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HACIA LA REPÚBLICA DEL 1 DE OCTUBRE

Ponencia política de la CUP-CC aprobada por la Asamblea Nacional Extraordinaria de Granollers


(12 de noviembre de 2017)

1. El país que tenemos

1.1.- En las últimas décadas en los Países Catalanes, como al conjunto del sur de Europa, el capitalismo patriarcal
construido sobre la explotación de la clase trabajadora, sobre la doble explotación de las mujeres, sobre el despojo y
la desigualdad y dirigido y aplicado por las instituciones Europeas, Españolas y Autonómicas en concertación de las
élites políticas y económicas, de aquí y de fuera, ha picado el territorio y ha privatizado buena parte de las
infraestructuras y sectores básicos, degradando así los derechos y el patrimonio de todas para beneficio de unos
pocos. Este proceso ha ido acompañado del desmantelamiento del tejido productivo y del sector primario,
centrándose la vida productiva en el monocultivo turístico, la especulación inmobiliaria y en la financiarización de la
economía.

1.2.- En cuanto específicamente al patrimonio público ha sido progresivamente subastado y troceado incluso la parte
que garantiza los servicios básicos, constituyendo un nuevo nicho de mercado que se profundiza a partir del año
2007, con la crisis económica. La falta de capacidad para generar ingresos de las administraciones públicas debido a
la disminución de la actividad económica, se ha sumado a los problemas estructurales que provocan una falta de
recaudación - principalmente la baja presión fiscal a las grandes fortunas y multinacionales y al fraude fiscal-. El
resultado ha sido un gran endeudamiento, a unos intereses abusivos, de casi todas las administraciones públicas con
la banca y fondos internacionales. Cuando se vio que la deuda -contret en buena parte para hacer inversiones de
dudoso interés general durante los años de bonança- era palabra difícil de asumir,

1.3.- Durante las épocas de los gobiernos de derechas, tanto en las Islas, como en Valencia y el Principado estas
políticas depredadoras del territorio y de privatizaciones de sectores estratégicos fueron masivas, pero la entrada de
la izquierda "de orden "en las principales instituciones de los Países Catalanes bajo administración española, a pesar
de haber hecho avances en políticas culturales, lingüísticas o educativas, no han servido para revertir esta situación y
ha seguido gobernando al dictado de las élites económicas y consolidando las privatizaciones y la adelgazamiento de
las instituciones públicas. Estos Gobiernos,

1.4.- Así pues, llegamos al día de hoy con un sector público tocado, en buena parte desmantelado y con unos
intereses económicos que siguen presionando para hacer más sangre y terminar de apoderarse de sectores tan
esenciales como la sanidad . Esto supone una pérdida de soberanía de toda la población. Se convierte en una falacia
hablar de la soberanía en un país con la gestión del agua, la electricidad -y el resto de energías-, las comunicaciones,
las principales infraestructuras y buena parte de los servicios públicos privatizados. A esto hay que añadir que
vivimos en un país sin una banca pública potente y donde todo el sistema financiero -a quien se ha dado el
monopolio absoluto de la política monetaria y financiera- actúa sólo en beneficio propio y en la mayoría de los casos
en contra del bien común. Una banca que ha recibido ayudas multimillonarias mientras expropiaba la vivienda a
miles, en una buena metáfora de las relaciones que nos gobiernan. La reversión de este modelo resulta prioritaria si
de verdad queremos recuperar nuestra propia soberanía.

1.5. En resumen, y con el objetivo de favorecer procesos de acumulación de capital en un contexto de crisis
económica e institucional, se ha facilitado, mediante la aprobación de sucesivas reformas laborales, el recorte de
derechos laborales y sociales para la clase trabajadora, empezando por el recorte del poder adquisitivo de la clase
trabajadora, el recorte de derechos sindicales, de las jubilaciones y las pensiones o la práctica destrucción del sistema

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de cotizaciones sociales, lo que ha ampliado la desigualdad, ampliando el número de personas con menos recursos o
de aquellas que a pesar de trabajar se encuentran en situación de pobreza.

1.6.- Para superar este contexto de desposesión colectiva hemos vivido, sobre todo en el Principado, el aumento de la
voluntad política de buena parte de la población de construir una nueva república que pueda servir como revulsivo
para cambiar el statu quorepresenta el régimen del 78, heredero de la dictadura franquista que impuso esta oligarquía
económica, que también tiene despacho en Fomento del Trabajo en Barcelona, y el sistema que representa. A partir
del recorte del Estatuto 2006 y la manifestación del 10-J de 2010, buena parte de la población de Cataluña se ha dado
cuenta de la imposibilidad de dar salida a sus reivindicaciones de mejora de las condiciones de vida dentro del marco
político, económico, jurídico e institucional del Estado español. Por ello en un contexto de crisis económica el
independentismo se convierte más que nunca una herramienta de emancipación social. El empoderamiento y
politización de la sociedad catalana ha ido aumentando en los últimos años y ha posibilitado grandes movilizaciones
persistentes de millones de personas así como un acto de desobediencia masiva de 2 millones de personas el 9 de
noviembre de 2014. En este contexto se convocan en forma de plebiscito para la independencia las elecciones del 27-
S de 2015. el resultado de estas elecciones [insertar resultados?] donde el independentismo explícito ganó claramente
en número de diputadas, pero no llegó a alcanzar el 50% de los votos, no permitió hacer una lectura clara sobre la
voluntad de la mayoría de catalanas, sobre todo por la decisión de CSQP de no dejarse contar en ningún bloque,
aunque finalmente su grupo parlamentario ha decantado por el nO. Las candidaturas que pedían el Sí a la
independencia sumaron 1.966.508, frente a los 1. 976.553 de los partidos con representación que no lo pedían. La
suma de JxSí obtuvo los mismos votos que CiU y ERC por separado el 2012, sólo la CUP-CC sumó unos 200.000
votos al Sí.

1.7.- En los últimos años, ya partir de la confluencia de varias crisis de tipo institucional, democrática y
socioeconómica, coadjuvades por sendos movimientos de masas que han hecho avanzar de forma significativa la
conciencia de los pueblos sometidos por la monarquía borbónica (el movimiento soberanista e independentista en
Cataluña, el 15M en todo el estado, y el lento avance de un nuevo movimiento obrero y popular - autónomo de las
viejas estructuras cada vez más atadas de pies y manos a los intereses del estado ya su ideología de poder), el Estado
de las Autonomías ha entrado en una crisis profunda - una crisis de Régimen. Ante las múltiples dificultades y la
profundidad de la crisis económica e institucional,

1. La tendencia hacia la recentralización política, administrativa y económica en relación al modelo de Estado


2. La facilitación de procesos de acumulación capitalista basados en la privatización de cada vez más sectores
económicos.
3. El recorte de derechos políticos y sociales con el objetivo de reforzar los procesos mencionados

En Cataluña es donde esta crisis de régimen se ha agudizado más, debido a la confluencia de las diversas crisis
mencionadas (institucional, democrática y socioeconómica) que se han traducido en la articulación de múltiples
movimientos de carácter nacional-popular que han materializado una alternativa que han llevado al estado al borde
del colapso en este territorio. La evolución de esta crisis será determinante para la refundación o para el colapso
definitivo de este Régimen del 78, así como para la configuración de una nueva República catalana y la articulación
de alternativas de izquierdas y soberanistas al resto de los Países Catalanes, y al resto de pueblos del estado.

2. Un referéndum en camino

2.1.- En este contexto de ausencia de una mayoría clara en el plebiscito y ante una lógica de gobierno de Juntos por
Sí en clave meramente autonomista y neoliberal expresada tanto en la propuesta para presupuestos 2016 y que
planteaba el proceso en términos de desconexión mediante las mágicas y olvidadas leyes de desconexión como en el
recorte, por ejemplo, de fondos a la escuela inclusiva; llevó a la CUP-CC conjuntamente con otros actores políticos a
rechazar la propuesta de presupuestos y después de la asamblea de Esparraguera situar en julio de 2016 la necesidad
de celebrar un referéndum de autodeterminación como fórmula democrática de resolución del conflicto. La propuesta

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del referéndum es asumida por el presidente Puigdemont en la cuestión de confianza y el eslogan de referéndum o
referéndum. Tras la escenificación del Pacto Nacional por el Referéndum se evidencia que sólo el referéndum
unilateral es posible y el gobierno comienza a desplegarse con la mirada al 1 de octubre. La aceptación de la CUP-
CC de los presupuestos de 2017 como decisión táctica para garantizar el referéndum tuvo un efecto ambivalente, por
un lado dejó sin ningún tipo de posible excusa los sectores autonomistas para no avanzar hacia la autodeterminación
y por otra parte supuso una cierta ruptura por parte de cierto sectores de izquierdas y populares con la CUP-CC que
no estaban de acuerdo con el pacto con el gobierno.

2.2.- A estas alturas nadie puede negar la potencia de la unilateralidad como factor generador de conflicto
democrático; es decir, de hacer aflorar el verdadero carácter antidemocrático del Estado. Hemos desmentido la tesis
de los comunes y de ICV, apelando al diálogo per se no se llega a ninguna parte, en el sentido de que hay una amplia
mayoría representada en el Congreso, y también, como hemos podido ver, la monarquía y el poder judicial, que no
está dispuesta a aceptar el derecho a la autodeterminación, y por tanto, el diálogo no se puede producir en base la
legítima demanda que formula un porcentaje muy mayoritario de la sociedad catalana. Sólo generando contextos de
unilateralidad se provocan cambios en el tablero de juego y se avanza en la construcción de la república.

2.3.- Las circunstancias represivas con que se produce tanto la organización previa como la campaña del referéndum
del 1-O, combinadas con esta amplia mayoría autodeterminista existente y la cultura de autotutela de derechos que
impregna una parte importante de la sociedad organizada cristaliza en una ocupación masiva de las calles raíz de las
detenciones del 20S así como de los puntos de votación la tarde noche del 29 de septiembre que permite la
celebración del referéndum el día 1 en las condiciones en las que se realiza, con el voto efectivo de 2.286.000 votos,
de los cuales más de 2 millones nuevamente independentistas.La fuerza de la autoorganización en un contexto de
excepcionalidad como el de aquel día es replicado rápidamente con la materialización de una huelga general el día 3
de octubre con los defensores del referéndum como protagonistas y al margen de los sindicatos de concertación , lo
que demuestra la fuerza del movimiento en ese momento y la idoneidad de los días 4-5 de octubre, en un período
preinsurreccional como fechas de la proclamación de la República, aunque la fecha fijada para el reconocimiento de
los resultados del referéndum se retrasada, provocando un cierto enfriamiento en los ánimos generados el día 3 de
octubre, y alertando de la gravedad de la situación a todos los poderes establecidos.en un período preinsurreccional
como fechas de la proclamación de la República, aunque la fecha fijada para el reconocimiento de los resultados del
referéndum se retrasada, provocando un cierto enfriamiento en los ánimos generados el día 3 de octubre, y alertando
de la gravedad de la situación a todos los poderes establecidos.en un período preinsurreccional como fechas de la
proclamación de la República, aunque la fecha fijada para el reconocimiento de los resultados del referéndum se
retrasada, provocando un cierto enfriamiento en los ánimos generados el día 3 de octubre, y alertando de la gravedad
de la situación a todos los poderes establecidos.

