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Victimología
Serie
Victimología, 11
Victimología
Danieli, Yael
Víctimas de traumas masivos / Yael Danieli ; Ana Gloria Robles Osollo ; Maria Stella
Rodríguez ; dirigido por Hilda Marchiori. - 1a ed. - Córdoba : Encuentro Grupo Editor, 2011.
244 p. ; 225x150 cm. - (Victimología; 11)
ISBN 978-987-1432-76-9
1. Victimología. I. Robles Osollo, Ana Gloria II. Rodríguez, Maria Stella III. Hilda Mar-
chiori, dir. IV. Título
CDD 362.88
© Editorial Encuentro
1° Edición.
Impreso en Argentina
ISBN: 978-987-1432-76-9
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.
Miembros de la CÁMARA
ARGENTINA DEL LIBRO
www.editorialbrujas.com.ar publicaciones@editorialbrujas.com.ar
Tel/fax: (0351) 4606044 / 4609261- Pasaje España 1485 Córdoba - Argentina.
Victimología
Comité Científico Consultor
John Dussich, ex Presidente The World Society of Victimology.
Irene Melup, Experta de Naciones Unidas.
Luis Rodríguez Manzanera, Presidente Sociedad Mexicana de
Criminología, México.
Helmut Kury, Universidad de Freiburg, Alemania.
Elías Escaff Silva, Director General Víctimas del Delito, Ministerio
Público, Chile.
Emilio Viano, American University, Washington, USA.
Fely González Vidosa, Fundadora y Directora de la Primer Oficina
de Ayuda a Víctima, España.
Irvin Waller, Director International Centre for the Prevention of
Crime, Montreal, Canadá.
María de la Luz Lima, Vicepresidenta The World Society of
Victimology.
Yael Danieli, Directora Group Project for Holocaust Survivors and
their Children, New York, USA.
Marlene Young. Presidente de National Organization for Victim
Assistance. USA
Zulita Fellini, Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires.
Aida Tarditti, Profesora de Derecho Penal de la Universidad Nacional
de Córdoba, Vocal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba,
Argentina.
Pedro David, Juez Ad Litem del Tribunal Penal Internacional para
la Ex Yugoslavia. Juez de la Cámara Nacional de Casación Penal de
Argentina.
Ester Kosovski, Presidente Sociedad de Victimología de Brasil.
Antonio Sánchez Galindo, Miembro de Número de la Academia de
Ciencias Penales, México.
Elías Neuman, Profesor de Post grado de Victimología y Criminología
de la Universidad de Buenos Aires.
María Josefina Ferrer, Instituto de Ciencias Penales de la Universidad
Central, Venezuela.
Gabriela Fulco, Fundadora y Directora del Centro de Asistencia a la
Víctima de Violencia Familiar. Uruguay.
German Aller, Profesor de Derecho Penal y Criminología de la
Universidad de la República, Uruguay.
María Inés Cuadros, Asociación Colombiana en Defensa del Menor
Maltratado, Colombia.
María Cristina Barberá de Riso, Facultad de Derecho, Universidad
Nacional de Córdoba, Argentina.
Eva Giberti, Coordinadora del Programa Las Víctimas contra la
violencia, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Argentina.
Caridad Navarrete Calderón, Profesora de Criminología, Universidad
de la Habana, Cuba.
Rebeca Gonzalez Leche, Centro Victimológico, Guatemala.
Susana Medina de Rizzo, Vocal de Tribunal Superior de Justicia de
la Provincia de Entre Rios. Presidente Asociación de Mujeres Jueces
de Argentina
Rosa del Socorro Lescano, Juez de Cámara Nacional en lo Criminal.
Buenos Aires.
Contenidos
9
Abuso sexual Infantil. El trabajo con los padres.
Lic. Roxana N. Zarate. Lic. María Cecilia Ravasi. Argentina................. 163
10
Trauma Masivo y el rol curativo de la Justicia Reparadora
Director Group Project for Holocaust Survivors and Their Children. New York.
1
United States. Past President and Representative to the United Nations. International
Society for Traumatic Stress Studies.
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Conspiración de Silencio
En el contexto de estudiar la fenomenología de la esperanza a fines de
los 60´, entrevisté a sobrevivientes del Holocausto Nazi. Todos aquellos
a los que entrevisté, para mi profundo escándalo y angustia, afirmaron
que nadie, incluyendo a los profesionales de salud mental, los escuchó ni
les creyó cuando intentaban compartir sus experiencias del Holocausto
y sus continuos sufrimientos. Ellos, y más tarde sus hijos, llegaron a la
conclusión de que las personas que no habían pasado por las mismas
experiencias, no podían entender y/ o no les importaba. Con amargura,
por lo tanto muchos optaron por el silencio sobre el Holocausto y sus
secuelas en sus interacciones con los no sobrevivientes. La resultante
conspiración de silencio entre los sobrevivientes del Holocausto y la
sociedad, incluida la salud mental, la justicia y otros profesionales, ha
resultado perjudicial para la reintegración familiar y socio-cultural de
los sobrevivientes por la intensificación de una sensación profunda de
aislamiento, soledad y desconfianza en la sociedad .
Esto dificultó aún más la posibilidad de su integración intrapsíquica
y su curación, y condujo a que el duelo por sus pérdidas masivas fuera
imposible.
Este silencio impuesto demostró ser especialmente doloroso para
los que habían sobrevivido a la guerra y estaban determinados a dar
testimonio. Keilson2, en forma similar, demostró que un ambiente po-
bre de pos-guerra (“tercera secuencia traumática”) podía intensificar los
eventos traumáticos precedentes y, a la inversa, un medio circundante
Keilson, H. (1992). Sequential Traumatization in Children. Jerusalem: The Hebrew Uni-
2
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7
Auerhahn, N.C. & Laub, D. (1998). “Intergenerational Memory of the Holocaust,” in
Y. Danieli (ed.), International Handbook of Multigenerational Legacies of Trauma, supra. n.
4 at pp. 21-42.
8
Aarts, P.G.H. (1998). “Intergenerational Effects in Families of World War II Survivors from
the Dutch East Indies: Aftermath of another Dutch war,” in Y. Danieli (ed.), International
Handbook of Multigenerational Legacies of Trauma, supra. n. 4 at pp. 175-190.
9
Op den Velde, W. (1998), supra. n. 4.
10 �
Bernstein, M.M. (1998). “Conflicts in Adjustment: World War II Prisoners of War and
their Families,” in Y. Danieli (ed.), International Handbook of Multigenerational Legacies of
Trauma, supra. n. 4 at pp. 119-124.
11 �
Rosenthal, G. & Volter, B. (1998). “Three Generations within Jewish and non-Jewish
German families after the Unification of Germany,” in Y. Danieli (ed.), International
Handbook of Multigenerational Legacies of Trauma, supra. n. 4 at pp. 297-314.
14
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12 �
Hannaham, J. (1996). “Holding History,” in Public Access: the Program of The Joseph
Papp Public Theater/New York Shakespeare Festival, 3(2), 22-26, at p. 24.
13 �
Parks, S-L. (1995). “The America Play (1992, 1994),” in S-L Parks The America Play and
other works. New York: Theatre Communications Group, at pp. 157-199
14 �
Bettelheim, B. (1984). Afterward to C. Vegh, I didn’t say goodbye (R. Schwartz, Trans.).
New York: E. P. Dutton, at p. 166.
15
Excerpts: Kagame marks genocide http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/3609001.stm
16 �
Hayner, P B. (2001). Unspeakable truths: Confronting state terror and atrocity. New York
and London: Routledge.
17 �
Makhalemele, O. (2009). Still not talking: The South African Government’s exclusive
reparations policy and the impact of the R30,000 financial reparations on survivors. In
Ferstman, C., Goetz, M. & Stephens, A. (Ed.s), Reparations for victims of genocide, war
crimes and crime against humanity. Leiden and Boston: Martinus Nijhoff Publishers at
pp. 541-566 .
15
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leza humana y son estos los que informan lo que el profesional piensa
y hace. Estos sistemas coexisten dinámicamente a lo largo del tiempo
para crear una concepción continua de la vida desde el pasado a través
del presente y hacia el futuro. Idealmente el individuo debería tener al
mismo tiempo, libre acceso psicológico y movimiento dentro de todas
estas dimensiones identitarias.
La exposición al trauma provoca una ruptura, una posible regresión,
y un estado de ser “atrapado” en este libre flujo, al que he llamado fije-
za. El tiempo, la duración, el alcance y el significado del trauma para el
individuo, los mecanismos de supervivencia y estrategias utilizadas para
adaptarse a él,21 así como los traumas post-victimización, especialmen-
te la conspiración de silencio anteriormente elaborada , determinarán
los elementos y el grado de ruptura, la disrupción, la desorganización
y desorientación, y la gravedad de la fijeza. La fijación puede hacer al
individuo vulnerable, sobre todo a nuevos traumas / rupturas, a lo largo
del ciclo de la vida. También puede hacer que las reacciones inmediatas
al trauma (por ejemplo, el trastorno de estrés agudo) devengan cróni-
cas, y en el extremo, se conviertan en estilos de adaptación post-trauma/
victimización 22 a lo largo de toda la vida, cuando las estrategias de su-
pervivencia, el repertorio de la defensa, o la armadura del carácter, se
generalizan en una forma de vida y se convierten en parte integrante
de la personalidad.
Estos efectos también pueden volverse intergeneracionales en la
medida en que afectan a las familias y a las generaciones venideras.23
Además, pueden afectar a grupos, comunidades, sociedades y naciones.
Por lo tanto, no es sólo lo que la víctima ha vivido y sufrido durante el
trauma, ya sea genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de
guerra. Es lo que ocurre después del trauma, que afecta fundamental-
mente el legado a largo plazo, incluyendo a varias generaciones.24
21
For example, see Danieli, Y. (1985). “The Treatment and Prevention of Long-term
Effects and Intergenerational Transmission of Victimization: A Lesson from Holocaust
Survivors and their Children,” in C.R. Figley (ed.), Trauma and its Wake, New York:
Brunner/Mazel, at pp. 295-313.
22 �
Danieli, Y. (1985), ibid.
23 �
Danieli, Y. (1985), ibid. and Danieli, Y. (1998) supra. n. 4.
24 �
See generally H. Keilson, supra. n. 3
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of the Holocaust. New York: Praeger. Sigal, J. J. & Weinfeld, M. (1989). Trauma and
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23
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50 �
Wiesel, E. (1985). “Listen to the wind,” in I. Abrahamson (ed.) Against Silence: The Voice
and Vision of Elie Wiesel, 1, 166-168. New York: Holocaust Library.
51 �
Danieli, Y. (1981a). “On the Achievement of Integration in Aging Survivors of the Nazi
Holocaust,” supra. n. 1.
52 �
For additional functions of guilt, see Y. Danieli, Psychotherapists’ Participation in the
Conspiracy of Silence about the Holocaust,” supra. n. 2.
53 �
Danieli, Y. (1981). “On the Achievement of Integration in Aging Survivors of the Nazi
Holocaust,” supra. n. 1. See also, Danieli, Y. (1981). “Exploring the Factors in Jewish
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El Proceso de Curación
La recuperación cognitiva implica la capacidad de desarrollar una
perspectiva realista de lo que sucedió, por parte de quién, a quién,
aceptar la realidad que lo que pasó y la forma en que lo hizo. Por
ejemplo, lo que fue y no estaba bajo el control de la víctima, lo que no
pudo ser, y por qué. La aceptación de la impersonalidad de los eventos
también remueve la necesidad de atribuir una causalidad personal y en
consecuencia contribuye a generar culpa y una falsa responsabilidad.
Una imagen educada y contenida de los eventos de la victimización li-
57 �
Yael Danieli, “Resilience and Hope,” in Children Worldwide 47 (G. Lejeune, ed.
1994).
58 �
Yael Danieli, “Therapists’ Difficulties in Treating Survivors of the Nazi Holocaust
and Their Children,” in Dissertation Abstracts International, 42(12-B, Pt 1), 4927 (UMI
No. 949-904) (1982); “Compassion Fatigue: Coping with Secondary Traumatic Stress
Disorder in Those who Treat the Traumatized,” (C.R. Figley ed., 1995).
26
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Danieli, Y. (1988), “Treating survivors and children of survivors of the Nazi Holocaust,”
59 �
27
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61 �
Danieli, Y. (ed.)(1998). International handbook of multigenerational legacies of trauma.
supra. n. 4
62 �
Danieli, Y. (1992). “Preliminary reflections from a psychological perspective.” In T.C.
van Boven C. Flinterman, F. Grunfeld & I. Westendorp (Eds.) The Right to Restitution,
Compensation and Rehabilitation for Victims of Gross Violations of Human Rights and
Fundamental Freedoms. Netherlands Institute of Human Rights [Studie- en Informatiecentrum
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73 �
Simpson, M.A. (1998). “The Second Bullet: Transgenerational Impacts of the Trauma
of Conflict within a South African and World Context,” in Y. Danieli (ed.), International
Handbook of Multigenerational Legacies of Trauma, supra. n. 4 at pp. 487-512.
74
Edelman, L., Kordon, D. & Lagos, D. (1998). “Transmission of Trauma: The Argentine
case,” in Y. Danieli (ed.), International Handbook of Multigenerational Legacies of Trauma,
supra. n. 4 at pp. 447-464.
75 �
Danieli, Y. (1998). International Handbook of Multigenerational Legacies of Trauma,
supra. n. 4.
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77 �
Goldstone, R. (1995). Interview with Judge Richard Goldstone. Transnational Law &
Contemporary Problems, 5, (374-385), at p. 376.
78
http://www.icc-cpi.int/iccdocs/asp_docs/RC2010/RC-ST-PJ-1-Rev.1-ENG.pdf
79 �
http://www.icc-cpi.int/iccdocs/asp_docs/RC2010/Statements/ICC-RC-gendeba-
HURINET-ENG.pdf
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de 2006, las Naciones Unidas tomó nota del primer Día Internacional
de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Frederick Terna, un sobreviviente de varios campos de concentra-
ción, entre ellos el Ghetto de Theresienstadt, Auschwitz, y Kaufering
(un sub-campo de Dachau), recuerda:
Estaba hospitalizado en Baviera y luego en Praga, cuando comen-
zaron los juicios en 1945-1946. Recuperarme de los efectos físicos de
los campos después de la liberación demandó una buena cantidad de
atención. Luego siguió la necesidad de obtener las necesidades básicas:
alimento, refugio, ropa, en un ambiente que no era contenedor. Los
intentos de recuperar los bienes o posesiones fueron rechazados en
cada esquina ...El comentario que me hizo un funcionario [resumió la
actitud general], “Usted debe haber sido un sinvergüenza que ha sobre-
vivido a los campos de concentración.” Había pocos sobrevivientes de
la comunidad Judía de Praga . La comunicación fue mínima y se centró
en los problemas del día a día.81
Sus comentarios presagian las consecuencias inmediatas de muchos
otros traumas masivos. Por ejemplo, consideren la vida de las víctimas
en el norte de Uganda, en este momento. Ellos también están tratando
de sobrevivir. Niñas secuestradas y esclavizadas sexualmente, ahora de
regreso en sus comunidades, son rechazadas en sus familias, mendigando
en las calles, convirtiéndose en prostitutas y, en algunos casos, obligadas
a casarse con sus perpetradores para que tengan un medio de vida y
puedan mantener a sus bebés.
37
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82 �
Interview with Frederick Terna, ibid.
83 �
B. Nowrojee, “Making the Invisible War Crime Visible: Post-Conflict Justice for Sierra
Leone’s Rape Victims,” 18 Harvard Human Rights Journal 85(2005)
84
Sara Kendall and Michelle Staggs, “Silencing Sexual Violence: recent Developments
in the CDF case at the Special Court for Sierra Leone,” (June 2005), found at:
http://socrates.berkeley.edu/~warcrime/Papers/Silencing_Sexual_Violence.pdf.
85 �
See Edward M. Wise, Ellen S. Podgor and Roger S. Clark, International Criminal Law:
Cases and Materials 682 (2d ed. 2004).
86 �
Kelly D. Askin, “A Decade in the Development of Gender Crimes in International
Courts and Tribunals: 1993 to 2003,” 1 Hum. Rts. Br. 16, 17 (2004).
87 �
See e.g. Dr. Kelly Askin, “Gender Justice: The Work of the International Criminal
Tribunal for Rwanda (ICTR)”, AFLA Quarterly, Fall 2008.
88 �
B. Nowrojee, “’Your Justice is Too Slow’: Will the ICTR Fail Rwanda’s Rape Victims?”
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89 �
Dr. Kelly Askin, “Gender Justice: The Work of the International Criminal Tribunal
for Rwanda (ICTR)”, AFLA Quarterly, Fall 2008.
90 �
C. Ferstman & M. Goetz (2009) “Reparations before the International Criminal Court:
The early jurisprudene on victims participation and its impact on future reparations
proceedings. In C. Ferstman, M. Goetz, & A. Stephens (Eds.) Reparations for Victims of
Genocide, Crimes Against Humanity and War Crimes: Systems in place and systems in the
making. (pp. 313-350). The Hague: Martinus Nijhoff.
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“This is regrettable, as it has deprived the people of the former Yugoslavia of an independent
focal point for analyzing the past war devoid of nationalist distortions,” at p. 144.
93
Stover E. & Weinstein, H.M. (Eds.). (2004). My Neighbor, My Enemy: Justice and
Community in the Aftermath of Mass Atrocity. Cambridge, United Kingdom: Cambridge
University Press
41
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43
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96
See also (then President) Judge Pillay’s cautious statement about the incident, ICTR/
INFO-9-3-07. En Arusha, 14 December 2001 available at: http://69.94.11.53/ENGLISH/
PRESSREL/2001/9-3-07.htm.
97 �
E. Stover, The Witnesses: War Crimes and the Promise of Justice in The Hague, supra. n.
90, at pp. 129-30.
98 �
Dembour, M-B., & Haslam, E. (2004). “Silencing hearings? Victim-witnesses at war
crimes trials,” EJIL 1, at pp. 151-177
99
Stover, supra. n. 90.
44
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100
Supra. n. 95 at p. 117
101 �
R.F. Mollica Healing Invisible Wounds. New York: Harcourt, Inc. 2006, at p. 231.
102 �
Bruce Feldthusen “Therapeutic Consequences of Civil Actions of Damages and
Compensation Claims by Victims of Sexual Abuse,” in Canadian Journal of Women and
the Law 12 (2000) 83.
45
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106
See also Nowrojee, supra. n. 84.
107
Agence France-Presse, 16 January 2004.
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Wessenlingh elabora:
En marcado contraste con su papel crucial en el proceso judicial, las
víctimas que dan testimonio en La Haya se encuentran solas a su regreso
al hogar.108 No hay seguimiento de asesoramiento o ayuda material para
los testigos que a menudo vuelven a un país que enfrenta dificultades
económicas. “Ellos están orgullosos de haber testificado,
pero el estrés post-traumático es más pesado después de salir de
La Haya porque tenían que contar acontecimientos muy difíciles”, dijo
Dubranka Dizdarevic, un psicólogo de Sarajevo que ha trabajado con
víctimas de la tortura que declararon en La Haya.
Algunos testigos son rechazados por su comunidad debido a que
presentaron pruebas sobre los crímenes cometidos por los aldeanos. “,
Miodrag Milanovic, un psiquiatra de Prijedor, en el noroeste de Bosnia,
dijo:”Uno de mis colegas en el hospital, una enfermera de los serbios
de Bosnia, cayó en una depresión durante casi un año después de que
ella se fue a La Haya. Para mucha gente a su alrededor, la gente que
trabaja con el tribunal son traidores”.
La difícil situación económica y la sensación de inseguridad, especialmente
para las víctimas que viven en zonas donde los nacionalistas todavía detentan
el poder, cobran un alto precio a los que dan testimonio. Wendy Lobwein
Jefe Adjunta de la Sección de Víctimas y Testigos de la ex Yugoslavia y
terapeuta dice:”Los testigos nos dicen que necesitan bienes materiales.
A veces los testigos se sienten utilizados, tienen expectativas que la
corte no puede satisfacer”.
Stover also reports that the few ICTY witnesses he interviewed who experienced
108 �
cathartic feelings immediately or soon after testifying in The Hague found that” the
glow quickly faded once they returned to their shattered villages and towns.” (supra.
n. 90 at p. 131).
48
Yael Danieli
Conclusión
Este trabajo ha examinado las víctimas y las experiencias de supervi-
vencia desde la perspectiva psicológica, haciendo hincapié en la necesidad
de un marco integrador multi-dimensional y multi-disciplinario, para la
49
Victimolog í a
110 �
Danieli, Y. (ed.) (2002). Sharing the Front Line and the Back Hills. See also, Danieli, Y.
(1994). “Countertransference, Trauma and Training,” in J.P. Wilson and J. Lindy (eds.),
Countertransference in the Treatment of Post-Traumatic Stress Disorder, New York: Guilford
50
Yael Danieli
del contenido de este capítulo debe ser tomado también como una
invitación para la muy necesaria investigación empírica sistemática y el
desarrollo de planes de estudio. La tarea puede ser inmensa, pero a la
larga los resultados serán una pieza invaluable en el edificio del derecho
internacional.
En cuanto a los fondos, que con demasiada frecuencia no son su-
ficientes, estoy de acuerdo con Stover que en última instancia parece
hipócrita crear un tribunal internacional con una amplia gama de pro-
tección de testigos y servicios de apoyo en los papeles, y no pueden
proporcionar a su personal adecuados recursos para cumplir con sus
deberes y obligaciones según lo dispuesto en el Estatuto de los tribu-
nales
En el estudio de Stover del TPIY, los testigos dieron las calificaciones
más altas a los fiscales e investigadores, quienes los trataron con respe-
to, les informaron de sus derechos, los tuvieron al tanto del desarrollo
en sus casos, los prepararon para declarar, y les dieron parte después
de abandonar el estrado. Según ellos, una buena preparación previa al
juicio incluye informar a los testigos de la fecha del juicio con suficiente
antelación, informarles acerca de las medidas de protección disponibles,
mantener el contacto durante la fase de instrucción, especialmente en
relación con los retrasos en las fechas del juicio, orientarlos respecto a
la distribución física del tribunal, y para informarles sobre la naturaleza
contenciosa de los procedimiento del juicio. Por encima de todo, él
sugiere, que debería requerirse que los fiscales e investigadores durante
su primer encuentro con todos los testigos potenciales les informaran
de sus derechos. La oficina del fiscal también debería desarrollar un
procedimiento, en consulta con la sección del testigo, para el segui-
miento de los casos en los cuales una apelación a la Cámara revoca el
veredicto de culpabilidad, en los causas en las que ellos testificaron.111
Estoy totalmente de acuerdo con estas recomendaciones.
Los jueces pueden desempeñar un papel extremadamente impor-
tante para garantizar que los testigos sean tratados con dignidad. En
51
Victimolog í a
particular, deben estar atentos y de forma más rápida para poner fin
a cualquier comportamiento abusivo o irrespetuoso por parte de los
abogados defensores y los fiscales durante el interrogatorio; ofrecer a
los testigos la oportunidad de hacer una declaración al término de su
testimonio; realizar evaluaciones periódicas de la eficacia de las medidas
de protección de la corte y emitir recomendaciones para mejorar estos
procedimientos.112
Uno de los obstáculos para realizar el duelo, experimentado por los
sobrevivientes es la culpa del sobreviviente. El acto de ser testigo público
y dar testimonio, y la sentencia del Tribunal de Justicia, les otorga a las
víctimas una reivindicación por la culpa de los sobrevivientes. Además,
cada víctima tiene sólo su propia historia de ruptura. Las Cortes, al ge-
nerar documentos, ayudan a las víctimas no sólo a crear una narrativa
coherente de lo que ellos mismos han vivido, y un sentido de lo que los
familiares no tienen conocimiento de haber sufrido, sino también para
comprender el contexto global de su sufrimiento.
112
Ibid. at p. 153.
52
Los Derechos Humanos de las víctimas
Introducción
Los Derechos Humanos de las víctimas y la atención integral a las
mismas han despertado interés y relevancia en las últimas décadas, con
el objeto de redimensionar su papel y meditar sobre la atención y la
obligación que el Estado tiene en favor de las víctimas.
Fue en 1973 cuando se gestó un movimiento enfocado a lograr
un mejor trato para la víctima del delito por parte de la autoridad, y a
promover una indemnización o compensación con cargo al Estado como
consecuencia del delito. Derivado en la elaboración de la Declaración
de las Naciones Unidas sobre los Principios Fundamentales de Justicia
para las Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder en 1985.
La dinámica de los sistemas jurídicos del mundo y, en consecuencia,
de los gobiernos de cada uno de los Estados no ha brindado un trata-
miento uniforme en materia de victimas, para algunos es un tema de
poca o nula importancia y ello explica, sin que pueda admitirse como
justificación, la falta de estudio, investigación y reconocimiento legal de
un mínimo de derechos a favor de la víctima.
1
Directora del Programa de Atención a Víctimas del Delito. Comisión Nacional de
Derechos Humanos de México.
53
Victimolog í a
2
Cfr. Armenta López, Leonel. Víctimas del delito en México: marco jurídico y sistema
de auxilio. UNAM. México. 2004., p. 4
54
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3
Publicada en el diario oficial de la federación el pasado 10 de junio de 2011.
4
Artículo 102. A. (…) B. (…) Los organismos a que se refiere el párrafo anterior, formu-
larán recomendaciones públicas, no vinculatorias, denuncias y quejas ante las autoridades
respectivas. Todo servidor público está obligado a responder las recomendaciones
que les presenten estos organismos. Cuando las recomendaciones emitidas no sean
aceptadas o cumplidas por las autoridades o servidores públicos, éstos deberán fundar,
55
Victimolog í a
56
Ana Gloria Robles Osollo
6
Actualmente la CNDH cuenta con distintos programas especiales y Direcciones
Generales para la atención de grupos vulnerables como son: Programa sobre Asuntos
de la Mujer la Niñez y la Familia, Programa VIH/Sida y Derechos Humanos, Programa
de Agravio a Periodistas y Defensores Civiles, Programa de Asuntos de la Mujer y de
igualdad entre mujeres y hombres, Programa Contra la Trata de Personas, Dirección
Generales para la atención de migrantes, Dirección General contra la trata de personas,
Dirección General de mecanismos de prevención de la tortura ,la Visitaduría general
para la protección de los pueblos indígenas y el Programa de Atención a Víctimas del
Delito y Abuso del Poder, entre otros.
57
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ATENCIÓN PSICOLÓGICA
• En casos de urgencia.
• Brindar primeros auxilios psicológicos durante la etapa de
crisis.
• Canalización de la víctima a las instituciones correspondientes,
para su plena recuperación y funcionalidad.
• Preparación para la denuncia.
• Acompañamiento.
ATENCIÓN JURÍDICA
• Informar y orientar sobre los derechos y procedimientos pre-
vistos en el orden jurídico mexicano en materia de procuración
y administración de justicia.
• Llevar un seguimiento del caso mediante correo electrónico
para mantener a la victima informada.
• Acompañamiento.
• Promover una justicia pronta y expedita.
• Eficientar los mecanismos para la reparación del daño.
ATENCIÓN MÉDICA
• Proporcionar atención médica de urgencia.
• Gestionar apoyos y servicios para las víctimas del delito y/o
familiares ante instituciones públicas y privadas.
64
Ana Gloria Robles Osollo
A manera de conclusión.
Considero que la prevención del delito, el fomento del a denuncia,
la difusión de los Derechos Humanos, los derechos de las víctimas, la
capacitación, la sensibilización de servidores públicos, la coordinación
interinstitucional, la atención misma a los servidores públicos para
evitar el desgaste profesional por empatía, el fomento de la cultura
de la legalidad, la acertada adecuación de las reformas legales para el
establecimiento del sistema penal acusatorio y la homologación del ca-
tálogo de los derechos victimales así como la adecuación de la reforma
constitucional en materia de Derechos Humanos serán fundamentales
para la conquista de de la visibilización de los derechos de las víctimas.
El programa de PROVICTIMA ha establecido una relación cada vez
más estrecha con la sociedad civil, brindando su apoyo y accesoria en
las distintas áreas de impacto a aquellas personas que han sido víctimas
de un delito y a sus familiares, desde la asesoría jurídica, la coadyuvancia
para la reparación del daño material, así como la atención de las secuelas
psicológicas de la víctima y de sus familiares.
66
Ana Gloria Robles Osollo
La víctima del delito, muchas veces se vuelve presa fácil por la falta
de información, educación, una deficiente estructura psicológica, una
mala situación económica, discriminación, rompimiento de la estructura
familiar, violencia familiar y psicológica entre otros factores materiales,
y no materiales que inciden en el cuadro de inseguridad y desequilibrio
social que estamos viviendo, por lo que resulta muy conveniente re-
forzar los programas de difusión, conciencia y protección para evitar
ser víctimas de delitos..
