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DEMÓCRITO, 400 AC, LOS ÁTOMOS

ESTÁN DOTADOS DE MOVIMIENTO


CONTINUO

HISTORIA DE LA QUÍMICA
Ing. JUAN GUERRERO LLÚNCOR

Ing. ADOLFO GUERRERO ESCOBEDO

MENDELEEV Y SU TABLA PERIÓDICA


PREFACIO

La química es una ciencia cuyo crecimiento es vertiginoso. Sus avances y logros

alcanzados la convierten en una de las ramas científicas más importantes, su contribución

para el desarrollo de la sociedad actual resulta de grandes proyecciones. Conocer su

espectro histórico es de gran necesidad para la formación cultural de un estudiante o

profesional que permita comprender en forma sucinta los esfuerzos realizados por los

distintos científicos y entender por qué la Química debe situarse en un lugar de privilegio

entre las ciencias naturales.

Mis profundos agradecimientos a mis dilectos alumnos integrantes de las promociones

XXXII y XLIV de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Trujillo por su

labor de investigación en hechos acaecidos en la ciencia de la materia, de la energía, sus

relaciones y transformaciones. Se presentan hechos históricos en forma simple para su

mejor aprehensión de tal manera que motive al lector que los trabajos de la ciencia

Química se pierden en los orígenes de los tiempos forjando metales, extrayendo tintes

naturales que permanecen incólumes cientos de años, cerámica, vidrio, pigmentos su gran

contribución a la ciencia de la salud para proteger y alargar la vida y labores científicas

que seguirán revolucionando la ciencia Química en el futuro cercano y lejano.

Estamos dando el primer paso en estas contribuciones históricas las cuales ampliaremos

con nuestra labor constante para conocimiento del público estudioso.


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 1

LA QUÍMICA EN LA EPOCA PRIMITIVA 2


Edad del Cobre 3
Edad del bronce 4
Edad del hierro 4

LA QUÍMICA EN LA ANTIGÜEDAD 7

LA QUÍMICA EN LA EDAD MEDIA Y EN EL RENACIMIENTO 11

LA ALQUIMIA 15
Alquimia oriental 33
La alquimia llega a Europa 33
Alquimia medieval 35
Simbolismo de la alquimia 35
Adelantos de la química 39
Adelantos médicos de la alquimia 39
La vendimia 41
La teoría del flogisto 43

LA IATROQUÍMICA Y EL RENACIMIENTO QUÍMICO 53


Iatroquímica 53
Renacimiento científico 60

LA QUÍMICA COMO CIENCIA DESDE LAVOISIER HASTA NUESTROS DÍAS 63

LA QUÍMICA EN EL SIGLO XX 86

ERA DE LA RADIACTIVIDAD Y LA FÍSICA ATÓMICA 89

PREMIOS NÓBEL EN QUÍMICA 96

INVESTIGADORES MODERNOS 127


INTRODUCCIÓN

La aparición de la ciencia que llamamos "Química" requiere un proceso histórico más

dilatado y lento que otras ramas de la ciencia moderna. Tanto en la antigüedad como en la

Edad Media, se contemplan denodados esfuerzos por conocer y dominar de alguna forma

los elementos materiales que constituyen el entorno físico que nos rodea. Averiguar cuáles

sean los elementos originarios de los que están hechas todas las cosas así como establecer

sus características, propiedades y formas de manipulación; son las tareas primordiales que

se encaminan al dominio efectivo de la naturaleza. No es pues, extraño que en sus primeros

balbuceos meramente empíricos los resultados no tengan otro carácter que el que

denominamos "mágico": la magia como conocimiento de la realidad que se oculta tras la

apariencia de las cosas y como práctica que permite actuar sobre ellas según nuestra

voluntad.

La química recoge hoy el conjunto de disciplinas científicas que estudian las

transformaciones de una sustancia en otra, sin que se alteren los elementos que la integran.

Las especulaciones de los filósofos de la antigua Grecia sobre los elementos o la búsqueda

de la piedra filosofal y del elixir de larga vida por algunos alquimistas de la Edad Media, no

son sino el lejano preludio de la química moderna.

Hasta el siglo XVIII no se introdujo en la química un auténtico método experimental, en el

siglo XIX se establece la clasificación periódica de los elementos, que iba a inaugurar una

nueva era para la ciencia química. Actualmente, el trabajo experimental de los químicos es

fruto de una enorme labor de equipo más que de químicos aislados.

1
LA QUÍMICA EN LA ÉPOCA PRIMITIVA

La alquimia fue la precursora de la química y a pesar de sus


bases inciertas realizo descubrimientos que posteriormente
fueron un punto de partida de suma utilidad.

2
Se afirma que la Química es la más antigua de todas las ciencias, probablemente, se
inicia con el descubrimiento del fuego, perfeccionándose con las artes y oficios
prácticos del hombre primitivo. Desde entonces, el objetivo de la química ha tenido un
noble carácter: transformar la materia baja en algo mejor.
A esta idea se llega por los materiales usados por él y encontrados en los restos de las
civilizaciones desaparecidas. Los artículos normalmente encontrados son de metal,
cerámica, vidrio, pigmentos y telas teñidas, por lo que la extracción de los metales de
sus minas, la fabricación de vidrios y cerámica, las artes de la pintura y del teñido, así
como la preparación de perfumes y cosméticos, práctica de momificación y otros oficios
análogos seguidos en las civilizaciones primitivas, constituyen los conocimientos sobre
lo que está basada la “Química” de aquellos tiempos, transmitida por tradición oral.
El hombre primitivo se interesó por los metales por ser materiales resistentes y
duraderos a los que podían darles forma con mayor o menor facilidad. Su utilización
constituye las sucesivas edades de cobre, del bronce y del hierro.

EDAD DEL COBRE

No puede negarse que el primer hombre que obtuvo deliberadamente este metal a partir
de alguno de sus minerales sería un verdadero genio. Cuando ya el uso del cobre era un
fenómeno bastante común, el hombre empezó a descubrir otros metales y metaloides. El
antimonio parece haber sido uno de los primeros, pues ha sido hallado un vaso sumerio
de este frágil elemento, que probablemente data del año 2450 A.C.
En esta edad también se conoció el oro que por hallarse libre y por su bello color, su
inalterabilidad y su rareza ha sido siempre el metal precioso por excelencia. Para los
chinos tenía incluso propiedades sobrenaturales al creer que el que comía de un plato de
oro llegaba a una edad avanzada, y el que absorbía oro se hacía inmortal y tenía el
privilegio de desplazarse instantáneamente de un lugar a otro.
No mucho después, el hombre descubrió que el cobre, combinado con el estaño,
produce una nueva aleación: el bronce.

3
EDAD DEL BRONCE

La edad de bronce se sitúa sobre los 4000 años a. J. C. En el Egipto de las primeras
dinastías y en la Grecia de Homero, el bronce, aleación dura y útil era usada en la
fabricación de implementos de guerra.
Fueron los fenicios quienes adquirieron una gran reputación en el trabajo de bronce y,
aunque pueblo poco belicoso, fabricaban las mejores armas.

EDAD DEL HIERRO

La edad de hierro sucede a la de bronce y su principio puede fijarse sobre los 1200 años
a. J C. Las dificultades que ofrecen su preparación y su trabajo hicieron del hierro en los
primeros tiempos un metal oneroso, utilizado muy parcamente. En la edad del Hierro se
aprendió a fabricar acero, se conoció que su resistencia aumenta con el temple y se
llegó incluso a protegerlo de la corrosión.
Para las civilizaciones antiguas, la metalurgia fue más que una técnica una arte sagrado
encomendado a los sacerdotes. Los metales obtenidos del interior de la tierra concebida
como un dios, fueron relacionados con el sol y los planetas: el oro al sol, la plata a la
luna, el cobre a Venus, el hierro a Marte, el estaño a Júpiter, el plomo a Saturno y el
mercurio a Mercurio. Los antiguos veían en el número siete una manifestación de
carácter universal, así conocían siete planetas, siete metales, siete dioses, siete
maravillas del mundo, la hidra de siete cabezas, las siete bocas del Nilo, las siete
estrellas del carro de David, los siete días de la semana, identificados con los astros,
etc. Si aún hoy día consideramos sin base científica los siete colores del arco iris lo
debemos a esta concepción de los antiguos.
De todas las civilizaciones antiguas, la más avanzada en las artes químicas y la más
relacionada con la química europea moderna fue la egipcia. Los egipcios fueron
maestros en la fabricación de vidrios y esmaltes; imitaban a la perfección los metales
nobles, así como el rubí, el zafiro y la esmeralda; conocían igualmente el uso de
labranza (de la raíz de Rubia Tinctorum), que actualmente se prepara sintéticamente;
practicaban la extracción de aceites, preparaban el agua destilada de laurel cerezo para
castigar a quienes revelaban los misterios de la casta sacerdotal y obtenían la esencia de
cedro calentando trozos de la madera en un vaso en cuyos bordes se colocaba lana sobre
los trozos de madera. Utilizaron ampliamente el cuero, el algodón, la lana y el lino que

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sabían blanquear y teñir con índigo, púrpura y rubia; la lana se impregnaba de los
vapores y después la exprimían para sacar la esencia. Usando ceniza y grasa animal,
obtuvieron jabones. Conocida es también su experiencia en el embalsamiento de
cadáveres mediante el uso de betún, no desconociendo el uso de mordientes, preparan
perfumes, bálsamos, productos de belleza y venenos. Todo esto, constituye la química
egipcia, muy floreciente en la antigüedad.

El legendario Hermes Trismegistus, fundador de la alquimia egipcia,


está representado en la tabla de Esmeralda. La tabla resume los
principios del cambio químico: “El padre es el Sol y la madre es la
Luna, el Viento lo lleva en su vientre y la Tierra es la nodriza”

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En la antigua China se conoció la técnica de la fabricación en porcelana, descubrieron el
salitre e inventaron la pólvora.
Los fenicios extraían la famosa púrpura de tiro del molusco Murex Brandaris, y los
griegos conocían la cicuta, los colores, los aceites vegetales y varios productos
animales, así como diversas operaciones que hoy son considerados dentro de la
Química.
En el Perú preincaico se conocía la cerámica decorada, teñido de fibras textiles,
embalsamiento de cadáveres, metalurgia del oro y plata, etc.
Pero todas estas prácticas eran fundamentalmente empíricas y no constituían una ciencia
ni siquiera en forma rudimentaria.

LA QUÍMICA EN LA ANTIGÜEDAD

El hombre prehistórico, al buscar el origen y la naturaleza de todo lo que le rodea creó


los mitos en los que cada cosa, cada fuerza natural era un dios o una figura humana, de
aquí las teogonías y las cosmogonías de los pueblos primitivos, en las que los
fenómenos que imaginan producidos por la acción de agentes sobrenaturales cuya
intervención explica todas las anomalías aparentes del universo. Este estado teológico
de la ciencia se mantuvo hasta e siglo VI a. C., en que apareció en Grecia un poderoso
movimiento intelectual y sus más grandes filósofos especularon sobre el mundo y sobre
la naturaleza de la materia, y plantearon claramente muchos de los problemas
fundamentales de la ciencia.
Unos de estos problemas estaba dado por la interrogante: ¿De qué está constituida la
materia?, buscando la respuesta en base a un principio de origen permanente, llamado
elemento; así tenemos:
Para Tales de Mileto (aprox. 624-565 a.C.): el agua
Para Anaxímenes (aprox. 585-524 a.C.): el aire
Para Heráclito de Efeso (aprox. 540-480 a.C.): el fuego
Posteriormente, Empédocles de Agrigento (aprox. 500-430 a.C.) aceptó los elementos
de sus antecesores, a los que agregó uno más, la tierra, así como dos fuerzas cósmicas,
el amor y el odio, que son las raíces de todas las cosas.

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Empédocles (400 años A.C.); admitía la teoría atomista para explicar la
esencia ijntima de la naturaleza. Sostenia q la materia se reducia a cuatro
elementos fundamentales: Agua, aire, fuego y tierra.

7
Por lo tanto el mundo material estaría formado por cuatro elementos: tierra, aire, fuego
y agua, que servían de soporte a las cualidades fundamentales de caliente, frío, seco y
húmedo; el aire era caliente y húmedo, el fuego era caliente y seco, el agua fría y
húmeda, la tierra fría y seca.

Representación griega del mundo material mediante cuatro elementos: tierra,


aire, fuego y agua. Según Aristóteles estos elementos son el resultado de las
combinaciones de pares de propiedades o cualidades de la materia

Esta teoría de los cuatro elementos, fue aceptada por Aristóteles de Estagira
(aproximadamente 384-322 a.C.), quién además imaginó un quinto elemento de orden
superior, al que llamó Quinta Esencia, siendo éste de naturaleza aérea, semiespiritual y
difundida en toda la Tierra. Aristóteles, pensador griego e intangible escritor, cuyo
poder y autoridad hizo que esta teoría perdurase unos dos mil años.

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Aristóteles de Estagira(322 años a.C.)

En realidad los cuatro elementos no son más que la generalización y representación de


una observación familiar, pues un cuerpo es sólido (tierra), líquido (agua) o gaseoso
(aire) o bien se encuentra en estado de incandescencia (fuego). Pueden incluso
imaginarse como vestigios lejanos de las teogonías prehistóricas al suponer el hombre
primitivo el dios viento, el dios trueno, el dios lluvia y el dios rayo, que poco irían
perdiendo su carácter sobrenatural y que en la imaginación fogosa de EMPEDOCLES
pasaron a la categoría de simples elementos.

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Por la misma época, LEUCIPO y su discípulo DEMÓCRITO, de Abdera (460-370 a.
J.C.), en oposición a ZENON, de Elea, enseñaron a discontinuidad de la materia
formada de átomos, el ser, y de vacío, el no ser, resultante de los intersticios entre
aquellos, y permitiendo su movimiento. Los átomos son eternos, indivisibles (de donde
deriva su nombre), y de la misma naturaleza, pero difieren en forma, por el orden en que
están colocados en el cuerpo, por su posición relativa y por su magnitud.

Demócrito (400 años a.C.). Admitía que los átomos dotados de movimiento
continuo y que la materia era eterna.

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Esta concepción guarda estrecha relación con las teorías científicas actuales, pero
lamentablemente sus seguidores encontraron una tenaz resistencia por parte de la teoría
Aristotélica, por lo que no se desarrollaron estas brillantes ideas respecto a la
composición de la materia.
Epicuro de Samos (342-270 a.C.) creó la palabra átomo y le asignó un peso esencial; el
atomismo de Demócrito expuesto en forma brillante en el inmortal poema Dererum
Natura del romano Lucrecia, está construido totalmente por conceptos filosóficos, y no
es hasta 1677 en que BOYLE lo establece y DALTON en 1803 lo desarrolla para
explicar ciertas leyes de las combinaciones químicas, que son el resultado de las
observaciones científicas.
Puede parecer sorpréndete que los grandes pensadores griegos no buscasen una
confirmación experimental de sus abstracciones, pero ellos aceptaba que todo
conocimiento debía adquirirse únicamente mediante pura especulación y que el
experimento no sólo era innecesario sino que incluso disminuiría su dignidad. Este
error del empleo del razonamiento sin experimentación mantuvo estacionado el
progreso de la Ciencia durante muchos siglos.
A partir del año 300 a. J. C. la ciencia griega se desplaza a Alejandría, en cuya escuela
florecieron grandes matemáticos, astrónomos y biólogos, si bien fue decayendo hasta
apagarse hacia el año 400 de nuestra Era. En el siglo II a. J. C. las ideas científicas
llegaron a Roma, pero los romanos, guerreros y constructores, pero poco abiertos a las
cosas del espíritu, y estoicos frente a la Naturaleza, no prosiguieron la herencia
científica de los griegos.

LA QUÍMICA EN LA EDAD MEDIA Y EN EL


RENACIMIENTO

La Alquimia puede considerarse bajo dos aspectos: como arte primitivo derivó la
Química y como un sistema filosófico, que alcanzó una duración de cerca de 2000 años.
Su fin principal era la busca del elixir de la eterna juventud y de la piedra filosofal, con
la cual los metales podrían transformarse en oro.
Los alquimistas se llamaban a sí mismos “hijos de Hermes” (Mercurio), contrapartida
griega de Thoth, el dios del arte de curar, en el antiguo Egipto. Los preceptos de

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Hermes Trimegisto o Hermes el Tres veces grande, forman el reglamento de la
hermandad de los laquistas y, según la tradición, fueron grabados por el propio Hermes
sobre una losa de esmeralda (la famosa Tabla de esmeralda).
A pesar del lenguaje misterioso empleado por los alquimistas, a veces bastante ingenuo,
sabemos que lograron importantes descubrimientos y entre ellos pueden citarse como
verdaderos hombres de ciencia los hombres de Libavius, Glouber, Ulstndt, Van
Helmont y Groll, pero cayeron en la más vulgar charlatanería, con los hombres como
Honauer, Caetano, Bragadino y Cogliostro.
Suele afirmarse que los orígenes de la Química deben atribuirse al antiguo Egipto, o
Khem, la tierra del suelo oscuro, y de allí podría derivar Al Khem (el arte del suelo
oscuro).

