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NOCIONES GENERALES

INTRODUCCIÓN

La Filosofía es la ciencia más importarte para el hombre, ya que como su nombre lo dice es el
AMOR A LA SABIDURÍA.

La Filosofía me ayuda a buscar las causas fundamentales de la realidad, de lo que hay frente a mí y
además, a dónde me lleva todo esto, cual es su fin. Me ayuda a encontrar el principio y el fin de
una realidad. Podríamos considerar a la Filosofía, la base para la Teología, ya que ésta sin la
Filosofía sería dogmatismo: “debes creer en esto”, “esto tiene que ser así”. Y si un ser humano no
utiliza su inteligencia para descubrir la verdad, el porque de las cosas, está actuando en contra de
su propia naturaleza y de una manera dogmática.

La filosofía de la ciencia investiga el conocimiento científico y la práctica científica. Se ocupa de


saber, entre otras cosas, cómo se desarrollan, evalúan y cambian las teorías científicas, y de saber
si la ciencia es capaz de revelar la verdad de las «entidades ocultas» (o sea, no observables) y los
procesos de la naturaleza. Son filosóficas las diversas proposiciones básicas que permiten construir
la ciencia. Por ejemplo:

La realidad existe de manera independiente de la mente humana (tesis ontológica de realismo).

La naturaleza es regular, al menos en alguna medida (tesis ontológica de legalidad).

El ser humano es capaz de comprender la naturaleza (tesis gnoseológica de inteligibilidad).

Si bien estos supuestos metafísicos no son cuestionados por el realismo científico, muchos han
planteado serias sospechas respecto del segundo de ellos1 y numerosos filósofos han puesto en
tela de juicio alguno de ellos o los tres.2 De hecho, las principales sospechas con respecto a la
validez de estos supuestos metafísicos son parte de la base para distinguir las diferentes corrientes
epistemológicas históricas y actuales. De tal modo, aunque en términos generales el empirismo
lógico defiende el segundo principio, opone reparos al tercero y asume una posición fenomenista,
es decir, admite que el hombre puede comprender la naturaleza siempre que por naturaleza se
entienda "los fenómenos" (el producto de la experiencia humana) y no la propia realidad.

En pocas palabras, lo que intenta la filosofía de la ciencia es explicar problemas tales como: la
naturaleza y la obtención de las ideas científicas (conceptos, hipótesis, modelos, teorías,
paradigma, etc.); la relación de cada una de ellas con la realidad; cómo la ciencia describe, explica,
predice y contribuye al control de la naturaleza (esto último en conjunto con la filosofía de la
tecnología); la formulación y uso del método científico; los tipos de razonamiento utilizados para
llegar a conclusiones; las implicaciones de los diferentes métodos y modelos de ciencia.

La filosofía de la ciencia comparte algunos problemas con la gnoseología —la teoría del
conocimiento— que se ocupa de los límites y condiciones de posibilidad de todo conocimiento.
Pero, a diferencia de ésta, la filosofía de la ciencia restringe su campo de investigación a los
problemas que plantea el conocimiento científico; el cual, tradicionalmente, se distingue de otros
tipos de conocimiento, como el ético o estético, o las tradiciones culturales.
Algunos científicos han mostrado un vivo interés por la filosofía de la ciencia y algunos como
Galileo Galilei, Isaac Newton y Albert Einstein, han hecho importantes contribuciones. Numerosos
científicos, sin embargo, se han dado por satisfechos dejando la filosofía de la ciencia a los
filósofos y han preferido seguir haciendo ciencia en vez de dedicar más tiempo a considerar cómo
se hace la ciencia. Dentro de la tradición occidental, entre las figuras más importantes anteriores
al siglo XX destacan entre muchos otros Platón, Aristóteles, Epicuro, Arquímedes, Boecio, Alcuino,
Averroes, Nicolás de Oresme, Santo Tomas de Aquino, Jean Buridan, Leonardo da Vinci, Raimundo
Lulio, Francis Bacon, René Descartes, John Locke, David Hume, Emmanuel Kant y John Stuart Mill.

La filosofía de la ciencia no se denominó así hasta la formación del Círculo de Viena, a principios
del siglo XX. En la misma época, la ciencia vivió una gran transformación a raíz de la teoría de la
relatividad y de la mecánica cuántica. Entre los filósofos de la ciencia más conocidos del siglo XX
figuran Karl R. Popper y Thomas Kuhn, Mario Bunge, Paul Feyerabend, Imre Lakatos, Ilya Prigogine,
etc..

