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Expediente Nº : 169-17

Especialista : Juez del Segundo


Juzgado en lo Civil de Huamanga

Escrito N° : 10

Sumilla : Contestación De La
Demanda Sobre Nulidad De Acto Jurídico

SEÑOR JUEZ DEL SEGUNDO JUZGADO EN LO CIVIL DE HUAMANGA

RAMÓN MENDOZA SÁNCHEZ, identificado con DNI N° 47247725, con


dirección domiciliaria en el Jr. Itana Nº222, de la ciudad de Huamanga,
SANTIAGO MENDOZA SÁNCHEZ, identificado con DNI N° 46401530,
con dirección domiciliaria en la Av. Maravillas Nº 305, de la ciudad de
Huamanga, MARÍA MERCEDES MENDOZA SÁNCHEZ, identificado con
DNI N° 46251715, con dirección domiciliaria en la Av.26 de Enero Nº407, de
la ciudad de Huamanga. Señalando como domicilio procesal en el Jr. San Martin N°
220 Huamanga-Ayacucho, oficina de sus representantes legales: ARGUMEDO
VARGAS JAROL SORAN con colegiatura N° 13144833, CASTILLO
GUITIERREZ NINO con colegiatura N° 132148355 y la abogada GUILLEN
CASTRO FLOR KENI con colegiatura N° 13146225, a Usted, Señor Juez, digo:

I.- PETITORIO

En ejercicio de la tutela jurisdiccional efectiva, recurro por ante su honorable Despacho,


con el objeto de dar contestación de la demanda sobre Nulidad de Acto Jurídico por causal
de falta de discernimiento, negándola y contradiciéndola, solicitando se declare
INFUNDADA.

Debiendo tener presente, para tal acto, los méritos bajo mis fundamentos de hecho y
derecho que a continuación expongo.

II. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

PRIMERO:

Efectivamente nuestro padre NERIO MENDOZA CORTEZ, emitió a favor de sus herederos
legales RAMÓN MENDOZA SÁNCHEZ, SANTIAGO MENDOZA SÁNCHEZ y
MARÍA MERCEDES MENDOZA SÁNCHEZ un testamento de fecha 24 de abril del año
2016, disponiendo de sus bienes consistentes en inmuebles ubicados en el Distrito de San Juan
Bautista.

Nosotros como hijos concebidos dentro del matrimonio de mi padre NERIO MENDOZA
CORTEZ ya fenecido y de mi madre LUISA SANCHEZ YANASUPO, desconocíamos de
la relación sentimental que nuestro padre mantuvo con la señora CARLOTA ESPINOZA
BELLIDO y que producto de esta relación fuera concebida la señora TEREZA
MENDOZA ESPINOZA, desconociendo también de la existencia de esta última.

SEGUNDO:

Como señalamos en el punto anterior, efectivamente desconocíamos de la existencia de la


señora TEREZA MENDOZA ESPINOZA, que fue reconocida a través de una sentencia
de la que también desconocíamos hasta la fecha que fuimos notificados, para la nulidad
del testamento, petición que consideramos absurda ya que la demandante se presenta solo
con pretensiones materiales, sin haber acudido al cuidado y asistencia de nuestro padre en
ninguna etapa de su vida, puesto que nosotros lo acompañamos en todo momento en
concordancia con el Artículo 474° del Código Civil.

TERCERO:

Con respecto al tercer punto, efectivamente nuestro padre padecía de deficiencia visual,
no de ceguera absoluta como manifiesta la demandante; sin embargo, el Artículo 693° no
reconoce como impedimento esta discapacidad para otorgar un testamento.

Asimismo, la edad de nuestro padre no es impedimento para otorgar un testamento ya que


se encontraba en su plena capacidad psíquica hasta sus últimos días, suceso que no pudo
constatar la demandante debido a su ausencia. Acotando que no se presentó ningún
certificado de buena salud de mi padre al momento de emitir el testamento puesto que era
evidente que se encontraba en pleno uso de sus facultades.

