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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CULTURA FISICA

PEDAGOGIA DE LA ACTIVIDAD FISICA Y


DEPORTES

SOCIEDAD Y ACTIVIDAD FISICA

TRABAJO GRUPAL

ACTITUDES, VALORES Y NORMAS EN LA


EDUCACION FISICA

Integrantes: LOACHAMIN MERCY

MOLINA KEVIN

ANELOA ELIZABET

DELGADO PAOLA

MORA PABLO

Docente: Msc. LUIS NOROÑA

Curso: SEGUNDO “A”


VALORES Y ACTITUDES EN EDUCACIÓN

Los valores son eje fundamental que ayudan a la formacion de las sociedades, por esta
razón la educación se a caracterizado por ser un preceso que desarrolla las capacidades
cognitivas afectivas y procedimentales de una persona para facilitar el aprendeizaje
hacia la resolucion de problemas para toda la vida.

En esta ocasión nos referiremos a las capacidades afectivas que enmarcan lo que son
los valores y actitudes; los valores se pueden caracterizar por como lo afirma (Castejón,
2016) “La palabra valor se caracteriza por tener múltiples usos en los campos de la vida
y la actividad humana” (p.252). Con esto nos dice que los valores son un valor
fundamental en el crecimiento y superación humano.

Este proceso se representa en una serie de transmisión que se viene dando según
(Castejón, 2016) “se adquieren a través de los procesos de socialización y de
transmisión entre los seres humanos”. (p. 252). Uno de estos se puede identificar
claramente en la catedra que brinda el profesado que se da casi todo el proceso de una
persona desde su niñez.

La problemática consiste en que estos procesos actitudinales no se manifiestan en el


curiiculo como lo afirma (Soler, 2003) “los contenidos actitudinales no han tenido la
presencia que sería deseable, lo que contrasta con la importancia que tienen el currículo
oculto y ausente de los programas escolares”. (p. 12). Es por esta razón que los
profesores mucha veces dejan de lado la enseñanza de estos valores

LOS OBJETIVOS EDUCATIVOS Y LA FORMACIÓN DE LA PERSONA

Toda intervención formativa se dirige a personajes de implícita o explícitamente


tratando de conseguir unos determinados valores, que caracterizan a un determinado
tipo de persona, que se quiere formar.

Es así, que (Uribe, 2013) plantean que es necesario considerar en el concepto de


Educación Física una orientación pedagógica que procure e intente el desarrollo de las
potencialidades humanas y el trabajo en todas las dimensiones de ser humano.
La educación es, en último caso, el intento de promover a través de actuaciones
concretas, que incluyen compromisos didácticos, organizativos, normativos aplicativos,
la potenciación de un modelo de comportamiento considerado deseable para el
educando.

Los modelos antropológicos posibles y promovidos son variados y abarcan un


espectro amplio que va desde el humanismo cristiano al anarquismo y marxismo. En
todos ellos, hay una preocupación por definir el concepto de persona, aclarar su
vinculación con la realidad social y delimitar el conjunto de valores que le identifican
(colaboración, compromiso social, etc.). (López, 2003)

Las propuestas que se consideran importantes y determinantes el cuerpo de cada ser


individuo, como concreción del ser biológico y fundamental que es el ser humano, o las
que lo consideran como un complemento, la esencia de lo humano sería lo espiritual.

El objeto de la educación es el perfeccionamiento humano, es ayudar a la persona a


extraer lo mejor de todas sus capacidad de autonomía y de relación con los demás, y
define la EF “como la ciencia y arte de ayudar al individuo en el desarrollo intencional
(armonioso, natural y progresivo) de sus facultades de movimiento, y con ellas el resto
de sus facultades personales”. (Gonzáles, 1993)

También lo hace, aunque de una manera solapada la tendencia que habla de una
formación integral de la persona. El hecho de integrar supone el reconocimiento de que
hay partes con entidad propia que se pueden unir o no.

La aplicación de estas concepciones a la formación ha supuesto la potenciación de


unos enfoques sobre otros (gimnasia militar, preparación deportiva, enfoque en la
disciplina, psicomotricidad, etc.)1, con la delimitación de unos objetivos, métodos y
resultados diferentes de cada individuo.

