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Irmgard Emmelhainz
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Impreso en México
Printed in Mexico
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Introducción
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1. Brownie y Brownie
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11. De la figura del pueblo del Cinema Novo a la del favelado en cine
del nuevo orden mundial
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Miguel Ventura, Silvia Gruner, Eshrat y Javan Erfanian, Bruce Parsons, John
Ricco, Rebecca Comay, Peter Fitting, Rubens Machado Jr., Jorge Eugenio
Ortiz Gallegos, Fam. Schlubach-Rüping, Lourdes Morales, Kiffah Al Fanni,
Nathalie Khankan, Thierry de Duve, Helga Kaiser, Jimena Acosta, Romi
Mikulinski, Sally Abu Bakr, Pilar Reyes y Carlos Domínguez, José García
Pellecer, Lucero Ortiz Rivera, Marco Pérez Licea, Irma Robles, Diana
González, Sonia Nimr, Leonel Hernández, Majd Abdel Hamid.
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Tuve un segundo encuentro con Brownie, una de las jirafas que viven en el
zoológico de Qalquilya en los Territorios Ocupados Palestinos. El zoológico
que la cobija también es hogar de tres leones, cuatro cocodrilos, un hipopótamo
triste y mal humidificado, varias gacelas —en ese momento me parecía
absolutamente críptico el porqué, pero estos animales tienen un papel simbólico
en el imaginario cultural árabe, ya que al ser amado se le denomina “gacel” o
“gacela”1—. Vi un canguro dando ganchos izquierdos y derechos al aire en
la esquina de su jaula, conejillos de indias que compartían su encierro con
tortugas, muchos pájaros; había serpientes, un par de camellos percudidos, dos
panteras... Había también monos de los que tienen nalgas rosadas —mandriles—
y tuve un intercambio interesante con uno de ellos. La intensidad de mi mirada
escudriñante que buscaba signos de reconocimiento de su parte lo puso
bastante nervioso, y antes de volver a la afanosa tarea de quitarle el polvo a un
pedazo de zanahoria, sus ojos se cruzaron furiosa y fugazmente con los míos,
los cuales, ya por costumbre, le parecían proyectarle una mirada objetificadora.
Con vistas pedagógicas, el zoológico tiene una colección de animales disecados
que en lugar de inspirar a aprender dan escalofríos, al ser evidentemente el
sombrío repositorio de los animales que encontraron allí su muerte. Entiesados
y diseccionados, rellenos y cosidos de la mejor manera posible, están montados
en dioramas que emulan su hábitat natural.
Es obvio que las giras de simpatía política de antaño como las de los
franceses en Moscú (1930), los italianos en China (1960 y 1970), o los alemanes
en Cuba (1960) se acabaron. Esta forma de solidaridad política estaba basada
en el marxismo-leninismo y en la lucha en contra del imperialismo, expresada
1
Mi buena amiga y experta en literatura árabe, Nathalie Khankhan, me contó después que el
poema clásico de amor árabe se llama ghazaal (gacela). El ser amado en el Qasida o poema de
amor se llama ghazaal porque sus ojos son tan hermosos como los ojos de una gacela.
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[18]
3
La obra de teatro fue representada por primera vez en febrero de 1972 en el Campannone en
Milán. El guión se publicó en Le commedie di Dario Fo (Torino: Einaudi, 1977).
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[22]
A estas alturas Brownie empezó a darme mucha lástima; este gesto ético,
estético y político convertido en instrumento de las relaciones entre oriente
y occidente, el norte o el sur, lo desarrollado y lo subdesarrollado (las
coordenadas que se escojan no importan porque son superfluas, lo que importa
es la cartografía global de las relaciones de poder), encarnando a la víctima
tal y como es, y que podría aparecer lo mismo en CNN que en Kassel. Estaba
tan absorta en la discusión con mi amigo el artista que no tuve oportunidad
de preguntarle a Brownie cómo fue su regreso a Qalquilya, cómo le afectó el
cambio de status de “obra de arte europeo” a “jirafa palestina taxidermizada”.
