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Química básica

ENERGÍA Y MATERIA

Se denomina energía a la capacidad de producir trabajo o calor; y, su


interrelación con la materia se evidencia a través de la fórmula de Einstein:

En donde “E” representa energía, “m” masa y “c” la velocidad de la luz.

Resulta evidente que la materia y la energía se encuentran relacionadas a través


del valor de la velocidad de la luz (en este caso elevada al cuadrado).
Conociendo que la velocidad de la luz es de aproximadamente 289.000 km/seg,
podemos denotar que un gramo de materia es capaz de producir un número
extraordinario de energía, fundamento de las bombas de fisión atómica, donde
al transformar la materia radiactiva, se produce una extraordinaria liberación de
energía.

Por otra parte, denominamos materia a todo aquello que posee masa y por lo
tanto presenta peso y ocupa un volumen el espacio, siendo lo constituyente de
todo lo concreto conocido en nuestro mundo cotidiano. Entonces, las principales
características de la materia son:

• Ponderable (posee masa),

• Extensa (ocupa un lugar en el espacio), impenetrable, (no pueden dos cuerpos


ocupar las mismas coordenadas) divisible (se puede reducir a porciones
menores). A excepción de que la materia es exclusiva del mundo cotidiano, las
demás características las comparte con la antimateria y poco se sabe aún de la
materia oscura; además posee partículas de masa 0, como los fotones y
posiblemente los neutrinos 3 también. La antimateria está formada de partículas
con cargas eléctricas opuestas a las de las partículas ordinarias. Por ejemplo, un
protón tiene una carga positiva, y el electrón carga negativa, en la materia
ordinaria. En cambio, un positrón (o antielectrón) tiene carga positiva, y un
antiprotón, negativa. Estos constituyen la antimateria.

PROPIEDADES DE LA MATERIA

• Propiedades Extensivas.

La materia presenta diferentes propiedades que permiten identificar a cada


sustancia. Estas propiedades pueden clasificarse, inicialmente en: • Propiedades
Intensivas

Las propiedades extensivas son aquellas que dependen de la cantidad de


materia y no de la identidad de las sustancias, como lo son el volumen, el peso,
la forma, la superficie, etc.
Mientras tanto, las propiedades intensivas, no dependen de la cantidad de
materia presente, sino que se relacionan con el tipo particular de materia
considerada; son características de cada tipo de sustancia, por lo cual resultan
útiles para identificar una sustancia determinada. Son ejemplos de propiedades
intensivas, entre otras: la densidad, el punto de fusión, el punto de ebullición, el
peso específico, el coeficiente de solubilidad, el índice de refracción, la
conductividad térmica, los espectros de emisión y absorción, etc. Si
consideramos, por ejemplo, el punto de ebullición resulta evidente que éste no
varía con la cantidad de materia:

Otra de las propiedades intensivas es la densidad de una sustancia; ésta es la


razón entre la masa y el volumen que ocupa y aunque ambas son de carácter
extensivo, podemos observar que al colocar una en función de la otra, se
establece una proporcionalidad que determina que su razón 4 devuelva un valor
constante, evidenciando que la densidad es una propiedad intensiva.

LAS REACCIONES QUÍMICAS.

Las reacciones químicas son procesos que producen, a partir de sustancias


denominadas reactantes, otras nuevas denominadas productos, por
reordenamientos atómicos o moleculares.

Estas transformaciones están representadas, como ya se expresara, por las


ecuaciones químicas, figurando los reactantes a la izquierda, a continuación la
flecha (→) o flechas (↔) según corresponda y finalmente los productos de la
misma. De acuerdo con la modalidad en que transcurran las reacciones, éstas
pueden ser clasificadas en: a. Reacciones irreversibles: En estos casos la
reacciones transcurren de izquierda a derecha y todos los reactantes, al finalizar
la misma, se agotan, transformándose totalmente en productos. Si tuviéramos
100 moléculas en la reacción

Se observa que todas las moléculas de reactantes se trasformaron en productos.


Reacciones reversibles: Son aquellas reacciones químicas que transcurren de
izquierda a derecha y de derecha a izquierda simultáneamente, hasta llegar a un
punto de equilibrio, en el que la cantidad de moléculas que se forman en una
dirección son equivalentes a las producidas en el sentido contrario. Decimos que
en este punto la reacción se encuentra en equilibrio dinámico.

El sentido e intensidad de estas reacciones están determinadas por la constante


de equilibrio, K eq. . Si por ejemplo tuviéramos 100 moléculas de reactantes al
comenzar, persisten al finalizar algunas en cierta proporción comandada poe el
equilibrio.

