Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Las distrofias musculares hacen parte de un grupo de trastornos que se caracterizan por mutación de las
proteínas estabilizadoras del sarcolema, incluyendo la distrofina y sus proteinas asociadas. La principal
manifestación de estas patologías es la destrucción de las células musculares, llevando a debilidad
muscular progresiva y elevación marcada de la creatina quinasa (CK), también conocida como creatina
fosfoquinasa (CPK), características principales de estas patologías.
Existen diversas formas de manifestación de estas enfermedades, encontrando formas que se presentan
desde el nacimiento o durante el primer año de vida, conocidas como distrofias musculares congénitas
(DMC), y formas tardías dentro de las que tenemos la Distrofia Muscular de Duchenne, la Distrofia
Muscular de Becker, la Distrofia Muscular Fascioescapulohumeral, la Distrofia Muscular Cintura
Miembro, las Distrofia Miotónicas, la Distrofia muscular de Emery-Dreifus y la Distrofia Muscular
Óculofaringea.
Fisiopatológicamente, estas enfermedades se caracterizan por la disfunción del complejo de
estabilización de membrana, por mutación de alguna de sus proteínas o de enzimas encargadas de la
glicosilación de las mismas, llevando a verdaderos defectos congénitos de la glicosilación. Los últimos
se caracterizan por su presentación temprana, asociados a otras alteraciones, incluyendo anomalías
congénitas del sistema nervioso central.
La Distrofina es una proteína intracelular, de 427 kDa, asociada a un complejo extracelular
denominado α-distroglicano, un complejo transmembrana conformado por el β-distroglicano, los
sarcoglicanos y el sarcospan, y algunas proteínas citoplasmáticas como la distrobrevina, las sintrofinas
y la óxido nítrico sintasa neuronal (Ver Figura 1). Juntas estas proteínas se denominan complejo
distrofina-distroglicano, y tienen la función de estabilizar la membrana del miocito (sarcolema) contra
las fuerzas mecánicas que se experimentan durante una contracción o estiramiento muscular, y su
alteración lleva a la lesión del sarcolema, llevando a una necrosis masiva, y la consecuente debilidad
asociada a la pérdida de fibras musculares. Así mismo, los hallazgos histológicos serán compatibles con
la destrucción de fibras musculares y un aumento de la fibrosis del tejido muscular.
A continuación se revisarán los hallazgos clínicos, paraclínicos, el diagnóstico y el posible tratamiento
de las diferentes Distrofias Musculares.
Distrofinopatías
Son por mucho, las distrofias musculares más frecuente. Incluye la Distrofia Muscular de Duchenne, la
Distrofia Muscular de Becker, y los posibles fenotipos asociados, incluyendo los portadores. Se dan por
una mutación del gen de la Distrofina, de donde reciben su nombre.
Diagnóstico:
El diagnóstico es inicialmente clínico, con las manifestaciones ya descritas. Se puede medir la CPK la
cual siempre estará en el rango de las 3.000 UI o mayor, con elevación entre 100-200 veces el rango
normal. Se encontrarán además elevación de ALT y Ast consistentes con daño muscular.
El siguiente paso, es la confirmación genética de la enfermedad. El gen de la Distrofina (DMD)
contiene 2.3 Mb convirtiéndolo en uno de los más grandes del genoma humano, ocupando el 0.1% de
este. Los 79 exones representan solo el 0.6% del gen. El estudio genético incluye la búsqueda de
duplicaciones y deleciones (las principales alteraciones asociadas) por Amplificacion de sondas
dependiente de ligandos múltiples (MLPA) o Múltiples PCR. Si esta es normal, se debe realizar la
secuenciación del gen mediante metología Sanger para buscar mutaciones puntuales o de sitio de
empalme.
La electromiografía y la biopsia muscular están indicados únicamente cuando hay dudas sobre las
características de la enfermedad, incluyendo a los pacientes portadores o con Distrofia Muscular de
Becker.
Tratamiento:
El tratamiento de la enfermedad debe tener un enfoque multidisciplinario, que debe incluir no solo al
paciente, sino también a la familia.
Dentro del tratamiento, el diagnóstico es parte fundamental para brindar un adecuado apoyo y
consejería genética. La rehabilitación es parte fundamental del manejo, y debe estar orientada no solo a
minimizar las anormalidades musculoesqueléticas, sino también a brindar apoyo en cada una de las
etapas para brindar la mayor independencia posible. Además se debe fijar el plan de terapias más
adecuado para evitar mayor daño muscular. El manejo ortopédico debe apoyar todo este proceso.
También es importante el apoyo por parte de psicología, cardiología, neumología, oftalmología,
nutrición y dietética y gastroenterología.