Quería también preguntarle qué sintió al cambiar de lugar, primero de incitar
curiosidad pedagógica junto con sus compañeros en el diorama (los visitantes
del zoológico son más que nada grupos de escuelas de niños), a la posición de
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Ramallah-Toronto, 2008-2009
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Dos temas que conciernen a la teoría y práctica estética que hemos heredado
del siglo XX han sido: primero, la cuestión de la relación del arte con la ética y la
política, y segundo, la responsabilidad de artistas, escritores o intelectuales y su
potencial para comprometerse, representar o involucrarse en eventos históricos
y en la política. Las problemáticas que se desprenden aquí son cuestiones de
visibilidad, tendencias políticas o ideología, la manera de hacer presente al
ausente, darle voz al que no la tiene, decir lo no-dicho, y la relación entre acción
y compromiso, poiesis y técnica. En este ensayo, mi interés principal es explorar
cómo se ha replanteado la relación entre la estética y la política en los últimos
cuarenta años, tomando en cuenta al llamado “giro ético” de la práctica estética.
En su guión curatorial para la onceava Documenta (2002), Okuwi Enwezor
proclamó dicho giro. La exposición promovió a los derechos humanos como
el fundamento de la interacción en el mundo globalizante y poscolonial en el
régimen de lo sensible (que está conformado por el espectáculo y la industria
de la cultura) y su relación con la solidaridad y la agencia política.9 Como
veremos, el giro ético ocurrió mucho antes del año 2002. Podríamos localizarlo
a mediados de los años setenta, cuando el maoísmo francés junto con los
proyectos antiimperialistas del tercer mundo (estrechamente relacionados),
estaban en las últimas. Aquí me refiero a la solidaridad política entre los
movimientos revolucionarios en Occidente y las guerras nacionalistas de de-
colonización, las luchas por implementar regimenes comunistas, y en general,
en contra de la hegemonía de Estados Unidos; estamos hablando del apogeo
de la Guerra Fría. Si en un principio se figuró al sujeto del tercer mundo como
Otro y “nativo colonizado”, a raíz de las luchas revolucionarias (y por un
9
Ver: Okuwi Enwezor, “Documentary/ Vérité: Bio-Politics, Human Rights and the Figure of
‘Truth’ in Contemporary Art,” Australian and New Zealand Journal of Art, 45, no. 1 (Primavera
2004), pp. 11-42.
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[30]
‘no-total’ de Norteamérica. Por otro lado, Alex Lubin planteó la relación entre Estados Unidos
e Israel diciendo que ambos tienen en común (entre otras cosas), el constituirse basándose en
“una moral que asevera cuáles poblaciones merecen territorio y cuales son incapaces de auto-
gobernarse; cuáles poblaciones pertenecen y cuáles se pasan de la raya, cuáles pueden gobernar
y cuáles son inherentemente súbditas”. Alex Lubin citó en una nota de pie al comentario del
Rabino de Chicago Gary Gerson después del once de septiembre en el que compara a los
norteamericanos con los israelíes: “Humanity came apart in lower Manhattan today, and each of
us is wounded. We mourn the loss of our innocence… Terror has struck us, but it will not destroy
us. Now we are all Israelis”. [“La humanidad se desintegró hoy en la parte baja de Manhattan,
hiriendo a cada uno de nosotros. Estamos haciéndole el duelo a nuestra inocencia… el terror nos
ha dado un golpe, pero no nos destruirá. A partir de ahora todos somos israelíes”. Gary Gerson
citado por Nancy Gibbs en, “If You Want to Humble an Empire,” Time, 14 de septiembre de 2001.
Ver: Alex Lubin, “We are all Israelis: The Politics of Comparisons,” South Atlantic Quarterly vol.
107, no. 4 (otoño 2008), p. 672.
14
Chief Seattle’s Thoughts, disponibles en: http://www.kyphilom.com/www/seattle.html
15
Para un estudio sobre el genocidio palestino referirse al de Ilán Pape The Ethnic Cleansing of
Palestine (Oxford: Oneworld, 2007).
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[33]
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[36]
[37]
[38]
[39]
[40]
25
Aquí me refiero a la distinción de Claude Le Fort entre la política: el aspecto práctico/lo político:
la base ontológica, retomada por Marcel Gauchet en: Un monde désenchanté? (Paris: Les Éditions
de l’Atelier/ Éditions Ouvrières, 2004).