2.4.- Es precisamente esta naturaleza del momento lo que hace reaccionar no sólo las instituciones del Estado como
el propio rey Felipe sino también la oligarquía económica catalana y todos los poderes establecidos, lo que confirma
la lucha clasesque supone el proceso independentista (contra el Estado español que no es más que una herramienta al
servicio de un conjunto de intereses de clase que encarna el régimen del 78). Esta presión hacia el conjunto del
movimiento pero especialmente hacia el gobierno de la Generalidad de Cataluña se produce directamente desde la
intervención de sectores ligados a la Unión Europea, por las presiones de la banca que marcha de Cataluña con buena
parte del gran empresariado y por un rol intermediario proclamado por actores aparentemente muy diversos como el
arzobispo de Barcelona, el lehendakari, la decana del colegio de abogados de Barcelona o Ada Colau que en su
objetivo de congelar el momento consiguen debilitar la ruptura y retrasar la declaración republicana.

2.5.- En la consecución del 1-O en la forma que se produjo hay que reivindicar el papel de la CUP-CC y del conjunto
de la Unidad Popular. Los conceptos de desobediencia civil, de desbordamiento de la legalidad y de autotutela de
derechos han sido insistentemente subrayados en el discurso público de la CUP-CC; y mostradas en la práctica
política al conjunto de la sociedad principatina (defensa de la sede nacional de la CUP, desobediencia de cargos
electos municipales algunas de las iniciativas generadas por entonces como los CDR, Escolesobertes u otros

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formatos son propuestas promovidas bien promovidas o participadas por los actores de nuestro marco de Unidad
Popular y en definitiva el objetivo de irreversibilidad de los pasos del proceso de independencia que nos habíamos
marcado como uno de los objetivos de la legislatura se produce en el marco del 1-O. El 1-O significa también un
antes y un después para la conciencia política de una parte importante del país y por ello un primer ensanchamiento
por la izquierda del movimiento independentista. Y, al mismo tiempo, también un ejercicio masivo de gimnasia
revolucionaria que debe ser semilla y no sólo fruto.

3. Un estado autoritario y reaccionario

3.1.- La respuesta del Estado ha materializado con una durísima represión contra el movimiento
independentista. Contra las alcaldías, contra la propia clase trabajadora y demás clases populares el día 1-O, contra el
que el Estado comprende como la dirección política (encarcelamiento de los líderes de ANC y OC y del Gobierno y
imputación de la Mesa del Parlamento ) y un goteo de casos de represión de menos intensidad que se irá desplegando
contra los sectores que considera más hostiles (maestros, mozos, periodistas ...) por la vía de los llamados delitos de
odioy los delitos contra el orden público. Es algo previsible por la propia idiosincrasia de España que está
desplegando, en versión 2017, lo que ha hecho siempre. Tanto es así que no podemos dejar de recordar que los
delitos de sedición y especialmente de rebelión son las fórmulas que llevaron a la muerte ya la prisión a miles de
compañeras republicanas durante el siglo XX.

3.2.- La aplicación del artículo 155 CE ha sido la expresión institucional más clara de la voluntad de aniquilar las
instituciones catalanas en una pulsión que siempre ha existido en el Estado y que se ha ido consolidando durante el
período 1978-2017. También quiere ser una herramienta para garantizar las condiciones y las intervenciones que
sean necesarias para favorecer la victoria a la Generalitat por parte de las fuerzas que apoyan al régimen del 78 (PP-
C's-PS). La fórmula elegida, que ni siquiera respeta la literalidad del texto constitucional, consiste en una
intervención total de todos los ámbitos, en todos los niveles y con posibilidades de prórroga temporal, con cesión de
todo el poder ejecutivo catalán al ejecutivo de Rajoy. Se ha dicho que era un 155 blando , pero su carácter
plenipotenciario lo habilita a hacer cualquier cosa.

3.3.- El escenario represivo que se ha construido ha puesto en evidencia por un lado la falta de independencia judicial
en el Estado, especialmente en los órganos centrales como la Audiencia Nacional o en las altas magistraturas, como
el Tribunal Supremo y el TSJ y por tanto la configuración de una naturaleza reaccionaria de todos los poderes del
Estado concertados en la estrategia de negar ni siquiera la posibilidad de la independencia de
Cataluña. Evidentemente la continuidad sin ruptura ni depuración a la judicatura, fiscalía y policía de todo el aparato
franquista y de su cultura ha favorecido este contexto y ha impedido un cierto contrapoderformal que se puede dar en
algunas democracias liberales. No es una cuestión de quién gobierna, de la visión de un partido político concreto, es
un aparato institucional en bloque el que actúa contra Cataluña y lo que se niega a la búsqueda de una solución
democrática.

3.4.- No ha existido una disolución externa de una cámara parlamentaria en la Europa occidental posterior a la
segunda guerra mundial. Sólo el 155 CE en Cataluña. Esta decisión, compartida y planificada por la dirección del
PSOE en Cataluña ha reconfigurado totalmente el mapa político generando un bloque PP-C's-PSOE defensor de la
imposición y del recorte de derechos dispuesto a todo sólo para negar el derecho a la autodeterminación. Sólo IU-
Podemos ha mantenido un polo de defensa en abstracto de este derecho en Cataluña aunque con muchas tensiones
internas y evidenciando que una parte importante de estas organizaciones o no creen en Cataluña como sujeto
político o sus cálculos electoralistas son más poderosos que sus propias convicciones. Sólo Podemos en Cataluña,
ahora defenestrados por el partido estatal,

3.5.- En Cataluña la marca electoral CSQP, con el apoyo de ICV, EUiA, Podemos y Equo, ha acabado desarrollando
en esta legislatura un papel de apuntalamiento del régimen. Aunque se declara soberanista y ha defendido en su
programa el proceso constituyente, cuando se han tenido que tomar decisiones para avanzar hacia el reconocimiento

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de la autodeterminación en el Pleno del Parlamento, en general, han votado con el bloque unionista, hecho que les ha
provocado muchas tensiones internas, sobre todo por el desacuerdo de parte de las diputadas de Podemos. El
discurso oficial de esta espacio, el de los comunes,ha sido el de defensa de un referéndum acordado con España, más
unilateral. A pesar de las referencias constantes al proceso constituyente, por parte de la dirección de CSQP no se ha
hecho ni un solo paso para desarrollarlo de forma no subordinada al Estado, al contrario, han actuado de bloqueo
constante y de versión inteligente · tual del mantenimiento del marco actual. No han sabido resolver cómo se puede
desarrollar un proceso constituyente hoy en Cataluña sin ruptura aunque sea transitoria con el Estado
español. Cataluña en Común sigue en esta posición estéril para la resolución del conflicto.

4. Los límites del gobierno de Juntos por Sí

[La mayoría del gobierno de Juntos por Sí se encuentra en estos momentos en la cárcel o en el exilio y esta
circunstancia extraordinaria nos impone un respeto máximo hacia las personas represaliadas y su entorno. Sin
embargo es imprescindible poder analizar políticamente su papel durante la legislatura para valorar cuál es la mejor
decisión a tomar]

4.1. El proyecto de JxS era producto de la necesidad de la antigua CiU de mantener el poder y de la estrategia de
ERC de ir ocupando lentamente parte del espacio electoral convergente. El resultado en materia social y de género
era un programa que, a pesar de cierta retórica más progresista, no cuestionaba lo esencial del modelo neoliberal, de
la aplicación de la austeridad y de los privilegios y prebendas de sectores enriquecidos a costa de la gestión
autonómica. En materia nacional, bajo una hoja de ruta aparentemente estructurado de 18 meses de transición hacia
la independencia, se evidenciaba la falta de respuestas claras sobre la reacción del estado y se vislumbraba la
estrategia de intentar forzar algún tipo de negociación con este estado. Los resultados del 27S, la composición
parlamentaria y la acción de la

4.2.- Desde el inicio de la legislatura la CUP-CC trabajó para la asunción por el gobierno de un plan de choque que
desplegara medidas destinadas a luchar contra la emergencia social. Un plan de choque habría sumado sectores
importantes de la clase trabajadora y demás clases populares a la lucha republicana. La aplicación de las medidas que
se incluyeron en la declaración del 9N de 2015 y las discutidas durante el proceso de investidura, habrían ayudado a
empezar a enderezar los recortes, a pesar de asumir que eran de mínimos, una venda en la herida. Pero ha sido una
tónica desde aquel momento y en todas las negociaciones posteriores la negativa de Juntos por Sí, especialmente por
la presión del PDECat, de dar salida a un mínimo programa de reforma.

4.3. Las medidas de plan de choque social que proponía la CUP-CC eran perfectamente viables incluso en el marco
autonómico, y habrían podido ayudar a mejorar, y mucho, los servicios públicos. En relación al ámbito educativo y
en el marco del segundo debate presupuestario, el debate sobre el capítulo de educación dio en el contexto de una
cierta movilización del sector. Sin embargo, hay autocrítica a la hora de valorar la estrategia de lucha también en este
ámbito: desde el punto de vista institucional, el acuerdo presupuestario entre CUP-CC y gobierno llegó un mes antes
de la aprobación de presupuestos acortando el recorrido de la lucha del sector; desde el punto de vista sindical, hubo
dos convocatorias de huelga, de las que sólo una se consumó con una participación escasa, mientras que la otra se
desconvocó antes de hora. El resultado de las reivindicaciones alcanzadas es muy ambivalente y con algunos
incumplimientos flagrantes. Más allá de eso, la mayoría de enmiendas y propuestas planteadas por la CUP-CC en las
dos negociaciones presupuestarias de la legislatura, nunca fueron incluidas por el gobierno de Juntos por Sí,
mostrando por un lado el dominio de las políticas neoliberales de los últimos años de gobierno Mas y la incapacidad
de ERC de revertirlas, y por otro, la dificultad de asumir por parte de JxS la necesaria desobediencia a todas las leyes
suspendidas por el TC, aunque habían firmado declaraciones al respecto.

4.4.- La necesidad de ERC de visualizarse como un partido con capacidad de gobernar, y sobre todo de adjudicarse
el centro político, ha provocado que más que políticas concretas de transformación o de reversión de recortes haya
justamente renunciado a estas transformaciones, y haya optado por visualizarse como un actor cohesionador,

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facilitador y central, que ha rechazado sistemáticamente posicionarse en favor de las izquierdas en ninguno de los
debates claves de la legislatura (investidura y los dos debates de presupuestos). En este sentido, en un período de
"crecimiento" económico es normal que los presupuestos de la Generalidad dispusieran de más dinero
para políticassociales, pero en ningún caso se debía a una voluntad clara del gobierno de profundizar en la
redistribución de la riqueza. Asimismo, la CUP-CC ha denunciado siempre que no era sólo una cuestión de destinar
más dinero en políticas sociales sino que es imprescindible comenzar a revertir las condiciones materiales de vida de
la clase trabajadora y demás clases populares. En este sentido, y como autocrítica que hay que abordar, la CUP-CC
de manera demasiado sistemática también hemos interiorizado el discurso de la gestión de la miseria como mal
menor.

4.5.- Hay que tener en cuenta también que nos hemos encontrado en un período político, sobre todo el primer año de
legislatura, en el que ningún actor, tampoco la CUP-CC ni la izquierda independentista y anticapitalista, no ha
logrado poner en el punto central que hubiera merecido, la agenda de movilización social que la situación de crisis
económica y social reclamaba. Esto ha condicionado considerablemente a la hora de oponerse a la gestión neoliberal
del gobierno e incluso a la capacidad de condicionar algunas políticas concretas, y nos ha recordado nuevamente que
en una voluntad contrahegemónica como la nuestra, sin movilización popular es prácticamente imposible obtener
victorias en las instituciones.

