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UNIVERSIDAD OLMECA

ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD


DR. ANTONIO OSUNA RODRIGUEZ

NOMBRE DEL PROYECTO:


PAPEL DE LA ETICA EN LA MÉDICINA

NOMBRE DEL ALUMNO:


ANGEL GABRIEL ZAMUDIO FERNANDEZ

LICENCIATURA:
MEDICO CIRUJANO

NOMBRE DE LA MAESTRA:
DR. LOURDES VERA CANTO

ASIGNATURA:
INTRODUCCION A LA SALUD MENTAL

GRADO y GRUPÓ:
1° “B”

FECHA DE ENTREGA:
28 DE AGOSTO DEL 2017
Ética médica
La ética médica tiene su punto de partida antes de nuestra era, simbolizada por el
más ilustre médico de la antigüedad, Hipócrates, cuya doctrina ha tenido una gran
influencia en el ejercicio de la profesión médica en los siglos posteriores.
La ética es la reflexión teórica sobre la moral. La ética es la encargada de discutir
y fundamentar reflexivamente ese conjunto de principios o normas que constituyen
nuestra moral. La moral es el conjunto de principios, criterio, normas y valores que
dirigen nuestro comportamiento. La moral nos hace actuar de una determinada
manera y nos permite saber que debemos hacer en una situación concreta.
“La moral tiende a ser particular, por la concreción de sus objetos, la ética tiende a
ser universal, por la abstracción de sus principios".
Deontología médica
La deontología médica es el conjunto de principios y reglas éticas que han de
inspirar y guiar la conducta profesional del médico.1 Los deberes que se imponen
obligan a todos los médicos en el ejercicio de su profesión, independientemente
de la modalidad.
La Organización Médica Colegial, como representante de los médicos colegiados
de España, asume como uno de sus objetivos prioritarios la promoción y
desarrollo de la deontología profesional, y contempla en sus estatutos un Código
de Ética y Deontología Médica.
El incumplimiento de estos principios constituye falta disciplinaria tipificada en los
Estatutos Generales de la Organización Médica Colegial.2
Generalmente la ética y moral se ven reflejadas en la práctica profesional por lo
que algunas ciencias recurren a la bioética (Ética ante la vida) ésta se encarga de
estudiar la deontología (Lo que debe de ser) y de comparar con la ontología(lo que
es). Un médico se debe basar en la bioética para realizar una labor íntegra, al no
hacerlo podría tener problemas con instituciones como la Comisión Nacional de
Arbitraje Médico.
Principios de la ética médica
Todo profesional en la salud, debe tomar en cuenta estos principios los cuales son
fundamentales para éste.
 Beneficencia
 Autonomía
 Justicia
 No maleficencia
Rol de enfermo
Hoy día reconocemos que la enfermedad tiene además otros componentes que
influyen en su comienzo, curso y evolución.
Los factores psicosociales relacionados con cada persona y con cada entorno van
a influir en todo el proceso, es por ello por lo que cuando una persona enferma, no
solo el tratamiento médico va a mejorar su enfermedad sino si tiene una persona
que le ayude que en la que pueda apoyarse, si tiene una red social que favorezca
que pueda expresar sus carencias y pedir ayuda, que su entorno no le discrimine.
Por ello desde el rol de enfermo tiene una serie de obligaciones y derechos que
nuestra sociedad reconoce. Así, estos tienen derecho a ser eximidos de las
responsabilidades sociales habituales y a no ser considerados responsables de la
situación que están viviendo. De la misma manera, los enfermos están obligados a
considerar su estado como indeseable (y por tanto, desear mejorar) y a buscar
ayuda profesional y cooperar con ella en el proceso de curación. El deseo de
disfrutar de los primeros y de evitar los segundos darían lugar a un complicado y
dinámico juego de interacciones entre los distintos elementos sociales implicados
en el enfermar.
Cómo se puede observar en la relación entre personalidad y conducta de salud es
fundamentalmente que los rasgos de personalidad pueden determinar ciertas
conductas de salud bien peligrosas para la salud del propio individuo como las
conductas de riesgo: abuso de sustancias peligrosas, conducta vial, prácticas
sexuales de riesgo, o protectora que se encuadrarían dentro del marco de las
conductas saludables: hacerse revisiones, practicar un estilo de vida reductor del
estrés, participar en campañas de prevención, seguir el tratamiento y
prescripciones médicos, gozar de tiempo libre o practicar ejercicio físico con
regularidad, acciones que promueven el bienestar mental y físico.
Al hablar de afrontamiento dentro de la conducta de enfermedad podemos
distinguir diferentes estrategias de afrontamiento, lo que la persona hace en
concreto para hacer frente a la enfermedad, de las cuales existe una gran
variedad de posibilidades: hablar con otros, buscar una solución, negar el
problema, rezar y otras, del estilo de afrontamiento, que nos indica como las
personas habitualmente afrontan las dificultades: ejemplo: tiende a evitar los
problemas en lugar de intentar solucionarlos; se muestra dependiente de otros
(familiares, amigos, profesionales) en lugar de ser autónomo; flexible en lugar de
rígido. A la hora de ayudar a una persona enferma, es muy bueno que sepamos
cual es su forma habitual o estilo de afrontamiento, ya que podemos animarle y
facilitarle que emplee, dentro de lo que es habitual en él, lo que sea más adecuado