26
Ejemplos de obras de arte y cine recientes que siguen la fórmula de la intervención son:
Chantal Ackerman, De l’autre côté (2002), Thomas Hirschhorn, Bataille Monument (2002), Sylvie
Blocher, Monument a la solitude (2005), Dias and Riedgeweg, Voraciad máxima (2003), Emily Jacir,
Stazione, 2008-2009, Santiago Sierra, 133 personas remuneradas para teñirse el pelo de rubio, 2003),
Teresa Margolles, Andén (1999), Ernst Pignon, Mahmoud Darwish en Cisjordanie et Birweh (2009).
27
Ver: Jacques Rancière, El reparto de lo sensible: Estética y política (Santiago: Acres-Lom, 2009).
[41]
En general, se considera que las películas que Jean-Luc Godard realizó entre
1967 y 1974 se inspiraron en una evaluación incorrecta de la situación social y
política, y que son el equivalente de “terrorismo” en el cine. La adherencia que
Godard expresó a la ideología marxista-leninista fue criticada por tendenciosa,
mientras que la subversión de formas operativas del cine narrativo en sus
películas fue calificada de nihilista o de iconoclasta.28 En las páginas que
siguen, exploro la hipótesis que las películas de Godard de este periodo son
más que experimentos formales en contra de la forma narrativa fílmica y de
las convenciones del dispositivo cinematográfico y que van mucho más allá
de una adherencia sin reservas ni distancia a la ideología izquierdosa. La
respuesta del cineasta al intenso clima político en Francia durante lo años que
él llamaría sus “leftist trip years”,29 se articuló en lo que describiré como: una
praxis fílmico-teórica, en una veta marxista-leninista a través de la cual exploró
la función del cine y la figura del cineasta en relación con la realidad empírica.
La investigación de Godard abarcó tres ámbitos: el político, el estético y el
semiótico, tocantes a la imagen en movimiento. Su trabajo entre 1967 y 1974
incluye los experimentos que realizó dentro del marco del colectivo el Grupo
Dziga Vertov (GDV), disuelto en 1972. Este periodo culmina con el inicio de la
colaboración a largo plazo de Godard con Anne-Marie Miéville bajo el sello de
28
Ver: Serge Daney, “Le thérrorisé (Pédagogie godardienne)”, Cahiers du Cinéma, nos. 262-
263 (enero 1976), pp. 32-39, un número especial dedicado a cinco ensayos sobre Numéro Deux
de Godard; y Colin MacCabe, Godard: Images, Sounds, Politics (London: British Film Institute/
Macllian, 1980). Ver también: Raymond Bellour, L’entre-images Photo. Cinéma. Vidéo (Paris: La
Différence, 1990) y Peter Wollen, “Godard and Counter Cinema: Le Vent d’est,” Readings and
Writings: Semiotic Counter-Strategies (London: Verso, 1982), pp. 79-91.
29
Los años del viaje izquierdoso, de Godard.
[43]
[44]
[45]
[46]
34
Ver: Walter Benjamin, “El autor como productor” (1934), disponible en red: http://www.
bolivare.unam.mx/traducciones/autor_productor.html
35
En este sentido, la posición de vanguardia radical de Godard se parece de alguna manera –por
lo menos metafóricamente– a la guerra de posición de Antonio Gramsci. Ver: Antonio Gramsci,
“Estado y sociedad civil” Cuadernos de la cárcel, vol. 1, ed. Valentino Gerratana (Puebla: BUAP-
Era, 1975), pp. 179-180.
[47]
[48]
L’art véritable, c’est-à‑dire, celui qui ne se contente pas de variations sur des
modèles tout faits mais s’efforce de donner une expression aux besoins intérieurs
de l’homme et de l’humanité d’aujourd’hui, ne peut pas ne pas être révolutionnaire,
c’est‑à‑dire ne pas aspirer à une reconstruction complète et radicale de la société,
ne serait‑ce que pour affranchir la création intellectuelle des chaînes qui l’entravent
et permettre à toute l’humanité de s’élever à des hauteurs que seuls des génies
isolés ont atteintes dans le passé. En même temps, nous reconnaissons que seule la
révolution sociale peut frayer la voie à une nouvelle culture.39
[49]
40
Ver: Jean-Paul Sartre, L’Idiot de la famille (Paris: Gallimard, 1988). En español: El idiota de la
familia. Gustave Flaubert de 1821 a 1857, vol. I, trad. Patricio Canto (Buenos Aires: Tiempo
Contemporáneo, 1975).
