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COMEDU 2017 “……..


Institución: ISFD 39 y 52 Provincia de Buenos Aires
Título: Indagación en reconocimiento de consumos culturales interactivos de las
nuevas infancias
Participantes
Profesora Carolina Di Palma
Ayudantes de cátedra Laura Basulado, Agustina Portal, Mariana Saint Girons,
Julieta Saint Girons, Mariana Ferrara, Juan Spul y Pedro Rossi.
Email: carolina.dipalma@gmailcom
https://catedracomeducolectiva39.tumblr.com/

http://reconocimientyuniversvocabular.tumblr.com/

Cátedra colectiva Cultura Comunicación y Educación


Presentamos en esta ponencia nuestra experiencia de investigación colectiva en
Comunicación y Educación que realizamos juntos docentes, ayudantes de cátedra y
docentes en formación, todos participantes de la asignatura “Cultura, Comunicación y
Educación”, del diseño curricular de los Niveles Inicial y Primaria de los ISFD 39 y
“Taller de nuevas infancias y nuevas Juventudes” del diseño curricular del Tramo de
formación pedagogía ” del ISFD 52 , ambos institutos pertenecientes a la región Norte de
Provincia de Buenos Aires, en los años 2015 y 2016.
Desde el inicio de clases, propusimos a los estudiantes un trabajo de campo
situado, producido de manera grupal, en la instancia de reconocimiento con el objetivo
de acercarnos a las transformaciones contemporáneas asociadas a la subjetividad de las
nuevas generaciones que habitan las aulas en nuestros días.
Esta idea surgió de una capacitación de la Dirección de Cultura y Educación de la
Provincia de Buenos Aires realizada por Jorge Huergo en el año 2010 donde compartió
unas líneas de investigación asociadas a un método, para aproximarnos a los consumos
culturales de las nuevas infancias donde creemos se ponen en juego y en disputa prácticas
discursivas que son interpeladoras de los nuevos procesos de subjetivación tanto desde la
cultura escolar como la mediática. (Huergo, Fernandez, 2000).
El trabajo de campo propuesto por la cátedra consistió en una guía de observación
(ver adjunto) que debía escuchar la voz de los chicxs, esto es, escuchar sus sentidos y
observar sus prácticas asociadas a los usos y apropiaciones de un consumo cultural
interactivo digital vinculado a un grupo (más de 3) y espacio situado. El consumo cultural
no debía ser propuesto por los estudiantes que harían la indagación en el campo según
creencias previas, sino ser propuesto por el grupo a observar según sus referencias,
intereses y gustos. Los grupos etarios de los grupos a elegir debían corresponderse con la
franja etárea del Nivel, de 2 a 5 años si era Inicial u de 6 a 12 si era primaria, más de 12
si era adolescentes y adultos.
A medida que va transcurriendo el año con los contenidos de la asignatura, los
estudiantes van haciendo entregas parciales de los trabajos de campo que ponen en común
en clase y que discuten con sus compañeros, profesores y ayudantes. A medida que
avanza el año, la indagación de campo y los contenidos teóricos, la cátedra va haciendo
devoluciones y comentarios sobre las indagaciones en un documento compartido on line
al que tienen acceso la totalidad de los estudiantes. Al final del año, cada trabajo ha sido
ampliado y enriquecido según los diálogos en el aula, dentro del grupo y con los docentes.
Para el final, todos los estudiantes deben leer el trabajo de todos y buscar lo que tienen de
“común” como única consigna. La instancia de final es colectiva, en ronda y se pone en
común lo que salió de esa escucha. Así, se ponen en circulación las tramas de
interpelación de la cultura mediática a través de los consumos culturas interactivos, los
sentidos de los chicxs y las observaciones e interpretaciones de los estudiantes y
profesores. En la ronda final se comparten las sorpresas, los descubrimientos, los sentidos
del marco teórico propuesto y lo que podría reformularse, los devenires, las impresiones
y las afectaciones.
La cátedra Cultura, Comunicación y Educación que consolida el trabajo que
estamos presentando en este congreso se encuadra en la propuesta de mejoramiento de la
calidad de la formación docente, pensando a los institutos como redes en la que se
entrelazan distintos sujetos, discursos, lógicas, prácticas y disciplinas avocadas a la
formación docente. De ahí, definiremos a la cátedra como un punto de la red en el que se
articulan conexiones para producir un aporte específico.
A su vez, se constituye como un espacio de intercambio, discusión y formación,
que favorezca la reflexión sobre la práctica, la autocrítica, la revisión de los marcos
teóricos y su justificación a partir de la propia experiencia. A través la constitución de la
cátedra buscamos impactar en los procesos de formación docente, la promoción cultural
y el enriquecimiento del papel del futuro docente como productor, desarrollando modelos
de una cultura participativa y dialógica, fomentando una mayor apertura democrática en
la Institución, profundizando en las transformaciones culturales actuales de las nuevas
infancias que luego encontrarán en el aula.

