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“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

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PIURA-PERU
INTRODUCCION

“conjunto de actos que son necesarios, en cada caso, para obtener la decisión
de un caso concreto por parte de determinados órganos”.

Ese conjunto de actos procesales se va desarrollando por etapas hacia un fin


determinado, la sentencia, que es una norma individual que va a establecer los
derechos y obligaciones de los justiciables. Sin perjuicio de que en algunos
supuestos los efectos de la sentencia se extienden a personas que no han sido
parte en el proceso.

Los principios procesales son aquellas premisas máximas o ideas


fundamentales que sirven como columnas vertebrales de todas las instituciones
del derecho procesal. Constituyen el origen y la naturaleza jurídica de todo
sistema procesal, a la vez que actúan como directrices que orientan a las
normas jurídicas para que logren la finalidad que medió su creación.

Estos principios podemos encontrarlos en la Constitución, en la legislación


ordinaria y en la jurisprudencia. Su valor como fuente del Derecho es vital a la
hora de interpretar las normas escritas pues incluso el artículo quinto de la Ley
Orgánica del Poder Judicial les da carácter de ley en ausencia de norma y
establece la obligatoriedad de los jueces de aplicarlas e integrarlas al
ordenamiento escrito. Es por esto que los principios procesales, tienen la
función de suplir algunas lagunas o ambigüedades que pueden darse en el
Derecho Procesal, y se consideran norma jurídicas semejantes a las normas
que integran el ordenamiento, llegando a constituir el vértice o columna
vertebral de una estructura procesal.
PRINCIPIOS PROCESALES

Debemos de entender por principios procesales aquellos criterios que dirigen la


estructura y funcionamiento de un procedimiento jurídico.

son las directrices de carácter general que orientan la realización adecuada de


los actos dentro del proceso.

Los principios procesales sirven para describir y sustentar la esencia del


proceso, cuando son incorporados en un código de manera taxativa pone de
manifiesto el sistema procesal que adopta ya sea el publicista o privatista. Se
dice también, que son normas universales, que regulan la relación procesal
desde el inicio del ejercicio del derecho de acción hasta el fin del proceso.

Los Principios Procesales, en su conjunto y al interior de un ordenamiento


jurídico, sirven para describir y sustentar la esencia del proceso, y además
ponen de manifiesto el sistema procesal por la que ha optado el legislador.
Esta es también la razón por la que los principios aparecen en el título
preliminar del Código, como es el caso de nuestro Código Procesal Civil.

LOS PRINCIPIOS DELPROCESO:

Son aquellas máximas jurídicas e ideas básicas que solemos enunciar como
elementales en todo tipo de procesos, esto es, las que concurren en todo el
camino y trámites jurídicos que se usan para solucionar ante el Juez las
contiendas entre partes.

Son reglas generales que actúan como pilares básicos que dirigen e inspiran la
configuración de la reglamentación referente a los elementos fundamentales
del proceso, la posición y papel de las partes y el órgano director del mismo, y
de los que se deben inferir sus derechos, deberes, cargas, facultades y
funciones, así como también los atinentes al objeto, desarrollo y formas de
terminación del mismo.

Son máximas primarias, universales, necesariamente concurrentes para


entender el sistema como un ordenamiento jurídico coherente.

Estos principios sustentan la esencia de lo que es un proceso judicial, al


extremo que su presencia en un ordenamiento procesal es correspondiente con
la naturaleza jurídica de este.
PRINCIPIO DE EXCLUSIVIDAD Y OBLIGATORIEDAD DE LA FUNCIÓN
JURISDICCIONAL

El principio de exclusividad consagra como prohibición de carácter


constitucional al legislador, de que atribuya la potestad jurisdiccional a órganos
que no conforman parte del Poder Judicial. Para Monroy, nadie puede irrogarse
en un estado de derecho la función de resolver conflictos de intereses con
relevancia jurídica, sea en forma privada o por acto propio. Esta actividad le
corresponde al Estado a través de sus órganos especializados, éste tiene la
exclusividad en dicho encargo.

Sin embargo, conviene precisar que una de esas excepciones al principio de


exclusividad y unidad, está representada por la existencia de la denominada
«jurisdicción militar», consagrado en la norma Constitucional. Debe advertirse,
además, que los principios de unidad y exclusividad judicial tampoco niegan la
existencia de «jurisdicciones especializadas», como las confiadas al Tribunal
Constitucional o al Jurado Nacional de Elecciones, entre otros.