[50]
[51]
[52]
[53]
prestó su nombre como director de “La Cause du peuple”), Simone de Beauvoir, Marin Karmitz,
Katia Kaupp, Mariella Righini, Alexandre Astruc, Agnes Varda and Gérard Fromanger, entre
otros. Ver: Christophe Bourseiller, Les Maoïstes: La folle histoire des gardes rouges français (Paris:
Plon, 1996), p. 198.
48
Para un recuento de la participación de Godard con la prensa de izquierda en Francia durante
su periodo marxista-leninista, ver: Michael Witt, “Godard dans la presse d’extrême gauche” en
Jean-Luc Godard Documents, pp. 165-177.
49
La teoría cinematográfica de auteur define al autor como una firma y un estilo, la manera
en la que el origen y el significado del texto cinemático subrayan la habilidad del auteur para
equiparar la forma en la que siente y piensa a la forma en la que la película se ve y se mueve;
las visibilidades y movimientos son los responsables de transmitir el significado intrínseco de
la película. Un auteur es alguien que tiene la “habilidad de hacer una película con claridad y
coherencia, y sus películas “casi siempre” son “fieles a la forma”. Ver: Andrew Sarris, “Notes on
the Auteur Theory in 1962,” Film Culture Reader, P. Adams Sitney, ed. (New York: Cooper Square
Press), 2000. Sobre discusiones sobre la crítica de la teoría de auteur del GDV ver: Collin McCabe,
Godard: Images, Sounds, Politics (London: BIFI, 1983), p. 18 y David Faroult, “Never more Godard:
Le Dziga Vertov Group, l’auteur et la signature,” Jean-Luc Godard Documents, pp. 122-125.
50
Para un recuento de la historia del GDV ver: David Faroult, “Never More Godard,” Jean-Luc
Godard Documents y Julia Lesage, “Godard and Gorin’s Left Politics,” Jump Cut, no. 23 (abril
1983).
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[55]
[56]
[57]
[58]
Ver Serge Daney, “Le thérrorisé”; y Raymond Bellour, L’entre-images Photo. Cinéma. Vidéo (Paris:
58
La Différence, 1990).
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[74]
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[76]
[77]
93
Kristin Ross, May ’68 and its Afterlives (Chicago: The University Press, 2002), p. 11. En español:
Mayo del 68 y sus vidas posteriores: ensayo contra la despolitización de la memoria (Madrid: Acuarela
Libros, 2008).
94
El “Tercer Cine” está relacionado con esta tendencia y emergió como género en 1970 a partir de
la política poscolonial de la autorrepresentación. Hoy se conoce como Tercer Cine a una amplia
gama de prácticas cinematográficas alternativas, incluyendo películas hechas desde el punto de
vista de la diáspora.
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[80]
[81]
[82]
[83]
Ramallah-Toronto 2008-2009
109
Ernst Wolf, De l’éthique à la justice, Langage et politique dans la philosophie de Lévinas (Dordrecht:
Springer, 2007), pp. 295-296. Podríamos establecer un lazo con la idea de Lyotard del derecho
al reclamo de decir algo sólo para anunciar algo nuevo: decir en lugar de repetir lo dicho. Jean-
François Lyotard, “The Other’s Rights”, On Human Rights (New York: Basic Books, 1993),
pp. 135-147.
[84]
En una serie de conferencias que el periodista polaco Ryszard Kapucinski dio entre
1990 y 2004, declaró (desde la perspectiva eurocéntrica) que el siglo XX se caracterizó
por la pulsión de “ir al encuentro del Otro” manifestada en el auge de antropología,
la ética levinasiana y el periodismo.111 Desde la misma perspectiva, Kapucinski
predijo que el siglo XXI se distinguiría por una frecuencia de encuentros con
el Otro sin precedentes en un mundo ya multiculturalizado. No obstante, los
encuentros con el Otro, mediados por la antropología, la ética y el periodismo,
fueron sustituidos por encuentros con formas de vida distintas en el allá, en otros
lados (ailleurs, elsewhere) facilitados por las tecnologías de la coexistencia y por la
democratización del turismo, la cultura y la información. En otras palabras: a
principios del siglo XXI, la categoría del Otro fue sustituida por la de el “allá” en el
régimen de lo sensible. Desde los ochenta, informantes nativos, fixers, traductores,
técnicos del mercado, periodistas y productores culturales trasnacionales, se
dieron la tarea de hacer mapeos cognitivos del mundo para hacer accesibles a los
sentidos y a nuestra propia experiencia los procesos globales.
