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Índice

Palma, Héctor A.
Conexiopes y fronteras: desafíos filosóficos de las ciencias sociales en
el siglo QOU\ 1 Héctor A. Palma; editado por Héctor A. Palma. - la. ed. -
Ciudad hnt ónoma de Buenos Aires: Biblos, 2018.
285 pp.; 23 x 16 cm. (Estudios)

ISBN 978-987-691-633-2

l. Ciencias Sociales. I. Palma, Héctor A., ed. II. Título.


CDD 301.01
Presentación
Los viejos ruidos ya no sirven para hablar 9
Héctor A. Palma ....... ......... 00 • • • • • 00 • • • • • • • • • • • • • • • • • • 00 • • • • • • • • • • • • • • • • • • 00 • • • • • • • • • • • • • • • • • • 00 • • • • 00 • • • • • 00 • • • • • 00

1, Los caminos y las fronteras ¡;


Héctor A. Palma 00 00 00 00 0 0 . 0 0 . 00 00 00 00 0 0 0 0 . 0 0 . . . 00 00 00 0 0 . 0 0 00 00 00 . . . 00 . . 00 0 0 . 0 0 0 0 00 00 00 00 00 0000 00 00 00 . . . 00 00 . . 00 00 00 0 0 . 0 0

2. La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes


científicos .,
Héctor A. Palma oooooooooo ooooooooooooooooooooooooooooooooooOOooooooooooooooooooooooooooOOoooooooooooooooo o ooooOoooooo. : ? 1
3. Nihilismo, tecnología y política: la impronta de la modernidad
tecnológica en la teoría política 'e \
Rubén H. Pardo ..... ........... . 00 • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ••••••• ••• ••••••••••••••• • •••• • • • • • • • 00 • • • • 00 • • • • •••••••••••

Diseño de tapa: Luciano Tirabassi U. _j


de tapa: Planet Phoenix. J Colores en Unsplasi¡r ¡, 4. Los enredos de una taxonomía: sociedades y naturalezas en las fauces

~;:rí~;~~~e~:~~~~~'~loooooooooooooooooooooooooooooooooooooo.,oooooooo.,oooooooo.,oooooooooooooooooooooooooo.,ooooooooo33
Armado: Hernán Díaz - .h...
\-o1u '()or
@ · ~ G.J.AkCV? 11ot \
©Editorial Biblos, 2018 5. Defensa y cuestionamiento del sentido: h ermenéutica, estructuralismo
Pasaje José M. Giuffra 318, Cl064ADD Buenos Aires y deconstrucción en la filosofía de las ciencias sociales contemporáneas J.ZS
in{o@editorialbiblos.com 1 www. ~ditorialbiblos.c<b ,'\.f' Jorge Lulo
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· · · o o · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · o o · · · · · · · · · · · · · · · · · · o o · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·oo· · · ·

Hecho el depósito que dispone la Ley 11.723


1
,t
Impreso en la Argentina 6. Notas para una problematización de las ciencias sociales
en tanto saberes 59
lván Gabriel Dalmau oooooOoooooooo oo oooooooo·· · · oo • oooooooooooo oo ooooooooooooooooooooooo ooOO ooooooooo . . . . . . . . . . oo J .

No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión


o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o
mecánico, medi a nte fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito
7. La medicina: historia, saber y poder
del editor. Su infracción está pena da por las leyes 11.723 y 25.446. El higienismo como dispositivo de defensa social 11-5
Jorge Mallearel oooooooooo•• · oooooooooooooooooooo· · · · · · · oo·oo•oooo•.ooooooooooooo•oooooooooooo•oo•oo•oooooooOOoooooo oooooo•

Esta edición se terminó de I 8. _C iencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa .2.0~
imprirni~tSJF Thllet·~áneos;-- ~ ~ ~ 'Dol~a Hector A. Palma .
El a za ~ , uenos Aires , V.. V d e¡.., J 00 00 • • • • 00 00 • • • 00 0 0 . 00 0 0 . 0 0 00 00 • • • • 00 00 00 0 0 . 0 0 00 0 0 . 0 0 00 00 . 0 0 00 0 0 . 0 0 0 0 . 0 0 • • 00 00 00 00 0 0 . 0 0 00 . 0 0 . . . 0 0 . 0 0 00 00

RepúblicaArgentina, tn. a., VDf~ '1101


en febrero de 2018. O
9. El floreciente borde entre la parte y el todo: PRESENTACIÓN
perspectivas epistemológicas de la complejidad social J.2.i-
Martín Prieto ..... .......... ...... .. .... ... .... .. .... ..... ......... ..... ................... ...... ....... .... .. ...... .... .. . Los viejos ruidos ya no sirven para hablar
10. La danza de la marioneta y el autómata: apuntes para la reflexión
acerca de la tecnología 15 '"} Héctor A. Palma
José A. Gómez Di Vincenzo .... .......... ........... ...... ....... ... .... .... ... ...... .. ..... ....... ...... ..... .... .
1~5
Los autores ....... .... ........ ... ........ ... ... .... ... ........ ....... .. .......... ... ... .. ............ .... .... ... .. ....... .. .

No es ninguna novedad que la humanidad enfrenta una serie de proble-


mas y cambios inéditos, y probablemente irreversibles, a escala planetaria:
el calentamiento global, la contaminación ambiental y la desertificación por
eliminación de bosques naturales y ampliación de la frontera agropecuaria,
miles de millones de personas en la pobreza y la indigencia, principalmente
en Asia, África y América Latina; desigualdad creciente con una concentra-
ción obscena de la riqueza, globalización económica mediante; resurgimiento
de enfermedades asociadas a la pobreza y el carácter endémico de patologías
prevenibles; enfrentamientos y guerras de características inéditas, junto con
migraciones masivas en condiciones indignas; la compra, concesionamiento
u ocupación lisa y llana de enormes territorios de países pobres por parte
de potencias o grandes corporaciones. Es aún controversia! hasta qué punto
algunos de ellos son antropogénicos, pero es claro que la mayoría deriva
inequívocamente de la acción humana. Los cambios que se están producien-
do no son meramente cuantitativos o incrementales sino que han devenido
claramente cualitativos. El mundo ya no será lo que era. Pero la humanidad,
en 150 o 200 años, tampoco será lo que fue hasta ahora si agregamos a la
lista precedente los cambios que implican las nuevas tecnologías biomédi-
cas, cuyas consecuencias prácticas y para la autocomprensión humana son
difíciles de vislumbrar.
Resolver o enfrentar con probabilidades razonables de éxito estos pro-
blemas y desafíos requiere, necesariamente, cambios políticos, económicos,
culturales e ideológicos. Pero, en este contexto, también el aporte de las
ciencias y las t ecnologías, una condición claramente insuficiente, será re-
levante: solo el conocimiento no alcanza, sin el conocimiento no se puede.
Sin embargo, como decíamos, el cambio ha devenido cualitativo en varios
sentidos y no solo se trata de adquirir un conocimiento más profundo del
mundo natural y social y de más y mejores desarrollos tecnológicos, sino,
además, y sobre todo, de una r econfiguración o reorganización de los sa-
ber es. Las tradicionales estr ucturas disciplina r es que ha n funcion ado exi-
[ 9]
10 Héctor A Palma Los viejos ruidos ya no sirven para hablar 11

tosamente en los últimos siglos para conocer y dominar la naturaleza hoy pensar lo político a partir de este horizonte de falta de fundamentos y
resultan insuficientes bajo sus modalidades conocidas. Pensar la realidad en de racionalidad tecnológica que caracteriza a la época? Para\ intentar l\1
términos de límites y sectores estancos dificulta, cuando no impide, abordar responderla, analiza dos ejes centrales de la modernidad -la crisis de los 1
problemas complejos y polifacéticos en la dimensión adecuada. Las tareas fundamentos y la tecnología-. Dada la imposibilidad de abordar todas las
sustanciales de la ciencia (explicar, comprender, predecir) requieren también respuestas a estos dos temas centrales de la modernidad (la crisis de los
una necesaria redefinición de las incumbencias disciplinares estancas de la fundamentos y el rol de la tecnología) conocidas a lo largo del siglo XX y
modernidad sobre la base de una racionalidad ampliada, no fragmentada, del incipiente siglo XXI, el trabajo se centra en la contraposición entre los
que incluya otros abordajes y perspectivas. abordajes decisionistas -de Friedrich Nietzsche a Carl Schmitt-, y las
Los artículos que componen este libro pretenden ser un aporte a tales concepciones que plantean la necesidad de reconstruir y ampliar la idea
redefiniciones a partir de un abanico de problemas filosóficos que tienen, de de razón desde una comprensión lingüística de la racionalidad, como es el
un modo u otro, a las ciencias sociales en el centro del debate. Podríamos caso de Jürgen Habermas, a partir de la idea de razón comunicativa, o el
decir, algo presuntuosamente, que son aportes para una agenda de filosofía de Hans-Georg Gadamer con su concepción hermenéutica.
de las ciencias sociales que no apunte a preservar mezquinamente un nicho En el capítulo 4, Martín Prieto discute uno de los tópicos polifacéticos
académico específico a resguardo de una auditoría epistemológica general y con más tradición de la ciencia y la cultura occidental, que suele adoptar
(esta ha sido la estrategia defensiva corriente) sino todo lo contrario, lo los rasgos de una dicotomía: lo natural y lo social. Las disputas sobre esta
cual incluye repensar el lugar de las ciencias sociales en el mundo actual. distinción han marcado el desarrollo conceptual de las ciencias sociales, y
en virtud de ella hoy se discute su futuro. El artículo realiza un análisis
histórico y filosófico de esas categorías, y aborda algunas corrientes teóricas
Este libro en ciencias sociales que buscan repensar los estrechos y aporéticos límites
de la dicotomía, sobre todo para evaluar el rol de la teoría social frente al
En el capítulo 1, Héctor Palma analiza los distintos modos en que se suele acuciante problema de la crisis ambiental global.
hablar de "límites de la ciencia": en la tradicional filosofía de la ciencia, la En el capítulo 5 Jorge Lulo se propone poner en discusión al paradigma
idea de "fin de la ciencia" (que denomina "límite épico"), los límites cognitivos hermenéutico de las ciencias sociales con las corrientes estructuralistas
y tecnológicos, los límites éticos y disciplinares, los límites de incumbencia y y posestructuralistas, también emparentadas con el giro lingüístico ¡ere-,
las utopías cientificistas. Sin embargo, la tesis que guía el artículo sostiene la filosofía de las ciencias sociales, que problematizaban la posibilidad ~
que es mucho más fructífero pensar no tanto en los límites, ya que de ese comprender plenamente el sentido de los textos y, por extensión, de las
modo se oculta un aspecto más interesante del problema, sino más bien en prácticas sociales. Concretamente estas corrientes objetaban la afirma-
la existencia de zonas grises, zonas de intersección e interacciones más o ción de que todo acto de interpretación es, al mismo tiempo, un acto de
menos amplias y difusas que la idea misma de límite implica. traducción. Seguidamente se analizan las respuestas de la hermenéutica
En el capítulo 2, el mismo autor analiza la división teórica, administrati- al desafío que autores como Michel Foucault y Jacques Derrida, si bien
va, académica y cultural de los saberes en disciplinas científicas aisladas y con distintas modulaciones, plantearon desde una plataforma semiológica
que surge de las marcas distintivas de nuestra tradición moderna, a la que que ponía en cuestión la accesibilidad del sentido. Por último, se hace un
califica como analítica, simplificadora y compartimentadora de la realidad. esbozo de la concepción de la hermenéutica clásica en torno al lenguaje y la
En segundo lugar muestra algun1 s de las limitaciones de esta forma de \ {;)..,¡ problemática de la verdad con el fin de discutir su alcance epistemológico
organización -que, por otra parte, ha demostrado ser exitosa-, a saber: las y su aptitud conceptual para sostener el entendimiento de los significados
cuestiones propias del mundo biológico no pueden ser explicadas solamente que nutren la convivencia diaria de los actores sociales en sus comunidades.
en términos físico-químicos y las cuestiones sociales -correlativamente- no En el capítulo 6 Iván Dalmau, apoyándose en parte de la producción de
pueden ser explicadas desde lo meramente biológico. En tercer lugar pasa Foucault, analiza las posibilidades de una crítica epistemológica de las cien-
revista a otras formas de pensar la organización de los saberes a partir cias sociales articulada por fuera de una pretensión normativa y según un
del abordaje de problemas complejos y se plantea la necesidad práctica de conjunto de herra mientas epistemológicas que habiliten objetivos ontológi-

\ t En'1
hacerlo.
capítulo 3, Rubén Pardo procura responder a la pregunta ¿cómo
co-políticos. De modo que más que una reflexión epistemológica ensimismada
o autosuficiente que discute sobre el problema de la objetividad, se articule
12 Héctor A. Palma

con una "vocación política" para interrogar a las ciencias sociales desde la l. Los caminos y las fronteras*
crítica acerca de las formas históricamente dadas de objetivación. Consis-
tentemente con el planteo epistemológico, el artículo explicita la idoneidad
y potencia filosófica del cambio o desplazamiento propuesto al enfocarse Héctor A. Palma
l6'en 14s modos de objetivación inmanentes al discurso económico neoliberal.
1e, En ).1 capítulo 7 Jorge Mallearel analiza, a partir de los desarrollos
teóricos y las categorías acuñadas por Foucault, la epidemia de fiebre ama-
rilla de Buenos Aires, desarrollada entre 1871 y 1872 bajo la presidencia
de Domingo Faustino Sarmiento. A partir del análisis de ese episodio que
causara un pánico generalizado, se plantea la posibilidad de repensar la
conexión entre ciencia y política.
)e, En '41capítulo 8, Héctor Palma analiza la función cognoscitiva que tienen Prefiero los caminos a las frontera s.
las metáforas en las ciencias, contradiciendo los enfoques tradicionales que
solo le asignan funciones retóricas, ornamentales, didácticas o, a lo sumo, Joan Manuel Serrat
heurísticas. Asegura que las metáforas que utilizan los científicos (al menos
una gran cantidad de ellas) dicen algo por sí, y no como meras subsidiarias We will build a big and beautiful wall.
de otras expresiones consideradas literales y, por lo tanto, tendrían fun- Donald Trump, acerca de la construcción de
ciones cognoscitivas y epistémicas legítimas e insustituibles. Este cambio un muro en la frontera entre Estados Unidos y
de enfoque interpela al menos cuatro campos de problemas diferentes: el México, durante la campaña proselitista
concepto mismo de metáfora, la tradición epistemológica estándar y sus
herejías posmodernas como los estudios sociales de la ciencia, la historia
de las ciencias, y, finalmente, las ciencias biológicas y cognitivas. l. Las limitaciones de los límites
En el capítulo 9, Martín Prieto examina la situación de la ciencia frente
a la complejidad social. Trabaja con algunas ideas de los enfoques sistémicos No hay duda de que el conocimiento humano en general y la ciencia en
y las nuevas ciencias de la complejidad para explorar límites y posibilidades particular tienen límites. Es una verdad de Perogrullo, una obviedad fun-
de tratamiento y elucidar la naturaleza de lo complejo. Centra su análisis dacional que derivó antiguamente en mitos acerca de cómo los humanos
en el fenómeno de la emergencia y sus implicancias para el viejo problema habrían obtenido conocimiento de fuentes divinas y, andando los siglos,
epistemológico de la relación entre la parte y el todo, a propósito de lo cual también ha mantenido ocupada a buena parte de la filosofía tratando de
discute dos principios o estrategias de las ciencias sociales: individualismo establecer las fuentes y los reaseguros metodológicos de las verdades acerca
y holismo del mundo. Los intentos de establecer límites, por otra parte, también han
En el capítulo 10 José Gómez Di Vincenzo aborda una serie de debates sido las marcas distintivas de la racionalidad científica occidental.
suscitados en los últimos años en la filosofía y las humanidades en general, Sin embargo, la pregunta misma por los límites de la ciencia deriva
acerca de la dimensión política de los cambios que el desarrollo científico-tec- inmediatamente en dos cuestiones complementarias. La primera, obvia
nológico está produciendo en los albores del siglo XXI. La problemática gira y explícita, es que, en la medida en que la ciencia es un fenómeno polifa-
alrededor de la incierta continuidad del humanismo como factor clave que cético y complejo, una irreductible polisemia invade la conversación: hay
opera como núcleo conceptual de los ordenamientos culturales y políticos distintos tipos de límites y hay distintas cosas limitadas . La segunda, más
y su eventual desplazamiento hacia un horizonte político poshumanista, velada e interesante, es que la idea misma de límite (al menos en lo que
cuyas formas políticas aún están por perfilarse. aquí nos ocupa) implica la existencia de zonas grises, zonas de intersección

'' Las principales ideas de este texto, en una versión algo diferente, fu eron publicadas en Bril
y Sabugo (2017).

[ 13 l
14 Héctor A Palma Los ca minos y las fronteras 15

e interacciones más o menos amplias y difusas. En este sentido, los límites fácilmente . Exclusividad que no se refiere solo a su carácter creciente y
resultan una ficción, y no porque est én bien o mal puestos o estén ubicados exacerbadamente especializado y a los complejos rituales institucionales de
artificial o forzadamente (lo cual también puede ocurrir), sino más bien acceso a la comunidad científica, sinóJ más bien a los valores asociados a la
porque allí donde hay un límite, inmediata e ineludiblemente, surgen esas ciencia: un lugar, de verdad, de palabra específica, autorizada y reconocida,
interacciones, intersecciones y solapamientos que resultan más potentes e una suerte de imperialismo epistémico, en suma. La ciencia, según este
interesantes para explicar fenómenos o procesos polifacéticos. Por ejemplo, punto de vista y por derecho propio, sería el saber más idóneo e importan-
entre las ciencias y el contexto sociohistórico, entre campos disciplinares te de que disponemos los humanos para explicar el mundo (y dominarlo).
del mismo rango epistemológico cuya delimitación se manifiesta arbitraria Aunque hay excelentes razones tanto para aceptar como para discutir esta
cuando se abordan objetos complejos, entre filosofía y ciencia, entre ciencia tesis, aquí me limitaré a dar una interpretación de cómo, en los últimos cien
e ideología, ciencia y literatura o ciencia y religión; entre ciencia y lo que años, la filosofía de la ciencia ha forzado la cuestión de los límites entre la
algunos llaman seudociencias, etcétera. ciencia y otras manifestaciones de la cultura, y luego los estudios sociales de
Como toda metáfora, la de los "límites de las ciencias" muestra pero ocul- la ciencia han intentado diluirlos, y, finalmente, de cómo ambas estrategias
ta, dice no diciendo, ilustra pero confunde. Pero esta cualidad de la metáfora llevaron a callejones sin salida.
conlleva una gran virtud si se la sabe aprovechar: en lugar de emprender A fines del siglo XVIII Kant marcó un quiebre irreversible al separar el
una auditoría epistémica en pos de la austeridad y la pureza semánticas, conocimiento de la tentación metafísica inherente a la condición humana y,
se trata, más bien, de comprender la metáfora en su riqueza y complejidad a despecho de que su objetivo sistémico era otorgar cierto privilegio y una
aprovechando la potencia heurística y epistémica de los solapamientos, las función insoslayable a la metafísica, inauguró los intentos de salvaguardar
intersecciones y las borrosidades, que los límites suelen obviar. Claro que la ciencia -ya en sentido plenamente moderno, o sea post Revolución Cien-
se corre el riesgo contrario, es decir, borrar fronteras donde las hay clara- tífica, e ilustrado- de la contaminación de otros saberes y de constituirla
mente y convalidar un pastiche relativista en el cual todo valga lo mismo. en el reino de la objetividad y la neutralidad. La Crítica de la razón pura es
Pues bien, intentaremos reflexionar sobre lo primero y evitar esto último. justamente un intento por delimitar entre los alcances del conocimiento con
Se puede comenzar tomando la definición de "límite" del diccionario de fundamento empírico por un lado, y por otro lado la metafísica, en la que los
la Real Academia Española: "Línea real o imaginaria que separa dos terre- humanos se pierden cuando se aventuran más allá de la experiencia posible.
nos, dos países, dos territorios" y, en la segunda acepción, "fin o término". O Los crecientes éxitos en algunas áreas de las ciencias naturales modernas
sea, refiere tanto al lugar al que no se puede entrar como también del que abonaron las posiciones filopositivistas (Kolakowsky, 1966). Primero en la
no se puede salir o no se puede ir; el adentro y el afuera. Esta distinción, Ilustración -no exentas de las indeseadas consecuencias formuladas crítica
sutil pero clara, puede servir para armar un mapa de los diversos modos en y lúcidamente en el pensamiento de Hume- y luego en los positivismos del
que se ha hablado de los límites de las ciencias. A través de los tiempos se siglo XIX y, ya a principios del siglo XX, se consolida la filosofía de la cien-
han dado respuestas en uno y otro sentido, es decir, señalando los límites cia, como disciplina, en el seno del empirismo lógico (principalmente en el
dentro de los cuales la ciencia resulta soberana, y también los límites como Círculo de Viena~ en cuya agenda aparece como tema central el problema
espacios más allá de los cuales no es posible conocer, o bien que la ciencia de la demarcación entre ciencia y el resto de los productos de la cultura.
más allá de ellos no tiene incumbencia alguna. Sin la menor intención de De modo que una de tsl:*6l principales tareas de la filosofía -reducida ya a
que la denominación implique valoración alguna, podemos calificar como mero auditor (y auxiliar) de la pureza de la ciencia- sería hallar un crite-
límite en sentido positivo al primero y en sentido negativo al segundo. rio canónico y a priori , normativo, jerárquico y excluyente, que limitase
clara y taxativamente entre la buena ciencia, la ciencia legítima, y otras
manifestaciones discursivas humanas. 1 Una ciencia que cumpliera con
2. De la fortaleza de la objetividad los requisitos de neutralidad y objetividad; diferenciada del pensamiento
a las fronteras difusas del relativismo puramente especulativo y sin sustento empírico ; que pudiera desarrollarse

Probablemente una de las imágenes más fuertes de la ciencia contem- l. La originalida d de los empiristas lógicos probablemente ra dica -como señala Ayer (1959}- en
porán ea, instala da en el corazón mismo del imagina rio social, la ubica en que hacen depender la imposibilidad de la metafísica no en la naturaleza de lo que se puede
un lugar de exclusividad y jerarquía epist émica al que no se puede entrar co nocer, sino en la naturaleza de lo que se puede decir. Sobre el giro lingüístico véa nse también
los capítul os 3, 5 y 8 de este volumen.
16 Héctor A Palma Los caminos y las fronteras 17

evitando la influencia y las determinaciones de las condiciones sociales y a su época, sin más determinación, resulta trivial. Si hay alguna relación
materiales de su producción, consideradas negativas y difusas. La discusión concreta y real entre la emergencia de determinadas ideas científicas y las
fue larga, compleja e, incluso, aporética en ocasiones, pero se destaca la condiciones de la época en que surgen, o sea si tienen historicidad las ideas
propuesta inicial (y rápidamente puesta en cuestión) del Círculo de Viena científicas, no se trata meramente de explicar en qué consiste la creatividad
del criterio verificacionista del significado; inmediatamente, en 1934, le si- individual (psicológica o neurológicamente hablando), o de señalar que hay
gue la contra propuesta popperiana sobre la falsabilidad de los enunciados cierta influencia, interrelación o correlación entre la ciencia y el contexto
científicos. El primer criterio (semántico) limita la ciencia por un lado y los sociohistórico porque la ciencia, finalmente, no es más que un producto
enunciados metafísicos, especulativos, emotivos y artísticos (sin significado humano. Como decíamos, ese expediente es trivial. Pero, en el otro extre-
cognitivo) por otro; el segundo (metodológico) establece los límites entre la mo, atribuir al contexto la capacidad de determinar fuertemente la verdad
ciencia y la seudociencia. científica parece llevar directamente a concepciones relativistas y, sobre
Pero el esfuerzo por establecer los límites también aparece en otro de todo, a desconocer la parcial autonomía interna de la actividad científica.
los tópicos de esta versión estándar de la filosofía de la ciencia: entre lo que Se trata de encontrar interacciones que seguramente no son causales (en el
llamaron contexto de descubrimiento, por un lado, y contexto de justificación, sentido físico moderno de "causalidad") pero tampoco triviales. N o hay receta
por el otro. 2 El primero es el ámbito en el cual se concibe la ciencia como a priori para resolver esta tensión porque la historia empírica es variada y
el proceso histórico, sociológico y psicológico de generar una teoría o con- no parece haber patrones más o menos fijos o estándar según los cuales se
cepto científico, al segundo le corresponden las instancias de validación y producirían esas interrelaciones. En los ejemplos del párrafo precedente está
legitimación de esas teorías o conceptos. Esta distinción explicita un límite claro que en el caso del darwinismo los paralelos y las relaciones posibles
razonable cuando se trata de distinguir entre el momento creativo de un son múltiples y en el caso de la relatividad probablemente no se encuentre
científico, el momento de la súbita inspiración psicológica de la novedad, por casi nada, salvo forzando las cosas.
un lado, del momento de dar buenas razones, argumentos y pruebas para El límite entre contextos, planteado por la filosofía de la ciencia están-
que esa novedad sea bien aceptada por los pares. Los impulsos creativos, las dar, generó también una división disciplinar del trabajo: mientras que la
intuiciones, los estados mentales privados e incluso las revelaciones místicas auditoría sobre la "verdad" científica (que respondería a criterios empíricos,
pueden explicar de dónde y cuándo surge la novedad, pero, evidentemente, formales y metodológicos) era asunto técnico de la filosofía, las condiciones
no son suficientes a la hora de validar y legitimar el conocimiento pública sociohistóricas eran de incumbencia de la historia o la sociología que, a su
e intersubjetivamente. vez, nada podían decir sobre la legitimación de las teorías. La historia de
Sin embargo, el límite entre contextos que parece explicar adecuada- la ciencia se concebía como un "depósito de anécdotas", como diría Thomas
mente las cosas solo oculta una serie de cuestiones más relevantes y cuya Kuhn, críticamente, años más tarde aprovechando el concepto de "historia
respuesta claramente se ubica en la intersección, más que en su separación whig". Los estudios sociales se limitaban solo al análisis de las relaciones
artificiosa: la relación entre la ciencia y el contexto sociohistórico. Quedarse que se establecían en esas pequeñas sociedades que llamamos "comunidad
en la cuestión anecdótica o psicológica deja sin responder la pregunta (más científica" y las normas y la organización de la ciencia en tanto institución
importante): ¿qué relación hay, o podría haber, entre las condiciones sociales social, sus relaciones con otras instituciones y su integración o desintegración
(los prejuicios, el conocimiento disponible, la época, la cultura, las creencias en la estructura social (Merton, 1973). Según este punto de vista, los impe-
instaladas, el imaginario social, las teorías científicas establecidas, etc.) y rativos institucionales derivaban del objetivo de la ciencia y sus métodos,
el contenido de las teorías? Más específicamente, ¿qué relación hay entre la pero no al revés. Es decir que los contenidos de la ciencia dependerían solo
teoría darwiniana de la evolución y la Inglaterra victoriana o la aventura de su función -el aumento del conocimiento- y de sus métodos técnicos.
colonial inglesa/europea?, ¿y entre la teoría de la relatividad y el contexto Así, los éxitos eran el resultado de la correcta aplicación de la racionalidad
social y político de principios del siglo :xx?3 Decir que no hay ninguna pa- científica, mientras que, a veces, los errores se endilgaban a los prejuicios
rece falso, pero apelar a la máxima según la cual ningún hombre escapa epocales, al carácter refractario de la sociedad que podía detener o lentificar
el proceso de crecimiento lineal del conocimiento . Se pontificaba sobre la
2. Esta distinción, que luego se transformó en un tópico de la epistemología, fue señala da necesidad de que la racionalidad científica preservara su objetividad y neu-
inicialmente por el astrónomo John Herschel, pero la popularizó Reichenbach (1938). tralidad desplegándose de manera autónoma, esquivando la interferencia
3. E l largo y rico debate, en la filo sofía y la hi storia de la ciencia, entre historia interna e de los suj etos individuales o colectivos que producen la ciencia.
hi sto ria exte rn a refi ere a este problema (véanse, por ejemplo, Lakatos, 1970; Kuhn, 1977).
18 Héctor A. Palma Los caminos y las fronteras 19

Pero volvamos un poco atrás. Apenas consolidado el corpus del empirismo propia estructura, organización y relaciones internas; y porque la actividad
lógico (Ayer, 1959) en la década de 1930 comenzaron las herejías y críticas científica se encuentra profesionalizada, por lo cual los factores macroso-
que socavaron poco a poco la fuerza y rigidez inicial de las tesis principales. 4 ciales externos influyen en la forma y el funcionamiento de la comunidad.
El problema de la demarcación fue perdiendo interés porque la caracteri- Rápidamente surgen nuevas líneas de estudio como, por ejemplo, los pro-
zación de la ciencia, en tanto fenómeno cultural, fue haciéndose cada vez gramas relativista (Collins, 1974, 1983; Pinch, 1981; Pickering, 1981, 1984;
más desde un punto de vista sociohistórico con los llamados "nuevos filóso- Harvey, 1981) y constructivista6 (Latour y Woolgar, 1979; Latour, 1987;
fos de la ciencia", como Hanson (1958), Toulmin (1961, 1970), Feyerabend Woolgar, 1988). También adquirió cierta relevancia la retórica de la ciencia
(1970) y principalmente, por ser el más influyente, Kuhn (1962). 5 Con este (Locke, 1992; Coorebyter, 1994; Bauer, 1992) que básicamente sostiene la
"giro historicista" se suplantó la búsqueda de criterios -o límites- más o posibilidad (y la necesidad) de analizar el discurso científico utilizando las
menos formales o a priori, por la aceptación de que la ciencia es lo que los categorías del análisis literario y del discurso, bajo el supuesto de que el
científicos hacen, o sea aquello que surge de la práctica concreta y real de la objetivo primordial del escrito científico es persuadir a los pares. Se trata,
comunidad científica con sus propias reglas y métodos, criterios y rituales de básicamente, de líneas de trabajo relativistas, incluso irracionalistas acerca
legitimación. Consecuentemente, se revaloriza la historia y la sociología de del conocimiento científico que han abierto perspectivas nuevas y han hecho
la ciencia en un sentido epistémico, es decir, considerando que las prácticas aportes a la comprensión del complejo fenómeno de la ciencia, pero con un
de los científicos resultan relevantes para la legitimación y fundamentación defecto de origen: confundieron la parte con el todo. O sea, la ciencia es
del conocimiento. Ello provoca, otra vez, un reacomodo no solo conceptual un producto social (en el sentido fuerte), el conocimiento se construye, los
sino también disciplinar al surgir las llamadas sociologías del conocimiento científicos intentan persuadir a sus pares, etc., pero no solo eso.
científico (para diferenciarse de la sociología de la ciencia tradicional) que, Resumiendo este largo y complejo proceso, puede decirse que hubo un
inspirándose en una lectura algo exagerada e injustamente relativista de la gran esfuerzo inicial de la filosofía de la ciencia por encontrar criterios para
obra de Kuhn, sostienen como punto fundamental el rechazo de la conside- esclarecer las diferencias y especificidades de la ciencia, por establecer lími-
ración del conocimiento científico como caja negra y reclaman su apertura al tes, en suma. Su fracaso parcial se explica, probablemente, por su misma
análisis sociológico. Estos nuevos estudios sociales de la ciencia, a diferencia rigidez y exacerbación, y se manifiesta en la impotencia para explicar qué
de la ya mencionada sociología de la ciencia tradicional, lograron describir tiene de común y cómo se relaciona la ciencia con otras prácticas humanas.
con gran precisión la forma en que las comunidades científicas constituyen El deterioro de esas tradicionales tesis fuertes llevó a reconocer que es en
sus creencias y toman decisiones epistémicas, la correlación entre las dife- las prácticas de la comunidad científica, o sea en el proceso mismo, donde
rentes fases del desarrollo científico y las estructuras sociales asociadas a acontece la legitimación, validación y aceptación del conocimiento. Pero los
ellas, lo mismo que la constitución de nuevos campos científicos. desarrollos posteriores, principalmente de los estudios sociológicos, al poner
Resultó fundamental el strong programme, desarrollado a mediados de el acento en mostrar en qué se parece la ciencia a otros tipos de prácticas
la década de 1970 en la Science Studies Unit de Edimburgo, fundamental- culturales, resultaron impotentes para explicar lo que la ciencia tiene de
mente a partir de los trabajos de David Bloor (1971) y Barry Barnes (1987). específico. De modo que pensar en términos de límites condujo a una suerte
Consideraron que el conocimiento científico está determinado socialmente, de aporía: la exacerbación de estos, según la filosofía de la ciencia tradicio-
porque la actividad científica y el conocimiento resultante son productos nal, lleva a posturas cientificistas fuertes que más que hablar de la ciencia
del trabajo de los individuos en el seno de una comunidad científica, con su real crean una imagen estereotipada de ella, inexistente en la realidad
práctica; por otro lado, la disolución de esos límites estrechos lleva a ubicar
a la ciencia como un saber entre saberes en el auge de posturas románticas,
4. Véanse, por ejemplo, los trabajos de historiadores como Fleck (1935) y Burtt (1925 ); las posmodernistas, relativistas e irracionalistas hacia las últimas décadas
críticas de Popper (1935 ) al empirismo y al inductivismo ; los escritos de Quine (1960, 1969) del siglo pasado. Unos creyeron que salvar la neutralidad y objetividad del
sobre la indeterminación de la traducción, la infradeterminación de la teoría por los datos, la saber científico exige sustraerlo del medio en el que surge, otros creyeron
concepción holista de las teorías (tesis Duhem-Quine) y la propuesta de "naturali zar" la episte-
mología. Pa ra una nueva visión de las deri vaciones del empirismo lógico, véase Reisch (2005 ). derrumbar las pretensiones de neutralida d y objetividad diluyéndolo en
5. Véase Lakatos y Musgrave (1970), quienes recogen las principales ponencias del Coloquio
otras prácticas lingüísticas y juegos de poder. Unos limitaron la ciencia a
Internacional de Filosofía de la Ciencia (Lo ndres, 1965) en el cual se enfrentaron las posiciones
tradicionales (ya en su versión popperiana) y las nuevas posiciones encarnadas principalmente
- pero no exclusiva mente- en el trabajo de Kuhn (1962). 6. Véase el capítulo 7 de este volumen.
20 Héctor A. Palma Los caminos y las fronteras 21

una estricta lógica interna empobrecidamente metodológica y algorítmica, a priori acerca de la ciencia, como lo han hecho a lo largo del siglo XX los
otros la diluyeron en una lógica externa, amplia y difusa en la cual todo epistemólogos, sino que debe conocer el campo científico en el cual trabaja
vale lo mismo. En ambos casos pierden de vista las fructíferas e ineludibles para dar cuenta de problemas propios de él.
conexiones que explican el fenómeno de la ciencia.
El largo proceso moderno y el panorama hacia fines del siglo xx podría
resumirse en las brillantes palabras de Fran9ois Jacob (1997: 132): 3. De donde no se puede salir o adonde no se puede acceder

El siglo@ tuvo la sabiduría de considerar la razón como una Como se decía anteriormente, hay otras formas de pensar los límites de
herramienta necesaria para tratar los asuntos humanos. El Siglo de la ciencia, que he llamado "negativos" y que, con frecuencia, se intersectan
las Luces y el siglo XIX cometieron la locura de pensar que no solo era e interpelan mutuamente, y refieren a barreras más allá de las cuales la
necesaria, sino suficiente, para resolver todos los problemas. En la ciencia no avanza, sea porque no podría, no debería o no tiene nada que
actualidad, todavía sería una mayor demostración de locura decidir,
decir. Veamos algunos.
como quieren algunos, que con el pretexto de que la razón no es sufi-
ciente, tampoco es necesaria.

Para ser justos debemos reconocer que, en las últimas décadas, la filosofía 3.1. Los límites épicos
de las ciencias parece haber reencontrado algunos senderos productivos y
promisorios en las llamadas "filosofías especiales de la ciencia". 7 No se trata Quizá sea por oportunismo editorial o porque anunciar la muerte o el
de capítulos o especializaciones dentro de una filosofía general de la ciencia nacimiento de algo nuevo siempre suele ejercer cierta fascinación, quizá
sino un cambio de estrategia y objeto que evita avanzar en el estéril estable- porque nadie quiere vivir en una época en la cual no ocurre nada extraordi-
cimiento de límites y se diferencian de la filosofía de la ciencia tradicional nario, se anuncian aperturas o cierres de ciclos fundamentales de la cultura.
en, al menos, tres aspectos principales. Primero, saltan el límite artificial Quizá porque muchos, con un ego más grande que sus méritos, quieren
que ubica de un lado a "la" ciencia (en singular), una entelequia incapaz de pasar a la historia como fundadores de una época. Lo cierto es que cada
subsumir la multiplicidad y diversidad de prácticas que los científicos llevan tanto sale algún libro que anuncia el fin o la muerte de algo: de la filosofía,
adelante, más allá de ciertos compromisos básicos acerca de la racionalidad. 8 de la historia, de la modernidad, de la política, del arte, del libro en papel,
De hecho, la filosofía general tradicional de la ciencia no era más que una de la televisión, del cine, etcétera.
filosofía de la física o, más aun, una hipóstasis de una representación idea- El crítico literario y periodista científico John Horgan (1996) sostiene
lizada y estereotipada de la física que la misma filosofía había construido y que ha llegado el fin de la ciencia porque resta poco por conocer, pero sobre
que pretendía extrapolar a todas las ciencias. Segundo, la filosofía deja de todo porque resultaría tan costoso que las sociedades no estarían dispuestas
ser un auditor externo de la pureza de la ciencia tal como se la concebía ·a a brindar su apoyo económico. El físico (premio Nobel1979) Steven Wein-
principios del siglo XX y, en cambio, el trabajo entre el filósofo y el científico berg (1992), por su parte, afirma que nos encontramos en los tramos finales
es claramente transdisciplinario, y cada uno de ellos debe, necesariamente, del conocimiento sobre las leyes básicas de la naturaleza que, para él, no
adentrarse en las teorías, los estilos, las prácticas y los métodos del otro. son ni más ni menos que las leyes de la física, y que por lo tanto se acerca
No hay un campo de problemas estrictamente científico del cual se ocupan el fin de la ciencia. Weinberg tiene una concepción reduccionista ingenua
los filósofos , sino más bien una frontera difusa de problemas y, sobre todo, de la ciencia y sobre todo de la realidad, y piensa que, en el fondo todo se
de perspectivas, en la cual trabajan ambos. La filosofía es siempre una reduce al estado y las relaciones de las partículas elementales, ignorando
poderosa herramienta para abordar problemas que surgen de la ciencia los múltiples niveles emergentes de organización de la realidad. Serghey
pero que no son problemas científicos. Tercero, el filó sofo ya no hace un uso Gherdjikov (1995) señala que la ciencia tiene límites y que estos surgen de
estratégico de ejemplos científicos para mostrar cómo se cumplen sus t esis la forma misma de la ciencia, una actividad humana y, por tal, circunscripta
a las formas en que los humanos producimos conocimiento.
Como quiera que sea, en primer lugar se trata de visiones estrechas y
7. Principalmente de la física (Bunge, 1978), de la química (Ba ird, Scerri y Mcintyre, 2011), reduccionistas de las ciencias, que las ven como la suma de las explicaciones
de la biología (Ruse, 1973; Sober, 1993; Mayr, 2004). conseguidas, sin tener en cuenta la irrupción constante de nuevos proble-
8. Véase el capítulo 2 de este volumen.
22 Héctor A Palma Los caminos y las fronteras 23

mas, nuevos desafíos intelectuales, nuevas dimensiones de abordaje, nue- un rango de posibilidades e intereses amplio pero, al fin, acotado y definido.
vas interdisciplinariedades, complejidades y nuevas preguntas. En suma, Los límites del conocimiento estarían dados por un conjunto de capacidades
nuevos objetos científicos. Y, en segundo lugar, la realidad de la experiencia y posibilidades que funcionan a priori para los individuos humanos pero
histórica suele mostrar, implacablemente, que "los muertos que vos matáis que son el resultado de un desarrollo evolutivo particular y único entre
gozan de buena salud". muchos otros posibles, o sea un a posteriori evolutivo o filogenético. 9 El
Una suerte de contracara del "fin de la ciencia" son las llamadas "fronte- hombre es la medida de todas las cosas, pero ahora en clave biológica. Sin
ras de la ciencia", expresión referida a los últimos descubrimientos o a los contar con las formas en que las infinitas especies terrestres diferentes de
trabajos de algún grupo de investigadores que desarrolla novedosas líneas las humanas se relacionan con el mundo circundante, puede pensarse a
de investigación en cualquier disciplina de las ciencias naturales. Allí, la modo de hipótesis que seres de otros mundos, con racionalidad, producto de
metáfora indica el límite máximo al que se ha llegado hasta el momento, una secuencia evolutiva diferente, 10 y por tanto posiblemente con diferente
al que ningún otro ha llegado. Pero al mismo tiempo es una falsa frontera, composición físico-química, aparato cognoscitivo e intereses, tendrían una
una frontera movible, que siempre se va corriendo, como en una campaña ciencia inconmensurable con la producida por los humanos (Rescher, 1984).
imperial de la ciencia por conquistar la totalidad. Incluso muchos tienen Este problema no debe confundirse con otro diferente, referido a la
la fantasía de que ese corrimiento nunca tendrá fin. Asimismo, no es una creciente necesidad de desarrollos tecnológicos, cada vez más complejos,
frontera que separa campos similares de un lado y de otro, sino que del otro para permitir el acceso a dimensiones o aspectos aún inalcanzables o de
lado está lo desconocido siempre acechado por la mirada del científico que mayor precisión; sobre todo en las ciencias naturales. Al mismo tiempo, ese
se asoma por encima de la barricada fronteriza. límite no solo es un problema técnico en sentido estricto sino que al estar
en juego un aumento geométrico de costos se transforma en un problema
económico y, al mismo tiempo, en un problema político en la medida en que
3.2. Los limites cognitivos y tecnológicos son los Estados los que financian esas investigaciones. Las investigaciones
espaciales, el programa de búsqueda de vida extraterrestre (Search for Ex-
Quizá una de las cuestiones más inquietantes se refiera a los límites traterrestrial Intelligence o SETI) y la física de partículas son casos típicos.
cognitivos de la ciencia, es deci~ a la existencia de zonas, aspectos o procesos Está claro que se trata de límites diversos. Acerca de las cuestiones
de la realidad que sean incognoscibles absolutamente. Dejando de lado el tecnológicas resulta previsible que haya desarrollos nuevos, más potentes
cientificismo optimista que solo acepta que es cuestión de tiempo, compleji- y precisos, aunque es muy difícil pronosticar cuáles serán las capacidades
dad o incapacidad tecnológica (momentánea) develar los secretos más ocultos a que se llegará; por otro lado, las cuestiones económicas, y sobre todo las
del universo, la cuestión no es menor y genera, al menos, dos preguntas. políticas, responden a lógicas completamente distintas. Las tragicómicas
La primera, más general, puede formularse así: ¿es posible establecer puestas en escena de la NASA de los últimos tiempos para forzar un clima
algún límite a priori para la investigación científica, algún aspecto de la propicio a aumentos de presupuesto son ejemplos notables de estos proble-
realidad que sea intrínsecamente incognoscible? Queda claro, parafraseando mas. Las ideologías cientificistas y tecnocráticas tienden a ver las cuestiones
un poco a Kant, que se trataría de un límite solo imaginable o pensable perq tecnológicas como limitaciones solo circunstanciales y transitorias y a las
por definición, no cognoscible. Una respuesta elemental es que no podemos económico-políticas como el resultado de la incomprensión de las sociedades.
decir mucho acerca del futuro del conocimiento humano pero, sobre todo,
tampoco podemos imaginar la irrupción inesperada de nuevos problemas
-a resolver. 3.3. Los límites éticos
La segunda pregunta, que va en el mismo sentido, pero más precisa:
¿existe algún límite, producto de que la ciencia que tenemos es una ciencia La relación entre ciencia y ética es, también, múltiple. Simplificando un
humana? La ciencia que tenemos no solamente está marcada por su géne- tanto las cosas puede decirse que, por un lado, hay una cantidad de pro-
sis social y cultural, sino por el hecho de que tanto el aparato perceptual
como la racionalidad de los humanos es el producto de millones -o al menos 9. Las epistemologías naturali zadas y principalmente las evolucionistas abrevan en este postu-
cientos de miles- de años de una evolución particular y contingente. De lado. Véans Quine 1969), Popper (1970), Vollmer (1975), Bradie (1994), Radnitzky y Bartley
modo tal que nuestra capacidad de relación con el mundo se desarrolla en (1997), acho (1995)
10. Si es que la teoría de la evolución, en lo fundamental, resulta acertada.
24 Héctor A. Palma Los caminos y las fronteras 25

blemas que surgen de la práctica científica y tecnológica pero que exceden piedad intelectual solo debería establecer, para Merton, el reconocimiento de
a esas prácticas y tienen consecuencias pasibles de valorarse éticamente; los méritos y aportaciones del científico individual y ha de ser proporcional
por otro, una cantidad de situaciones que atañen a la propia actividad de a su importancia: "El comunismo del ethos científico es incompatible con
los científicos. Con respecto a los primeros, puede asegurarse que la cre- la definición de la tecnología como «propiedad privada>>en una economía
ciente presencia de la ciencia y la tecnología de las últimas décadas en la capitalista" (73); luego, el@esinterés según el cual los científicos no deben
vida cotidiana, en la economía y en el desarrollo ha provocado problemas perseguir en sus investigaciones fines personales; y cuarto, el escepticismo
y dilemas 11 éticos. Se parte del supuesto de que no todo lo que es posible institucionalizado u organizado, para someter los resultados de la ciencia a
realizar desde un punto de vista tecnocientífico es correcto desde el punto constante revisión en función de su desarrollo interno, práctica que culmina
de vista ético presente o incluso con relación a las futuras generaciones. en la autonomía de esta respecto de los ordenamientos sociales y políticos
Por ejemplo, el carácter generalmente contaminante de buena parte de la dentro de los que se desarrolla, lo cual implica que el investigador científico
producción industrial en algunas zonas del planeta; la calidad de los ali- ha de ser un pensador crítico, no un fanático de una secta, y su escepticismo
mentos producidos merced a los nuevos procedimientos tecnológicos como puede entrar en conflicto con otras esferas de la cultura como el mito y la
los transgénicos o con elevadísima cantidad de conservantes y agregados, religión. El ethos propuesto por Merton, como cualquier código sobre el de-
muchos de ellos de comprobado riesgo para los usuarios; los riesgos de ber ser (ético o jurídico) no deriva su legitimidad del nivel de cumplimiento
ciertas formas de producir energía, como la nuclear. Quizá los principales efectivo por parte de los interesados. Es decir que sigue valiendo, aunque
temas sean los que surgen de las prácticas médicas (estudiados desde la no se cumpla en lo más mínimo, de modo que la impugnación al planteo
bioética o la neuroética) o cuestiones más generales relacionadas con las mertoniano no resulta de mostrar casos en que su código no se cumple, sino
posibilidades (reales o fantásticas, el tiempo lo dirá) de interferir y modelar más bien en advertir que surge de una imagen ingenua, estereotipada e
a los futuros seres humanos merced a los desarrollos de la biología mole- irreal de la ciencia.
cular y la ingeniería genética (Habermas, 2001; Palma, 2005). Los límites
éticos son necesarios pero, en ocasiones, pueden ser claramente insuficien-
tes, incluso en muchos casos resultan tan endebles como inoperantes, por 3.4. Las utopías cientificistas y los límites de incumbencia
ejemplo, cuando se los propone como el límite idóneo a los procedimientos
del mercado y el poder político. De hecho, muchas veces, pontificar sobre la Los inéditos desarrollos y éxitos de la ciencia y la tecnología en los últimos
necesidad de límites éticos y exigirlos puede esconder, sin más, la sanción dos siglos llevaron a no reconocer los límites de incumbencia y a alimen-
de una ausencia absoluta de límites eficaces. tar la creencia de que, poco a poco, la ciencia no solo daría explicaciones
"N> Con respecto} a los aspectos éticos involucrados en la práctica científica, satisfactorias para todos los aspectos de la realidad natural y social sino,
se pueden señalar, por ejemplo, las normas de experimentación en animales incluso, que llevaría a la felicidad de la humanidad porque resolvería los
y humanos, los conflictos de interés, la mala conducta, el plagio y el fraude, problemas humanos más profundos. La primera "locura" a la que aludía
estos cuatro últimos también presentes en otros grupos y prácticas humanas. Jacob en el párrafo reproducido más arriba. Las fantasías tecnocráticas del
El sociólogo norteamericano Robert Merton (1973) ha tratado de establecer movimiento eugenésico de primera mitad del siglo XX con respecto a imple-
el ethos de la ciencia en un sentido amplio y general, una norma no escrita mentar tecnologías sociales y biomédicas para el mejoramiento de la especie
que surgiría de los usos y las costumbres, apoyado en "los sentimientos de humana a través de una selección biológica artificial, que suplantara a una
aquellos a quienes se aplica" (Merton, 1973 [1977]: 32) y que contiene cuatro selección natural insuficiente o disminuida, es quizá el ejemplo más brutal
principios. El primero es el universalismo, según el cual las pretensiones y planetario (Palma, 2005). Hoy las fantasías tecnocráticas de la mejora
de verdad deben ser sometidas a criterios impersonales preestablecidos. Se pasan por las promesas (muchas de ellas seguramente incumplibles) de
considera improcedente el uso de criterios personales o privados así como la biología molecular y la ingeniería genética y las utopías farmacológicas
IJ\ también la discriminación por razones de raza, nación, género, clase social, que prometen felicidad fácil y rápida. Dos tremendas guerras mundiales
e¡' U otros; el segundo, el@01nunismo referido a que los logros de la ciencia son durante el siglo XX, desigualdad y miseria crecientes, marginación de al
de la comunidad humana y, por tanto, propiedad común. El derecho de pro- menos una mitad de la humanidad, por citar solo tres elementos relevantes,
desmienten empírica y cotidianamente tales pretensiones y muestran que,
11. Un "dilema" es una situación en que hay dos soluciones o respuestas posibles pero a mbas con probabilidad, los problemas centrales y más angustiantes de la especie
son igualmente buenas o ma las.
26 Héctor A. Palma Los caminos y las fronteras 27

humana no tienen ni tendrán respuesta definitiva en las ciencias y la tec- 4. Hablando de límites ...
nología, elementos necesarios pero, clara y definitivamente, insuficientes.
11· Este artículo llega a su fiq hay varias y buenas razones para ello. Es mu-
cho lo que queda fuera del análisis, no solo profundizar los temas abiertos,
3.5. Límites disciplinares sino también desarrollar otros: las fantasías limitadas y limitantes de las
imágenes de la ciencia que tiene la población y que suelen reforzar mitos
Dejamos para el final el tratamiento de los límites quizá más proble- cientificistas y tecnocráticos, pero también sus correspondientes contrami-
máticos a la hora de pensar el lugar de las ciencias en la actualidad y sus tos románticos e incluso anticientíficos o cuasi mágicos; los límites entre
desafíos inminentes. Quizá una de las características más distintivas de la ciencia y religión, siempre sujetos a disputas político-ideológicas, al menos
ciencia que conocemos es la que separa y compartimenta el conocimiento, en algunos temas como la evolución biológica; los enormes problemas de
no solamente en áreas disciplinares delimitadas por objetos específicos, límites de la divulgación científica y otros. Como quiera que sea, queda
sino también en sub grupos más amplios y variables. Por citar solo algunas claro que al pensar en intersecciones, solapamientos y vínculos antes que
clasificaciones utilizadas en el siglo XX y no ir a las múltiples que se han en unos límites fijos y estrechos, los problemas adquieren otra dimensión,
dado a lo largo de la historia: ciencias formales y fácticas (y estas a su vez seguramente más interesante y, sobre todo, más fructífera.
en naturales y sociales); algunas menos felices como ciencias duras y blan-
das; a veces se separan las ciencias sociales de las humanidades o ciencias
del espíritu. Abundan otras clasificaciones menos consagradas: Heinrich Referencias bibliográficas
Rickert, por ejemplo, divide las ciencias en nomotéticas (las que se basan
en leyes) e ideográficas (las que estudian acontecimientos individuales). AYER, A. (comp.) (1959), Logical Positivism, Glencoe, The Free Press (trad. cast.: El
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Más allá de la diversidad taxonómica, hay al menos tres cuestiones
BAUER, H.H. (1992), S cientific Literacy and the Myth ofScientific Method, Urbana,
importantes que deben tenerse en cuenta. La primera, que esta división, University of Illinois Press.
esta forma de organizar y producir conocimiento que tiene, en principio, BLOOR, D. (1971), Knowledge and Social Imaginary, University of Chicago Press
una justificación obvia en la casi infinita producción de conocimiento y en (trad. cast.: Conocimiento e imaginario social , Barcelona, Gedisa, 1998).
la creciente especialización, ha generado maravillosos éxitos en la historia BRADIE, M. (1994), "Epistemology from an evolutionary point ofview", en E. Saber
de la humanidad. La segunda, que las clasificaciones fundamentadas en la (ed.), Conceptual Issues in Evolutionary Biology, Cambridge, The MIT Press.
diversidad de los objetos de estudio y formas de abordaje se han naturalizado, BRIL, V y M. SABUGO (2017),Arquitecturay ciudad: imaginarios fronterizos, Buenos
consolidando la organización administrativa, académica y cultural de las Aires, Diseño.
ciencias actuales a través de un sistema que se reproduce incesantemente. BUNGE, M. (1978), Filosofía de la física, Buenos Aires, Ariel.
La tercera, consecuencia algo paradojal de las anteriores, es que esta for- BURTT, E . (1925), The Metaphysical Foundations of Physical Science, Nueva York,
ma de organización exitosa ha ido mostrando con claridad creciente, no ya Harcourt, Brace & Co. (trad. cast.: Los fundamentos metafísicos de la ciencia
moderna, Buenos Aires, Sudamericana, 1960).
sus límites - obvios y conocidos-, sino los que tiene para resolver algunos
COLLINS, H. (1974), "The TEA set: tacit knowledge and scientific networks", Science
de los dramáticos problemas globales complejos; debilidades que llevan a Studies, vol. 4, pp. 165-185.
esfuerzos (muchas veces estériles) por lograr integraciones multi, inter y - (1983 ), "The sociology of scientific knowledge: Studies of contemporary science",
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12. Véase el capítul o 2 de este volumen. F LECK, L. (1935), E ntstehung und Entwicklung einer wissenchaftlichen Tatsache,
28 Héctor A. Palma Los caminos y las fronteras 29

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2. La maldición de Procusto: diversidad e
integración de los saberes científicos

Héctor A. Palma

Procusto tenía estatura y fuerzas prodigio-


sas y atraía a su mansión a los viajantes para
robarles y hacerles sufrir atroces suplicios. Les
tendía sobre un lecho de hierro y si sus piernas
excedían sus límites, cortaba con un hachazo la
porción sobrante; si, por el contrario, las piernas
resultaban cortas las estiraba hasta que dieran
la longitud del lecho fatal.
(Leyenda griega)

El enorme corpus del saber científico disponible está organizado, princi-


palmente, a partir del tipo de objetos estudiados y las formas de abordarlos.
La física, la biología, la química, la sociología, la historia -por nombrar solo
algunas áreas generales- tienen en claro de qué tipo de cosas se ocupan y
cómo hacerlo . Esta división teórica, que se refleja en la organización ad-
ministrativa, académica y cultural de los saberes y que, por tanto, se ha
naturalizado, surge de las marcas distintivas de la racionalidad científica
tradicional, que, simplificando un poco, podríamos calificar como analítica y
compartimentadora de la realidad. Es innegable que esta forma de organizar,
producir y distribuir el conocimiento ha producido a lo largo de los últimos
siglos formidables e innegables éxitos aunque también arrastra notorias
debilidades que, en lf s últimas décadas, se vuelven acuciantes. Sobre estos
temas tratarán las páginas que siguen. En primer lugar se mostrará por
qué las cuestiones propias del mundo biológico no pueden, en una medida
significativa, ser explicadas solamente en términos físico-químicos y por
qué las cuestiones sociales -correlativamente- no pueden ser explicadas
desde lo puramente biológico. Asimismo, en parte como derivación de lo
anterior, se hará un breve recorrido por algunas otras formas de pensar la
organización de los saberes a partir del abordaje de problemas complejos y
se planteará la necesidad práctica de hacerlo.
[ 31]
32 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 33

l. Multiplicidad de saberes y perspectivas abanderados de las neuroayudas con su discurso evangelizador) alertarán )
sobre la responsabilidad individual (del cerebro) en el éxito y en el fracaso
'f
Supóngase la siguiente situación. Una fría mañana de viernes de junio social; los psicólogos, por su parte, defenderán sus históricas incumbencias
de 2022, en la Bolsa de Valores de Buenos Aires, un señor canoso vestido alrededor de las angustias humanas sin ocuparse de los estados neuronales;
con ropa costosa golpea con fuerza una mesa y se lastima la mano. ¿Cómo pero los psicólogos evolucionistas inventarán historias verosímiles (de dudo-
explicar científicamente este hecho trivial? Parece fácil pero no lo es, porque sa corroboración) sobre el origen evolutivo remoto, en los albores del Homo
el golpe en la mesa ocurre en un contexto más abarcativo en el cual, como sapiens sapiens, de las conductas actuales en tiempos de crisis bursátil; los
si fueran los círculos concéntricos en la superficie del agua cuando se tira tres podrán decir algo -distinto- sobre el señor que se lastimó la mano. No
una piedra, pueden agregarse más y más dimensiones relacionadas. La faltarán los que aseguren (con algún premio Nobel incluido) que la violen-
situación económica del país es mala, la desocupación y la pobreza asolan cia, el delito e incluso ciertas características que llevan a las personas a la
desde hace tiempo y de manera creciente; el gobierno de turno no consigue, pobreza están en los genes. Los educadores (siempre bienintencionados) se
o no quiere, dar soluciones de fondo a los problemas de las mayorías. La opondrán argumentando que no hay nada en la biología humana que no
desigualdad ha crecido paulatina e indefectiblemente desde hace años por pueda modificarse a partir de la igualdad de oportunidades y de la escuela.
la concentración de la riqueza, lo cual ha generado más violencia y aumento Quizá puedan terciar los antropólogos de lo próximo, habida cuenta de lo
de las tasas de criminalidad y de conflictos. La población movilizada y en difícil que es hoy encontrar tribus incontaminadas, ocupándose ahora de
las calles presagia momentos difíciles. En la Bolsa de Valores de Buenos esas tribus que pululan por las calles de la ciudad. Quizá muchos de ellos
Aires se viven momentos de nerviosismo. No por solidaridad con esos mi- circulen por los canales de televisión en programas de la tarde tratando de
llones de pobres que andan por allí, sino por la persistente caída del valor ilustrar al público desde su rol de especialistas; otros, un poco más seria-
de las acciones en el último mes. Las marcas en las pantallas muestran mente, aprovechan subsidios de las agencias y bancos internacionales para
números y gráficos que corren y los atentos accionistas y agentes de bolsa estudiar por qué razones los pobres son tan resistentes, dejando para más
van esbozando muecas que deforman sus caras, a veces grotescamente. adelante por qué son cada vez más. También quedará para más adelante,
Procesos similares se vienen viviendo en los países de la región, en la cual quizá para nunca, estudiar la resiliencia de los ricos dado que no hay líneas
han venido ganando elecciones partidos políticos que impulsan, en mayor de subsidios internacionales para eso. Los médicos podrían alertar sobre
o menor medida, políticas neoliberales de endeudamiento, aumento de la los riesgos de los golpes en la mano. Incluso algún físico (a riesgo de ser
desocupación estructural y baja de salarios, baja de las coberturas sociales ridiculizado) podría intentar explicar el episodio relatado apelando al estado
y desfinanciamiento y posterior privatización del sistema de jubilaciones, de la totalidad de las partículas intervinientes y, quizá y con poco tacto,
etc. Todo esto ocurre en una ciudad de un país de Sudamérica (Argentina), reconfortar al señor que se lastimó la mano al golpear la mesa explicándole
del planeta Tierra del sistema solar, Vía Láctea, universo (conocido). En que en verdad la mesa que parece dura y maciza es casi un vacío en el cual
este escenario el señor canoso de ropa costosa golpeó la mesa. un enorme número de micropartículas se mueven velozmente en todas direc-
¿Qué podrían decir las ciencias? Como se comprenderá, hay muchos ciones. Para no aburrir al lector, omito los posibles aportes de astrónomos,
abordajes posibles. Un biólogo dirá que el señor canoso ha contraído los paleontólogos, estudiosos del clima y de la deriva de las placas tectónicas.
músculos adecuados por una orden emanada del cerebro; otro biólogo nos Perspectivas y miradas distintas de una realidad múltiple y polifacética,
hablará de los genes. Pero otros intentarán dar cuenta del golpe en la mesa algunas complementarias, otras incompatibles entre sí. Un hecho trivial (el
de otro modo. Los historiadores deberán esperar que pase el tiempo, pero señor del golpe) que se conecta con un sinnúmero de otros hechos triviales
mientras tanto pueden ir hacia atrás a buscar la génesis de lo que hoy está y no tan triviales. Una realidad, múltiples abordajes científicos. Aun sin
sucediendo. También sociólogos y politólogos buscan razones de lo que ocurre, ocuparnos del molesto problema de la verdad de nuestras teorías, es legíti-·
aunque no coincidan entre ellos. Los economistas hacen lo propio: algunos mo preguntarse: ¿hay algún orden o jerarquía entre los distintos enfoques
más apocalípticos en sus pronósticos, pero otros, cínicamente anunciando mencionados en el párrafo anterior? o, más simplemente, ¿hay alguno de
un futuro próspero a un ejército de miserables desdentados y harapientos; esos enfoques que tenga privilegios explicativos o epistémicos sobre el resto?
no faltará n quienes enarbolen metáforas organicistas y psicologistas sobre Como se comprenderá, en principio todo depende de qué parte del conjunto
el humor del mercado ni los que pontifiquen sobre las bondades de la com- de hechos descripto nos interese explicar y cómo. Sin embargo, la cuestión
petencia como motor del progreso social, aunque ello nunca ocurra. Los no es meramente estipulativa e implica consideraciones más sustanciales.
34 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 35 17

Sobre ello tratarán las páginas siguientes, luego de tres consideraciones • son consistentes internamente (es decir no afirman "A" y "no A" dentro r,
previas con respecto al encuadre de nuestra argumentación. de un sistema teórico) y externamente (o sea, no son contradictorias con :a
En primer lugar, dejaremos de lado -al menos como decisión metodoló- el resto de las teorías científicas aceptadas), y .a
gica- el problema metafísico de "la realidad" para centrarnos en lo que los • renuncian a incluir en sus explicaciones y descripciones instancias teo- a
humanos llamamos "conocimiento científico" de esa realidad y, sobre todo ,
de sus múltiples modos o perspectivas. Se da por supuesto aquí -lo cual no
lógicas, místicas o sobrenaturales. y
n
1,
significa eludir ni, mucho menos, resolver la cuestión- que hay una realidad Lo dicho hasta aquí tiene, obviamente, muchas consecuencias. Por ejem- e
independiente de los sujetos en alguna medida significativa y que a los hu- plo nos exime -al menos momentáneamente- de ocuparnos de preguntas del .S
manos nos es posible y, sobre todo necesario, hablar de ella de modos muy tipo "¿qué es?" (o sea, cuestiones ontológicas o metafísicas sobre la realidad)
diferentes, a veces incluso incompatibles entre sí. O sea que se diferencia o del tipo "¿qué quiere usted decir con X?" (o sea, reducir el problema de l-
entre la ontología del mundo -lo que existe- y nuestra gnoseología -el cómo nuestro conocimiento se relaciona con la realidad a cuestiones pura- n
conocimiento de ello- sin siquiera suponer que el éxito de nuestras teorías
resulte de que reflejan las estructura} del mundo. Después de todo, lo que
podemos conocer y decir es el resultado de que nuestro aparato perceptual
1S
mente lingüísticas o semánticas). Pero quizá la más importante en torno
al objetivo de este artículo sea que esta forma de concebir el conocimiento
(científico) como una multiplicidad de perspectivas exitosas y consistentes
),

S ..,
o
e intelectual-propio y específico de la especie humana- se conformó a tra- entre sí permite revisar uno de los mitos acerca de la ciencia moderna -el 1,
vés de un proceso evolutivo particular y contingente a lo largo de millones de la unidad- porque circunscribe el análisis al conjunto de los saberes, sus S
de años. Efectivamente, percibimos a través de nuestros sentidos en un vínculos, aspectos en común y especificidades. -
espectro de longitud de onda relativamente amplio pero bastante limitado; e
tenemos un modo particular(mente humano) de organizar mentalmente e
nuestras percepciones (asociación de ideas, generalización, simplificación, 2. El mito de la unidad de la ciencia l
jerarquización, etc.) que, seguramente y hasta donde sabemos, no es el r
mismo modo en que otras especies se relacionan con el entorno. 1 Y como La organización del conocimiento que tenemos es el resultado de esa 3
nuestro interés en este artículo es analizar la forma en que se organizan forma particular y contingente de obtenerlo y legitimarlo durante los últi- 3
los saberes -esta es nuestra segunda consideración-, no abordaremos la mos siglos, durante los cuales se ha consolidado uno de los más grandes y
cuestión de la verdad de nuestras teorías. difundidos mitos alrededor del conocimiento científico moderno : la unidad
Finalmente asumiremos, también provisoriamente al menos, que de la ciencia. Consiste en atribuir características básicas similares a todas
nuestros conceptos y teorías científicas son buenas (aunque perfectibles o sus manifestaciones particulares. Es decir que, más allá de las obvias di-
reemplazables) porque permiten la construcción de modelos -por qué no ferencias disciplinares, se trataría de un conjunto homogéneo denominado
metáforas-2 o representaciones exitosas de la realidad, o sea que: "la ciencia", en singular, que se diferenciaría clara y tajantemente de otros
saberes, discursos y prácticas humanas, por ejemplo, las llamadas "seudo-
• permiten operar sobre la realidad empírica e incluso, en muchos casos, ciencias", la filosofía, la literatura, el saber vulgar, la religión, la magia, la
predecir con una enorme precisión; moda, etc. De hecho, el uso de la expresión "la ciencia" en el lenguaje vul-
• son públicas (o sea que no se reducen a experiencias privadas o íntimas) gar, en la comunicación pública de la ciencia y sobre todo entre los propios
y por tanto aceptadas intersubjetivamente; científicos es generalizado. Hay razones históricas, sociológicas, políticas e
• dan explicaciones plausibles y racionales (racionalidad compartida e his- incluso ideológicas que explicarían el origen y la vigencia de este gran mito
tóricamente situada) sobre los fenómenos observados (lo que podríamos fundante. Quizá haya que rastrearlo hasta los inicios de la modernidad,
denominar "base empírica"); cuando las nuevas formas de concebir el saber se alzaban en conjunto contra
el dogmatismo, la autoridad y la tradición propios del mundo medieval. Pero
l. Dejaremos para otra oportunidad abordar cuál es la relación entre estas capacida des que nos hoy la denominación ha perdido ese carácter r evulsivo inicial y, más allá
ha n permitido so brevivir y evoluciona r (has ta ahora, a l menos) y nuestras teorías científicas de algunas características como las ya señala das (su carácter público, su
que as piran a ser verdaderas en un sentido releva nte porque, después de todo , el resto de las éxito, el compromiso raciona lista, la consistencia interna y la compatibili-
especies ha n podido sobrevi vir sin tener teorías acerca de la realida d. dad ext erna), no parece que hubiera muchos elementos en común entre las
2. Véase el ca pítulo 8 de este volumen.
36 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 37

diversas ciencias. Como quiera que sea, el mito persiste y es probable que o áreas científicas que, según las incumbencias disciplinares estándar,
muchos de los malentendidos y aporías en que ha caído la filosofía de las se ocupan de las distintas formas de organización de la realidad. Huelga
ciencias en los últimos cien años deriven de él. Insisto con que el problema señalar que ninguna de las dos columnas es exhaustiva: en la columna
no radica en las obvias diferencias en cuanto a objetos o áreas de estudio, A podrían desagregarse niveles de organización de la realidad y en cada
metodologías e instrumentos que, en todo caso, serían solo manifestaciones uno especificar otros objetos, procesos y vínculos; en la B} subdisciplinas y 1)
particulares de unas diferencias básicas y más relevantes epistémicamente áreas increíblemente específicas. Las disciplinas mencionadas responden
que serán el objeto de las secciones siguientes. más o menos bien a las características de los niveles de la columna A, y se
corresponden con las divisiones administrativas y académicas aceptadas
de las ciencias.
3. Reduccionismo y emergentismo: Para evitar inferencias exageradas acerca del cuadro, cabe aclarar al-
dos estrategias de abordaje de la realidad gunas cuestiones . Primero, no pretende decir nada sobre el supuesto orden
temporal de aparición de los distintos niveles en la historia del universo,
Como se ha dicho, aquí se tratará de algunos supuestos básicos acerca aunque resulta bastante plausible que así haya sido (los seres vivos después
de los vínculos entre los saberes y, para ello, es conveniente analizar los de los elementos inanimados, y los seres con cerebro desarrollado mucho
dos principios metodológicos de abordaje de la realidad para entenderla, después del momento de aparición de lo viviente en el planeta Tierra o,
explicarla y controlarla en sus especificidades y detalles más allá de que, quizá, en otras partes del universo). Segundo, tampoco obedece -al menos
como un todo -inasible e indeterminado-, ella se nos presenta como exu- en principio- a criterios de complejidad4 o simplicidad de los distintos ni-
berantemente compleja y polifacética: el reduccionismo y el emergentismo. veles. Finalmente, tampoco es necesario inferir del cuadro nada acerca de
No se trata de teorías científicas ni de métodos concretos, sino de principios relaciones causales, o sea, explicar la sucesión de niveles en términos de
metodológicos, 3 de supuestos generales sobre las formas de abordar lo real: causa-efecto. Se ha dicho que para los reduccionistas la causa de cada nivel
el reduccionismo (principal estrategia del intento por justificar la unificación radica en las condiciones del nivel más bajo (causalidad ascendente); por
de las ciencias) y el emergentismo. Véase el siguiente cuadro: el contrario, para los emergentistas podrían darse casos en los que niveles
superiores funcionen como causa de procesos que se dan en niveles inferiores
(cau salidad descendente), por ejemplo , si la acción humana modificase el
A. Niveles de organización de la realidad B. Áreas o disciplinas científicas curso de la evolución biológica (véase, por ejemplo, opper y Eccles, 1977).
3 Ecosistemas, sociedades y culturas Ecología/sociología, antropología, Como quiera que sea, la noción de causa es demasiado problemática y en-
(incluyendo los producto s de esas culturas y economía, etcétera. turbiaría la discusión. Lo que debe inferirse del cuadro es más modesto:
sociedades)
una ontología básica en la cual la organización y los elementos de cada nivel
2 Seres vivos (unicelulares, pluricelulares, con Ciencias biológicas en general ,
presuponen la existencia, organización y los elementos del (los) nivel(es)
desarrollo cerebral y conciencia) neurociencias, etcétera.
inferior( es). Por ejemplo, no existirían moléculas si no existieran átomos, no
1 Sistemas macroscópicos inanimados, Química
moléculas, átomos, partículas subatómicas Física
habría seres vivos vertebrados y con cerebro desarrollado si no existieran
macromoléculas orgánicas, y así. '
Hechas estas aclaraciones, se puede caracterizar el reduccionismo como la
La columna A indica los niveles o formas de organización del mundo estrategia que supone que lo que ocurre en los niveles 2 y 3 puede explicarse
(natural y social). En la columna B, por su parte, aparecen las disciplinas adecuadamente en términos, conceptos o teorías de algún nivel más bajo
(1 y 1 o 2, respectivamente). Por ejemplo los fenómenos biológicos a partir
de sus componentes físico-químicos , o los fenómenos sociales en términos
3. Método es un instrumento o un conjunto de instrucciones prá cticas que sirven, en el caso biológicos. En una fórmula un tanto simplista pero ilustrativa: "el todo es
particula r de las ciencias, para gui ar una investigación o controla rl a, para evita r o minimi zar igual a la suma de las partes".
errores y no malgastar esfu er zos . Se trata de propuestas concretas y prácticas, vari a bles en
grado sumo y relativas al t ipo de in vestigación en que se usan . Un principio metodológico Las discusiones técnicas acerca de los modos de considerar la reducción
es algo más general, una estrategia a priori sobre la forma de enca rar la investi gación , por
ejempl o, en cienci as sociales, los lla mados holismo e indi vidualismo metodológico (véase el
capítulo 9 de este volumen ). 4. Véase el capítulo 9 de este volumen/ •
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38 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 39

han sido complejas , aunque podrían señalarse tres formas principales: de pensar la reducción habilitan una forma diacrónica de reduccionismo:
como traducción, como derivación y como explicación. La reducción como cualquier desarrollo científico bien confirmado se conservaría a lo largo de
traducción, asociada al empirismo lógico 5 y, principalmente a los aportes la historia de la ciencia, sea integrado por subsunción en las teorías poste-
de Rudolf Carnap (1928) y Otto Neurath (1931) es, probablemente, el in- riores, sea porque lo que afirma puede derivarse de ellas reductivamente.
tento más fuerte de lograr la ciencia unificada. Una teoría T se reduce a En los repetidos intentos de hacer un planteo exitoso de la reducción,
una teoría B cuando las afirmaciones de T han sido traducidas al lenguaje el estatus atribuido a las ciencias sociales ha sido variado: desde algunas
de B. El objetivo programático de la concepción científica del mundo (Car- propuestas conminatorias de lograr una reducción fisicalista, hasta el reco-
nap et al., 1929) era lograr un lenguaje único, básico para todas las áreas nocimiento de que se trata de una tarea imposible, pero cuyas consecuencias,
de las ciencia, incluso para dar cuenta de los fenómenos psicológicos. Ese lejos de conducir al replanteo de los alcances de la racionalidad humana
lenguaje sería el de la física, el único apropiado para la ciencia unificada. hacia otras formas que incluyeran una ciencias con especificidades, más
Dice Carnap (1934: 32): "La ciencia es una unidad, todas las afirmaciones bien consolidaron la creencia de que se trata de saberes de inferior calidad,
empíricas pueden expresarse en un solo idioma, todos los estados de cosas certeza y objetividad. 7
son de una clase y se conocen por el mismo método". Más allá de las formales sutilezas lógicas y epistemológicas, la historia
El intento de lograr una traducción en lenguaje fisicalista apuntaba a de las ciencias es rica en ejemplos de reducciones de todo tipo. Veamos
que este fuera intersensorial (o sea, producto de la observación de varios algunos. Ha sido muy común pretender explicar fenómenos histórico-socia-
sentidos), intersubjetiva (significaría lo mismo para cualquier persona que les complejos en términos de causas simples; la marcha de la economía a
adoptara los mismos signos y reglas) y universal (que por su medio fuera partir de las conductas de los individuos; en las disputas acerca del origen
posible expresar cualquier enunciado, de las ciencias de la naturaleza o de y composición de la inteligencia humana resulta un caso paradigmático la
las humanas, y tanto si se trataba de enunciados protocolares -o empíricos- idea del factor g de Charles Spearman que la concebía como una cosa úni-
como de hipótesis científicas más elevadas). Aunque los intentos fisicalistas ca y medible; durante el siglo XIX varias teorías científicas (craneometría,
resultaron un fracaso en términos programáticos, pues la traducción solo frenología, antropología criminal) pretendieron encontrar las causas de las
pudo hacerse en algunos pocos casos (Ayer, 1959), sus ecos culturales no desigualdades sociales, incluso la criminalidad, en características biológicas
se acallaron y dieron lugar a otras formas de concebir la reducción. Carl (Gould, 1981; Chorover, 1979).
Hempel (1966), por ejemplo, la entendió en dos pasos: primero una traduc- El siglo XIX fue prolífico en metáforas científicas reduccionistas, por
ción y luego una reducción de las leyes de la teoría a las de una teoría base ejemplo, las sociologías organicistas que pretendían que la sociedad es
por derivación. Algo similar, pero sin la necesidad de la traducción previa, un organismo: las células son los individuos, los tejidos y órganos son las
propone Ernst N agel ( 1961), para quien la reducción opera cuando las leyes distintas asociaciones a las que pertenecen las personas y, finalmente, el
de una teoría se muestran como consecuencia lógica de los supuestos teóri- cuerpo completo funcionando como un todo armónico es la sociedad. Y no
cos de una ciencia básica. Su objetivo era acercarse al ideal de "una teoría se trataba de meras formas de hablar o de inocentes metáforas didácticas,
comprensiva que integre todos los dominios de la ciencia natural en térmi- sino de verdaderas descripciones de la estructura y el funcionamiento de las
nos de un conjunto común de principios" (34). La otra variante (reducción sociedades y propuestas políticas.8 En efecto, si la sociedad es un organismo,
como explicación) está asociada a John Kemeny y Paul Oppenheim (1956) el conflicto social es categorizado, concebido y evaluado como "enfermedad".
y básicamente sostiene que una teoría T se reduce a una teoría B cuando el Se concibe a las sociedades como armónicas y ordenadas salvo cuando re-
conjunto de datos observacionales de T puede explicarse (según el modelo ciben el ataque externo del agente patógeno. El ataque (conflicto) viene de
nomológico deductivo) 6 también por B. Claramente, los diversos modos afuera y no como resultado de injusticias propias del funcionamiento de

5. El movimiento por la unidad de la ciencia fue muy potente. Organizó varios congresos inter-
nacionales (Praga, 1934; París, 1935 y 1937; Copenhague, 1936; Cambridge, Inglaterra, 1938; 7. Considérense, por ejemplo, las clasificacione má o meno d ifundidas de ciencias "duras"
Cambridge, Massachusetts, 1939 y Chicago, 1941) y publicó durante años la International - a veces se usa "exactas"- y "bla ndas", donde y por a lgun a razón no explicitada "duro" refiere
Encyclopedia of Unified S cience. a rigurosidad, form alida d y seriedad y resulta mejor que "blando", a sociado a la fa lta de esas
6. En la literatura epistemológica , el modelo nomológico deductivo es aquel que explica o tres condiciones . La habitual convivencia en las cienci as sociales de teorías di versas, e incluso
predice hechos (la estructura lógica sería la misma para ambos casos) a partir de una ley o incompatibles, es considerada un dato inequívoco de esa inferioridad.
enuncia do uni versal. 8. Véase el capítulo 8 de este volumen.
40 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 41

la sociedad; en este contexto el agente atacante debe ser extirpado para De modo tal que reconocen que habría un emergentismo gnoseológico que
preservar la armonía y la salud social. no sería más que una ilusión engañosa de nuestra insuficiente capacidad
También el siglo XIX fue testigo de la reducción de las químicas orgánicas cognoscitiva: la emergencia no sería una propiedad de los objetos, estados
e inorgánicas a una sola (aunque persistió tal división solo como cuestión o procesos, sino de los conceptos y las leyes disponibles actualmente. En
organizativa). Asistimos en la actualidad a los intentos de las neurocien- una apretada fórmula , según este modo de ver: si conociéramos todo lo
cias por reducir los estados mentales a estados neuronales. En las últimas que hay que conocer sobre algún fenómeno, seríamos reduccionistas y
décadas se produjo una reducción de enorme éxito y repercusión con la abandonaríamos el emergentismo. En tal caso, las distintas perspectivas
biología molecular, que ha establecido cuál es la estructura química de anotadas en nuestro ejemplo inicial simplemente serían formas de economi-
los ácidos nucleicos, que desempeñan papeles centrales en algunos de los zar esfuerzos explicativos: es más sencillo explicar el funcionamiento de la
procesos biológicos más importantes, como la codificación y la transmisión Bolsa de Valores apelando a teorías económicas y sociológicas que esperar
de la información genética; también ha avanzado en el conocimiento de la una explicación físico-química. En estos términos la discusión queda casi
secuenciación de muchas de esas macromoléculas (a través del desarrollo empantanada y dado que nuestro interés aquí es otro, la dejaremos para
de los genomas de algunas especies) y en el análisis de los mecanismos otra oportunidad. ......,
moleculares que permiten la expresión de las reacciones químicas celulares Así como en la historia de las cienc· s hay innumerables casos de educ- é·
que culminan en la síntesis de las proteínas. cionismo, también los hay de educcionismo. Una de las formas típicas y
Como se habrá observado, en la lista precedente figuran algunos logros más criticadas ha sido el vitalismo de las primeras décadas del siglo XX. Los
maravillosos de la razón humana, pero también simplificaciones que dejan vitalistas, que se oponían a la reducción de la vida a fenómeno físico-químico
de lado aspectos relevantes en la explicación de los fenómenos, e incluso o mecánico, defendían la existencia de un principio vital específico: entelechie
reducciones que han sido funcionales ideológicamente a algunas de las más o psychoid le llamaba Hans Driesch, o élan vital, le llamaba Henri Bergson.
funestas alianzas entre ciencia y política. La objeción que se instaló contra estas posiciones es el carácter misterio-
Es que, a pesar de que el calificativo "reduccionista" suele ser usado peyo- so e inaccesible de estos principios vitales. Si bien esto es cierto, se debe
rativamente, el alcance, las posibilidades y la plausibilidad de los distintos reconocer que los vitalistas han sido denostados algo injustamente porque
tipos de reducción es un problema de ciencia empírica. Es un problema sus argumentos críticos con respecto a las limitaciones de las concepciones
científico que no admite una solución epistemológica general o a priori. meramente mecanicistas de lo viviente eran impecables aunque, claro está,
El otro principio, opuesto al reduccionismo, es el emergentismo según la segunda parte del planteo es la que generó el descrédito: nunca pudieron
el cual "el todo es más que la suma de las partes" haciendo un paralelo con hallar esa cualidad misteriosa inexplicable que definiría lo vivo (Carnap et
la fórmula simplificada anterior. Según este punto de vista, cada nivel de al., 1929). A ello hay que agregar la irrupción fuertemente prometedora de
organización de nuestro cuadro introduce verdaderas novedades con res- la genética y de la biología molecular como garantías futuras de reducción.
pecto al nivel inferior. Si fuera una cuestión ontológica, habría que pensar Como quiera que sea, actualmente ya no hay vitalistas y la biología, como
que las múltiples y diferentes estructuras del universo entero constituyen veremos, parece haber cortado el nudo gordiano de otro modo.
una superposición de niveles y cada uno de ellos inauguraría fenómenos Nuevas áreas de conocimiento como la ecología, así como los enfoques lla-
radicalmente nuevos, irreductibles a los anteriores. Dos ejemplos clásicos: mados holistas o sistémicos, tienden a privilegiar posiciones emergentistas.
conocer las características del hidrógeno y el oxígeno no bastaría, según En el origen de las ciencias sociales hay un giro emergentista, consistente
el punto de vista emergentista, para dar cuenta de las características de en considerar, justamente, que los fenómenos sociales son emergentes con
un compuesto de ambos como el agua que, de hecho, reúne características relación a los estados de los individuos particulares tomados aisladamente.
que no tiene ninguno de sus componentes; del mismo modo que saber cuál Fenómenos como las relaciones sociales, culturales o económicas serían más
es la composición físico-química de los seres vivos y todas las propiedades que la suma de las psicologías individuales o los estados neuronales de los
y características de esos elementos no alca n zaría para conocer las parti- cerebros de esos individuos.
cularidades que adquiere la materia cuando se configura de modo tal que No obst a nte, ni el principio reduccionista ni el emergentista pueden
compone un ser vivo. La crítica reduccionista más fuerte al emergentismo aceptarse o descalificarse a priori y, por lo tanto, mucho menos elevarlos a
no ra dica tanto en negar la existencia de novedades en lo real, sino más bien práctica científica universal. Ambos pueden conducir a éxitos formidables de
en consider a r que el estatuto de novedad sobreviene de la ignora ncia actual. la razón humana, pero también a dej ar sin explicación adecuada fenómenos
42 Héctor A. Palma La maldición de Procust o: diversidad e integración de los saberes 43

multifacéticos (el primero) y a postular cualidades misteriosas inexistentes los "fenómenos espacio-temporales que tienen lugar dentro de los límites
o a quedarse en meras especulaciones (el segundo). e~p aciale s de un organismo vivo". Aceptado est e punto de partida, asumía
Las aspiraciones a la ciencia unificada y la reducción fisicalista de todas que ni la física ni la química conocidas podían hacerlo y, por lo tanto, había
las áreas no pasaron, como ya se dijo, de ser apuestas programáticas con que repensar las teorías vigentes. 10 Pero Schrodinger estaba convencido de
escasos resultados parciales. 9 Pero a lo largo de la historia de las ciencias el que esto era posible porque la estructura del mundo real así lo indicaría.
reduccionismo se ha manifestado escalonadamente, de la fisica a la biología Quizá, simplemente, la conclusión debería haber sido que ello no era posible
y de esta a las ciencias sociales. En los apartados que siguen trataremos de porque algunos principios básicos de la física no pueden aplicarse a la biolo-
mostrar algunos de estos intentos y, sobre todo, por qué están destinados al gía y, viceversa, algunos principios básicos de la biología no son aplicables
fracaso, al menos en el estado actual de nuestro conocimiento: básicamente al mundo inanimado (Mayr, 2004; Rose, 1997); pero, además y con más
porque nuestras explicaciones acerca de la biología son emergentes con precisión, hay una enorme cantidad de procesos biológicos emergentes con
relación a la física, y el conocimiento de lo social es emergente con relación relación a los componentes físico-químicos.
a la biología. En primer lugar, la complejidad de los sistemas biológicos estructurados
jerárquicamente (macromoléculas, genes, células, organismos pluricelula-
res, poblaciones, especies) con propiedades emergentes en cada nivel de
4. Emergencia de los fenómenos biológicos, organización e integración. La intrincada red de interacciones, causalida-
o por qué la biología no puede reducirse a la física d s cruzadas y nuevas configuraciones que surgen de las vinculaciones de
unidades más pequeñas con el resto hacen que, si bien el análisis de
Un biólogo molecular paseaba relajadamente un do- partes sea un componente importante, todo ello debe inscribirse en un
ming o por el campo y se cruza con un pastor y su rebaño. abordaje holístico. En segundo lugar, los sistemas biológicos son abiertos y
Con á nimo de conversar un poco, y un poco soberbio, le por eso no aplican allí (al menos parcial y momentáneamente) los principios
dice al pastor: ''Apostemos algo. Si le digo cuántas ovejas de la entropía 11 de la segunda ley de la termodinámica.
lleva usted , ¿m e regala una ?". El pastor, sorprendido,
Otro proceso específico que funciona en el mundo viviente y no en el in-
acepta y el biólogo molecular en un instante y con preci-
sión dice el número exacto de ovejas. El biólogo, entonces,
y imado es el de la evolución, en los términos planteados, a partir de 1859,
toma un animal y comienza a irse. por Charles Darwin en El origen de las especies, y sus transformaciones
Pero el pastor le pide una revancha: "Si adivino cuál posteriores. La teoría darwiniana no solo suplantó la idea esencialista o
es su profesión m e devuelve el animal y m e da el dinero tipológica de especie 12 por una versión poblacional y estadística, sino que
que lleva encima". A ceptado el desafío, el pastor asegura: estableció la selección natural como principal-aunque no único- mecanismo
"Usted es biólogo molecular". Atónito el biólogo pregunta: evolutivo. Este sencillo mecanismo se basa en la variabilidad de la herencia,
"¿Cómo lo adivinó ?". Socarronamente el pastor contesta: pero desacopla esos cambios o mutaciones al nivel individual del rigor selec-
"E s que se está llevando al perro". tivo del ambiente, introduciendo un elemento de azar importante. De hecho
la extinción, en condiciones dramáticas de presión selectiva del ambiente, es
En 1943 Ernst Schrodinger (uno de los fundadores de la fisica cuántica y
premio Nobel de fisica en 1933) dictó unas conferencias en el Trinity College
7t
-
10. Véase en el texto de Murphy y O'Neii)(1995 ) una serie de l)-rtículos escritos a propósito d/:¡
de Dub~n bajo el título 49ué es el vid~, publicadas al año siguiente en un los cincuenta años de la publicación del.{exto de Sch rodinger{ .\ J
libro de título homónimo (Schrodinger, 1944), que representa el intento 11. Hay una di scusión, ya salda da, que apuntaba a impugnar la teoría de la evolución de
típico de reducción de la biología a la física , no casualmente por parte de Charles Dar win en su totalidad porque la complejida d creciente de lo viviente incumpliría
un físico nacido y cria do en Viena (cuna del movimiento que pugnó con más la segunda ley de la termodiná mica. Pero los sistemas vivientes son abiertos, de modo que
fuerza por la unidad de la ciencia), premiado por sus tra bajos en el área a incorpora n energía externa , trasla dando temporalmente la entropía al entorno en el cual
viven y del que forman parte.
la cual, supuestamente, convergerían todas las otras luego de consumada
la unificación . El obj etivo er a lograr una explicación físico-química pa r a 12. Tradicionalmente se consideraba a los indi viduos distintos de cualquier especie como va -
riaciones sobre un tipo o esencia común que defi nía s u pertenencia a ella. Importaba mucho
menos la variación que lo común. Darwin inaugura una visión poblacional de las es pecies, es
9. Suelen aparecer cada ta nto nuevas propuestas en la misma línea aunque sin la meticulosidad decir/como grupos estadísticos o poblaciones en las cuales prevalecen ciertos r asgos por sobre
del empi rismo lógico. Véanse Wilson (1998), Brockm a n (1995 ). otros, composición promedi o que puede cambi a r con el tiempo.
44 Héctor A. Palma La maldición de Procusto : diversidad e integración de los saberes 45

parte de la evolución y de la selección natural. N o es menor, entonces, que 5. Emergencia de los fenómenos sociales,
la teoría de la evolución no pueda predecir en qué forma evolucionarán las o por qué las ciencias sociales no pueden reducirse a la biología
especies actuales y ello ha sido a veces considerado, por algunos cientificistas
reduccionistas, como un demérito científico, sobre todo cuando se hacía la Tenemos memoria, tenemos am igos,
comparación con los éxitos predictivos de la física o la química. Tenemos los trenes, la nQ
·sa los bares, r~
Al sumarse los desarrollos de la genética, queda claro que los seres Tenemos la duda y la fe ...] ~
vivientes están sometidos a una doble causalidad en contraposición con Tenemos urgencias, amor que matan,
los procesos puramente físicos: por un lado, una causalidad físico-química Tenemos silencio, tabaco, razones,
que tiene lugar en los procesos metabólicos y, por otro, una causalidad Tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
Tenemos cenizas de revolucioneE.J'i
derivada de los programas genéticos, presentes en todos los procesos del
Tenemos poetas, colgados, canal'td:?
mu ndo viviente. Otra dualidad propia de la biología que se superpone en Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma,
parte -y solo en parte- con la anterior da objeto a las dos grandes formas en Abuelos que siempre ganaban batallas ...
que la disciplina se subdivide: la biología funcional y la biología histórica.
La biología funcional se ocupa de la fisiología de los organismos vivos, en Joaquín Sabina
especial de los procesos celulares, incluidos los del genoma. La otra rama
es indispensable para explicar la totalidad de un mundo viviente que evo- No hubo -hasta ahora al menos- intentos por explicar la conducta hu-
luciona. Mientras la primera utiliza un lenguaje físico-químico, la segunda mana y el funcionamiento de las sociedades en términos de movimiento hlel
se parece mucho más a un relato histórico. Pero lo que parecía una pacífica protones, bosones de Higgs, electrones, etc. Sin embargo, buena parteW
división de tareas se hace más sustancial con la irrupción de la llamada la historia de la biología y las ciencias biomédicas de los últimos dos siglos
oría evo-devo 13 que viene a trazar un puente entre la causalidad próxima consiste en intentos de dar cuenta de los fenómenos sociales en términos
fisiología y el desarrollo de los seres individuales) y la causalidad remota biológicos. Pasamos, así, del determinismo fisicalista del apartado anterior
que da cuenta de la existencia de determinadas especies en un momento a los determinismos biológicos de la conducta y las organizaciones huma-
determinado). nas. Es menester señalar que este giro reduccionista tiene consecuencias
Queda pendiente averiguar si la vida es un fenómeno completamente no solamente teóricas, sino también políticas e ideológicas; después de todo
provinciano en el universo, es decir si solo existe en el planeta Tierra -cosa se trata de lo específicamente h u mano.
bastante improbable- y, sobre todo, si la vida en otras partes, si la hubiera, El determinismo biológico no es una teoría científica sino más bien un
funciona de modo similar al que conocemos. grupo relativamente heterogéneo de teorías que suponen una relación causal
En resumen, los seres vivos presentan características completamente directa desde lo biológico a lo social. Más específicamente, en palabras de
ausentes en el mundo inanimado: reproducción, metabolismo, replicación, Stephen Gould (1981), consiste en afirmar que tanto las normas de conduc-
regulación, crecimiento, adaptación, evolución y organización jerárquica, ta compartidas, pero sobre todo las difer encias sociales y económicas que
procesos de autorregulación. existen entre los grupos humanos (básicamente raza, clase y sexo) derivan
de ciertas condiciones heredadas o innatas (la naturaleza biológica huma-
na) y que, en este sentido, la estructura y las relaciones sociales no hacen
más que reflej a r esas condiciones biológl.cas. Comienzan a prolifer ar est as
teorías hacia fines del siglo XVIII o principios del XIX según un giro muy
particular consistente en legitimar la desigualdad 14 de hecho, a partir de la