4.6.- Durante todo el proceso hemos convivido por un lado con la necesidad de movilizar a la clase trabajadora y
demás clases populares ya la vez explicitar las dificultades enormes para hacer efectiva la independencia. Desde la
CUP-CC se ha intentado poner sobre la mesa que había que afrontar el problema enorme de cómo poner fin al poder
de España en los Países Catalanes. Cada vez que se ha tratado de hacer, buena parte del independentismo ha puesto
el grito el cielo con los típicos «palos en las ruedas» «el gobierno lo está haciendo bien, confía». También hay que
decir que durante estos años el debate ha estado más centrado en discutirle el frente monárquico el derecho a hacer la
autodeterminación que no debatir colectivamente cómo hacerlo. Como CUP-CC deberíamos haber profundizado más
y en este sentido hacemos autocrítica.statu quo así como por no haber encontrado la manera de expresar la
preocupación por el nivel de falta de preparación que percibíamos del gobierno sin generar un efecto desmovilizador.

4.7.- También hay que añadir que el gobierno no había trabajado bastante el escenario de unilateralidad pura,
confiado que existiría aunque fuera en último momento una propuesta de negociación con el Estado español. Su
inexistencia y las presiones que recibe el gobierno de la oligarquía y aquellos que le hacen el juego a partir del 3 de
octubre, que son aceptadas con la declaración quiebra del día 10-O, lo coloca en una posición de extrema debilidad
que sólo permitirá la declaración de la república el 27-O por la presión popular, aunque no acaba acompañada del
desarrollo institucional necesario. Como ejemplo de unilateralidad aplicada a proceso de independencia, tenemos
Eslovenia, eso sí, en un contexto de mayoría muy clara independentista en un referéndum y de disposición de una
estructura institucional útil para el proyecto independentista incluidos ciertos espacios de poder como el ejército y la
policía. lavía eslovena no es posible en Cataluña en las condiciones actuales. Ni disponemos de la misma fuerza
institucional (en el sentido más literal del término) ni de una mayoría equivalente a la eslovena. A ello se añaden las
famosas estructuras de Estado en nuestro caso, que se han descubierto como incumplidas, insuficientes o inútiles por
el contexto en que nos encontramos. Hay que asumir también la autocrítica de no haber liderado durante todo este
último periodo un marco de movilizaciones más fuerte y más rápido que hubiera podido corregir esta situación y por
no haber sido capaces de entender la importancia de estas movilizaciones, ni de haber hecho todas las propuestas
sobre cómo se debían concretar estas estructuras de estado en un contexto de unilateralidad, a pesar de no disponer ni
mucho menos de un equipo de asesores equivalente al del gobierno.

4.8.- Por otra parte también se ha demostrado que el Estado español, como la mayoría de estados, sólo entiende la
movilización masiva y los hechos. La lucha por la liberación nacional siempre ha requerido que grandes masas de la
población hayan tenido que estar dispuestas a afrontar la violencia y la represión del Estado. Esto no quiere decir
inmolarse, pero sí tener claro que el Estado español no cederá sólo los votos y que habrá que resistir su represión. En
este sentido, a lo largo de la legislatura y en la preparación del referéndum ha menospreciado esta capacidad

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represiva del Estado, y no se ha tenido en cuenta que nos enfrentábamos a un Estado que dispone de todos los
poderes para mantener su propio statu quoy reproducirse. El discurso de "la ley a la ley" y la "revolución de las
sonrisas", que sólo tímidamente hemos intentado combatir para no romper la unidad , no ha servido para lo que
íbamos a hacer y no ha preparado la clase trabajadora ni el resto de clases populares ni por las dificultades a la hora
de implementar la República ni a hacer frente al embate represivo del estado, lo que facilita la desmovilización en el
momento que más necesaria es con el discurso del miedo.

4.9. El processisme ha consolidado una cultura política que a estas alturas es uno de los principales lastres para la
independencia. Algunos de los principales elementos son:

a. La verticalización de las decisiones y la falta de crítica han sido el terreno abonado para fiar todo a la astucia.
b. La idea del tránsito hacia la independencia basado en el de la ley a la ley ha desdibujado completamente los
elementos capitales de todo proceso de autodeterminación: la disputa / conquista del poder y la ruptura con el
régimen -il·legítim- anterior. Asimismo, esto ha legitimado las instituciones autonómicas, que en vez de instituciones
españolas a sustituir han pasado a ser instituciones propias a defender.
c. La creencia en la neutralidad de las instituciones europeas y la búsqueda de un árbitro que aplique una legislación
internacional neutra en materia de autodeterminación ha sido uno de los factores que ha introducido más confusión
durante este mes de octubre.
d. La confusión de la desobediencia civil no violenta con la renuncia a desobedecer la legalidad española estuvo a
punto de hacer fracasar la defensa de los colegios electorales y ha evitado en muchas ocasiones que la calle actúe
como tensor.
e. La continuidad en la gestión neoliberal y el empeoramiento de las condiciones materiales de vida de las clases
populares, y sobre todo de las mujeres. Primero con un funcionamiento de plena normalidad autonómica con
respecto a los presupuestos, pago de la deuda por delante de cualquier otra necesidad, consolidación de
privatizaciones, y recortes y luego con el pretexto de esperar a un proceso constituyente que debe servir para debatir
el actual marco neoliberal donde se sitúa la gestión de jxsi.

El éxito del 1 y el 3 de octubre es de hecho una enmienda a la totalidad de estos planteamientos, y apuntan a que el
nivel de conciencia popular superaba con mucho los límites a que este soberanismo la había querido
enclaustrar. Hay, pues, ahora más que nunca, seguir construyendo una cultura política para el conjunto del
movimiento independentista que se base en elementos materiales, en espíritu crítico y en perspectiva de ruptura.

5. La vía catalana a la democracia

5.1.- La propuesta de la CUP-CC pasa por centrar su actividad política en los próximos meses en los siguientes cinco
ejes:

 Autoorganización y movilización
 Municipalismo de liberación
 internacionalismo
 La respuesta a la represión
 República del 1 de octubre y proceso constituyente

5.2.- En los últimos meses se ha podido constar que aunque las fuerzas soberanistas tenían a nivel institucional el
control del gobierno y del parlamento ya nivel de calle dos entidades con una gran capacidad movilizadora, esto no
ha sido suficiente para defender la República. En este sentido, la Unidad Popular tiene el deber de tomar el liderazgo
del proceso de ruptura con España y el deber de implementar la República Catalana.

5.3.- A nivel institucional, la Unidad Popular se asegurará de que la administración autonómica no es neutro frente a
los embates de España y que es pieza clave para la construcción de la República. En este sentido, la CUP debe

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involucrarse en este proceso desde allí donde sea más efectiva. Las otras fuerzas del llamado bloque soberanista han
sufrido un desgaste importante tanto a nivel social (el fin del processime mágico) y la desgraciada represión, que la
UP debe ayudar a superar.

5.4.- A nivel de calle, durante el período 2.012-2.017 ha sido evidente el liderazgo de entidades como el ANC y
Òmnium Cultural en cuanto a movilizaciones en clave autodeterminista y / o independentista, especialmente aquellas
más masivas como las de las Jornadas de el 11 de septiembre. Mediante estos espacios decenas de miles de personas
se han implicado políticamente por primera vez. Sin embargo, sus líneas políticas y estratégicas han sido superadas
por el actual ciclo represivo y de conflicto con el Estado. Cuando el marco desobediente deja de ser meramente
discursivo para convertirse necesaria su materialización para poder celebrar el referéndum del 1O, este liderazgo
queda diluido todo emergiendo, al mismo tiempo, nuevos espacios de autoorganización popular (los CDR, entre
otros) caracterizados tanto por una más clara determinación desobediente como por una horizontalidad que había ido
perdiendo la ANC. La cierta parálisis de las entidades en momentos claves, contrasta con la creciente movilización
que se ha producido fuera de estas organizaciones y el liderazgo que ya han tomado las fuerzas de la Unidad Popular,
mucho más acostumbradas, por desgracia, a moverse en contextos de acción-represión. Tras la irrupción de los
CDRs del ANC y Òmnium han jugado un papel desmovilizador en varias ocasiones. Desde las llamadas que
llegaban a los grupos unitarios de los que participábamos durante el 1-O por no resistir ante las fuerzas de ocupación
y para que nos limitáramos a "conseguir la foto de la retirada de las urnas, hasta la contraprogramación de la
manifestación los sindicatos el día de la Huelga General del 3 de octubre, pasando por el silencio que ha mantenido
por parte de estas organizaciones tras el retroceso del 10 de octubre y el intento de pacto con el estado del 26 de
octubre. Hay que reforzar los CDRs también como contrapoder que tensiona este soberanismo mal dicho transversal
que, ahora ya no deberíamos dudar en calificar de gubernamental. Aparte hay que la Izquierda Independentista y los
CDRs aspiren a ser quien lidere el proceso y el control del territorio desde su perspectiva ideológica si queremos
devenir hegemónicos y dejar de referenciar la institución y los partidos del gobierno. estas alturas ya no deberíamos
dudar en calificar de gubernamental. Aparte hay que la Izquierda Independentista y los CDRs aspiren a ser quien
lidere el proceso y el control del territorio desde su perspectiva ideológica si queremos devenir hegemónicos y dejar
de referenciar la institución y los partidos del gobierno. estas alturas ya no deberíamos dudar en calificar de
gubernamental. Aparte hay que la Izquierda Independentista y los CDRs aspiren a ser quien lidere el proceso y el
control del territorio desde su perspectiva ideológica si queremos devenir hegemónicos y dejar de referenciar la
institución y los partidos del gobierno.

