establecido en el apartado anterior, y a los solos efectos de


entender cumplida la obligación de notificar dentro del plazo máximo de duración
de los procedimientos, será suficiente la notificación que contenga cuando menos
el texto íntegro de la resolución, así como el intento de notificación debidamente
acreditado”.

FFORMA
ORMA DDE
E LLA
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NOTIFICACIÓN
NOTIFICACIÓN

1. MEDIOS Cualquiera que permita tener constancia de la recepción por el


interesado, de la fecha, identidad y del contenido del acto.

1. En el lugar señalado por el interesado, en procedimientos


iniciados a instancia de éste.
2. LUGAR
2. Si es el domicilio: puede recibir la notificación cualquier
persona que esté allí.

1. Porque se rechaza la notificación: se tendrá por notificado.

2. Porque los interesados Se procederá a:

{
son desconocidos.
1. Notificar en el tablón de
3. IMPOSIBILIDAD
anuncios del Ayuntamiento
DE NOTIFICACIÓN 3. Porque se ignora el lugar del último domicilio.
de notificación.
2. Se publicará en el BOE
4. Porque no se pudo practicar de la CCAA o de la
la notificación intentada. provincia.

1. Regla General: ineficacia de la notificación.

4. NOTIFICACIÓN 2. Característica: le falta algún requisito esencial.


DEFECTUOSA
3. Excepción: — Surte efectos si el interesado realiza
actuaciones que demuestran el conocimiento
del acto o interpone recurso.
— Convalidación.
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El Acto Administrativo

2.2.5. Publicación de los actos administrativos

Puede suceder también que nos encontremos ante una pluralidad de destinatarios o que
estemos ante un procedimiento selectivo o de concurrencia competitiva de cualquier tipo. En
ambos supuestos las notificaciones personales darán paso a las notificaciones a través de la
publicación en los términos que establecen los arts. 59.6, 60 y 61 de la Ley 30/1992.

Artículo 59.6

“6. La publicación, en los términos del artículo siguiente, sustituirá a la notificación sur-
tiendo sus mismos efectos en los siguientes casos:

a) Cuando el acto tenga por destinatario a una pluralidad indeterminada de per-


sonas o cuando la Administración estime que la notificación efectuada a un
solo interesado es insuficiente para garantizar la notificación a todos, siendo,
en este último caso, adicional a la notificación efectuada.

b) Cuando se trate de actos integrantes de un procedimiento selectivo o de con-


currencia competitiva de cualquier tipo. En este caso, la convocatoria del pro-
cedimiento deberá indicar el tablón de anuncios o medio de comunicación
donde se efectuarán las sucesivas publicaciones, careciendo de validez las
que se lleven a cabo en lugares distintos”.

Artículo 60

“1. Los actos administrativos serán objeto de publicación cuando así lo establezcan las
normas reguladoras de cada procedimiento o cuando lo aconsejen razones de inte-
rés público apreciadas por el órgano competente.

2. La publicación de un acto deberá contener los mismos elementos que el punto 2


del art. 58 exige respecto de las notificaciones. Será también aplicable a la publi-
cación lo establecido en el punto 3 del mismo artículo.

En los supuestos de publicaciones de actos que contengan elementos comunes,


podrán publicarse de forma conjunta los aspectos coincidentes, especificándose
solamente los aspectos individuales de cada acto”.

Artículo 61

“Si el órgano competente apreciase que la notificación por medio de anuncios o la


publicación de un acto lesiona derechos o intereses legítimos, se limitará a publicar
en el diario oficial que corresponda una somera indicación del contenido del acto y
del lugar donde los interesados podrán comparecer, en el plazo que se establezca,
para conocimiento del contenido íntegro del mencionado acto y constancia de tal
conocimiento”.
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ACTOS

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ADMINISTRATIVOS

FORMA MOTIVADOS EFICACIA EJECUCIÓN INVALIDEZ IRREGULARES

— Escrita. — Los que limiten dere- — Apremio sobre el patrimonio. — Defectos no esen-
— Verbal. chos subjetivos o inte- — Ejecución subsidiaria. ciales de forma.
— Etc. reses legítimos. — Multa coercitiva.
Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