14. Es sabido que una de las notas centrales de la modernida d (y del modo ca pitalista) consiste
en considerar a los indi viduos como seres iguales que venden su fuerza de t rabajo en el mercado
a diferencia de los modos esclavista y feudal. El modo moder no de concebir la constit ución d~
13. Algunos consi dera n la evo-devo como una nueva síntesis de la biología aunque, al menos la sociedad y de la sobera n ía a t ra vés de la figu ra de l "contra to socia l" presupone la igua ldad,
por ahora , eso parece algo desmedido. La integración de esta nueva perspectiva no es sencilla racwnahda d y h ber tad de los contratantes: solo hay un verdadero pacto entre indi vi duos igua-
ni fácil , toda vez que algunos de los conceptos y las ideas surgidos en la biología del desarrollo les, que sa ben y calcula n lo que hacen y que además eligen hacerlo. En ese sentido , la ll am ada
parecen ser, cua ndo menos, no del todo co mpatibles con la ortodoxia neoda r winiana. Revolución Gloriosa e n Inglaterra (1688) y, sobre todo la Revolución Fra ncesa (1789) sosti enen
46 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 47

diversidad biológica; o sea, superponiendo lo que es un problema político (la En el cambio de siglo, el médico italiano Ezechia M. Lombroso (más
desigualdad) con una cuestión biológica (la diversidad). El gra n cambio que conocido como Cesare Lombroso) publicaba su t eoría del criminal nat o que,
se da por esos tiempos es que la ciencia biológica comienza a dar cuenta de según decía, explicaba aproximadamente la mita d de los crímenes que se
las escalasjerárquicas 15 humanas de inferiores y superiores. En el contexto cometían. Algunos individuos portaban, en lo profundo de su personali-
de un marco racista generalizado y uná nimemente aceptado, también se dad, el estigma de la criminalidad como un r asgo at á vico que afloraba y
consideraba inferior -en distinto grado y por distintas causas- a mujeres, los compelía a delinquir; asimismo, una serie de r asgos corporales visibles
delincuentes, alcohólicos, prostitutas, ana rquistas, epilépticos, ex convictos, er an signos inequívocos y r evela dores de esa condición. Con el correr de las
gitanos, judíos y otros. décadas otras versiones deterministas de la criminalidad apelaron a otras
Veamos algunos ejemplos. Hacia principios del XIX se discutía el origen condiciones biológicas, por ejemplo, el sistema endócrino. El movimiento
de la humanidad como causa de las diferencias entre los humanos. Los eugenésico 16 de la primera mitad del siglo XX, que se extendió a casi todo
\ monogenistas! respetando literalmente el relato bíblico de la creación de el mundo, también mantenía una visión determinista y hereditarista de
1
Adán y Eva, sostenían el origen único de la especie humana y justificaban las características humanas. Intentaba resolver los problemas sociales (la
las diferencias existentes en que la degeneración que se produjo luego de la decadencia de la raza/especie, la criminalidad, la deficiencia mental, el de-
caída del Paraíso no fue pareja para todos. El otro grupo, los poligenistas, lito, la pobreza, etc.) estableciendo un control de la reproducción a través
sostenían que las razas humanas eran grupos biológicos diferentes de distin- de tecnologías biomédicas. Se trataba de promover la reproducción de los
to origen y "como los negros constituían otra forma de vida, no era necesario llamados "superiores" y minimizar la reproducción de los "inferiores" (Palma,
que participasen de la <<igualdad del hombre»" (Gould, 1981 [1985: 23]). 2004) con el objetivo de mejorar la composición promedio de la población.
Por esa época surge la frenología que intentabá detectar las zonas del La moderna sociobiología 17 humana intenta encontrar las bases biológicas
cerebro en las que se encontraban localizadas con cierta precisión las dis- -genéticas- de la conducta humana. Hay versiones que sostienen que las
tintas funciones, y cuyo desarrollo ocasionaba la hipertrofia de esas zonas conductas humanas son flexibles y que surgen de la interacción de genes,
con el consiguiente abultamiento del cráneo que les recubría. De modo tal pero también hay versiones mucho más duras que dejan poco margen para
que una buena lectura de ese mapa craneano, palpando y analizando las un r epertorio amplio de conductas y que pronostican el hallazgo futuro de
protuberancias, informaba sobre las cualidades morales e intelectuales genes asociados determinístamente a conductas concretas: el gen de la in-
innatas de los individuos. Hacia las primeras décadas del siglo XIX la cra- fidelidad, el de la homosexualidad, el de los celos, el de la criminalidad, etc.
neometría fue agregando distintas mediciones del cráneo y el cerebro bajo el Más allá de algunos éxitos parciales loables, también una buena parte de
supuesto de que el tamaño y el peso de este, el índice creaneano o el ángulo la psicología evolucionista, apoyándose en una versión hiperseleccionista y
facial eran indicadores inequívocos del nivel de inteligencia y, por tanto, de adaptacionista de la teoría de la evolución, pretende encontrar en ventajas
jerarquías humanas. En la práctica funcionaba como una suerte de profecía adaptativas en un pasado remoto el origen ancestral de conductas humanas
autocumplida sobre aquello de lo cual todos estaban convencidos; decía el actuales elaboradas y complejas.
reputado médico francés Paul Broca (cita do por Gould, 1981 [1985: 58]): Vale la pena aquí un par de digresiones. La primera referida a que
tradicionalmente la humanidad se ha considerado a sí misma como dife-
En general, el cerebro es más grande en los adultos que en los an- rente (y superior) al resto de los seres vivientes, aunque compartiendo con
cianos, en los hombres que en las mujeres, en los hombres eminentes ellos las características materiales biológicas básicas, consideración que
que en los de t alento mediocre, en las razas superiores que en las razas impregnó la filo sofía y las r eligiones desde la antigüedad. El sentido de la
inferiores [ ...)A igualdad de condiciones, existe una relación signifi- vida humana estaba dado por esa discontinuidad (par a el cristianismo, su
cativa entre el desarrollo de la inteligencia y el volumen del cerebro.
"imagen y semej anza" con el Creador). Pero en el siglo XIX, t eoría darwi-
niana de la evolución mediante, se ubica el origen de la humanidad en el
la igualdad como bandera de la potente burguesía que recla ma un papel central en la política.
devenir natural a partir de ancestros no huma nos, de modo t al que impul-
H acia fm es del siglo XVI II y principios del XIX, el pensamiento moderno ya había incor porado
y aceptado la igua ldad , obvia mente una igualda d formal. E ntonces, la desigualdad de hecho
comien za a just ifi carse, no ya en sede fi losófica, sino a través de la diversida d biológica : hay
seres superiores e inferiores y eso se justifica y se detecta a través de las ciencias. 16. Véanse Kevles (1995), Stepan (1991), Palma (2004), Mira nda y Vallejo (2005 , 2008), Vallejo
15. Tzveta n Todorov (1989) utili za el término "racialismo" para diferenciar la legitimación y Miranda (2007, 2010).
cien tífica del siglo x rx de la a ntigua convicción acerca de las jera rquías raciales. 17. Véase Wilson (1975). Para un a ná lisis crítico de la sociobiología, Ruse (1980).
48 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 49

sa un núcleo inequívoca pero, sobre todo, adecuadamente zoocéntrico. El en neurociencias. 19 Como contraparte, es menester reconocer que hay una
hombre pasó a formar parte del sistema de lo viviente sin ningún privilegio tendencia que puede observarse en muchos científicos sociales consistente
biológico porque comparte los mismos principios generales que los otros en creer que la impugnación de algunos determinismos biológicos burdos
seres vivos. Sin embargo, este razonable zoocentrismo puede pasar de lo y caricaturescos alcanza para desatender cualquier nivel explicativo de la
que en un principio resultó un gran avance del conocimiento y la cultura biología en la conducta de los humanos. Esta creencia suele completarse
humana (el hombre es un animal más) a la exageración de pensar que el con la tesis (a veces tan burda y endeble como los determinismos burdos
hombre es "tan solo" un animal más y que las mismas explicaciones valen de signo contrario) según la cual todo condicionamiento es social y por
tanto para las conductas animales más simples e instintivas como para los tanto reversible, dado que el ser humano sería infinitamente maleable. Lo
elaborados rituales conductuales humanos. La continuidad entre animales cierto es que todos los seres vivos funcionan según un programa 20 genéti-
y humanos, perfectamente probada en las ciencias biológicas, no debe hacer co, o sea, un conjunto de instrucciones o información codificada en el ADN
perder de vista que también hay profundas discontinuidades que no radican de las células. Pero el nivel de determinación es variable: hay programas
en ninguna naturaleza especial ni sagrada, sino que son el resultado de la que establecen instrucciones completas (por ejemplo, los que controlan la
evolución, pero cuyas consecuencias supervienen o emergen de su origen conducta instintiva de los insectos y de los invertebrados inferiores); pero
evolutivo. Muchos estudios muestran claramente que hay solo una diferencia hay otros incompletos, es decir que pueden incorporar información externa
de grado entre algunas de las características humanas y sus equivalentes mediante aprendizaje u otras experiencias anteriores. Ese es el nivel de la
en otras especies, sobre todo de otros mamíferos en general y primates en mayoría de las conductas de los humanos - y otros animales, no importa
particular. Pero algunos rasgos de la evolución humana consiguen indepen- eso aquí- que, sobre una gama de patrones de respuestas posibles pero
dizar, en algún sentido relativo pero relevante, los procesos sociales de su limitadas, permiten opciones diferentes; en estos casos queda claro que el
origen biológico. Volveremos luego sobre esto. La segunda digresión está programa no dispara en los organismos el despliegue de acciones y conductas
referida a que el reduccionismo en biología no solamente tiene consecuencias preformadas completamente, sino un proceso que se reajusta en función de
teóricas en el sentido de complicar o impedir la comprensión de procesos las continuas perturbaciones internas y externas (Mayr, 2004).
complejos en toda su dimensión. También tiene consecuencias prácticas o Volvamos al tema de este apartado. Más allá de los intentos menciona-
políticas. En primer lugar, traslada la clave de comprensión de complejos dos, vale la pena repasar algunas características por las cuales nuestras
problemas sociales a la esfera individual. La pobreza, la exclusión social, descripciones y explicaciones de los procesos sociales emergen de los proce-
la creciente diferencia entre los sectores más ricos y los más pobres, la in- sos meramente biológicos o psicológicos individuales y requieren métodos,
dolencia frente a la falta de futuro , la marginalidad o la violencia, serían, expedientes probatorios y registros explicativos propios y diferentes.
entonces, el resultado de procesos que se dan al interior de los individuos. Como se decía, si bien hay constricciones genéticas -también físicas y
Claro que, al mismo tiempo, se los responsabiliza de la mala fortuna de químicas- que limitan la variabilidad de las conductas humanas posibles,
haber nacido con esa configuración biológica 18 porque esas consideraciones el repertorio es muy amplio. Esto puede verse no solamente en las dispares
sobre el origen de los males cumple una función ideológica: legitimar las reacciones individuales ante situaciones similares sino también en la enorme
diferencias sociales. En segundo lugar, entonces, no valdría la pena invertir diversidad de culturas actuales e históricas, variabilidad que alcanza desde
fondos públicos o privados en mejorar la calidad y las expectativas de vida los procesos sociales y cotidianos más básicos hasta los más elaborados y
de los sectores más vulnerables de la población, en la atención de coyunturas generales. Los intentos por establecer leyes -en el mismo sentido que las
sociales especiales y, mucho menos, en el reconocimiento de que la calidad leyes físicas o químicas- en la historia humana han fracasado aunque se
de vida es un derecho. Esos fondos se pueden ahorrar (de paso se puede pueda contar con tibios éxitos en la búsqueda de rasgos universales que
alivianar la carga impositiva a sectores más poderosos) y en cambio se puede definan lo humano, como la prohibición del incesto. Pero incluso en este caso
invertir (muchísimo menos) en estudios sobre biología molecular y, ahora, las manifestaciones culturales concretas difieren fuertemente en cuanto al

19. No se incluye aquí lo que podría calificarse como de "neuroayuda", tan de moda hoy: una
18. Son interesantes las discusiones de principios del siglo XX a partir de la idea de criminal mezcla de un poco de neurociencia vulgarizada y muchos consejos prácticos para sobrevivir
nato, aquel que por su naturaleza biológica resulta compelido a delinquir. Como esta idea en una sociedad hostil, pero desde una actitud exacerbadamente individualista, acomodaticia
derivaba, de algún modo, en la ausencia de responsabilidad del criminal sobre sus actos, las y complaciente, que presupone sin cuestionar un a globali zación neoliberal bru tal y definitiva.
penas comenzaron a justificarse como una estrategia de la "defensa social". 20. Sobre la noción de "programa" véanse Jacob (1970) y Monod (1970 ).
50 Héctor A Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 51

tipo de prohibición. Las formas de organización familiar van desde unos funcionan según pautas sociales (modificables, eliminables, exitosas, inútiles
pocos individuos hasta varias decenas, lo mismo que las organizaciones más y diversas) que a su vez también son constituyentes y constitutivas de la
amplias, los rituales, la comunicación, el poder, la educación de las nuevas subjetividad de esos mismos humanos que las crean y sus descendientes.
generaciones, las religiones, las idiosincrasias, las formas de producir, inter- Las religiones, el derecho, las pautas de convivencia, las costumbres, la
cambiar y consumir bienes, etc. Por eso los repetidos intentos por capturar educación y la cultura en general funcionan así. De modo que lo que surge
aquello que define lo humano -la naturaleza o esencia humana- a lo largo de esas vinculaciones va más allá de los sustratos físicos, las biologías e
de los siglos han fracasado. Por citar solo algunos ejemplos provenientes incluso las psicologías de los individuos particulares para constituir sistemas
de la filosofía: el animal racional se derrumbó con Sigmund Freud; el zoon emergentes. Quizá valga la pena insistir en algo obvio: no es que los huma-.
politikon de Aristóteles se desligó de la cosa pública en la modernidad y nos y sus productos no se rijan o no estén sujetos a las legalidades física} /S
se dedicó a sus asuntos privados; la imagen y semejanza del cristianismo biológicas o psicológicas, sino que simplemente esas perspectivas son o bien
quedó descartada -no sin enconadas luchas que en algunos medios aún insuficientes o bien irrelevantes (o, en el mejor de los casos, subsidiarias o
persisten- con la revolución darwiniana; la ficcional igualdad natural de complementarias) para dar cuenta de lo social.
los iusnaturalistas de los siglos XVII y XVIII no pudo dirimir, finalmente, si Un elemento no siempre tenido en cuenta para marcar las especificidades
los hombres eran malos como pensaba Thomas Hobbes, buenos y pacíficos de lo social es el rango temporal en que transcurre. En el universo físico se
como creía John Locke o amorales como especulaba Jean-Jacques Rousseau. describen fenómenos que ocurren en tiempos mínimos (millonésimas partes
Es discutible -y se ha discutido- si lo dicho precedentemente nos habilita de un segundo, o incluso menos~por ejemplo en la física cuántica, pero tam-
para introducir un panegírico sobre la libertad humana (véase, por ejem- bién fenómenos que suceden en tiempos increíblemente largos como miles de
plo, Rose, 1997). Quizá, después de todo, solo seamos sistemas biológicos millones de años cuando se trata de las formaciones planetarias o el tiempo
de respuestas múltiples y variadas pero, al cabo, acotadas y predecibles. del universo. En el mundo biológico también hay un rango temporal variable
Veamos, si no, la enorme capacidad que tienen los medios de comunicación y amplio, pero no tanto. La biología del desarrollo ontogenético, por ejemplo,
actuales para instalar agendas de discusión e incidir en el pensamiento puede ir desde algunas horas hasta cien o ciento veinte años en algunos
y las elecciones políticas o de consumo de los ciudadanos y que muestra animales y varios cientos en algunas pocas especies vegetales. Pero es muy
qué tan parecidas pueden ser las conductas masificadas de los humanos. diferente cuantitativa y cualitativamente el tiempo evolutivo que funciona en
Analizar esto excede los objetivos de estas páginas, pero aun si el caso cientos de miles o millones de años. La especiación, la extinción, la aparición
fuera esta modesta y angustiante libertad condicionada, sería suficiente de nuevos grupos o familias de seres vivientes ocurre en lapsos extensos: el
para mostrar que los intentos reduccionistas no pueden dar cuenta de los "tiempo profundo''. 22 Pero las ciencias sociales explican procesos que, a lo
procesos sociales complejos. sumo, pueden darse en unos pocos miles de años (como los históricos o los
Tampoco hay que olvidar que las conductas humanas (al menos las más antropológicos de largo plazo), pero en general lo hacen de aquellos que no
significativas y relevantes) son intencionales, obedecen a propósitos, intere- van más allá de algunas décadas o cientos de años. Vale decir, por un lado
ses y valores imposibles de explicar en otros niveles. De hecho buena parte y lo más obvio, que una enorme cantidad de procesos son irrelevantes para
de las ciencias sociales se basa en la captación de estas conductas intencio- las ciencias sociales y, por otro) los procesos sociales son independientes en 1Qll
nales mediante cierta empatía específica que permite comprenderlas.21 En sus rangos temporales a los físicos y biológicos. Por ejemplo, los acelerados f
la misma línea, otra característica que no se encuentra ni en los sistemas y notorios cambios culturales, económicos y sociales de los últimos siglos
físicos ni en los sistemas meramente biológicos es el rol fundamental de lo tienen como protagonistas a humanos que no difieren biológicamente en
simbólico y, sobre todo del lenguaje, en las agrupaciones humanas. Aunque nada de sus ancestros de hace muchos miles de años.
pueda argumentarse que la comunicación (no verbal) es una característica Para finalizar este apartado retomemos algo que adelantamos un poco
que se encuentra en otras especies animales y que la diferencia con el Hamo antes, sobre algunos reduccionismos atípicos o inversos que toman la /f
sapiens es de grado, la distinción que hace el lenguaje abstracto y conceptual
es fundamental. Las instituciones humanas no solamente son creaciones
22. Gould (1987) se ñala con acierto que cua ndo Freud enumeró las teorías que provocaron
humanas y constituyen una ontología superpuesta a lo natural, sino que las tres heridas narcisistas a la hum a nidad (la de Copérnico, la de "Dar win-Wallace" e, inmo-
destamente, la que él mismo creyó introducir) olvidó la del t iempo profundo que ubica a tod a
la hi storia de la humanidad en un a insignifi cante fracción del tiempo cósmi co de los últimos
21. Véanse los capít ulos 3 y 5 de este volumen . cien mil o doscientos mil años.
52 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 53

impugnación de los reduccionismos biológicos y fisicalistas como una legi- constructivista, los estudios etnometodológicos aplicados a las comunidades
timación de la tesis según la cual no tendrían mayor relevancia los puntos científicas 23 y la retórica de la ciencia24 que, básicamente, sostienen lapo-
de vista biológicos y físico-químicos porque los seres humanos serían, como sibilidad (y la necesidad) de analizar los escritos científicos a través de las
decíamos, casi infinitamente maleables y solo cuentan las influencias y de- categorías usadas en el análisis literario y del discurso y en la retórica, bajo
terminaciones de la cultura y la sociedad. Resuelven la vieja (y ya demodé) el supuesto de que el objetivo primordial de los científicos es persuadir a los
discusión decimonónica entre natura-nurtura simplemente eliminando uno pares. Estas posturas tienen algunos inconvenientes, principalmente dos.
de los polos y reforzando que "todo es social" o, dicho con más propiedad, que En primer lugar, no es que sus estudios sobre los determinantes sociales
todo lo que rodea a los humanos es una construcción social. En esta especie en la ciencia sean inadecuados o falsos sino que toman la parte por el todo,
de batalla por demarcar lugares de soberanía explicativa, por ejemplo, los descuidando -o al menos sin poder explicar adecuadamente- el problema
teóricos de las ciencias de la educación no dialogan con las neurociencias epistemológico de la relación ciencia-realidad. En segundo lugar, al asimilar
cognitivas; los antropólogos intentan mostrar que la imponente variabilidad la práctica científica a otras prácticas culturales -lo cual es perfectamente
de las culturas humanas es signo inequívoco de que la biología puede decir razonable e interesante- pierden de vista lo que las ciencias tienen de
muy poco al respecto, etcétera. específico, de cierta autonomía que surge de su propia práctica y de sus
Hay un elemento inherente a la categoría "construcción social": nunca objetivos (Palma, 2008, 2016).
se usa para calificar cosas tales como los códigos jurídicos, el uso del dine-
ro, el matrimonio civil, las formas de gobierno, las costumbres familiares,
etc., porque resulta una obviedad que se trata, justamente, de una cons- 5. De las disciplinas a los problemas:
trucción social. En cambio, sí se usa con un sentido impugnatorio, o sea los estudios inter, multi y transdisciplinarios
para rebelarse contra creencias instaladas y naturalizadas, por ejemplo en
los estudios sobre género (como diferente del sexo biológico). Incluso hay Cuando se proclamó que la Biblioteca abarcaba
estudios acerca del carácter social de la maternidad, en oposición a las todos los libros, la primera
creencias tradicionales sobre el rol de la mujer y su fundamento biológico {!_ impresión fue de extravagante felicidad. Todos los
(Hacking, 1998). hombres se sintieron señores de un tesoro intacto y
Hay un caso particularmente interesante del uso (y abuso) de la categoría secret~ la desaforada esperanza, sucedió, como
es nat;;;:a( una depresión excesiva. La certidumbre
"construcción social" en las últimas décadas del siglo XX con las llamadas de que algún anaquel en algún hexágono encerraba
"sociologías del conocimiento científico", para diferenciarse de la tradicional libros preciosos y de que esos libros preciosos eran
sociología de la ciencia y de la epistemología estándar de la tradición anglo- inaccesibles, pareció casi intolerable.
sajona heredera (con algunas herejías) del empirismo lógico. Mientras que
la sociología tradicional (Merton, 1973) se ocupaba solo del funcionamiento Jorge Luis Borges, "La biblioteca de Babel"
de las comunidades de científicos, estos nuevos puntos de vista relativistas,
posmodernistas, e incluso irracionalistas, piden la palabra acerca de la de- Cuatro características definen, a grandes rasgos, la organización y el
terminación social de los contenidos de las ciencias, es decir, de las teorías. estado del conocimiento científico en la actualidad. En primer lugar la
Resultó fundamental el strong programme, desarrollado a mediados de los disciplinariedad por objetos: más allá de la variedad de clasificaciones que
70 en la Science Studies Unit de Edimburgo, fundamentalmente por David se han intentado para abarcar el conjunto del conocimiento humano a lo
Bloor (1971) y Barry Barnes (1985), quienes consideraron que el conocimien- largo de los siglos, esas clasificaciones se basan, fundamentalmente, en los
to científico está determinado socialmente, porque la actividad científica y distintos tipos de objetos estudiados. Ello también puede percibirse en la ad-
el conocimiento resultante son productos del trabajo de los individuos en el ministración y organización académica de los estudios, en las publicaciones
seno de una comunidad científica, con su propia estructura, organización especializadas y libros de texto, en la evaluación de subsidios y premios a
y relaciones internas, y porque la actividad científica se encuentra profe- través de pares evaluadores, etc. Este tipo de organización puede encontrar
sionalizada, por lo cual los factores macrosociales externos influyen en la una justificación fundamental en que el análisis, o sea la separación en uni-
forma y el funcionamiento de la comunidad. A partir de allí, rápidamente
surgen nuevas líneas de estudio, por ejemplo, los programas relativista y 23. Véanse Bloor (1971), Latour (1987), Wool gar (1988 ), Latour y Woolga r (1979).
24. Véanse Locke (1992), Coorebyter (1994), Bauer (1992), Gross (1990).
54 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 55

dades cada vez más pequeñas, parece ser una de las formas típicas en que Estas dificultades que surgen del parcelamiento de los saberes, nada
los humanos podemos comprender mejor el mundo múltiple que nos rodea. novedosas por cierto, han dado lugar a propuestas de superación que, tras-
También puede comportar una utilidad instrumental o práctica, por ejemplo cendiendo la disciplinariedad, deben enfrentarse a la inconmensurabilidad
cuando se separa entre química orgánica y química inorgánica aunque nin- con mayor o menor capacidad de superarla. Estos nuevos enfoques han
gún químico piense en estos tiempos que obedecen a reglas diferentes, como recibido distintos nombres e, incluso, bajo la misma denominación se trata
se creyó originalmente. Pero también esta forma de división ha terminado, de propuestas diferentes. N o interesa aquí hacer una elucidación detallada
de alguna manera, hipostasiándose, o sea, compartimentando la realidad sobre las discusiones al respecto, sino remarcar al menos tres niveles de
según las disciplinas que la estudian. integración o superación diferenciados: enfoques multidisciplinarios, ínter-
En segundo lugar, hay un crecimiento exponencial del volumen de la disciplinarios y transdisciplinarios. Los tres tienen en común que ponen el
información y conocimiento disponibles. Suele decirse que hay más cientí- acento sobre un problema a resolver y no tanto en los enfoques disciplinares
ficos vivos que la suma total de científicos que hubo en toda la historia de la especializados.
humanidad y ello contribuye a generar un enorme volumen de información La multidisciplinariedad resulta de la mera suma de perspectivas dife-
genuina y de la que deriva de la compulsión a publicar a que están sometidos rentes sobre un mismo problema determinado y, en este sentido, constituiría
los científicos para validar·sus carreras personales. el nivel más bajo de integración. Son los equipos más fáciles de armar porque
En tercer lugar, hay una tendencia, también creciente, a la especializa- se trata de una mera adición, en los que solo hay circulación de informa-
ción y aun a la ultraespecialización, llegando a niveles increíbles: biólogos ción consolidada disciplinarmente y en los cuales las decisiones teóricas y
moleculares que dedican años a investigar sobre una sola molécula, médicos prácticas no suelen contemplar todas las posiciones. Es bastante común
especialistas en partes o aspectos cada vez más pequeños de nuestro cuerpo, encontrar equipos de trabajo multidisciplinarios en el área de la salud, en
lo mismo les pasa a filósofos, historiadores, físicos y otros. algunos grandes proyectos ingenieriles, desarrollos urbanos, etcétera.
Finalmente, la inconmensurabilidad parcial entre áreas disciplinares Las propuestas interdisciplinarias son más comprometidas en cuanto
derivada de los distintos tipos de formación académica, las perspectivas a la integración de saberes porque pretenden ser más que la mera suma-
y los métodos o enfoques diferentes, la diversidad del lenguaje, el arsenal toria de posiciones individuales. Como quiera que sea, es necesario hacer
conceptual y los marcos teóricos utilizados. algunas aclaraciones. En primer lugar, el movimiento de síntesis de dos o
Claramente, estas características se relacionan y retroalimentan. La más especialidades es inversamente proporcional al movimiento de sepa-
tercera resulta de la exacerbación de la primera, pero también deriva en ración y compartimentación anterior, de modo que tanto más fuerte será
parte de la segunda, en la medida en que es imposible para cualquier per- la síntesis cuanto más fuerte haya sido la división. Consecuentemente, el
sona manejar el conocimiento disponible como lo era en otras épocas. La grado de interdisciplinariedad no resulta de un punto de vista ontológico,
cuarta deriva solo en parte de las anteriores y es la causa de una dificultad sino más bien del estado administrativo de la organización académica. De
comunicacional y conceptual severa consistente en que el parcelamiento de modo que, en algún sentido, todas las investigaciones son interdisciplina-
los saberes no se resuelve volviendo a sumar lo que se ha dividido porque, rias. En segundo lugar, el grado de inconmensurabilidad será directamente
justamente hay una inconmensurabilidad derivada de que los científicos proporcional a las diferencias de las disciplinas o especialidades integradas.
se forman académica, profesional y culturalmente a través de iferentes Por ejemplo, no hay mucha dificultad en integrar biología y química, pero sí
lenguajes, metáforas y registros discursivos; pero también en diferentes la hay al pretender hacerlo entre sociología y biología. Por eso es esperable
perspectivas de abordaje de la realidad, metodologías y formas e va i ar, que el éxito de la interdisciplinariedad (me refiero al éxito en la integración
describir y aceptar "verdades". También difieren, y no es menor, los rituales y no a la investigación en sí misma) sea mayor o más consolidado en áreas
de ingreso, egreso, reputación y desprestigio entre las diversas comunidades disciplinarias más afines temáticamente pero sobre todo de enfoques, len-
disciplinares. Está claro que esto no impide la comunicación en un sentido guajes y estilos similares. Ejemplos: bioinformática, bioquímica, estudios
definitivo e irresoluble. De hecho siempre se puede (emulando al antropólogo latinoamericanos, psicología evolucionista, inteligencia artificial, geografía,
de Quine, 1960, 1970) ir desde una incomprensión inicial a la construcción oceanografía.
de un lenguaje de acercamiento o complementario, pero eso no solo es muy En las últimas décadas ha habido propuestas más ambiciosas, que se
dificultoso, sino que seguramente deja residuos de incomprensión o inco- hicieron eco de la iniciativa seminal de Jean Piaget de la década del 70, y
municación manifiesta. que suelen autodenominarse "transdisciplinarias". La literatura al respecto
56 Héctor A. Palma La maldición de Procusto: diversidad e integración de los saberes 57

es amplia (Gómez González, 2016) pero, simplificando algo excesivamente nunca de llegar a la autodestrucción de la humanidad). Frente a este desafío,
las cosas, puede decirse que en la actualidad hay dos formas principales los caminos que llevaron a la enorme capacidad científica y tecnológica actual
de concebir la transdisciplinariedad. parecen agotarse y la solución o, al menos, los paliativos requieren, como con-
La primera, como un estilo integrado de investigación sobre núcleos dición necesaria -aunque clara y definitivamente insuficiente si la política
problemáticos (IMittelstrass. 2003) y más allá, obviamente, de sectores ly no acompaña- 9-el conocimiento integrado y abarcativo de la multiplicidad
epistémicos delimitados en la tradición. La segunda como un principio de factores en juego. Son problemas complejos que requieren las miradas
para la unidad del conocimiento, posición que surge de una propuesta (parceladas pero, al fin, integradas) de físicos, químicos, biólogos, sociólogos,
realizada por el Centro Internacional para la Investigación Transdisciplinar economistas, historiadores, antropólogos, psicólogos, filósofos, artistas, etc.
(~, por su sigla en inglés) en el Primer Congreso Mundial de Transdis- Pero para ello, y dejando de lado la dimensión política del asunto para otra
ciplinariedad, celebrado en Portugal en 1994. La comprensión del mundo oportunidad, se vislumbran al menos dos obstáculos enormes. En primer
actual, según este punto de vista, implica la unidad del conocimiento global. lugar, uno de los más grandes desafíos radica en cómo reorganizar la ciencia
Basarab Nicolescu explicita los tres postulados de la transdisciplinariedad: a futuro dado que las carreras académicas (los planes de estudio de grado
la existencia de niveles de realidad (se refiere a la realidad cuántica y a y posgrado de las universidades, las carreras de investigador, distribución
la realidad macrofísica), la existencia de vinculaciones intermedias entre de subsidios, la evaluación por pares), las publicaciones, los programas de
esos niveles y la complejidad. La transdisciplinariedad concierne a "lo que política científica nacionales e internacionales y los edificios y laboratorios
está a la vez entre las disciplinas, a través de las diferentes disciplinas y donde se investiga están organizados según una óptica disciplinar más o
más allá de toda disciplina. Su finalidad es la comprehensión del mundo menos rígida y definida. Cómo se podrá reorganizar todo esto para lograr
presente en el cual uno de los imperativos es la unidad del conocimiento" científicos distintos, rompiendo con el estilo de fragmentación y especiali-
(Nicolescu, 2002: 35). zación crecientes, un estilo que, por otra parte, no solamente tiene siglos
de existencia, sino que tiende a profundizarse; que más allá de los déficits
señalados, en una paradoja que parece llegar a su límite, tiene un grado de
6. Prospectiva éxito más que aceptable, y, quizá lo que es más importante, todas las carreras
individuales, los sistemas de premiación, ascenso y adquisición de prestigio
Está claro que la realidad es más matizada, plural e interconectada de están perfectamente aceitados y consolidados de modo que todos conocen
lo que nuestras barreras disciplinares pueden soportar; ella -la realidad- el juego y sus reglas. En segundo lugar, no es descabellado pensar que la
muchas veces se nos escurre ante la mirada atónita de nuestras teorías. fragmentación y el análisis, seguidos de una trabajosa y muchas veces fallida
Quizá, después de todo, no podamos evitar la maldición de Procusto (aquel integración, quizá sea la única forma en que los humanos podemos generar
bandido que mencionábamos en nuestro epígrafe inicial y que asaltaba y aumentar el conocimiento de la realidad, de modo que la integración sea
a los viajantes en la antigua Grecia). Así como él resolvía muy fácil los solo una fantasía romántica, uno de esos ideales imposibles de alcanzar.
desajustes entre sus camas y sus secuestrados, en los últimos siglos las Aun así se trata de una tarea a la que no se puede renunciar como tantas
divisiones disciplinares y las ·ultra o microespecializaciones funcionaron otras tareas que la humanidad viene ensayando, aunque fracase parcial y
cortando artificialmente lo que sobraba (y, por qué no, también rellenando reiteradamente.
artificialmente lo que faltaba). Pero también es cierto que, con esa impron-
ta, el programa científico moderno ha producido éxitos maravillosos en la
comprensión, las aplicaciones prácticas y el control del mundo, de modo que Referencias bibliográficas
bien podría preguntarse cuál es el problema, entonces.
Es que las cosas han ido cambiando; la humanidad se encuentra actual- AYER, A. (comp.) (1959), Logical Positivism , Glencoe , The Free Press (trad. cast.: El
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3. Nihilismo, tecnología y política: la impronta de
la modernidad tecnológica en la teoría política*

Rubén H. Pardo

Son muchas las categorías a partir de las cuales sería posible -y con-
veniente- .pensar nuestra época. Sin embargo, si lo que se pretende es un
abordaje de la teoría política actual desde alguna problemática epistemoló-
gica, hay dos de ellas que conllevan ciertas ventajas. ¿Qué rasgos de estos
tiempos, vinculados al conocimiento y a la ciencia, han producido y producen
efectos relevantes en la teoría política? ¿A partir de qué fenómenos vigen-
tes es factible establecer un fecundo cruce entre epistemología y política?
Respuesta propuesta: el nihilismo y la tecnología.
Es conocido, y en buena medida aceptado en cuanto diagnóstico, el anun-
cio nietzscheano de la llegada del nihilismo y su problemática proyección
hacia los siglos XX y XXI. Nietzsche se concibe a sí mismo como el augur
de una época cuyo sello y sino estriban, precisamente, en la crisis de los
funda mentos, en el despertar nihilista del sueño de la promesa práctica
de una Ilustración plena. Por otro lado, la idea weberiana del desencanto
y la jaula de hierro , o el análisis heideggeriano en términos de material
disponible y mayor ocultamiento del ser, señalan en la caracterización de
la época la presencia creciente e ineludible de la racionalidad tecnológica:
vacío de fundamentación y devenir tecnológico.
Autocomprensión nihilista y expansión tecnológica constituirían, enton-
ces, el doble horizonte a partir del cual plantear las preguntas por nuestro
tiempo. Por ejemplo: ¿cómo seguir pensando y experimentando lo político,
en el marco de la ausencia de fundamentos? ¿Qué efectos proyecta en la
r eflexión sobre lo político el primado de la racionalidad t ecnológica?
E ste trabajo tien e como obj etivo a nalizar algunas de las respuestas que
el siglo XX ha dado _a est as preguntas, comenzando por la del pr opio Nietzs-

'' Este artículo es una reelabor ación de otro publicado con el nombre de "Lo político bajo el
hori zonte del nihilismo", en la revist a Perspectivas Nietzscheanas (1998). E n la versión que
aquí se ofrece se han cambiado algu nos enfoques y se ha intentado actuali zar el debate.
[ 61 ]
62 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 63

che. Por supuesto, no será posible abarcarlas todas y, por ello, el artículo se común: la problemática y acuciante llegada del nihilismo como horizonte
centrará en las que plantean la necesidad de reconstruir y ampliar la idea cultural de nuestro siglo.
de razón desde una concepción lingüística. Es el caso de J ürgen Habermas, "El nihilismo está a las puertas: ¿de dónde nos llega este, el más inquie-
a partir de la idea de razón comunicativa o el de Hans-Georg Gadamer con tante de todos los huéspedes?" En la esencia misma del ideal moderno Y
su concepción hermenéutica. Ambos comparten la necesidad de responder metafísico de razón, nos dice, reside la causa de su advenimiento, y en el
al sin fundamento y a la colonización técnica del mundo de la vida desde despliegue histórico de su proyecto, las razones de su intrínseca necesidad:
la reconstrucción de una suerte de texto que es la racionalidad: el primero
(Habermas) mediante un minimalismo procedimental deliberativo y el se- Punto de partida: es un error remitir a los estados de penuria so-
gundo (Gadamer) desde ese otro texto a recuperar y recrear que constituye cial o a las degeneraciones fisiológicas o incluso a·la corrupción como
la tradición. Pero en ambos casos es el carácter lingüístico de la racionalidad causas del nihilismo [. .. ] el nihilismo se encuentra por el contrario
la base de la respuesta. en una interpretación determinada [... ] el 9caso de la interpretación
moral del mundo, la cual no tiene ya sanción alguna, después de ha-
El objetivo será, desde ya, no desarrollar ni la teoría de la acción comu-
ber intentado buscar refugio en un más allá, culmina en nihilismo.
nicativa ni la hermenéutica, sino plantear las diferencias entre aquellas (Nietzsche, 1993: 22)
propuestas que responden al problema de la crisis de los fundamentos a
partir del concepto de voluntad (como Carl Schmitt y en algún sentido el Lo que aquí nos interesa no es tanto la consabida relación que Nietzsche
mismo Nietzsche), y quienes intentan pensar el orden social y político desde establece entre nihilismo y metafísica, ni tampoco esa filosofía deconstructi-
una idea de racionalidad que pretende dotar de nuevas bases la posibilidad va que, en ocasiones con liviandad, arroja sobre la tradición filosófica toda;
de una política democrática. por el contrario, el foco de nuestro análisis debe centrarse en la comprensión
de sus respuestas ante las consecuencias de una tal expansión del abismo
de desfundamentación; y sobre todo en el sentido y las posibilidades de
l. Lo político ante la llegada del nihilismo: Nietzsche recreación que esa filosofía posee en la actualidad.
Podríamos establecer una división, aun a riesgo de caer en perezosos
l. l. Racionalidad y caída de los fundamentos reduccionismos, en cuanto a los lugares o planos filosóficos donde evaluar
las conclusiones nietzscheanas acerca del advenimiento del nihilismo: uno,
Nietzsche se presenta a sí mismo como una encrucijada. O, para ser más más bien teórico, el de la racionalidad, y el de la praxis, el ético-político.
precisos, como signo y emblema de una época de crisis, como el estigma de La primera pregunta, entonces, sería la siguiente: ¿cómo pensar, desde la
un horizonte cultural en lenta pero hirviente formación. Y al menos en esto, conciencia creciente de una ontológica orfandad de fundamentos y verdades,
usufructuando las ventajas de la distancia de nuestra perspectiva histórica, la especificidad y el sentido del quehacer filosófico?, ¿cómo sostener aún,
es prudente asentir a tal autodescripción. Antes de apresurar cualquier dentro del vertiginoso derrumbe de valores y conceptos cuya vida es cada
línea interpretativa posible de los textos nietzscheanos es conveniente vez más efímera, una cierta idea de racionalidad?
tener presente que la importancia y la impronta que su pensamiento aún Aquí hay que comenzar por desembarazarse de la tentación facilista, hoy
ejerce en la actualidad estriba, en primer lugar, en el tino de esa apuesta. ya bastante en desuso, de interpretar a Nietzsche como un mero invertidor
La filosofía de Nietzsche es como termómetro y diagnóstico de un mundo, de valores, y ver en su polémica contra la racionalidad metafísica la lisa y
el de la modernidad, que arriba a la etapa de la conciencia crítica de sí llana negación de la razón. El tema, aun cuando puede (¡y pudo!) dar lugar
misma, y se atreve a dar cuenta de sus propios supuestos y contradicciones. a interpretaciones irracionalistas, es mucho más complejo que el de una
Luego, mediaciones mediante, algunos rubricarán, a partir de su herme- mera oposición entre racionalidad e irracionalidad; se trata del giro de la
néutica de la sospecha y desde el horizonte de una creciente racionalización filosofía, quizá ya iniciado por Kant, hacia un concepto ampliado y finito
tecnológica, el fracaso de los ideales ilustrados de la modernidad y otros de racionalidad. Es cierto que el sinscntido pareciera ser la primera forma
preferirán hablar de un proyecto inacabado. Sin embargo, más allá de toda en que se manifiesta el nihilismo una vez borrado el último trazo de ese
declaración de proximidad o lejanía conceptual respecto de los caminos milenario horizonte de ahistoricidad y verdad absoluta:
transitados por la filosofía de Nietzsche, podemos reconocer, desde el punto
de arribo, una lógica del periplo en la que se manifiesta una procedencia El hombre moderno cree t entativamente ya en este, ya en aquel
64 Rubén H. Pardo Nihilismo, t ecnología y política 65

valor dejá ndolo luego caducar; el círculo de valores desechados y caí-


dos en desuso a umenta sin cesar[ .. .] finalmente el hombre moderno
puesto por Nietzsche ante el acontecer irrevocable de la muerte de l ios? Jp
Aquí, en los aspectos nucleares reina cierto consenso. En primer lugar, -
se atreve a una crítica de los valores en general; llega a reconocer su debemos decir que de la conciencia del fracaso de los ideales ilustrados de
procedencia; conoce entonces lo suficiente como para no creer ya en un saber absoluto se desprende, como consecuencia fundamental para el
ningún valor. (Nietzsche, 1993: 66)
pensamiento, la conversión del mundo en un infinito interpretativo: "No
podemos refutar la posibilidad de[ .. .] interpretaciones infinitas" ElSlietzsehe.
En síntesis, "una sola interpretación sucumbió; pero, por el hecho de 88~ aforismo 374). Dicho de otro modo, el mundo como voluntad de poder
haber pasado por ser la interpretación, parece como si no hubiese ningún supone el estallido de toda pretensión de fundamento y verdad última; y el
sentido en la existencia, como si todo fuese en vano" (Nietzsche, 1993: 23). reconocimiento de la perspectiva, de la interpretación y de la ficción como
Sin embargo, no es menos cierto que el propio Nietzsche advierte sobre los condición de la vida y del conocimiento. Así, la fórmula nietzscheana del
riesgos de una resignada permanencia en ese tipo de nihilismo paralizante y "saber seguir soñando, pero sabiendo que se sueña" expresa el temple de la
vacuo: "El gran peligro es la falta de sentido de todo acontecer; la verdadera nueva actitud filosófica por él propuesta: asunción positiva (no resignación)
gran angustia es: el mundo ya no tiene ningún sentido" (18). Este primer de la contingencia y voluntad creadora. Y entonces es posible reconocer ya
destello de la consumación de la metafísica en nihilismo, este fruto tem- cuál es el modelo a partir del cual Nietzsche piensa ese nihilismo positivo o
prano de la muerte de Dios, con su consiguiente crisis de los fundamentos, futuro: el arte. En él ve una tendencia radicalmente contraria a la metafísica:
de la verdad y de la normatividad de la razón moderna, lejos de reflejar el
temple existencial exigido por Nietzsche, se corresponde mejor con el último El arte es la única fuerza superior opuesta a toda voluntad de
hombre: ese que "solo parpadea" y que más tiempo vive. negar la vida[ ...] el arte es la única fuer za superior opuesta a toda
Es evidente que Nietzsche, si bien aplaude la llegada de ese aconte- voluntad que no solamente percibe el carácter terrible y enigmático de
cimiento medular que es el nihilismo y vislumbra en él una oportunidad la existencia, sino que lo vive y lo desea vivir. (Nietzsche, 1981: 462)
histórica, también se percata de los riesgos:
Nietzsche, por lo tanto, concibe el arte como el lugar menos contaminado
Hasta puede decirse, en términos generales, que el acontecimiento por la metafísica, dado que se manifiesta en él una afirmación de la exis-
es demasiado grande, demasiado lejano, demasiado apartado de la tencia como devenir creador y contingente: "El arte como buena voluntad
comprensión de todo el mundo para que pueda extrañarse que no haya de ilusión se opone a la voluntad de verdad de la ciencia" (Nietzsche, 882.
producido ruido la noticia[ ...] ni puedan saber lo que se hundirá por
aforismo 107). Ante las reactivas telarañas de conceptos que, guiadas por
haber sido minada esa fe[ ...] esa larga serie de demoliciones, de des-
trucciones, de ruinas y derrumbamientos que tenemos en perspectiva,
felp aradigma unidimensional de la objetividad panóptica, inmovilizan todo,
¿quién podrá adivinarla hoy lo bastante para ser el iniciador de esta 'ejensamiento nietzscheano desoculta la fuerza originaria de la dinámica
enorme lógica del terror, el profeta de un entenebrecimiento y de unas metafórica, ese poder creador del lenguaje que siempre se antepone y precede
obscuridades tales que probablemente no tuvieron jamás semejanza ontológicamente a lo conceptual, haciendo posible el sentido, la comprensión;
en la tierra? i tz clie 18 aforismo 343) aunque su destino, al modo de Sísifo, sea inexorablemente la caída en la
quietud, el devenir en mero concepto, vale decir, su lexicalización.
Vale decir, no es filosóficamente productivo, como algunos aún parecen Sin embargo, las preguntas antes formuladas adquieren en este punto su
pretender, identificar metafísica y violencia e inferir, desde la superación de significado más relevante: ¿qué idea de racionalidad subyace a este desan-
aquella, la anulación de esta última. El problema no es tan simple. Nuestra claje de la razón respecto de sus ideales modernos de verdad y fundamento?
modernidad tardía es un claro ejemplo de ello. En ella se entretejen varias El momento, que Nietzsche viene a representar, de la toma de conciencia de
de las posibles consecuencias negativas denunciadas por Nietzsche ante la la modernidad acerca de sus supuestos y contradicciones ¿permite "liberar"
conciencia de la orfandad ontológica del hombre: una extraña y paradójica a la razón de ciertas taras y ataduras propias de un paradigma filosófico
mezcla de cómoda aceptación del sinsentido (la chatura del último hombre) milenario y ya en crisis o, más bien, implica su negación radical en favor de
y de fe ciega en la r a zón t écnica como único modo de racionalidad. Al fin y al la apertura de un creciente irracionalismo?Y si, como creemos correcto, nos
cabo, nihilismo pasivo y razón instrumental son ambos hijos de este proceso inclinamos por la primera opción, ¿cuáles serían los perfiles de esa nueva
de secularización y derrumbe de los ideales m etafísicos. y a mpliada idea de racionalidad? Y lo que es aún má s importante: ¿cómo
¿Cuáles son las implicancias epistemológicas del nihilismo positivo pro- pensar ahora , desde ella, lo político?
66 Rubén H . Pardo Nihilismo, tecnología y política 67

El nihilismo nietzscheano, si bien se constituye desde una crítica de la sustentar hipótesis muy diversas y, en ocasiones, aparentemente contra-
razón -o justamente por ello-, conlleva una idea de racionalidad amplia- dictorias. Este hecho abre un amplio abanico de efectos y consecuencias
da, descentrada de sus núcleos metafísicos. La grandeza y la radicalidad posibles.
filosófica de Nietzsche estriban justamente en haber llevado a cabo dicha Una primera opción, adoptada por muchos autores, podría ser abando-
crítica despojándose de las paradojas románticas e historicistas, despejando nar desde el vamos la tarea, bajo el expediente argumentativo de negarle
el camino hacia una recuperación de la dimensión histórica y lingüística seriedad filosófica a un autor que alberga en su filosofía la posibilidad de
de la comprensión. Su obra de algún modo inaugura el giro de la filosofía sendas conceptuales e interpretativas que se bifurcan, entrecruzan, o, di-
desde el paradigma de la objetividad científica y la reflexión hacia un modelo rectamente, conducen a salidas diametralmente opuestas.
hermenéutico, 1 en el cual se redescubre la estructura de anticipación de la La segunda posibilidad es la más tentadora y transitada. Aquí la jugada
experiencia humana: todo dirigirse gnoseológico del hombre respecto de es apostar a una perspectiva e intentar, por un lado, recolectar la mayor
los entes intramundanos, como luego podrá afirmar Heidegger, incluye la cantidad de citas posibles para inclinar la balanza hacia allí y, por otro,
presencia de relaciones de remisión que dependen de la estructura del todo forzar a las rebeldes a adaptarse a esa línea. A decir verdad, quizá toda
de significatividad; vale decir, todo conocimiento, aun el de las ciencias, es interpretación en general posea algo de esto: interpretar es siempre privile-
interpretación, en tanto se funda en un "tener previo", en la explicitación fie) giar, violentar desde lo propio; pero no por ello toda interpretación es lícita.
una precomprensión a partir de la cual se opera la apertura del horizonte ~ Concretamente, en el caso que nos ocupa, hay dos tendencias claramente
sentido en el que se nos dan las cosas, esto es, el "mundo". Ya no es posible, distinguibles: Nietzsche como precursor de la barbarie nazi y de ideologías
desde Nietzsche, eludir la base de historicidad y lenguaje que constituye autoritarias, o Nietzsche como profeta de un pluralismo democrático su-
la finitud de la racionalidad del hombre y pretender un "frente a frente" de perador de la violencia metafísica del pensamiento moderno. Jerarquía o
sujeto-objeto que sobrevuele la facticidad de la experiencia humana desde moderación, nacionalsocialista o posmoderno. De cualquier modo, sin eludir
la ahistoricidad del fundamento. por ello la "secuencia", sopesar la relación Nietzsche-nacionalsocialismo en
A partir de este breve recorrido por algunas de las implicancias episte- términos de "consecuencia" es por demás injusto; y ver en aquel a un adalid
mológicas del pensamiento nietzscheano, podemos concluir, en primer lugar, de las libertades democráticas, todo un acto de ingenuidad.
que en nuestra actualidad, concretamente en la problemática filosófica que Un tercer camino, no menos cómodo y facilista que el primero, puede
nos aguijonea por estos años, es posible reconocer un "desde Nietzsche", a encontrar su punto de partida en la conclusión anterior: "Nietzsche no es
saber, una creciente conciencia del nihilismo como horizonte cultural de esto, ni aquello, ni esto otro ... ", suele escucharse con frecuencia a quienes
la época, lo cual se articula a su vez como conciencia de la finitud, de¡1a) munidos de un pomposo arsenal de ironías y descalificaciones arremeten
contingencia, de la historicidad y del carácter lingüístico del sentido, d~ contra quienes osan "decir algo" acerca de su filosofía; e incluso parecen
imposibilidad de un saber absoluto, de la falta de finalidad última del de- disfrutar de ese efímero triunfo que representa el fundamentar lo que
venir, de la perspectiva, del sin fundamento. Esta autoconciencia, y todo lo Nietzsche no es.
que se derrumba con ella, constituye el temple y si o de nuestra modernidad l C\_ Finalmente, resta aún otro enfoque posible, que será el aquí adoptado y
tardía; y atestigua el acierto del diagnóstico nie zscheano, como asimismo O que parte de tres premisas básicas: en primer lugar, recoger y reconocer en
la apremiante actualidad de sus preguntas y desafíos, el más acuciante de Nietzsche la presencia de dos perspectivas al interior de su pensamiento,
los cuales, cabe recordarlo, es: ¿cómo seguir pensando lo político desde este una, que podría denominarse "crítica" o "nihilista", gira en torno de las ideas
nuevo horizonte de hipermodernidad? Comencemos por el propio Nietzsche. de contingencia, sin fundamentos, y perspectivismo (en ella arraigan las
interpretaciones de Massimo Cacciari acerca de "lo impolítico nietzscheano",
Política y caída de los fundamentos: una doble perspectiva. Las interpre- y el "pensamiento débil" de Gianni Vattimo); y otra, que podría denominar-
taciones acerca de las implicancias políticas del pensamiento nietzscheano se la de "la jerarquía y el aristocratismo", sustentada en una concepción
suelen enfrentarse con un obstáculo hermenéutico que, en principio, parece de la "vida" como voluntad de poder, asimetría y avasallamiento. Ambas
insalvable: en sus textos podemos encontrar, sin mayor esfuerzo, apoyo para perspectivas se entrecruzan, se articulan y salen a la luz en la crítica niet-
zscheana de la modernidad, particularmente en sus ataques al socialismo
l. La hermenéutica que se nutre de Nietzsche pone el acento en el intérprete y su función y a la democracia. Ninguna hermeneusis medianamente abarcadora puede
creadora de sentido, más que en el "ser", como es el caso de Gadamer (véase el ca pítulo 5 de soslayar alguna de ellas . En segundo lugar, nuestro enfoque será básica-
este volumen ).
68 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 69

mente hermenéutico, o sea, estará fundado en la certeza de que una cabal lejana ... más allá de ellos mismos, ¿para qué serviría este más allá,
comprensión de sus textos no se alcanzará mediante ningún tipo de acceso sino para manchar el más acá?
milagroso o empático al alma del autor, sino en virtud de una recreación del
discurso desde el presente situacional. Si "comprender a Nietzsche" puede Es claro que para Nietzsche el socialismo no podía ser más que otra
tener alguna relevancia, será por lo que él tenga aún para decirnos, por forma de metafísica, sustentada también en una idea unívoca de la na-
su "actualidad", por las indicaciones y problemas que surjan para nosotros turaleza humana y en una filosofía de la historia; pero una de las críticas
desde su filosofía. Y en tercer término, no veremos en la coexistencia de las más significativas, y que engloba a su vez a la democracia y al pensamiento
mencionadas perspectivas el emblema de un pensamiento contradictorio, político moderno todo, tiene que ver con el señalamiento de una contradic-
sino más bien la aparición de una crisis y el señalamiento de los nuevos ción esencial entre esas tendencias y el fundamento en el que se sostiene
interrogantes que ella inaugura; interrogantes que, como luego podrá apre- el concepto mismo de Estado:
ciarse, aún no han tenido respuestas del todo satisfactorias.
Una de las implicancias ético-políticas del pensamiento nietzscheano más El interés del gobierno tutelar y el interés de la religión van de
recorrida por su recepción contemporánea gira en torno de la perspectiva la mano, de suerte que si este empieza a perecer, el fundamento del
Estado moderno también quebrantará. La creencia en un orden divino
deconstructiva y crítica de su filosofía y ha sido brillantemente expuesta por
de las cosas políticas, en un misterio de la existencia del Estado, es de
Cacciari (1994) en su artículo "Lo impolítico nietzscheano". En este trabajo el
orden religiosa: si la religión desaparece, el Estado perderá inevita-
autor hace pie en la profundidad, según él no percibida por la interpretación blemente su antiguo velo de Isis y ya no infundirá respeto. (Nietzsche,
de Thomas Mann, de la sospecha y los ataques formulados por Nietzsche 181.8. aforismo 472)
a la modernidad en general y a sus aspectos políticos en particular, para
extraer de ello la idea de una "política sin fundamentos". Así, lo impolítico, El proceso moderno de desacralización y secularización de las bases
emblema de la dimensión práctica de la filosofía de Nietzsche, lejos de repre- teológicas de lo político, que ha desembocado no solo en el socialismo sino
sentar un rechazo nostálgico de lo político como disvalor (lectura de Mann sobre todo en la modernidad democrática, mina las bases mismas de esa fe
en clave de revolución conservadora), se manifiesta como crítica radical de sobre la que se ha erigido y se sustenta la existencia del Estado, llevándolo,
lo político en cuanto afirmación de valores y visión totalizante. Así, Cac- ineludiblemente, a su propia decadencia:
ciari consigue clarificar los perfiles políticos del pensamiento nietzscheano
poniéndolos a la luz del gesto filosófico de base de su obra: la crítica de la La soberanía del pueblo, vista de cerca, servirá para que se des-
metafísica y la deconstrucción de los pilares conceptuales de la modernidad. vanezca hasta la magia y la superstición postreras en el dominio de
Lo "impolítico" nietzscheano, en tanto crítica del ser-valor de la dimensión estos sentimientos; la democracia moderna es la forma histórica de la

~
lo político, se articula como un "reenvío de lo político al reconocimiento decadencia del Estado. (Nietzsche,~: aforismo 472)
su intrínseco nihilismo", vale decir, estriba en el desocultamiento crítico
los valores y conceptos en que se funda el pensamiento político moderno, La modernidad, articulada políticamente en las ideas de socialismo y
como asimismo en el señalamiento de sus contradicciones y en el anunciQ democratización, constituye un lento, pero sostenido, camino de decadencia,
de su inexorable disolución. (e;;J la medida en que conlleva el declive del fundamento de lo político: la fe
Esta perspectiva, que antes denominamos crítica o nihilista, para resaltar ~ la autoridad absoluta y en la verdad definitiva.
su intrínseca relación con el nietzscheano reconocimiento de la finitud y la Este poner lo político en el horizonte del nihilismo (conjugar la "agonía
contingencia ante las pretensiones metafísicas de fundamento y ahistori- del Estado" con la "muerte de Dios") constituye el punto medular de la
cidad, constituye uno de los núcleos principales de las objeciones con las perspectiva "impolítica", o "crítica" según nuestros términos, de las po-
que Nietzsche (1889: aforismo 34) ataca al socialismo y al democratismo: sibles proyecciones ético-políticas del pensamiento nietzscheano: crítica
de lo político como visión totalizante, crítica del fundamento teológico y
Pero aun cuando el cristiano condena, calumnia, mancha el mundo, crítica de las formas secularizadas y decadentes de la política moderna.
lo hace partiendo del mismo instinto de que parte el obrero socialista Sin embargo, ante la pregunta acerca de cómo pensar lo político bajo este
par a conde nar , calumniar, m ancha r la sociedad; el juicio fina l mismo horizonte actual de desfundamentación , tal perspectiva muestra una cierta
es el dulce consuelo de la vengan za, es la r evolución como la espera insuficiencia. Si el ámbito de lo político se yergue sobre el suelo ineludible
t a mbién el obrero socialist a, pero imaginada pa ra una época m ás
70 Rubén H . Pardo Nihilismo, tecnología y política 71

de la fe y el fundamento teológico-metafísico; en síntesis, si necesita del la sociedad en los cuales el carácter explotador desaparecerá: a mis oídos
"ansia de un punto de apoyo, de un sostén, de un instinto de debilidad que, esto suena como si alguien prometiese inventar una vida que se abstuviese
si no crea las religiones y las metafísicas, al menos las conserva" (Nietzsche, de todas las funciones orgánicas" (Nietzsche, 188 : aforismo 259); mientras
882: aforismo 347); ¿en qué consistiría entonces, una "gran política", una que "el democratismo fue en todo tiempo la forma de decadencia de la fuer-
política que represente el caso contrario, "el de la alegría y la fuerza, por za organizadora", dado que "para que haya instituciones ha de haber una
el cual abandone el espíritu toda su fe, toda su ansia de certeza, viéndose especie de voluntad, de instintos antiliberales hasta la maldad: la voluntad
diestro en tenerse sobre liB_Ejras cuerdas de todas las posibilidades y capaz de tradición, de autoridad" (Nietzsche, 889· aforismo 39).
de danzar sobre el abismq{] (aforismo 34 7). Con todo esto simplemente se pretende resaltar que la crítica nietzschea-
Concretamente, ¿cuál sería el significado político posible de ese "danzar na a la modernidad política como decadencia y degeneración no solo alberga
sobre el abismo"? Nietzsche, a su modo, responde; y es aquí donde se des- un perfil de apertura a la contingencia y orfandad de fundamentos (de lo que
pliega esa segunda perspectiva, la más polémica y difícil de asimilar, aquella podría seguirse un gesto de moderación y pluralismo ante cualquier modo de
relacionada con la jerarquía, con el aristocratismo y el avasallamiento que fundamentalismo), sino también, y a la vez, una asunción del ineludible suelo
conlleva su concepción de la vida como voluntad de poder. La "gran política", de asimetrías e imposiciones en el que arraiga toda política. Fundamento y
además de un estadio crítico, representado por lo impolítico y, en general, fe (o razón, en su forma secularizada), cimientos del pensamiento político
por la deconstrucción nihilista de la filosofía tradicional y moderna, posee tradicional, una vez despojados de su velo metafísico, vale decir, arribado
una faceta afirmativa, en la cual se ilu mina todo aquello que ha quedado ya el nihilismo, ínsito en su propia esencia, descubren el sin fundamento y
oculto por milenios de metafísica y decadencia: la vida misma. la voluntad como los ingredientes más propios de toda política:

Adelantemos nuestra mirada un siglo, supongamos que mi atenta- Voluntad como sustituto compensatorio de la fe, esto es, de la idea
do contra los milenios de contranaturaleza y de violación del hombre de que existe una voluntad divina[ ... ] Si no existe una finalidad en
tiene éxito. Aquel nuevo partido de la vida, que tiene en sus manos toda la historia de los destinos humanos, entonces tenemos que in-
la más grande de todas las tareas, el adiestramiento superior de la troducirle una: suponiendo que nos es necesaria una meta y que, por
humanidad, incluida la inexorable aniquilación de todo lo degenerado otro lado, se nos ha hecho transparente la ilusión de una meta o de
y parasitario, hará posible de nuevo en la tierra aquel exceso de vida una finalidad inmanente[ .. .] ¡No buscar el sentido de las cosas, sino
del cual tendrá que volver a nacer también la situación dionisíaca. Yo introducirlo! (Nietzsche, 1993: 40-49)
prometo una edad trágica. (Nietzsche, 1998: 462)
Abismo de fundamentación y una voluntad capaz de "danzar" sobre él.
El mentado "danzar sobre el abismo" al cu al Nietzsche nos desafía, y que Sabemos ya que esta capacidad consiste no solo en el reconocimiento de
en un plano epistemológico mienta la aceptación del carácter interpretativo la contingencia y el perspectivismo, sino además en la conciencia de · las
y, por tanto, abismal del conocimiento, aquí alude al reconocimiento de un distancias jerárquicas en cuanto a la transmisión del mando que supone
perspectivismo vital que es, básicamente, asimetría: la voluntad política (el "señorío"). La pregunta a responder, entonces, sería
la siguiente: ¿cómo interpretar el sentido de esta "danza nietzscheana"
Resulta necesario pensar a fondo y con radicalidad y defenderse por sobre las ruinas de las formas tradicionales de la política, que ya han
contra toda debilidad sentimental: la vida misma es esencialmente iniciado su inexorable proceso de deslegitimación?; o, haciendo más amplio
apropiación, ofensa, avasallamiento de lo que es extraño y más débil, el interrogante : suponiendo que no gustásemos del ritmo de los acordes
opresión, dureza, imposición de formas propias anexión y al menos,
propuestos por Nietzsche, ¿de qué otro modo podemos hacernos cargo de
en el caso más suave, explotación. (Nietzsche, 8 :aforismo 259)
tal inquietante diagnóstico y tarea?
En este punto las respuestas de quienes leen a Nietzsche en clave pos-
Y es en este núcleo temático en el que se centra un segundo grupo de
moderna, priorizando la dimensión crítica y dcconstructiva de su filosofía,
críticas que Nietzsche formula al pensamiento político moderno, el cual, en
desembocan en una encrucijada. O bien acallar al Nietzsche más polémico,
sus formas de socialismo y democratismo, niega y oculta la esencia interpre-
aquel que extrae, en la mentada perspectiva aristocrática y jerárquica,
tativa y de voluntad de poder de la vida: desde el primero "hoy se fantasea
las consecuencias más antipáticas (al modo de Richard Rorty) y entonces
en todas partes, incluso bajo disfraces científicos, con estados venideros de
concluir que su utilidad ha de quedar reducida a la esfera privada del
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72 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 73

ironismo, el que a su vez debe ser conjugado con un liberalismo público; o sin cierto orden, sin previsibilidad. Por otro lado, suponer que la creciente
bien silenciar las afirmaciones propias en vaguedades y ambigüedades, que insostenibilidad de posiciones extremas y fundamentalistas dé lugar, por
responden al problema de un modo cuasi místico y digno de una teología sí sola, a la moderación, el pluralismo, y la progresiva eliminación de la
negativa. Así, siguiendo a Gianni Vattimo, habría que conformarse con decir violencia, constituye todo un acto de pensamiento mágico, por no decir
junto con Nietzsche que los más fuertes "serán los más mesurados, los que de ingenuidad filosófica, como si aquella derivara exclusivamente de la
no necesitan de dogmas extremos"; o, tomando el caso de Cacciari (1994: creencia metafísico-teológica en el fundamento.
79), que "tener los ojos bien abiertos y observar bien cómo la cosa procede es En segundo término, esa doble perspectiva nietzscheana, mediante la
por lo tanto el único respiradero posible, la puerta estrecha que nos queda cual lo político se nos revela como el cruce entre vacío ontológico y autoa-
[ ... ] desde el lenguaje de la <<política sin fundamentos,". firmación de una voluntad que crea e introyecta sentido, nos aproxima, si
Como respuestas no alcanzan, a menos que se abandone resignadamente es que no aceptamos el vaciamiento posmoderno de su significado práctico,
toda pretensión de vincular teoría y praxis, filosofía y política; a menos que al terreno filosófico de una teoría decisionista. N o pretendemos con esto
se acepte la presencia entre ellas de un abismo insalvable y se renuncie a afirmar una relación de "consecuencia" entre la filosofía de Nietzsche y el
la construcción de mediaciones que nos permitan transitar con sentido de decisionismo schmittiano (y mucho menos aún entre aquel y el nazismo),
una orilla a la otra. sino simplemente señalar una "secuencia" y una posible proyección política
La presencia inocultable en el pensamiento nietzscheano de esas dos concreta del diagnóstico epocal por él realizado. Al fin y al cabo, Carl Sch-
perspectivas o dimensiones insoslayables de lo político, la primera de las mitt dará una respuesta, y quizá la más descarnadamente coherente con el
cuales hunde sus raíces en el nihilismo, iluminando el vacío ontológico de pensamiento de Nietzsche, a su problemática del "danzar sobre el abismo".
fundamentación, a la vez que la segunda señala el momento de autoafirma- Será el momento, entonces, de evaluar tanto esa propuesta y otras dos
ción de una voluntad de jerarquía y distancia, nos reconduce a la problemá- que, desde tradiciones filosóficas más distanciadas de Nietzsche, intentan
tica inicial. La grandeza y actualidad de su filosofía pueden ser ubicadas responder el mismo e inquietante dilema: el de lo político en la época del
del lado de las preguntas, más que del de las respuestas; estriban sobre nihilismo y la tecnología, el de una teoría política en los tiempos de la mo-
todo en la emergencia de nuevos interrogantes, en el tino de vislumbrar dernidad tardía.
la inauguración o revivificación de ciertos problemas inexorables, como,
en este caso, la necesidad de repensar lo político bajo el horizonte cultu-
ral del nihilismo que signa y señala a la vez la llegada de la modernidad 2. Decisión, comunicación o tradición:
tardía. Y es en la complejidad y novedad de la pregunta donde hay que de Weimar a la hermenéutica
comprender las razones de la insatisfacción, siempre renovada, acerca de
las respuestas. Estas, en el caso de Nietzsche, combinan una concepción 2.1. Vacío y voluntad: la decisión
de lo político centrada en el pólemos, en lo agonal, como consecuencia de
un punto de partida epistemológico-antropológico pesimista y una com- El análisis de la doble perspectiva de lo político en Nietzsche, en la cual
prensión del conflicto surcada por la facticidad, por la autoafirmación se funda su crítica de la modernidad, nos condujo a la problemática de cómo
existencial. Por ello, del resultado de esta combinación entre crítica del seguir pensando esa dimensión de la praxis bajo el horizonte inexorable de
fundamento y voluntad, mediante la cual Nietzsche caracteriza el fenó- deslegitimación actual de sus formas tradicionales. Caídos ya los ideales
meno de lo político, pueden extraerse, en principio, al menos dos obser- ilustrados de una razón con vocación de universalidad, desde cuya base
vaciones a tener en cuenta. En primer lugar, que la comprensión actual fuese posible erigir el edificio de un proyecto social plenamente racional,
del vacío de fundamentación sobre el que se yergue todo conocimiento, vacío y voluntad se nos revelan como las sedes del reenvío de lo político al
e incluso toda praxis, no es susceptible de ser traducida literalmente al reconocimiento de su intrínseco nihilismo. Sin embargo, a tal diagnóstico
ámbito de lo político ; vale decir, la ausencia de fundamento , como apunta nietzscheano habrá que sumarle, si es que queremos comprender el pro-
acertadamente Franco Crespi (1990), e incluso como es advertido ya por blema en toda su profundidad, la aparición de un fenómeno cuya decisiva
el propio Nietzsche, no se convierte, en su proyección social, en superación irrupción e incidencia en el ámbito de lo político, por razones históricas, él
o supresión de determinaciones : el terreno de la política conlleva, inexo- no pudo medir en toda la potencialidad de su significado: la tecnología, y
rablemente , la presencia de elementos que se absolutizan; no es pensable los procesos de racionalización sistémica que su desarrollo trajo aparejado.
74 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 75

El resultado de esta adición de nihilismo y técnica nos lleva a la cercanía tradiciones, como la crítica del mundo liberal y democrático surgido de la
de la redescripción weberiana de la temática del poder, la cual constituye Revolución Francesa, el romanticismo alemán, la experiencia del frente (Pri-
el punto de partida casi ineludible de cuanta investigación filosófica, desde mera Guerra Mundial), la crítica de la razón moderna e ilustrada, la filosofía
principios del siglo XX hasta nuestros días, se haya elaborado al respecto. de la vida (Lebensphilosophie), la proclamación amoral de la estética; en
Según ella, la política moderna toda se encuentra surcada por el dilema de resumen, defendían una ideología nacionalista, la Kultur, e identificaban
un doble rostro, de una estructura escindida: el poder se constituye como a Weimar con la guerra perdida y la humillación nacional, con Versalles,
el cruce entre racionalidad formal y transmisión jerárquica del mando, la inflación, la cultura masiva cosmopolita, el liberalismo político, la razón
se manifiesta en una oscilación entre disciplina burocrática e innovación formal y abstracta, la Zivilisation. De ahí su denominación de "república
abismal. Esta encrucijada entre "cálculo racional" y "tiempo oportuno de sin republicanos", dado que toda política encaminada a su destrucción era
la decisión"J conforma el núcleo del desafío irresuelto a partir del cual Max considerada un acto de redención nacional.
Weber concibe lo político y su destino: el desencanto de la "jaula de hierro" Otra descripción muy atinada y fructífera del contexto weimariano,
forjada por una racionalidad teleológica que se presenta como el modo más en tanto marco histórico en el que se entretejieron las sucesivas síntesis
racional de ejercicio del poder, o el riesgoso surgimiento de praxis políti- conceptuales que antecedieron y prepararon el clima político alemán de la
cas fuertemente arraigadas en una ética de la convicción. Así, si tenemos década de 1930, es la que realiza Jeffrey Herf en términos de modernismo
presente, junto al camino transitado con Nietzsche, el interrogante abierto reaccionario. Se trataría, a decir del autor, de un fenómeno muy particular,
por el enriquecido diagnóstico weberiano o, dicho con otras palabras, si fruto del desarrollo industrial tardío que experimentó la Alemania de entre-
comprendemos el estigma de la política en nuestra modernidad tardía, guerras: la recuperación de la tecnología desde una ideología reaccionaria.
desde la impronta que en ella deja la conjunción de nihilismo y tecnología, La novedad estaría dada por la síntesis entre una ideología reaccionaria,
podemos entonces calibrar con cierta precisión el sentido de una posible que defenestra los principios de la Revolución Francesa y de la ilustración
respuesta decisionista. moderna, y la decisión de reivindicar y apoderarse del producto más acabado
¿Qué es el decisionismo? Recurrimos, para comenzar, a la clásica defini- de la modernidad: la tecnología. A diferencia del pensamiento romántico,
ción de Hermann Lübbe (1983: 51): que ve en la técnica la encarnación de un espíritu demoníaco que hay que
mantener a raya o directamente rechazar, los modernistas reaccionarios
Es una teoría política para la cual la validez de una decisión polí- son conscientes de la importancia política y de la necesidad de tener de su
tica existe independientemente de la corrección de su contenido[ ... ] lado a la tecnología. Esto, la confluencia de reacción y tecnología, representa
normativamente considerada nace de la nada[ ...] y corta la discusión la paradoja del modernismo reaccionario alemán, que asegurará, contra lo
ulterior[ ... ] Esta teoría niega la capacidad de verdad de las cuestiones que piensan otros autores, la unidad de ideología y práctica del nazismo.
políticas y concibe su respuesta como un asunto de decisiones de poder.
Los pensadores emblemáticos del modernismo reaccionario fueron Ernst
Jünger, Hans Freyer y Carl Schmitt. Será justamente este último el que
Sin dudas , son numerosas las fuentes filosóficas en las que abrevan elabore una respuesta a la encrucijada epocal de vacío y desarrollo tecno-
estas ideas (la más obvia de las cuales nos lleva al famoso "auctoritas, non lógico: la decisión.
veritas, facim legem" -"es la autoridad y no la verdad la que hace la ley"- de Ahora bien, es dentro de este horizonte y aquelarre cultural de entre-
Thomas Hobbes), pero la comprensión de la apuesta decisionista de Carl guerras, producto también de la singularidad de la modernización alemana,
Schmitt, al menos para la perspectiva temática de este trabajo, solo podrá donde el significado de una teoría de la decisión, tal como la formulara
efectivizarse a la luz de la crítica del fundamento realizada por Nietzsche y Schmitt, comienza a develársenos, y donde encuentra un renovado y apli-
del dilema weberiano aplicados a un contexto histórico particular, aunque cativo sentido la problemática nietzscheano-weberiana recogida por este.
pleno de significados: el de la República de Weimar. Una primera aproximación al pensamiento schmittiano cabría buscarla,
Weimar fue el crisol en el que se llevó a cabo esa explosiva combinación entonces, en su interpretación de Weimar. Y podemos encontrarla} en su
de ideas que se conoció como revolución conservadora. Thomas Mann la conferencia sobre "La época de las neutralizaciones y despolitizaciones",
describió en los siguientes términos: "Una síntesis de ilustración y fe, de pronunciada en Barcelona en octubre de 1929. Allí, Schmitt lee el desa-
libertad y obligación, de espíritu y cuerpo, dios y mundo, de sensualidad rrollo del espíritu europeo en los últimos cuatro siglos en términos de una
y atención crítica, de conservadurismo y revolución". Los autores perte- progresiva tendencia a la neutralización del conflicto, en virtud de la cual
necientes a este grupo de la derecha alemana compartían ciertos temas y
76 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 77

cada centro de referencia en el que se manifiesta lo político es acallado y ella no solo el centro de una configuración epocal y que, por tanto, conlleva
desplazado por otro, en el que se espera encontrar acuerdo y paz: una "espiritualidad", sino que además advierte en su acontecer ineludible
la oportunidad histórica de una reconvocatoria de lo político:
La humanidad europea migra[ .. . ] de un campo de lucha a un te-
rreno neutral, y continuamente el terreno neutral apenas conquistado El espíritu del tecnicismo, que ha llevado a la fe de masas a un
vuelve a transformarse, de inmediato, en un campo de batalla, y se activismo político del más acá, es espíritu, quizá espíritu maligno y
hace necesario buscar nuevas esferas neutrales. (Schmitt, 1984: 86) diabólico[ ... ] pero en sí no es nada técnico ni maquinal. .. es la confianza
en una metafísica de la actividad, la fe en un poder y en un dominio
Esta teoría de los "ámbitos centrales" o "centros de referencia" (Zentral- ilimitado del hombre sobre la naturaleza, y por lo tanto también sobre
gebiete) reconoce la siguiente periodización: teológico (siglo XVI), metafísico la physis humana[ ... ] el proceso de progresiva neutralización de los
(siglo XVII), moral humanitario (siglo XVIII), económico (siglo XIX), y no pre- diferentes ámbitos de la vida cultural ha llegado a su término porque
tende señalar una ley de filosofía de la historia, ni expresar grados de un ha arribado a la técnica[ ... ] la técnica no es ya el terreno neutral en
la línea de aquel proceso de neutralización y toda política de poder
desarrollo dialéctico y orientado, sino que precisamente sustrae el núcleo
puede servirse de ella. (Schmitt, 1984: 89)
de lo político de toda normatividad o finalidad inmanente. Lo que aquí in-
teresa de esta lectura schmittiana de los desplazamientos históricos de la
Dicho de otro modo, la técnica, que por otra parte "no espera otra cosa
conflictividad política es su caracterización del punto de arribo epocal de
que ser utilizada" (Schmitt, 1984: 89) desoculta la impotencia política que
esa aspiración a una esfera neutral: la decadente situación alemana en el
se esconde bajo el Kulturpessimismus pastoril, y reclama un nuevo primado
contexto del entonces joven siglo XX.
de lo político "lo suficientemente fuerte como para adueñarse de ella".
Con respecto al dilema weimariano, Schmitt encuentra en él la consta-
Weimar fue un aciago laboratorio de ideas en el cual se forjó una peculiar
tación de la función neutralizante y despolitizadora del liberalismo en el
síntesis cultural, que concilió algunas ideas antimodernistas y románticas
que se encarna preferentemente el Zentralgebiete económico decimonónico:
propias del conservadurismo alemán con la aceptación de la tecnología (Herf,
la debilidad degradante del parlamentarismo alemán de esos años, según
1993, caps. 1 y 2). En el marco de esta singular "república sin republicanos"
él, tiene su explicación en la desnaturalización liberal de lo político, que
que tuvo lugar en la Alemania de la primera posguerra puede explicarse
convierte y desactiva su esencia polémica en competencia económica y
la paradójica recuperación del producto más acabado de la modernidad, la
discusión moral-espiritual; que reduce al Estado a un compromiso, a una
técnica, por parte de pensadores que, como en el caso de Schmitt, a la vez
válvula de seguridad administrativa sometida a la moral individualista
rechazaron la idea de razón y la de ilustración. Por ello este breve rodeo
del derecho privado y a las leyes del mercado. Y si bien ya en esta pintura
histórico por el horizonte intelectual alemán de principios de siglo se nos
de época, enmarcada en el movimiento general de despolitización europeo,
hizo necesario: para mostrar cómo la intensidad de la relación entre técnica
podemos atisbar las huellas de la crítica nietzscheana de la modernidad
y política es central en la concepción decisionista schmittiana del poder,
como despliegue del nihilismo, y asimismo las del diagnóstico weberiano
para ahora desplegar, entonces, el sentido de esta respuesta que, partien-
del desencanto, es sobre todo en su determinación de la técnica como ám-
do del diagnóstico weberiano y de la conjunción nietzscheana entre crítica
bito central de este siglo donde se manifiesta el núcleo más significativo de
del fundamento y voluntad, intenta dar cuenta de lo político en la era del
sus ideas; ya que la relevancia otorgada al dato técnico lo desvincula de la
nihilismo y de la técnica.
tradición romántica del Kulturpessimismus alemán, en la que se enrolaban
¿Cuál es esa respuesta decisionista? ¿En qué consiste su reformulación
la gran mayoría de los pensadores de la revolución conservadora (Ludwig
de la problemática de la soberanía política? En primer lugar, tenemos la co-
Klages, Paul Ernst, Arthur Moeller con den Bruck, Ernst Niekisch, por nom-
nocida caracterización que de ella hace Schmitt en El concepto de lo político:
brar solo algunos). Para estos últimos, "la potencia irresistible de la técnica
aparece[ ... ] como dominio de la carencia de espíritu sobre el espíritu, o como Lo político puede extraer su fuerza de los más diversos sectores de
mecánica, tal vez permeada de espíritu pero sin alma" (Schmitt, 1984: 88); la vida humana, de contraposiciones religiosas, económicas, morales
vale decir, rubricaban la vigencia de ese temple romántico y pastoril ~an o de otro tipo; no indica, en efecto, un área concreta particular sino
propio de la intelectualidad alemana de la época, según el cual la técmca, solo el grado de intensidad de una asociación o de una disociación de
en tanto totalidad artificial, pertenece irremediablemente al dominio de la hombres, cuyos motivos pueden ser de naturaleza religiosa, nacional
Zivilisation y representa la "nada cultural"; mientras que Schmitt ve en [ ... ]económica o de otro tipo. (35)
78 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 79