6. Autoorganización y movilización popular

6.1.- El papel de los Comités de Defensa, así como de colectivos autoorganizados a nivel local y de barrio, ha sido
uno de los fenómenos más interesantes de las movilizaciones desarrolladas antes y después del referéndum,
destacando su papel el 1 y el 3 de octubre. Han sido una de las experiencias surgidas a lo largo del llamado proceso
soberanista en las que sectores populares, mucho más amplios que la izquierda independentista y alternativa, se han
organizado para defender sus derechos destacando su carácter popular y asambleario , ya los que se han unido
personas que militaban en la ANC y que ante el enfriamiento y falta de liderazgo y adaptación de la organización a la
nueva situación, han ido vertiendo su militancia hacia los CDR. La apuesta de la CUP, y de muchos otros
espacios, para impulsar estos espacios de autoorganización popular ha sido muy importante y podemos afirmar que,
sin estos comités de defensa y grupos de vecinas autoorganizadas, el referéndum habría quedado muy probablemente
en una movilización mucho menos exitosa. Estos espacios han cristalizado también gracias a las condiciones de
represión extrema en que se desarrolló el referéndum del 1 de octubre y la posterior detención y encarcelamiento de
los líderes del ANC y Òmnium, de ocho miembros del gobierno, así como el exilio forzoso del Presidente y del resto
del gobierno. Una circunstancia que permitió que aquellos ciudadanos menos politizados descubrieran el carácter
autoritario del Estado español y, por tanto, tomaran el compromiso de defender los derechos nacionales de Cataluña
y aquellos que les corresponden como ciudadanos. sin estos comités de defensa y grupos de vecinas autoorganizadas,
el referéndum habría quedado muy probablemente en una movilización mucho menos exitosa. Estos espacios han
cristalizado también gracias a las condiciones de represión extrema en que se desarrolló el referéndum del 1 de
octubre y la posterior detención y encarcelamiento de los líderes del ANC y Òmnium, de ocho miembros del

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gobierno, así como el exilio forzoso del Presidente y del resto del gobierno. Una circunstancia que permitió que
aquellos ciudadanos menos politizados descubrieran el carácter autoritario del Estado español y, por tanto, tomaran
el compromiso de defender los derechos nacionales de Cataluña y aquellos que les corresponden como
ciudadanos. sin estos comités de defensa y grupos de vecinas autoorganizadas, el referéndum habría quedado muy
probablemente en una movilización mucho menos exitosa. Estos espacios han cristalizado también gracias a las
condiciones de represión extrema en que se desarrolló el referéndum del 1 de octubre y la posterior detención y
encarcelamiento de los líderes del ANC y Òmnium, de ocho miembros del gobierno, así como el exilio forzoso del
Presidente y del resto del gobierno. Una circunstancia que permitió que aquellos ciudadanos menos politizados
descubrieran el carácter autoritario del Estado español y, por tanto, tomaran el compromiso de defender los derechos
nacionales de Cataluña y aquellos que les corresponden como ciudadanos. el referéndum habría quedado muy
probablemente en una movilización mucho menos exitosa. Estos espacios han cristalizado también gracias a las
condiciones de represión extrema en que se desarrolló el referéndum del 1 de octubre y la posterior detención y
encarcelamiento de los líderes del ANC y Òmnium, de ocho miembros del gobierno, así como el exilio forzoso del
Presidente y del resto del gobierno. Una circunstancia que permitió que aquellos ciudadanos menos politizados
descubrieran el carácter autoritario del Estado español y, por tanto, tomaran el compromiso de defender los derechos
nacionales de Cataluña y aquellos que les corresponden como ciudadanos. el referéndum habría quedado muy
probablemente en una movilización mucho menos exitosa. Estos espacios han cristalizado también gracias a las
condiciones de represión extrema en que se desarrolló el referéndum del 1 de octubre y la posterior detención y
encarcelamiento de los líderes del ANC y Òmnium, de ocho miembros del gobierno, así como el exilio forzoso del
Presidente y del resto del gobierno. Una circunstancia que permitió que aquellos ciudadanos menos politizados
descubrieran el carácter autoritario del Estado español y, por tanto, tomaran el compromiso de defender los derechos
nacionales de Cataluña y aquellos que les corresponden como ciudadanos. Estos espacios han cristalizado también
gracias a las condiciones de represión extrema en que se desarrolló el referéndum del 1 de octubre y la posterior
detención y encarcelamiento de los líderes del ANC y Òmnium, de ocho miembros del gobierno, así como el exilio
forzoso del Presidente y del resto del gobierno. Una circunstancia que permitió que aquellos ciudadanos menos
politizados descubrieran el carácter autoritario del Estado español y, por tanto, tomaran el compromiso de defender
los derechos nacionales de Cataluña y aquellos que les corresponden como ciudadanos. Estos espacios han
cristalizado también gracias a las condiciones de represión extrema en que se desarrolló el referéndum del 1 de
octubre y la posterior detención y encarcelamiento de los líderes del ANC y Òmnium, de ocho miembros del
gobierno, así como el exilio forzoso del Presidente y del resto del gobierno. Una circunstancia que permitió que
aquellos ciudadanos menos politizados descubrieran el carácter autoritario del Estado español y, por tanto, tomaran
el compromiso de defender los derechos nacionales de Cataluña y aquellos que les corresponden como ciudadanos.

6.2.- En todo el territorio se ha registrado una amplia diversidad de experiencias organizativas y la militancia de la
CUP ha participado de estos espacios en función de las diversas realidades existentes:

 En el caso de los CDRs concebidos como espacios que practican la desobediencia civil, de autoorganización popular,
horizontales y organizados a partir de una asamblea vecinal, la CUP ha participado y sigue participando a través de
múltiples militantes, colaboradoras o simpatizantes que siguen haciendo su aportación personal.
 En el caso de las tablas o espacios de coordinación de partidos y entidades pro-referéndum, articulados con otras
asociaciones o colectivos para la defensa del referéndum, la CUP ha participado a través de los representantes que
cada asamblea local delegaba.

6.3.- La participación en estos dos tipos de espacios es positiva y totalmente compatible la una con la otra. Sin
embargo, desde la CUP apostamos y priorizamos todos aquellos espacios de participación y empoderamiento popular
donde todos puedan sentirse partícipe más allá de algunas lógicas partidistas. Entendemos que la militancia de la
CUP debe seguir participando de los Comités en la medida de lo posible - al igual que en otros movimientos
populares - contribuyendo a dinamizar y enriquecer sus procesos de debate y de decisión. La CUP y la izquierda
independentista podrán debatir propuestas de todo tipo que podrán trasladar a los comités sólo a través de la tarea de
base que la militancia se lleve a cabo. Esto implica rechazar de raíz las prácticas dirigistas y de cooptación partidista
que se puedan llevar a cabo en el seno de los comités.

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6.4.- En cuanto a la clase trabajadora y demás clases populares organizadas alrededor de los CDR o espacios
similares, y de forma inmediata, es necesario generar una estrategia colectiva de politización. Tras la fase de
acumulación de fuerzas que han supuesto las movilizaciones masivas iniciadas en 2012 y que han sido un éxito,
desde el 1 de octubre se inicia una nueva fase de politización de las personas que participan de los movimientos
populares.

6.5.- A continuación exponemos algunas de las líneas políticas que, de acuerdo con el trabajo que hemos estado
realizando en todo el territorio, podrían servir de guía de acción para la militancia en el seno de los Comités:

A. Defensa de la república y de las medidas para hacerla efectiva: hay que denunciar cualquier vía de pacto o de
concertación que suponga renunciar o posponer la materialización de la república; en este contexto, los CDR
deberían seguir siendo organismos que permitan defender las conquistas populares y los instrumentos de
construcción nacional y social de los que el pueblo se pueda dotar en el ejercicio del derecho a la autodeterminación
proponiendo actividades como las siguientes:
a. Denunciar cualquier vía de pacto o de concertación que suponga posponer o renunciar a la materialización de la
república
b. Crítica de los límites del actual proceso ii defensa de los derechos de las personas excluidas. Relevante el caso de las
personas las migrantes, muchas de las cuales estuvieron participando de los días de la defensa de los colegios a pesar
no se les dejaba votar.
c. Defensa del conjunto de los Países Catalanes como marco nacional. Difusión de las actividades en todo el país,
organización de actos solidarios más allá de los límites autonómicos ante agresiones, etc.
d. Actas de denuncia de las instituciones internacionales que apoyan en España: UE, OTAN, etc

B. Para la república de la gente trabajadora y de las clases populares: la clase trabajadora y las clases populares han sido
las que, en una verdadera unidad popular, se convirtieron en las máximas defensoras del referéndum, después han
respondido a la represión y se han mostrado como las más dispuestas a materializar y defender la república. Deben
ser estas pues, las que construyan y se hagan a su medida la nueva república:
a. Por eso los CDR también deben ser valedores de la defensa de los derechos de la clase trabajadora y las clases
populares, ligando la independencia a sus derechos, y en la capacidad de las clases populares de decidir su futuro
b. Apoyo a un plan de urgencia para atender las necesidades de la clase trabajadora y demás clases populares
c. Hay que denunciar aquellas empresas, bancos, etc que hayan actuado al servicio de la represión del estado, así como
señalar el papel de la oligarquía y la gran burguesía junto a España y contra el pueblo catalán
d. Hay que seguir impulsando la coordinación con los sectores del sindicalismo combativo que se han movilizado por la
huelga del 3O y del 8N, intentando crear dinámicas de trabajo conjuntas
e. Proponer el impulso de CDR de ámbito sociolaboral orientados a implicar la clase trabajadora en la construcción de
la república, y en impulsar la vez el contenido de clase de la construcción republicana

C. Hacer frente a la represión del estado, al fascismo y al 155: la única vía de hacer frente a la represión del estado será
mantener la tensión organizativa y política desde abajo y estar dispuestas a desplegar toda nuestra solidaridad con
todas las personas que puedan ser represaliadas. En este sentido, será necesario:
a. Dar respuesta a cualquier medida represiva del estado en contra del derecho a la autodeterminación
b. Organización de campañas contra la presencia de las fuerzas de ocupación. Socialización de los efectos de su
presencia en los barrios y pueblos
c. Impulsar iniciativas de conversaciones entre vecinas a fin de contrarrestar los efectos de las campañas de división
social impulsadas por el fascismo y el españolismo

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d. En el ámbito sociocultural necesario impulsar iniciativas que vayan en la línea de evitar la división de nuestro pueblo
rechazando caracterizaciones identitarias de la lucha independentista

D. Sólo el pueblo salva al pueblo: fue la iniciativa y la autoorganización popular la que salvó el referéndum, y ha sido la
gente la única que se ha mantenido firme defendiendo las conquistas populares cuando el gobierno de la república
renunció a movilizar la administración de la Generalitat para hacerlo. De ahí habría que impulsar actividades como
las siguientes:
a. Impulso de la movilización independiente y de clase que vincule la república y las reivindicaciones sociales
b. Socialización del papel que ha tenido y puede tener la organización popular, homenajes a la resistencia durante el
1O, valorar y recordar la capacidad propia de la gente
c. Homenajes a los colectivos obreros y populares destacados en su actuación junto al pueblo y hecho frente a las
fuerzas represivas bomberos, estibadores, profesoras, etc

7. El municipalismo

7.1.- La sacudida social y política del proceso de independencia que marcan un hecho relevante los días 1O y 3O y
que como decimos que como decimos al principio, ha significado también un antes y un después para la conciencia
política de una parte importante del país y por ello un primer ensanchamiento por la izquierda del movimiento
independentista.

En el marco municipalista ha significado un cambio cualitativo y cuantitativo importante en cuanto a las


potencialidad de la autoorganización popular y la movilización. Un cambio no sólo propiciado por las enormes
movilizaciones (nunca vistas con anterioridad) y novel de autoorganización que ha sido considerable ya veces
potente, sino también porque ha significado poner la agenda política municipal como nunca los hechos nacionales
como lo demuestran las alteraciones en las mayorías o gobiernos municipales.

Estos hechos han desmontado muchas alianzas de poder local y localista, han hecho emerger nuevas potencialidades
y han abierto considerablemente el marco de lucha rupturista y sus posibles alianzas. La conquista de las calles, la
utilización del espacio público como marco referencial de nuestra lucha son inseparables de nuestra manera prácticas
políticas de ruptura a todos los niveles.

El municipalismo de ruptura, de transformación debe saber resituarse en este nuevo rostro municipal. Un espacio
abierto, en movimiento, movilizado, enredarse en las dinámicas nacionales. Un espacio político en el que las
oligarquías locales, hasta ahora y desde el 78, bien recolocadas en el panorama político hoy se encuentran sacudidas,
tensionadas y huérfanos de referentes nacionales vendibles a nivel local, como era el caso de CIU y PSC. Y ese
saberse resituar, implica necesariamente ser allí donde se deciden cosas.