Podemos en esta situación compartir la tesis de la relación múltiple del hombre con
su cuerpo, basada en el supuesto de que la persona no es ni simplemente un ser
biológico ni solamente un ser espiritual sino que también comparte las dos realidades y
es cada una de ellas según el ángulo desde el que se mire. Un planteamiento de esta
naturaleza debería evitar el que los ejercicios físicos se constituyan en fines en sí
mismos y potenciar la “educación a través del cuerpo “ya que el ser humano seba
adaptando con su cuerpo haciéndole partícipe de todas nuestras actividades diarias, y no
tanto el “educar el cuerpo”.

La necesidad del desarrollo de valores y aptitudes en la actividad física ha supuesto


planteamientos o modelos que han incidido en los mismos, como es el caso de
(Hellison, 2003) con una secuencia de actividades que llegan hasta la responsabilidad
personal y la autonomía.

LOS OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN FÍSICA

Por ello, no son de extrañar algunos de los pobres resultados que obtenemos. La
ausencia de hábitos de actividad física en nuestros jóvenes es evidente cuando se realiza
un seguimiento de la que realizan después de abandonar el período escolar.
Exceptuando los que mantienen una vinculación con alguna entidad deportiva, la gran
mayoría deja de hacer ejercicio de manera habitual. Esta insistente realidad denota que
no hubo un trabajo sistemático de los contenidos actitudinales o si lo hubo no consiguió
los resultados que pretendía.

(grau, 2003)

ACERCA DE LOS VALORES Y ACTITUDES


El concepto de valor es un termino polisémico y abarca una gran cantidad de signifiados
que pueden dar lugar a descontextualizar su sentido. La palabra valor se caracteriza por
tener múltiples usos en los campos de la vida y la actividad humana .(Remolina, 2005)

El valor es una cualidad que confiere a las cosas, hechos o personas una estimación, ya
sea positiva o negativa. La axiología es la rama de la filosofía que se encarga del estudio
de la naturaleza y la esencia del valor.
Para (Bolivar, 1998), los valores son ideales abstractos, que representan las creencias
de una persona sobre los modelos ideales de conducta y sobre los fines últimos. Son
autoconcepciones que una persona tiene de sí mismo, de los demás y del mundo, y por
estos motivos actúa y elige de forma autónoma.
Se entiende que los valores se adquieren a través de los procesos de socialización y
de transmisión entre los seres humanos. Es decir, que todas las experiencias de vida que
se producen desde la niñez incidirán en el proceso de formación de la personalidad. Se
adquiere un estilo de vida por medio de las inflencias que le aportan los agentes
socializadores como la familia, la escuela, los amigos, los centros deportivos y los
medios de comunicación. Es así que el niño y la niña interiorizan los valores, se hace
cada vez más evidente con la edad.
Al hablar de valor, es importante tener presente otro concepto como el de actitud, el
cual es utilizado en muchas ocasiones en lugar del concepto de valor. Una actitud
entonces, “hace referencia a un pensamiento o un sentimiento positivo o negativo que
tiene una persona hacia los objetos, las situaciones o hacia otras personas. Está
relacionado con los sentimientos y formas de actuar ante hechos o situaciones
determinadas” (Prat, 2003).
Según (Puig, 1995)“las actitudes son aquellas tendencias o predisposiciones
aprendidas y relativamente fias, que orientan la conducta que previsiblemente se
manifestará, ante una situación u objeto determinado”. Por lo tanto, pueden ser de
carácter positivas o negativas según la situación u objeto.
Las actitudes son evaluaciones afectivas, pertenecen primordialmente al ámbito de los
sentimientos, valoraciones de la realidad que pueden ser perjudiciales o favorables para
la vida de las personas, por medio de ellas los sujetos exteriorizan un modo de actuar y
defien su posición frente a las personas, las instituciones, las situaciones y las cosas con
las que se relacionan cotidianamente.
Desde un punto de vista educativo, hay que tener presente que cuando se desee
fomentar, afinzar o modifiar determinadas actitudes, se debe de incidir en lo cognitivo,
afectivo y conductual. También se debe de tener presente, que la escuela no es la única
que influye en el comportamiento de los estudiantes, sino que hay una gran inflencia de
la familia,
los amigos, los medios de comunicación y la sociedad en general en el desarrollo de
ellas.
El Aprendizaje De Valores, Actitudes Y Normas