Se debe continuar con la difusión del Programa de Atención a Vícti-
mas de la CNDH y de sus programas, a nivel escolar, tanto de escuelas
públicas como privadas de todo el país, acentuando en este caso las
medidas de prevención para evitar ser víctimas de un delito, haciendo
más accesible el contacto con la CNDH probablemente a través de
campañas de supervisión periódica en las escuelas.
Los avances legislativos e institucionales en materia de Derechos
Humanos han sido de gran trascendencia, adaptando México sus leyes y
Constitución Política a las demandas sociales así como a los Instrumentos
Internacionales vinculatorios que México ha firmado, favoreciendo con
ello la congruencia en el concierto internacional.
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68
¿Cómo continuar mi proyecto de vida? Aportes desde la Resiliencia
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María Stella Rodríguez Arenas
debe generar unas habilidades que le permitan hacer uso de esta capa-
cidad. (Rodríguez, 2004)
Desde los autores e investigadores en resiliencia se han construido
diversas definiciones del término, aquí solamente traeremos algunas con
el fin de ilustrar los dos aspectos que convergen en todas, por un lado
se hace énfasis en el aspecto individual de la superación de la adversidad
y por otro la importancia de lo social en esta misma dinámica. Es decir,
la superación de las adversidades no es cuestión de fuerza individual o
de auto ayuda, sino que es fruto de un encuentro sanador con otro o
con otros, en una dinámica humanizadora que permite en muchos casos
descubrir un sentido nuevo a la vida. Así, resiliencia es, en palabras de
algunos autores: (las siguientes definiciones están citadas -sin año- en:
Manciaux. 2003. Pag.17)
“La capacidad de tener éxito de modo aceptable para la sociedad,
a pesar del estrés o de una adversidad que implican normalmente un
grave riesgo de resultados negativos” (Vanistendael, 1996).
“La capacidad de hacer frente a las dificultades de la vida, superarlas
y ser transformados positivamente por ellas” (Mabel Munist, 1998).
“La noción de resiliencia trata de comprender de qué modo puede
encajarse un golpe, de que modo puede este provocar efectos variables
y tener incluso un efecto de reanimación” ( Cyrulnik, 1999).
“Ser resiliente no significa recuperarse (rebondir) en el sentido es-
tricto de la palabra, sino crecer hacia algo nuevo (…) Volver (rebondir)
a un estado inicial es ahora imposible, más bien hay que saltar (bondir)
adelante, abrir puertas, sin negar el pasado doloroso, pero superándolo”
(Vanistendael y Lecomte, 2002).
“Es la capacidad que tiene una persona o un grupo para desarrollar-
se, para continuar proyectándose en el porvenir pese a la presencia de
acontecimientos desestabilizadores, pese a la presencia de condiciones
de vida difíciles o de hechos traumáticos que en ocasiones son graves”
( Tritan ,2003).
“Es el fruto de la interacción entre el propio individuo y su entorno,
entre las huellas de sus vivencias anteriores y el contexto del momento
en materia política, económica, social o humana. Fruto de la interacción
de factores de riesgo y de factores de protección” (Manciaux, Vanis-
yendael, Lecomte, Cyrulnik, 2003).
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Positivos Negativos
• Altruismo. • Fatalismo.
• Participación comunitaria. • Paternalismo.
• Pensamiento estratégico. • Falta de decisión propia.
• Innovación. • Burocracia.
• Diversidad económica. • Corrupción.
• Laboriosidad. • Racismo.
• Servicios sociales. • Violencia.
86
María Stella Rodríguez Arenas
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Víctimas de violencia en la Tercera Edad
89
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3
Davobe, Isolina“Violencia y Ancianidad. Perspectiva Iusfilosófica”. 1998
4
Konterllnik, Irene, “Nuevas Perspectivas Interdisciplinarias en Violencia Familiar”.
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El Adulto Mayor
Tanto el siglo XX como el que actualmente transitamos se caracte-
rizan por el fenómeno del envejecimiento en gran escala. Gracias a los
avances de la tecnología, de la ciencia y de la medicina, muchas regiones
del mundo han logrado el control de la mortalidad perinatal e infantil, la
disminución de la tasa de natalidad y el control de muchas enfermedades,
dando como resultado que mayor proporción de personas lleguen a
etapas mas avanzadas de la vida. Según cálculos de Naciones Unidas, en
1950 había alrededor de 200 millones de personas de 60 o mas años
de edad en todo el mundo. Ya en 1975, su número había aumentado a
350 millones. Las proyecciones demográficas de Naciones Unidas para
el año 2000 indicaban que ese número aumentaría a 590 millones y que
para el 2025 será de mas de 1.100 millones lo que significa un aumento
5
Vidal G, Alarcón RD, Lolas F., Enciclopedia Iberoamericana de Psiquiatría, Tomo II.
Editorial Médica Panamericana S.A., Buenos Aires, 1995845-63.
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del 224% a contar desde 1975. Otro dato relevante es que se prevé
que durante ese mismo período la población total mundial aumentará
un 102%.6
Argentina - en el contexto de MERCOSUR - es uno de los casos
latinoamericanos de mayor envejecimiento de la población, por reduc-
ción de los niveles de fecundidad y mortalidad y se espera que dicho
proceso aumente los próximos 50 años, cuando la población de 80 años
y mas sea una cuarta parte del total de los mayores, unido al hecho de
que la población de adultos mayores crece más rápido que la población
total y está acompañado por un proceso simultáneo de envejecimiento
y feminización7.
93
Victimolog í a
los países en desarrollo. Por lo que cabe inferir que en nuestro país es
considerada anciana una persona a partir de los 60 años.
Conforme a los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación, en
2025 Argentina vivirá un fenómeno inédito, la población mayor igualará
o superará a la población activa. Esto se debe a que en los últimos 25
años la esperanza de vida se incrementó en 17 años, ubicándose hoy
en los 73 años para los hombres y en 80 para las mujeres.
Es significativamente optimista la noticia de que las condiciones de
vida nos permitan vivir mas años, pero nuestro país deberá resolver
un problema que paradójicamente no es menor y que será resolver el
destino de esos cinco millones de argentinos que hoy tienen mas de
60 años y del millón y medio de aquellos que superan los 75 años. En la
esfera provincial, según el censo de 2008, la provincia de Córdoba tenía
246.251 personas mayores de 70 años. Hoy son alrededor de más de
un cuarto de millón, pero y a modo simplemente de aportar un dato
alarmante, el número total de camas que existen en los geriátricos de
toda la provincia, apenas se ubica por encima de las 6.000. En 2001, el
numero de mayores de 70 años apenas era de 108.748, lo que implica
que hubo un aumento muy veloz que llegó al 44 %.
Lamentablemente, los adultos mayores no suelen ser valorados en
nuestra actual sociedad, particularmente por las personas mas jóvenes
que tienden a rechazar su experiencia y, no pocas veces, su sabiduría.
Tal secuencia de hechos ha fracturado el flujo normal de nuestra expe-
riencia social interfiriendo en la cultura milenaria de recibir orientación
y consejos de los mayores. Por otra parte, la etapa de la adultez mayor
suele coincidir con el retiro de la actividad laboral formal. Tal hecho
resulta en un evento traumático social que tiende a producir una crisis
de adaptación, de mayor o menor grado, puesto que tales personas, en
control aún de muchas de sus capacidades, deben bruscamente ajustarse
a un nuevo escenario y realidad alejados del centro laboral, de los amigos
y de sentirse útiles, es decir, se jubilan.
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www.Gerontologia.org
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9
Publicación “Vivir en Plenitud” Nº 40, de la Sociedad de Geriatría y Gerontología,
1996.
10
Abogada egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario.
Doctora en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid.
96
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12
Gustavo Dellamaggiore, Titular del Registro de Unidades de Gestión de Prestaciones
de Salud de la Provincia de Córdoba. Entrevista realizada para la Edición del 28 de
septiembre de 2010 del Diario “La Voz del Interior”.
13
“Ciencia Interdisciplinaria que estudia el proceso de Envejecimiento y la Vejez.”, según
la definición del Profesor Simon Bergman.
99
Victimolog í a
otra parte, cabe recordar que los “Derechos Humanos” son universales
y civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, pertenecen a todos
los seres humanos, incluyendo a las personas mayores. Los Derechos
Humanos de los ancianos están establecidos en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, los Pactos Internacionales, la Convención
para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la
Mujer, y otros Tratados y Declaraciones internacionales de Derechos
Humanos. Los Derechos Humanos de los ancianos incluyen los siguientes
derechos indivisibles, interdependientes, e interrelacionados: el dere-
cho a un estándar de vida adecuado, incluyendo alimentación, vivienda
y vestimenta; el derecho a un seguro social, asistencia y protección; el
derecho a la no discriminación por cuestiones de edad u otro estatus,
en todos los aspectos de la vida, incluyendo el empleo, acceso a vivien-
da, cuidado de la salud y servicios sociales; el derecho a los más altos
estándares de salud; el derecho a ser tratado con dignidad; el derecho
de protección ante cualquier rechazo o cualquier tipo de abuso mental;
el derecho a una amplia y activa participación en todos los aspectos:
sociales, económicos, políticos y culturales de la sociedad; el derecho
a participar enteramente en la toma de decisiones concernientes a su
bienestar.