Los precursores

Para Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) la ciencia era conocimiento cierto por medio de causas. Esta
definición (teniendo en cuenta el amplio concepto de ciencia de la antigüedad, diferente del más
restrictivo actual) tuvo vigencia en Europa occidental durante siglos, hasta que fue rechazada por
la nueva filosofía natural que nacía en los siglos XVII y XVIII

Después de sus conquistas en Europa, partiendo de España, y en Asia hasta la India, los árabes
comenzaron a interesarse tanto por las civilizaciones de Occidente como por las de Oriente, a
tanto que manifestaron la ambición de heredar la aportación grecorromana. Al-Manzor (712-775
d. C.) fue el primer califa que estimuló esta ambición, pues hizo traducir al árabe todos los libros
de los griegos y fundó en Bagdad una especie de universidad, que comprendía una importante
biblioteca y un observatorio astronómico. Durante varios siglos, el idioma árabe fue considerado
como la lengua de la ciencia, y las gentes de diferentes países de Europa iban desde muy lejos a
Bagdad para beber en las fuentes de la ciencia antigua salvaguardada por los árabes.

El desarrollo de la ciencia entre los árabes alcanzó su apogeo hacia los siglos IX y X y, como la
astronomía gozó siempre de popularidad en Oriente, fue completamente natural que los árabes
dedicaran una muy particular atención a esta rama de la ciencia. Sirviéndose del Almagesto,
traducción árabe del famoso Tratado de Astronomía, de Ptolomeo, los astrónomos árabes
trataron de reducir las teorías a tablas, perfeccionar los instrumentos de medida y multiplicar las
observaciones con más precisión. Pronto se dieron cuenta de ciertos errores cometidos por el
astrónomo alejandrino, principalmente en lo relativo al tiempo de revolución de la Luna, los
límites de los eclipses solares y las posiciones respectivas de Mercurio y Venus con relación al Sol.

El descubrimiento más importante hecho por los astrónomos árabes fue la precesión de los
equinoccios.3 Este importante aporte se atribuye a Al-Battani, también llamado Albatenio, gran
señor, que vivió entre finales del siglo IX y comienzos del X.
La escolástica propuso la regularidad y uniformidad para su aplicación en la ciencia.

René Descartes (1596-1650) pretendía un conocimiento cierto basado en la existencia indudable


de un sujeto pensante, así como avanzar gracias a ideas claras y distintas, dejando el papel de la
experiencia en segundo plano. No es de extrañar que en el campo de la ciencia, los racionalistas
destacaran en matemáticas, como el mismo Descartes o Leibniz, creador junto con Newton del
cálculo infinitesimal.

La corriente filosófica iniciada por Francis Bacon (1561-1626) proponía un conocimiento de la


naturaleza empirista e inductista. Para elegir entre teorías rivales no había que recurrir a la
argumentación, sino realizar un experimento crucial (instantia crucis) que permitiese la selección.
David Hume (1711-1776), el principal filósofo empirista, subrayó aún más la importancia de los
hechos frente a las interpretaciones. Pero el racionalismo y el empirismo clásicos destacaban
excesivamente uno de los aspectos de la ciencia (la racionalidad o la experiencia) en detrimento
del otro. El idealismo trascendental de Kant (1724-1804) intentó una primera síntesis de ambos
sistemas en la que el espacio y el tiempo absolutos de Newton se convirtieron en condiciones que
impone la mente para poder aprehender el mundo externo.

Dentro de la tradición empirista Auguste Comte (1798-1857) propuso una filosofía, el positivismo,
en la que la ciencia se reducía a relacionar fenómenos observables, renunciando al conocimiento
de causas. Ernst Mach (1838-1916) ejerció, con su empiriocriticismo, una gran influencia que
preparó el nacimiento del Círculo de Viena. Mach desarrolló una filosofía de orientación empirista
centrada en los conceptos y métodos de la ciencia. Ésta debe estudiar sólo las apariencias (los
fenómenos), de forma que intentar estudiar algo que no se nos presenta directamente a los
sentidos es hacer metafísica. Coherente con sus ideas filosóficas, Mach se opuso hasta el final a la
nueva teoría atómica, cuyo objeto es inalcanzable a la experiencia.

Pierre Duhem (1861-1916) afirmó que "toda ley física es una ley aproximada; por lo tanto,
siguiendo la lógica estricta, no puede ser ni verdadera ni falsa; cualquier otra ley que represente
las misma experiencias con la misma aproximación puede pretender, con tanto derecho como la
primera, el título de ley verdadera, o, para hablar más exactamente, de ley aceptable". Aun así,
Duhem opinaba que a medida que la ciencia avanza, se va acercando progresivamente a una
descripción más fiel de la naturaleza.

