Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
PRESENTACIÓN. ........................................................................................................................ 1
Presentación.
El entorno en el que se desarrolla el presente ensayo está definido por los objetivos
establecidos en el proyecto de reestructuración de SCRU.2 Se comprende que el propósito
general es ofrecer elementos de juicio que permitan a su comunidad resolver sobre la
redefinición del proyecto académico del Sistema de Centros Regionales Universitarios. Se
quiere potenciar su experiencia y logros obtenidos en su quehacer en el marco de los
propósitos y esfuerzos universitarios que buscan el fortalecimiento de sus funciones sustan-
tivas y la consolidación de su carácter nacional.
Son dos aspectos de gran importancia si se entiende que, en materia educativa, los
procesos de reestructuración del pensamiento y acción sociales de las últimas dos décadas
han transitado principalmente por el pensamiento neoclásico.
Y cuando se dice “el pensamiento neoclásico” se deduce que existe “otro” pensamiento
que, simplificando, diríamos que es el “no-clásico”. Es decir, coexiste otra u otras formas
sociales de ver y actuar en el mundo. Independientemente de las controversias que puedan
suscitar los calificativos de clásico y no-clásico tan comúnmente aplicados a las teorías,
asunto en el que trabajo aunque no con la rapidez que quisiera, mis reflexiones primarias
sobre el tema me conducen a entender que lo que la literatura denomina como “clásico” (o
neoclásico) se corresponde con el pensamiento de fuerte contenido kantiano abarcando a
todas sus derivaciones principalmente en el campo de la sociología y de la economía. En
1
Profesor-investigador del Departamento de Sociología Rural y miembro de la Comisión Coordinadora de la
Dirección de Centros Regionales/UACh según acuerdo CD-01-III-09 Y CD-01-III-10 del Consejo Directivo
realizado en la ciudad de Oaxaca, Oaxaca los días 13 y 14 de septiembre del 2001.
2
Estos propósitos y objetivos fueron definidos en el Documento “Para Reflexionar en torno a la
Reestructuración Orgánica de la Dirección de Centros Regionales Universitarios. (Rev. Aquí Centros
Regionales... año 8, No. 28. Octubre 2001. p. 32-34) y en el de “Avances del Proyecto de Reestructuración
de la Dirección de Centros Regionales Universitarios” (Rev. Aquí Centros Regionales ... Año 9, No. 29. Marzo
2002. pp. 30-32).
consecuencia, y siguiendo esta distinción (¿maniquea?), por lo “no-clásico”, se infiere que
se comprende a todas aquellas teorías sociológicas y económicas que se abrevan en la
filosofía de Hegel y de Marx.
Así, la poderosa influencia de las vertientes teóricas de las que se desprenden las
disciplinas madres, como son la Sociología y la Economía, influyen determinantemente en
el contenido de otras disciplinas como lo es aquella vinculada con la Educación. Y el
problema de la regionalización a ello se vincula puesto que su propia denominación
adquiere diferencias sustantivas dependiendo de la corriente sociológica y económica a que
está adscrito el pensamiento social.
Para los neoclásicos, el asunto de la regionalización aparece como factor de segundo orden
dado que en las sociedades abiertas la asignación de recursos para el desarrollo es un
problema de mercados quienes operan como los reguladores fundamentales del
comportamiento social. Esta gran visión determina, en consecuencia, la importancia de la
planeación situándola en un segundo plano puesto que todo acto regulador de la vida social
contraviene (distorsiona) los mercados.3 La “otra” visión, la de los “no clásicos”, tiene una
percepción distinta: reconociendo la importancia de los mercados, consideran, muy a la
manera de Keynes, la necesidad de la intervención del Estado en la vida económica lo que
conlleva necesariamente a una participación social regulada demandando de la propia
planeación del desarrollo social afirmada en una visión retrospectiva.
Por su importancia, este asunto se aborda esquemáticamente en una primera parte que
denomino como “Caracterización de la etapa actual”. Inmediatamente después, reviso
sucintamente la historia de la UACh; interesa observar las relaciones entre su desarrollo y
las políticas de Estado; no se trata de resolver el viejo problema sobre su condición
estructural (como relación entre infraestructura y superestructura) sino dar cuenta de un
fenómeno económico interesante que afecta la orientación del modelo educativo y que es el
considerar que, históricamente, la acumulación de capital encuentra en el proteccionismo y
el libre cambio a dos formas aparentemente distintas y que son en realidad
complementarias. Sin embargo, al aparecer teóricamente como contrarias, no permite
visualizar el efecto que tiene la “sustitución” de una forma por la otra provocando
desfasamientos entre el movimiento de la economía y de la estructura educativa; por ende,
en la Visión y Misión universitarias.
En la tercera parte se hace una revisión de los esfuerzos académicos en la UACh para
impulsar el modelo regionalizador. Se parte de que su origen actual está en el proyecto
nacionalista, es decir: “no-clásico”, afirmado en la teoría económica y social promovida y
defendida por la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) que pretendía impulsar
el crecimiento económico a partir del desarrollo del mercado interior, modelo mejor conocido
como el modelo de sustitución de importaciones, cuyas variantes más importantes fueron
3
En realidad, la única planeación que reconocen como necesaria es aquella para consolidar una
regionalización comercial afirmada en el libre comercio y la unificación aduanera. Tal es el caso del TTLC
firmado por México con EE.UU. y Canadá. En otros campos de la vida social, la planeación se sustenta en la
visión subjetiva de la planeación prospectiva, como lo es particularmente el campo de la Educación.
2
las teorías del Subdesarrollo, la del Centro-Periferia y la del Tercer Mundo que fueron más
allá de la visión desarrollista y abrazaron una motivación social socialista o muy cercana a
él.
En este último apartado se toman como elementos básicos los elaborados en la Unidad de
Planeación, Organización y Métodos durante la gestión del Ing. Víctor Mendoza Castillo, en
la que me tocó la fortuna de trabajar para la propuesta del Plan de Desarrollo Institucional
(PDI) y participar en los procesos de planeación universitaria de 1994 a 1998. Con un
equipo de colaboradores fue posible introducirnos al conocimiento de lo que es nuestra
casa de estudios; a partir de estudios básicos allí realizados, con una visión retrospectiva,
se pretendía promover como propósito central la desconcentración Universitaria
concretizándose en el caso de la Unidad Regional de Zonas Aridas (URUZA) y con el
bosquejo de proyecto de la Unidad Regional del Sureste, sito en San José Puyacatengo, en
el Estado de Tabasco. De esa manera enfrentábamos lo que se consideró era el problema
capital de la UACh: una crisis de crecimiento.
¿Alguien pondría en duda de que la etapa actual se caracteriza por un acelerado proceso
de internacionalización del capital y que éste se da bajo las formas del capital monopólico?
La profusa literatura que existe al respecto me exime de puntualizar este hecho reconocido
mundialmente. ¿Alguien podría argumentar en contra de que ese movimiento del capital
mundial se ha dado bajo la égida del capital financiero, del capital especulativo? Sin
embargo, en donde existe un desacuerdo casi absoluto es en el papel que juegan los
Estados-nación en todo este proceso.
Debido a que la economía a escala mundial o nacional está evidentemente controlada por
los monopolios (dado el poder inmenso que han alcanzado por la acumulación y
centralización del capital), y a que el papel histórico que juegan los Estados-nación éstos
están finalmente controlados por la fracción monopólica de la burguesía, la sociedad
contemporánea reviste la cualidad histórica de estar bajo la conducción de un inmenso
poder constituido por la fusión del poder económico de los monopolios y el poder político del
Estado-nación, constituyendo prácticamente lo que Lenin, teóricamente, ya percibía desde
principios del siglo XX y lo definía como Capitalismo Monopolista de Estado.
Esa nueva forma de dictadura del capital, que no arriba aún a la tiranía y a la cual aspira el
imperio norteamericano, está bajo el mando de los Estados-nación. En lo particular, como
fuerza social organizada, el Estado-nación promueve, acrecienta y legitima socialmente los
intereses del grupo monopólico que representa, indistintamente de su origen nacional o
internacional.
3
Esta misión la cumple haciendo uso de las bastas facultades que los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial disponen para legitimar tanto el uso de los recursos fiscales (p.e.
FOBAPROA, Rescate Carretero, Rescate de Ingenios Azucareros, etc.) como de los bienes
nacionales (Suelo, subsuelo, aguas, electricidad y espacio aéreo); para dictar leyes
favorables a esos intereses (p.e. Artículo 27 constitucional y leyes reglamentarias; la Ley de
Desarrollo Rural Sustentable, etc.) o para legitimar Acuerdos Internacionales (p.e. el
Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, la promoción
del Plan Puebla Panamá y el nuevo proyecto del Gobierno de los EE.UU. de constituir el
Tratado de Libre Comercio con América Latina); para resolver judicialmente en favor de sus
causas, como ya se expresa en los escándalos del PEMEXGATE y del obscuro asunto del
financiamiento de la campaña del actual Presidente de la República, Lic. Vicente Fox
Quezada, ligado con los Amigos de Fox.
