En este momento de mi vida he escuchado múltiples veces usarse el término
personalidad, quizás tal vez el más conocido es aquel que toma tu personalidad como una sola parte de tu comportamiento que observan las personas, tal como se suele escuchar en la mayoría esta típica frase “que agresivo se comportó, debe ser porque así es su personalidad”, o aquellos que juzgan tu personalidad así tan rápido y precipitado por el simple encuentro que tienen contigo, basándose en la primera impresión, y suelen decir “que desagradable personalidad”, “qué personalidad tan antipática”, entre otras… Lo cierto es que la personalidad es algo más amplio de lo que solo observamos, pues lo que observamos es el producto de la personalidad, el cómo se traduce o comunica esta con el exterior, pero dentro de ella engloba una amplia estructura y formación o procesos. Sin embargo, no se haya un único consenso para definirla pues, cada autor explica y expone su punto de vista para desarrollarla, siendo la biografía misma parte importante de la estructuración y definición de esta. Así, múltiples autores han ido generando teorías de personalidad, y la mayoría versa sobre los siguientes ejes: libre albedrio o determinismo, herencia o ambiente, pasado o presente, individualidad o universalidad, equilibrio o crecimiento, optimismo o pesimismo. Así pues, encontramos en el primer eje de libre albedrío autores como Alfred Adler quien propone que la persona tiene la tendencia innata a superarse y buscar subsanar sus deficiencias, en otras palabras compensarlas, para evitar un malestar o incomodidad que genere problemas en su vida, pero existe un problema dentro de su teoría, pues existe cierto determinismo al afirmar que el YO CREADOR, parte importante de su teoría, se formaría a los 5 años como interacción de su herencia y ambiente, esto es algo delicado pues, no se sabe cómo un niño ya es capaz de formar a tan temprana edad un estilo de vida. Otro autor de libre albedrio es sin lugar a dudas Carl Rogers, quien dio aportes importantes para la psicología como la terapia centrada en el cliente, este autor creía que la persona era algo más que conflictos y ataduras del pasado, pues comprendía que había un potencial más grande en la persona, sin embargo reduce la claridad de definición de los problemas que pueda presentar el paciente y lo considera como un malestar, es decir, no hablamos de trastornos, sino de un desajuste en la realidad del sujeto. Por otro lado, en cuanto al determinismo encontramos dos amplias teorías muy conocidas, estas son en primer lugar el psicoanálisis quienes aportan un temario importante que es el inconsciente de la persona y sobre el cual gira la teoría, y también por el cual se han creado múltiples instrumentos para su medición, los famosos test proyectivos que buscan acceder a tu material oculto mediante los proyectivos gráficos, aquí nos detendremos abordar aquellos test conocidos como el test persona, árbol y casa, quien por cierto arroja buenos resultado para interpretar la personalidad de la persona, pero corre el riesgo de no poder totalmente válido y confiable como todos los test proyectivos, debido a que puede haber situaciones como que la persona posea algún problema en la articulación de movimientos en las manos, se base en un experiencia real anterior para hacer su gráfico, que haya aprendido así a dibujar a la persona, casa y árbol, que el tiempo de administración no le permita hacer un dibujo como desearía, que no se halle motivado para realizarlo, entre otras cosas. En secuenciación, podemos citar al test de las frases incompletas de Sacks que en cierta medida se consideraría más válido pues las preguntas están en relación directa con la persona, así pues, obtenemos una información más “objetiva”, pero corre el riesgo de mentir por saber que las preguntas van a ser evaluadas, por temor a represalias con lo que pueda llegar a poner, el hecho de no querer hacer enfadar o entristecer a otros, hacerlo por juego, resguardar información muy privada, entre otras. Y finalmente los de interpretación. Otro punto a favor es también su estructura de personalidad y los mecanismos que esta usa para protegerse, los tan conocidos MECANISMOS DE DEFENSA, pero esta teoría al ser un gran aporte para el conocimiento de la psicología, en especial la comprensión de la personalidad, también posee un factor negativo y pesimista del ser humano, pues considera que los primeros 5 años determinaran de forma total nuestra vida, esta idea es quizás su punto de quiebre, pues deja en total punto de crítica a este enfoque. Una teoría que también se relaciona con el punto determinismo, es el conductismo, quien ha sentado bases muy interesantes para la evaluación y medición de la personalidad, pues, esta pone en énfasis en las conductas por ser observables y medibles, y por lo tanto, ser estudiadas, sin embargo, su punto débil es que pone un punto irrevocable en el que el ambiente controla el quiénes somos y seremos… En el segundo eje, volvemos a citar a teorías como el conductismo en ambiente y también a Erickson con su teoría basada en etapas y estadios que conforman un conflicto para la persona que debe ser superado, pero esta también pone mucha influencia en fuerzas externas que están muy ligadas a la personalidad, dejando de la factores internos, en cuanto herencia encontramos Eysenk y su modelo de personalidad basado en 3 factores que son el psicoticismo, neuroticismo y extraversión, sin duda, otro gran aporte en la comprensión de la estructuración de la personalidad. En la actualidad se haya un consenso medio en cuanto a estas dos dicotomías pues, se sabe y es aceptado que la personalidad se forja en interacción con ambas partes, así pues, llamamos a este nuevo componente epigenética, quien explica que la persona posee una carga genética (genotipo) y una interacción con el medio que va interferir en la expresión de dichos genes (fenotipo). Así, la persona no solo es explicada en forma parcial, sino que involucra una mayor comprensión del fenómeno. Otro término parecido y acuñado para la explicación de la aparición de los trastornos psicológicos son el modelo diátesis-estrés, modelo que explica que cada persona presenta una carga genética que la vuelve vulnerable a padecer cierto trastorno, pero que esta no se activaría hasta entrar en contacto con un evento sumamente tenso que lo active, cabe aclarar que la vulnerabilidad y la situación estresante son diferentes para cada persona. En el tercer eje, se halla el psicoanálisis centrado en el pasado y su antítesis Adler y Rogers centrados en el presente. El cuarto eje de individualidad, donde encontramos a teorías más humanistas quienes defienden que cada persona se crea a partir de su interacción con el ambiente, y por tanto, desarrolla un personalidad distinta a otros, pese a poseer parecidas cargas genéticas, en cuanto a universalidad encontramos teorías de los rasgos como las de cattell y sus 16 rasgos que estarían presentes en cada persona en niveles diferentes, dando así una mejor comprensión de la personalidad del sujeto a partir de factores observables y medibles, a gordon Allport también intentando explicar la personalidad a través de los rasgos. En lo correspondiente a quinto eje, hay quienes postulan el equilibrio como parte de la personalidad, tal es el caso de los psicoanalistas y conductistas, quienes explican que el ser humano solo se motiva y dirige aquello que le causa estabilidad, pero solo ello y nada más, no explica que la persona sea capaz de superarse o busque algo más, solo está ligada al hecho de homeostasis. Por otro lado, hay otros teóricos como los humanistas que exponen que la persona sí busca algo más, busca desarrollarse y potenciarse como ser humano; esto es de notar cuando la persona busca desafiarse y alcanzar estándares de competencia o fortalecer habilidades o capacidades. Por último, encontramos en el 5 eje, al optimismo, aquellos teóricos que ven a la personalidad de las personas como aquella que potenciará el crecimiento junto a la adaptación de distintas circunstancias, la cual permitirá que la persona se desarrolle completamente y que no se halle atada a ningún hecho del pasado. Al contrario, están aquellos que tienen la visión nefasta de la persona que solo necesita resolver sus problemas y buscar quedarse en un punto porque si sale de seguro le causará más problemas, aquellos que no ven mucho potencial en el ser humano y difícilmente una oportunidad de crecimiento integral.
Tras todo lo expuesto anteriormente me queda claro que la personalidad es un
constructo amplio, compuesto por la herencia del sujeto que se evidencia en los genes (genotipo) y la interacción con el ambiente que puede llegar a modificar su expresión (fenotipo), que es libre de dirigirse a lo que el sujeto crea capaz con sus valoraciones (cogniciones), pero que se ve influenciada por sus afectos (emociones); se va desarrollando a medida pasamos los ciclos vitales, en inicios, los padres desarrollan un gran sostén para ella, que posteriormente se irá ampliando a grupos más amplios que influyan en ella (sociales). No es estable, pero sí medianamente, pues muchas veces los conflictos o traumas pueden cambiarla drásticamente si el sujeto no es capaz de tolerarlas. No es estática ni promueve la estabilidad únicamente, sino que busca potenciarse y desarrollarse si encuentra un ambiente favorable y factores protectores. Es además única, pese a que la mayoría pueda presentar situaciones similares, los componentes genéticos y las valoraciones de estas situaciones a través de la senso-percepción logran que se llegue a desarrollar un sin fin de posibilidades de ser de una persona, podemos compartir características, pero nunca ser igual totalmente a otra persona. En suma, la personalidad es todo aquello que desarrollamos en la historia propia misma y las interacciones que tenemos con nuestro entorno, junto a factores protectores y de riesgo con los que cuenta la persona, añadiendo a ellos su capacidad de resiliencia y los cuidados que la persona que tenga de pequeño con sus padres, lo predispondrán a ser de una forma, pero no determina. Sin embargo, mucho de lo que lleguemos a ser dependerá en la medida en que seamos capaz de regularlo mediante nuestros pensamientos y el control-expresión de las emociones.