Evidentemente, la existencia de jurisdicciones especializadas no debe ni puede


entenderse como sinónimo de lo que propiamente constituye una «jurisdicción
de excepción». Con este último concepto se alude a órganos ad hoc, creados
para realizar el juzgamiento de un determinado conjunto de conductas,
normalmente de naturaleza política, y que no pertenecen a la estructura del
Poder judicial, por lo que se encuentran prohibidos por la norma suprema

Nadie puede irrogarse en un Estado de derecho la función de resolver


conflictos de intereses con relevancia jurídica, sea en forma privada o por acto
propio. Esta actividad le corresponde al Estado a través de sus órganos
especializados, este tiene la exclusividad del encargo. El principio significa que
si una persona es emplazada por un órgano jurisdiccional, debe someterse
necesariamente al proceso instaurado contra él. Es más, cuando el proceso
acabe, dicha persona estará también obligada a cumplir con la decisión que se
expida en el proceso del cual formó parte.

este principio posee dos vertientes:

Exclusividad judicial en su vertiente negativa:

los jueces no pueden desempeñar otra función que no sea la


jurisdiccional, salvo la docencia universitaria. En efecto, en el desarrollo
de la función jurisdiccional los jueces sólo pueden realizar esta función,
no pudiendo laborar en ninguna otra actividad ya sea para el Estado o
para particulares, es decir, que un juez, a la vez que administra justicia, no
puede desempeñar otros empleos o cargos retribuidos por la
administración pública o por entidades particulares. Esta vertiente del
principio de exclusividad de la función jurisdiccional se encuentra
directamente relacionada con el principio de imparcialidad de la función
jurisdiccional, pues tiene la finalidad de evitar que el juez se parcialice en
defensa del interés de una determinada entidad pública o privada.

En el caso de la jurisdicción especializada en lo militar, el principio de


exclusividad de la función jurisdiccional implica, en su vertiente negativa,
que los jueces militares no puedan desempeñar ninguna otra función que
no sea la jurisdiccional para el conocimiento de materias como los
delitos de la función exclusivamente castrense, salvo la docencia
universitaria, es decir, no podrán desempeñar ninguna función de carácter
administrativo militar o de mando castrense, entre otras.

Exclusividad judicial en su vertiente positiva:

el cual sólo el Poder Judicial puede ejercer función jurisdiccional, salvo el


caso de las excepciones ya mencionadas del Tribunal Constitucional, el
Jurado Nacional de Elecciones y la jurisdicción militar, entre otros. En
otras palabras, en un Estado constitucional de derecho, ni el Poder
Ejecutivo ni el Poder Legislativo pueden arrogarse la función
jurisdiccional, pues, como se ha mencionado, esta actividad le
corresponde exclusivamente al Poder Judicial, al Tribunal Constitucional,
al Jurado Nacional de Elecciones y a la jurisdicción militar, entre otros.

PRINCIPIO DE LA INDEPENDENCIA DE LOS ÒRGANOS


JURISDICCIONALES.

La independencia judicial tiene que ser entendida como independencia frente a


los otros poderes del estado y a los centros de decisión de la propia
organización judicial, pero no como separación de la sociedad civil ni como
cuerpo separado de toda forma de control democrático y popular.
La única posibilidad de que un órgano jurisdiccional, un juez pueda cumplir a
cabalidad con su función social de resolver conflictos de intereses y procurar la
paz social es intentando que su actividad no se vea afectada por ningún tipo de
poder o elemento extraño que presione o altere su voluntad para decidir. Si un
juez no es soberano en la decisión que debe tomar para resolver un caso
concreto, significará que el proceso judicial solo es un pretexto para
protocolizar una injusticia, la que habrá sido obtenida por ese factor externo
que pervierte la voluntad del juzgador.
Del mismo modo, el Tribunal Constitucional ha señalado que el principio de
independencia de la función jurisdiccional tiene dos dimensiones:

Independencia externa

Según esta dimensión, la autoridad judicial, en el desarrollo de la función


jurisdiccional, no puede sujetarse a ningún interés que provenga de fuera
de la organización judicial en conjunto, ni admitir presiones para resolver
un caso en un determinado sentido. Las decisiones de la autoridad
judicial, ya sea que ésta se desempeñe en la especialidad constitucional,
civil, penal, penal militar, laboral, entre otras, no pueden depender de la
voluntad de otros poderes públicos (Poder Ejecutivo o Poder Legislativo,
por ejemplo), partidos políticos, medios de comunicación o particulares
en general, sino tan solo de la Constitución y de la ley que sea acorde con
ésta.