Esta suerte de definición de lo político en términos de grado de intensidad que insistir una vez más en que no se pretende aquí identificar el pensa-
del conflicto nos ubica, obviamente, en las antípodas del contractualismo mientolNietzsche con el de Schmitt, ni tampoco establecer entre ellos una
liberal (en el cual la política queda disuelta en competencia y discusión) y relación de consecuencia lógica, sino simplemente mostrar una secuencia
se asienta, desde la base de pólemos que le es inherente, en los ya clásicos en la cual, algunas de las temáticas e intuiciones del primero adquieren
criterios de "amigo-enemigo". Estos, por otra parte, no deben ser entendidos, una proyección política posible y concreta, y a la vez constituyen una de las
señala Schmitt, en sentido metafórico, sino tomados en su significado concre- fuentes conceptuales ineludibles para la comprensión del segundo. Justa-
to, existencial: "El enemigo es simplemente el otro, el extranjero" (Schmitt, mente por ello resultaría conveniente puntualizar algunos de los puntos de
1984: 23) y es siempre el enemigo público (hostis), no el privado (inimicus) . contacto y de las diferencias más importantes que pueden encontrarse entre
Si recapitulamos lo dicho hasta aquí advertimos, por una parte,-ja1ía) ambos autores. Respecto de los primeros, cabe señalar como elementos de
idea de lo político centrada en el conflicto, en el pólemos, y, por otra , ~ un temple común los siguientes:
comprensión de esa idea en términos de autoafirmación existencial; por lo
tanto, la esencia de la soberanía política se manifiesta en la capacidad de • La crítica de la democracia liberal: en términos de decadencia y debilidad
trazar esa división entre amigo y enemigo: soberano será pue~ quien, en el l 'f en Nietzsche; como negación de lo político en Schmitt.
estado de excepción de ese tiempo agonal que nos exige "dirimir" y dividir", • Una concepción de lo social desde un a priori de la asimetría: sea a par-
decide. Llegamos así a laEntscheidung como núcleo conceptual de lo político. tir del perspectivismo vital y el pathos de la distancia nietzscheanos, o
Ahora es posible retomar la definición de decisionismo de la que partimos desde la necesidad schmittiana de orden y jerarquía. La "naturalidad"
y extraer algunas conclusiones. de la dominación -a diferencia de lo que sucede en la modernidad- está
La decisión, en Schmitt, no implica referencia alguna a un fundamento; clara.
arraigada en el terreno de una voluntad que se autoafirma existencialmen- • Una idea de hombre "fuerte" centrada en lo heroico y en el riesgo, en
te, no reconoce tras de sí texto alguno desde el cual sea posible trazar una oposición a la comodidad burguesa: se contrapone la decisión desde el
continuidad legitimante: "Normativamente considerada nace de la nada", vacío, el "danzar sobre el abismo", a la "conversación eterna" que plantea
señalaba Lübbe, dado que la validez de lo político, en tanto decisión abismal, el modelo político burgués.
no depende de ninguna estructura jurídica ni institucional, es casi una crea- • El reconocimiento de la íntima e intensa relación entre lo teológico y lo
ción ex nihilo. Aquí es perceptible una diferencia importante entre Schmitt político: vínculo fundado en la común necesidad de una creencia en la
y los estrategas fundacionalistas de la tradición romántico-conservadora a verdad y la autoridad, y en el paralelo entre imagen metafisico-teológica
los que antes aludimos: la presencia de la huella nietzscheana de la crisis del mundo y forma de organización política. Así, ambos -tanto Nietzsche
de los fundamentos, el reconocimiento del vacío sobre el que se yergue la como Schmitt- avizoran, a partir del proceso moderno de secularización,
decisión política. Y esta impronta, cuyos rastros venimos persiguiendo una progresiva disolución de lo político (nihilismo, neutralización).
desde un principio, es también detectable en el otro elemento medular que • La excepcionalidad como orientación de lo político: la voluntad y la au-
compone la Entscheidung: la voluntad. Precisamente el carácter de pura toridad por sobre la pretendida universalidad de las normas. Separación
posición existencial que subyace al trazado de esa línea divisoria en la que entre validez política y verdad.
emerge el rostro de lo político es lo que impide la resolución del conflicto,
sea mediante normas preestablecidas o por medio de un tercero imparcial Finalmente, acerca de las diferencias -por cierto, fuertes e innegables-
(solo se trata de voluntad contra voluntad). podrían citarse, tomando como parámetro a Nietzsche, las siguientes:
Vacío y voluntad. Reconducción de lo político al reconocimiento de su
intrínseco nihilismo, contra todas las estrategias fundamentalistas, aun las • Su antinacionalismo y antiestatalismo , diferencia fundamental y pro-
modernas y secularizadas; y desocultamiento de su índole agónico-existen- funda.
cial, en oposición a los intentos de oscurecerla bajo ropaj es morales o econó- • Su irrelig iosidad y -en general- el carácter nuclear que en su filo sofía
micos. En síntesis, una concepción de lo político que conjuga la problemática tiene la crítica del cristianismo; de m ás está decir que el centro del pen-
nietzscheana del nihilismo con el diagnóstico weberiano de la encrucijada samiento político de Schmitt está en su fe en la revelación.
t écnica y que centra el ca r á cter a bismal y jer árquico de su r espuesta en la • Su pertenencia a lo que Agustín denominaría "paradigma del círculo": una
exigencia a premiante del tiempo (que nos conmina a decidir). Quizá haya concepción ontológica má s bien pagana, griega, centrada en la hipótesis
80 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 81

del eterno retorno de lo mismo; opuesta, por supuesto, al "paradigma de encrucijada de la praxis política en la era de la técnica y el nihilismo, ponen
la línea", que da lugar, sobre todo a partir del cristianismo, a la inter- el acento en la reconstrucción de un "texto": el de la racionalidad comunica-
pretación de la historia en términos de historia de la salvación y a todas tiva, orientada a la consumación de la promesa de un acuerdo futuro; o el
las filosofías de la historia, en tanto comprenden el devenir histórico a de la razón hermenéutica, cuya tarea es la recreación de un acuerdo previo
partir de un sentido último o meta, como es el caso del catolicismo de que pervive en la tradición.
Schmitt.
• Su concepción esencialmente agonal, a partir de la cual puede vislum-
brarse el efecto residua,l de un cierto romanticismo político, totalmente 2.2. En busca del texto perdido: ¿minimalismo procedimental
contradictorio con el pensamiento schmittiano, en el cual la guerra no deliberativo o phrónesis y efecto compensafm.io?
tiene un "sentido en sí misma", sino más bien como instrumento político. \1 E,
• Su permanencia en un plano de cierta "impoliticidad" que parece irre- Constituye un tópico inaugural y ocupa un lugar central en la filosofía
basable, quizá porque es aún bastante romántico en algunos aspectos; de Jürgen Habermas su toma de posición respecto del diagnóstico webe-
quizá como producto -precisamente- de su pretensión de superación de riano acerca del despliegue de la idea de racionalidad en la modernidad.
lo teológico (inescindible de lo político), o tal vez por la esencial impericia Esta, como ya se apuntó anteriormente, es caracterizada en términos de
política de su pensamiento. un devenir racionalizante de su proyecto ilustrado: la confianza en que el
progreso liberador en el orden de la ciencia traería aparejado un progreso
¿Qué problemas y riesgos entraña esta teoría decisionista? Por cierto, moral y social ilimitado acaba convirtiéndose en mera ilusión, y termina
muchos y variados. Algunos de ellos ya han sido mencionados a propósito despojando a la razón de su capacidad para hacerse cargo de los fines úl-
de Nietzsche: toda conceptualización de lo político montada en un vacío de timos, reduciéndola a racionalidad teleológica, instrumental. Ese proceso
fundamentos y en la carencia absoluta de "texto" desde el cual pudiese al de racionalización, que en principio contribuye a la liberación del hombre
menos sugerirse una continuidad conlleva peligrosas indeterminaciones: moderno, desemboca en el desencanto de un mundo vaciado de sentido
aquellas que se agitaban ya cuando junto al filósofo del Zaratustra aludíamos y transformado en una "jaula de hierro" forjada por el creciente dominio
a la problemática del "danzar sobre el abismo"; las mismas que embargaron inasible del poder económico y la burocracia. Habermas advierte con suma
a Weber cuando contraponía al desencanto de la "jaula de hierro" sistémica, claridad cuáles son las consecuencias prácticas de ese horizonte de escep-
el preocupante pulular de acciones políticas emotivo-pasionales, sustenta- ticismo que envuelve y comprime a lo político en el capitalismo tardío: en
das en una ética de la convicción: a saber, las del autoritarismo. Esto se ve primer lugar, una tendencia endémica a desvirtuar política en técnica,
corroborado en la casi unánime crítica a Schmitt en cuanto a su postrera con la consiguiente despolitización y creciente indiferencia de y hacia la
reducción, en un principio negada pero luego inevitable, de lo político a lo opinión pública; en segundo término, una reducción de la acción política a
estatal (la unidad política decisiva no puede ser más que el Estado). Inclu- su pura dimensión estratégica; finalmente, el advenimiento de un nuevo
so quizá podría añadirse a esta "derivación problemática" otra dificultad "politeísmo" que escamotea a la razón la posibilidad de resolver cualquier
de dudosa resolución para el modelo decisionista schmittiano: el grado de conflicto valorativo. Y es precisamente contra esa posible transformación de
complejidad social actual trastoca la centralidad de lo estatal, dando lugar lo político, derivada de las coordenadas de técnica y nihilismo, en asunto de
a una direccionalidad transnacional del poder ("globalización"). En esta decisión administrativa (Luhmann), o en imposición autoritaria del poder
línea temática incursionan las contemporáneas teorías de la racionalización (Schmitt), donde Habermas pretende construir un modelo ético-normativo
que, en clave sistémica, pretenden elaborar una versión administrativa de que, centrado en la idea de praxis comunicativa, evite que la política devenga
la decisión, anulando críticamente cualquier resabio de trascendencia y de en relaciones asirp.étricas y de dominación. Si bien reconoce la validez del
teologia en la cuestión de la soberanía política (aunque disolviendo tal vez diagnóstico weberiano, su pensamiento se constituirá sobre la conciencia
el sentido de lo político mismo). Sin embargo, más allá de toda evaluación de la necesidad de trascenderlo mediante la reconstrucción de una idea
posible de esta perspectiva diametralmente opuesta a la de Schmitt, to- más amplia de racionalidad. Esta, a pesar de los efectos de la expansión
mando como referencia el esquema binario de Weber (lo cual excedería los del interés técnico, que ha colonizado sistémicamente el mundo de la vida,
límites de este trabajo), nos resta aún una breve referencia a otro grupo de no se reduce a mera acción instrumental o estratégica, sino que es, en su
respuestas posibles a nuestra pregunta inicial: las de aquellos que, ante la dimensión más profunda, acción comunicativa.
82 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 83

Así, solo en una ética comunicativa, según Habermas, podemos hallar un contenido ético-sustancial fuerte, y ve, por tanto, en el establecimiento de
las bases de un acuerdo cabalmente racional, que permita trascender la un marco referencial mínimo de procedimientos regulativos el único modo
esfera de los intereses particulares y alcanzar, por tanto, la justicia política. viable de asegurar que los conflictos de intereses se encaminen hacia una
No es objetivo de este trabajo analizar detalladamente la ética discursiva resolución en términos de consensos racionales y no de imposiciones auto-
habermasiana, pero, de todos modos, la justificación que ella da de esta ritarias. Y deliberativo porque es justamente en la discusión racional donde
última afirmación es la siguiente: en virtud de su misma estructura, el podemos hallar esa ínfima dimensión sustancial que requiere este punto de
lenguaje (si es que lo consideramos, como Habermas, prioritariamente vista formal. Por lo tanto, mediante la reconstrucción de este "texto" que es
comunicación) conlleva para nosotros, anticipadamente, la promesa de un la idea de racionalidad, liberada de sus ataduras instrumental-sistémicas
consenso universal y libre de coerciones, dado que la resolución discursiva y redotada de su capacidad crítica, Habermas intenta sortear el mentado
de las pretensiones de validez, implícitamente aceptadas por los partici- destino abismal de lo político diagnosticado por Nietzsche y por Weber, y
pantes de un diálogo, requiere la suposición (anticipada formalmente en asumido por Schmitt: el camino señalado por la razón comunicativa apunta
el acto de habla) de una situación ideal de comunicación: a saber, igualdad hacia un acuerdo cuya voz resuena en la consumación futura del desarrollo
participativa, búsqueda del consenso, imparcialidad, argumentación. Solo de la esencial promesa práctica que ella misma conlleva.
mediante la adopción de este punto de vista moral, ínsito ya en la estructura Finalmente, ¿qué evaluación, desde el marco referencial de la proble-
dialógica de la racionalidad humana, a partir del cual las cuestiones referi- mática planteada en este trabajo, podríamos hacer de este intento haber-
das a la vida buena y a los horizontes de valor (eticidad) son trascendidas masiano? Más allá de las bondades democráticas de su concepción de lo
por las de lo correcto (moralidad), es posible arribar a la determinación de político a partir del ideal de un espacio público de deliberación racional, y
intereses universalizables. Con esto Habermas recrea, en clave discursiva, dando por descontadas tanto la solidez como la pertinencia filosófica de su
el imperativo categórico kantiano, el cual podría, entonces, reformularse
así: en lugar de considera1 como válida para todos los demás ~ cualquier
lu \~ apuesta por una necesaria ampliación del concepto de razón, las objeciones
posibles suelen ser muchas y, por lo general, coincidentes. Todas y cada
1
máxima que quieras ver convertida en ley universal, somete tu máxima a la una de ellas pueden sintetizarse en la pregunta a partir de la cual Thomas
consideración de todos los demás con el fin de hacer valer discursivamente McCarthy (1993) analiza el valor político del discurso práctico haberma-
su pretensión de universalidad (Muguerza, 1988). siano: "¿Es este un ideal normativo realista para la teoría democrática?".
Por lo tanto, la propuesta habermasiana, consciente del diagnóstico niet- Evidentemente la respuesta tiende a ser negativa, en la medida en que
zscheano-weberiano de la muerte de Dios y el nuevo politeísmo , asimismo su pensamiento supone una excesiva confianza en la posibilidad real de
corroborado en el resquebrajamiento del cemento social y en el pluralismo resolver, solo mediante argumentación, conflictos ético-políticos que, por
valorativo que caracterizan a nuestra modernidad tardía, no contiene pres- otra parte, siempre conllevan un suelo de eticidad ineludible. Llegar a un
cripciones sustantivas fuertes, sino que posee un carácter eminentemente acuerdo racionalmente motivado implica, para Habermas, la adopción de
procedimental: pretende establecer las condiciones mínimas y regulativas un punto de vista moral cuyo núcleo está constituido por la idea de impar-
para la formación de una voluntad colectiva democrática. Y estas se fundan cialidad y el descubrimiento de un interés común (justicia), y, por tanto,
en la esencia comunicacional y dialogal de la razón misma. Así, podría ha- no puede aceptar el compromiso o el acuerdo estratégico como vía lícita de
blarse, como lo hace Francisco Coloro González (1992), de su teoría de la ac- la acción política (lo cual eclipsaría el sentido mismo del principio de jus-
ción comunicativa como de un rousseaunianismo lingüístico: la construcción ticia). Ahora bien, la mencionada creencia en la capacidad de cuestionar,
de la voluntad general mediante el diálogo libre de coerciones en busca del revisar y someter todo estándar de valor a crítica racional, como condición
consenso racional. Tenemos aquí otra respuesta posible, ahora en clave dis- inexorable para la orientación del discurso práctico a la validez universal,
cursiva, a nuestra pregunta inaugural por la conceptualización de lo político supone, además, la apertura de una brecha exageradamente amplia, entre
en la encrucijada de una actualidad signada por el nihilismo y la técnica. Ella el procedimiento formal (moralidad) y el contenido sustantivo (eticidad),
se erige sobre el doble rechazo de su posible devenir sistémico o decisionista y desconociendo que difícilmente sea posible un acuerdo acerca de lo justo sin
esgrime ante estos la receta de un minimalismo procedimental deliberativo, un acuerdo previo acerca de "lo bueno. Y es precisamente en este punto donde
como único tratamiento posible para dotar a la democracia de un modelo se manifiesta su inocultable falta de realismo: la reducción habermasiana
referencial de legitimación racional. Minimalismo procedimental, porque del mundo de la vida, de la racionalidad, del lenguaje, y de la política misma,
parte del r econocimiento de la imposibilidad actual de asentar lo político en a praxis comunicativa, al no dar cuenta de los mecanismos de integración
84 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 85

y de decisión que operan en una comunidad, termina disolviendo lo político donde el sentido se ha quebrado y se requier e el trabajo del interpretar, o,
en argumentación; olvidando, entonces, que los procesos de resolución de dicho de otro modo, allí donde el acuerdo previo, viviente en el ethos-logos
conflictos conllevan no solo argumentación , sino también negociación: lo común de una tradición, no tiene lugar o ha sido distorsiona do, y, en segundo
político no puede eludir sus componentes estratégicos. t érmino, porque la índole de una tal empresa de r ecreación de los vínculos
En síntesis, el inobjetable punto de partida crítico, en cuanto a su diagnós- de pertenencia con un mundo sojuzga do por el vértigo de la innovación t ec-
tico de una modernidad tecnológica que angosta el espacio de participación nológica no sugiere la necesidad de cumplimentar un proyecto inacabado,
democrática (el ejemplo más claro de esto estaría dado por el hecho de cómo, sino más bien la de reconocer su fracaso y compensar sus consecuencias.
bajo el peso de la complejidad social actual, el modelo parlamentarista libe- Gadamer, entonces, compartirá con Habermas tanto el reconocimiento
ral ha sido desplazado por una creciente vocación decisoria del Ejecutivo), de la acuciante pertinencia del diagnóstico nietzscheano-weberiano, cuanto
termina resolviéndose, en su lucha contra las tendencias a justificar una la necesidad de responder ante él a través de la reconstrucción de un texto;
política amoral, en una ética apolítica. Y, quizá, una disyuntiva tal, que sin embargo, mientras para el segundo las claves se encuentran en los idea-
oponga al realismo descarnado de la eficiencia sistémico-decisionista solo el les normativos de una racionalidad comunicativa que conlleva la promesa
punto de vista moral de un modelo ético-normativo --cuya rigidez e idealidad de un consenso racionalmente motivado, en el cual se cumplimentaría el
lo hacen esencialmente inoperante para la praxis política concreta- solo proyecto filosófico de la modernidad, para la hermenéutica el texto que hay
logre, en realidad, abonar otras buenas razones para los que sustentan la que recuperar y recrear es el de un espacio de experiencia compartido, el de
primera opción. una sustancialidad horizóntica que ha sido desmembrada por el despliegue
Finalmente, y como cierre de este trabajo, cabría detenerse un momento, inexorable del destino técnico de la razón moderna. Ahora bien, a partir de
si bien solo con el afán de señalar un posible camino fructífero de investiga- este contrapunto de perspectivas, a continuación podemos extraer las ideas
ción, en los perfiles ético-políticos de una corriente filosófica directamente nucleares que la hermenéutica aportará a nuestro debate.
ligada a nuestra temática: la hermenéutica. En ella podemos atisbar ciertos
destellos de lo que podría constituir otro modo de responder a la pregunta El concepto de pertenencia. Esta temática se corresponde con los a spectos
por el sentido de lo político en la encrucijada de la modernidad tecnológica; m á s bien epistemológicos que diferencian a Gadamer respecto de una
aunque esa r espuesta, desde ya, en realidad no posee un grado de politicidad filosofía como la habermasiana, aún centrada en un paradigma de la con-
similar a las anteriores (en todo caso, su proyección hacia esa dimensión sería ciencia. A diferencia de ella, el gesto filosófico de base de la hermenéutica
la indicación que ha de quedar aquí sugerida, para una t area futura , por las se expresa en la declaración de la condicionalidad histórico-lingüística a la
siguientes consideraciones que, por ahora, son meramente exploratorias). que está sometida toda comprensión, a la vez que en el reconocimiento]'Cie1
El punto de partida de la hermenéutica filosófica de Gadamer, al igual la pertenencia del conocimiento, y del hombre mismo, a un horizonte ~
que el de Habermas, está signado por una visión crítica de las tendencias sentido en el cual está siempre ya siendo. La hermenéutica, en Gadamer, es
racionalizantes y sistémicas en que ha devenido el proyecto filosófico de la el nombre dado a la rehabilitación de una experiencia primordial que onto-
modernidad. También para él es la racionalización de la aplicación técni- lógicamente precede al operar alienante y distorsionador de la distanciación
co-económica del progreso de las ciencias naturales el fenómeno que marca objetivadora del método científico. Comparte con Heidegger la crítica frontal
a fuego a nuestra sociedad actual y abre en ella las heridas emblemáticas dirigida contra ese tipo de filosofía, surgida a partir de Descartes, que erige
de la época: irrelevancia de la pregunta por los fines , como r esultado de la a la conciencia metódica de las ciencias como para digma de la relación del
creciente tendencia al dominio de los r ecursos (razón instrumental), progre- hombre con el mundo. Frente al espíritu de la ilustración y el racionalismo
siva expan sión de la importancia de los exp ertos en todos los órdenes de la moderno, de algún modo aún operantes en el pen samiento habermasia no,
vida pública y, quizá la más central desde una perspectiva h ermenéutica, Verdad y método reivindica la recuperación de la dimensión histórica y de la
el desanclaj e del hombre respecto de sus horizontes histórico-culturales de finitud ontológica del hacer huma no : mientras toda filosofía de la reflexión ,
sentido (tra diciones ). Y es precisamente en el señalamiento de esa ruptura, bajo la problemática de la escisión entre sujeto y objeto, toma como punto
de esa fractura de lo vinculante y comunitario , donde emer ge la especificidad de partida el primado del juicio y el fundamento ahistórico como gar a nt ía
y el queh acer de una h ermenéutica filosófica, como asimismo la distancia metódica de la dignidad del mismo, "una conciencia formada hermenéuti-
que la separ a del pen samiento ha bermasia no. En primer lugar, porque h ay camente tiene que mostr arse receptiva desde el principio para la alteridad
necesidad de hermenéutica allí donde no es posible un significado inmediat o, del texto. Pero est a receptivida d no presupone ni neut r alidad frente a las
86 Rubén H . Pardo Nihilismo, tecnología y política 87

cosas ni tampoco autocancelación, sino que incluye una matizada incorpo- y por applicatio entendemos la apropiación del sentido comprendido en la
ración de las propias opiniones previas y prejuicios" (Gadamer, 1991: 335). medida en que enriquecemos y ampliamos, a partir de él, nuestro horizonte
La importancia de la historia para la hermenéutica filosófica está dada situacional. Y este reconocimiento de la comprensión como aplicación, lo
por la índole misma de su propia tarea, la cual, según Gadamer (1991: 365), cual conlleva una recuperación de la ética aristotélica, arroja, para nuestro
consistirá no en "desarrollar un procedimiento de la comprensión, sino en trabajo, un doble significado: en primer lugar, una afirmación de la apertu-
iluminar las condiciones bajo las cuales se comprende". Y aquello que en ra dialógica que constituye al hombre, ya que caracterizar la comprensión
la hermenéutica debe desplegarse en su acontecer es el vínculo o conexión como un proceso de aplicación significa destacar el diálogo, la apertura de
ineludible que se da entre la comprensión del intérprete y el movimiento nuestro horizonte a la conversación con la tradición, como una estructura
de sentido o precomprensión en el que se expresa el asunto a comprender. fundamental de nuestro ser; todo acto, sea este teórico o práctico, se inscri-
Los reproches gadamerianos a la filosofía de la reflexión se asientan en esta be dentro de esa dialéctica de pregunta-respuesta que establecemos con la
arenga en favor del reconocimiento de la prioridad ontológica de la dimensión historia. Dicho brevemente, el horizonte ontológico de finitud e historicidad
histórica del hombre; ya que, antes de comprendernos a nosotros mismos en que conforman al hombre se traduce, en el plano de la praxis ética, en una
la reflexión mediante una toma de conciencia retrospectiva, "nos estamos apuesta en favor de la apertura de la propia perspectiva situacional hacia
comprendiendo ya de una manera autoevidente en la familia, la sociedad el diálogo con las posibilidades abiertas de nuestra tradición.
y el Estado en que vivimos" (344). Así, el reconocimiento de nuestra perte- En segundo lugar, y aquí se constata con mayor claridad la diferencia
nencia al "ethos-logos común" de una tradición viviente, desplegado en los con el proyecto habermasiano, una afirmación de la racionalidad práctica
textos e instituciones heredadas, abre un nuevo sentido y constituye una como phrónesis. Este es el punto en el que Gadamer recupera, en un ejemplo
reinterpretación del círculo hermenéutico descripto por Heidegger: ahora cabal de aplicación hermenéutica, el análisis aristotélico del saber moral.
se trata de una relación circular entre una tradición y sus recreaciones Que el "problema central de la hermenéutica" sea el de la applicatio, signi-
interpretativas. fica que el comprender es un caso concreto de esa mediación de lo universal
Aclarados ya algunos de los tópicos epistemológicos principales que, y particular que es la phrónesis: del mismo modo como la pertenencia del
centrados en el concepto de pertenencia, caracterizan al pensamiento her- intérprete a su interpretandum presupone un horizonte histórico-lingüís-
menéutico, es posible entonces explicitar las implicancias prácticas que una tico de sentido que opera a la manera de un acuerdo previo vinculante,
tal posición arroja sobre nuestra temática. "la filosofía práctica presupone que ya estamos conformados por las ideas
normativas en las que fuimos educados y que presiden el orden de toda la
Recuperación hermenéutica del concepto aristotélico de phrónesis. El concep- vida social" (Gadamer, 1991: 307). Por ello la comprensión es básicamente
to de pertenencia, del cual parte el pensamiento gadameriano, y mediante phrónesis, ya que implica la mediación de un ethos en el que se enmarca la
el cual todo comprender es caracterizado como un proceso de fusión de hori- resignificación aplicativa de un mundo desde el horizonte situacional de un
zontes entre el movimiento de la tradición y la situación del intérprete, nos intérprete. Esta es la razón por la cual Gadamer (1999: 302) puede afirmar,
lleva al problema central de la hermenéutica, a saber, el de la "aplicación" con todo derecho, que "la hermenéutica es, pues, algo más que un método
que está contenida en la comprensión; lo que, a su vez, permitirá iluminar de las ciencias o el distintivo de un determinado grupo de ellas. Designa
la irrenunciable dimensión ética de esa filosofía. sobre todo una capacidad natural del ser humano".
Según la vieja tradición de la hermenéutica, el problema herrhenéutico Por lo tanto, mientras en Habermas encontrábamos, a partir de una
se divide en subtilitas intelligendi (comprensión) y subtilitas explicandi reconstrucción del texto de la racionalidad comunicativa, la pretensión
(interpretación), al que luego se añadió un tercer componente, la subtilitas de un punto de vista moral centrado en la reflexión argumentativa, en
applicandi (aplicación). Gadamer resalta que, desde el momento en que el Gadamer, dado que el texto a reconstruir es concebido como horizonticidad
romanticismo reconoce la unidad interna entre comprender y explicar, ha histórico-lingüística, el ámbito de la praxis solo tiene lugar como eticidad y
quedado claro que la interpretación no es un acto complementario y posterior acontece como recreación de un ethos viviente (phrónesis).
al de la comprensión. Pero lo que no se había advertido aún, agrega, es que
"en la comprensión siempre tiene lugar algo así como una aplicación del texto Efecto compensatorio. Finalmente, el aporte que el pensamiento herme-
que se quiere comprender a la situación actual del intérprete" (Gadamer, néutico puede ofrecer a nuestra problemática de lo político en la época del
1991: 379). Comprender no es solo interpretar, sino sobre todo "aplicar", nihilismo y la técnica cabría comprenderlo a la luz de la teoría de la com-
88 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 89

pensación de Joachim Ritter (1986). Según él, las denominadas ciencias del la orientación técnico-instrumental de las ciencias naturales. Sin dejar de
espíritu son, en la actualidad, no un vetusto residuo del mundo científico apuntar, además, lo quimérico de un recurso a las tradiciones en una época
premoderno, sino las depositarias de una función primordial y acorde a las que carece manifiestamente, y en virtud de su propia complejidad, de todo
urgencias de la modernidad tardía: la de obrar como una suerte de efecto cemento social. Y, finalmente, desde un punto de vista más específicamente
compensatorio que suture las heridas abiertas por el inexorable devenir político, pensando en una postura decisionista como la de Schmitt, quizá la
tecnológico de la razón científica. Así, mientras al desarrollo de las ciencias objeción sería similar a la formulada a Habermas: la de ser una respuesta
naturales le es inherente una irrefrenable tendencia hacia la unisigni- más ética que política.
ficatividad, la tecnificación, y, en general, hacia una modernización que Sin embargo, como conclusión, y solo al modo de una sugerencia que
termina borrando los horizontes históricos y vitales (ahistoricidad), serán requeriría de un futuro desarrollo, considero que es posible atisbar en esta
precisamente las ciencias del espíritu las que, mediante una función herme- perspectiva hermenéutica una senda de investigación que merece ser tran-
néutico-compensatoria centrada en la narratividad y la polisignificatividad, sitada. ¿Por qué? Quizá lo más pertinente sea responder, finalizando este
tiendan a la recuperación de esos vínculos necesarios con los mundos de la trabajo, con una reconstrucción del periplo realizado.
vida. Vale decir, vincular y arraigar el vertiginoso e ineludible desarrollo El diagnóstico nietzscheano del nihilismo, mediado y enriquecido por la
tecnológico en el suelo común de una tradición será su misión, y en ella es- comprensión weberiana de la impronta del elemento técnico en virtud del
triba la razón de su actual resurgimiento: ante el desmembramiento social cual la estructura del poder resulta escindida en racionalización y señorío,
y el resquebrajamiento de las relaciones humanas que trae aparejados la conserva su vigencia en cuanto núcleo del desafío de lo político en nuestra
modernidad tecnocrática, el recuerdo de lo comunitario, de lo vinculante. modernidad tardía. Las exigencias derivables de tal cuadro de situación,
No ya, como se había señalado en Habermas, la reconstrucción de una como lo hemos constatado, son variadas y opuestas. Desde la doble perspec-
racionalidad comunicativa en la que refundar un interés crítico-emancipa- tiva de lo político en Nietzsche, a partir de la cual se nos abre la conjunción
torio que, kantianamente, haga valer sus derechos de ley moral universal, de vacío y voluntad, es posible seguir una línea de respuesta que, centrada en
sino una matizada apelación aristotélica a la phrónesis, al ethos viviente y la realidad apremiante del tiempo, interpreta esa problemática en términos
plasmado en los mundos vitales; pero no como si estos fuesen depositarios de demandas de decisión; abismal y surcada por lo teológico, como en Carl
de un criterio de autoridad moral incuestionable, al modo de una consa- Schmitt, o en clave sistémico-administrativa, como en Niklas Luhmann.
gración acrítica de lo vigente y tradicional, sino como texto a reescribir y Contra este tipo de respuesta, y desde la conciencia de la necesidad de
recrear continuamente, pero cuya referencia resulta insoslayable para el asumir de otro modo la encrucijada actual de lo político, Habermas apela a
mantenimiento de la praxis social (recordar la diferencia que establece la exigencia de una refundación del punto de vista moral, y la encuentra en
Aristóteles entre phrónesis y techne, según la cual la primera no consiste la ampliación comunicativa de la idea de racionalidad. Finalmente, y quizá
en una aplicación mecánica de una regla general fija, sino en la mediación justamente en esto radique su interés y pertinencia, es posible un abordaje
de un universal histórico por la particularidad de una situación). como el hermenéutico, que combina un reconocimiento de los inevitables
componentes decisionistas de lo político (inherentes a toda applicatlio y a }.1
todaphrónesis) con el reclamo de una racionalidad práctica, ya no d'eonto- 1
Conclusión: los desafíos del poshumanismo lógica y apolítica, sino más bien phronética, y que simplemente tiende al
señalamiento de lo comunitario frente a la sustracción técnica.
Aquí las críticas tampoco demoran en llegar. Desde una perspectiva Sin embargo, esta propuesta hermenéutica conlleva dos evidentes "ries-
habermasiana puede objetarse, por un lado, el sabor neoconservador que gos". En primer lugar su desvirtuamiento y banalización posmodernas,
conlleva una posición basada fundamentalmente en la prioridad ético-on- que en ocasiones la convierten en un mero lugar de apelación conceptual
tológica de las tradiciones, como asimismo el solapado matiz relativista e para fundamentar mediocres y perezosas posiciones relativistas de toda
historicista que le es inherente (aunque cabe aclarar que en lo que respecta índole. Esta equiparación entre hermenéutica y nihilismo relativista de
a estos temas las acusaciones de Habermas son excesivamente reduccionis- cuño seudonietzscheano confunde el sentido gadameriano de la universa-
tas), y, por otro lado, también sería cuestionable, siempre desde la misma lidad hermenéutica. Esta no radica en que "todo sea interpretación", sino
posición, la resignación del supuesto aguijón crítico de las ciencias del en la finitud de toda interpretación respecto de la infinita potencialidad de
espíritu, en favor de un conformista estatus compensatorio funcional con sentido de un texto. Nunca podemos traer todo a la palabra, siempre hay
90 Rubén H. Pardo Nihilismo, tecnología y política 91 101

un resto no dicho, algo que se pierde y que convierte a la interpretación en SLOTERDIJK, P. (2006), Normas para el Parque Humano, Madrid, Siruela. anismo, a un
un diálogo abierto e inacabado. iforas. El ser
El segundo riesgo atañe a la endeblez -en el contexto epocal actual- de 1 la hilera de
una de las condiciones de posibilidad de la hermenéutica: la cultura hu- rtamentales,
manista. El declive del proyecto humanista pone en duda la viabilidad del biología; por
camino de la interpretación como diálogo con la tradición. ~ se reconoce

Por ello, quizá, el desafío de las ciencias sociales a comienzos del siglo rles Darwin, .
.:§9 consista, sobre todo, en su participación en el debate acerca de la tran- o pesimismo
sición entre una cultura humanista en crisis y los primeros destellos de la expansión
una cultura poshumanista que aún se nos presenta como una incógnita niseria. Cua-
(Sloterdijk, 2006; Lulo, 2009). in natural, el
' la actividad
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4. Los enredos de una taxonomía: sociedades y
naturalezas en las fauces de la crisis ambiental

Martín Prieto

Introducción

En el último medio siglo se viene dando un reconocimiento creciente de


la gravedad y urgencia de los llamados problemas ambientales, como la
contaminación, el agotamiento de recursos naturales, la deforestación, el
calentamiento global, la reducción de la capa de ozono, la pérdida de bio-
diversidad, y su imbricación con otros problemas sociales como la pobreza,
la salud, la superpoblación, el conflicto, el desplazamiento, la desigualdad
de clase o de género, entre otros. Sobre sus efectos más generalizados y
acelerados existe, a su vez, un consenso en la comunidad científica de que
son causados principalmente por la acción del ser humano, comprometiendo
su posibilidad y la de las generaciones futuras - y, ampliando el esquema
de valores, de otras especies no humanas- de vivir en un "espacio seguro
y justo". 1 Desde la geología se ha propuesto llamar a esta época, cuyo co-
mienzo podría situarse a fin del siglo XVIII con el descubrimiento paralelo
de la máquina de vapor y de concentraciones comparativamente elevadas
de dióxido de carbono en la atmósfera, como Antropoceno, donde el ser hu-
mano aparece como la principal fuerza de cambio en el sistema planetario.
Nuevos fenómenos , escalas y relaciones aparecen en escena como factores
determinantes para comprender la dinámica social humana, y ante estos
desafíos, nuevos enfoques y técnicas deberán complementar, modificar o
ya reemplazar a los que predominaron largamente bajo otra imagen de la

l. Este concepto se encuentra en el Informe mundial de ciencias sociales del Consejo Interna·
cional de Ciencias Sociales y la Unesco (ISSC-Unesco, 2013). Es importante tener en cuenta que
los sectores más fuertemente impactados por las situaciones ambientales suelen ser aquellos
más vulnerables e invisibilizados, como los pobres y los animales no humanos, quienes Jos
sufren anónimamente y pocas veces la noticia de sus realidades llega a ser conocida.
[ 93]
94 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 95

Tierra, en la que esta aparecía como una nodriza perpetua, obediente a la raleza perdura incluso en los intentos más explícitos de asociar enfoques
parcelación disciplinar de la ciencia y a la fuerza de control de la tecnología. 2 e integrar las ciencias en la interdisciplinariedad.3 Estos intentos son el
En este contexto el papel de las ciencias sociales se vuelve crítico, y resultado de un clima de razonamiento que asume los efectos complejos e
debe implicar tanto una jerarquización como una limitación. En la medida irreversibles del Antropoceno, y entiende que nos sitúan en una posición
en que estas circunstancias · ambientales han derivado en una progresiva intelectual donde ya resulta temerario ejercer una amplia teorización de lo
formulación de problemas de diversa índole (económicos, políticos, ecoló- social con indiferencia de las variables llamadas naturales. En esta línea,
gicos, éticos, cosmológicos), las ciencias sociales podrán codificarlos como el Informe mundial de ciencias sociales de 2013 abre su documento con la
problemas sociales: su tarea central, como siempre, es la de comprender las marca de un cambio de perspectiva:
formas en que los actores se organizan y siguen pautas de comportamiento
para administrar las condiciones materiales y simbólicas de la existencia, Las cuestiones ambientales ya no deben considerarse periféricas o
y ya la de sugerir vías factibles para el alcance de sus objetivos. Al mismo afectando externamente a las sociedades. Muy al contrario, el cambio
tiempo, estas deben reconocerse como un modo de saber entre otros que dan ambiental está interconectado con una multitud de otras crisis, riesgos
sentido al mundo que habitamos. La premisa general de este trabajo es que y vulnerabilidades que enfrentan todas las sociedades actuales. Estos
deben ser entendidos juntos para poder ser tratados juntos[ ... ] El agua,
las democracias necesitan a las ciencias para aportar a la comprensión y la
los bosques, las ciudades, la agricultura, el transporte, la vivienda, la
transformación de situaciones ambientales, y también que a todo acto de energía; en cada uno de estos procesos de la sociedad contemporánea,
encuadre científico subyace una instancia filosófico-política fundamental, los aspectos del medio ambiente se entrelazan con valores, creencias
en la que se asume implícita o explícitamente un esquema contingente de y comportamientos humanos. Moldeamos nuestro entorno al mismo
diferenciaciones y conexiones entre una realidad humana y su entorno no tiempo que este nos moldea. (ISSC-Unesco, 2013: 3)
humano, y por lo tanto un ordenamiento de lo que es posible pensar y hacer.
En este sentido, la posición ontológica (cuáles son la propiedades básicas de A continuación se ofrecen algunos elementos para pensar el desafío
estos dominios), la epistemológica (cómo conocemos esas propiedades), la epistemológico y político de las ciencias sociales en este siglo, presentando
política (qué clase de entidades y perspectivas entran en la discusión sobre aquellas clasificaciones fundacionales que suelen aparecer como obvias o
las normas comunes de conocimiento y práctica) y la ideológica (qué valores inocuas en su honda dimensión en disputa: ¿Qué funciones cumple el traza-
e intereses deberían respetar todas estas especificaciones) entran siempre do de límites entre naturaleza y sociedad que justifica su investigación por
en el lenguaje en una relación de mutuo condicionamiento, organizando separado? ¿Qué presupone el concepto de naturaleza tal que afirmamos que
dominios estables de realidad para que las personas puedan investigarlos, está siendo "dañada", "protegida" o "construida" por la actividad humana?
comunicarlos y actuar en ellos. En la tradición de pensamiento occidental, ¿Hasta qué punto la sociedad puede construir y discutir coherentemente
este esquema se estructura frecuentemente en dos polos de análisis signi- múltiples imaginarios sobre una naturaleza externa, o cuán atada está a con-
ficativamente diferenciados que agotan la realidad empírica: lo social y lo siderar algunos hechos como objetivos tal que estos corrijan los imaginarios
natural, cada uno con sus entidades y procesos clasificados bajo el estudio posibles? Y finalmente: ¿estamos obligados a pensar desde estas categorías?
de familias científicas personalizadas. El objetivo aquí será mostrar por un
lado que esta auténtica taxonomía de taxonomías no es simplemente una
conclusión del progreso científico, sino que por un lado responde a tendymcias l. Bases históricas y epistemológicas de las relaciones sociales
dominantes en el contexto social e histórico más amplio, por otr~ cómo con la(s) naturaleza(s) ,
esta puede limitar las formas de pensar la crisis ambiental actual.
En este sentido, las categorías en uso deben evaluarse no solo como mo- Pensar problemáticamente estas categorías y relaciones implica sus-
delos de descripción sino también como modos de acción, ya que sobre estas pender toda perspectiva esencialista acerca de ellas o de la entidad de la
tipificaciones actuamos y modificamos el mundo en ciertas direcciones y no división misma , obre todo cuando la historia muestra una diversidad de
en otras. Si bien sus límites irán desplazándose o difuminándose de acuerdo usos y sentidos que va desde lo más abstracto hasta lo más particular, y
con la perspectiva y el problema en cuestión, la distinción sociedad-natu- cuando incluso las ciencias se disputan y atraviesan de uno y otro lado la

2. Véase el capítulo 9 de este volumen. 3. Véase el capítulo 1 de este volumen.

"
96 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 97

frontera explicativa socializando lo "natural" o naturalizando lo "social". comprenderla y abordar sus soluciones. Es evidente que la influencia de sus
Sin embargo, es imposible alcanzar cualquier perspectiva de análisis sin pautas civilizatorias ha llegado a abarcar el planeta, no solo a través de la
un apoyo en los conceptos en uso, aunque más no sea para tirar la escale- distribución de sus modelos de producción de conocimiento sino también
ra después de haber subido. A los efectos de una orientación inicial de la de los hábitos de razonamiento ocultos en las tecnologías y los modelos
cuestión, entonces, será útil delinear cierto entendimiento subyacente a económicos de desarrollo asociados
aquella idea de "naturaleza" que marca la problematización de la activi-
dad humana en su entorno, aunque no sirva más que como una intuición
poblada de problemas filosóficos que luego pueda deconstruirse de varias 1.1. La idea social de la naturaleza
maneras. Este entendimiento es el de que existe un ámbito de realidad
concreto que soporta material y energéticamente la reproducción de la Pueden distinguirse cuatro corrientes históricas determinantes en la
vida social, lo que luego se denominará "naturaleza externa". Para referir formación de la idea científica de naturaleza, cuya estructura inicial aparece
a este sustrato preteórico se suelen utilizar diversos artilugios expresivos: en la antigüedad clásica y desde la cual, mucho después, los teóricos sociales
"el dominio independiente que es presupuesto como la arena permanente se apoyaron para plantear dialécticamente la idea de sociedad o de cultura.
y la precondición irreductible de toda actividad humana", "esa gran masa De la larga prehistoria de los grupos humanos de cazadores-recolectores
amorfa de otredad que encubre el planeta", "aquella cosa sobre la que se es difícil establecer los detalles, pero las evidencias sugieren una visión del
realiza la construcción del marco natural que la sociedad transforma y en entorno biofísico como una realidad cíclica y mítica, a la que pertenecían
el que se inscribe la dinámica social", etc. Ciertamente se busca expresar indisolublemente las obras y los pensamientos humanos. Al interior de estos
esta intuición común bajo una deliberada vaguedad retórica que indique continuos se producían diversos recortes más particulares para el ámbito
el extenso rango de lo que es construido culturalmente, pero en cada caso de lo doméstico y lo salvaje, donde ya existía el reconocimiento de un factor
resulta inevitable una conceptualización incipiente que asume más com- cultural relacionado a la asimilación de lo salvaje con el fin de crear entor-
promisos ontológicos de los que tal vez se quisiera admitir y, por lo tanto, nos más seguros para la vida social, distinción que se vuelve mucho más
una cierta dirección dualista del problema. marcada en la revolución agraria del Neolítico. Pero fueron los antiguos
En el marco de la agenda contemporánea de preocupaciones ambientales, griegos quienes rompen este fundamento de continuidad al plantear otra
la interrogación por la base dualista desde la cual pensamos las relaciones perspectiva de conocimiento, introduciendo la portentosa categoría dello-
sociales con la naturaleza es necesario darla desde la consideración de su gos: la noción de un orden armónico del universo que puede ser discernido
emergencia histórica, haciendo inteligibles las nociones actualmente en uso mediante procedimientos racionales, y por medio de la cual se fundamenta
a partir de la comprensión de sus condiciones sociales de formación, como una separación del sujeto cognoscente y el objeto conocido, y se distingue
una forma de entender mejor los supuestos implícitos detrás de las pers- el ámbito de la racionalidad del ámbito del mito.
pectivas que hoy ocupan nuestras deliberaciones. Capturar la complejidad En esta línea se va fundando una tradición de conocimiento especulativo
/Y1la magnitud de los movimientos históricos en las ideas de "naturaleza" y empírico que deriva en la construcción de lo que probablemente sea la
l.rj"sociedad" así como de las formas en que se organizó su conocimiento noción más próxima a "naturaleza":physis. 4 Así, ese medio preconceptual en
no puede hacerse aquí sino de manera muy sumaria, destacando algunos el que nos movemos, que antes aparecía como una totalidad sin oposición,
aspectos relevantes para los propósitos de este trabajo. Uno de ellos es la pasa a ser un dominio de fenómenos que incorpora valor analítico propio
correspondencia entre un programa de investigación de la realidad y de en la medida en que se diferencia de otras clases de cosas que el intelecto
una forma de transformarla que se intensifica desde la institucionalización humano puede conocer, sea para los griegos el eidos platónico (la realidad
de la ciencia en la modernidad europea, donde aquella se erige como una perfecta), las matemáticas o 1-ios. Como señala Lorne Evernden (1992 ),
factoría conceptual de incalculable influencia social, a la vez producto y una vez que hubo una categoría separada para ese dominio, se volvió
productora de la visión corriente del mundo. En desmedro de las miles de
culturas humanas y sus tradiciones de conocimiento y práctica que aquí no
se r epresentan (para un panorama, véase Selin, 2010), este r ecuento hace 1e 4. El sentido origi nal de est1 concepto está implica do en el derivado de la raíz etimológica de

eje en la cultura occidental debido al reconocimiento de esta tanto como un lt "naturaleza": f sta se encuentra en el latín natus og natus, "nacido" o "producido", relaciona do
al griegogignomai, "nacer". Naturaleza es entonces todo aquello que haya sido generado y llega
factor de la degradación ambiental como de su predominancia a la hora de a ser. Pa ra un análisis de las reinterpretaciones pr ogresivas que sufrió el concepto de physis
tendiente a la recuper ación de su sentido ori gi nal , véase Heidegger (2000).
/
98 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 99

conceptualmente posible que la naturaleza fuera diferente de nosotros, y comercio condensado en los centros urbanos forjó un nuevo actor de peso,
cuando el camino de conocimiento devino en el del observador desapegado, la burguesía, que exigía libertades y mayor dinamismo en la producción
no solo existió la posibilidad sino el requisito de que la naturaleza estuviese de riquezas dentro de un sistema que todavía conservaba las estructuras
completamente desprovista de cualidades humanas. Pero más allá de esta estáticas del feudalismo. La ambición material, resistida por la Iglesia como
ruptura gnoseológica de lo empático a lo analítico, el humano no estaba li- una distracción de la abnegada tarea espiritual, avaló el surgimiento del
berado de su pertenencia ontológica al orden natural, y todavía persiste en individualismo como doctrina, expresado en la Reforma protestante que
esta época la idea de un cosmos orgánico y esencialmente vivo, que entraba situaba al individuo y su prosperidad terrenal en el centro de la escalada
en consonancia con la teoría política dominante. Esto puede comprobarse espiritual, o en la filosofía de Descartes, que ubicaba al sujeto pensante
más acabadamente en el sistema de Aristóteles, donde la naturaleza, como como centro inmaterial del ovillo metafísico y lo aislaba de la realidad
el individuo o la sociedad, formaban una unidad funcional y jerarquizada material, mecánica e inerte. Galileo, en quien algunos reconocen al primer
(con el humano en lo más alto de la escala de la naturaleza, y el ciudadano científico, llamaba a rechazar el principio de autoridad y las concepciones
libre en lo más alto de la escala social) en la que cada parte cumple su rol dogmáticas sobre el mundo, y más bien salir al terreno y usar los sentidos
establecido para sostener la existencia del todo y dirigirlo a su propósito para comprobar la verdad o falsedad de nuestras hipótesis: "Quien tiene
inherente. Al corresponder el orden social y político al natural, y este al ').ojos en el cuerpo y en el espíritu, que los tome por sus propios guías", de-
orden racional del universo, su lógica subyacente no podía ser modificada, cía, y anunciaba que "el mundo [. .. ] está escrito en lengua matemática",
solo conocida. ttJ-lP• y, sin su comprensión, "todo es errar vanamente por un oscuro laberinto".
Un segundo momento se da en el pensamiento cristiano medieval, cuan- G La pujante perspectiva económica buscó codificar a la naturaleza como un
do la naturaleza era entendida como la totalidad material de la creación, recurso, conceptualizándola en su aspecto cuantificable, clasificable, previ-
sostenida por la distinción de la metafísica platónica entre lo sobrenatural sible, manipulable, y lógicamente, apropiable. Para esta corriente histórica,
y lo natural, lo sagrado y lo profano, lo eterno y lo corporal, y del humano la fe -incluso en sus imbricaciones con la razón- dejaba de ser el estándar
como un nexo híbrido y privilegiado entre los distintos planos. Si bien en último de verdad sobre los fenómenos de la naturaleza, porque esta ya no
la teología cristiana hubo diversas interpretaciones sobre el estatus de estaba escrita en lengua divina.
la naturaleza y la relación del humano con ella, al interior de la imagen Gradualmente, estas tendencias vieron su integración plena hacia el
teocéntrica se va predisponiendo un giro antropocéntrico en esa relación: siglo XVIII, en la llamada modernidad, una era cultural que extendió su
un pensamiento generalizado era que el ser humano, creado a la imagen influencia de manera generalizada e incesante en todas las sociedades
de Dios, se encuentra en un escenario que es un patrimonio dispuesto para occidentales. Impulsada por las revoluciones científica e industrial, y bajo
el desarrollo de su vida, que debe gobernar y que aumenta su valor en la un orden capitalista que exigía la participación y el consumo de masas, la
medida en que es trabajado, humanizado. "Trascendencia divina, singula- modernidad -especialmente a través de sus más enérgicos agentes intelec-
ridad del hombre, exterioridad del mundo, todas las piezas del dispositivo tuales, los iluministas- se caracterizó por la promoción de ideales políticos de
están en lo sucesivo reunidas para que se invente la naturaleza tal como libertad e igualdad formal de los individuos, vistos como capaces de razonar
nosotros la conocemos", observa Philip Descola (2012: 440). por sí mismos sobre la verdad de cualquier asunto, destruyendo privilegios
El tercer momento, quizá el más determinante, se comienza a gestar metafísicos y nutriendo así una serie de revoluciones sociales y políticas
alrededor del siglo XV bajo el llamado Renacimiento, cuando se acentúan los (como las llamadas revoluciones liberales o burguesas: la Francesa, la de
cambios sociales de la tardía Edad Media, acompañados por el desarrollo la independencia de las colonias americanas, la Primavera de los Pueblos,
de nuevas corrientes intelectuales que se alejaban de la visión medieval del etc.). Existía una creencia en el tipo de civilización que estaba construyendo
mundo (Pardo, 2012). Puede indicarse que el proceso que aquí toma fuerza Europa como un estadio final de evolución social y, bajo ese formato, en el
irreversible y que concentró una diversidad de tendencias en distintos planos progreso ilimitado basado en la aplicación del método científico, que parecía
es el de secularización, una separación de los asuntos de Estado de los de haber descifrado las leyes que gobernaban el comportamiento de todo lo
la Iglesia y de los asuntos de la razón de los de la fe . Esta independencia que hay en el universo.
de las fuerzas especulativas motivó la búsqueda de nuevas aplicaciones Si en el pensamiento griego la idea de orden armónico de una naturaleza
del pensamiento, alimentada por los desafíos prácticos que presentaba la viva reflejaba ideas acerca de un orden social fijo, apropiado y equilibrado,
reconfiguración del contexto económico. La expansión sin precedentes del en la cosmología moderna cada vez más aspectos del orden político y del
100 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 101

natural son entendidos como manipulables por la soberanía última de la fija) , nuevamente funciona de manera más parecida a un organismo, a un
decisión humana. La política, ya lejos del mandato natural y orgánico de sistema o a una red, según como se vayan renovando las metáforas. El ser
la polis , se piensa como un ámbito artificial derivado de las negociaciones humano, por su parte, es relocalizado: por un lado, se ubica en la hilera de
y los contratos entre participantes que razonan independientemente. En los organismos y así la explicación de sus rasgos físicos y comportamentales,
la medida en que la naturaleza salvaje era un obstáculo para el proceso incluso sus disposiciones mentales, entran al dominio de la biología; por
civilizatorio, visto como un camino de progreso en todos los ámbitos guiado otro, aparece como un agente que perturba pero que a la vez se reconoce
por la luz de la verdad, esta también debía ser transformada. Así, la relación limitado por las circunstancias de su medio. Ya antes de Charles Darwin, .
del humano con su entorno adoptó la racionalidad de una nueva metáfora, el economista Thomas Malthus había sugerido con novedoso pesimismo
que habría de erigirse sobre los vestigios organicistas y religiosos hasta que la naturaleza produce recursos a su ritmo particular, que la expansión
imponerse totalmente: la de la naturaleza como una máquina. civilizatoria tiene sus límites y que no respetarlos produciría miseria. Cua-
El gradual alejamiento de la concepción de la naturaleza como un orga- tro años más tarde de la publicación de la teoría de la selección natural, el
nismo concluye aquí con una afirmación categórica de que ella, incluyendo a conservacionista estadounidense George Marsh advertía que la actividad
los animales no humanos (dado que los organismos son considerados ahora humana estaba logrando desestabilizar la inmemorial cadencia natural de
como máquinas), está desprovista de conciencia, inteligencia o propósito. equilibrios y ajustes a una escala planetaria, lo que ocasionaría catástrofes
Las únicas realidades que se sustraen al transcurrir mecánico son Dios y inmanejables, y hacía un llamado a restablecerlos y respetarlos.
la mente humana: en esta son posibles la moral, el significado, la espiri- La otra tendencia se origina en el debate sobre el medio, motivado por
tualidad, la libertad, y por lo tanto la rebeldía y la novedad. El dualismo el foco darwiniano en la adaptación y por el incipiente interés social en el
metafísico, marcado a fuego en el pensamiento de Descartes, promueve la deterioro ambiental, derivando en la institución de la ecología como campo
exacerbación de la metáfora y las consecuencias de la dominación del huma- de estudios específico. Bajo el problema de entender una especie en su inte-
no sobre lo no humano. La naturaleza es una arena muda e inerte para la racción compleja con otras y con el medio físico, el desarrollo de la ecología
experimentación científica y la transformación tecnológica indiscriminadas; osciló entre dos perspectivas: la que buscaba en esta comprensión la llave
casi ninguna barrera ideológica le niega al humano el control necesario en para el máximo nivel utilitario posible de control, y la que abogaba por una
términos de recursos para su sociedad industrial, cada vez más atiborrada intelección que permitiese a las sociedades moderar sus ambiciones y recu-
y antropocéntrica: si la naturaleza es una máquina, el humano es el ope- perar una relación horizontal y pacífica con la naturaleza (Worster, 1979;
rario. Si bien bajo este ethos se promovieron valores muy apreciados en las véase también Haraway, 1995: 94-97). Esta última estuvo influenciada por
sociedades democráticas como el pensamiento científico y los ideales de la contracorriente estética y espiritual del romanticismo del siglo XIX, que
igualdad y libertad, su costo fue una escala de explotación de la naturaleza rechazaba el utilitarismo, ahondaba más en los sentimientos de nostalgia
sin precedentes que continúa hasta el día de hoy. que en los de progreso y buscaba inspiración en la naturaleza salvaje e
El cuarto momento en la concepción de la naturaleza se origina en el insondable, pero también por una tradición de naturalistas iluministas,
cruce de dos tendencias científicas que emergen en el siglo XIX. Una de ellas que enfrentados a la sobreexplotación imperial de los trópicos buscaron
fue la llamada revolución darwiniana, una ruptura con los presupuestos de desarrollar ideas más comprensivas sobre los delicados equilibrios natu-
la época desatada por la teoría de la selección natural, que abrió el espacio rales. Actualmente, el consenso en ecología se ha vuelto hacia los modelos
intelectual a nuevas y mejores formas de explicar el origen y el rol de la de complejidad y caos, y donde antes se enfatizaba la homeostasis y la
especie humana en la naturaleza. Si la revolución científica se nutrió en sus predictibilidad de los ecosistemas, ahora se enfatiza el cambio y la incer-
inicios de una visión del ser humano como observador elevado de un diseño teza, tornando la imagen de la naturaleza como un sistema equilibrado y
natural estable, el mismo avance científico concentrado en la comprensión resistente a la de uno dinámico y fluctuante, con umbrales más frágiles
de las dinámicas naturales logró traspasar esa división: desde esta perspec- entre estados de resiliencia y vulnerabilidad. 5
tiva, lo que hay en todo el arco biológico son configuraciones emparentadas Si bien los discursos comunes sobre la naturaleza se forman por la con-
e interactuantes sujetas al cambio histórico, según las presiones que esa fluencia de elementos de todas estas corrientes, y de otras no revisitadas
interacción supone en cada momento para la supervivencia y la reproducción. aquí, la ecología se ha posicionado hoy como el lenguaje socialmente más
En esta concepción puede haber máquinas en la naturaleza, pero la natu-
raleza ya no es una máquina (lo que da la idea de una estructura cerrada y
5. Véase el capítulo 9 de este volumen.
102 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 103

influyente en la representación rigurosa de las relaciones materiales entre inspección científica o filosófica, ya que esta se ve siempre superada por
los sistemas sociales y naturales. Esta es frecuentemente invocada en las sus referencias particulares o por la tensión que ejerce en otras categorías
controversias ambientales para sostener o impugnar los fundamentos de según cómo estas se interdefinan. En este sentido, si la historia sirve como
cada posición; pero si bien siempre habrá un lenguaje, metáfora o teoría que premisa de nuestros razonamientos debemos considerar que hay muchas
imponga criterios de corrección a nuestras representaciones sobre el mundo, naturalezas posibles que encastran con la idea intuitiva de un entorno ma-
la justificación del rol del humano con relación a su entorno depende más terial externo, ya que hay muchas funciones posibles en muchos contextos
bien de ideas éticas y políticas al respecto de qué es un orden deseable o posibles a los que este concepto puede servir. En la actualidad estos sentidos
indeseable de existencia, y qué valores se priorizan cuando hay escenarios se expresan y coexisten en los movimientos ambientalistas así como en una
concretos en conflicto. Como observa Evernden (1992: 15): misma persona según sus diversas circunstancias; pero si bien el escenario
actual es rico en perspectivas, no es difícil concluir que es el imaginario
Podemos vivir "en armonía" con la naturaleza, lo que para algunos moderno sobre la naturaleza y su arraigo en la racionalidad utilitaria el
es claramente la cosa "natural" a hacer; o podemos expandir nuestro que prevalece en las sociedades capitalistas contemporáneas, relegando
dominio por medio de la competencia directa con otras especies, lo que al resto como excepciones. Detrás de las variaciones que esta tradición
ciertamente parece (al menos desde Darwin) una cosa suficientemente admite, heredamos una oposición subyacente que determina mayormente
"natural" de hacer; o podemos respaldar la sobreexplotación de la
nuestra comprensión de los problemas y soluciones a la crisis ambiental.
naturaleza bajo cierta noción de que a través de nuestra destrucción
Así lo señala el geógrafo Neil Smith (2008: 11):
estamos haciendo el trabajo de la naturaleza, tal como estábamos
"naturalmente" destinados a hacer.
La naturaleza es material y espiritual, es dada y construida, pura
e inmaculada; la naturaleza es orden y es desorden, sublime y secular,
En este contexto, la naturaleza aparece cada vez más como un terreno de dominada y victoriosa; es una totalidad y una serie de partes, mujer
litigio recalcitrante en el que se dan batallas de construcción y deconstruc- y objeto, organismo y máquina. La naturaleza es don de Dios y es
ción de perspectivas, ya que no solo se compite por estilos de gobernanza producto de su propia evolución; es una historia exterior universal y
sino por la cuestión más sensible de estilos de vida y privilegios de clase. En también el producto de la historia, accidental y diseñada, territorio
la escala que distancia a la naturaleza de la cultura, numerosos estudios silvestre y jardín. En nuestra gama de concepciones de la naturale-
se orientan a mostrar cómo históricamente se ha asociado a la primera za, todos estos significados sobreviven hoy en día, pero incluso en su
con lo primitivo, lo animal o lo femenino , como una forma de justificar el complejidad se organizan en un dualismo esencial que domina todas
dominio de un sector social por otro (justamente por aquel que se ve situado estas concepciones.
en el grado más "cultural" o "civilizado" de la escala): de las colonias por
las potencias occidentales, de los negros por los blancos, de los animales no
humanos por los humanos, de los cuerpos y las emociones por la moral y la 2.2. El dualismo y sus determinismos
razón, de la mujer por el hombre. 6
Es razonable afirmar que el sentido que pueda tener la abstracción ge- La dualidad a la que se hace referencia constituye una dirección en el
nérica "la naturaleza" difícilmente pueda resolverse mediante una rigurosa pensamiento forjada en el proceso de autorreconocimiento y justificación
/. . de una forma de civilización en la historia. Entenderla no es abarcarla en
una estructura con puntos limítrofes discernibles, sino recorrer un marco
6."Siendo~omplej~ saturado de metáfora como es el concepto de naturaleza", observa epistemológico-lingüístico que regula la práctica y el conocimiento de l~ 1S'
Neil Smit (1984 26), "probablemente ninguna de ellas sea tan predominante o profunda
como la de la eminidad de la naturaleza. Es notable que el tratamiento de las mujeres en la
relaciones entre humanos y no humanos según tendencias reconocibles,
sociedad capitalista sea paralelo al tratamiento de la naturaleza. Como naturaleza externa, incluyendo sus fluctuaciones y contradicciones. En este sentido, aunque
las mujeres son objetos que la humanida d trata de dominar y oprimir, saquear y romantizar; difícilmente una cultura (o cualquier cultura) de expresiones tan amplias
son objetos de conquista y penetración, así como de idolatría y adoración. El lenguaje es exacto. y en permanente dialéctica interna pueda ser sentenciada como una re-
Las mujeres son puestas en pedestales, pero solo una vez que su dominio social es seguro; lación binaria, esta puede actuar como guía para detectar las formas ca-
precisamente como con la naturaleza, la romantización funciona entonces como una forma
· de control". Para tratamientos en profundidad de este tema, véanse Ortner (1979), Agarwal
racterísticas en que un pensamiento se hegemoniza en .e xtensos dominios
(1992), Haraway (1995). de influencia.
104 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 105

Heidegger señaló que aun cuando constituya uno de los términos de la y prehistórica/ en algún punto su funcionamiento se descontextualiza de
dicotomía, fue la categoría occidental de naturaleza la base permanente de ella en tanto que aparece como origen y eje de todo símbolo, valoración y
contraste sobre la cual se definirían sus antítesis: lo sobrenatural, el arte, propósito, impulsando desde allí una lógica específica de la vida grupal
la historia, la cultura, la mente. De los muchos temas y variantes filosóficas humana y justificando la distinción de dos ámbitos de conocimiento con
que adopta el dualismo moderno, aquí nos interesan aquellos movimientos preguntas, teorías y lenguajes propios. Esta idea alimentó en las ciencias
que llevaron a abstraer, junto al dominio de la naturaleza, un dominio social sociales un extendido paradigma de excepcionalismo humano, sustentado
humano que más tarde en la historia fue reclamado por una ciencia propia, en el argumento de que las conexiones sociales con la naturaleza externa
formando dos ámbitos de discurso con aspiraciones a la autosuficiencia. no resultan relevantes para la explicación sociológica, ya que las personas
Las posibilidades del dualismo científico de definir y abordar problemas se encuentran suficientemente "exentas" de las presiones ecológicas por el
ambientales se ciñen así a un determinado horizonte epistemológico~ que li soporte de las fuerzas culturales, mediante las estructuras sociales emer-
es necesario comprender en sus complejidades y derivaciones. gentes que tienen el poder de condicionar la acción de los individuos, o de los
En un primer momento, para entender la determinación de la idea de procesos inherentes y libres de decisión racional individual. Ese paradigma,
sociedad por la de naturaleza hay que entender esta última en su sentido tan difundido que muchas veces se implementa de manera instintiva, ha
ampliado. En un estudio del vocabulario cultural de Occidente, el crítico sido criticado por ser el reflejo de presupuestos falsos sobre la disponibili-
literario Raymond Williams (2015) identifica la forma en que "naturaleza" dad ilimitada de recursos, una dominación o adaptación humana al medio
se ramifica en tres nociones diferentes aunque interconectadas en un mismo ambiente no problemática o una mente humana descarnada. Esta tenden-
sistema conceptual: cia ha sido contrarrestada por una serie de corrientes más minoritarias
que buscan una mejor comprensión de las causas y consecuencias de las
1) Naturaleza intrínseca: las propiedades esenciales de una cosa (por dinámicas sociales mediante el estudio de su interacción con las dinámicas
ejemplo, "la naturaleza de la materia o de la desigualdad social", "la biogeofísicas, que derivan en un paradigma relacional que aúna campos
naturaleza humana"). como la ecología humana, la antropología ecológica, la sociología ambiental,
2) Naturaleza universal: la causa inherente del comportamiento de las cosas la ecología política, la economía ecológica, la socioecosistémica, entre otras
del mundo, la fuerza o lógica omnipresente que las controla, incluyendo variedades que deben lidiar con las dificultades de la interdisciplina.
o excluyendo a los seres humanos (por ejemplo, "las leyes naturales", "la Sin embargo, el dualismo como esquema relativamente estable de di-
madre naturaleza"). ferenciación y conexión de ámbitos de análisis se sostiene solamente en la
3) Naturaleza externa: el ámbito de realidad en que estas entidades existen tensión que otorgan los matices, puesto que una vez formados tales ámbitos
suele referir al mundo material, no mediado, incluyendo o excluyendo a se pueden avanzar estrategias deterministas desde uno y otro lado que di-
los seres humanos (por ejemplo, "el ambiente natural"). suelvan esa dualidad. Así, bajo la inercia del éxito explicativo de las ciencias
naturales frecuentemente se ha buscado comprender el funcionamiento
Este esquema permite al naturalismo moderno organizar y poner en psicológico y social humano como un continuo de las fuerzas naturales. El
práctica una imagen del mundo apoyada en el conocimiento científico, ascenso momentáneo del determinismo ambiental (entendido como los facto-
justificado por la existencia de regularidades (noción 2) que gobiernan la res físico-geológicos del entorno social) y algunos descubrimientos duraderos
realidad empírica experimentable o cognoscible (noción 3) dentro de un do- de la sociobiología humana derivaron en la idea de una naturaleza humana
minio de objetos y problemas identificable por sus características excluyentes como una serie de disposiciones regulares a los que se ajusta su conducta
(noción 1). Así, estos sentidos se conectan expresando las continuidades y social, realizando más plenamente el sentido de la naturaleza externa como
discontinuidades básicas entre los existentes, principalmente situadas aquí universaL Simultáneamente, en la búsqueda de autonomía epistemológica
entre un ámbito de lo propiamente humano y lo propiamente no humano. de la ciencia social se formaron los enfoques interpretativos, bajo la idea de
La querella sobre el límite no se da en ningún otro lugar más que en la
misma persona humana: ¿en qué íntimo lugar de esta curiosa especie está
7. En terminología mecani cista, esta s propieda des refieren a sus cualidades primarias (como
el punto de corte de los inmensos planos del conocimiento? extensión, movimiento, form a, etc.), aquellas que se hallan "en las cosas mismas" y que no
En líneas generales, la imagen más aceptada dicta que si bien la actividad dependen de los estados psicológicos del suj eto. Aquellas que sí (tales como el color,lgusto, el ¡J.
social es sostenida y constreñida físicamente por una naturaleza presocial olor) son sus cualidades secundarias. Esta di stinción metafísica ha sido invocada frecuente-
mente para di fe rencia r hechos "objetivos" de hechos "subj etivos".
106 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 107

que las personas poseen una subjetividad fundante e irreductible de la que por las diferencias de vulnerabilidad a una situación ecológica; la tercera
deriva todo acto de significación y valorización que caracteriza a las obras aboga por una concepción dualista del ambiente, advirtiendo que este no
humanas. Para estos enfoques, en la medida en que las personas establecen puede pensarse deslindando sus aspectos culturales-subjetivos inheren-
con su entorno un vínculo intencional y subjetivo condicionado en su mayor tes de una referencia a lo que subyace y sostiene el conjunto de campos
parte por el contexto cultural de pertenencia, la idea de naturaleza en su de significancia diferentes, esto es, un entorno físico común y objetivable
totalidad, y también la ciencia que la describe, ya no dependen de informes científicamente, capaz de fundamentar un discurso acerca de realidades y
objetivos sobre sus propiedades inherentes recogidos por un método de cono- responsabilidades globales.
cimiento imparcial y privilegiado, sino que constituyen productos históricos Así, mientras la postura objetivista-naturalista busca reducir la subjeti-
de la actividad humana de construcción de significados. Así, toda referencia vidad ilimitada de esas controversias apelando a las bases científicas como
a esa externalidad -de la que poco o nada podemos decir en sí misma- pasa medio de determinar las cuestiones acerca de lo que es el caso, la subjetivis-
a ser subsumida en el acervo cultural y recreada permanentemente en este ta-construccionista entiende que la cuestión decisiva pasa por comprender
para cumplir distintas funciones ideológicas, como intentan mostrar los los conocimientos y las perspectivas en juego, incluso las científicas, en
enfoques construccionistas más radicales. sus contextos de producción social mediados por intereses y lenguajes de
En esta encrucijada epistemológica entre lo construido subjetivamente valoración (Redclift y Benton, 1994; Burningham y Cooper, 1999). Como
y lo establecido objetivamente se vuelve necesario pensar el ambiente (idea señala la filósofa Kate Soper (1995: 7):
que apunta a identificar un sistema relevante entre individuo y entorno)
como una categoría abierta y problemática. 8 En la medida en que funciona Ambas están centralmente preocupadas por cuestiones acerca de
como una arena relativamente delimitada de discurso que determinaílal la naturaleza y parecen compartir cierta postura en común, pero están
tipificación de problemas y define áreas de intervención en la realidad,{_W dirigidas por impulsos contrarios: una preocupada por los límites de la
noción de ambiente en juego presupondrá tanto las relaciones posibles entre naturaleza, y por nuestra necesidad de valorar, conservar y reconocer
nuestra dependencia de ella; la otra preocupada por recordarnos sobre
sociedad y naturaleza como las estrategias relevantes de acción social, según
la "construcción" cultural de la naturaleza, de su rol determinante en
se acentúen los aspectos subjetivos u objetivos de esa relación. Entre ellas la división social y sexual, y en la cualidad relativa y etnocéntrica de
se incluyen las relaciones materiales y políticas entre lo local y lo global, nuestras concepciones sobre ella.
dimensiones que suelen estar en la base de conflictos sobre justicia ambien-
tal, sustentabilidad, conocimiento indígena y conocimiento hegemónico, En este escenario, el compromiso corriente tiende a una forma algo vaga
entre otros. En este contexto la idea de ambiente tiende a osc~r entre tres y diplomática de dualismo que respete ambos puntos de vista, estableciendo
concepciones predominantes (Cooper, 1992; Dower, 1994): untt¡a homologa una separación de ámbitos de interrogación donde se atribuyen competen-
al concepto de biósfera o ecosistema, y se apoya en el conocimiento de las cias tradicionales para cada estrategia o disciplina científica mientras se
ciencias naturales para describir los parámetros objetivos que aseguran hacen llamados a promover instancias de reunión interdisciplinaria. La
la vida o la salud de las poblaciones humanas y no humanas; la segunda naturaleza es consensuada como un ámbito material operando bajo procesos
rechaza la visión del ambiente como un entorno exclusivamente geográfico causales universales, que es en parte entendida, en parte interactuada y
y material, y lo entiende más bien como un campo de significancia, delimi- en parte construida socialmente. Y, fundamentalmente, es siempre bajo la
tado por las relaciones locales e intencionales que una criatura sentiente postulación de una naturaleza externa a la actividad social que adquiere
establece de manera familiar con ciertos elementos del mundo, apreciaciones sentido y se discute toda idea de instrumentalización, de preservación, de
que en el caso humano estarán influenciadas por variaciones culturales y daño, de construcción u objetivación. Sin embargo, en su expresión habitual
el esquema dualista no ofrece exactitudes sobre el punto en que los meca-
8. En su versión m etodológica, el debate entre construccionismo y objetivismo puede simplifi- nismos de la realidad natural están escindidos de los de la realidad social,
carse en un desacuerdo fundamental al r especto de cómo dar cuenta del origen y la razón de
una entidad, una categoría, una conducta o un problema: el objetivismo tiende a situarla en
qué características observables del ambiente es razonable postular como
el peso de ciertas condiciones detectables de la realidad que resulta razonable postular como independientes de la construcción cultural, o de qué modos ambas entran en
independientes de las pers pectivas y los intereses situados de una comunidad, el construc- relación y por lo tanto cómo deben ser distribuidas, integradas y limitadas
cionismo en la hi storia , la ideología y ot r as fu er zas sociales compartidas por una comunidad las competencias disciplinares. En la medida en que hay una separación,
y sus dinámicas de negociación que producen las a firm acion es ace pta das acer ca de cuáles y
el problema es, justamente, la interacción, la clase de vínculo que las une.
cómo son esas condi ciones, por lo tanto , adscJ;bi endo a cierto gra do de relativismo.
108 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 109

Para el paradigma dualista-relacional la pregunta sigue siendo cómo y entre cuyas líneas de análisis centrales se contaba una reflexión sobre el
abrirnos a la investigación de lo que llamamos las relaciones sociales con problema de la naturaleza. Sus trabajos, englobados en lo que se conocería
la naturaleza sin dejar entrar el "caballo de Troya" del determinismo bio- como la Teoría Crítica, conformaron un auténtico programa filosófico del
lógico o social. Siempre que se entienda que lo que la crisis ambiental trae pensamiento sobre lo social, cuyo objetivo era cuestionar la idea del científico
son problemas complejos sobre realidades complejas, y que esto exige más como observador desapegado y orientar la investigación hacia la transfor-
una integración que una disociación de las perspectivas de conocimiento, la mación de la misma sociedad. El contexto en el que dirigen su crítica a la
relevancia explicativa que conservan las estrategias objetivistas y construc- modernidad era uno donde se expandía la sociedad de masas y el poder
cionistas resultará difícil de conciliar para lograr un tratamiento superador explicativo de la ciencia, pero las promesas iluministas y marxistas no se
de los problemas ambientales, especialmente de aquellos que afectan de cumplían, más bien se vivía una Europa regresiva y crepuscular, signada
manera urgente a grupos con puntos de vista diferentes sobre la definición por el ascenso de los totalitarismos y sometida a una escala insoportable
de los problemas o los cursos aceptables de solución. Esta disyunción ana- de miseria y destrucción. Para la Escuela de Frankfurt, las razones de ese
lítica constituye así un terreno permanente de desacuerdo y es negociada presente se encontraban ocultas en el mismo régimen de progreso utópico,
punto por punto en cada instancia donde el conocimiento científico intercede cuya lógica se revelaba ahora como defectuosa. Las calamidades sociales
en una controversia ambiental, constituyendo un problema epistemológico que se vivían no tenían que ver esencia1mente con una serie de decisiones
clave desde el cual pensar la participación de la teoría social. Quizá sea este económicas o políticas desacertadas, sino con el inevitable desenlace de la
un estado inevitable del pensamiento enfrentado al problema inevitable de cultura industrial moderna, por cuyos mandatos se afirmaba en la conciencia
la diferenciación entre individuo y entorno, o quizá sea posible articular un humana la separación entre subjetividad y naturaleza, y la manipulación
esquema distinto desde el cual elaborar distinciones más fluidas. A conti- de esta por aquella con el fin de saciar propósitos individuales o colectivos
nuación se examinarán algunas ideas dentro de la teoría social que buscan de seguridad, consumo y confort.
abordar las relaciones sociales con la naturaleza desde una problematización El Iluminismo era responsable, para la escuela de Frankfurt, en la me-
crítica del dualismo y sus determinismos. dida en que había inaugurado la era de la razón instrumental (Horkheimer,
2007), una serie de preceptos, por largo tiempo exitosos, tendientes a con-
centrar la razón humana en la determinación de los medios más eficaces
2. Respuestas de la teoría social al proyecto para realizar cualquier fin, compulsivamente codificando todo como objeto
sociedad-naturaleza moderno y según su valor subjetivo, promoviendo la creencia en que la aplicación
irrestricta del conocimiento científico a todas las esferas de la vida social
Consolidadas durante la etapa formativa de las sociedades industriales, libraría al humano de la ignorancia y la opresión. Esta filosofía se extendía
las ciencias sociales se volvieron urgidas a sus problemas y fenómenos de la en todas las sociedades industriales, tanto en las economías de mercado de
manera en que fueron codificados por la modernidad, abasteciendo un marco ideología liberal como en las economías socialistas de ideología marxista. El
de análisis sostenido por una determinada arquitectura de las relaciones marxismo, la teoría emancipatoria más influyente de las varias de la ante-
entre el humano y la naturaleza. La provocación a estos fundamentos epis- sala del siglo XX, propone la idea de que la libertad definitiva sería posible
temológicos que supone la crisis ecológica, cuyos signos más visibles fueron cuando el humano se independice de la necesidad del trabajo, estado reali-
impensados en su escala y complejidad dos siglos atrás, impulsó a un sector zable a través de la dominación tecnológica total de los recursos naturales.
de la investigación social a alinearse en direcciones comunes: la sospecha de La dialéctica humano-naturaleza se resolvía así positivamente una vez que
que el paradigma de excepcionalismo humano no resultaba sustentable, la este lograra asimilarla por completo. Desde la teoría crítica se argumentó
atención a los efectos de las racionalidades modernas y su relación con esa inversamente que cuanto más se intentara reducir instrumentalmente el
crisis, y la tarea de interpretar la sociedad en este nuevo escenario desde trabajo y más aumentara la explotación del mundo natural, menos libres
una reconfiguración de los conceptos y las herramientas de interpretación. se volverían las sociedades. La misma dialéctica tendrá aquí un sentido ne-
Estas perspectivas se nutren de una corriente de pensamiento inau- gativo puesto que, al abandonar tal relación a la lógica de la cuantificación
gurada hacia 1930 por la llamada Escuela de Frankfurt, un colectivo de dictada por las necesidades de desarrollo económico, no lograría más que
pensadores alemanes de tradición marxista y freudiana que organizó la disminuir los lazos orgánicos de solidaridad social, reprimir los instintos
primera revisión profunda y sistemática del impacto social de la modernidad, psíquicos humanos que encuentran goce en la relación desinhibida con la
110 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 111

naturaleza, y potenciar así los medios de dominación del trabajo y la psiquis tardía los costos sociales de los riesgos ecológicos, antes despreciables o
de las masas y por lo tanto el conflicto social. manejables, llegan a sobrepasar en muchos casos los beneficios de la explo-
Las influyentes perspectivas de la teoría crítica temprana conservan tación tecnológica, convirtiéndose ahora en factor político y fuerza histórica
su potencia pero deben entenderse en su contexto histórico-problemático. dominante. Al mismo tiempo, cuando la incapacidad de las instituciones
Fundamentalmente, el sentido que adquiere allí el tema de la dominación sociales de procesar sus propias consecuencias se vuelve manifiesta y la
de la naturaleza es relativo a sus preocupaciones emancipatorias sobre los producción compulsiva de soluciones dentro del rango ideológico de acción
fenómenos de explotación y represión bajo los órdenes político-productivos resulta continuamente contraproducente, se suscita la instancia reflexiva,
más cercanos a la modernidad clásica, y no refieren aún a la explotación el análisis crítico de sus propias reglas de funcionamiento.
de los no humanos ni al cambio ecológico derivado de esa explotación. Las Debido a sus peculiares características, los riesgos a los que hace referen-
teorías que se comentarán en el apartado siguiente retoman varias de estas cia Beck producen nuevos órdenes por doquier, nuevas relaciones de poder,
ideas, pero las resignifican desde el contexto actual de la problemática am- de trabajo, de familia, y reorganizan los escenarios de conflicto. Relacionados
biental. En esta línea, dos tendencias pueden reconocerse: una que defiende con la radiactividad, la contaminación, la reducción de la capa de ozono y
la legitimidad de la razón moderna con la condición de algunas correcciones todas aquellas amenazas de causa y consecuencia global, estos riesgos "indu-
importantes, otra que descalifica sus contradicciones y propone su trascen- cen un daño sistemático y a menudo irreversible, generalmente permanecen
dencia desde una nueva arquitectura de pensamiento. Ambas emprenden invisibles, se basan en interpretaciones causales y, por lo tanto, solo existen
la tarea de aliviar los anacronismos e imprevistos de la modernidad en las inicialmente en términos del conocimiento (científico o anticientífico) sobre
sociedades contemporáneas, desde una reconfiguración de la ciencia que ellos. Por lo tanto, pueden ser cambiados, magnificados, dramatizados o mi-
ha de interpretarlas. nimizados dentro del conocimiento, y en esa medida están particularmente
abiertos a la definición y construcción social. De ahí resulta que los medios
masivos de comunicación y las profesiones científicas y jurídicas encargadas
2.1 . Conflicto ambiental y contracultura: la reparación de la de definir los riesgos se conviertan en posiciones sociales y políticas clave"
modernidad en las sociologías de Beck y Eder (Beck, 1992: 23, subrayados en el original)
En la medida en que los riesgos impactan desigualmente y las personas
En 1986, meses después de la catástrofe nuclear de Chernobyl, Ulrich vulneradas por ellos no pueden detectarlos directamente, 9 se genera una
Beck publica su Sociedad del riesgo: hacia una nueva modernidad. En esta dependencia de las comunidades científicas y políticas de expertos para su
influyente obra, Beck interpreta la crisis ecológica como una consecuencia definición, diagnóstico, medida de distribución, administración y elimina-
inevitable de los procesos de modernización social, donde el desarrollo y ción. Sin embargo, estos riesgos suelen caracterizarse por su incalculablili-
la aplicación de tecnologías cada vez más poderosas generan un nivel de dad y por la mediación de estándares e intereses culturales de aceptabilidad
riesgo sin precedentes al bienestar y la supervivencia de las sociedades, a y moralidad, por lo cual el sistema científico que legitima expertos para la
sus ideales de igualdad y a la legitimidad de sus instituciones más impor- instrumentalización de soluciones a los problemas sociales se vuelve tanto
tantes. En este contexto Beck (1992: 21) define la sociedad del riesgo , la incapaz como peligroso, ya que estos expertos con sus recetas imbuidas de
categoría central de su teoría sociológica, como la "forma en que se organizan estándares propios suelen afectar a comunidades que no las comparten. Así,
las sociedades modernas para tratar de manera sistemática los peligros e el sistema bajo el cual la modernidad buscó definir y organizar el progreso
inseguridades inducidas e introducidas por la misma modernidad". social entra en un espiral descendente, proliferando la controversia social
Beck observa que las fuerzas que movilizó la modernidad alcanzaron sobre la existencia, escala y urgencia de los riesgos, lo que es decir, sobre la
un punto de impacto ecológico tal que produjeron un cambio de fase en el autoridad y la forma de distribución del conocimiento dentro de una sociedad.
sistema social, donde el problema principal pasa de ser el de la distribución
de riqueza, en la sociedad industrial clásica, al de la distribución de riesgos,
9. Debido a tendencias como la relocalización de industrias contaminantes, las presiones eco-
en las sociedades contemporáneas. En la medida en que este estado de cosas
nómicas a países subdesarrolla dos para implementar modelos extractivistas exporta dores o
corresponde a derivaciones internas de la lógica moderna, la época actual se el cambi o climáti co, la sociedad del ri esgo y sus escena rios de conflicto a dquieren complejidad
identificará como una etapa de esa lógica, una modernidad tardía y reflexiva. globa l puesto que la distribución de ri esgos no solo resulta desigual entre clases socioeconó-
Si bien toda sociedad moderna produce sistémicamente riesgos, en su fase micas sino entre regiones periféricas y centrales, acar reando nuevos problemas de justicia
global (Agar wal y Nara in, 199 1; Yearl ey, 1996; Martínez Alier, 2002).
112 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 113

En este contexto epistémico se construye el terreno político de conflic- modernidad que la de la Escuela de Frankfurt, descubre en el ambientalis-
to sobre el ambiente y se comprende el surgimiento de los movimientos mo el rol transformador que ella postulaba filosóficamente pero proyectaba
ambientalistas, fenómeno que será estudiado más pormenorizadamente sociológicamente con cierto pesimismo, que es el de la generación de una
por Klaus Eder (1990). Este autor interpreta los conflictos vehiculizados escena de intensa reflexión social sobre los fines capaz de subordinar el
por esos movimientos como el mayor desafío a los ideales hegemónicos de culto a la perfección de los medios.
racionalidad y progreso, y entiende que merecen el estudio sociológico más Puede verse que tanto Eder como Beck interpretan que el "problema
profundo en la medida en que constituyen las fuerzas responsables de hacer nuevo" que trae la crisis ecológica no es solamente de supervivencia material,
emerger del inconsciente colectivo el "código cultural" de la modernidad y sino que se trata fundamentalmente de un problema cultural sobre la rela-
situarlo como objeto de deconstrucción y disputa. Esta explicitación permite ción "razonable" con la naturaleza. En este punto se abren muchas posibili-
exponer sus aporías y plantear alternativas al dualismo fuerte que confina dades. Algunas ideas de Beck sobre el momento reflexivo de las instituciones
las relaciones éticas al ámbito de la sociedad y las instrumentales al de la modernas se han recuperado en la perspectiva de la llamada modernización
naturaleza sin otra eventualidad que la de producir el colapso del sistema. ecológica (Spaargaren y Mol, 1992), 11 un discurso optimista y muy difundido
El desarrollo de estos conflictos, percibe Eder, tiene el potencial de alterar en ámbitos políticos, empresariales y mediáticos que busca incorporar las
el impulso de la cultura moderna. Al pasar de una fase dominada por pro- variables ambientales a lugares más centrales de la racionalidad pública, y
blemas de reproducción económica a otra de reproducción ecológica, en la conciliadas con los objetivos de desarrollo industrial y tecnológico asociado
que se encuentra amenazada la supervivencia misma de las sociedades, los al progreso social, bajo programas como la administración responsable y
movimientos ambientalistas promueven un cambio de foco desde la cuestión eficiente de recursos naturales, las nuevas estrategias de gestión ambiental
técnica a la cuestión ideológica, donde lo que se pone en juego es la matriz y el desarrollo sostenible. Estos programas mainstream rivalizan con los de
de medios y fines que guía a la civilización occidental en este momento de movimientos más radicales y minoritarios que ven en la lógica de crecimiento
su historia: la definición de propósitos, necesidades y estilos de vida. económico por medio de la explotación de la naturaleza el principal motor
Pero aquí Eder, abonando una interpretación amplia de la sociedad mo- de ruina ambiental, y es en estos discursos en los que Eder identifica las
derna, ve una discusión sobre qué curso debe tomar ese proyecto más que verdaderas fuerzas contraculturales capaces de encaminar a la sociedad
una reacción opuesta a él. En efecto, entiende que los llamados de muchos global. Más allá de algunas conexiones, también la sociología de Beck dista
movimientos ambientalistas contemporáneos a incluir a los animales no de coincidir con esos sellos de ambientalismo moderado, indicando dificul-
humanos en la órbita de la ética, a asignar valor intrínseco a los ecosistemas tades más profundas y sugiriendo soluciones menos prontas y concesivas.
o a promover un "reencantamiento" estético de la naturaleza no constituyen Beck y Eder entienden que una cultura de conocimiento asentada en una
actitudes irracionales sino que portan vectores que se encuentran dentro disociación fuerte entre sociedad y naturaleza no es sostenible y que, al ser
de las proyecciones posibles de la razón moderna. Estas fueron expresadas las disciplinas e instituciones hegemónicas incapaces de codificar las formas
en diversas tendencias intelectuales como el romanticismo, las perspecti- en que los elementos "naturales" fluyen en los procesos "sociales" de manera
vas sobre el tiempo cíclico y el equilibrio entre naturaleza y sociedad, o la inextricable, buscan interpretar los impactos ecológicos como efectos cola-
racionalidad práctica (esta última reelaborada por Jürgen Habermas, otro terales que pueden ser corregidos aumentando la eficiencia, incorporando
continuador heterodoxo de la Teoría Crítica), pero rápidamente entraron en variables a los cálculos, desarrollando la ciencia o la deliberación parlamen-
contradicción con la lógica instrumental que trajeron los programas triun- taria. Al contrario, para estos autores solo se puede comenzar a salir de esta
fantes de evolución social como el capitalismo y el socialismo industriales, situación en la medida en que se comprenda la unión de planos que supone
y continuados como discursos muy laterales a la marcha civilizatoria habi- la actividad humana, donde simultáneamente la naturaleza se recrea por
tual. El precipicio cultural en el que surge el ambientalismo recobra estas la sociedad y la sociedad se reproduce en la naturaleza, y la explotación de
direcciones con un lenguaje propio y un contexto de discusión más favorable, una supone la explotación de la otra. En este sentido, lo que la sociedad del
asumiendo, a veces sin saberlo, la tarea ahora realista de reorganizar el riesgo como unidad de análisis permite distinguir es que la reparación del
código cultural de la modernidad para que sus fuerzas benéficas puedan proyecto civilizatorio no requiere solamente nuevos conceptos, sino nuevas
sobrevivir.10 Si bien Eder sigue una interpretación menos espesa sobre la políticas sociales de conocimiento.