Como ideología de Estado, impulsada y defendida desde el corazón mismo de los Estados-
nación, ha sido proclamada como pensamiento único brindando el soporte teórico para
justificar la hegemonía económica y política del capital financiero y especulativo de nuestra
época,6 cuya expresión más brutal y aniquilante se expresa como praxis globalizadora.7
4
ALMEYRA, G. Argentina: ¿elección o abstención? Periódico La Jornada. México, D.F. 7/07/02. p. 20.
5
Con la renovación del pensamiento filosófico apriorístico de Kant, paradógicamente producto de los
grandes avances logrados por las ciencias de la matemática, la biología, la química y la física, en el campo
cuántico, se abren paso las viejas posturas idealistas en tanto que, frente a la relatividad del conocimiento,
se enaltece la abstracción como idea, como intelecto, restaurando así su primacía por encima de la Razón,
comprendida en el sentido hegeliano y marxista.
6
Como parte de la influencia dominante de la teoría neoclásica, en los últimos años se han obscurecido
lamentablemente las relaciones que existen entre Economía y política, sobre la dominancia de las formas
funcionales del capital en el estado. Para los orígenes y causas del fortalecimiento de las teorías neoliberales
ver: BUJARIN, Crítica a la teoría marginalista. Ediciones de Cultura Popular. México. 1975.
7
El Dr. Amoroso, de la Universidad de Roskild, Dinamarca, considera que de transformarse en dominante en
la economía mundial pone en peligro la existencia misma de la humanidad. Ver: AMOROSO, On
Globalization.
4
En el campo de la sociología da fundamento a la tan controvertida tesis del postmodernismo
derivada del pensamiento histórico de Karl R. Popper8, con su “Sociedad Abierta”, y con
Theodore Adorno, precursor determinante de las ideas, entre otras cosas, de un
conductismo agregado, interactivo, fundamentado en el individuo. 9 Los neoclásicos
defensores de las tesis del postcapitalismo, cuya expresión más popular la representa
Drucker,10 se ha soportado en las tesis de Bohm Bawerk, Friedrich A. Von Hayek y Vilfrido
Pareto; continuadores de las tesis marginalistas de Augusto Walras y Hermann Gossen,
todas ellas promotoras de las economías abiertas o de la "dictadura de los mercados",
formulaciones que se han entronizado mundialmente, particularmente en las escuelas
norteamericanas con Milton Friedman11 y los Chicago boys a la cabeza.
Globalización y mundialización.
Cañizares nos ilustra y previene contra la común idea de un desarrollo capitalista unitario y
por una sola vía. La historia de las naciones, su condición interna en cuanto al grado de
desarrollo de las fuerzas productivas y la lucha de clases, nos dice, van marcando los
mecanismos sociales por los que transita y fortalece el capital como ente nacional por lo
que no hay un mecanismo único.12 Por eso, la cuestión de la construcción nacional se
transforma en capital para que el capital se exprese, o no, con toda su potencialidad.13
La praxis social neoclásica se mueve en torno una incongruencia entre teoría y práctica
fuente de la que brotan sus principales contradicciones tanto en su visión sociológica como
económica. En su rechazo al historicismo, deshecha la condición histórica de los procesos
sociales, cuyo fundamento central estriba en el rechazo de la relación de causalidad y el
8
POPPER, K. R. La sociedad Abierta y sus Enemigos. Ed. Paidos. Barcelona. 1982. y POPPER, K. R. La
miseria del historicismo. Ed. Alianza Taurus S.A. Madrid. 1984.
9
Su forma más depurada la expresa Giddens con su cuestionable “tercera vía” quién, pretendiendo explicar los
procesos sociales a partir de las discutibles tesis del "capital humano", su teoría es una suerte de injerto entre la
“dictadura de los mercados” y un remedo de “justicia social”, derecho que, para toda teoría neoliberal, brota de
esa misma libertad que, dicen, existe en el trato nacional y mundial. En los intentos de fundir neoliberalismo con
historicismo, Giddens va más allá, y se propone la tarea imposible de fundir neoliberalismo con marxismo; es
decir, unir en la práctica a Kant y a Marx. Ver: GIDDENS, A. La tercera vía. La renovación de la
socialdemocracia. Ed. Taurus. 1999.
10
DRUCKER, P.F. La sociedad postcapitalista. Ed. Norma. Colombia. 1993.
11
Ver: FRIEDMAN, M. La metodología de la Economía Positiva. En, Lecturas de Política Económica.
Ediciones de Cultura Popular/INAM/FEC. México. 1985. pp. 53-87
12
Ver su investigación histórica sobre la construcción de naciones y del Estado. DIEGO CAÑIZAREZ, F.
Teoría del Derecho. Ed. Pueblo y Educación. La Habana, Cuba. 1979.
13
Sobre el particular ver: RAMIREZ DÍAZ, F. J. Bases económicas y sociológicas para el estudio de la
alianza obrero campesina en México. UACh/Departamento de Sociología Rural. Chapingo, México. 1993.
(Particularmente la parte metodológica)
5
reconocimiento tan sólo de la interacción social. Ello significa que sólo se vive el ahora; que
el pasado no importa y que lo que existe, y eso como posibilidad, es el futuro.14
Al concebir la vida social como producto de una relación de factores y que brota de su mera
interacción, no de conexiones causales, su pensamiento asistémico concibe a los vínculos
entre las distintas instituciones que conforman la estructura social en un solo plano por lo
que todas ellas aparecen a un mismo nivel y con el mismo grado de importancia.16 Así, es
posible que Estado y mercado se concilien como si fuesen dos factores sociales
independientes, como si fuesen herramientas de una máquina que operan con eficiencia y
eficacia.17
14
“... En esencia, los criterios del futuro no están ni en el pasado ni en la teoría, sino en un abordaje crítico y
consciente de las fuerzas actuantes en el mundo de hoy” PEREZ, C. La modernización industrial en América
Latina y la herencia de la sustitución de importaciones. Rev. Comercio Exterior. Vol. 46, No. 5. México. 1996.
p. 349.
15
El caso norteamericano es elocuente. Las relaciones y compromisos de los grandes monopolios con el
Estado-nación se hacen cada vez más evidentes. Con la presidencia de George W. Bush, los intereses del
clan petrolero del sureste norteamericano se han fortalecido no tan sólo en el interior sino principalmente en
el exterior con la guerra mundial desatada contra el “terrorismo” cuyo propósito es el control de la región de
Oriente Medio, particularmente de los territorios ricos en gas y petróleo.
16
Esta forma de filosofar se contrapone con la visión historicista que hace del estructuralismo su
fundamento. El pensamiento latinoamericano dominante de los años 60 y 70 se desarrolló en esta vertiente.
Ver: VALENZUELA FEIJÓO, J.C. Aníbal Pinto: un clásico latinoamericano. En, Teoría Social
Latinoamericana. Subdesarrollo y Dependencia. T. II. Ed. El Caballito, S.A. México. 1999. pp. 82-90
17
Criticando el maniqueísmo existente en el manejo que se hace de las instituciones Estado y Mercado, la
autora nos propone una salida que implica el óptimo equilibrio entre ambas, como todo lo que ofrece la teoría
neoclásica. Al respecto nos dice: “Desde ese punto de vista, Estado y mercado serían dos herramientas
complementarias, cuya forma óptima de participación y acoplamiento está siendo definida por los actores
sociales.” PEREZ, C. La modernización industrial en ... op cit. p. 348.
6
Las tesis neoclásicas tienen como fuente inconfundible a la "razón instrumental" de que nos
habla Flores Olea y de la que se desprende un recio aroma kantiano.18 Desde la tercera
generación del positivismo, impulsada por el liberalismo inglés y el Círculo de Viena,19 el
neopositivismo lógico y lingüístico ha influido crecientemente en la crítica a los paradigmas
sociales provenientes del marxismo y el historicismo;20 se transforman en teorías
dominantes fundamentalmente por la hegemonía mundial del capital monopólico y su
vertiente especulativa, quien, al fusionar su poderío económico con el poder político del
Estado-nación, llegan a constituirse en ideología de Estado.
18
FLORES OLEA, V. Crítica de la Globalidad, Dominación y Liberación en nuestro tiempo. FCE. México.
2000.
19
Para un referente histórico ver AYER, A.J. (COMPILADOR) Introducción. En, El positivismo lógico. FCE.
México. 1986. p. 9-34.
20
En esta tarea contribuyó mucho el trabajo del físico y filósofo alemán Karl R. Popper. Aunque con su obra
realmente trata de destruir las bases del historicismo europeo, en realidad lo que se propone desmantelar no
es al historicismo en sí sino a las categorías de causalidad que se le atribuyen a la vida social ya que su obra
es eminentemente histórica. Ver: POPPER, KARL. R.
21
RAMIREZ DIAZ, F.J. El proceso de integración económica y social de la Unión Europea. (ENSAYO).
UACh/CIESTAAM. Chapingo, México. Junio del 2002.
22
Mi idea de Sociedad civil es la de Marx: “La sociedad civil abarca toda la relación material de los individuos
en una determinada fase de desarrollo de las fuerzas productivas. Abarca toda la vida comercial e industrial
de una fase y, en este sentido, trasciende los límites del Estado y de la nación. Si bien, por otra parte, tiene
necesariamente que hacerse valer, al exterior, como nacionalidad y, vista hacia el exterior, como Estado...”