Principios
Las Naciones Unidas ha establecido los siguientes principios que
deben regular las legislaciones de los países en materia de ancianidad:
1) Principio de Independencia: el deseo de mantener su autonomía el
mayor tiempo posible, asegurando el acceso la alimentación, vivienda,
agua, ingreso, educación, transporte y seguridad física; 2) Principio de
Atención: derecho a ser apoyados, a intervenir en la decisión del tipo de
atención que desean y necesitan, y a ser atendidos con consideración;
3) Principio de Autorrealización: derecho a buscar oportunidades para
fortalecer sus capacidades mediante educación, capacitación, ofertas
de empleo, participar de actividades de la comunidad; 4) Principio de
Dignidad: deben ser respetadas y valoradas, reconociéndose su contri-
bución a la sociedad. Las prácticas y conductas ofensivas erosionan su
dignidad; 5) Principio de Participación: la participación activa favorece y
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Normativa
Seguidamente se pondrá de resalto parte de la normativa que garantiza
los Derechos Humanos de los ancianos, recordando asimismo el rango cons-
titucional con el que cuentan los Tratados Internacionales en nuestro país
luego de la Reforma Constitucional del año 1994 (artículo 75 inc. 22. C.N).
1- Declaración Universal de Derechos Humanos, artículos 2, 22 y 25:
“Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta De-
claración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opi-
nión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición...1.- Toda persona tiene
derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia,
la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda,
la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo
derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez,
viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad...”. Respecto de este artículo,
es evidente en la realidad que nuestros ancianos ven vulnerados estos
derechos diariamente, en cuestiones pequeñas de la vida cotidiana como
es el hecho de que muchos cobran jubilaciones magras imposibilitando
de este modo a la posibilidad de acceder a necesidades básicas como la
alimentación, vestimenta y un hogar adecuado para desarrollar las tareas
diarias conforme a sus limitaciones físicas propias de la edad. Por otra
parte, la atención médica y los servicios sociales, muchas veces son de-
ficientes, ya que no existe una política adecuada dirigida a la protección
integral de nuestros ancianos.
2- Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Hu-
manos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo
de San Salvador”,14 artículo 9, dedicado al Derecho a la Seguridad Social,
101
Victimolog í a
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Conclusión
Nuestra propia experiencia laboral nos permite concluir que si bien
son escasos los casos de violencia denunciados que tiene a los adultos
mayores como víctimas, de las estadísticas que mencionamos durante el
presente desarrollo se demuestra un creciente aumento de la violencia
en las personas de la tercera edad que ven vulnerados sus derechos a
diario. Esta situación a su vez es correlativa a una crisis integral política,
social y económica que castiga duramente a amplios sectores sociales
donde son excluidos los grupos mas vulnerables, entre los cuales junto
a los niños se encuentran los ancianos, ante lo cual, la respuesta tendrá
que estar dada por la sensibilización de las personas que por su profe-
sión o llegada a los diversos sectores comprometidos en el problema,
puedan establecer estrategias de acción. Asimismo, si bien son varios y
distintos los factores psicológicos, culturales, económicos, educativos
que inciden en la aparición del maltrato, sin embargo siempre existe un
contexto personal, social y familiar que facilita ese maltrato, por lo que
será necesario tener en cuenta esto último a fin de poder implementar
políticas sociales eficientes. Por último, como ya hiciéramos referencia,
tanto a nivel nacional como provincial no existe una legislación que
15
Ley 24.417, sancionada el 7 de diciembre de 1994, reglamentada por decreto
235/1995,
103
Victimolog í a
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Proclamación de Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Ancianos.
Programa de Acción del Cairo.
104
Discurso de sectores populares de la comuna de Temuco –Chile–
en torno a la Administración de Justicia
Introducción
La justicia, como ideal, constituye una aspiración innegable de
cualquier Estado democrático moderno, la autonomía de sus poderes
apuntan, de alguna forma, a la realización de este ideal, sin embargo, en
su concepción clásica la justicia implica necesariamente una polaridad
de valoraciones: lo que es justo para uno para otros puede no serlo. La
justicia es una característica posible pero no necesaria del orden social
(Kelsen, 1982), por tanto un hombre será considerado justo cuando sus
actos concuerden con el orden social legitimado y dado por justo, esto
último a su vez depende de la satisfacción social y el grado de felicidad
que otorguen los mecanismos de regulación de la conducta social. Sin
embargo, es imposible pensar en la existencia de un orden social justo
que garantice la felicidad de todos, ya que generalmente la felicidad de
uno modificará la felicidad de otro.
Por consiguiente, a partir de estas ideas iniciales acerca del fenó-
meno de la justicia, nos proponemos presentar algunos resultados del
análisis del discurso de pobladores de sectores populares en torno a la
administración de justicia, entendida esta última como una materializa-
ción y objetualización de la noción de justicia, esto es, identificada con
instituciones, actores y procedimientos concretos, y vinculada formal y
operacionalmente a estructuras de poder (político, económico, social,
etc.), de tal manera que se analiza el discurso de los pobladores desde
1
Académico del Magíster en Desarrollo Humano Regional y Local. Universidad de La
Frontera. Temuco - Chile.
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Campo de interlocución
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Objeto del Discurso
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
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COMPLEMENTARIEDAD
CONTRADICCIÓN
Resultados.
Los resultados se presentan en función de los dos grandes ejes
temáticos de la investigación; el discurso frente a los actores de la
administración de justicia y el discurso frente a las situaciones jurídico
- judiciales:
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Victimolog í a
CONTRADICCIÓN
112
M a u r i c i o E s t e b a n A l a r c ó n Silva
de justicia, fundamentalmente
Excesivo poder
Carabineros de Chile, jueces
Conformismo ante problemas
y abogados
con prácticasDe catalogadas
los carabineros como injustas, deeste
CONTRARIEDAD código es
la administración complemen-
de justicia
para constituirse
ACTORES en un conglomerado que pueda
- TIEMPO ESPACIO equiparar el poder de
ACTORES - TIEMPO ESPACIO
la delincuencia o la discriminación de los actores de la justicia (expresada
OTROS AJENOS NOSOTROS PROPIOS
CONTRADICCIÓN
113
Victimolog í a
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M a u r i c i o E s t e b a n A l a r c ó n Silva
Discusión y conclusiones.
Discurso en torno a las instituciones y actores reconocidos de la
Administración de Justicia.
Las instituciones y actores que encarnan la administración de
justicia, desde el discurso de los pobladores, se enmarcan en una re-
ferencia relacionada con aquella institucionalidad legitimada en el rol
de solucionar los conflictos de carácter legal en que los pobladores se
ven involucrados. En este sentido destaca el posicionamiento de Ca-
rabineros de Chile y la Policía de Investigaciones (PDI) como las prin-
cipales instituciones de la administración de justicia, esto en términos
del reconocimiento intersubjetivo de que son objeto, de igual manera
es relevante el abanico de opiniones y valoraciones que de ellos se
hace, en cuanto actores concretos que conviven en la cotidianidad de
los conflictos legales de los pobladores. Sin duda los actores del orden
público constituyen figuras más cercanas a la gente (fundamentalmente
Carabineros de Chile). Sin embargo, es imposible abstraer de su dis-
curso el carácter de marginalidad social existente, tanto por el hecho
de una condición de pobreza objetiva, pero más aún por el estigma de
ser parte de un sector catalogado como de delincuentes, lo cual implica
una discriminación no sólo por parte de la administración de justicia,
si no que del resto de la sociedad. En particular, Carabineros de Chile,
junto con poseer la facultad de manejar la ley de acuerdo a criterios
que prejuzgan a los pobladores (como delincuentes), no logra, según
los pobladores, eficacia en su intervención, persistiendo la sensación de
falta de protección. No obstante, pese a lo anterior la sola mención de
Carabineros de Chile constituye una opción usada por los pobladores
como mecanismo de intimidación y amenaza frente a los delincuentes,
115
Victimolog í a
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119
Análisis del fenómeno de femicidio y feminicidio desde la
perspectiva de los Derechos Humanos de las Mujeres
1
Licenciada en Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, Magíster en Violencia
Intrafamiliar y de Género del Posgrado Regional en Estudios de la Mujer de la Univer-
sidad de Costa Rica y la Universidad Nacional de Costa Rica.
121
Victimolog í a
2
NIKKEN, P (1994). “El concepto de los Derechos Humanos”. En IIDH. Estudios básicos
de Derechos humanos. San José. Pp.: 1.
3
Ob. Cit. Pp.: 1.
4
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Preámbulo. Res. 217 A III, 1948.
122
I n é s M a r í a R e b u l l i d a C a rrique
123
Victimolog í a
5
NINO, C. “Ética y Derechos Humanos”. Buenos Aires, Paidós. 1984. Pp.: 173
124
I n é s M a r í a R e b u l l i d a C a rrique
125
Victimolog í a
teórica global del feminismo”. 1a ed. Rosario: HomoSapiens Ediciones. 2000. Pp.: 16.
126
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8
KELLY, Liz (1988). Surviving Sexual Violence. Polity Press: England
RUSSEL, D. y RADFORD, J. (Eds.). “Femicidio. La política del asesinato de las mujeres”.
9
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12
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madresposas, monjas, putas, presas y locas. México DF: Colección Posgrado: Universidad
Nacional Autónoma de México. 1997. Pp.: 371.
129
Victimolog í a
130
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18
CISNEROS, S. “Femicidios e impunidad”. Centro de encuentros. Cultura y Mujer.
CECYM. Argentina. 2005. Pp.: 27.
19
AMOROS, C. Ob. Cit. Pp.: 243
20
SEGATO, R. Ob. Cit. Pp.: 6.
131
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21
SEGATO, R. Ob. Cit. Pp.: 7.
132
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133
Victimolog í a
Consideraciones finales
Los Derechos Humanos nacieron en el nombre de la libertad y la
igualdad universales (en el siglo XVIII), y desde entonces su aplicación
excluyó a quienes no tenían las posibilidades materiales de constituirse
en ciudadanos, entre ellos a las mujeres. Así, la falta de derechos ha
sido una constante en la historia de las mujeres, y se aceptó como cosa
natural que careciera de los más elementales.