En el caso de los poderes públicos, estos se encuentran prohibidos de


ejercer influencias sobre las decisiones judiciales, ya sea estableciendo
órganos especiales que pretendan suplantar a los órganos de gobierno
de la organización jurisdiccional, o creando estatutos jurídicos básicos
distintos para los jueces que pertenecen a una misma institución y se
encuentran en similar nivel y jerarquía, entre otros casos.

Independencia interna

De acuerdo con esta dimensión, la independencia judicial implica, entre


otros aspectos, que, dentro de la organización judicial:

1) la autoridad judicial, en el ejercicio de la función jurisdiccional, no


puede sujetarse a la voluntad de otros órganos judiciales, salvo que
medie un medio impugnatorio; y,

2) que la autoridad judicial, en el desempeño de la función jurisdiccional,


no pueda sujetarse a los intereses de órganos administrativos de
gobierno que existan dentro de la organización judicial.
En cuanto al primero de los aspectos mencionados, cabe señalar que el
principio de independencia judicial prohíbe que los órganos
jurisdiccionales superiores obliguen a los órganos de instancias
inferiores a decidir de una determinada manera; si es que no existe un
medio impugnatorio que de mérito a tal pronunciamiento. De este modo,
siempre que se interponga un recurso las instancias superiores podrán
corregir a las inferiores respecto de cuestiones de hecho o de derecho
sometidas a su conocimiento, según sea el caso.

En cuanto al segundo aspecto, el principio de independencia judicial


implica, en primer término, la separación de las funciones jurisdiccionales
de las funciones administrativas que eventualmente pudieran
desempeñar los jueces dentro de la organización judicial, de manera que
las funciones propias de esta administración no puedan influir en la
decisión judicial que se adoptará en un determinado proceso. En efecto,
si un magistrado ha sido elegido por sus iguales como su representante
para desempeñar funciones de naturaleza administrativa, entonces
resulta evidente que, para desempeñar el encargo administrativo,
mientras este dure, debe suspender sus actividades de naturaleza
jurisdiccional, de modo tal que no pueda influir en la resolución de un
determinado caso. Así sucede, por ejemplo, en el ejercicio de la labor de
los Presidentes de la Corte Suprema, de las Cortes Superiores de justicia,
de la Oficina de Control de la Magistratura, entre otros.

La independencia entonces es aquella facultad de la que se encuentra


investido el juez para resolver las pretensiones puestas en sus manos sin
que exista algún tipo de injerencia en sus decisiones; es la libertad que
tiene el juez para decidir una controversia aplicando la Constitución y la
ley al caso concreto.

PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD DE LOS ÒRGANOS JURISDICCIONALES.

La palabra imparcialidad se origina en el vocablo imparcial que significa "que


no es parte". En realidad, la etimología es útil para identificar la exigencia de
que el órgano jurisdiccional esté absolutamente desafectado respecto de lo que
es materia del conflicto de intereses, y también de cualquier relación con
quienes participan en él. La imparcialidad es un deber a todos los que
participan en la actividad judicial de proteger tal estado, compromiso que
alcanza a las partes interesadas en el conflicto contenido en el proceso judicial.
wetyyPRINCIPIO DE CONTRADICCIÒN

También se le conoce como Principio de Bilateralidad, consiste en que todos


los actosvvvv del proceso deben realizarse con conocimiento de las partes, aun
cuando más específicamente queremos decir que todo acto procesal debe
ocurrir con la información previa y oportuna al contrario. En concreto, significa
que un proceso solo será válido desde su inicio, en tanto el demandado sea
emplazado correctamente y se le conceda el tiempo necesario para que
conteste la demanda, pruebe, impugne y alegue al igual que el demandante,
durante el transcurso de todo el proceso.

PRINCIPIO DE PUBLICIDAD

La actividad procesal es una función pública, en tal virtud, constituye una


garantía de su eficacia de los actos que la conforman se realicen en escenarios
que permitan la presencia de quien lo desee. El servicio de justicia debe dar
muestras permanentes a la comunidad de que su actividad se desenvuelve en
un ambiente de claridad y transparencia. El fundamento del principio de
publicidad es que el servicio de justicia es un servicio social.

PRINCIPIO DE LA MOTIVACION DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES.

La función jurisdiccional como actividad exclusiva del Estado específicamente


de sus órganos judiciales es un instrumento de paz y de seguridad social.

De esta manera se evitan arbitrariedades y se permite a las partes usar


adecuadamente el derecho de impugnación contra la sentencia para los
efectos de la segunda instancia, planteándole al superior las razones legales y
jurídicas que desvirtúan los errores que condujeron al juez a su decisión.
Porque la resolución de toda sentencia es el resultado de las razones o
motivaciones que en ellas se explican, la Constitución Política de 1993 regula
este principio.

PRINCIPIO DE COSA JUZGADA.

Este principio nos señala que un proceso terminado, que ha quedado


consentido y ejecutoriado, genera la autoridad de la cosa juzgada; vale decir es
inimpugnable, irrecurrible, invariable, inmutable y que por ende ninguna
autoridad judicial podrá revisar nuevamente la misma pretensión. La cosa
juzgada otorga seguridad jurídica, pero ello solo tiene efecto sobre las partes
intervinientes del mismo .Existen algunas excepciones, por ejemplo: el
patrocinio de intereses difusos.
LOS PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO.

Los principios del procedimiento sirven para describir la naturaleza y contenido


de los sistemas procesales civiles. Los principios procesales contenidos en
Título Preliminar del Código Procesal Civil son:

PRINCIPIO DE LA TUTELA JURISDICCIONAL

Establecido en el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil. Es el


derecho público subjetivo que toda persona tiene para acceder a tribunales
independientes e imparciales, con el fin de plantear una pretensión o
defenderse de ella, a través de un proceso justo y razonable, en el que se
respeten los derechos que corresponden a las partes, así como para que
dichos tribunales emitan una decisión jurisdiccional sobre la pretensión o la
defensa y, en su oportunidad, ejecuten esa resolución.

PRINCIPIO DE DIRECCIÓN E IMPULSO PROCESAL

Establecido en el artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Civil. El


principio de impulso procesal por parte del juez es una manifestación concreta
del principio de dirección, consiste en la facultad que se concede al juez para
conducir y hacer avanzar autónomamente el proceso a la consecución de sus
fines, esto es, sin necesidad de intervención de las partes.

PRINCIPIO DE INTEGRACIÓN DE LA NORMA PROCESAL

El artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, considera que el
principio de integración consiste en la posibilidad que tiene el juez de cubrir los
vacíos y defectos de la ley procesal, recurriendo a los principios generales del
derecho procesal, a la doctrina y a la jurisprudencia.

PRINCIPIO DE INICIATIVA DE PARTE Y CONDUCTA PROCESAL

Establecido en el artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal Civil .


Esto quiere decir que será indispensable que una persona ejerza su derecho
de acción como punto de partida de la actividad jurisdiccional del Estado. Es
decir, el proceso inicia con la petición que hace el demandante a través de la
demanda, quien tiene que invocar interés y legitimidad para obrar. La conducta
procesal, a la que se refiere la segunda parte de la norma, viene a ser un
conjunto de principios destinados a regular la correcta actuación de los
intervinientes en el proceso.

PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN

El artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil se refiere al


principio de inmediación que tiene por objeto que el juez que va resolver el
conflicto de intereses o la incertidumbre jurídica, tenga el mayor contacto
posible con todos los elementos subjetivos (intervinientes) y objetivos
(documentos, lugares, etc.) que conforman el proceso.

PRINCIPIO DE CONCENTRACIÒN
El artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil se refiere al
principio de concentración. Este principio tiende a que el proceso se desarrolle
en el menor tiempo posible y con la menor cantidad de actos procesales. La
acumulación de actos procesales bajo la forma de audiencias, otorgará al juez
en presencia personal y directa con las partes, una visión de conjunto del
conflicto que va a resolver.

PRINCIPIO DE ECONOMÌA PROCESAL

El artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil se refiere al


principio de economía procesal, en su acepción de ahorro, está referido a tres
áreas distintas: tiempo, gasto y esfuerzo. El proceso debe ser resuelto en un
tiempo razonable, sin dilaciones, economizando dinero y esfuerzo. El tiempo
cumple un rol esencial y envolvente en el proceso. El cumplimiento de los actos
con prudencia. La economía de esfuerzo está referida a la posibilidad de
concretar los fines del proceso evitando la realización de actos que estando
regulados son innecesarios para tal objetivo.

PRINCIPIO DE CELERIDAD

El artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil se refiere al


principio de celeridad, viene a ser la expresión concreta de la economía por
razón de tiempo. Consiste en que el proceso se concrete a las etapas
esenciales y cada una de ellas limitada al término perentorio fijado por la
norma. En observancia de este principio se descartan los plazos o términos
adicionales a una determinada etapa, esto es, los que se surten como
complemento del principal y las prórrogas o ampliaciones.