.
Con el resplandeciente líquido amarillo encendido en la redoma, quizás un símbolo de la
piedra filosofal, Trimosin empieza:”Examinemos la naturaleza de los cuatro elementos”

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Es posible que en la china se halle el verdadero origen de la Alquimia que estuvo ligada
al Taoísmo, sistema filosófico – religioso Ko-Hung (281-361) ya describe la
preparación de algunas medicinas.
Se cree también que, como resultado del comercio de los árabes la Alquimia pasó de
Egipto, Mesopotamia o India a la China, pero todo parece abonar la idea de que se
desarrolló antes en la China que en Egipto y no parece ser que llegará Europa antes del
siglo VIII.
Además de los alquimistas antes citados, cabe recordar los siguientes:
Entre los árabes: Jabie Ihn-Hoijan, Razi, llamado también Rhases y en los últimos
escritos en latín Geber o Giabir y es el mayor representante de la alquimia (720-780
aprox.). Vivió en Bagdad en tiempo de Califa Harem – Al-Raschid.
Avicena, conocido también por Ión Sina (980-1036) famoso médico, llamado el
“Aristóteles de los árabes”.
Vincent de Beauvais (1190-1264).
Alberto Magno (1193-1280), llamado “Doctor Universales”, citado por Dante, conocido
también como el Aristóteles de la Edad Media.
Roger Bacon (1214 aprox. 1294), llamado “Doctor Mirabilis”, profundo creyente en la
alquimia.
Raymundo Llulio (1235 aprox. 1315), “Doctor Illuminatus” noble español, poeta,
filósofo, místico, alquimista, artista y trovador.
Arnoldo de Vilanova (1240-1313), médico catalán, describió la destilación del vino y lo
utilizó en medicina.
Bernard Paissy (1510 aprox. 1589), fue, como Bacon en Inglaterra, un paladín de la
Química en Francia.
Uno de los aspectos de la química antigua fue la Iatroquimica, o “arte de separar
cuerpos para obtener medicamentos, gratos, saludables y seguros”.
Le Febure (siglo XVIII), farmacéutico francés, distingue tres clases de Química:
filosófica, iatroquímica o médica y farmacéutica, que comprende la profesión de
boticario y depende de la segunda. Entre los iatroquímicos notables (algunos ya
citados) figuran Libabius, Glauber y Turquet de mayerne, La iatroquímica decae al final
del siglo XVII, después de los primeros ataques de Robert Boyle, así como la Alquimia
después del siglo XV, a medida que la química se afirma como ciencia. En la época de
la iatroquímica se generalizó el empleo de la destilación y se descubrieron aceites
esenciales, el ácido succínico y el ácido benzoico.

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Estampa moderna que representa al alquimista Sun Po haciendo que de los
árboles broten llamas. A Sun Po también se le atribuye haber descubierto un
elixir de la vida durante sus pruebas de magia hace 2000 años.

Las teorías médicas de Galeno se vieron atacadas por un personaje que se hizo famoso
por sus maravillosas curaciones: Philippus Aureolus Paracelsus, cuyo verdadero nombre
fue Theophrastus Bombastus von Hohenheim, nacido en Suiza hacia 1493 y muerto en
1541. Según Paracelso, la vida es esencialmente un proceso químico, por lo que
abandonó el uso de yerbas y extractos y prescribió sales inorgánicas. Médico, astrólogo
y alquimista fue uno de los promotores de la revolución de las ideas científicas del siglo
XVI.
En los escritos míticos de Paracelso, el corazón es la Luna y el hígado es Júpiter.
Afirmaba que la digestión era producida por un espíritu llamado Archeus. Fue el
primero en llamar alcohol al espíritu del vino.

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LA ALQUIMIA:

En la edad media, y especialmente en el período de 400-1000, conocido por la Edad


Tenebrosa, la preocupación teológica llena los espíritus y únicamente hacia el siglo VII
empieza a adquirir la Ciencia entre los árabes una cierta importancia. Los
conocimientos químicos aprendidos de los egipcios y las ideas filosóficas heredadas de
los antiguos a través de la Escuela Alejandrina, la cual fue fundada por uno de los
alquimistas más famosos como lo fue Zósimo de Panópolis, quien en el siglo III de
nuestra era fundo dicha escuela. Zózimo fundó su trabajo a principio de la unidad de
toda la materia (en lo que no andaba nada desacertado), luego dieron a la alquimia en
manos de los árabes, y después en toda Europa, una significación especial.
Los alquimistas consideraron los metales como cuerpos compuestos formados por dos
cualidades-principios comunes, el mercurio, que representaba el carácter metálico y la
volatilidad, y el azufre que poseía la propiedad de combustibilidad. En el curso del
tiempo se unió un tercer principio, la sal, que tenía la propiedad de la solidez y la
solubilidad. Estos tres principios o elementos, los llamados “tría prima” de los
alquimistas sustituyen en la Edad Media los elementos aristotélicos, y aunque al
principio tuvieron un carácter abstracto, fueron considerados más tarde como
materiales. Consecuencia inmediata de su pensamiento de los alquimistas la posibilidad
de la transmutación de los metales innobles en nobles y, concretamente, la conversión
del plomo, mercurio u otros metales corrientes en oro.

“Della Tramutatione Metallica” por Giovanni Nazari, cerca de


1599. Esta parte bosqueja la “triun prima” o tres elementos
primarios de mercurio, azufre y sal
15
En la figura inferior izquierda podemos observar a Hermes
Trismegistus al lado de la “tria prima” mientras que en la parte
inferior derecha podemos observar a las tres formas de la “tria prima”

En laboratorios del siglo XV, como este que ha sido reconstruido en la ciudad de Cracovia
en Polonia, se inicia nuestra historia. Su prólogo es el romance de la alquimia. Aunque los
alquimistas practicaron una química que a menudo era más arte que ciencia, más
calentamiento de vasijas que experimentación productiva, sus esfuerzos establecieron los
cimientos de la química moderna.
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La balanza y el alambique, los hornos y el fuelle, el mortero y el pistilo, las tenazas, los
embudos, el mazo y la lanza, las retortas, el crisol y matraces, todos los cuales se ven en el
manuscrito francés del siglo XI sobre la alquimia, continúan siendo artículos importantes de
la moderna tecnología e investigación científica.

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El saber de los antiguos se perdió en gran parte con el incendio de la biblioteca de
Alejandría (640 aJC). La actividad científica solo comenzó a reanudarse durante la
invasión de Egipto por los árabes.
Los árabes conquistaron todo el África del Norte y penetraron después en España y así
fue como la Alquimia llegó a Europa.
Esta transmutación, conocida como la “Gran Obra”, debía realizarse en presencia de la
“piedra filosofal” cuya preparación fue la tarea primera los alquimistas. En el siglo XIII
se extendió el objetivo de la alquimia al buscar el “elixir filosofal o de larga vida”,
imaginado como una infusión de la piedra filosofal, el cual debía eliminar la
enfermedad, devolver la juventud, prolongar la vida e incluso asegurar la inmortalidad.
Se comprende que los alquimistas viejos dedicasen sus últimas fuerzas a la consecución
de este sueño.

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Hoy conocemos que el problema de los alquimistas no era en esencia absurda, aunque sí
por la enorme desproporción entre los medios de que disponían y los que serían
necesarios. La producción artificial del oro para la ciencia del Medioevo era un simple
problema de técnica como puede serlo la del diamante para nosotros o la fabricación de
albuminoides.
La Alquimia fue, en general, una práctica secreta debido a los hombres que la
relacionaban con la magia y a causa de Dios, pues los laquistas se creían los elegidos
para ser depositarios de la verdad y por ello no debían divulgar sus conocimientos
Escribieron en un lenguaje hermético describiendo más operaciones que hechos y
haciendo uso de signos y símbolos. Un libro de Alquimia, el Liber Mutus, no contiene
ningún texto sino quince grabados, en su mayoría ininteligibles, para hacer conocer la
preparación de la piedra filosofal.
Para un iniciado, un dragón que se muerde la cola es la imagen de la unidad de la
materia, un pájaro que levanta el vuelo es la sublimación, y un pájaro que desciende a
tierra es la precipitación. Un toro o un león simbolizan la tierra, un águila el aire, una
ballena el agua y un dragón o una salamandra el fuego. Cuando Geber escribe “envíame
los seis leprosos que yo los curaré”, hay que adivinar que los seis leprosos son los seis
metales no nobles y que su curación consiste en su transmutación en oro. Obligados a
escribir en un estilo alegórico, confuso y lleno de misterio, y ofuscados por un exceso
de dogmatismo filosófico, no es de extrañar que la alquimia progresase muy lentamente.
Los trabajos de los alquimistas, aunque infructuosos en el descubrimiento de la piedra
filosofal y del elixir de larga vida, y estériles, por tanto, en la consecución de la “Gran
Obra”, produjeron indudables progresos a la química del laboratorio, puesto que
prepararon un gran número de nuevas sustancias, perfeccionaron muchos aparatos útiles
y desarrollaron técnicas que constituyen la base e la subsiguiente investigación.
La alquimia árabe aparece con su más brillante cultivador Geber (Abou Houssah Diafar
al Sofi Geber), que parece vivió y murió en Sevilla hacia finales del siglo VIII y fue uno
de los sabios más grandes del mundo. Geber escribió numerosas obras y entre ellas la
Summa Perfectionis, el tratado de Química más antiguo que se conoce. Posteriores a
Geber son RHASES o RAZES (siglo X), AVICENA (Siglo XI) cuyo prestigio fue
inmenso como alquimista, filósofo, astrónomo, matemático y, sobre todo, médico, y
AVERROES (1126-1198), nacido en Córdoba, célebre por sus comentarios sobre
ARISTOTELES y que ejerció un gran influjo en el pensamiento medieval.

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ASPECTO DE UN LABORATORIO DE ALQUIMIA

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Fue en el siglo XIV cuando surgieron los aficionados empíricos o “sopladores” quienes
buscaron la rápida adquisición de riqueza y fama mediante la Alquimia, “los adeptos” que
la practicaban en busca de conocimientos y los charlatanes fraudulentos la falseaban.

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Los Alquimistas árabes llegaron a ser verdaderos precursores de la química. Estos investigadores por
buscar el elixir de la vida y la piedra filosofal que transformaba todo metal en oro, si bien no
consiguieron sus objetivos, en cambio hicieron importantes descubrimientos científicos

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Geber (siglo VIII). Introdujo toda una serie de experimentos químicos para llegar a la preparación del oro,
con otros metales.
Expuso una teoría química según la cual todos los metales contienen siempre dos sustancias en proporción
variable. Estas dos sustancias serían el mercurio y el azufre.

23
Hennig Brand (1669) alquimista de Hamburgo (Alemania), buscó la piedra filosofal en la orina. Calentándola
encontró, con gran sorpresa un cuerpo nuevo que emitía luz en la oscuridad: el fósforo.

Se reconoce a los árabes el preparar la sal amoníaco, el aceite de vitriolo (ácido


sulfúrico), y el agua fuerte (ácido nítrico), el agua regia, ciertos sulfuros metálicos,
varios compuestos de mercurio y arsénico, y la preparación del espíritu de vino
(alcohol).

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Hasta las cruzadas el árabe fue la lengua exclusiva de la ciencia, y Córdoba el foco de la
cultura. La reconquista de Toledo en 1805 y la creación de su Escuela de Traductores
lleva a esta ciudad a los estudiosos del mundo latino para aprender árabe y tomar
contacto con la nueva ciencia Los siglos X, XI y XII, de total postración científica en el
mundo occidental, fueron los más florecientes para la ciencia española (arábiga-judaica-
cristiana), la cual al difundirse a toda Europa, originó en el siglo XIII un poderoso
resurgimiento científico en el que la Alquimia adquiere una extensa significación.
Entre los alquimistas del occidente hay que destacar en primer lugar, cronológicamente
y por su sabiduría. A SAN ALBERTO MAGNO (1193 ó 1206-1280), dominico alemán,
llamado el doctor universal y considerado como el ARISTÓTELES de la Edad Media,
y de los pocos que en esta época se dedicaron a observar por sí mismos a la naturaleza.
Profesó en París con un éxito tan extraordinario que tenía que dar sus lecciones al aire
libre, pues ninguna sala podía contener a sus discípulos y admiradores. En 1248 volvió
a Colonia y fue obispo de Ratisbona de 1260 a 1262.
Se debe a SAN ALBERTO la preparación de la potasa cáustica mediante la cal,
procedimiento que aún se practica en los laboratorios. Describe con exactitud la
afinación del oro y de la plata mediante copelación con plomo, establece la composición
del cinabrio, señala el efecto del calor sobre el azufre y emplea por vez primera la
palabra afinidad en el sentido usado hoy día al decir que el azufre ennegrece la plata y
abraza en general a los metales a causa de la afinidad natural que tiene por ellos.
Explica en sus obras la preparación de la cerusa y del minio, y la de los acetatos de
cobre y plomo; expone la acción del agua fuerte (ácido nítrico) sobre los metales, y
señala, el primero, la separación mediante ella del oro y de la plata en las aleaciones
preciosas. En sus escritos se manifiesta enemigo de la ciencia secreta, y cuando se le ve
sostener que el oro de los alquimistas no es oro puro y que el cuerpo obtenido
exponiendo el cobre a los vapores de arsénico no es plata, San Alberto adquiere
categoría de precursor. En su tratado de Alquimia expone las condiciones que debe
reunir un alquimista, y que en su casi totalidad pueden aplicarse a los químicos actuales.
Contemporáneo de San Alberto es el inglés ROGER BACÓN (1214-1294), fraile
franciscano que profesó en París y en Oxford, y la más vasta inteligencia que ha tenido
Inglaterra. En su obra Speculu Alchimiae alude a un aire que es el alimento del fuego y
otro lo apaga, habla de una llama producida al destilar las materias orgánicas y
vulgariza el empleo de la pólvora. Defendió la experimentación y combatió con tesón a

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ARISTÓTELES, fue también un gran físico cuyos trabajos en el campo de la óptica
fueron muy notables.

El alquimista, pintado en 1640 por Ryckaert, que ahora se encuentra en el Museo del
Prado de Madrid, no es más que una de las muchas hermosas pinturas que sobre los
alquimistas medievales pueden encontrarse en los museos de muchas partes del
mundo. Representa un viejo adepto acompañado por su joven discípulo rodeado por
el desorden acumulado en una vida de trabajo.

Debe también mencionarse a SANTO TOMÁS DE AQUINO (1225-1274), el doctor


Angélico, discípulo de SAN ALBERTO en colonia, que escribió un tratado sobre la
esencia de los minerales y otro sobre la piedra filosofal.
RAMON LULL O RAIMUNDO LULIO (1235-1315), el doctor iluminado, fogoso
alquimista y apóstol español, de Mallorca, que escribió numerosas obras e hizo escuela
entre los alquimistas al fijar la atención sobre los productos volátiles de la
descomposición de los cuerpos.
ARNALDO DE VILANOVA (1245-1314), medico alquimista catalán, cuyas obras
publicadas dos siglos tarde ejercieron una gran influencia.
NICOLAS FLAMEL (1330-1418), francés que consiguió enormes riquezas y que hizo
creer a sus contemporáneos que había descubierto el secreto de la piedra filosofal; y el

26
monje benedictino alemán Basilio Valentín (siglo XV), de cuya existencia real se duda
en la actualidad, autor de varias obras, siendo la más conocida El carro triunfal de
Antimonio.
JAVIR ABEN HAYYAM fue un connotado alquimista árabe del siglo VIII, entendido
en la preparación de numerosos compuestos metálicos Hayyam propuso la teoría de
que todos los metales están compuestos de mercurio y azufre, teoría que, aunque falsa,
resultaba sorprendentemente avanzada para su tiempo. Y fueron precisamente los
árabes desde la península ibérica por ellos ocupada, quienes empezaron a difundir sus
conocimientos de alquimia por el mundo occidental.
Los eruditos cristianos de la edad media muy pronto se interesaron en la alquimia, y
aunque Alberto Magno, uno de los mejores intelectos del medioevo, se mostró escéptico
en cuanto a los alquimistas, su discípulo Tomás de Aquino tuvo una actitud mucho más
tolerante e interesada al respecto.
Fue también en la edad media que Roger Bacon, profundizando hondamente en la
alquimia, propuso que estos conocimientos que usaran para la obtención de remedios
médicos, reconociendo así la conexión entre la química (que aunque aún era pura
alquimia empírica) y la medicina.
Los alquimistas medioevales, en su mayor parte, estaban convencidos de que los
metales bajos podrían ser restaurados a un primitivo estado superior, que una vez
tuvieron y luego perdieron. Pensaban, por ejemplo, que el cobre y el hierro podrían
transformarse en oro, si se encontraba la fórmula adecuada para hacerlo: una sustancia
catalítica que vino a ser llamada “la piedra filosofal”. La búsqueda de esta piedra
filosofal (que mucho alquimistas, falsamente, alegaron haber descubierto), así como la
búsqueda del elixir de la vida (pócima a la que se atribuía la facultad de poder restaurar
la juventud), aunque fomentaron mucho la superstición y la charlatanería, también
sirvieron para dar impulso a las experimentaciones alquímicas, acercándolas
paulatinamente al nivel científico que aun no había alcanzado. La alquimia, por
ejemplo, a lo largo de toda la edad media, estaba todavía estrechamente relacionada con
la astrología, lo que explica por que muchos metales y compuestos metálicos fueron
bautizados con nombres relacionados con los cuerpos celestes.

27
Ilustración perteneciente al
famoso "Ripley Scrowle",
relación de los trabajos del
alquimista inglés Goerge
Ripley. En ella podemos ver
un objeto rojo central que es
la Piedra filosofal, circundada
por una serie de escenas que
muestran las siete etapas
mediante las cuales Ripley
afirmaba que podía llegar a
ser conseguida.

Hace cuatrocientos años apareció un libro


con el siguiente título en latín: Artis auriferae
quatn chetniatn vocant (Del arte de hacer
oro, lo que se llama química). Este título
circunscribe los afanes de los químicos de
siglos pasados, a quienes se llamaba
alquimistas: fabricar oro.

28
29
l

Muy lentamente, la alquimia empezó a olvidarse de alcanzar metas tan fantásticas como
la piedra filosofal y el elixir de la vida, concretándose a objetivos más prácticos, pero no
fue hasta principios del siglo XV que se notó un marcado cambio de énfasis. No es que
la alquimia muera de la noche a la mañana, pero si nació una nueva ciencia: la medicina
química, orientada aplicar los conocimientos alquímicos a la curación de los enfermos.
También la aplicación práctica de la metalurgia cobró una nueva importancia. Fue
dentro de este clima cultural, de mayor sensatez, que surgió la figura de Paracelso,
cuyo verdadero nombre era Teofasto Bombasto Von Hohenheim.