MARX, C. y ENGELS, F. Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialistas e idealistas. O.E. Ed.
progreso. Moscú. 1973. p. 76
7
propuestas alternativas que se desenvuelven en cada uno de los espacios de dominación
mundiales.
Marx preveía que el propio devenir del capitalismo va entronizando la importancia de los
Estados-nación y, como institución social, en la medida en que se desencadenan los
procesos de concentración y centralización de los capitales, el Estado va adquiriendo cada
vez más grados de libertad frente a la mayor parte de la Sociedad Civil a la vez que se va
ligando cada vez más estrechamente con la clase dominante, con la burguesía. Es la nueva
condición de la sociedad civil, la era de los monopolios, la que condiciona y regula al
Estado;23 como capitalismo monopólico, cuyos intereses los encarna una reducidísima
fracción de toda la clase burguesa, se enfrenta a toda la “otra” parte de la sociedad civil
incluyendo a las fracciones capitalistas menos desarrolladas que reclaman y participan en la
lucha social por no desaparecer del escenario de la historia.24
Es el campo de batalla donde los intereses concurrentes de las clases sociales y fracciones
de clase se materializan de manera vaga y genérica y que se identifican como lucha entre
dos ejércitos: uno, el de ciudadanos, los globalifóbicos; y otro, el de los imperios, los
globalifílicos. Al diluirse su contenido de clase se dificulta cada vez más el definir la tan
esperada “tercera vía” donde un nuevo mundo sea posible.
Ideológicamente se manifiesta como una acción entre dos visiones sociales, entre dos
finalidades; una, la dominante que se impone desde las estructuras del Estado y se dimana
23
“... No es el Estado el que condiciona y regula la sociedad civil, sino ésta la que condiciona y regula el
Estado, y de que, por tanto, la política y su historia hay que explicarlas por las relaciones económicos y su
desarrollo, y no a la inversa....” ENGELS, F. Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas. O.E. T.
III. Ed. Progreso. Moscú. 1973. p. 191.
24
La poderosa influencia que ejerció Hegel en el pensamiento de Marx, como él mismo lo reconoce, le
permite percibir a la sociedad civil como el campo de batalla de los intereses concurrentes de las clases
sociales, superando la visión de Hegel que veía en esa confrontación sólo intereses individuales enfrentados
todos contra todos. MARX, C. Prólogo a la “Contribución a la Crítica de la Economía Política.” O.E. T.I. Ed.
Progreso. Moscú. 1973.p. 517. y GARAUNDY, R. Dios ha muerto. Un estudio sobre Hegel. Ed. Platina.
Buenos Aires. 1965. p. 31
25
En mis estudios sobre la realidad nacional, desde 1990 encuentro estas características. Pretendiendo
revisar las posibilidades para establecer una alianza obrero-campesina, en una perspectiva socialista, el
estudio realizado “... sólo arroja una posibilidad que es la alianza entre la burguesía nacionalista, el obrero y
el campesinado”, negando la tesis de que el ciclo de revoluciones burguesas, para México, había terminado.
Esta tesis se viene corroborando desde entonces y parece que se transformará en punta de lanza para las
elecciones venideras. Ver: RAMIREZ DIAZ, F.J. Desarrollo nacional y la cuestión agraria en México.
UACh/CIESTAAM. Chapingo, México. 1997. p. 93.
8
a través de prácticamente todo el sistema político y cuya finalidad es la producción y
reproducción del capital monopólico; la otra, aislada y motivada desde la individualidad que
busca abrirse paso a través de “novedosas” organizaciones mal llamadas “no
gubernamentales (ONG’s), presenta una batalla desigual alimentada, por demás, en un
anarquismo asfixiante de toda lucha social que, paradógicamente, se desprende del propio
discurso dominante26 y cuya finalidad es reivindicar un proyecto de desarrollo social
incluyente.
No hay ciencia sin filosofía como tampoco hay teoría sin práctica; y ello es válido para toda
praxis. Por ello, los giros históricos habidos en las grandes tendencias del pensamiento
universal provocan necesariamente movimientos en el mismo sentido para toda acción
social, incluyendo, por supuesto, el ámbito educativo. La historia da cuenta de ello.
La Universidad, como parte de la superestructura social, sólo refleja esos cambios y forma
parte activa para su reproducción en el espacio social que le toca atender. Por eso, cuando
el pensamiento social dominante coloca en el centro bien a las masas o bien al individuo,
las universidades no pueden menos que gravitar en torno a esa idea.
26
La racionalización del desprecio por la conquista del Estado no es propia de la sociología neoclásica
(Drucker) sino que abarca también a escuelas de la corriente histórica, como es el caso de Foucault. La
resistencia a luchar por el poder del Estado, dado que implica la acción electoral al no haber alternativa
social distinta, conduce a la pasividad de los movimientos y les hace depender en gran medida de la
solidaridad externa. En México pienso que el caso más ostensible es el del Ejercito Zapatista de Liberación
Nacional emergido en Chiapas en enero de 1994.
9
Y no es desdeñable la polémica. Se trata del antiquísimo desacuerdo habido sobre la
importancia atribuida a la objetividad y subjetividad en los acontecimientos históricos, par-
ticularmente, sobre el papel que juegan los procesos objetivos en la conciencia del Hombre
que sobre ellos tiene. Es decir, sobre las relaciones dialécticas habidas entre la naturaleza y
la percepción que sobre ella tiene el Hombre, en tanto forma parte de ella. ¿Son los
procesos objetivos, en última instancia, lo que determina la conciencia humana o es la
conciencia la que determina los procesos?
De la toma de postura frente a este problema filosófico dimana, por ejemplo, la posición
sociológica frente al problema del desarrollo de la humanidad. En principio se plantea el
asunto de si son las grandes ideas (léase la Ciencia) las que han cambiado el mundo o si
los cambios habidos en el mundo (praxis social) son quienes las revolucionan.
Al tratar de definir la finalidad de la Universidad ¿No estamos, entonces, frente a uno de los
grandes problemas sociológicos derivado de la distinta apreciación de la causalidad (hi-
storicidad de los procesos) Vs interacción como relatividad social? ¿Y no conduce ésto a
una diferente apreciación del origen, contenido y forma de la Planeación del desarrollo y de
su ejercicio? La distinción entre Planeación Retrospectiva, Planeación Estratégica y
Planeación Prospectiva, no son las denominaciones sino sus contenidos en tanto que
reflejan la toma de postura teórica frente al problema de la causalidad ó de la interacción
social.
Recordemos que a la Alianza para la Producción, con el Lic. José López Portillo (1976-82),
ante el entusiasmo desbordado por la industrialización que la riqueza petrolera auguraba, le
interesaba la capacitación de la planta de trabajo; al Lic. Miguel de la Madrid (1982-88), la
renovación moral, de donde derivó su tesis de la renovación de sistema educativo exaltando
27
ANUIES. XVIII Reunión Ordinaria de la Asamblea General de la Asociación Nacional de Universidades e
Institutos de enseñanza Superior. MEMORIA. México. 1979. P. 95-96
10
los valores nacionales; al Lic. Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), la modernización
nacional fue su divisa fuerte y, en la educación no podía más que reflejarse en el lema de la
modernización educativa; al Dr. Ernesto Zedillo (1994-2000), el “bienestar para tu familia” se
transformó en la exaltación de los valores individuales; y el actual presidente de la
República, Lic. Vicente Fox Quezada (2000-06) a la orientación de los dos últimos sexenios
sólo le añade su desmesurado optimismo y confianza en la subjetividad individual, en la
divisa del individuo emprendedor.
Sin embargo, en todo momento han definido y defendido su propia visión de país
marcando con ello la orientación educativa; la diferencia, que para algunos puede resultar
de matiz, es que se ha transitado del referente nacional (desarrollo del mercado interior)
al internacional (procesos de globalización). Por tanto, no es en la exaltación de la
nacional en donde se encuentran las distinciones; donde éstas se expresan no es en las
orientaciones fundamentales que operan como directrices, puesto que se iría contra los
preceptos constitucionales, sino en sus interpretaciones de las que dimanan propósitos,
objetivos y programas particulares para cada uno de los sexenios. En su instrumentación,
es donde la educación se conduce bajo la perspectiva del desarrollo nacional ó en la de la
formación del “Capital Humano”.
Educación y Nación.
La década de los 80, en pleno auge de la renovación moral, se identifican los retos de la
educación con lo que enfrenta la propia nación. Bajo la premisa de la “renovación
universitaria” la misión es, a decir del entonces Presidente de la República, conservar y
fortalecer los valores fundamentales y, al mismo tiempo, cambiar, innovar, renovar.29
La ANUIES se replantea su visión sobre la Educación superior elaborada para 1977 bajo el
marco de una pujante política de desarrollo industrial, fincada en la riqueza petrolera. Ahora,
su diagnóstico parte de las “nuevas realidades” que impone la crisis de 1982. Haciendo la
crítica al modelo económico anterior, de sustitución de importaciones y de industrialización
nacional, la ANUIES se plantea, por primera vez, la necesidad de tomar en cuenta la
28
Ibid. p. 105
29
ANUIES. Programa Integral para el Desarrollo de la Educación Superior. México, D.F. 1986. P. 29.