(Trillo, Rubal, & Zabalza, 2003) Afirman que es importante, ya que configura las
estructuras o las bases personales básicas, sobre las que se construye cualquier
posibilidad de progresar en el aprendizaje y en la formación del sujeto. Se trata de
actitudes muy básicas que afectan de una manera fundamental todo el proceso escolar
de los estudiantes; son prerrequisitos para las otras actitudes y valores a desarrollar
dentro del contexto escolar. Se podría ubicar aquí, la seguridad en sí mismo, la
autoestima, el auto concepto, el deseo de aprender junto a una actitud positiva hacia la
escuela y lo escolar.

Recientemente, se reconocen dos vías para la educación de valores en el contexto


escolar que pueden considerarse alternativas e incluso complementarias. La vía
curricular, de la que ya hemos realizado algún comentario, identifica y desarrolla
actuaciones específicas a través de las materias o de actividades ínter disciplinares.

La vía institucional diseña y desarrolla formas organizativas, estructura mecanismos de


participación, establece normativas y ordena la actividad general del centro para
potenciar determinados compromisos en las relaciones sociales que se mantienen. La
vía institucional asume la idea de que las actitudes se adquieren y surgen a partir de las
interacciones sociales significativas que tiene la persona. Se defiende así la importancia
del contexto en la conformación de los valores y actitudes y con él la influencia que
puede tener la sociedad, los medios de comunicación social, la familia, los grupos de
referencia y el centro escolar. (Prat, 2001)

(Prat, 2001) Afirma que el contexto escolar tiene, unas particularidades específicas,
cuyo origen se puede relacionar con el sistematismo e intencionalidad a que obliga la
tarea formativa que tiene encomendada socialmente la institución educadora. Su
capacidad de influencia no sólo proviene de la planificación actitudinal que pueda
aplicar sino de su configuración como contexto educativo.

La existencia de variadas personas, que pueden actuar como modelos de referencia,


obligan a establecer relaciones que refuerzan determinados comportamientos y
actitudes, a la vez que ayudan a sedimentar determinados valores. Será importante, al
respecto, considerar no sólo los valores de la clase dominante, que se transmiten
directamente o indirectamente a través de símbolos, rituales, prácticas pedagógicas y
otras actuaciones, sino las diferentes opciones que puede representar una sociedad
participativa.

A este nivel, es necesario considerar los procesos vinculados a los objetivos de


potenciar la igualdad de oportunidades, la atención a la diversidad, la consideración de
la atención personalizada y el respeto a espacios de intimidad personal y colectiva.
Reiteramos así la íntima relación de los valores escolares con los valores sociales, pero
también la necesidad de comprometerse en una posición activa que avance en los
procesos de igualdad de oportunidades, equidad y calidad.

Otras maneras más estructurales a través de las cuales se potencian determinados


valores y formas de relación humana tienen que ver con la forma como se organiza la
participación, la ordenación que se hace de los estudiantes, el modelo

CONCLUSION

Tanto profesores como alumnos debemos concienciarnos que de que los juegos y
deportes van mucho más allá de su mera práctica, pues el trabajo de los mismos en las
sesiones de educación física a través de un buen planteamiento de los mismos
(metodología), hará que se obtengan beneficios a nivel físico, cognitivo, social y
personal, haciendo que los alumnos desarrollen actitudes de tolerancia, de esfuerzo, de
respeto hacia los demás y hacia sus propias posibilidades y limitaciones, juego limpio y
a saber relativizar los resultados y el éxito o la derrota.

Para los estudiantes la clase de EF genera en ellos una actitud de relajación y


desinhibición, se trata de pasarlo bien mientras estas en la clase y sienten la asignatura
como un momento de esparcimiento dentro del horario escolar, des-estrés, de descanso
de las otras asignaturas.

Se hace necesario actuar de forma planificada y estructurada, teniendo presente que a


diferentes valores deben corresponderles planteamientos heterogéneos, partiendo de la
clarificación de posturas en el docente, para evitar incoherencias como
comportamientos o actitudes dispares ante una misma situación.

Bibliografía
(s.f.).
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