110
Conferencia dada en la FEMIS en París en 1987 disponible en español: http://www.
elinterpretador.net/18GillesDeleuze-QueEsElActoDeCreacion.htm
111
Riszyard Kapucinski, Encuentro con el otro (Madrid: Anagrama, 2008).
[85]
[86]
[...] this was yet another chapter in the sad saga of Western radical
intellectuals projecting their fantasies into an exotic foreign zone
of turbulence, which allows them to satisfy simultaneously their
[87]
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[89]
[90]
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[93]
Tres años después de haber filmado Chung Kuo Cina, Antonioni hizo una
película narrativa regresando a algunos motivos que exploró en su largometraje
de 1968, Zabriskie Point, que trata del encuentro y enamoramiento de un
activista con una pacifista. Los personajes figuran, entre otras cosas, el tema
de la militancia y sus contradicciones al igual que en The Passenger: Professione
Reporter (1975). The Passenger podría describirse como una ficción sobre las
contradicciones inherentes al compromiso intelectual con las luchas del tercer
mundo después del fracaso del tercermundismo, la desilusión generalizada
de los activistas y ante la mengua progresiva de la ideología revolucionaria.
Antonioni toma también en cuenta la posibilidad del compromiso político
dentro del contexto de la incipiente mediatización de la mediación que describí
arriba. En The Passenger, la posibilidad de compromiso político en otros lados
más allá del marxismo-leninismo, se establece por medio de una contradicción
figurada por dos personajes o tendencias (evidentemente eurocéntricas): un
poeta maldito y militante imparcial y un periodista que acepta y compromete
sus propios ideales en el nombre de la objetividad periodística. Así se establece
una oposición entre compromiso militante poético, imparcial y sin reservas
y mediación objetiva. Estas dos posiciones se pliegan una en la otra en la
película al darse un “pasaje existencialista” de periodista a traficante de armas
o como algunos críticos lo describieron: como el escape a un orden distinto de
experiencia.
John Locke (Jack Nicholson) es un periodista que está haciendo un reportaje
sobre un movimiento guerrillero en África central. Sus esfuerzos por contactar
a los rebeldes que quieren derrocar a la dictadura son frustrados cuando las
134
Deleuze, “A propos des nouveaux philosophes et d’un problème plus général”, Deux Régimes
de Fous, p. 130. En español véase: “Sobre los nuevos filósofos y sobre un problema más general”
en: Gilles Deleuze, Dos regímenes de locos. Textos y entrevistas (1975-1995), (Valencia: Pre-Textos,
2007), pp. 135-140.
[94]
[95]
[96]
Una de las contradicciones que Faddeda revela aquí es que las entrevistas
son más que nada proyecciones del entrevistante que en la economía de
información, de la opinión y de los expertos pasan por “objetivas”. En el curso
de la narrativa, Locke-Robertson tarda en darse cuenta que sus desplazamientos
por Europa para encontrarse con los rebeldes, representantes y aliados de los
rebeldes chadianos son inútiles y peligrosos y paga con su vida. Podríamos
concluir que en The Passenger la simpatía absoluta es simbolizada por el poeta-
traficante de armas, y sin embargo, tanto la misión como la búsqueda de Locke
dejan de tener sentido. No sólo vagabundea arbitrariamente la cámara en la
última y muy comentada secuencia de la película: también lo hace este doble
personaje, el periodista que se convierte en partidario de una causa rebelde por
procuración en una búsqueda que se revela desprovista de significado.
