Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Febrero 2018
Ruth Morales
Cambio de Realidad
Por Ruth Morales
Nº 4. Febrero 2018. España
© Ruth Morales
contacto@cambioderealidad.com
El equipo de C~instinto
CONTENIDO
(Haz clic en el título de cada artículo para ir directamente a este)
Dinero
El proceso de convertirte en millonario .................................................... 10
¿Con cuánto dinero te sentirías a gusto? ................................................... 16
Entrevista para la revista “Uno Mismo” .................................................... 20
Todo es posible .......................................................................................... 27
Tendencias
¿Tomar o no al bebé en brazos? ................................................................ 41
Dar el pecho a demanda ............................................................................ 44
Los nuevos analfabetos ............................................................................. 45
El nuevo lenguaje no es ni la escritura ni la lectura sino lo digital ........... 47
La clínica resort ......................................................................................... 49
La tendencia a que la excepción sea la regla ............................................. 52
En otro lugar de Europa. La historia del desamor .................................... 57
Excelencia
Aplicando lo que se aprende ..................................................................... 93
Comunicación escrita ................................................................................ 94
De lo bueno, lo mejor
El candidato ideal .................................................................................... 108
¿Qué hacer con la gente pesada? ............................................................. 110
Historias
El rincón de Ariel .................................................................................... 114
Inscríbete aquí
7 © 2018 Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
COMPARTE ESTA REVISTA
Copia este enlace y envíalo a aquellas
personas que consideres que disfrutarán
también de esta lectura:
http://eepurl.com/c7jB71
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
PP
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Es decir, que para un individuo normal, con una vida normal y corriente,
(tal cual comprendamos cada uno lo que es normal y corriente), la llamada
de atención sobre “hacerse rico/millonario” en forma de libros sobre la
abundancia y crecimiento personal, eventos motivadores con el objetivo de
cambiar tu mente para hacerte rico o millonario y películas cuyos protago-
nistas, tras pasar todo tipo de desdichas, se convierten en millonarios, le
hace saltar de la silla de manera abrupta para acometer un cambio en su
vida.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Estos son los pensamientos que rondan por la cabeza del recién abducido,
pues, teniendo en cuenta la realidad que todos compartimos, ¿quién no se
ha sentido motivado o entusiasmado en algún momento por estos objeti-
vos? Podría ser pero es el caso más escaso.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Eso es lo que oirás decir a los otros, mientras los altibajos se suceden cada
vez más frecuentes así como más intensos.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
¿Lograrás manejarte en ese ámbito con tu tabla de surf? Tal vez sí pero,
¿cuánto te costó? ¿Eres de los que piensas que hay que arriesgarlo todo?
Sin embargo, yo me dirijo con este artículo a las personas que siguen inten-
tando hacerse ricas o millonarias como objetivo de vida, con ese punto en
el horizonte fijo, pase lo que pase. Y nunca lo consiguen.
Buscar el dinero como objetivo único es un error para muchos pero no para
todos. Hay personas que nacieron para “hacer dinero”, así como otros na-
cieron para “batir un récord” o para “salvar el mundo”.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Es una frase profunda y con una fuerte comunicación pero, como ocurre
con todo lo que está por encima de la realidad corriente, el mensaje se nos
desliza por los dedos como un papel fino que se lleva el viento.
Fuimos conocedores por un instante de un gran mensaje que nos hizo vi-
brar por unos segundos, para luego continuar con nuestra tarea diaria.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Parece una pregunta tonta pero es la gran pregunta que nadie se pregunta.
Resulta que parece que todos tenemos que ganar más dinero para llegar a
final de mes. Esto es un hecho para muchas personas de este mundo capi-
talista, en el que viven los lectores de esta revista.
Sin embargo y a pesar de todos los obstáculos que podamos tener a modo
de tiempo libre, del tiempo que dedicamos al trabajo, del dinero que tene-
mos, del que generamos y del que gastamos, nos debemos parar a pregun-
tarnos esta pregunta.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Voy a hacer uso otra vez del recurso de las frases de otros.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Uno se puede hacer rico siendo miserable pero, ¿es eso crecimiento? ¿Ser
escaso, tacaño y miserable es crecer? Para mí no. Para mi es decrecer, pues
mi concepto de vivir va ligado al concepto de mejora.
No venimos a vivir para desmejorar sino para cada día, disfrutar más de la
vida. Y disfrutar de la vida requiere de dinero, sea poco o mucho, pero sin
dinero no se puede disfrutar de la vida.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
TODO ES POSIBLE
Dos años después de haber escrito “El dinero emocional”, mi libro fue re-
cogido por una editorial española, la que se encarga de publicarlo y distri-
buirlo desde entonces. Yo nunca me había puesto en contacto con ellos.
Fue al revés. Fueron ellos quienes se pusieron en contacto conmigo.
Hoy este libro lo encuentras en las librerías españolas y sobre todo, en las
grandes librerías, como La Casa del libro, FNAC, El Corte Inglés y en todos
los sitios webs, incluido el de la propia editorial.
Gracias a todos.
Ruth Morales
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
packemprendedorinmobiliario.es
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Zweistein.
Premio Nobel al Sentido Común.
31
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Nacer en el siglo XXI y hacerlo en una gran ciudad del mundo capitalista,
superpoblada, es hoy un privilegio de todo niño cuyo padre esté sintoni-
zando con esta era, pues no habrá normas ni límites, por lo que el ser hu-
mano niño nos recordará a nuestros orígenes, sin necesidad de estudios
antropológicos ni de ningún tipo. De hecho, Zweistein defiende que esta
32
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
33
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
34
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Dado que el ciudadano de esta nueva era, la de los idiotas, sabe mucho, el
mundo le corresponde en relación a esa sabiduría, lo que todos conocemos
como conocimiento del medio o estar en la actualidad.
Nace, por tanto, una nueva forma de vivir. Esto significa que nace el nuevo
regalo.
35
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
36
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Instantánea hecha por un espontáneo que reconoció al genio mientras salía del
domicilio de su secretaria y que nos vendió por una cifra desorbitada de bitcoins.
37
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
38
Este libro te dará esas respuestas desde una lógica sencillez y por tanto, va
dirigido a todos los públicos. »
Ruth Morales.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Estoy hablando del entorno de España, que pongo como ejemplo de otros
países y, aunque también en otras culturas de Occidente hubiera otras
costumbres, creo que todos podemos entendernos con lo que estoy
queriendo transmitir.
Luego, tan solo unos años más tarde, todo se dio la vuelta.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
LOS NUEVOS
ANALFABETOS
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Sin embargo, había una minoría muy pequeña que sí que sabía leer y
escribir y por tanto, ostentaban un poder superior en la sociedad
aunque este no fuera remunerado. Se podría definir como que estas
personas se colocaban en un estatus superior al analfabeto y eso
suponía muchos beneficios para el que sabía leer y escribir.
¿Se daban cuenta los analfabetos de ese estatus superior? Acaso no,
porque su entorno no se lo dejaba ver o no se les permitía juntarse con
dichas personas o quizá porque ni siquiera se lo plantearon. ¿Para qué
iban a aprender a leer y escribir si ya otros lo hacían por ellos?
La historia siempre se repite, como si quisiera verse una vez más con
ella misma de puro narcicismo.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Si me gano la vida así, puedo generar mucho dinero pero, ¿qué pasa para
quién no se gana la vida así? Que es un analfabeto y llegará un momento en
el que ciertos servicios, por no decir todos, tendrán que ser contratados,
tales como el envío y la recepción de un correo electrónico o los distintos
formatos en los que enviar un archivo, cómo firmar de manera digital,
cómo asegurarte de que nadie te está plagiando o de que te están
engañando, operar con tu dinero por medio de unas claves o unos gráficos
en un dispositivo, cambiar el concepto de contraseña (habrá otra forma de
seguridad) y por supuesto, los nuevos timos.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
¡Ven, nosotros
cuidamos de ti!