CUARTO:

Con respecto al quinto punto señalamos que, por la deficiencia visual que nuestro padre
padecía, el requirió de la presencia de un testigo testamentario, en concordancia con el
Artículo 697° del Código Civil, el cual se encargó de firmar el testamento en representación
de nuestro padre.
III.FUNDAMENTACION JURÍDICA

PRIMERO:

El señor NERIO MENDOZA CORTEZ, al momento de otorgar en testamento, si


gozaba con capacidad de ejercicio y de todas sus facultades mentales plenas. Tal como lo
estipula el Artículo 42° del Código Civil, referido a la capacidad de ejercicio, señala que
“Tienen plena capacidad ejercicio de sus derechos civiles las personas que hayan cumplido
dieciocho años de edad, salvo lo dispuesto en los Artículos 43° y 44°.”; en lo que respecta
a la tutela de los sujetos débiles, parecería deducirse que la regla general es la incapacidad
de los sujetos de derecho y la excepción su capacidad. En efecto, no obstante que el
Artículo 42° dispone que tienen plena capacidad de ejercicio en sus derechos civiles las
personas que hayan cumplido 18 años, se contrapone como límite el contenido de los
artículos siguientes. Sin embargo, el principio general que debemos desprender de la
lectura del Artículo 42° es que fuera de los supuestos de excepción (Artículos 43° y 44°
C.C.), se presume que las personas naturales tienen plena capacidad de ejercicio.

La naturaleza de esta presunción es iuris tantum, en tanto cabe la prueba contraria, cual
es la sentencia del juez que declare la interdicción de la persona, según lo señala Juan
Espinoza Espinoza.

SEGUNDO:

Como mencionamos anteriormente la demandante TERESA MENDOZA ESPINOZA


no acudió a su cuidado ni asistencia de nuestro padre NERIO MENDOZA CORTEZ,
ya que la demandante solo se presenta a exigir de manera interesada la herencia, alegando
que tiene derecho. Sin embargo, los hijos tienen la obligación reciproca de alimentos con
sus ascendientes, tal como lo señala la ley en los Artículo 472° del código civil señala en
el primer párrafo que “se entiende por alimentos lo que es indispensable para el sustento,
habitación, vestido, educación, instrucción y capacitación para el trabajo, asistencia médica
y psicológica y recreación según la situación y posibilidades de la familia.”, en concordancia
con el Artículo 474° del código civil referido a obligación reciproca de alimentos señala
que “se deben alimentos recíprocamente:

1. Los cónyuges
2. Los ascendientes y los descendientes
3. Los hermanos

De acuerdo a la jurisprudencia Cas. N°2747-98-Junin, El Peruano, 28-08-1999, p.


3372. Estipula que “La obligación de pagar una pensión alimenticia entre los cónyuges
implica el cumplimiento del deber de asistencia de aquellos; así mismo ante la falta de pago
voluntario, quien tenga derecho para solicitarlo, puede pedir la determinación judicial de
dicha pensión.”

Adicionalmente el Artículo 744° inciso 2° del Código Civil referido a causales de


desheredación de descendientes señala que “haberle negado sin motivo justificado los
alimentos o haber abandonado el ascendiente encontrándose éste gravemente enfermo o
sin poder valerse por sí mismo”

La segunda parte de la causal se remite a una obligación moral respecto de los casos de
alienación mental o de grave enfermedad del ascendiente, como nos informa Lanatta en
la Exposición de Motivos.

TERCERO:

Artículo 1358° del Código Civil referido a la Contratación directa de incapaces señala
que, “Los incapaces no privados de discernimiento pueden celebrar contratos relacionados
con las necesidades ordinarias de su vida diaria.” La capacidad jurídica, por su parte, se
considera un atributo de la personalidad. Puede definirse como la aptitud legal de una
persona para ser sujeto de derechos y obligaciones, o la facultad o posibilidad de que esta
persona pueda ejercitar sus derechos y cumplir sus obligaciones por sí misma, sin asistencia
o representación de un tercero. Es decir, presupone la capacidad de ser sujeto de derechos
y obligaciones (elemento estático) pero también la capacidad de ejercer dichos derechos o
asumir obligaciones a través de sus propias decisiones (elemento dinámico).

Siguiendo la perspectiva del Dr. Fernández Sessarego, la Sala Suprema, señala que para
que exista falta de discernimiento no es necesario que previamente exista declaración de
interdicción, pues lo que se tiene en cuenta es la falta de discernimiento y no la interdicción
declarada. Si bien es cierto no existe declaración de interdicción respecto a la vendedora,
no es menos cierto que en autos existen medios probatorios y otros indicios que hacen
referencia sobre el estado de su salud.

