Вы находитесь на странице: 1из 3

1

RENOVACION EN EL ESPIRITU
Homilía en la Solemnidad de Pentecostés,
20 de mayo de 2018
+Jorge L. Urosa Savino, Arzobispo de Caracas

Si vivimos según el Espíritu obremos según el Espíritu

Amadísimos hermanos:

Hoy, en la sagrada Liturgia, el Señor Jesús renueva el misterio de Pentecostés. Aquella


efusión del Espíritu Santo que había comunicado a sus apóstoles el domingo de Pascua, la
manifiesta el Señor de manera visible en la fiesta judía de Pentecostés (Cfr. Hch 2, 1-47).
El efecto fue inmediato: aquellos hombres que estaban todavía encerrados en sí mismos,
comenzaron de inmediato a anunciar al mundo las maravillas del reino de Dios, el gozo de
la salvación, el perdón de los pecados, la venida de un mundo nuevo.

A partir de ese día los apóstoles comenzaron a edificar la Iglesia, con la fuerza y la alegría
del Espíritu de Jesús. Y hoy, en el mundo entero a los fieles congregados en oración
eucarística, el Señor renueva en nosotros la fuerza de la acción del Espíritu Santo, para que
vivamos según ese Espíritu, que es el espíritu del amor, de la luz, de la vida, alma de la
Iglesia y de la tan ansiada renovación.

Con alegría celebramos el Día de Pentecostés. Conmemoramos y renovamos aquel


momento privilegiado en que los Apóstoles, en unión con nuestra madre amorosa, María
Santísima, recibieron visiblemente la plena efusión del Espíritu Santo, para iniciar así la
obra de la evangelización. Cristo resucitado envió visiblemente a los Apóstoles su Espíritu
divino, el Espíritu del amor y de la paz, de la vida y de la salvación, para que ellos a su vez
lo comunicaran a todos los creyentes a lo largo de la historia.

Unidos en oración rogamos al Señor que envíe su Espíritu abundantemente sobre cada uno
de nosotros, sobre muestras familias, sobre la Iglesia toda, a fin de que podamos tener la luz
y la fuerza necesaria para amarlo sobre todas las cosas, y para vivir a fondo y con gozo
nuestra gloriosa condición de Hijos de Dios, discípulos de Cristo, y miembros de la
Santa iglesia Católica.

Oramos también para que cada uno de nosotros abra su corazón al Señor, y nos dejemos
guiar por su Santo Espíritu en la vida familiar, en el cumplimiento de nuestros deberes, en
la vivencia de los diez Mandamientos de la Ley de Dios. Oramos también especialmente
por nuestra Patria, para que el Espíritu de Dios nos ayude a encontrar los caminos de la paz,
y nos fortalezca en la lucha por el bien y la verdad.

ESTE PENTECOSTÉS

Celebramos este Pentecostés en un momento de grandes desafíos para la Iglesia, en un


mundo secularizado y hostil, no sólo al cristianismo sino a cualquier religión. Vivimos este
Pentecostés en una época dominada por la anticultura de la muerte, Al caer en la cuenta de
esto hemos de rechazar la pretendida idolatría del hombre por el hombre que ha conducido
2
a la injusticia, al terrorismo, a la guerra, al imperio de la droga y de la violencia, del aborto
y la eutanasia.

Por ello oramos al Señor nos comunique su Espíritu Santo, para que rechacemos y
venzamos esa anticultura de muerte, y seamos heraldos y adalides de la vida. Precisamente
por eso es necesario que la Iglesia toda, y cada uno de nosotros personalmente, fieles,
religiosos, sacerdotes, abramos nuestros corazones al Señor y nos dejemos llenar del
Espíritu Santo, para tener vida, y rechazar las fuerzas de la muerte; para poder amar con el
mismo amor de Dios a todos nuestros hermanos, y especialmente a los pobres, a los
débiles, a los pecadores, a los alejados de Dios; para comunicar vida y paz y alegría a
nuestros hermanos.

EL SEMINARIO: CRISOL DEL ESPÍRITU

Estas reflexiones deben ser especialmente acogidas por los jóvenes que en nuestros
Seminarios de Santa Rosa de Lima y Redemptoris Mater se están preparando para ser
ministros, dispensadores de los dones de Dios, y lideres de la iglesia en el siglo XXI.

Venezuela necesita sacerdotes santos, que quieran realmente identificarse con Jesucristo en
el cumplimiento de la voluntad del Padre, que quieran ofrecerse a sí mismos como oblación
santa al padre celestial, por la salvación del mundo. He allí la meta de la formación
sacerdotal, el objetivo del Seminario, donde, según la acción del espíritu de Dios, se
acrisolen los corazones de los futuros sacerdotes,.

Hoy pedimos especialmente por nuestros Seminarios, para que sean Cenáculos donde la
acción de Cristo y la manifestación del Espíritu Santo se hagan permanentemente presentes.
Pedimos que haya generosidad, docilidad para la formación de acuerdo a las enseñanzas del
Evangelio trasmitidas por la iglesia. Búsqueda de una preparación espiritual humana y
pastoral de excelencia, lo cual solo se consigue con la práctica de la virtud.

Queridos hermanos: Les pido que oremos con insistencia al Señor por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas en nuestra Querida Caracas, y especialmente por
nuestro Seminarios Arquidiocesanos, viveros de futuros sacerdotes, para que sean centros
de intensa vida espiritual, de elevada condición académica, y de recia formación pastoral
de santos, doctos y diligentes sacerdotes para el servicio pastoral y alegría de todos ustedes,
hijos y fieles de nuestra Santa Iglesia.

CONCLUSIÓN

GRACIAS A LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU DE DIOS, NUESTRA IGLESIA VIVE,


SE RENUEVA Y CRECE.

¡Que este nuevo Pentecostés sea ocasión de renovación y crecimiento espiritual para todos
ustedes, su familia y para nuestra querida Patria! Que todos queramos seguir a Jesús, para
ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto. Como lo hizo la madre Carmen
Rendiles, cuya beatificación celebraremos dentro de 4 semanas.
3
Pongamos esas intenciones en manos de nuestra madre amorosa, la Virgen de Coromoto.
María es hoy también ejemplo y modelo para cada uno de nosotros, sacerdotes, religiosos,
seminaristas y fieles. Ella fue dócil a la Palabra de Dúos, y en ella el Espíritu Santo realizó
la maravilla de la encarnación. Que N.S, de Coromoto nos ayude a seguir a Cristo, y a
actuar siempre según las inspiraciones del Espíritu de Dios. Amen.

Вам также может понравиться