LA TENDENCIA EN BOGA
#QUENOSCUIDENOTROS
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
La clínica resort
Hoy podemos dar las gracias a la vida por tener hospitales en donde te
puedan tratar bien, con higiene y con todos los lujos a los que un lugar
como un hospital pueda alcanzar.
Sin embargo, ya no hay que esperar a mañana. Hoy las clínicas resort
cuidan de nosotros instándonos a hacernos chequeos médicos para evitar o
bien, predecir una futura posible enfermedad, a la que estamos expuestos
por el mero hecho de vivir, de comer, beber y de respirar.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Hay casos de personas que hacen uso de estos seguros médicos “ya que los
están pagando”, como para convencerse de que el dinero que depositan en
esa causa está justificado.
Ya no solo son las peluquerías los lugares donde cubrir tu soledad sino que
ahora existen estos resorts, para quien haya pagado de antemano su seguro
privado o para quien pueda permitírselo en el momento presente.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
“Supongamos que somos de una raza que tiene la piel más bien
amarillenta, ni blanca ni tampoco morena. Nuestras
características físicas serían, además de la piel, ojos grandes,
oscuros y pelo más bien rizado u ondulado, oscuro también,
desde el castaño hasta el negro. Y así ha sido durante siglos,
viendo nacer niños iguales dentro de ese margen de
características físicas, unos más oscuros que otros, otros más
altos que algunos.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Quizá algunos lectores estén pensando ahora mismo que “eso no tiene
porqué ser malo” y yo le invito a que se pregunte el porqué ha pensado eso,
dado que las palabras “anormal o fuera de lo normal y no corriente” no
significan nada malo sino que significan justo lo que significan: que no son
iguales que el resto.
La vida, tal cual la hemos conocido hasta ahora, se basa en una jerarquía
natural que aporte el equilibrio para que la vida siga adelante.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
“¿Les gustaría que ese precioso delfín, tan amigo del ser
humano, fuera sacado de su hábitat para que nos
atienda y no quedara ningún delfín en el mar sino todos
en delfinarios para servir a nuestro placer de mirarlos
y a fines terapéuticos”?
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Historia del
desamor
Pensó que se había enamorado de ella y fue en ese instante, que duró tres
días, más sus vivencias pasadas con el amor, lo que le impulsó a escribir su
primera novela, la que no estaba teniendo éxito, la que hablaba del amor.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
complicidad que estaba teniendo con su segundo libro, “La historia del
desamor”.
Tuvo que esperar en una cola durante veinte minutos para pasar por el
control de seguridad, por si portaba líquidos que hicieran estallar el avión,
o acaso un cuchillo o tijeras con los que podía sembrar el pánico al resto de
pasajeros una vez el avión estuviera en vuelo o tal vez, por si portara
realmente una metralleta para cometer un asesinato en masa.
¡Menos mal que no le pitó nada y pudo recoger sus enseres para volver a
vestirse unos metros más allá para no entorpecer el paso de los ya
entorpecidos pasajeros!
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
introducir en la cabina y eso hace que se les tenga que retirar el equipaje,
ponerle una etiqueta y darle una copia de dicha etiqueta al pasajero”.
Pensó nuestro protagonista.
Esto ocurre en el mejor de los casos porque otras veces ingresan en el avión
llenos de bultos, entorpeciendo, en tan reducido espacio, el ritmo de
ingreso de pasajeros a la aeronave.
“Lo que es un milagro es que los aviones salgan en hora”, pensaba para sí
mismo nuestro señor joven escritor, movido por un deseo enorme de estar
sentado ya en su asiento y sacar el ordenador para escribir todo lo que
estaba viviendo.
Una vez dentro del estrecho pasillo del avión y esperando a que la pareja
que estaba delante de él se acomodara en sus asientos, se dio cuenta de que
le había tocado un asiento central, en medio de los otros dos.