11
pujante globalización operada por el capital internacional y, con cierta mesura, ve con
buenos ojos la reciente incorporación de México al GATT.30
Sin lugar a dudas que en esta Reunión Ordinaria de la Asamblea de Rectores de AUNIES,
de 1986, es donde se establecen las bases para impulsar la nueva visión de la educación
superior. Diseñados por la Asociación los mecanismos e instrumentos de planeación y
coordinación entre las Universidades y el Estado, o sea, construido el eje congruente y
lógico entre Estado y Universidades luego de su ruptura violenta con el movimiento
estudiantil en 1968 y la emersión del entonces vigoroso movimiento sindical universitario,
diseñados en la década de los 70, se ajustaron para proyectar la nueva perspectiva de
desarrollo ahora encuadrada en la incipiente visión neoliberal del Estado mexicano.
Sin embargo, una vez encarrerado el perro ya nada puede hacer el gato, reza el refrán
popular. Si la crisis del 82 sirvió de justificación para la reestructuración administrativa del
Estado, el siguiente sexenio, el del tristemente célebre Carlos Salinas de Gortari, consolida
esa visión administrativa enfoca sus esfuerzos para la realización de las reformas jurídicas
que el nuevo modelo exige. En cuanto al sistema educativo, se propone diseñar, dice, uno
nuevo afirmado no en su renovación “moral” sino en su modernización introduciendo los
nuevos criterios académicos y económicos sobre los que se normará la calidad de la
educación superior, como imperativo de justicia y eficacia.31
30
“La perspectiva del desarrollo económico del país presenta un amplio margen de incertidumbre. Frente a
esta situación, resulta vital reorientar el sistema de educación superior para apoyar consistentemente una
nueva estrategia que requerirá la formación de un nuevo tipo de profesionales, cuyo ejercicio pueda
vincularse con la búsqueda de otras opciones de desarrollo. Urge incorporara a la educación superior en la
definición y puesta en marcha de una estrategia económica viable para el país.... Ante tal urgencia, es
indispensable revisar las funciones sustantivas de la educación superior, a la luz del momento actual y ante
las restricciones económicas del presente. A este respecto, es imperativo articular las necesidades
económicas y sociales y la formación de los recursos humanos para atenderla, con el fin de que las
instituciones de educación superior contribuyan a enfrentar la crisis estructural del país. De aquí la
importancia de redefinir el papel que deberán desempeñar las instituciones de educación superior en la
sociedad mexicana en los próximos años.” Ibid. p. 65
31
PODER EJECUTIVO FEDERAL. Programa para la modernización educativa. Palacio Nacional. México,
D.F. 1989.
32
“... En nuestro nacionalismo no caben antagonismos irreconciliables ni la idea de desintegración de
nuestro territorio; no se nutre de la intolerancia ni del rechazo a lo extranjero...” PODER EJECUTIVO
FEDERAL. Plan de Desarrollo Nacional. 1964-2000. Presidencia de la República. México, D.F. Mayo de
1995. p. 9
33
Ibid pp. 51-52
12
la “fuerza de trabajo” sino el conocimiento; es decir, el “capital humano”, la “mente de
trabajo”.
Y esta modificación del eje, prácticamente en 180 grados, no es poca cosa si se entiende
que no tan sólo tienen que cambiar los ejes en la actividad cotidiana del sujeto sino que
prácticamente ese cambio demanda modificaciones en la estructura social afectando no tan
sólo las relaciones económicas sino también políticas, jurídicas e ideológicas.
13
establecidos en el Artículo 3º constitucional como derechos sociales e individuales, si se
cuenta con instrumentos de planeación que sólo la reivindican como si fuese un derecho
individual?
Pero, junto a todo ello, para el ejercicio de la educación como un Derecho Social, el
mandato constitucional obliga a que el sistema promueva los valores nacionales que
distinguen a nuestro país frente a otras naciones promoviendo tesis y acciones tendentes a
fomentar y preservar la independencia y la soberanía nacional y el principio de no
intervención. Igualmente, se obliga al sistema educativo a promover, perfeccionar y
defender el régimen democrático que nos hemos dado así como a sus instituciones. En
materia de financiamiento, la gratuidad de la educación y su condición laica.
Esta distinción capital, profusamente documentada para la economía por las corrientes del
pensamiento tanto neokeynesiano como neoclásico, independientemente de la pertenencia
a las diversas escuelas a que dan origen, precisan la importancia que reviste lo social y lo
individual en la perspectiva del desarrollo.34
34
Apreciando esquemáticamente el asunto, por ser esta discusión más del dominio público, en el fondo está la
polémica entre quienes perciben que el desarrollo social es una cuestión de relaciones entre economía y
política, lo que exige la participación de toda la organización política de la sociedad y la gestión del Estado, y
aquellos teóricos que afirman que el desarrollo no es más que una cuestión económica que brota de la
racionalidad de los mercados en un entorno de políticas macroeconómicas estables con reglas claras en el
mediano y largo plazo. Carlota Pérez en su trabajo sobre “La modernización industrial de América Latina y la
herencia de la sustitución de importaciones” (Rev. Comercio Exterior. Vol. 46, No. 5. México. mayo de 1996.
pp. 347-363) reflexiona sobre sus visiones y problemas históricos criticando tanto las visiones keynesianas
como las neoclásicas. Enrolada en las tesis subjetivas de la “transición” ofrecidas por el paradigma
sociológico neoclásico o postmodernista, una de sus conclusiones al respecto, es la necesaria
complementariedad entre Estado y mercados. (pp. 346-350)
14
externas de la Universidad con la sociedad como las internas, con los sujetos activos del
proceso educativo.
En cuanto a la tesis de la educación como derecho social e individual, por ejemplo, Hans-
Albert,36 para la década de los sesenta, comprendía como la razón del ser universitario la
aportación que la Universidad hace para la solución de los grandes problemas nacionales,
relativos y definidos por el continuo espacio-tiempo del propio desarrollo social.
Para América Latina, este teórico alemán señala que en las universidades de
Latinoamérica, su razón se sustancia en la gran tarea que tienen a cuestas consistente en
trascender el subdesarrollo: "... se enfrentan, nos dice, hoy a la difícil tarea de introducir al
Continente, con todas sus tensiones y desesperanzas, en la época de la civilización
científica."37 Es decir, elevarlas de la visión metafísica a la comprensión y práctica de la
ciencia.
Esta visión positiva de la Universidad no le deslinda de una tarea más general que es la
humanista, o sea, el constituirse en la conciencia de la sociedad.
De esta concepción se desprenden, entonces, tres grandes vertientes que definen el ser
universitario: uno, el impulso al quehacer científico-técnico; dos, asumir como principio al
humanismo; y tres, ser una parte importante de la organización política y social de la
sociedad en esa gran tarea que significa el desarrollo de la conciencia social. Sólo así, nos
35
No es gratuito que ahora, en algunas universidades, el conocimiento disciplinario se subordine al dominio del
idioma inglés, de las modernas tecnologías en computación y las relaciones humanas, llegando a ocupar un
lugar importante en las preocupaciones de las autoridades educativas para el establecimiento de nuevas
carreras o realizar modificaciones curriculares. Como política institucional, ahora se le pone más atención a los
centros de cómputo que a los laboratorios para la investigación científica.
36
HANNS-ALBERT, STEGER. Las Universidades en el desarrollo social de la América Latina. FCE. México.
1974.
37
HANNS-ALBERT, STEGER. Las Universidades en el desarrollo social de la América Latina. FCE. México.
1974. p. 11
15
dice, la Universidad puede transformarse en el foro social de expresión de sus problemas
acuciantes y ofrecer soluciones a ellos.
Bajo esta perspectiva, ciencia no significa "ciencia dura" sino abarca, además, a las ciencias
sociales. Si la Universidad es una institución social cuya actividad inmediata presupone la
identificación y expresión de los problemas acuciantes de la humanidad, se entiende, enton-
ces, que sus medios fundamentales, sus instrumentos privilegiados, son a) el impulso al
quehacer científico, estrechamente ligado a los valores humanísticos; y b) su participación
social activa, en tanto constructora de conciencia social. Sólo así, le es dable cumplir con
su Razón social que es contribuir activamente con el desarrollo pleno de la
humanidad en un tiempo y un lugar determinados.
Con este ejemplo ilustro la dimensión social de la Universidad que mana de una visión
holística del desarrollo: de aquélla que percibe y asume al desarrollo social como resultado
de la construcción y reconstrucción de relaciones sociales, económicas, políticas e
ideológicas; es decir, como un proceso civilizatorio en el que la Universidad tiene como
misión profundizar en su conocimiento, como quehacer científico en todos los campos, y ser
agente activo para la difusión de sus resultados, como medio para contribuir en el desarrollo
de la conciencia social.
38
HANNS-ALBERT, STEGER. Las Universidades en el desarrollo social de la América Latina. FCE. México.
1974. p. 14
39
"La legitimación contemporánea del saber (y de su enseñanza) consiste en apelar a su utilidad palpable.