IMPORTANCIA

Importancia de la Filosofía de la Ciencia

La Filosofía es el amor por la sabiduría, tal y como la entendían los antiguos griegos, que se
preguntaban acerca de temas tan fundamentales como la existencia, el conocimiento, La verdad, o
la moral. Cuestiones universales tan primordiales que atañen al ser humano desde su base como
ser con conciencia de su propia existencia en el mundo. Así, como los filósofos se han encargado
de conocer la esencia de las cosas, los científicos se ocupan de hacer ciencia entendida como un
conjunto de conocimientos ordenados y de reglas de interacción. Esto significa que la ciencia
parte de la creencia que el mundo puede ser ordenado, o más bien, de que el mundo puede ser
ordenado por un arreglo humano como lo señala Bravo(1997) los conocimientos científicos son
sistemáticos , esto es, fundados, ordenados y coherentes, pero nunca aislados e independiente
sino que están relacionados entre sí, el científico intenta generar leyes generales que explican los
hechos particulares, crear teorías para predecir los fenómenos. Es de hacer notar, que la ciencia
nace con la humanidad y tal como afirma Einstein (citado por Ortega. 1990) La ciencia como algo
existente y completo, es la cosa más objetiva que el hombre conoce. Pero la ciencia en su hechura,
como un propósito a cumplir , es tan subjetiva y tan condicionada psicológicamente como
cualquiera otra rama del conocimiento humano, tanto así, que la pregunta de ¿Cuál es el
propósito y la significación de la ciencia ? Tiene respuesta enteramente diferente en diversas
épocas y por parte de personas colocadas en diversas situaciones Esto significa que se debe
analizar la evolución del pensamiento para comprender por qué la forma de conocer el mundo
exterior ha cambiado que todo depende de la época y el contexto. El hombre primitivo intentó
explicar y comprender el mundo a su alrededor, estas son manifestaciones de actividades
científicas. No obstante la ciencia sistemática y considerada como un estudio con sus métodos
propio solo empezó a desarrollarse en Grecia hace aproximadamente 2500 años y el desarrollo y
sistematización de las ciencias naturales como se conoce ahora tiene aproximadamente 4 siglos de
antigüedad. Esto es bastante significativo, dado que es una evidencia que el hombre no es
científico por naturaleza y que aunque cuenta con las herramientas intelectuales necesita
entrenamiento específico. En el desarrollo histórico de los intentos que ha hecho el hombre por
conocer su mundo ha habido tres ideas creativas que cada una en su tiempo, han sido centrales a
la ciencia. La primera consistió en la idea del orden, para los antiguos la ciencia consistía
primordialmente en ordenar las cosas. La segunda idea es la causa mecánica donde a partir de
Galileo y Newton la ciencia paso a ser búsqueda de las causas de los fenómenos observados. Y la
tercera idea es la probabilidad, buena parte de la ciencia moderna tiene como concepto
primordial la probabilidad de ocurrencia de las distintas posibilidades de comportamiento. Suele
afirmarse que la ciencia nació en Grecia, fueron los griegos los grandes iniciadores de la inducción
mediante la obtención de reglas generales a partir de observaciones particulares, pero también
fuero deductivos, su mayor habilidad consistió en la obtención de propiedades particulares a
partir de premisas evidentes por si misma denominadas axiomas los cuales no requería ninguna
justificación ni verificación experimental, de esta manera construyeron el edificio de la geometría
y en general las matemáticas que aún están vigentes. No obstante, lo que lograron en las
matemáticas no pudieron hacerlo en la física ni en las otras ciencias naturales, puestos que en
estas los establecimientos de axiomas evidentes por sí mismo no eran tan sencillo. Así, como
tampoco pudieron desarrollar un lenguaje claro y sin ambigüedades al tratar los fenómenos de la
naturaleza. Entre los griegos predominantes se encuentra Platón, según su concepción, el
conocimiento era cuestión exclusivamente del razonamiento y no solo no recurrían a la
experimentación sino que la despreciaban como un método lleno de errores, para conocer algo
consideraban que era suficiente observarlo y permitir así que les revelara su integridad y fuerza.