REGLA EXCEPCIONES — Actuaciones fuera


— Los que resuelvan — Compulsión sobre las personas.
GENERAL de plazo
recursos.
— Los que se aparten del
criterio seguido en • Desde la fecha en
actuaciones preceden- que se dicte.
DEMORADA RETROACTIVA NULOS ANULABLES
tes.
— Los que se separen del
— Si lo exige el — Si sustituye a
dictamen de órganos — Dictados por — Los que incurran
contenido del otro anulado. órgano manifies-
consultivos. en cualquier otra
acto. — Si produce efec- tamente incom-
— Los acuerdos de sus- infracción del
petente.
pensión. — Cuando deba tos favorables. ordenamiento
— De contenido
— Los que se dicten en ser publicado, imposible. jurídico, incluso
ejercicio de potestades notificado... — Constitutivos de la desviación de
discrecionales. delito. poder.
— Los acuerdos de aplica- — Dictados pres-
cindiendo total-
ción de la tramitación
mente del proce-
de urgencia o de dimiento.
ampliación de plazos. — Los que lesionen
el contenido de
los derechos y
libertades sus-
ceptibles de
amparo constitu-
cional.
— Etc.

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3. EFICACIA Y VALIDEZ DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

3.1. EFICACIA
Los actos de las Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo se presu-
mirán válidos y producirán efectos desde la fecha en que se dicten, salvo que en ellos se dis-
ponga otra cosa.

Excepcionalmente, podrá otorgarse eficacia retroactiva a los actos cuando:

a) Se dicten en sustitución de actos anulados.

b) Produzcan efectos favorables al interesado, siempre que los supuestos de hecho


necesarios existieran ya en la fecha a que se retrotraiga la eficacia del acto y ésta
no lesione derechos o intereses legítimos de otras personas.

El art. 56 de la Ley 30/1992 establece que: “Los actos de las Administraciones Públicas
sujetos al Derecho Administrativo serán ejecutivos con arreglo a lo dispuesto en esta Ley”.

Los medios de ejecución forzosa según el art. 96 de la Ley, son:

a) Apremio sobre el patrimonio (embargo).

b) Ejecución subsidiaria (realización del acto por un sujeto distinto del obligado y por
cuenta de éste).

c) Multa coercitiva (aquí la Administración va reiterando en el tiempo las multas hasta


que el interesado las haga efectivas).

d) Compulsión sobre las personas (la Administración le dice al interesado qué suce-
derá si hace una cosa que la Administración ha determinado que no se haga o, al
contrario, qué sucederá si no hace algo que la Administración ha determinado que
se haga).

3.2. VALIDEZ
En determinados supuestos las actuaciones de la Administración son defectuosas. En
unos casos tales defectos revisten gran transcendencia, mientras que, en otros, constituyen
simples irregularidades de escasa relevancia; por ello, los actos administrativos pueden ser
nulos de pleno derecho, anulables o irregulares.

3.2.1. Nulidad absoluta o de pleno derecho

A) Supuestos de nulidad

Según el art. 62 de la Ley 30/1992, son nulos de pleno derecho los siguien-
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tes actos:
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• Los que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional.

• Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia o


del territorio.

• Los que tengan un contenido imposible.

• Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta.

• Los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente


establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación
de la voluntad de los órganos colegiados.

• Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se
adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales
para su adquisición.

• Cualquiera otro que se establezca expresamente en una disposición de rango legal.

B) Nulidad de las disposiciones administrativas (reglamentos)

También serán nulas de pleno derecho las disposiciones administrativas que vulneren la
Constitución, las leyes u otras disposiciones administrativas de rango superior, las que regu-
len materias reservadas a la Ley y las que establezcan la retroactividad de disposiciones san-
cionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales.

C) Características de los actos nulos

Los actos nulos se caracterizan porque:

— Carecen inicial y perpetuamente de efectos.

— La nulidad puede ser invocada por cualquier persona interesada y en cualquier


momento.

— El acto nulo no puede convalidarse por transcurso del tiempo ni por voluntad de la
Administración.

3.2.2. Anulabilidad

Contrariamente a la nulidad de pleno derecho, no se establecen para la anulabilidad


supuestos taxativos de vicios que la originan: el art. 63 de la Ley 30/1992 dice que serán anu-
lables los actos “que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, inclu-
so la desviación de poder.