7.2.- El municipalismo de ruptura, entendido como la articulación de proyectos políticos basados en la unidad
popular y en la pluralidad de actores que trabajan para la transformación social, ha arraigado con fuerza en el
Principado de Cataluña. Y tiene potencialidad de hacerlo también en el conjunto de los. En el País Valenciano,
algunos ejemplos apuntan hacia esta dirección, y en la isla de Mallorca, hay un buen número de experiencias que
siguen la lógica política y organizativa del municipalismo de liberación - asambleario, comprometido con los
movimientos populares y el derecho a la autodeterminación - con el que se identifica la CUP.

7.3.- En un contexto como el actual en el que el autonomismo conocido hasta hoy se ha desmenuzado, el proyecto
municipalista de la CUP debe basarse en una dialéctica entre la ruptura con el Régimen del 78 y la construcción de
los municipios como espacios claves para el proyecto de soberanías y como el principal proyecto de superación de la
cartografía del poder autonómico y de articulación institucional de los. En cuanto a la ruptura, en el marco del

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proceso independentista se ha demostrado que cuando la CUP apuesta por posiciones políticas de ruptura se
adelanta. Por ello, entendemos que desde la política municipal, continuarán manteniendo prácticas políticas de
ruptura a todos los niveles.

7.4.- Por otra parte, es imprescindible desarrollar el proyecto de soberanías. La recuperación de las soberanías desde
el municipalismo y la capacidad de generar redes y estructuras que permitan tejer contrapoder y autogestión en
ámbitos como la alimentación, la energía, los cuidados y la gestión de servicios y equipamientos públicos entre otros,
pueden suponer un cambio sustancial en las condiciones materiales de vida de las personas que viven en nuestros
municipios.

7.5.- En este sentido, entendemos que el muncipalisme de ruptura como:

7.5.1.- Trabajar para estar presentes allí donde la comunidad toma decisiones, genera movilizaciones, crea espacios
de contrapoder, ocupa espacios de poder y fortalece sus conquistas socializando bienes y valores, planteando un
trabajo coordinado con otras fuerzas políticas que mantenga la independencia de cada proyecto pero que ayude
también a la visualización de un bloque republicano que lleva la voluntad popular en las instituciones.

7.5.2.- Trabajar para consolidar el municipalismo como herramienta de transformación. Por un lado como
herramienta de ruptura que huya de dinámicas de mera gestión municipal, entendiendo que es ésta la que nos permite
avanzar en el proyecto de transformación. Por otra parte, consolidando el proyecto de las soberanías en todas las
Asambleas Locales, tengan o no presencia en la institución, y trabajando para tejer alianzas políticas en pueblos,
villas y ciudades que permitan sedimentar una alternativa de contrapoder y de soberanías.

7.5.3.- Trabajar para consolidar la Asamblea municipalista de los Países Catalanes, entendiendo que la creación de
institucionalidad propia es imprescindible para poder sostener un proyecto de ruptura y para desplegar estructuras
que puedan operar en clave de contrapoder. La Asamblea Municipalista los Países Catalanes debe ser una realidad
inminente, y debe comenzar a caminar antes de principios de 2018 para convertirse en un referente institucional en
clave republicana que permita dar continuidad al Parlamento disuelto y al gobierno en el exilio y en prisión. Las
funciones concretas que se deriven, además de convertirse en el referente institucional republicano, deben ir ligadas
al desarrollo del proyecto del municipalismo de ruptura y del proyecto de las soberanías.

8. Internacionalismo

8.1.- En la actual situación en la que se encuentra el conflicto político catalán, la CUP y el conjunto de la Izquierda
Independentista, tienen una gran responsabilidad en la internacionalización del conflicto, y en la socialización del
discurso de izquierdas sobre la construcción de la República Catalana. Por un lado, es importante dedicar esfuerzos y
recursos en la divulgación y denuncia de la vulneración democráticos básicos por parte del Estado Español, que se
complementa con el fomento del crecimiento de las fuerzas de extrema derecha en la calle, que no son nada más que
una herramienta del estado para llegar donde no puede llegar con el monopolio legal de la violencia. Del mismo
modo, hay que buscar alianzas lo más amplias posibles que reconozcan el proyecto de construcción de una nueva
república como un paso adelante en la lucha de los pueblos y de las trabajadoras por la democracia,

8.2.- Es necesario abandonar el discurso de los derechos humanos que nos sitúa como víctimas y que interpela a los
estados que creemos más "democráticos" y una Unión Europea que se ha vendido durante décadas como garante de
derechos, para tejer una red de solidaridad internacionalista y antiimperialista para luchar, una vez más, contra el
fascismo español. Necesitamos plantear a las organizaciones con las que trabajamos internacionalmente que hay que
establecer estrategias de autodefensa conjuntas que sitúen a la clase trabajadora como protagonista y no como sujeto
pasivo que depende de terceros actores por el reconocimiento de las violaciones de los derechos democráticos más
básicos a la estado fascista español.

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Sin embargo, hay que trabajar por el reconocimiento internacional de la República Catalana. Llevamos años tejiendo
relaciones internacionales con varios partidos de gobierno, especialmente en América, a los que se ha de interpelar
para que así sea. Aparte, hay que establecer mecanismos de contacto con organizaciones internacionalistas y
socialistas de todo el mundo para que también reconozcan la República Catalana y, en caso de que tengan
representación institucional, lleven este reconocimiento a sus instituciones para forzar a los gobiernos a posicionarse.

8.3.- En la construcción de la Unión Europea siempre se ha considerado, en la mayoría de la sociedad, que se creaba
un marco de respeto de derechos humanos y de respeto de la voluntad de los pueblos. Durante estos dos años de
legislatura, y sobre todo en los últimos meses donde se ha intensificado la represión por parte del estado esta
hipótesis se ha demostrado errónea por buena parte de la población que ha visto como la U € sólo defiende la
voluntad los estados, y cuando mayores son estos estados más la respeta. Aunque, nada excluye, según avancen los
acontecimientos, que el posicionamiento de determinados países (miembros o no de la UE) cambie es cierto que en
las últimas semanas ha ido ganando peso la idea de que no sería la UE quien defendería el pueblo catalán, sino que la
única opción era la solidaridad del resto de pueblos de Europa y del mundo.

8.4.- Por otra parte, sólo la CUP puede romper con la influencia del discurso en el exterior de las izquierdas
españolas (PODEMOS e IU) sobre el situación política en Cataluña. Es imprescindible que la CUP, de la mano del
resto de organizaciones de la Izquierda Independentista, pueda aportar la perspectiva de izquierda rupturista en la
construcción de la República Catalana y hacer frente a la idea de que este ha sido un proceso liderado en todo
momento por la burguesía. Habrá internacionalizar el papel de la clase trabajadora y demás clases populares y la
unidad popular en la República, así como los frutos en términos de avance social a nivel legislativo durante estos dos
años.

8.5.- Por estos dos motivos, entendemos que la tarea a realizar con el fin de internacionalizar el conflicto y generar
alianzas entre pueblos y de clase debe dirigirse a:

8.5.1.- estrechar las relaciones políticas con organizaciones del Estado español. Coordinar acción política con estas
organizaciones políticas, sociales y sindicales, es la única manera de abrirle diferentes frentes al gobierno español,
descongestionar la presión policial y represiva en Cataluña y reforzar las alianzas para romper el Régimen del 78 que
explota y oprime a las clases populares del Estado y oprime los diferentes pueblos.

8.5.2.- reforzar el contacto y profundizar los lazos con diferentes organizaciones internacionales, sean organizaciones
políticas o movimientos sociales. En este sentido, en los próximos meses hay que intensificar los contactos y la
participación en espacios tipo foros sociales y las movilizaciones internacionales contra las instituciones financieras
internacionales o de otras entidades claves en el proceso de globalización capitalista. Esta tarea nos debe servir
también para fortalecer las alianzas con otros pueblos y organizaciones anticapitalistas de todo.

8.5.3.- fortalecer la red WithCatalonia creada últimamente para crear CDR todo el mundo, como herramienta de
internacionalización y de activación de movimientos de solidaridad en todo el mundo.

9. La respuesta a la represión

9.1.- La lucha antirepressiva los Países Catalanes ha trabajado, históricamente, con cuatro parámetros claves: la
visibilización de la represión y de los mecanismos que lo articulan; la asunción de las consecuencias individuales y
colectivas; la legitimación de la acción desobediente; y la voluntad de que la represión genere una respuesta que sea
motor de acción.

9.2.- Desde la CUP hemos trabajado históricamente y especialmente en los últimos tiempos, con una lógica de
desobediencia cívil y de asunción de consecuencias como herramientas para visibilizar y desnudar el poder. En el
escenario actual con España actuando en clave de venganza, y dado que hemos asumido una estrategia de

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unilateralidad y desobediencia institucional tanto a los ayuntamientos como en el Parlamento, el costo represivo se
prevé alto y con posibles consecuencias directas para con nuestra organización y nuestra militancia.

9.3.- Ya ahora, y con escasas condenas represivas concretas, uno de los nodos que más cuesta de desactivar es el
miedo y la dinámica paralizante y angustiosa que genera la represión. Hasta la fecha, hemos llevado a cabo
iniciativas comunicativas para hacerla visible de una manera que empodera la clase trabajadora y el resto de clases
populares y que permita responder colectivamente. Además, y pensando en una estrategia antirepressiva que pueda ir
más allá de la militancia de la CUP y de la Izquierda Independentista, entendemos que los días 1O y 3O la clase
trabajadora y demás clases populares hicieron frente a una situación represiva y de violencia muy grande, y que
realizó el referéndum y la parada de país para que la acción fue colectiva.

9.4.- En este sentido proponemos varias líneas:

9.4.1.-Trabajar para exponer y hacer visible el aparato del Estado Español como una maquinaria que combina
partidos políticos a gobierno y oposición, judicatura, extrema derecha, monarquía y ejército entre
otros. Concretamente a partir de materiales que de forma pedagógica expliquen con detalle este aparato y que recojan
datos concretos de las consecuencias políticas de este.

9.4.1.- Trabajar para internacionalizar la vulneración de derechos humanos que está sufriendo la población
catalana. Este eje ha sido expuesto a la propuesta internacional, pero entendemos que debe ir de la mano de la
estrategia antirepressiva.

9.4.3.- Desplegar la Campaña "República Ahora" como un paraguas que permita combinar la lucha antirrepresiva y
la lógica constructiva que genere acción y respuesta. Esta campaña debe ser un espacio que, en el marco del contexto
actual, pueda ser una herramienta de respuesta a la represión - actos y acciones reactivas - con un espíritu de
construcción republicana. Es fundamental que la lucha antirrepresiva que tenemos por delante no se estanque en un
mero ejercicio reactivo, y que pueda ser una palanca de construcción política. La campaña ha sido impulsada por las
organizaciones de la TEI pero tiene la voluntad y debe ser un objetivo que pueda ser un paraguas útil también para
otras entidades y colectivos, lo que permite poder llevarla a cabo de forma coordinada y en todo el territorio.

9.4.4.- Trabajar, desde los espacios de organización popular locales, en clave antirepressiva desde todas sus
vertientes: formación en desobediencia civil, abordaje de los miedos y las angustias, consolidación de redes de
respuesta en caso de represión, formación en derechos básicos en caso de detención, etc.