Añade el Tribunal Supremo Sala Civil permanente de la Corte Suprema cas. nº 683-
2016-Callao, que en este tipo de procesos hay que recurrir a las pruebas indiciarias. Siendo
así las cosas, habiéndose determinado el grado de enfermedad de la vendedora y la
antigüedad de sus lesiones, se puede deducir con seguridad que al momento de suscribir
el contrato de compraventa no podía discernir lo que le convenía; por lo que tal
incapacidad era manifiesta y, por tanto “los actos jurídicos celebrados con anterioridad a
la interdicción pueden ser nulos y anulables, dependiendo de cada situación concreta y
sobre todo del grado de incapacidad que presente uno de los otorgantes”, para ello resulta
necesario realizar un análisis de la notoriedad del caso; es decir, la evidencia de la capacidad
de la persona; por tales fundamentos declararon Fundado el recurso casatorio.

Adicionalmente la jurisprudencia SAP Madrid, Sec. 18.ª, 440/2012, de 13 de septiembre.


Sostiene que “Planteada en tales términos la cuestión en esta alzada ha de partirse para su
resolución de la construcción jurisprudencial sobre la capacidad testamentaria y su apreciación.
Efectivamente, los Artículos 662, 663.2 º y 666 todos ellos C.C. en cuya virtud “pueden testar
todos aquellos a quienes la ley no lo prohíbe expresamente”, “está incapacitado para testar el que
habitual o accidentalmente no se hallare en su cabal juicio” y “para apreciar la capacidad del
testador se atenderá únicamente al estado en que se halle al tiempo de otorgar el testamento “, han
sido interpretados por un cuerpo consolidado de jurisprudencia, de cuya doctrina se ha de concluir
en la forma que con precisión se recoge en la Sentencia de la Sección 13ª de esta Audiencia
Provincial de Madrid de 28 de julio de 2005 (recogida también en la de su Secc. 19 ª de 17
de abril de 2008), que dada su concreción no puede sino reiterarse en la presente, a saber:
a) La incapacidad o afección mental ha de ser grave, hasta el extremo de hacer desaparecer
la personalidad psíquica en la vida de relación de quien la padece, con exclusión de la
conciencia de sus propios actos (SSTS de 25 de abril de 1959 y 12 de mayo de 1998), sin
que sea suficiente para establecer la incapacidad, la edad senil del testador, o los
padecimientos físicos si éstos no afectan a su estado mental.

CUARTO:

Con respecto al cuarto punto, efectivamente si hubo una filiación extramatrimonial


mediante una declaración judicial y no un reconocimiento voluntario, para que esta posea
validez debe ser efectuada de forma solemne en el registro público de nacimiento, en
escritura pública y en el testamento; sin embargo, el señor NERIO MENDOZA
CORTEZ, no reconoció a la demandante TERESA MENDOZA ESPINOZA, como
heredera en su testamento. Por ende, alegamos que la demandante no sería considerada
legalmente como su hija, ya que no cumplió con los requisitos de acuerdo a la
jurisprudencia Cas. N°. 867-98. Cusco. Lima, 10-12-1998, FERNANDEZ ARCE,
Cesar; Derechos de Sucesiones, PUCP, Lima 2003, T.I.p. 205. “El reconocimiento
para que tenga valor de prueba plena debe ser efectuado en forma solemne: a) en el registro
púbico de nacimiento; b) en escritura pública; c) en testamento.”

Además de acuerdo a la jurisprudencia Cas. N°. 869-96. Cusco. Lima, 17-10-1996,


FERNANDEZ ARCE, Cesar; Derechos de Sucesiones, PUCP, Lima 2003, T. I.p.
1027. señala que “La filiación no puede acreditarse de por si con una partida de nacimiento
inscrita en el registro respectivo en forma extraordinaria y efectuada al amparo de la ley
N°25025, careciendo, por tanto, al igual que la de bautismo, de efectos hereditarios,
porque no parece en reconocimiento del causante, como su hijo, por lo que esta partida
de nacimiento solo prueba el hecho del nacimiento.”

