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Las rocas sedimentarias del Grupo Morro Solar del Valanginiano-Hauteriviano (Cretáceo inferior)

en su localidad tipo, al sureste de la ciudad de Lima, están afectadas por sets estructurales con
orientaciones N-S y NE-SO. De los cuales, en base a las relaciones de campo, el segundo es
posterior al primero. Empero, estas observaciones por sí mismas no permiten determinar la edad
de deformación ni la cinemática que funcionó para cada set. Con el fin de conocer esto, el estudio
microtectónico de estrías de fallas da un alcance sobre cómo se formaron tomando en cuenta
los eventos tectónicos reportados por Pardo-Casas y Molnar (1987), Sebrier et al. (1988) y
Sebrier y Soler (1991) en la costa central peruana.

El primer set, aflora en la carretera ubicada debajo de la Cruz del Morro Solar, conformado por
diques andesíticos N-S paralelos a fallas normales de alto ángulo que basculan a estratos de
lutitas abigarradas y areniscas cuarzosas de la Formación Salto del Fraile. Así también, ponen a
esta última en contacto con las lutitas y sills andesíticos de la Formación Herradura (Miembro La
Virgen) en los alrededores del Planetario y el asentamiento humano Alto Perú. Las estrías de
tales fallas muestran una cinemática netamente normal con cabeceos (pitch) de ángulo alto
(~60°-80°), aunque también se hallan estrías de bajo ángulo (<15°) de cinemática dextral e
indicios de replegamiento. Los estereogramas de los movimientos normales (Fig. 1) muestran
una extensión principal NE-SO que es compatible con la orientación de los diques andesíticos
que están relacionados al enjambre de diques del Cretáceo medio (Vidal, 1990) para la provincia
de Lima. Por lo que es atribuida al evento tectónico Mochica del Albiano-Cenomaniano (Jaillard,
1987).

En contraparte cinemática, parte de estas fallas tienen estrías sobreimpuestas de cinemática de


rumbo dextral con componente normal (15°-30°) que de acuerdo a los estereogramas (Fig. 3) se
observa la influencia de una compresión ~O-E. De modo que este último movimiento
representaría la reactivación parcial del set estructural NE-SO para un intervalo entre los eventos
tectónicos Quechua 2 del Mioceno medio-superior (Pardo-Casas y Molnar, 1987; Sebrier y Soler,
1991; Hampel, 2002) y del Plioceno (Sebrier et al., 1988; Sebrier y Soler, 1991).

El segundo set corta de forma oblicua a las primeras y desplaza a los diques andesíticos. En el
área frontal del restaurant Salto Fraile, estas estructuras ponen en contacto pseudovertical a las
formaciones Salto del Fraile y Herradura. A través de secciones perpendiculares a éstas se
aprecia una serie de fallas normales conjugadas de alto ángulo dispuestas en horsts y grábenes
en las lutitas y sills andesíticos de la Formación Herradura. Igualmente, en estos niveles, afloran
fallas normales lístricas cuyos bloques techo presentan plegamientos a manera de roll-over. Así
como fallas inversas de bajo ángulo junto a anticlinales y/o sinclinales con disposición por
propagación de fallas (P.ej. pliegues en cofre y los aledaños al túnel La Herradura) cuya
deformación es más tenue hacia los niveles estratigráficos más jóvenes.
Visto en planta, el conjunto estructural descrito muestra fallas sinestrales entre las formaciones
Salto del Fraile y Herradura. Cuyas superficies estriadas tienen cabeceos de bajo ángulo (10°-
20°), indicando efectivamente un desplazamiento de rumbo sinestral con componente normal.
Por medio de los estereogramas se verifica que los esfuerzos que rigen los movimientos
normales (Fig. 2) corresponden a extensiones locales NO-SE que son compatibles con la
cinemática sinestral a partir de la compresión principal NE-SO. Aunque esta dirección de
esfuerzos sugiere una deformación cenozoica, la temporalidad de las estructuras no está bien
definida debido a la falta de dataciones radiométricas. Por lo que de forma tentativa estos
movimientos tuvieron lugar durante el Eoceno y Mioceno temprano para los eventos tectónicos
Inca 2 y Quechua 1 (Sebrier et al., 1988; Sebrier y Soler, 1991).
De esta manera, el set de estructuras antiguas N-S se reactivó mediante movimientos dextrales
durante la compresión oblicua NE-SO del Paleógeno-Neógeno inferior sobre la margen andina.
Como resultado, al interior de este sistema se forman fallas normales de alto ángulo y lístricas
asociadas a estructuras en roll-over cuyos rumbos no llegan a ser completamente ortogonales
con la compresión regional, por lo que desarrollan una componente sinestral mayor. Debido a
que dichos esfuerzos no guardan relación geométrica con las fallas inversas y pliegues por
aparente propagación de falla, se deduce que éstas se formaron por reacomodo en la base dúctil
de las fallas normales lístricas por transtensión local. De acuerdo a las evidencias expuestas y a
las limitaciones cronológicas, las estructuras del Morro Solar funcionaron en un régimen
transpresivo hasta al menos el Neógeno superior con probable extensión hasta el Cuaternario.

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