9.4.5.- Los Países Catalanes son un proyecto que impugna la cartografía del poder del Estado Español, y que el
Estado responde en esta clave al proceso democrático del Principado por medio de la extrema derecha, es
imprescindible que la CUP continúe trabajando en la construcción política y organizativa de los.

9.5.- Finalmente y especialmente como espacio organizado necesitamos prever y programar un posible escenario de
ilegalización o de suspensión de actividades a pesar de que no se da ninguno de los presupuestos previstos
legalmente. Hay que introducir esta cuestión en las relaciones políticas en el conjunto de los movimientos políticos
con quienes nos relacionamos y dibujar escenarios de cuál sería la reacción ante la consumación de un escenario
como este en las próximas semanas o más adelante.

Entre tanto, hay que definir una estrategia a corto plazo, ante una posible suspensión de actividades de la
organización y especialmente de cara a una posible ilegalización del formato de candidatura en que nos decidimos
presentar el 21D (en caso de que así lo hacemos) o de su programa (que en la práctica supondría el mismo). Así pues,
en caso de que no pudiéramos concurrir a las elecciones del 21D debido a la represión, habría que desplegar una
estrategia de denuncia política de la represión y de boicot electoral activo en las elecciones del 21D para que éstas no

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se pudieran producir, o en defecto, la participación fuera el máximo de baja y en las máximas condiciones de
anormalidad para deslegitimar su completamente los resultados.

En el improbable caso de que cualquier otra lista o partido del independentismo fuera ilegalizada de forma directa oa
través de su programa, de tal manera que se le impidiera concurrir a las elecciones del 21D, como organización
actuaríamos de la misma forma que hemos planteado en el párrafo anterior.

10. La República del 1 de Octubre

10.1.- La experiencia de las últimas semanas ha puesto en el centro del debate una cuestión sobre la que quizás no
habíamos trabajado bastante: la efectividad. No basta declarando la república el día 27 de octubre, hay que darle
continuidad y sobre todo garantizar su implementación. Se hace difícil hacerlo sin poder , sin poder coactivo
institucional y sin poder coactivo popular. Por ello resulta imprescindible que este nuevo escenario en el que nos
encontramos que centramos nuestros debates y propuestas en esta dirección.

10.2.- Así pensamos que en la fase que comienza de desarrollo de la República hay que poner sobre la mesa, y son
imprescindibles, como mínimo los siguientes puntos:

 La creación de un poder financiero propio (banco central catalán y banca pública) que permita controlar los poderes
económicos y trabajar por una soberanía económica real.
 El control de los sectores estratégicos como la energía, las comunicaciones y el transporte. Vía nacionalización del
agua y las energías, gestión 100% pública del transporte que ya es de titularidad pública.
 Recuperación de la titularidad, gestión y provisión pública de todo los centros que forman parte del SISCAT
(Sistema sanitario integral de utilización pública de Cataluña) o expulsión del sistema en caso de que quieran
mantener una naturaleza mixta pública y privada. Sólo un único sistema sanitario público de titularidad, provisión y
gestión 100% pública puede garantizar un acceso universal, equitativo y de calidad a la sanidad.
 Recuperación de la titularidad, gestión y provisión pública de todo los centros sociosanitarios para garantizar un
sistema público de socialización de las tareas de cuidados de envejecimiento y de dependencia.
 Movilización inmediata vía expropiación sin compensación por razones de interés general de todos el parque de
viviendas vacías propiedad de bancos y grandes tenedores para incorporarlos a un parto público de viviendas.
 La finalización del despliegue, la neutralización y la expulsión de las fuerzas de ocupación, de manera que permita
hacer un control efectivo del territorio.

10.3.- Los sectores populares que defendieron los colegios el día 1 de octubre y que salieron el 3 de octubre son la
fuerza principal de construcción de la República. Para ganar los sectores de la clase trabajadora y demás clases
populares indecisas respecto a la lucha por la independencia hay que incluir una agenda social en el camino, no sólo
para que sea de justicia que la clase trabajadora y el resto de las clases populares pueda vivir mejor, sino también
porque se necesitan unos objetivos que permitan visualizar la dificultad de la lucha por la república como un
obstáculo a superar para vivir mejor. El proceso constituyente es una herramienta útil en este sentido y debe ser uno
de los motores de los meses que vienen.

10.4.- La movilización masiva y el apoyo mayoritario son garantía de la efectividad de la República. Hay que
construir un frente sobre la idea del poder popular, un frente que además ponga sobre la mesa un proyecto que genere
una ecuación entre República catalana y mejora de las condiciones de vida de la mayoría. La derecha independentista
catalana no es capaz de hacerse con el poder y defender la República, porque desconfía del poder de las masas
movilizadas el 1-O y no ha creado los intermediarios que serían necesarios para atar el conjunto de la sociedad con el
proyecto de crear un estado propio. La conclusión de todo ello es que se ha terminado la fase de dirección del
proceso por parte de la derecha política catalana. Es evidente que se ha abierto un nuevo escenario y hay que
impulsar un poder constituyente popular,

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11. Las elecciones del 21-D, herramienta de ruptura o obstáculo

11.1.- La convocatoria de elecciones por parte del Gobierno español con disolución previa del Parlamento al amparo
del artículo 155 de la Constitución Española supone liquidar (la seca) autonomía de Cataluña y sus instituciones. Son
unas elecciones ilegítimas y impuestas que no reúnen las condiciones mínimas para sostener que se celebrarán
normalmente ni con plenas garantías democráticas. Esta circunstancia se debe denunciar, hacerla pública y recordar
constantemente. La opción natural y coherente de la CUP en relación a las elecciones del 21-D sería extender una
campaña de boicot.

Para no hacernos partícipes de la aplicación del 155 y para asumir la defensa del 1-O hay que desplegar el
argumentario del boicot al proceso electoral. En este sentido, sólo el contacto directo con entidades, movimientos y
agentes sociales nos puede permitir saber hasta qué punto un boicot al 21-D (en la forma que sea) podría permitir
recuperar el espíritu del 1-O con un nivel de conciencia y de organización superiores y con posibilidades de éxito.

11.2.- Por lo tanto sea porque la posición del boicot no acontece hegemónica dentro del independentismo, sea porque
se acepta el hito electoral como nuevo plebiscito la única manera de acudir como auténtica respuesta al artículo 155
CE es mediante una propuesta al país de lista ciudadana sin políticos la única función sea superar el 50% de los votos
y luego impedir la formación de ningún gobierno en el marco de las elecciones del artículo 155 CE, para provocar la
convocatoria de unas elecciones pasados tres meses.

Esta propuesta significaría: 1) consolidar el marco republicano y las instituciones hoy derogadas, 2) legitimar y dar
fuerza al independentismo y 3) reforzar el carácter plebiscitario donde se confronten dos opciones: la república (la
democracia) hacia la defensa del artículo 155 de la CE (el régimen del 1978). Para conseguirlo es necesario polarizar
el máximo los dos extremos para obligar a las fuerzas políticas equidistantes a posicionarse a una costa o un otros y,
por tanto, sacarlas de su zona de comodidad; la equidistancia que equipare los partidarios de ensanchar los derechos
con los que los restringen y reprimen.

11.3 En caso de que la opción no fuera posible o no fuera mayoritariamente compartida por la organización pero se
considerase conveniente igualmente de estar presentes, manteniendo siempre el elemento referendario, pero también
como un nuevo momento de demostración de fuerza y para evitar el marco del 155 con un gobierno unionista en
Cataluña, se debe excluir de raíz ninguna posibilidad de reeditar la política de estos dos años en un bloque
independentista que repita los mismos esquemas de clase y las mismas indefiniciones políticas que el del 2015 a
2017. En consecuencia, conviene introducir de nuevo la perspectiva de clase para el post 21-D. En este sentido, hay
que desarrollar el concepto de República del 1 de Octubre, con el independentismo de clase en primera fila, junto con
todas las fuerzas decididas al cambio social sin complejos ni interferencias.

11.4.- En el objetivo de paso intermedio para coagular fuerzas independentistas y de clase la mejor propuesta sería
un frente amplio de los máximos agentes posibles que conforman la Unidad Popular ampliada después de estos
meses incluyendo los sectores populares que abandonan el Podemos oficial y ciego por su posición equidistante en el
conflicto democrático catalán. Esta lista no debería estar hipotecada a los intereses caducos de la antigua coalición
gubernamental una vez descartada además la participación de ERC que prefiere ir en lista electoral propia. Este
frente se debe construir sobre el rechazo al 155 y la represión, por la defensa de la república catalana y el proceso
constituyente con ruptura previa.

11.5.- En caso de que no fuera posible construir este frente social republicano ampliado, habría que utilizar como
canal para vehicular esta apuesta institucional la ya conocida fórmula de la CUP-CC.

11.6.- Para la CUP el 21 de diciembre sólo puede dar lugar a dos escenarios:

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1. la proclamación automática de la voluntad de desarrollo de la República catalana, el desarrollo de la ley de
transitoriedad, la convocatoria de una asamblea constituyente y la aprobación e impulso inmediato de medidas
orientadas a consolidar la república y asegurar el apoyo de la mayoría trabajadora y popular; demandas que
conjuntamente con la defensa de los presos y la lucha contra el 155 deben constituir punto de un programa básico del
resto de opciones independentistas o republicanas.
2. en caso de derrota de los planteamientos republicanos, o en caso de que el resto de candidaturas llamadas
independentistas no prioricen la materialización la independencia, sino que prioricen combatir los efectos del 155 e
intentar un nuevo proceso de acumulación de fuerzas a partir de la alianza con otros espacios políticos como los
comunes o los socialistas para aprobar medidas progresistas y autonomistas a cambio de una posible amnistía, y
facilitar el terreno hacia un cambio de gobierno a nivel estatal el grupo parlamentario de la unidad popular debería
optar por una táctica de boicot respecto todas aquellas acciones del parlamento que no vayan en la línea de
materialización de la república ya sea a través de la no asistencia a los plenos o del voto de bloqueo. El objetivo sería
desenmascarar el verdadero programa autonomista de

11.7.- En cualquier caso, cualquier propuesta de lista amplia en la que pueda participar la unidad popular debería
estar ligada a un acuerdo claro en relación a esta estrategia política, que debe estar basada en la materialización de la
república en clave social y feminista y el boicot a cualquier involución de carácter autonómico y antidemocrática. Si
se opta por presentarse, la lucha institucional que se quiera desarrollar a partir del 21-D, más allá de estar al servicio
del conjunto de objetivos y reflexiones que se encuentran en esta ponencia, deberá incorporar gestos que expresen la
impugnación de la propia convocatoria vía 155 y la situación de excepcionalidad que no podemos normalizar bajo
ningún concepto.

11.8.- También será necesario revisar las estructuras organizativas del Grupo de Acción Parlamentaria con que
hemos funcionado hasta hoy para garantizar el debido control democrático e impulso político que necesiten las
personas que puedan conformar este Parlamento.

11.9.- Y sea cual sea la fórmula, el objetivo de conseguir la libertad de todos los presos políticos y la amnistía de
todos los actores es evidentemente un objetivo imprescindible e inaplazable. Sin embargo resulta igual de
trascendente que este marco antirepresivo no se desligue de la lucha para la implementación de la República el 1 de
Octubre como herramienta de ruptura del régimen y por tanto como oportunidad de cambio real y de mejora de las
condiciones materiales de vida de las catalanas y los catalanes. Olvidar o minimizar este segundo aspecto nos
llevaría de nuevo a una gran derrota en la casilla de salida.

final

La CUP-CC apuesta por liderar una candidatura lo más amplia posible, claramente rupturista independentista y de
izquierdas.