Hoy en día se puede observar que existen formas específicas de atro-
24
MEDINA ROSAS, A. En Mariana Carbajal. “Tenemos varias Ciudad Juárez”. Diario
Página/12. Artículo del 11 de Mayo de 2009.
25
CHEJTER, S. En Mariana Carbajal. “Tenemos varias Ciudad Juárez”. Diario Página/12.
Artículo del 11 de Mayo de 2009.
134
I n é s M a r í a R e b u l l i d a C a rrique
pello a los derechos de las mujeres. Por ejemplo, se sabe que los efectos
de la pobreza golpean con particular dureza a las mujeres, que todavía
existe el infanticidio de niñas en algunas sociedades, que el principio de
diversidad cultural ha servido de fundamento de prácticas discrimina-
torias contra las mujeres (ablación genital, lapidación, etc.), y muchas
otras manifestaciones violatorias de sus derechos fundamentales.
Por esta razón, es lícito hablar de Derechos Humanos de las Mujeres
dentro de los Derechos Humanos, y pensar en la incorporación de de-
rechos que atañen específicamente a las mujeres, porque los Derechos
Humanos son históricos y se han modificado con los cambios de las
condiciones históricas.
Afortunadamente, en la ley internacional los prejuicios de género
han sido desafiados dejando al descubierto las formas específicamente
genéricas de las violaciones a los Derechos Humanos de las mujeres,
legislación ha sido sancionada para abordar este problema. Si bien es
cierto que la sanción de leyes específicas aún no ha demostrado ser
efectiva uniforme y mundialmente en superar los mencionados obstá-
culos las mismas han abierto nuevas rutas para hacer de la vigencia de
los Derechos Humanos de las mujeres una realidad.
Para visibilizar o analizar el fenómeno del femicidio desde el marco
ético-jurídico de los Derechos Humanos, especialmente los Derechos
Humanos de las mujeres, ha sido necesario nombrar los fenómenos
violatorios de los derechos fundamentales, para que éstos adquieran
visibilidad. Los conceptos de femicidio y feminicidio son un ejemplo de
la visibilización de un fenómeno mundial que adquiere, tal como dice
Sagot y Carcedo, el carácter de terrorismo sexista frente al que todas las
mujeres -en sus distintos contextos histórico-sociales- son vulnerables.
Resulta imprescindible nombrar este fenómeno antes invisible -o
encubierto-, para dar cuenta de sus causas, del impacto que tiene a nivel
social (y en el imaginario de varones y mujeres) y de su naturalización,
por ende, de su impunidad. Todo esto con el objetivo de generar
estrategias políticas de acción para darle solución a un fenómeno que
pareciera multiplicarse más allá de lo previsible.
Una tipología precisa que dé cuenta la diversa realidad de la muerte
de mujeres en manos de varones es necesaria frente a la “voluntad de
135
Victimolog í a
Bibliografía
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136
I n é s M a r í a R e b u l l i d a C a rrique
137
Psicopatía, perspectivas actuales para la Criminología,
la Victimología y el Derecho Penal1
Introducción
En “La reforma del proceso penal. Riesgos y desafíos”, Sergio García
Ramírez ya señalaba que “si la reforma no culmina en mayor seguridad,
mayor libertad, mayor justicia y paz para los ciudadanos, no habrá valido
la pena y desembocará en un simple cambio de estafetas, de membretes
y de fracasos” (2007, p.161). Señala allí mismo que “Hoy en día, el orden
penal sustantivo y el orden penal adjetivo -esto es, el corazón de lo que
solemos llamar justicia penal- se hallan en estado de sitio por la tensión
que existe entre la protección de los Derechos Humanos y la atención
a la seguridad pública, o dicho desde otra perspectiva, el control del
crimen y el debido proceso” (p. 162).
1
Una versión preliminar de este artículo ha sido publicado en L. A. Morales Quitero y
E. Gómez-Tagle (Coords). Criminología y Derecho. México: BUAP y en G. Hernández
(Comp). Psicología Jurídica Iberoamericana. Colombia: Manual Moderno.
2
Eric García-López Investigador Postdoctoral en el Grupo de Evolución y Cognición
Humana, CONACYT México.
3
Antoni Gomila Benejam. Catedrático de Filosofía de la Ciencia, Arquitectura Cognitiva,
Psicología. Universitat de les Illes Balears. Investigador España.
4
David González Trijueque. Profesor del Master de Psicopatología Forense de la
Universidad Complutense de Madríd. Psicologo del Tribunal Superior de Justicia de
Madríd, España.
139
Victimolog í a
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Eric García-López – Antoni Gomila Benejam – David González Trijueque
141
Victimolog í a
no de exclusividad” (p.20).
Pecando de reduccionismo, el párrafo anterior alude a un consenso
más o menos extendido del Derecho como concepto. Por su claridad
pedagógica, mencionaremos también la definición de Derecho Penal
que brinda García Máynez (Ob,cit), quien dice: “El criminalista español
Eugenio Cuello Calón lo define [al Derecho Penal] como el ^conjunto
de normas que determinan los delitos, las penas que el Estado impone a los
delincuentes y las medidas de seguridad que el mismo establece para la pre-
vención de la criminalidad^” (p.141). Por su parte, la Criminología reúne
acepciones clásicas como la de Luis Rodríguez Manzanera, Aniyar de
Castro, Hilda Marchiori, Seeling, Levasseur o Kaiser entre otros; una
Criminología que se ocupa también, según García-Pablos:
[...] de la reacción social tratando de verificar hasta qué punto
satisface las expectativas legítimas y diferentes de los implicados
en el drama criminal (el infractor, la víctima y la comunidad
jurídica). Pues, desde este enfoque, la calidad de un sistema
no viene dada sólo por la bondad de su entramado normativo,
ni por la preparación de los operadores de dicho sistema o
por la efectividad del mismo medido en función de su capa-
cidad disuasoria nominal o volumen efectivo de capturas de
comportamientos desviados. Efectividad y coste social son dos
indicadores fundamentales de la calidad de cualquier sistema:
prevención eficaz del delito y reparación solidaria del daño, dos
concreciones de aquellos (1999, p.18).
142
Eric García-López – Antoni Gomila Benejam – David González Trijueque
Psicopatía
López-Magro y Robles (2005), realizaron una revisión histórica de
este constructo y señalan textos del s. XVIII o incluso anteriores, lo que
da cuenta de la importancia de este tipo de personalidades a lo largo de
la historia. Por ejemplo pueden encontrarse referencias en los trabajos
de Arnold (1782) que distinguió entre ideal insanity y notional insanity, de
Rush (1786), que utilizó el concepto de depravación moral innata, de Pinel
(1809), que acuñó el término de manía sin delirio, o de Pritchard (1895)
quien llamó moral insanity a este cuadro psicopatológico. Asimismo,
puede encontrarse el concepto de inferioridad psicopática (Koch, 1891;
cit. López-Magro y Robles, Ob. Supra), o la descripción de los estados
psicopáticos, de Kraepelin (1904).
Otra forma antigua de observar las características de las persona-
lidades psicopáticas, donde se atribuía una mayor influencia social en
la estructuración de esta patología, es la Birbaum (1914) que introdujo
el término sociopatía. Por su parte, Kretschmer (1921) señaló que los
psicópatas eran aquellas personas que, por motivo de su estructura
temperamental, tropiezan con dificultades de adaptación al medio
común, haciendo sufrir a la comunidad o sufriendo dentro de ella. Otro
trabajo de importancia en este concepto, es el de Schneider (1923),
que mantuvo la idea de que los psicópatas manifestaban un trastorno
de la personalidad, señalando incluso una clasificación en subtipos psi-
copáticos (hipertímicos, depresivos, inseguros de sí mismos, fanáticos,
necesitados de estimación, lábiles, explosivos, desalmados y abúlicos).
Algunos años después, se encuentran las descripciones de Karpman
(1961), que describió al psicópata como “una persona insensible,
emocionalmente inmadura, desdoblada y carente de profundidad, con
reacciones emotivas simples, aunque puede simular otras reacciones
para conseguir sus propósitos”.
Las distintas apreciaciones para definir el constructo psicopatía,
también están relacionadas con el hecho de que para algunos autores
143
Victimolog í a
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Eric García-López – Antoni Gomila Benejam – David González Trijueque
Consideraciones finales
En “El psicópata, una mente amoral tras la máscara de la cordura”,
Roselló y Revert (2011) señalan un conjunto de características que,
entre otras, incluye las de una persona que “genera en los demás una
imagen que sugiere cualidades humanas envidiables y una robusta salud
mental” que […] “probablemente hará gala de un juicio sereno y de una
racionalidad impecable […] que una evaluación superficial no ponga de
relieve patología alguna”. Esta racionalidad y estabilidad aparente cobra
mayor relevancia cuando se comparan con la pobreza expresada de
las reacciones emocionales. Roselló y Revert (Ob., supra) resaltan que
“cuando aparecen reacciones afectivas, éstas tienden a ser grandilocuen-
tes y exageradas. Parece como si estuvieran preparados para mostrar
la expresión emocional adecuada al contexto, aunque dicha expresión
no se asocie a una auténtica experiencia afectiva”.
En efecto, esta característica de las personalidades psicopáticas le
permite encajar en contextos donde fingir emociones puede generar
beneficios importantes y con escaso esfuerzo. Estos rasgos dramáticos
se relacionan también con los rasgos narcisistas del psicópata, que es
siempre el protagonista manifiesto de todas sus experiencias. Además,
las personas que interactúan con ellos son simples actores secundarios,
accesorios, escalones para ascender en sus aspiraciones más egoístas,
haciendo notar –sin embargo- que han alcanzado [los psicópatas] sus
objetivos sólo por sí mismos y con base en un esfuerzo auténtico, cuando
en realidad han manipulado, utilizado e incluso adulado (otra forma de
manipulación) con tal de verse en los lugares que creen merecer.