Esa utilidad, en una cultura tan secularizada como la nuestra, no puede ser otra que la que 'la sociedad'
determine a través de sus 'demandas'. La 'demanda social' se convierte así en un criterio fundamental para
determinar la estructuración de toda la Universidad, desde los fondos y recursos que se le asignan hasta las
disciplinas que se imparten en ella, pasando por la ciencia que en ella se cultiva..." GUINER SANJULIAN, S. La
Universidad y la falacia utilitarista. p. 1 www.crue.upm.es/pginersa.htm
16
globalización económica, que ha estado soportada en la revolución técnico-científica y en
materia de comunicaciones.
Así, con esta Visión, la Universidad se reorienta y de ser concebida como sujeto activo de y
en un proceso civilizatorio, pasa a ser valorada como fábrica de conocimiento y formadora
de sujetos con visión empresarial; su Misión se reduce a un propósito eminentemente
económico empequeñeciendo su dimensión al llegar a concebirla como un insumo más de
la actividad económica.40
Con esta visión, la actividad científica se induce hacia la investigación sobre procesos
productivos que eleven calidad y competitividad empresarial en los mercados constriñendo
severamente los espacios para impulsar el estudio no menos importante de las demás
relaciones sociales, políticas e ideológicas. La docencia, se reorienta hacia el desarrollo de
conocimientos y habilidades técnicas así como hacia las relaciones de tipo gerencial y direc-
tivas de los procesos de trabajo, considerando al "capital humano" como un insumo más de
41
los mismos. Y en la vinculación universitaria, el giro más significativo es que reducen las
relaciones de la universidad a las relaciones con el Capital, al considerarlo como el sujeto
40
Marúm-Espinosa, investigadora de la Universidad de Guadalajara, refleja claramente este reduccionismo;
nos ofrece, dice, una nueva conceptualización de la educación superior "... ubicándola como uno de los
principales factores de competitividad en economías abiertas e integradas que opten por modelos de
integración económica no subordinada sino complementaria." MARUM-ESPINOSA, E. Las profesiones y la
educación superior en el marco de los procesos de integración económica. En, La Educación para el siglo XXI.
Un puente en la Cuenca del Pacífico. MEMORIAS. 22 conferencia del consorcio Círculo del Pacífico.
ANUIES/Universidad de Colima. Colima. 1999.
41
Sobre la teoría del "Capital Humano", ver, MIRANDA LÓPEZ, F. y PAREDES OCHOA, F.J. Enfoques
teóricos en Economía y sociología de la Educación. En, La Educación para el siglo XXI. Un puente en la Cuenca
del Pacífico. MEMORIAS. 22 conferencia del consorcio Círculo del Pacífico. ANUIES/Universidad de Colima.
Colima. 1999
17
real de desarrollo,42 sin tomar en cuenta la complejidad social presente en países que,
como el nuestro, manifiestan una inextricable red de relaciones económicas y de sujetos
que participan en ellas.
A partir de las dificultades que encuentra la universidad pública para su financiamiento, los
promotores de estas tendencias sostienen que la forma de afrontarlas es convirtiéndose en
vendedoras de servicios, con calidad y competitivos obviamente, a partir de lo que es su
especificidad: el dominio y creación de conocimiento así como la creatividad.43
Estos dos modelos, dibujados a grandes pinceladas, son los referentes básicos que se
enfrentan y son fuente de conflicto cuando se discuten las alternativas de la Universidad
Pública.
Pero, ¿qué es el sistema educativo? En principio, vale decir que forma parte activa de la
estructura social y va adquiriendo las modalidades económicas, políticas, ideológicas y
sociales que el mismo devenir nacional le imprime. Se sustenta en los grandes propósitos
filosóficos, sociales, económicos y éticos que la organización política de la sociedad define
para cada momento de su propia historia. Su desenvolvimiento se acelera o inhibe
dependiendo de los problemas estructurales que el propio sistema enfrenta en cada una de
las etapas de desarrollo nacional y en su inserción internacional.44 Su proyección y
operación es resultado de las fuertes interacciones habidas entre el Estado, el Sistema
político y las aspiraciones de las grandes masas que influyen con su movimiento en el
derrotero nacional, siendo el Estado, por antonomasia, la fuerza social sobre la que recae la
mayor responsabilidad de su impulso y desenvolvimiento.
El sistema está integrado por la Educación básica (Preescolar, primaria y secundaria), con
la Educación para Adultos y Formación para el trabajo; y la Educación Media Superior y
Superior. Como sistema, entre ellos operan mecanismos vinculantes que garantizan la
movilidad vertical y horizontal entre niveles. Lo que nos interesa es el tercer subsistema: la
Educación Media Superior y Superior.
La Universidad Pública.
La Universidad Pública es la institución que cumple con las funciones de enseñar, investigar
y difundir sus conocimientos; en México, goza de un status jurídico garante de su autonomía
y de un financiamiento básico que proviene del Estado. Para su proyección y
funcionamiento le es obligatorio el observar los principios sociales y las directrices éticas
establecidas en el Artículo 3º constitucional, regulando sus actividades bajo un marco de
responsabilidad de sus actores tanto frente a la Nación como hacia la Institución misma.
En términos generales se aceptan los imperativos constitucionales que se han definido para
el sistema educativo nacional. ¿Acaso alguien los cuestionaría o los pondría en duda?
¡Definitivamente no! Durante toda la época postrevolucionaria, desde 1917, ningún
45
PODER EJECUTIVO FEDERAL. Programa ara la Modernización Educativa. 1989-1994. Palacio Nacional.
México. 1989. p. iv.
46
UNESCO. Declaración mundial sobre la Educación Superior en el siglo xxi: Visión y Acción. Conferencia
Mundial sobre la Educación Superior. París, Francia. 9 de octubre de 1998.
19
gobierno, ni aún los más conservadores, han pretendido modificar esos principios aunque
prácticamente los hayan abandonado. Lo que en realidad han variado son las orientaciones
impresas a la Educación de conformidad con la gran visión social que han tenido cada uno
de los gobiernos.
Pero, ¿de qué han dependido esas orientaciones y cuáles han sido sus contenidos? Dentro
del proyecto de desarrollo capitalista, revitalizado en 1917 y en el que todos los Gobiernos
sin excepción han estado de acuerdo trabajando con un fervor patrio por él. ¡De ello no
cabe duda alguna! Luego, de haberlos, ¿sobre qué razones se han fundamentado esos
giros? Un vistazo a la historia social y económica, y particularmente a la nacional, nos
muestra que el movimiento de las naciones, desde el surgimiento mismo del capitalismo, se
ha dado, valga el ejemplo gráfico, como si oscilara de manera pendular, en el que cada uno
de sus extremos están definidos uno, por la filosofía que fundamenta la práctica del
proteccionismo económico mejor conocida en el siglo XX como keynesianismo; y el otro
extremo definido por aquella filosofía que defiende la práctica del libre cambio, y que
encarna modernamente como corriente neoclásica.
Proteccionismo y libre cambio han sido las dos Visiones de desarrollo nacional que han
impreso su rastro en el andar republicano a lo largo de los dos siglos pasados; por eso, han
sido las luces indudables que han alumbrado las tesis promotoras del cambio en el sentido
de las orientaciones en la Educación Superior; cumpliendo el gran objetivo de formar y
consolidar la Nación, como creatura capitalista, no han tenido necesidad de cambiar los
principios y directrices constitucionales puesto que no se ha antepuesto la necesidad de
cambiar el sistema económico ni el tipo histórico de Estado.
Por eso, la Misión del Sistema Educativo Nacional, del que forma parte el subsistema de la
Educación Superior, muestra las mismas oscilaciones de estas dos visiones del desarrollo
capitalista aparentemente distintas pero que en el fondo son complementarias. Bajo la
visión del capitalismo proteccionista, a decir de Marx, fábrica para hacer fabricantes, como
finalidad asume la vía de fortalecer la nacionalidad (léase al capital criollo, nacional); al
anteponer la necesidad de impulsar la producción (sustitución de importaciones) comprende
que en la exterioridad está el freno al desarrollo. Sin embargo, bajo la Visión del capitalismo
del libre cambio, o aprovechamiento de ventajas comparativas, al anteponer al intercambio
(léase mercados) sobre la producción mira en la exterioridad (mercado exterior) la solución
al desarrollo.
20
Por eso, cuando se plantea el problema de ¿cuál es la Visión y la Misión universitarias? no
se puede más que plantearse el problema de ¿cuál es el modelo de desarrollo que se
considera viable? Y ello resulta importante cuando ya se introduce al análisis de lo que es el
propio Sistema, tanto en su finalidad como en la forma en como operan los actores, que no
los factores, del proceso educativo. Y ello se muestra, primeramente, en lo que es la
pertinencia del contenido y la forma de la Educación Superior.
Y es que los cambios estructurales requeridos no son de matiz sino de estructura ya que
modifica las funciones de la Universidad en tanto que invierte los ejes sobre los que gira su
funcionamiento. ¿Qué queremos decir con ésto? ¡que cada modelo cambia el sujeto social
que constituye el centro de gravedad del sistema educativo! Es decir, cada modelo coloca
en distinto lugar a los dos actores directos en la educación, a los trabajadores académicos y
los estudiantes, pasando de ser sujeto determinante a ser sujeto determinado, y viceversa.
En el modelo de desarrollo en base al mercado interior, son los académicos a quienes se
les coloca como centro del sistema, mientras que en el modelo de librecambio, son los
alumnos quienes de ser sujetos determinados pasan ahora a ser determinantes.