Asamblea Nacional Extraordinaria de la CUP-CC


A 12 de noviembre de 2017
Granollers (España y Latinoamérica)

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ANEXO

Argumentación anexa a la opción aprobada en la Asamblea Nacional Extraordinaria de la CUP-CC.

Propuesta política para la Asamblea Nacional Extraordinaria de la CUP-CC


Defender el 1 de octubre y la república: una candidatura para materializar la república y boicotear cualquier involución
autonómica

1. Lectura de dos meses convulsos

Tras la proclamación de la república catalana desde el Parlamento, ya partir de la aplicación del artículo 155 por
parte del estado y de la ofensiva represiva que ahora mismo cuenta con 10 presas políticas que podrían crecer en las
próximas semanas con otras medidas, han quedado al descubierto, con todas sus carencias, las debilidades del
planteamiento real de la dirección del soberanismo mayoritario. Este basaba su estrategia en una acumulación de
fuerzas que debía permitir obligar la Unión Europea a implicarse en la negociación entre el gobierno de Cataluña y
España. Una acumulación de fuerzas que se pretendía hacer a partir de la capitalización política de las
movilizaciones populares, las que también habían de ejercer una presión suficiente para reventar cualquier disidencia
dentro del propio independentismo en la estrategia del soberanismo mayoritario.

En todo caso, la negociación que pretendía abrir el soberanismo tenía (y probablemente sigue teniendo) como objetivo
ideal conseguir un referéndum pactado de autodeterminación . Como se ha comprobado, sin embargo, ni la situación
de España ni la de la Unión Europea era (ni es) de suficiente debilidad o división interna como para que se pueda
forzar este referéndum - al menos a corto plazo. Llegados a esta conclusión, la dirección del soberanismo mayoritario
sólo le quedaría la opción de alargar la acumulación de fuerzas y la crisis política permanentemente, o poner el
capital político en una reforma del estado que pueda favorecer los intereses de la burguesía regional - opción que no
ha dejado de intentarlo con la ayuda mediador del PNV y el sector de la burguesía vasca a la que éste representa.

La única opción que permitiría al independentismo ganar este embate pasa porque la izquierda independentista no
abandone las posiciones rupturistas y que el resto del independentismo, contra lo hecho hasta ahora, se decida a
ejercer la autodeterminación al margen de la legalidad española ".

La situación actual es una mezcla de todo. Se ha hecho una rotura formal con la legalidad española -y, por lo tanto,
esto supone un cambio respecto todo lo vivido anteriormente en el proceso-, pero esta ruptura se ha frenado para
intentar abrir esquemas negociadores muy similares a los que apuntábamos.

Del mismo modo que ningún análisis nos puede hacer perder de vista que los miembros de este gobierno y las entidades
soberanistas que le apoyaban están sufriendo una represión implacable por parte del estado, tampoco podemos obviar
hacer un análisis crítico de su acción política por el hecho de que esta represión exista .

El referéndum del 1O nunca fue planificado por el gobierno como una legitimación de la ruptura, sino como un
instrumento para abrir una negociación política. Los hechos parlamentarios del 10, 26 y 27 de octubre y las
actuaciones posteriores demuestran claramente que el gobierno autonómico descartó disputar el poder en el estado y lo
fió todo a una negociación que pudiera abrir la oportunidad a una autodeterminación pactada.

Asimismo, los hechos han demostrado que la acción de masas, determinando los días 1 y 3 de octubre, ha provocado
un evidente vértigo a la dirección del soberanismo. El miedo a un desbordamiento popular -que el día 1 y 3 de
octubre hizo inevitable el escenario de proclamar la ruptura- también ha influido en el no desarrollo de la República.

2. La cultura política del processisme

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El processisme ha consolidado una cultura política que a estas alturas es uno de los principales lastres para la
independencia. Algunos de los principales elementos son:

 La verticalización de las decisiones y la falta de crítica han sido el terreno abonado para fiar todo a la astucia.
 La idea del tránsito hacia la independencia basado en el de la ley a la ley ha desdibujado completamente los elementos
capitales de todo proceso de autodeterminación : la disputa / conquista del poder y la ruptura con el régimen -
il·legítim- anterior. Asimismo, esto ha legitimado las instituciones autonómicas, que en vez de instituciones
españolas a sustituir han pasado a ser instituciones propias a defender
 La creencia en la neutralidad de las instituciones europeas y la búsqueda de un árbitro que aplique una legislación
internacional neutra en materia de autodeterminación ha sido uno de los factores que ha introducido más confusión
durante este mes de octubre
 La confusión de la desobediencia civil no violenta con la renuncia a desobedecer la legalidad española estuvo a punto de
hacer fracasar la defensa de los colegios electorales y ha evitado en muchas ocasiones que la calle actúe como tensor.
 La continuidad en la gestión neoliberal y el empeoramiento de las condiciones materiales de vida de las clases populares,
y sobre todo de las mujeres. Primero con un funcionamiento de plena normalidad autonómica con respecto a los
presupuestos, pago de la deuda por delante de cualquier otra necesidad, consolidación de privatizaciones, y recortes y
luego con el pretexto de esperar a un proceso constituyente que debe servir para debatir el actual marco neoliberal
donde se sitúa la gestión de jxsi.

El éxito del 1 y el 3 de octubre es de hecho una enmienda a la totalidad de estos planteamientos, y apuntan a que el
nivel de conciencia popular superaba con mucho los límites a que este soberanismo la había querido
enclaustrar. Hay, pues, ahora más que nunca, seguir construyendo una cultura política para el conjunto del movimiento
independentista que se base en elementos materiales, en espíritu crítico y en perspectiva de ruptura .

3. El papel jugado por la izquierda independentista en el Parlamento

Si hacemos una valoración de la presencia de la CUP en el Parlamento entre 2012 y 2017 el balance es
indudablemente positivo.

Es evidente que el proceso ha generado una serie de tensiones en el seno de la izquierda independentista que han
evidenciado divergencias tácticas y estratégicas importantes . La no resolución de estas divergencias ha supuesto una
posición de debilidad en muchas ocasiones, que no ha permitido jugar a fondo nuestro papel.

En el contexto del segundo debate de presupuestos, por ejemplo, esta divergencia estratégica y la propia coyuntura
política llevaron la CUP -que ostenta la referencialidad pública del movimiento- a desdibujar su identidad pasando
de ser una oposición que representaba al mismo tiempo una alternativa antagónica a el resto de partidos, a ser una
organización que matizaba e intentaba radicalizar la acción de un gobierno que vacilaba en materia de
autodeterminación y que era decididamente continuista en cuestiones económicas y sociales.

Este balance lo podemos ver matizado por el papel jugado por la CUP en los últimos tres meses, empujando el
gobierno hacia el marco del 1 de octubre. Pero precisamente este papel ha sido facilitado por el empeño de una gran
parte de la militancia en preservar su autonomía política y organizativa por delante de las opciones que ofrecía el
comprometerse en la gestión gubernamental. Y también por el hecho de que los análisis que dibujaban el factor
pactista del PDECat o no rupturista de buena parte de Juntos por Sí han ido quedando acreditadas a medida que
avanzaban los hechos. De hecho, el proceso de ruptura ha dado pasos importantes cuando la CUP ha actuado desde la
autonomía política y no a remolque de la dinámica del processisme o del soberanismo gubernamental .

En este sentido, el planteamiento desobediente, basado en que en el marco de la legalidad española es imposible la
independencia, y que ésta no se puede lograr sin un proceso de desobediencia institucional apoyado en un
movimiento masivo que apoye y facilite esta desobediencia, ha sido probablemente la aportación más importante de

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la izquierda independentista en el proceso, y es la clave para entender porque en los momentos decisivos del
independentismo gubernamental no quiso salir adelante con el proceso de autodeterminación.

4. Entre la República y el 155

La República proclamada pero no desplegada es ahora mismo un proyecto de una debilidad extrema. Hoy la
República no es sino un ente simbólico y político, sin ningún tipo de materialización material real.

Las garantías de poder desarrollar esta república son muy escasas y pasan por mantener vivo el legado del 1 y el 3 de
octubre . Las dificultades propias de un enfrentamiento desigual con el estado alimentan tanto las posiciones
legalistas dentro del independentismo como los proyectos nominalmente independentistas pero realmente
autonomistas. Por el contrario, el proyecto de República y el legado del 1 de octubre ofrecen una perspectiva y un
programa de ruptura más nítido que nunca a las clases populares. Un proyecto que la Izquierda independentista ha de
dotar de contenido social y feminista, así, para materializar la república en un primer término y para consolidarla es
necesario que esta vaya ligada a una mejora de las condiciones materiales de vida de las clases populares.

Asimismo, el estado ha utilizado el embate del proceso para poner en marcha una versión más autoritaria de sí mismo
que ya tenía en agenda aplicar . Con este movimiento ha demostrado la capacidad del nacionalismo español de
disciplinar casi todas las opciones políticas no independentistas. Pero también es cierto que un movimiento de estas
características siempre corre el riesgo de generar pérdidas de legitimidad (en este caso, del Estado español en
Cataluña) y una dislocación mayor entre la «opinión pública» y el sentir de grandes capas de la población,
introduciendo un elemento debilitador para el estado.

En medio de todo esto, existe la perspectiva de que más tarde o más temprano se abrirá una negociación para una
redistribución del poder territorial. Esta perspectiva podrían dar alas a los proyectos políticos que pretenden
reactualizar el autonomismo en una versión federalista en los Países Catalanes. Este protagonismo, sin embargo, está
muy sujeto a la consecución de objetivos concretos y palpables. Unos objetivos que es posible que queden lejos de
alcanzarse

En paralelo a todo este proceso, el vaciado de soberanía real de las clases populares continúa también en el ámbito
social y económico. Ahora, la situación política, sin embargo, ha permitido visibilizar el papel desposseïdor los
actores más importantes: IBEX35, banca y Unión Europea. Esto, hoy por hoy, hace muy poco daño a la capacidad
decisoria de estos actores, pero permite trabajar propuestas de conquista de soberanías sobre una base mucho más
amplia de la población.

5. Un marco de acción política para el nuevo ciclo político

La izquierda independentista ha de dar respuesta a todo este escenario. Debe hacerlo de forma coherente con unos
objetivos trazados y lo hará presentando una estrategia y una acción política con sentido nacional.

La acción política de la izquierda independentista para las próximas semanas debe ir encaminada a dibujar un marco
de materialización de la República. La República campanada el 1 y el 3 de octubre debe ser un elemento fundamental
del discurso y la propuesta de la izquierda independentista.