PRINCIPIO DE SOCIALIZACIÒN DEL PROCESO

El artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal Civil se refiere a este
principio consiste en que el juez está facultado para impedir la desigualdad
entre las partes que concurran al proceso, por razón de raza, sexo, idioma,
condición social o económica, o de cualquier otra índole; sea un factor
determinante para que los actos procesales o la decisión final tengan una
orientación que repugne al valor justicia.

JUEZ Y DERECHO
Establecido en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil. La
primera parte de esta norma se resume en el aforismo “iura novit curia”, por lo
que el juez debe aplicar la norma jurídica que corresponda a la situación
concreta, aunque las partes hayan invocado erróneamente o no lo hayan
invocado. El juez tiene el mejor conocimiento del derecho que las partes, y
aplica la norma más conveniente al caso concreto. Iura novit curia no quiere
decir que el Juez puede adecuar los hechos al derecho, sino que el Juez puede
corregir la aplicación de la norma, más no los hechos. La segunda parte está
referida al principio de congruencia procesal, el Juez al momento de emitir su
decisión que pone fin a la instancia, no puede ir más allá del petitorio.

PRINCIPIO DE GRATUIDAD EN EL ACCESO A LA JUSTICIA

Establecido en el artículo VIII del Título Preliminar del Código Procesal Civil.
Este principio obliga a procurar que el proceso no resulte tan costoso para las
partes, que podría ser un inconveniente para hacer valer el derecho pretendido.
El Código establece que el Estado concede gratuitamente la prestación
jurisdiccional, sin perjuicio de que el litigante de mala fe, deba abonar las
costas, costos y las multas que para cada caso específico establece la Ley.

PRINCIPIO DE VINCULACIÒN Y FORMALIDAD

El artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Civil establece que dado
que la actividad judicial es una función pública realizada con exclusividad por el
Estado, las normas procesales que regulan la conducta de los intervinientes en
el proceso y las ciencias que las integra son de derecho público. Estas normas
procesales tienen carácter imperativo como principio, salvo que la misma
norma regule que algunas de ellas no tiene tal calidad. En el segundo párrafo,
referido al principio de elasticidad, por el cual el juez está facultado para
adecuar la exigencia del cumplimiento de estos requisitos formales a los dos
objetivos más trascendentes del proceso: la solución del conflicto de intereses
o incertidumbre jurídica y, el logro de la paz social en justicia.

PRINCIPIO DE DOBLE INSTANCIA

El artículo X del Título Preliminar del Código Procesal Civil consagra el principio
de la doble instancia para todos los procesos, dentro de los cuales se ventila y
se resuelve el conflicto de intereses o la incertidumbre jurídica, ambas con
trascendencia jurídica. La doble instancia es renunciable expresa o
tácitamente. Esto quiere decir, que si en la primera instancia una parte no
obtiene una decisión favorable, podrá apelar para que su causa se ventile en
una segunda instancia.

OTROS PRINCIPIOS PROCESALES

PRINCIPIO DE ADQUISICIÒN

El Principio de Adquisición, consiste en que una vez incorporados al proceso


los actos procesales (documentos, etc.) dejan de pertenecer a quien lo realizó y
pasan a formar parte del proceso, pudiendo incluso la parte que no participó en
su incorporación obtener conclusiones respecto de él. Acá desaparece el
concepto de pertenencia individual, una vez se incorpore el acto al proceso.

PRINCIPIO DE EVENTUALIDAD

Este principio está ligado con la diferencia, a veces sutil, que existe entre una
estrategia procesal y una conducta maliciosa. Este principio impone el deber de
las partes de presentar todo su caudal probatorio (sea de la pretensión o
defensa) en un momento determinado. La realización o incumplimiento de este
principio, trae la dilación de los procesos, e incita la deslealtad procesal. Al
haber asumido como requisito de admisibilidad que los medios probatorios se
acompañen en la etapa postulatoria, se ha incorporado en el código este
principio.

PRINCIPIO DE CONGRUENCIA

Es conocido como principio de consonancia. En virtud a ese postulado se limita


el contenido de las resoluciones judiciales; es decir que debe emitirse de
acuerdo con el sentido y alcance de las peticiones formuladas por las partes
para el efecto de que exista idoneidad jurídica entre lo resuelto y las
pretensiones, excepciones i defensas oportunamente deducidas.

LINKOGRAFIA:

https://es.slideshare.net/Jhajadc/principios-del-proceso-y-procedimiento

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