En su trabajo colectivo realizado dentro del marco de la compañía de
producción Sonimage, Godard y Miéville se hicieron preguntas similares a las
que se hizo Antonioni en The Passenger y en Chung Kuo Cina. Godard, junto
los miembros del colectivo el Grupo Dziga Vertov (GDV), fueron por Fatah en
los campos de refugiados y de entrenamiento palestinos en Jordania, Siria y
Líbano en 1970 para filmar imágenes de la revolución. Las imágenes estaban
inicialmente destinadas a ser material para la película Jusqu’à la victoire del
GDV, la cual se quedó sin terminar. Cuando Godard y Miéville retomaron el
material en 1974 para su película Ici et ailleurs, se dieron cuenta que necesitaban
situar estas imágenes en relación con la vasta producción de información que
circulaba en los medios de las luchas revolucionarias en otros lados y que tenían
que tomar una posición con respecto a la subjetividad artística, la información
objetiva, la propaganda y la ideología. En resonancia con los comentarios de
Rama Faddeda, Godard y Miéville definieron la intervención objetiva como una
instancia en la que el autor se esconde detrás de la imagen filmada amalgamando la
desaparición autorial con la objetividad. En la última parte de Ici et ailleurs —la
sección de autocrítica— escuchamos: “On ne voit jamais l’image de celui qui
141
Mark Peploe, Peter Wollen, y Michelangelo Antonioni, Michelangelo Antonioni’s The Passenger,
the Complete Script (New York: Grove Press Inc., 1975), p. 75.
[97]
[98]
[99]
3. LA ANGUSTIA DE CEGUERA
Dubois, “Video Thinks what Cinema Creates, Notes on Jean-Luc Godard’s Work in Video and
Television”, Jean-Luc Godard, Son + Image 1974-1991 (New York: MoMA, 1992), p. 170.
[100]
He was elated, really high. Faces, colors, landscape... then everything started to
change. The world was much poorer than he imagined. No one had ever told him
how much dirt there was, how much ugliness. He noticed ugliness everywhere,
and danger. When he was blind, he used to cross the street alone with a stick.
After he could see he became afraid... he started to live in the dark. He never left
his room. The curtains were always drawn. After three years he killed himself.151
[101]
[102]
Ramallah-Toronto, 2007-2009
154
Para un recuento histórico del “Tercer mundo” no como lugar sino como proyecto y su ocaso,
véase el estudio clave de Vijay Prashad, The Dark Nations, A People’s History of the Third World
(New York: New Press, 2007).
155
Véase: Slavoj Žižek, “The Free World... of Slums”, In These Times, 23 de septiembre de 2004.
Disponible en red: http://www.lacan.com/Žižek slums.htm
[103]
[105]
[106]
[107]
[108]
[109]
[110]
Referencias
[111]
[112]
Agachada, casi de cuclillas entro por la cola ignorando los signos de advertencia
y las apologías deslindantes. Me detengo un momento a observar un monitor
que muestra en bucle a un personaje vestido de general nazi transformándose
lentamente en rata, penetrando enratado, como yo, al dispositivo. Una vez
dentro, nos encontramos en un ambiente abrumante por su cacofonía de
elementos que demandan atención mientras que distraen, exigiendo ser
yuxtapuestos, re y decodificados. El cascarón al que conduce al recto es un
contenedor de plástico de burbuja que dibuja la silueta de una rata panza arriba.
Para ojos familiarizados con el arte contemporáneo global, el cascarón simula
los megamuseos de titanio de Frank Ghery; el interior recuerda a un Merzbau
de Kurt Scwhitters y con similar espíritu dadaísta, hospeda un bioterio con
70 ratas machos condicionadas con chocolate para atravesar un laberinto
multicolor. Las paredes de la construcción están cubiertas de estructuras de
unisel que materializan en tres dimensiones figuras que evocan a Joseph Albers
y a formas constructivistas y minimalistas. Vemos también fotos de soldados
norteamericanos de la guerra de Irak, imágenes homoeróticas provenientes
de chats; recortes de las páginas de sociales locales y de revistas en las que
desfilan celebridades del mundo del arte nivel “grandes ligas”. El ideólogo
de la doctrina económica del neoliberalismo, Milton Friedman, encabeza el
aquelarre con los atributos de mártir de Santa Ágata que se comía la mierda de
los apestados.
Lo más comentado en la recepción de la pieza158 fue la parafernalia nazi: una
extraordinaria colección de vestigios cotidianos del nacional-socialismo (desde
157
Una versión de este texto fue presentada en la UNAM en febrero de 2009 y publicada como
entrada en el blog: http://cantoscivicos.blogspot.com
158
Cantos cívicos causó un debate en el espacio público cuyo único precedente ha sido el mural
que pintó Diego Rivera en el Rockefeller Center en Nueva York (y su destrucción en 1933); el
debate se encuentra documentado en: http://cantoscivicos.blogspot.com
[113]
Fig. 8. “Indígenas-Narcos”
[114]
Fig. 9. Suástica/dollar
[115]
*
En el detalle del mural de Rivera, aparece la suástica junto al signo del dólar al lado del símbolo
conocido como fasces, el símbolo romano del poder asociado a los líctores y magistrados; consiste
en un haz de palos y un hacha, que simbolizan el poder sobre la vida y la muerte.