Aproximación al campo desde la instancia del Reconocimiento


Partiendo de una concepción de cultura como producción simbólica tanto como
material (Williams, ), como hemos desarrollado en los primeros párrafos, la propuesta fue
la de indagar en grupos a través de la observación participante y de entrevistas en
profundidad, en campos situados (Guber, R) como entornos hogareños, salones de
escuelas y cibercafés, usos y apropiaciones de consumos cultuales interactivos de las
nuevas generaciones con el objetivo de reconocer (Huergo, J, 2015) el universo vocabular
(Freire) de las nuevas infancias y juventudes con las que producen sus modos de ser y de
estar el mundo.
Tal como dice Jesús Martin Barbero vivimos “un momento de revolución de las
tecnicidades donde la comunicación digital abre la posibilidad de un lenguaje común de
datos, textos, sonidos, imágenes y videos, desmontando la hegemonía racionalista
dualista que oponía lo sensible o emocional a lo inteligible, la razón a la imaginación, la
ciencia al arte, la cultura a la técnica, el libro a los medios audiovisuales, abriendo una
nueva configuración del espacio público vinculada a una nueva ciudadanía.” (Barbero,
2003, pág. 380). Por eso, nuestro foco desde la cátedra estuvo puesto desde el principio
en las transformaciones culturales asociadas a esta nueva tecnicidad y no al uso
instrumental de las nuevas tecnologías para la comunicación social.
En este sentido, es importante aclarar que sostuvimos la concepción de cultura en
términos de materialidad aun teniendo de soporte hoy, en los espacios simulados, a los
números. Así, cuando indagamos desde la instancia de reconocimiento consideramos
cultura performativa al contimuun on-line-off-line que habitan hay las nuevas infancias
buscando articulaciones entre lo que en la modernidad separamos como real virtual.
Nuestros trabajaos tuvieron como objetivo reflexionar acerca del diagrama de
fuerzas en el que están haciéndose visibles nuevas relaciones de poder-saber que
proponen algunos horizontes de interpelación posibles y otros no. Desde la cátedra
sostuvimos que los medios interactivos digitales también proponen modelos de
identificación que disputan sentido común en la infancia en ese continuum on-line-off-
line que hacen posible hoy los nuevos dispositivos: formas de ver, de sentir y de actuar,
agendas temáticas, modos de relacionarse y de resolver los conflictos, de hacer cuerpo. Y
como además decía Huergo, los sentidos mediáticos que proliferan no están «afuera»
como un objeto, sino que se han hecho cultura, se han hecho hilos en la trama cultural.
(Huergo, 2013)
Los trabajos de campo actuaron de experiencia transformadora para desubicarse
respecto de la posición del saber y encontrar alguna nueva posición de escucha. Decía
Huergo sobre el reconocimiento: “La “recepción” de interpelaciones, entonces, no tiene
tanto que ver con el orden del conocimiento, de los códigos o de los mensajes, sino más
bien con el orden del reconocimiento, de las matrices y de los formatos culturales. No se
trata tanto del interlocutor, sino de las condiciones y contextos de su interlocución.
Conocer al otro es conocer un campo de significación. Entonces el reconocimiento del
universo vocabular no es una estrategia tecnicista sino que implica un involucramiento
del yo con el otro con el que podemos jugar. Se dan dos procesos, reconocimiento del
diálogo cultural que significa que en cada práctica subjetiva la comunidad habla pero a la
vez es hablada y reconocimiento de los interlocutores como sujetos históricos. De manera
que las diferencias (constituidas a través de historias de lucha material y simbólica y
constitutivas de nuestra identidad) no se configuran en o por la recepción de
interpelaciones, sino que se «encuentran» y se «reconocen » en ellas (y no siempre de
manera armoniosa y feliz); y al reconocerse y encontrarse se reconfiguran. (Huergo J. ,
2013)
Con estas acciones vinculadas a las indagaciones de campo en la instancia de
Reconocimiento esperamos impactar en los procesos de formación docente desde el
campo de la Comunicación y Educación, profundizando en las transformaciones
culturales actuales de las nuevas infancias para poder establecer algún tipo de diálogo con
cuando se encuentren en el aula.

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