10. Según la lectura social de Eder, raciona li zar el progreso tecnol ógico a partir del estableci- 11. Perspectiva aná loga a lo·que Eduardo Gudynas (2011) identificó como la sustentabilidad
mi ento de relaciones morales entre sociedad y naturaleza res ultaría la vía más prometedora. débil , par a diferenci arla de las versiones fu ertes y las superfuertes.
114 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 115

Sin embargo, aun cuando estas perspectivas promueven el fin de un Dentro del espectro de la teoría social que pone el foco en la situación
dualismo fuerte como forma de teorizar y organizar las relaciones entre ambiental, entonces, las sociologías de Beck y Eder rivalizan de un lado con
ciencia, sociedad y naturaleza, todavía es posible registrar un nivel analí- aquellas que defienden mantener un dualismo abierto y legible, argumen-
tico en el cual se diferencia suficientemente un ámbito natural causal ~ tando que es la única manera que los humanos puedan reconocerse en tanto
uno convencional humano. Esta distinción se realiza cuando se habla de agentes comunitarios como los responsables de la destrucción del entorno (y
cambios ecológicos en tanto "hechos" suficientemente independientes de la desde donde podrían fundamentarse políticas de conservación o asignación
diversidad de perspectivas sobre el significado que ellos pueden adquirir, de deberes efectivos a los humanos para con la naturaleza), y del otro con
estrategia que habilita que una determinada estructura de las relaciones epistemologías más drásticas que intentan despejar estas tensiones desde la
sociales con la naturaleza pueda ser detectada por el analista, y que se organización de un sistema categorial más abierto, consistente y funcional
pueda caracterizar en primer lugar tanto el ascenso histórico de una nueva a la condición radicalmente política de todo conocimiento. Estas últimas
lógica social como de una esfera de disputas subjetivas al interior de ella. transitan el lento y difícil esfuerzo de la imaginación teórica sin el apoyo
En efecto, la crítica al conocimiento científico no es aquí tan pesimista ni del grueso de la tradición, y serán ejemplificadas en el siguiente apartado.
su reforma ineludible, necesariamente tan radical. Este resulta decisivo
para determinar medidas físicas constitutivas de los riesgos, para impulsar ~ ---;.2. Política de la naturaleza y antropología de los no humanos: la
bajo este apoyo de objetivaciones una crítica social "razonable" por parte trascendencia de la modernidad en el perspectivismo de Latour y Descola
del ambientalismo, y para sostener una línea construccionista en toda
definición de crisis ambiental y sus riesgos asociados, que a su vez pueda Es común que las críticas dirigidas a la tradición moderna, al volverse
ser dirigida a destrabar un "estado de inocencia" de los grupos afectados hacia las mismas bases culturales desde las que se pronuncian, se sirvan de
mediante la desnaturalización de ontologías hegemónicas y la habilitación un marco lingüístico primario que porta tensiones conceptuales propias del
para su transformación simbólica. dualismo que se quiere desacreditar. Si bien se logra exponer una situación
Por otra parte, si bien la crítica que se dirige a la racionalidad experta de mayor imbricación entre sociedad y naturaleza y ciencia y política de lo
enfatiza que el conocimiento científico solo tendrá efectos significativos en que admite el imaginario tradicional, con esto se consigue el debilitamiento
la medida en que se integre al juicio social ético en contextos situados de de sus prácticas más rígidas más que una auténtica proposición superado-
negociación (fuera de los cuales las ciencias son ciegas para determinar ra de la tradición. El ámbito epistemológico de la teoría social se enfrenta
medidas de riesgo e ilegítimas para distribuirlas), esta visión se difumina entonces al interrogante de si el pensamiento humano solo puede progresar
a la hora de alcanzar la racionalidad del analista que la está formulando. desde este mapa básico de conceptos y distinciones infranqueables apren-
En este sentido, un punto no suficientemente problematizado es la presu- diendo a tolerar sus fisuras recurrentes, o si de hecho son posibles otras
posición dualista de base que aparece cuando las instancias de construcción intuiciones y otros sistemas, si la trabajosa exploración de esta posibilidad
y objetivación dependen de la distribución de los factores de análisis ya al dará frutos, si los escasos programas que ya se proponen como alternativas
reino de lo humano, ya al de lo no humano, entrando nuevamente en zona valdrán para refundar el futuro de las relaciones entre los humanos y su
de tensión epistemológica. Estas tensiones deben evaluarse en un contexto entorno, o no serán más que otros ensayos irrealizables de la especulación
de objetivos que, en este caso, podría presentarse así: si la práctica científica teórica. La serie de ideas que en las últimas décadas se cristalizaron en una
busca intervenir en un campo ambiental que acumula hondas imbricaciones escuela francesa de pensamiento social nos presentan una opción concreta
y admite múltiples perspectivas, bajo un ideal de mayor horizontalidad para explorar estos interrogantes.
epistémica y potencial emancipatorio, ¿hasta qué punto la sociología no Una de las exposiciones más extensas de la imposibilidad de los dualis-
continúa reproduciendo en aquellos presupuestos un antiguo saber de ex- mos (naturaleza y cultura, sujeto y objeto, hecho y valor) y su posibilidad
pertos, capaz de diferenciar qué aspectos son necesariamente negociables de trascendencia se encuentra en el pensamiento de Bruno Latour. Esta
o razonablemente objetivos y cuáles son los hechos inequívocos que condi- elaboración progresa a lo largo de su multidisciplinaria obra y se vislumbra
cionan las alternativas culturales? Y, luego, ¿qué autoridad epistémica es como proyecto a partir de la publicación del ensayo Nunca fuimos moder-
conveniente atribuir a las ciencias en un contexto de conflicto ambiental, y nos, donde intenta la impugnación final de la modernidad y el avance de
cómo estas deben ser organizadas socialmente para que tal autoridad sea algunas ideas para una construcción alternativa. El punto de partida para
legítima? Estas preguntas quedan abiertas. tal construcción lo sitúa en una nueva antropología, que llama "simétrica"
116 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 117

y que puede englobarse dentro de la corriente denominada perspectivista, siones y ordenamientos y asignan propiedades ontológicas a los conjuntos
mediante la cual busca allanar el terreno epistemológico para intentar la de distintas maneras, con la tarea de volver inteligibles las prácticas de
formulación de una analítica inteligible y práctica que prescinda de aquellas conformación de agentes humanos y no humanos en unidades o "colectivos".
diferenciaciones fundantes. La sociedad moderna se transparenta así en sus motivaciones y funciona-
Para Latour el código de la modernidad es esencialmente contradictorio, y mientos internos, lo que le permite a Latour detectar la dirección trunca
por lo tanto algo ilusorio, aunque su implementación histórica está cargada que va de la metafísica a la política e invertirla a una que va de la política
de efectos reales. Entre otras cosas, señala que la forma de estructurar el a la metafísica, al "parlamento de las cosas": un proceso de negociación
conocimiento y la práctica del mundo que le es propia es el resultado de un entre aquellos nodos de realidad insertos en ecologías de interacción, para
régimen de cosificación de los fenómenos, denominado "purificación". Este la constitución y distribución de poderes y propiedades con el objeto de
produce la separación de los múltiples aspectos abiertos y novedosos en que componer un mundo común.
se presentan las entidades del mundo en géneros bien diferenciados -para- Latour cree que este nuevo esquema, al liberar a los no humanos del
digmáticamente dos, los de sociedad y naturaleza- que es la forma específica confinamiento ontológico y situarlos en la negociación, captura mejor las
que adopta aquí la división entre humanos y no humanos. El trabajo de condiciones reales del ejercicio político y lo vuelve más autodeterminado y
purificación busca incesantemente la descontaminación del uno por el otro legítimo, permitiendo la producción mancomunada y sostenible de organi-
de manera de poder estabilizar la representación y asegurar el gobierno, zaciones de sociedades-naturalezas desde todos sus resquicios y bajo una
ya de los "sujetos" por la política, ya de las "cosas" por la ciencia. Pero al mejor comprensión de sus consecuencias. En el pensamiento moderno, la
mismo tiempo registra otra tendencia contraria, inevitable, en el seno de naturaleza, como una cortina de hierro, determinaba a la política indicándole
este proyecto, en la medida en que tales distinciones intelectuales no hacen cuál es su ámbito de competencia y los límites de su proceder, y la sociedad,
más que entrar en interacciones y mezclas múltiples en el contexto de la aún inserta dentro la dinámica "desontologizada" de los ecosistemas, retenía
realidad práctica, proliferando así las entidades híbridas. Estos híbridos son todavía su condición de campo unificador de agentes morales capaces de
los puntos de conexión entre instancias socializadas y naturalizadas que se moralizar otros dominios. Esto volvía a la ecología política de los movimien-
generan por la interacción entre humanos y no humanos, los cuales entran tos ambientalistas preocupados por los derechos de la naturaleza, contra-
constantemente en relaciones de determinación mutua. Latour (2007: 22) lo culturales en su práctica pero imposibles en su teoría. El nuevo esquema
visualiza con diversos ejemplos, donde parecen colisionar los antagonismos constituye en cambio lo que Latour considera la verdadera ecología política,
que distinguen a los enfoques objetivistas de los construccionistas: una a la que, a priori, "no le concierne en nada la naturaleza".
En este punto, como se puede adivinar, se vuelve necesaria una reformu-
El agujero de ozono es demasiado social y demasiado narrado para lación intensa de todo el sistema categorial para que el nuevo esquema de
ser realmente natural; la estrategia de las empresas y los jefes de práctica resulte posible, tarea que Latour lleva a cabo con una ingeniería
Estado, demasiado llena de reacciones químicas para ser reducida al sociológico-política por momentos muy antiintuitiva -aunque según él,
poder y al interés; el discurso de la ecósfera demasiado real y dema- finalmente más sencilla y directa- que no puede ser reconstruida aquí,
siado social para reducirse a efectos de sentido.
aunque vale señalar algunos desplazamientos principales (esta tarea se
desarrolla en Latour, 2004). Por ejemplo, los sujetos humanos ya no son
Así, cuanto más minuciosa se vuelve la tarea de contrarrestación de los únicos que aparecen con voz y voto, sino que las entidades no huma-
mezcla ontológica, luego más híbrida y desordenada se vuelve la realidad nas pueden tener algo para decir; los sujetos científicos ya no cumplen
para el pensamiento. Esta perspectiva se origina en una mirada etnográfica el único rol activo en la descripción empírica o en la construcción social
particular de Latour a la llamada sociedad moderna, que así como cualquier de una realidad objetual, sino que un examen más atento nos posibilita
otra puede caracterizarse como proyectando el conocimiento del mundo desde ver cómo en esos objetos ya hay "actores" que parlamentan a través de
una creencia en que la realidad ya viene "cortada por sus articulaciones". los científicos. La reconstrucción del análisis científico que Latour lleva
Así, esta etnografía no tiene como objeto propio una multiculturalidad que a cabo tiene las finalidades relacionadas de enlazar estos mundos hasta
se erige sobre una unicidad natural externa, ni se apoya en el sistema cien- el punto de hacer desaparecer las instancias distinguibles de naturali-
tífico de una de aquellas culturas desde el cual investigar angularmente zación y socialización, y de hacer que el "habla" de los humanos y los no
el resto, relegado a la tradición y la superstición. El antropólogo simétrico, humanos aparezca cada vez más claro y simétrico en la acción política,
en cambio, ve redes de entidades indeterminadas que condensan sus divi-
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118 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 119

trascendiendo el hecho obvio de que es la especie humana la única que de los esquemas no existe una noción de "la naturaleza" como un campo
dispone de lenguaje simbólico verbal. separado del fenómeno psíquico-simbólico de la realidad humana, pero sí
Mirar la sociedad con otros ojos y contarla con otras palabras: la intención todas ellas establecen alguna distinción básica entre espacios fuertemente
es siempre virtuosa, el esfuerzo todavía incierto. La estrategia de base es socializados y otros que se desarrollan independientemente de la acción
sin embargo vieja e idónea. La búsqueda antropológica es la de examinar humana, lo doméstico y lo salvaje. Estas distribuciones, sin embargo, pue-
las variedades de práctica y representación por las cuales los humanos den encontrar por caso a humanos, piedras y pájaros hibridándose en una
median su experiencia en el mundo, persiguiendo a través del globo sus misma agrupación ontológica totémica y compartiendo realidad psíquica,
organizaciones distintivas con el fin de comprar los efectos que producen, y a otros ensambles de humanos y no humanos en otras, proyectándose
y en este sentido resulta claro por qué este proyecto parte de una antro- así lo "natural" en lo "social" de diversas maneras. Más allá de la variedad
pología. Esta constituye una reflexión sistemática sobre las condiciones de a posteriori de estas mediaciones, Descola se inscribe en corrientes de la
posibilidad de observación de una cultura, incluso la propia. Sumergirse ciencias cognitivas y de la fenomenología heideggeriana que muestran que
en las experiencias de lo que aparece como lo exótico y lo diferente tiene la en la relación preteórica más elemental del humano con el entorno hay un
capacidad de suscitar el efecto introspectivo que lleva a desnaturalizar las "campo de significancia" indisoluble, que constituye un centro intencional
propias bases culturales con las que el antropólogo y su audiencia miran primario de toda experiencia.
el mundo, el primer paso para entender y predisponer a la posibilidad de Orientado a la comprensión de las formas en que los humanos median
otras formas de organizarlo. esta relación inmediata con el entorno, Descola comparte con Latour la
Junto a la crítica interna de la cosmovisión moderna de Latour, este idea de que el análisis social no puede partir de la purificación categorial
efecto se completa con la crítica externa que lleva a cabo Philippe Descola, por la cual una sociedad como totalidad irreductible de humanos entra en
quien en Más allá de naturaleza y cultura investiga el dualismo naturalista un rango de relaciones posibles con esa otra totalidad natural, tanto por el
como un capítulo específico y contingente de mecanismos más generales que hecho de que sería incapaz de examinar la misma cultura que le dio origen
poseen los humanos de organizar la experiencia y de objetivar continuidades como porque tal comprensión oscila siempre irresuelta en el abismo de los
y discontinuidades entre los existentes. La antropología de Descola tiende determinismos: o la naturaleza es esencialmente un sentido que emerge
a mostrar que no existe una justificación concluyente, asentada en alguna del lenguaje y la ideología, o la cultura es el teatro de títeres producto del
forma más elevada de conocimiento, de la preeminencia de este esquema movimiento de genes, neuronas y geografías. Descola propone lo que según
occidental por sobre otros que existen o que han existido. las categorías modernas parece paradójico:
Mediante una interpretación de amplios registros etnográficos, Descola
encuentra que esta sintaxis de estructuración del mundo puede reducirse Repensar el campo y sus herramientas para incluir en su objeto
plausiblemente a cuatro regímenes que dan funcionalidad a los colectivos mucho más que el anthropos, sino a toda esa colectividad de existentes
de humanos y no humanos: el naturalismo moderno, el animismo, el to- ligada a él y relegada hoy a una función de entorno[ ... ] la antropología
temismo y el analogismo. Estos "esquemas de experiencia" se ramifican de la cultura debe acrecentarse con una antropología de la naturaleza,
abierta a esa parte de sí mismos y del mundo que los seres humanos
a partir de la interacción de procesos cognitivos humanos universales y
actualizan y mediante la cual se objetivan. (Descola, 2012: 21)
altamente abstractos, que los reconoce como anidando en lo profundo de
las distintas cosmovisiones. 12 Exceptuando el naturalismo, en el resto
Esta nueva antropología, se asegura, no intenta ni un retorno en bloque
a esquemas "primitivos" que resultaría impracticable en el contexto actual,
12. Estas continuidades y discontinuidades entre la identidad (grupal, indi vidual) y la ni una mirada más precisa al lugar donde la división entre humanos y no
alteridad de los existentes derivan para Descola (2012: PÁGJ de las herramientas que los humanos es más exacta, ni aun un muestrario de ontologías "más amables"
humanos h eredan de su filogénesis: "Un cuerpo, una intencionalidad, una aptitud para
percibir desviaciones instintivas, la capacidad de entablar con otro cualquiera relaciones de
con los seres no humanos. Tampoco una caída en el relativismo o una condena
apego o antagonismo, dominación o dependencia, intercambio u apropiación, subjetivación u del dualismo sobre argumentos morales a la manera de ciertas corrientes
objetivación". Así, la lógica de diferenciación de esquemas se puede comprender, por ejemplo, ecocentristas, sino más bien una ponderación de sus ventajas y desventajas
a partir de la lógica de discriminación de interioridades y fi sicalidades entre humanos y no mediante un giro en los elementos de juicio, en un contexto donde cualquier
humanos: fisicalida d idéntica e interiorida d distinta (naturalismo ), identidad de interioridad estructuración de la experiencia supone la organización de colectivos y donde
y fisicalidad totemism o), interiorida d idéntica y fisica lida d distinta (animismo ), interioridad
y fisicalida d distinta (analogismo ).
esta necesariamente estará regida por compromisos ontológicos.
120 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 121

En las relaciones de identidad y alteridad, la tarea de desapegar el ethos formas de pensar (Reynoso, 2015). Si bien estas propuestas se presentan
occidental de pautas tan profundamente instituidas por la educación, la como un programa en desarrollo y sujeto a correcciones, tan esencial como
hegemonía global y los siglos de sedimentación de comunidades de práctica, la atención a sus contenidos específicos es la atención a la forma en que
y mirarlos bajo una nueva luz de posibilidades e imposibilidades, puede en- se piensa ese desarrollo, o sea, si a partir de él se han vuelto perceptibles
contrar un punto crítico de liberación al situar interrogantes sobre distintas algunas direcciones conceptuales que la influencia de la cultura moderna
cosmovisiones en el mismo régimen teórico de sentido: "¿Por qué no hay ha hecho difícil de capturar. Por lo demás, solo el análisis y el tiempo reve-
realeza totémica? ¿Por qué los no humanos no están representados en su larán si la sintaxis antropológica que propone Descola es plausible, si las
calidad de tales en los parlamentos? ¿Por qué el Inca o el faraón no devoran profusas nuevas categorías de La tour resisten las presiones de la realidad,
a sus enemigos? ¿Por qué los chamanes amerindios no hacen sacrificios?". llena de complejidades y excepciones imprevistas, si ya el espíritu de ese
Estas estrategias buscan señalar que es posible una política de la naturaleza proyecto inspirará otros que lo reconocerán como heurística precursora o si
distinta de la que se plantea incluso desde las plataformas institucionales acaso será abandonado al anecdotario de utopías filosóficas, no perdurando
consideradas más radicales (que generalmente, se afirma, practican una más que elementos de su organon dentro del quehacer sociológico. Como
política sobre la naturaleza), aun cuando no puedan ser implementadas de afirma Latour (2004: 42):
la noche a la mañana. Fundamentar desde un panorama de mayor profun-
didad otros "esquemas de experiencia", modelos o metáforas para entender No tenemos idea cómo se verían las cosas si no hubieran estado
las discusiones sobre sustentabilidad, conservación, comodificación de la siempre involucradas en la batalla de la naturalización. ¿Qué aspecto
biósfera (transformar la biósfera en commodities), modificación genética, tendrían las entidades llamadas no humanos si no llevaran el uniforme
etc., sería una de las contribuciones más decisivas de la teoría social, espe- de cuestiones de hecho marchando a la conquista de las subjetivida-
cialmente de la antropología, a la cuestión ambiental. des? ¿Qué aspecto tendrían los humanos si ya no usaran el uniforme
de partisanos que valientemente resisten la tiranía de la objetividad?
Como puede suponerse, la reformulación de los conceptos básicos tam-
bién implica la de los problemas que fueron generados bajo la operación
con ellos. Exonerados de dualismo moderno, en los programas de Latour
Cons.ideraciones finales
y Descola se disolvería del todo la pugna epistemológica primitiva entre
construccionismo y objetivismo, antropocentrismo y ecocentrismo, conserva-
Se suele discutir sobre la sociedad y la naturaleza como conjuntos de cosas
cionismo y recursismo, puesto que ninguna tiene un territorio común al cual
que están "ahí afuera", cuyos contornos serán difusos pero cuyos contrastes
defender o conquistar. Los problemas ambientales, partes de construcción
aparecen suficientemente evidentes en una mirada panorámica. Un análisis
simbólica, apreciación moral y conocimiento empírico, entran en suspenso;
epistemológico, sin embargo, induce a tomar lo que se consideran hechos
en el parlamento de las cosas, todo "hecho" (científico o no) está cargado de
como ideas, y a insertarlas en sistemas de pensamiento con el fin de evaluar
política. Si los representantes científicos, con el bagaje de sus teorías e ins-
su funcionalidad y su contingencia. Así la oposición entre sociedad y natu-
trumentos, hacen un trabajo políticamente convincente, la constitución de
raleza, que tan abundantemente aparece en el pensamiento científico y en
una situación ambiental será negociada y establecida "desde cero" teniendo
los razonamientos inmediatos de la vida cotidiana, se revelan más como una
en cuenta las implicancias que estos presenten, y las estrategias acordadas
clase de orden que como una clase de realidad: como amplios conglomerados
según un balance de costos y beneficios.
de signos, valores e intereses que sirven para coordinar la investigación del
Las más ambiciosas de las propuestas científicas y políticas que se explo-
mundo, que pueden cumplir funciones útiles en determinados contextos pero
ran aquí llevan el velo del exotismo y la falta de ejercicio, por lo que resulta
que se vuelven peligrosos cuando se extienden indiscriminadamente y logran
difícil verificar su robustez o imaginar resultados. Al mismo tiempo, las
ocultar su artificialidad. En la medida en que la distinción y la clasificación
fuentes perspectivistas en las que abrevan han sido objeto de importantes
son operaciones necesarias en todo acto de conocimiento, el problema de la
críticas internas, como la de incurrir en una simplificación monolítica de
sociedad y la naturaleza -como una versión de la relación entre individuo
la modernidad que hace las veces de un hombre de paja y justifica tales
y entorno- se desplaza entonces de la existencia de criterios de exclusión
exhortaciones, buscar la abstracción irresponsable de variedades culturales
a la de su legitimidad.
enteras a partir de unas pocas reglas de clasificación, o pretender pivotear
Por esto, las dificultades que supone hoy pensar en las fauces de la crisis
desde una única epistemología la transición entre tantas viejas y nuevas
ambiental reclaman una comprensión profunda de las formas en que esa
122 Martín Prieto Los enredos de una taxonomía 123

taxonomía proyecta sus efectos en la praxis, así como en la teoría social BURNINGHAM, K y G. COOPER (1999), "Being constructive: social constructionism
que sirve para iluminarla y alterarla. Las ideas que se han presentado and the environment", Sociology, 33 (2).
aquí como asumiendo esta tarea dejan interrogantes abiertos, entre ellos: COLLINGWOOD, R. (2006), Idea de la naturaleza, México, FCE.
¿habría que trabajar en una profunda revolución conceptual, o apuntar a COOPER, D. (1992), "The idea of environment", en D. Cooper y J. Palmer (eds.), The
corregir algunos puntos neurálgicos del razonamiento científico tradicional? Environment in Question, Londres, Routledge.
DESCOLA, P. (20 12), Más allá de naturaleza y cultura, Buenos Aires, Amorrortu.
Es evidente que esta pregunta se vuelve difícil de resolver porque en algún
DOWER, N. (1994), "Idea of the environment", en R. Attfield y A. Belsey (eds.), Phi-
punto tales alternativas no responden a una misma "cuestión de hecho". El losophy and the Natural Environment, Cambridge University Press.
problema del ambiente se presenta habitualmente como el de los vínculos EDER, K (1990), "The cultural code of modernity and the problem of nature: A
sociales con la naturaleza; sin embargo, un cambio en el paradigma que critique of the naturalistic notion of progress", en J. Alexander y P.
sostiene esa diferencia volvería esta interpretación algo ilusoria. El desafío Sztompka (eds.), Rethinking Progress: Movements, {orces and ideas at the end
~ las ciencias sociales no reside entonces exclusivamente en la comprensión ofthe 20th Century, Londres, Unwin Hyman.
\gg un objeto difícil, sino también en la matriz desde la cual se encuadran EVERNDEN, L. (1992), The Social Creation of Nature, Baltimore, Johns Hopkins
objetos y problemas de investigación en primer lugar. University Press.
En las representaciones científicas de lo social y en el uso de estas para GUDYNAS, E. (2011), Desarrollo y sustentabilidad ambiental: diversidad de posturas,
la construcción de problemáticas ambientales, la herencia acrítica de esos tensiones persistentes, Universidad de Granada.
compromisos conceptuales tiende a producir el efecto de ocultar una tensión HARAWAY, D. (1995), Ciencia, ciborgs y mujeres: la reinvención de la naturaleza,
Madrid, Cátedra
abierta, naturalizar sus consecuencias políticas o inhibir el desarrollo de
HEIDEGGER, M. (2000l "Sobre la esencia y el concepto de la <j>Úo1 s. Aristóteles, Física
otras posibilidades de acción. La idea generalizada de que la resolución de B, 1","JHitos, Madnd, Alianza.
conflictos ambientales se alcanza mediante la traducción entre los ámbitos HORKHEIMER, M. (2007), Crítica de la razón instrumental, Buenos Aires, Terramar.
puros de los expertos científicos deliberando científicamente (y entre los ISSC-UNESCO (2013), World Social Science Report 2013: Changing Global Environ-
científicos sociales y los naturales al interior de este) y los representantes ments, París, OCDE-Unesco.
políticos políticamente no solo falla repetidamente sino que a menudo tiene KITCHER, P. (2011), Science in a Democratic Society, Nueva York, Prometheus.
el efecto de intensificar la controversia social. En el centro de esta cuestión LATOUR, B. (2004), Politics of Nature: How to bring the sciences into democracy,
está el problema primario de cómo organizar un sistema autorizado de co- Cambridge, Harvard University Press.
nocimiento social, o sea, de quién, dónde y cómo se definen los términos de - (2007), Nunca fuimos modernos. Ensayo de antropología simétrica, Buenos Aires,
la realidad común (Kitcher, 2011). Frecuentemente en las democracias, las Siglo XXI.
discusiones necesarias se encuentran atravesadas por asimetrías de poder MARTÍNEZ ALIER, J. (2002), El ecologismo de los pobres. Conflictos ambientales y
lenguajes de v~loración , Barcelona, Icaria.
y participación, y obstaculizan su desarrollo legítimo. Así, en la medida
ÜRTNER, S. (1979)¡"¿Es la mujer con respecto al hombre lo que la naturaleza a la
en que las diversas perspectivas sociales sobre la cuestión ambiental no cultura?", en O. Harris y K Young (eds.), Antropología y feminismo, Barcelona,
solo anuncian problemas sino también oportunidades de concientización Anagrama.
y emancipación, su desarrollo colectivo no dependerá principalmente del PARDO, R. (2012), "La invención de la ciencia: la constitución de la cultura occidental
armado de un rompecabezas teórico, sino de la práctica de la ciencia y la a través del conocimiento científico", en H. Palma y R. Pardo ~, Epistemo- y
política como un mismo desafío filosófico. logía de las ciencias sociales. Perspectivas y problemas de las representaciones
científicas de lo social , Buenos Aires, Biblos.
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contemporáneas
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globe, TÍ10usand Oaks, Sage. Jorge Lulo

l. Principio y especies hermenéuticas

El retorno de la hermenéutica, 1 entendida como teoría de la interpreta-


ción aplicada fundamentalmente a los textos, junto con la renovación del
estudio de los clásicos de la teoría social y política y la revalorización de los
métodos cualitativos de investigación empírica contribuyeron a diseñar un
nuevo escenario para la filosofía de las ciencias sociales y a resaltar conco-
mitantemente el carácter distintivo de estas ciencias frente a las naturales.
Este retorno estuvo enmarcado en lo que algunos autores denominaron
"giro lin!tiiístico" queriendo significar con este término la irrupción de un
paradigm lingüístico que vendría a ocupar el lugar dejado vacante por el
aradigm moderno de la conciencia. Más allá de cómo se haya declinado
este giro mgüístico en las corrientes más representativas de las ciencias
sociales o de cómo haya influido en la investigación social, es importante
señalar que su significado es tan abarcador que subyace al itinerario de
toda la filosofía y epistemología contemporáneas.
Sin embargo, el giro lingüístico no alentó la aparición de una corriente
hermenéutica en particular sino más bien la de una "flora hermenéutica"
que abarcó varias especies. En un sentido amplio el término "hermenéutica"
hizo referencia a las variantes del comprensivismo en las ciencias sociales
inspiradas en Max Weber y Alfred Schütz, a las sociologías influidas por
la filosofía analítica de Ludwig Wittgenstein, a la etnometodología y al
interaccionismo simbólico, y a las teorías pragmáticas de la comunicación.
El problema es que semejante potencialidad semántica termina diluyendo
lo esencial de la hermenéutica. Concretar un significado más restringido
suele traer como beneficio un conocimiento más completo de la materia que

l. Para un panora ma general sobre la perspectiva hermenéutica en las cienci as sociales y una
discusión acerca del significado y el balance del denomin ado "giro lingüístico", remitimos a
Lulo (2002: 177-235).
[ 125]
126 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 127

se trate, pues -y esta tal vez sea una de las enseñanzas más importantes filosofía y epistemología de las ciencias sociales. Impugnaciones que nacen
de la hermenéutica- precisar los límites de un concepto evita su deterioro de otras corrientes también emparentadas con el giro lingüístico pero que
"inflacionario": desde Aristóteles se sabe que cuanto mayor es la extensión emplazaban e interpelaban, de manera más o menos explícita, su propio
de un concepto, más dificultades surgen para precisar su significado. Para principio. Objeciones que ponían el dedo en la llaga porque justamente ve-
remediar este problema se puede recurrir a la historia del término que nos nían a criticar, o al menos problematizar, la afirmación de que todo acto de
dice que en sus orígenes modernos la hermenéutica estuvo relacionada con interpretación es, al mismo tiempo, un acto de traducción. Concretamente,
un objeto particular de la cultura -el libro- y que, en consonancia, surgió nos proponemos explorar cómo hizo pie la hermenéutica ante los embates
como un arte de la interpretación preocupado por descifrar el significado de del estructuralismo surgido en Francia en la década de 1960 y, más espe-
los textos. El desarrollo de la hermenéutica se concretó cuando la tradición cíficamente, ante los desafíos de Michel Foucault y Jacques Derrida que,
dejó de ser evidente y comenzó a advertirse una lejanía que volvió indis- con distintas modulaciones, confrontaron el principio hermenéutico con
pensable el recurso a reglas que permitieran nuevamente la transmisión de la problemática de la reducción del sentido y la autonomía del texto. Por
un mensaje que había perdido vivacidad. "In claris non fit interpretatio" es último, se hará un esbozo de la concepción de la hermenéutica clásica en
un viejo dicho hermenéutico que significa que solo cuando la oscuridad es torno al lenguaje y la problemática de la verdad con el fin de discutir su
manifiesta el esfuerzo hermenéutico deviene necesario. Así, una acepción alcance epistemológico como plataforma conceptual apta para sostener el
más restringida de la hermenéutica diría que ella es una filosofía de la entendimiento de los significados que nutren la convivencia diaria de los
interpretación ocupada en la búsqueda del sentido y, subsidiariamente, un actores sociales.
arte de la interpretación de los textos o metodología específica de las cien-
cías sociales. Hay versiones ontológicas de la hermenéutic~ que vinculan
ly
la comprensión con la existencia y que se preocupan por dilucidar qué es lo 2. Estructuralismo y hermenéutica
que ocurre efectivamente cuando comprendemos, y otras epistemológicas
ocupadas en la tarea de asegurar la validez del conocimiento obtenido a Si se quisiera buscar un período de la historia en el que prevaleciera
través de la comprensión. la efervescencia de las ideas por encima de cualquier tipo de conformismo
Pero, más allá de la pluralidad de versiones, en el cruce de caminos de tendríamos que detenernos en la década de 1960. Ningún campo de la
todo pensamiento hermenéutico se reconoce un principio, o sea, una dimen- cultura fue ajeno, por entonces, a una suerte de proceso de revisión que
sión universal de la hermenéutica que Gadamer (1998: 227) definiera de afectó a prácticamente todas las disciplinas del saber, la filosofía y las
la siguiente manera: ciencias en general e incluso al terreno artístico. En este contexto surgió el
movimiento estructuralista que contribuyó a una renovación parcial de las
El principio supremo de toda hermenéutica filosófica es, y así me la ciencias sociales. Es curioso que un término de amplísima denotación como
imagino (y por eso es una filosofía hermenéutica), que nunca podemos "estructura" haya tenido tanta fortuna como para identificar a una corriente
decir completamente lo que en realidad hemos querido decir. ¿Y qué de pensamiento y convertirse en el estandarte de numerosas escuelas y de
queríamos en realidad? Bueno, lo que al parecer pretendíamos es que científicos, filósofos y críticos literarios dispuestos a dar batalla en el campo
el otro nos comprendiese, y quizá algo más. Queríamos reunirnos con el
de sus respectivas disciplinas.
otro, obtener su aprobación o, por lo menos, que se retomara lo dicho,
aun cuando fuese a modo de réplica u oposición. En una palabra: que- Si por "estructura" entendemos algún conjunto o grupo de elementos
remos encontrar un lenguaje común. A esto se le llama conversación. relacionados entre sí de acuerdo con reglas o por una correlación de tipo
funcional, donde el "todo" resulta mayor que la suma de las partes, sería
Esta dimensión universal, que corresponde al carácter lingüístico de difícil no encontrar "estructuralismos" a lo largo de la historia, incluso nos
la experiencia, revela tanto la finitud del sentido como la del lenguaje y el podríamos remontar a los albores de la filosofía occidental para detectar,
comprender, siempre en tensión con la infinitud del querer decir. No dice en el origen, la aparición de "movimientos estructuralistas". Sin embargo,
que todo lo que es se comprende en el lenguaje, sino que hay un resto o cuando hoy hablamos de estructuralismo no nos estamos refiriendo ni a
residuo que no se enuncia pero que no se puede obviar. Platón ni a Aristóteles, sino a la clase de investigaciones e ideas surgidas
En este capítulo nos proponemos explorar algunos desafíos a la her- en Francia con autores como Claude Lévi-Strauss, Jacques Lacan, Louis
m en éutica surgidos contemporá neamente a su propio afianzamiento en la Althusser y Roland Barthes, entre otros. Investigaciones determinadas
128 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 129

por tres supuestos básicos, a saber: 1) la caracterización de la estructura cación que se separa del habla (parole ilel modo en que lo social -lo e sen- ~
como inaccesible a la simple observación sensorial y distinta de una rea- cial- se separa de lo individual-lo accidental-. El habla corresponde a los ~
lidad metafísica que estaría oculta detrás de las cosas. Más bien, p,a ra un actos individuales que realiza cada hablante de carne y hueso, quien con
estructuralista se trataría de un principio metodológico de explicación que sus ejecuciones voluntarias e inteligentes utiliza el código de la lengua que
ontológicamente operaría como una "forma" que articula la realidad; 2) el lo habilita como hablante. Ambas, lengua y habla, están unidas por una
privilegio concedido al plano sincrónico -entendido como espacio "fuera del relación que es definitoria: "La lengua es necesaria para que el habla sea
tiempo" que muestra un ordenamiento regulado de los elementos que com- inteligible y produzca todos sus efectos; pero el habla es necesaria para que
ponen un sistema- frente a la historia para la explicación de los fenómenos la lengua se establezca; históricamente el hecho de habla precede siempre"
culturales y, por último, 3) la tendencia a considerar las cuestiones vincu- (64). En esta "división del trabajo", lengua y habla se muestran interdepen-
ladas a la aparición del sentido sin referencia explicativa a una conciencia dientes, aunque para Saussure no hay que confundir interdependencia con
intencional que los instituye o bien los recibe pasivamente, tendencia que equivalencia: la de Saussure es una lingüística de la lengua porque en rigor
se expresa publicitariamente en la consigna "muerte del hombre" y que es esta es quien suministra la clave explicativa de nuestros comportamientos
solidaria con una reducción del sentido de los objetos analizados -se trate lingüísticos y no hay, por lo tanto, un supuesto "acto creativo" o iniciativa
de símbolos, mitos, narraciones o acciones intencionales- al juego de sus voluntaria de la persona que dicte al lenguaje su funcionamiento. La len-
dependencias con otros objetos y al lugar que ocupan en el todo. gua suministra la capacidad para ejecutar el habla y opera entonces como
una especie de "diccionario cuyos ejemplares, idénticos, fueran repartidos
entre los individuos" (65), como una forma inscripta en la cabeza de cada
2.1. El modelo semiótico de Saussure hablante indisponible al libre arbitrio de los hombres. La lengua es más
forma que sustancia:
Aunque en la variedad de "estructuralismos" se advierten inflexiones
conceptuales vinculadas con la manera particular en que cada autor entiende La lengua es también comparable a una hoja de papel: el pensa-
su actividad teórica, hay un modelo que sirvió de fuente de inspiración para miento es el anverso y el sonido el reverso. N o se puede cortar el uno
todos los planteos: la lingüística estructural de Ferdinand de Saussure. sin cortar el otro; así tampoco en la lengua se podría aislar el sonido
Esta modelización del lenguaje, aunque no de manera lineal, fue transferi- del pensamiento, ni el pensamiento del sonido [... ]la lingüística tra-
baja, pues, en el terreno limítrofe donde los elementos de dos órdenes
da exitosamente a varios dominios de las ciencias humanas y, en todos los
se combinan; esta combinación produce una forma, no una sustancia.
casos, dejó la impronta de una explicación de los fenómenos sociales a partir (Saussure, 1982: 193)
de sistemas de sustituciones que pueden y deben formalizarse por medio
de una combinatoria de sus elementos. Aunque utilizase con preferencia
Ahora bien, ¿cuál es la naturaleza del signo lingüístico, según Saussure?
el término "sistema" más que el de "estructura", Saussure diseñó lo que se
¿Es algo material-un sonido, por ejemplo- que apunta a una idea o concepto,
conoce como "estructuralismo semiótico". Para Saussure (1982: 60) la se-
o más bien señala una cosa externa, un referente en el "mundo real"? Lejos
miología es una ciencia general que "estudia la vida de los signos en el seno del simplismo que ve en la relación signos-cosas un vínculo meramente
de la vida social" y formaría parte de una psicología social. La noción clave
que articula la concepción del lenguaje es la de sistema, entendido a partir
Jt l"\Bl'. \\~bidireccional, Saussurel dice que "lo que el signo lingüísti~ne no es una
cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen acústica" . >aussure, 19tril': l.J
de las relaciones de oposición que entablan los elementos de ese lenguaje. ~ De esta manera se establece que en el signo se reúnen dos componentes ~(
El punto de partida de esta lingüística lo expresa claramente Saussure psíquicos que se oponen, el significante o imagen acústica y el significado
(1982: 51): "Hay que colocarse desde el primer momento en el terreno de o imagen conceptual, como las dos caras de una misma moneda. El signo
la lengua y tomarla como norma de todas las otras manifestaciones del lingüístico, que no es más que la composición de una dualidad -significante
lenguaje". La lengua (langue) no se confunde con el lenguaje, más bien es y significado- , presentará dos características primordiales: en primer lugar
una parte que consiste en un conjunto de convenciones adoptadas por la la arbitrariedad, que indica que el lazo entre uno y otro es puramente arbi-
sociedad (pero no de manera consciente, como si se tratase de una elección) trario, totalmente inmotivado ya que no hay ninguna relación natural que
para permitir el ejercicio de la facultad del lenguaje en los individuos. La pueda darse entre ellos y su establecimiento depende de un hábito social o
lengua es externa a los individuos , una totalidad y un principio de clasifi- convención, sin posibilidad de quedar sometido a los caprichos personales
130 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 131 13

de los hablantes que quisieran alterar su significación. La otra caracterís- 2. 2. Análisis estructural y reducción del sentido ~l
tica determinante será la linealidad del significante que indica que este l-
habita en una sola dimensión o línea: la línea del tiempo en el caso de los Una última consideración de la lingüística saussureana nos llevará a :a
significantes acústicos (el encadenamiento de los sonidos en el tiempo) o la cuestión decisiva respecto de la confrontación con la hermenéutica. Se JS
una linealidad espacial en el caso de los significantes escritos (la sucesión trata de la concepción del estructuralismo semiótico en torno al sentido. Ya
de grafías en el papel u otro soporte material). se ha visto que el signo está compuesto por dos partes, el significante y el ;e
A estas dos propiedades primordiales de los signos lingüísticos se significado, pero lo que todavía no se ha mencionado es cómo se distinguen JS
agregan dos consideraciones relevantes: 1) los signos se relacionan entre en el interior del sistema lingüístico los signos entre sí. Pues bien, para :a
sí formando estructuras o sistemas, y 2) coexisten en el juego de la perma- Saussure la lengua es un sistema donde todos los términos son solidarios
nencia y el cambio a lo largo del tiempo. Como los signos son arbitrarios, y y donde el valor de cada uno se determina por la presencia simultánea de
no dependen de elecciones individuales, están más afectados por la inercia los otros: esto nos conducirá a concebir desde una perspectiva formalista
colectiva que por la innovación individual, pero el tiempo -que asegura la el significado o referencia de los signos lingüísticos -entendidos como to- ~r

inmutabilidad- tiene reservado otro efecto, en apariencia contradictorio, talidades compuestas por un significante y un significado, ambos de natu-
que es el de alterarlos en el largo plazo. Sin embargo, la contradicción se raleza psíquica y unidos por asociación en nuestro cerebro- como un valor tr
desvanece cuando nos percatamos de que no puede haber percepción de la diferencial, no como una entidad positiva sino como el resultado de sus le
permanencia sin el contraste que aportan los cambios y que, a su vez, no diferencias con los otros términos del sistema. Para el lingüista estructural ~S

podrían advertirse los cambios salvo sobre el trasfondo de algo que perma- un "perro" significará algo ajeno a mi voluntad de significación, no será un y
nece. Esto se podría ilustrar con un sencillo ejemplo: para saber que estoy perro en particular al que me une una relación afectiva ni la universalidad tr
observando el mismo objeto, por ejemplo este libro que estoy sosteniendo comprendida por el concepto de "perro", tampoco la imagen evocada en mi lo
entre mis manos ahora, tendré que pasar por distintos momentos percep- memoria cuando escucho la palabra y mucho menos una esencia incorpórea el
tivos -todos diferentes entre sí- que me aseguren o no que lo que tengo en que habite en un mundo ideal, sino solo el juego de las diferencias que lo le
mis manos sigue siendo el mismo objeto. distinguen de aquello que no es perro; "perro" será "no gato", "no rinoceron- t)
La consideración del paso del tiempo permite establecer una nueva te", "no pingüino" y así sucesivamente, dentro del sistema o totalidad que ;o
dualidad relacionada con los tipos de abordajes lingüísticos. Por un lado comprende a los animales. Aunque resulte paradójico, el término "perro" je
una lingüística sincrónica, concebida según el eje de la simultaneidad y no tiene un sentido inherente, no se reduce a un "significado" o "imagen ;e
concentrada en la lengua, que estudia las relaciones horizontales entre conceptual" (una de las "caras" del signo); su sentido no es más que el juego te
los hablantes en un determinado segmento del tiempo, y por el otro una de las diferencias con aquello que "no es perro" pues en la lengua "solo hay y
lingüística diacrónica o evolutiva, concebida según el eje de las sucesiones, diferencias sin términos positivos" (Saussure, 1982: 203). Tampoco hay J?
que estudia los acontecimientos que involucran a la lengua y se suceden en ideas o sonidos preexistentes al sistema lingüístico y cuando un término :a
el tiempo. Si claramente Saussure optó por privilegiar el estudio sincrónico del conjunto varía esa variación afectará al resto. Por supuesto, Saussure e,
fue porque para él debía prevalecer una perspectiva sistemática -basada no nos está diciendo que con el t érmino "perro" podemos designar a, por :n
en la fijeza y estabilidad de la lengua que se impone sobre las alteraciones ejemplo, nuestro vecino. Esa negatividad que penetra en los significados :o
aportadas por la diacronía- y porque en la dialéctica entre continuidad y no anula el h echo de que los términos puedan designar positivamente a las ~S

cambio se esconde en realidad una relación de subordinación pues "el sistema cosas en el marco de la comunida d en la que se habita, solo establece que is
no se modifica directamente nunca; en sí mismo, el sistema es inmutable; cua ndo se habla del sentido de los t érminos no se está haciendo referencia is
solo sufren alteración algunos elementos, sin atención a la solidaridad que a una entidad autosubsistente, sino a un efecto producido por oposiciones
los ata al conjunto" (Saussure, 1982: 154). Cambio y permanencia se r ecla- en el seno de la totalidad que los abarca.
man mutuamente pa ra una correcta comprensión de ambos, pero a la hora No obstante, la tesis saussureana resultaría un tanto insatisfactoria si Li-
de explicar cómo funciona n los hechos del lenguaje se debe privilegiar lo se limitara solamente a afirmar el nexo convencional que existe entre las t",
do
sistemático si se quiere asegurar la cientificida d de la lingüística: la h istoria palabras y los objetos a los que se r efieren ; de ser est e el caso no estaríamos ~ S.
y sus contingencias son má s bien una fuente de perturbaciones . afirmando m ás que una trivialida d -por lo menos para la m ayoría o gran lS-
parte de las filo sofías del lenguaje contemporán eas- , pero si se complejiza ca
132 Jorge Lulo Defensa y cuestiona miento del sentido 133

su posición y se toma en serio la naturaleza relacional de los significados hermenéutica ; La estructura la alabra el acontecimiento y La cuestión d el
-su constitución a partir de las diferencias-, estaríamos necesitando una sujeto: el desafio de la semiología, recogidos en H ermenéutic¡; y estructura-
explicación más convincente que nos aclare el estatus del referente: aquello lismo,2 y el ensayo "El lenguaje como discurso" que integra el libro Teoría
a lo que apunta una palabra ¿es completamente aleatorio, un producto del de la interpretación. Discurso y excedente de sentido . En todos estos trabajos
juego siempre cambiante de las diferencias, el hecho de que una palabra o sobrevuelan las preguntas que Ricceur le formula al estructuralismo, inte-
signo nos incline a percibir o concebir en una dirección determinada? ¿Acaso rrogantes que interpelan al "sueño estructuralista" que parecía apoderarse
el énfasis puesto en la consideración formalista de la lengua disuelve las por ese entonces de la filosofía y las ciencias sociales: ¿hasta dónde podemos
cosas en un devenir que solo puede ser detenido de manera arbitraria? Es- hacer llegar el dominio estructuralista en las ciencias humanas?, ¿colapsa
tos inevitables interrogantes de corte filosófico quedan sin contestar en la verdaderamente la historia en la estructura? Estos interrogantes esconden
obra de Saussure. Lo que sí queda claro es que para una filosofía como la la sospecha de Ricceur sobre el material del que están hechos estos "sue-
hermenéutica, preocupada por la transmisión y apropiación del sentido, el ños". Sus preguntas justamente indagarán sobre la aptitud del "material
desmontaje que el estructuralismo saussureano plantea en torno al signi- estructuralista" para pavimentar los caminos que conduzcan a un saber
ficado -la "reducción del sentido"- espoleará sus convicciones y la obligará inobjetable acerca de los asuntos humanos.
a una respuesta meditada. En "La estructura, la palabra, el acontecimiento" Ricceur intenta superar
En este sentido, para las ciencias sociales de la década de 1960 la obra la oposición "muda" entre hermenéutica y estructuralismo por medio de
de Saussure representó una "revolución científica" en tanto posibilitaba un diálogo que reconozca la validez de cada posición. Discute los alcances
estudiar cualquier lenguaje simbólico prescindiendo de factores subjetivos del estructuralismo como método, como filosofía de las ciencias sociales y
ya que la lengua no era ya un asunto de dominio del hombre sino más bien como doctrina -esto es, un conjunto de enseñanzas coherentes- a aplicar
todo lo contrario. Era el hombre quien estaba poseído por la lengua. El en el estudio de la sociedad. Para Ricceur el estructuralismo triunfa cuando
sueño estructuralista consistió en el intento de descifrar las formas inva- puede: 1) trabajar sobre un corpus ya constituido, detenido y cerrado, en el
riantes del "espíritu humano", inmutables y ahistóricas, con el auxilio de sentido de alejado de los vaivenes temporales; 2) establecer inventarios de
una metodología científica que permitía un tratamiento objetivo, a veces unidades; 3) colocar estas unidades en relaciones de oposición binaria, y 4)
cuantificable, de los fenómenos sociales en el marco de una especie de álge- establecer una especie de álgebra o combinatoria entre ellas. Este punto
bra de lo socia~tal como la aplicada por el antropólogo Lévi-Strauss en sus de vista analítico conforma un modelo semiológico que enfoca al lenguaje
l (Jft'análisis sobre l. relaciones de parentesco y los mitos. Pero como la frontera como lengua, proclive a destacar los inventarios y las taxonomías frente
entre lo epistemológico y lo ontológico es siempre porosa, el estructuralis- a sus aspectos más dinámicos. Ahora bien, el éxito de este modelo tiene
mo trascendió el plano metodológico para convertirse en una ontologí;Jya
que implícitamente decidió acerca de la composición de lo real. Acept! da
7
) como contrapartida dejar fuera la comprensión del lenguaje, los actos y
procesos constitutivos del discurso. ¿Qué entiende Ricceur por discurso?
la crítica de la preeminencia del sujeto, ¿deberíamos concluir a partir de De acuerdo con su modelo semántico, el discurso abarca la problemática
ahí, lisa y llanamente, que lo subjetivo merece descartarse de plano en un del encadenamiento de las palabras en las oraciones. El discurso requiere,
tratamiento científico de lo social? ¿0, más bien, tendríamos que cuestionar como ya lo había indicado Aristóteles, un nombre conectado a un verbo en
esta particular inflexión estructuralista del "giro lingüístico" en la medida una síntesis producida en el tiempo. Es acontecimiento y no estructura. Pero
en que soslaya la intersección del lenguaje con los aspectos no lingüísticos como la prudencia de Ricceur aconseja, se deben evitar las antinomias pues
presentes en la conformación de la praxis? no traen ningún beneficio y, por tal motivo, la superación de la antítesis
entre estructura y acontecimiento se convertirá en la meta de un análisis

2.3. La respuesta hermenéutica: superación de la inmanencia


y recuperación del sentido 2. El primero de ellos fue publicado originalmente como "Structure et herméneutique", Archi·
uio di Filosofia , 3, 1963; el segundo fue publicado como "La structure, le mot, l'évenement",
Esprit , "Structuralisme, idéologie et méthode", 801-821, mayo de 1967, y el úl timo fue edita do
La confrontación entre h ermenéutica y estructuralismo que emprendió como "La question du suj et: le défi de la sémiologie" en el libro Le conf/it des interprétations.
Paul Ricceur está reflejada en numerosos textos r edactados entre 1963 y Essais d'herméneutique, Pa rís, Seuil , 1969, que recogió los anteriores. H ay traducción al cas-
1980. E specialmente significativo s para nuestro propósito son E structura y tella no de los tres trabajos, que componen la primera parte del libro citado , en Hermenéutica
y estructuralismo.
134 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 135

equilibrado que pondere minuciosamente cada modelo, el semiótico y el de trascendencia propio del "querer decir" que se propone tener injerencia
semántico, con el fin de arribar a una síntesis. sobre una realidad que está más allá del pensamiento y del lenguaje. Por
Como ya vimos, los presupuestos del análisis estructural establecían en tal motivo, para Ricceur (1975: 95) "el lenguaje no es un objeto sino una
primer lugar que el lenguaje es un sistema de signos que se constituye en mediación; es eso a través de lo cual, por medio de lo cual, nos expresamos
el objeto de estudio de una ciencia empírica que va a priorizar la lengua y expresamos las cosas. Hablar es el acto por el cual el locutor supera la
por sobre el habla. Esta subordinación implica que las ejecuciones psíqui- clausura del universo de los signos, en la intención de decir algo acerca de
casJ y las combinaciones libres del discurso que el habla conllev~ quedan
dispersas frente a una lengua que se reserva el rol central ya que aporta
l~ algo a alguien; hablar es el acto por el cual el lenguaje se supera como signo
hacia su referencia y hacia su interlocutor. El lenguaje quiere desaparecer,
las reglas constitutivas del código (la institución válida para la comunidad quiere morir como objeto".
lingüística). Claramente hay en el estructuralismo una lingüística sincrónica La elocuencia del pasaje pone de manifiesto la divergencia fundamental
de los estados del sistema que se alza frente a la lingüística "menor" de los entre hermenéutica y estructuralismo: por un lado, el estructuralismo se
cambios registrados en el tiempo. Lo diacrónico queda subordinado porque concentra en el lenguaje de la misma manera en que un ingeniero podría
detrás de todo proceso se debe encontrar un sistema. El corolario de esta concentrarse en el manejo de un artefacto; por el otro, la hermenéutica
posición dice que el cambio en sí es irrelevante pues solo se lo comprende evita cualquier clase de ecuación que equipare al lenguaje con la realidad
como pasaje de un estado del sistema a otro : entender lo fijo siempre resul- a la cual se dirige, para así entenderlo como el medio de acceso a algo que
tará más fácil que entender lo cambiante. A esta dificultad para entender la siempre estará más allá de él. Si se aceptara la decisión epistemológica del
especificidad del cambio se le suma que en cada estado del sistema no hay estructuralismo por la cual el analista debiera mantenerse dentro de los
términos absolutos sino relaciones de dependencia porque el lenguaje, para límites del espacio interior promovido por la clausura del universo semió-
Saussure, no es una sustancia sino una forma y por lo tanto en la lengua tico, se estaría admitiendo un "acto terrorista" que violenta la experiencia
solo habrá diferencias, valores relativos de oposición de unos signos a otros lingüística. En todo caso esa decisión bien podría estar en la base de algunas
(A esnoB, no C, no D, etc.), pero nunca positividad. Así, el conjunto de los experiencias narrativas del tipo "literatura dentro de la literatura" ligadas a
signos deberá ser considerado un sistema cerrado para poder someterlo a la intertextualidad, que son válidas dentro de un ámbito acotado pero dejan
análisis, sin un "afuera" que lo constituya o dé sentido pues solo se trata de de serlo cuando se las quiere convertir en experiencias rectoras.
relaciones internas concebidas en un plano de inmanencia. Con "inmanencia" Ricceur, quien busca un modelo integral del lenguaje que lo piense en
en filosofía se suele hacer alusión al tipo de actividad de un ser cuya acción su unidad de lengua y habla sin recaer en posiciones unilaterales, en-
perdura en su interior, una actividad que tiene su fin dentro del mismo cuentra la solución en la producción del acto de habla en el medio mismo
ser. La inmanencia es, precisamente, la propiedad por la que una determi- de la lengua, a la manera de una promoción de sentido. La síntesis entre
nada realidad permanece cerrada en sí misma, agotando en ella todo su ser hermenéutica y estructuralismo se encuentra justamente en una dialéctica
y su actuar, 3 es decir, lo opuesto a "trascendencia". En resumidas cuentas, que permita la emergencia del sistema como acto y de la estructura como
para el estructuralismo semiótico la inmanencia sugiere la decisión teórica acontecimiento. Pero para ello habrá que pasar al modelo semántico que
de concebir lo real como texto, posición que posteriormente se populizará toma como unidad de análisis la frase o enunciado, no el signo. Cambiando
en la frase "no hay nada fuera del texto". de unidad se cambia de función y se encuentra al lenguaje como "decir", pues
Ante este planteo estructuralista Ricamr (1995: 25) defenderá la concep- el modelo semántico promociona el reenvío de los signos a l~ cosas. Como 7S
ción del habla como discurso: "El discurso se realiza temporalmente y en un ya se ha mencionado, el discurso es un acontecimiento que consiste en una
momento presente, mientras que el sistema del lenguaje es virtual y está secuencia de elecciones por las cuales ciertas significaciones son elegidas
fuera del tiempo". Desde esta afirmación se puede llegar a entender que el y otras excluidas; estas elecciones producen combinaciones nuevas ya que
estructuralismo inhibe el acto de hablar al mismo tiempo que reprime la con un repertorio finito de signos se pueden producir virtualmente infinitas
historia. Pero lo más sintomático de esta posición es que termina excluyen- frases. Asimismo, hablar será decir algo de alguna cosa (ese "ir más allá"
do la intención primaria del lenguaje que es decir algo acerca de algo. El que denota la trascendencia) a un interlocutor mostrándose de esa forma
modelo semántico del lenguaje aspira a poner de manifiesto ese movimiento la ineludible dimensión comunicativa del lenguaje.
En definitiva, hay síntesis porque el lenguaje no es ni la estructura ni el
3. Esta perspectiva inmanentista del lenguaje volverá a aparecer a propósito de la confrontación acontecimiento, sino la conversión de uno en el otro por medio del discurso.
de la hermenéutica con la "deconstrucción" de Derrida .
136 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 137

¿Cómo se logra? Reemplazando la noción de signo por la de palabra. Las de su renuncia explícita a la etiqueta de "autor estructuralista", en la obra
palabras son signos "en posición de habla", puntos de articulación entre temprana de Foucault se pueden reconocer algunas de las ideas de este
lo semiológico y lo semántico en cada acontecimiento del habla. La pala- movimiento, por ejemplo, el común rechazo a las pretensiones de la feno-
bra supera a la frase porque puede sobrevivida y quedar disponible para menología de Husserl respecto de la existencia de un sujeto trascendente
nuevos usos, y puede "cargar" en ese proceso con nuevos significados. La capaz de otorgar significado a lo que lo rodea. Foucault pretendía superar
palabra se integra en modelos semánticos que tienen historia, algo que el esta instancia explicativa del significado otorgado por el sujeto mediante
estructuralismo semiológico no logra comprender, y es a la sazón el punto el hallazgo de las regularidades que gobiernan toda actividad humana.
de cristalización de los intercambios entre la estructura y el uso o función, Su intención fundamental era dar cuenta de una historia sin sujeto fren-
ubicado justo en el punto de intersección de la sincronía -aquello que dice el te a la noción de una historia regida por la razón. En la medida en que
diccionario- y la diacronía, que denota su uso en la historia. Así, la dialéc- el estructuralismo contribuyó a este propósito al descubrir la gramática
tica que establece Ricceur permite ver que toda palabra presenta un doble colectiva e inconsciente que gobierna las conductas aparentemente libres
aspecto, que se muestra en un "juego de entradas y salidas" al sistema o de los individuos, pudo ser un buen socio para la empresa foucaultiana.
estructura: "saliendo" del sistema y "llegando" al discurso/acontecimiento Evidentemente la epistemología que se proponía elaborar Foucault era
la palabra aporta estructura al acto de habla, pero al mismo tiempo no se novedosa: una investigación minuciosa que examinara los modos en que
debe perder de vista que "retornando" del acontecimiento al sistema aporta se construía anónimamente el "espacio general del saber". La arqueología
a este la contingencia y el desequilibrio sin los cuales no podría cambiar ni del saber, que nombra al proyecto general que por ese entonces se proponía
durar. La palabra "otorga" una tradición a la estructura que, en sí, está fuera Foucault, estaba embarcada en la búsqueda de las condiciones de posibilidad
del tiempo. Lo misterioso del lenguaje, en definitiva, reside en que a partir de las epistemes, del saber expresado en las disciplinas científicas. No se
de un código anónimo y no intencionado alguien pueda emitir mensajes y trataba de una epistemología entretenida en la cuestión de la justificación
con su decir abrirse al mundo. del conocimiento sino de una exploración que pretendía ir más allá del con-
Hermenéutica y estructuralismo compondrían de esta manera un esque- vencionalismo subjetivista que expresaba que detrás de cada saber había
ma de complementación metodológica: mientras el estructuralismo se hace un sujeto constituyente.
cargo del necesario momento explicativo -un tributo que se debe cobrar a Si bien es cierto que en La arqueología del saber 4 Foucault hace una
fin de evitar las ilusiones del intérprete- para aclarar el funcionamiento del "historia de las ideas", lo hace con la salvedad de que su enfoque está con-
lenguaje al margen de lo que pueda decir el texto, poniendo en juego una centrado en los discursos en tanto prácticas que obedecen a reglas. Hace
serie de recursos semióticos empleados para producir la comunicación, la una descripción sistemática de los discursos como objetos en el marco de una
hermenéutica alerta sobre el riesgo de absolutizar este momento porque el indagación preocupada por los efectos de superficie que revelan que en la
funcionamiento del lenguaje -como máquina de significación- para ella es historia de las ideas hay más rupturas que continuidades; lo arqueológico -de
una simple condición previa de lo más importante que es la comprensión manera contraria a la labor historiográfica tradicional- es lo que convierte
del sentido. La admisión de la clausura del lenguaje solo podrá ser útil si es a los documentos en monumentos desde una perspectiva antihermenéutica
puesta al servicio de un propósito mayor que es el de una lectura capaz de de investigación que se niega a dejarle la última palabra a una historia
comprender mejor el texto, el mundo y a nosotros mismos, pues optar por elocuente, impulsada por una finalidad que dirigiría su desarrollo unitario,
el sentido es y será el supuesto más general de toda hermenéutica. pues la realidad histórica solo muestra discontinuidades y series que se re-
anudan. Para la arqueología de Foucault "discurso" es todo aquello que "se
dice" aunque no esté confinado a los actos lingüísticos en sentido estricto.
2.4. La materialidad del discurso: Foucault Los discursos no son signos de otra cosa: son una materialidad dispuesta
y la transición al posestructuralismo como series discontinuas que no se prestan a interpretaciones que busquen
enmarcarlos en una "verdad". La arqueología no profesa ninguna filosofía
La polémica entre hermenéutica y estructuralismo no termina aquí. de la historia que asegure la existencia de una dirección preestablecida en
También es posible una visión alternativa sobre el discurso en la que, un los hechos históricos o una meta prefijada. Solo es un aporte teórico que
tanto oblicuamente, se ponga en foco la controversia que involucró a estas
dos corrientes del pensamiento. Es la visión de Michel Foucault. Más allá 4. En la introducción de esa obra Foucault a dela nta su proyecto teórico y lo relaciona con los
tra bajos que había publicado hast a entonces .
138 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 139

define los tipos y r eglas de las prácticas discursivas que atraviesan las Se trata de una cultura más logofóbica que logofílica pues se comprueba
obras individuales, y por ello no busca comprender lo que experimentan los que "no puede decirse cualquier cosa en cualquier época". Estos proce-
sujetos del saber ya que se entiende a sí misma como una reescritura -una dimientos que organizan el saber no se pueden entender sin su relación
transformación regulada de lo que ya ha sido escrito- incapaz de discernir con ese poder anónimo que establece el régimen de lo que se puede decir.
un punto de origen del sentido. El análisis arqueológico será sensible a las Habrá procedimientos externos de exclusión que pacificarán la dimensión
dispersiones y no a la continuidad que reclama la historia tradicional, y de lucha presente en los discursos y buscarán poner freno a su deseo de
querrá mostrar "que el objeto de un saber nunca es un dato inmediato, sino expansión: la oposición entre lo verdadero y lo falso sería el más importante
el resultado de una confluencia de discursos y conceptos que funcionan como porque revelaría que en nuestra cultura opera una "voluntad de verdad"
sus condiciones de posibilidad, la razón de su existencia. A esta reconstruc- que, como Nietzsche ya había intuido, no es más que una máscara de la
ción puede llamársele [ ... ]una crítica del objeto (inmediato)" (Pérez Cortés, voluntad de poder, un sistema institucional coactivo que quiere estabilizar
2012: 507). Una crítica del objeto acompañada por una profunda reformu- manu militari los enunciados que obrarían como justificación de las prác-
lación del lugar del sujeto que deja de ser el origen de las significaciones ticas siempre contingentes de la sociedad. También habrá procedimientos
para definirse desde la posición que ocupa en una formación discursiva. internos de control y exclusión que juegan como principios de clasificación
Foucault modificará parcialmente la concepción de las formaciones y ordenación. A diferencia de los procedimientos externos, son los discursos
discursivas esbozada en La arqueología del saber en El orden del discurso, mismos los que aquí ejercen su propio control, evitando una proliferación
donde recoge su alocución inaugural de su cátedra en el College de France azarosa. Estos procedimientos internos aluden también al comentario que,
en 1970. El relegamiento de la arqueología en parte se debió a que adolecía al modo de un pie de página a los textos eminentes de la tradición, repite
de un tratamiento maduro de la influencia de las instituciones sociales en y refuerza su identidad en cada glosa efectuada; al autor entendido como
los ordenamientos del discurso. Hacía falta prestar mayor atención a las función y no como persona de carne y hueso, a la organización de las disci-
relaciones del poder en el seno de la ciencia y ya no alcanzaba con emplear plinas y finalmente a los procedimientos de utilización que califican a los
un método que permitiera aislar los componentes del discurso. Se imponía individuos que los pueden enunciar.
una concepción del discurso que trascendiera los aspectos meramente for- ¿Por qué Foucault está tan interesado en poner de manifiesto esta "ma-
malistas hacia una consideración compleja en la que la verdad, el poder, los terialidad" de los discursos? Porque según él hay una trampa en presentar
cuerpos y las instituciones se entrelazaran para dar cuenta de la aparición el discurso como algo "inmaterial", como un conjunto de signos ordenados a
de los discursos. Si en la etapa arqueológica todavía había una cercanía al disposición~ de un sujeto que sabe cómo extraerles el significado. La trampa
estructuralismo, ahora -con el auxilio de Nietzsche y su método genealógi- justamente reside en creer en la existencia de esos significados naturalmente
co-5 el proyecto teórico tomará un rumbo diferente. estabilizados. El discurso no tiene ningún sentido preestablecido -entendido
El orden del discurso pretendía exhibir el orden anónimo en virtud del como dirección que indique el modo de su recepción- al que debamos rendirle
cual se circunscribe el campo de la experiencia y del saber posible. Un orden pleitesía. Pero la propensión no hermenéutica de Foucault se revela no solo
que supone regularidades y que, tomando la arqueología solo como antece- en su desconfianza hacia los significados sino, más profundamente, en su
dente, vuelve a pensarse como un espacio donde lo subjetivo encuentra su rechazo de la función referencial-simbólica del lenguaje ya que la considera
identidad de manera provisoria: el orden precederá a cualquier manifesta- una limitación impuesta desde afuera por una "voluntad de verdad" que
ción de los sujetos. Foucault (2005:14) parte de la hipótesis de que "en toda inhibe la irrupción de aquello que amenaza la continuidad y desordena lo
sociedad la producción del discurso está a la vez controlada, seleccionada y establecido. El discurso no será así más que el resultado de un juego de
redistribuida por cierto número de procedimientos que tienen por función fuerzas disimulado que pret ende borrar el azar que como fondo gobierna
conjurar sus poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y es- su irrupción. La barrera que separa a Foucault de la hermenéutica aparece
quivar su pesada y temible materialidad". entonces en la consideración del discurso que lo asimila a una fuerza que
Contrariamente a lo que se podría suponer, Foucault ve que nuestra responde a una voluntad supraindividual, un discurso que nunca será me-
cultura occidental no está tan fascinada con la proliferación de los discursos. dium del conocimiento sino una materialidad interpuesta entre los sujetos
y el mundo que tiende a enmascarar sus propias construcciones. De este
5. Para comprender la recepción del concepto de genealogía que empleara Nietzsche lo más modo, la cuestión del sentido -hacia donde apunta la brújula de toda her-
conveniente es remitirse a "Nietzsche, la ge nealogía, la hi stori a", texto incluido en la antología menéutica- se resolver á en Foucault a través del cálculo que lo toma como
El discurso del poder.
140 J orge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 141

magnitud vectorial que mide la intensidad de una fuerza . Por tal motivo flal posibilidad de alcanzar una objetividad independiente de los deseos de
la interpretación del discurso se reduciría a la verificación de sus impactos \.wJ voluntad interpretante. En este sentido, algunos autores de la tradición
en "superficies" diversas, entendiendo por "superficies" también al propio hermenéutica (Grondin, 2014) han hablado de un "nominalismo" dominan-
sujeto que interpreta. Se podría decir que la voluntad dialoguista de la te en el pensamiento contemporáneo, para referirse a las corrientes del
hermenéutica clásica encuentra aquí una muralla que la aleja de cualquier pensamiento que, en su lucha contra el esencialismo, inclinan la balanza
intento de mediación pues entre la consideración de la interpretación como hacia una consideración de la realidad en la que solo cuentan las entidades
acto de descubrir un sentido o como acción de imposición se abre un abismo individuales, sin que haya "esencias" o realidades abstracta~ las cuales l
imposible de saltar. son solamente nombres (nomina) desprovistos de existencia real. Para >
Más allá de la distinción entre una etapa arqueológica y otra genealógica, el nominalista el sentido no sería "algo a encontrar" sino una invención
la crítica hermenéutica a la concepción foucaultiana del discurso, tomando atribuible al sujeto.
como eje su concepción del lenguaje, se resumiría en los siguientes puntos:
3. La verdad disuelta en la voluntad: la división entre la arqueología, que
l. Prioridad de "lo espacial" sobre "lo temporal" en el tratamiento del lengua- saca a la luz los procedimientos de exclusión que determinan la verdad de
je: la tematización del discurso en Foucault, en líneas generales, supone una los enunciados dentro de los discursos, y la genealogía, que investiga genéti-
concepción del lenguaje alejada de cualquier compromiso representacionista. camente el origen y la validez de los discursos, converge en una devaluación
Como el lenguaje no es copia ni representación de la realidad, el discurso no de la idea de verdad, se la entienda como adecuación entre lo que se dice
puede ser tratado como un "documento" a interpretar. La arqueología "no y aquello sobre lo que se dice o como justificación de lo enunciado. 7 Si la
trata el discurso como documento, como signo de otra cosa, como elemento "verdad", asimilada a una "voluntad de verdad" impuesta desde afuera, es
que debería ser transparente pero cuya opacidad inoportuna hay que atra- un mecanismo de exclusión que permite fijar los criterios para distinguir
vesar con frecuencia para llegar, en fin, allí donde se mantiene en reserva, entre enunciados verdaderos o falsos , queda claro que ella misma no es ni
a la profundidad de lo esencial; se dirige al discurso en su volumen propio, verdadera ni falsa , sustrayéndose de esta manera a cualquier discusión
a título de monumento. No es una disciplina interpretativa: no busca <<otro que quiera poner en entredicho su validez: la voluntad de verdad está por
discurso>> más escondido. Se niega a ser <<alegórica••" (Foucault, 1979: 233). encima de cualquier justificación racional.
La cita no podría ser más reveladora sobre el alejamiento de cualquier
tipo de compromiso hermenéutico. Se deben examinar los discursos como 4. Un sujeto "devaluado" pero capaz de observarlo todo: si se toman los
inscripciones dispuestas en una superficie sin atender a su espesor semán- discursos como prácticas de dominio, el arqueólogo-genealogista mostrará
tico; la preocupación del arqueólogo no es compilar opiniones que quieran que estas son las únicas fuentes del sentido que se expresa en cada uno
"decir algo sobre algo" sino registrar y clasificar sus efectos por medio del de ellos, pero ni en las prácticas mismas ni detrás de ellas hay un sentido
análisis formal del discurso.6 La espacialización formal de los significados escondido que provea la clave de lectura para una interpretación correcta
tiende así a borrar sus relaciones con el tiempo pues la historia como tal de lo dicho. Nuevamente tenemos que la fuente de todo sentido carece en
no goza de privilegios a la hora de explicarlos. sí de sentido. Ahora bien, ¿cómo hizo el arqueólogo para aprender esto?,
¿cómo se percató de ello?, ¿desde dónde lo percibió, si ya sabemos -por las
2. El lenguaje entendido como fuerza: que los discursos se entiendan a enseñanzas estructuralistas- que no puede haber un sujeto privilegiado
partir de sus efectos implica tomar al lenguaje como una fuerza que desea que pueda dominar con su mirada la totalidad del espacio discursivo? En
controlar y modelar lo real. Más tarde, cuando el giro genealógico provocado el caso de la hermenéutica, el intérpret e -cuya conciencia siempre estará
por el encuentro con Nietzsche se haya consolidado, quedará claro que para limitada por su pertenencia a la tradición- comprende cuando elabora su
Foucault interpretar no es hacer una lectura que intente rescatar un sentido situación hermenéutica y se inserta de manera correcta en el flujo de la
escondido en los t extos o en la historia, sino imponer una perspectiva a la tradición para alcanzar la fusión de horizontes. Pero con Foucault esto sería
realidad. Las consecuencias epistemológicas de este planteo cobrarán así imposible porque el flujo de la historia carece de dirección privilegiada y no
un elevado precio para la cien cia pues lo que queda descartado de plano es
7. Como podría ocurrir en las concepciones de la verda d que la vincul an con las prácticas de
6. Este a nálisis formal es, según Foucaul t (1979: 335), el que "esta blece una descri pción espe- j ustificación ma ntenidas dentro de una comuni dad lingüística, tal como sucede en las di versas
cífica de los en un ciados, de su fo rma ción y de las regulari dades propias del discurso". teorías pragmatistas de l significado.
142 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 143

hay ningún sentido del que pudiéramos apropiarnos. Sin revelar el truco, literario, el estructuralismo tomado como paradigma metodológico de las
misteriosamente, el arqueólogo-genealogista estaría así en condiciones de ciencias humanas -y al que Derrida someterá a crítica dando inicio junto
observar el revés de la trama dejando entrever que solo el poder que le con Foucault al movimiento posestructuralista-, el psicoanálisis y la ética
confiere su voluntad sería capaz de tal portento. de la no violencia configurada en la filosofía de Emmanuel Levinas. N o
obstante, estas variadas influencias se sintetizan en una obra original que
encuentra su idea matriz en lo que algunos comentaristas denominan "la
3. ¿Una hermenéutica deconstructiva? hipótesis gramatológica".