Nacido en suiza en 1493, dedicó su juventud al estudio de la alquimia, la metalurgia y la


medicina y, en 1520, pasó a ocupar la cátedra de medicina en la Universidad de Basilea.
Paracelso fustigó duramente a los alquimistas por su obsesión con la búsqueda y
preparación del oro, e insistió en que los conocimientos alquímicos se aplicaran a usos
médicos. Luchó por la aplicación de remedios específicos, y son sorprendentes los
éxitos que obtuvo. Experimentó extensamente con el azufre, mercurio, hierro y arsénico
y encontró propiedades curativas en todos estos metales y metaloides. Fue también el
primer europeo que notó las propiedades curativas del opio. En la misma época también
se destacó la labor científica, no exenta de algún remanente de superstición del alemán

30
Jorge Bauer, autor del tratado Red Metálica. Bauer hizo una clasificación vigente
entonces respecto ala extracción y procesamiento de los mismos, por lo que todavía hoy
se le considera como el padre de la mineralogía.

Paracelso y Bauer abrieron el camino para la investigación de espíritu más


verdaderamente científico y, con la llegada del siglo XVII, surgen en Europa hombres
de ciencia de gran calibre. Reclaman mención el alemán Juan Rodolfo Glauber,
creador de la sal que lleva su nombre y que todavía hoy se usa en medicina como
preparación de efectos laxantes; el flamenco Juan B. Van Helmont, pionero del análisis
cuantitativo en química y quien mejor representa la transición de la alquimia antigua a
la química moderna, también remoto precursor de la actual teoría de las enzimas y
justamente famoso por sus discípulos y seguidores.

El irlandés Robert Boyle (1627-1691), es el primer químico que rompe abiertamente


con la tradición alquimista. En su famosa obra The Sceptical Chymist (El químico
escéptico), aparecida en 1661, establece el concepto moderno de elemento es decir que
son “ciertos cuerpos primitivos y simples que no están formados de otros cuerpos, ni
unos de otros, y que son los ingredientes de que componen inmediatamente y en que se
resuelven en último término todos los cuerpos perfectamente mixtos”, y supone que su
número ha de ser muy superior a los tres alquimistas o a los 4 de los aristotélicos

31
Amedeo Avogadro

ROBERT BOYLE

Boyle es el primer hombre de ciencia que adopta la teoría atómica para explicar las
transformaciones químicas, y sus investigaciones en el campo de la física y de la
química permite considerarlo el precursor de la química moderna al hacer de ella el

32
estudio de la naturaleza y la composición de la materia en vez de ser, como hasta
entonces, un simple medio de obtener oro de preparar medicamentos.
Entre sus más notables descubrimientos hay que mencionar la ley que lleva su nombre
de la comprensibilidad de los gases, el efecto de la presión sobre el punto de ebullición
de un liquido, la clara distinción entre mezclas y combinaciones, el empleo de muchos
reactivos como el nitrato de plata, el gas amoniaco para conocer el ácido clorhídrico y el
sulfhidrato amoniaco que con el nombre de licor de Boyle debía adquirir una gran
importancia en química analítica, la utilización del jarabe de violeta como indicador
para distinguir los ácidos y bases, y la obtención de nuevos e importantes compuestos.
Sus ensayos acerca de la oxidación del cobre le llevan casi al descubrimiento casi del
aire, pero estos experimentos están muy anticipados con respecto a las ideas existentes
en su época. No obstante, Boyle mantiene la idea de la transmutación de los metales y
atribuye al fuego un carácter material.

Alquimia Oriental: la alquimia nació en el oriente. Estaba arraigada en las culturas de


la edad de bronce de Egipto y Mesopotamia, en donde surgieron la metalurgia, el teñido
de las telas y la fabricación del vidrio. Fue en Alejandría, durante el siglo III A.C.,
cuando estas artes técnicas aunada al pensamiento especulativo de los griegos
originaron la alquimia. Por medio de la conquista y el comercio, la alquimia se extendió
hacia Arabia, india y china en donde se fusionó con las prácticas y filosofías de estas
culturas orientales. Por ejemplo, a los alquimistas árabes de los siglos VIII y IX de la
era cristiana Jabir Ibn Hayyan y Al-Razi (Rhazes), se debe la teoría de que los metales
estaban compuestos de mercurio y azufre, teoría que después influye poderosamente en
el pensamiento de los alquimista europeos. El taoísmo del alquimista chino del siglo IV,
Ko Hung se reflejó en la incesante búsqueda de los alquimistas tras el elixir de la vida,
en los siglos subsiguientes.

La Alquimia llega a Europa: desde sus raíces primitivas en las artes prácticas de las
culturas de Egipto, Mesopotamia, Persia, y la filosofía especulativa que surgió en
Mileto, Clazomene, Abdera y otros pueblos del egeo, la alquimia apareció en Alejandría
hace 22 siglos. De la fusión del misticismo y la astrología egipcia y babilónica con el
pensamiento helénico, brotó una profusión de metas, simbolismos y prácticas
alquimistas. Posteriormente el comercio entre el imperio romano y el oriente ocasionó
grandes modificaciones es la alquimia alejandrina. El paganismo de la Roma de los

33
césares y el taoísmo de china quedaron entretejidos en las alegorías místicas de las artes
alquímicas. Más tarde, los sabios bizantinos nutrieron y conservaron estas artes. Para el
siglo VIII D.C. cuando aun no había transcurrido 200 años del nacimiento de Mahoma,
la espada de Islam forjó un poderoso imperio, en su nombre. El imperio mahometano se
extendía hacia el occidente desde las fronteras de la India, a través de Persia, Arabia,
Egipto y todo el norte de África, al otro lado del mediterráneo y el interior de la
península Ibérica. Al conquistar los musulmanes las antiguas tierras donde fructificaba
la alquimia, la adoptaron, la embellecieron y la llevaron con ellos. Y así fue como la
alquimia llegó a Europa, entrando por granada y floreciendo en el espléndido califato
morisco de Córdoba. Principalmente a través de las traducciones de los textos árabes al
latín, particularmente en Toledo, y el paso de esos al otro lado de los pirineos, que
dividen a España de Francia, por Barcelona y Bayona hizo posible que el magno legado
de la cultura sarracena llegara a formar parte de la historia futura de Europa.

Una doctrina fundamental de la alquimia alejándrica fue la unidad esencial de la


materia, que viene simbolizado en esta página del siglo XV por la serpiente
enroscada. También se muestra en un antiguo alambique

34
Alquimia Medieval: Mediante los esfuerzos de los grandes intelectuales medievales,
como Roger Bacón y Alberto Magno, se recopilaron informes enciclopédicos sobre
todos los aspectos del conocimiento. Así, durante la edad media, la alquimia tuvo
amplia difusión atrayendo a hombres de todos los credos. Los aficionados empíricos o
sopladores buscaron la rápida adquisición de riquezas y fama mediante la alquimia; los
adeptos la practicaban en busca de conocimientos, los charlatanes fraudulentos la
falseaban en beneficio propio. Alquimistas de la corte se ufanaban vanamente en la
transmutación de los metales en oro, para lograr estabilizar las finanzas de las
monarquías europeas. Al finalizar el siglo XIV, el oleaje medieval de la alquimia se
había calmado. Ya por entonces, se tenían mayores conocimientos químicos y se
disponía de nuevas técnicas. Después la alquimia quedó envuelta en el misterio y dio
escasos frutos.

Simbolismo de la Alquimia: En el transcurso de su larga historia, la alquimia se llenó


de misteriosos simbolismos. Muchos de los primitivos simbolismos procedían de la
mitología. Por ejemplo la lanza y el escudo de Marte, representaba el hierro. El espejo
de Venus, representaba el cobre, ya que Venus apareció primero en las playas de
Chipre, isla famosa por sus minas de cobre. A medida que las prácticas de la Alquimia
se difundieron por toda Europa Medieval, dichos símbolos universales se fueron
perdiendo en la gran proliferación de símbolos personales que fueron surgiendo con el
propósito de ocultar el significado de los escritos sobre alquimia, así como para
añadirles misterio y carácter mágico. Por ejemplo, en un manuscrito italiano del siglo
XVII, tan sólo el elemento mercurio está representado por veinte símbolos diferentes y
treinta y cinco nombres. Probablemente los ejemplos más oscuros del simbolismo de la
alquimia medieval se pueden encontrar en el SPLENDOR SOLIS (esplendor del sol),
escrito en el siglo XVI por el adepto Salomón Trismosin. Aunque resulta muy difícil
interpretar la alquimia alegóricamente simbolizada en cada ilustración, la belleza irradia
de cada una de ellas. Aunque la ciencia de Salomón Trismosin puede continuar oculta,
la forma de vida de su época está vívidamente representada.

35
Abajo, a la izquierda, figuran
representaciones simbólicas de tres
procesos de la alquimia tal y como se
encuentran ilustrados en THE CROWN OF
NATURE, una obra inglesa del siglo XVI.

36
SIMBOLISMO DE LA
QUÍMICA

37
SIMBOLISMO DE LA
QUÍMICA

38
Adelantos de la Química:

El químico del siglo XIX, J.B. Dumas escribió que la ciencia de la química nació en el
torno del alfarero, en el taller del vidriero, en la forja del herrero y en el salón del
perfumista. Sin embargo, cada una de estas ingeniosas actividades no habrían existido
sin los siglos de desarrollo evolutivo que imprimieran los alquimistas al equipo y
manipulaciones técnicas. En la persecución por siglos de sus metas, los alquimistas
trataron toda clase de materiales: metales, minerales, vegetales, carne, pelo, plumas,
huesos y excremento; con toda clase de procedimientos: calcinación, sublimación,
fermentación, amalgamación, reverberación, rectificación y filtración. Ellos
emprendieron sus tareas usando una extensa variedad de equipo que fueron ideando a
medida de sus necesidades. Muchos de sus burdos artefactos se han ido perfeccionando
hasta convertirse en piezas que son hoy día parte de los elaborados instrumentos de
laboratorio o de complejos aparatos industriales. Indudablemente, el procedimiento
fundamental de la alquimia fue la destilación, y el aparato básico fue el alambique. Aún
hoy, la destilación es la operación unitaria de mayor importancia en la industria química
y la técnica más importante de separación en el laboratorio de investigación. Aunque a
menudo la alquimia evoca imágenes de magia y fraude, de místicos encantos y
misteriosos simbolismos, sus tangibles contribuciones al desarrollo de las técnicas
químicas y dispositivos para el estudio de la naturaleza de las cosas, constituyen un
capítulo muy significativo dentro de su larga historia.

Adelantos médicos de la Alquimia: Ya para el siglo se había manifestado un lento


alejamiento de la fanática y fútil búsqueda alquimista en pos de la transmutación.
Los esfuerzos se enfocaron hacia la preparación de medicinas para curar las
enfermedades corporales de la humanidad. Esta actividad de la iatroquímica o química
medicinal, tuvo su paladín más destacado en Paracelso, quien nació en Suiza en 1493.
Paracelso fue un renombrado médico y cirujano, que atacó las creencias y prácticas –
médicas de su época con lenguaje sarcástico e hiriente pluma. Estas creencias se
fundaban en las ideas del sabio romano del siglo II: Galeno, quien creía que el cuerpo
estaba constituido de cuatro humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra, y que

39
las enfermedades resultaban de un desequilibrio entre ellas. Aún en el siglo X eran
utilizadas por el médico árabe Avicena. Pensando que las alteraciones del cuerpo eran
de naturaleza química. Paracelso efectuó experimentos para encontrar remedios
químicos específicos contra enfermedades específicas y tuvo mucho éxito. Fue el primer
europeo que utilizó el opio por sus propiedades medicinales, y los compuestos de hierro,
mercurio y arsénico que administró todavía figuran en las farmacopeas actuales.
Aunque en su época fue muy calumniado, ahora se reconoce a Paracelso como el primer
profesional verdadero de la medicina química. Desde entonces, la química ha sido
siempre un aspecto importante de la educación y práctica médica.

Las dos ilustraciones que están a la derecha son de un


tratado medieval italiano. Se enfatiza la importancia que
tenía la destilación para el alquimista. Si uno deseaba
obtener “agua celestial” (izquierda) o “la quinta esencia
del agua de la vida” (derecha) había que emplear el
alambique para alcanzar las metas deseadas.

40
La vida del alquimista alemán Bötger es símbolo de la alquimia
misma. Fracasando en la transmutación, como se muestra a la
izquierda, se dirigió hacia actividades más fructíferas. En 1709
descubrió el progreso para reproducir la porcelana blanca y
translúcida de los chinos, la cual esté representando a la
derecha

La Vendimia: Hemos seguido veinte siglos de afanes alquimistas, desde sus antiguas
raíces en la edad de bronce en Egipto y Mesopotamia, hasta sus florecientes alturas en la
Europa medieval. No se puede precisar exactamente el momento en que el romance de
la alquimia se transformó en la aventura de la química. La transición seudo-ciencia,
magia y arte, a la sistemática investigación experimental acerca de la naturaleza de la
materia, la energía y su cambio fue gradual. Lo que es cierto es que de sus búsquedas
fútiles en pos de la transmutación física para obtener el metal perfecto y de sus
esfuerzos no menos triviales para alcanzar la transmutación espiritual de la que surgiera
el hombre perfecto, los alquimistas dejaron un legado glorioso. Equipo, técnicas y
procesos de valor imperecedero fueron transmitidos al futuro. En su persecución de la
simiente de oro entre el polvo y a través de los siglos, los alquimistas desenterraron
cuánto menos cuatro elementos: antimonio, arsénico, bismuto y fósforo; y descubrieron
centenares de compuestos y mezclas importantes. Bien podríamos finalizar nuestro

41
prólogo e iniciar nuestra historia con las palabras del gran filósofo inglés del siglo XVII
Francis Bacon.
La alquimia puede compararse con el hombre que dijo a sus hijos que les había legado
algo de oro enterrado en alguna parte de su vida; en donde por más que cavaron no
encontraron oro, pero revolviendo el mantillo alrededor de las raíces de las viñas,
recogieron una ubérrima vendimia.

Obtención del espíritu de vino.

En la parte superior están representados los


famosos alquimistas Geber, Arnau de Vilanova,
Rhazes y el legendario Hermes Trismegistus.

42
La Teoría del Flogisto: Los químicos de la época de Boyle estaban poco preparados
para aceptar sus ideas; pero en cambio, atraídos por sus experimentos acerca de los
gases, investigaron con estas nuevas substancias y estudiaron de una manera general el
problema de la combustión.

Se debe a Georg Ernst Stahl (1660-1734), químico y médico alemán, la teoría del
flogisto, que aunque falsa, tiene no obstante el mérito de ser la primera teoría capaz de
coordinar el conjunto de los fenómenos esenciales de la combustión y de la reducción.
Stahl basa su teoría en las ideas del alquimista alemán J.J. Becher (1635-1682), el cual,
al admitir el elemento terroso, el elemento combustible y el elemento metálico no hace
más que desarrollar la vieja noción de los tres electos cuyo origen debe buscarse en las
exhalaciones de Aristóteles; un claro ejemplo de la supervivencia de las ideas.
La teoría del flogisto, conocida también como sublime teoría supone que toda sustancia
combustible, tal como un metal, contiene un principio inflamable, denominado
posteriormente Flogisto; en la combustión se desprende el flogisto con acompañamiento
de luz y calor y queda un residuo, la ceniza o cal del cuerpo combustible. Cuanto más
inflamable es un cuerpo tanto más rico es en flogisto. El proceso de combustión puede
expresarse en la forma simplificada siguiente:

Metal (en la combustión)  Cal + Flogisto

43
El principal interés de la teoría esta en que explica el fenómeno inverso de la
combustión, la reducción, pues si se calienta la cal (las cenizas metálicas) con una
sustancia rica en flogisto, tal como el carbón, esta cede su flogisto a la cal y el metal se
revivifica. Esto es, abreviadamente,

Cal + Carbón  Metal

Así, por ejemplo, el plomo calentado en el aire se transforma en un compuesto amarillo,


el litargirio: el plomo es litargirio más flogisto. El carbón arde y casi no deja cenizas; es
flogisto casi puro. Si se calienta litargirio con carbón recupera la cantidad precisada del
flogisto y se convierte de nuevo en plomo metálico.
Varios metales tratados por diversos ácidos desprenden el mismo gas, el aire inflamable
(nuestro hidrogeno), que era así considerado como el flogisto común a todos los
metales. El negro de humo era imaginado como el flogisto puro.
Varias dificultades se presentaron a la teoría del flogisto. Se sabría que el calcinar un
metal y formarse su cal aumenta el peso esto es, la perdida del flogisto era acompañada
por un aumento de peso, y también que el aire era necesaria para la combustión. El
primer hecho pudo explicarse mediante la hipótesis fantástica

44
Teoría del Flogisto

La Teoría del Flogisto supone que toda sustancia combustible tal como un metal,
contiene un “Principio Inflamable”, denominado posteriormente Flogisto. En la
combustión se desprende el Flogisto con acompañamiento de luz y calor, y queda
residuo, “ceniza” o “cal” del cuerpo combustible.

La Teoría del Flogisto se debe a Georg Ernst Stahl (1660-1734), químico y


médico alemán, no obstante de ser una teoría falsa tiene el mérito de ser la
primera teoría capaz de coordinar el conjunto de los fenómenos esenciales de
la combustión y de la reducción.

45
Adicional de que el flogisto tenia un peso negativo, y el segundo al suponer que un
medio era necesario para absorber el flogisto análogamente a una esponja absorbe el
agua, si bien no se comprendía la razón de que el aire residual ocupase un volumen
menor que el aire primitivo.
La teoría del flogisto, ejemplo claro del carácter provisional de las teorías científicas,
pudo servir de guía a los grandes investigadores del siglo XVIII cuya labor
experimental constituye la base de la Química como ciencia. Citaremos unos pocos
nombres.
Aprovechando los avances logrados por sus precursores, el francés Etienne Geoffroy, en
1718, distribuyó las sustancias químicas entonces conocidas en una “tabla de
afinidades”.
René Antoine Reaumur (1683-1757), naturalista, químico y físico francés, cuyas
investigaciones sobre la fundición del hierro permiten considerarlo como fundador de la
siderurgia científica y uno de los instauradores de la industria moderna.