CINÉTICA QUÍMICA

Además de considerar el sentido de una reacción química y la intensidad de la


misma, es muy importante considerar el factor velocidad, es decir el tiempo en
que se produce la reacción y la generación de productos.
La cinética química se encarga de considerar la velocidad de las reacciones y
la incidencia de los mecanismos de reacción y de los factores que influyen en la
dinámica de las misma Para analizar la sistemática de la velocidad, imaginemos
que un reactante A se transforma en un producto C A→C Si queremos estimar
la velocidad de esa reacción, debemos medir las variaciones de concentración
por unidad de tiempo, es decir la disminución de reactantes o el incremento de
productos.

Una buena manera de medir las cantidades, puede ser la molaridad, es decir
número de moles/ litro. La molaridad se representa con corchetes, es decir que
la concentración molar de A se representa por [A] y la concentración molar de C
por [C].
En este caso, positivo, pues C, se está formando. Si la reacción es reversible,
conviven en el equilibrio, productos y reactantes. La velocidad de una reacción
está determinada por:

a) El tipo de sustancias reaccionantes: está influenciado por el tipo de moléculas,


enlaces, etc.

b) Temperatura: Es un factor fundamental, en razón de que los reactantes se


transforman en productos a través de los choques moleculares que se producen.
Los choques a su vez dependen de la velocidad, y ésta es determinada por la
energía cinética, la que tiene una dependencia directa con la temperatura.

c) Concentración: Si la velocidad de la reacción depende del número de choques,


la concentración es un factor determinante, ya que si aumenta la concentración,
la probabilidad de choques va a aumentar y con ello la formación de productos.
Influencia de los catalizadores: Se denominan catalizadores a aquellas
sustancias que sin pertenecer a la reacción que se despliega, participan en ella
modificando su velocidad.
Los catalizadores son positivas cuando aceleran la reacción y negativos cuando
la retrasan. La teoría de la catálisis indica que la función de un catalizador es
modificar la energía de activación de los reactantes. Cuando las moléculas
chocan entre sí, se producen complejos intermedios de alta energía, que al
descomponerse originan los productos.

Cuanto más alta es la energía de activación del complejo intermedio, más lenta
será la reacción. Si el catalizador disminuye la energía de activación, la reacción
aumenta su velocidad.

LA CONSTANTE DE EQUILIBRIO

La reacción mostrada más arriba, corresponde a una reacción irreversible,


mostrada con una flecha. Esto significa que la reacción transcurre hasta un punto
final, donde los reactantes se agotan. La constante de Equilibrio constituye una
importante herramienta que permite establecer la tendencia de las reacciones
químicas desarrollarse. Se determina a partir del principio de acción de masas,
que explica que las reacciones químicas se producen por el choque de las
moléculas presentes en el medio, las que modifican su estructura, producto de
esas interacciones. Es por ello que cuanto mayor sea la cantidad de partículas
presentes (es decir mayor masa o concentración), más probable resultará que
las partículas entren en colisión, y modifiquen su estructura y comportamiento,
generando nuevas sustancias (productos).

En los casos en que la reacción es reversible, los reactantes no se agotan; los


productos formados regeneran reactantes, hasta llegar a un punto en el que la
velocidad de formación de productos a partir de los reactantes es igual que la
reacción inversa (productos que forman reactantes).
En este punto decimos que la reacción se encuentra en su punto de equilibrio.
Las masas involucradas en la reacción se miden en molaridad (M), es decir mol
de la sustancia en mil mililitros de solución. Esto se representa con un número
entre corchetes.

Estas relaciones se refieren a los valores numéricos obtenidos, como K de


equilibrio, constituyendo un índice de masas entre el valor del numerador
(productos), en relación con el denominador (reactantes). Entonces, ¿Qué
valores podrá presentar la constante K?

Dependerá de la composición química, del equilibrio y en definitiva de la


presencia cuantitativa de cada participante de la reacción. Cuando los valores
del numerador sean mayores que los del denominador, el resultado será mayor
que uno; como en el numerador figuran los productos, podemos colegir que la
reacción está desplazada a la derecha [alta concentración de productos], con
buena eficiencia de producción.

Cuando el denominador sea mayor que el numerador, los reactantes estarán en


mayor cantidad que los productos, es decir con una baja producción: reacción
desplazada a la izquierda por supremacía de reactantes.

Tomado de:

Simes, Luis Emilio. Introducción a la química general.

Argentina: Jorge Sarmiento Editor - Universitas, 2010. p 138.

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