Conducción segura

Conducir es una tarea que no todos pueden poner en práctica de una forma
eficiente, efectiva y segura. Culturalmente se piensa en la conducción como
una habilidad que cualquiera puede ejercer teniendo algunos conocimientos
básicos sobre maniobras, sobre el vehículo y sobre las señales de tránsito. No
obstante, se eluden todos los aspectos que están involucrados durante la
conducción de un vehículo.

Para una conducción segura, la Ley Nacional de Tránsito (LNT) N° 24.449 en

su artículo 39, dispone que antes de ingresar a la vía pública el conductor debe
verificar que tanto él como su vehículo se encuentren en adecuadas
condiciones de seguridad. Tener en cuenta los riesgos propios de la circulación
y demás circunstancias del tránsito. Cualquier maniobra tiene que advertirla
previamente y realizarla con precaución, sin poner en peligro ni afectar la
fluidez del tránsito.

El tránsito es un fenómeno dinámico, por lo tanto es imposible que el marco

normativo abarque las múltiples situaciones que se pueden dar en la vía
pública; es por eso que se establece lo que se denomina Prioridad Normativa
(Art. 36 de la LNT). Esto implica que en el espacio público se debe circular
respetando, en primer lugar, las indicaciones de la autoridad de comprobación
o aplicación (policía, agentes de control, etc.); en segundo lugar las señales de
tránsito y, por último, las normas legales (Leyes nacionales, provinciales y
ordenanzas municipales), en ese orden de prioridad.

De esta forma a través de la prioridad normativa la autoridad de aplicación

puede cambiar lo ordenado por una señal vial o lo estipulado por las normas de
tránsito dependiendo la situación presente.

En relación a las velocidades, la velocidad precautoria es aquella en que el

conductor debe circular teniendo en cuenta su salud, el estado del vehículo, el
clima, las condiciones de la vía, y la densidad del tránsito, para que tenga
siempre el total dominio de su vehículo y no entorpezca la circulación. De no
ser así deberá abandonar la vía o detener la marcha.

Además la LNT establece velocidades máximas y mínimas:

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Hay que tener en cuenta que en proximidad a establecimientos escolares,
deportivos y de gran afluencia de personas, la velocidad precautoria no debe
ser mayor a 20 km/h.

Conocer las prioridades de paso al momento de circular es importante para

evitar siniestros: todo conductor debe ceder siempre el paso en las
encrucijadas a quien cruza desde su derecha. Además, el adelantamiento a
otro vehículo debe hacerse en todo momento por la izquierda, siempre y
cuando el que sobrepase constate, previamente, que a su izquierda la vía esté
libre en una distancia suficiente para evitar todo riesgo, y que ningún conductor
que le sigue lo esté, a su vez, sobrepasando.

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Cinturón de seguridad

La utilidad de los cinturones de seguridad: es el mejor salvavidas en caso de

incidentes viales; después de la penicilina es lo que salvó más vidas; disminuye
alrededor de un 70% la muerte de los ocupantes del vehículo ya que impide ser
lanzado contra el parabrisas o fuera del mismo con una muerte casi segura. A
su vez, impide el golpe de los ocupantes entre sí, ya que un pasajero del
asiento atrás sin ajustar puede lastimar o provocar la muerte a otro
debidamente ajustado. En este sentido, se torna imprescindible que todos los
pasajeros lo lleven debidamente colocado y en todo trayecto (ciudades y
rutas).

Se debe tener en cuenta que chocar contra un objeto fijo a 50 km/h sin cinturón
de seguridad equivale a caer de un cuarto piso.

El cinturón de seguridad debe ser acompañado por el correcto uso del

apoyacabezas que evita el efecto latigazo o muerte por desnucamiento en caso
de impacto.

Seguridad vial infantil

En relación a la seguridad vial para los niños se contempló una nueva

modificación de la Ley de Tránsito que extendió el uso del Sistema de
Retención Infantil (SRI) de los 4 a los 10 años. Su uso correcto reduce en un
70% los riesgos de lesiones graves y fatales en caso de un incidente.

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Sistema de retención infantil para menores de 10 años:
https://www.argentina.gob.ar/noticias/ahora-es-obligatorio-que-los-ninos-de-
hasta-10-anos-viajen-en-la-sillita

Uso del casco

Por otro lado, para los conductores de motovehículos, es obligatorio el uso del
casco tanto en el conductor como en el acompañante ya que es un elemento
de seguridad que se tiene que usar para cuidar la parte más importante del
cuerpo: la cabeza.

Existen tres tipos de casco: rebatible, abierto e integral (el más recomendado).
Su utilización solo será eficaz si tenemos en cuenta los siguientes puntos:

 Debe ser acorde al tamaño de la cabeza.

 Estar colocado y abrochado correctamente.
 Debe estar homologado.
 No estar vencido.
 No haber recibido impactos de magnitud. Si se cae a más 1 metro de
altura se debe cambiar.

En los cascos de tipo integral y abierto es fundamental utilizar visores. Estos

deben estar siempre limpios y en óptimas condiciones. Se sugiere no dejarlos
al sol. Si el casco no tiene visor el conductor deberá usar gafas o antiparras
que deben ser envolventes, a prueba de golpes, antirrayas, y sin tonalizar para
uso nocturno.

En caso de necesitar usar anteojos recetados o de sol, se debe asegurar que el

casco tenga suficiente espacio para facilitar su uso y permitir el paso del aire
para evitar que se empañe.

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