46
Andreas Sigismund Marggraf (1709-1782), químico alemán, descubrió un nuevo
procedimiento para obtener el fósforo y el ácido fosfórico, obtuvo el cinc a partir de sus
minerales y distinguió por la coloración a la llama las sales sódicas de las potásicas. Sus
estudios acerca de la extracción del azúcar a partir de la remolacha hicieron posible su
fabricación industrial desde 1796.
M.W. Lomonossoff (1711-1765), químico ruso, realiza experimentos sobre la
calcinación de los metales en vasos cerrados, con empleo sistemático de la balanza.
Además establece la constancia de la materia en los procesos naturales o leyes de
conservación de la masa, atribuye la combustión a una combinación del cuerpo con el
aire y explica las propiedades de los cuerpos a partir de la existencia de los átomos y
moléculas (en 1743), es decir mucho antes que Jhon Dalton. Pero lamentablemente para
su época, sus ideas fueron muy avanzadas, razón por la cual fueron ridicularizadas y
olvidadas, hasta su descubrimiento y publicación por su compatriota Menschutkin 1904.

Joseph Black (1728-1799), profesor e investigador inglés, descubre el gas carbónico al


que llamó aire fijo por ser fijado por la cal y el primer aire artificial identificado por los
químicos. Sus estudios cuantitativos acerca de los carbonatos son modelo de lógica y

47
unidad y sirvieron para dar al mundo científico una idea clara de la naturaleza de la
combinación química.
T. Olaf Bergmann (1734-1784), químico, matemático y mineralogista sueco, edifica
las bases del análisis químico, reconoce el carácter ácido de una disolución de gas
carbónico y tiene del aire una concepción exacta al considerarlo una mezcla de tres
fluidos, el ácido aéreo (gas carbónico), el aire viciado (nitrógeno) y el aire puro
(oxígeno).

Karl Wilhelm Scheele (1742-1736), químico sueco, es el investigador más


extraordinario de todos los tiempos. Sus experimentos con el dióxido de manganeso le
llevan al descubrimiento del oxígenos (algo antes que Priestley, si bien lo publicó
posteriormente) y del cloro al que llamó espíritu desflogisticado; estudió el primero
diversos ácidos como el fluorhídrico, tartárico, oxálico, cianhídrico y molíbdico, aisló el
gas sulfhídrico y la arsenamina, e investigó la naturaleza de numerosos compuestos. El
nombre de Scheele ha quedado unido al arsenito de cobre, que se conoce como verde de
Scheele, y en el mineral Scheelista (wolframato cálcico). En su tratado elemental del
aire y del Fuego indica que el aire es una mezcla de dos gases distintos, el aire ígneo y
el aire viciado.

48
Joseph Priestley (1733-1804), teólogo unitario inglés, no fue químico de profesión,
pero, hábil experimentador, desarrolló y perfeccionó la técnica de preparación, recogida
y manipulación de los gases. Demostró que las plantas verdes convertían el aire
respirado en aire respirable, preparó y estudió numerosos gases (cloruro de hidrógeno,
amoníaco, dióxido de azufre, óxidos nítrico y nitroso, peróxido de nitrógeno,
fosfamina, etileno, etc.), investigó el nitrógeno y en 1 de agosto de 1774 al concentrar
mediante una potente lente los rayos solares sobre el óxido mercúrico obtuvo el
oxígeno, su mayor descubrimiento. Su tenaz adhesión a la teoría del Flogisto le impidió
progresar en la interpretación de sus valiosas investigaciones y así designó el oxígeno
como aire desflogisticado.
En el siglo XVIII, el sueco Carlos Guillermo Scheele (fallecido en 1786, a la edad de
44 años) dio un gran impulso a la ciencia química. Fue él quien descubrió que los dos
principales componentes del aire son el oxígeno y el nitrógeno, y también descubrió el
silicio, el ácido fosfórico y el ácido arsénico, así como los ácidos tartárico, láctico,
úrico, prúsico, oxálico, cítrico y málico. El descubrimiento del hidrógeno se produjo en
1766, gracias al inglés Henry Cavendish, quien también logró la síntesis del agua,

49
entendiendo que ésta se componía de un 20.83% de oxígeno y un 79.17% de hidrógeno
(cifras que se acercan notablemente a las que hoy sabemos ser exactas).
Henry Cavendish (1731-1810), aristócrata inglés, dueño de una gran fortuna, dedicó
toda su vida a la Química. Se ha dicho de él que fue el más rico de todos los sabios y el
más sabio de todos los ricos. Fue el primero que utilizó la cuba de mercurio, al hacer
actuar el ácido sulfúrico y el ácido clorhídrico sobre el hierro, el cinc y el estaño
descubrió en 1776, el hidrógeno, gas ya entrevisto por Paracelso al que llamó aire
inflamable. Al medir la densidad comprobó en cada caso que se trataba del mismo gas,
y al quemarlo en el aire ordinario y en el oxigeno encontró, con sorpresa, que se
formaba agua y que las proporciones en dichos gases se combinaban eran de dos
volúmenes del aire inflamable por un volumen de aire desflogisticado. La síntesis del
agua realizada en 1781 constituye una fecha señalada en la historia de la química. En su
análisis del aire halló un 20.8% de oxígeno, calor muy próximo al verdadero, y
sospechó la existencia del argón. Investigó también en el campo de la física y fue el
primero en determinar la densidad de la Tierra, encontrando el valor de 5,48,
notablemente exacto. CAVENDISH, químico flogista, no supo comprender la
importancia de sus investigaciones acerca de la síntesis del agua.
Los trabajos de Scheele y Cavendish culminan con Antonio Lorenzo Lavoisier a quien
le corresponde un sitial único en la historia de la química.
El resultado de las investigaciones de Lavoisier puede resumirse en su famosa ley de la
conservación de la materia. “Puede aceptarse como un axioma escribió que en toda
operación existe una cantidad igual de materia, antes y después de la operación; que la
calidad y la cantidad de los principios permanecen iguales, y que sólo ocurren cambios
y modificaciones.

50
Joseph Priestley (1733-1809)
Otro partidario del flogisto, además de los gases de la combustión estudió la
respiración de los animales y de las plantas. Descubrió el Nitrógeno,
Anhídrido Carbónico y el Oxígeno.

51
Henry Cavendish (1731-1810). Fue el primero que utilizó la cuba de Mercurio, y al hacer
actuar el Ácido Sulfúrico y Ácido Clorhídrico sobre el Fierro, Zinc y Estaño, descubrió
en 1766 el Hidrógeno. Demostró que en la combustión del Hidrógeno se forma
solamente Agua.

52
Todo el arte de hacer experimentos en química se basa en esta ley; todo lo cual fue
luego expresado, más brevemente, con la famosa frase: “la materia no se crea ni se
destruye, solamente se transforma”. Lavoisier, en colaboración con Berthollet, ideó un
nuevo sistema de nomenclatura para los elementos químicos, y lo expuso en su Tratado
Elemental de Química, publicado en 1789, el mismo año de la Revolución Francesa,
obra que tuvo rápida difusión y aceptación en Europa.

LA IATROQUÍMICA Y EL RENACIMIENTO QUÍMICA

IATROQUÍMICA

En el siglo XVI se comenzaron a abandonar los principios de la alquimia, para


dedicarse a las teorías referentes a la curación de enfermedades.
La Iatroquímica y la Alquimia son las dos ramas de la química que coexisten en estado
de permanente confrontación entre ellas a lo largo de toda la Edad Media
Aunque la transmutación de los metales fue creída hasta el siglo XIX, la alquimia fue
perdiendo su carácter ideal para ser, en un gran número de sus supuestos cultivadores
charlatanería y engaño llegándose a prohibir por reyes y papas. Al principio del siglo
XVI los esfuerzos de muchos alquimistas se dirigen a preparar drogas y remedios. Así
tenemos:
Paracelso (1493-1541): "la misión de la alquimia era la curación de la enfermedad”.
Aparece una transmisión entre la alquimia y la verdadera química, que se conoce como
IATROQUÍMICA o QUÍMICA MÉDICA. Paracelso, cuyo verdadero nombre es
FELIPE AUREOLO TEOFRASTO BOMBAST de HOHENHEIM, médico suizo,
alquimista y profesor de carácter violento, jactancioso y charlatán, pues pretendió haber
realizado un minúsculo ser de carne y hueso, el homúnculus, desempeñó la primera
cátedra de química creada en Basilea, en 1527, la que abandonó para viajar a toda
Europa, ejerciendo una gran influencia más que por sus propios descubrimientos, por el
ardor con que defendía sus ideas.

53
Paracelso fue el fundador de la Iatroquímica, que introdujo en la medicina doctrinas nuevas e
independientes de la Ciencia. Consideraba al hombre como una combinación química y decía
que las enfermedades se precipitaban cuando dicha combinación se alteraba. Fue el primer
europeo que utilizó el opio por sus propiedades medicinales, y los compuestos de Hidrógeno,
Mercurio y Arsénico

54
Contemporáneo de Paracelso es Georg Agricola (1496-1555), su verdadero nombre
Landmann, médico sajón, que en su obra De Re Metallica expone en forma clara,
desprovista de especulaciones filosóficas, todos los conocimientos metalúrgicos de la
época, y en que se manifiestan preocupaciones de químico y de ingeniero. La
Metalurgia, había adquirido en esta época, en los distritos mineros de Bohemia un gran
desarrollo lo que condujo a una fabricación industrial de ácidos y a practicar el ensayo
de minerales, inicio del análisis químico.
Seguidores de Paracelso, pero más claros y menos imbuidos de superstición, son
LIBAVIUS(1540-1616), médico alemán que prepara el cloruro estánnico, estudia los
fundentes en Metalurgia y obtiene muchos medicamentos; VAN HELMONT (1577-
1644), médico belga profundamente religioso y un gran investigador es notable su
investigación acerca del crecimiento de un pequeño sauce, que duró cinco años que
combate los cuatro elementos de ARISTOTELES, eliminando el fuego y la tierra, que
inventa la palabra gas y al que debemos los estudios sobre el gas silvestre( gas
carbónico); y LEMERY (1645-1715) que escribe su voluminoso Tours de Chynie en el
que describe las distintas operaciones de la química.
Pero en ésta época en llamado siglo rebelde, se había creado en Europa un nuevo clima
intelectual. El renacimiento, primero en el campo de la literatura y después en el de las
artes que pasó pronto al pensamiento científico, y al unirse observación y teoría se inicia
la ciencia experimental que sustituye a las especulaciones filosóficas de la Edad Media
Las nuevas ideas consiguieron grandes progresos en matemática, en Física y en
Filosofía, y al pasar después a la química modifican la vieja mentalidad de sus
cultivadores; desaparece el hermetismo de sus escritos se comunican los resultados de
sus observaciones, para lo cual se crean en muchos países Academias Científicas, y solo
se precisa de disponer de una técnica de medición para que la Química pueda desarrollar
su carácter de verdadera ciencia.

La investigación iba avanzando con mayor rapidez que la clínica, y así, la enseñanza de
ésta en las universidades seguía estancada en los clásicos. El espíritu joven de entonces,
al no poder desarrollarse en el ámbito del aristotelismo universitario, se canalizó por
otras vías y esto dio lugar a que nacieran otras instituciones: las academias. Algunas,
como la Academia dei Lincei (Academia de los Linces) de Roma funcionaban en forma
de reuniones de sabios para presentar y discutir sus investigaciones, otras, como la
Royal Society de Londres, estaban abiertas a los aficionados, otras, como la Académie

55
des Sciences de París, eran organismos del estado, pero en todas se cultivaba la nueva
ciencia. Todas estas academias y también la Academia Leopoldina de Alemania se
fundaron en el siglo XVII.
Entre las corrientes de avanzada de la época estaban la Iatroquímica y la Iatrofísica.
Ambas tenían un carácter marcadamente reduccionista, extremo para esa época,
pretendiendo la primera reducir los fenómenos vivientes, normales y patológicos, a
explicaciones químicas, y la segunda, bajo influencia cartesiana, a explicaciones físicas.
Ninguna tuvo gran éxito, sus aportes fueron relativamente pocos. La Iatroquímica
dominó en el norte de Europa, mientras la Iatrofísica, bajo la influencia de Descartes y
Galileo, lo hizo en el sur.
Frente a los iatrofísicos se situaban los iatroquímicos, sucesores de la medicina
paracelsiana, que intentaban dar una interpretación química (más bien alquímica) a los
procesos fisiológicos. A pesar de que la iatroquímica fue el primer movimiento que
aspiró a construir un sistema médico moderno, la pesada carga alquímica hizo que se
dogmatizara y dejara de tener consistencia racional. Incluso con los esfuerzos del
iatroquímico holandés Franz de la Boë (1614-1672) este movimiento se hizo
irreconciliable con la nueva química que estaba naciendo (Boyle).
La IATROQUÍMICA es el intento especulativo y experimental de entender el
movimiento propio de los seres vivientes reduciéndolo a procesos químicos que
acontecen en el organismo. En este caso se distingue también entre el “proceso químico
elemental” o la “forma elemental” de las transformaciones sustanciales de la materia
viva, por un lado, y la fuerza o principio animador por el cual se engendra y se lleva a
cabo la operación química. En el Barroco ese proceso químico elemental se llama
“fermentatio” y debe ser entendido como “transformación material de orden químico”.
Desde el punto de vista histórico social la Iatroquímica fue un fenómeno anglosajón,
neerlandés y germánico. Como señala Laín, el protestantismo naciente se inclinó en
medicina hacia la quimiatría; por el contrario, el catolicismo permaneció en el
galenismo o trató de renovarse desde la Iatromecánica.

• El sistema iatroquímico, vigente durante la segunda mitad del siglo XVII, asumió las
interpretaciones paracelsistas, pero eliminando sus elementos panvitalistas y
metafísicos, que sustituyó por el mecanicismo, el atomismo y el método científico
inductivo.

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PRINCIPÀLES REPRESENTANTES:

Un primer representante de la Iatroquímica es Juan Bautista van Helmont (1577-


1644), de familia distinguida de Bruselas. Estudió en Lovaina. Públicamente manifestó
van Helmont su admiración por Paracelso. Físico y químico belga, fue el primer
científico que distinguió entre los gases y el aire. Fue pionero en la
experimentación y en una forma primitiva de bioquímica llamada Iatroquímica.
Helmont pensaba que los elementos básicos del Universo son el aire y el agua. Creía
que las plantas estaban solamente compuestas de agua y pretendía haber demostrado
esta teoría al plantar un sauce llorón de peso conocido en una porción de suelo
determinado y pesar el sauce y el suelo cinco años después. El sauce había aumentado
76,7 Kg. y el suelo no había perdido apenas peso. Mantenía que el árbol había ganado
peso sólo por el agua que había tomado, sobre todo de las lluvias (para la explicación
moderna de este experimento). Sus obras fueron publicadas después de su muerte en
1648 como Ortus Medicinae; vel, opera et opuscula omnia.
Y al igual que Paracelso, Van Helmont incluye en su concepción elementos metafísicos.
Creía también en el archeus como principio vital, que para actuar necesitaba del
fermento. Los elementos fundamentales en todos los cuerpos eran el agua y el fermento,
el individuo estaba compuesto de tres esferas: archeus, alma sensitiva y mens: el
espíritu, lo divino. Pensaba que los agentes nocivos modificaban el archeus, con lo que
también se alteraba el fermento, y esta alteración se manifestaba en la materia con
sedimentaciones. Las enfermedades, las ideae morbosae, pasaban a ser perturbaciones
metabólicas con manifestaciones locales según las sedimentaciones.

El representante principal de la Iatroquímica fue el clínico alemán Franz de le Boë


(1614-1672). Sylvius descendía de una familia de hugonotes apellidada primitivamente
Dubois, al parecer pariente del primer Sylvius. Estudió en Alemania, Holanda y Paris y
por último, regresó a Holanda para radicarse en Leiden. Estaba convencido de la
importancia de la anatomía y escribió una obra anatómica que dejó su nombre asociado
a la cisura lateral del cerebro. Después de trabajar diecisiete años como médico práctico
con gran éxito, aceptó una cátedra de medicina en Leiden. Allí Sylvius, siguiendo el
modelo de Italia, puso el hospital al servicio de la enseñanza. Depuró a la iatroquímica
de Van Helmont de los elementos metafísicos como el archeus. Pensaba que el proceso
fundamental del organismo viviente era la fermentación, cuyos productos finales eran

57
los ácidos y álcalis. Creía que lo normal consistía en un equilibrio de estas substancias,
y la enfermedad, en una perturbación de ese equilibrio.
Tanto Van Helmont como Sylvius se expresaban en conceptos químicos y ambos
hicieron útil la química para la medicina. Pero son muy diferentes: el uno católico y
místico, el otro hugonote y racionalista.
En la clínica, en que se debatían las dos corrientes nuevas de la Iatrofísica y
Iatroquímica, no se produjeron mayores progresos salvo uno que provendría de un
médico práctico inglés: Thomas Sydenham. Y así la clínica se enriqueció con una de las
ideas más importantes de la medicina: el concepto ontológico de enfermedad.

Sydenham ha sido llamado el Hipócrates inglés, el Hipócrates de su siglo. En su


epitafio se lee: medicus in omne aevum nobilis. No fue un erudito ni un escritor
fecundo, fue un médico práctico. Los progresos en la anatomía y fisiología aún no se
traducían en avances de la clínica, en que reinaba una crisis: la antigua concepción cuyo
valor se ponía en duda no se había reemplazado por una nueva.

Sydenham se dedicó por entero a los enfermos. Era un seguidor de los preceptos
baconianos, de manera que aquilataba su experiencia con todo tipo de observaciones
hechas en su práctica. Y su interés se centró en qué eran las enfermedades, y para ello
consideró necesaria la observación clínica desde la aparición de los síntomas hasta su
desaparición, es decir, el conocimiento del curso natural de la enfermedad. Al aceptar la
existencia de entidades morbosas, había que reconocer qué síntomas eran propios de
tales, y qué síntomas eran atribuibles a peculiaridades del individuo enfermo. Y para
lograr tal propósito había que ser muy buen observador, muy buen clínico. Así nació el
concepto ontológico de enfermedad como entidad morbosa abstracta pero abstraída de
la observación real de los pacientes. Entidades, por lo tanto, que pueden estudiarse en
los libros. Y la importancia de reconocer estas entidades estaba en la posibilidad de
mejorar el tratamiento en lo posible con uno específico. Describió el cuadro clínico de
la gota, de la que él mismo padecía, y de diversas enfermedades epidémicas, así, de la
viruela, disentería, sarampión, sífilis y de la corea menor, que también lleva su nombre.
Además hizo aportes en la terapéutica: introdujo el hierro en el tratamiento de la
anemia, utilizó la quina en el paludismo e ideó varios derivados opiáceos como el
láudano que lleva su nombre.