149
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150
Eric García-López – Antoni Gomila Benejam – David González Trijueque
151
Victimolog í a
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152
Eric García-López – Antoni Gomila Benejam – David González Trijueque
153
Victimolog í a
154
Policía privada: una crónica
En la mañana del día treinta y uno de diciembre de dos mil diez, una
fresca y suave brisa se deslizaba por las calles de la ciudad. Las hojas de
los árboles, oscilando por el viento, simulaban un concierto de despedida
o réquiem al año que fenecía. Las personas circulaban entusiasmadas
y felices, aguardando la noche para reunirse con sus familiares, amigos
o vecinos y despedir al año. En un restaurante de comida típica, varios
ciudadanos desayunaban degustando con fruición la variedad de platillos
que allí se ofrecían.
A las nueve horas José Antonio aprovechando que andaba en ruta
-era empleado de una oficina de encomiendas- llega en una motocicleta
al establecimiento a preguntar por una oferta de pavos horneados que
ofrecía el restaurante. Dicho encargo se lo solicitaba una tía que recién
llegaba del extranjero para celebrar en familia la fiesta de fin de año.
José Antonio, habla con la encargada y decide cancelar en ese momento;
pero en caja se percata de que no le alcanza el dinero. Le dice a la cajera
1
Médica forense del Instituto de Medicina Legal Dr. Roberto Masferrer de El Salvador.
Maestra en Ciencias Forenses. Miembro fundadora de la Asociación de Especialistas en
Ciencias Forenses de El Salvador (AECIFES).
2
Dialogo entre Zoroastro o Zaratustra y Ahura Mazda dios creador del mundo y el
más grande de todos los dioses persas- exponiendo la ley mazdayánica, que se encuentra
en el libro Vendidad Sadé. Siglo XI antes de J.C.
155
Victimolog í a
que regresará luego para dejar el pedido listo y por la tarde llegarán los
familiares a retirarlo.
Cuarenta y cinco minutos después, llega nuevamente José Antonio y
se dirige a la caja; pero hay una fila de personas cancelando las facturas
de lo consumido.
Él se coloca al final de la hilera aguardando su turno. En ese mo-
mento llega el agente de seguridad, encargado de la custodia del lugar,
Luis Eugenio, y sin mediar palabra acciona la escopeta marca Maverick,
modelo ochenta y ocho, calibre doce milímetros disparándole en el
muslo derecho a José Antonio.
La tranquilidad, la armonía y el bienestar del lugar se rompen en mil
añicos con la explosión del disparo. En segundos el pánico se apodera de
las personas que intentan escapar de la acción inexplicable, refugiándose
en una de las esquinas del restaurante. De allí observan que el agente
de seguridad se dirige a la puerta a paso sosegado. Mientras, en el suelo
José Antonio, quejándose de dolor, sólo acierta a exclamar: ¿Por qué lo
hiciste? ¿Qué te hice yo? ¿Quizás te has equivocado? Intenta incorporarse
pero no puede, dejando señales de arrastre en el piso.
El agente de seguridad regresa, apunta nuevamente con la escopeta
a un metro de distancia y dispara dos veces. La gente le grita que ya
no dispare. Con una frialdad aterradora, se retira buscando la salida.
En ese momento la cajera activa la alarma de seguridad, unos agentes
de la Policía Nacional Civil, que casualmente patrullaban a dos cuadras
del lugar, llegan, encontrando en el estacionamiento a Luis Eugenio con
evidentes signos de nerviosismo y con la escopeta en la mano.
Al ver la presencia de los agentes policiales, comienzan a salir las
personas y varios señalan a Luis Eugenio como el autor de los disparos
que han lesionado en el interior del restaurante a una persona. Los
policías proceden a quitarle el arma de fuego y a custodiarlo, mientras
verifican la información. Al ingresar comprueban que José Antonio aún
tiene signos de vida. De inmediato le aplican las maniobras de primeros
auxilios para heridas graves. Al mismo tiempo llaman una ambulancia
para trasladar al lesionado a un centro asistencial. Pero el daño es tan
severo que fallece en el trayecto.
Una vida ha terminado de forma violenta. Comienza la investiga-
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Ana Griselda Ruíz
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Victimolog í a
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Ana Griselda Ruíz
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Victimolog í a
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Ana Griselda Ruíz
161
Abuso Sexual Infantil. El trabajo con los padres
1
Unidad Judicial de la Mujer y el Niño Víctimas de delitos contra la integridad sexual.
Poder Judicial de Córdoba.
2
Unidad Judicial de la Mujer y el Niño Víctimas de delitos contra la integridad sexual.
Poder Judicial de Córdoba.
163
Victimolog í a
Entrevistar a los padres, o a quien está a cargo del cuidado del menor,
tiene por objetivo la contención, información y orientación desde las
perspectivas psicológica y jurídica, con el fin que estos padres, luego de
la denuncia, puedan brindar la atención necesaria a su hijo, protegerlo
(ante el riesgo que el abuso continúe) y procurar su bienestar. Por otro
lado, los padres nos brindan información de suma importancia sobre las
condiciones de vida del niño y sobre el hecho ocurrido.
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R ox a n a N o r a Z á r a t e – M a r í a Cecilia Ravasi
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Victimolog í a
vivido (aunque por la actitud del niño se pueda inferir que percibieron
que se trató de algo ‘malo’ o ‘prohibido’). Sí suelen estar los padres muy
conmocionados y especialmente preocupados por las consecuencias
psíquicas del evento.
166
R ox a n a N o r a Z á r a t e – M a r í a Cecilia Ravasi
167
Victimolog í a
Para concluir
Entendemos que para los padres es doloroso acompañar a sus hijos
y saber sobre las circunstancias del abuso y los daños que les provocó.
Ante la conmoción cada padre se ‘parará’ más o menos eficientemente
para ser sostén del niño.
168
R ox a n a N o r a Z á r a t e – M a r í a Cecilia Ravasi
169
Enfoques conceptuales y teóricos sobre la Trata de Mujeres
para explotación sexual
1
Abogada. Ayudante Fiscal. Unidad de la Mujer. Ministerio Público Fiscal. Provincia de
Córdoba.
2
Abogada. Fiscal de Instrucción. Ministerio Publico Fiscal. Provincia de Córdoba.
3
Ponencia presentada en el II Congreso Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de
Personas: Migración, Género y Derechos Humanos Universidad Iberoamericana de
Puebla. México.
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Victimolog í a
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
B.4. Consumidores.
Incorporamos la categorización de los consumidores de la trata con
fines de explotación sexual en el entendimiento de que la supresión de
su contribución sería un factor dirimente en el fenómeno que estudia-
mos. Tan es así, que estimamos que, de no participar los clientes en
este proceso, el mercado quedaría huérfano de demanda y por tanto
sin posibilidad de constituirse en negocio rentable. Esta demanda a la
que aludimos, además, tiene incidencia directa sobre las particulares
características que se procuran de las víctimas. Así, el consumo de
prostitución adolescente –por caso- provoca la mutación consecuente
en la búsqueda de las víctimas de manera de complacer los gustos de la
clientela. Poseen su perfil propio las mujeres explotadas en prostíbulos
emplazados sobre las rutas, esto es, en una suerte de adaptación a las
preferencias, en este ejemplo, de los camioneros que sostienen con su
consumo los establecimientos de zonas no urbanizadas.
Lo dicho, permite afirmar que, aún sin encontrarse categorizado en
algún grado de autoría, el consumidor de prostitución reviste la particular
condición de ser el factor fundante de la actividad y, por tanto, no puede
permanecer fuera de esta evaluación.-
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Victimolog í a
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
Derechos involucrados
En esa tesitura, consideramos que en una situación de ejercicio de
la prostitución deberán analizarse cuidadosamente las circunstancias
en que la misma se lleva a cabo. Abundantes son los derechos que la
explotación sexual menoscaba y, en cada caso en particular, podrán
involucrarse más bienes jurídicos protegidos por la legislación.
Globalmente diremos que, entendiendo la explotación como esclavi-
tud, es decir el poder y dominio de una persona sobre otra, la afectación
más trascendente es la que se refiere a los Derechos Humanos de las
personas considerados en conjunto y particularmente.
Así, es indubitado que una situación de explotación conlleva una
vulneración contra la dignidad del ser humano, contra su identidad,
contra su libertad de elección y opción en condición de igualdad, contra
su integridad sexual que le garantiza la autodeterminación y la reserva
del trato sexual en las circunstancias, modo y persona que elija, contra
el derecho a un trabajo remunerado y digno, contra el derecho a la
autodeterminación para tomar decisiones en todos los ámbitos donde
las personas desarrollan su vida, contra el imperativo legal de la posibi-
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Victimolog í a
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
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Victimolog í a
Análisis de resultados
Conforme la consideración de los distintos ítems que integran este
trabajo, podemos estimar que se arriba a los resultados que a conti-
nuación se señalan:
1. Universalidad de los Derechos Humanos: aplicación del enfoque
de Derechos Humanos especialmente para las víctimas que de-
ben ser atendidas y protegidas con énfasis en sus especificidades
por edad, género, discapacidad, cultura, etc.
2. Investigación proactiva: recolección y verificación de informa-
ción.
3. Confidencialidad: reserva en el manejo de la información relacio-
nada con el caso y en especial con la identidad, ubicación y me-
didas de protección, entre otras, relacionadas con las víctimas.
4. Especialidad: enfoque diferenciado en los riesgos de la investiga-
ción por la naturaleza de los victimarios (miembros de grupos
de delincuencia organizada trasnacional).