(si tiende a ser activo buscando soluciones, podemos animarle a que lo intente; si
prefiere hablar con otros, podemos favorecer el que mantenga conversaciones con
personas cercanas).
La mayoría de las personas atraviesan varias fases en el proceso de asumir que
padecen una enfermedad y de aprender a vivir con ella. Cuando a una persona le
diagnostican una enfermedad crónica en concreto, puede sentir muchas cosas.
Algunas personas se sienten vulnerables, confundidas y preocupadas por su salud
y su futuro. EL que aparezca una enfermedad de este tipo en niños o
adolescentes va a cambiar su perspectiva de futuro como persona valida y en
algunos casos los convierten en personas dependientes. Otras se decepcionan y
se autocompadecen, pensar en ¿por qué a mi y en este momento? ¿Ahora que
todo iba tan bien? Algunas encuentran injusto lo que les ha pasado y se enfadan
consigo mismas y con la gente a quien quieren intentando alejarlas para que no
sientan pena de ellas o los traten como discapacitados. Estos sentimientos forman
parte del principio del proceso de afrontamiento. Cada persona reacciona de una
forma diferente, pero todas las reacciones son completamente normales.
Por ejemplo, una persona con diabetes, puede experimentar un abanico de
emociones cuando le diagnostican la enfermedad. Tal vez crea que no va a ser
capaz de pincharse para determinar su nivel de glucosa en sangre o de inyectarse
insulina para controlar la enfermedad. Pero, después de trabajar con el personal
médico y de entender mejor su enfermedad, se familiarizará con todo el proceso y
dejará de hacérsele una montaña. Con el tiempo, controlar la diabetes se
convertirá en algo secundario en su vida.
El rol de enfermo siempre se identifica con la enfermedad crónica, pero hay que
tener en cuenta que cualquier proceso aunque sea una simple intervención
quirúrgica rutinaria hace que la persona se sienta amenaza en su seguridad física
y psicológica y también el apoyo social es relevante. El que una enfermedad sea
transitoria también afecta a la persona en cuestión pues su vida se para con este
proceso y querrá ante todo recuperar su estado anterior para ello también es
importante el apoyo que encuentre a su alrededor.
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE)
La Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas
Relacionados con la Salud, Décima Revisión (CIE-10) fue respaldada por la
Cuadragésima Tercera Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 1990 y se
empezó a usar en los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) a partir de 1994.
La clasificación es la última en una serie que tiene sus orígenes en el año 1850.
La primera edición, conocida como la Lista Internacional de las Causas de Muerte,
fue adoptada por el Instituto Internacional de Estadística en 1893. La OMS asumió
la responsabilidad de la CIE a su creación en 1948 cuando se publicó la Sexta
Revisión, cuya publicación incluía por primera vez las causas de morbilidad. La
Asamblea Mundial de la Salud de OMS adoptó en 1967 el Reglamento de
Nomenclaturas que estipula el uso de CIE en su revisión más actual por todos los
Estados Miembros.
La CIE-10 constituye uno de los estándares internacionales más usados para
elaborar estadísticas de morbilidad y mortalidad en el mundo.
El propósito de la CIE es permitir el registro sistemático, el análisis, la
interpretación y la comparación de los datos de mortalidad y morbilidad
recolectados en diferentes países o áreas, y en diferentes momentos. La
clasificación permite la conversión de los términos diagnósticos y de otros
problemas de salud, de palabras a códigos alfanuméricos que facilitan
su almacenamiento y posterior recuperación para el análisis de la información.
La CIE puede utilizarse para clasificar enfermedades y otros problemas de salud
consignados en muchos tipos de registros vitales y de salud. Originalmente su uso
se limitó a clasificar las causas de mortalidad tal como se mencionan en los
registros de defunción.
Estructura básica y principios de clasificación con la CIE
La CIE es un sistema de clasificación de eje variable. Su estructura se ha
desarrollado a partir de la propuesta por William Farr en la época en que
comenzaron las discusiones internacionales sobre la estructura de una
clasificación. Su esquema fue que, para todos los propósitos prácticos y
epidemiológicos, los datos estadísticos relativos a las enfermedades debieran
agruparse de la manera siguiente:
 enfermedades epidémicas
 enfermedades constitucionales o generales
 enfermedades localizadas ordenadas por sitios
 enfermedades del desarrollo
 traumatismos
Volúmenes de la CIE-10
La CIE-10 se edita en tres volúmenes, el primero de los cuales contiene la
clasificación propiamente dicha ordenada por aparatos sistemas y especialidades
y cuenta con una clasificación adicional para identificar el tipo histológico de los
tumores.
El volumen dos es propiamente el manual del usuario y contiene los
procedimientos para el registro, la codificación y la selección de la causa básica de
defunción y para la selección de la afección principal en morbilidad.
El volumen tres incluye el índice alfabético que ayuda al usuario a localizar los
códigos respectivos para cada término diagnóstico anotado por el médico.

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