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Así, con la guía del concepto de Sydenham, empezaron a estudiarse diferentes
enfermedades tratando de delimitar los cuadros clínicos y cursos naturales propios.
Aparecen monografías sobre la apoplejía, tuberculosis, raquitismo. Vieussens y Lancisi
comenzaron a estudiar las enfermedades cardíacas y Ramazzini, las profesionales. Y
cuanto más se investigaba con esta idea en mente, más enfermedades se descubrían.
Sydenham era humoralista, pero su concepción no partía de los humores galénicos sino
de ideas modernas, de ideas de avanzada, era, por lo tanto, un clásico de vanguardia.
El concepto de entidad morbosa se iba a ver reforzado un siglo más tarde con el
fundamento anatómico en la obra de Morgagni, y otro siglo más tarde, en la era de la
bacteriología, cuando muchas de estas entidades clínicas o anátomo-clínicas pudieran
incluir también como causa necesaria un agente bacteriano. Pero hoy en el concepto
ontológico empieza a delimitarse un fundamento genético.
De las cenizas de la iatroquímica iba a nacer eL vitalismo. Mientras autores como
Hermann Boerhaave (1668-1738) o Friederich Hoffman (1659-1734) propugnaban una
visión mecanicista de la medicina, Georg Ernst Stahl (1660-1742) se enfrentaba a ella.
Hoffman no aprobaba las causas metafísicas, pues con ellas era imposible demostrar las
causas reales de las funciones corporales alteradas; en cambio Stahl rechazaba las
causas físico-químicas y defendía la teoría del "ánima" de fuerte carácter teleológico.
Para el animismo los movimientos vitales no tienen su origen en la materia perecedera,
el "ánima" o "physis" era la facultad rectora. Animistas (o iatroquimicistas) como Von
Berger
(1659-1736) o Unzer (1727-1799) fueron el origen de una fisiología psicovitalista y
teológica.

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Tabla con símbolos empleados en las obras de química de principios del siglo XVIII.
Procede del célebre "Curso de Química" de Nicolas Lémery traducido por Félix
Palacios (Madrid, 1721).

RENACIMIENTO CIENTÍFICO

Hay por lo menos tres siglos de diferencia entre el Renacimiento humanístico y el


científico, pero a fines de la Edad Media, en el campo de la medicina, destacan dos
precursores interesantes pero muy distintos: Fernel y Paracelso.
Paracelso es un precursor del Renacimiento no por lo que hizo sino por lo que intentó.
Insatisfecho con las creencias galénicas prevalecientes en su tiempo, se rebeló contra
ellas, pero no para revivir las doctrinas hipocráticas sino para sustituirlas por las suyas,
que eran todavía más oscuras y dogmáticas. En su juventud (152O) Paracelso publicó

60
un pequeño libro llamado Volumen medicinae paramirum (Von den Fünf Entien), en
donde presenta una de sus principales teorías sobre la enfermedad (propuso varias), un
reto abierto a la patología humoral galénica predominante. Distinguió cinco causas
principales de enfermedad, consideradas como cinco principios o esferas (Etia): 1) Ens
astri, la influencia de las estrellas; 2) Ens venení, que no incluye sólo tóxicos sino todo
el ambiente; 3) Ens naturale, o sea la complexión del organismo, que incluye a la
herencia; 4) Ens spirituale, el alma; 5) Ens Dei, los padecimientos enviados por Dios y
que son incurables. Cuatro años más tarde Paracelso publicó una elaboración y
ampliación de sus ideas bajo el nombre de Opus Paramirum en donde se encuentra una
teoría distinta de la enfermedad, que resulta ser secundaria a la materia que llena el
Universo; los alquimistas medievales postulaban que esa materia estaba formada por el
sulfuro (espíritus) y el mercurio (líquidos), a lo que Paracelso agregó las sales (cenizas).
Estas tres sustancias proporcionarían la unión del hombre con el Universo y a través de
ellas participaría en el gran metabolismo de la naturaleza; la enfermedad sería el
resultado de trastornos en el equilibrio de estas sustancias. Por ejemplo, si el mercurio
se "volatiliza" el hombre puede perder sus facultades mentales; si las sales se
"subliman" el organismo se corroe y se produce dolor, etc. En relación con estas ideas,
Paracelso introdujo el uso del láudano, del mercurio, del azufre y del plomo en la
farmacopea; además, insistió en que las heridas tienden a cicatrizar espontáneamente y
se opuso a la aplicación de ungüentos y emplastes, tan favorecidos en esa época.

Jean Fernel (1497-1558) fue filósofo, matemático, astrónomo, filólogo y médico, esto
último por razones económicas, pues requería abundantes recursos para la obtención y
mantenimiento de sus aparatos astronómicos. Fernel tuvo gran éxito como médico:
entre sus pacientes se contaron Enrique II, Catalina de Médicis y Diana de Poitiers, la
favorita del hijo del rey. Fue profesor de medicina en París y escribió varios libros,
como De abditis rerum causis, que fue muy popular, Medicinaliura consiliorura
centuria, un conjunto de casos estudiados personalmente, y el más famoso de todos,
Medicina, volumen de 630 páginas cuyo cum privilegio regis está fechado el 18 de
noviembre de 1553. Fue uno de los textos de medicina más leídos en los siglos XVI y
XVII y se reimprimió cerca de 30 veces; se divide en tres secciones, designadas
Fisiología, Patología y Terapéutica. La primera sección (que se había publicado ya 12
años antes con el título de De naturali parte medicinae) está formada por siete libros,
cada uno con siete capítulos, y es una descripción de la anatomía humana en términos

61
exclusivamente galénicos, a pesar de que Fernel era contemporáneo de Falopio, de
Eustaquio y de Vesalio; como buen renacentista, sus autoridades son Herófilo,
Hipócrates, Galeno, Aristóteles, Avicena y Averroes. El resto de la primera parte trata
de los elementos, los temperamentos, el calor innato, los humores y la procreación
humana, entre otros temas, todos descritos en función de la teoría humoral de la
enfermedad. La segunda sección corresponde a la Patología y también tiene siete libros
pero ahora con 120 capítulos, que abarcan 238 páginas; se tratan las enfermedades y sus
causas, síntomas y signos, el pulso y la orina, fiebres, enfermedades y síntomas de las
partes, padecimientos subdiafragmáticos y anormalidades del exterior del cuerpo. No es
sino hasta los libros 5 y 6 de Medicina, dedicados respectivamente a las enfermedades y
síntomas de las partes, así como a padecimientos subdiafragmáticos, que Fernel se
desprende de sus lastres medievales y adopta una postura moderna frente a la patología:
en primer lugar, abandona la tradición de limitarse a ejemplos individuales, ya que
generaliza a partir de sus experiencias, sobre todo en las patologías cardiovascular y
pulmonar, que ocupan los últimos tres capítulos del libro 5. El libro 6 trata de los
aparatos digestivo y urinario; los padecimientos se ilustran con observaciones
personales de Fernel, quien no pocas veces describe los hallazgos de autopsias, como
cuando describe el estado de los riñones en la litiasis renal:
Con frecuencia se observa que toda la carne o sustancia del riñón está carcomida y lo
que queda es el pus y muchos cálculos envueltos en una membrana muy parecida a una
bolsa &#91...&#93 “En aquellos que han sufrido ¡dolores nefríticos por largo tiempo
yo he encontrado a veces el uretero tan dilatado que podía insertar con facilidad el dedo
gordo en su luz”.
Fernel también describe el carcinoma del cuello uterino y la formación de fístulas
vésico-vaginales y recto-vaginales con la resultante salida de orina y materias fecales
por vagina, hechos bien conocidos desde la antigüedad. En cambio, las secciones de
hígado y de bazo están descritas en forma muy general y esquemática no permiten
identificar ninguna enfermedad específica.

Tanto Fernel como Paracelso pertenecen por completo a la Edad Media, pero vivieron
cuando ésta se acercaba a su fin y en sus obras ya existen indicios renacentistas: Fernel
vislumbró un concepto moderno de la patología en la medicina, diferente del que había
prevalecido por más de 1 000 años, mientras Paracelso se rebeló en contra de la

62
autoridad de los textos clásicos y predicó (aunque él mismo no lo hizo) que la medicina
debería basarse en la experiencia personal del médico y no en Galeno y Avicena.

La Química como ciencia. Desde Lavoisier hasta nuestros días

El progreso de la química en los últimos 160 años constituye en realidad el contenido


de un tratado moderno de química el cual se desarrolla en los sucesivos capítulos de esta
obra. No obstante, mencionaremos aquí sus extremos más importantes.
Pocos años después de la muerte de la Lavoisier la teoría de flogisto no era más que un
recuerdo. Los químicos, guiados por las nuevas ideas adquiridas, las aplican al análisis
cuantitativo y descubren muy pronto las leyes ponderales de las combinaciones
químicas. El creador de la moderna teoría atómica fue John Dalton (1766 – 1844). La
idea de que toda la materia está formada de átomos se remonta a los antiguos griegos,
pero fue Dalton quien, partiendo de investigaciones realizadas poco antes por Newton y
Boyle, elaboró más la idea y la convirtió en un concepto prácticamente útil para la
ciencia química. Dalton sostuvo que todos los elementos estaban compuestos de
partículas diminutas, indivisibles, llamadas átomos, y que los átomos de cada elemento
eran idénticos, especialmente en cuanto a su peso. En cada reacción química para
obtener un compuesto, hay una redistribución de los átomos de cada elemento, pero los
átomos en ningún momento pierden su individualidad propia. Además, Dalton, en 1803,
estableció un nuevo sistema de símbolos químicos para los elementos y les asignó
números atómicos según su peso. También probó que la estructura de los compuestos es
invariable y estableció su ley de las proporciones múltiples (en toda combinación
química todos los átomos de cada uno de los elementos deben unirse, en razones
numéricas simples, con todos los átomos del otro elemento). Poco a poco, el mundo
científico fue aceptando la idea de que toda la materia podía descomponerse en sus
partes constitutivas. Sin embargo, la existencia real de átomos y moléculas no fue
experimentalmente probado hasta el siglo XX.

63
John Dalton (1766-1844). Maestro de escuela inglés y notable filósofo químico a quien se debe la
teoría atómica que lleva su nombre. Su vida es un ejemplo de dedicación a la docencia; hijo de un
pobre tejedor, a los 12 años enseñaba a alumnos mayores que él y a los 15 años era profesor en una
escuela privada, y siguió dictando clases hasta pasados los 60 años. Su teoría atómica fue publicada
en 1808, en Manchester, bajo el título de “Un Nuevo Sistema de Filosofía Química”

64
J,J. Thompson. En 1897 demostró que los rayos catódicos eran partículas negativas a las que llamó
electrones. Propuso un nuevo modelo del átomo, el cual tomaba en cuenta al átomo constituido por
partículas con cargas positivas y negativas.

65
Ernest Rutherford (1871-1937)
Físico neozelandés, premio Nóbel de Química de 1919 por sus importantes investigaciones sobre la
estructura atómica. En 1919 realizó la primera desintegración Artificial de un elemento al
“bombardear” átomos de Nitrógeno con partículas Alfa, dando así gran impulso al desarrollo de la
Física nuclear.

66
Niels Bohr (1885-1962)
Físico Danés que recibió el Premio Nóbel de 1922 por sus ideas acerca de la estructura del átomo.
Representó al átomo como un Sistema Planetario en miniatura. Calculó la energía para cada uno de los
niveles en el átomo de Hidrógeno, a los que llamó Números Cuánticos.

67
Justus Von Liebig (1803 – 1873). Sabio alemán, se dedicó principalmente a la química orgánica. Sus
estudios sobre los productos de origen animal y vegetal, permiten considerarlo como el fundador de la
química agrícola y de la bromatología.

68
Luego de este útil y fecundo progreso subsigue SIR HUMPHREY DAVY, quien en
1807, aisló el potasio y el sodio mediante la aplicación de electrólisis, probó que el
cloro es un elemento (no un compuesto), demostró que el hidrógeno se encuentra
generalmente presente en los ácidos, y postuló la teoría de que la afinidad química es un
fenómeno eléctrico.
Joseph Louis Gay Luzca (1778 – 1850) hizo avanzar el estudio químico de los gases. En
1804, subió en un globo a 23 mil pies de altitud, para estudiar la composición química
del aire a grandes alturas e inventó un aparato para la producción en masa de ácido
sulfúrico, que todavía hoy es vital para muchas industrias químicas.

Humprey Davy (1778-1829). Químico inglés autodidacta que descubrió el sodio, el potasio y el boro,
como consecuencia de sus trabajos con la pila eléctrica, cuando recién se comenzó a investigar la
electricidad. Además aisló el calcio, el magnesio, el bario, y el estroncio. Descubrió también la acción
del gas N20 (protóxido de nitrógeno) que embriaga y hace reír, por lo que se denominó “gas hilarante”.

69
Joseph Louis Gay-Lussac (1778-1850). Químico francés que realizó investigaciones científicas de muy variada
naturaleza, muchas veces peligrosas, que le ocasionaron en dos oportunidades graves heridas. En 1804 realizó
ascensiones en globo hasta 7000 metros para estudiar la atmósfera. Trabajando con Alexander Von Homboldt
realizó sus estudios sobre las reacciones entre los gases, comprobando que el oxígeno y el hidrógeno cuando
reaccionaran entre sí lo hacen exactamente en la relación 1:2.

El sueco Jons Jacob Berzelius (1799 – 1848), descubridor del selenio, torio, calcio,
vanadio, zirconio y otros elementos, publicó en 1818 (a la edad de 19 años) una tabla de
pesos atómicos, que luego revisó en 1826 y 1833. Los pesos asignados por Berzelius a
los distintos elementos son casi coincidentes con los comprobados hoy. También

70
Berzelius descubrió el concepto del isomerismo (compuestos que, formados de los
mismos elementos, y combinados en la misma proporción, difieren en sus propiedades,
debido a desigualdades estructurales). Hoy sabemos que hay cientos de diferentes
composiciones químicas (en la química orgánica) a las que pueden aplicarse la misma
fórmula. Notable asimismo fue la labor de Berzelius con los catalizadores (agentes que
facilitan la síntesis o la descomposición química de otra sustancia, pero sin entrar ellos
mismos en la reacción, y permaneciendo en su estado químico original mientras la
síntesis o descomposición se lleva a cabo). Llegando a la conclusión de que los metales
son electropositivos, y que los metaloides electronegativos, Berzelius compiló una tabla
electroquímica de los elementos, estableciendo que la mayor o menor afinidad entre dos
elementos está en proporción a la distancia que los separa en la tabla electroquímica,
encontrando así una explicación atómica y eléctrica para la afinidad química.
El principio de AVOGADRO (1811) permite establecer y diferenciar los conceptos de
átomo y de molécula y crea las bases para la determinación de pesos moleculares y
atómicos (1858).
En 1828, el francés Jean Baptiste Dumas, llamado el padre de la química orgánica,
demostró la primera síntesis orgánica al lograr la fabricación de la urea artificial. Y el
alemán August Kekulé (1829 – 1896), quien incorporó a la química el concepto de
valencia (los átomos, dentro de las moléculas de un compuesto, están arregladas o
distribuidas de manera ordenada, y pueden ser representados en una forma estructural.
Por ejemplo la fórmula química del agua (H2O) puede desarrollarse como H-O-H (es
decir, el hidrógeno trabaja con valencia 1, y el oxígeno lo hace con valencia 2).
También Kekulé estableció otro proceso fundamental de la química orgánica: la
vinculación de los átomos de carbono entre sí.
En esta breve reseña, le llega su turno a otro francés: Pasteur (1822 – 1895), descubridor
de los microbios, Pasteur descubrió que las reacciones orgánicas que ocurren durante el
proceso de fermentación se deben a organismos diminutos, dotados de una
extraordinaria capacidad de transforma la materia orgánica en sustancias minerales. Sus
experimentos bacteriológicos desacreditaron la vieja teoría de la abiogénesis
(generación espontánea).
El descubrimiento de la pila eléctrica por Volta (1800) da origen ala electroquímica,
con los descubrimientos de nuevos elementos (cloro, sodio, potasio) por DAVY, y de
las leyes de la electrólisis por FARADAY (1834).

71
Juan Jacobo Berzelius (1779-1848). Químico sueco que ideó los símbolos que se emplean en la notación química
actual. Su especialidad fue el análisis químico y calculó los pesos atómicos de 50 elementos diferentes. Los
elementos Torio y Selenio fueron descubiertos por él. Consagrado a la investigación fue maestro de numerosos y
destacados químicos de la época, entre ellos Friedrich Wöhler, y por sus trabajos científicos fue elevado a la
nobleza de Suecia.

72
Amedeo Avogadro (1776-1856). Célebre físico italiano, que realizó importantes estudios acerca de las moléculas de
los gases. Su hipótesis sobre el número de moléculas en un volumen de un gas, enunciada en 1811, permitió
comprender el comportamiento de los gases, sin embargo pasó casi inadvertida y sólo fue reconocida
universalmente cuando Stanislao Cannizaro la reactualizó en el Congreso Internacional de 1860, casi 50 años
después.

73
Agusto Kekulé (1829-1896). Célebre químico alemán, famoso por su concepción del hexágono bencénico, así como
de la tetravalencia del carbono y la unión de los átomos de carbono entre sí. Este concepto tuvo gran importancia
sobre el desarrollo teórico y práctico de la química orgánica.

