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ECUADOR
CARRERA:
Ciencias Económicas
MATERIA:
Legislación Laboral
ESTUDIANTE:
Hidalgo Falconez Gema Maria
DOCENTE:
Verónica Alexandra Arrata Corzo
RESUMA QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO EN EL VIDEO
OBSERVADO:
La historia de los mártires de Chicago, comienza por el llamado a los trabajadores a luchar
por la jornada laboral de 8 horas (que se venía pidiendo desde la década de 1860), para
sustituir el día laboral de 10, 12 y hasta 16 horas. Donde prevalecía el crecimiento del
capitalismo con mano de obra barata y las condiciones de los trabajadores eran mucho
peores. Se declaró que la jornada de ocho horas entraría a efecto el 1º de mayo de 1886. En
los meses previos a esa fecha miles de trabajadores, organizados e independientes, fueron
puestos en alerta. El 1 de mayo de 1886, se manifestaron 80 mil trabajadores a través de
las calles de Chicago, solicitando la reducción del horario laboral a ocho horas diarias. En
los siguientes días se unieron a esta demanda 350 mil trabajadores de toda la Unión
Americana, que iniciaron una huelga nacional la cual afectó muchas fábricas. La unión de
los trabajadores causó mucha alarma entre los industriales y en la prensa, pues vieron en
las manifestaciones el inicio de una revolución. El grupo de huelguistas se dirigió a una
fábrica cercana, la planta McCormick, a manifestarse. Pronto llegó la policía, abrió fuego
y mató a 6 trabajadores hiriendo a muchos más. Ante la masacre, los anarquistas
convocaron a una reunión masiva el 4 de mayo de 1886 en el mercado de la cuidad
Haymerck, con el propósito de protestar por la brutal acción policiaca del día anterior.
Sobre un vagón y frente a miles de trabajadores hablaron 3 de los líderes anarquistas Spies,
Parsons y Fielden, ante una reunión de 2 mil 500 trabajadores. Cuando la manifestación
estaba terminando y empezaba a llover, llegaron al lugar cerca de 200 policías, donde el
capitán pedía que se dispersara la reunión, a lo que los manifestantes respondían que el
mitin era legal y pacífico, pero pronto una bomba estalló en la fila de los uniformados,
donde un policía murió y varios quedaron heridos. De inmediato se armó el alboroto y en
la confusión la policía, comenzó a disparar, a la multitud que huyó despavorida causando
muertes y muchos heridos. Los dirigentes fueron apresados y aunque nunca se supo quien
lanzó la bomba, este incidente se tomó como pretexto para perseguir a organizaciones
laborales y anarquistas a lo largo del país, saqueando hogares y arrestando a centenares de
trabajadores huelguistas. El 21 de junio de 1886, en el juicio los testigos declaraban a ver
visto a los acusados (Parsons, Spies, Fielden, Schwab, Fischer, Lingg, y Engle) lanzando
la bomba a los policías. El Fiscal afirmaba que todo aquello se debía a una conspiración
extranjera ya que varios de los detenidos eran migrantes alemanes incluso llegó a pedir al
jurado: ''Castigue a estos hombres, haga un ejemplo de ellos, cuélguelos y salve nuestras
instituciones''. Dicho esto, el juicio los condenó a morir ahorcados. La ejecución fue fijada
para el 11 de noviembre de 1887. Al aproximarse la fecha la sentencia; Ling el más joven,
se suicidó en su celda, mientras que Fielden y Schwab, lograron conmutar la pena de
muerte a cadena perpetua. En el patio de la cárcel de Chicago se levantaron cuatro horcas.
Mientras los encapuchaban, Spies habló por última vez ''Llegará un tiempo en el que
nuestro silencio será más elocuente que las voces de los que hoy ustedes estrangulan''. Los
nudos corredizos se apretaron callando para siempre a él y a sus compañeros.
Pocos años más tarde en 1893 el nuevo Gobernador de Illinois, permitió volver a revisar el
proceso donde se probó que los testigos habían sido comprados, que el procurador había
escogido el jurado a su antojo y que la bomba había sido arrojada por orden del mismo
capitán de policía y concluyó declarando la inocencia de los acusados y liberando a los
sobrevivientes.