No obstante, el defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuan-


do el acto carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su
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fin o dé lugar a la indefensión de los interesados”.


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El Acto Administrativo

Por otra parte, la realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo estable-
cido para ellas sólo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza
del término o plazo.

La anulabilidad se caracteriza por las siguientes notas:

— El acto produce efectos mientras no sea expresamente anulado.

— La anulabilidad del acto sólo afecta a los interesados: sólo ellos pueden alegarla,
tenerla en cuenta o pedir la declaración de nulidad y no el resto de ciudadanos.

— El acto anulable puede ser convalidado, por el mero transcurso del tiempo si los inte-
resados no piden que se anule, o por voluntad de la Administración.

3.2.3. Irregularidad
Se trata de simples defectos que no invalidan los actos administrativos, como son:

— Los defectos de forma no esenciales y que no den lugar a la indefensión de los inte-
resados.

— Las actuaciones administrativas realizadas fuera de tiempo.

3.2.4. El Principio de conservación del acto administrativo


Tal como ya se ha indicado “los actos de las Administraciones Públicas sujetos al Dere-
cho Administrativo se presumirán válidos y producirán efectos desde la fecha en que se dic-
ten, salvo que en ellos se disponga otra cosa” (art. 57.1).

Pues bien, GARCÍA DE ENTERRÍA, entiende que la citada presunción de validez se tra-
duce en un principio favorable a la conservación de los actos administrativos, que da lugar a
una serie de técnicas concretas a las que la Ley 30/1992 ha dado una configuración positiva.

Tales figuras son: de transmisibilidad, conversión, conservación y convalidación regula-


das en los arts. 64 a 67 de la Ley 30/1992, dentro del Capítulo IV dedicado a la “Nulidad y
Anulabilidad”.

A) Transmisibilidad a otros actos del procedimiento o partes del acto

Según el art. 64 de la Ley 30/1992:

“1. La nulidad o anulabilidad de un acto no implicará la de los sucesivos en el procedi-


miento que sean independientes del primero.

2. La nulidad o anulabilidad en parte del acto administrativo no implicará la de las partes


del mismo independientes de aquélla salvo que la parte viciada sea de tal importancia
que sin ella el acto administrativo no hubiera sido dictado”.

Se trata, por parte de la Ley, de proteger todos aquellos actos que forman
parte del procedimiento y que sean válidos, con independencia de que otros
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puedan ser nulos o anulables. Partimos de la base de que todo acto adminis-
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trativo es subsanable en cuanto a los vicios que padezca. ADAMS

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Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

B) Conversión de los actos viciados

Según el art. 65 de la Ley 30/1992:

“Los actos nulos o anulables que, sin embargo, contengan los elementos constitutivos de
otro distinto producirán los efectos de éste”.

El efecto específico de la conversión es, precisamente, la transformación de un acto


inválido en otro válido, aunque distinto.

C) Conservación de actos y trámites

Según el art. 66 de la Ley 30/1992:

“El órgano que declare la nulidad o anule las actuaciones dispondrá siempre la conser-
vación de aquellos actos y trámites cuyo contenido se hubiera mantenido igual de no
haberse cometido la infracción”.

Este artículo va íntimamente ligado con el anterior que trataba, como hemos visto, de la
conversión de actos viciados. La Administración tratará de agilizar al máximo los procedimien-
tos conservando aquellos actos que se consideren válidos y no viciados.

D) Convalidación

El art. 67 de la Ley 30/1992 permite a la Administración convalidar los actos anulables,


subsanando los vicios de que adolezcan. La Administración, mediante un acto, convalida otro
anterior que estaba viciado: pero los efectos de esta convalidación no son retroactivos, salvo
que lo permita el art. 57.3 de la Ley 30/1992.

El mismo art. 67.3 de la Ley 30/1992 contiene reglas específicas para el vicio de incompe-
tencia (siempre que no se trate de una incompetencia que dé lugar a nulidad de pleno derecho),
diciendo que queda convalidado por la aprobación de un órgano jerárquicamente superior.

Por otra parte, si el vicio consistiese en la falta de alguna autorización, podrá ser con-
validado el acto mediante el otorgamiento de la misma por el órgano competente (art. 67.4
Ley 30/1992).