74
75
Antoine Laurent Lavoisier (1743-1794). Químico y fisiólogo francés, considerado “Padre de la Química Moderna”,
que introdujo el uso de la balanza en el trabajo de laboratorio, destacando la importancia de los pesos en los
cambios químicos. A él se debe el principio de la conservación de la materia: “nada se pierde, nada se crea”.
Estableció la verdadera naturaleza de la combustión, ideó un método de nomenclatura química, estableció la
composición del agua, y descubrió el Hidrógeno.

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La química orgánica se desarrolla mas tarde con los trabajos de LIEBIG sobre el
análisis elemental orgánico iniciado por la Lavoisier, los conceptos de isomería y de
radical introducidos por LIEBIG y BERSZELIUS (1823), la representación de edificios
moleculares por KEKULE (1858), y con la destrucción de la doctrina de la fuerza vital
realizada por BERTHELOT (1853 al 1859) al obtener por síntesis numerosos
compuestos orgánicos.
Berzelius a los distintos elementos son casi coincidentes con los comprobados hoy.
También Berzelius descubrió el concepto del isomerismo (compuestos que, formados de
los mismos elementos, y combinados en la misma proporción, difieren en sus
propiedades, debido a desigualdades estructurales). Hoy sabemos que hay cientos de
diferentes composiciones químicas (en la química orgánica) a las que pueden aplicarse
la misma fórmula. Notable asimismo fue la labor de Berzelius con los catalizadores
(agentes que facilitan la síntesis o la descomposición química de otra sustancia, pero sin
entrar ellos mismos en la reacción, y permaneciendo en su estado químico original
mientras la síntesis o descomposición se lleva a cabo). Llegando a la conclusión de que
los metales son electropositivos, y que los metaloides electronegativos, Berzelius
compiló una tabla electroquímica de los elementos, estableciendo que la mayor o menor
afinidad entre dos elementos está en proporción a la distancia que los separa en la tabla
electroquímica, encontrando así una explicación atómica y eléctrica para la afinidad
química.
El químico italiano Amedeo Avogrado aplicó a los gases la teoría atómica y
demostró que volúmenes iguales de un gas, fuese cual fuese su naturaleza, estaban
formados por el mismo número de partículas. Es la llamada hipótesis de
Avogrado. Al principio se creyó que estas partículas eran átomos; pero luego se
demostró que estaban compuestas, en la mayor parte de los casos por grupos de
átomos, llamados moléculas. Si una molécula contiene átomos de distintas clases es una
molécula de un comolécula de un compuesto químico. Naturalmente era
importante medir los pesos relativos de los distintos átomos, para hallar los pesos
atómicos de las sustancias. Pero los pequeños átomos se hallaban muy lejos de las
posibilidades ponderables del Siglo 19. Mas, pesando la cantidad de cada elemento
separado de un compuesto químico y haciendo deducciones a partir del
comportamiento químico de los elementos, se pudieron establecer los pesos
relativos de los átomos. El primero en realizar este trabajo fue el químico
sueco Jons Jacob Berzelius. En 1828 publicó una lista de pesos atómicos basados en dos

77
patrones de referencia: uno, el obtenido al dar el peso atómico del oxígeno el valor
100, y el otro cuando el peso atómico del hidrógeno se hacía igual a 1.

En 1828, el francés Jean Baptiste Dumas, llamado el padre de la química orgánica,


demostró la primera síntesis orgánica al lograr la fabricación de la urea artificial. Y el
alemán August Kekulé (1829 – 1896), quien incorporó a la química el concepto de
valencia (los átomos, dentro de las moléculas de un compuesto, están arregladas o
distribuidas de manera ordenada, y pueden ser representados en una forma estructural.
Por ejemplo la fórmula química del agua (H2O) puede desarrollarse como H-O-H (es
decir, el hidrógeno trabaja con valencia 1, y el oxígeno lo hace con valencia 2).
También Kekulé estableció las bases de la moderna teoría estructural de la química
orgánica. En 1858 demostró que el carbono es tetravalente y que sus átomos pueden
unirse entre sí formando largas cadenas, lo que facilitó la comprensión de los
compuestos orgánicos. Mención destacada merece también su descubrimiento de la
estructura cíclica o anular de los compuestos aromáticos, como el benceno, de gran
importancia en el posterior desarrollo de la síntesis de los colorantes.
En esta breve reseña, le llega su turno a otro francés: Pasteur (1822 – 1895), descubridor
de los microbios, Pasteur descubrió que las reacciones orgánicas que ocurren durante el
proceso de fermentación se deben a organismos diminutos, dotados de una
extraordinaria capacidad de transforma la materia orgánica en sustancias minerales. Sus
experimentos bacteriológicos desacreditaron la vieja teoría de la abiogénesis
(generación espontánea).
El descubrimiento de la pila eléctrica por Volta (1800) da origen a la electroquímica,
con los descubrimientos de nuevos elementos (cloro, sodio, potasio) por DAVY, y de
las leyes de la electrólisis por FARADAY (1834).
La química orgánica se desarrolla más tarde con los trabajos de LIEBIG sobre el
análisis elemental orgánico iniciado por la Lavoisier, los conceptos de isomería y de
radical introducidos por LIEBIG y BERSZELIUS (1823), la representación de edificios
moleculares por KEKULE (1858), y con la destrucción de la doctrina de la fuerza vital
realizada por BERTHELOT (1853 al 1859) al obtener por síntesis numerosos
compuestos orgánicos.
La termoquímica, con la medida de la energía calorífica puesta en juego en las
reacciones químicas, iniciada por LAVOISIER y LAPLACE, adquiere un significado

78
especial a partir de los estudios de HESTHOMSEN y BERTHELOT (1840) al querer
medir los químicos las afinidades entre los cuerpos reaccionantes.
Para explicar el comportamiento de las sustancias gaseosas resurgen a mediados del
siglo pasado la teoría cinética de los gases y del calor, la cual afianza la creencia en la
naturaleza atomística de la materia y extiende su utilidad al suministrar una imagen
intima del mecanismo de los procesos químicos.
El carácter incompleto de muchas reacciones químicas observado por BERTHOLET
condujo al concepto del equilibrio químico, el cual, estudiado experimentalmente por
SAINTE-CLAIRE DEVILLE (1857), encuentra su interpretación teórica en los estudios
de GIBBS (1876), de VAN’T HOFF y de LE CHATELIER (1880).
El estudio de la velocidad de las reacciones químicas tiene su base teórica en la ley de
acción de masa de GULDBERG y WAAGE (1867), y una significación industrial
importantísima en el descubrimiento de los catalizadores, sustancias que,
permaneciendo inalteradas, aceleran por su sola presencia la velocidad de las reacciones
químicas.
De gran importancia en el progresivo avance de la Química han sido la teoría de las
disoluciones, obra maestra de Van’t Hoff (1886), y la teoría de la disociación
electrolítica de ARRHENIUS (1887) perfeccionada en los últimos años.

79
Le Chatelier. Químico, famoso por su principio que lleva su nombre. Este principio dice:
“Toda variación en alguna de las condiciones de un sistema en equilibrio produce un
desplazamiento que se opone a la causa que lo produce”.

80
La clasificación periódica de los elementos establecida por MENDELEIEV y por
LOTHAR MEYER (1869), llevó a pesar que los átomos debían ser complejos,
modificando profundamente las ideas que se tenían acerca de lo cuerpos simples, lo cual
fue comprobado en los estudios acerca de la conductividad eléctrica de los gases y en
los fenómenos de radioactividad. Los que va de siglo a permitido conocer la estructura
del átomo con la interpretación de la valencia y de la propiedades físicas y químicas de
los elementos y, finalmente, en los últimos 16 años, el desarrollo de la química nuclear
a conducido a la obtención de nuevos elementos no existentes en la naturaleza y a
liberar la energía nuclear, puesta de manifiesto en forma dramática en la explosión de la
primeras bombas atómicas.
Todo el siglo XIX estuvo señalado por una rápida y fantástica evolución en el campo de
la química orgánica. El alemán Von Baeyer produjo su teoría de las tensiones
intramoleculares, lo que explica la inestabilidad de ciertos compuestos, lo que le ganó el
Premio Nobel de Química en 1905. Otro alemán, Meyer, y el ruso Mendeleiev,
trabajando independientemente el uno del otro, formularon la ley periódica, según la
cual los elementos químicos, distribuidos conforme a la magnitud de sus pesos
atómicos, muestren cambios periódicos en sus propiedades. Mendeleiev estructuró la
tabla de los elementos químicos aún no conocidos, como el galio, el escandio y el
germanio, que fueron descubiertos más tarde en su tabla de Elementos Periódicos había
muchos espacios en blanco, pues sólo se conocían 63 elementos cuando se estructuró
en 1869. Pero él había previsto 92 espacios para otros tantos elementos, y todos estaban
debidamente ocupados al llegar al año 1940.

81
Dimitri Mendeleiev (1834-1907). Famoso ruso que estableció la ley periódica que explica las
relaciones existentes entre los diferentes elementos químicos debidamente agrupados. En su
honor, la Tabla Periódica de los elementos se llama también “Tabla de Mendeleiev”, aunque es
conveniente anotar que el alemán Lotear Meyer estableció la misma idea de la ordenación de
elementos en grupos análogos en 1864.

82
83
84
En París, en 1896, Becquerel descubrió accidentalmente la existencia de unos rayos
desconocidos que provenían de una sal de uranio. Becquerel pronto se dio cuenta de que
las radiaciones provenientes del compuesto de uranio no eran originadas por una
reacción química, y que al aumentar la concentración del uranio en el compuesto
químico se velaba más rápidamente la placa fotográfica que cuando la sal tenía menos
uranio.
Así pues, transcurrieron 107 años entre el descubrimiento del uranio (por Klaproth, en
1789) y el hallazgo de que de este elemento emana radiaciones; a partir de entonces los
nuevos descubrimientos se desarrollaron con mucha rapidez.
Cuando Becquerel publicó los resultados de sus investigaciones sobre los rayos
provenientes del uranio, los esposos Pierre y Marie Curie, sus amigos, se interesaron
mucho en este fenómeno tan misterioso.
Los esposos Curie buscaron radiaciones ya no en los elementos puros, sino en los
minerales de uranio en que este elemento está mezclado con otros metales y minerales.
Al iniciar sus estudios de un mineral de uranio llamado "pechblenda", Pierre y Madame
Curie se dieron cuenta de que las radiaciones emitidas por este mineral eran más
intensas que las que habían observado en los compuestos puros de uranio.
Así pues, Madame Curie empezó a separar por procesos químicos todos los elementos.
En cada paso del proceso de eliminación su muestra se volvía más pequeña, pero se
daba cuenta que la intensidad de la radiación emanada era mayor, quedando un producto
que contenía un elemento químico desconocido hasta entonces, que los Curie
identificaron a mediados de 1898 y llamaron polonio, en honor de la patria de Marie.
Una vez separado el polonio de los residuos del mineral, éstos seguían emitiendo
radiaciones, por lo cual los esposos Curie concluyeron que debían de contener aún otro
elemento diferente al polonio y al uranio, pero con la misma propiedad de emitir
radiaciones. Siguieron separando de estos residuos las fracciones de material que no
despedían radiaciones de aquellas que sí lo hacían. Finalmente llegaron a encontrar, en
el mismo año, el elemento desconocido que era la fuente de las radiaciones misteriosas,
y lo denominaron radio.
A la propiedad que poseen el radio y otros elementos inestables de emitir radiaciones
espontáneamente al desintegrarse Marie Curie le dio el nombre de radiactividad.
El descubrimiento de los elementos radiactivos radio y polonio, por los esposos Curie
(1867-1934) fue la antesala de la división del átomo, lograda ya cuando nuestro siglo
estaba bien avanzado. Y son los químicos de hoy en día, quienes continúan a la

85
vanguardia de las investigaciones nucleares, principalmente en lo que concierne al
estudio de las reacciones moleculares que tienen lugar frente a la sustitución normal,
dentro de la molécula, por un átomo radiactivo.

LA QUÍMICA EN EL SIGLO XX

1900: Svante Arrhenius introduce el concepto de los iones (en la electrólisis,


sustancias que aparecen cada una en un polo como resultado de la descomposición del
electrolito.
1903: Frederick Soddy expone su teoría de la desintegración atómica.
1907: Leo Beekeland produce resinas sintéticas a escala industrial, e inventa. La
bakelita que hoy usamos constantemente en la vida diaria.
1909: Sir William Ramsay postula la teoría electrónica de las valencias.
1912: Casimir Funk da el nombre de vitaminas a pequeñísimas sustancias nutritivas.
Se inicia una extensa y profunda investigación sobre las mismas que todavía continúa
hoy, ampliándose.
1928: Sir Alexander Fleming descubre la penicilina.
1931: Wallace Carothers y sus colegas obtienen la primera fibra sintética: el neoprene
(primera modalidad de caucho sintético que tuvo éxito práctico).
1932: Nitzach y Klarer descubren las propiedades curativas de las Sulfamidas.
1933: Comienza la producción de vitamina sintética.
1941: Sherr, Bainbridge y Anderson obtienen del mercurio oro artificial
1948: Los norteamericanos Barden, Brattain y Shockley, gracias a la química-física,
inventan el transitor.
1956: Heath descubre que las esquizofrenias se caracterizan por malas formaciones de
las proteínas en la sangre. En el mismo año se descubre que moléculas de tamaño
anormal son la causa de la arteriosclerosis.
1960: Se logra la síntesis de la clorofila, partiendo de materiales artificiales.
1962: El isótopo carbono-12 es adoptado como patrón oficial para los pesos atómicos.
1963: Ziegler, Kart, recibió el Premio Nobel de Química, por el descubrimiento de la
reacción de polimerización de alquenos catalizada por mezclas de compuestos
organoalumínicos y haluros de metales de transición.

86
1965: Edelman Y Porter descubrieron la estructura molecular de los anticuerpos
(Premio Nobel en 1972).
1970: Luis Federico Leloir, recibe el Premio Nóbel de Química por “su
descubrimiento de los nucleótido- azúcares y su papel en la biosíntesis de los hidratos
de carbono”.
1974: Claude, De Duve y Palade recibieron el Premio Nóbel por sus descubrimientos
sobre la organización morfológica y funcional de la célula.
1976: Prigogine, Ilya (Bélgica), por su contribución a la termodinámica en condiciones
de no-equilibrio, particularmente la teoría de las estructuras disipativas.
1978: Mitchell, Peter (Gran Bretaña), por su contribución a la comprensión de la
tranferencia de energia biológica a través de la formulación de la teoría quimiostática.
1979: Brown, Herbert Ch. y Wittig, Georg, por el desarrollo del uso de los
compuestos de los del boro y el fósforo en importantes agentes de reacción en la síntesis
orgánica.
1980: -Berg, Paul (Estados Unidos), por sus estudios fundamentales de la bioquímica
de los ácidos nucleicos, con partícular énfasis en el DNA recombinado.
- Gilbert, Walter y Sanger, Frederick, por sus contribuciones relativas a la
determinación de la secuencias bases en los ácidos nucleicos.
1981: Fukui, Kenichi y Hoffmann, Roald, por sus teorías desarrolladas
independientemente, en relación a la evolución de las reacciones químicas.
1982: Klug, Aaron (Gran Bretaña), por su desarrollo de la microscopía electrónica
cristalográfica y su rol en la comprensión de complejos nucleicos y ácidos proteicos
biologicamente importantes.
1983: Taube, Henry (Estados Unidos), por su trabajo enlos mecánismos de
transferencia de electrones en las reacciones, especielmente en los metales complejos.
1984: Merrifield, R. Bruce (Estados Unidos), por su desarrollo de una metodología
para estudios químicos en una matriz sólida.
1985: Hauptman, Herbert A. y Karle, Jerome, por sus destacados logros en el
desarrollo de métodos directos para la determinación de estructuras de cristales.
1986: Herschbach, Dudley R.; Lee, Yuan T. y Polanyi, John C., por sus
contribuciones relativas a la dinámica de los procesos de la química elemental.
1987: Cram, Donald J.; Lehn, Jean-Marie y Pedersen, Charles J., por su desarrollo
y uso de moléculas con interacciones especificas a la estructura de alta selectividad.

87
1988: Deisenhofer, Johann; Huber, Robert y Michel, Hartmut, por la determinación
de la estructura tridimensional de un centro de reacción fotosintética.
1989: Altman, Sydney y Cech, Thomas R., por su descubrimiento de las propiedades
catalíticas del RNA.
1990: Corey, Elias James (Estados Unidos), por su desarrollo de la teoría y
metodología de la síntesis orgánica.
1991: Ernst, Richard (Suiza), por sus contribuciones al desarrollo de la metodología
de la espectroscopia nuclear de resonancia magnética de alta resolución.
1992: Marcus, Rudolph A. (Estados Unidos), por sus contribuciones a la teoría de
reacciones de transferencia de electrones en sistemas químicos.
1993: - Mullis, Kary B. (Estados Unidos), por la invención del método de reacción en
cadena de la polimerasa (PCR).
- Smith, Michael (Canadá), por sus contribuciones fundamentales al establecimiento
de mutagenesis dirigida en sitios oligonucleotidos y su desarrollo para el estudio de las
proteinas.
1994: Olah, George A. (Estados Unidos), por su contribución a la química de
carbonación.
1995: Crutzen, Paul; Molina, Mario y Rowland, Sherwood, por su trabajo en la
química atmósferica, particularmente la relativa a la formación y descomposición del
ozono.
1996: Curl, Robert F.; Kroto, Harold W., y Smalley, Richard E., por su
descubrimiento de los fulerenos.
1997: - Boyer, Paul D. y Walker, John E., por su comprensión del mecánismo
enzimático subyacente a la síntesis del Adenosin Trifosfato (ATP).
- Skou, Jens C. (Dinamarca), por el primer descubrimiento de una enzima
transportadora de iones Na+ y K+ en el ATP.
1998: - Kohn, Walter (Estados Unidos), por su desarrollo de la teoría de la densidad
funcional.
- Pople, John A. (Estados Unidos), por su desarrollo de métodos computacionales en la
química cuantica.
1999: Zewail, Ahmed (Egipto), por sus estudios de los estados de transición de las
reacciones químicas utilizando espectroscopía de femtosegundos.
2000: Heeger, Alan J.; Mac Diarmis, Alan G. y Shirakawa, Hideki, por el
descubrimiento y desarrollo de polímeros conductivos.

88
ERA DE LA RADIACTIVIDAD Y DE LA FÍSICA

ATÓMICA

89
.

Luis Pasteur (1822-1895). Dedicó sus actividades al campo de la microbiología. Estableció la “teoría
microbiana”. Por sus numerosos y concluyentes experimentos destruyó el falso concepto de la
generación espontánea. Estudió las enfermedades de los vinos y de la cerveza; en 1881 inició sus
estudios acerca del carbunco del ganado lanar, y consiguió preparar una vacuna de bacterias
desactivadas, la primera de la historia, y en 1855 coronó su espléndida carrera científica con sus
trabajos sobre la rabia. Las contribuciones de Pasteur a la ciencia fueron numerosas, y se iniciaron
con el descubrimiento de la isomería óptica (1848) mediante la cristalización del ácido racémico, del
cual obtuvo cristales de dos formas diferentes, en lo que se considera el trabajo que dio origen a la
estereoquímica

90
Heisemberg, es conocido sobre todo por formular el principio de incertidumbre una contribución
fundamental al desarrollo de la teoría cuántica. Este principio afirma que es imposible medir
simultáneamente de forma precisa la posición y el momento lineal de una partícula. Heisemberg fue
galardonado con el Premio Nobel de Física en 1932. El principio de incertidumbre ejerció una
profunda influencia en la física y en la filosofía del siglo XX.

91
Svante Arrhenius (1859-1927). Químico sueco que estableció la teoría de la ionización. Su tesis sobre la
importancia de la conductividad eléctrica en las reacciones químicas expuestas en 1883 no fue aceptada
sino algunos años después. Téngase en cuenta que en aquellos años no se conocía todavía la naturaleza
eléctrica de la materia, y no se habían descubierto ni los electrones ni los protones. En su tesis doctoral
formuló la teoría de la disociación electrolítica. Esta teoría mantiene que en las disoluciones electrolíticas,
los compuestos químicos disueltos, se disocian en iones. Arrhenius también sostuvo que el grado de
disociación aumenta con el grado de dilución de la disolución, una hipótesis que posteriormente resultó ser
cierta sólo para los electrolitos débiles.

92
Alexander Fleming (1881-1955) Descubrió en 1928 en su laboratorio del St. Mary`s Hospital en Londres,
que en un cultivo en placa de estafilococos, que había sido invadida por un cultivo de hongos alrededor de
estos morían los cocos. Ya en 1922 Fleming había investigado junto con Allison el proceso de la
bacteriolisis por ciertas sustancias titulares. Ahora estudio más detenidamente su observación, cultivó el
hongo (penicillium notatum Westling) y logró ejercer en el medio de cultivo una manifiesta acción
bacteriostática. Sin embargo, su primera publicación (1929) y su comunicación al segundo congreso
internacional de Microbiólogia de Londres en 1936, merecieron poca atención por el interés que
suscitaban las sulfonamidas.

93
Ernst B. Chain nació en 1906 en Berlín, comenzó a desarrollar su trabajo en la Escuela de Bioquímica de
Cambridge, en donde permaneció durante dos años junto a Frederik Hopkins, Premio Nóbel de Medicina de
1922. Después se trasladó a Oxford y, por sus profundos conocimientos en Química, consiguió trabajar en
el equipo de Howard Florey, que dirigía un grupo que estudiaba las propiedades químicas y biológicas de
mohos antibacterianos. Descubrió la acción quimioterapéutica de la penicilina y de otros antibióticos.
Murió en Dublín en 1979.

94
Howard Walter Florey nació en 1898 en Adelaida (Australia). Realizó sus estudios en la Facultad de
Medicina de la Universidad de Adelaida y se trasladó a Oxford para especializarse. Siendo alumno, se
interesó por la Fisiología y Bioquímica de los procesos patológicos. Florey investigó la actividad biológica
de diversos mohos y bacterias, y eligió la penicilina descubierta por Fleming para sus investigaciones. En
1940, gracias a la sólida formación química de Ernst Chain, consigue aislar la penicilina. Murió en 1968 en
Oxford.

95
PREMIOS NÓBEL EN QUÍMICA
A continuación se lista los premios Nóbel en química desde el año 1901, cuya
información se extrajo de la página oficial en internet:
https://www.nobelprize.org.

1901
Van't Hoff, Jacobus H. (Paises Bajos)

En reconocimiento a los extraordinarios servicios ofrecidos por el


descubrimiento de las leyes de la dinámica y la presión osmótica en las
soluciones.

Universidad de Berlin. Alemania

1903
Arrhenius, Svante A. (Suecia)

En reconocimiento a su extraordinario aporte al avance de la química


gracias a la teoría electrolítica de disociación.

Universidad de Estocolmo. Suecia

1905
Baeyer, Adolf von (Alemania)

Por sus servicios para el avance de la química orgánica y la química


industrial, a través de su trabajo en compuestos orgánicos e hidroaromáticos.

Universidad de Munich. Alemania

1902
Fischer, Emil H. (Alemania)

En reconocimiento a los extraordinarios servicios derivados por su trabajo en


la síntesis de azúcar y purina.

96
Universidad de Berlin. Alemania
1904
Ramsay, William (Gran Bretaña)

En reconocimiento al descubrimiento de los elementos gaseosos inertes en


el aire, y su determinación de sus posiciones en la Tabla Periódica.

Universidad de Londres. Gran Bretaña

1906
Moissan, Henri (Francia)

Por su investigación y aislamiento del elemento Fluor, y por incorporación al


servicio de la ciencia del horno que lleva su nombre.

Universidad de la Sorbonna. París, Francia

1907
Buchner, Eduard (Alemania)

Por sus investigaciones en bioquímica y por su descubrimiento de la


fermentación en celda libre.

Colegio de Agrícultura. Berlin, Alemania

1909
Ostwald, Wilhelm (Alemania)

En reconocimiento de su trabajo en catálisis y por su investigación relativa a


los principios fundamentales que gobiernan el equilibrio químico y las ratas de
reacción.

97
Universidad de Leipzig. Alemania
1911
Curie, Marie (Francia)

Por el descubrimiento de los elementos Radio y Polonio, por el aislamiento


del radio y por el estudio de la naturaleza y compuestos de este notable
elemento.

Universidad de la Sorbonna. París, Francia

1908
Rutherford, Ernest (Gran Bretaña)

Por sus investigaciones en la desintegración de los elementos, y la química


de las sustancias radioactivas.

Universidad de Victoria. Manchester, Gran Bretaña


1910
Wallach, Otto (Alemania)

Por sus servicios en las áreas de la química orgánica y la química industrial


gracias a su trabajo pionero en el campo de los compuestos Ali cíclicos.

Universidad de Goettingen. Goettingen, Alemania


1912
Grignard, Victor (Francia)

Por el descubrimiento del agente reactivo Grignard, que ha ayudado al


progreso de la química orgánica en años recientes.

98
Universidad de Nancy. Nancy, Francia
1912
Sabatier, Paul (Francia)

Por su método de hidrogenación de compuestos orgánicos en la presencia


de metales desintegrados, lo que ha permitido el avance de la química
orgánica como disciplina, en años recientes.

Universidad de Toulouse, Francia

1914
Richards, Theodore W. (Estados Unidos)

En reconocimiento a las determinaciones precisas del peso atómico de un


gran número de elementos químicos.

Universidad de Harvard. Cambridge, Estados Unidos

1918
Haber, Fritz (Alemania)
Por la síntesis del amoníaco, a partir de sus elementos constituyentes.

Instituto Kaise-Wilhem para la Física y Química. Berlin, Alemania

1913
Werner, Alfred (Suiza)

Por su trabajo en la vinculación de átomos en moléculas, lo que ha arrojado


nueva luz en investigaciones anteriores, al tiempo que ha expandido nuevos
campos de investigación, particularmente en el área de la química orgánica.

99
Universidad de Zurich. Zurich, Suiza

1915
Willstätter, Richard (Alemania)

Por sus investigaciones en pigmentos vegetales, particularmente clorofila.

Universidad de Munich. Alemania

1920
Nernst, Walther H. (Alemania)

Por su trabajo en termoquímica.

Universidad de Berlin. Berlin, Alemania

1921
Soddy, Frederick (Gran Bretaña)

Por sus contribuciones al conocimiento de la química de las sustancias


radioactivas, y sus investigaciones acerca del origen y la naturaleza de los
isótopos

Universidad de Oxford. Oxford, Gra.

1923
Pregl, Fritz (Austria)

Por su invención del método de microanálisis de las sustancias orgánicas.

Universidad de Graz. Graz, Austria

100
1976
Lipscomb, William N. (Estados Unidos)

Por sus estudios en la estructura de los boranos, lo que ha permitido


esclarecer algunos problemas en materia de enlaces químicos.

Universidad de Harvard. Cambridge, MA, Estados Unidos

1922
Aston, Francis W. (Gran Bretaña)
Por su descubrimiento gracias a la espectrografía de masas de isótopos, de
un gran número de elementos no radioactivos, y por el enunciado de la regla
del número completo.

Universidad de Cambridge. Gran Bretaña


1925
Zsigmondy, Richard (Alemania)
Por su demostración de la naturaleza heterogénea de las soluciones
coloidales y por los métodos que el utilizó, los cuales han sido fundamentales
en la química moderna de coloides.

Universidad de Goettingen. Goettingen, Alemania

1977
Prigogine, Ilya (Bélgica)

Por su contribución a la termodinámica en condiciones de no-equilibrio,


particularmente la teoría de las estructuras disipativas.

Universidad Libre de Bruselas. Bruselas, Belgica y Universidad de Texas. Estados Unidos

101
1978
Mitchell, Peter (Gran Bretaña)

Por su contribución a la comprensión de la transferencia de energía


biológica a través de la formulación de la teoría quimiostática.

Laboratorios de Investigación Glynn. Bodmin, Gran Bretaña

1979
Wittig, Georg (Alemania)

Por el desarrollo del uso de los compuestos de los del boro y el fósforo en
importantes agentes de reacción en la síntesis orgánica.

Instituto Max-Planck de Biofísica. Frankfurt, Alemania

Gilbert, Walter (Estados Unidos)

Por sus contribuciones relativas a la determinación de la secuencias bases


en los ácidos nucleicos.

Laboratorios Biológicos. Cambridge, MA, Estados Unidos

1979
Brown, Herbert Ch. (Estados Unidos)

Por el desarrollo del uso de los compuestos de los del boro y el fósforo en
importantes agentes de reacción en la síntesis orgánica.

Universidad de Purdue. West Lafayette, IN, Estados Unidos

102
1980
Berg, Paul (Estados Unidos)

Por sus estudios fundamentales de la bioquímica de los ácidos nucleicos, con


particular énfasis en el DNA recombinado.

Universidad de Stanford. Stanford, CA, Estados Unidos

Sanger, Frederick (Gran Bretaña)

Por sus contribuciones relativas a la determinación de la secuencias bases


en los ácidos nucleicos.

Laboratorio de Biología Molecular. Cambridge, Gran Bretaña

1981
Fukui, Kenichi (Japón)

Por sus teorías desarrolladas independientemente, en relación a la


evolución de las reacciones químicas.

Universidad de Kyoto. Kyoto, Japón

1982
Klug, Aaron (Gran Bretaña)

Por su desarrollo de la microscopía electrónica cristalográfica y su rol en la


comprensión de complejos nucleicos y ácidos proteicos biológicamente
importantes.

Laboratorio de Biología Molecular. Cambridge, Gran Bretaña

103
1984
Merrifield, R. Bruce (Estados Unidos)

Por su desarrollo de una metodología para estudios químicos en una matriz


sólida.

Universidad de Rockefeller. Nueva York, NY, Estados Unidos

1981
Hoffmann, Roald (Estados Unidos)

Por sus teorías desarrolladas independientemente, en relación a la


evolución de las reacciones químicas.

Universidad de Cornell. Ithaca, NY, Estados Unidos

1983
Taube, Henry (Estados Unidos)

Por su trabajo en los mecanismos de transferencia de electrones en las


reacciones, especialmente en los metales complejos.

Universidad de Stanford. Stanford, CA, Estados Unidos

1985
Hauptman, Herbert A. (Estados Unidos)
Por sus destacados logros en el desarrollo de métodos directos para la
determinación de estructuras de cristales.

Fundación Médica DE Buffalo. Buffalo, NY, Estados Unidos

104
1984
Karle, Jerome (Estados Unidos)

Por sus destacados logros en el desarrollo de métodos directos para la


determinación de estructuras de cristales.

Laboratorio Naval de Investigación de Estados Unidos

1986
Lee, Yuan T. (Estados Unidos)

Por sus contribuciones relativas a la dinámica de los procesos de la química


elemental.

Universidad de California. Berkeley, CA, Estados Unidos

1986
Cram, Donald J. (Estados Unidos)

Por su desarrollo y uso de moléculas con interacciones especificas a la


estructura de alta selectividad.

Universidad de California. Los Angeles, CA, Estados Unidos

1986
Herschbach, Dudley R. (Estados Unidos)

Por sus contribuciones relativas a la dinámica de los procesos de la química


elemental.

Universidad de Harvard. Cambridge, MA, Estados Unidos

105
1986
Polanyi, John C. (Canadá)

Por sus contribuciones relativas a la dinámica de los procesos de la química


elemental.

Universidad de Toronto. Toronto, Canada

1986
Lehn, Jean-Marie (Francia)
Por su desarrollo y uso de moléculas con interacciones especificas a la
estructura de alta selectividad.

Universidad Louis Pasteur. Strasbourg, Francia. Colegio de Francia. París, Francia

1986
Pedersen, Charles J. (Estados Unidos)

Por su desarrollo y uso de moléculas con interacciones especificas a la


estructura de alta selectividad.

Du Pont. Wilmingnton, DE. Estados Unidos

1988
Huber, Robert (Alemania)

Por la determinación de la estructura tridimensional de un centro de


reacción fotosintética.

Instituto Max Planck de Bioquímica. Martinsried, República Federal de Alemania

106
1989
Altman, Sidney (Canadá)

Por su descubrimiento de las propiedades catalíticas del RNA.

Universidad de Yale. New Haven, CT, Estados Unidos

1988
Deisenhofer, Johann (Alemania)

Por la determinación de la estructura tridimensional de un centro de reacción


fotosintética.

Instituto Médico Howard Hugues y Departamento de Bioquímica de la Universidad de Texas. Dallas, Texas, Estados Unidos

1988
Michel, Hartmut (Alemania)

Por la determinación de la estructura tridimensional de un centro de


reacción fotosintética.

Instituto Max Planck de Bioquímica. Martinsried, República Federal de Alemania

1989
Cech, Thomas R. (Estados Unidos)

Por su descubrimiento de las propiedades catalíticas del RNA.

Universidad de Colorado. Boulder, Colorado, Estados Unidos

107
1990
Corey, Elias James (Estados Unidos)

Por su desarrollo de la teoría y metodología de la síntesis orgánica.

Universidad de Harvard. Cambridge, MA, Estados Unidos

1992
Marcus, Rudolph A. (Estados Unidos)

Por sus contribuciones a la teoría de reacciones de transferencia de


electrones en sistemas químicos.

Instituto de Tecnología de California. Pasadena, CA, Estados Unidos

1993
Smith, Michael (Canadá)

Por sus contribuciones fundamentales al establecimiento de muta- génesis


dirigida en sitios oligonucleótidos y su desarrollo para el estudio de las
proteínas.

Universidad de la Columbia Bitránica. Vancouver, Canada

1990
Ernst, Richard (Suiza)

Por sus contribuciones al desarrollo de la metodología de la espectroscopia


nuclear de resonancia magnetica de alta resolución.

Instituto Federal de Tecnología. Zurich, Suiza

108
1993
Mullis, Kary B. (Estados Unidos)

Por la invención del método de reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

La Jolla. CA, Estados Unidos

1994
Olah, George A. (Estados Unidos)
Por su contribución a la química de carbonación.

Universidad de Sureste de Califronia, Los Angeles, CA, Estados Unidos

1995
Crutzen, Paul (Paises Bajos)

Por su trabajo en la química atmosférica, particularmente la relativa a la


formación y descomposición del ozono.

Instituto Max Planck de Química. Mainz, Alemania

1995
Rowland, Sherwood (Estados Unidos)

Por su trabajo en la química atmosférica, particularmente la relativa a la


formación y descomposición del ozono.

Departamento de Química de la Universidad de California. Irvine, CA, Estados Unidos

109
1996
Kroto, Harold W. (Gran Bretaña)

Por su descubrimiento de los fulerenos.

Universidad de Sussex. Brighton, Gran Bretaña

1995
Molina, Mario (México)

Por su trabajo en la química atmosférica, particularmente la relativa a la


formación y descomposición del ozono.

Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Cambridge, MA, Estados Unidos

1996
Curl, Robert F. (Estados Unidos)
Por su descubrimiento de los fulerenos.

Universidad de Rice. Houston, Estados Unidos

1996
Smalley, Richard E. (Estados Unidos)

Por su descubrimiento de los fulerenos.

Universidad de Rice. Houston, Estados Unidos

110
1997
Boyer, Paul D. (Estados Unidos)

Por su comprensión del mecanismo enzimático subyacente a la síntesis del


Adenosin Trifosfato (ATP).

Universidad de California. Los Angeles, CA, Estados Unidos

1997
Walker, John E. (Gran Bretaña)

Por su comprensión del mecanismo enzimático subyacente a la síntesis del


Adenosin Trifosfato (ATP).

Consejo de Investigación Médica del Laboratorio de Biología Molecular. Cambridge, Gran Bretaña

1998
Pople, John A. (Estados Unidos)

Por su desarrollo de métodos computacionales en la química quántica.

Universidad del Noroeste. Evanston, IL, Estados Unidos

1997
Skou, Jens C. (Dinamarca)

Por el primer descubrimiento de una enzima transportadora de iones Na+ y


K+ en el ATP.

