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CONCLUSIÓN

El curso de filosofía positiva de Augusto Comte, podría considerarse como el tesoro

doctrinal del positivismo, ya que como el mismo autor lo ha expresado, plantea las bases que
constituyen una verdadera filosofía positiva sustentada en lo palpable y lo medible. En las
lecciones de la obra, se ve como desde esta postura se busca responder a la crisis imperante
del momento y como se presentan las algunas soluciones. Pero, no significa que las posturas
tomadas sean del todo correctas y sean acogidas por todo el mundo, también cuentan con sus
luces y sus limitantes.

Como todo postulado, los Comte ha recibido reacciones de todo tipo y han dado
mucho de qué hablar incluso hoy en día. Su forma práctica de pensar y su primado de las
ciencias es algo muy visto en los estilos de vida de muchas personas de pleno siglo XXI, lo
cual es muestra de la trascendencia de su pensamiento. Pero, entre todas esas reacciones se
pueden englobar de todo tipo. De un lado se tienen quienes han ido en apoyo del positivismo
destacando sus luces, y por el otro quienes lo han atacado y refutado muchas de sus ideas.

En un primer momento, es oportuno destacar que esta corriente de pensamiento

propició el auge y el desarrollo de las ciencias. Se avanzó grandemente en el uso del método
científico llegando a refinarlo y estructurarlo de manera no solo teórica. Las investigaciones
incrementaron considerablemente y más personas se preocuparon por sacar la ciencia de los
laboratorios y aplicarla en asuntos que los incumban de manera más concreta: en los
problemas sociales. Es por todo eso que no es extraño que surgiera de ello una ciencia
preocupada por los problemas y las necesidades del hombre que vive en comunidad como lo
es la sociología. Por esa parte, hay que señalar que esta ciencia de la sociedad puede
considerarse como uno de los principales aportes de esta, tanto, que a pesar de los cambios
que ha sufrido desde entonces, hoy la sociología es todo un campo de estudio muy
importante, ya que analiza y da respuestas a situaciones específicas de la vida como seres
políticos, lo cual es muy necesario.

Retomando las ciencias, hubo notablemente grandes motivaciones para la

investigación y el descubrimiento de verdades objetivas, que no se complacían con simples
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dogmatismos y conformismos. El paso por los tres estadios, por ejemplo, es una interesante
incitación a ir madurando y profundizando más en el saber. Esto es una manifestación del
deseo del hombre por conocer la verdad, y un modo de llegar a ella es evidentemente la
ciencia. El positivismo de una manera que se puede considerar beneficiosa, invitó e invita a
no quedarnos con todo lo que creemos y pensamos sin buscar su fundamento. Esto incluso
tuvo su influencia en corrientes de pensamiento posteriores a Comte, como es el caso del
utilitarismo, que partiendo del positivismo, querían hacer de la ética una ciencia medible, que
buscaba la máxima felicidad posible para el mayor número de personas posibles1. Sin
embargo, en un segundo momento hay que hacer referencia a las limitantes que se encuentran
presente en los postulados de Comte, de manera en especial los presentados en este libro.

En un primer momento hay que destacar el problema que traen de por sí todas las
afirmaciones científicas, y es con respecto a la inducción. La ciencia parte de la observación
de casos particulares para hacer leyes generales que se sean consideradas universales, pero
esto no es seguro y definitivo. Las leyes son generalmente válidas hasta que surja un solo
caso que sea la excepción. No importa cuántos mamíferos terrestres se hallan contado, la
afirmación de que “todo mamífero es terrestre” es validad hasta que un solo caso sea la
diferencia, después de la aparición de animales como la ballena y el delfín esa ley queda en
el olvido. Es tal como dice Popper acerca de este problema, «cualquier conclusión que
saquemos de este modo corre siempre el riesgo de un día ser falsa»2. Por lo tanto, por verídica
que pueda considerarse la ciencia y por mucho que se diga solo creer en lo verificable, se
está dando un gran “salto de fe” con las afirmaciones propuestas por la inducción las cuales
resultan ser no muy verificables.

En esa última parte, también pueden sumársele Ortega y Gasset y Dilthey. El

primero quien hace una crítica a las ciencias que solo reducen la verdad a la verdad científica,
descartando las demás perspectivas y el segundo en esa misma línea crítica que el positivismo

1
Cf. G. REALE Y D. ANTISERI, Historia de la filosofía III, del romanticismo a nuestros días tomo I, Herder,
Barcelona 2010, Pág. 302.
2
K. POPPER, Lógica de la investigación científica, Editorial Tecnos, Madrid 1980, Pág. 27.
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afirma que solo son verídicas las ciencias naturales (verificables) dejando de lado las ciencias
del espíritu3.

Por otro lado, no todo lo humano puede ser llevado al plano de lo positivo, porque
no todo es mensurable y palpable, por lo que la intención de Comte es de que todo llegué al
estado positivo es imposible por el hecho de que no todo lo humano puede ser encasillado en
una dimensión que pueda ser evaluada por la ciencia. Nadie puede extraer los sentimientos
de una persona y establecer una ley general partiendo de ahí, por el mismo hecho de la
alteridad propia de cada persona.

Además, de la posibilidad de ser estudiados, las emociones juegan otro papel

importante en las ciencias con el que Comte no contó. Por mucho que se quiera tratar de ser
objetivos los hombres siempre interpretan desde su subjetividad. Los sentimientos influyen
al momento de tratar de hacer un estudio, por lo tanto no se es del todo objetivo, lo cual hace
más improbable que una ley pueda tomarse como general. Es evidente entonces, que por irse
demasiado a lo cuantitativo descuidó lo cualitativo4. Un ejemplo puede ser la diferencia que
existe entre dos personas al momento de examinar un perro. No lo ve igual quien desde niño
ha estado en contacto con muchos caninos, que quien fue mordido por uno a temprana edad
y siente pavor cuando los ve.

Otra crítica para las ciencias puede originarse a la luz de Bergson. Los positivistas,
o mejor dicho los científicos, deben recurrir a congelar lo que estudian para poder palparlo y
medirlo, lo cual es una limitante al momento de preguntarnos por el dinamismo. Las cosas
no siempre están estáticas sino que poseen un dinamismo que hace que cada segundo que
pase sean diferentes, por lo tanto, al hacer uso de la inteligencia, se congela en un momento
determinado lo estudiado despojándolo de todo dinamismo. Es por esto que de cierta manera
la ciencia se queda algo atrás, porque cuando viene a entender el estado de algo ya ha
cambiado.

3
Cf. G. REALE Y D. ANTISERI, Historia del pensamiento filosófico y científico, tomo III, 3ra edición, Herder,
Barcelona 1988, págs. 409 y 629.
4
Cf. http://www.ehowenespanol.com/ventajas-desventajas-del-positivismo-info_452930/ Buscado el jueves
22 de marzo a las 10:53 A.M. del 2018.
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En suma, es innegable entonces lo importante que fue el positivismo tanto como

para afianzar las ciencias como también para criticarlas y ver que no todo puede reducirse a
ellas. Comte sigue siendo y será objeto de estudio para muchos y es necesario que lo sea ya
que de cierta manera ayuda a comprender mucho del pensamiento de la actualidad. Además,
motivó a continuar las disputas, pues a pesar de que han surgido muchas protestas en contra
de la absolutización de las ciencias, muchos aun se afanan en querer argumentar a su favor.
Pero, de eso se trata la filosofía y el hombre no descansará hasta encontrar una respuesta que
sacie todas sus dudas y como todos somos diferentes, significa que hay millones de dudas
esperando respuestas, lo que significa que habrá disputas por mucho rato.