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DISLALIA INFANTIL, LA MALA

PRONUNCIACIÓN DE LOS NIÑOS


mums.cat

6 mayo, 2018

infància
Aprender a hablar es una habilidad que el niño va desarrollando a lo largo de sus primeros
años de vida. Primero se apropiará de los sonidos más sencillos, las vocales y consonantes
como la “m” y la “p”, para después aprender los sonidos más complejos, que requieran una
mayor precisión de los órganos fonadores.

Sin embargo, apenas aparecen las primeras palabras, también surgen los primeros problemas
en la pronunciación. Por ejemplo, es común que el niño diga “lete” en lugar de “leche” ya que
tendrá una tendencia a simplificar los sonidos. Con el paso del tiempo estos errores suelen
desaparecer pero si persisten, entonces se puede hacer referencia a una dislalia.

¿Qué es la dislalia?

La dislalia no es más que la mala pronunciación, un problema al articular los


fonemas. De hecho, se trata del trastorno del lenguaje más frecuente en la infancia, que suele
aparecer entre los 3 y los 5 años. En estos casos, el niño puede alterar algunos sonidos,
substituirlos por otros u omitirlos. Cuando este problema persiste más allá de los 5 años, es
necesario buscar ayuda especializada.

Atención temprana para la dislalia infantil

La importancia de la atención temprana, una vez más, cobra más valor cuando hablamos de
trastornos del lenguaje como la dislalia infantil, ya que si el niño no es capaz de hacerse
entender bien o tiene problemas de articulación o de pronunciación de algunos fonemas,
puede sufrir burlas por parte de sus compañeros de colegio, lo que puede agravar el problema
y añadirle algún otro en el que la autoestima se vea afectada, su rendimiento académico o su
capacidad para relacionarse con los demás.

Los diferentes tipos de dislalia

Existen diferentes clasificaciones de la dislalia, aunque la más extendida hace referencia a:

Dislalia evolutiva: En este caso, el problema suele desaparecer con el paso del tiempo ya
que en su base se encuentra una falta de madurez cerebral o del aparato fonador. En
práctica, el niño aún no logra articular algunos fonemas o los distorsiona, simplemente porque
aún no está preparado para pronunciarlos. De hecho, se trata de un problema muy común con
la “r” y, aunque causa angustia en los padres, en la mayoría de los casos no es necesario
recurrir a un tratamiento.

Dislalia audiógena: Cuando el niño no escucha bien, es normal que confunda los fonemas y
se equivoque al pronunciarlos, sobre todo si tienen cierta semejanza. En estos casos, el
problema radica en la falta de discriminación auditiva por lo que la intervención está dirigida
a mejorar su audición y a corregir los fonemas alterados.

Dislalia funcional: En este caso, el niño no logra utilizar correctamente los órganos
articulatorios, aunque no existe ningún problema orgánico de base. Este problema se puede
deber a un escaso control de la psicomotricidad fina ya que para articular algunos sonidos,
es necesario cierto grado de habilidad motora, sobre todo en el caso de letras como la “l” y
la “r”, que son las últimas que el niño aprende. También puede estar causada por una
estimulación lingüística deficitaria, en casos de bilingüismo o incluso puede aparecer como
resultado de un trauma o de un estilo educativo sobreprotector, que hacen que el niño se
quede anclado a una etapa del desarrollo anterior.

Dislalia orgánica: Se trata de alteraciones que tienen un origen fisiológico. En ese caso,
cuando el problema se halla a nivel cerebral se les denomina disartrias y cuando afecta los
órganos del habla se conoce como disglosias.

Cómo identificar la dislalia infantil

Cuando los niños comienzan a hablar, lo hacen pronunciando mal y cometiendo los errores
lógicos asociados a su edad. Poco a poco van evolucionando y aprendiendo a gestionar todo
el vocabulario que van adquiriendo: nuevas palabras, mejoran la pronunciación, van
conjugando los verbos según corresponde, …

Obviamente los niños pequeños cometen errores en su lenguaje y no podemos pretender que
hablen a la perfección desde el momento en que comienzan a comunicarse con nosotros,
pero hay una diferencia entre la evolución esperada realmente y la dislalia, ya que en el
segundo caso, no se da esa evolución que se debería notar, en la que el niño debe
empezar a pronunciar mejor y a articular mejor sus palabras.

