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Hay miedo en decir “soy feliz”. Parece un atropello. Los griegos antiguos
decían que decir “soy feliz” podía disgustar a los dioses. O sea... si te comprabas
un fiat147 modelo 95, mejor era no parecer feliz, porque sino los Dioses te
rompía el tren delantero de cuajo. Algo así. Era por “kuiki”. Así que ya sabe si
se compra una motocicleta, NO BOCINE SU ALEGRÍA!!
2/ Haber, no existe poeta feliz. El poeta cuando está enamorado, lo que menos
hace es agarrar la lapicera. No escribe “que feliz estoy acá con la Susana”. La
mejor poesía es la triste. La del hombre derrotado que pre fabrica una casa con
palabras como esas de viviendas “Rolon”, para intentar darse cobijo ante tanta
amargura. Lo mismo la filosofía, es un tugurio de gente triste.
Nadie trabajaría en la felicidad. Es en la falta de algo que el hombre se mueve,
que intenta hacer algo. Piense en los hijos de los ricos !Gangrena pura! No hay
un pibe rico productivo. Esta es una buena justificación, para decirles a tus
hijos: “hijo les dejaré mil deudas, serán pobres, así que de ahora en más todo
será ganancia en sus vidas”.
3/Con la felicidad pasa lo mismo que con el clima. Donde Los países ricos son
los países más fríos, o los más alejados del ecuador. La tesis es larga, pero
pongamos que donde hay Surfers y se culea todo el tiempo, no se produce
mucho. En cambio él que se está cagando de frio, sabe que sino se mueven se
congela. Con la felicidad es más o menos lo mismo. Ser feliz es suspender todo,
es sacar panza. Cuando te cruzas con un amigo que hace mucho no veías, en
vez de decirte estas hecho mierda, te dice: ¿te casaste no?
Y esto trae otro tema “EL PRECIO DE LA FELICIDAD” , mujeres que
después del embarazo quedan como un Koynor, y eso que en sus años mozos
gastaban las bocinas de todos los autos!!, hombre pelados y gordos que
compran su ropa en el supermercado!! “Ese el costo de la felicidad”, dicen
algunos. Uno los mira un ojo interrogador, y duda de sí eso es la felicidad.
O sea una derrota física y corporal se traduce como un triunfo de la felicidad
¿raro no?
Y acá hay algo que me gusta, una especie de felicidad aparentada. Como ese
Algo que le debemos a los que nos quieren. Un hombre con una mujer infeliz
es un derrotado. O con sus hijos que no son felices. Es pensar el mismo
infierno.
Hay personas tristes que son un ancla. Que a todo lo que se les diga responden
NO. Aunque no jodan y estén fumando ahí al costado. La “felicidad y sus
marketing” quieren que esos tipos sigan fumando, pero vestido con nike, un
Apple, con tintura para el pelo, y prótesis dental. Que sonría, como diciendo
“soy un viejo cheronca”. los hombres triste son una fauna que hace mal a la
toda esta nueva estética POP que ganó. Antes pasaban desapercibidos estos
hombres, hoy resaltan como si alguien los hubiera resaltado con un fibrón.
Hoy esta sociedad los acusa de ser la anomalía. Pareciera que hay una
obligación de ser feliz.
Están los que la llevan sin joder. Y están los que demuelen todo, los que con su
baba escéptica derriten la rosa, diría Marechal. Esos son veneno. Esos son los
peligrosos. Después están esos hombres tristes que no joden a nadie. Que
dicen preguntarse por la felicidad es cosa de comerciales, supermercados, y de
la revista para ti, y más curritos de los psicólogos.
Yo banco a estos hombres. Que son los que salen al costado de las fotos. Los
que no joden a nadie. Tal vez porque vieron la bomba nuclear con los ray band
puestos. Una especie de contra lucidez, de no querer actuar. Son un misterio.
La felicidad actúa como cebo, como “el agua de espace jam” algo que te
mueve, o que vos te haces creer que te mueve…..para buscar lo
necesario, lo vital. Te da “entusiasmo” (en griego tener a los dioses
adentro)
Pero hay algo, y es algo que charlamos una vez en una mesa de una
parrilla acá con Diego.
Muchas veces somos felices pero no nos damos cuenta. No se porque nos
perdemos, no se donde esta esta no conciencia de la cosa, pero es lo que pasa.
Uno se pierde, uno se pierde de las metas, de los arranque, del suelo que pisa.
…. Peor hay una tesis acá y es: cuando pensas algo cagaste.
El pensar, el intentar pensar, es algo sísmico como decía Deleuze. Pensar es
derrumbar, es demoler. Nadie piensa en algo que sabe. Te pones a pensar
cuando no sabes. Capaz la felicidad, tiene que ver con la ignorancia, esa “bella
Alegría animal”, que hablaba Pizarnik.
Hay una idea, que es: el que ignora puede ser feliz, el que tiene conciencia de
las cosas, cagó fuego. La arista de cualquier cosa en el mundo, si sos sensible te
puede hacer mal.
Uno que se dedica a pensar estas cosas, podría decirles. Que la felicidad no
existe. Que existió. Que es como el amor, uno se enamora una solo vez en la
vida, y luego trata de repetir la experiencia. Con la felicidad pasa parecido. Esta
sobrevalorada. Dejen vivir.
LOS FILÓSOFOS
K. “La felicidad en el mundo kantiano no depende del destino ni de los demás, de Dios o el
destino, el dinero o de otros medios como nos ha hecho creer la propaganda de medios,
sino del ethos mismo de la persona, es decir, su propio comportamiento y carácter.” /“La
felicidad; más que un deseo, alegría o elección, es un deber”
Z. Este filósofo indica que ser feliz es un asunto de opinión y no un asunto de verdad. La
considera un producto de los valores capitalistas, que implícitamente prometen la satisfacción
eterna a través del consumo.
Sin embargo, en el ser humano reina la insatisfacción porque en realidad no sabe qué
desea. Cada quien cree que si alcanzara algo (comprar una cosa, subir su estatus, etc.) podría
ser feliz. Pero, en realidad, inconscientemente, lo que quiere alcanzar es otra cosa y por eso
permanece insatisfecho.