Hay un misterio Derrida. Más que por su obra, cuya opacidad sin
embargo no puede negarse, por su canonización, primero estadouni- 3.1. La hipótesis gramatológica y la crítica al logocentrismo
dense y luego mundial. Un pensamiento tan poco asignable, tan difí-
cilmente transmisible como el suyo, un pensamiento que no sabríamos En 1966, un año antes de la publicación de De la gramatología, Derrida
situar, salvo tal vez en algún punto entre la ontoteología negativa y en una conferencia titulada "La estructura, el signo y el juego en el discurso
la exploración poético-filosófica de lo inefable, un pensamiento, en
definitiva, que se mantiene a distancia (y en todos los sentidos de la de las ciencias humanas", incluida en el libro La escritura y la diferencia,
expresión), ¿cómo ha podido convertirse en el producto más rentable adelantó la estrategia conceptual que lo llevará a postular la preeminencia
que haya existido jamás en el mercado de los discursos universitarios? de la escritura frente al lenguaje oral, con la finalidad de defender una
(Cusset, 2005: 117) concepción del discurso entendido como sistema cuyo centro o significado
trascendental nunca está presente por fuera de una red de diferencias.
Esta cita pone de manifiesto algo más que la notable influencia de Jac- Apoyándose en la noción de juego, que toma de Nietzsche, y en la crítica de
ques Derrida en la vida académica de Estados Unidos. Es una afirmación Heidegger a la metafísica, Derrida procede a deconstruir la antropología
que revela cómo la deconstrucción vino a instalarse en el panorama de la estructural de Lévi-Strauss y la noción saussureana de signo mostrando que
cultura literaria, filosófica y de las ciencias sociales de los últimos años para la distinción significado-significante debe ser abandonada pues se asigna
decir que hay otra manera de leer los textos y la realidad, distinta de la injustificadamente una primacía a un término respecto del otro, siendo así
que proponían las versiones clásicas de la hermenéutica. La deconstrucción el significante un mero "envoltorio" del significado. Si el lenguaje o la estruc-
hace referencia a una experiencia más que a un método. Inspirada en la tura pueden ser concebidos desde la idea del juego, se podrá demostrar que
filosofía del Heidegger de Ser y tiempo la deconstrucción viene a traducir todos los movimientos y las sustituciones que en ellos se dan son posibles
la operación de desmontaje que el filósofo alemán proponía para que los porque el juego no tiene un centro que lo gobierne y que sea capaz de detener
conceptos fundamentales de la historia de la metafísica volvieran a hablar en algún momento el movimiento; más bien lo que el juego supone es una
bajo una nueva luz. De-construir se asimilaba a la idea de destruir o quitar falta o una carencia de centro que circunstancialmente se compensa con
la capa de óxido que recubría los conceptos filosóficos con el fin de poner un "signo" que se adiciona a la estructura como un suplemento, como si se
en evidencia que, detrás de la metafísica de la sustancia o de la presencia quisiese disimular con un tapón un agujero irremediable.
fija e inalterable, se escondía el tiempo. En Derrida este movimiento de- ¿En qué consiste la hipótesis gramatológica? Esta hipótesis postula la
constructivo se radicalizará para mostrar que no hay ni puede haber un idea de una escritura originaria o "archiescritura", o protoescritura, que
texto que se resista a este modo de lectura que problematiza la idea de que no debería entenderse como una técnica del habla o como un instrumento
se pueda encontrar en él un sentido último -manifiesto u oculto- que nos externo del lenguaje sino como aquello que está en la base del lenguaje y,
proporcione su clave. por extensión, en la de toda experiencia. Obviamente esta suposición tendrá
La voz y el fenómeno, La escritura y la diferencia, De la gramatología, consecuencias en la manera en que se entienda la interpretación, el valor
Márgenes de la filosofía y La diseminación son los libros más importantes del sentido y la verdad que siempre se ponen en juego en la lectura. La
de Derrida, publicados entre 1967 y 1972, un tramo en el que se condensa estrategia de Derrida será justamente hacer del acto de leer un ejercicio
fill) parte más sustantiva de su filosofía. En los orígenes y las premisas de imposible si lo que se busca es solo descifrar el significado que está "ahí", a
~ deconstrucción se reconocen: la fenomenología de Husserl, el ya men- la espera del rescate del lector. En la primera parte de De la gramatología
cionado proyecto filosófico de Heidegger, un interés teórico por el lenguaje Derrida pone en marcha una compleja maquinaria conceptual que, tras la
144 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 145

aparente inocencia de rehabilitar la escritura, viene a cuestionar no solo la distingue entre el ser y el ente; pero para Derrida hay que radicalizar aún
manera tradicional en la que nos representamos al lenguaje sino también más esta diferencia y hay que ir hacia una diferencia, si se quiere, más ori-
nuestro modo de acceso a lo que llamamos "realidad". La escritura describe ginaria. Una diferencia con un significado doble, que no solo distingue las
ese movimiento del lenguaje en sus orígenes que siempre se ha querido bo- cosas según un plano de proximidad y cercanía sino que también alude a
rrar: desde el comienzo el primer "significado" funcionó como significante, la problemática del tiempo, del diferir o aplazar, que Derrida escribe como
nunca fue el referente o "la cosa misma" tal como aparece ante la vista. differance y no como difference ("diferencia" en su sentido habitual) pues
Habrá que destruir la idea de signo si se quiere liberar al lenguaje de su con esta alteración de la grafía quiere significar la irrupción de un nuevo
prisión metafísica. El privilegio del habla que condena a la escritura al concepto que reúne en sí estas dos notas de la diferenciación: una entendida
lugar devaluado de mera copia gráfica ha terminado asociando la noción a partir del plano de la espacialización en el que las cosas y los signos se
de "significado" a algo espiritual y siempre presente en el modo de la voz, distinguen unos de otros, y la otra en el de la temporalización que implica
ocultando desde el vamos que el habla o voz es un significante más. Para un retraso originario en la aparición o el surgimiento de ellas.
Derrida no hay un significado trascendental que se confunda con un habla
"originaria", un significado que pueda ocupar un lugar "ideal" alejado del
tiempo, pues desde el comienzo sabemos que el "habla originaria" también 3.2. Pensamiento de la huella e inmanentismo lingüístico
ocupa el lugar de un significante y que como tal no puede escapar a la in-
terpretación. Si esto es así, el significado siempre se deslizará a lo largo de Como señala Maurizio Ferraris en su Introducción a Derrida (2006: 103):
una cadena de significantes sin principio ni fin.
La crítica al habla o voz original es también una crítica allogos que para La differance es, pues, tanto el hecho de que dos cosas son distintas
Derrida estuvo asociado, desde los orígenes griegos que lo concibieron como cuanto el acto de diferir, posponer en el tiempo; en el primer caso, es
" ón" o "palabra", a la idea de un sentido que está a la espera de alguien una forma nominal, un sustantivo, mientras que en el segundo es una
lo recoja. Contra este logocentrismo se dirige la crítica de Derrida ya forma verbal. El aserto dialéctico de Derrida reside en que el hecho
es el resultado del acto: lo que se presenta como diferencia entre dos
lo considera el responsable de un equívoco que se ha querido pasar por
cosas [ ... ] es resultado de diferir [ ... ], vale decir, de un movimiento
alto: el ocultamiento de que el lenguaje hablado no está en una relación de
temporal que obró de modo tal que de una raíz común surgieran dos
mayor proximidad con las cosas que el lenguaje escrito, como si las cosas resultados distintos.
fuesen "significadas naturalmente" por la voz y la escritura, por el contra-
rio, las mantuviera a distancia. Esta idea de proximidad absoluta entre Este nuevo concepto de differance fue el motor que promovió las dis-
la "voz" y "el sentido del ser" es la razón por la que se creyó durante tanto tinciones que polarizaron la historia de la metafísica, pero se cometería
tiempo que las cosas y su significado estuviesen juntos y copresentes en el un error si se la considerara como un "fundamento originario" porque
habla, idea a la que también sucumbió Saussure porque su dualidad entre siempre estará más allá de cualquier determinación. La differance es lo
significado y significante también cae presa de la metafísica occidental y de que no se hace presente porque hace posible la presentación de lo presente,
su constante binarismo: inteligible-sensible, adentro-afuera, presencia-au- lo que excede por siempre a la presencia. Esta differance -que no sería
sencia, verdad-error, alma-cuerpo, etc. Lo que se debe retener de la crítica nada en sí misma, aunque en concreto sirva como recordatorio de que
de Derrida es que la filosofía del lenguaje y la lingüística han obviado que hay una falta, un lugar vacío que jamás será ocupado- será finalmente la
el significado -sea entendido como "cosa" o "sentido ideal"- siempre está responsable de todo lo que deviene en el mundo de los signos y de las cosas
en posición de significante o huella, y esto a causa del privilegio concedido sin que en esta producción intervenga un sujeto. Y, si se pudiese hacerla
por el logocentrismo a la voz que hace del significado algo presente. Este comparecer, llegar a hacer asible aquello que por naturaleza es inasible,
pensamiento ha dominado por miles de años y solo algunos pocos pensadores solo sería virtualmente por medio de la praxis de la deconstrucción que
antes de Derrida han reparado en la cuestión. Nietzsche fue quien primero no es otra cosa que un movimiento analítico que afecta a las estructuras
trató de escapar de esta metafísica de la presencia al considerar que la desde su mismo interior, como un modo de habitarlas tendiente a lograr
escritura y la lectura eran operaciones anteriores respecto de un sentido al su desestabilización.
que tuvieran que descubrir. Heidegger también intentó evitar las trampas La práctica de la deconstrucción, 'que opera de un modo similar al de un
de la metafísica y focalizó su pensamiento en la diferencia ontológica que servicio de inteligencia infiltrado en las filas de un ejército extranjero, revela
146 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 147

que la escritura no es algo exterior al habla sino que en realidad habita en hay un continuo desplazamiento que tacha la posibilidad del origen abso-
ella. Y es aquí donde aparece en toda su dimensión el concepto de huella: luto. En palabras de Derrida (1978: 85), esta huella es, "en efecto, el origen
absoluto del sentido en general. Lo cual equivale a decir, una vez más, que
Es necesario pensar ahora que la escritura es, al mismo tiempo, más no hay origen absoluto del sentido en general. La huella es la differance
externa al habla, no siendo su "imagen" o su "símbolo", y más interna que abre el aparecer y la significación. Articulando lo viviente sobre lo no
al habla, que en sí misma es ya una escritura. Antes de estar ligada viviente en general, origen de toda repetición, origen de la idealidad, ella
a la incisión, al grabado, al dibujo o a la letra, a un significante que
no es más ideal que real, más inteligible que sensible, más una significación
en general remitiría a un significante significado por él, el concepto
transparente que una energía opaca, y ningún concepto de la metafísica
de grafía implica, como la posibilidad común a todos los sistemas de
significación, la instancia de la huella instituida. (Derrida, 1978: 60) puede describirla".
Si la huella de algo ahora ausente se mostrase como la condición de
La archiescritura, por lo tanto, es la revelación -y al mismo tiempo una toda presencia, aquello que la delimita y le permite ser lo que es, entonces
desmentida al sentido común que domina la concepción de la lengua- de tendremos que admitir la paradoja de que la huella originaria sería la cons-
que la escritura incluye al lenguaje pese a que siempre se la quiso ver tatación de que existe una huella presente pero de un pasado que jamás
como algo derivado, como un producto tardío de él. La archiescritura, que tuvo lugar. Tal vez lo más conveniente para atenuar los posibles efectos pa-
es producida por el movimiento de la differance y que tiene como correlato ralizantes del contrasentido sea admitir que, cada vez que queremos pensar
a la huella, es la condición de todo sistema lingüístico y como tal no forma los orígenes con nuestros esquemas conceptuales, quedamos atrapados por
parte del sistema lingüístico en sí mismo, por lo que no puede ser el objeto la red lingüística -un sistema integrado solo por diferencias- responsable
de una ciencia. ¿Dónde está entonces la archiescritura? Pues bien, dirá de nuestro pensamiento, y no que los orígenes se hundan definitivamente
Derrida, en ninguna parte determinable, en ningún "más allá del lengua- en una suerte de pozo sin fondo de la historia.
je" ya que se trata del reverso de la lengua solo accesible por la práctica La labor deconstructiva de Derrida en torno al lenguaje indudablemen-
deconstructiva. De esta manera, para el deconstruccionismo el lenguaje te plantea un desafío enorme para la hermenéutica porque justamente la
carece de profundidad o espesor y si hubiese que asimilarlo a algún objeto necesidad de remarcar las diferencias y ausencias para que pueda existir
nada mejor que una cinta de Moebius 8 para describirlo: una superficie con significación socavará la presencia plena de los significados que ingenuamen-
una sola cara y un solo borde. En Derrida no hay un "afuera del lenguaje" te se creía que estaban "ahí", disponibles y dóciles para la interpretación:
que explique el sentido de este, sino un coherente compromiso con el in- en realidad estos siempre estarán "diferidos" -diferentes y demorados- y
manentismo lingüístico que será un factor común a todos los movimientos nunca será posible encontrar la palabra plena capaz de estabilizar su signi-
posestructuralistas. ficado ; y así la coincidencia entre el decir y el querer decir se revelará como
Que el habla o "el lenguaje original" sea ya desde el comienzo una escri- ilusoria, siempre pospuesta. "Que el significado sea originaria y esencial-
tura significa que la huella está desde siempre aunque se la haya querido mente (y no solo para un espíritu finito y creado) huella, que esté desde el
reprimir. La huella es lo que marca una relación con otra cosa que está au- principio en posición significante" (Derrida, 1978: 95) será la proposición
sente, como cuando observamos una pisada en la arena húmeda que denota que marcará la división entre, por un lado, una deconstrucción que impide
el paso de alguien que ya no está. La idea de "huella" es otra de las astucias ver al sentido como una presencia pura, alingüística o despojada de signos,
conceptuales de Derrida para indicarnos que toda presencia está afectada Y_ que en definitiva lo reduce a una cuestión de fuerzas en disputa, como
por un movimiento que irremediablemente la remite a una ausencia, a un s1 se tratase de una parada arbitraria en el juego infinito del lenguaje, y
tiempo en el que no estaba presente pero al que nunca podremos arribar. Al por el otro, una hermenéutica que, amparada en su fe en la porosidad del
1'(> igual que SaussJ ure, par~ quien !a lengua era un sistema ~e significaciones lenguaje, lo considera como aquello que debe ser perseguido aunque nunca
cuyo valor se halla en la d1ferencw de sus elementos, Dernda sostendrá que estemos seguros de haberlo alcanzado. Mientras la hermenéutica pretenderá
en la lengua, así como también en el mundo de las cosas, cada elemento someter el texto a una lectura que privilegia su mensaje, la deconstrucción
reenvía a otro con lo que finalmente desaparece también la noticia de una de Derrida propondrá, en cambio, una lectura entendida como la operación
huella originaria que se quisiera hacer valer como fundamento, pues solo transformadora que convierte al texto -absolutamente autónomo frente a
cualquier interpretación que quiera apropiarse de él- en un paradójico te-
rritorio en el que el sentido aparece justo en el momento de su desaparición,
8. Esta comparación está tomada del trabajo de Moebius (2012: 536).
148 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 149

inmerso en el juego que provoca su perpetuo desplazamiento. Un juego que hermenéutica que evita someterse al concepto de escritura que disuelve la
Derrida llamará "la diseminación". unidad del sentido. Gadamer apunta que el sentido es siempre direccional,
una indicación, como cuando en el habla cotidiana decimos "para qué lado
tenemos que tomar esto que se dijo". Ahora bien, las palabras adquieren
3.3. Hay algo fuera del lenguaje sentido dentro de una conversación en la que "pueden ir para un lado" o "ir
a parar al otro", tomar un determinado sentido u otro atento al carácter di-
La confrontación productiva entre hermenéutica y deconstrucción tendría reccional que este tiene "porque las palabras solo existen en la conversación,
que poner de relieve la presencia de dos modos alternativos de practicar la y las palabras en la conversación no se dan como palabra suelta, sino como
lectura de un texto siempre y cuando tomemos este término en su debida el conjunto de un proceso de habla y respuesta" (Gadamer, 1992: 358). Lo
extensión: no como ese objeto que se acomoda en la biblioteca, sino como que caracteriza a la conversación es un "querer decir" por encima de toda
metáfora de la realidad. La respuesta hermenéutica a la deconstrucción palabra aislada, dirigido hacia la comprensión de lo que en el transcurso
se halla dispersa en varios artículos publicados por Gadamer con posterio- de aquella pugna por aparecer: aquello de que se habla. Este punto marca
ridad a un simposio en el que participó junto a Derrida llevado a cabo en una ruptura entre la hermenéutica clásica y el deconstruccionismo pues
el Instituto Goethe de París, en 1981. En Texto e interpretación, de 1984, ambas posturas parten de tradiciones distintas a la hora de considerar la
Gadamer (1992) reafirma una de las convicciones básicas que sostiene toda naturaleza del lenguaje. En "Romanticismo temprano, hermenéutica, de-
su obra: la confianza en el diálogo y su arraigo en el legado humanista que constructivismo", otro texto de 1987 integrado al libro El giro hermenéutico,
hace del lenguaje el medio universal de la recepción del sentido, frente a editado en 1995, Gadamer (1998: 67) señala que mientras Derrida sigue
posturas radicalizadas que, en la senda de Nietzsche, consideran que toda aferrado a la tradición semiótica centrada en el concepto de signo, él, por el
interpretación equivale a una posición de sentido y no a la búsqueda de contrario, adhirió al giro hermenéutico que "se abre en primer lugar hacia
unó preexistente. No obstante, Gadamer recuerda que la hermenéutica aquello que se transmite a través del lenguaje, por lo cual yo puse en un
representa una experiencia del sentido que tiene sus límites: primer plano el carácter conversacional del lenguaje. En una conversación
algo pasa a ser lenguaje, y no un interlocutor o el otro".
Cuando acuñé la frase: "El ser que puede ser comprendido es len- La dependencia del signo obliga a Derrida a soslayar el espesor semántico
guaje", la frase dejaba sobreentender que lo que es nunca se puede de la lengua y a sobredimensionar la p.otencia de la escritura como clave de la
comprender del todo. Deja sobreentender esto porque lo mentado en multiplicidad de interpretaciones. A la archiescritura de Derrida, Gadamer
un lenguaje rebasa siempre aquello que se expresa. (323) prefiere contraponer su concepción del verbus interius, la palabra interior,
aquello que siempre se quiere decir pero que nunca se termina de expresar
Esta afirmación es importante porque desmiente el esquema de una en lo dicho, el núcleo del sentido siempre buscado y que hace de la escritu-
contraposición simple entre la deconstrucción para la cual los sentidos ra básicamente la oportunidad para una lectura. Aunque se conceda a la
aparecen solo a través de la intervención del intérprete que detiene el juego deconstrucción que el sentido jamás podrá encontrarse como algo idéntico
de por sí interminable de su desplazamiento, y la hermenéutica confiada, a sí mismo y presente en su pureza ante el intérprete-lector, la hermenéu-
que cree que se los puede recoger como si se tratase de flores cautivas en un tica de Gadamer mantiene incólume su convicción razonable de que, pese
invernadero. Pero aunque se evite esquematizar ambos enfoques con el fin a todas las limitaciones impuestas por la radical finitud, la experiencia del
de exagerar su oposición, el diferendo entre ellos existe y es irreductible en sentido es algo que nunca dejamos de practicar, una experiencia innegable
cuanto se repara que para la hermenéutica el lenguaje no es una barrera sino que encuentra su realización en el modo de la espera. En esta tensión entre
el puente que a través del diálogo permite construir identidades dentro de un sentido que nunca termina de presentarse del todo y la espera de su
una comunidad de sentido. El lenguaje sería así el medio universal de una cumplimiento podría estar quizá el punto que mejor distingue a la herme-
experiencia compartida que aproxima el mundo al hombre, y que asimila el néutica del continuo desplazamiento del sentido, que termina por volverlo
sentido a la dirección según la cual se tienen que tomar las palabras para imposible, que se ofrece a la mirada deconstructiva. En la conversación,
llegar a entender algo. fuente del modelo hermenéutico de Gadamer, no hay una última palabra y
En otro trabajo de 1986, "Destrucción y deconstrucción", Gadamer tampoco una primera, ya que es concebida como un segmento que se puede
(1992) elige otra figura para contraponer a la hermenéutica con la decons- recortar del flujo del lenguaje que la precede y la continúa. La conversación
trucción de Derrida. Aquí la conversación aparece como la vía regia de una
150 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 151

es "lenguaje vivo", no esclerosado. Los interlocutores que participan de la cipio de la hermenéutica iluminista del siglo XVIII, el llamado "principio
praxis de la conversación genuina por lo general no hablan por hablar, ni se de caridad", también conocido como "principio de equidad hermenéutica".
empeñan en deconstruir el sentido de lo dicho; más bien prestan atención Este principio, formulado por primera vez por Georg Meier, pone de relieve
a lo que se muestra en la conversación con el fin de arribar a un acuerdo, la disposición del intérprete a considerar como verdaderos los significados
tan frágil y renovable como se quiera, sostenido con firmeza en sus mutuas expresados por el autor de un texto. Según este principio, el intérprete de-
expectativas de sentido. Por el contrario, si prestasen atención a la deriva bería tener una actitud favorable que dé crédito a lo expresado por el texto,
infinita que imagina .la deconstrucción, remontándose de signo en signo al menos hasta que se demuestre lo contrario. El principio de caridad, ante
hasta llegar a la completa diseminación del sentido, serían partícipes del la disyuntiva: a) mi interlocutor no sabe lo que dice, o b) mi traducción es
juego nominalista de los signos solo apto para quien previamente adopte mala, siempre nos obligará a elegir la segunda alternativa hasta que se
una actitud lúdica, no preocupada por las exigencias que plantea el vivir pruebe lo contrario.9 Acaso la mejor manera de traducirlo, en función de
cotidiano en el mundo. la contraposición establecida entre hermenéutica y deconstrucción, sea la
siguiente: "Se debe extraer el sentido del discurso en lugar de introducirlo".
El principio de equidad, que funciona como un ordenador de preferencias,
3.4. Caridad hermenéutica y estrategia textual anima el concepto de "anticipación de la perfección" que, según Gadamer,
indica que toda aproximación al texto se hace con la expectativa de encon-
La forma en la que la hermenéutica concibe la comprensión de un tex- trar en él un sentido íntegro. Años más tarde, Gadamer (1992: 338) volverá,
to es atacada por la deconstrucción, que cree ver en ella una voluntad de aunque no de manera expresa, a hacerlo valer cuando afirme:
apropiación por parte del intérprete de la alteridad absoluta que represen-
ta el Otro, entendido sea como autor o como obra plenamente autónoma. El intérprete debe superar el elemento extraño que impide la in-
Para Gadamer se trata de un equívoco porque en realidad la modalidad de teligibilidad de un texto . Hace de mediador cuando el texto no puede
lectura hermenéutica justamente se diferencia de la deconstrucción en la realizar su misión de ser escuchado y comprendido. El intérprete no
medida en que le concede al texto -a lo que en Verdad y método se llamaba tiene otra función que la de desaparecer una vez alcanzada la com-
prensión. Por eso el discurso del intérprete no es un texto, sino que
"la cosa del texto", aquello de lo que habla el texto- una prioridad frente a
sirve a un texto.
cualquier pretensión del intérprete por imponerle un sentido. Frente a la
estrategia textual sin finalidad de Derrida, la hermenéutica es optimista
respecto de que pueda encontrarse el sentido de los textos al amparo de la
3.5. Deconstrucción, hermenéutica y ciencias sociales
determinación de la tradición. Como ya lo había planteado Ricreur en su
polémica con el estructuralismo, para Gadamer el hermeneuta no contempla
Ha habido autores que han descripto la confrontación entre hermenéutica
el texto del mismo modo que el lingüista, como un artefacto al que habría
y deconstrucción a partir de un duelo de metáforas que estilizan su oposición
que desarmar para averiguar su funcionamiento, sino como producto in-
(Peñalver, 1986): "recolección del sentido" versus "diseminación del sentido".
termedio que apunta hacia un mensaje. El que escribe, escribe para que lo
Frente al carácter casi agrario asignable a la hermenéutica entendida como
comprendan. Lo único que le interesa a la hermenéutica es la comprensión
labor de cosecha del sentido previamente sembrado por el trabajo de los
de lo que el texto dice, previa aclaración de que "el arte de la hermenéutica
antepasados, la deconstrucción erige la sospecha de que en esta benevolente
no consiste en aferrarse a lo que alguien ha dicho, sino en captar aquello
comprensión se esconde una voluntad de apropiación, una violencia que debe
que en realidad ha querido decir" (Gadamer, 1998: 62). Aprovechando la
ser interrumpida si se quieren restablecer los derechos del texto, el derecho
etimología de la palabra "comprensión" - Verstehen en alemán-, Gadamer
a su alteridad. Teniendo en mente este duelo metafórico, se deberá efectuar
advierte en "Deconstrucción y hermenéutica" que en ella está contenido el
un balance de la confrontación entre hermenéutica y deconstrucción con el
verbo stehen , que significa estar o mantenerse de pie, y aprovecha el recuer-
fin de exhibir las ventajas y desventajas de estos dos modos de lectura para
do de esta significación para darle una tonalidad ética a la hermenéutica
el ejercicio de las ciencias sociales. En esta contabilización de pérdidas y
pues en un sentido cabal "comprender significa defender el asunto de otro
exhaustivamente ante un tribunal o ante quien quiera que sea" (76).
Queda así despejado el camino para volver a considerar un viejo prin- 9. Un proceso simila r ocurre cuando un ha bla nte profiere un a metáfora. Véase el capítulo 8
de este volumen.
152 Jorge Lulo Defen sa y cuestionamiento del sentido 153

utilidades la crítica tendría que extenderse a tres ítems: 1) la posibilidad y una intervención en un determinado campo de fuerzas, en un espacio
el alcance de la interpretación; 2) los efectos políticos que conlleva, y 3) su dominado violentamente por ciertas jerarquías" (Peñalver Gómez, 2002:
valor como recurso metodológico de las ciencias sociales: 152).
Frente a la hermenéutica clásica, fiel a los contenidos de la tradición
1) Es lícito preguntarse hasta qué punto se hace justicia al texto o al in- y poco proclive a imaginar rupturas que afecten su continuidad, la de-
terlocutor si se considera que el sentido es algo que no solo recusa la construcción tendría el valor de señalar la naturalización de algunos sig-
presencia sino que incluso jamás podría presentarse dada la naturaleza nificados que el logocentrismo occidental consagró y de criticar las falsas
propia de los signos, que nunca hacen el envío hacia la cosa sino que jerarquías que expresan un dominio simulado, como las que expresan
-como espejos enfrentados- se reflejan entre sí en un encadenamiento las contraposiciones entre "cuerpo y alma", "femenino y masculino", o,
interminable. El proyecto estructuralista de la reducción del sentido como ya se vio, "escritura y habla", donde el segundo de los términos de
sigue vigente en una deconstrucción convencida de la falta de direccio- cada oposición adquiere un lugar de privilegio solo por la fuerza de una
nalidad de los signos que componen el lenguaje y que reniegan de la decisión que no encuentra respaldo en ningún fundamento racional. Pero
"presencia real" de las cosas: el sentido se diluye en la medida en que este poder crítico de la deconstrucción perdería su aguijón si se dejara de
el referente se muestra como inalcanzable. La deconstrucción sacará a lado la dimensión semántica de la referencia o del valor de verdad, a favor
luz las contradicciones y tensiones que afectan al texto y que escapan a de una diseminación del sentido que corre el peligro de verse más como
¡--úri'i\ lectura ingenua, con el objetivo de mostrar que está perturbado por una opción estética que moral. Cuando se niega que la interpretación
~ indecidibilidad radical - derivada de la sintaxis- que desmiente su pueda tener acceso a un sentido externo al texto también podría estar
supuesta coherencia, imposibilitando así la búsqueda de una interpre- legitimándose otro tipo de operación política, de signo inverso al que
tación integradora. Desde una perspectiva hermenéutica, en cambio, se hubiera querido Derrida, como es la manipulación del texto impulsada
podría afirmar que el sentido siempre gusta de ocultarse, incluso que por una voluntad interpretativa cuyos motivos sean inconfesables.
nunca termina de hacerse presente, pero jamás resignarse al hecho de 3) Desde el momento en que las ciencias sociales interpretativas se asientan
que el ocultamiento termine por confundirse con su inexistencia. En la en una vocación comunicativa surgen restricciones ara la utilización de
hermenéutica, la lectura, por más provisional que sean sus resultados, la estrategia deconstructiva. Al respecto, Anthony id ens 1 9 . 273)
se entiende siempre como ejercicio parcial de recolección del sentido, se pregunta cómo volver a relacionar los textos con el mundo exterior y
mientras que en Derrida la estrategia de lectura carece de finalidad señala -en línea con la hermenéutica conversacional de Gadamer- que
porque la diseminación del sentido queda confirmada por el inevitable "las tradiciones estructuralistas y posestructuralistas no solo no han
juego de la differance que rompe con cualquier proceso de transmisión. logrado generar explicaciones satisfactorias de la referencia, explicacio-
2) Con los "efectos políticos de la interpretación" se plantea la cuestiónfñe\ nes capaces de hacer comprensibles los logros científicos, sino que han
la supuesta intromisión de la voluntad del intérprete en el proceso lqgj dejado a un lado de forma más o menos total el estudio de la conversación
interpretación. Para Derrida la interpretación del sentido, en última ordinaria. La conversación ordinaria es precisamente aquel «instrumento
instancia, no sería posible porque en la medida en que se transgreden para vivir en el m un do>> en el que engarzan la referencia y el significado".
las fronteras que separan al intérprete del texto este quedará a merced
de la voluntad apropiadora de aquel. Toda traducción se convertiría así Si bien la deconstrucción contribuyó al descentramiento del sujeto a
en un hecho político de dominación: el "sentido" hablaría por la voz de través de la crítica a la soberanía de la conciencia, perdió de vista el rol de
su conquistador, el traductor. Al revés que la deconstrucción, para fl"ál la agencia humana que es determinante para que los procesos de lectura
hermenéutica -que también sabe reconocer los límites dellenguaje-W de los textos y las acciones puedan estabilizar temporariamente el espectro
comprensión se sostiene únicamente por la entrega -y no la apropiación- indefinido de significados surgidos de la escritura. Aunque la interpretación
del intérprete a lo otorgado por la palabra que viene a su encuentro. No sea virtualmente ilimitada, las finalidades cognitivas de los intérpretes
obstante, para algunos comentadores la controversia se agudiza aún más siempre organizarán y reducirán su potencial indeterminación. La acción
si se repara en que "el motivo en que más claramente se advierte el fondo social no podría ser comprendida si se la asimilase a un texto poético cuya
político de la deconstrucción está en el h echo de que esta no consiste en imposibilidad de traducción disparase una infinitud de sentidos. En este
un discurso teórico, especulativo, sino que es más bien una operación, sentido, la vida social compartiría más el carácter de la prosa que el de la
154 Jorge Lulo Defensa y cuestionamiento del sentido 155

poesía. Lo que acota el significado de la acción es justamente su contexto que el lenguaje es el ventanal de la casa que habitamos. Nosotros podemos
sociocultural, un contexto conversacional al que el investigador debe prestar estar frente a él y ver el paisaje a su través -esta mirada traduciría la actitud
atención para que su interpretación pueda ser auditable. La interpretación hermenéutica-, o podemos buscar un ángulo determinado y así ubicarnos en
de la acción no se disemina en la medida en que el intérprete pueda apor- una posición que, jugando con la luz, nos permita reflejarnos en ella: aquí
tar razones que justifiquen su pertinencia en función del contexto que da tendríamos la actitud ante el lenguaje que adoptan los partidarios de la
orientación al despliegue del sentido. Ahora bien, la condición para que esto reducción del sentido, que al mismo tiempo que destacan su radical opacidad
ocurra se encuentra en última instancia en el trasfondo constituido por el encuentran, paradojalmente, su propia imagen en el foco de su percepción.
trato típico de la interacción hombre-mundo, una práctica que la decons- Para la concepción hermenéutica de Gadamer (1977: 501) el lenguaje no es
trucción parece pasar por alto. "nuestro" solamente sino que también es "el lenguaje de las cosas":

No es que la experiencia ocurra en principio sin palabras y se


4. Verdad, lenguaje y "realismo hermenéutico" convierta secundariamente en objeto de reflexión en virtud de la desig-
nación, por ejemplo, subsumiéndose bajo la generalidad de la palabra.
Como se ha visto a lo largo del capítulo, la confrontación de la versión Al contrario, es parte de la experiencia misma el buscar y encontrar
clásica de la hermenéutica con el estructuralismo y el deconstruccionismo las palabras que la expresen. Uno busca la palabra adecuada, esto es,
la palabra que realmente pertenezca a la cosa, de manera que esta
admite múltiples puntos de oposición que recorren un arco que va desde la
adquiera así la palabra.
consideración del peso de la historia hasta la contraposición entre el len-
guaje abordado como código semiótico y la conversación considerada como
Por supuesto que esta búsqueda de la palabra adecuada a las cosas
su núcleo íntimo. No obstante, en este apartado final queremos defender la nunca es tarea sencilla, siempre habrá una excedencia del decir respecto
tesis de que hay dos planos relevantes en los que se inscriben las principales
de lo dicho, pero definitivamente el lenguaje no es un telón que se interpone
diferencias entre la hermenéutica clásica y estas corrientes de pensamiento entre nosotros y el mundo ya que, como afirma Gadamer (1977: 536):
que la impugnan: el del entendimiento del lenguaje como tal, cuyas impli-
cancias alcanzan a la problemática del sentido, y el de la concepción de la El mundo lingüístico propio en el que se vive no es una barrera
verdad que dividirá las aguas entre una versión realista de la hermenéutica que impide todo conocimiento del ser en sí, sino que abarca por prin-
y posiciones más afines a un idealismo lingüístico. cipio todo aquello hacia lo cual puede expandirse y elevarse nuestra
percepción[ ... ] Como constituido lingüísticamente cada mundo está
abierto por sí mismo a toda posible percepción y, por lo tanto, a todo
4.1. Lo que· accede al lenguaje género de ampliaciones; por la misma razón se mantiene siempre
accesible a otros.
Al igual que Heidegger, Gadamer considera que el lenguaje no es un
instrumento del que disponemos sino el modo en que se da la apertur~ Según Gadamer, el sentido del lenguaje no reside en sí mismo ni en su
mundo como "apertura del sentido". Las condiciones de la comprensió del estructura sino en lo que da a compartir, en lo que muestra. La hermenéu-
sentido son para ambos simultáneamente las condiciones de validez de su tica no viene a decir que las cosas y las palabras que las designan son lo
verdad ya que no existe un plano atemporal o ideal en el que pudiera esta- mismo, sino que el sentido de las cosas se refleja imperfectamente en las
blecerse por vía de la reflexión una justificación de la validez de lo dicho. palabras que las piensan y las comprenden y que jamás terminan de agotar
Específicamente, para Gadamer la pertenencia del intérprete a la historia su riqueza ontológica. Lo esencial de la postura hermenéutica reside en
no debe verse como una frontera que limite su productividad sino, por el que toda conversación, incluso la más ocasional, nunca se desarrolla ver-
contrario, como una condición positiva para que acontezca el sentido en cada daderamente como un simple intercambio de palabras; los interlocutores ·
uno de los encuentros comprensivos del intérprete con el texto a revelar. no se concentran en las palabras pues "lo que accede al lenguaje es, desde
Ahora bien, ¿qué es lo que se insinúa realmente en la hermenéutica con luego, algo distinto de la palabra hablada misma. Pero la palabra solo es
la frase "apertura de sentido"? Imaginemos por un instante, modificando palabra en virtud de lo que en ella accede al lenguaje. Solo está ahí en su
apenas la famosa frase de Heidegger de que el "lenguaje es la casa del ser", propio ser sensible para cancelarse en lo dicho" (Gadamer, 1977: 568). Si
se hiciese abstracción de la realidad extralingüística, toda conversación no
156 Jorge Lulo Defen sa y cuestionamiento del sentido 157

sería entonces otra cosa que un "hablar por hablar", una actividad lingüística eventualmente afirmará o negará las propiedades exhibidas por aquello que
que a veces puede confundirse con el ejercicio de la autorreferencialidad. se presenta. Se trata de un ámbito al cual los seres humanos pertenecen
antes de que emprendan cualquier tipo de reflexión porque antecede a la
relación epistemológica sujeto-objeto. La verdad entendida como alétheia
4.2. La verdad hermenéutica supone entonces un retroceso ante la actitud teórica asociada a la emisión
del juicio con el fin de destacar que antes de cualquier relación cognitiva
Casi simultáneamente, cuando se ponen en discusión las diferencias existe un aparecer, un autodescubrimiento de las cosas sobre el que se funda
en la conceptualización del lenguaje entre la hermenéutica clásica y los la posterior adecuación del juicio. Probablemente la mejor descripción de
movimientos filosóficos que toman al sentido como fuerza o producto de la idea de verdad que plantea la hermenéutica se encuentre en ese suge-
una relación estratégica, surge el cuestionamiento en torno a la noción rente "procedimiento" que el poeta René Char (2002: 323) había concebido
de verdad y a las eventuales implicaciones relativistas del pensamiento para alcanzar la verdad de las cosas: "Quité a las cosas la ilusión que ellas
h menéutico. ¿Hasta qué punto, si no hay acceso al mundo y a las cosas producen para preservarse de nosotros y les dejé la parte que ellas nos
se encuentran en él sin la participación del lenguaje, puede decirse conceden". 10 Al igual que en este inusitado método, la labor hermenéutica
las interpretaciones son "adecuadas a las cosas"? ¿Hay algo así como en estos tiempos aquejados de "posverdad" también se despliega entre los
un "realismo hermenéutico", opuesto al idealismo lingüístico, que permita polos de la actividad -aludida en el "quitar" y "dejar"- y la pasividad -ya
pensar en criterios extralingüísticas para decidir acerca de la corrección de que son las cosas mismas las que provocan la ilusión que las preserva y las
nuestras interpretaciones? que al mismo tiempo se donan al intérprete- con el fin de alcanzar la verdad.
Para la hermenéutica quedarían descartadas todas aquellas concepcio- Tal vez una versión realista de la hermenéutica no sea otra cosa que un
nes de la verdad que la reducen al efecto de un poder o la conciben~:~ adecuado balance entre ese "quitar" y "dejar" encaminado a la recuperación
el resultado de una actividad puramente subjetiva. Así, ni la verdad como de la experiencia en el concepto.
convención (formalismo estructuralista), como procedimiento de con ro
discursivo (Foucault) o como máscara que oculta una radical indecidibilidad
(Derrida) serían opciones teóricas persuasivas. En Gadamer la cuestión de Referencias bibliográficas
la verdad está ligada al proceso de la experiencia hermenéutica y se ejem-
plifica en cada encuentro del intérprete con la tradición. Sin embargo, la CHAR, R. (2002), Furor y misterio , Madrid, Visor.
verdad -vinculada con la experiencia del sentido en todas sus formas- no
se reduce a la simple idea de una correspondencia entre el juicio del intér-
prete y el estado de cosas al que se refiere el juicio pues hay una "verdad" 10. Una concepción parecida en torno a la verdad, deudora del pensamiento de Heidegger y la

a
más originaria a la que Heidegger aludía con el término griego a-létheia, hermenéutica filo sófica, es la que expresa Peter Sloterdijk (2006: 173 ) en su monumenta l obra
as , donde se afirma que "la verda d no solo es, pues, una propieda d de frases expresadas,
que significa literalmente "des-ocultamiento", un sacar a la luz aquello que ueden denominarse verdaderas si y solo si <<en lo reah fuera <<efectivamente» el caso lo
estaba oculto (léthe). e afirma o «figura>> en las frases; m ás bien sucede que la physis, según esa interpretación,
Decir que la verdad es alétheia significa, en primer lugar, que supone una representa un acontecimiento autopublicista, en cuyos comunicados está n implicadas las in-
manifestación, un venir a la presencia de la cosa misma previo a cualquier lll teligencias perceptiva s y conforma doras de frases [ ... ] podría decirse que la naturaleza es una
autora que publica en su propia editorial (aunque para ello tenga necesidad, ciertamente, de
ejercicio discursivo sobre su presunta "verdad" o)'alsedad", es decir, previo
lectores huma nos ). Comprensiblemente, esta interpretación del acontecimiento de la verda d
al juicio del intérprete efectuado en términos de una adecuación veritativa. se contrapone a la dogmática dualista de la era metafísica, inaugurada por Platón y otros
Ahora bien, no tendría que haber nada misterioso en esta alétheia si la post socrá ticos, y de s us herederos tecnocientíficos, en cuya opinión la natura leza -como lo
pensamos no como revelación mística sino como el acceso práctico al mundo existente en su totalidad- se presenta como un bloque de cosicida des mudas, libres de sentido,
que realiza un intérpret e al cual las cosas se le manifiestan o abren desde alejadas de los signos. Desde esa perspectiva, sería el espíritu huma no, solo, quien, en posesión
una comprensibilidad monovalente, anterior a la alternativa bivalente de de su monopolio de lenguaje, donación de se ntido e interés, abordaría como acercá ndose desde
fuer a la masa natural indiferente y la obligaría a entregar sus secretos". En este contexto, la
lo verdadero o lo falso . "Estar en la verdad" para la hermenéutica significa crítica irónica de Sloterdijk se diri ge tanto contra los que considera n que la verdad es algo así
t ener experiencia del sentido, encontrarse ante algo que interpela, ¡que] como un sello que las cosas imprimen en la mente plástica de los seres humanos como co ntra
se impone y reclama la atención de maner a previa al enjuiciamiento ~ los "construccionistas" que la considera n - de ma nera exclusiva- una propieda d de la voluntad
de los indi viduos conocedores.
158 Jorge Lulo

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SCHUSTER, F. (comp. ) (2002), Filosofía y métodos de las ciencias sociales, Buenos dad de una crítica epistemológica y ontológico-política que no se inscriba
Aires, Manantial. en el registro de la teoría social, ni se preocupe por normar una manera
SLOTERDIJK, P. (2006), Esferas JII. Espumas, Madrid, Siruela. "adecuada de conocer".
Por lo tanto, buscaremos rastrear el modo en que la distinción entre saber
[ 159]
160 Iván Gabriel Dalmau Notas para una problematización de las ciencias sociales 161

y conocimiento, que habilita el desanclaje de la epistemología de las ciencias sus trabajos realizados durante la década de 1970. Justamente, la puesta
humanas del interior de la relación sujeto-objeto, permite elaborar un modo en circulación de los cursos y las conferencias dictados por Foucault en el
de problematización que se perfila por fuera del par teleología-normación. College de France Fontana Bertani 1997· Wallenstein, 2013) permite
lV Es deci4 que permite configurar un modo de abordaje del discurso científico revisar las recurrentes reflexiones foucaulteanas respecto del método
que prescinde de leer la historia de la ciencia en la clave de un presunto genealógico, como también remarcar la centralidad que allí conserva la
"progreso" desde el error hacia la "verdad actual", como también de buscar problemática del saber.
criterios que permitan regular el modo en que "debe practicarse la ciencia". Por último, querríamos cerrar esta introducción remarcando que preten-
En la medida en que el abordaje del saber prescinde de tomar la ciencia demos llevar a cabo una lectura arqueológica y problemática de la caja de
actual historiográficamente en términos teleológicos y epistemológicamente herramientas foucaulteana. En ese sentido, en tanto pretendemos indagar
de modo normativo, da lugar a un trabajo epistemológico que, en lugar de acerca de la potencia ontológico-política que encierra su abordaje del saber
"bastarse a sí mismo", se perfila como una herramienta potente para la pro- para problematizar a las ciencias sociales, no nos ocuparemos de revisar sus
blematización ontológico-política respecto de la actualidad. En ese sentido, referencias a otros filósofos u otras corrientes filosóficas en términos de su
no se pretende realizar una mera exégesis del pensamiento foucaulteano, plausibilidad filológica, sino que más bien nos valdremos de ellas en función
propia de la historia de la filosofía contemporánea, sino que más bien a través del modo en que se inscriben en la economía del discurso foucaulteano.
de la lectura del "archivo Foucault" pretendemos rastrear herramientas que
aporten para la reflexión epistemológica y ontológico-política respecto del
discurso de las ciencias sociales. Por "formas de objetivación" nos referimos l. Tras las huellas de Foucault
a los modos en que se constituyen los objetos de un saber, históricamente
configurado desde una determinada disposición epistémica. O sea que~ El objetivo de las investigaciones arqueoló-
~ -l-o\que se trata es de indagar acerca de la manera en que las herramientas gico-genealógicas de Foucault no es solamente
fraguadas por Foucault permiten introducir un desplazamiento desde el describir problematizaciones históricas, sino
"perenne problema" de la objetividad cognoscitiva de las ciencias sociales además desenmascararlas y desafiarlas por
medio del cuestionamiento de la inevitabilidad
y humanas, hacia una crítica de los modos de objetivación.
y necesidad racional de prácticas, instituciones,
Este artículo se divide en dos apartados y una reflexión final. En el técnicas y funciones que han sido construidas
primero, como ya se adelantó, revisaremos el modo en que la problemati- como respuestas suyas.
zación foucaulteana del saber permite desanclar la crítica epistemológica
de los pares sujeto-objeto y teleología-normación. Luego, apropiándonos de Giovanni Mascaretti, "Michel Foucault on pro-
esa lectura, nos detendremos en la problematización de los saberes acerca blematization, parrhesia and critique"
de "lo humano" explicitada por Foucault en torno al proyecto de Vigilar y
castigar, de modo tal de rastrear allí la puesta en práctica de una crítica Múltiples son los ejes posibles para brindar un perfil de la manera en
de las formas de objetivación. Por último, cerraremos el trabajo con una que Michel Foucault concibió la práctica filosófica. Por lo tanto, la lectura
sección en la que nos ocuparemos de explicitar que el desplazamiento epis- desarrollada en este apartado no parte de un intento de "unilateraliza-
temológico abordado resulta una herramienta filosófico-política potente para ción" del problema, sino más bien de un recorte realizado en función de los
la puesta en cuestión del discurso económico neoliberal, al que Foucault objetivos del artículo. Someramente, en tanto antesala de la lectura que
dedicara parte del curso Nacimiento de la biopolítica, dictado en el College propondremos a continuación, querríamos detenernos en la primera clase
de France en 1979. del curso dictado en el College de France durante el ciclo lectivo 1982-1983
La lectura se apoya en el modo en que Foucault problematiza los saberes (5 de enero de 1983) con la que el filósofo comenzó el curso titulado El go-
dentro del marco de sus trabajos genealógicos, en tanto punto de partida bierno de sí y de los otros. La tomamos como punto de partida, en la medida
para redirigir la crítica epistemológica desde el problema de la objetividad en que -partiendo de la base del característico gesto foucaulteano de recu-
hacia el de las formas de objetivación. Por lo tanto, resulta fundamental para peración y reelaboración recurrente de sus trabajos precedentes desde la
nuestro enfoque dar cuenta de que el abordaje del saber, objeto constituido perspectiva de sus indagaciones en curso- consideramos que resulta clave
por la reflexión arqueológica, es retomado y reelaborado por Foucault en para desarrollar una relectura de su problematización del saber. Por lo tanto,
seguiremos en este apartado un camino "serpenteante" en el que se rompe
162 Iván Gabriel Dalmau Notas para una problematización de las ciencias sociales 163

con la mera cronología y se ponen en juego reflexiones foucaulteanas realiza- ontológico-políticas, ya que se configura en tanto aporte fundamental para
das a comienzos de la década de 1980 para revisar sus indagaciones acerca la problematización de la constitución histórica de la actualidad. De lo que
del saber, tal como las sistematizara hacia fin de la década de 1960 y las se trata, entonces, es de una inflexión del gesto crítico, que desanclado de
retomara en sus trabajos subsiguientes. En la m encionada clase, Foucault todo viso de universalidad se desliga a su vez de una pretensión fundado-
se vale de una presentación del modo en que Immanuel Kant respondió a ra-normativa. Al respecto, en su clásica lectura de Foucault, el especialista
la pregunta "¿Qué es la Ilustración?" ("Was istAufklarung?") para inscribir Gary Gutting (2005: 59) planteó, con relación al modo foucaulteano de puesta
su propia labor en una modulación de la Crítica, en sus propios términos: práctica de la filosofía en tanto actividad crítica:

Me parece que la elección filosófica a la que nos encontramos con- En terminología kantiana, es crítica (indagando los supuestos con
frontados actualmente es esta. Hay que optar por una filosofía crítica respecto al alcance y los límites de nuestro conocimiento), pero no es,
que se presentará como una filosofía analítica de la verdad en general, como el propio proyecto kantiano, trascendental. No pretende descubrir
o por un pensamiento crítico que tomará la forma de una ontología de las condiciones necesarias para conocer, que determinan categorías en
nosotros mismos, de una ontología de la actualidad. Y es esta forma términos de lo que debemos experimentar y pensar acerca del mundo
de filosofía la que, de Hegel a la Escuela de Frankfurt, pasando por y nosotros mismos. Más bien, la crítica foucaulteana examina las
Nietzsche, Max Weber, etc. , ha fundado una forma de reflexión a la pretensiones de necesidad con vistas a socavadas al mostrar que son
cual, desde luego, me vinculo en la medida en que puedo. (Foucault, meras contingencias históricas.
2008: 22)
Ahora bien, redirigiendo el foco de lectura hacia la problematización del
La revisión del intento foucaulteano de inscripción de su propio trabajo saber condensada en el clásico trabajo foucaulteano de fines de la década
en una cierta modulación de la Crítica, es deci , en una de las posteridades l .) de 1960, no podemos dejar de remarcar que ella consistirá en abordar los
de la Crítica, resulta fundamental puesto que nos permitirá, a continuación, discursos en tanto prácticas y se orientará a dar cuenta de sus condiciones
detenernos en su problematización de los saberes partiendo de la base de de posibilidad, logrando así el establecimiento de los modos históricos de
que su crítica no tiene como correlato una propuesta de fundamentación constitución de ciertas positividades, en lugar de tomarlas de antemano "rl
alternativa. O sea que no pretende erigirse como una "analítica de la verdad como evidencia y punto de partida. Allí, Foucaul1fsostuvo: 7(
\9 ~l (¡1
en general", preocupada por las posibilidades del conocimiento y sus límites
infranqueables, sino que más bien se enmarca en el proyecto de dar cuenta Pero de lo que aquí se trata, no es de neutralizar el discurso, de
de la constitución histórica de focos de experiencia para problematizar la hacerlo el signo de otra cosa y de atravesar su espesor para alcan-
contingencia y las posibilidades de franqueamiento de lo presuntamente zar aquello que permanece silenciosamente más allá de él sino, al
"universal y necesario". Al respecto, consideramos esclarecedor el modo en contrario, de mantenerlo en su consistencia, de hacerlo surgir en la
que la especialista italiana Claudia Giordano (2007 : 65) vincula los "célebres" complejidad que le es propia[ ... ] Sustituir el tesoro enigmático de las
"cosas" anteriores al discurso, por la formación regular de los objetos
trabajos de Foucault con esta preocupación con respecto de la configuración
que no se perfilan más que en él. Definir esos objetos sin referencia
ontológico-política de la actualidad:
al fondo de las cosas, sino con relación al conjunto de las reglas que
permiten formarlos como objetos de un discurso y constituyen así sus
Foucault considera la locura, la delincuencia, la enfermedad, la condiciones de aparición histórica.( Foacault , 1969: 65) (/
sexualidad como singularidades históricas, como experiencias que son
constituidas en la configuración de una "correlación" singular entre un
campo de saber, un sistema normativo y una modalidad de relación A su vez, de ese trabajo consideramos fundamental la inclusión de la
del sujeto con sí mismo. siguiente cita, que en conjunción con la precedente constituye un fragmento
clave para el eje de lectura que nos encontramos desarrollando:
Puede decirse , entonces , que el modo en que las herramientas foucaul-
En el caso en que se pudiera describir, entre un cierto número de
t eanas permiten problematizar el saber no se articula por medio de la trama
enunciados, un semejante sistema de dispersión, en el caso en que
constituida por la imbricación entre "crítica del conocimiento-teleología de
entre los objetos, los tipos de enunciación, los conceptos, las elecciones
la verda d-normación de la forma adecuada de conocer". Por el contra rio , s u temáticas, se pudiera definir una regularidad (un orden, correlacio-
r eflexión epistemológica se encuentra jalona da por preocupaciones de índole
164 Iván Gabriel Dalmau Notas para una problematización de las ciencias sociales 165

nes , posiciones y funcionamientos, transformacion es), se dirá, por minos arqueológicos, para poder cumplir acabadamente con los objetivos
convención, que se trata de una formación discursiva, evitando así de este apartado introduciremos un viraje hacia la cuestión del método en
palabras demasiado cargadas de condiciones y de consecuencias , términos genealógicos. Sin más preámbulos, buscaremos dar cuenta del
inadecuadas por otra parte para designar una dispersión semejante,
"eco arqueológico" que la atraviesa, tal como se patentiza a lo largo de la
como "ciencia", o "ideología", o "teoría", o "dominio de obj etividad".
Se llamará n reglas de formación a las condiciones a las cuales están
"Lección sobre Nietzsche", dictada en Montreal en 1971. Allí Foucault (2011:
sometidos los elementos de esta repa rtición (objetos , modalidad de 205) propondrá "pensar el conocimiento como un proceso histórico previo a
enunciación, conceptos, elecciones temáticas). Las reglas de forma- toda problemática de la verdad, y más fundamentalmente que en la rela-
ción son condiciones de existencia (pero también de coexistencia, de ción sujeto-objeto. El conocimiento liberado de la relación sujeto-objeto es
conservación, de modificación y de desaparición) en una repartición el saber". Puede plantearse, entonces, que la problematización genealógica
discursiva determinada. (53) recupera los desarrollos arqueológicos puesto que la "desimplicación" entre
conocimiento y verdad, que se liga a la necesidad de pensar el conocimiento
Puede decirse, entonces, que la arqueología permite aproximarse a los en términos de saber, es decir por fuera de la relación sujeto-objeto, condensa
discursos en tanto prácticas que forman regularmente los objetos que solo la potencia epistemológico-ontológico-política de las herramientas fragua-
en ella tienen lugar, al tiempo que posibilitan la constitución correlativa das por la arqueología. Justamente, en la breve cita que hemos incluido
de formas de subjetividad. El eje de la apuesta foucaulteana radica en la en este párrafo, encontramos articulada la noción de que el saber no se da
problematización del saber como un modo alternativo a la construcción de entre sujeto y objeto, sino que ambos términos le son inmanentes y, como
una teoría del conocimiento; puesto que no se trata, para Foucault, de proble- contracara de ello, la interrogación se genera por fuera del problema de la
matizar los términos de la relación cognoscitiva sino de colocarse por fuera verdad, valga la redundancia, por fuera de un problema pensable al interior
de la relación misma, dando lugar a la problemática del saber en oposición de la relación sujeto-objeto.
a la del conocimiento (Foucault, 1994). O sea, problematizar la formación Habiéndose desplazado, gracias a la cantera abierta por la arqueología,
discursiva de los términos de la relación cognoscitiva en lugar de colocar el del conocimiento hacia el saber, la problematización puede erigirse por
foco de interrogación en su interior. No se trata, entonces, de encontrar la fuera de la cuestión de la verdad y, por ende, quedar al abrigo de valerse
forma de regular la producción de conocimiento, inscribiendo la reflexión del "conocimiento actual" en términos historiográficamente teleológicos y
en el ejercicio de la crítica como "analítica de la verdad en general", que epistemológicamente normativos. Como hemos señalado anteriormente, la
al detectar las posibilidades del conocimiento y sus límites infranqueables problematización del saber se sitúa en el sustrato arqueológico que opera
habilite la resolución del "perenne problema" de la objetividad cognoscitiva como condición de posibilidad de la constitución de objetos y de formas de
del conocimiento desarrollado por las ciencias sociales y humanas. Por el subjetividad, situándose por lo tanto fuera de la "relación cognoscitiva"
contrario, la arqueología se ocupa de interrogar los saberes en su historia entre "sujeto y objeto" en cuyo seno emerge la problemática de la "verdad".
efectiva, para lo que prescinde de tomar como punto de partida filosófico Pensar nietzscheanamente el "conocimiento" como un proceso previo a toda
a la ciencia actual (Foucault, 1966), y de hacerla funcionar como punto de "verdad" no es más que trocar la "teoría del conocimiento" en una arqueo-
llegada necesario de la historia de la ciencia; al tiempo que esa interrogación logía del saber.
no se encuentra jalonada por la búsqueda de criterios que permitan regular En ese sentido, consideramos que resulta susceptible de ser plantea-
la puesta en práctica de las ciencias sociales. Como señalamos previamente, do que, a partir del modo en que el filósofo problematizó las nociones de
la arqueología no pretende configurarse como una teoría del conocimiento crítica y saber, la reflexión epistemológica se ejercita por fuera de todo
alternativa, que problematizaría la relación sujeto-objeto, sino que entre sus viso teleológico y pretensión normativa. Podemos plantear, entonces, que
objetivos se destaca el dar cuenta de los modos históricos de constitución de encontramos en Foucault la posibilidad de problematizar el discurso de las
ambos términos al remitirlos a sus condiciones de posibilidad. Así se perfila ciencias sociales desde una perspectiva que no es teleológica ni normativa,
un a r efl exión epistemológica que, en lugar de "bastarse a sí misma", con- sino que se encuentra motorizada por preocupaciones ontológico-políticas.
tribuye a la problematización r especto de la constitución de la actualidad. No se trata, entonces, de un ejercicio de la crítica realizado en anis de la
Así, el trabajo epistemológico respecto de las ciencias sociales y humanas fundamentación de la objetividad cognoscitiva de las ciencias sociales, sino
se articula con preocupaciones de índole ontológico-políticas. de perfilar una crítica respecto de las formas de objetivación.
Ahora bien , tras haber revisado la problematización del saber en t ér- De este modo, la reflexión epistemológica sobre la maner a en que,
166 lván Gabriel Dalmau Notas para una problematización de las ciencias sociales 167

inmanentemente a ciertos discursos, se forman determinados objetos de científico-judicial en el que el poder de castigar toma sus apoyos, recibe
saber, permite contribuir a la problematización respecto de la constitución sus justificaciones y sus reglas, extiende sus efectos y enmascara su
histórico-política de la actualidad, al desbrozar ni más ni menos que las exorbitante singularidad. (Foucault, 1975: 27)
formas de objetivación. Así, se configura en torno al discurso foucaulteano
la posibilidad de perfilar una crítica filosófica de las ciencias sociales que no No se trata, entonces, de colocarse en el nivel de las ciencias humanas
pretende "denunciar" su falta de objetividad, ni proponer una forma alter- y de la consecuente realización de una investigación sociológica e historio-
nativa de puesta en práctica del "conocimiento" acerca de "lo social", sino gráfica que dé cuenta de cómo las ciencias "progresaron" hasta "descubrir
que -por el contrario- se enfoca en problematizar las formas de objetivación la verdad" respecto del "ser" del "delincuente", logrando a su vez dar ma-
inmanentes a esos saberes. Es decir que el foco de la crítica se erigirá en yor "racionalidad" y "humanidad" al sistema penal al impregnarlo con sus
torno a la manera en que se constituyen determinados objetos, en la medida "descubrimientos", como tampoco de cuestionar normativamente la "falta de
en que ellos se entroncan con determinadas formas de problematización. objetividad" de esos saberes. En contraposición, Foucault se ocupa, genealó-
gicamente, de mostrar el acontecimiento de surgimiento de ciertos saberes
en su imbricación con modos de ejercicio del poder, los cuales dieron lugar
2. Reflexiones foucaulteanas en torno al proyecto a ese objeto de saber y blanco de intervención política que es el denominado
de Vigilar y castigar "delincuente", cuya emergencia resulta inescindible de la constitución de
prácticas como el examen y la pericia médico-criminológica, configurantes
En consecuencia, Foucault se propone mostrar del naciente dispositivo llamado prisión; es decir, que de lo que trata es de
cómo las prácticas sociales pueden llegar a en- la problematización de las formas de objetivación inmanente a las citadas
gendrar dominios de saber que no solo hacen que ciencias. En términos del investigador argentino Edgardo Castro (2011:
aparezcan nuevos objetos, conceptos y técnicas, 68-105):
sino que hacen nacer, además, formas totalmente
nuevas de sujetos y sujetos de conocimiento. En Surveiller et punir es, al mismo tiempo, una genealogía de la so-
este sentido, Foucault afirma que el sujeto de ciedad disciplinaria y las ciencias humanas al analizar las relaciones
conocimiento posee una historia, la relación del entre las técnicas del poder y el cuerpo[ ... ] Si la investigación judicial,
sujeto con el objeto, y, más claramente, la verdad tal como se delineó en el Medioevo, fue la matriz jurídico-política de
misma tiene una historia. las ciencias empíricas, la disciplina ha sido la matriz política de las
Marcelo Raffin, "Natureza e política: urna ciencias humanas. ·
tensiio no pensamento de Michel Foucault"
En ese sentido, puede plantearse que el juego de las relaciones de sa-
Retomando parte de las discusiones esbozadas en los trabajos revisados ber-poder que atravesaron, en su imbricación estratégica, a prácticas dis-
~ el apartado precedente, Foucault publica en 1975 Vigilar y castigar, libro cursivas y extradiscursivas posibilitó el surgimiento de ciertos sujetos, por
l!3el que realiza una puesta en práctica del método genealógico. Considera- ejemplo el "perito médico" y el "antropólogo criminal", de ciertos objetos, el
"delincuente" con sus diversos "tipos", y una determinada manera de pro-
mos que no puede pasarse por alto el hecho de que en esa publicación preten-
de dar cuenta del modo en que las relaciones de saber-poder constituyeron ducción de la verdad vinculada a las reglas que atraviesan a los discursos
el "alma moderna"; constitución que resulta indisociable de la emergencia médico-legal y antropológico-criminal, permeando de manera inmanente el
de ciertos dominios de saber. O sea que de lo que allí se trata es de llevar ejercicio de la función enunciativa y configurando la grilla de decibilidad y
a cabo una ontología histórica de lo que conocemos y de lo que somos, en visibilidad de algunos sujetos respecto de determinados objetos. Tal como lo
lugar de tomar como evidencia y punto de partida aquellos universales que sostuviera el reconocido especialista español Julián Sauquillo (2001: 142):
serían "la verdad y el ser". En sus propios términos :
Los métodos punitivos modernos han dado paso, a partir de la
Objetivo de este libro: una historia correlativa del alma moderna misma práctica judicial, a un saber "científico" -el propio de las cien-
y de un nuevo poder de juzgar; una genealogía del actual complejo cias humanas- que desarrolla un dominio normativo paralelo al del
derecho penal moderno. A esta estrecha relación entre el dispositivo
168 Iván Gabriel Dalmau Notas para una problematización de las ciencias sociales 169

científico-político de las ciencias humanas, como modeladoras del 3. La posibilidad de una crítica epistemológica y
alma de los individuos, y al derecho penal se refiere, en gran medida, ontológico-política del discurso económico neoliberal
Vigilar y castigar.
Foucault sostiene que con el desarrollo de la
A riesgo de sonar reiterativos, querríamos remarcar que encontramos economía política se estableció un nuevo principio
allí una problematización de los modos de objetivación y de las posiciones de para la limitación de la racionalidad guberna-
sujeto correlativas, inmanentes a cierta configuración epistémica. Dicho de mental. Mientras que hasta ese momento la ley
otra manera, consideramos que en la genealogía foucaulteana se despliega había funcionado como una limitación externa al
una crítica epistemológica del discurso de las ciencias humanas ejercitada gobierno excesivo, el nuevo principio -economía
por fuera de los pares sujeto-objeto y teleología-normación, jalonada por política- era interno a la misma racionalidad
preocupaciones de índole ontológico-políticas. En lugar de interrogar el gubernamental. Esto significa que el gobierno no
tenía que limitarse a sí mismo porque violara la
discurso de las ciencias sociales normativamente, en términos de "lo ajus-
libertad o los derechos básicos de los hombres, sino
tado o no del conocimiento que produce" y denunciar la pres'unta "falta de en vistas del aseguramiento de su propio éxito.
objetividad" que las aquejaría por encontrarse vinculadas a modos de ejer-
cicio del poder, la crítica apuntará a desbrozar los objetos que se configuran Johanna Oksala, "Neoliberalism and biopoliti-
en torno a esos saberes, en su imbricación con las estrategias y tácticas de cal governmentality"
intervención política.
Por lo tanto, la crítica no apuntará, por ejemplo, a señalar la falta de El neoliberalismo, formado en la Alemania de entreguerras y consolidado
objetividad del discurso criminológico, sino más bien a problematizar el en la posguerra, se encuentra ligado fundacionalmente a la Escuela de Fri-
modo en que él ha contribuido a la constitución del criminal como objeto burgo, a la publicación de la revista Ordo y a un conjunto de economistas,
de saber y, correlativamente, blanco de intervención política. De lo que se sociólogos y juristas, entre quienes se destacan Ludwig van Mises, Friedrich
trata, entonces, es de dar cuenta de la formación histórica de determinado von Hayek, Walter Eucken y Wilhelm Ropke, entre otros. En ese sentido,
objeto de saber y de la imbricación de ese saber con modos de problematizar no puede desatenderse que, tal como lo señalara Michel Foucault (2004), el
el ejercicio del poder. Sin desconocer las múltiples posibilidades de reapro- ordoliberalismo -denominación que se le otorga a esta corriente en alusión
piación de los discursos, lo que Foucault (1976) denominaba su "polivalencia al título de la citada publicación- se articuló tomando al nazismo como
táctica", resultará clave revisar el carácter presuntamente evidente y no campo de adversidad, problematizándolo como "punto de coalescencia" en el
problemático de la puesta en circulación del discurso en cuestión. ¿Acaso que convergen las distintas formas de dirigismo y planificación económica,
podemos criticar de modo radical al discurso criminológico si tomamos como así como también las políticas sociales de corte "socialista" (en un sentido
punto de partida los objetos que ha contribuido a formar? ¿No quedamos amplísimo, lo que implica una radical puesta en cuestión de las políticas
en peligro, potencial al menos, de gueda entrampados en las formas e de redistribución progresiva del ingreso).
problematización que pretendíamos cuestionar? En torno a esto, consideramos que no puede desatenderse la relevancia
Ahora bien, ¿en qué medida esta revisión de los trabajos foucaulteanos de este modo de objetivación del nazismo, en la medida en que se entronca
resulta pertinente para problematizar nuestra actualidad? ¿Por qué leer genealógicamente con discursos que circulan en nuestra actualidad latinoa-
de esta manera a Foucault en el seno de nuestro trabajo acerca de la epis- mericana, que objetivan al variopinto conjunto de gobiernos no alineados
temología de las ciencias sociales, desarrollado en América Latina en esta con el establishment financiero internacional bajo la caracterización de
segunda década del siglo XXI? "fascismos de izquierda". Discursos que, en el caso argentino, han dado lugar
desde la puesta en cuestión de los controles de la Administración Federal
de Ingresos Públicos (AFIP), pretendiendo satirizarlos con el mote de "Ges-
tafip" (en clara alusión a la policía secreta del nazismo, la Gestapo), a la
realización de marchas en "defensa de la República" en las que se utilizaron
banderas nazis, pretendiendo cuestionar al gobierno de Cristina Fernández ·
de Kirchner,justamente, como "fascista de izquierda". La referencia a esta
procedencia, no implica pasar por alto las especificidades de la circulación .
170 Iván Gabriel Dalma u Notas para una problematización de las ciencias sociales 171

y r econfiguración contemporánea de esos discursos, y en particular el modo como "aquello que produce un beneficio ", en el contexto de "asignación de
en que se articulan con la contraposición entre "república democrática" y recursos limitados hacia fines mutuamente excluyentes", lo cual permite la
"populismo"; sin embargo, el tratamiento de estas cuestiones excede con realización de un desbloqueo epistemológico al posibilitar la introducción del
creces los objetivos y las posibilidades de nuestro trabajo. "trabajo" como "actividad" dentro del análisis económico (Foucault, 2004).
Ahora bien, hace casi cuarenta años Foucault nos alertaba de la ruptura El "capital humano", en tanto objeto, se constituirá entonces en torno a una
que había introducido el neoliberalismo con respecto al liberalismo clásico, serie de capacidades físicas e intelectuales vinculadas a la "productividad"
remarcando lo inapropiado de una crítica que "denuncie" que los neoliberales y al savoir {aire atravesadas por la tensión entre "lo innato y lo adquirido".
pretenden volver al siglo XIX. Básicamente, sostenía que con la Escuela de En el seno de esta estrategia discursiva, la "grilla de análisis económico"
Friburgo se rompe la ligazón entre liberalismo y laissez {aire, ya que ellos es aplicada a la totalidad de las prácticas sociales, es decir, incluso a aque-
marcarán que el mercado no es algo dado, una suerte de dato natural, llos comportamientos considerados "habitualmente" como no económicos.
sino que debe ser constituido activamente (Foucault, 2004). Así, más que 7y El homo ~economicus será problematizado, entonces, como empresari~
gobernar limitando la acción del gobierno en función del "respeto" a los sí. 1 En la misma medida en que la grilla económica configura la form~
mecanismos del mercado, propondrán que hay que gobernar enérgicamente inteligibilidad de todas las prácticas sociales, se perfila como criterio de in-
para producir las condiciones del mercado. De lo que se trata, entonces, tervención gubernamental. La contracara de que la racionalidad económica
es de un gobierno activo del marco que permita inscribir en la realidad el sea problematizada como el modo adecuado y sistemático de responder a las
mecanismo de la competencia, apuntado hacia la empresarialización de las- transformaciones de las variables del medio es que el blanco del ejercicio
relaciones sociales. Por lo tanto, si bien cualquier intervención sobre los del gobierno se tornará eminentemente gobernable, justamente, a través
mecanismos del mercado será impugnada, se alentarán formas de interven- de las intervenciones sobre esas variables.
ción decididas sobre las condiciones de posibilidad del mercado. Más que Desde esta perspectiva, el tiempo que los padres pasan con sus hijos, la
de un retorno al "naturalismo" del siglo XIX, dirá Foucault que se trata de atención y el cuidado que les dispensan pueden ser abordados en términos
un "liberalismo sociológico", que en lugar de tomar el mercado como dato y económicos a partir de los efectos que tales prácticas poseen con respecto
límite, lo problematiza bajo la forma de la competencia en tanto principio a la transmisión del "capital humano". Por otra parte, objetivando la "ma-
formal que debe ser inscripto en la realidad. En sintonía con la lectura ternidad" dentro de esta lógica, el tiempo adecuado para las licencias será
que hemos venido desarrollando, Foucault (2004: 4) explicitó en torno a su fruto del cálculo económico, ya que será el resultado de la puesta en juego
abordaje del liberalismo y sus inflexiones contemporáneas: de variables como el "ausentismo actual" de la madre durante el período de
licencia y el potencial "ausentismo futuro" a causa de los períodos en que
He querido estudiar el arte de gobernar, es decir la manera reflexio- el niño caiga enfermo, considerando que una reincorporación cuasi inme-
nada de gobernar mejor, y además, al mismo tiempo , la reflexión sobre diata de la madre al trabajo tendría efectos perniciosos sobre la salud del
la mejor manera posible de gobernar. Es decir que intenté abordar la recién nacido, lo que aumentaría "el riesgo" de contracción recurrente de
instancia de la reflexión dentro de la práctica de gobierno y acerca !CÍe1 enfermedades por parte de este, con la consecuente necesidad de ausencia
la práctica de gobierno[ ...] Intenté determinar la manera a través ~
la cual se ha establecido el dominio de la práctica del gobierno, sus
l. Se torna patente la relevancia que problematizar estos saberes posee para nuestra actua -
diferentes objetos , sus reglas generales, sus objetivos de conjunto,
lida d, en la que la "promoción del emprendedorismo" configura un a estrategia fund amenta l
con el fin de gobernar de la mejor ma nera posible. En suma, es [ .. .]
el estudio de la racionalización de la práctica gubernamental dentro
de la política guberna mental. Al punto t al que / no solo atraviesa el proyecto de reforma Jy
educativa que de momento el oficialismo pretende implementar en la Ciuda d Autónoma de
del ejercicio de la soberanía política. Buenos Aires, sino que incluso se encuentra en la base de las estrategias comunicacionales que
buscan minimizar el alza del desempleo, liga do en gran medida a la destrucción de puestos
Ahora bien, la mencionada ruptura entre liberalismo clásico y el llamado de trabajo en el sector industrial, apelando a la proliferación de "emprendimientos de cerveza
ordoliber alismo configura do en la E scuela de Friburgo sería profundizada y artesanal en el conurbano bonaerense" o a la "apertura de un parripollo en la puerta de su
casa". Es decir que, en ta nto empresarios sumidos en un mercado competitivo, quienes han
radicalizada en el marco del desarrollo de la teoría del capital humano por perdido su empl eo formal deberán a nalizar en qué nueva acti vidad invertir su tiempo, ahora
parte de la E scuela de Chicago, o sea del neoliberalismo norteamericano, que ha n deja do de hacerlo en ir a trabajar y recibir como "retorno" de esa in versión una ga-
entre cuyos exponentes se destacan Friedrich von Hayek, Milton Friedman y nancia -bajo la forma de salario- a fin de mes. En última instancia, de Jo que se t rata, como
Ga ry Becker. Esa teoría se erige a partir de la problematización del "capital" nos invitan a hacerlo las publicidades del gobierno de la Ciuda d Autónoma de Buenos Aires,
es de "animarnos a emprender".
172 1ván Gabriel Dalmau Notas para una problematización de las ciencias sociales 173

de la madre en el lugar de trabajo. En ese sentido, el tiempo adecuado de la y la revolución son patrimonio de la izquierda, deberíamos replantearnos
licencia por maternidad será la resultante de un análisis de costo-beneficio cómo calibrar el ejercicio de la crítica. He aquí un desafío que una reflexión
en función de cómo la extensión del "ausentismo actual" incide sobre la filosófica de cuño foucaulteano tiene para dirigir a los cientistas sociales.
periodicidad de "ausencias posteriores" (la prolongación de la licencia sería
un costo que redundaría en el beneficio de reducción de costos posteriores
resultantes de "ausencias recurrentes" por enfermedad del niño). Referencias bibliográficas
Puede decirse, entonces, que "capital humano" es el emergente de una
forma de objetivación cuya constitución debe ser remitida al discurso de CASTRO, E. (2011), Diccionario Foucault, Buenos Aires, Siglo XXI.
la economía neoliberal (Foucault, 2004), y problematizada en cuanto tal. FOUCAULT, M. (1966), Les mots et les choses. Une archéologie des sciences humaines,
Señalamiento que, lógicamente, podría extenderse, por ejemplo, a nociones París, Gallimard.
como gestión, eficacia y eficiencia. De pasar esto por alto, quedaríamos - (1969), L'archéologie du sauoir, París, Gallimard.
- (1975), Surueiller et punir, París, Gallimard.
expuestos -al desplegar nuestra crítica- al peligro de permanecer dentro
- (1976), La uolonté de sauoir. Histoire de la sexualité 1, París, Gallimard.
de las mallas configuradas por el tipo de racionalidad política que preten- - (1994), Dits et écrits. 1954-1988. I: 1954 -1969, .París, Gallimard.
demos cuestionar. - (2004), Naissance de la biopolitique. Cours au College de France. 1978-1979,
Por último, consideramos pertinente destacar, entonces, que este des- París, Gallimard.
plazamiento desde-el-problema de-la-objetividad hacia el de las formas de - (2008), Le gouuemement de soie -t des autres. Cours au College de Fran~982-
objetivación permite que la reflexión epistemológica contribuya a la crítica 1983, París, Gallimard.
ontológico-política, trascendiendo el registro jurídico de la "denuncia" de los - (2011), "Le~on sur Nietzsche. Comment penser l'histoire de la vérité avec Nietzsche
"intereses larvados" de ciertos discursos, como también a la crítica socioló- sans s'appuyer sur la vérité", en Le~ons sur la uolonté de sauoir. Cours au College
gica e historiográfica respecto de las denominadas "promesas incumplidas de France. 1970-1971 , París, Gallimard.
i del neoliberalismo". O sea\ que sin desconocer la relevancia de estudios que GIORDANO, C. (2007), "Un'idea di filosofia . Michel Foucault, dalla critica dell'antro-
pologia all'etica de la cura di se", tesis de Doctorado, Universita degli Studi di
se encargan de mostrar los efectos de la implementación de políticas neoli-
Napoli Federico II.
berales en términos de aumento de la precarización, pérdida de derechos,
GUTTING, G. (2005), Foucault. A uery short introduction, Oxford University Press.
distribución regresiva del ingreso y aumento de la dependencia externa, MASCARETTI, G. (2014), "Michel Foucault on problematization, parrhesia and criti-
consideramos que criticar sus modos de objetivación permite dar cuenta que", en Materiali Foucaultiani, año 3, Nº 5-6, enero-diciembre.
de la manera específica en que, desde esa perspectiva, se problematiza el ÜKSALA, J. (2013), "Neoliberalism and biopolitical governmentality", en J. Nilsson
ejercicio del gobierno. y S.O. Wallenstein (eds.), Foucault, Biopolitics and Gouernmentality, Estocolmo,
Así, más que señalar "los fracasos" de la aplicación del "modelo", de lo que Sodertiirn University The Library.
se trata es de enfatizar el papel estratégico jugado por saberes científicos RAFFIN, M. (2014), "Natureza e política: urna tensao no pensamento de Michel
como la economía _política en tanto contribuyen a la formación de modos ~. Foucault", Ágora Filosótk,a, vol. 1, Nº 2.
k_ de reflexión acerca jcómo gobernar en el marco del ejercicio de la soberanía
política. Así, dirigiendo el foco hacia las formas de objetivación, podremos
---- REVEL, J. (2002), Le uocabulaire de Foucault, París, Ellipses.
SAUQUILLO, J. (2001), Para leer a Foucault , Madrid, Alianza.
WALLENSTEIN, S.-O. (2013), "Introduction: Foucault, biopolitics, and governmenta-
criticar en su especificidad al neoliberalismo, sin caer en el lugar común de
lity", en J. Nilsson y S.O. Wallenstein (eds.), Foucault, Biopolitics and Gouern·
abordar sus proyectos de reformas laboral, educativa y jubilatoria/ en tér-
mentality, Estocolmo, Sodertorn University The Library.
minos de "intentos de volver al siglo XIX". Lugar común que le quita fuerza
a la crítica que las ciencias sociales y la filosofía pueden realizar respecto
de nuestra actualidad. ¿Acaso no resultan endebles esas formas de crítica
frente a la estrategia comunicacional neoliberal que propone que debemos
"asumir la realidad" y apela a "la verdad de las cosas" para adaptarnos a los
tiempos que corren? ¿No nos exponemos a quedar entrampados en el lugar
de "conservadores", dejándole vía libre a estas estrategias de reformismo
radical de derecha? Excepto que consideremos alegremente que la reforma
7. La medicina: historia, saber y poder
El higienismo como dispositivo de defensa social*

Jorge Mallearel

Introducción

Las epidemias y las pestes son enfermedades que forman parte de una
ética de la cantidad y del nomadismo, que se multiplican-y- se desplazan.
Además de anunciar nuestro ser mortal, agregan, debido a su carácter
cuantitativo, un conjunto de representaciones fantasmáticas. Cuando ellas
aparecen, el caos y lo eventual ganan las calles, las cuales comienzan a po-
blarse de una multiplicidad espantada. Ese horizonte de confusión instala en
las instituciones un temor desconocido. "Horizonte", en este contexto, no es
solo una noción geográfica sino "también estratégica" (Foucault, 1978 [1992:
118]). Ello se debe a que ese horizonte de confusión abre la posibilidad de
ser penetrado por nuevas formas de control, de diagramación urbana, o de
normas. Por tanto, además de espacial, es un horizonte epistémico-político.
Respecto del caos emparentado a una enfermedad masiva, Antonin Ar-
taud (1938 [1964: 27]) escribe que la "peste toma imágenes dormidas, un
desorden latente, y los activa de pronto transformándolos en los gestos más
extremos". Estas descripciones nos colocan frente a una morbosidad capaz
de cercenar cualquier orden instituido. Continúa:

Los sobrevivientes se exasperan, el hijo hasta entonces sumiso y


virtuoso mata a su padre; el continente sodomiza a sus allegados. El
lujurioso se convierte en puro. El avaro arroja a puñados su oro por
las ventanas. El héroe guerrero incendia la ciudad <I¡u e salvó en otro
tiempo mioogando ' u vida. (~•0, >989 [lQi4 o~¡i l'('

'' Este artículo fue publicado , en una versión algo diferente, en Héctor Palma y Rubén P ardo ,
Epistemología de las ciencias sociales. Perspectivas y problemas de las representaciones cien-
tíficas de lo social, Buenos Aires, Biblos, 2012.
[ 175]
176 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 177

Estos desórdenes masivos inquietan a los ciudadanos y a los que gobier- produce, con sus decisiones, un efecto. El correlato de ese efecto es el orde-
nan. Aparece así el primer contacto entre salud y política. El objetivo de namiento de la multiplicidad dispersa, víctima del flagelo. Cuando estas
este artículo es hallar esa zona de intersección entre el campo médico y el enfermedades irrumpen, la comuni:dad apestada se presenta a la burocracia
político consolidada en un determinado momento histórico para defender institucional como una diversidad heterogénea que perdió su regularidad
el orden social. De este modo, saber y poder quedan entrelazados, amplián- habitual. La mayoría de los límites se desmoronaron. La mezcla es la regla.
dose ese enlace con las teorías esbozadas por Michel Foucault. El ejercicio Los muertos ocupan las calles en las que transitan los vivos, se confunde lo
del poder que se pone en funcionamiento sobre una superficie geográfica público con lo privado. La labor de la higiene pública es evitar esas mezclas
avasallada por una epidemia, además de prohibir o coartar acciones e ecto manteniendo los límites, las fronteras (el espacio abierto, la ciudad, para
negativo del poder) también es generador, porque produce saberes (efecto los vivos; el espacio cerrado, el cementerio, para los muertos). La epidemia
positivo del poder). traspasa doblemente los límites. Primero, como enfermedad, traspasa el
Asimismo, la defensa social junto a la producción de saberes se convierte límite de la salud y avasalla al organismo. El cuerpo, en este punto, pierde
en un multiplicador de otredades. Estos otros se corresponden con los indivi- su arkhe, su gobierno. Segundo, como epidemia, traspasa los límites geográ-
duos que padecen sobre sí el saber y el poder de una época. Se puede tomar ficos. No solo hay que curar, también hay que normalizar, controlar, sujetar
el caso de la organización que poco a poco hizo el hospital psiquiátrico, que a los individuos presos del pánico. "El higienista", dice Canguilhem, "se
comienza por un ejercicio del poder que se traduce en un "control interior, dedica a dictar normas para una población" (61). Y estas normas parecieran
articulado y detallado" (Foucault, 1975 [2005: 177]). Sobre el internado~se responder a una utopía emparentada con la salud, que podría denominarse
ejercita un conocimiento y una modificación. El internado padece el poder "utopía higiénica", la cual, según María Cecilia Colombani (2008: 164), "no
del hospital, pues "paga el derecho de ser atendido con la obligación de ser es otra que aquella que brega por evitar las mezclas, las contaminaciones
observado" (Foucault, 1964 [1993: 40]). indeseables, las infiltraciones antieconómicas, que amenazan el éxito de la
gesta homogeneizante". Lo que se querrá es combatir lo disonante a partir

\;~.
1.. de ciertas tekhnai, tecnologías. Se intenta la homologación desde lo que
1.1. Higienismo, límite y diferencia
/ -
Continuando con lo expuesto, se podría argüir que la enfermedad, lo otro
Foucault (1975 [2005: 221]) llama disciplinas o "técnicas para garantizar
la ordenación de las multiplicidades humanas". Las multiplicidades repre-
sentarían la otredad (el loco, el pobre), individuos que se diferencian por sus
de la salud, aq,u ello que anarquiza al organismo, no es la única preocupación hábitos, por su aspecto o por la manera de fabricar sus identidades. Estos
1', de la medicina¡ hay otras, como el peligro social, la multiplicidad, la mezcla, se enfrentan a la mismidad, la cual hace referencia a aquellas acciones que
la heterogeneidad. Sobre este escenario se deslizarán dos conceptos: saber y permiten la conservación y elaboración de la tradición, como también a la
poder. Ello se debe a que frente a las mencionadas preocupaciones se opondrá comunicación de lo que tiene en particular una determinada identidad. La
un desprendimiento de la medicina social: la higiene pública, cuyo vuelo se otredad, en cambio, devuelve siempre un ser áltero y extraño que interpela
desarrolla en el siglo XIX ligándose a los núcleos de dominios burocráticos. En y amenaza a la mismidad. La otredad es vivida como un peligro. Esta no es
una primera aproximación, se denomina "higiene" a cualquier tipo de medida solo lo diferente, sino lo que la mismidad convierte o ficciona como tal. En
que llevan adelante las instituciones, los gobiernos, con el propósito de res- efecto, se puede pensar en lo diferente sin incluirlo en la otredad, ya que
guardar las normas sociales de cualquier alteración, por ejemplo, el contagio habría diferencias que la mismidad no intuye como amenaza. Por ejemplo,
masivo, las mezclas y las repercusiones que todo esto puede producir. Esta un niño con síndrome de Down puede aparecer como alguien diferente, pero
alteración, en este particular, es la que puede ocasionar una epidemia, peste la mismidad no ve en él un riesgo, por lo tanto no lo enrola en las filas de
o pandemia. Los médicos encargados de la tarea higiénica anhelan curar, la otredad. En cambio el loco, el enfermo, no solo se manifiestan como dife-
no solo por el terror a la propagación del contagio sino también en función rentes; también se presentan ante la mismidad como figuras inquietantes.
de las infinitas virtualidades que rodean a una sociedad lesionada por una Por un lado, el loco no trabaja, es ocioso al sistema de producción; por otro,
epidemia. Georges Canguilhem (1989 [2004: 58-59]) menciona la higiene la víctima de una epidemia deambula y lleva consigo el peligro del contagio.
como "disciplina médica tradicional hoy recuperada y travestida por una En este sentido, el carácter de alteridad es el producto de la diferencia más
ambición sociopolítico-médica de ajuste de la vida de los individuos". En un plus, este plus lo constituye la carga de peligrosidad que la mismidad
este sentido, la medicina queda anudada al cuerpo político, debido a que "presiente" en esa diferencia.
178 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 179