47
Las duras críticas que provocó la implantación de la visión neoliberal a principios de la década de los 80,
fueron bajando de tono y ya para la década de los 90 esas se fueron atenuando hasta prácticamente
desaparecer y asimilarse no tan sólo al discurso neoliberal en lo económico sino a sus fundamentos
filosóficos y sociológicos que ofrece el neoclasicismo. Son pocas las voces y débiles las resistencias
sociales; la mayoría de ellas proviene, valga decirlo, del sistema universitario. Los vientos internacionales
soplan ya en favor del proteccionismo; mientras que, en las Universidades, apenas se están preparando los
cambios “estructurales” que el modelo de libre cambio le demandó prácticamente desde hace 20 años.
22
Su experiencia, sin embargo, es multifacética, multidimensional, en tanto que como ser
humano reflexiona sobre y vive inmerso en numerosas e intrincadas relaciones sociales,
económicas, políticas y sociales de las que es un portador activo y que se expresan
subjetivamente como aspiraciones individuales.
El ser universitario, o sea, la Universidad, es sujeto social cuya función consiste en producir
y reproducir el conocimiento científico. Y socialmente no tiene nada de extraordinario en
tanto que es resultado del proceso mismo de la división social del trabajo. Sus funciones
sustantivas o adjetivas se realizan por actores (trabajadores académicos, administrativos y
alumnos) que socialmente no tienen nada de extraordinario a pesar de las funciones
específicas que realiza.
Por ello, su quehacer como universitario, es decir, como investigador, profesor o prestador
de servicios (independientemente de la calidad de los mismos) no se circunscribe a un
interés abstracto por la Ciencia y la tecnología sino que ese proceder está guiado por sus
aspiraciones generales a las que identifica y concreta en el marco de esa tarea social
específica.
Por otra parte, los alumnos, en su mayoría sujetos provenientes de núcleos familiares y
dependientes económicamente, muestran las facetas de su origen social, de la clase a la
que pertenecen. Por ello, sus aspiraciones no son menos multifacéticas que las de los
trabajadores aunque se muevan como círculo de aspiraciones individuales provenientes de
aspiraciones sociales que, a futuro, piensan, cristalizarán. Son sujetos forjados en una
forma de vida con perspectivas de afirmación o cambio en su propia condición social.
Constituida la Universidad de esta manera ¿se puede pensar en una actividad universitaria
socialmente neutra, imparcial, y ajena a toda ideología? Indudablemente que no. Tanto de
esa visión multifacética del mundo como de la función específica que realizan son quienes
determinan las acciones y sirven de apoyo para proyectar el futuro. Por ello es que los
cambios en la Visión de los universitarios se dan en función a una interacción dialéctica
entre la vida y la función específica que desempeñan. Esta relación es la fuente de conflicto
entre Universidad-sociedad: las ideas dominantes al cambian redimensionan los espacios
sociales que antes se consideraban legítimos y ahora son accesorios. Pero también se
constituyen en controversias al interior de la institución apareciendo como una confusión en
cuanto a la validez y reconocimiento de la materia de trabajo inmediata del académico ante
23
la perspectiva del estudiante; mientras que en el modelo cuyo eje es el académico es la
investigación y el servicio son los predominantes, bajo la perspectiva social donde el alumno
es el centro del sistema educativo, la enseñanza se transforma en el quehacer fundamental
del académico en perjuicio del desarrollo de las otras funciones.
Concebida la educación como un insumo de la producción, el modelo tiene por fuerza que
centrar su atención en la calidad del producto que ese proceso social arroja al mercado.
Preocupados por la frenética competencia tecnológica en la que se encuentran inmersos los
procesos de internacionalización del capital, donde se instauran cada día nuevos procesos
que requieren fuerza de trabajo capacitada, lo que ahora debe importar en el contenido del
proceso educativo ya no es organizarlo para transmitir conocimiento y preparar a los futuros
investigadores o servidores públicos, tareas en las que se centraba el docente; ahora, lo
que importa es despertar motivaciones y desarrollar habilidades en los estudiantes
preocupándose por promover actitudes positivas hacia el estudio y el trabajo que sean
perdurables para toda la vida del educando. 48
Esta orientación demanda modificar contenido y forma del proceso educativo; cambiar el
contenido curricular tradicional; replantearse los servicios educativos; capacitar al personal
académico y seleccionar al estudiante en función al mérito, la capacidad, los esfuerzos, la
perseverancia y la determinación de los estudiantes. Requiere además, buscar su
flexibilidad a fin de transformar un sistema educativo abierto y adecuado a las necesidades
de capacitación permanente.
La educación debe estar vinculada al trabajo que prepara para ser un factor eficaz en la
producción, por lo que su integración a la vida laboral debe darse no sólo en su
participación directa con sus empleadores sino introducir a éstos como parte de los
organismos de planeación educativa.
48
Al respecto la UNESCO nos dice: “Subrayando que los sistemas de educación superior deberían aumentar
su capacidad para vivir enmedio de la incertidumbre, para transformarse y provocar el cambio, para atender
las necesidades sociales y fomentar la solidaridad y la igualdad; preservar y ejercer el rigor y la originalidad
científicos con espíritu imparcial por ser un requisito previo decisivo para alcanzar y mantener un nivel
indispensable de calidad; y colocar a los estudiantes en el primer plano de sus preocupaciones en la
perspectiva de una educación a lo largo de toda la vida a fin de que se puedan integrar plenamente en la
sociedad mundial del conocimiento del siglo que viene.” UNESCO. Declaración.... op cit. p. 3
24
Imparcialidad del sistema
Para el pensamiento positivo todo conocimiento que no esté refrendado por el “método
científico” es simple ideología; y toda ideología no es neutral. Por eso, la exigencia de la
imparcialidad del sistema se basa en que siendo su función el reproducir y producir ciencia,
como tal no tiene ideología. Pero, entonces, ¿cómo resolver este conflicto en el que se
introduce al sistema educativo al momento de sustituir la enseñanza disciplinaria de la
ciencia por el estímulo y desarrollo de habilidades, valores y motivaciones? ¿Hay acaso
alguna otra actividad humana que promueva todas esas virtudes del Hombre y que no esté
afirmada en un contenido ideológico?
Si aceptáramos estas definiciones, ¿habrá acaso otra corriente del pensamiento universal
que tenga más formulaciones ideológicas que la proveniente del idealismo subjetivo como lo
es la kantiana?. Yo lo dudo. Su identidad entre razón e intelecto le permite jugar con la
subjetividad en todos los campos que no considera como científicos y que son los propios
de las ciencias sociales. Sin embargo, esa metafísica que rechaza se constituye en
fundamento de la formación de los hombres del futuro.
Es aceptado que todo concepto, por más común y corriente que éste sea, es una
representación de alguna parte del mundo; y como representación, es ideológico; la ciencia
misma, como sistema de categorías y conceptos que en su movimiento reproducen
subjetivamente el movimiento objetivo de la realidad objetiva, es ideológica.
25
metafísicos orientales, siglos antes del nacimiento de nuestra era, como lo documentó
Samir Amín.
Y sólo en este sentido hay congruencia entre los principios sociales y las directrices éticas
que fundamentan la razón y la misión del sistema educativo; un sistema imparcial es
incapaz de promover valores y actitudes humanas si rechaza en principio la importancia de
la ideología en el cumplimiento de esta tarea. Por eso es que la imparcialidad que demanda
el pensamiento neoclásico, al desplegarse en el campo de la educación, muestra con toda
su crudeza su inconsistencia teórica.
Entendemos que esta contraposición no tiene que nada que ver con la validez o no de mi
idea, como subjetividad, sino con su correspondencia o no con aquélla que tiene el colectivo
al que pertenezco, como objetividad. Por eso, esa contraposición entre objetividad y
subjetividad, no sólo se resuelve en el ágora, como lucha ideológica, sino también en el
Coliseo al fragor del diseño y operación de planes y programas; de la creación de
estructuras e instituciones, que son los lugares donde se viabilizan prácticamente las
ideas.49
49
Tal es la verdadera importancia de la planeación: organiza voluntades y dirige los procesos. Por ello no
puede considerarse como un ejercicio técnico que optimiza los recursos institucionales y racionaliza las
relaciones humanas. Estos pueden ser algunos de sus propósitos pero realmente no es el principal. Esta es
la razón por la que la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES)
desde su fundación, en 1950, le ha destinado enormes esfuerzos por lograr la planeación educativa. Para los
antecedentes Ver: ANUIES. Programa de la Educación Superior. ANUIES. 1987. Pp.49-55.
26
Como problema estructural
Para todo ello, en una sociedad plural, el ejercicio democrático y sus formas, juegan un
papel preponderante no tan sólo para la discusión de las ideas sino también para su
materialización como colectividad. Mis aspiraciones están condicionadas por la influencia
que ejerce la sociedad sobre mí y ello depende, a su vez, de los mecanismos que ésta ha
diseñado para intervenir en mi vida cotidiana. Por eso, mi actuar depende directa o
indirectamente de los mecanismos que la misma sociedad ha creado para garantizar mi
participación en la vida social.