Cuando vemos que nuestro hijo va creciendo, y evolucionando, pero su lenguaje no lo hace al
mismo ritmo, debemos consultar con un logopeda que sea capaz de ayudar a nuestro
pequeño a corregir ese trastorno del lenguaje, que incluso puede hacer que lo que nuestro hijo
intenta decirnos, sea completamente ininteligible.

Tratamiento de la dislalia

El tratamiento de la dislalia dependerá del origen del trastorno. No obstante, como regla
general, se aborda a partir de la intervención indirecta o directa.

La intervención indirecta se dirige a lograr que los órganos fonatorios se desarrollen a través
de una serie de ejercicios de respiración, discriminación auditiva y fonemática, así como
ejercicios de lengua, paladar, labios y mejillas.

La intervención directa se dirige a la articulación del fonema y la automatización de este en el


lenguaje. En este caso se trabaja con los fonemas que causan problemas, primero por
separado y después en las palabras. Por ejemplo, con la “r”, primero se le enseña al niño a
colocar la boca en la posición correcta y a emitir el sonido, después se pasa a palabras que
comiencen con esta letra y más tarde a frases que la incluyan.
Rehabilitación mediante ejercicios para la dislalia infantil

Este trastorno en muchas ocasiones, a pesar de ser detectado, no se le da mayor importancia,


e incluso se toma como algo característico del niño, algo que hace gracia etc.

Pero en realidad, aunque no es un trastorno grave, debemos corregirla a tiempo para


que nuestro hijo no sufra problemas de comportamiento o en su conducta.

Existen algunos ejercicios que se pueden llevar a cabo mediante juegos, algo que ayudará
en gran medida a los niños involucrarse en el tratamiento, a interesarse por el y a llevarlo a
cabo.

Un profesional especializado será capaz de conseguir que el niño articule los sonidos de la
forma correcta, basándose en una evaluación inicial, y en un programa que se desarrolle
centrándose en los siguientes puntos:

o Se debe estimular al niño y animar a que reproduzca sonidos, trabajando con las
vocales y consonantes, y con la reproducción de determinadas posturas y movimientos.
o Estimular la coordinación de los movimientos que necesitemos para poder pronuncia
correctamente, centrándose en los sonidos más difíciles.
o Reproducir el sonido dentro de cada sílaba, para que se haga de forma automática.
o Jugar a las palabras, con palabras completas, de forma amena para que resulte más
sencillo aprender a vocalizar correctamente.
o Las sesiones de terapia en las que el niño trabajará con estos ejercicios serán intensas
y le servirán para aprender a articular los sonidos y las palabras completas de forma
correcta. Pero una vez que esos sonidos se aprenden, se debe seguir trabajando fuera
de la terapia, es decir, en su vida cotidiana, cuando no se esté trabajando la dislalia, ya
que tanto padres como profesores debemos apoyar esta terapia para conseguir corregirla
completamente.

Los juegos para el lenguaje y los ejercicios del método Logo bit son perfectos para ejercitar y
trabajar sobre los trastornos que afectan al lenguaje como las dislalias. Lo que se debe hacer
para tratar la dislalia infantil es ejercitar todos los músculos que de una u otra forma
intervienen a la hora de producir sonidos. Esto se puede y se debe hacer mediante juegos,
para que el niño lo tome como una actividad lúdica a la que podrá jugar también con sus
familiares, y no como un ejercicio aburrido.

Descripción del método logo-bits

El Método Logo-Bits es un método completo de trabajo destinado al tratamiento de cualquier


dificultad o patología relacionada con el habla y la comunicación. A través de diferentes
ejercicios se entrenan las estructuras implicadas en el habla, la deglución, la respiración y la
masticación.

Este método permite tanto a los profesionales en sus sesiones como a las familias en casa,
detectar el problema, evaluarlo e intervenir sobre él.