Dentro del tratamiento específico de la Distrofia Muscular de Duchenne se debe iniciar manejo con
corticoide, que ha probado prolongar el periodo de deambulación, con aumento inicial de fuerza
muscular, y posteriormente deterioro lento de la misma. Reduce las caídas y mejora las pruebas de
función pulmonar. Se debe iniciar tan pronto como inicie la pérdida de las habilidades motoras. Existen
dos alternativas, Prednisolona o Deflazacort. Este último ha probado ser tan efectivo como la primera,
con una ventaja importante, que es la menor ganancia de peso. Antes del inicio del corticoide se debe
verificar que el esquema de vacunaciones se encuentre completo, y se debe iniciar vitamina D y
consejería nutricional. Se debe monitorizar estrechamente la aparición de efectos adversos para su
manejo oportuno. Las dosis a utilizar son:
- Prednisolona: 0.75 mg/kg/día
- Deflazacort: 0.9 mg/kg/día
Existen nuevos medicamentos, diseñados específicadamente para Distrofia Muscular de Duchenne. El
más importante clínicamente es el Ataluren, un medicamento que permite omitir codones de parada,
para continuar con la producción de una proteína casi tan funcional como la verdadera. Sin embargo,
los estudios solo han mostrado un menor progresión de la enfermedad con el medicamento en pacientes
que aún conserven la marcha y con una prueba de marcha de 6 minutos con una distancia recorrida
mayor a 300 - 400 m. Se debe recordar que esta terapia unicamente es válida para pacientes con
mutaciones puntuales que lleven a una proteína incompleta por un codón de parada prematuro
(nonsense). La dosis propuesta por los estudios es de 40 mg/kg/día.
Distrofia Muscular Fascioescapulohumeral
Es una enfermedad autosómica dominante, con una prevalencia de 7 en 100000 habitantes, aunque se
estima que puede llegar a ser de hasta 13, caracterizada por debilidad facial, periescapular y de los
músculos triceps y biceps. El 70-90% de los pacientes tiene historia familiar de la enfermedad. Solo el
30% de los casos son esporádicos. Inicia usualmente durante la adolescencia, en el 90% de los casos
antes de los 20 años. El inicio usualmente es rostral, con progresión rostrocaudal.
Clínicamente se caracteriza por dificultad para fruncir los labios, sonrisa transversa, hendiduras
parpebrales ensanchadas, dificultad para cerrar los ojos. No hay compromiso de músculos extraoculares
o bulbar. El motivo de consulta suele ser debilidad de los brazos. Evidencia un ala escapular
prominente y atrofia de la musculatura pectoral, con reversión de los pliegues axilares. La asimetría es
frecuente. Posteriormente se presenta compromiso de miembros inferiores, con pie caído, y de los
músculos abdominales. Hay lordoris exagerada por compromiso de los músculos paraespinales.
Usualmente estas alteraciones se acompañan de dolor muscular y articular, así como neuropático por
compromiso de plejo braquial por compresión.
Como características acompañantes se encuentra perdida auditiva y anormalidades de la vasculatura de
la retina. No es frecuente el compromiso cardiaco.
El diagnóstico se realiza por el cuadro clínico inicialmente. La CK puede estar normal o ligeramente
elevada, con valores que no sobrepasan las 1000 UI. La EMG muestra un patrón miopático con o sin
inestabilidad de membrana. El análisis genético se realiza en búsqueda de alteración en el número de
repeticiones D4Z4 en el cromosoma 4q35 que corresponde a regiones no codificantes del genoma.
Usualmente se debe acompañar de otras alteraciones genéticas para presentar la enfermedad,
incluyendo la presencia de alguno de estos polimorfismos: 4A159, 4A161 o 4A168.
Tienen una expectativa de vida normal, el 20% llegan a requerir silla de ruedas.
El tratamiento esta basado en el manejo de las complicaciones y el manejo multidisciplinario.
Distrofias miotónicas
Son trastornos sistémicos, descritos hace mas de 100 años. Se caracterizan por compromiso del tono
muscular, cardiaco, respiratorio, deglutorio, del sueño, de la cognición, de la visión y endocrinológico.
Tiene una prevalencia de 5-20 por 100000 habitantes, predominantemente en Europa, y en menor
medida Asia.
Para la Distrofia miotónica tipo 1 existen 4 formas clínicas claras: Clásica del adulto, congénita, inicio
en la niñez y de inicio tardío oligosintomática. Usualmente inicia antes de los 50 años, con debilidad
generalizada de predomonio proximal, cataratas y miotonía, un fenómeno consistente en el aumento de
la irritabilidad y contractilidad muscular, con alteración de la relajación.
Clínicamente se presenta con fascies características, incluyendo pérdida de la musculatura de los
temporales y los maseteros (cara en hacha), calvicie de patrón andrógeno, e incapacidad para liberar un
apretón de manos (miotonía). Presentan disartria nasal hipotónica. Al examen físico presentan
fenómeno de calentamiento (menor miotonía con la repetición de una actividad muscular), miotonía
con la percusión y cataratas en árbol de navidad (coloreadas y puntiformes). Se encuentra compromiso
cardiaco importante, incluyendo bloqueos de primer grado, QTc prolongado, QRS ancho, extrasístoles
ventriculares frecuentes y fibrilación auricular.