5. Protección integral: aplicar todas las medidas necesarias para
la seguridad de la integridad física y psíquica de las víctimas,
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
Conclusiones
Partiendo del desarrollo expuesto en este trabajo y la experiencia
investigativa plasmada, podemos concluir que la autodeterminación
de la mujer al ejercicio de la prostitución tiene, en general, carácter
excepcional. Las pre condicionantes circunstancias de pobreza, falta de
trabajo y escasas posibilidades de desarrollo en su lugar de origen –entre
187
Victimolog í a
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
Bibliografia
Alonso Alamo Mercedes – “¿Protección penal de la dignidad? A propósito de
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lo Blanch, Valencia-España, año 2006.
Birgin Haydée (compiladora) – “Las trampas del poder punitivo-El género del
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Victimolog í a
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M a r i a n a P e r e z V i l l a l o b o – M a r í a D o l ores Romero Díaz
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Homenaje al
Profesor Doctor Elías Neuman
Elías Neuman
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H o m e n a j e a l P r o f e s o r D o c t o r Elías Neuman
Beristain.
Los diálogos criminológicos han sido una de las experiencias más
interesantes en nuestra materia; la idea surgió al oír conversar a Neuman
con Beristain, en una sobremesa con Emma Mendoza (en “Los Guajo-
lotes”), en donde entraron a temas filosófico-teológico-criminológicos;
les pedimos repetir aquello, pero ahora delante del gran público, en la
clausura de las conferencias al siguiente día.
Así se hizo, le pedimos moderar a Sergio García Ramírez, y disfruta-
mos el respetuoso intercambio de ideas entre un criminólogo europeo,
español, vasco, sacerdote jesuita, y un criminólogo latinoamericano,
argentino, judío, sobre los temas más variados, desde la política hasta
la literatura y el arte.
El éxito fue tal que la experiencia se repetiría en cada congreso,
pero, además, Elías y Antonio la realizaron también en Buenos Aires
y en San Sebastián. De las grabaciones de México se pudo hacer una
publicación con el título “Criminología y dignidad humana (diálogos)”,
(Depalma, Argentina, 1989).
Hagamos ahora un muy breve recuerdo de la muy abundante obra
escrita de Elías Neuman, que cuenta con una treintena de libros, sin
mencionar artículos en revistas y sus columnas periodísticas.
Sus primeros intereses son penitenciarios, ya mencionamos la “Prisión
Abierta” (1962), obra con la que se da a conocer, y que se completa y
redondea con “El problema sexual de las cárceles” (1965), “Muertes si-
lenciadas” (1985), “Sida en prisión” (1999), “La sociedad carcelaria” (1975),
“El estado penal y la prisión-muerte” (2001) 2∗
El Neuman penitenciarista es duro, ácido, su profundo conocimien-
to, obtenido por decenas de visitas a las cárceles de todo el mundo, lo
convierte en un moderno Howard, que no para de denunciar, exhibir
la miseria carcelaria, demostrar lo absurdo y la ineficacia de la prisión, y
proponer alternativas y soluciones, siempre dentro del absoluto respeto
a la dignidad humana.
Neuman siempre fue un crítico; dos de sus obras llaman muy
especialmente la atención: “Las penas de un penalista” (1976) y “Los
que viven del delito y los otros (la delincuencia como industria)” (1991). En
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Consignamos el año de la primera edición, la mayoría tiene varias re-ediciones.
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H o m e n a j e a l P r o f e s o r D o c t o r Elías Neuman
México, 2011.
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Elías Neuman
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Profesor Emérito. Universidad de Buenos Aires.
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Un sentido pésame al mundo académico Argentino
Por primera vez en mas de treinta años, tengo una queja respecto
a mi querido y admirado amigo Elías Neuman, ha partido dejando un
enorme vacío tanto en el mundo académico de su país como en éste,
un México que lo adoptó por su gran calidad humana , por su sencillez
y por su talento.
Hombre prolífico que a pesar de su abundante literatura publicada,
nunca perdió la calidad y el cuidado en sus trabajos y compartió sus
conocimientos con miles de discípulos formales en escuelas, institutos
y facultades y en el mundo de los congresos, que atesoró sus palabras
y sus críticas llenas de gracia y profundidad.
Su visión del dolor de los prisioneros lo llevó a visitar todas las
cárceles posibles en un mundo que mostró las heridas sangrantes del
abuso y la inequidad, dándole material para gritar a quien quisiera y no,
escuchar sus quejas, sus propuestas para mejorar en algo las cosas, en
las prisiones, en las políticas penales y penitenciarias, en la legislación.
Su gracia y un cierto humor negro, lo hizo bien venido entre todos
aquellos que conocían la situación del mundo penal y obras como “Los
que viven del delito y los otros”, su extraordinario trabajo sobre “Pri-
sión Abierta”, su “Evolución de la pena privativa de libertad y regímenes
carcelarios”, “Las Penas de un penalista”, “El problema sexual en las
Cárceles”, “Victimología”, “El Estado y la Prisión Muerte” y muchos mas
textos y conferencias, cursos, dejaron una imborrable impronta que
permanecerá en todos los lugares en los que su voz se hizo oír, en los
que se ha leído y comprendido su lucha y sus ideales.
Porque fue un inconforme que en las horas negras de su país, aún en
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Profesora Fac. de Derecho de la UNAM, penitenciarista y miembro fundador de la
Sociedad Mexicana de Criminología.
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México, 2011.
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Dr. Elías Neuman In Memoriam
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Miembro de Número de la Académia de Ciencias Penales de México.
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México 2011
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Al Maestro, con cariño
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Elías Neuman
Unas palabras de una amiga
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cuenta lo que somos, lo que tenemos, el cómo nos organizamos, que cla-
se de instituciones tenemos y cuantos años de historia nos acompañan.
Elías alternaba su vida como abogado, profesor, criminólogo, escritor
y poeta. Ya que cada 10 años, para dar equilibrio a su yo científico y
a su yo académico, escribía un libro de poesía, desde donde gritaba
sentimientos y sensaciones que solo sienten los hombres o mujeres que
saben oír la voz de su alma.
Elías se sensibilizó y aprendió con ellos los presos, a quienes les
ofreció lo mejor de sí mismo poniendo al alcance de los políticos una
solución que en otras latitudes era el nuevo paradigma recomendado
por la ONU, la prisión abierta.
En la década de los 60-70, desarrollo su perfil de penitenciarista
época en la que publicó 12 libros entre los que destacan: Prevención de
la Delincuencia en Israel, La Sociedad Carcelaria, Las Penas de un Penalista
y la Prisión Abierta: Una Nueva Experiencia Penológica; obras que llevaron
a recibir el Premio Denise Caro por parte de la Sociedad Internacional
de Criminología.
Elías escribía emocionado y después hacia una pausa para meditar
sobre sus próximas obras y retomar su paso otra vez, y así lo hizo de
1965 a 1968.
Mas adelante, de 1970 a 80 se perfila como criminólogo y se con-
solida como penitenciarista y como un gran abogado escribe sus obras:
Problemas Actuales de la Criminología, Evolución de la Pena Privativa de la
Libertad y Regímenes Carcelarios, El Enigma Para Jueces y una obra pro-
funda con más de 4 ediciones, Crónica de Muertes Silenciadas.
Una obra que hace revuelo escrita en esa época fue: La sociedad de
la droga, donde escribe que espera abrir paso a un nuevo camino sin
guardianes del consenso, sin pánicos morales, y dramas al acecho. Pre-
cisamente el día de su muerte el presidente de México Felipe Calderón
declaró en el debate sobre la posible legalización de las drogas que no
era posible iniciarlo sin que se involucre a Estados Unidos debate que
Elías inició hacia ya algún tiempo.
Fructíferos años los setentas en los que escribe 9 libros. Hace una
pausa y descansa de 1972 a 1977, tiempo en que es invitado a formar
parte como miembro de la Asociación Nacional de Abogados.
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México, 2011.
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Profesor Dr. Elías Neuman
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Córdoba, 2011.
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Publicaciones anteriores de Victimología
Victimología 1
El Derecho Victimal.
María de la Luz Lima Malvido - México.
Abuso Emocional.
Danya Glaser - Inglaterra.
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Victimolog í a
Violencia y víctimas.
María Josefina Ferrer - Venezuela.
Victimología 2.
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Victimolog í a
Victimología 3.
232
P u b l i c a c i o n e s a n t e r i o r e s d e V ictimología
Victimología 4.
Justicia postergada igual a Memoria herida
Armando S. Andruet - Argentina.
Víctimas y Periodismo
Alejandra Hillman - Argentina
233
Victimolog í a
Victimología 5
La globalización, el delito transnacional y sus víctimas: una reflexión
Emilio C. Viano - USA
La Victimización de la Mujer
Antonio Sánchez Galindo – México
234
P u b l i c a c i o n e s a n t e r i o r e s d e V ictimología
Victimología 6
Stephen Schafer : su vida y su tipología.
John Dussich -USA
235
Victimolog í a
Victimología 7.
Stress, Trauma y Crisis: El marco teórico de la Victimización.
Marlene Young - USA
Victimología Forense
Emilio José García Mercader – España.
236
P u b l i c a c i o n e s a n t e r i o r e s d e V ictimología
Volverse “Amok”
Eduardo Padilla - Argentina
237
Victimolog í a
Victimología 8
Cuando la mujer golpeada se convierte en acusada
Lenore E. Walker - USA
238
P u b l i c a c i o n e s a n t e r i o r e s d e V ictimología
Victimología 9
La contratransferencia del evaluador en las evaluaciones
por la custodia de los niños
Dr. Michael R. Freedman, Ph.D., Dr. Samuel J Rosenberg. Ph.D.,Dr.
Dawn Gettman - Felzien, L.C.S.W., y Dra. Susan Van Scoyk, M.D. USA
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P u b l i c a c i o n e s a n t e r i o r e s d e V ictimología
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Victimolog í a
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Impreso por Editorial Encuentro
agosto de 2011
Córdoba -Argentina