La democracia pura, o sea, utópica, postula que, en su ejercicio, no sean dominantes las
estructuras de poder social (léase sistema político) y donde el Estado juega un papel
trascendente, sobre aquellas creadas para garantizar la participación política y social de las
clases sociales frente al Estado y a ellas mismas. Es decir, que se dé una correspondencia
equilibrada entre el grado de organización del sistema político y el habido en las otras
esferas de la organización política de la sociedad.
Tal es la razón por la que normalmente, ante la ausencia o inoperancia de las or-
ganizaciones sociales, sobre todo de las opositoras al sistema político, lo que el individuo
llega a expresar con mayor claridad es la ideología de Estado, máxime si ésta contiene y
difunde como principio la negación de la vida colectiva (lo innecesario de la organización
social) y la afirmación del individuo (como capacidad individual), esencia de la sociología
neoliberal, mal llamada postcapitalista.
50
En esta lógica se inscriben las tesis modernistas que postulan la necesidad de organizar a una “sociedad
civil” abstracta a través de los Organismos No Gubernamentales (ONG) y la construcción de Redes sociales.
El proyecto se afirma en un rechazo generalizado del sistema político y económico actual y en respuesta
plantean organizarse “desde la base” para construir “otro mundo más justo” rechazando la globalización y,
dominado por el anarquismo, niega la necesidad de la lucha esencialmente política por el poder del Estado.
Buena parte del incipiente programa del movimiento globalifóbico es muestra de esta idea. Ver: AFP, DPA,
REUTERS y PL. Participan más de 60 mil personas en el FSM. La Jornada. Febrero 3 de 2002. P. 25.
27
inherente pluralidad ideológica; pero ésta es sólo un enunciado si no se materializa social-
mente con la construcción de los vasos comunicantes internos por donde fluyan las diversas
ideas individuales y logren constituirse en mayoría y hegemonizarse.
La crítica y su papel
La democracia, esa forma de dictadura de las mayorías sobre las minorías, es la forma
civilizada que cobra el ejercicio de la crítica y la construcción de propuestas transformadoras
de todo espacio social. Y en las universidades la crítica, en su dimensión dialéctica, o sea,
aquélla que niega transformando, es consubstancial a su quehacer cotidiano fundamental.
Porque ¿qué es la Universidad si no es uno de los espacios más importantes que se da la
propia sociedad para organizadamente reflexionar sobre su pasado, actuar sobre el
presente y proyectar su devenir?
¿Será este el imperativo categórico del ser universitario? Es en esta dimensión en la que se
abre la otra gran polémica acerca de la orientación que se le imprime al contenido mismo
del quehacer universitario: su relación con la sociedad. Y es un debate interminable si no se
acotan los términos del mismo. ¿Acaso alguien duda de que el conocimiento, su
multiplicación y reproducción obedecen siempre una dirección? o sea, ¿qué el quehacer
universitario y sus especificidades impresas en las currícula, en los programas de
investigación y de servicio están al margen de las intenciones sociales dominantes en una
sociedad concreta?
51
UNESCO. Declaración mundial sobre la Educación superior en el Siglo XXI: Visión y Misión. París, 5-9 de
octubre de 1998.
28
La UACh como Universidad Pública.
¿Habría alguna razón para que esa influencia de las corrientes filosóficas, económicas y
sociales no se dejara sentir en los paradigmas educativos universales y, particularmente en
México y en nuestra venerable institución?
La oxigenación del ambiente social, gracias a la Revolución de 1910, destruye las bases del
positivismo de corte organicista viéndose renovado por las nuevas teorías positivas de la
tercera época traduciéndose en el impulso de un racionalismo educativo encabezado por
Caso y Vasconcelos. 52 En este período es en el que se traslada la Escuela Nacional de
Agricultura de San Jacinto a la exhacienda de Chapingo, en 1924.53
52
Los estudios de Girola y Olvera sobre la teoría social en México dan elementos para interpretar esta
tendencia que se fortalece con los trabajos de Lucio Mendieta y Núñez, misma que se modifica
sustancialmente con el cambio de enfoque teórico que, desde 1966, le imprime el Dr. Pablo González
Casanova, orientándose hacia la corriente histórica. Ver: GIROLA, L. y OLVERA, m. La sociología en México
en los años cuarenta y cincuenta. En, Estudios de Teoría e Historia de la Sociología en México. UAM/UNAM.
México. 1995. pp. 65-98
53
GARMENDIA, ARTURO. Historia de la Escuela Nacional de Agricultura. 1854-1929. UACh/Departamento
de Diagnóstico Externo. Chapingo, México. 1990.
54
Ver: SHULGOVSKY, A. México en la encrucijada de su historia. Ediciones de Cultura Popular. 1972 pp.
109-128. y GILLY, A. El cardenismo, una utopía mexicana. Ed. Cal y Arena. México. 1994. pp. 267-292
29
el pensamiento agrario de Lucio Mendieta y Nuñez;55 su visión positiva forma toda una cor-
riente de pensadores que asumirán a la ciencia como fe desencadenando procesos que,
por afinidad, se ligan cada vez más con el pensamiento sociológico norteamericano y con
sus formas de organización académica. Es la época de la departamentalización de la UACh
y de la construcción del Plan Chapingo.56
Las transformaciones operadas después del fin de la segunda guerra mundial, como la
ampliación de los territorios socialistas, la revolución en Corea y Vietnam además de la
Revolución Cubana, pero sobre todo la exacerbación de la polaridad mundial entre países
desarrollados y subdesarrollados, expresadas intelectualmente como las teorías de la
Dependencia, del Centro Periferia y la Tercermundista, influyeron determinantemente en la
construcción de la otra etapa importante para la UACh y que explica la transformación de la
ENA en UACh.57
Será hasta la década de los ochenta, ya bajo el imperio del neoliberalismo, cuando en la
UACh pierda dinámica esta tendencia. Ahora se encarrila por las estrechas veredas que
ofrecen las "novedosas" tesis del postmodernismo. Al considerarse que el Hombre es tan
sólo un insumo más para la producción, el privilegio a la actividad educativa se justifica por
ser el instrumento idóneo para la formación del "capital humano" que los procesos de
globalización demandan. Las relaciones de la Universidad con la sociedad se restringen y
conducen hacia las relaciones con el capital, con la empresa.
Con ello, la tarea de reproducir y generar conocimiento aparece descarnada de todo ropaje
“social” y dedicada tenazmente a la reproducción de los cuadros ideológicos, técnicos y
científicos que demanda la clase social dominante en el capitalismo. El esfuerzo teórico de
Anibal Ponce por demostrarlo,58 realizado hace ya cuarenta años y cuando la Universidad
todavía vestía un ropaje “social”, ahora nos parece un esfuerzo pueril puesto que lo que
pretendía demostrar, como tendencia, su abrumadora evidencia, tanto teórica como
práctica, no demanda demostración alguna.
Así, las tesis de la construcción nacional dieron sustento no tan sólo a los mecanismos de
selección de maestros, de los contenidos curriculares y selección de alumnos, elementos
fundamentales de todo centro educativo, sino también de los espacios en los que tiene que
darse ese proceso y la forma en como la UACh se organiza para su ejercicio.
Sin embargo, en la última etapa de su desarrollo, influidos por las tesis postmodernistas y al
conjuro del libre mercado, ergo la excelencia académica y la competitividad, la mayoría de
las fuerzas sociales de la UACh substituyen el eje gravitacional colocando el asunto de la
formación individual y de la relación universidad-empresa como los pivotes centrales sobre
el que ahora giran sus preocupaciones académicas.
Es en este último contexto en el que se mueven las preocupaciones que dan origen al
presente documento. No en pocas ocasiones la disputa por el modelo educativo transita
senderos escabrosos, no por lo complejo y contradictoria que se nos presenta la realidad
sino por la forma en como abordamos ese espinoso asunto.
31
enfrentamos la exigencia de reflexionar en el entorno social en que esos cambios y
presiones sociales operan y, de conformidad con las tradiciones universitarias, tratar de
actuar colectivamente para recoger la Visión que los universitarios tenemos sobre nuestro
quehacer y actuar en consecuencia.
La práctica universitaria de los últimos 20 años, se enfrenta a toda una historia institucional
y, pienso, ahora se pretende darle continuidad; actualmente está en cuestión cuál debe ser
el eje sobre el que la UACh, y particularmente el Sistema de Centros Regionales, organicen
su quehacer bajo ese propósito. Y como se ve, no es una cuestión operativa sino de prin-
cipios y de perspectiva institucional.
Su vocación regionalizadora
En otros trabajos ha quedado asentado que, por sus funciones y composición de los
estudiantes la UACh se muestra como institución nacional. 60 Ahora, para los fines que
perseguimos, interesa destacar la atención que se le ha dado a la cuestión de la
regionalización como reconocimiento de la estructura que la Universidad tiene.
60
Ver: PEREZ SAMANIEGO, Ma. del C. La función docente en la Universidad Autónoma Chapingo. Serie
diagnóstico institucional No. 4. UACH/UPOM. Chapingo, México. 1996. MENDEZ ZAVALA. a. El proceso de
vinculación en la Universidad Autónoma Chapingo. Serie diagnóstico Institucional No. 3. UACh/UPOM.
