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TRABAJO GRUPAL
MOLINA KEVIN
ANELOA ELIZABET
DELGADO PAOLA
MORA PABLO
Los valores son eje fundamental que ayudan a la formacion de las sociedades, por esta
razón la educación se a caracterizado por ser un preceso que desarrolla las capacidades
cognitivas afectivas y procedimentales de una persona para facilitar el aprendeizaje
hacia la resolucion de problemas para toda la vida.
En esta ocasión nos referiremos a las capacidades afectivas que enmarcan lo que son
los valores y actitudes; los valores se pueden caracterizar por como lo afirma (Castejón,
2016) “La palabra valor se caracteriza por tener múltiples usos en los campos de la vida
y la actividad humana” (p.252). Con esto nos dice que los valores son un valor
fundamental en el crecimiento y superación humano.
Este proceso se representa en una serie de transmisión que se viene dando según
(Castejón, 2016) “se adquieren a través de los procesos de socialización y de
transmisión entre los seres humanos”. (p. 252). Uno de estos se puede identificar
claramente en la catedra que brinda el profesado que se da casi todo el proceso de una
persona desde su niñez.
También lo hace, aunque de una manera solapada la tendencia que habla de una
formación integral de la persona. El hecho de integrar supone el reconocimiento de que
hay partes con entidad propia que se pueden unir o no.
Podemos en esta situación compartir la tesis de la relación múltiple del hombre con
su cuerpo, basada en el supuesto de que la persona no es ni simplemente un ser
biológico ni solamente un ser espiritual sino que también comparte las dos realidades y
es cada una de ellas según el ángulo desde el que se mire. Un planteamiento de esta
naturaleza debería evitar el que los ejercicios físicos se constituyan en fines en sí
mismos y potenciar la “educación a través del cuerpo “ya que el ser humano seba
adaptando con su cuerpo haciéndole partícipe de todas nuestras actividades diarias, y no
tanto el “educar el cuerpo”.
Por ello, no son de extrañar algunos de los pobres resultados que obtenemos. La
ausencia de hábitos de actividad física en nuestros jóvenes es evidente cuando se realiza
un seguimiento de la que realizan después de abandonar el período escolar.
Exceptuando los que mantienen una vinculación con alguna entidad deportiva, la gran
mayoría deja de hacer ejercicio de manera habitual. Esta insistente realidad denota que
no hubo un trabajo sistemático de los contenidos actitudinales o si lo hubo no consiguió
los resultados que pretendía.
(grau, 2003)
El valor es una cualidad que confiere a las cosas, hechos o personas una estimación, ya
sea positiva o negativa. La axiología es la rama de la filosofía que se encarga del estudio
de la naturaleza y la esencia del valor.
Para (Bolivar, 1998), los valores son ideales abstractos, que representan las creencias
de una persona sobre los modelos ideales de conducta y sobre los fines últimos. Son
autoconcepciones que una persona tiene de sí mismo, de los demás y del mundo, y por
estos motivos actúa y elige de forma autónoma.
Se entiende que los valores se adquieren a través de los procesos de socialización y
de transmisión entre los seres humanos. Es decir, que todas las experiencias de vida que
se producen desde la niñez incidirán en el proceso de formación de la personalidad. Se
adquiere un estilo de vida por medio de las inflencias que le aportan los agentes
socializadores como la familia, la escuela, los amigos, los centros deportivos y los
medios de comunicación. Es así que el niño y la niña interiorizan los valores, se hace
cada vez más evidente con la edad.
Al hablar de valor, es importante tener presente otro concepto como el de actitud, el
cual es utilizado en muchas ocasiones en lugar del concepto de valor. Una actitud
entonces, “hace referencia a un pensamiento o un sentimiento positivo o negativo que
tiene una persona hacia los objetos, las situaciones o hacia otras personas. Está
relacionado con los sentimientos y formas de actuar ante hechos o situaciones
determinadas” (Prat, 2003).
Según (Puig, 1995)“las actitudes son aquellas tendencias o predisposiciones
aprendidas y relativamente fias, que orientan la conducta que previsiblemente se
manifestará, ante una situación u objeto determinado”. Por lo tanto, pueden ser de
carácter positivas o negativas según la situación u objeto.
Las actitudes son evaluaciones afectivas, pertenecen primordialmente al ámbito de los
sentimientos, valoraciones de la realidad que pueden ser perjudiciales o favorables para
la vida de las personas, por medio de ellas los sujetos exteriorizan un modo de actuar y
defien su posición frente a las personas, las instituciones, las situaciones y las cosas con
las que se relacionan cotidianamente.
Desde un punto de vista educativo, hay que tener presente que cuando se desee
fomentar, afinzar o modifiar determinadas actitudes, se debe de incidir en lo cognitivo,
afectivo y conductual. También se debe de tener presente, que la escuela no es la única
que influye en el comportamiento de los estudiantes, sino que hay una gran inflencia de
la familia,
los amigos, los medios de comunicación y la sociedad en general en el desarrollo de
ellas.
El Aprendizaje De Valores, Actitudes Y Normas
(Trillo, Rubal, & Zabalza, 2003) Afirman que es importante, ya que configura las
estructuras o las bases personales básicas, sobre las que se construye cualquier
posibilidad de progresar en el aprendizaje y en la formación del sujeto. Se trata de
actitudes muy básicas que afectan de una manera fundamental todo el proceso escolar
de los estudiantes; son prerrequisitos para las otras actitudes y valores a desarrollar
dentro del contexto escolar. Se podría ubicar aquí, la seguridad en sí mismo, la
autoestima, el auto concepto, el deseo de aprender junto a una actitud positiva hacia la
escuela y lo escolar.
(Prat, 2001) Afirma que el contexto escolar tiene, unas particularidades específicas,
cuyo origen se puede relacionar con el sistematismo e intencionalidad a que obliga la
tarea formativa que tiene encomendada socialmente la institución educadora. Su
capacidad de influencia no sólo proviene de la planificación actitudinal que pueda
aplicar sino de su configuración como contexto educativo.
CONCLUSION
Tanto profesores como alumnos debemos concienciarnos que de que los juegos y
deportes van mucho más allá de su mera práctica, pues el trabajo de los mismos en las
sesiones de educación física a través de un buen planteamiento de los mismos
(metodología), hará que se obtengan beneficios a nivel físico, cognitivo, social y
personal, haciendo que los alumnos desarrollen actitudes de tolerancia, de esfuerzo, de
respeto hacia los demás y hacia sus propias posibilidades y limitaciones, juego limpio y
a saber relativizar los resultados y el éxito o la derrota.
Bibliografía
(s.f.).
Bolivar, A. (1998). Educar en valores una educación de la ciudadanía. Aandalucía.
Trillo, F., Rubal, X., & Zabalza, M. (2003). La educación en actitudes y valores: dilemas para su
enseñanza y evaluación. Rosario: Homo Sapiens.