Características del Método Logo-Bits:

o Mejora la pronunciación
o Mejora la lectura
o Es apto para cualquier edad
o Recomendado por especialistas
o Con imágenes reales que facilitan el aprendizaje
o Indicado como refuerzo en casa

Es un método que está dirigido principalmente a niños de hasta 6 años y que se puede
utilizar prácticamente desde el nacimiento hasta incluso en la edad adulta para potenciar
diferentes problemas del lenguaje.

Muchas escuelas infantiles y centros educativos recurren a este método para ayudar a los
pequeños con el aprendizaje de los conceptos más básicos de una forma muy sencilla.

Como hemos dicho, este sistema de aprendizaje se ayuda de unas fichas mediante las
cuales los niños pueden concentrarse con más facilidad pero además estimularan y
desarrollaran tanto su cerebro como la memoria y el aprendizaje.

Es una forma divertida de ejercitar y trabajar las materias necesarias para el aprendizaje de
los niños.

En qué consiste el método Bits de inteliegencia

El Método Logo-Bits está basado en el método de Bits de inteligencia, un método que


consiste en mostrar, de manera estructurada y continua, unidades de información (imágenes)
en tarjetas (llamadas bits), a la vez que se pronuncia en voz alta la palabra de lo que se
representa. De este modo, el Método Logo-Bits utiliza las tarjetas para presentar la
información de vocales, fonemas, sinfones, sílabas o praxias orofaciales (en función del
problema a trabajar) de forma visual y auditiva, y por un espacio de tiempo muy corto, lo que
permite a la persona ir mejorando en cada sesión.

Lo diferente del método, despierta la curiosidad en los niños, que prestan mucha más atención
y aprenden con facilidad los conceptos trabajados. El trabajo que se pueda realizar con
ellos será capaz de ayudar a su desarrollo cognitivo de forma muy notable.

El Método Logo-Bits se puede utilizar tanto en casa como en la escuela o en el colegio, de


forma que sirva como refuerzo para el proceso de aprendizaje y desarrollo del niño que lo esté
trabajando.

Se trata de mostrar las imágenes que aparecen en las fichas del método, de forma
organizada y ordenadas por categorías. A la vez que mostramos la ficha con la imagen
decimos el nombre de lo que representen.

Esta es la forma de estimular de forma combinada tanto por la vista como por el oído,
ayudando a que la persona logre retener el concepto con mayor facilidad.

Es un método de aprendizaje que no cuesta ningún esfuerzo y es una forma muy eficaz para
ampliar los conocimientos que ya se tienen sobre cualquier cosa, con nuevos términos,
nuevas formas de denominar determinadas cosas, de clasificar los objetos que se muestran
en las fichas, etc., y sobre todo de ampliar vocabulario y desarrollar la memoria.

Este método también ayuda a trabajar la concentración y consigue grandes resultados en lo


relativo a la atención de los más pequeños, lo que se verá sin duda reflejado en sus años
posteriores como estudiante.
Cómo se aplica el método logo-bits

Para poner en marcha este método de aprendizaje, nos debemos poner frente al niño con
todas las tarjetas en nuestras manos, e ir enseñándoselas, de una en una, por cortos espacios
de tiempo, tan cortos como un solo segundo por cada tarjeta.

Según se muestra la tarjeta se debe mostrar el nombre de la imagen que aparece en la


misma.

Para llevarlo a cabo debemos hacerlo siguiendo algunos puntos clave que serán los que
consigan el éxito:

o Mostrar las imágenes con cierta lógica, ordenadas por categorías o conceptos
similares, siendo imágenes sencillas y claras, evitando aquellas que puedan parecer más
ambiguas.
o La imagen representada en la ficha debe representar algo concreto, ya sea un dibujo,
una fotografía, un símbolo o una palabra, el niño debe ser capaz de percibirla
correctamente.
o El tamaño de las imágenes o de las palabras que se representen en cada ficha, debe ser
suficiente como para que todos los niños, de cualquier edad los puedan ver
correctamente y sin problema, y se deben representar sobre un fondo de color
blanco para que la atención del niño se dirija, directamente, sobre el elemento en
cuestión.
o Los niños que trabajen con este método serán capaces de relacionar unos objetos con
otros y de distinguir tanto en qué se parecen como en qué se diferencian.

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