[116]
[117]
[118]
[119]
[120]
[121]
Fig. 13. Jake & Dinos Chapman, Fucking Hell (1999-2000, 2008), detalle
[122]
[123]
[...] La enfermera no mató a nadie, ella no hizo nada más que desvestir y calmar
a los enfermos… el médico no asesinó directamente, simplemente se encargó de
confirmar el diagnóstico… el encargado de la maniobra de abrir la llave del gas,
que tal vez quien esté más cerca del asesinato, realiza una función meramente
técnica bajo la supervisión de sus jefes y de los médicos. Están los obreros, quienes
vacían la cámara y hacen el trabajo de limpieza, el cual, por cierto, es bastante
repugnante… El policía sigue el procedimiento rutinario de dar constatación de las
muertes; ¿Quién es el culpable? ¿Todos o nadie? ¿Por qué el obrero encargado de
abrir la llave del gas sería más culpable que el obrero encargado del jardín, o que el
chofer de los vehículos de transporte? Está claro que no se pueden establecer grados
de responsabilidad criminal que fueran relativamente precisos, o que permitieran
[124]
En español: Las benévolas, trad. María Teresa Gallego U. (Madrid: RBA, 2007).
[125]
[126]
[127]
[128]
blogspot.com/2009/02/gottfried-ohms.html
[129]
[130]
[131]
[132]
Referencias
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1978).
Theodor Adorno & Max Horkheimer, The Culture Industry, Selected essays,
second edition (London: Routledge, 2001).
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Marcel Gauchet, La Condition politique (Paris: Gallimard, 2005).
Tanya Gold, “Nazi cows, Nazi cats, actors playing depressed Nazis. It’s all just
Hitler porn and it disgusts me”, The Guardian, 23 de abril, 2009 disponible
en: http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2009/apr/23/nazi-culture-
film-hitler
Felix Guattari, “Red and Green Micro Political Ecologies”, The Guattari Reader
(London: Wiley and Blackwell, 1996).
Alain Joxe, “Empire of Disorder”, Hatred of Capitalism: A Semiotext(e) Reader,
edited by Chris Kraus and Sylvere Lotringer (New York: Semiotext(e),
2001).
[133]
[134]
Nada es más doloroso que ver al ser amado estar sujeto a errores
y daños.
“Él” en Anti-Christ de Lars Von Trier (2009)
[135]
[136]
[137]
[138]
[139]
[140]
[141]
[142]
[143]
Georges Bataille, The Unfinished System of Nonknowledge, trans. Michelle and Stuart Kendall
174
[144]
Referencias
[145]
Un chant d’amour
Es una frase y no un discurso
En la que amor es verbo intransitivo,
Desdoblándose en variaciones de persona, número, tiempo, modo, aspecto.
Sin pronombre personal,
Su complemento directo es el canto de una plegaria silenciosa,
Que exterioriza una promesa de intimidad compartida.
[147]
Figs. 15 y 16. Foto de instalación en Lille, Francia 2006 y still de Un chant d’amour de Silvia
Gruner (2003-05)
[148]
Sigue un esbozo en tres partes de situaciones que hacen esta labor bastante
ardua, si no es que utópica:
[149]
—El neoliberalismo está caracterizado por (1) la lucha del individuo por
emanciparse de las masas, y (2) por una sociedad de individuos que capitalizan
[150]
[151]
Referencias:
[152]
[153]
Julio Scherer176
[155]
[156]
[157]
[158]
[159]
181
Hubo algunos experimentos como el de la fábrica de relojes LIP en Besançon; recientemente
se ha dado en Argentina el modelo de emprendimientos autogestionados y establecimiento de
cooperativas. Ver: Héctor Palomino, Las experiencias actuales de autogestión en Argentina, disponible
en red: http://www.tau.org.ar/upload/89f0c2b656ca02ff45ef61a4f2e5bf24/Autogestion_20 en _
20Argentina_3.pdf
182
Ver: Autonomia: Post-political Politics, editado por Sylvère Lotringer y Christian Marazzi (New
York: Semiotext(e), 2007).
