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A quien corresponda:

Para comenzar quiero explicar mi entrada a la carrera de estudios latinoamericanos (CELA).

Desde el nivel bachillerato, a partir de diferentes experiencias, mi intención fue estudiar la


carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas. En ese momento, el de la elección de carrera, mi
contexto personal me llevo a otras áreas a las que no pertenecía. Algunos años después de
terminar el bachillerato y, después de probar suerte en otros ámbitos académicos, decidí
presentar mi examen para Hispánicas pero fui rechazada, por eso decidí intentarlo al CELA. La
idea de entrar a la FFyL, a partir del CELA, fue en todo momento para éste momento de
solicitud de cambio a Hispánicas. ¿Por qué no pertenezco al CELA? Sencillo. El Colegio de
Estudios Latinoamericanos articula su plan a partir de elementos propios de la Historia y las
Ciencias Sociales, realmente no tiene relaciones estrechas con la literatura y, en ese sentido, lo
considero inútil para mis aptitudes.

Se me solicita, como parte del proceso de cambio de carrera, que exponga mis motivos para
justificar lo pertinente de mi cambio. Los motivos juegan en el campo de la absoluta
subjetividad, lo mismo que la interpretación de los mismos.

En ese sentido, me veo en la necesidad de exponer mi relación con la literatura para que de
ello derive algo que se entienda como un “motivo”

De la literatura debo decir que es un universo, en ese sentido los autores son galaxias y cada
historia un planeta: un mundo diferente. Esas historias, esas construcciones producen el
espíritu de las humanidades, lo muestran desde una de sus aristas, tal vez la más completa: la
lengua.

Pero, la literatura no se construye sola, tiene vínculos con otras humanidades; de hecho, tiene
vínculos en todo: la literatura, entendida como un lenguaje, se encuentra en todas partes. Uno
de esos vínculos, a mi parecer el más evidente, es con la historia; son básicamente
indisiosables para su entendimiento, es decir, una reflexión a conciencia en literatura siempre
ocupara un buen conocimiento de la historia y, por supuesto, viceversa.
Siguiendo la relación con los vínculos, en específico con la historia, a partir del entendimiento
de esos vínculos y de profundizar en el conocimiento de la literatura, podemos empezar a
conceptualizar al humano. No con intenciones filosóficas, ni lo contrario; justo a partir de las
demás herramientas humanísticas, en este caso la literatura, creo que podemos definir un ser
humano a partir del lenguaje in stricto sensu , un humano ubicado en diferentes épocas y
espacios, esa es la capacidad de la literatura. Podemos ver las relaciones de todo tipo entre
seres humanos, podemos deducir cómo era la vida y repensarla a partir del uso de ese
lenguaje inserto en los libros, que da cuenta de la época estudiada.

Quiero entender esas relaciones, quiero establecer a partir de la literatura esos vínculos (inter
disciplinarios y atemporales).

Esas historias, por otra parte, alimentan mi ser creativo. Es decir, a partir de la lectura (teatro,
poesía, novela, cuento, micro relato, aforismo, narrativa…), me sitúo en el papel del autor y
pienso: “La novela tiene una trama muy floja, yo haría…” “El autor tiene un vocabulario
insuperable pero el personaje x debería tener un giro más dinámico”. No entiendo mi lectura
como estática, es necesariamente dinámica, exijo que el autor me de más y estoy dispuesta a
dar más de mi para reflexionar o problematizar en los matices dados por cada obra, por cada
autor.

Aunque quiero aclarar que no entiendo a la carrera, como cuna de futuros escritores, sino
como cuna de futuros profesionales del lenguaje hispano que promueva infinitas
interpretaciones de los muchos tipos de textos, esto con el fin de seguir nutriendo a la lengua y
a la historia de la literatura de opiniones diversas.

Me interesa en específico la carrera de Lenguas y Literatura Hispánicas porque es mi lengua


madre y considero al español como un catalizador de lo ficticio y lo real, un ente que permite
construir todo tipo de discursos, de textos. En efecto, existen otras lenguas y otras formas pero
al ser mi idioma (lo apropio por qué lo uso), es mi manera de entender el mundo, es decir,
naturalizo y comienzo mi relación con lo externo y lo interno a partir de este lenguaje y con
este lenguaje.
Me interesa aprender las metáforas de los diferentes géneros literarios, las diferentes
filosofías y corrientes literarias, los paradigmas de la disciplina, me interesa la Fonética, la
Estética del lenguaje y su construcción erudita o coloquial.

A grandes rasgos lo anterior es mi opinión acerca de la literatura y lo que entiendo por lengua
y literatura así como mis intereses directos con la carrera. Pero el verdadero uso, o mejor
dicho, la aplicación de la misma son para la docencia.

En ese sentido, me interesa construir futuros amantes de la literatura, me interesa hacer fluir
esta pasión que siento a otras personas y que se dediquen a romper sus límites a partir de la
lectura de un buen libro, de su discusión o, incluso, sus reflexiones en torno a él. Lo anterior en
un sentido de retribución y de gusto personal.

También me interesa el rescate de textos perdidos, el dominio del español en diferentes


épocas y espacios, podrá ayudarme a salvar textos perdidos e inyectarles vigencia, una parte
con mi ingenio y otra parte por la misma voz del texto.

Por último, me interesa el conocimiento profesional de la lengua para colaborar en


traducciones. Si bien mi gusto primordial es el español, conocer otras lenguas es, también,
conocer otras formas de esos mundos, esas historias. Considero pertinente que a partir de mi
lengua, contribuya en el ámbito de las traducciones para poder hacer accesibles esos otros
pensamientos a las personas.

Estar en la carrera de Lenguas y Literatura Hispánicas, puede ser mi meta próxima pero no es
un estar ahí para cubrir aficiones o descubrir habilidades, esas ya las tengo bastante bien
identificadas y cubiertas. En lo personal es la forma que entiendo mi profesionalización para
poder llegar a otras formas de relaciones directas e indirectas conmigo misma y con la gente.
Como he dicho antes, veo en el lenguaje un todo físico e intangible, contradictorio y rapaz,
infinito y necesario. Me declaro entonces una musa del idioma, las palabras y sus mundos; en
esa tónica: ¿Por qué no estudiar Letras Hispánicas?

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