Sin embargo, aunque por mucho tiempo se despreció la experimentación, se avanzó en la


astronomía, se hicieron determinaciones bastantes precisas de las orbitas planetarias y de las
dimensiones de la tierra, así como la elaboración de calendarios, la predicción de elipse entre
otras. Al pasar el tiempo la ciencia siguió su avance y aparecieron nuevos filósofos de la ciencia
entre ellos, Kuhn y Feyerabend, el primero introdujo el renacimiento del relativismo científico y el
segundo mantuvo posiciones radicalmente relativista, resumidas en su fórmula “todo vale”
referida a la metodología científica. Numerosos científicos han criticado este resurgir del
relativismo y han atacado las tesis de los dos filósofos anteriores porque se evidencia la
inconmensurabilidad entre paradigmas y teorías, cuestión que han generado diferentes polémicas
donde se han adoptado diferentes posturas. Kuhm ( citado por Bacherlard 1971) afirmó que la
ciencia no se desarrolla mediante la acumulación de descubrimientos e inventos individuales , sino
gracias a una acción colectiva llevada a cabo por las comunidades científicas en base a creencia,
métodos, conceptos y valores compartidos , a cuyo conjunto denominó paradigma, para Kuhm
era la época de estudiar las revoluciones científicas que implicaban paradigmas rivales y
comunidades científicas contrapuestas entre sí, en esta controversia la experiencia no vale como
juez porque los defensores de paradigmas opuestos pueden llegar a tener percepciones
heterogénea del mundo. Con el surgimiento de estos filósofos, aparece otra época la modernidad
donde el concepto de ciencia cambia radicalmente; ya no se habla de cosmos, contemplación
(observación), como lo hicieron los griegos. El campo de la ciencia se reduce al estudio de la
Naturaleza, cuyo comportamiento se puede controlar, describir y predecir. Tomaba como punto
de partida los datos que ofrecía la naturaleza, para luego inducir generalizaciones que permitieran
establecer leyes con base en la experimentación controlada por un método. En la modernidad con
el auge del comercio, el desarrollo de las ciudades y el capitalismo naciente, surge la necesidad de
un conocimiento que responda a las necesidades del contexto. Este conocimiento constituye la
Ciencia Moderna.

Continuando con el avance del pensamiento científico se considerara a la revolución Francesa


como el hecho con el que se concluye la edad moderna y se abre la Edad Contemporánea de la
historia universal. Para la Filosofía, la época contemporánea empieza a finales del siglo XIX,
cuando se inicia la lucha contra el positivismo. La ciencia en esta época, está influenciada por la
modernidad, cuyas dos características principales, son: Razón Matemática y Experimentación, es
decir, es una explicación de los fenómenos de la naturaleza en términos matemáticos, que debe
comprobarse experimentalmente, lo que descarta el azar casi por completo

Con el auge de los sistemas de comunicación, los descubrimientos científicos son conocidos en el
mundo rápidamente. El desarrollo de la informática ha posibilitado este hecho. Existe una
preocupación técnica que determina que la investigación no se centra sólo en el saber, sino en el
saber-hacer. Los descubrimientos científicos adquieren aplicaciones técnicas, casi de manera
inmediata. Es un instrumento de poder, así por ejemplo, para Habermas (citado por Galindo,
1988) , uno de los representantes de la ciencia contemporánea, la ciencia se convierte en
instrumento de poder cuando ciertos intereses materiales determinan el quehacer científico El
conjunto de estos intereses nos permite pensar en la relación de la actividad científica con el
poder, el cual se expresa en los intereses materiales que en la vida social condicionan la práctica
científica y determinan su vigencia. Es aquí justamente donde la ciencia se encuentra con la
filosofía, en cuanto a esta última sea entendida como reflexión crítica sobre la totalidad de la
experiencia, y en cuanto busque, al igual que la ciencia, ser un saber crítico sobre la realidad y
aceptar la responsabilidad que le compete en la construcción de un orden social.

En consecuencia, la importancia de filosofía de la ciencia radica en que es la reflexión crítica sobre


la investigación científica y su producto, en otras palabras es la que sirve de juez para verificar el
conocimiento, de allí que es usual utilizar los términos epistemología, gnoseología, teoría del
conocimiento y filosofía de la ciencia como sinónimos Es importante tener claridad, como afirma
Barragan (1977) , que hoy no se puede ni se debe hacer investigación científica sin el concurso de
la filosofía de la ciencia, pues, esta reflexión es obligatoria para cada investigador, debe tener la
capacidad y en el compromiso de reflexionar sobre los distintos aspectos de la ciencia. Es
relevante conocer la evolución histórica de la ciencia, y los principios que rigen ese desarrollo para
comprender y explicar su naturaleza, teniendo presente, que el conocimiento científico es
comunicable, no es inefable sino expresable, no es privado sino público. El lenguaje científico
comunica información a quienquiera haya sido adiestrado para entenderlo. La comunicabilidad es
posible gracias a la precisión y es a su vez una condición necesaria para la verificación de los datos
empíricos y de las hipótesis científicas. En resumen, la ciencia es valiosa como herramienta para
domar la naturaleza y remodelar la sociedad; es valiosa en sí misma, como clave para la
inteligencia del mundo , es eficaz en el enriquecimiento, en la disciplina y la liberación de la mente
humana

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