El compromiso respiratorio aumenta la probabilidad de infecciones respiratorias, y genera fatiga,
somnolencia diurna excesiva somnolencia diurna. El compromiso endocrinológico incluye diabetes
mellitus, alteraciones tiroides, hiperlipidemia y deficiencia de testosterona. En los hombres se presenta
hipogonadismo e infertilidad. Los abortos son frecuentes.
El compromiso gastointestinal es inespecífico, y se presenta con síntomas como disfagia,
estreñimiento, diarrea, dolor abdominal y es más frecuente la colelitiasis.
A nivel neurosiquiátrico, se presenta personalidad poco social, depresión, apatía, y discapacidad
cognitiva leve. La RMN Cerebral usualmente muestra atrofia cortical y cambios inespecíficos en la
intensidad de la sustancia blanca.
La distrofia miotónica tipo 2 es de inicio en adultos, con rigidez y dolor como características
predominantes. El fenómeno miotónico por EMG y Clínica pueden ser mínimos. Hay leve limitación
de las actividad y discapacidad. La debilidad es predominanmente proximal. Hay menores
manifestaciones sistémicas, siendo las más importantes las cardiacas y las endocrinológicas.
El diagnóstico se realiza por clínica. La EMG muestra un patrón miotónico, y la CPK esta normal o
levemente aumentada (< 1000 UI). La biopsia muscular no es de ayuda, por lo que no está indicada. El
diagnóstico genético se realiza por medio de la detección de repeticiones CTG para la tipo 1 y CCTG
para la tipo 2 del gen DMPK.
El tratamiento debe ser multidisciplinario. Para el manejo de la miotonía, lo único que ha probado ser
de utilidad es el Mexiletine, un bloqueador no selectivo de los canales de sodio, que mejora los tiempos
de relajación.
En cuanto al pronóstico, el promedio de vida es 53.2 años en la distrofia miotónica tipo 1, usualmente
asociada a causas cardiovasculares o muerte súbita. La distrofia miotónica tipo 2 tiene una sobrevida
normal.
Como se puede notar, existe un amplio diagnóstico diferencial para estas patologías, además de la
necesidad de excluir otras causas de debilidad muscular con este patrón como las toxinas, las patologías
endocrinológicas, las miopatías autoinmunes y las alteraciones no musculares como la miastenia gravis.
En estos pacientes siempre se debe excluir en primer lugar las distrofinopatías, teniendo en cuenta que
estás tienen un potencial tratamiento.
El tratamiento de estas distrofias musculares es basado en las complicaciones y bajo un enfoque
multidisciplinario. No existen tratamientos específicos.
Bibliografía
1. Guiraud S, Aartsma-Rus A, Vieira NM, Davies KE, van Ommen G-JB, Kunkel LM. The
Pathogenesis and Therapy of Muscular Dystrophies. Annu Rev Genomics Hum Genet.
2015;16(1):281-308.
2. Topaloglu H, Gloss D, Moxley RT, Ashwal S, Oskoui M. Practice guideline update summary:
Corticosteroid treatment of Duchenne muscular dystrophy: Report of the Guideline
Development Subcommittee of the American Academy of NeurologyAuthor Response.
Neurology. 2016;87(2):238.1-238.
3. Guiraud S, Davies KE. Pharmacological advances for treatment in Duchenne muscular
dystrophy. Curr Opin Pharmacol. 2017;34:36-48.
4. Mercuri E, Muntoni F. Muscular dystrophies. Lancet. 2013;381(9869):845-60.
5. Martin PT. Mechanisms of disease: Congenital muscular dystrophies - Glycosylation takes
center stage. Nat Clin Pract Neurol. 2006;2(4):222-30.
6. Kang PB, Morrison L, Iannaccone ST, Graham RJ, Rutkowski A, Cox JA, et al. Evidence-based
guideline summary : Evaluation , diagnosis , and management of congenital muscular dystrophy.
2015;
7. Bönnemann CG, Wang CH, Quijano-Roy S, Deconinck N, Bertini E, Ferreiro A, et al.
Diagnostic approach to the congenital muscular dystrophies. Neuromuscul Disord.
2014;24(4):289-311.
8. Bushby K, Finkel R, Birnkrant DJ, Case LE, Clemens PR, Cripe L, et al. Diagnosis and
management of Duchenne muscular dystrophy, part 1: diagnosis, and pharmacological and
psychosocial management. Lancet Neurol. 2010;9(1):77-93.
9. Wicklund MP. The Muscular Dystrophies. Contin (Minneap Minn). 2013;19(6):1535-70.