Chapingo, México. 1995. HERNANDEZ SUAREZ, C. Bases analíticas para el establecimiento del programa
de crecimiento de la matrícula en la UACh. Serie diagnóstico institucional No. 6. UACH/UPOM. Chapingo,
México. 1997. HERNANDEZ SUAREZ, C. Oferta y Demanda educativa de la Universidad Autónoma
Chapingo. Periodo 1980-1995. Trayectoria y perspectivas. Serie diagnóstico institucional No. 7.
UACH/UPOM. Chapingo, México. 1997.
32
2000-2025, este último sometido aún a revisión y aprobación por ese mismo cuerpo
colegiado.
Y ese contraste se hace tomando como referencia los aspectos analíticos que han sido
discutidos anteriormente. Ello permite ubicar y apreciar con mayor precisión las
tendencias sobre la orientación educativa que se han generado en los últimos diez años
de vida institucional.
Será con la iniciativa para la creación del primer Centro Regional en San José
Puyacatengo, en Teapa, Tabasco, y posteriormente con la creación de la Unidad
Regional en Calera Zacatecas, y su consolidación posterior como URUZA, cuando se
construyen las bases para el establecimiento del sistema de Centros Regionales
Universitarios, Unidades Naturales protegidas y los Ranchos de producción, todas ellas
como estructuras universitarias distribuidas en las principales regiones del país.
33
conforme a la nueva visión económica. En la década de los 90, con la firma del TLC, se
acelera la crisis de la pequeña producción mercantil y el abandono rural se profundiza.
En este escenario se mueve la UACh y, por ende, el SCRU. Este reto social está aún
presente y vivo. ¡Cómo lo ha enfrentado?
Sin embargo, finalmente se percibe como resultado de una forma por demás importante de
planeación: una planeación horizontal y contingente. En el entonces Plan de Desarrollo
Institucional (PDI)63 se plantean los principales propósitos para impulsar de manera
61
ALMANZA SANCHEZ, M. (COMPILADORA) Memorias de los trabajos presentados en las mesas
redondas sobre Organos de Gobierno. Chapingo, México. Marzo de 1991.
62
MORALES SANTOS, T. y RAMIREZ DÍAZ. F.J. Marco Normativo de la Universidad Autónoma Chapingo.
Serie Diagnóstico Institucional No. 2. UACh/UPOM. Chapingo, México. 1995.
63
RECTORIA/UPOM. Plan de Desarrollo Institucional. Aprobado por el H. Consejo Universitario en su sesión
del 17 al 20 de enero de 1996.
34
ordenada el desarrollo institucional como una institución de carácter nacional indicándose
que, para su consecución, es necesario instrumentar e implantar variados procesos
tendentes a la reorganización académica y administrativa de la UACh.
En julio de 1997 la UPOM culmina con el trabajo técnico que fuera definido en el Programa
de Instrumentación e Implantación de la nueva Estructura Administrativa de la UACh. Lo
que de ello se deriva, además de la tramitación correspondiente ante la Secretaría de
Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP), es la elaboración del Proyecto de Implantación de la nueva Estructura
Administrativa.
Este Proyecto se plantea como objetivo central el de crear las condiciones internas en la
universidad para operar con la nueva estructura a partir de enero de 1998. Para ello, en él
se bosquejan los procesos inmediatos que es necesario atender poniendo énfasis en
aquéllos de carácter transicional que vayan promoviendo y consolidando los mecanismos
propios del tránsito de la vieja a la nueva estructura administrativa.64
64
En sus lineamientos generales, se propone ir efectuando las adecuaciones que no impliquen el
nombramiento de funcionarios; que permitan avanzar en la integración de las nuevas estructuras; que definan
los procesos de cambios en los procedimientos que se desprendan de las transformaciones realizadas y se
atiendan los compromisos definidos, para entonces, con la Dirección de Unidad Regional Universitaria de zonas
Aridas (URUZA) y el Centro Regional del Sureste. Se pretendía promover la creación de las condiciones
universitarias, internas y externas, para lograr que la URUZA pueda operar con su nueva estructura
administrativa a partir de enero de 1998, contando para ello con una comisión de trabajo en la que,
estando representados los directores generales involucrados en el proceso de desconcentración, se delineen
un conjunto de acciones concretas encaminadas a lograr la meta planteada.
35
producción, las áreas naturales protegidas distribuidas en las regiones de importancia
agrícola en el territorio nacional.65
Pero, en general, lo más importante a destacar es la contradicción que existe entre los
argumentos del cambio (Basados en la tesis neoliberal de la Globalización y la Transición) y
la definición de la Misión Universitaria66 la cual está fundamentada en las tesis del
nacionalismo y la corriente histórica. Igualmente, cuando define su Visión queda explícito el
65
Su infraestructura en el nivel nacional es la siguiente: cuenta con una Unidad Regional Universitaria de
Zonas Aridas (URUZA); nueve centros regionales; dos granjas experimentales; ocho ranchos de producción;
dos áreas naturales protegidas. En conjunto le permiten disponer a la Universidad de 6,526 ha. Ver su
importancia en RECTORIA/UPOM. Plan de desarrollo ... op cit. pp. 36-53.
66
El PDU nos dice al respecto que “En la Universidad Autónoma Chapingo somos una institución mexicana
federal, de carácter público, que tiene como misión impartir educación de nivel medio superior y superior;
desarrollar investigación científica y tecnológica ligada a la docencia; preservar, difundir y acrecentar la
cultura; pugnar por transferir oportunamente al sector rural las innovaciones científicas y tecnológicas; y
procurar una adecuada planificación de la agricultura y de los servicios que ésta requiere, para formar
profesionales, docentes, investigadores y técnicos altamente capacitados, con juicio crítico, nacionalista,
democrático y humanístico; que como la propia UACh, respondan a un aprovechamiento racional, económico
y social de los recursos agropecuarios, forestales y otros recursos naturales, a elevar la calidad de vida en
los aspectos económico y cultural, especialmente de la población rural, y contribuir así, al desarrollo
nacional soberano y sustentable.” RECTORIA. Plan de Desarrollo Universitario. 2000-2025. Chapingo,
México. s/f. p. 39.
36
mismo desfasamiento entre los grandes propósitos y los instrumentos empleados para
alcanzarlos, asunto que ya se ha criticado.67
Sin embargo, aquí no interesa destacar la importancia y consecuencias que trae consigo
esa esencial contradicción del documento entre los propósitos y los mecanismos e
instrumentos. Eso lo harán, con seguridad, quienes tienen la responsabilidad de aprobarlo.
Lo que si cabe es observar en estas grandes orientaciones que si bien definen a la
Universidad como una Universidad Federal al no rescatar el carácter de Universidad
Nacional, denominación que se ha ganado de facto, la política de regionalización, que había
alcanzado el rango de propósito institucional, desaparece aunque pueda considerarse como
un asunto que está implícito.
Luego de revisar el diagnóstico y pasar revista a 12 postulados, a los que define como
“Principios Orientadores del PDU”, uno de ellos, el 11°, (no son doce sino once) en
realidad es una conclusión que no puede pasar desapercibida: Le parece que la UACh
cuenta con suficientes instancias, estructuras, personal y experiencia, para desarrollar con
eficiencia, todas sus funciones sustantivas. Por lo mismo, se considera, dice el PDU, que
basta mejorar los mecanismos institucionales de coordinación y organización, así
como enriquecer la normatividad; que le permitan ejecutar los objetivos, políticas,
proyectos y acciones que integran el PDU, una vez que sea aprobado por H. Consejo
Universitario.71
38
Para reinsertarlo al proyecto institucional resulta importante que los interesados, a partir de
un diagnóstico básico, proyecten su futuro a partir de su trayectoria, o sea, de lo que ha sido
y lo que es para garantizar que esa imaginación necesaria se desenvuelva sobre bases que
permitan proyectar su perspectiva.
A manera de conclusiones.
La UACh no podía ser la excepción; durante la década de los noventa, en ella se ha ido
dando esa reconversión educativa. Las transformaciones ocurridas se han ido dando
siguiendo normalmente a los cambios operados en la conducción ideológica del Estado
tal y como ha sido a lo largo de su historia. Sin embargo, en su seno continua el debate
sobre la función de nuestra Institución y el papel que debe cumplir en el incesante
proceso de desarrollo social. En esa tesitura se encuentra con la propuesta del PDU.
Sin embargo, un nuevo malestar emerge ante el agotamiento internacional del modelo
globalizador y se voltean los ojos hacia el que nos ofrece la Unión Europea, promotor del
desarrollo del mercado interior. Es decir, pareciera que en la economía mundial se
empieza a gestar el retorno hacia las políticas proteccionistas con una participación más
directa de los Estados-nación.
39
En el horizonte internacional, la pugna entre los globalifóbicos y globalifílicos lo muestra.
Evidencia la tendencia hacia un modelo “proteccionista” argumentando que si se quiere
sobrevivir a ese proceso violento y salvaje que la globalización impone es necesario
construir un nuevo modelo basado en la equidad y la justicia. Ese cambio se abre paso a
fuerza de necesidad, como ya lo evidencia la reciente decisión de los países africanos de
constituirse en una Unión Africana a imagen y semejanza de la Unión Europea.
40