1.2. Fiebre amarilla y otredad: lo político y lo antropológico ho}-. tampoco una estructura universal [. .. ] no deriva [el conocimiento] de la
naturaleza humana sino siempre del carácter polémico y estratégico del
A raíz de lo dicho, se puede recurrir a la medicina y su destacado rol en conocimiento" (30).
lo ocurrido en la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires, causante de En tal sentido, tomando como ejemplo la fiebre amarilla, el sabe~"@
un pánico generalizado. Recordar brevemente aquel episodio acaecido en esa la medicina como higiene pública crece más sobre la base de una serie de
ciudad entre 1871 y 1872, bajo la presidencia Domingo Faustino Sarmiento, preocupaciones vinculadas al cuerpo social que al humano. Esto, quizá, s
nos brinda la posibilidad de repensar la conexión entre ciencia y política. debe al temor que instalan las epidemias en cualquier comunidad. Así, las
En principio, se atribuía la enfermedad a cuestiones miasmáticas. Tam- nociones de "gesta homogeneizante" y "mismidad" se contraponen al gesto
poco se sabía si era contagiosa o no. Recién en 1881 el médico cubano de de dispersión que provoca una epidemia. Frente a esta potencial disolución
origen irlandés Carlos Finlay planteó la hipótesis de que la fiebre amarilla social se intenta combatir la otredad que representan los enfermos. Estos
provenía de la picadura de un determinado mosquito. Esa creencia fue acep- fueron asociados a otras otredades: los pobres y los inmigrantes. Así, el en-
tada en 1901 por las investigaciones de varios científicos, que corroboraron fermo, tanto como el pordiosero o el leproso, escapap al orden constituido, se ~ l
que la enfermedad provenía de un virus transmitido por el mosquito Aedes l'freúneí) en una diversidad que se "burla" de la racionalidad, de la mismidad
aegypti. En 1939, el médico sudafricano Max Theiler consiguió la vacuna o identidad. La medicina higiénica aportará su saber para poner a la enfer-
que inmuniza. La fiebre amarilla o vómito negro entre algunos de sus signos medad en contradicción con esa racionalidad. Desde una metáfora espacial,
presenta degeneración adiposa del hígado y congestión de las mucosas del -Bl~enfermo está marginado de lo que-una época considera como salud. Desde
estómago y los intestinos. una metáfora lumínica, el enfermo se encuentra fuera de la luminosidad
En otro sentido, el trabajo se va a elaborar desde ciertas herramientas con la que la razón ilumina los roles sociales. El más importante de estos
intelectuales y teóricas brindadas por Foucault (por ejemplo, la genealogía), roles en una sociedad capitalista pareciera ser la disposición al trabajo.
mientras que el "contenido material" va a deberse al aporte de algunos Esta disposición, en el enfermo, está disminuida o a veces anulada. Si el
episodios dejados por la aludida epidemia de fiebre amarilla, además de trabajo ocupa el lugar central dentro de estas sociedades, el enfermo ocupa
otros relatos históricos extranjeros. La importancia de estos hechos históri- el margen. Si lo racional es "aquello que encaja sin contradicciones en el
co-empíricos o "materiales" nos permite evocar las teorías como emergentes orden constituido" (Colombani, 2008: 29), entonces lo que no encastra con
de ciertas condiciones existenciales. En otros términos, desde una tarea este orden se sitúa en una espacialidad otra, es lo otro que "es lo impensa-
genealógica, no se trata de encontrar el "verdadero origen" de los hechos, do de la cultura" (Díaz, 2003: 23). Pero esto "impensado" debe "pensarse",
sino cuáles fueron las causas y azares que los impulsaron. Dice Foucault adquirir un lagos para que su presencia pueda adecuarse y concordar con
(1978 [1992: 10]) qu e la genealogía del conocimiento no debe "partir a la el discurso de la mismidad. Frente a esta se sitúa el espacio de la otre-
búsqueda de su <<origen>>, minusvalorando como inaccesibles todos los epi- dad-marginalidad, espacio que carece de una existencia ontológica, de un
sodios de la historia; será, por el contrario, ocuparse de las meticulosidades ser dado ahora y para siempre, entendido desde la metafísica occidental. La
y de los azares de los comienzos [ ... ] es preciso saber reconocer los sucesos otredad es un constructo, una ficción. Es decir, no existe un otro -el loco, la
de la historia, sus sacudidas, sus sorpresas". Esta es una tarea de oposición mujer- como una cosa homogénea, o como una sustancia que se mantiene
a la metafísica tradicional que desprecia el devenir, y busca detrás de las inalterable a lo largo de los siglos, sino que el otro surge especularmente
cosas su esencia, lo que "hay" de inmutable e imperecedero, y no las fuerzas desde el discurso de la mismidad. El otro resulta ser un espejo invertido de
antagónicas generadoras de conceptos. Piensa que detrás de lo que se ex- lo que uno es. Enuncia Esther Díaz (2003: 25):
presa "queda" en pie una verdadera causa, un principio primero sepultado
bajo escombros discursivos. En cambio, para Foucault, otras posiciones La locura, que nosotros consideramos enfermedad mental, se ha
referidas al conocimiento indican que "en la raíz de lo que conocemos y de objetivado de distinta manera en veinticinco siglos de historia occiden-
lo que somos no están en absoluto la verdad ni el ser, sino la exterioridad tal. Afirmar esto no significa aseverar que las prácticas sociales han
del accidente" (11). En este aspecto, este trabajo aspira a mostrar que los generado algo que no existía en las células o en las conductas, o en
ambas, si bien las conductas también varían[ ... ] Lo que hoy denomi-
orígenes del saber médico están enlazados a prácticas de orden social. Se
namos "locura" surgió - y desapareció- en distintas épocas y sectores,
intenta huir del conocimiento como adecuación a un determinado objeto. como inspiración divina, enfermedad, sin razón, castigo celestial, u
Contraria mente, se aludirá a un conocimiento que "no es una facultad y
180 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 181

otras formas. Nunca dejó de existir como algo que cada época objetivó Acompañ ados del mismo autor, se ver á el funcionamiento de los dos mo-
de determinada manera. delos médico-políticos, el de la lepra y el de la peste, sobre la epidemia de
Buenos Aires. Mientras la lepra responde al modelo de la exclusión, la peste
Los objetos del saber se nos "muestran" a partir de ciertas condiciones de al de la inclusión, de la vigilancia y del registro. De este modo, política y
posibilidad, o condiciones mat eriales de exist encia. Cada período histórico salud estrechan sus lazos para ejercer un control que evite contaminaciones,
genera su propia alteridad, y esta invención no se debe a algo que est á allí, mezclas y contagios en la población. En este sentido, la labor de la medicina
y espera ser des-cubierto, des-vela do (quitar el velo que lo cubre). El r ecorte social, en su faz higiénica, es una la bor demarcatoria, de delimitaciones:
del objeto inmigrante-pobre-enfermo fue una construcción de la mismidad separa al hombre sano del enfermo, al que es peligroso del que no lo es, al
ante el fantasma de una presencia que alarmaba por su relación con el inmigrante y al no inmigrante.
anarquismo y socialismo europeo, por sus costumbres, etc. Como se verá, El objetivo de este trabajo, desde una labor genealógica, es desenmascarar
sobre esa triple asociación se "desplomó" un doble poder vigilante: el político cómo, a partir de determinadas tensiones sociales, políticas y económicas,
y el m édico. A su vez, la epidemia deja planteados asuntos que excedieron se pone en marcha todo un mecanismo para que aquello que desequilibra u
la "especialidad" médica, intersectando dos discursos: el político y el antro- horroriza a un determinado contexto social sea controlado, corregido, disci-
pológico. Político, porque hubo producción de efectos. Antropológico, porque plinado. Inscriptos en estos marcos conceptuales -y a partir de la presencia
generó distinciones entre los hombres, abriendo el par mismidadlotredad. de un hecho médico-histórico, la fiebre amarilla de 1871-, quizá "aparezca"
---unjuego de inclusiones y exclusiones, cuyo resultado es la configuración de
una serie de otros. Otros que comienzan siendo los enfermos, cuya exten-
1.3. Mismidad, identidad e inteligibilidad sión comprometerá al pobre, al inmigrante y al inmigrante pobre. En esta
línea, la medicina se revela como tarea policial. Así, a través de la epidemia
La mismidad se encargará de dar entidad e inteligibilidad. E s decir, el aludida, posiblemente percibamos, por un lado, las específicas condiciones
otro deberá recorta rse como objeto , "mostrarse en su diferencia", y luego materiales : históricas, políticas y económicas; y, por otro, la tensión entre
espacializarlo en un plano gnoseológico. Lo que se intenta es alumbrar su mismidad y otredad. Asimismo, esta t en sión trae consigo la recurrencia
"oscuridad" con un logos o discursividad que lo ilumine para visibilizarlo de dos met áforas: una espacial, topológica, y otra, lumínica. La primera,
e inteligirlo. Esta mecánica produce un saber o saberes en relación con incluye un grupo de díadas: territorialización/desterritorialización, centro/
det erminadas condiciones epocales. Saberes que no "son asépticos, neutra- margen, interior/exterior. La segunda, otro grupo: claridad/oscuridad, oculto/
les, sino que, por el contrario, el saber es una construcción histórica, una desoculto, visible/invisible. Además, irrumpirán otras díadas insoslayables:
emergencia histórica que está íntimamente relacionado con las condiciones lo normal/lo patológico, salud/enfermedad.
políticas, sociales, económicas" (Colombani, 2008: 36). En síntesis, podríamos asegurar que la práctica médica como higiene
Ahora bien, con motivo de estrechar lazos entre el saber de la medicina social tiene como objetivo defender a la sociedad de aquello que genera
y el poder, recorreremos, junto a Foucault, algunos aspectos de la "medicali- inseguridad, indefinición, intranquilidad. La epidemia de 1871, aparte de
zación". Entenderemos por ella la práctica médica que opera continuamente estos temores, trajo una consecuencia numérica: la cantidad de casos fatales
sobre toda la vida del hombre. Es decir, como dispositivo que pone en juego que dejó a su paso.
el saber médico con el fin de controlar, vigilar y normalizar a los individuos
y a las poblaciones. Foucault r ealiza est e r ecorrido reconstruyendo las tres
et apas u orientaciones de formación de la medicina social: medicina de Es- 2. Disciplina, norma y territorialidad
tado, medicina urb ana y medicina de la fuerza laboral. E stas orientaciones
señalarían cómo la medicina creó su campo de dominio bajo det erminadas Las epidemias , de las particularidades de la fiebre a marilla, despier t a n
condiciones históricas, confirmándose la explicación del mismo filósofo acerca miedo a la disgregación social. La ciudad que momentos antes actuaba como
de que la medicina , dentro del capitalismo de fin del siglo XVIII y principios una "unidad" se transforma en una "multiplicidad" nómade sin destino
del XIX fue una medicina social y no individualist a . Ello se debió a que cla ro. Sobre este nomadismo trabaj a el poder gubernamental sacudido por
ella : "socializó un primer objeto que fue el cuerpo , en función de la fuerza el terr or. Medicina y política se solidarizan con el fin de combatir ambas
productiva, de la fuerza labor al. El control de la sociedad [ ... ] se ejerce en a men azas : la patológica y la social. Pensado desde la problemática cent ro/
el cuerpo, con el cuerpo" (Foucault , 1977 [1996: 87]).
182 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 183

