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Festa, Nadia Gisele Elementos de lingüística y semiótica

DNI: 33.286.281

El uso de la lengua

En El uso de la lengua, Bloomfield centra su estudio en los fenómenos lingüísticos,


especialmente aquellos del habla normal. Para ello, comienza analizando un acto de habla
en circunstancias simples.

El autor parte del siguiente ejemplo: Jack y Jill van caminando y de repente Jill siente
unas vibraciones en el estómago. Entonces ve una manzana y le habla a Jack, quien busca
la manzana y se la entrega. En esta situación el autor identifica tres partes: los hechos
prácticos anteriores al acto del habla denominados estímulos del hablante, el acto de habla
y los hechos prácticos posteriores al acto de habla (la acción por parte de Jack de obtener la
manzana y dársela a Jill) llamados respuesta del hablante.

Según Bloomfield, frente al estímulo del hambre, Jill tenía dos posibilidades. La
primera es que utilice su fuerza y habilidad para conseguir la manzana (reacción práctica o
manual).

Sin embargo, como se demostró en el ejemplo, Jill tiene otra posibilidad: frente al
estímulo puede hablar (reacción hablada o sustituyente) y que Jack realice las reacciones en
lugar de ella. Por lo tanto, Jack como hablante reacciona también a dos clases de estímulos:
estímulos prácticos y estímulos hablados o sustituyentes.

Resumiendo, Bloomfield explica que hay dos formas humanas de responder frente a un
estímulo: la reacción muda –aquella que ocurre siempre en la misma persona que tiene el
estímulo- y la reacción condicionada por el habla que ocurre en una persona que no ha
recibido el estímulo práctico.

Gracias a la lengua, que permite a una persona tener una reacción mientras otra persona
tiene el estímulo, es posible la división del trabajo, la organización social y la cooperación
entre personas.

Con respecto a la adquisición del lenguaje, Bloomfield sostiene que los niños
adquieren el lenguaje a través de estímulos y respuestas. Cada niño nace en una comunidad
lingüística y, según oye hablar, aprende los hábitos necesarios para actuar en las formas
convencionales.

Finalmente, ante las posibilidades infinitas de reacciones que puede tener un hablante
frente a un estímulo, el autor expone dos teorías que intentan explicar la gran variabilidad
de la conducta humana.

La teoría mentalista supone que la variabilidad de la conducta humana se debe a la


interferencia de un espíritu presente en cada ser humano que hace impredecible sus
acciones
Festa, Nadia Gisele Elementos de lingüística y semiótica
DNI: 33.286.281

En oposición a esta teoría, Bloomfield sostiene que, de acuerdo con la teoría


mecanicista, esta variabilidad se debe a que el cuerpo humano es un sistema muy complejo
y las acciones humanas son parte de secuencias de causa y efecto.

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