Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
PRACTICA DE LABORATORIO I
EL informe está incompleto, la nota que tienen todos es
Aldeuli Roque
Carlos parejo
Jesús García
José Quijano
La conductividad térmica es una propiedad de los materiales que dice cuan fácil es
la conducción de calor a través de ellos. Es elevada en metales y en general en
cuerpos continuos, y es baja en los gases y en materiales iónicos y covalentes,
siendo muy baja en algunos materiales especiales como la fibra de vidrio, que se
denominan por eso aislantes térmicos. La conductividad térmica es nula en el
vacío ideal, y muy baja en ambientes donde se ha practicado un vacío elevado.
También hay que tener en cuenta que en el resto del mundo hay entidades para
regular las normas técnicas
2.1) ¿Por qué los metales son mayores conductores de calor que
los no metales?
Los metales tienen varios millones de átomos, cada uno con dos o tres electrones
en su órbita externa (electrones de valencia). Estos electrones de valencia, en los
metales, se caracterizan por una tendencia a liberarse de electrones para lograr
cierta estabilidad en cuanto a la configuración de los mismos. Cabe destacar que,
en cambio, en su gran mayoría, los no metales tienen entre unos cuatro y ocho
electrones de valencia, que carecen de esta tendencia. Esos átomos liberados
forman una suerte de nube de electrones, la cual conduce la electricidad con suma
facilidad. Cuando se aplica un campo eléctrico al material, los electrones de la
misma comienzan a fluir desde un extremo del metal a otro libremente. Lo mismo
ocurre con el calor en la conductividad térmica.
todos los átomos son constituidos por núcleos pesados, conformados por
neutrones y protones, y electrones, mucho más livianos, orbitando a relativamente
grandes distancias del núcleo. Como hay tantos electrones como protones los
átomos son naturalmente neutros, dado que electrones y protones poseen cargas
eléctricas iguales y de signos opuestos. Además, los electrones no conforman una
nube informe alrededor de los núcleos, sino que se disponen en órbitas bastante
bien definidas con distancias variables, dependiente del número de electrones que
posee el átomo. Los metales tienen pocos electrones en sus órbitas exteriores ,
En esas condiciones, cuando se hayan conformado un sólido con otros átomos
iguales, tienden a satisfacer su neutralidad compartiendo esos electrones con sus
vecinos en una nube electrónica que se mueve más o menos libremente en todo el
sólido.
Ante el menor campo eléctrico externo estos electrones tienden a moverse
rápidamente y por eso los metales son buenos conductores eléctricos.
Los no metales en cambio tienen sus órbitas exteriores pobladas por varios
electrones y tienden a combinarse formando compuestos en los cuales las
uniones son muy direccionales y los electrones se hayan muy localizados y
amarrados a átomos individuales.
Los campos eléctricos aplicados son generalmente no suficientes para arrancarlos
de sus posiciones y estos materiales constituyen buenos aislante eléctricos
La disposición de los átomos de un cristal metálico muestra un arreglo periódico
embebido en un mar de electrones siempre dispuestos a flotar libremente por todo
el cristal.
En esas condiciones las uniones no son para nada direccionales y ante una
tensión aplicada en una grieta los átomos deslizan entre sí y la grieta se ensancha
en forma dúctil.
En cambio, la estructura de los cerámicos posee uniones muy fuertes que
prefieren, ante una solicitación externa en una grieta, romperse antes que deslizar.
La grieta tiende a progresar catastróficamente y a atravesar el material de una
forma característica de una rotura frágil.
Los metales en cambio, relajan las tensiones por deformaciones plásticas
localizadas. En los sólidos no metálicos, la transferencia de calor se estima que se
realiza a través de las vibraciones de la red cristalina del sólido. En esta
transferencia, los átomos de una parte del sólido que están vibrando mas
enérgicamente, transfiere esa energía hacia los átomos vecinos menos
energéticos. Esto se puede mejorar por el movimiento cooperativo en forma de
propagación de ondas de la red atómica, que son cuantizadas como fonones. En
la práctica hay tanta variedad en los sólidos no metálicos que cuando hacemos
cálculos ordinarios, caracterizamos a las sustancias por la medida de la
conductividad térmica.
La conductividad térmica de los metales, es bastante alta y aquellos metales que
son los mejores conductores eléctricos son también, los mejores conductores
térmicos. A una determinada temperatura, las conductividades térmicas y
eléctricas de los metales son proporcionales, pero aumentando la temperatura,
aumenta la conductividad térmica mientras disminuye la conductividad eléctrica.
Este comportamiento está cuantificado en la ley de Wiedemann-Franz: