Todos los sistemas abiertos son mecanismos de entrada-producción- salida. Los sistemas toman las entradas del ambiente en forma de energía, información, dinero, personas, materia prima, etc. Hacen algo con las entradas por la vía de procesos de producción, conversión o transformación que cambian las entradas. Y exportan la producción al ambiente en forma de salidas. Cada uno de estos tres procesos del sistema debe funcionar bien si se quiere que el sistema sea efectivo y que sobreviva. Límites o fronteras Permeables Cada sistema tiene una frontera que lo separa de su ambiente, la cual delinea al sistema. Lo que está dentro de la frontera es el sistema y lo que está fuera de la frontera es el ambiente. Una buena regla empírica para trazar la frontera es que ocurre un mayor intercambio de energía dentro de la frontera y a través de la misma. Las fronteras de los sistemas abiertos son permeables, en el sentido de que permiten el intercambio de la información, de recursos y de energía entre el sistema y el ambiente. El ambiente es todo lo que hay afuera del sistema. Propósitos y Metas Los sistemas abiertos tienen propósitos y metas, que son las razones de su existencia. Es importante observar que éstos propósitos se deben alinear con los propósitos o las necesidades en el ambiente. Por ejemplo, los propósitos de la organización se reflejarán en sus salidas, y si el ambiente no quiere esas salidas la organización dejará de existir. Ley de la Entropía La ley de la entropía declara que todos los sistemas se debilitan y se desintegran a menos que inviertan el proceso entrópico, reabasteciéndose de energía. Las organizaciones logran una entropía negativa (neguentropía) cuando son capaces de revisar sus procedimientos, métodos de control, potencial humano y elementos físicos empleados, luego de ello, la organización se revitaliza y continúa existiendo. Información y Retroalimentación Los sistemas están bombardeados por toda clase de información; parte de ella es útil, pero la mayor parte no lo es, de manera que los sistemas “codifican” la información útil y la incorporan, eliminando lo que no es útil. La retroalimentación es la información del ambiente acerca del desempeño del sistema. Los sistemas requieren dos clases de retroalimentación: negativa y positiva. La retroalimentación negativa mide si la salida está siguiendo o no el mismo curso que el propósito y las metas. También se conoce como retroalimentación de desviación- correctiva. La retroalimentación positiva mide si el propósito y las metas están alineadas o no con las necesidades del ambiente. En ocasiones se llama retroalimentación de desviación - amplificación. Ejemplo: Si una nave espacial que viaja a la luna se desvía de su trayectoria, recibe información en ese sentido en forma de una retroalimentación negativa y hace una corrección en su curso. Sin embargo, si cambia la misión (el objetivo), esa información se llama retroalimentación positiva, y el sistema se ajusta a una nueva meta. Por ejemplo, “regresar a la tierra”. La utilidad de los dos conceptos es que demuestran que no basta simplemente con medir nuestras salidas con los objetivos. El hecho de si los objetivos mismos son apropiados también influye en la supervivencia del sistema Estado estable u Homeóstasis Los sistemas llegan a un estado estable o punto de equilibrio, y tratan de mantener ese estado estable o punto de equilibrio en contra de las fuerzas disociadoras, ya sean internas o externas. El principio básico es la preservación del carácter del sistema. Diferenciación e Integración Los sistemas tienden a volverse más elaborados, diferenciados, especializados y complejos a lo largo del tiempo; esto se llama diferenciación. Con la creciente diferenciación, hay necesidad de una integración y coordinación crecientes. Equifinalidad Es el principio que nos indica que hay múltiples formas de llegar a un resultado o estado particulares. En los sistemas hay múltiples caminos para llegar a las metas. La creatividad nos permite buscar y encontrar estos caminos. Es decir que un sistema puede alcanzar por distintos caminos el mismo estado final, partiendo de diferentes condiciones iniciales. Esta definición es contraria con la relación de causa y efecto de un sistema cerrado. En las organizaciones Equifinalidad se puede entender como flexibilidad y adaptabilidad. Jerarquía de Sistemas Es posible que haya subsistemas dentro de los sistemas más grandes. Los sistemas se pueden ordenar en una jerarquía de sistemas. Para alcanzar una buena gestión organizacional se requiere interiorizar un mapa conceptual de esta jerarquía.