1. baptisma (βάπτισμα, G908) , bautismo, consistente en el
proceso de inmersión, sumersión, y emergencia (de bapto , mojar, empapar). Se usa: a) del bautismo de Juan, b) del bautismo cristiano, véase B más adelante; c) de los abrumadores sufrimientos y juicio a los que se sometió voluntariamente el Señor en la cruz (p.ej., Luc_12:50); d) de los sufrimientos que iban a experimentar sus seguidores, no de un carácter vicario, sino en comunión con los sufrimientos del Señor de ellos. Algunos mss. tienen esta palabra en Mat_20:22-23; se usa en Mar_10:38-39 con este significado.
2. baptismos (βαπτισμός, G909) , en distinción a baptisma , la
ordenanza, se usa del lavamiento ceremonial de artículos (Mar_7:4, Mar_7:8, en algunos textos; Heb_9:10 ; una vez en un sentido general, Heb_6:2).¶ Véase LAVAMIENTO.
B. Verbo
baptizo (βαπτίζω, G907) , bautizar, primariamente forma
frecuentativa de bapto , mojar. Se usaba entre los griegos del teñido de vestidos, de sacar agua introduciendo una vasija en otra más grande, etc. Plutarco la usa de sacar vino introduciendo la copa en el cuenco (Alexis, 67) y Platón, metafóricamente, de estar abrumado con interrogantes (Eutidemo , 277 D).
Se utiliza en el NT en Luc_11:38 de lavarse (como en 2Re_5:14 : «se
zambulló», LXX ); véase también Isa_21:4 , lit: «la iniquidad me abruma». En los primeros capítulos de los cuatro Evangelios y en los Hechos (Isa_1:5; Isa_11:16; Isa_19:4), se usa del rito ejecutado por Juan el Bautista, que llamó al pueblo al arrepentimiento, a fin de que pudieran recibir la remisión de los pecados. Aquellos que obedecieron vinieron «confesando sus pecados», reconociendo así la inaptitud de ellos para estar en el venidero reino del Mesías (Mat_28:19). Distinto de este es el bautismo ordenado por Cristo (Mat_28:19), bautismo este que debía ser asumido por creyentes, dando así testimonio de su identificación con él en muerte, sepultura y resurrección (p.ej., Hch_19:5 ; Rom_6:3-4; 1Co_1:13-17 ; 1Co_12:13; Gál_3:27 ; Col_2:12). La frase en Mat_28:19 : «bautizándoles en el nombre» (cf. Hch_8:16) indica que la persona bautizada era mediante ello estrechamente ligada a, o venía a ser la propiedad de aquel en cuyo nombre era bautizada.
En Hch_22:16 se usa en la voz media, en el mandato dado a Saulo de
Tarso: «levántate y bautízate», siendo el significado de la forma en voz media «hazte ser bautizado». La experiencia de aquellos que estuvieron en el arca en la época del diluvio fue una figura o tipo de los hechos de muerte espiritual, sepultura, y resurrección; siendo el bautismo cristiano un antitupon, «un tipo correspondiente», «que corresponde a esto» (1Pe_3:21). Asimismo, la nación de Israel fue bautizada en figura cuando fue hecha pasar a través del Mar Rojo bajo la nube (1Co_10:2). El verbo se utiliza metafóricamente también en dos sentidos distintos: en primer lugar, del bautismo por el Espíritu Santo, que tuvo lugar el Día de Pentecostés; en segundo lugar, de la calamidad que iba a caer sobre la nación de los judíos, un bautismo de fuego del juicio divino por el rechazamiento de la voluntad y de la palabra de Dios (Mat_3:11 ; Luc_3:16). Véase LAVAR.