Universidad de Aarhus. Dinamarca

111
1998
Kohn, Walter (Estados Unidos)

Por su desarrollo de la teoría de la densidad funcional.

Universidad de California. Santa Barbara, CA, Estados Unidos

1999
Zewail, Ahmed (Egipto)

Por sus estudios de los estados de transición de las reacciones químicas


utilizando espectroscopía de femtosegundos.

Instituto de Tecnología de California. Pasadena, CA, Estados Unidos

2000
Heeger, Alan J. (Estados Unidos)

Por el descubrimiento y desarrollo de polímeros conductivos.

Universidad de California. Santa Barbara, California, Estados Unidos

2000
Shirakawa, Hideki (Japón)

Por el descubrimiento y desarrollo de polímeros conductivos.

Universidad de Tsukuba, Japón

112
2000
Mac Diarmis, Alan G. (Estados Unidos)

Por el descubrimiento y desarrollo de polímeros conductivos

Universidad de Pennsylvania. Philadelphia, Estados Unidos

Premio Nóbel 2001 - Química

" por su trabajo en las


"por sus trabajos en las reacciones de reacciones de
hidrogenación catalizadas ‘chirally’ " oxidación catalizadas
‘chirally’ "

William S. Ryoji Noyori K. Barry


Knowles Sharpless
1/4 del premio 1/4 del premio 1/2 del premio
USA Japan USA
Nagoya University The Scripps
St. Louis, MO, USA Nagoya, Japan Research Institute
La Jolla, CA, USA
b. 1917 b. 1938 b. 1941

113
Premio Nóbel 2002 - Química

"por el desarrollo de métodos de identificación y análisis de


estructura de las macromoléculas biológicas.”

" por sus desarrollos de métodos de “por el desarrollo de la

ionización para análisis espectrométrico de espectroscopia por

moléculas biologicas. " resonancia magnética

nuclear, para la

identificación de la

estructura tridimensional

de las macro-moléculas

en solución”

John B. Fenn Koichi Tanaka Kurt Wüthrich

1/4 del premio 1/4 del premio 1/2 del premio

USA Japan Switzerland

Virginia Shimadzu Corp. Eidgenössische

Commonwealth Kyoto, Japan Technische

University Hochschule (Swiss

Richmond, VA, USA Federal Institute of

Technology)

Zurich, Switzerland;

The Scripps

Research Institute

La Jolla, CA, USA

b. 1917 b. 1959 b. 1938

114
Premio Nóbel 2003 - Química

"por descubrimientos concernientes a los canales en las


membranas celulares”

"por el descubrimiento de "por los estudios mecánico


los canales de agua" estructurales de los canales
de iones"

Peter Agre Roderick MacKinnon

1/2 del premio 1/2 del premio

USA USA

Johns Hopkins University Rockefeller University


School of Medicine New York, NY, USA;
Baltimore, MD, USA Howard Hughes Medical
Institute

b. 1949 b. 1956

115
Premio Nóbel 2004 - Química

"por el descubrimiento de la degradación proteínica mediada por la

ubiquitina"

Aaron Ciechanover Avram Hershko Irwin Rose


1/3 del premio 1/3 del premio 1/3 del premio
Israel Israel USA
Technion – Israel Institute Technion – Israel University of California
of Technology Institute of Technology Irvine, CA, USA
Haifa, Israel Haifa, Israel
b. 1947 b. 1937 b. 1926
(in Karcag, Hungary)

116
Premio Nóbel 2005 - Química

"por el desarrollo de los métodos de metátesis en las síntesis


orgánicas” "

Yves Chauvin Robert H. Richard R. Schrock

Grubbs

1/3 del premio 1/3 del premio 1/3 del premio

France USA USA

Institut Français California Massachusetts Institute


du Pétrole Institute of of Technology (MIT)
Rueil-Malmaison, Technology Cambridge, MA, USA
France (Caltech)
Pasadena, CA,
USA

b. 1930 b. 1942 b. 1945

117
Premio Nóbel 2006 - Química

"por sus estudios de la base molecular de la transcripción eucariótica” "

Roger D. Kornberg

1 premio

USA

Stanford University, Stanford, CA, USA

b. 1947

118
Premio Nóbel 2007 - Química

"por sus estudios de procesos químicos sobre las superficies de los sólidos "

Gerhard Ertl

1 premio

Alemania

Fritz-Haber-Institut der Max-Planck-Gesellschaft, Berlin, Germany

b. 1936

119
Premio Nóbel 2008 - Química

"por el descubrimiento y desarrollo de la proteína fluorescente verde


GFC”

Osamu Martin Chalfie Roger Y. Tsien

Shimomura

1/3 del premio 1/3 del premio 1/3 del premio

USA USA USA

Marine Biological Columbia University, University of


Laboratory (MBL), New York, NY, USA California, San
Woods Hole, MA, Diego, CA, USA,
USA, Boston Howard Hughes
University Medical Medical Institute
School,
Massachusetts, MA,
USA

b. 1928 b. 1947 b. 1952

120
Premio Nóbel 2009 - Química

"por estudios de la estructura y función de los ribosomas”

Venkatraman Thomas A. Steitz Ada E. Yonath

Ramakrishnan

1/3 del premio 1/3 del premio 1/3 del premio

INDIA USA ISRAEL

MRC Laboratory of Yale University, New Weizmann Institute of


Molecular Biology, Haven, CT, USA, Howard Science, Rehovot, Israel
Cambridge, United Hughes Medical Institute
Kingdom

b. 1952 b. 1940 b. 1939

121
Premio Nóbel 2010 – Química

"por acoplamientos de cruces catalizadas con paladio en síntesis


orgánicas”

Richard F. Heck Ei-ichi Negishi Akira Suzuki

1/3 del premio 1/3 del premio 1/3 del premio

USA USA JAPAN

University of Purdue University, Hokkaido University,


Delaware, USA West Lafayette, IN, Sapporo, Japan
USA
b. 1931 b. 1935 b. 1930

122
Premio Nóbel 2011 – Química

"por el descubrimiento de los cuasicristales”

Dan Shechtman

1/1 del premio

ISRAEL

Technion - Israel Institute of


Technology, Haifa, Israel

b. 1941

123
Premio Nóbel 2012 – Química

"por estudios de los receptores acoplados a la proteína G”

Robert J. Brian K. Kobilka

Lefkowitz

1/2 del premio 1/2 del premio

USA USA

Howard Hughes Stanford University


Medical School of Medicine,
Institute, Duke Stanford, CA, USA
University
Medical Center,
Durham, NC,
USA

b. 1943 b. 1955

124
Premio Nóbel 2013 – Química

"por el desarrollo de modelos multiescalas para sistemas químicos


complejos”

Martin Karplus Michael Levitt Arieh Warshell

1/3 del premio 1/3 del premio 1/3 del premio

USA USA USA

Université de Stanford University University of


Strasbourg, School of Medicine, Southern California,
Strasbourg, France, Stanford, CA, USA Los Angeles, CA, USA
Harvard University,
Cambridge, MA, USA

b. 1930 b. 1947 b. 1940

125
Premio Nóbel 2014 - Química

"por el desarrollo del microscopio de fluorescencia de super -


resolución "

Eric Betzig Stefan W. Hell William E.

Moerner

1/3 del premio 1/3 del premio 1/3 del premio

USA RUMANIA USA

Janelia Research Max Planck Institute Stanford


Campus, Howard for Biophysical University,
Hughes Medical Chemistry, Stanford, CA, USA
Institute, Ashburn, VA, Göttingen, Germany,
USA German Cancer
Research Center,
Heidelberg,
Germany

b. 1960 b. 1962 b. 1953

126
Premio Nóbel 2015 - Química

"por haber mapeado a nivel molecular cómo las células reparan el ADN dañado para
salvaguardar la información genética "

Tomas Lindahl Paul Modrich Aziz Sancar

1/3 del premio 1/3 del premio 1/3 del premio

Suecia USA USA

London Research Institute Duke University, University of North


Durham, North Carolina, Chapel Hill,
Carolina NC, USA

b. 1938 b. 1946 b. 1946

127
INVESTIGADORES MODERNOS

Albert Einstein: en 1905 propuso su teoría especial de la relatividad. Un corolario


modificó la ley que decía que la materia es conservada en toda reacción. La materia no
es eterna, sino que puede crearse. La energía pura puede materializarse. Esta energía
puede ser los rayos X generados por ciclotrones, o los rayos gamma, todavía más
energéticos que los rayos X, que ahora llegan de las regiones más lejanas y antiguas del
universo.

Estos rayos son oscuros. Su vibración es demasiado rápida como para producir ninguna
sensación visual. Cuando hacen una radiografía, un pulso muy energético traspasa el
sujeto y expone la película, pero el sujeto no ve nada. Pero cuando los rayos gamma
chocan entre sí, gran parte de su energía materializa en componentes de átomos, como
electrones, protones, neutrones y otras partículas. La energía sobrante hace rayos menos
energéticos, como los rayos de luz o de calor. Así los rayos oscuros se hacen visibles
cuando chocan entre sí, se rompen, y parcialmente materialicen, dejando un saldo de
luz.

Este descubrimiento indica que la materia del universo vino de las tiniebla muy
energéticas de los rayos gamma, cuando estos chocaron y produjeron una pelota de
fuego. Pero no explica de donde vino la energía. Esta energía tenía que producirse por
una agencia muy potente que hizo el trabajo necesario para generar tanta energía.

Edwin P. Hubble anunció en 1929 que el universo está en expansión. El observó que
en general las galaxias se alejan unas de otras. Este movimiento no puede haber
continuado así desde la eternidad pasada, porque ahora las galaxias estarían
infinitamente lejos de nosotros, y no podríamos observar ninguna de ellas. Cuando
vemos el cielo lleno de galaxias, sabemos que en cierto momento, no infinitamente
remoto en el pasado, la agencia creadora actuó. Al principio todas las galaxias estaban
juntas, y antes de su separación formaban una masa compacta.

En 1964 dos científicos de los Laboratorios Bell (la Telefónica de los EE. UU.), Arno
Penzias y Robert Wilson, detectaron la luz proveniente de esa masa con una antena de
microondas. Cualquier persona puede detectar la misma luz con un equipo tan ordinario
como un televisor. Solo hay que prenderlo y seleccionar un canal donde por el momento

128
no haya transmisión. Se verá un baile de puntos blancos y negros. Según la
determinación de Penzias y Wilson, el setenta por ciento de estos puntos son ruidos
electrónicos de aparatos artificiales, como emisoras demasiado lejanas como para captar
una imagen, motores eléctricos, etcétera. Casi todos los restantes son emisiones
aleatorias esporádicas del sol, de otras estrellas, y de galaxias lejanas. Pero uno entre
cien de los puntos es el resultado de la luz original, llegando ahora a la antena de
nuestro televisor después de viajar a través del universo desde la creación.

Esta luz viene de regiones que distan de la tierra el número de años luz que es igual al
número de años pasados desde la creación. (Ya que ahora entiendo el baile de puntos,
éste ha llegado a ser mi programa favorito. Edifica más que muchos otros.)

El televisor no da una imagen clara del universo original. La interferencia es cien veces
más fuerte que la luz original. Para investigarla mejor, en 1989 la N. A. S. A. lanzó al
espacio exterior el satélite COBE, lejos de la interferencia de los artefactos de la tierra,
y fuera de la atmósfera, que absorbe buena porción de esta señal. Desde allí confirmaron
que la llamada "radiación de trasfondo" se originó como una luz rojiza. Se ha enfriado
mucho por la expansión del universo, y cuando llega a la tierra ya no es visible. Pero
cuando partió, era luz visible.

Henri Becquerel (París 1852 - Le Croisic 1908): Profesor de Física del Museo
Nacional de Historia Natural de París y de la Escuela Politécnica,
Henri Becquerel era un especialista de los fenómenos vinculados
a la polarización de la luz y, como su padre Edmond Becquerel,
de los procesos de luminiscencia de materiales. Después de haber
defendido su tesis de doctorado en el año 1888, fue elegido un
año más tarde miembro de la Academia de Ciencias.

Pierre Curie (París 1859 - París 1906): Profesor de la Escuela de Física y Química
Industriales de París, Pierre Curie ya era conocido por sus trabajos
sobre la piezoelectricidad (con su hermano Jacques), sobre la
simetría y sobre el magnetismo, cuando se casó en 1895 con
Marie Sklodowska. En 1898 abandonó sus investigaciones sobre
los cristales para unir sus esfuerzos a los de su esposa. En 1904

129
Pierre Curie fue nombrado profesor en la Facultad de Ciencias de París y entró en la
Academia de Ciencias en 1905. Un año más tarde falleció trágicamente en
una calle de París, atropellado por un coche.

Wilhelm Conrad Rontgen (1845-1923): Descubrió por azar en 1985 el hecho de que
las placas fotográficas resultaban sensibilizadas cuando en su proximidad existían
cargas eléctricas producidas por válvulas de alto vacío. Investigó metódicamente la
causa de este fenómeno descubriendo las radiaciones que llevan su nombre. En su
“Comunicación provisional sobre un nuevo tipo de radiaciones” escribió: “si se coloca
la mano entre el aparato de descarga y la pantalla, se pueden ver las sombras más
oscuras de los huesos y la imagen un poco más clara de la mano.”

Pierre Curie (París 1859 - París 1906): Profesor de la Escuela de Física y Química
Industrial de París, Pierre Curie ya era conocido por sus trabajos sobre la
piezoelectricidad (con su hermano Jacques), sobre la simetría y sobre el magnetismo,
cuando se casó en 1895 con Marie Sklodowska. En 1898 abandonó sus investigaciones
sobre los cristales para unir sus esfuerzos a los de su esposa. En 1904 Pierre Curie fué
nombrado profesor en la Facultad de Ciencias de París y entró en la Academia de
Ciencias en 1905. Un año más tarde falleció trágicamente en una calle de París,
atropellado por un coche.

130
Marie Curie-Sklodowska (Varsovia 1867 - Sallanches 1934) : En 1903 se les
concede el premio Nóbel por sus investigaciones en radiactividad
junto a Henri Becquerel (el descubridor de la radiactividad
natural).Marie es la primera mujer en recibir el Nóbel. También
sería la primera persona en ganar un segundo premio Nóbel y,
según creo, fue también la primera profesora universitaria en
Francia.

Los esposos Curie. Trabajando incansablemente los esposos


Pierre Curie y su mujer Marie, descubrieron en 1898 los
elementos radiactivos Polonio y Radio.

131
Irene Joliot Curie (1987-1956): Hija de Pierre y Marie Curie, y mujer de Jean Frédéric
Joliot-Curie, todos ellos famosos físicos y químicos (suman
cuatro premios Nóbel).

Trabajó toda su vida con su marido, en el campo de la


estructura del átomo y de la física nuclear.

Demostraron la existencia del neutrón y descubrieron en


1934 la radiactividad artificial, lo que les valió el premio
Nobel de Química en 1935.

Obtuvo el año siguiente el puesto de subsecretario de Estado


a la investigación científica, en Francia.

Otto Hahn: inició sus trabajos científicos en el campo de la química orgánica si bien, a
partir del año 1904, inició el estudio de la radiactividad.
En colaboración con la fisico austriaca Lise Meitner,
descubrió la existencia de diversos isótopos radiactivos.
Ambos científicos desarrollaron el método de
emanación para el estudio de las superficies, además de
mejorar la técnica de los marcadores radiactivos. En
1938 consiguió llevar a cabo, en colaboración con
Friedrich Strassmann, la primera desintegración
nuclear (de átomos de uranio) mediante bombardeo con
neutrones. De este modo estableció los fundamentos
para el aprovechamiento pacifico y militar de la energía
nuclear. Sus trabajos le valieron la concesión del
premio Nóbel de química en el año 1945.

132
Walter N. Haworth (1883-1949) Paul Barrer (nacido en 1889)
Investigó los hidratos de carbono y formuló en 1925 a los Estudió los carotenoides durante más de 30 años, lo que
azúcares como furanosas y piranosas. En 1933 sintetizó la condujo al esclarecimiento de la constitución de la
vitamina C. Además desarrolló a partir del dextrano un vitamina A y con ello al primer descubrimiento de la
sustitutivo del plasma sanguíneo. estructura de una vitamina. Sintetizó la lactoflavina y los
tocoferoles.

Hans von Euler-Chelpin(1873-1964)


Demostró en 1928, con Barrer, que la carotina era la
provitamina A.en 1935 participó con Warburg en el
aislamiento y dilucidación de la constitución de las
codehidrogenasas I y II.

133
Robert Robinson (nacido en 1886)
Es el fundador de la teoría electrónica de la química
orgánica, que le orientó en sus trabajos sobre la
estructura y síntesis de sustancias naturales más
complejas tales como la morfina, tropina, estricnina
sustancias colorantes de las flores, esteroides y
penicilina.

Richard Kuhn(1900-1967)
Asló los carotenoides, la lactoflavina y la vitamina B6 y
estableció la constitución de la última. En 1937 logró la
síntesis de la vitamina A.

134
Nació Vincent du Vigneaud (1901-1978): Norteamericano ganador en 1955 del Nóbel
de Química, aisló y sintetizó las dos hormonas
neurohipofisiarias, vasopresina y ocitocina.
(1901-78) Químico norteamericano de ascendencia francesa, n.
en Chicago y m. en Scarsdale (N.Y.). Estudió en las
universidades de Illinois y de Rochester, donde obtuvo el título
de doctor.

Comentario

Las tendencias de los investigadores modernos hacia el descubrimiento de las


propiedades, beneficios, desventajas y relaciones así como la búsqueda de nuevos
materiales, más fuertes, más livianos, más resistentes, etc. que reúnan condiciones
necesarias para la fabricación de instrumental adecuado y/o su empleo directo en las
distintas áreas de la ciencia, ha permitido el avance de las mismas en su afán de llegar a
soluciones más rápidas y eficaces a los diferentes problemas que aqueja nuestra
sociedad; y continúa mostrando el camino hacia el desarrollo con el aporte de las
investigaciones, como son los innovadores tratamientos de enfermedades, la
viabilización rápida y adecuada de procesos y procedimientos complicados; dejándonos
de esta manera la posta a las generaciones futuras.

135

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