QUINTO:

Benjamín Aguilar Llanos señala:


“el invidente es una persona que no se encuentra incapacitado civilmente por el solo hecho
de su impedimento físico, lo estará si a ello se suma el hecho de no poder darse a entender
inteligentemente; en tal merito su capacidad de testar se encuentra intacta, sin embargo, el
legislador considera que las clases de testamento ordinario que no sea la escrituraria,
conspiran contra una auténtica voluntad del testador y la existencia del riesgo de torcer su
voluntad por personas inescrupulosas, y por ello legisla como única vía para el ciego, el
testamento por escritura pública”
En efecto, al intervenir el notario en la facción del testamento por escritura pública, se
considera que la auténtica voluntad del testador está asegurada Y Por ello se descartan las
otras dos clases de testamento.

De lo manifestado anteriormente, el señor NERIO MENDOZA CORTEZ cumplió con


lo que la ley establece, al otorgar su testamento a través de escritura pública. Tal como lo
señala el Artículo 693° del Código Civil referido a testamento de ciegos señala que “los
ciegos pueden testar solo por escritura pública, con las formalidades adicionales a que se
refiere el artículo 697°.

Si bien nuestro ordenamiento civil señala que cualquier persona que pueda manifestar su
voluntad de manera indubitable es susceptible de celebrar actos jurídicos con plena validez
–amén de completar los requerimientos señalados en el artículo 140° delCódigo Civil- las
disposiciones sobre testamento, por su especialidad y naturaleza estrictamente formal, han
determinado ciertas limitaciones legales que corresponden a su vez a limitaciones de
carácter físico o cultural del otorgante.
Por la misma razón por la que el ciego no puede ser testigo, la ratio legis que sustenta la
determinación que el ciego solo puede testar por escritura pública (Artículo 693°) se
sustenta en la necesidad de otorgarle al invidente la garantía de una correcta transcripción
documental de su voluntad frente a un profesional imparcial- amén de los testigos- que
cuida y fiscaliza la legalidad de acto que no está en capacidad de visualizar, ya que de otra
manera, la limitación que padece puede dejar al testador en una apreciable desventaja ante
personas cercanas a él. Que inescrupulosamente decidieran modificar o trastocar la
voluntad del testador en beneficio propio mediante documento con contenido distinto al
declarado, como en el caso de un testamento cerrado u ológrafo donde el otorgante
invidente no tiene la guía de un lazarillo que lo conduzca por la senda correcta; la
estrictamente legal.

Como señalamos el señor NERIO MENDOZA CORTEZ cumplió con los requisitos
establecidos por la ley al otorgar su testamento, ya que contó con la presencia de un testigo
testamentario. El cual se encargó de firmar las fojas del testamento, debido a la deficiencia
visual del señor ya antes mencionada. Como manifiesta el Artículo 697° tercer párrafo
del Código Civil, referido a testigo testamentario a ruego señala que “si el testador no
sabe o no puede firmar, lo hará a su ruego el testigo testamentario que el designa de todo
lo cual, se harán mención en el testamento.”

V. MEDIOS PROBATORIOS:

Que ofrezco los siguientes medios probatorios:

1.- partidas de nacimiento de los demandados RAMÓN MENDOZA SÁNCHEZ,


SANTIAGO MENDOZA SÁNCHEZ y MARÍA MERCEDES MENDOZA
SÁNCHEZ.

2.- Escritura pública del testamento.

3.- Acta de defunción del señor NERIO MENDOZA CORTEZ.


VIII. ANEXOS:

1.- D.N.I de los demandados RAMÓN MENDOZA SÁNCHEZ, SANTIAGO


MENDOZA SÁNCHEZ y MARÍA MERCEDES MENDOZA SÁNCHEZ.

2.- Constancia de habilitación de los abogados que suscriben en el presente documento.

OTRO SI DIGO: Que, de conformidad con el


Art. 80° del Código Procesal Civil, otorgo al Letrado que autoriza el presente escrito, las
facultades generales de representación del Art. 74° del mismo Código, declarando que la
suscrita está debidamente instruida de la representación que otorga.

POR LO EXPUESTO:

A Ud. Señor Juez, solicito admitir la presente


contestación y valorarla conforme a su contenido y alcances.

Ayacucho, 31 de agosto de 2017.

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