 Necesitamos desarrollar una propuesta de materialización que pase por la Convocatoria de una Asamblea
Constituyente y el despliegue inmediato de los Decretos de la Dignidad , aquellos decretos de contenido político, social
y económico que el Gobierno de la República debería dictar para materializarla y para garantizar la adhesión y el
apoyo de las mayorías trabajadoras y populares a la nueva república. Estos deben ser unos decretos que aborden y
garanticen los derechos esenciales de las clases populares, convirtiéndose así en el programa-marco de esta república

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y en una herramienta de adhesión y ampliación de su base social. Este programa político de aplicación inmediata
debe ser el paradigma de ruptura que ofrecemos a las clases populares de todos los Países Catalanes.
 Asimismo hay que abrir alternativas en clave de autodeterminación y de transformación social en Valencia y las
Islas . Estas han de combatir la idea del neoautonomisme / federalismo como herramienta para participar en una
nueva redistribución del poder territorial en sí del estado.
 Asimismo hay que continuar con la denuncia del carácter antidemocrático del estado español y del nacionalismo
español como el cemento que imposibilita cualquier cambio de fondo en el estado si previamente no se ha roto con la
unidad de este estado. Esto quiere decir que nos reafirmamos en nuestra estrategia de unidad popular para los Países
Catalanes y de negativa a avalar o participar en ningún proyecto político de reforma del estado.
 La ocupación policial se ha hecho evidente en una parte del territorio de los. Asimismo, también se ha hecho visible
de nuevo la interferencia de la administración estatal. A ojos de un sector importante de la población se hace presente
aquella idea de que la izquierda independentista hemos mantenido siempre: que somos un país ocupado. Hay que
poner en marcha una estrategia de no normalización del empleo que obligue al estado a continuar mostrando su
verdadera cara .
 Finalmente, hay que seguir profundizando en la denuncia de aquellos sectores sociales y económicos, y de aquellas
instituciones que secuestran la capacidad de decidir sobre los aspectos materiales y políticos de nuestra
vida. Asimismo, hay que dotar de programa político de recuperación de soberanías este malestar contra la Unión
Europea y el gran capital. Ante la actitud de bancos y grandes empresas que se han visualizado como enemigos de la
autodeterminación, hay que subrayar que la autodeterminación es más factible, cuanto más fuertes sean las
soberanías construidas en los terrenos económico, cooperativo, sanitario, habitacional, etc. porque más
desconectadas están de aquellos poderes económicos más interesados en boicotear y debilitar el proceso de
autodeterminación
 Hay que proponer y desarrollar una estrategia internacional alternativa que parta del cuestionamiento de la Unión
Europea, que sufre una crisis importante de legitimidad en Cataluña debido al apoyo incondicional que le ha prestado
en España en su estrategia represiva, y que investigaciones la construcción de unas relaciones internacionales
alternativas basadas en el respeto al derecho a la autodeterminación de los pueblos, la solidaridad y la fraternidad

A pesar del contexto de gran intensidad que se desarrolla en la Cataluña estricta, es más que nunca imprescindible
trabajar en la definición y el desarrollo de una estrategia nacional para el conjunto de los Países Catalanes . Esto va
mucho más allá de mantener una actividad rutinaria en Valencia y las Islas, o de poner el mapa de los Países
Catalanes en todo el material político destinado al Principado. Necesitamos intervenir en las realidades políticas de
cada territorio a partir de una estrategia nacional que ponga sobre la mesa la falta de soberanía política y económica y
proponga una alternativa política en clave de autodeterminación y de unidad popular.

Esta propuesta debe llevar a un profundización de la Mesa de la Izquierda Independentista como órgano de
coordinación estratégica de la izquierda independentista . El papel jugado por la TEI durante los últimos meses ha sido
altamente positivo y ha demostrado a través de los hechos de la importancia de esta coordinación.

El fortalecimiento de la TEI pasa por el fortalecimiento de las organizaciones de la izquierda independentista. Es


cierto que en los últimos años todas las organizaciones de la izquierda independentista hemos crecido, pero este
crecimiento ha sido muy desigual. Asimismo, se ha instalado en parte del movimiento una cultura militante
individualista, basada en menospreciar el compromiso orgánico y que en la práctica se ha traducido en militancia
intermitente según las modas del momento. Junto a ello tenemos que construir y prestigiar un modelo de militancia
basado en el colectivo, en el debate político riguroso, fundamentado y con continuidad , y que trabaje según los
objetivos trazados y no según las modas del momento.

Asimismo, el último ciclo de lucha ha visto nacer -y en su parte hemos tenido mucho que ver- una nueva forma de
organización popular: los Comités de Defensa del Referéndum / República . Estas son unas estructuras que han
funcionado de forma reactiva y con objetivos concretos. Su funcionamiento ha sido más deficiente cuando han
querido funcionar como herramientas propagandísticas o de movilización. Creemos que hay que preservar esta

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herramienta de organización, y que esto pasa por un lado para dotarlos de objetivos concretos y por el otro por no
querer usarla para objetivos que se ha demostrado que no le son propios . En este caso, hay que seguir de cerca la
evolución de estos comités, estimular su actividad y facilitar su autonomía política y organizativa como espacios de

6. Una propuesta electoral para el 21D

El escenario político que tenemos que afrontar con más urgencia es el de la convocatoria electoral del 21D. Y lo
tenemos que hacer en coherencia a la propuesta trazada anteriormente. Esto quiere decir:

1. Plantear un escenario de despliegue de la República que suponga una ruptura con el estado .
2. No avalar escenarios ni proyectos políticos basados en imposibles -referèndum pactado, reforma plurinacional del
estado - que acaban justificando movimientos pragmáticos como el de participar en un nuevo reparto del poder
territorial como forma de proteger las instituciones autonómicas.
3. Articular una propuesta electoral basada en la autonomía política de la izquierda independentista , la fuerza orgánica y
no en los liderazgos de opinión efímeros.

La izquierda independentista y la unidad popular deben plantear su propuesta electoral en dos niveles sucesivos. En
primer lugar, hay que plantear lo que nosotros creemos que habría que hacer en la actual situación. En segundo lugar,
hemos de plantear lo que creemos que hay que hacer vistas las reacciones del resto de actores políticos.

 Por lo tanto, lo primero que habría que dejar bien claro es que dada la proclamación de la república, y dada la
reacción del estado, la toma de buena parte de las fuerzas republicanas e independentistas para resituarse en el
contexto electoral autonómico ha dejado al descubierto su debilidad política y estratégica, y sus perspectivas para el
próximo ciclo político. En este contexto defender el 1 de octubre y el 3 de octubre significaba tirar un emplazamiento
creíble al conjunto de fuerzas políticas, sociales y sindicales que han apoyado la República catalana para boicotear las
elecciones del 21D. No reconocer su legitimidad, habría tenido que significar no participar e impedir que se llevara a
cabo la jornada electoral. Pero esta propuesta ha sido rechazada por los hechos, tanto por los otros partidos
independentistas, como por el propio gobierno republicano con su dimisión de facto en las horas posteriores a la
proclamación del 27 de octubre. En este sentido, es imprescindible hacer pedagogía política de cómo nosotros
encararíem un proceso de ruptura.
 Dado el abandono tácito del 1-O, el 3-O y el 27-O por parte del resto de fuerzas políticas democráticas y republicanas, es
imprescindible que la Unidad Popular y la izquierda independentista se presente a las elecciones del 21D con una lista
propia que recoja los más amplios apoyos independentistas, de izquierdas, anticapitalistas, feministas y ecologistas, y
con un programa de materialización de la república (asamblea constituyente y decretos de la dignidad) y de rechazo
frontal y de boicot a las instituciones autonómicas derivadas del 155 . De esta manera evitaríamos que con los votos de
la unidad popular se pudieran hacer políticas autonomistas bajo un discurso formal independentista.

Esta propuesta se concretaría en:

1. la proclamación automática de la voluntad de desarrollo de la República catalana , la convocatoria de una Asamblea


Constituyente y la emisión de los Decretos de la Dignidad
2. en caso de derrota de los planteamientos republicanos, o de que la voluntad del resto de candidaturas llamadas
independentistas no sea la de materializar la independencia , en beneficio de una táctica orientada a evitar los efectos
del 155 y de implementar un nuevo proceso de acumulación de fuerzas con otros espacios políticos (sean los
comunes o sea el Partido Socialista), el grupo parlamentario de la unidad popular boicotearía todas las acciones del
parlamento a través de la no asistencia a los plenos o del voto de bloqueo. En ningún caso ejerceríamos el sentido
positivo de voto. Esto podría suponer o bien el bloqueo absoluto de la institución y una repetición de las elecciones,
o bien el desenmascaramiento del verdadero programa autonomista de algunos autodenominados independentistas,
que deberían participar de gobiernos y pactos autonomistas para neutralizar el boicot.

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Sobre el debate que seguro se planteará en torno a la lista única del soberanismo, creemos que debemos oponernos a
esta lista única para que no nos permite alcanzar o desarrollar ninguno de los objetivos imprescindibles para esta
próxima etapa . Por los siguientes motivos:

 No hay estrategia de ruptura compartida con el resto de fuerzas soberanistas , ya que éstas están o bien por la estrategia
de referéndum pactado bajo aval europeo o bien para participar de la nueva reconfiguración del estado después del
155
 Asimismo, no se comparte con el resto de fuerzas soberanistas la estrategia de boicot real a la administración del 155 y la
necesidad del rechazo a las instituciones autonómicas
 El debate sobre lista única surge formalmente cuando se plantea una victoria con escaños y la lista única es la forma
de maximizar el resultado en escaños. Incluso admitiendo la lectura plebiscitaria de las elecciones, que no aceptamos
porque significa abandonar el legado del 1 de Octubre, resulta evidente que el único mandato plebiscitario claro de
unas elecciones autonómicas se debe obtener con el 50 % de los votos. Desde la perspectiva de que el sí gane en
votos la lista única no sólo no tiene razón de ser sino que es un obstáculo para sumar votos en el bloque del sí a la
República .
 La autonomía política de la izquierda independentista en el seno de una lista única quedaría muy limitada , como lo
demuestra la experiencia de los independientes de Juntos por Sí. La única capacidad que tenemos de poder influir
desde la autonomía política es con una participación independiente a los comicios.

El otro debate a afrontar es el carácter o amplitud de la lista presentada. En el marco de 2015, nuestra opción fue
proponer una candidatura que reuniera las diversas sensibilidades de la Unidad Popular que aún no se sentían
orgánicamente vinculadas a la CUP. Esto, además, coincidía con la operación de los comunes para llevar buena parte
del movimiento popular en Cataluña hacia una candidatura de reforma que viniera a sustituir -no a subsanación el
papel del PSC e ICV.

Dos años después, el escenario parecía prácticamente clarificado y no queda casi ningún sector al margen de la
dicotomía entre Comunes y Unidad Popular. Sin embargo la crisis dentro Podemos y el grupo Parlamentario de
Cataluña Sí Que Se Puede, expresada como la voluntad de castigar a los sectores de este espacio político que han
querido expresar un respeto práctico, mucho más allá de su contenido teórico, en relación a la ejercicio del derecho a
la autodeterminación, puede abrir la puerta a articular un proceso de apertura de la candidatura de la unidad popular
de cara a estas elecciones, operación de gran dificultad teniendo en cuenta que se ha de construir en tres semanas. En
todo caso,cualquier propuesta de apertura de la lista de la unidad popular debería estar ligada a un acuerdo claro en
relación a la estrategia política basada en la materialización de la república en clave social y feminista y el boicot a
cualquier involución de carácter autonómico y antidemocrática . En este sentido, la lista debe configurarse con
personas representativas y con vínculos orgánicos claros a la izquierda independentista, el mundo municipalista y
movimientos sociales potentes, y que en todo caso se sumen con apoyo político aquellos sectores que lo consideren .

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