Es importante destacar que la convalidación sólo se refiere a los actos anulables, y


que se puede producir igualmente sin que la Administración se manifieste expresamente, por
el mero transcurso del tiempo.

4. REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS


En términos generales, la revisión de un acto administrativos supone la modificación del
contenido o de los efectos de un acto preexistente. Bajo esta rúbrica se englobarán, la revi-
sión de oficio y la que tiene lugar por la vía de recurso.

De momento, tan sólo vamos a ocuparnos de la denominada “revisión de


oficio” dejando para otro tema los recursos administrativos.
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El Acto Administrativo

4.1. REVISIÓN DE DISPOSICIONES Y ACTOS NULOS


Se contempla en el art. 102 de la Ley 30/1992, que introduce un trámite de inadmisión
de las solicitudes de los interesados, sin necesidad de recabar el dictamen del Consejo de
Estado u órgano consultivo de la Comunidad Autónoma. Por otra parte, se introduce la revi-
sión de oficio de las disposiciones generales nulas, que no opera, en ningún caso, como
acción de nulidad.

En dicho artículo se establece que:

“1. Las Administraciones Públicas, en cualquier momento, por iniciativa propia o a soli-
citud del interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano
consultivo de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere, declararán de oficio la nulidad
de los actos administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no
hayan sido recurridos en plazo, en los supuestos previstos en el art. 62.1 (nulos de
pleno derecho).

2. Asimismo, en cualquier momento, las Administraciones Públicas de oficio, y previo


dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la
Comunidad Autónoma si lo hubiere, podrán declarar la nulidad de las disposiciones
administrativas en los supuestos previstos en el art. 62.2 (visto anteriormente).

3. El órgano competente para la revisión de oficio podrá acordar motivadamente la


inadmisión a trámite de las solicitudes formuladas por los interesados, sin necesi-
dad de recabar dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo de la Comu-
nidad Autónoma, cuando las mismas no se basen en alguna de las causas de nuli-
dad del art. 62 o carezcan manifiestamente de fundamento, así como en el
supuesto de que se hubieran desestimado en cuanto al fondo otras solicitudes sus-
tancialmente iguales.

4. Las Administraciones Públicas, al declarar la nulidad de una disposición o acto


podrán establecer, en la misma resolución, las indemnizaciones que proceda reco-
nocer a los interesados, si se dan las circunstancias previstas en los arts. 139.2
(daño efectivo, evaluable económicamente e individualizado) y 141.1 (lesiones pro-
ducidas al particular provenientes de daños que no tenga el deber jurídico de sopor-
tar) de esta Ley; sin perjuicio de que, tratándose de una disposición, subsistan los
actos firmes dictados en aplicación de la misma.

5. Cuando el procedimiento se hubiera iniciado de oficio, el transcurso del plazo de


tres meses desde su inicio sin dictarse resolución producirá la caducidad del
mismo. Si el procedimiento se hubiera iniciado a solicitud de interesado, se podrá
entender la misma desestimada por silencio administrativo”.

4.2. DECLARACIÓN DE LESIVIDAD DE ACTOS ANULABLES


El art. 103 de la Ley 30/1992, establece lo siguiente:

1. Las Administraciones Públicas podrán declarar lesivos para el interés público los
actos favorables para los interesados que sean anulables conforme a
lo dispuesto en el art. 63 de esta Ley, a fin de proceder a su ulterior
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impugnación ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo.


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2. La declaración de lesividad no podrá adoptarse una vez transcurridos cuatro años


desde que se dictó el acto administrativo y exigirá la previa audiencia de cuantos
aparezcan como interesados en el mismo, en los términos establecidos por el art.
84 de esta Ley.

3. Transcurrido el plazo de seis meses desde la iniciación del procedimiento sin que
se hubiera declarado la lesividad, se producirá la caducidad del mismo.

4. Si el acto proviniera de la Administración General del Estado o de las Comunida-


des Autónomas, la declaración de lesividad se adoptará por el órgano de cada
Administración competente en la materia.

5. Si el acto proviniera de las Entidades que integran la Administración Local, la declara-


ción de lesividad se adoptará por el Pleno de la Corporación o, en defecto de éste, por
el órgano colegiado superior de la Entidad”.

