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El agua en manos del imperialismo

17/01/2016

Hace unos días, leí un artículo en Brasil de Fato en el que el presidente de la Nestlé, Peter
Brabeck-Letmathe, afirma que “es necesario privatizar el abastecimiento de agua”. Agrega que
es necesario que nosotros, como sociedad, “tomemos conciencia de su importancia y se termine
con el subprecio que se produce en la actualidad”. Dice, además, que “los gobiernos deberían
garantizar 5 litros de agua diaria para beber y otros 25 litros para su higiene personal, pero que
el resto del consumo tendría que ser administrado según criterios empresariales”. Es decir: “el
agua debería ser tratada como cualquier otro bien alimenticio y tener un valor de mercado,
establecido por la ley de la oferta y la demanda. Solo de esta manera, emprenderíamos acciones
para limitar el consumo masivo que se da en estos momentos”.[1]

Por: Marta Morales

No se pueden dejar pasar por alto los comentarios y posiciones de burgueses imperialistas como
Peter Brabeck cuando se refiere a la privatización de un recurso natural que, como el agua, es
imprescindible para la vida del ser humano. Porque lo que Brabeck dice es que los seres
humanos “desperdiciamos” agua en nuestra vida cotidiana y que, por eso, la privatización (y por
ende el pago para la obtención de este elemento vital) es una salida que “ayudaría a evitar el
abuso”.

Este señor, presidente de una de las mayores compañías del mundo en el abastecimiento de
agua embotellada (la Nestlé no solo se ocupa de la leche; es, además, la mayor empresa del
mundo en el ramo de la alimentación), tiene y repite la visión de todos aquellos que hacen de la
ganancia de sus multinacionales una razón de vida, aunque sea limitada a los que como ellos
podrían pagar por el agua.

Es indignante leer sus declaraciones cuando en el mundo hay cientos de miles de personas que
ni siquiera tienen acceso a este elemento o que, para obtenerlo, deben recorrer kilómetros con
un baldecito donde transportarlo, y a los que la pobreza y la miseria –cuando no las guerras– los
despojan de todo y los arrojan al margen de la sociedad “civilizada” que tipos como Brabeck
gerencia en nombre del capitalismo.

Hace unos meses dijimos, en un artículo sobre el estratégico control de los recursos naturales:
“… cuando hablamos de agua, nos estamos refiriendo al derecho que cabe a la humanidad sobre
el aprovechamiento de los acuíferos, las aguas subterráneas, los lagos, ríos y manantiales
naturales y junto con ello a la responsabilidad que cabe a los Estados por la purificación de esas
aguas, su tratamiento de potabilización, los servicios públicos de saneamiento, la infraestructura
para el suministro, las tecnologías de riego, la perforación de pozos y hasta los sectores menores
que participan en la producción y en la venta de agua embotellada, las máquinas expendedoras,
los camiones y tanques de suministro. Todo lo que tenga que ver con los recursos naturales, en
el caso la utilización del agua (…), debiera ser un derecho inalienable de los pueblos, garantizado
por el Estado, en lugar de ser una máquina de obtención de dinero vía la privatización por
grandes empresas multinacionales y bancos, con el visto bueno de cada Estado.”[2]

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