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- Ley N° 24.588
Respecto a las facultades jurisdiccionales, la Ley determina que la justicia nacional ordinaria
de la ciudad de Buenos Aires mantendrá su actual jurisdicción y competencia continuando a
cargo del Poder Judicial de la Nación.
Por su parte, la Ciudad de Buenos Aires tendrá facultades propias de jurisdicción en materia
de vecindad, contravencional y de faltas, contencioso-administrativa y tributaria locales.
En línea con los antecedentes normativos esbozados, la Constitución de la Ciudad de Buenos
Aires, establece en su artículo 3° que mientras la Ciudad de Buenos Aires sea Capital de la
República, su Gobierno coopera con las autoridades federales que residen en su territorio
para el pleno ejercicio de sus poderes y funciones.
Tal como lo hemos reseñado, del desarrollo de los puntos precedentes surge que, con la
finalidad de abordar el análisis del status jurídico-institucional de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, debemos tener en cuenta: la Constitución de la Nación Argentina, la
Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y la Ley Nacional N° 24.588, mientras
sea capital de la nación.
Por lo expuesto, podemos concluir que el Estado Federal argentino está integrado por
veinticuatro unidades federativas: veintitrés provincias y una ciudad-estado especial
(denominada Ciudad de Buenos Aires, lugar en el que están las autoridades nacionales, y que
por ello es la Capital Federal de la República Argentina).
En particular, resulta pertinente destacar a los fines del presente, que dentro de las
atribuciones y deberes del Jefe de Gobierno en el Título Cuarto, Capítulo Tercero de la
Constitución de la Ciudad, se establece que el Jefe de Gobierno tiene a su cargo la
administración de la Ciudad, la planificación general de la gestión y la aplicación de las
normas. Dirige la administración pública y procura su mayor eficacia y los mejores resultados
en la inversión de los recursos (artículo 102 CCBA).
La Administración es una organización para el ejercicio del poder público, y ejerce ese poder,
para disponer, en primer término su propia organización, de modo que parte de ese poder
público es el “poder de organización” o “potestad auto organizativa”, bajo los principios de
eficacia y eficiencia.
El principio rector que debe guiar todo análisis atinente a la administración como
organización, es la finalidad de servicio a los ciudadanos.
El Poder Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires está organizado bajo una estructura
organizativa.
Uno de los rasgos característicos de dicha estructura, es que su organización se basa en una
jerarquía administrativa, es decir, que cada área funcional se va subdividiendo
progresivamente en nuevas áreas que se especializan en determinadas funciones y que se
mantienen subordinadas a la instancia inmediata superior. En suma, la jerarquía establece
líneas de autoridad de manera vertical a través de los diversos niveles que la componen y
delimita las responsabilidades.
Dentro de este concepto de jerarquía administrativa, el órgano superior tiene las siguientes
atribuciones:
1. Impartir órdenes al inferior, potestad que tiene como uno de sus principales límites que el
superior no puede modificar la esfera de competencia del órgano inferior.
La potestad de dar órdenes no siempre surge en forma expresa del ordenamiento positivo,
pero es una consecuencia implícita del poder jerárquico.
El concepto jurídico de proceso puede ser concebido, en sentido amplio, como una secuencia
o serie de actos que se desarrollan progresivamente, con el objeto de llegar a un acto estatal
determinado, éstos se caracterizan por estar encaminados en su conjunto a un determinado
fin. Dentro de este concepto el proceso administrativo sería el conjunto de actos de la
administración que tienen por objeto la emanación de un acto administrativo.
- Cuestiones de Competencia
Estos casos están previstos en los artículos 4 y 5de la Ley de Procedimientos Administrativo.
El artículo 4 de la LPA fija que las cuestiones de competencia que se susciten entre órganos
administrativos que tengan un superior común, serán resueltas por éste; y las que involucran
a entidades descentralizadas que se desenvuelvan en la misma esfera de gobierno serán
resueltas por el órgano de la Administración Central común a ellas. Asimismo, determina que
en los restantes casos la competencia será del Jefe de gobierno.
La decisión final de las cuestiones de competencia se tomará en ambos casos, sin otra
sustanciación que el dictamen del servicio jurídico correspondiente y, si fuera de absoluta
necesidad con el dictamen técnico que el caso requiera. Los plazos previstos en este artículo
para la remisión de actuaciones es de dos días y para producir dictámenes y dictar
resoluciones es de cinco días.
Cabe poner de resalto que la LPA de la CABA, solo refiere a algunos de los principios que
rigen el procedimiento administrativo, el hecho de no mencionar otros principios generales
no significa que no sean aplicables, tal como, el principio de legalidad, que ésta ínsito en
todo el proceder de la administración y fluye implícitamente de varias normas de la LPA de la
CABA.
2) Celeridad, economía, sencillez y eficacia en los trámites (artículo 22, inciso b): los
trámites no deben ser complicados, costosos o lentos para que no dificulten el
desarrollo del expediente.
6) Plazos (artículo 22, inc. e de la LPA): se contarán por días y horas hábiles
administrativos y serán obligatorios tanto para los interesados, como para la
administración.
Conforme lo previsto por el artículo 22, inc) e, punto 4, de la LPA cuando no se hubiera
establecido un plazo especial para la realización de trámites, notificaciones y citaciones,
cumplimiento de intimaciones y emplazamientos y contestación de traslados, vistas e
informes, aquel será de diez (10) días hábiles. Antes de la finalización de un plazo, y de
acuerdo al supuesto previsto, la administración podrá establecer de oficio o conceder al
interesado una ampliación razonable por resolución fundada, siempre y cuando mediaran
causas graves, en observancia con la normativa vigente aplicable.
Derecho a una decisión fundada (artículo 22, inciso f, punto 3 de la LPA): el acto decisorio
debe hacer expresa consideración de los principales argumentos y de las cuestiones
propuestas, en tanto fueren conducentes a la solución del caso.