183
Bifo, The Soul at Work, p. 93.
[160]
“Nothing Fails Like a Prayer: Notes on the Cult of Saint Precario”, Fuse Magazine no. 30 (enero
2004).
[161]
[162]
[164]
[165]
[166]
[167]
[168]
Los artistas visuales canadienses Carol Conde e Ian Beveridge llevan trabajando
con sindicatos de obreros desde 1970 haciendo fotografías mostrando sus
condiciones de trabajo, las consecuencias de la privatización neoliberal, la
precariedad y las relaciones de raza y de género en el ámbito laboral. Conde y
Beveridge utilizan estrategias representativas para poner en escena situaciones
ficticias creando imágenes con símbolos que expresan los problemas de la clase
200
El autor como productor, traducido por Jesús Aguirre (Madrid: Taurus, 1975), pp. 3-4. Disponible
en red: http://www.scribd.com/doc/7962238/Benjamin-Walter-El-Autor-Como-Productor
201
Michel Foucault, Microfísica del poder, trad. J. Varela y F. Álvarez-Uría (Madrid: La Piqueta,
1992), disponible en red: http://api.ning.com/files/
[169]
[170]
[171]
Fig. 26. Jeff Wall, Morning Cleaning, 1999
[172]
[173]
[174]
[175]
[176]
[177]
Y las acciones humanas son tan libres como desprovistas de significado, tal como
lo son los movimientos que se desencadenan de las partículas elementales. ¿el
bien, el mal, la moralidad, los sentimientos? Puras ‘ficciones victorianas’. Lo único
que existe es el egoísmo. Frío, intacto y radiante.21210
211
Houellebecq y Henri-Lévi, Ennemis Publics (Paris: Flammarion y Grasset, 2008).
212
Michel Houellebecq, Particules élémentaires (Paris: J’ai lu, 2000).
213
Slavoj Zizek, “Why Cynics are Wrong, the Sublime Shock of Obama’s Victory,” In These Times,
13 de noviembre del 2008. Disponible en red: http://www.inthesetimes.com/article/4039/
[178]
[179]
[180]
Michel Foucault, Microfísica del poder, trad. J. Varela y F. Álvarez-Uría (Madrid: La Piqueta,
218
1992), p. 167.
[181]
219
Pilar Calveiro habla de este tipo de violencia –las desapariciones como forma de poder– a
partir del contexto de la represión de los movimientos políticos y guerrillas por parte del estado
militarizado en argentina en los años setenta. Ver: Violencia y/o política (Buenos Aires: Norma,
2005). Disponible en red: http://www.elortiba.org/pdf/calveiro1.pdf
220
Paulo Arantes postuló la idea de que el Estado y el capitalismo están en guerra en contra los
civiles en el mundo contemporáneo estableciendo un Estado de Sitio generalizado (retomando
algunas ideas de Giorgio Agamben). Ver: Extinçao (San Pablo: Editorial Boitempo, 2007).
221
Ver: Pilar Calveiro, ibid.
[182]
222
En español: Camille de Toledo, Punks de boutique (Oaxaca: Almadía, 2007).
223
Disponible en red: http://caosmosis.acracia.net/wp-content/uploads/2009/05/la_insurrecion_
que_llega.pdf
224
El trabajo de Sierra no deja de inspirar derivados; ya se habló del caso de Yoshua Okón y en
cuanto al NO, es posible que haya inspirado la intervención en la fachada de la SAPS: No, no, no,
no, no de Stefan Bruggeman, en noviembre de 2009.
[183]
[184]
230
Bartleby es el personaje de un cuento de Herman Melville, “Bartleby el escribano”, de 1853.
231
Ver el último capítulo de Slavoj Zizek, En defensa de las causas perdidas (Madrid: Akal, 2011).
[185]
232
Algunas lecciones tiradas de la conferencia de Alain Badiou: “Art’s imperative, Speaking the
Unspeakable”, en el Drawing Center en Nueva York, 2006. Disponible en red: http://www.lacan.
com/newspaper7.htm
233
Parafraseando a Roberto Bolaño en 2666, p. 1061.
[186]