margen, el enfermo será situado en los márgenes. Esta marginalidad patoló- una arquitectura que separa sin expulsar, en contraposición al modelo de la
gica se convierte en potencial desorden para el centro burocrático. El sueño lepra. Una arquitectura que divide la salud de la enfermedad, lo interior de
higiénico, o "utopía homogeneizante", está amenazado. Es necesario, en esta lo exterior; que oculta y desoculta según necesidades supeditadas al dispo-
instancia, el orden dado por el modelo de la peste, pues, según Foucault sitivo de vigilancia. Esta forma de ejercicio de la vigilancia antecede a una
(1975 [2005: 201]), este "tiene por función desenredar todas las confusiones: tecnología de control que para Foucault (1964 [1993: 61]) cobra vigencia en
la de la enfermedad que se transmite cuando los cuerpos se mezclan; la del el siglo XIX y la designa como anátomo-política o "tecnología individualizante
mal que se multiplica cuando el miedo y la muerte borran los interdictos". de poder[ ... ] tecnología que enfoca a los individuos hasta en sus cuerpos,
Así, mezcla y multiplicidad son los atributos de este tipo de enfermedad en sus comportamientos[ ... ] una política que hace blanco en los individuos
que se hace enemiga de dos cuerpos: el humano y el social. Sobre este último hasta anatomizados".
recae una doble mirada: la médica y la política. Bajo esta perspectiva, la Esta anatomía política es el mecanismo que hace realidad una vigilancia
burocracia-institucional recrea una circularidad: identifica enfermedad y exhaustiva, microscópica, técnica política que visibiliza actitudes, conduc-
peligro, a tal punto que la peligrosidad aparece como una enfermedad. Dice tas, gestos. Esa mirada vigilante, cuando recae en una región "produce" un
Canguilhem (1989 [2004: 39-40]): territorio, que es el deseo de los gobiernos, puesto que un territorio "es en
primer lugar una noción jurídico-política: lo que es controlado por un cierto
La vigilancia y mejoramiento de las condiciones de vida han sido tipo de poder" (Foucault, 1978 [1992: 118]).
objeto de medidas y reglamento decididos por el poder político instado Por su parte, Artaud (1938 [1964: 23]) relata un episodio de peste acae-
e informado por los higienistas. Medicina y política coincidieron, pues, cido en Marsella en 1720. Escribe que cuando la peste "se establece en una
en un nuevo enfoque de las enfermedades. ciudad, las formas regulares se derrumban. Nadie cuida los caminos, no
hay ejército, ni policía, ni gobiernos municipales". En ese relato se resaltan
Estas palabras subrayan que en el concepto de vigilancia radicaría la el desorden y el trastocamiento social.
conquista del ideal sueño higiénico. Ideal político de orden, de armonía y de En cambio, Foucault señala la actuación de la administración política
homologación. El prototipo político-médico que lo representa, para Foucault, en una ciudad apestada. Nos ubica en el momento de su gobernabilidad.
sería el de la ciudad apestada. El gobierno, con motivo de hacer frente al En ese recorrido describe una diagramación, una división, un orden, una
mal, produce técnicas de aislamiento y vigilancia sobre los individuos, es vigilancia. En efecto, dibuja un poder ejercido sobre las personas para
decir: disciplina. Esta es una técnica "para garantizar la ordenación de las instaurar nuevamente la "racionalidad" o "norma" frente a lo "anormal"
multiplicidades humanas" (Foucault, 1975 [2005: 221]). Asimismo, habría suscitado por la enfermedad.
que recalcar que una epidemia o una peste, además de un trastorno físi- Aclaremos los términos normal y anormal desde Canguilhem (1966 [1978:
co, es un trastorno geográfico, dado que altera el orden de un territorio y 185]), quien parece ser el indicado. En principio, comenta que "el término
el de gobernados y gobernantes. El par orden/desorden, solidario del par <<normal» pasó a la lengua popular y se naturalizó en ella a partir de los
mismidadlotredad, comienza a apreciarse como forma de análisis político. vocabularios específicos de dos instituciones, la institución pedagógica y la
Para la mismidad, o para lo que una sociedad ha aceptado como lo normal, institución sanitaria".
~~ lo que se corra de la norma es lo otro: el loco, el vagabundo, el enfermo, el De este modo, y pensando el siglo XIX, eje temporal de nuestro trabajo,
extranjero. Estos constituyen el rostro del desorden, rostro que habrá que Canguilhem (1966 [1978: 185]) va a decir que, para ese siglo, con la noción
devolver al espacio de lo normal. La vigilancia será la técnica. En Vigilar y de normal se quiere "designar el prototipo escolar y el estado de salud
castigar, Foucault (1975 [2005: 199]) escribe que en una ciudad apestada se orgánica". La norma fija instituye un modelo, una racionalidad, que debe
realiza "una estricta división espacial: cierre, naturalmente, de la ciudad y experimentarse como un "bien". El buen alumno es el que cumple con las
del «terruño», prohibición de salir de la zona bajo pena de la vida, sacrificio normas pedagógicas, como el hombre sano "cumple" con las normas de la
de todos los animales errantes; división de la ciudad en secciones distintas salud. Cuando esto se lleva a cabo se desemboca en una "normalización".
en las que se establece el poder de un intendente". "Normar, normalizar, significa imponer una exigencia a una existencia"
Gobernabilidad absoluta que implanta un poder de vigilancia que de- (187). Exigir, en este medio, debe interpretarse como un esfuerzo por cam-
vuelve un saber. Este saber dice qué hacen y cómo actúan a cada instante biar de una posición "natural" a una que no lo es; es modificar un estado
los individuos. Así, gobierno y vigilancia permanente serán las tekhnai , las por otro que viene impuesto. Este cambio se le exige a aquello que niega su
t écnicas de un poder que se vuelve omnisciente y omnipotente. Se prepara
184 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 185

~~~ \,J.ti ( 3. Enfermedad y poder epistemológico


-
correspondencia con la norma, que se diferencia de ella. Por tal motivo, la
"norma se propone como un posible modo de unificación de una diversidad,
de reabsorción de una diferencia, de arreglo de un diferendo" (187). Unificar, Habíamos reparado en Foucault y en sus análisis sobre la preparación
reabsorber y arreglar son verbos que hay que incluir en el relato político. de una ciudad frente a la peste. En ese análisis quedó subrayada la puesta
En efecto, se unifica lo que se presenta múltiple, se reabsorbe lo disperso, se en marcha de toda una ingeniería o técnicas de vigilancia en función de
corrige lo que luce desviado. Hacia la multiplicidad, lo disperso y desviado evitar la propagación de la enfermedad. Recordemos:
se va con políticas de normalización. La medicina, en este aspecto, es una
técnica de normalización. Excede el campo de la enfermedad, "absorbe" No circulan por las calles más que los intendentes, los síndicos,
otras tareas y responde a políticas de seguridades sociales. La norma, dice los soldados de la guardia, y también entre las casas infectadas, de
Foucault (1999 [2001: 57]), "es un elemento a partir del cual puede fundarse un cadáver a otro, los "cuervos" [... ] que transportan a los enfermos
y legitimarse cierto ejercicio del poder". entierran a los muertos. (Foucault, 1975 [2005: 199])

La marcha de la peste, en este caso, comienza a componer una espacia-


2.1. Poderes múltiples: micropoderes lidad particular y un modo de distribución de los habitantes, con el motivo
de materializar un "territorio", definido como el lugar donde recae una
Ante estas afirmaciones se puede conjeturar que las epidemias instalan disciplina. Ese recorte espacial y de redistribución de lugares al mismo
en el corazón de la comunidad una amenaza médico-política, cuya conse- tiempo polariza y jerarquiza: el interior/el exterior; el que vigila/el vigilado;
cuencia demarca un centro y un margen. En el centro quedará el poder el enfermo/el sano.
burocrático y los sanos, mientras que en la periferia, la multiplicidad Ahora bien, esta distribución de individuos prepara, según Foucault, el
contagiada. Esta tiene que ser conducida a una unidad, como lo otro a la ideal de gobernabilidad. Medicina y política se reúnen y hallan canales de
mismidad, porque, según Foucault (1975 [2005: 222]), la multiplicidad es comunicación para enfrentar el potencial desorden creando un "orden disci-
"mucho menos manejable que una unidad[ ... ] a causa de esto, la disciplina plinario". Este, a partir de la distribución de los cuerpos, intenta evitar las
fija; inmoviliza o regula los movimientos; resuelve las confusiones; las aglo- mezclas e individualiza, pues con la disciplina se "llega a tocar los propios
meraciones compactas sobre las circulaciones inciertas[ ... ] debe neutralizar átomos sociales, eso es, los individuos" (Foucault, 1964 [1993: 58]). Es lo que
los efectos de contra poder que nacen de ella y que forman resistencia al poder se denominó anátomo-política. En este sentido, la disciplina es una táctica,
que quiere dominarla: agitaciones, revueltas, organizaciones espontáneas, ya que es "una manera determinada de distribuir las singularidades" (Fou-
coaliciones; todo lo que pueda depender de las conjunciones horizontales". cault, 2003 [2005: 95]). Distribución en el espacio y extracción de saberes
La disciplina ataca estas horizontalidades porque lee en ellas el movi- son las cualidades de esta táctica. Saber y poder quedan así entrelazados
miento inútil, antiproductivo y peligroso. Para ello dicta estatutos, reglamen- en un ejercicio "positivo del poder", porque esta táctica de poder devuelve
tos. Todos estos son dispositivos que requieren el ejercicio y circulación de un cúmulo de conocimientos. Foucault, frente a la visión generalizada del
micropoderes: el poder médico, el poder político, el poder de los adinerados, poder definido negativamente, intenta mostrar el rostro positivo de este.
etc., ya que el poder no es "lo que alguien tiene, y tampoco lo que emana de Cuando se menciona al poder en términos negativos o jurídicos, se lo explica
alguien. El poder no pertenece ni a una persona ni, por lo demás a un gru- siempre como prohibición, como regla, como el "tú no debes". En cambio,
po; solo hay poder porque hay dispersión, relevos, redes, apoyo recíprocos" el poder positivo es productor de una serie de conocimientos. La práctica
(Foucault, 2003 [2005: 19]). Esta afirmación rechaza cualquier consideración pedagógica y la medicina son expresiones de una tecnología de la vigilancia,
que ligue al poder a una armazón piramidal jerárquica o a un Ojo Estatal. y también de un poder positivo, por ejemplo: "La escuela cristiana no debe
El espacio del poder es ajeno a la verticalidad. El poder, en síntesis, es un simplemente formar niños dóciles; debe también permitir vigilar a los pa-
ejercicio de múltiples actores. Aunque el Estado esté presente hay otros dres, informarse de su modo de vida, de sus recursos, de su piedad, de sus
circuitos y mecanismos de dominación que colaboran. Foucault habla de costumbres" (Foucault, 1975 [2005 : 214]).
los "mecanismos de poder que funcionan en el taller entre el ingeniero, el Con estas técnicas se extrae un saber, un saber de la mala conducta del
capataz y el obrero" (Foucault, 1978 [1992: 122]). niño, pero también un saber sobre los movimientos de los padres.
En el caso de la medicina, más precisamente del saber de la medicina
psiquiátrica, Foucault¡expresa que este "se formó a partir de un campo de
\ (J9t6 [l~~(,: lsS-H<.,])
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186 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 187

observación ejercida práctica y exclusivamente por los médicos que deten~ lograr "la utopía de la ciudad perfectamente gobernada" (202). Entonces
el poder en un campo institucional cerrado" tfi'oueal!lli , 1Q7i!l [1.996. 135-13 . es preciso un doble gobierno: uno sobre el cuerpo enfermo y otro sobre el
El poder, así visualizado, genera y produce saber. Es lo que enuncia el espacio comunitario, lugar de asimilación del terror a la enfermedad. En
filósofo francés bajo la categoría de poder epistemológico, que es el "poder la provincia de Corrientes, por ejemplo:
de extraer un saber de y sobre estos individuos ya sometidos a la observa-
ción" (Foucault, 1978 [1996: 135]). Esta observación, además de permitir la La Comisión Central de Salud Pública, luego titulada Comisión
extracción de un saber, de iluminar y recortar un objeto para ser estudia- Permanente, ajustó al máximo la aplicación de medidas higiénicas,
do -el niño dentro de un aula; el enfermo dentro de un hospital o en una la limpieza general de la semidespoblada ciudad, la vigilancia de ca-
epidemia cuando es sometido a normas determinadas; el trabajador dentro sas y calles, al establecer jefes de manzanas y rondas de inspección.
(Scenna, 1975: 188)
de una fábricaj realiza el sueño de una política de homogeneización, pues
unifica la multiplicidad.
Así, inspección y vigilancia se agudizan y se posan no solo sobre el cuer-
po, también sobre un territorio. La ciudad de Buenos Aires, en marzo de
4. Poder de análisis, metáfora espacial y escritura 1871, realizó algo similar por medio de su Consejo de Higiene Pública que
designó "comisionados de manzana, alentó la formación de comisiones pa-
Centrémonos aún más en una epidemia. El remedio efectivo sobre ellas rroquiales y solicitó a los médicos la denuncia de los casos y la remisión de
parece ser el espacio recortado, fijo y fácilmente controlable, pues la buro- un informe diario" (Scenna, 1975: 224). Aquí aparece otro de los elementos
cracia política ve en los enfermos un peligro. Sin embargo, ser "peligros9 l ~'
constitutivos de un dispositivo disciplinario: el registro. Foucault (1975
[2005: 201]), refiriéndose a ello, habla de un "espacio cerrado, recortado,
no es un delito. Ser peligroso no es una enfermedad. No es un síntom~
(Foucault, 1964 [1995: 102]). Aunque el peligro parece instituirse a partir vigilado[ ... ] en el que los menores movimientos se hallan controlados, en
de lo irremediable del flagelo, y por el gesto de amenaza de los contagiados el que todos los acontecimientos están registrados". El registro o el asentar
y no contagiados, esto en realidad se ha ido construyendo a partir de "una por escrito confieren al acontecer una realidad que la volatilidad de la me-
remisión perpetua de lo penal a lo médico y recíprocamente" (102). Por moria impide. En cambio, la escritura fija en el tiempo, anula la fugacidad
ejemplo: el asesino como un enfermo y este como una amenaza social. del registro oral. El saber recogido por medio de la vigilancia y plasmado
Así, al temor que multiplica la epidemia, gobierno y medicina le adi- en la escritura va a establecer lo aceptado y lo prohibido. En este sentido,
cionan el temor de una legalidad positiva cuyo "éxito" se limita a evitar se vuelve papel-reglamento, papel-ordenanza, en fin, se vuelve dispositivo
los movimientos no previsibles y perpetuar lo que parecería ser el mayor de poder. Observemos un caso:
anhelo político: el orden. Escribe Foucault (1975 [2005: 201]): "La peste
Se hace saber a los dueños o encargados de casas de inquilinato o
como forma a la vez real e imaginaria del desorden tiene por correlato mé-
conventillos, hoteles, fondas, fondines, casas amuebladas y en general
dico y político la disciplina". La noción de disciplina, especialmente en el aquellos que recibieran personas de afuera a hospedar, que se hallan
siglo XIX, recordemos, se refiere al mecanismo de control de los individuos en el estricto deber de dar aviso por escrito a la Comisión, toda vez
distribuyendo el territorio. Este mecanismo fija en espacios, vigila, registra que en ella hubiera algún enfermo. (Citado por Scenna¡: 243)
en anotaciones diarias. Dice Foucault: "Contra la peste que es mezcla, la \ > ~ ~'TS
disciplina hace valer su poder que es análisis" (201). Desde su semántica, La normativa por escrito formará parte de un plexo de dispositivos
el término "análisis" nos remite a "deshacer", "examinar con detalle un que devuelve un saber. El registro y el relevamiento de los casos mórbidos
problema", pero también "libertar". Es decir, frente a la heterogeneidad, a quedan anotados para dejar un saber sobre la zona más afectada, sobre la
(~multiplicidad y a la mezcla, producto de la peste, es necesario deshacer cantidad de enfermos, la clase social de pertenencia, etc. La escritura es
\!y'rnultiplicidad y examinar detalladamente. Pero lo que la tarea analítica un dispositivo de control adoptado por la voluntad político-médica en su
pretende es libertar, sacar a la luz lo que subyace en la oscuridad de la afán de vigilancia.
confusión, desocultar lo oculto: normalizar. Para normalizar la confusión,
darle unidad a la multiplicidad y pureza a las mezclas, el á mbito político,
fusionado con el de la medicina, intentará reordenar el territorio social, para
- --- -~-----------------------------------------------------------------------------------------------

188 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 189

5. Historia de la medicalización rostro de la multiplicidad y de la heterogeneidad que deambula por la ciu-


dad. Así, el miedo de la ciudad es miedo, entre otras cosas "a las epidemias
Ahora adentrémonos en la relación entre higiene y desorden. Para tal urbanas, a los contagios cada vez más numerosos que se van extendiendo
fin, se utilizará la historia que hace Foucault de cómo comienza la higiene por la ciudad; miedo a las cloacas, a las cuevas sobre las que se construían
pública y cuáles son sus fines. Lo que realiza es un detalle cronológico de la las casas expuestas al peligro de desmoronarse" (Foucault, 1977 [1996: 94]).
medicalización: red en la que quedan envueltos dentro de la práctica médica Si bien hay temor a la multiplicidad, también lo hay al entorno. Expresa
los comportamientos, las conductas y el cuerpo humano. Según Foucault, Foucault: "La medicina urbana no es realmente una medicina del hombre,
del siglo XVII en adelante, cada vez más la existencia de las personas está del cuerpo y del organismo, sino una medicina de las cosas: es una medicina
encerrada en esa trama medicalizadora, de la cual percibe tres etapas: "la ~ las condiciones de vida del medio de existencia" (99). La importancia
medicina del Estado", "la medicina urbana" y la "medicina de la fuerza ~ estas apreciaciones está en comprender que la medicina tomó impulso
laboral". Para nuestro desarrollo recorreremos las dos últimas etapas, que Científico "a través de la socialización de la medicina, del establecimiento
son los modelos atenuados de la primera: la medicina del Estado que surge de una medicina colectiva, social, urbana" (94). Estos criterios permiten
en Alemania. Sus características sobresalientes pueden resumirse en que entrever que la medicina atravesó una serie de pasos antes de ser científica.
la enseñanza médica y la función de la medicina son controladas por la ad- Primero fue del análisis del medio a lo que este ejerce sobre los organismos;
ministración estatal. Se produce una verdadera normalización, puesto que, luego, al examen del organismo propiamente dicho. El "atractivo" de estas
además, el Estado controla "los programas de enseñanza y de la concesión expresiones se encuentra en que estos marcos teóricos se patentizan en
de títulos. La medicina y el médico son, por lo tanto, el primer objeto de otras fronteras. En efecto, a pesar de que el paisaje urbano del siglo XVIII
la normalización" (Foucault, 1977 [1996: 90]). Otro dato a subrayar es que que describe Foucault es francés, no discrepa demasiado respecto de lo
no es el cuerpo del trabajador como energía aquello que le interesa a esta acontecido con la fiebre argentina del siglo XIX. La razón es que la medicina
medicina burocrática, sino "el propio cuerpo de los individuos que en su urbana tiene como objetivos el análisis de "los sectores de hacinamiento, de
conjunto constituyen el Estado. No se trata de la fuerza laboral sino de la confusión y de peligro en el recinto urbano". Además del control "no de la
fuerza del Estado frente a sus conflictos, sin duda económicos pero también circulación de los individuos sino de las cosas o de los elementos, especial-
políticos, con sus vecinos" (91). mente el agua y el aire" (97).
La segunda etapa de la medicina social, la llamada "medicina urbana", Ahora bien, en la tercera etapa de la medicalización, el blanco es el indi-
fue "un perfeccionamiento, en la segunda mitad del siglo XVIII, del esquema viduo, porque es la "materia" peligrosa. Él transporta el peligro: en su estado
político-médico de la cuarentena" (Foucault, 1977 [1996: 96]); y el principal social, porque es pobre; en su cuerpo, porque está enfermo; en sus ideas,
objetivo "consistió en analizar los sectores de hacinamiento, de confusión y porque puede tener una ideología. Foucault (1977 [1996: 101]) denomina a
de peligro del recinto urbano" (97). esta tercera orientación medicina de la fuerza laboral y expresa que "puede
Entre las condiciones de posibilidad o históricas que tiene en cuenta ser analizada a través del ejemplo inglés. La medicina de los pobres, de la
Foucault para el advenimiento de la medicina urbana están los factores fuerza laboral, del obrero, no fue la primera meta de la medicina social, sino
económicos y políticos que se manifestaron en las ciudades del siglo XVIII la última". La utilidad que le prestaban los pobres a la ciudad, o el hecho
cuando quisieron organizarse alrededor de un poder único y homogéneo. de haber sido funcionales al sistema, los había invisibilizado como agentes
Es decir, cuando el factor económico comienza a imperar y la ciudad se portadores de peligro. Sin embargo, esta mirada complaciente tuvo un fin.
convierte en el foco que reúne el desarrollo comercial, local e internacional, Este aconteció cuando se visibilizó al pobre como factor de desequilibrio
va a requerir de "mecanismos de regulación homogéneos y coherentes" social a causa de la epidemia de cólera que se inicia en París en 1832 y se
(Foucault, 1977 [1996: 93]). En cuanto al factor político, aquello que inicia la disemina por toda Europa. A propósito, Foucault explica que con ella "cris-
movilización de los poderes es la multiplicidad de rostros que se desplazan talizaron una serie de temores políticos y sanitarios con respecto a la pobla-
por las capitales en el siglo XVIII, y ocasiona tensiones y enfrentamientos ción proletaria o plebeya" (101). Estos temores fueron canalizados en una
"entre ricos y pobres, plebe y burguesía" (93). división territorial, separando espacios urbanos para ricos y pobres, pues se
Es fácil notar que estas tensiones vividas en Francia pueden repetirse pensó que "la convivencia de pobres y ricos en un medio urbano entrelazado
en otros lugares si las condiciones históricas guardasen semejanzas. En constituía un peligro sanitario y político" (101). Otra vez el temor hermana
nuestro país la mezcla, traducida en inmigración, dejó al "descubierto" el medicina y orden político; este, a su vez, trazará fronteras a partir de ligar
190 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 191

pobreza y morbidez. La lucha contra la enfermedad se libra vigilando al


cuerpo y a la comunidad. Hay algo entonces semejante a una insurrección,
a la pérdida de un orden. Esto puede sonar menos descabellado si se recurre
al campo semántico del verbo curar en francés: guérir. Dice Canguilhem
- 6. Circularidad, a priori histórico
y condiciones de posibilidad de la mirada médica

Ahora bien, las afirmaciones precedentes, a través de las categorías


l
~ (1989 [2004: 73])/ que ese verbo significa "proteger, defender, equipar -casi introducidas por Foucault, continuarán trabajándose bajo el panorama
1 militarmente- contra una agresión o sedición[ ... ] curar es guardar, poner médico-social que se presentó cuando se desarrollaba la epidemia de Bue-
a cubierto". Más aún, es "un proceso de oposición, de lucha, de dominación" nos Aires.
(Foucault, 1977 [1996: 52]). Vale aclarar que aunque Foucault se refiera Se tomará como marco regulativo y comparativo el relato que se hiciera
a lo que sería "curar" para los comienzos de la psiquiatría, sin embargo, sobre algunas singularidades europeas acerca de la medicina social, tenien-
como Canguilhem, lo hace en términos de agon: lucha, contienda, disputa, do en cuenta que toda respuesta a las epidemias, junto a la confusión y el
según la lengua griega. desorden que generan, es político-higiénica, y su propósito es evitar el caos.
Antes de concluir este apartado habría que señalar, por cuestiones Este propósito circula en torno de una tarea de apropiación, apropiación
temáticas y cronológicas, algo acerca de la biopolítica. Este término alude l de lo que aparece como diferente, múltiple e ininteligible. La apropiación
a un control poblacional centrado en lo que atañe al hombr mo e p c1e parece ser una propiedad de la ciencia moderna y del sistema capitalista.
biológica (nacimientos, epidemias, mortalidad). Foucault 005: 15) expresa Esta ciencia se apropia de la naturaleza para modificarla, transformarla.
que la biopolítica o biopoder se inaugura en el siglo XVIII, y es e 'conjunto de En tanto, el sistema capitalista se apropia de materias primas, de la mano
mecanismos por medio de los cuales aquello que, en la especie humana, cons- de obra, de los cuerpos, de los tiempos.
tituye sus rasgos biológicos fundamentales podrá ser parte de una política, Más aún, por alguna clase de pavor, las instituciones necesitan apropiarse.
una estrategia política, una estrategia general de poder". Ahora bien, este de lo que se les presenta enigmático. Este enigma mueve a una apropiación
poder sobre la población no viene a desplazar al poder anátomo-político sino po1 tica. Pero esta apropiación conduce a un saber. Gadamer (1993 [1996:
a constituir dos polos de poderes sobre la vida. El primer polo "fue centrado
en el cuerpo como máquina: su adiestramiento, el aumento de sus aptitudes,
l¡ 52 al explicar- que las ciencias modernas de la naturaleza "no se basan en
la xperiencia del equilibrio, sino en la de la construcción planificada", une
la extorsión de sus fuerzas, el crecimiento paralelo de su utilidad y docilidad, toda actividad al cálculo y al dominio. Esta inclinación al cálculo, cercana
su integración en sistemas de control eficaces y económicos, todo ello quedó a cuestiones materiales, como pueden ser "prácticas administrativas, sani-
asegurado por procedimientos de poder característicos de las disciplinas: tarias" (Albano, 2004: 45), hacen viable la conjunción horizontal del campo
anátomo-política del cuerpo humano. El segundo polo, formado algo más médico y el político, pues entre ambos constituyen objetos de saber y terri-
tarde, hacia mediados del siglo XVIII, se centró en el cuerpo-especie, en el torios de dominio. Así, la fiebre en Buenos Aires nos ha dejado una serie de
cuerpo transido por la mecánica de lo viviente y que sirve de soporte a los saberes: saber sobre el inmigrante, que a su vez abre un saber sobre cuáles
procesos biológicos: la proliferación, los nacimientos y la mortalidad, el nivel serían los límites que separan lo mismo de lo otro; un saber arquitectónico,
de salud, la duración de la vida y la longevidad, con todas las condiciones edilicio; un saber urbano. Saberes que no emergen a priori de un sujeto
que puedan hacerlo variar. Todos esos problemas son tomados a su cargo distante de la vida material, sino del intercambio entre prácticas sanitarias
por una serie de intervenciones y de controles reguladores: una biopolítica y administrativas. Saberes que generan diagramaciones, interrupciones,
de la población" (Foucault, 1976 [2008: 131-132]). conexiones, bifurcaciones o divisiones urbanas, como la ocasionada por
A raíz de estas impresiones, hay que remarcar que las expectativas de la epidemia de cólera de 1832 en París, la cual dividió "el recinto urbano
este esc:tito'SegÜirán..u15ícándose en la vigilancia acorde al modelo disci- en sectores pobres y ricos" (Foucault, 1977 [1996: 101]). A este respecto
plinario y su relación con la higiene pública en cuanto ordenamiento de la la preocupación y tarea de la medicina social se condujo hacia el peligro
multiplicidad, lo que no implica desconocer la interrelación manifestada. comunitario y el mantenimiento del orden frente a la mezcla y diversidad.
Habría que destacar que en Buenos Aires, hacia fines del siglo XIX, hay
una importante circulación de bienes y de individuos. Podría preguntarse:
¿cuáles son las condiciones históricas que atraviesa Argentina? ¿Cuál es el
a priori histórico que es condición de posibilidad de algunos desplazamien-
tos, como también de normativas e imposiciones positivas que parecieran
192 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 193

encontrarse a medio camino entre el saber y el poder? Para ello, tengamos agropecuaria, y luego agrícola, con la llegada del inmigrante. Estos factores
presente que en 1871, además de la circulación invocada, circulan los resi- conformaron una elite de fuerte tendencia oligárquica y liberal, con una
dentes del país, los inmigrantes de diversas nacionalidades, los afectados por posición ambigua frente al inmigrante: a la vez que requiere sus brazos,
la fiebre. También circulan teorías (positivismo, evolucionismo). Comienzan le teme. Hay que tener en cuenta que en esa segunda mitad del siglo XIX
a circular las personas de mayor nivel económico en busca de barrios libres resulta importante la influencia de concepciones teóricas fortísimas como
del flagelo. Estas circulaciones definen los rasgos propios de un topos, de una el positivismo, el organicismo y el evolucionismo. Estas referencias, sucin-
geografía, no solo afectada por una enfermedad, sino también por otras con- tamente, labran el a priori histórico local de aquellos años.
diciones: a) económicas, si pensamos en la creciente economía y la búsqueda
de la Argentina por lograr una buena posición mundial; b) sociales, debido
a la inmigración; e) políticas, debido a la intromisión de ideas anarquistas 7. Higienismo: nomadismo y urbanismo
y socialistas, y d) científicas, que se deben al rol de la medicina higiénica y
a las teorías que penetran en el país. Pero estas condiciones de posibilidad Ahora bien, una vez condensado el a priori histórico argentino del si-
además generan tensiones y sospechas. Son estas condiciones que parecen glo XIX, se tendría que pensar cómo los conflictos generaron corrimientos
querer consolidar determinadas asociaciones. Quizá no sea fortuito el dis- geográficos. Asimismo, ver de qué manera en Buenos Aires se ejerció una
curso de José Ramos Mejía cuando afirmaba que el mestizo de nacimiento asistencia fiscalizada similar a la realizada con la ''ley de pobres" inglesa,
era un mestizo moral. Su intención parece clara: naturalizar la asociación la cual asistía y vigilaba. Entonces, tenemos una epidemia rodeada de un
entre emigrado y conducta moral. Asimismo, para pensar estas sanciones panorama político-económico de desarrollo creciente y una administración
discursivas hay que "pensar los discursos como acontecimientos sociales, burocrático-institucional disconforme y temerosa de la multiplicidad. Estas
incardinados en la historia y como objetos de sentido que expresan una condiciones socio históricas brindan un ambiente peculiar para dar respues-
determinada coyuntura histórica, al tiempo que la constituyen. No se trata ta a la fiebre. Para repensar el corrimiento y la vigilancia en ese momento
de una función representacionista, donde el discurso viene a transparentar histórico, se va a considerar, desde Foucault, el papel del higienismo, los
una determinada realidad, sino que, por el contrario, es un elemento de su modelos médico-políticos como los de la lepra y la peste, y las orientaciones
construcción" (Colombani, 2008: 46). de la medicalización: medicina urbana y medicina de la fuerza laboral.
Ahora bien, el discurso de la medicina higiénica se origina en ciertas Para empezar, las epidemias son enfermedades que se establecen en
condiciones que a la vez que posibilitan la constitución de la "realidad" se regiones enteras e introducen un universo simbólico que se amplía a la par
va constituyendo a sí mismo. El discurso prescriptivo que circulaba en aquel del terror cuantitativo que despiertan. Son morbosidades "nomádicas", del
1871 en Buenos Aires giraban en torno a mantener el aseo en las calles y mismo modo que ellas transitan, generan movimientos. Los corrimientos
en las casas, airear las habitaciones, tratar de evitar los cambios súbitos, territoriales producidos en aquella Buenos Aires dan cuenta de ello. Toda
tomar alimentos de "buena naturaleza" en cantidad conveniente y no ex- una parte de la estructura urbana es trastocada por el mal epidémico.
cesiva; conservar las costumbres buenas y abandonar las malas; evitar los Este distribuye y asienta, territorializa y desterritorializa. La distribución
excesos de toda especie y tener una "vida arreglada", no dejarse dominar por parece llevar en sí una "racionalidad intrínseca", racionalidad guiada por
pesares y tristezas, sustraerse a las emociones morales vehementes; en fin, directrices socioeconómicas, basadas en las diferencias de clases sociales,
vencer el miedo que inspira la epidemia. Desde estas sugerencias, se gestan y por el lugar de vivienda de los individuos. Recordemos que los barrios de
objetos de saber y se produce, entre saber y poder, un círculo epistemológico asentamiento de los ciudadanos de mayor poder adquisitivo de Buenos Aires
que no responde al denominado "progreso del intelecto" o "avance científico". estaban cercanos al puerto. A pesar de ello, por cuestiones que podríamos
En efecto, los "objetos no existen por sí mismos, sino como configuraciones clasificar en estéticas, comerciales e higiénicas, se produjeron modificaciones
lógicas que emergen de una episteme determinada bajo ciertas condiciones que cambiaron el panorama territorial. Este cambio, a pesar de acentuarse
de visibilidad e inteligibilidad determinadas por el campo perceptivo del en forma importante con el advenimiento de la fiebre, había comenzado a
cual emergen" (Albano, 2004: 44). percibirse con anterioridad. Y este "antes" coincide con la llegada de gran
Por otra parte, para pensar la noción de a priori histórico en la Argen- cantidad de inmigrantes. La vivienda en la que se instalaron los hombres
tina de aquella mitad del siglo XIX hay que recordar que el país deseaba y mujeres recién llegados al país fue el posteriormente llamado conventillo.
acompañar el avance del capitalismo desde una economía, en principio, Estas edificaciones se construyeron con la astucia económica de los que
194 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 195

"saben" lucrar con necesidades ajenas. En los conventillos, antes de que los los conventillos sean desalojados irremisiblemente en el término de cinco
inmigrantes comiencen a deambular por las calles de Buenos Aires, resi- días desde la fecha, pasado el cual se procederá al desalojo de ellos por la
dían los ciudadanos adinerados. Grandes casonas, con varias habitaciones fuerza" (369-370). Aquí surgen dos cuestiones: la primera enmarca el en-
y suntuosos patios, era la residencia de los nuevos ricos agrupados en dos lace entre pobreza (en los conventillos habitaban los pobres e inmigrantes
clases: una primera, compuesta por la vieja sociedad porteña; y, la segunda, o ambos) y enfermedad. Segundo, reaparece el fantasma de la exclusión,
por los inmigrantes que lentamente acrecentaban sus ganancias. mecanismo propio de la lepra. Estas consideraciones, tomando en cuenta
Delante de este mapa socioeconómico y de la epidemia en la ciudad, el recorrido de la fiebre de 1871, permiten imaginar la presencia de ambos
podemos preguntar de qué modo procedió la medicina social en su faz de modelos: el de la lepra y el de la peste. Solo reseñaremos que este último,
higiene pública. También preguntar qué sucedió con los juegos de territoria- en tanto modelo médico-político, "tomó el relevo de la lepra como control
lización y desterritorialización, entendiéndolos como desplazamientos que político [ ... ] la peste corresponde a uri proceso histórico muy importante
instituyen límites y jerarquías sociales al interior de un espacio geográfico. que, en una palabra, yo llamaría la invención de las tecnologías positivas
Bajo tres causas, dijimos, se podría encuadrar el proceso de desterrito- de poder. La reacción de la lepra es una reacción negativa; de rechazo,
rialización o distribución urbana que se dio a partir de 1860. Una de esas exclusión, etcétera. La reacción a la peste es una reacción positiva; una
causas fue estética, ya que los barrios del sur comenzaban a ser zonas poco reacción de inclusión, observación, formación de saber, multiplicación de
atractivas, en principio por el paisaje propio de la ciudad, luego por el perfil los efectos de poder a partir de la acumulación de la observación y el saber"
de la gente que comenzaba a habitarla: los inmigrantes. La segunda fue (Foucault, 1999 [2001: 55]).
comercial, pues el abandono de las viejas casonas por viviendas más opu- Ahora bien, dos tipos de corrimientos terminan reestructurando el pano-
lentas -en barrios que luego mostrarían la pertenencia a una determinada rama urbano de Buenos Aires. El primer corrimiento es el que corresponde
clase social (Recoleta o Belgrano)-, además de un anhelo estético, tuvo un a la creación de zonas de gente adinerada, la cual, por ser justamente
interés comercial. Esas enormes casas, una vez modificadas y con una renta adinerada, pudo huir de la fiebre. El otro corrimiento se debió al desalojo
accesible, se transformaron en el lugar de alojamiento para varias familias. de los conventillos, cuya consecuencia inmediata radicó en el vagabundeo
Si bien la renta era escasa, las antiguas habitaciones generalmente se sub- y desamparo de sus habitantes, debido a que esas edificaciones fueron
dividieron con el fin de hacer de una habitación,- dos , lo que acrecentaba sospechadas de ser focos mórbidos. El resultado del primer corrimiento
las ganancias. fue una reterritorialización y unajerarquización de orden político-cultural
La última causa de esta desterritorialización, se podría denominar hi- que ahondó las demarcaciones entre clases sociales. Escribió Leandro Ruiz
giénica. Fue la epidemia, y su carga simbólica, la que condujo a los antiguos Moreno (1949: 119-120): "Una tercera parte de la población de Buenos Aires
moradores de la zona ribereña a los suntuosos barrios de Palermo o Recoleta. [ ... ]huyó despavorida[ ... ] La gente cuya posición era pudiente fue la que
Se puede confiar en que esta última causa, relacionada con los desastres de . primero inició el éxodo, buscando por todos los medios posibles salir cuanto
la epidemia y su vínculo con la muerte, profundizó las diferencias sociales. antes de la ciudad".
Solamente aquellos que por sus posibilidades económicas podían mudarse Ello favoreció a que lugares como Olivos, Belgrano y San Isidro se po-
lo hacían. En cambio, los que no tenían dónde ir se aferraban a las humildes blasen de personas de fuerte poder adquisitivo. No olvidemos que la "plas-
piezas y exiguas pertenencias, aunque la enfermedad continuase. Ahora mación de un espacio exterior es siempre solidaria con un espacio mental"
bien, la "enfermedad" en tanto empieza a percibirse como un peligro, se (Colombani, 2008: 138). En efecto, estos corrimientos corresponden a nuevas
transforma en el soporte material de un dispositivo disciplinario, que, en representaciones psicológicas. La representación simbólica que trajo el pe-
este caso, distribuyó y fijó a los individuos por su nivel económico. ligro de la enfermedad y su enlace con un determinado tipo de individuos
Por otro lado, quizá no fueron azarosas algunas disposiciones introdu- concluyó en un alejamiento mental y territorial. La distancia, en el sentido
cidas por el gobierno para desalojar los conventillos. La ignorancia de las geográfico, comienza cuando se piensa al otro en la fusión indisoluble entre
razones de la epidemia llevó a suponer que el núcleo del flagelo se asentaba enfermo e inmigrante. A su vez, se realiza una redistribución que separa
y se disparaba desde esas precarias viviendas. Una de las disposiciones del y divide, que diferencia y reduce las mezclas. Al quedar dividida la ciudad
Concejo Municipal (citada por Scenna, 1975: 369) decretaba que "los conven- en espacios para ricos y para pobres, el poder higiénico lleva adelante una
tillos han sido y son el foco donde la epidemia se desarrolla terriblemente, vigilancia analítica.
contaminando al vecindario". A continuación se ordenaba lo siguiente: "Que En lo relativo a la vigilancia habría otro dispositivo -ya mencionado-
196 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 197

que acrecienta su eficacia: la escritura. Para aclarar este concepto se puede de Buenos Aires, en la sesión del 14 de junio, con el fin de reglamentar los
tener en cuenta una memoria presentada a la Municipalidad por la deno- conventillos, señalados como focos infecciosos, expresó en el artículo 1º:
minada Comisión de Salubridad de la parroquia del Socorro en el período "Las casas de inquilinato en general antes de ser habitadas deberán ser
1871-1872. En esa memoria (recordemos que el registro escrito formaba blanqueadas interior y exteriormente, con dos manos de cal y sus puertas
parte del modelo político de la peste) fueron registrados desde el nombre y y ventanas pintadas al aceite". El artículo 6º decía: "Toda habitación debe-
apellido del primer fallecido hasta el último, como también la nacionalidad rá tener una ventana o en su defecto un ventilador sobre la puerta". Pero
y domicilio. Rápidamente se pudo contabilizar cuántos hombres y mujeres no solo lo edilicio estuvo bajo la vigilancia de los poderes médico-políticos,
murieron, hasta llegar a registrar los fallecidos en cada calle de la parroquia también sus habitantes. A ellos se les adjudicó la responsabilidad del mal.
y en cada cuadra. Después, por supuesto, se calculó el total. El registro El mal trato hacia los inmigrantes quedó asentado en la sesión ordinaria
resulta así de una vigilancia extrema. Por ejemplo, la Comisión multiplicó que celebró el Concejo Municipal el 30 de marzo de 1871. Esa sesión deja
las visitas domiciliarias, y fii ~~da su atención en los conventillos y casas constancia de "la queja del señor cónsul de Italia, acerca del desalojo a que
de inquilinato. Obviamente esta vigilancia plasmada en un registro '---"' habían sido obligados algunos de sus conciudadanos".
escrito devolvió un determinado saber. La observación alerta y cuidadosa 1 Amontonamiento y pobreza bastan para originar desconfianza ante ese
conserva un aspecto gnoseológico, el cual refuerza un ejercicio del poder, otro pobre o extranjero, de extraño idioma y costumbres. Escribe Miguel
solidarizando dos órdenes: el epistémico y el político. Ángel Scenna (1975: 319):
Por otra parte, cuando todavía no se sabía con exactitud la causa de la
fiebre y se la vinculaba a cuestiones miasmáticas, o se les adjudicaba a los Los inmigrantes desalojados eran dejados literalmente en la calle.
residentes que padecían un cotidiano hacinamiento, se llevaron adelante No se les daba ningún refugio a cambio. No se preveía para ellos el
medidas que intentaban ejercer el poder en determinados espacios. Por menor alojamiento. Los dejaban sin techo, a la intemperie, sin atender
ejemplo, el aseo pasó a ser esencial en el discurso de los higienistas, como a su alimentación y asistencia. ~ &
también ventilar las habitaciones y alejarse de los lugares húmedos y ba-
De este ~odo, el inmigrante sufre un nuevo desarraigo [ ns-4xtoc~::CA
de Sarmiento, Allison Williams Bunkley -según el relato ~::.ac:J. ~~rma que
jos. Estas medidas higiénicas y normativas atacaban con mayor crudeza
al sector sospechoso de introducir el flagelo. Así, "casualmente" la descon-
fianza se convierte en certeza en el momento en que se reafirma la triple se terminó responsabilizando a los inmigrantes de Italia por la epidemia.
conjunción inmigrante-pobreza-enfermedad. Cuando había conflictos entre Además de ser despedidos de sus empleos, deambulaban por las calles sin
los miembros de la Comisión de Higiene y los inquilinos inmigrantes de los un lugar fijo donde ir. Podían morirse en la intemperie y sus cuerpos no ser
conventillos, generalmente los relatos tenían para ellos palabras insultantes recogidos por largas horas. En esta actitud hacia el inmigrante aparece la
del tipo "muchedumbre fanática e inculta", "masas ignorantes". El conven- enfermedad como el dispositivo que, en manos de la mismidad, convierte
tillo, espacio del inmigrante y de la pobreza, iba a simbolizar el espejo de la la diferencia en una otredad.
morbosidad. De la misma manera como el sistema cloacal o los desaguaderos Así, quedan al descubierto una serie de prácticas y desplazamientos,
son fuente de enfermedades, aquí lo es el conventillo, quedando imbricadas como también un andamiaje ideológico y social que giró en torno a la crisis
arquitectura y fiebre amarilla. Así se inventa un otro al interior de la ciudad: que desató la fiebre amarilla. Aunque era bastante visible que la fiebre no
el inmigrante causante de la enfermedad. tenía destino fijo ni racionalidad alguna, sin embargo la enfermedad fue
Cabe agregar que el poder administrativo fue un eje central en la toma anexada a la pobreza y recriminada a una nacionalidad desde "fundamentos"
de decisiones drásticas. Consta en el acta de la sesión ordinaria que celebró médico-burocráticos. Quizá algo similar a lo sucedido en Inglaterra con la
el Concejo Municipal el 6 de febrero de 1871 que este le hace saber a la "ley de pobres". Allí, el aparato burocrático frente al temor a disturbios de los
Comisión Municipal "que podía disponer de la fuerza pública para hacer desempleados redistribuyó el espacio en barrios de ricos y barrios de pobres.
desalojar las manzanas infestadas por la fiebre amarilla, manifestando al
mismo tiempo que creía que ella debía proporcionar alojamiento a los que
no tuvieran recursos propicios para hacerlo". Conclusión
Es claro que el pánico también construye actitudes y formas de ejercer
el poder. Este se ejerció sobre el enfermo y su ámbito. La Municipalidad He intentado, a lo largo del escrito, plasmar que las pestes, o epidemias
en general, conllevan un terror que los gobiernos, apoyados en prácticas
198 Jorge Mallearel La medicina: historia, saber y poder 199

médico-higiénicas, prueban paliar y atenuar. En este sentido, se experi- cioculturales ficcionando la figura de un otro -el enfermo, el inmigrante, el
mentó la posibilidad de descubrir la alianza entre medicina y política. Esta pobre-, esa figura pasa a formar parte de lo oscuro, heterogéneo o áltero,
alianza, vimos, se forma a fin del siglo XVIII, cuando la medicina realiza el lo que debe iluminarse y visibilizarse, así como la mezcla ordenarse y cla-
desbloqueo epistemológico, el cual efectiviza en el "instante" en el que ella sificarse. Sobre esas mezclas recaerá un poder; en este caso, ese poder se
empieza a "considerar otros campos distintos de los enfermos, se interesó llevó adelante mediante práctica¡:; médico-políticas.
por otros aspectos que no eran las enfermedades y dejó de ser esencialmente
clínica para empezar a ser social" (Foucault, 1977 [1996: 77]). De este modo,
se recorrieron los períodos de la medicalización con el objetivo de develar la Referencias bibliográficas
connivencia entre la ciencia médica y el poder político-burocrático.
También se dijo que todo saber depende de condiciones de posibilida- ALBANO, S. (2004), Michel Foucault. Glosario epistemológico , Buenos Aires, Qua-
des históricas, descartándose así un objeto "puro", a priori, afirmando, en drata. ~

cambio, que cada época recorta "su" objeto, el cual no "existe" antes de ese ARTAUD, A. (1938), Le théatre et son double, París, Gallimard (trad. cast.¡: El teatro
y su doble, Buenos Aires, Sudamericana, 1964). ~
recorte. Las expresiones de Esther Díaz sobre la "locura" en las primeras
CANGUILHEM, G. (1966), Le normal et le pathologique. París, PUF (trad. cast.: Lo
páginas lo confirman.
normal y lo patológico, México, Siglo XXI, 1978).
Asimismo, junto a los argumentos esgrimidos, fueron mencionados los - (1989), Écrits sm la médecj ~ París, Seuil (trad. cast.: Escritos sobre la medicina,
dos modelos médico-políticos: el de la lepra y el de la peste, como también Buenos Aires, Amorrortu, 2004).
la diferencia entre un poder negativo, improductivo, y su contrario, un COLOMBANÍ)M.C . (2008), Foucault y lo político, Buenos Aires, Prometeo.
poder productivo, favorecedor de un "crecimiento" gnoseológico. De este DíAZ} E. (2003), La filosofía de Michel Foucault, Buenos Aires, Biblos.
modo, saber y poder quedan enredados en un círculo virtuoso. Por su parte FOUCAULT, M. (1966), Les mots et les choses. Une archéologie des sciences humaines,
el modelo de la peste abre la puerta a la sociedad disciplinaria con sus téc- París, Gallimard (trad. cast.: Las palabras y las cosas, México, Siglo XXI, 1996).
nicas de vigilancia y control sobre los cuerpos y sus movimientos. Foucault - (1975), Surveiller et punir. Naissance de la prison, París, Gallimard (trad. cast.:
denomina a estas técnicas anátomo-política. Esta modalidad disciplinaria Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Buenos Aires, Siglo XXI, 2005).
permite "conducir los efectos de poder hasta los elementos más sutiles y - (1976), Histoire de la sexualité, l. La volonté de savoir, París, Gallimard (trad. cast.:
más lejanos" (Foucault, 1975 [2005: 218]). Historia de la sexualidad. l. La voluntad de saber, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008). "
- (1978a), La verité et les form es juridiques, en Dits et écrits. 11. 1972-1975, ParJ'!J 7~
Recapitulemos: tecnologías de control, vigilancia y poder, períodos en
Gallimard (trad. cast.: La verdad y las formas jurídicas, Barcelona, Gedisa, 199t¡. 7)
el que se desarrolló la medicina luego de su desbloqueo epistemológico, - (1978b), Les mailles du pouvoir, en Dits et écrits. N. 1980-1988, París, Gallimard
modelos médico-políticos, a priori histórico, todas estas nociones fueron las (trad. cast.: Las redes del poder, Buenos Aires, Almagesto, 1993). /
herramientas "manipuladas" con la intención de observar de qué manera - (1994a), Dialogue sour le pouvoir, en Dits et écrits, III. 1976-1979, Parls, Gallimard t7
determinadas condiciones favorecían a las producciones de poder y de saber, (trad. cast.: Un diálogo sobre el poder, Madrid, Alianza, 1995).
como también a imposiciones normativas y desplazamientos territoriales. - (1994b), La vie des hommes infames , en Dits et écrits. III. 1976-1979, París, Galli-
En efecto, la fiebre amarilla de 1871 fue un ejemplo de redistribución del mard (trad. cast.: La vida de los hombres infames, Buenos Aires, Altamira, 1996). ..
entramado urbano, además de dejar la construcción de obras de desagüe, - (1999), Les anormaux. Cours au ColÜge de France 1974-1975, París, Seuil-Galli- Ít..
cloacas, aguas corrientes y adoquinado de la ciudad de Buenos Aires. Asimis- mard (trad. cast.: Los anormales, Buenos Aires, FCE, 2001).
mo, dinamizó un conjunto de prácticas con el fin de hacer más gobernable (1992), Microfísica del poder, Madrid, La Piqueta. .....JI-
la ciudad y evadir el temor a la multiplicidad enferma. Esta multiplicidad, - (2003), El poder psiquiátrico, Buenos Aires, FCE, 2005(.\ ¡M m eoo /
frente a la mismidad, reproducía el rostro "inquietante" de la diferencia,
GADAMER, H.-G. (1993), Uber die Verborgenheit der Gesundheit, Frt ncfort!, Suhrkamp 1a
(trad. cast.: El estado oculto de la salud, Barcelona, Gedisa, 1996).
\ 1 de la otredadf Dice Foucault (1966 [1996: 9]): "La historia del orden de las Rurz MORENO, L. (1949), La peste histórica de 1871, Paraná, Nueva Impresora.
cosas sería la historia de lo Mismo, de aquello que, para una cultura es a
la vez disperso y aparente y debe, por ello, distinguirse mediante señales y
SCENNA, M.Á. (1975), Cuando murió Buenos Aires , Buenos Airesr-strea. 7)
recogerse en las identidades".
Por tanto, la dispersión o el desorden se convierten, para cualquier étJ' Úfl~ cJ
comunidad, en un gesto hostil. Si bien la comunidad crea distinciones so-
8. Ciencia y metáforas:
crítica de una razón incestuosa*

Héctor A . Palma

Era una metáfora. La metáfora es siempre la


mejor forma de explicar las cosas.
José Saramago, Todos los nombres

La razón occidental ha vivido obsesionada con varias prohibiciones fun-


damentales. Una de ellas es la de tolerar la irrupción de metáforas en el
lenguaje de las ciencias, bajo el supuesto de que tal componenda lingüística
implicaba una relación incestuosa, prohibida. No había problema alguno
en hablar con metáforas en el lenguaje corriente (de hecho ni nos damos
cuenta de eso porque hemos naturalizado su uso) y constituían un recurso
fundamental de la literatura y la retórica. Sin embargo, siempre hay algo
sospechoso e incómodo en las metáforas si se las relaciona con las ciencias,
siempre necesitan una coartada, algún permiso extraordinario para entrar
en un terreno que les está prohibido desde siempre. Y está claro por qué:
según el punto de vista tradicional, las ciencias se relacionan con el len-
guaje referencialmente riguroso , formalizado y controlado, mientras que
la literatura o la retórica, por su parte, se vinculan con la creatividad, la
asociación libre, la falta de límites lógicos y formales. Se trata, sin duda, de
visiones estereotipadas y cuasi mitológicas más que reales, pero que han
gozado de tanto alcance y difusión que propiciaron una suerte de pacto de
caballeros histórico y siglos de tranquilidad: la literatura (y la retórica)
con un dominio hegemónico sobre un t erritorio - hablando de metáforas-
que a la ciencia no le interesa; la ciencia, por su parte, en la búsqueda de
un lenguaje neutro y depurado, despreciando las expresiones figuradas o
desviadas. Sin embargo, se hace necesario un cambio de enfoque o perspec-

''' Este artículo lleva el mismo título que un libro en el cual se desarrolla exhaustiva mente el
tema (Palma, 2016). Las ideas centrales de este capítulo, con algunas di ferencias, se publi-
caron enHorne (2017 ).
[ 201]
202 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 203

tiva porque esa concepción de la razón que se ha cuidado de las metáforas en este contexto el agente atacante debe ser extirpado para preservar la
resulta demasiado estrecha, demasiado limitada y parcial. Justamente en armonía y la salud social.
este artículo se desarrolla una crítica al punto de vista tradicional, a esa Los tres argumentos precedentes (ubicuidad, lexicalidad y sistematici-
razón que se creía incestuosa si toleraba metáforas, entendiendo "crítica" dad) permiten esbozar la siguiente hipótesis de trabajo: las metáforas que
en el tradicional sentido kantiano, es decir, como "límite". De modo.que una utilizan los científicos (al menos una gran cantidad de ellas) dicen algo por
paráfrasis de nuestro subtítulo podría ser "los límites de una razón que se sí, y no como meras subsidiarias de otras expresiones consideradas literales
cree incestuosa si usa metáforas". y, por lo tanto, tendrían funciones cognoscitivas y epistémicas legítimas e
Al menos tres argumentos fuertes alimentan la necesidad del cambio insustituibles.
de enfoque propuesto. En primer lugar, la enorme cantidad de metáforas Vale la pena aclarar que este cambio de enfoque no apunta a una de-
presente en todas las ciencias lleva a sospechar que su presencia es la regla valuación de la ciencia porque usa metáforas (al modo de Nietzsche, por
y no la excepción: ¿qué hacen, sino una metáfora, los que sostienen que el ejemplo, o algunos irracionalismos posmodemos más actuales), ni tampoco se
universo es un organismo, o una máquina, o un libro escrito en caracteres intenta igualar la ciencia con la literatura o la retórica sino, por el contrario,
matemáticos; los que sostienen que la humanidad o una civilización se desa- se propone un estudio y revalorización del uso epistémico de las metáforas,
rrolla o muere; que las leyes de la economía o la sociología son equivalentes o sea de una racionalidad ampliada que incluya estas formas lingüísticas,
a las de la física newtoniana; que entre las emP.resas comerciales, las inno- habitualmente descartadas. Este cambio de enfoque interpela al menos
vaciones tecnológicas o aun entre los pueblos ylculturas hay un mecanismo t(l!)
J cuatro campos de problemas diferentes: el concepto mismo de metáfora, la
de selección de tipo darwiniano; que el ~ercado se autorregula a través de la tradición epistemológica estándar junto a sus herejías posmodernas como
mano invisible; que la mente humana es como una computadora o bien que los estudios sociales de la ciencia, la historia de las ciencias, y, finalmente,
una computadora es como una mente; que la ontogenia humana reproducejGl las ciencias biológicas y cognitivas. Sobre estos cuatro aspectos tratan las
filogenia o, por el contrario, que la filogenia reproduce la ontogenia; que~ secciones que siguen.
información de una generación a otra se transmite mediante un código ge-
nético; que los materiales se fatigan o que hay agujeros negros en el espacio?
Nuestro segundo argumento: muchas veces, y en defensa del privilegio l. Epistemología de las metáforas
epistémico de la ciencia, suele señalarse que expresiones como las pre-
cedentes son solo formas de hablar, un lenguaje figurado o desviado que ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de metáforas científicas? o,
cumpliría, en el mejor de los casos, funciones didácticas o heurísticas, si mejor dicho, ¿en qué se diferencia una metáfora literaria o retórica de una
bien no expresaría la genuina explicación que la ciencia posee pero que es metáfora científica? Las metáforas científicas (que a partir de aquí denomi-
inaccesible para los que no son especialistas. Sin embargo, en muchísimos naré "metáforas epistémicas" o ME) comparten algunas características con
de esos casos las expresiones metafóricas no son sustitutos o paráfrasis de las metáforas en general, pero también se diferencian en aspectos funda-
expresiones literales que los científicos usarían con sus colegas, sino la única mentales, no tanto en los mecanismos que puedan generarlas (psicológicos,
~abitual forma en la que se expresan. Símplemente no hay otro lenguaje neurológicos u otros y sobre los cuales no se dirá nada aquí), sino más bien
l!Jas metáforas forman parte del léxico técnico. en su función, en su historicidad y en su relación con la realidad. Veamos.
El tercer argumento refiere a que las consecuencias teóricas y prácticas En primer lugar, cuando se hace una metáfora (de cualquier tipo) algo
de las metáforas son parte del corpus al cual pertenecen, al modo de los ocurre en la dimensión semántica. 1 Aparece algo nuevo en el orden de los
teoremas de un sistema axiomático. Por ejemplo, las sociologías organicis- significados porque la metáfora no reef n l~
a a una expresión considerada
tas de fines del siglo XIX concebían a la sociedad como un organismo y a
este como una estructura armónica, ordenada y estable. De modo tal que, l. Aristóteles fue el primero en abordar sistem · icam nte el estudio de la metáfora y enana -
siguiendo con el símil, el conflicto social, o sea lo que desordena la estructura lizar el problema semánticamente, en Poética 1457 y en Retórica 1404b ss. Otros autores
(de hecho uno de los grandes problemas de la Europa de ese momento), es contemporáneos mantienen que la metáfora es, fundam enta lmente, una cuestión semántica,
entre otros: Black (1962), Ricreur (1975), Richards (1936) y Goodman (1968). Para estudios
concebido y evaluado como una "enfermedad". Pero del mismo modo que con temporáneos con relación a l uso cien tífico de las metá foras, véan se Black (1962, 1977),
acontece en el organismo individual, el ataque (conflicto) viene de afuera y Bustos (2001 ), Kuhn (1979), Nisbet (1976 ), Ortony (1979), Sevilla F ernández y Ba rrios Casa-
no como r esultado de injusticias propias del funcionamiento de la sociedad; res (2000). Sobre model os~ metáforas, Hesse (1966). Sobre el problema de la representación:

l• Iban·a y Mormann (1997)


204 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 205

literal, sino que introduce una novedad semántica. Comprender una me- metáfora, pero rápidamente mueren 3 como tales, y ese origen se olvida, se
táfora no sería descifrar un código o hacer una traducción, porque el acto pierde de vista y la metáfora comienza a ser utilizada como una descripción
metafórico crea la semejanza más que detectar una semejanza o analogía del mundo. Esto les ocurre tanto a los científicos como a los estudiantes no
preexistente. Arthur Koestler (1964) explica la generación de una metáfora científicos, probablemente porque la metáfora deja de ser un sustituto de
como "bisociación" ·(bisociation), definida como la intersección de dos planos algo que está más allá y solo se está en presencia de ella, sus derivaciones
o universos de discurso separados (a veces incompatibles) que alguien, en teóricas y sus consecuencias útiles y productivas para efectuar predicciones
algún momento, hace converger produciendo un resultado novedoso e inespe- y abordar nuevos problemas.
rado. Ambos planos o universos de discurso dejan de constituir mundos con Entonces, completando lo que decíamos anteriormente: el proceso se
una lógica propia, separados y no asociables. Pero, además, esta convergen- inicia como una bisociación sincrónica (cuando alguien propone una metá-
cia novedosa hace que la lógica de funcionamiento, las relaciones y"}procesos lla:> fora, produce un desplazamiento del significado habitual que, además, es
lcv del plano A invadf n el plano B, produciendo un cambio igualmente inédito comprensible) y se completa, rápidamente, con una lexicalización diacrónica.
en la percepción ae los hechos, producto de la transferencia metafórica o Esta última parte del proceso ubica a la ME en el mismo campo de cualquier
bisociación. Como cuando alguien dice "el universo es una máquina" o "la lenguaje considerado literal, enfrentando los problemas de la verdad, la
mente es una computadora". referencia, el significado y otras cuestiones epistemológicas (irresueltas).
Pero lo que ocurre con el significado no alcanza para explicar por qué Una ME significa solo lo que significan las palabras en que se expresa: una
una expresión lingüística puede ser interpretada literalmente en un con- sociedad es un organismo, una mente es una computadora, etc. Además, tam-
texto y metafóricamente en otro, o por qué algunas metáforas (científicas o bién se transforma en ociosa la discusión acerca de la dualidad de lenguajes
literarias) tienen éxito. Esta es una cuestión pragmática2 que va más allá alrededor de una metáfora y sobre todo acerca de la prioridad del lenguaje
del significado lingüístico determinado por las reglas de la gramática y de literal sobre el metafórico, porque una ME es lo que es en el momento en
la semántica. Se refiere, más bien, a la interacción comunicativa racional, que se convierte en parte del léxico científico. Las herramientas del crítico
determinada por el contexto en que los hablantes usan la lengua según literario, que puede ver a las metáforas como novedosas, triviales, cursis,
reglas que les permiten, finalmente, entenderse. Esos elementos, prove- reiterativas o exóticas, resultan un absurdo categorial para pensar las ME.
nientes del contexto, determinan o influyen decisivamente en la producción Una breve digresión se impon~ antes de proseguir pues el tema tratado
o comprensión de las acciones lingüísticas. Este aspecto, importante para remite inmediatamente a otro relacionado: los modelos científicos.4 Aquí
que cualquier metáfora se instale como tal, resulta mucho más relevante basta señalar unas pocas cuestiones sobre el uso multívoco del término.
para analizar las ME, ya que hay que dar cuenta de por qué una época ins- Algunas veces modelo es "lo representado" como cuando se habla de modelo
tala y reproduce unas metáforas y no otras. Mientras que pueden convivir de un pintor, modelo de ropa, etc. En ciencia hay usos emparentados con
infinitas metáforas literarias o retóricas, las ME son muy escasas; solo unas esta forma, por ejemplo cuando "los modelos de una teoría son los correlatos
pocas tienen éxito y perduran sobre una repertorio relativamente amplio formales de los trozos de realidad que la teoría explica" (Moulines, 1982:
de metáforas candidato. 78). El otro sentido, en el cual los modelos se parecen demasiado a las me-
En tercer lugar, y aquí radica la gran diferencia con las metáforas li- táforas tal como las estamos tratando aquí, es aquel en el que modelo es
terarias o retóricas, las ME se lexicalizan, es decir, pasan a formar parte el "representante", el que está en el lugar del trozo de realidad, sistemas
del conjunto de términos técnicos de una teoría o área científica. Esta esfÍal usados para investigar y comprender los sistemas reales de los que ellos son
notoria diferencia con las metáforas literarias o retóricas. Mientras queUf;J modelos. Por ejemplo, en la investigación biomédica, se usan frecuentemente
potencia y la razón misma de ser de estas estriba en que siempre permanecen ratones, perros y monos como modelos para estudiar lob efectos de drogast\i\
como tales, o sea, en algún sentido son ahistóricas -independientemente de en los seres humanos. Los llamados modelos analógicoSIU(MA) son los más~
que las relecturas pueden dar nuevos matices y comprensiones-, en cam- parecidos a las ME tal como se definen aquí y funcionan de la misma ma-
bio, las ME tienen su propia historicidad, una biografía común: nacen como
3. 'IU.rbayne (1962) explica este proceso como el pasaje de una metáfora viva a una muerta.
Véanse t ambi én Lakoff y Johnson (1980) y Ricreur (1975).
4. Véase el capítulo 4 de este volumen.
2. Sobre los enfoques pragmáticos en la configu ración de las metáforas, véanse Oavidson 5. Tomo "modelo analógico" en un sent ido similar a l de Estany (1993). Otros autores, como
(1984), Martinich (199 1), Davis (1991) y Searle (199 1). Black (1962), usan la deno minación en un sen tido a lgo diferente.
206 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 207

nera. Por ejemplo : Ernst Rutherford y Niels Bohr tomaron el sistema solar sentido no del todo adecuado. Por un lado, los estudios sobre la metáfora
como modelo para representar el átomo, considerando que son estructuras han desbordado el ámbito acotado de críticos literarios, retóricos y filósofos
análogas. James Clerk Maxwell desarrolló la representación del campo de siglos pasados y se convirtieron en objeto de análisis y reflexión en la
eléctrico sobre la base de las propiedades de un fluido incompresible imagi- psicología, la sociología, la antropología e incluso la inteligencia artificial.
nario (éter). Christian Huygens elaboró su teoría ondulatoria de la luz con Pero, además, se ha ido configurando un clima propicio en la tradición de los
ayuda de sugerencias derivadas de la concepción del sonido como fenómeno estudios acerca de la ciencia, para que la reflexión sobre el problema de la
ondulatorio. La literatura sobre la naturaleza y el rol de los modelos en las relación entre conocimiento y metáforas se intensifique. Ello ocurre a partir
ciencias es abundante y refleja profundos y muy sutiles desacuerdos. Para de la década de 1960, con la irrupción de los llamados "nuevos filósofos de
sintetizar el panorama, puede decirse que hay tres posiciones básicas: los la ciencia" (Hanson, 1958; Kuhn, 1970; Toulmin, 1961, 1970; Feyerabend,
modelos son elementos completamente prescindibles en las ciencias fácticas 1970, 1975; Lakatos y Musgrave, 1970) con diversas consecuencias: la crisis
y no deben tomarse en consideración para el análisis de las teorías (entre de la hegemonía teórica de la filosofía tradicional de raigambre positivista
otros, Carnap, 1928); los modelos tienen una función en las ciencias pero fue revelando poco a poco la insuficiencia de considerar como única tarea
no son necesarios o imprescindibles (entre otros, Braithwaite, 1959; Nagel, relevante de la epistemología la reconstrucción racional de las teorías y
1961); los modelos son componentes relevantes de las ciencias y por ello es se debilitan las exigencias de objetividad, neutralidad, intersubjetividad,
imprescindible conr ·derarlos en el análisis de las teorías (Hesse, 1966; Harré, distinción observación/teoría, etc ~, y, por lo tanto, se comienza a tener en
1j 1970JHutten, 1954 Black, 1962). Este último punto de vista, probablemente cuenta al sujeto que produce la ciencia, reconociendo que en las prácticas de
el mas interesante y productivo, es compartido, desarrollado y articulado la comunidad científica, es decir en el proceso mismo (psicosociohistórico),
aún más por las denominadas concepción semántica (o modelo-teórica)6 y acontece la legitimación, validación y aceptación del conocimiento producido;
concepción estructuralista de las teorías. 7 además, se intensifican los análisis sobre los fuertes juegos de poder -polí-
tico, ideológico, académico, etc.- que atraviesan a las prácticas científicas.
En este marco surge una multiplicidad de abordajes nuevos (denomina-
2. Las metáforas epistémicas en los estudios sobre la ciencia dos en forma genérica "estudios sociales de la ciencia y la tecnología") que
consiguen describir con gran precisión la forma en que las comunidades
Los estudios literarios tradicionales parecían haber desarrollado cierto científicas constituyen sus creencias y toman decisiones epistémicas, se-
gozo por la limitación de las metáforas al uso estético. Ese límite, que res- ñalan la correlación entre las diferentes fases del desarrollo científico y las
peta la marca a fuego instalada por Aristóteles, no solo es una distinción estructuras sociales asociadas a ellas, y abordan el estudio de la constitución
conceptual, sino que también restringía el territorio permitido para el uso de nuevos campos científicos. 8
de metáforas al lenguaje retórico y no científico. Por el lado de la epistemo- Pero, más allá de las enormes diferencias, para todos ellos el uso de re-
logía tradicional, la que comienza a instalarse y desarrollarse hacia fines del cursos retóricos, sobre todo las metáforas, ha sido visto como dato negativo:
siglo XIX y sobre todo primeras décadas del XX (Carnap, 1928; Kolakowski, unos porque impugnaban esa suerte de deformación referencial del lenguaje,
1966; Nagel, 1961;Ayer, 1959; Popper, 1935, 1963, 1970; Suppe, 1974) bajo otros para criticar a los primeros exponiendo que la ciencia usa metáforas.
la enorme influencia del Círculo de Viena, simplemente las metáforas no En el fondo piensan lo mismo con respeto a la metáfora y, como ya se dijo,
eran tomadas en cuenta porque el lenguaje científico, según su punto de aquí se propone abordar la cuestión desde un punto de vista diferente.
vista, debía ser depurado de la escoria de los lenguajes naturales y, en lo
posible, formalizado. A lo sumo podían cumplir funciones heurísticas en la
etapa creativa de la producción científica, o sea sugerir nuevas relaciones
o ideas, pero carecían completamente de relevancia epistémica.
En las últimas décadas el panorama ha ido cambiando, pero en un

l) 6. Véanse va n Fra aseen (1980, 1987)1 Suppe (1974), Giere (1988).


7. Véanse Sneed (1971 ), Stegmüller (1979), Moulines (1982), Balzer (1997), Balzer, Moulines y
Sneed (1987 , 2000), Díez y Lorenzana (2002). 8. Véase el capítulo 1 de este volumen.
208 Héctor A Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 209

3. Metáforas en la historia de la ciencia: lo que en un momento determinado se considera evidencia empírica, que es
niveles, alcances y vínculos un conjunto cuyos límites no son definitivos ni claros; se trata, en suma, de
la base empírica relevante que se enriquece y reconfigura mediante nuevas
Lo que calificamos de evolución en el pensa- ME. Es muy importante el calificativo "disponible", usado en este concepto.
miento es muchas veces tan solo la sustitución Tal disponibilidad está expresando un límite que está dado no solo por las
transformadora, en ciertos puntos críticos de ma capacidades humanas -lo cual, aquí al menos, es una trivialidad-, y ni
historia, de una metáfora-base por otra, en la siquiera primordialmente por las capacidades técnicas -limitadas pero su-
contemplación por el hombre del universo, de la perables de manera imprevisible- sino principalmente por la configuración,
sociedad y de sí mismo.
inmanente a la comunidad y los discursos científicos vigentes, de lo que se
Robert Nisbet, Social Change and History considera un hecho científico y sus condiciones. Los hechos científicos no
están ahí siempre disponibles para ser detectados sino que surgen de una
Evidentemente, los debates mencionados en la sección anterior han te- construcción histórica cuyo acto fundacional es incluirlos bajo ese estatu-
nido impacto en la historia de las ciencias que, después de Thomas Kuhn to; los sueños comenzaron a ser hechos científicos cuando Sigmund Freud
(1970), ya no puede pensarse solo "como un depósito de anécdotas" o una los incluyó en su teoría sobre la psiquis humana como una de las formas
historia de héroes y villanos. Ya no puede ser un análisis del pasado utili- en que el inconsciente rompe con las barreras represivas y se expresa; los
zando como criterio el estado actual de la cuestión en cada ciencia, sino como errores de los niños comenzaron a ser hechos científicos cuando Jean Piaget
una r econstrucción contextualizada de los debates científicos. Sin embargo, detectó la regularidad y universalidad de tales errores y los incluyó en su
incluso las categorías historiográficas kuhneanas han sido sumamente teoría del desarrollo de la inteligencia; el problema de la herencia de los
rígidas para contener la riqueza de la historia empírica, de la historia real. seres vivos comienza a ser un problema científico relevante en grado sumo
Algo similar ocurre con los programas de investigación científica propuestos recién después de instalada la teoría de la evolución y en la medida en que
por Imre Lakatos (1970). Los estudios sociales de la ciencia tampoco pu- la variación individual es el motor de esa evolución.
dieron resolver el problema de la relación entre ciencia (en tanto producto) El punto de vista propuesto tiene algunas ventajas sobre otros abordajes
y contexto (ciencia en tanto proceso interno de la comunidad científica y conocidos porque las ME no son módulos uniformes o rígidos, ni una categoría
en r elación con la cultura en general). El cambio de punto de vista que se a priori , como los mencionados antes, sino que adquieren variadas formas,
propone aquí incluye, al menos como hipótesis de trabajo, considerar que niveles y alcances ; incluso los originales de esas metáforas científicas proce-
una parte importante de los episodios de la historia de las ciencias pueden den de campos diversos y arrojan una luz distinta sobre viejas discusiones
comprenderse mejor como una circulación de las metáforas disponibles en ya cristalizadas y agotadas, como por ejemplo las que se dieron alrededor
una época sobre las cuales la comunidad científicaf toma decisiones epis- l~ de la historia interna-historia externa (Lakatos, 1970). Para mostrar esto a
témicas de aceptación 1rechazo, como respuesta a un conjunto delimitado continuación se propone una taxonomía posible de los diversos tipos de ME.
históricamente de preguntas y problemas.
Son decisiones que toma la comunidad científica en un lugar y tiempo
determinado, vale decir, con un cierto margen de convencionalidad como 3.1. Las grandes metáforas
toda decisión. P ero son r acionales y objetivas porque responden a pauta s y
criterios que esa comunidad científica ha ido elabora ndo a través del tiempo En primer lugar, a lo largo de la historia encontramos las "grandes me-
intersubj etivamente, aunque de hecho tales pautas no sean ni universales ni táforas". Se trata de verdaderos supuestos metafísicos acerca del mundo, y
a priori. Son decisiones que comprometen cognoscitiva y epistémicamente, que, por eso mismo, atraviesan las distintas áreas de conocimiento, la cultu-
es decir que con ellas se pret ende describir/explicar/comprender/predecir/ ra, el arte, la liter atura, la filosofía. Huelga señalar aquí que el calificativo
controlar el mundo. Estos últimos aspectos confieren la especificidad al "metafísico" no tiene la carga peyorativa que habitualmente la filosofía de
conocimiento científico en pa rticular respecto de otros discursos. Lo que se las ciencias le h a reservado; se trata de concepciones del mundo que marcan
elige o selecciona son M E que, a tra vés del proceso que se h a denominado una época y por ello, justamente, son escasas y muy duraderas. Ejemplos
de bisociación sincrónica/lexicalización diacrónica, organizan la experiencia típicos son el mecanicismo que se inicia en el siglo XVII y el evolucionismo
disponible según nuevas configuraciones . La experiencia disponible incluye del siglo XIX. E sas grandes metáforas posibilitan el conocimiento por que
210 Héctor A. Palma Ciencia y met áforas: crítica de una razón incestuosa 211

delimitan el campo de lo posible, de lo que se puede pensar y decir en un La gran potencia, como decíamos, de estas metáforas básicas se hace
momento dado, pero también marcan el campo de lo imposible, de aquello patente en la extensión de su utilización a los distintos campos del saber
que ya es desechado porque no puede ser pensado en términos de raciona- y la cultura. Sería imposible abordar aquí todas las implicaciones de estas
lidad de la época. Veamos muy rápidamente algunos rasgos de cada una metáforas, pero veamos algunas tan solo a modo de ejemplo. Adopta una
de esas grandes metáforas. modalidad materialista y determinista en la filosofía de Thomas Hobbes,
Uno de los rasgos fundamentales de la revolución científica9 del siglo XVII pero René Descartes no adhiere al materialismo ya que sostiene la irreduc-
ha sido comenzar a pensar el universo en términos mecanicistas, es decir, tible diferencia entre la sustancia pensante, no sometida a las leyes de la
según la metáfora de la máquina, lo cual implica al menos tres cuestiones: mecánica, y la sustancia extensa, totalmente regida por estas. La realidad
física, para Descartes, puede y debe explicarse a partir de la mecánica, lo
'"'{ 1) n pr-imer lugar,h l movimiento nunca se inicia espontáneamente, pues mismo que los animales a los que considera como meros autómatas, como
los objetos careceñ de todo principio interno de actividad, alma, espíritus simples máquinas. En el caso de los humanos, a la máquina del cuerpo se
o cualquier otro tipo de agentes inmateriales. El origen del moV1m1en agrega la sustancia pensante. Una versión materialista de este punto de vis-
es siempre externo. No es potestad de la materia generar movimient ta, es decir, negando la especificidad de la sustancia pensante como distinta
(ni tampoco destruirlo, tal como afirmara un principio de conservación de la materia, será sustentada por Julien de La Mettrie, con su teoría del
de la cantidad de movimiento). La ley de inercia consagrará esta idea al hombre-máquina. La mayoría de los filósofos y científicos de los siglos XVII
plantear que todo cambio de estado de un cuerpo se debe a una fuerza y XVIII adoptaron tesis mecanicistas como reacción contra la escolástica, el
extrínseca a él. Todo movimiento tiene así como causa inmediata uno animismo y las concepciones mágicas de muchos filósofos del Renacimiento.
anterior en otro cuerpo, comunicado por impulso. La imagen mecanicista del mundo se apoyaba fundamentalmente en el prin-
2) n-segund<Magar !iJ. transmisión del movimiento de unas partes a otras cipio de causalidad por el que se consideraban regidos todos los fenómenos
se realiza siemprep or contacto o choque, es deci1 no hay nunca acción que describe la física clásica. Pero el problema del determinismo mecanicista
a distancia. En consecuencia, las influencias astrales de los astrólogos, que ponía en entredicho la libertad humana, junto con los desarrollos de la
las atracciones magnéticas, las simpatías y antipatías de neoplatónicos, biología y de otras ramas de la física difícilmente reducibles a la mecánica
herméticos y alquimistas, y demás tipos de acción a distancia han de ser newtoniana, condujo a considerar que toda máquina pertenece inevitable-
rechazados. La única forma inteligible de acción física es el impulso. mente al mundo inorgánico y, por tanto, toda analogía con los seres vivos
3) En terc r luga ~nguna máquina se mueve para alcanzar ciertos fines , es ficticia. Así, la filosofía romántica del siglo XIX y el idealismo alemán, en
de modo que el rríundo de lo mecánico está presidido por una causalidad nombre de la humanidad, de la libertad y de la vida, menospreciaban la
ciega desprovista de propósito alguno. Así, en un reloj, las agujas no máquina y el mecanicismo y favorecieron una visión opuesta y organicista
avanzan para dar las horas; la finalidad está en quien lo diseña y no en de la vida, el hombre y la sociedad.
el mecanismo. El acontecer se reduce a una serie causal sucesiva según El mecanicismo del siglo XVII no necesariamente es ateo pero, en todo
J'f la cuat¡ cada hecho está determinado por los anteriores y determina los caso, contribuye a afianzar ese proceso cultural amplio que se dio en Occi-
siguientes en una cadena ininterrumpida de causas y efectos. dente, denominado "secularización". Para el objetivo de la ciencia, el recurso
a ~ios es prescindible. El funcionamiento del mundo, se piense lo que se
pensare sobre ~ios , puede explicarse en términos mecánicos y causales.
9 . La den omin a da "revolución científica" se ubica entre los siglos XVI y XVIII , se inicia con la Es muy claro al respecto lo que dice Robert Boyle (citado por Burtt, 1925
publicación de la obra de Nicolás Copérnico, De revolutionibus orbium coelestium , en 1543,
y de Andrés Vesalio , De fabrica corporis humani, del mismo año, y culmina con Philosophiae
[1960: 195]):
Naturalis Principia Mathematica de Isaac Newt on, en 1687. No obsta nte, hubo controversia
entre los historiadores sobre el carácter de los cambios producidos . Pierre Duhem (1914), por De todas estas cosas [las partes del universo] será difícil dar una
ejempl o, sostuvo que m uchos de los conceptos de mecánica y físi ca modernas no eran más que explicación satisfactoria si no se reconoce a un autor inteligente u
la lenta y gra dual ma duración de conceptos que tuvieron su origen en escuelas medievales
(algo simila r opinaron Crombie, 1952; Clagett, 1959). Steven Shapin (1996) se opone ta mbi én
ly _ordenador de las cosas/ [pero, al mismo tiempo] [ ... ]suponiendo que
mundo h aya sido creado y que es continua mente conservado por
a la idea de que hubo tal revolución entendida como cambio radi cal, coherente y h omogéneo de oder y la sabiduría de Dios; y suponiendo el concurso general de
la histori a cultural. Alexa ndre Koyré (1939), por el contrario, la consideró la tra nsfor mación s pa ra ma ntener las leyes que h a est a blecido, los fenómenos que
más impor tante ocur rida desde el pen sami ento cosmológico griego (una opinión similar t ienen
me esfuer zo en explicar pueden resolverse mecánicamente, esto es,
H all, 1954; Coh en , 196q 1985; Holton, 1973 ; Westfall , 1971 ).
212 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 213

por las propiedades mecánicas de la materia sin recurrir al odio que particularmente interesante porque muestra que las ME también presentan
la naturaleza tiene por el vacío, a las formas sustanciales o a otras variantes que, a veces, resultan incompatibles entre sí. La mentalidad evo-
criaturas incorpóreas. Y por esto, si he mostrado que los fenómenos lucionista que se hace hegemónica en el siglo XIX tiene dos fuentes temáti-
que he tratado de explicar se explican por el movimiento, tamaño, cas diferentes: la que proviene de la reflexión acerca de las sociedades, las
gravedad, forma y otras propiedades mecánicas [ ... ] he hecho lo que culturas y la historia en la modernidad (para ser más precisos, a partir de
pretendía hacer.
la Ilustración) y otra que surge del análisis de algunos problemas biológicos
como los de la reproducción en el siglo XVII.
Los trabajos de Vesalio comenzaron a mostrar algunas falencias de la
El concepto de evolución, ligado por su origen histórico a la idea de pro-
tradición galénica y, posteriormente, el descubrimiento de William Harvey
greso, resulta clave para entender la modernidad a partir del siglo XVIII y
de la circulación de la sangre fue posible por, a la vez que congruente con,
cobra una fuerza inusitada y omnipresente en el siglo XIX, cuando se trans-
el espíritu matemático y el uso de un modelo mecanicista de lo viviente.
forma en una de las grandes metáforas articuladoras de la realidad social
Hobbes, por su parte, apuntó a producir una ciencia de la política o de la
y biológica. La evolución inicialmente implicaba cambio, direccionalidad y
sociedad basada en la nueva ciencia del movimiento, conceptos de la mecá-
progreso. Esto puede verse en el despliegue de la razón, según Hegel, hasta
nica y la nueva fisiología. Empleó la metáfora del cuerpo político, pero ella
llegar al~unto culminante en el Estado prusiano-germánico, en los .estadios
no se sustenta sobre la base de pensar que el Estado es esencialmente un
religiosof , metafísico y positivo de Auguste Comte, en la secuencia de los
cuerpo animado en el sentido en que lo son los seres vivientes naturales
distintos modos de producción en Karl Marx, en el pasaje de lo homogéneo
según la visión tradicional, sino que tal analogía aparecía mediada por la
a lo heterogéneo en Herbert Spencer; en los estadios de salvajismo, barbarie
noción de máquina, y entonces se trataba más bien de un cuerpo artificial.
y civilización de los antropólogos (principalmente Edward Taylor y Lewis
No es que se elimine la tradicional metáfora organicista, sino que los or-
Margan). Obviamente, un componente fuertemente etnocéntrico -y, por
ganismos ahora son máquinas; lo que ha cambiado es la concepción con
tanto, normativo- atraviesa las distintas versiones del evolucionismo. Pero
respecto a los animales, dado que ahora son autómatas que funcionan de
también la embriología se apoyó en la misma metáfora de cambio, direcciona-
acuerdo con las leyes fisicas. lidad y progreso, lo cual resulta de la propia constatación empírica del modo
en que se desarrolla un embrión siempre en la misma secuencia. Lo mismo
La naturaleza, arte por el que Dios ha hecho y gobierna el mundo,
es imitada por el arte del hombre, como en tantas otras cosas, en que ocurre con la antropología criminal del médico italiano Cesare Lombroso
este puede fabricar un animal artificial. Si la vida no es sino un mo- que apoya su teoría del criminal nato en la vieja idea de la recapitulación (la
vimiento de miembros cuyo principio está radicado en alguna parte ontogenia recapitula la filogenia). 1°Freud explicaba el origen del complejo
principal interna a ellos, ¿no podremos también decir que todos los de Edipo en un episodio ocurrido en el origen de los tiempos humanos. Otro
automata (máquinas que se mueven a sí mismas mediante muelles y caso, particularmente interesante de la idea de recapitulación lo ofrece John
ruedas, como sucede con un reloj ) tienen una vida artificial? ¿Qué es Langdon Down quien, al describir lo que hoy se conoce como síndrome de
el corazón sino un muelle?¿ Qué son los nervios sino cuerdas ?¿Qué son Down, consideró que algunos idiotas congénitos presentaban rasgos que no
las articulaciones sino ruedas que dan movimiento a todo el cuerpo, tenían sus padres, clasificándolos como de "variedad etíope", de tipo "ma-
tal y como fue concebido por el artífice? Pero el arte va aún más lejos, layo" y otros, en cambio eran "típicos mongoles". El racismo 11 del siglo XIX
llegando a imitar esa obra racional y máxima de la naturaleza; el no solo expresa el viejo esquema de razas superiores e inferiores sino que
hombre. Pues es mediante el arte como se crea ese gran Leviatán que
llamamos República o Estado , en latín civitas , y que no es otra cosa
que un hombre artificial. (Hobbes , 1651 [1995 : 25])
10. La teoría de la recapitulación, vieja teoría creacionista predarwiniana, gozó de gra n pre-
di camento hacia fines del siglo XIX, reflota da por el eminente zoólogo alemán Ernst Haeckel:
La modernidad inaugura un nuevo concepto de libertad, la "negativa", sugería que a lo largo de su crecimiento, cada individuo atra viesa una serie de et a pas que
diferente de la libertad como la entendían los clásicos. Mientras estos la corresponden, en ese mismo orden, con las diferentes formas adultas de sus a ntepasados.
concebían como el apego a la ley de lapolis, los modernos la consideraban Véase Gould (1977).
ausencia de obstáculos o impedimentos, es decir, sobre la base de un concepto 11. Tzveta n Todorov (1989 ) considera el racismo como una conducta más o menos espontánea y
mecanicista de la sociedad. generalizada de rechazo y temor al diferente o al extranjero en general surgida de prejuicios del
sentido común, y propone in troducir el concepto de racialismo cua ndo se incluye la búsqueda
El caso de la metáfora evolucionist a - la otra gran metáfora moderna- es
de apoyatura en teorías científi cas.
214 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 215

también (este aspecto es, habitualmente, olvidado) explica por qué algunas círculos de amistades y todo tipo de sociedades. Del mismo modo en que en
razas han llegado a esa superioridad y otras no han avanzado. La teoría l los cuerpos físicos de igual masa "la atracción es más fuerte entre aquellos
evolucionista de Jean-Baptiste de Mone~ caballero de Lamarck, también J que se encuentran más cerca", así también con respecto a las "mentes de los
recoge el progresismo implícito en la metáfora evolucionista. hombres" -ceteris paribus-la "atracción es más fuerte[ ... ] entre aquellos
Pero lo que ha quedado hoy del evolucionismo del siglo XIX es tan solo que están más cerca" (citado por Cohen, 1995: 23).
la teoría evolucionista darwiniana con algunas variantes y agregados, una A mediados del siglo XIX el economista americano Henry Charles Carey,
versión de la metáfora evolucionista que, justamente, elimina la idea de por su parte, sostuvo que la sociedad está regida por leyes similares a las
progreso, direccionalidad y de etapas discernibles a priori en el cambio de la física, proponiendo un principio general de la gravitación social: "El
evolutivo. La teoría darwiniana es una verdadera anomalía en el conjunto hombre tiende necesariamente a gravitar hacia sus semejantes", y su co-
de las metáforas evolucionistas. El propio Charles Darwin (1859), para rolario, "cuanto más grande es el número de hombres que están juntos en
evitar malas interpretaciones, desistió de usar la palabra "evolución" en las un espacio dado, más grande es la fuerza de atracción allí ejercida" (citado
primeras cinco ediciones de El origen de las especies, que aparece recién en por Cohen, 1995: 17).
la sexta y última. Ese libro, una de las dos más grandes obras de Darwin, A principios del siglo XIX Charles Fourier pretendió haber descubierto un
marcó el punto culminante de una revolución científica fundamental en equivalente de la ley de la gravitación, que aplicó a la naturaleza humana y
la biología, pero también de una revolución cultural, seguramente la más la conducta social. Llegó a equiparar su descubrimiento con el de N ewton,
importante producida de la mano de una teoría científica. Pero no solo fue y se jactó de que su "cálculo de atracción" era parte de su descubrimiento
una revolución científica. El modelo darwiniano de la selección natural de "las leyes del movimiento universal ignoradas por Newton".
pasó inmediatamente a prestar un apoyo extra y a ser una instancia de A mediados del siglo XIX el economista suizo Léon Walras intentó estable-
legitimación para el evolucionismo en general"i-aunque en ocasiones se trató l cer una suerte de ley newtoniana de la economía. En un trabajo titulado "La
de versiones bastante sesgadas y forzadas del darwinismóf, por ejemplo, l aplicación de las matemáticas a la economía política" sostuvo que "el precio

l.
\.JJ)
la .utilización de "supervivencia del más fuerte" en lugar de 'supervivencia r ("t t1 r(IIO de las cosas está en razó,J inversa a la cantidad ofertada y en razón directa a
del más apto". A lo largo de los últimos ciento cincuenta años, la teoría C t' la cantidad demandada/, Pretendía que esta ley que intent~ establecer una
darwiniana se ~onstituyó en una ME en áreas en principio ajenas a labio- relación funcional entre las entidades económicas cumplier' en la teoría del l)
logía como la economía, la ética, la psicología, la medicina, la sociobiología mercado, el mismo papel central que la ley de Newton cumple en la física.
y hasta la epistemología misma. Vilfredo Pareto estaba convencido de que el equilibrio de un sistema eco-
nómico ofrece fuertes similitudes con el equilibrio de un sistema mecánico
y, firme en su convicción de que un análisis de un sistema mecánico ofrece
3.2. Metáforas entre las ciencias la máxima ayuda para dar "una clara idea del equilibrio en un sistema
económico", construyó una tabla (tabla 1) para "aquellos quienes no han
El segundo tipo de ME consiste en la exportación de conceptos o teorías estudiado mecánica pura" y que necesitarán ayuda en la comprensión del
j'f propias de un~ campo científico a otro. Se trata, probablemente, de las ME argumento. En esta tabla ubicó en columnas paralelas algunos importantes
\ más representativas porque funcionan horizontalmente, es decir/ entre conceptos y principios de la mecánica física y su contraparte en la economía,
campos del mismo estatus epistémico, y producen intercambios fructíferos previniendo, de cualquier modo, que en una tabulación tal de las analogías
entre las distintas áreas de las ciencias. También son las más numerosas. existentes entre los fenómenos de la mecánica y los sociales las "analogías
Veamos algunos pocos ejemplos. no prueban nada: ellas simplemente sirven para elucidar algunos conceptos
En 1713 George Berkeley intentó desarrollar una ciencia social basada en que deben entonces ser sometidas a los criterios de la experiencia".
la ley de la gravitación de Newton que establece que la fuerza de la gravedad Un caso extremo de las analogías entre la economía y la mecánica racional
entre dos cuerpos es directament proporcional al producto de las masas de se encuentra en Irving Fisher (1892), quien construyó una tabla (tabla 2) de
los cuerpos e inversamente proporcional al cuadrado de las distancias entre analogías entre la mecánica y la economía, pero su lista de semejanzas no
ellos. Berkeley sostuvo, en esta misma línea, que el funcionamiento de la se limita a la inclusión de pares de conceptos -como partículas e individuos;
sociedad es análogo al de los cuerpos y que hay un "principio de atracción" energía y utilidad, etc.- sino que se extiende a la inclusión de principios
en los "espíritus o mentes de los hombres". Esta especie de fuerza de gravi- generales.
tación social tiende ajuntar a los hombres en comunidades, clubes, familias,
216 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 217

Tabla 1
La diferencia entre la teoría y la práctica reside precisamente en que la práctica tiene que tomar
Analogías de Pareto en cuenta una masa de detalles con los cuales la teoría no trata. La relativa importancia de los
fenómenos primarios o secundarios variará de acuerdo a si el punto de vista es el de la ciencia
Fenómenos mecánicos Fenómenos sociales o de una operación práctica. Hay, de tanto en tanto, intentos de hacer una síntesis de todos los
fenómenos . Por ejemplo se sostuvo que todos los fenómenos pueden ser atribuidos a:
Dado un cierto número de cuerpos materiales, Dada una sociedad, las relaciones creadas
las relaciones de equilibrio y movimiento entre entre los seres humanos por la producción y el La atracción de átomos. El intento se hizo para La utilidad , de la cual la ofemilidad es solo un
ellos son estudiadas, cualquier otra propiedad intercambio de bienes son estudiadas, cualquier reducir y para unificar todas las fuerzas físicas tipo. El intento se hizo para encontrar la expli-
es excluida de la consideración . Esto nos da otra propiedad es excluida de la consideración. y químicas. cación de todos los fenómenos en evolución.
una disciplina llamada mecánica. Esto nos da una disciplina llamada economía
(1) La palabra "ofemilidad" es un neologismo utilizado por Pareto y otros economistas , derivado del término
política. griego que denota "satisfacción". Se refiere a la satisfacción obtenida por un individuo con el disfrute de un
determinado bien .
La mecánica es divisible, a su vez, en otras dos: La economía política es divisible , a su vez, en Fuente: Vilfredo Pareto, "On the economics Phenomenon" (tomado de Cohen, 1995Y j.
1) El estudio de los puntos materiales y cone- otras dos:
xiones invariables (inextensibles) llevan a la 1) El estudio del horno economicus, el hombre
formulación de una ciencia pura -la mecánica considerado únicamente en el contexto de las
racional pura-, que realiza un estudio abstracto fuerzas económicas, lleva a la formulación Tabla 2
del equilibrio de fuerzas y el movimiento. de la economía política pura, que realiza un Analogías de Fisher
Su parte más sencilla es la ciencia del equilibrio. estudio abstracto de las manifestaciones de
El principio de D'Aiembert permite que la diná- ofemilidad.(1) Mecánica Economía
mica sea reducida a un problema de estática. La única parte que estamos comenzando a Una partícula Un individuo
2) La mecánica pura es seguida por la mecáni- comprender claramente es la que trata con el Espacio Commodity
ca aplicada, la cual se aproxima un poco más equilibrio. Un principio similar al de D'Aiembert
Fuerza Utilidad marginal o costo
cercanamente a la realidad en su consideración es aplicable a los sistemas económicos ; pero
de los cuerpos elásticos, conexiones variables, el estado de nuestro conocimiento sobre este Trabajo Costo
fricción, etc. punto es abn imperfecto. No obstante, la teoría l~ Energía Utilidad
Los cuerpos reales tienen propiedades distintas de las crisis económicas provee un ejemplo de
Trabajo o energía= fuerza x espacio Utilidad = utilidad marginal x commodity
de las de la mecánica. La física estudia las estudio de la dinámica económica.
propiedades de la luz, electricidad y el calor. La 2) La economía política pura es seguida por la Fuerza es una magnitud vectorial Utilidad marginal es una magnitud vectorial
química estudia otras propiedades. La termo- economía política aplicada, la cual no se refiere La suma de las fuerzas es una suma vectorial La suma de las utilidades marginales es una
dinámica, la termoquímica y ciencias similares exclusivamente al horno economicus, sino que suma vectorial
conciernen específicamente a ciertas categorías también considera otros estados humanos que
Trabajo y energía son magnitudes escalares Costo y utilidad son magnitudes escalares
de propiedades. Esta~iencias juntas constitu- se aproximan más al hombre real.

1 yen las ciencias fisicoj juimicas. Los hombres desarrollan características que
son objeto de estudio para ciencias especiales,
tales corno las ciencias de la ley, la religión, la
El equilibrio estará donde la energía neta
(energía menos trabajo) es máxima; o el equi-
librio estará donde el impulso y las fuerzas de
El equilibrio estará donde la ganancia (utilidad
menos pérdida) es máxima; o el equilibrio
estará donde la utilidad marginal y el costo
ética, desarrollo intelectual , estética, organiza- resistencia a lo largo de cada eje sean iguales. marginal a lo largo de cada eje sea igual.
ción social y otras. Algunas de estas ciencias Si la energía total es sustraída del trabajo total , Si la utilidad total es sustraída del costo total ,
están en un estado apreciablemente avanzado; en lugar de hacerlo al revés, la diferencia es en lugar de hacerlo al revés, la diferencia
otras son extremadamente lentas. Tomándolas "potencial" y es mínima. puede ser denominada "pérdida" y es mínima.
en conjunto constituyen las ciencias sociales.
Fuente: lrving Fisher (1892).
No existen cuerpos reales con propiedades No existen hombres reales gobernados sola-
mecánicas puras. Se comete exactamente mente por motivos de la economía pura. Se
el mismo error tanto si se supone que en los comete exactamente el mismo error tanto si se
fenómenos concretos existen únicamente supone que en un fenómeno concreto existen Las metáforas biológicas, por su parte, son utilizadas en ciencias sociales,
fuerzas mecánicas -excluyendo por ejemplo únicamente motivos económicos --excluyendo
principalmente en teorías referidas a la con titución y el funcionamiento de
fuerzas químicas- como si se imagina, que por ejemplo fuerzas morales- como si se imagi-
un fenómeno concreto puede ser inmune a las na que un fenómeno concreto puede ser inmune las sociedades y de las conductas humanas. Las metáforas específicamente
leyes de la mecánica pura. a las leyes de la economía política pura. evolucionistas, por su pa rte - muchas veces en conjunción con el organicis-
mo- básicamente intentan responder a las preguntas por el origen , pautas
218 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 219

y características del cambio social. Las ciencias sociales actuales muestran su tesis doctoral. Por otro lado, las células se agrupan en unidades funcio-
un desdén generalizado, cuando no verdadera vergüenza, por la sociología nales mayores -tejidos y órganos- tal como los individuos humanos están
organicista, pero su influencia, sin embargo, ha sido extendida y fortísima, organizados en distintos tipos de unidades sociales. Aun la distribución o
lo mismo que algunos de los conceptos y principios desarrollados en la circulación de alimentos y la descarga de productos de desecho se podría
ciencia médica. ver analógicamente en los cuerpos naturales compuestos de células y en los
Autores como Auguste Comte, Paul von Lilienfeld, Albert Scháffle, René cuerpos sociales compuestos de humanos.
Worms y otros utilizaron los conceptos médicos de normal y patológico, 12 La significación de la teoría celular para la ciencia de la sociedad fue
sosteniendo como principio que los estados sociales normales y patológicos reforzada por los descubrimientos embriológicos de Karl E. von Baer y sus
no se deberían considerar tipos esencialmente diferentes, sino antes bien sucesores. El reconocimiento de los estados de desarrollo del embrión por
estados extremos de un tipo simple de condición. Para los sociólogos orga- división celular desde una única célula, y la subsecuente elaboración de
nicistas parece una conclusión analógica obvia de la medicina que los males órganos y tejidos, sugirió una secuencia similar de la organización social,
o enfermedades sociales son causados por individuos enfermizos, tal como a partir de una única madre -como la célula original- y, por subsecuente
RudolfVirchow enseñó que los desórdenes médicos se podrían reducir a la multiplicación, acompañada por la agrupación de individuos -similar a
condición patológica en las células individuales. Aunque provenientes de la agrupación de células-, formando unidades familiares, luego tribus y
contextos y ámbitos disciplinares diferentes, puede señalarse que ya en el eventualmente países.
siglo XVIII hubo una fuerte corriente de pensamiento que ligaba la salud En la actualidad se encuentra vigente una serie de metáforas sumamente
individual o la felicidad a la salud de la sociedad y que en el siglo XIX y potentes relacionadas con la biología y con los estudios sobre la mente. Las
primeras décadas del XX se ha operado un fuerte proceso de medicaliza- explicaciones acerca de la herencia se han convertido, a través del uso de
ción de las relaciones y los estatus sociales de los individuos. En realidad, metáforas lingüísticas y de la teoría de la información, en afirmaciones en
la medicina siempre ha ejercido un poder normalizador o de control social las que aparecen conceptos tales como "mensajes", "código1 "información". "1;
-básicamente por los conceptos de salud y enfermedad, normal y patológi- Frant;ois Jacob (1974: 23) sostiene:
co- estableciendo un orden normativo rival de la religión y el derecho, que
ha venido incrementándose desde la modernidad con la conquista de un Estos mensajes solo son de hecho un solo escrito [... ]por la com-
auténtico estatuto científico, profesional y político. binatoria de cuatro radicales químicos. Estas cuatro unidades se
Fue muy común durante el siglo XIX describir la sociedad en términos repiten por millones a lo largo de la fibra cromosómica: se combinan
organicistas, es decir, utilizando categorías y conceptos que eran comunes y permutan infinitamente como las letras de un alfabeto a lo largo de
un texto del mismo modo que una frase constituye un-segmento del
para analizar los organismos. La teoría celular ha tenido gran repercusión
texto, un gen corresponde a un segmento de la fibra nucleica.
en la teoría social porque el concepto de un organismo natural como un
sistema organizado de células vivas proveyó de una nueva fundamenta-
La idea básica prevaleciente en la biología actual es que el desarrollo de
ción científica para una concepción organicista de la sociedad; la relación
organismos complejos depende de la existencia de información genética que
todo-parte observada en los seres vivos constituía una excelente metáfora
puede copiarse mediante lina especie de plantilla. Pero lo que se transmite
para lo social, ya que las células parecen asemejarse a los miembros indi-
de una generación a la otra es una lista de instrucciones para construir
viduales de la sociedad humana en la medida en que cada una tiene una
al individuo; el organismo se convierte en la realización de un programa
vida propia, además de constituir un grupo mayor cuando están juntas.
prescripto por la herencia y que haya distintas clases de seres depende de
Además, las células de los seres vivientes se organizan según el principio
distintas instrucciones escritas en los mismos tipos de caracteres.
de la división fisiológica del trabajo, dado que cada tipo de ellas tiene una
Una metáfora también usual es la que insiste en ver a la mente como
estructura especialmente adaptada para su función dentro del organismo.
Este principio se convirtió en central para el pensamiento biológico de
¡"lii1)¡ computadora o también, y como contraparte, a la computadora como
~ mente . Se establece según la analogía mente/cerebro = software/hard-
Henri Milne Edwards y otros, y de ellos pasó a través de diversas media-
ware. Los desarrollos en inteligencia artificial se basan en esta metáfora. En
ciones a teóricos de la sociedad como Émile Durkheim, quien lo utilizó en
general no plantean que el comportamiento del cerebro se desarrolla según
algoritmos deterministas sino con algoritmos que incluyen elementos esto-
12. Un análisis de Jos conceptos de lo "normal y Jo patológico" puede verse en Canguilhem ( 1966).
cásticos, con lo cual se salvan los aspectos que, al menos fenoménicamente,
220 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 221

aparecen como creativos o no provenientes de antecedentes identificables cuales las metáforas epistémicas serían un subconjunto, como una regla
con facilidad. epigenética?, ¿puede explicarse la creati vi dad en general y la creati vi dad
científica en particular como un procedimiento de tipo analógico-metafó-
rico? Quizá se trate del conjunto más inquietante de problemas y, aunque
3.3. Metáforas del lenguaje corriente y en la enseñanza no tenemos nada concluyente al respecto, bien valdría la pena avanzar en
esa línea.
Hay un uso algo más restringido de metáforas al interior mismo de los Sobre todo a partir de 1980 los estudios sobre el lenguaje "figurado" o
cuerpos teóricos de disciplinas particulares. Ya no se trata de metáforas que "desviado", principalmente analogías y metáforas, han dejado de ser solo
surgen de la exportación de teorías o conceptos provenientes de disciplinas una tarea de la retórica y los estudios literarios. Otras áreas como la lin-
consolidadas hacia otras, sino que provienen del seno de la cultura. Sus güística, las ciencias cognitivas y la pedagogía comenzaron a interesarse
objetivos son un tanto más modestos desde el punto de vista estrictamente por el tema, de la mano de la reivindicación de su papel en el pensamiento
teórico; se trata, en muchos casos, de metáforas no ocultas, que cumplen pr¡en el aprendizaje. Esos estudios han generado también modelos teóricos
con el papel que tradicionalmente se les ha asignado: retórico, didáctico, ~omputacionales (Gentner, 1983, 1989; Gentner y Toupin, 1996; Thagard,
estilístico. Dado que su carácter queda inmediatamente patentizado, su 1986; Danesi, 1990, 1993, 1998).
uso queda legitimado al tiempo que no ocasiona menoscabo alguno al resto Ya son clásicos los trabajos de George Lakoff(1980) y los publicados en
del texto "no metafórico". La lista podría ser muy larga: el árbol de la vida, coautoría con Mark Johnson (1980, 1999), pioneros en muchos sentido"s, y
la lucha por la supervivencia (aunque esta también fue interpretada lite- que han provocado una importante cadena de estudios que, lejos de la con-
ralmente y fue el propio Darwin quien tuvo que explicar que hacía un uso sideración clásica de la metáfora como parte de una función extraordinaria
metafórico), las metáforas usadas por Freud, la mano invisible, el mercado o periférica del lenguaje, la conciben como un mecanismo rector de "nuestro
en economía, la fatiga de los materiales, etcétera. funcionamiento cotidiano, hasta los detalles más mundanos". Para Lakoffy
Finalmente se encuentran los usos metafóricos propios de la didáctica, J ohnson la metáfora no es tan solo una propiedad de ciertos enunciados, sino
tanto en la enseñanza de la ciencia -para futuros científicos y también para que se trata de un mecanismo cognitivo subyacente de nuestra especie, una
no iniciados- como en la divulgación científica. En ocasiones las metáforas condición de posibilidad del conocimiento. Los humanos categorizarían el
coinciden con las que generan los científicos, en otras ocasiones son de uso mundo a través de metáforas y aunque las palabras que se utilizan reflejan
estrictamente didáctico para enseñar a un público no iniciado. En ambos distinciones conceptuales hechas por una cultura particular, nuestro mundo
casos, diferentes en muchos otros respectos, el uso de metáforas corrientes conceptual no está limitado a las categorías provistas por nuestra cultura,
y establecidas contribuye a construir y a reforzar imágenes culturales sobre pues nuestras habilidades cognitivas nos permiten extender los significados
el mundo y la ciencia. "literales" de las categorías y usarlos en nuevos sentidos transferidos.

4. Biología y metáforas 5. Prospectiva

Está claro, nos percatemos de ello o no, que hacemos metáforas todo el Para finalizar sería bueno reforzar el encuadre, las posibilidades y los
tiempo, y que ellas se ubican en todo el espectro cognitivo y comunicacio- límites del análisis de las ME en la ciencia. En primer lugar ha quedado
nal, aunque no sabemos si esa ubicuidad procede de que poseamos algún claro que no se trata de llamar la atención sobre alguna curiosidad o ano-
mecanismo biológico que nos incline a producirlas para conocer a través malía; tampoco se trata de igualar ciencia y literatura o reducir la ciencia
de ellas ni que ese mecanismo fuera resultado de la evolución de nuestra a un caso retórico más, ni mucho menos impugnar el uso de metáforas o
especie. Sin embargo, no son descabelladas preguntas como las siguientes: denunciarlas como un rasgo de debilidad cognoscitiva. Se trata, más bien,
¿es posible considerar la generación de metáforas como uno de los meca- de repensar el estatus y las funciones de las ME pues ellas no son ni casua-
nismos básicos de los modos humanos de obtener conocimiento sobre el les, ni inocentes, ni banales, y claramente ocupan un lugar central en el
mundo y aun de la producción misma del lenguaje?, ¿puede considerarse discurso científico. Pero, además, este nuevo punto de vista podría ofrecer
la generación de analogías o detección/construcción ·de semejanzas, de las mejores perspectivas para abordar muchas de las disputas de la filosofía e
222 Héctor A. Palma Ciencia y met áforas: crítica de una ra zón incestuosa 223

historia de las ciencias del siglo XX (sobre todo algunas que han conducido decir el estatuto biológico de una, eventual e hipotética, función metafórica
a aporías y enredos insolubles). A modo de resumen de lo ya dicho: constitutiva de nuestra forma de generar conocimiento resultado de nuestra
particular evolución. Es mucho, también, lo que se puede indagar sobre
• La ME constituye un módulo o categoría de análisis· flexible, más ade- las capacidades didácticas y pedagógicas de las metáforas si se las usa de
cuado a la diversidad de la historia empírica y, por ello, más útil que un modo no inocente, vale decir si se las analiza justamente en sus zonas
algunas de las categorías rígidas que han usado filó sofos e historiadores difusas y equívocas, antes que en el núcleo duro de comprensión dogmática.
de la ciencia, como por ejemplo "teoría científica" (Popper), "paradigma"
o "matriz disciplinar" (Kuhn) o "programa de investigación científica"
(Lakatos, 1970) y menos difusas que otras como los "patrones de investi- Referencias bibliográficas
gación" (Hanson, 1958). Esta flexibilidad también permite utilizarla para
analizar distintos tipos de secuencias históricas que no siguen un patrón ARISTÓTELES (1990), Poética, Caracas, Monte Ávila.
uniforme y único, sino que alternan períodos de cambios profundos, de - (2000), Retórica, Madrid, Alianza.
acumulación lineal y de estancamiento, y todo ello con ritmos distintos AYER, A. (comp.) (1959), Logical Positivism, Glencoe, The. Free Press.
en las diversas áreas disciplinares. BALZER, W., C. U. MOULINES y J . SNEED (1987), An Architectonic for Science. The
structuralist program, Dordrecht, Reidel.
• La ME permite explicar muchos procesos de intercambios y apropiacio-
nes conceptuales entre las ciencias sin caer en los reduccionismos de
00), Structuralist Knowledge Representation: Paradig matic Examples, fro- lA
t erdam, Rodopi.
la epistemología estándar y eliminando las barreras epistemológicas K, M. (1962), Models and Metaphors, Ithaca, Cornell University Press (trad.
artificiales entre "las" ciencias, pues la circulación de metáforas se da cast. : Modelos y metáforas , Madrid, Tecnos, 1966).
en sentidos cruzados y diversos. - (1977), "More about metaphors", Dialectica, 31 (reimpreso en A. Ortony, ed., Me·
• Asimismo permite desvirtuar, o al menos matizar fuertemente, la versión, taphor and Thought, Cambridge University Press, 1979).
casi folclórica ya, según la cual las ciencias sociales solo habrían copiado BRAITHWAITE, R.B. (1959), S cientific Explanation, Cambridge University Press.
(y mal) los criterios de cientificidad de las exitosas ciencias naturales BURTT, E. (1925), The Metaphysical Foundations of Physical Science, Nueva York,
luego de la revolución científica del siglo XVII porque han nacido bajo su Harcourt, Brace & Co. (trad. cast.: Los fundamentos metafísicos de la ciencia
influjo. Esta versión estereotipada ha tenido, paradojalmente, el gran moderna, Buenos Aires, Sudamericana, 1960).
problema de ser cierta en parte; pero aun siendo parcial ha quedado BUSTOS, E. de (ed.) (2001), La metáfora, Madrid, FCE.
CANGUILHEM, G. (1966), Le normal et le pathologique, París, PUF (trad. cast .: Lo
instalada, casi conspiracionalmente, como "la" historia de la ciencia. Sin
embargo, la transferencia de metáforas de u~ áreas a otras muestra
interacciones y vínculos mucho más matizados y de ida y vuelta, más
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CARNAP, R. (1928), Der logische Aufbau der Welt, Berlín, Weltkreis (trad. cast .: La
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que en un solo sentido (Cohen, 1995). CLAGETT, M. (1959), The Science of Mechanics in the Middle Ages, Madison, Uni-
• Permite, además, explicar la relación entre las ciencias, la cultura y la versity of Wisconsin Press.
sociedad sin apelar a posiciones dualistas (ciencia/cultura, racionalidad/ COHEN, I. (1960), The Birth of a N ew Physics, Nueva York, Doubleday & Co. (trad.
irracionalidad, contexto de descubrimiento/ contexto de justificación) que cast.: El nacimiento de una nueva física , Buenos Aires, Eudeba, 1971).
han evidenciado su debilidad. - (1985), Revolution in Science , Cambridge, Harva rd University Press (trad. cast.:
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No obstante, es mucho lo que queda pendiente. En primer lugar, hacer - (1995), Interactions, Massachusetts, The MIT Press.
funcionar el artefacto conceptual (la ME ) en el análisis histórico y actual de CROMBIE, A.C. (1952) , From Augustine to Galileo, Londres (trad. cast. : Historia de
la ciencia: de San Agustín a Galileo, Madrid, Alianza, 1974).
las ciencias y comprobar su idoneidad, dejando en claro que no se trata de
DANESI, M. (1990), "Thinking is seeing: Visual metaphors and the nature of abstract
defender una versión panmetafórica de la historia y de las ciencias actuales th ought", Semióticí)80.
sino, muy por el contrario, de un proceder inverso consistente en utilizar a - (1993), Vico, Metaphor and the Origin of Language, Bloomington, India na Uni-
las ME como instrumento de comprensión que en muchas ocasiones funciona versity Press.
bien y en otras, no. - (1998), S ig n, Thought and Culture: A basic course in semiotics, Toronto , Canadia n
Queda pendiente el punto de vist a apenas esbozado en el punto 4, es Sch olars Press.
224 Héctor A. Palma Ciencia y metáforas: crítica de una razón incestuosa 225

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Nueva York-Londres , J. Wiley & Sons. como un todo.
Albert-László Barabási

¿Qué pauta conecta al cangrejo con la langos-


ta y a la orquídea con el narciso, y a los cuatro
conmigo?
Gregory Bateson

Introducción

En 1948, el matemático Warren Weaver publica un artículo de perspec-


tiva sobre tres siglos de pensamiento científico al que titula "Ciencia y com-
plejidad". Inspirado por una visión de futuro, allí establece una perdurable ·
caracterización epistemológica: indica que a la ciencia le corresponden tres
tipos de problemas distintos, cada uno de los cuales implica teorías y métodos
específicos: los problemas de simplicidad , de complejidad desorganizada y
de complejidad organizada. 1 La simplicidad refiere fundamentalmente a
problemas de dos variables y ha sido desarrollada bajo el estándar de la
mecánica clásica, en el cual se busca explicar linealmente la ocurrencia de
un fenómeno mediante su deducción de leyes generales o la identificación

l. Es necesario contextualiza r el recorte de la idea de ciencia a la que refiere el a utor : los mo-
delos que describe corresponden a las ciencias orientadas a la búsqueda de regularidades en el
mundo empírico, dejando fuera de esa caracterización (aunque no necesariamente negando, ya
que pueden verse como complementarias) la tradición interpretativa de base hermenéutica o
deconstructiva. Por lo demás, como todo acto de tipificación, podrá capturar diferencias útiles
pero no estará exento de arbitrariedades.
[ 227]
228 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 229

de factores que lo causan unívocamente (por ejemplo, el movimiento de los Este pronóstico se formula en un clima histórico donde las estrategias
planetas a partir de la ley de gravitación universal, la guerra intertribal y predominantes de abstracción científica mostraban claridades "perfectas"
el canibalismo a partir de la búsqueda social de fuentes de proteínas). La para la interacción causal entre dos variables o alcanzaban excelentes cotas
complejidad desorganizada refiere a problemas de una gran cantidad de estadísticas tratando a los sistemas de una exorbitante cantidad de ellas
variables cuyos comportamientos individuales se consideran erráticos, ya como cajas negras, pero evitaban adentrarse en la lógica interna de sistemas
imposibles o irrelevantes de descifrar en sus correlaciones estructurales, tales como cerebros, organismos, sociedades de organismos, empresas, eco-
y es tratada por las teorías de probabilidad y estadística con el objetivo de nomías, ciudades o ecosistemas, y más aún en la lógica de los vínculos entre
inducir tendencias y alcanzar generalizaciones sobre la frecuencia de los ellos. Para todos estos casos las interacciones a considerar no aparecen fijas ,
estados de un conjunto (por ejemplo la presión de un volumen de un gas, como en un motor, ni las interdependencias son débiles, como en un gas, ni
la proporción de distribución de bienes en una población). La complejidad el sistema está próximo al equilibrio o es reversible, como en un péndulo.
~.
organizada refiere a problemas de una cantidad intermedia de variables que
se encuentran interrelacionadas de manera orgánica, por lo que no pueden
ser adecuadamente investigados de manera lineal-esto es, no puede infe-
- ~r la hipnosis que ejercían los estándares analíticos más exitosos de
investigar un problema, y por considerar dentro de esta perspectiva a estos
otros como de una dificultad irremontable, se fueron acumulando en este
rirse el patrón de comportamiento global del sistema a partir del análisis nudo epistemológico muchos e importantes problemas, fundamentalmente
por separado del comportamiento de sus partes-, ni ese comportamiento se aquellos que supondrían avances significativos en las ciencias biológicas,
nos presenta tan azaroso de manera de poder obtener promedios estadísticos psicológicas y sociales.
significativos. Weaver enumeraba con expresividad algunos problemas de Es en esta gran región media, entonces, comprendida cognoscitivamente
complejidad organizada: ¿qué hace que una rosa nocturna se abra cuando lo entre el problema de los dos cuerpos y los virtualmente infinitos, espacial-
hace? ¿Qué es un gen y cómo la constitución genética original de un organis- mente entre el átomo y el cuásar -donde algunos han reconocido la escala
mo se expresa en los rasgos desarrollados del adulto? ¿Hasta qué punto es más inmediata de las preocupaciones humanas-, y dinámicamente entre
seguro depender del juego libre de la oferta y demanda o de la planificación el azar y el orden, donde se produce el ámbito de lo complejo, cuyo desafío
centralizada para alcanzar la estabilidad económica o la optimización del filosófico y científico es el de la progresiva claridad en la comprensión de
espacio urbano? ¿Cómo puede explicarse el patrón de conducta de un grupo las articulaciones entre la parte y el todo. En estos bordes imaginarios se
de personas como un sindicato, un grupo empresario o una minoría racial?, desdoblan y se intersectan los niveles del individuo y la estructura, lo local y
para finalmente concluir: lo global, lo privado y lo público, dando a la composición social rasgos inteli-
gibles y permitiendo la explicación de su comportamiento. Este desafío, tan
Es tentador predecir que los mayores logros que la ciencia puede vigente entonces como hoy, no compone una crítica negativa a los modelos
y debe alcanzar en los próximos cincuenta años serán producto de la científicos más asentados,3 sino un señalamiento de sus limitaciones y un
participación de equipos interdisciplinarios [ .. .] asistidos por el uso llamado programático a conquistar con nuevas ideas y herramientas las
de computadoras de gran capacidad y velocidad. La ciencia ha hecho riquezas prácticas e intelectuales que existen del otro lado de sus fronteras.
progresos extraordinarios en la resolución de una cantidad inmensa
A continuación se realizará una exploración del problema del conocí-
de problemas lógicos y cuantitativos, que podríamos llamar problemas
fáciles. Pero los problemas difíciles, aquellos que tal vez prometen más
para el futuro del ser humano, se encuentran todavía por delante de lineales (Sokal y Bricmon t, 1999: 147-148). El sen tido en el que Weaver distingue la dificultad
ella.2 (Weaver, 1948: 542) relativa de la complejidad es que sus modelos implicarían claros límites intrínsecos a la forma-
lización, calculabilidad y predicción, ventajas del pa radigma a nalítico y unidireccionalmente
causal de la ciencia clásica para la intuición humana .
2. Simplicidad es el nombre que lleva un modelo de explicación; en este sentido, no refiere a 3. El término "modelo" se usará en este artículo en sentidos que registran algunas variaciones,
una cuestión de jerarquía de valor o de profundidad dentro de las ciencias, sino a un principio aunque puede reconocerse una idea común: un modelo es una construcción lógica y lingüística
de comparación entre técnicas gener ales de descripción y validación de objetos y problemas nos permite representar una fenomenología que se toma de referencía, de una ma nera
cien tíficos. E videntemente el desar ro llo de la mecáni ca clásica ha sido todo m enos fácil,
exigiendo monumentales esfuerzos de invención, síntesis y reducción, y no es a priori más o
menos vi gente o necesaria que cualquier paradigma de complejida d. De hecho, en términos
9 resulta más organizada y menos costosa pa ra el tipo de investigación o intervención
se quier e lleva r a cabo. De esta ma nera, un modelo nos permite visualizar, ma nipular
y comprender las propieda des y relaciones relevantes pa ra el estudio, cumpliendo di stintas
funciones tales como explicar, predecir, reducir los riesgos que supondría experimentar con
matemáti cos t a mpoco son estrictamente excluyentes, ya que la mecá nica newtoniana contiene
desar rollos pioneros en no linealidad, y teorías de complejidad pueden conte ner ecuaciones el fenómeno real, etcétera .
230 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 231

miento científico frente a la complejidad social en simultáneo con el de la l. Los sistemas complejos
naturaleza de "lo complejo" en general. Si bien este concepto es de uso amplio
y puede adoptar sentidos dispares, aquí se hará hincapié en el sentido más La investigación en sistemas complejos puede entenderse como la
técnico y específico que adquiere bajo las teorías de sistemas y las ciencias búsqueda por comprender los fenómenos de organización que se dan en
de la complejidad. Orientada de esta manera, la metáfora de la sociedad distintos tipos de sistemas dinámicos no lineales. Este problema puede
como un sistema complejo pretende organizar un nuevo campo de conoci- desagregarse en formas más específicas: ¿cómo en un conjunto de entidades
miento que también exige ser entendido en su espacio de posibilidades y en interacción que siguen conductas comparativamente simples y de alcance
limitaciones: ¿en qué sentidos constituye un problema con características local aparecen de manera imprevista patrones globales que pueden cumplir
propias?, ¿qué tipo de conocimiento es posible obtener de él?, ¿qué puede funciones sofisticadas?, ¿cómo se produce la invariancia del todo pese a los
decirnos sobre la relación entre la parte y el todo que subyace al proyecto cambios y fluctuaciones en sus partes?, ¿cómo es que estos distintos niveles
histórico de la ciencia social? se afectan entre sí?
Aunque las mencionadas corrientes científicas aspiran a conformar un En sus términos más elementales y abstractos, un modelo de complejidad
verdadero marco inter y transdisciplinario, que ya ofrece un corpus de re- supone la conceptualización de la unidad de estudio como una colección de
sultados considerable, las ciencias sociales han sido las menos permeadas componentes o nodos y de relaciones entre ellos, para cuya articulación
por sus modelos. Se han señalado diversas causas, como el desconocimiento teórica importa menos la "naturaleza" cualitativa de las cosas en cuestión
del campo debido a su ausencia frecuente en los programas universitarios, que su rol dentro de una estructura o una dinámica. Como tal supone
o ciertos compromisos paradigmáticos (en sentido kuhniana) acerca de lo una construcción: se abstrae de la imagen fenoménica de la realidad solo
que un problema social es y bajo qué términos debe ser desentrañado, que aquellos elementos que se consideran relevantes para el estudio de sus
resultan difíciles de complementar con estos enfoques, derivando en una interdependencias e interacciones, relegando otros al entorno del sistema
falta de familiaridad o llana reprobación por parte de numerosos investiga- o ya eliminándolos directamente de la representación. En este sentido,
dores a sus lenguajes y herramientas asociadas, tales como las matemáticas ningún modelo tiene la capacidad de diferenciar qué es lo simple y qué es
y las simulaciones computacionales. Esto se traduce frecuentemente en lo complejo, una técnica de complejidad permite más bien profundizar en
discusiones intuitivas acerca de sus afirmaciones e implicancias, tendientes la unidad de estudio solo a partir de aquellos aspectos que aporten a la
a simplificarlas o exagerarlas. 4 expectativa de una totalidad: un objeto es solo un objeto en la medida en
Aquí se buscará presentar en términos más bien discursivos y resumidos que se relaciona con otro , dirán los teóricos de redes sociales Stanley Was-
el desafío de la complejidad en ciencias sociales bajo dos premisas: que no serman y Katherine Faust (1994). En esta línea también se pronuncia el
existe a priori un enfoque excluyente, más respetuoso o profundo que otros, / {1..cii.o : ~ antropólogo Carlos Reynosr
para comprender la inagotable y diversa gama de fenómenos que llamamos
sociedad humana, y que la justificación de aplicar determinados modelos con
el fin de volver tratables ciertos aspectos del objeto de estudio es relativa al
J La complejidad no es en sentido estricto un atributo ontológico pro-
pio del fenómeno que se estudia, sino una escala inherente al punto de
encuadre que le demos al problema y a los objetivos de solución, decisión en vista que se adopta y a los conceptos que se usan, en especial conceptos
donde intervienen valores tanto epistémicos como éticos y políticos siempre relacionales tales como el de interacción, organización y emergencia.
Por consiguiente, tanto un microorganismo como el universo son por
sujetos al principio de deliberación.
igual susceptibles de abordarse como sistemas complejos. Una misma
realidad empírica, diferentemente mapeada sobre una teoría, puede
ser objeto de cualquiera de los tres tipos de modelos (de los enunciados
al inicio).¡ffiey naso, MOO . 31) """\_,

4. La má s divulgada de las voces actuales de complejida d en ciencias sociales es sin duda la


La estructura interna de nuestros lenguaj es e instrumentos fija nuestro
de Edgar M01·in, quien ha ela bora do un pa radigma filo sófico-político a poyado en los descubri-
mientos científicos del campo, denomina do pensamiento complejo. Si bien su alcance es amplio conocimiento de la realidad, es así que cuando no estamos construyendo lo
y diverso, ha sido critica do por incurrir en diversas "imposturas intelectuales" a la hora de {Clu1. vemos, estamos construyendo el ojo que ve. Vale notar, naturalmente,
interpretar las teorías de base (Reynoso, 2009). P ara otras presentaciones y extrapolaciones l.9.lliJ la situación del investigador explorando la realidad bajo un modelo
inadecuadas de teorías matemáticas no lineal es al ca mpo de las huma nidades y cienci as no tiene las características de una profecía autocumplida: en territorios
sociales , véase Sokal y Bricmont (1999: 139-150).
232 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 233

desconocidos este no necesariamente encontrará lo que el mapa promete. pueden sumarse la termodinámica de las estructuras disipativas de Ilya
Una determinada representación resultará funcional solo si los objetivos Prigogine, enfocada en la dinámica de los sistemas alejados del equilibrio,
que perseguimos son adecuados a los datos que le suministramos. Por otra los procesos irreversibles y el azar, y la teoría de catástrofes de René Thom,
parte, cabe señalar que la noción de complejidad bajo la que se pretende enfocada en los fenómenos singulares, las transiciones de fase, los procesos
caracterizar una clase de modelos se encuentra en una situación epistemo- de ruptura y crisis.
lógica algo peculiar: si bien se pueden reconocer intuitivamente algunos Además de conformar el campo de problemas y elaborar un conjunto de
aspectos distintivos de todo sistema complejo, sus caracterizaciones más conceptos generales que siguen mostrando su filo, los teóricos de sistemas
tantivas varían considerablemente en otros y su definición se da siempre fueron especialmente sensibles a la reflexión sobre los aspectos epistemoló-
" anera contextual. A causa de esto, las elaboraciones sobre la naturaleza gicos de sus ideas. Uno de sus principales esfuerzos fue distinguir los límites
a complejidad no se han llevado a cabo de manera finamente coordinada del paradigma reduccionista y mecanicista. Este, uno de los dispositivos de
an confluido en una teoría fundamental, pero igualmente forman una predicción más poderosos diseñados por la humanidad, explica y predice en
serie de aproximaciones análogas y registran una alta transferencia de términos de linealidad: en lenguaje cuantitativo, una ecuación que describa
ideas entre ámbitos distintos, cuyas tendencias históricas principales se la conducta total tiene la misma forma que las ecuaciones que describen la
reseñarán a continuación. conducta de las partes, y los procesos parciales son sumados para obtener
un proceso total (lo que en su representación gráfica da una línea recta, de
ahí su nombre). 5 Si bien es evidente que por doquier las cosas están sujetas a
1.1. Teorías sistémicas interacciones e interferencias múltiples, desde este paradigma se considera
que el esfuerzo intelectual debe orientarse a encontrar los parámetros ceteris
El ascenso de la familia de teorías de sistemas durante la primera mitad paribus desde los cuales desorganizar el sistema de estudio y aproximarse
del siglo XX responde a una necesidad en algunos campos intelectuales de a la comprensión de la complejidad mediante el análisis de unidades cada
trascender la impotencia de las recetas del reduccionismo analítico para la vez más básicas, que se acerquen a los "objetos ideales" y donde las inter-
comprensión de una serie de problemas, lo que motivó la exploración pa- ferencias del entorno puedan considerarse despreciables, punto donde la
ralela de una óptica sintética de pensamiento. Algunas de las inquietudes operación de fuerzas y leyes puede rastrearse con mayor exactitud.
más importantes tenían que ver con el fenómeno de la vida surgiendo del Por medio de la exploración de principios como los de equifinalidad y
funcionamiento coordinado de materia inorgánica, de las Gestalten a partir multifinalidad (donde distintas condiciones iniciales pueden producir el
de los datos sensoriales perceptivos, de la inteligencia a partir de módulos mismo estado final del sistema, o condiciones iniciales virtualmente indis-
con capacidades muy limitadas de estímulo-respuesta, o de la estabilidad tinguibles pueden generar estados finales significativamente distintos) fue
y el cambio social a partir de las ponderaciones de los individuos. encontrando sustento la idea de que, para la mayoría de los casos empíricos,
En este contexto se produce el reconocimiento de que las preguntas que no es posible establecer de manera obvia una misma y única causa para un
se estaban haciendo desde diversas disciplinas eran fundamentalmente las mismo y único efecto. Esto es porque los comportamientos antiintuitivos
mismas, adivinando que detrás de ellas se abría el territorio de una nueva no dependen, como suponía el ideal del determinismo laplaciano, de un
ciencia, e incluso de toda una epistemología, de las totalidades. El resultado conocimiento incompleto pero alcanzable al menos en principio de todas
fue el desarrollo de una serie de teorías que buscaron entender los fenómenos las relaciones discretas que tienen lugar entre los componentes, sino de
de organización como una unidad de estudio con propiedades específicas. las características no lineales del sistema: esto es, que la magnitud de una
Entre ellas se destacan la cibernética de Norbert Wiener, ocupada de los perturbación externa se diluye en las intrincadas interacciones internas, no
mecanismos de comunicación y control en sistemas teleológicos -que cum-
plen objetivos-, tales como la máquina de vapor, el sistema nervioso, los
misiles teledirigidos o los grupos sociales, y la teoría general de sistemas de 5. Por ejemplo, si se considera dos poblaciones que interactúan en un entorno de recursos
Ludwig von Bertalanffy, que se enfocaba en las descripciones estructurales y ilimitados, su desarrollo demográfico será linea l si se sigue un comportami ento invariante
donde el crecimiento de cada población es proporcional a su número de individuos dada una
dinámicas aspirando a descubrir equivalencias de conceptos, leyes y modelos ~~ tasa de crecimiento y al número de individuos de la otra población dada otra
en sistemas de distintas á reas de estudio, y a promover el intercambio entre ~ inada tasa de crecimiento (a mayor número de individuos, mayor crecimiento), de
especialistas y la unificación de conocimientos. En una instancia posterior donde puede deducirse que la velocidad de crecimiento de la población total será la suma de
las velocida des de cada población particular.
234 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 235

siendo generalmente la causa (input) que se observa proporcional al efecto de las ciencias naturales y formales, todas estas teorías tuvieron incur-
(output). Se percibe así que lo complejo es algo distinto de lo meramente siones en las ciencias sociales, provocadas por la idea de que los sistemas
