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2do “A”
Educación en valores
Educar es, así, formar el carácter, en el sentido más extenso y total del término:
formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización
imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, crítico con
los defectos del presente y comprometido con el proceso moral de las estructuras
y actitudes sociales.
No obstante, los valores éticos están en crisis. Los valores siempre han
nombrado defectos, faltas, algo de lo que carecemos pero que deberíamos tener.
Según Locke, el malestar, la incomodidad que provoca el deseo de que la
realidad cambie y sea de otra manera. Si estuviéramos plenamente ajustados con
la realidad, no cabría hablar de justicia ni de valores como algo a conquistar, si
se hace es porque no se reflejan suficientemente en la práctica.
Hoy por hoy, el crecimiento económico nos ha hecho creer que sólo vale lo que
produce dinero. Decimos que la prosperidad económica no es más que un paso,
necesario pero insuficiente, para lograr una mayor plenitud humana.
También hay que darle la razón a Bertold Brecht cuando dice que lo primero es
comer y lo segundo hablar de moral. Hay que reconocer que el que vive bien se
acuerda poco de los que sufren, que el bienestar material no genera una
espontánea solidaridad con los pobres.
Las épocas de menor bienestar, como la actual, no son del todo malas para
recuperar y hacer más presentes los valores; pero también hay que contar con
los valores éticos para superar la crisis económica.
En realidad, los tiempos nunca son buenos para la ética, porque la ética exige,
ante todo, autodominio, que es costoso y nos pide sacrificio y templanza. No
hay ética sin una cierta disciplina, una disciplina razonable sin la cual es inútil
tratar de transmitir normas o hábitos.
Ser buena persona hoy no es, únicamente, ser buen ciudadano o buen político,
como pensaron los griegos. Cualquier actividad puede tener dimensiones más o
Alexander Yépez
2do “A”
Los derechos humanos son la fuente de donde mana el derecho positivo, la ética
es la que juzga a la ley y la que orienta su interpretación.
La escuela es un lugar donde se hace algo más que dar clase. Los alumnos
aprenden comportamientos civilizados, según sean los criterios que los guían.
Es inevitable que aprobemos unas conductas y desaprobemos otras.
Bibliografía
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1012022.pdf