DECLARACIÓN DE LESIVIDAD

Regulación Sujetos que Régimen Jurí- Plazo para Plazo para


positiva Objeto Motivos solicitan revisión dico interponer resolver

Art. 63. Ley 30/1992. Ley 4/1999 sólo 1º La declaración de lesividad Si transcurren seis meses
Actos favorables a los 4 años desde que
Art. 103 Ley 30/1992 habla de la Admi- no puede adoptarse si desde que se inició el pro-
interesados. 1º Cualquier infracción del se dictó el acto
nistraciones transcurren 4 años desde cedimiento, sin que se
ordenamiento jurídico
Públicas que se dictó. haya declarado la lesivi-
2º Defecto de forma cuan- dad = caducidad del
do produzca indefensión 2º Exige la previa audiencia a
mismo.
o impida alcanzar su fin. los interesados (Novedad L.
4/1999).
3º Ya no se requiere informe
favorable de Órganos Con-
sultivos.
4º Declarada la lesividad se
requiere impugnación ante
Contencioso-Administrativo.

4.3. ÓRGANOS COMPETENTES PARA LA REVISIÓN DE OFICIO


La Disposición Adicional decimosexta de la LOFAGE establece que serán competentes
para la revisión de oficio de los actos administrativos nulos o anulables:

a) El Consejo de Ministros, respecto de sus propios actos y de los dictados por los
Ministros.

b) En la Administración General del Estado:

— Los Ministros, respecto de los actos de los Secretarios de Estado y de los dic-
tados por órganos directivos de su Departamento no dependientes de una
Secretaría de Estado.

— Los Secretarios de Estado, respecto de los actos dictados por los


órganos directivos de ellos dependientes.
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El Acto Administrativo

c) En los Organismos públicos adscritos a la Administración General del Estado:

— Los órganos a los que estén adscritos los organismos, respecto de los actos
dictados por el máximo órgano rector de éstos.

— Los máximos órganos rectores de los organismos, respecto de los actos dic-
tados por los órganos de ellos dependientes.

La revisión de oficio de los actos administrativos en materia tributaria se ajustará a lo dis-


puesto en la Ley General Tributaria y disposiciones dictadas en desarrollo y aplicación de la
misma.

4.4. SUSPENSIÓN DE ACTOS EJECUTIVOS


Iniciado el procedimiento de revisión de oficio, el órgano competente para resolver podrá
suspender la ejecución del acto, cuando ésta pudiera causar perjuicios de imposible o difícil
reparación (art. 104, Ley 30/1992).

4.5. REVOCACIÓN DE ACTOS Y RECTIFICACIÓN DE ERRORES


Revocación es el acto contrario por el que la Administración retira un acto anterior (art.
105, Ley 30/1992).

Obedece a razones de oportunidad, a la adopción de nuevos criterios de apreciación del


interés público.
El art. 105 fue modificado por la Ley 4/1999, que reforzó sus límites, añadiendo que no
puede constituir dispensa o exención no permitida por las leyes, ni ser contraria al principio
de igualdad o al interés público.
Así, la Ley 30/1992 establece que:
— Las Administraciones Públicas podrán revocar en cualquier momento sus actos de
gravamen o desfavorables, siempre que tal revocación no constituya dispensa o
exención no permitida por las leyes, o sea contraria al principio de igualdad, al inte-
rés público o al ordenamiento jurídico.
— Las Administraciones Públicas podrán, asimismo, rectificar en cualquier momento,
de oficio o a instancia de los interesados, los errores materiales, de hecho o arit-
méticos existentes en sus actos.
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REVOCACIÓN DE LOS ACTOS

Regulación
positiva Objeto Motivos Sujetos que solicitan revocación Plazo para interponer

Actos de gravamen o Siempre que la revocación


Art. 105.1 Ley 30/1992 desfavorables. no constituya dispensa, En cualquier momento
Las Administraciones Públicas
exención no permitida por No sujeto a plazo
las leyes, o contraria al
principio de igualdad, inte-
rés público o al ordena-
miento jurídico.

RECTIFICACIÓN DE ERRORES

Regulación
positiva Objeto Sujetos que solicitan rectificación Plazo para interponer

Errores materiales, aritméticos


Art. 105.2 Ley 30/1992 o de hecho Administración e interesados En cualquier momento

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