complicado, aquello que puede ser difícil de describir pero que sucumbe a complejos en cualquier escala y ámbito -desde los organismos unicelulares
la estrategia de "dividir y conquistar"; lo complejo es aquel rasgo de inte- hasta las sociedades industriales contemporáneas- pueden ser abordados
rés que al someterse a las simplificaciones de una aproximación lineal se partiendo de un mismo conjunto de principios y metodologías (Bertalanffy,
desvirtúa por completo. 6 1993). Esta idea central del pensamiento sistémico permitió que en distintos
Asimismo, el enfoque centrado en la operación unidireccional deja fue- contextos de práctica el concepto de sistema complejo se propagara como lo
ra del tratamiento científico todas aquellas preguntas sobre la conducta que Héctor Palma7 llama una metáfora epistémica: cuando vastos dominios
"intencional" de muchos fenómenos empíricos, entre los que se cuentan las fenomenológicos son conceptualizados en función de los términos de algún
decisiones individuales y las colectivas. Esta oposición, que en su momento otro en el que tienen su origen, habilitando su investigación en ciertas di-
reflejó una batalla entre el positivismo y la metafísica, desplazó algunas recciones y no en otras. En este sentido la sociedad no solo es comparada
preguntas que pueden constituir legítimas formas de comprensión para con un sistema sino que es un sistema, interpretada como configuraciones
una ciencia empírica: ¿cómo un sistema ajusta su conducta con relación a complejas de muchas personas involucradas en patrones de organización
un fin?, ¿cómo mediante la operación de sus componentes logra regular sus superpuestos y entrelazados, cuya estructura y dinámica puede describirse
procesos internos, de manera de alcanzar estabilidad frente a un entorno para responder a preguntas tales como ¿cómo se originan las organizaciones
cambiante que amenaza con disolverlo? El pensamiento sistémico restableció sociales que no son conscientemente diseñadas por nadie?, ¿cómo pueden
esta pregunta desde su teoría más mecánica, la cibernética, enfocada en las representarse y relacionarse los distintos niveles de configuración social?,
matemáticas de los procesos de retroalimentación y prescindiendo así de ¿qué configuraciones resultan más eficaces, estables o duraderas, y por
influjos metafísicos muy marcados. La liberación del mandato de reducción qué?, ¿cómo cambian y evolucionan estas configuraciones?, ¿cuál es el rol
metodológica a los conceptos de la física permitió que el análisis pudiera del individuo en la estructura y viceversa?
pasar de la concentración en las fuerzas y las propiedades materiales a la de Antecedentes de este punto de vista pueden encontrarse en las ideas or-
los flujos de información dentro de un sistema y la evolución de diagramas ganicistas y evolucionistas de los fundadores de la sociología clásica, quienes
estructurales, definiendo así no solo un objeto sino una reeditada agenda de entendieron que las personas, al estar constreñidas por diferentes normas
preocupaciones: totalidad, organización, reflexividad (retroalimentación), sociales que condicionan sus pensamientos y relaciones mutuas, nunca se
finalidad. comportan de manera independiente. Émile Durkheim, por ejemplo, quien
De esta manera, el giro conceptual que produjo el estudio del rol de las combatió el reduccionismo del objeto social argumentando el predominio
interacciones fuertes y de los emergentes propios de las dinámicas no lineales de las estructuras sociales por sobre la conducta de los individuos, también
sirvió para afianzar los enfoques sistémicos en un reconocible campo teórico, entendió que estas estructuras estaban sostenidas por la acción de aquellos,
que aspiró a situarse como una alternativa tanto al atomismo como a los y que esta relación de niveles debía considerarse. Décadas después, luego
holismos en los que predominaba el tratamiento de las totalidades como de articuladas las teorías de sistemas, su aplicación en sociología tuvo su
"cajas negras". Aquí se busca transparentar los fenómenos de organización más popular aunque algo efímera expresión en el estructural-funcionalismo,
en virtud de la distinción de niveles de descripción dentro de un sistema, una teoría inspirada en la cibernética con Talcott Parsons como su figura
y del estudio de la interacción entre componentes y de estos con el entorno rutilante. Acentuando algunas tendencias que ya se daban en el pensamiento
(característica de los llamados sistemas abiertos), mostrando mayor capa- general de sistemas, las aplicaciones del funcionalismo se focalizaron en
cidad de combinación con modelos mecánicos y estadísticos. los fenómenos de solidaridad, homeostasis y estabilidad por sobre los de
Aunque sus despliegues más importantes hayan sucedido en el campo conflicto y cambio, apareciendo ocasionalmente los primeros como deseables
y los segundos como problemáticos, sesgo que fue asociado a una ideología
conservadora y visto como un criterio objetable para la decisión social.
6. Al mismo tiempo, ese ideal no consideraba las limitaciones constitutivas de la observación, La estrategia de conceptualizar personas como componentes o variables
marcadas por el descubrimiento teórico que indica que todo acto de medición de un sistema ya
implica un efecto sobre él que lo altera, revelando la incapacidad de eliminar todo margen de
sufrió además impugnaciones en bloque desde varios grupos intelectuales,
error en la medición, o que ninguna inteligencia que se sirva de un lenguaje numérico podría
codificar matemáticam ente en un tiempo finito una ley determinista de infinita precisión
(Bertuglia y Vaio, 2005: 256). 7. Véase el capítulo 8 de este volumen.
236 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 237

alineados en defensa de la irrenunciable prioridad de interpretar al sujeto dad", en esta red interdisciplinaria convergen teorías y metodologías como
humano en su subjetividad histórica. Adicionalmente, los modelos sistémicos los algoritmos genéticos y las teorías de sistemas complejos adaptativos, la
padecían serias dificultades metodológicas: se comprobaba difícil delimitar geometría fractal, las teorías del caos, la lógica difusa, la teoría de grafos y
claramente los subsistemas sociales y componer los diagramas jerárquicos, la ciencia de redes complejas, entre otras (para un panorama comprensivo
dada su variedad y superposición, así como establecer los factores que de- ver Reynoso, 2006, 2011; Mitchell, 2011). Si bien en la práctica existe un
terminaban su dinámica. El individuo humano, finalmente, resultaba un continuo tráfico de herramientas y un significativo grado de complementa-
agente demasiado complejo y elusivo para su representación en las técnicas ción conceptual, no existe al momento una medida universal de complejidad
matemáticas disponibles, y su lugar en la dialéctica entre la parte y el todo que las englobe como teoría, ni una única clase de sistema complejo que
no pudo ser muy bien explicada desde la estrategia de "arriba hacia abajo". las unifique como ciencia por su objeto: parafraseando al viejo Aristóteles,
En definitiva, la ambición programática inicial de elucidar la articulación complejidad se dice de muchas maneras. 8 Para aquellos que sugieren que
de lo micro y lo macro entre vastos dominios transdisciplinarios se topó la complejidad es un fenómeno distintivo y común a una variedad de sis-
con exigencias que no fueron resueltas exitosamente dentro de los vertigi- temas, esta situación epistemológica constituye una dificultad que se debe
nosos plazos de la ciencia empírica, y sus conceptos quedaron demasiado intentar salvar en la medida en que oscurece posibles vínculos entre teorías
abstractos o demasiado normativos para sus posibilidades operativas. Si o resultados y desdibuja los límites de la explicación; para otros, aparece
bien las teorías de sistemas conservaron algunos bastiones firmes (como como un rasgo inevitable del pluralismo de puntos de vista científicos o como
la ecología, la ingeniería o las ciencias de la administración), con el paso una libertad con importantes ventajas heurísticas; para la mayoría resulta
de los lustros sufrieron en el resto de las áreas un relegamiento a un lugar una inversión de pensamiento innecesaria dado que a menudo las ciencias
lateral, y su transcurrir quedó limitado a un grupo de adeptos. En la in- avanzan sin tener que reglamentar a priori el sentido de sus conceptos más
cursión retrospectiva es más habitual extraer experiencias de iluminación generales; en este sentido, complejidad no sería distinto de fuerza o gen.
epistemológica que un verdadero tesoro de explicaciones empíricas, pero es Lo que es tangible, de cualquier manera, es el consenso de que estas
aquella la razón de que las ideas originales retengan la frescura capaz de nuevas herramientas ofrecen comprensiones más finas de la relación mi-
seguir inspirando teorías de envergadura, tales como la de Niklas Luhmann cro-macro para una cantidad de problemas y mucho más sustento empírico
en ciencias sociales. para una cantidad de modelos. En este sentido, uno de los giros metodoló-
gicos más significativos de las teorías de complejidad con relación a la de
sistemas es el énfasis en lo individual como factor generativo de lo global,
1.2. Ciencias de la complejidad pasando del esquema de "arriba hacia abajo" o top-down (concentrado en
la descripción estructural de los sistemas y de las fuerzas externas que lo
Más allá de que su potencia inicial haya menguado rápidamente, las afectan como forma de analizar el comportamiento derivado de sus elemen-
teorías sistémicas tempranas proveyeron también un importante sustento tos) a uno de "abajo hacia arriba" o bottom-up (orientado a estudiar bajo
para desarrollos ulteriores en términos de problemas, direcciones teóricas un mínimo de teoría las formas que los elementos interactúan de manera
y vocabulario conceptual. Menos sensibles que las ciencias sociales a las simple y local, como forma de dilucidar los mecanismos de coordinación
connotaciones ideológicas de sus teorías, pero también menos propensas que producen los patrones complejos y globales). Este giro, posibilitado por
a la impugnación de tradiciones enteras, en otras ciencias se continuaron la creciente capacidad computacional de modelar la conducta de cientos o
explorando los caminos posibles que ese campo de ideas ofrecía. miles de agentes individuales en interacción, permitió a su vez investigar
Más próximas al espíritu de las investigaciones tempranas sobre autó- experimentalmente el fenómeno de la emergencia y supuso otro cambio de
matas celulares en la década del 1940, hacia la de 1970 en campos como tendencia, pasando de los modelos de sistemas abiertos a los de sistemas
la inteligencia artificial, la ecología y las teorías de sistemas dinámicos se
revitaliza la agenda de la tradición sistémica con nuevas matemáticas, un
menor tono teórico y mayor dotación operativa por medio de algoritmos y
8. Melanie Mitchell (2011 ) enumera algunas de la s diferentes medidas de complejidad existen-
simulaciones, para finalmente afianzarse en la última década del siglo XX, tes, en ta nto form as de responder a las preguntas de cuán difícil un sistema es de describir,
ahora sí, "asistida por el uso de computadoras de gran capacidad". Aunadas de crear, o cuál es su grado de orga nización: como t a maño, contenido de información algorít-
bajo un parecido de familia que lleva el nombre de "ciencias de la compleji- mica, profundida d lógica, profundida d termodin á mica, ca pacidad computaciona l, medida de
complejidad estadística, dimensión fractal , gra do de jerarquía.
238 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 239

cerrados, en la medida en que lo que se busca entender es el "esfuerzo" a considerar la ínter y la transdisciplinariedad de su campo y la unidad de
interno del sistema para organizarse de maneras complejas. sus problemas, aunque no la naturaleza de sus definiciones. Y en varios
Esas tendencias han comportado también otra forma de compatibilizar casos, vale decir, con la misma propensión de sus antecesores a realizar
con la investigación en ciencias sociales, en tanto que permiten hacer foco en vaticinios revolucionarios que resultan algo imprudentes pese a la intere-
las prácticas individuales de los agentes y en la racionalidad acotada de sus sante, pero todavía comparativa mente moderada, ca ntidad de resultados
decisiones, moneda teórica corriente en muchas de sus subdisciplinas. Ade- a uténticamente trascendentales.
más, la posibilidad de computar las abismales interacciones que se producen
en un sistema no lineal y representar sus trayectorias evolutivas permite,
en algunos casos, aproximarse significativamente al estudio de la dinámica 2. La emergencia como punto de vista
social, un territorio tradicionalmente difícil y uno de los principales retos
para la ciencia social del futuro. Las nuevas teorías de la complejidad han Las formas de representación propias del estudio de sistemas complejos
puesto mayor acento en la comprensión de las fluctuaciones entre períodos tienen el objetivo de evidenciar los emergentes, aquellas propiedades, pa-
de inestabilidad y estabilidad, en la incerteza del cálculo o en las rupturas trones o estructuras nuevas y coherentes que aparecen solo en cierto nivel
que suceden en las transiciones de fase, pero también en los procesos de de organización, con el fin de explicarlos en todos aquellos casos en que su
aprendizaje, autoorganización y resiliencia, ofreciendo un marco más fruc- aparición no resulte trivial (es decir, inferible de un conocimiento completo
tífero para representar las dinámicas observables en las sociedades reales. de las propiedades de las partes). La elucidación de este concepto resulta
Los sistemas complejos aparecen aquí como aquellos que se mantienen crucial para comprender el estatus epistemológico de un modelo de compleji-
en un filo crítico entre el orden y el caos y exhiben una alta sensibilidad a dad y para evaluar posibilidades metodológicas. En efecto, bajo las distintas
las condiciones iniciales, reaccionando permanentemente a circunstancias significaciones que puede adquirir este concepto se trazan implícitamente
variables y espontáneas que pueden desencadenar de manera impredecible las r elaciones de dependencia e independencia entre la parte y el todo -o lo
transiciones lentas, abruptas o nulas. Se ha encontrado, sin embargo, que micro y lo macro- que están en la base de nuestras explicaciones. Funda-
en este fino pasaje se pueden detectar una cantidad de pautas que reducen mentalmente también, supone una cuestión central en la discusión sobre
el desconcierto, nos permiten describir cualitativamente o topológicamente la posibilidad de las ciencias sociales como algo más que un conocimiento
lo que sucede y, en varios casos, predecir frecuencias o arcos de trayecto- provisorio de la psicología, la biología o la física, litigio epistemológico que
rias posibles. Una descripción de las relaciones entre tipos de composición puede r emontarse a las tempranas afirmaciones de Durkheim acerca de que
estructural y evoluciones dinámicas nos permite entender qué puede pasar no puede haber sociología a menos que se entienda a las sociedades como
dado cierto estado actual y en ciertas condiciones, y, por lo tanto, reducir los existiendo con entidad propia, y que las sociedades no pueden existir a menos
imprevistos dramáticos de la intervención ciega en los sistemas sociales. que solo otorguemos entidad a los individuos. La pregunta relevante aquí
Las ciencias de la complejidad, de esta manera, pueden ser vistas como es qué estatus puede adquirir esta diferencia tal que exige la movilización
una línea que conlleva resoluciones más prometedoras a un conjunto de de otras fuerzas analíticas.9
problemas que quedaron abiertos de la tradición sistémica y, en otro nivel, Aunque seguramente no sea posible una ontología o una epistemología de
de las ciencias que trata n sistemas vivos en general, las sociales una de ellas. un solo nivel, ya que estas distinciones nos ayudan a clasificar el inabarcable
Pero si bien algunas propiedades importantes de los fenómenos complejos universo en órdenes de experiencia asimilables, lenguajes con los que nos
no fueron sospechadas hasta tiempo después ni se poseían las herramien- referimos a ellos y técnicas mediante las cuales los investigamos, lp_ entidad
tas pa r a tratar las más desafiantes de las que sí se conocían , no se ajusta de un nivel no es algo evidente: un nivel no es algo observable, sino más bien
habla r de una bifurcación epist emológica importante entre las teorías de un reflejo de nuestras condiciones de observación, experimentación y análi-
sistemas y complejidad sino más bien de una cierta disociación discursiva, sis, que cambian a lo largo del tiempo o a través de las disciplinas. En otras
que demora el encuentro entre las excelentes ideas de los textos pioner os pala bras , es algo que debe precisar se. La perspectiva de sistemas plantea
con los descubrimientos más vertiginosos de las metodologías actuales. El que los niveles corresponden a jer a rquías de orga nización, donde ca da una
campo de la complejidad es actualmente una fa milia de teorías y metodo- es más compleja que la inmediatamente inferior y posee comportamientos o
logías, un juego de lenguaje a la Wittgenstein sin ningún crit erio r ector,
compartida por una comunidad de científicos con una tendencia intuitiva
9. Para las distintas vari antes de la discusión, véase el capítulo 1 de este volumen.
240 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 241

propieda des que no encontramos en la descripción de los elementos de esta, Los enfoques emergentes, característicos de las ciencias de la comple-
aun cuando puedan estar suficientemente determinadas por la actividad de jidad, suponen en cambio una primacía de los niveles inferiores. Aquí los
los componentes más básicos. Esto se debe a la capacidad de esos modelos emergentes tienden a ser abordados metodológicamente desde la compren-
de expresar similp.Fi8.e~e5) estructurales entre elementos cualitativamente sión de los comportamientos de nivel inferior sin el trasfondo de influencia
disímiles, cumpliendo una función epistemológica: de los niveles de mayor complejidad. Justamente, lo que se busca compren-
der es cómo, a partir de elementos y reglas o leyes relativamente simples
Los elementos vistos individualmente en determinado nivel se dis- operando según una lógica puramente local, se pueden generar procesos
tinguen unos de otros por las propiedades de exclusión, de separación complejos no previsibles en una escala superior. Considérense los siguientes
y de diferencias que impiden confundirlos en una pura mescolanza. ejemplos. En un estudio sobre la inteligencia de los hormigueros, el biólogo
No obstante, estos mismos elementos vistos como constitutivos de un Nigel Frank (citado por Mitchell, 2011: 3) escribe:
todo son reunidos forzo samente por propiedades comunes que, por lo
menos desde el punto de vista de esas propiedades comunes, anulan La solitaria hormiga guerrera es uno de los animales menos sofisti-
sus diferencias. Dicho de otra forma, solo es posible pasar de un nivel cados que se pueda imaginar[ ... ] Si se colocan cien hormigas guerreras
elemental a un nivel más integrado transformando las propiedades en una superficie plana, caminarán en círculos hasta que mueran de
de separación en propiedades de reunión. (Atlan, 1991: 68) agotamiento. Sin embargo, ponga medio millón de ellas juntas, y el
grupo como un todo se convierte en lo que algunos han llamado un
En esta transformación, hay siempre un intercambio entre lo que se "superorganismo" con "inteligencia colectiva".
gana y lo que se pierde para la observación y la comprensión, ya que el
desdoblamiento que se genera entre los aspectos de un objeto que inicial- ~ ) Ji A A comienzos ~ 1960, en una obra precursora sobre la planificación
mente consideramos unificado puede suponer un cambio de lenguaje o de ~ ·'AO. W. ~rbana, Jane Jacobs (citada por Johnson, 2008: 47) llamaba la atención
disciplina. Las propiedades "nuevas" pueden ser así entendidas de distintas v..t sobre un fenómeno similar:
maneras, ramificando nuestra forma de investigarlas y nuestras estrategias
de conexión. Bajo el aparente desorden de la ciudad vieja, en los sitios en que la
Al interior de los modelos de complejidad, la búsqueda de vínculos entre ciudad vieja funciona bien, hay un orden maravilloso que mantiene la
lo micro y lo marco puede dividirse en enfoques de tipo "holista" y de tipo seguridad en las calles y la libertad en la ciudad. Es un orden complejo.
"emergente". Aunque estos funcionen frecuentemente como sinónimos, es Su esencia es un uso íntimo de las aceras acompañado de una cons-
conveniente marcar diferencias. La idea holista más amplia es transversal al tante sucesión de miradas. Este orden está compuesto de movimiento
pensamiento de sistemas complejos y supone la atención en las totalidades y cambio, y aunque es vida y no arte, bien podríamos llamarlo el arte
irreductibles, pero en un sentido más específico consiste en un enfoque que de la ciudad y emparentarlo con la danza, no con una danza simple
y exacta donde todos levantan las piernas al mismo tiempo, giran al
sitúa la comprensión del sistema en la primacía de la totalidad por sobre
unísono y saludan en masa, sino con un ballet intrincado donde los
las partes. En la escuela de psicología de la Gestalt, por ejemplo, se entiende primeros bailarines y el resto del ballet tienen partes diferenciadas
que las configuraciones perceptivas (como una melodía) no solo resultan que se refuerzan milagrosamente unas a las otras y forman un todo
irreductibles sino que constituyen una experiencia psicológica primaria ordenado.
con r elación a la de sus partes componentes, que tienen un estatus deri-
vado y que se experimentan bajo la expectativa del "todo"; en el vitalismo Ejemplos similares de autoorganización pueden encontrarse en las efi-
biológico, se postula una "fuerza" específica diferente a las que describe la caces formaciones del vuelo de los pájaros y el nado de los cardúmenes, en
física que insufla propiedades vitales a la materia y la hace comportarse la constitución de organizaciones multinacionales, o en el alcance devalo-
de determinadas maneras; en el funcionalismo sociológico, la trama social res óptimos para los bienes en una economía donde los agentes obedecen
produce estructuras que tienden a su estabilidad y a la reproducción, y los las reglas locales del comercio, entre otros. 10 Los últimos treinta años de
individuos expresan inadvertidamente esas funciones en su conducta. En
estos enfoques la explicación debe concentrarse entonces en encontrar las
leyes y los constreñimientos propios que afectan a las macroestructuras, 10. Los fenómenos de autoorganización son aquellos en los cuales una estructura o patrón
desde las cuales explicar luego el sentido o el comportamiento de las partes. emerge en w1 sistema sin especificaciones del entorno o de un control centra l, pasando de
un esta do relativamente desorganizado, indiferenci a do e independiente de las partes a uno
242 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 243

desarrollo en ciencias de la complejidad se han abocado a mostrar, justa- según la estrategia de explicación que adoptemos, la brecha cognitiva del
mente, que la emergencia vista de abajo hacia arriba no es una suerte de problema se podrá acortar en un punto o en otro de su proyección; según el
"milagro", un producto del azar o de una inteligencia central que opera en tipo de sistema que consideremos, lo novedoso será un efecto meramente
las sombras de la inspección científica. Si bien en ningún caso se alcanzan óptico para el investigador o tendrá alguna capacidad causal dentro de ese
comprensiones lineales de esas dinámicas, lo que justificaría enfoques sistema. Así como no es posible una epistemología general de un solo nivel,
reduccionistas, existen principios y metodologías comunes que tienden difícilmente un mismo esquema de relación entre niveles se pueda aplicar
a mostrar la "suficiencia" de lo simple en la producción de lo complejo. a todos los sistemas. Como señala oportunamente Carlos Reynoso, ningún
Por ejemplo, como resultado de presiones evolutivas, cada hormiga posee principio rige igual en todas las escalas y todas las condiciones.
'-{ <m.:JUnt-o reglas instanciadas en su sistema nervioso que la preparan Otros signos alimentan esta perspectiva epistemológica. En un célebre
para actuar en e~ Ante estímulos tales como "peligro" o "comida", la argumento, el filósofo Willard V.O. Quine (1991) razonó que lo que llamamos
hormiga individua esencadena de manera refleja señales de feromonas "realidad" puede componerse y descomponerse analíticamente de infinitas
que codifican esta información, que es recibida por otras hormigas de su maneras; entonces, si como señalan los sociólogos de complejidad David
sociedad con las que interactúa cercanamente y que a su vez reaccionan Miller y Scott Page (2007), la búsqueda para cualquier modelo es facilitar
de maneras similares, transfiriendo así información actualizada a todo el el pensamiento mientras se mantiene cierta habilidad de iluminar la reali-
sistema y retroalimentando la conducta individual de manera que pueda dad, distintos modelos iluminarán la realidad de distintas maneras o, más
existir la cooperación y coordinación necesarias para cumplir funciones bien, iluminarán realidades distintas. Un modelo en este sentido no es una
sofisticadas a nivel grupal. Análogamente, pero ahora como resultado de entidad transparente; lo que se conoce de la realidad bajo una técnica de
un proceso consciente (aunque sujeto a información y opciones acotadas y representación se disuelve en otra en tanto cambie el lenguaje que usamos
a una capacidad limitada para procesarlas), los habitantes de un barrio, para hablar de la composición ontológica de cada nivel de referencia y no
los agentes económicos o los conductores en el tránsito, tomarán decisiones exista un lenguaje de traducción entre ellos. Rolando García (2006) señaló
para adaptarse a circunstancias locales cambiantes que irán configurando que esa forma de entender la complejidad es antiempirista -no antiempí-
cierto orden o patrón, tal que el sistema pueda cumplir las funciones que se rica-, ya que niega que las características del sistema estén dadas y sean
le exigen. Otros ejemplos de esto se verán en detalle más adelante. accesibles a la experiencia directa de cualquier "observador neutro". La
Cada enfoque intentará ganar consistencia epistemológica en orden de distinción de niveles de análisis aparece así como un efecto de la perspectiva
persuadir acerca de que sus recursos conllevan formas seguras y valiosas de un investigador según la relación entre los distintos niveles de lo que
de investigación empírica. Esto exige profundizar en algunas distinciones presupone y lo que desconoce:
que ayudan a aclarar el problema de cómo se entienden los niveles y en qué
sentidos podemos decir que se afectan entre sí. En tanto la construcción del conocimiento procede por reorganiza-
ciones, es necesario tomar en cuenta, en cada nivel de análisis, el nivel
de organización que estamos considerando. En un nivel de análisis
2.1. La emergencia como clase de novedad determinado, el material empírico, dado en dicho nivel, proviene de
conceptualizaciones e inferencias realizadas (construidas) en niveles
anteriores. Las teorizaciones que realizamos en el nuevo nivel co-
Los descubrimientos alrededor de la emergencia y la complejidad se
rresponden a nuevas interpretaciones, nuevas relaciones y nuevas
pueden sintetizar entonces en la idea de que, para un gran número de conceptualizaciones de objetos. Podemos , por consiguiente, afirmar
casos, más es diferente (Anderson, 1994). El estatus de esta diferencia tal que, tanto los objetos como las relaciones que se manejan en un nivel
que introduce algo nuevo para el análisis depende de las alternativas de dado, son inferidos (o fueron inferidos en los niveles anteriores). Con
abordaje que estos modelos presentan: según la metodología que guíe la esos objetos y relaciones inferidas construimos nuestros modelos y
exploración de un sistema, el problema del todo y la parte responderá a las teorías. Cuando nos referimos a un sistema como algo que "existe en
proyecciones posibles de las características propias del nivel de referencia; la realidad" estamos aludiendo a la contraparte que hipotetizamos en
el "mundo exterior" como correspondiendo a nuestro modelo. (García,
2006:40)
orga nizado, alta mente diferenci ado e interdependiente que puede cumplir di stintas funciones ,
alcanzar est a dos de resilienci a o vulnerabilidad y efectuar la transición entre períodos de
estabilidad y cambio. Lo novedoso puede entenderse entonces como un producto del pluralis-
- - - - - - - - - - - -- - - - - - --

244 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 245

mo de modelos científicos con relación a nuestra organización cognitiva, de predicción del observador. Aquí el patrón evolutivo es simplemente
especialmente a los límites intrínsecos de la observación o la computación reconocido por el observador como emergente en la medida en que no le
y a los propósitos excluyentes que guían todo acto de conocimiento. Es resulta previsible, pero no manifiesta novedades que alteren la lógica del
ly deciJ que existe una limitación general de cualquier lenguaje de acaparar sistema tal como este es definido teóricamente. Por otro lado, en los sistemas
en sifuultáneo todos los puntos de vista y preguntas relevantes del campo abiertos y sujetos a circunstancias variables donde se estudia la conducta
de la comprensión humana, y en particular una limitación formal de los coordinada de agentes que procesan información sobre los estados del sis-
grandes modelos predictivos disponibles para, dado el conocimiento de su tema, hay un sentido en el que un orden emergente constituye "algo", una
estructura y de su mecánica subyacente en un momento dado, describir pieza de información que puede ser reconocida y utilizada por los agentes,
la evolución de aquellos sistemas que se encuentran lejos del equilibrio y retroalimentando potencialmente la conducta a nivel individual y global.
exhiben un fuerte grado de autoorganización. En la medida en que estas A esta clase de emergencia el matemático James Crutchfield (1994: 518)
características aparecen como efectos del tiempo, la emergencia no debe ser la llama intrínseca:
entendida como un rasgo observable en un sistema estático sino como una
clase de novedad que surge de la investigación de un proceso. Los agentes competitivos en un mercado de capitales eficiente
En sintonía con la noción de complejidad, la de emergencia no deriva su controlan sus estrategias individuales de producción-inversión y de
significado de una teoría única. Su dimensión filosófica irreductible hace posesión de activos basadas en el precio óptimo que ha surgido de su
que pueda entenderse de distintas maneras al interior de distintos modelos; comportamiento colectivo. Es esencial para las decisiones de asignación
de recursos de los agentes que, a través del comportamiento colectivo
sin embargo, como señalan Sergio Bertuglia y Franco Vaio (2006), esto no
del mercado, emerjan precios que funcionen como signos precisos que
significa en modo alguno que sean conceptos subjetivos: vinculados al obser- reflejan plenamente toda la información disponible. Lo que es distin-
vador significa vinculados a la interacción constructiva entre el observador tivo acerca de la emergencia intrínseca es que los patrones formados
y lo observado, no simplemente dependiente de la opinión del observador. confieren una funcionalidad adicional al sistema que soporta a su vez
La naturaleza de tal interacción es otra variable importante a considerar. el procesamiento de la información global.

En esta línea de análisis, tres nociones escalonadas de emergencia pue-


2.2. La emergencia como clases de cosas nuevas den distinguirse: 1) definición inmediata o intuitiva: "algo nuevo aparece";
2) formación de patrones: un observador descubre rasgos interesantes de
En este punto, queda explorar la cuestión de si en esas novedades "organización" en un sistema dinámico, y 3) intrínseca: el sistema bajo
emergentes pueden distinguirse distintas clases de cosas nuevas, lo que estudio capitaliza los patrones que se forman.
justificaría una ramificación de formas más específicas para su tratamiento. Estas nociones a su vez pueden relacionarse con sus enfoques carac-
Una de las formas que se han propuesto supone distinguir clases de terísticos: holista (en sentido general), de complejidad y de complejidad
observadores: en efecto, una diferencia importante puede establecerse si adaptativa respectivamente.
el sistema que se investiga está compuesto en sí mismo por investigadores Las caracterizaciones epistemológicas aquí expuestas servirán para
de ese sistema, en este caso un modelo de análisis deberá contener a su vez examinar en más detalle el alcance de los modelos de complejidad como
los modelos de conocimiento que los agentes que actúan dentro del sistema forma de visualizar la sociedad humana, entender qué tipo de conocimiento
emplean para investigarlo y ajustar su desempeño en función de la infor-
mación que obtienen de él. Cuando estudiamos su dinámica, los sistemas
vivos y sociales gener almente nos exigen esta consideración.
No toda emergencia responde a estas características. En dinámicas no al mismo tiempo presenta una extrema sensibilida d a muy pequeños impa ctos o variaciones
lineales deterministas (los llamados sistemas caóticos), utilizadas para re- en los parámetros iniciales que resultan imposibles de observar o computar. Estos lleva nja \
presentar desde el clima global o el goteo de una canilla hasta tendencias dramá ticas amplifi caciones en la diferencia de los estados sucesivos posibles del sistem_\ : j
largo plazo (los llama dos patrones atractores), mostra ndo que reglas completa mente deter-
en la evolución de la opinión pública,11 lo nuevo es el derivado de las fallas minist as pueden producir resultados impredecibles. Ilustra da frecuentemente con el célebre
efecto mariposa, Reynoso (2006: 274) observa que esta característica constituye "un elemento
11. Un sistema caótico es a quel en el cual, da do un cierto esta do del sistema, este siempre de juicio sumamente importante para los científicos socia les, dado que demuestra con toda
producirá el mismo esta do subsiguiente (es decir que no existe azar en su evolución ), pero que contundencia que sistemas casi idénticos pueden desarrollar historias distintas".
246 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 247

podemos extraer a partir del examen de algunas de sus metodologías y sus palabras, en qué sentido un modelo que se ha utilizado para comprender
consecuencias para el viejo debate de la articulación entre la parte y el todo. el desarrollo de, digamos, una célula, puede extrapolarse para entender el
desarrollo de una organización terrorista o un Estado-nación (y viceversa).
Recurrentemente se observa que el comportamiento humano difiere dra-
3. Desafíos de complejidad en ciencias sociales máticamente del de otros sistemas vivos y no vivos por la complejidad de la
comunicación simbólica, el peso de la historia individual, la autorreflexivi-
Si lo que perseguimos en el trabajo científico es la captura de regulari- dad y la capacidad de previsión e innovación, y también que sus sociedades
dades mediante el estudio de procesos y mecanismos (asumiendo que no es presentan un grado de diferenciación y conexión entre los agregados mu-
esta la única búsqueda posible para una ciencia social), nos encontramos cho más insondable que las de otros organismos. Esta realidad inapelable
con que los abordajes matemáticos y los modelos de causa-efecto han tenido obliga a precaverse contra todo tipo de universalismos expeditivos, que la
en el territorio de las sociedades humanas logros muy reducidos, limitados mayoría de las veces resultan o falaces o demasiado vagos para ser inte-
a horizontes muy estrechos de tiempo, precisión y generalidad. Aun cuando resantes, pero también contra aquellas reacciones que apresuradamente
sea razonable abandonar la idea de que la investigación social deba aspirar buscan guarecerse en un excepcionalismo humano absoluto. Participar en
a la clase de resultados que se esperan de las ciencias físico-químicas, esto la larga batalla epistemológica entre las disciplinas por la discriminación
no implica la razonabilidad de una postura esencialista acerca de todo cono- entre lo que es diferente y lo que es común exige que la transdisciplina sea
cimiento sobre la sociedad humana, especialmente cuando un mismo campo sostenida tanto por corroboración empírica como por la explicitación de a
genérico admite la coexistencia de problemas y enfoques diversos. En este qué nivel de abstracción esas invariancias universales se observan y en
sentido, lograr saltos cualitativos en la comprensión de la dinámica social cuál se diluyen, volviendo su atribución inadecuada. En el universo de las
aparece como un desafío continuo para las ciencias sociales y la transferencia ciencias sociales, la complejidad permanece como un proyecto atado a cierto
de herramientas y soluciones entre campos, como un recurso invaluable. Los nivel de representación y por lo tanto limitado a cierta clase de preguntas
modelos de sistemas complejos se posicionan como un camino prometedor y respuestas. Bajo este marco, sin embargo, diversas investigaciones han
para avanzar en este sentido, principalmente por el hecho de haber sido mostrado que algunas dinámicas y formas de organización se pueden obser-
capaces de mostrar en qué consiste ese avance y de ofrecer una comprensión var en una variedad dispar de sistemas, sean estos humanos o no, ya que
renovada de las relaciones micro-macro que subyacen a estos problemas. no parecen depender tanto de cuáles sean las características cualitativas
Para lograr esto, tales estrategias se orientan a la comprensión de cómo de los elementos sino del hecho de que, dadas ciertas relaciones de interac-
ciertas estructuras reticulares o parámetros de comportamiento limitan las ción, los espacios del problema tienden a concentrarse en unas pocas clases
trayectorias posibles de interacción entre los distintos agentes sociales. Así de soluciones estructurales (Bak, 1999; Reynoso, 2011: 261-276). En cada
se pretende obtener conocimientos al respecto de cuán densamente interco- caso resulta necesario distinguir tanto las especificidades relevantes que
nectado está un sistema social, cómo se distribuyen sus conexiones, cómo un modelo va a mapear en función del dominio del problema, la hipótesis
esta distribución limita la circulación de bienes o determina la resistencia y la escala a la que se aplica, y el alcance explicativo que este tiene. Una
del sistema, qué rango de estados posibles alcanzará una organización so- instancia de universalidad o de diferencia deberá entonces ser un resultado
cial dadas ciertas condiciones y objetivos, cómo los procesos de interacción más que una condición de la investigación.
local forman procesos y estructuras globales y cómo estos a su vez afectan Para analizar algunas de estas posibilidades de complejidad en ciencias
el espacio de opciones individuales. Las aplicaciones que se proyectan van sociales se tomará un enfoque guía, el de explorar cómo el comportamiento
desde la optimización del tráfico de una red (de transporte, información, in- simple genera el complejo, la parte precede al todo, o la escala microscópica
tercambio, enfermedades, etc.), la medición de sostenibilidad de la actividad asume una macroscópica.
de un subsistema social o su grado de vulnerabilidad o resiliencia frente a
perturbaciones externas (en función de parámetros ecológicos o de impactos
climáticos), los efectos del balance entre reglas centralizadas y locales en 3.1. Sociedades artificiales: laboratorios de dinámica emergente
una organización social jerarquizada (política, económica), etcétera.
Una pregunta importante es hasta qué punto es dado confiar en aquella Las observaciones citadas anteriormente acerca de la emergencia intrín-
prometedora idea de que las propiedades de sistemas de distinto tipo pue- seca han derivado en el campo de estudio de los llamados sistemas complejos
den comprenderse mediante un conjunto de principios comunes. En otras adaptativos (SCA). Estos se definen como colecciones de agentes diversos
248 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 249

e interconectados de manera distribuida, cuya organización persiste en el los macrocomportamientos que emergen de las dinámicas de interacción de
tiempo, es capaz de responder a presiones cambiantes y específicas de su los agentes, aspirando a constituir un instrumento que sirva para crear,
entorno, y aprender o evolucionar. Ante una perturbación, los SCA pueden calibrar o testear hipótesis al respecto de la suficiencia de determinado
producir cambios en su organización interna o en el entorno (que puede tipo de parámetros (conductas o normas) en la producción de determinados
consistir en otros sistemas adaptativos) con el fin de cumplir sus objetivos resultados sociales.
(Gell-Mann, 1995). Este rasgo diferencia a sistemas complejos como los co- A modo de ejemplo: en un estudio pionero y muy simple con autómatas
pos de nieve, los huracanes o las galaxias, de los cerebros, los organismos, celulares, el economista Thomas Schelling (1969) buscó entender el fenóme-
·-I-
las sociedades, los ecosistemas la bolsa de valores o la empresa científica.
Siendo que las diversas formas de autoorganización social que obser-
vamos -la mayoría de los lenguajes, las convenciones, las normas o las
-r no espontáneo de la agrupación social segregada en barrios residenciales,
bajo la hipótesis de que ciertos "micromotivos" de los comportamientos de
las personas, que no respondían a un propósito de separarse de otras clases
instituciones- no surgen de una iniciativa deliberada y mancomunada de sociales ni sentían rechazo por ellas, producían en la interacción sostenida
los agentes, la pregunta es cómo, partiendo de las estrategias adaptativas esos resultados generales e indeseables. Para ello distribuyó azarosamente
de competencia y cooperación que tienen lugar a nivel individual, pueden en una grilla dos tipos de agentes (por ejemplo, blancos y negros o ricos y
explicarse los rasgos de regularidad que emergen en otro nivel de agrega- pobres) representando los habitantes de un barrio que buscan su lugar de
ción.12 Una forma de operacionalizar esta línea de investigación sobre los asentamiento, y como única regla individual definió la preferencia de que al
SCA es mediante los llamados modelos basados en agentes, un tipo de modelo menos una fracción minoritaria de sus vecinos colindantes sean del mismo
algorítmico de simulación con soporte computacional que pretende superar tipo. Si el agente se encontraba en una posición en que no se cumplía la
las limitaciones de los abordajes matemáticos clásicos. Uno de los ejemplos preferencia, este se movía a un lote vacante hasta que se encontraba "sa-
más simples son los autómatas celulares, que consisten generalmente en tisfecho". En el experimento, el modelo se corre numerosas veces hasta~
un espacio del tipo grilla de celdas y un conjunto de reglas que van actua- todos los agentes se encuentren satisfechos, y se observa repetidamente ue
lizando los estados de cada celda según su valor actual y el de sus celdas el patrón que va emergiendo es uno donde los agentes de cada tipo se agrupan
vecinas dentro de un rango de valores posibles. Otros modelos permiten la en barrios homogéneos y separados. Las intrincadas interdependencias no
programación de una cantidad de actores o agentes, los atributos de estos, lineales entre los agentes generan resultados que no son obvios a partir de
sus condiciones iniciales y sus reglas de comportamiento, dentro de un un examen inicial de la situación de cada agente, puesto que cada decisión
entorno de interacción espacialmente más libre. Ambos modelos pueden individual de trasladarse ligeramente afecta los intereses de los agentes
combinarse. Los agentes pueden ser heterogéneos en sus atributos y reglas, vecinos, que toman nuevas decisiones y afectan otros intereses, y así. 13
y autónomos, en el sentido de que pueden ser capaces de "procesar infor-
mación" y "aprender", es decir, modificar sus reglas de conducta de acuerdo
con los resultados de sus interacciones y sin la intervención del diseñador. 3.2. Individualismo y holismo en los enfoques de "abajo hacia arriba"
El uso de estos modelos para la emulación de procesos sociales resulta en
la técnica de investigación conocida como sociedades artificiales. Para una ciencia social, esto naturalmente abre viejas y acuciantes
En la medida en que aquí resulta posible manipular variables, monito- preguntas acerca de cómo puede establecerse la relación entre la conducta
rear los comportamientos de un sistema y correlacionar datos de múltiples individual y la estructura social, entre los microfundamentos y los macro-
iteraciones, se ha considerado a estas sociedades como auténticos labora- fundamentos de la vida social. ¿Qué entidad tienen estos patrones sociales
torios donde conducir experimentos sociales. El experimento consiste sen- globales? ¿En qué sentido se puede decir que son ellos los que causan o
cillamente en establecer los parámetros, activar la simulación y observar influencian las decisiones de los actores individuales y no más bien los
factores más inmediatos de cada entorno personal? ¿Hasta qué punto un
12. Puede reconocerse enAda m Smith una solución tempra na a este tipo de problema cuando
introdujo su concepto de la "ma no invisible", la cual tiende a "ordenar" hacia el bien general
la conducta egoísta de los individuos en un mercado descentralizado. Este principio emergente 13. Modelos más recientes, llevados a cabo en computadoras mucho más potentes, se usan para
se postuló pa ra explicar macrofenómenos económicos desde un enfoque individualista, pero simula r el surgi miento de estrategias de cooperación o competencia entre grupos, historias
dada su compl ejida d inherente no pudo en sí mismo ser explica do desde los conocimientos demográfi cas de sociedades prehistóricas, formación de grupos de opinión o de nuevos a ctores
técnicos y teóricos de la época . políticos, resultados de prácticas de explotación de recursos naturales, entre otros.
250 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 251

factor identificado en un conjunto de individuos logra explicar patrones en Una razón de la persistente rivalidad entre estas estrategias metodoló-
los que intervienen innumerables otros factores de la vida social? gicas se debe al hecho de que en sus intentos históricos ambas han dejado
En términos metodológicos, esto tiene vinculación directa con el proble- aspectos relevantes de los problemas sin explicar, trasluciendo que lo micro
ma del individualismo y el holismo, una forma que adquiere la pregunta y lo macro se encuentran en mayores interdependencias de lo que algún
de hacia dónde debe orientarse el pensamiento de manera de alcanzar las enfoque clásico pudo capturar. El objetivo al que se han sumado los enfoques
mejores teorías y explicaciones. La cuestión puede traducirse en una dife- de sistemas complejos es el de tratar la emergencia social desde un camino
rencia estratégica: dada la caracterización del objeto social como un plano de mayor articulación y menor tensión entre el "Escila del individualismo
de observación de distintos niveles, atribuir la precedencia de uno sobre y el Caribdis del estructuralismo" (Castellani y Hafferty, 2010: 36),14 bus-
el otro implica que es allí donde con más claridad se pueden identificar los cando representar cómo las estructuras emergen dinámicamente de las
mecanismos responsables de la producción de ''hechos" sociales, y que debe- acciones individuales y cómo estas a su vez pueden influenciar la acción de
rían favorecerse teorías que ayuden a establecer las propiedades de este y los individuos. En este sentido, los laboratorios de sociedades artificiales
se limiten a su ámbito de funcionamiento. Generalmente, esta distinción se permiten experimentar con diversas ontologías, observar su desempeño en
presenta como una oposición, no siempre tajante pero sí reconocible, entre la generación de emergentes y conceptualizar distintos tipos de retroali-
personas humanas dotadas de una psicología, actuando físicamente y suje- mentación entre niveles.
tas a los constreñimientos del espacio-tiempo -los individuos-, y entidades Un ejemplo a evaluar lo ofrecen Joshua Epstein y RobertAxtell (1996),
como las normas, las clases sociales o los Estados, que se estima no tienen desarrolladores de uno de los primeros modelos de agentes a gran escala.
materialidad física -las estructuras sociales-. Así, un enfoque individualista Ellos afirman que la explicación que estos modelos ofrecen es de tipo genera-
suele concentrarse en el efecto causal de creencias, opciones, decisiones, tiva, diferenciándola de las estrategias inductivas y deductivas tradicionales
recursos e interrelaciones de las personas para dar cuenta de la existencia en ciencias sociales. Aquí se redefine el fenómeno emergente, ya no desde la
de los hechos sociales de nivel superior (ejemplificado por la economía libe- impredecibilidad o irreducibilidad de las propiedades globales debido a que
ral, la teoría de juegos, la sociología weberiana), mientras que uno holista estas no se encuentran en la teoría que describe a las unidades individuales
busca explicar la conducta de las personas en virtud de su participación en (la "segregación social" no es una propiedad que atribuimos a un habitante de
estructuras y dinámicas sociales, las cuales no solo impondrían límites a un barrio), sino mediante la impredecibilidad de la suficiencia de las reglas
sus metas, interpretaciones y acciones, sino que directamente los causan simples instanciadas en los componentes de nivel inferior. La estrategia
(ejemplificado por el funcionalismo y el estructuralismo, la teoría marxista, generativa, que aspira a conformar un tipo paradigmático de investigación
la sociología durkheiminiana). en ciencias sociales, implica que si el macrofenómeno de interés puede ser
Muchos matices y combinaciones de estas estrategias se registran en generado por la interacción de agentes individuales operando bajo determi-
la investigación social, pero tal clasificación puede sostenerse en la me- nadas reglas que conocemos, esto satisface un criterio explicativo ya que en
dida en que, aun cuando raramente los individualistas planteen que las cierto aspecto se reduce la brecha de comprensión entre el microfenómeno
personas actúan en abstracción total de un medio social mayor, y cuando y el macrofenómeno, aun cuando no se admita que uno y otro son lo mismo.
los holistas acepten que sin acción individual no habría estructuras, los Si bien la estrategia de "abajo hacia arriba" se orienta a mostrar cómo
primeros postularán que la lógica de la agencia humana es suficientemente de la acción inferior que es conocida surgen fenómenos desconocidos en un
autónoma de la estructura y los segundos, que la acción de la estructura nivel superior, esto no implica necesariamente un anclaje a referencias on-
es suficientemente autónoma de la agencia. En este sentido, puede notarse tológicas fijas. Con estos modelos es posible conceptualizar a los agentes con
cómo el problema metodológico depende ya de alguna ontología implícita atributos "sociales", a la manera del holismo de Durkheim, o visualizarlos
(cuyo compromiso del investigador con ella puede anteceder a la elección directamente como Estados nacionales, corporaciones o incluso agregados
de una estrategia explicativa), como también de las diferentes nociones de
explicación que se pueden invocar en cada caso. Como señala Corina Yturbe
(1990), "el desacuerdo fundamental entre individualistas y holistas radica, 14. Esta fr ase hace referencia a la circunstancia en que se encontró el héroe Odisea, quien
debía atravesar por agua un estrecho pa saje en cuyas se ndas orillas ha bitaba un monstruo, de
just amente, en el modo como cada uno de ellos caracteriza a los individuos tal ma nera que si se desviaba lo necesari o pa ra evitar el de la izquierda sería devorado por el
y las propiedades que les atribuye, con el fin de que tales individuos puedan de la derecha, y viceversa. El ejemplo no toma las connotaciones negativas del monstruo para
ejercer un determinado peso causal en las explicaciones sociales". hacer referencia a las alternativas presentadas, sino solo ilustrar un escenario de opciones
enfrenta das y excluyentes.
252 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 253

naturales, pudiendo hacer interactuar entidades de distintos tipos y escalas. fundacional del proyecto de una ciencia de la sociedad humana. A pesar de
En varios casos se ha buscado interpretar cómo las estructuras influencian su largo recorrido este problema permanece abierto, pero hoy se plasma
la acción de los agentes humanos mediante la especificación en el modelo de de manera enriquecida en los desafíos que enfrentan las ciencias de cara
parámetros macro (como límites de precios, tasa de renovación de recursos, al siglo XXI. Esto no significa mayores dificultades sino la posibilidad de
etc.) junto a las reglas micro para esos agentes, de manera de observar el percibir más claramente la naturaleza de tales desafíos.
producto de su correlación (por ejemplo, en la formación de precios o pautas Con el fin de asimilar el vasto y bullicioso laberinto de la vida contemporá-
de comercio); en otros no resulta necesario apelar a parámetros macro inde- nea, buscando ahondar en la comprensión de las dinámicas entre los grupos
pendientes dado que las especificaciones de las reglas locales satisfacen la y las emergencias permanentes de nuevos órdenes sociales, los modelos de
influencia que le atribuimos a ese rasgo. El método aquí consiste en echar complejidad buscan posicionarse como un ámbito que sirva para abrir el
mano de todos los recursos y variables hasta poder responder a la pregunta: juego de preguntas y respuestas posibles, habilitando vínculos y procesos
"¿Cómo un determinado fenómeno puede ser generado?". que de otro modo no serían "visibles" y que pueden ser decisivos para la
Individualismo y holismo se presentan entonces como dos estrategias comprensión de un determinado fenómeno o la solución de un problema. En
para organizar la relación de niveles entre fenomenologías sociales, cuya cierto punto, pueden verse incluso como condensando una "forma de pen-
discusión tradicional se da en los términos definidos por las teorías y onto- sar" alternativa, extendida más allá de las fronteras del reduccionismo, el
logías más establecidas pero que no agotan de ninguna manera lo que en fundacionalismo, la metáfora de la naturaleza-máquina y el razonamiento
términos de modelos se puede decir o hacer. Lo que estas estrategias dividan, analítico lineal tan anclados en el imaginario científico, complementándola
articulen o reduzcan será cuestión de cómo se interprete la explicación bajo con una captura irreducible del universo en su aspecto dinámico, emergen-
las características de un modelo y cuál sea el punto de apoyo para hablar de te, autoorganizado y antiintuitivo. Pero presentir que existe una analo '
lo que emerge hacia arriba o de lo que causa hacia abajo, ya que difícilmente fuerte entre una representación formal o discursiva y un fenómeno social
una misma distinción se aplique por igual a todas las formas de plantear empírico es establecer muy poco, y la creencia de que un agregado cial
cuestiones de representación y explicación científica. pueda ser investigado en términos de sistemas complejos es en cada caso
Desde este punto de vista, la "complejidad social" aparece como un fe- una hipótesis a corroborar con datos empíricos y explicaciones.
nómeno lo suficientemente rebelde como para ser interpretado y explicado Al mismo tiempo, extraer de esos modelos las perspectivas más claras
fuera del caso, el método y el problema concreto, pero también lo suficiente- supone que las nociones científicas de simplicidad y complejidad sean in-
mente sensible para ser instrumentalizado desde un conjunto relativamente vestigadas en su dimensión epistemológica inescapable, surgiendo de los
acotado de herramientas comunes. Si bien la libertad de experimentar efectos "poco inocentes" del investigador como observador y del modelo como
bajo los modelos computacionales que se comentaron permite explorar mediador. Todo camino de conocimiento se torna oscuro sin instancias de
heurísticamente numerosas posibilidades analíticas de la realidad social, autocomprensión: ¿qué clase de preguntas se están haciendo?, ¿cómo esas
desligándose del compromiso de que las propiedades sociales solo pueden preguntas configuran problemas que se vinculan más adecuadamente con
descomponerse en individualidades humanas o de que las interacciones teorías y métodos específicos?, ¿qué clase de respuestas se consideran sa-
entre entidades deben delimitarse dentro de un esquema fijo de agregación tisfactorias?
ontológica, esta libertad por supuesto no genera aplicaciones inmediatas ni Como se puede entrever, mostrar cómo recorrer un mapa de la compleji-
irrestrictas: si su intención es mapear procesos sociales reales y contribuir dad para las ciencias sociales o, más bien, cómo trazar la complejidad como
a su explicación, la ontología del modelo deberá ser plausible dentro de una mapa para atravesar un territorio social siempre inaccesible en sí mismo
teoría, capturar las abstracciones adecuadas y corresponderse con los datos trae la posibilidad de volver a mirar, y quizá de descontracturar un poco las
extraídos de una investigación empírica así como de otras teorías vigentes. nociones más establecidas acerca del esta tus y las competencias propias de
una ciencia social dentro del ámbito del saber. Ejercitarse en el particular
efecto "desontologizador" de esta metáfora (que en el fondo no supone más
Consideraciones finales que una ontologización distinta) permitirá traspasar algunas fronteras
anquilosadas, aventurar el pensamiento hacia otros lenguajes y encuadres.
Hasta aquí se ha presentado el marco de la complejidad como un terre- Ya Norbert Wiener (1985: 56) advertía que "las áreas más fértiles para el
no fértil para trazar relaciones entre la parte y el todo , problema filosófico crecimiento de las ciencias han sido aquellas que fueron descuidadas como
254 Martín Prieto El floreciente borde entre la parte y el todo 255

si fuesen una tierra de nadie entre las varias disciplinas establecidas"; en BERTALANFFY, L. von (1993), Teoría general de los sistemas, México, FCE.
este sentido tal vez pueda pensarse la complejidad como un tipo incipiente BERTUGLIA, S. y F. VAIO (2005), Nonlinearity, Chaos, and Complexity: The dy namics
y prometedor de concepto de frontera , aquel con la capacidad de adoptar un ofnatural and social systems, Oxford University Press.
significado lo suficientemente débil o amplio como para situarse entre los CASTELLANI, B. y F.liAFFERTY (2010), Sociology and Complexity Science: A new field
~ of inquiry, Berlín, Springer.
límites de discursos científicos heterogéneos, favoreciendo la cooperación
\!J EPSTEIN, J . y R. AxTELL (1996), Growing Artificial Societies: Social science from the
y el intercambio cognitivo entre investigadores y de adquirir sentidos más
bottom up, Massachusetts, The MIT Press.
estructurados una vez que se aplica a dominios de problemas más especí- GARCÍA, R. (2006), Sistemas complejos: conceptos, métodos y fundamentación epis-
ficos (Becker, 2012). temológica de la investigación interdisciplinaria, Barcelona, Gedisa.
Finalmente, volviendo a los enunciados del inicio, podemos intentar poner GELL-MANN, M. (1995), El quark y el jaguar. Aventuras en lo simple y lo complejo,
en perspectiva esa incesante búsqueda científica de "entender la natura- Barcelona, Tusquets.
leza como un todo". Por un lado, cualquier esfuerzo superador de síntesis JOHNSON, S. (2008), Sistemas emergentes: o qué tienen en común hormigas, neuronas,
requerirá de una de las integraciones más importantes que los lenguajes de ciudades y software, Madrid, Turner.
sistemas pueden favorecer, la de problemas y soluciones entre las ciencias MILLER, D. y S. PAGE (2007), Complex Adaptive Systems: An introduction to com-
sociales y naturales. No es irrazonable pensar que sin esta capacidad de putational models of sociallife, Princeton University Press.
articulación, el futuro de una humanidad cada vez más numerosa y desigual MITCHELL, M. (2011), Complexity: Aguided tour, Oxford University Press.
dentro de la ecología terrestre no resultará del todo luminoso o incluso cierto QVINE, W.V.O . (1991), "Significado y traducción", en L. Valdés Villanueva (ed.),
La búsqueda del significado: lecturas de filosofía del lenguaje , Madrid, Tecnos.
(Wells, 2014). Por otro, enfrentados a la irreductible pluralidad de puntos
REYNOSO, C. (2006), Complejidad y caos: una perspectiva antropológica, Buenos
de vista, queda considerar la pregunta sobre cuál es la naturaleza del todo Aires, SB.
y de esa pauta que lo conecta a la que hacía referencia el precursor de la - (2009), Modelos o metáforas. Crítica del paradigma de la complejidad de Edgar
complejidad Gregory Bateson (2006). Si su inclasificable epistemología sirve Morin, Buenos Aires, SB.
de orientación, es para indicarnos que esa pauta no consiste en una teoría - (2011), R edes sociales y complejidad: Modelos interdisciplinarios en la gestión
definitiva capaz de encauzar las diferentes investigaciones en una única sostenible de la sociedad y la cultura, Buenos Aires, SB.
avenida de conocimiento, sino en una forma algo oblicua de mirar, que sirva \j) f SAWYER, K. (2010), Social Emergence: Societies as complex systems, Cambridge
para encontrar entre los pliegues de nuestras imágenes acumuladas del ~ \\ University Press.
mundo , algunas de sus conexiones más útiles y continuas. SCHEL ic Review, 59.
OLÉ, R. m le ·as: del eno r arcelona, Tus ue
SOKAL, A y J. BRICMONT (1999), Imposturas intelectuales, Barcelona, Paidós.
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10. La danza de la marioneta 'y el autómata:


apuntes para la reflexión acerca de la tecnología*

José ARiffeJm Gómez Di Vincenzo


Q

Lejos de ser el vigilante de una tropa de es-


clavos, el hombre es el organizador permanente
de una sociedad de objetos técnicos que tienen
necesidad de él como los músicos tienen necesidad
del director de orquesta.
Gilbert Simondon, El modo de existencia de los
objetos técnicos

Introducción

La tecnología ha ocupado, desde tiempos antiguos, un lugar destacado


a la hora de transformar la naturaleza para cubrir nuestras necesidades. 1
En efecto, la supervivencia del ser humano h a dependido de su habilidad
para modificar el entorno mediante el uso de instrumentos, artefactos, h e-
rramientas y procesos productivos. La metalurgia, la fabricación de herra-
mientas, la tejeduría y la escritura constituyen inventos clave que no solo
permitieron a los pueblos antiguos mejorar sus condiciones de existencia

''Este artículo fue publicado, en una versión algo diferente, en H éctor Palma y Rubén Pardo,
Epistemología de las ciencias sociales. Perspectivas y problemas de las representaciones cien-
tíficas de lo social, Buenos Aires, Biblos, 2012.
l. Algunos intelectuales m arcan una disti nción tajante entre técnica y tecnología: la primera
implica un saber de orden práctico, mientras que la segunda demanda no solo un "saber ha-
cer" sino también un "saber por qué". El saber técnico estaría ligado a un saber cotidia no y
la tecnología se vería fundamentada por la ciencia . Aquí sostendremos que si bien-existe una
distinción entre técnica y tecnología, el "saber por qué" puede ser proporcionado por teorías
construidas t anto en el marco de modelos antiguos como modernos y contemporáneos de
cientificidad . Por otro lado, la histo ria demuestra que muchos artífices e inventores antiguos
- pero también modernos- desarroll aron un saber tecnológico sostenido por riquísimos marcos
conceptuales aun sin ser estos los legitimados por las corrientes epistemológicas estándares.
[ 257)
258 José A. Gómez Di Vincenzo La danza de la marioneta y el autómata 259

sino que, además, posibilitaron un amplio desarrollo en sus facultades físicas cultural que quiere transformar la condición humana mediante el desarrollo
y mentales (Lindberg, 2002). de tecnologías que mejoren y amplíen nuestras capacidades. El humano
No nos adentraremos en las cuestiones históricas; lo relevante aquí es devendrá poshumano, algo difícil de describir pero que todos los autores
destacar que la tecnología nos ha acompañado desde tiempos lejanos y que transhumanistas ubican en un más allá. Habría una frontera que la tecno-
ha ido desarrollándose a lo largo de la historia, adquiriendo un impulso logía, aplicada sobre nuestros cuerpos, permitiría sortear. Sería posible ir
formidable a partir de la modernidad. Entonces, la ciencia se convirtió en el más allá de la naturaleza gracias a ciertos artificios. El humanismo tendría
cimiento de nuevos inventos que favorecieron el desarrollo de la tecnología su acta de defunción gracias al control de la evolución biológica (a través de
y la actividad industrial. A su vez, la tecnología comenzó a convertirse en la genética) y los implantes tecnológicos o nanotecnológicos.
una herramienta al servicio de la ciencia, cuestión fácilmente comprobable Son reales (ya no ficción) los implantes cocleares que posibilitan"f<íU€\
si consideramos el desarrollo de instrumentos que facilitaron la observación el sordo oiga, marcapasos electrónicos implantables y desfibriladores{.gJ.UJ
y experimentación, como el telescopio o el microscopio (Mumford, 2006). permiten sobrevivir al enfermo del corazón, sofisticadas prótesis posibilitan
De los antiguos autómatas, mecanismos, relojes (objetos para un sujeto), caminar al amputado de una pierna, implantes underskin (un chip implanta-
un largo recorrido de sofisticación nos estaría llevando a los umbrales de do bajo la piel) dejan acceder a datos personales encriptados, realizar pagos
una época nueva poblada por dispositivos artificiales inteligentes, ciborgs, sin necesidad de tarjetas o teléfonos celulares o abrir puertas sin llave. Un
organismos autopoiéticos, 2 capaces de organizarse y regular sus relaciones microchip que se implanta bajo la piel de la mujer y contiene unas dosis
con el entorno. Se advierte que con ello se estaría dando el tránsito a una combinadas de estrógeno y progestina funcionaría como anticonceptivo du-
integración hombre-máquina-naturaleza3 y una crisis del dualismo suje- rante dieciséis años. Se prueban chips en la corteza cerebral para la mejora
to-objeto y de los fundamentos mismos de la pretensión de dominación de de la memoria de corto plazo. He aquí el caldo de cultivo para elucubracio-
nuestra especie sobre la realidad (Simondon, 2007). nes y mitos algo fantasiosos. Con la información viene mechada una dosis
Diferentes modos de intervención y elaboraciones científico-tecnológicas de futurología, ciencia ficción, new age. Pero también reflexiones sobre las
empapan nuestras elucubraciones más entusiastas o pesimistas sobre el consecuencias sociales, económicas, éticas y políticas de los cambios que las
desarrollo de la tecnología. Los ciborgs irrumpen en series y largometrajes posibilidades tecnológicas estarían permitiendo.
mostrándonos cómo las prótesis el implantes tecnológicos mejoran nuestras 1~ Existe, en efecto, un arduo debate, suscitado en los últimos años en la
posibilidades, tanto como la rueda y la palanca siglos atrás. Sigmund Freud filosofía y las humanidades en general, acerca de la dimensión política de
expresaba en El malestar en la cultura de 1930 la analogía del hombre como los cambios que el desarrollo científico-tecnológico está produciendo en los
un dios con prótesis. Ernst Kapp, décadas antes, en Líneas fundamentales albores del siglo XXI. La problemática gira alrededor de la incierta continui-
de una filosofía de la técnica de 1877, además de haber inaugurado el campo dad del humanismo como factor clave que, desde los preludios del Renaci-
de reflexión sobre la tecnología, analizaba los elementos de la cultura como miento y hasta las postrimerías del siglo XX, opera como núcleo conceptual
una paulatina proyección de los órganos del cuerpo humano. de los ordenamientos culturales y políticos y su eventual desplazamiento
Manfred E. Clynes, inventor y músico, junto al bioquímico Nathan S. hacia un horizonte político poS}humanista, cuyas formas aún están por
Kline acuñaron el término ciborg en 1960 para referirse a un ser humano perfilarse. Peter Sloterdijk (2000) sostiene que el humanismo fue una forma
mejorado gracias a dispositivos que le permitirían sobrevivir en entornos muy eficiente de transformar animales en seres humanos por la vía de la
extraterrestres poco amigables. Sistema hombre-máquina, el ciborg influyó educación libresca, pero que hoy está agotado. En la actualidad influyen
en la creatividad de muchos autores de ciencia ficción, disparando elucu- más sobre el hombre los medios de comunicación de masas, los fármacos y
braciones y reflexiones acerca del incremento en la sobrevida ante enferme- la biotecnología que los libros. Las sociedades del presente se constituyen
dades, la asignación de roles sociales según la obtención o no de tal o cual sobre nuevas bases. El poshumanismo sería una respuesta filosófica a un
implante y las posibilidades de orientar la evolución de los seres humanos. mundo donde es cada vez más difícil diferenciar lo natural y lo artificial y
Del humanismo al poshumanismo, vía transhumanismo. Un movimiento en el que el eje escritura-lectura está decayendo frente a la emergencia de
nuevos medios de expresión y comunicación. El poshumanismo recupera la
necesidad de desarrollar un pensamiento ecológico que tenga en cuenta no
2. La autopoiesis design a la cualida d que posee un sistema de reproducirse y mantenerse por l
solo el entorno natural sino también el tecnológico. Según Sloterl}.ijk (2000, fÁ
sí mismo. 2003, 2004, 2006), debemos dejar de lado la interpretación humanista del
3. P ara amplia r, ver Matura na y Varela (1995).
260 José A. Gómez Di Vincenzo La danza de la marioneta y el autómata 261

mundo estructurada sobre la dicotomía sujeto/objeto y pasar a tener una nista hallamos ocupando un sitio privilegiado la idea de "progreso". Como
relación polivalente con nuestro entorno. sostienen Paula Ronderos y Andrés Valderrama (2003), no por nada esta
Es evidente que la ciencia y la tecnología nos obligan a pensar. Debemos concepción de la historia y de la sociedad se tornó hegemónica en la época
reconocer que las relaciones entre ellas y el contexto se tornan sumamente de la industrialización, de la producción masiva y del auge económico, en
complejas y que es fundamental emprender un estudio interdisciplinario la que el hombre triunfó sobre la naturaleza.
de la cuestión. Es importante reflexionar sobre la manera en la que se da La influencia tecnológica sobre el contexto sociohistórico es unidireccio-
el desarrollo tecnológico, el estatus epistémico del conocimiento tecnológico, nal puesto que la tecnología es autónoma respecto de los procesos sociales.
los artefactos y sus características, el diseño, la racionalidad y los valores La innovación tecnológica influye en el contexto pero no recibe ningún tipo
inmersos en la producción, la política, la ética y la estética; en suma, toda de determinación o condicionamiento por parte de los procesos que se dan
una serie de problemáticas filosóficas que surgen a partir del hecho tecno- en él. No bien una innovación tecnológica es introducida en la sociedad,
lógico y sus efectos en la sociedad. se independiza y adquiere vida autónoma. Las permanentes mejoras in-
Este trabajo pretende aportar algunos elementos conceptuales para la troducidas en el ámbito de la informática, mejoras que siguen una lógica
reflexión, abordar las tensiones que surgen de la producción tecnológica y, interna, pueden funcionar como ejemplo del argumento. La expansión de
a partir de ahí, despejar algunos mitos y acercar al lector los principales la tecnología informática ha hecho que las instituciones sociales deban
problemas filosóficos relacionados con la tecnología y su impacto en la reconfigurar su funcionamiento, al ser cada vez más dependientes de los
sociedad. sistemas de información. Distintos autores han llamado hard determinism
a la forma más dura de concebir la relación entre el desarrollo tecnológi-
co y el contexto. El determinismo duro consiste en sostener que a partir
l. Perspectivas con relación a los problemas tecnológicos de la introducción intensiva de maquinaria el proceso llevó a que se den
profundos cambios sociales. Las características que asume la maquinaria
1.1 Reflexiones referidas a las repercusiones sociales de las tecnologías en el proceso productivo pueden considerarse la causa de todo cambio. En
oposición encontramos el soft determiñfm, que arguye que la tecnología no
El optimismo tecnológico. El optimismo tecnológico es un punto de vista es el único motor de los cambios históncos y sociales, que ni siquiera puede
sostenido por muchos tecnólogos y desde el sentido común por quienes ven considerársela como el factor principal, pues coexiste una multiplicidad de
a la tecnología como la solución a todos los problemas sociales y humanos. fenómenos que pueden actuar como causa de los cambios. Desde aquí, es
El punto extremo al que puede llegar es el tecnocratismo. Desde la visi.ón posible analizar por qué la tecnología no causa los mismos efectos en todas
del optimista, el conocimiento tecnológico es considerado diferente al co- las sociedades o por qué cierta tecnología, por más innovadora o redituable
nocimiento científico, tiene sus propias leyes -mejor dicho, normas- y sus que sea, no es incorporada en determinados contextos (Gómez, 1997).
propias pautas de progreso. La excelencia es un valor supremo pero la tecno-
logía en sí no es ni buena ni mala, sino neutra. Por otra parte, el desarrollo El pesimismo tecnológico. Jacques Ellul-sin duda, el más representativo
tecnológico es axiológicamente autónomo. Por lo tanto, no debe ejercerse exponente del pesimismo tecnológico- define la técnica como "la totalidad
ningún control ético o político desde fuera de la tecnología. Los tecnólogos de métodos que racionalmente alcanzan la eficacia absoluta (en una etapa
no son responsables por su trabajo, y su principal tarea es el desarrollo y la dada de desarrollo) en todos los campos de la actividad humana" (Mitcham,
innovación tecnológica. Si algo puede hacerse por el progreso es desarrollar 1989: 77). El francés sostiene que vivimos en una sociedad tecnológica -a la
más y mejores tecnologías pues suponen que los problemas que acarrea la que denomina "sistema técnico"- cuyo modelo de racionalidad es la eficacia y
tecnología pueden ser corregidos con más o mejor tecnología. Actuar racio- la potencia. El ser humano está cruzado por múltiples dimensiones (política,
nalmente es proceder maximizando la eficiencia técnica. artística, ética) y la técnica es una más entre tantas. Pero la dimensión téc-
nica ha cobrado una fuerza tal que ha borrado todas las demás para tornar
El determinismo tecnológico. Consiste en pensar que las fuerzas técnicas, omnipresentes solo la eficacia y la potencia. Este carácter predominante
el desarrollo tecnológico, determinan los cambios sociales y culturales (Hu- sobre las demás actividades y dimensiones del ser humano llevará a Ellul
ghes, 1994). Desde el determinismo se sostiene que todo cambio social está a analizar el sistema técnico como el fenómeno más importante del siglo XX.
impulsado por el desarrollo tecnológico. Dentro de la concepción determi- Para ello adopta un enfoque sociológico a partir del cual estudiar la técnica
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siguiendo el mismo método que Marx utilizó para analizar el capitalismo al aceptar someterse al imperativo de los artefactos tecnológicos, a cambio
del siglo XIX.4 de los beneficios de la modernidad. El automatismo surge por el hecho de
Ellul busca vincular el desarrollo técnico con el desarrollo de las so- creer que todo problema es de orden técnico y, por lo tanto, su solución debe
ciedades. En este sentido, introduce la distinción entre dos formas de la seguir el mismo tipo de racionalidad que sigue cualquier proceso del mismo
técnica: la operación técnica premoderna o tradicional y el fenómeno técnico orden. Suponemos la superioridad de las soluciones que se plantean desde
moderno . La primera es predominante en las sociedades previas a la Revo- la racionalidad técnica por sobre otros tipos de propuestas. Por su parte, la
lución Industrial. Se identifica por ser espacial y temporalmente limitada, indivisibilidad está dada por el carácter sistemático de la técnica. A medida
y coexisten en ella distintas técnicas o métodos tradicionales, transmitidos que se extiende el fenómeno técnico los métodos y procesos se tornan tan
de generación en generación. Para satisfacer sus necesidades los hombres se interdependientes que es difícil evaluarlos por separado. Una nueva má-
valían de ritos, fórmulas y procedimientos fijos. Entre los más importantes quina o un nuevo proceso provocan modificaciones en el resto de los niveles
están los saberes propios del oficial o maestro en el arte y la técnica que la de la cultura dentro de la sociedad. La solución de los problemas se realiza
herramienta en sí misma. Existían diversas formas de tecnología y todas escogiendo siempre el que se considera más eficaz. Junto a Andrés Peralta
eran más bien locales; pero, fundamentalmente, el hombre podía elegir no Sánchez (2003), puede decirse que esta racionalidad es la encargada de
emplear la técnica distanciándose de ella. El fenómeno técnico surge con abrir las posibilidades de la acción técnica y también de cerrarla indicando
la Revolución Industrial y la mecanización de los métodos. Las máquinas el camino. Por demás, no existen límites para el fenómeno técnico puesto
ocupan un lugar central en los procesos de producción tornándolos más que este afecta diversas áreas de la cultura y se extiende en todos los espa-
eficientes. Tal fenómeno no es exclusivo de la industria y los procesos de cios. La estrecha vinculación de la técnica con la ciencia y su indiferencia
fabricación de bienes y se extiende, transformando todas las demás activi- ante las culturas permiten, evocando su rasgo neutral, penetrar todas las
dades humanas. Los mismos principios y la misma racionalidad que guía la formaciones sociales. Finalmente, de todas las características del fenómeno
producción industrial y rigen el funcionamiento de las máquinas se trasladan técnico, la autonomía se destaca como la de mayor importancia por ser la
a todos los campos de la sociedad. Ellul sostiene que el resultado de este que trae implicaciones más profundas y peligrosas. En efecto, la técnica se
proceso es la mecanización de la vida humana con el objeto de progresar, o gobierna a sí misma, y la ley con la que lo hace es la eficacia. La técnica,
sea hacer las cosas de un modo más eficiente. La técnica (no solo las maqui- al buscar concretar sus propósitos guiada por la eficacia se convierte en
narias sino también procesos, prácticas administrativas de gestión, formas un fin en sí misma escapando a la posibilidad de control humano. Desde
de organización) se ha convertido en una especie de marco de referencia esta perspectiva, se puede elegir utilizar o no una innovación tecnológica
omnicomprensivo en el cual los seres humanos viven sin posibilidad de sa- determinada, pero no pueden controlarse sus impactos. En ~ste sentido, la
lida. Ellul sostiene que la técnica es la ideología de nuestro tiempo y que el técnica introduce formas de racionalidad, orden y clasificación; es eficiente
ser humano confía todo su futuro a las soluciones eficaces provenientes de e impone su eficiencia por todos lados. La tecnología no es simplemente7úñl
la aplicación de procesos técnicos permitiendo que el fenómeno transforme medio más sino que por el contrario se ha convertido, como se dijo, en(mJ
al hombre mismo, a la economía y al Estado (Peralta Sánchez, 2003). marco más amplio, en una forma de vida y en un fin en sí mismo. En con-
Desde la perspectiva del intelectual francés, la técnica en el marco del secuencia, desde el punto de vista de Ellul (1960, 1990), la técnica moderna
fenómeno técnico se caracteriza por el automatismo, la indivisibilidad, por escapa a nuestro control, nos determina y nos pone a su servicio.
una forma específica de racionalidad, por ser univer~ al y por su autonomía. Ellul (1965) se pregunta qué pasa con la política bajo la influencia de
El surgimiento de una civilización tecnológica operado en el siglo XVIII hizo la técnica. Allí advierte que el hombre mismo está siendo influenciado por
que la técnica se convierta en un mecanismo autosuficiente y esclavizador el progreso técnico y que para comprenderlo debemos considerar esa pro-
del ser humano. A partir de ahí, la tecnología se ha vuelto totalitaria. Ellul blemática profundamente y en su totalidad. A partir de esta perspectiva,
sostiene que los hombres mismos han perdido voluntariamente su libertad introduce lo que considera la principal característica del progreso técnico:
la ambivalencia. Piensa que el progreso no es ni bueno, ni malo, ni neutro
sino que está cruzado por una serie de aspectos positivos y negativos. Es
4. La lectura de Marx influye en el pensamien to de Ellul de dos modos: en primer lugar, Marx
permite rescatar para la reflexión del francés la importancia de considera r la realidad materia l
imposible disociar ambos factores obteniendo técnicas puramente buenas.
y concreta que enmarca al hombre, realida d que suele ser olvidada o enmascara da ideológica- Los efectos negativos son inseparables de los positivos e inevitables. Como
mente; en segundo lugar, rescata de la obra marxiana la importa ncia de estar políticamente vemos, Ellul no adopta una mirada neutral sobre la tecnología. Para él,
del la do del oprimido o los alienados por las condiciones de vida moderna.
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no hay n eutralida d sino autonomía de la t écnica. Por más razonable y un marcado pesimismo respecto de los efectos del desarrollo tecnológico en
bueno que el hombre sea desde el punto de vista de la moral, al quedar el marco de las relaciones sociales. Los autores se proponían comprender
el fenómeno técnico fuera de su control, es impotente frente al ritmo de por qué la humanidad, en lugar de entrar en un estado verdaderamente
desarrollo y a la complejidad derivada del fenómeno t écnico. Por demás, humano tal como podía esperarse si se concretaba la promesa del Ilumi-
creyendo poder evitar los efectos colaterales, el hombre crea instituciones nismo, desembocó en un nuevo género de barbarie, el genocidio de millones
cuyo objeto supuestamente es el control burocrático de la t écnica, pero de seres humanos. Horkheimer y Adorno sostienen que hemos llegado a
esas organizaciones copian la racionalidad técnica para llevar a cabo sus la ruina de la civilización, definitivamente malograda. El proceso de la
fines, multiplicando los problemas. Pretender separar las ventajas de las civilización occidental se da en una relación dialéctica entre el mito y el
desventajas de la técnica es lo que Ellul denomina "el bluff tecnológico" o Iluminismo. En la antigüedad, la mitología se había constituido como un
descaro tecnológico. La ambivalencia es un efecto del carácter sistemático intento de dominación y explicitación de la naturaleza. Con la modernidad,
del fenómeno t écnico. El hombre se vuelve él mismo parte de un sistema er Iluminismo despojó al mundo de esa dimensión mágica pero sin embargo,
donde está inmerso y sujeto, y no puede evaluar absolutamente el uso que paradójicamente, instaló nuevos mitos sin saberlo. Efectivamente, a partir
se hará de un determinado desarrollo tecnológico. Según el francés, el del siglo XVIII, el Iluminismo había establecido una estrecha relación entre
progreso tecnológico aunque resuelve problemas también los crea, siendo progreso y uso de la razón. Esta perspectiva traía consigo la promesa de
los efectos colaterales de algunos desarrollos inseparables de los positivos. emancipación para los seres humanos tanto del mito como del despotismo.
Según Ellul, es difícil anticipar si un nuevo desarrollo es de mayor valor a Pero el proceso de racionalización haría aparecer la posición contraria: en
lo que se perdió o apareció como efecto colateral con él. Por otra parte, dado pleno siglo XX se entronizaría la irracionalidad y la barbarie de la mano del
el carácter universal y sistemático, la interdependencia e indivisibilidad de nacionalsocialismo. La razón había sido manipulada para dar racionalidad
la técnica, es difícil evaluar objetivamente los costos y saber cómo lo que se a lo irracional.
juzga un adelanto en determinado campo no es perjudicial en otros donde Horkheimer y Adorno piensan la razón instrumental y la racionalidad
el mismo tuvo r epercusiones. Cada desarrollo técnico provoca problemas occidental como factores determinantes que explican el estado catastrófico
invisibles en el momento de ser creado con la esperanza de solucionar de- de la sociedad de su tiempo. Desde su mirada, la razón instrumental, lejos
terminadas cuestiones. Así, al apelar a soluciones técnicas novedosas para de emancipar al hombre y la sociedad, lo hunde cada vez más en la barbarie.
todos los problemas, el efecto multiplicador de los inconvenientes inadver- Ambos autores saben que no pueden utilizar ese mismo tipo de racionalidad
tidos se incrementa exponencialmente. Una nueva moral t ecnológica vino para emprender una crítica. Esto implica, por otra parte, no poder a pelar
a reemplazar la vieja moral (Peralta Sánchez, 2003). al discurso científico-tecnológico puesto que este se encuentra fundado en
Ellul se pregunta si podemos desarrollar nuestra libertad en un mundo la racionalidad que pretende criticarse. Es más, la ciencia moderna se ha
de medios. Su r espuesta es negativa. La tecnología nunca será capaz de ge- transformado en un discurso funcional a la dominación de los seres humanos.
nerar una libertad auténtica porque esta no puede tener lugar en el mundo Por este motivo los autores adoptan una nueva perspectiva: una teoría crítica
de la técnica en la medida en que cualquier espontaneidad introduciría un social caracterizada por un marcado escepticismo y desconfianza y para la
desajuste que iría en contra del orden que la técnica define y requiere para cual toman elementos de la filosofía, la historia y los estudios culturales.
su continuidad eficiente. La crítica del Iluminismo trae consigo la crítica a la ciencia moderna, a la
tecnología y, especialmente, a la razón instrumental. Esta última es, para
La posición crítica de Max Horkheimer y Theodor Adorno. Horkheimer y ellos, la principal responsable de la barbarie del siglo XX. El Iluminismo
Adorno, junto a otros intelectuales después de la Segunda Guerra Mundial, promovió el uso de la razón instrumental individual, pero no pudo establecer
asumieron una posición pesimista a la hor a de evaluar las consecuencias la manera de utilizar la potencia de dicha razón en favor de una emancipa-
del desarrollo tecnológico dentro del modo de producción capitalista. En ción de la humanidad. Por ello la razón instrumental se volvió en contra del
rigor, es necesario aclarar que el pesimismo en Horkheimer y Adorno se da Iluminismo y sus propósitos emancipatorios, tornándose al mismo tiempo
por las características propias del desarrollo tecnológico capitalista. Los en un elemento funcional a la reproducción de un orden social dominado
autores sostienen que las problemáticas que trae aparejado el desarrollo de por el militarismo y la industria del entretenimiento (Gómez, 1997).
la t écnica moderna pueden superarse precisamente con la super ación del En r esumen , la ciencia y la t ecnología moderna han sido una herramienta
capitalismo. En su famoso trabajo Dialéctica del Iluminism o da n cuenta de fund amental par a la desmitificación y par a la transformación de la natura-
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leza. Pero también la ciencia y la tecnología han revelado su carácter más constructivas junto a una burocracia organizativa del trabajo. En una
oscuro: su poder autodestructivo. Esto se relaciona con la forma que asume interesante lectura del trabajo de Mumford, Ricardo Gómez (1997) sos-
el desarrollo y la investigación dentro del pensamiento burgués regulado tiene que existen, en la obra de ese intelectual, dos formas de utilizar el
por la lógica de la cuantificación, el cambio, la formalización, el utilitarismo concepto de megamáquina: uno, ya expuesto, hace referencia a la máquina
y la unidad. La ciencia y la tecnología, reguladas o condicionadas por la del trabajo; el otro, a la maquinaria militar con aplicaciones destructivas.
razón instrumental, se han convertido en un instrumento de dominación al Mumford (1967, 1970) sostenía -en el contexto de las décadas de 1950 y
proveer al capitalismo de herramientas para la innovación y el incremento 1960- que en Estados Unidos la industria aeroespacial jugaba el mismo
de la productividad. papel que en Egipto jugaron las pirámides. La capacidad autodestructiva
del megamaquinismo se encuentra representada por las armas nucleares
Lewis Mumford y la megamáquina. Con relación a los modos en que his- y el poder misilístico. Como resultado del megamaquinismo, el ser humano
tóricamente se ha dado nuestra relación con artefactos, instrumentos y se ha vuelto un animal condicionado totalmente por la máquina, un ser
procesos, Mumford postula una clara distinción entre la tecnología demo- pasivo y sin propósitos. La autoridad no está representada por una perso-
crática y la autoritaria. La tecnología democrática consiste en métodos de na específica sino por una "elite tecnológico-militar". Como consecuencia,
producción realizados bajo la atenta dirección de los productores mismos. según Mumford, el sistema se ha tornado totalitario y hostil, no funcional
Esta tecnología democrática se encuentra en pleno acuerdo con la naturaleza a las realizaciones humanas. Desde una mirada pesimista, considera que
humana. Los seres humanos se han diferenciado del resto de los animales la megamáquina encierra grandes peligros, es destructiva y escapa al con-
por su capacidad de utilizar símbolos. Solo es posible hablar del uso de trol de los seres humanos. El desarrollo científico-tecnológico implicaría un
tecnologías una vez adquirida esa capacidad. Después de la aparición del paso atrás en la autonomía del sujeto, un ideal sustituido por la idolatría
lenguaje, los seres humanos se volvieron capaces de preservar su cultura del poder. En este sentido, no sería una forma de humanismo sino todo lo
y lograron domesticar plantas y animales para su beneficio. En un primer contrario. La idea de una naturaleza ajena a los designios del ser humano
momento, la tecnología permitió el desarrollo de las potencialidades hu- abre paso al oscurecimiento de todos los emprendimientos y el ascenso al
manas y no se destacó tanto por su capacidad de control y transformación poder de la máquina.
de la naturaleza. Las tecnologías estaban centradas en la conservación de Mumford desarrolla una aproximación histórica de la técnica unida a los
la vida humana, pero cuando se enfocaron en la utilidad se transformaron desarrollos científicos con el objeto de emprender una reflexión crítica acerca
a sí mismas en medios de producción y beneficio. Fue a partir de entonces de la influencia de la técnica sobre la sociedad. Si bien el avance tecnológico
cuando la tecnología pasó a ser autoritaria y a fundarse en la autoridad aumentó el poder del hombre en la transformación de la naturaleza y permi-
de un líder absoluto, cuya palabra es considerada expresión de lo sagrado. tió el desarrollo del pensamiento, también causó graves daños, en especial, al
Este líder es seguido por una gran organización técnico-teológica que hace medio ambiente. Como la tecnología se encuentra al servicio de los intereses
posible la producción de construcciones monumentales y la destrucción de unos pocos, actúa a modo de reproductor del orden vigente, aumenta
a gran escala. Básicamente, la tecnología autoritaria, a diferencia de la la desigualdad y provoca tensiones sociales. La técnica forma parte de la
democrática, se encuentra en fuerte pugna con los valores humanos y su cultura humana y promueve el bien y el mal según los grupos dominantes
primera manifestación la encontramos en la construcción de las pirámides que controlan y explotan la tecnología programen el bien o el mal. Según
en Egipto. El quinto milenio antes de Cristo puede ser considerado un hito Mumford, la máquina no tiene ningún tipo de exigencia ni puede estable-
importante en el curso de la historia de la tecnología puesto que allí surge cer finalidades . En este sentido, los seres humanos debemos reconquistar
esta nueva concepción de la humanidad y la sociedad en la cual el acento y dominar la máquina para someterla a nuestros fines humanos. Para que
está puesto en la explotación a gran escala de energía. Se trata de una so- esto sea posible debemos asimilarla y comprenderla inteligentemente. El
ciedad gobernada por un monarca defendido por todo un ejército apoyado estudio del surgimiento y desarrollo de la técnica moderna constituye una
ideológicamente por una poderosa jerarquía de sacerdotes. Es el primer base fundamental para comprender y reforzar la valoración de las nuevas
suceso de lo que Mumford (1967) denomina "megamáquina". normativas sobre el desarrollo tecnológico. En esta línea, Mumford (2006)
El megamaquinismo es la mecanización y la regulación del trabajo realiza una clasificación histórica de la tecnología en la cual distingue tres
ordenado, repetititivo y uniformizador, que se da junto con la presencia etapas o fases en su desarrollo que se superponen e interpenetran: eotécnica,
de una clase dominante que rige los destinos de la sociedad; habilidades paleotécnica y neotécnica. Cada fase se caracteriza por el hecho de formar
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un "complejo tecnológico". Tiene su origen en ciertas regiones determinadas actitudes mentales para desarrollar la técnica salvando los valores huma-
y tiende a utilizar ciertos recursos y materias primas particulares, tiene nos. La solución al conflicto entre desarrollo tecnológico y valores humanos
sus propios modos de generación de energía y formas de producción y pone estaría dada por la búsqueda de una tecnología elaborada sobre los patrones
en existencia unos tipos particulares de trabajadores, adiestrados en forma de la biología humana y una "economía biotécnica" caracterizada por aceptar
especial mediante el desarrollo de aptitudes específicas recurriendo a ciertos una clase de cultura orientada al ciclo de vida. Esto significa aceptar que el
aspectos de herencia social. Cualquier parte del complejo tecnológico da animal se hizo humano no por el hecho de hacer de la tecnología su esclava
cuenta de una serie completa de relaciones dentro del complejo. sino porque la tecnología misma hizo posible amplificar los momentos de
La fase eotécnica, que se ubica principalmente en los Países Bajos, ocurrió la vida que tenían especial significado para el hombre. La tecnología debe
hacia el siglo X y constituyó un esfuerzo por conseguir orden y potencia con ser restringida en su desarrollo cuando se dirige en contra de la naturale-
medios externos. En ella tenemos el origen de la actual máquina, el desa- za y de los valores humanos. Mumford, influido por los grandes utopistas
rrollo de gran parte de los descubrimientos científicos y las invenciones que (desde Platón hasta Charles Fourier), propone apuntar hacia un mundo
provocaron el surgimiento de la máquina automática. La fase paleotécnica utópico denominado "Solo Mundo", cuyo eje central es la implantación de
acontece a partir del siglo XVIII con los perfeccionamientos de la minería y un equilibrio dinámico orgánico, un mundo configurado por la tecnología y
la metalurgia del hierro. Se trató de universalizar la máquina, aprovechar la política democrática, por la economía biotécnica y por un ser humano de-
al máximo su rendimiento y aceptar los planteos ideológicos surgidos en la sarrollado en forma integral. Para acercarnos a la utopía será fundamental,
fase anterior. Coincidiendo con lo que conocemos como Revolución Industrial, para Mumford, pensar una nueva paideia, una educación que promueva
esta fase tiene lugar en Inglaterra y allí se consolidan y se sistematizan una mentalidad universal a favor del equilibrio ecológico y el desarrollo
los grandes inventos que se habían realizado anteriormente. El carbón es humano. Sostendrá que será primordial rescatar al Homo sapiens por sobre
la nueva fuente de energía que suplanta a las antiguas fuentes irregulares el Homo faber, al pensador por sobre el hacedor, puesto que es la mente la
haciendo a la industria totalmente dependiente de la mina. Comienzan a que constituye los cimientos de la humanidad.
utilizarse regularmente y a escala industrial materiales más resistentes,
como el hierro. El empleo de fuentes de energía y materiales más duraderos
hizo posible el desarrollo de las grandes conquistas mecánicas de la época: 1.2. Abordajes que parten de planteas ontológicos
la locomotora y el barco a vapor. Lamentablemente, en ese período surge
una importante cantidad de problemas morales, sociales y políticos dejados !; El neutralismo. Desde esta perspectiva, la tecnología sirve a la consecu-
de lado por la excesiva atención puesta en el desarrollo de la máquina. La ción de las finalidades humanas. El conocimiento tecnológico es netamente
tercera fase, la neotécnica, se estaría dando en nuestros días. Existen fuerzas práctico y surge como resultado de la capacidad de obrar conforme a la
que fueron tempranamente anuladas por el desarrollo de la máquina pero razón. Su meta es producir objetos, los artefactos, para un uso determi-
que se manifiestan ahora nuevamente en todos los sectores de la actividad nado, mediante una técnica específica, con la tendencia a convertirse en
y tienden hacia una "nueva síntesis del pensamiento" y una "fresca sinergia instrumentos útiles gracias a la acción racional humana. Ellos hacen posible
en la acción". el logro de los fines humanos. Son considerados por su significado, por los
Mumford (2006) sostiene que existe una fuerte interdependencia entre valores implícitos en sus usos en general. Sin embargo, en sí mismos, no son
el ser humano, la máquina y las relaciones sociales y culturales de cada ni buenos ni malos, sino neutrales. Esto significa que no son considerados
época, y que la sociedad actual, dominada por la máquina, niega lo vivo y como fines . Esos fines provienen del contexto externo a la tecnología, son
lo orgánico. No pensaba tanto en un rechazo de la tecnología sino, por el puestos por el hombre y, en última instancia, por su dios creador. Por lo
contrario, en que habría que promover tecnologías "democráticas", las que tanto, el uso correcto o incorrecto estará determinado por las circunstancias
están en sintonía con la naturaleza humana, e impugnar las tecnologías o de acuerdo con el empleo que se haga de la tecnología para la consecución
"autoritarias", que van contra los valores humanos. Por ello, sostiene el valor de objetivos específicos. En este sentido, un cohete será bueno si es utilizado
de la búsqueda de una tecnología elaborada sobre los patrones de la vida para explorar el universo o malo si es empleado como misil, portando ojivas
humana y el reemplazo conceptual del mito de la máquina por un nuevo nucleares. Gracias a la apelación a la neutralidad tiene sentido hablar de
mito de la vida, constituido por una perspectiva orgánica y una economía usos pacíficos de la tecnología bélica. La racionalidad implícita en las accio-
biotécnica. De lo que se trata, entonces, es de reorientar radicalmente las nes tecnológicas estaría dada por la adecuación de las acciones técnicas a
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los fines previstos. Para evaluar las tecnologías no deben t enerse en cuenta son. El hombre, en cambio, es preontológico porque la comprensión del ser
características intrínsecas a los artefactos, ellos no dicen nada acerca de constituye el ser del hombre y actúa como fundamento de él.
lo bueno o lo malo. El ente intramundano6 (perteneciente al mundo) es el útil, es decir, todo
ente del cual el hombre puede servirse, por ejemplo: un martillo, una com-
Heidegger y el mundo de los útiles. Heidegger sostiene que ser y ente no son putadora, etc. El útil sirve para algo y remite a otro útil y, en tal referencia,
lo mismo, que la filo sofía no se ha ocupado del ser como tal en su diferencia tiene su significación. El martillo remite al clavo y este, a su vez, a la pared.
respecto del ente, no ha pensado la diferencia entre lo que es, el ente, y el ser El útil es algo que "sirve para", tiene estructura referencial, hace referencia
por otro lado. Dicho en otros términos, no se ha pensado qué es lo que une y a algo, siempre se da dentro de un plexo referencial. En la vida cotidiana
a la vez separa ambos términos. Heidegger (2004) sostiene que la filo sofía, los hombres no tienen un saber de esto, simplemente usan los útiles. Ser
aunque emplea la palabra ser desde la antigüedad, siempre ha entendido to.;J'. martillo se pone de manifiesto en el martillar, ser serrucho en el serruchar,
al ser como ente; siempre h; ;espondido a la pregunta por el ser señalando - etc. El útil, dice Heidegger (2004), es algo manejable, algo "a la mano". El
un ente. Ahora bien, el ser no es ente puesto que es lo que hace ser al ente. ser del útil es el "ser a la mano". Aquello a lo cual nos dirigimos al manejar
Por lo tanto, es lo otro del ente, es diferente al ente. Esta circunstancia un útil es la obra. Una mesa es la obra a la cual se dirige un carpintero
por la cual la filosofía no ha pensado la diferencia entre ser y ente, que no utilizando un serrucho o un martillo. La obra es la totalidad de referencia
haya pensado el ser en tanto ser, es lo que Heidegger llamará "olvido del dentro de la cual el útil aparece. Además, la obra remite a un material que,
ser". En otras palabras, la filosofía ha pensado solo al ente debido al "olvido a su vez, remite a la naturaleza. La mesa remite a la madera, esta al árbol
del ser" sin llegar a aquello que hace que el ente sea, a su fundamento , el y este último, al bosque del cual fue talado. Pero también, la obra remite a
ser del ente. El olvido del ser ocurre por un descuido, es constitutivo de la quienes la utilizan. Así, en toda obra encontramos una referencia al hom-
existencia cotidiana y se da porque solo nos interesan los entes y su dominio bre. En este sentido, el para qué final expresado en la referencia final de la
mediante la técnica. obra es el hombre. El hombre mismo es quien establece las referencias. El
El hombre es el "animal metafísico" y su comprensión del ser no es solo horizonte de referencias es el ámbito en el que el hombre despliega múltiples
un tema de reflexión para los intelectuales sino el factor determinante de referencias y los entes se le muestran.
la relación del hombre consigo mismo, con los demás y con el mundo. Gra- Los seres humanos son seres que operan sobre el mundo mediante la
cias a la comprensión del ser, el hombre puede entrar en relación con los técnica. Es parte de ser humano manipular el mundo, usar herramientas
entes, concebirlos, manejarlos y sufrir con ellos. 5 Cada época presenta una y descubrir qué cosas hay en la naturaleza. Heidegger sostendrá que existe
determinada forma de comprensión del ser. La nuestra es la época de la una definición instrumentalista y una definición antropológica de la técnica.
técnica, la época cuando el olvido del ser llega a su máxima expresión. El La primera es la que afirma que hacer tecnología es básicamente utilizar
hombre moderno y el hombre contemporáneo hacen gala de su poder sobre instrumentos para la consecución de fine s específicos; la segunda, que hacer
la naturaleza. Sin embargo, según Heidegger, el hombre no es capaz de tecnología es una actividad humana. Ahora bien, según el alemán, esta no
producirse a sí mismo. La existencia es un hecho que se nos impone. A la res\
toda la verdad. Estas definiciones, dirá, nos hacen pensar que la técnica
pregunta sobre el porqué de nuestra propia existencia solo podemos dar una ~na simple invención de los sujetos y que funciona como un mero instru-
r espuesta irracional: porque sí. Entonces, frente a la pregunta existencial mento de valor neutral. La naturaleza profunda de la técnica es su carácter
nos quedamos sin r espuestas racionales, sin esa capacidad que tanto enfati- revelador, traer a nuestra presencia algo que es posible. Luego, la tekné se
za mos como nuestro mejor instrumento para dominar la ciencia y la técnica. relaciona con la epistéme como un modo de verdad, relación posible por el
La problemática de la exist encia constituye el punto de inicio y guía para hecho de que se trata de un instrumento y de una actividad humana a la
recorrer el camino hacia la pregunta por el ser y el problema de su sentido. El vez. Se trata de un enfoque fenomenológico en la medida en que exhibe los
punto de partida elegido para el filo sofar heideggeriano es el ente que somos fundamentos ontológicos de la técnica. Heidegger sostiene que la t écnica
nosotros mismos, ente que tien e entre otras posibilidades, la de preguntarse moderna exige de la naturaleza una demanda excesiva de energía.
por el ser. El hombre es el lugar donde el ser se manifiesta porque el hom-
bre es comprensión del ser. Una mesa , una silla, una piedra simplemente

5. Comprender qué es un útil , cuál es el ser del útil (la utilidad ) permite poder emplearlo como 6. Heidegger habla de las cosas como intramu nda nas o per tenecientes al mundo y utili za
herra mi enta, usarl o conforme a un se ntido. "mundano" pa ra hacer referencia al Dasein , el hombre.
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La tecnocracia y el nihilismo 7 son la expresión de la subjetividad d~ tecnológico no es su capacidad devastadora, la posible destrucción de la
encadenada y de la realización de la metafísica. Tras el olvido del ser se ha naturaleza, sus consecuencias imprevisibles, el hecho de ser funcional al
generado un vacío existencial que el ser humano trata de llenar mediante consumismo, etc. El problema que trae aparejado es el hecho de hacernos
la fabricación de productos gracias al desarrollo de la técnica que, según creer que una parte del todo puede ser considerada como la totalidad, que
Heidegger (1977), nos desoculta el ser. La navegación hace aparecer el la racionalidad propia del desarrollo tecnológico -la razón calculadora- es
mar como navegable, las técnicas de labranza nos muestran la tierra en la expresión de la razón humana. En otras palabras, el más grave de los
tanto que cultivable. La técnica hace aparecer lo que antes estaba latente. peligros que trae consigo la hegemonía de la técnica es el reduccionismo.
Pero llegados a este punto cabría preguntarse si a lo largo de su historia Según Heidegger, para evadir este peligro, debemos precisamente evitar
la técnica siempre plantea el mismo tipo de relación con la naturaleza. caer en el reduccionismo. Es preciso tener muy clara la distinción entre tec-
Heidegger se pregunta si es lo mismo la técnica antigua artesanal que la nología y el ocultamiento del ser en la técnica. Pero ocurre que el desarrollo
moderna. ¿Son las centrales nucleares, los aviones a chorro, las máquinas tecnológico es inevitable, ya no hay retorno. El ocultamiento del ser en este
de la industria, un modo de desocultar del mismo modo que la siembra de estadio tecnológico de la historia es parte de nosotros y es inevitable. La
la tierra? El alemán responde afirmativamente. Solo que ese desocultar técnica en su esencia, siempre siguiendo a Heidegger (1977), es algo que el
de la técnica moderna es diferente respecto del modo artesanal antiguo. hombre no domina. El hecho de que todo funcione de manera coordinada
No son iguales esas formas de desocultar porque la esencia de la técnica es precisamente lo inhóspito de la técnica puesto que el funcionamiento
moderna es diferente respecto de la antigua. El modo de desocultar en el lleva siempre a más funcionamiento y la técnica arranca al hombre de la
caso de la técnica moderna es la provocación que pone a la naturaleza la tierra, lo desarraiga.
exigencia de suministrar energía que pueda ser extraída y almacenada. En Heidegger, la técnica no es un instrumento, es un momento, la fase
El ejemplo que da el filósofo para graficar la diferencia es el del molino de final en que se des-oculta lo real como material disponible, como stock.
viento (técnica antigua) respecto de las centrales hidroeléctricas (técnica Heidegger ve la esencia de la técnica en la "im-posición". Según el filósofo
moderna). Las aspas del molino son dependientes por así decir del soplo alemán, el hombre está colocado, requerido y provocado por un poder que
del viento; no hay viento, ergo no hay movimiento ni energía. El molino se manifiesta en la esencia de la técnica. Precisamente en la experiencia
de viento es incapaz de descomponer y almacenar la energía del viento. El de estar colocado por algo que no es él mismo y que no domina se le mues-
molino está integrado al paisaje. En cambio, las centrales hidroeléctricas tra la posibilidad de experimentar el hecho de ser necesitado por el ser.
están construidas a partir de grandes alteraciones del contexto en el cual Así, en lo más propio de la técnica moderna se oculta la posibilidad de ser
se implantan. Tenemos grandes embalses artificiales, enormes muros de necesitado, y mostrar esto es todo lo que el pensamiento puede hacer. Sin
hormigón para la contención del agua. Todo esto para contener el agua en embargo, ello no significa que no podamos reconsiderarlo, resignificarlo .
el lugar que se quiere para la obtención y el almacenamiento de energía Según Heidegger (1977), podemos superarlo si consideramos que la parte
eléctrica. El agua se acumula y se libera según puntillosos cálculos. En no es el todo; en principio, sabiendo que la tecnología no resuelve todos los
lugar de adecuarse, la represa crea un nuevo lugar. La moderna técnica, problemas. Y esto es así, sobre todo, porque no todos los problemas que nos
sea como sea, se sostiene gracias al cálculo, el análisis y la disposición. aquejan son problemas tecnológicos. Debemos conseguir una comprensión
Resumiendo, tanto en la técnica antigua como en la moderna tenemos del ser tal que podamos saber cómo estamos condicionados en gran medida
desocultamiento, revelación. Pero mientras la técnica antigua espera que por la tecnología, cómo fuimos llevados hasta este punto pero, también, lo
los procesos se den siguiendo ciclos naturales, la moderna se basa en el libres que somos de buscar transitar otros caminos. Podemos salvar nuestros
cálculo y la provocación de la naturaleza. descubrimientos tecnológicos al mismo tiempo que negarles la posibilidad
De este modo, el mundo se ha reducido al mero stock de materias primas. de someternos. Debemos estar prevenidos y saber que la eficiencia no es
La gran paradoja está dada por el hecho de que la técnica nos ha permitido el único objetivo y debemos estar preparados para discutir los pros y ll s le~
dominar el mundo, pero el precio que hemos tenido que pagar para ello ha contras de cada uno de los nuevos desarrollos.
sido muy grande : que queda oculto el ser y se altera nuestra relación con las Pese a ello, no todas son buenas noticias. Según Heidegger (1996), esta
cosas y con los hombres. El principal peligro relacionado con el desarrollo forma de estar prevenidos acerca de cómo son las cosas es solo una parte
de la solución, una parte necesaria pero no la condición suficiente para
salvarnos. Lograr llegar a ese nivel de conocimiento del ser es tan difícil y
7. Véase el capítulo 3 de este volumen.
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tan poco esperable que según el mismo Heidegger "solo un dios aún puede 305) La naturaleza no es lo contrario del ser humano sino la primera fase
salvarnos". del ser, siendo la segunda fase la oposición del individuo y del medio, com-
plemento del individuo con relación al todo. La naturaleza preindividual es
Gilbert Simondon y el mundo de la técnica. Hay filósofos que no están una naturaleza donde existe integración con los productos tecnológicos, lo
dispuestos a mantener un criterio de examen de lo natural, lo humano y es también el medio en el que el individuo vive y se desarrolla.
lo tecnológico partiendo de esencias puestas a priori. Estos intelectuales Una de las categorías simondianas principales es la idea de información.
prefieren pensar en términos de devenir, un devenir en el que lo natural, lo Para el filósofo francés, lejos de la inmaterialidad con la que era abordada
humano y la tecnología se constituyen de un modo relacional. Es un modo por parte de la ciencia y la técnica contemporánea, la información es orga-
de pensar que se aparta de la concepción de la tecnología desde una racio- nizadora y reúne a los seres vivos, los humanos, la sociedad y lo artificial
nalidad humana escindida según una lógica de medios y fines o el empleo dentro de un mismo espacio. No puede postularse ningún principio de unidad
de categorías como acción, diseño, metas, control. (sustancia, idea, esencia) antes de la individuación, no puede plantearse
La obra de Simondon se destaca entre aquellas que se articulan como una un término externo que contenga o explique al individuo. El individuo debe
afrenta al pensamiento sustancialista y esencialista elaborando una teoría aprehenderse en la individuación que se da en su ontogénesis, la propia
que explica lo viviente, lo artificial, lo humano y la máquina en términos de génesis mientras se efectúa, como sistema que deviene. Tampoco puede
relaciones. En su trabajo quedan disueltas las relaciones entre pensamiento comprenderse el individuo luego, a posteriori, después de que la indivi-
y acción, las diferencias entre ciencias naturales y ciencias del espíritu, duación ha sido consumada. El pensamiento simondoniano se aleja del
discontinuidad entre los diferentes niveles en que puede estructurarse la hilemorfismo aristotélico (hyle: materia y morphos: forma), deja de lado la
naturaleza y la tensión entre lo natural y lo artificial. El pensador introduce idea de que la técnica consiste en dar forma a una materia inerte con una
una nueva concepción del devenir que se distancia y, desde cierto punto de determinada finalidad puesta por el hombre. Para Simondon, in-formar es
vista, supera la dialéctica tanto en su versión hegeliana como en su versión una operación que se da tanto en la naturaleza como en el plano artificial
materialista marxista. sin necesidad de una conciencia o actividad humana. Tal fin puesto desde
Con Simondon pierden sentido categorías como interdisciplinariedad o un espacio exterior al cambio es una ficción. Se abre así la puerta a una
multidisciplinariedad o esa suerte de invento propio de las universidades nueva forma de concebir lo humano, un humanismo, junto con una nueva
actuales mediante el cual se pretende el encuentro entre científicos y filó- manera de enfocar el devenir.
sofos de los que siempre sale como resultado un diálogo de sordos. Desde su Simondon (2009) introduce con su pensamiento una serie de problemas
mirada, ciencia y filosofía no se explican ni se deben una a la otra. Para el interesantes como la dificultad que representa mantener a rajatabla la dis-
francés, es fundamental pensar los ejes articuladores de un nuevo enfoque tinción tajante entre individuo y medio ambiente. Más que discontinuidad
que comprenda e incluya al artefacto tecnológico como parte fundamental hay continuidades, relaciones. El individuo físico o viviente es producto de
de la cultura misma. Se trata de elaborar una metafísica de la naturaleza un devenir en el que se constituye dinámicamente en forma conjunta con
que considere fundamentales los avances más recientes de la ciencia y la el medio.
tecnología. Existen dos formas de individuación: la física y la viviente. Un ejemplo
Simondon (2009) invoca a los presocráticos a la hora de abordar el sen- de la primera es la cristalización. En este proceso una sustancia amorfa con
tido que en su filosofía tiene la noción de naturaleza. Desde su punto de ciertas propiedades energéticas se transforma en una estructura ordenada
vista, la filosofía no puede desplegarse prescindiendo de una filosofía de la gracias a mutaciones de estabilidad en el medio que la contiene. Al agotar sus
naturaleza, sin elaborar ella misma una noción de naturaleza que pondere fuentes de energía, se arriba a una forma estable. Es un equilibrio estable.
los descubrimientos científicos. Según el francés, podríamos denominar En el caso de la individuación de lo viviente el equilibrio, dirá Simondon
naturaleza a esa realidad preindividual que el individuo lleva consigo, (2009), es metaestable. El ser vivo almacena y explota energía que puede
tratando de reencontrar en la palabra "naturaleza" la significación que ser transformada en otros estados más desarrollados de organización. El
los filósofos presocráticos le atribuían: "Los fisiólogos jónicos encontraban ser viviente se encuentra en un estado de individuación permanente.
ahí el origen, anterior a la individuación, de todas las especies de ser; la Por otra parte, el filósofo cuestiona la gnoseología moderna cartesiana
naturaleza es realidad de lo posible, bajo las especies de este ápeiron del del pensar como partiendo de un cogito que asegura la radicalidad del
cual Anaximandro hace surgir toda forma individuada" (Simondon, 2009: sujeto y su buena voluntad. Cuestiona la idea de "representación" porque
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sostiene que no hay nada que volver a presentar. Según este intelectual, analogía como una forma de inducción que parte de la existencia de notas
pensar va a ser estar atento al devenir para el cual no hay imagen. Así, el comunes. Aquí, a diferencia, hay relaciones en lugar de notas comunes.
pensamiento será genuino no porque reproduce una verdad sino porque es Identidad de relaciones, no relación de identidad, diría Simondon. Es la
fiel al devenir, no porque capta el movimiento objetivamente sino porque lo relación la que tiene estatuto del ser.
hace como participación en lo que el mundo es. Participación en un mundo En principio, es importante tener presente que para que se dé una
que no es ese mundo que necesitamos que sea (como sugiere la modernidad), individuación es necesaria una transformación, el paso de un sistema a
sino devenir mismo. algo organizado. En este proceso un individuo encierra dos dinamismos
Sin embargo, esta concepción del pensar no debe ser entendida como un fundamentales: energético y estructural. La estabilidad del individuo es
mero fluir al estilo posmoderno. Lo que tenemos en su trabajo es un intento la estabilidad de su asociación. El intelectual francés ofrece, como ejemplo
por fundir pensamiento y acción. Pero no al estilo marxiano de la praxis, paradigmático de la individuación física, la cristalización. Se trata de un
donde todavía se encuentra muy fuerte la metafísica moderna. Para Simon- proceso en el que una sustancia sin forma alguna, pero con ciertas propie-
don, colocarse en algún instante por fuera del devenir para describirlo es dades energéticas, se transforma, por una innovación de las condiciones de
perder lo característico del devenir mismo y tratar de que este vaya hacia estabilidad del sistema que la contiene (tal como un cambio de temperatura
una idea. Pero el devenir no puede ser devenir pensante. De lo que se trata o de presión), en una estructura física ordenada. El proceso de transduc-
es de instalar un pensamiento del cambio, la individuación. Liberado de ción, en el caso de los objetos físicos, al agotar las fuentes de energía, llega
una imposición del estilo de una autoimagen del mundo, el pensamiento se a una forma estable. Este es el tipo de equilibrio correspondiente al más
vuelve contemporáneo a su propio desenvolvimiento. bajo nivel posible de energía. Se da tan pronto como todas las transforma-
En cuanto a artefactos, máquinas, instrumentos, Simondon (2007) sostie- ciones posibles fueron realizadas y cuando ya no existe otra fuerza que
ne que ellos también llevan un medio asociado, un medio tanto interno como actúe. En el caso de lo viviente, a diferencia, el equilibrio es metaestable.
externo. El medio puede incluir otras máquinas y seres vivientes. Provee la El ser viviente almacena y explota energía que puede ser transformada
energía para el funcionamiento. La capacidad de intervención humana debe en otros estados más desarrollados de organización. Por ello, el ser vivo
ser aprehendida también como formando parte de este fondo contextua!. se encuentra en estado de individuación permanente. En consecuencia
Un ser humano puede intervenir inventando porque él mismo forma parte conserva, según afirma Simondon (2009) las tensiones en el equilibrio de
del devenir creando las condiciones de su propia individuación. Como se metaestabilidad en lugar de anularlas en el equilibrio de estabilidad. De
condiciona a sí mismo, puede condicionar objetos que se condicionan a ellos este modo, lo viviente vuelve compatibles las tensiones pero no las relaja;
mismos. Por todo lo expuesto, para nuestro autor, la actividad tecnológica descubre un sistema de estructuras y de funciones en el interior del cual
está sumamente ligada a lo viviente. La tecnología refiere a lo viviente e las tensiones son compatibles.
interpela al ser humano como ser vivo. Por eso lo viviente proporciona un Simondon (2007) conceptualiza el artefacto como un sistema autónomo
marco normativo para lo tecnológico. El medio asociado al objeto técnico se que evoluciona siguiendo una lógica interna que también debe pensarse como
encuentra a medio camino entre lo natural y lo artificial. El pensamiento integrado a un devenir en el contexto humano y natural. Los mecanismos,
que percibe o concibe el artefacto no puede ser pensado como un mero re- artefactos e instrumentos participan de lo viviente a través de la carga
servorio de ideas o formas premoldeadas. Lo significativo no es la forma de lo humano que se expresa en ellos. Así, el artefacto es pura mediación,
sino el fondo, el sistema de todas las formas, reservorio de las tendencias humano y natural, contiene algo de uno y de lo otro, brinda contenido a
de las formas. El fondo es el lugar de las virtualidades y de las potencias uno u otro aspecto.
que actúan sobre lo presente. Así, el fondo mental es término medio entre
lo viviente y lo artificial.
Hay entonces relación transductiva entre lo viviente, el pensamiento y 2. La actual filosofía de la tecnología
la máquina. La transducción, que es una noción fundamental en la obra de
Simondon, establece el modo en el que operan los procesos físicos, biológicos y Finalizaremos nuestro recorrido exponiendo, agrupadamente, el pensa-
técnicos como las condiciones de posibilidad a nivel del conocimiento de esos miento de los intelectuales que hoy en día siguen investigando diferentes
procesos. La transducción se diferencia de la inducción y de la deducción. aspectos de las problemáticas del desarrollo tecnológico.
El pensamiento transductivo es analógico en un sentido real, diferente a la Fernando Broncano (2006) reflexiona sobre el lugar que ocupa la gestión
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y comprensión del desarrollo tecnológico en nuestras sociedades actuales. y muchas veces, inadvertidamente, la imagen que tenemos de nosotros
Desde su punto de vista, las barreras tecnológicas se han convertido en mismos y el papel de la sociedad. Al aceptar acríticamente una tecnología
fuentes de desigualdad e injusticia. Los ciudadanos cada vez saben menos estamos firmando una suerte de contrato cuyas condiciones o letra chica
acerca de las investigaciones, no tienen el control del desarrollo de las tec- solo advertimos, a menudo y lamentablemente, mucho tiempo después.
nologías porque carecen de la información y los medios para influir en la Este "sonambulismo tecnológico", según Winner, posibilita que se vayan
toma de decisiones. remodelando las condiciones de vida humanas de modos no deseados y con
Sostiene que la democratización del acceso a la información y control del consecuencias negativas tanto para la población como para el futuro del
desarrollo tecnológico resulta fundamental si es que deseamos transitar el planeta. Tras lo que aparentemente parecen solo elecciones instrumenta-
camino que nos lleve a una sociedad más justa. La decisión política, hoy les encontramos una realidad de opciones que llevan hacia determinadas
en día, no puede dejar de lado la deliberación técnica, con lo cual tiene que formas de vida social y política que van construyendo (y reproduciendo) la
tener presente el juicio del experto. El pensador español propone una receta sociedad y configurando las conciencias personales. En este proceso no existe
que reconoce utópica. Plantea que los expertos deben reconocerse como ciu- el planteo de espacios valorativos y reflexivos que introduzcan la posibilidad
dadanos responsables en la toma de decisiones y que los ciudadanos tienen de reflexionar sobre temas como la libertad humana, la creatividad u otros
que poseer el suficiente conocimiento técnico como para saber reconocer el valores. 8 Arnold Pacey (1990 ), otro de los exponentes de la escuela americana,
lugar que el experto ocupa en el contexto actuaL El ciudadano común debe sostiene que la definición de tecnología debe ampliarse abarcando no solo
comenzar a comprender que la investigación científico-tecnológica juega su aspecto material (los artefactos) sino también los aspectos 1 culturales. l~
un rol central en la política. En esta línea, plantea que necesitamos una Carl Mitcham (1989), por su parte, ha elaborado una filosol ía de la tec-
"teoría de la democracia epistémica" articulada con la dóxica. Así se hace nología muy cercana a la obra de J acques Ellul y ha recibido la influencia
posible un control público y deliberativo de la tecnología, contando con la de Lewis Mumford e Iván Illich, sobre todo en lo relativo a la genealogía
implicación responsable de los tecnólogos en una suerte de ágora ampliada de las prácticas tecnológicas y los cambios sociales. Mitcham considera
que posibilite armonizar el voto ciudadano y el consejo experto basado en también parte del pensamiento de Heidegger con relación a los problemas
el conocimiento y la técnica. específicos que la tecnología abre en el presente siglo. En su propia labor
Broncano (2009) sostiene que el ser humano nació como un ciborg, simios como filósofo de la tecnología busca reivindicar un papel para la filosofía
con prótesis culturales y técnicas. Las prótesis tecnológicas permiten am- dentro de la tecnología, sobre todo en cuestiones prácticas, como la bioéti-
pliar nuestras posibilidades hasta dimensiones increíbles. En este sentido ca o el medio ambiente. Mitcham postula la necesidad de volver a colocar
hay, en la postura del pensador español, un fuerte distanciamiento de la en el centro de la discusión a la filosofía y las humanidades para rescatar
metafísica que separa tajantemente lo natural de lo artificial, puesto que valores humanos y sociales frente a lo tecnológico. Aspira, a través de sus
en el ciborg lo natural y lo artificial se entrelazan. En él, el sujeto aparecerá aportes, instalar una reflexión ética sobre la tecnología con el fin de avanzar
como resultado de la contingencia y no como presupuesto necesario. hacia una debida comprensión por parte de profesionales involucrados en
Como sujetos que transitan el camino entre la naturaleza y la cultura el desarrollo científico-tecnológico de los problemas filosóficos propios de su
nos hallamos en lo que Broncano denomina "la melancolía del recuerdo del campo (Iáñez Pareja y Sánchez Cazorla, 2010).
objeto perdido", de aquello a lo cual no podemos volver: lo naturaL Vivi- Por su parte, Andrew Feenberg sostiene que la tecnología no es ni
mos en el exilio de lo que fuimos . El espacio de los ciborgs es definido por determinante ni neutral ~ consecuentemente, puede ser alcanzada una
metáforas como "frontera", "peregrinaje" o "nomadismo"; es decir, lugares democratización de nuestra sociedad por medio de un cambio técnico y
de metamorfosis continua, de diversidad de lenguas y gentes, lugares de político radicaL Sigue de cerca el pensamiento de Herbert Marcuse, quien
exilio. Pero la mirada melancólica no es un desarraigo de la naturaleza, a comienzos de la década de 1970 dirigió la escritura de su tesis The Dia-
no es melancolía por el paraíso perdido sino la conciencia de que existen lectics of Theory and Practice, uno de sus principales trabajos. Feenberg
nuevos límites alcanzados por nuestras prótesis pero a los cuales no llega- (1991) se dedicó en las últimas décadas a sintetizar la tradición de la Teo-
mos. Para Broncano, la melancolía no es un estado de desencanto sino de ría Crítica de la Escuela de Frankfurt con los estudios contemporáneos de
hiperconciencia de los límites. la tecnología. Concretamente, trata de elaborar una perspectiva que nos
Siguiendo la línea de la escuela americana de críticos culturales, Lang-
don Winner destaca el hecho de que la tecnología modifica de un modo sutil
8. Pa ra profundi zar puede consultarse Winner (1986) o Winner, Feenberg y Hviid (1997).
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permita transitar el estrecho sendero entre la utopía y el pesimismo o la Nos sentimos extrañados respecto del mundo tecnológico. Y pensamos
resignación. Explica cómo el desarrollo tecnológico puede ser resl nificado l Q.. que hay algo extraño en la técnica. Ese algo en la máquina, esa forma de
para adaptarse a una sociedad más libre. Esta teoría crítica se distancia (J verla como extraña, contribuye a explicar nuestra ambivalencia respecto
del neutralismo y sostiene que la racionalidad tecnológica, lejos de ser neu- del mundo de los productos tecnológicos: optimismo, pesimismo, miedos,
tral, se ha tornado política. Son los valores de una elite dominante los que angustias, ansiedades, apatía y, también, entusiasmos, locura, consumismo
prescriben los propósitos y se instalan en la racionalidad técnica actual. La y delirio. Reflexionar sobre nuestro modo de vincularnos con la tecnología
forma dominante de la racionalidad técnica se encuentra en la intersección situándonos como productores y viendo lo humano en ella nos devuelve la
de la ideología y la técnica para controlar a los seres humanos y todos los posibilidad de agencia de la técnica 9 que se ve eclipsada por la fantasmago-
recursos. Es lo que Feenberg (2002) denomina "códigos tecnológicos". La ría del determinismo, automatismo de la técnica, su supuesta autonomía,
Teoría Crítica muestra cómo esos códigos materializan de un modo sutil e invisibilidad, neutralismo o ambivalencia.
invisible los valores e intereses en reglas y procedimientos, instrumentos El extrañamiento respecto de la tecnología corroe nuestra posibilidad de
y artefactos, transformando en una rutina la búsqueda de poder para el indagar a fondo el carácter de las formas que disfrazan y ocultan nuestra
dominio hegemónico. Desde la mirada de Feenberg es posible lograr una presencia creativa en la producción de ciencia y tecnología, y lo humano en la
nueva sociedad en la que pueda darse un mayor alcance de los valores que máquina. Tendríamos pues que de velar el contenido oculto en las tecnologías,
se extienden más allá de los valores técnicos, como la eficiencia y la ganan- esa suerte de fuente de poder que no vemos pero sentimos y está presente
cia. La democracia es uno de esos valores fundamentales que debe servir en las reflexiones, tanto en sus vertientes optimistas como pesimistas, no
al rediseño del industrialismo. El problema de la democratización de la solamente para sacar a la luz aquello que se oculta (nuestra propia huma-
tecnología es fundamentalmente un problema de iniciativa y participación nidad), sino también para indagar la forma que adoptan los discursos en lo
en la toma de decisiones. Es preciso tener en cuenta las necesidades de las que lo oculto se esconde. Siguiendo a Slavoj Zizek (2014), creemos que es
minorías que se resisten a la hegemonía tecnológica. Estas resistencias importante comprender el misterio tras la forma y el misterio de la forma.
toman rasgos diferentes que van desde organizaciones que luchan por la El mito de la tecnología neutral, autónoma, que nos determina unidirec-
salud y la seguridad industrial hasta aquellas que lo hacen contra el uso cionalmente, circula como una creencia pero resulta ser una fe sin funda-
desmedido de agrotóxicos. Todas estas organizaciones y movimientos nos mento. Como ocurre con las expresiones dogmáticas y los rituales, dificulta
advierten sobre la necesidad de dialogar y tener en cuenta los aspectos ex- la reflexión, interpelación y debate. En efecto, el mito hace que los productos
ternos al desarrollo tecnológico. La tecnología puede ser un campo de batalla humanos asuman un carácter incontrolado y extraño, a pesar de haber sido
social en el cual podría darse el debate y decidirse el cambio. Nuevas y más creados por nosotros mismos y se presenten en la conciencia como movidos
democráticas formas de control del desarrollo tecnológico, hoy en manos por fuerzas superiores a ellas. Es como si la marioneta danzara sin los
de unos pocos, permitirían transitar un nuevo camino. Para ello es preciso cordeles que nos permiten su control. En nuestras representaciones sobre
estudiar y entender el desarrollo tecnológico enfocando la mirada a los gru- el objeto técnico, o artificio, se esconden concepciones naturalizadas. Pero
pos sociales y políticos involucrados en ese proceso o desarrollo puesto que hay que reconocer que si hoy estamos discutiendo esas representaciones es
es a partir de los intereses de tales grupos que los artefactos cumplirán un porque diversos procesos activados por las posibilidades tecnológicas ponen
rol específico, sea como mercancías funcionales a la reproducción del orden en tensión nuestras formas de ver la tecnología en el mundo actual. Las
social vigente o como tecnologías democratizadoras. nuevas prótesis, las aplicaciones, implantes o la posibilidad de la inteligencia
artificial hacen que debamos replantearnos los límites entre el hombre-má-
quina, la naturaleza, la técnica o el artificio. La marioneta devino, en la
Conclusiones danza, un autómata. Liberada de las ataduras, ha cobrado vida. Pero aun
así, en ella, hay mucho de nosotros mismos.
Simondon (2007 ) se preguntaba acerca del tipo de oposición que se Entonces, tenemos que transitar dos carriles paralelos: por un lado, em-
construyó entre el hombre y la máquina como para que el objeto técnico sea prender una crítica de mitos, metáforas y analogías presentes en nuestras
considerado por nosotros como un "extranjero". Sostenía que la máquina representaciones sobre ciencia y tecnología (optimismo, pesimismo, etc.)
es el extranjero en el que está encerrado lo humano, desconocido, materia-
lizado, vuelto servil; pero mientras, sin emba rgo , sigue siendo lo humano. 9. La agencia es la capacida d de los seres humanos para tomar decisiones y actuar con la
intención de producir un efecto, de actuar con un propósito.
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1ván Dalmau. Doctor en Ciencias Sociales ~BA). Becario posdoctoral del Conicet,
radicado en la Escuela de Humanidades de la Unsam. Docente de Epistemología de
las Ciencias Sociales (Unsam) y de Introducción al Pensamiento Científico (UBA).
~Q'lri º Posdoctoral C oni a e~

José A. Gómez Di Vincenzo. Doctor en Epistemología e Historia de la Ciencia


por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Profesor adjunto en la cátedra de
Epistemología de las Ciencias Sociales (~ . Investigador estable del Centro
de Estudios de Historia de la Ciencia y la Tecnología José Babini en la Escuela de
Humanidades (Unsam).

Jorge Lulo. Profesor de Filosofía (UBA). Profesor adjunto de Filosofía y Métodos ~

-- -
de las Ciencias Sociales (Faculta d de Ciencias Sociales, UBA) .

Jorge Mario Malle arel. Profesor de Enseñanza Secundaria, Normal y Especial


r.¡::r

en Filosofía (Universidad de Morón, 1994). Doctorando en Filosofía (Universidad de L


Morón). Profesor en el Ciclo Básico Común (UBA), en la ~ en la Universidad m,m
de Morón y en el Instituto de Formación Docente N 2 29.
1

Héctor A. Palma. Profesor en Filosofía (UBA), magíster en Ciencia, Tecnología


y Sociedad (Unqui) y doctor en Ciencias Sociales y Humanidades (Unqui). Profesor
l'm titular regular de Filosofía de las Ciencias (UNSAM) , investigador del Centro de
Estudios de Historia de la Ciencia y la Tecnolo~ Babini .

Rubén H. Pardo. Profesor en Filosofía (UBA). Profesor adjunto regular de


Epistemología de las Ciencias Sociales (Unsam) y profesor de Introducción al Pen-
samiento Científico en el Ciclo Básico Común (UBA).

Martín Prieto. Profesor de Enseñanza Media y Superior en Filosofía (UBA).


Doctorando en Filosofía (Unsam). Profesor adjunto en la cátedra de Filosofía de las
Ciencias (Unsam). Becario Conicet.

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