Al salir del trabajo tuvo que pasar rápidamente por el hospital donde
estaba ingresada su madre, recien operada y cuidada por su hermana, a la
que le llevó un ramo de flores que acababa de comprar sin saber si el color
de esas flores era el adecuado para la ocasión, así como una caja de
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Con lo que el joven escritor tuvo que facturar desde su móvil, lo cual hizo
sin ningún tipo de inconveniente, preparar luego la maleta e irse a dormir
mientras la conexión a internet sería resuelta quizá, la semana siguiente.
Fueron estas, quizá, las razones que hicieron que no se percatara del
asiento que le habían dado, el del medio.
Cuando parecía que el sueño estaba cerca, un graznido atroz le sacó de ese
túnel de placer en el que uno se sumerge para vivir una de las experiencias
más fabulosas de la vida: dormir.
No contento con ello, el joven señor escritor pudo comprobar que su vecino
roncador también se había descalzado, compartiendo su propio olor
corporal con el resto de pasajeros.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Una vez llegó al gran hotel que había reservado para ese encuentro, el
mismo hotel donde se había alojado cuando visitó esta ciudad tan hermosa
y magnífica de ese país tan elegante durante el evento al que fue invitado y
tras haber estado media hora en la cola de espera de un taxi, se sorprendió
al comprobar que lo atendieron inmediatamente. No había cola ni nada
que esperar.
El botones le dijo que había sido un error en un casi perfecto inglés, lengua
en la que se comunicaban, pues el escritor no hablaba la lengua natural de
ese país. El botones se ofreció a ser él mismo quien reportara el incidente
para que el escritor cliente no tuviera que volver a recepción. Se disculpó
varias veces, inclinándose ante él como si hubiese sido su propio error.
“Qué bien habla inglés”. Se dijo el escritor para sus adentros. “Con ese
nivel, podría estar haciendo otro trabajo que no fuera este”, pensó.
Pero luego recordó que el mundo había cambiado, que todo iba demasiado
rápido, así como la población mundial y que hoy, hablar inglés de manera
casi perfecta, no era un don ni una cualidad sino casi una obligación
natural, como andar para un bebé que se hace niño.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ella se encontraba de pie, sonriendo con su grande boca y esos ojos que
enamoraron al escritor a primera vista, y ambos se besaron en las mejillas,
luego se abrazaron. Habían sido meses de complicidad y el flechazo de la
primera vez aún se sentía en ambas almas.
Ella le tomó de la mano y lo condujo a la calle, donde hacía más frío que en
Siberia en invierno. El escritor comprobó que su vestido era de lana gorda
y pensó que seguramente llevaría ropa interior térmica, lo cual, lejos de
alejarlo de la lujuria sexual, le inspiró ternura.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ella ya se había puesto un abrigo, más ancho que su vestido, con lo que
ahora sí que parecía una mesa camilla andante o tal vez, se trataba de un
disfraz de barril con el que venía de animar una fiesta infantil.
Una vez sentados, comprobó que algo se movía en la mesa de una pareja
que había a su lado. El señor joven escritor dio un respingo del susto que le
proporcionó ver un hocico negro de un enorme perro salir de debajo de la
mesa, lamiendose después de haber cenado.
—Aquí puedes salir a cenar con tu perro. Está permitido en casi todos los
restaurantes —comentó ella al joven escritor, sacándolo de su sorpresa—.
Ya sé que no estás acostumbrado a esto.
—Jaja. El plato es del restaurante, jaja. —rio ella—. ¿Te imaginas tener que
llevar el plato de tu perro por todos los lados?
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ella lo miró con ternura, un tanto también excitada y él sintió esa misma
vibración y ese sentimiento se le hizo corporal, de manera que ya sintió los
primeros síntomas de una excitación hormonal.
Pensó que el episodio del perro había sido una tontería y que no era tema
para ser escrito en su libro del desamor. Sin embargo, decidió no pensar en
su libro mientras durara esa velada para poder saborearla hasta el final y
volver a su país con el aroma del recuerdo intenso que le duraría mucho
tiempo. Sin embargo, ella lo sacó de ese ensueño.
—Pero, ¿no será mejor que se vayan ellos? Quiero decir, la pareja y el
perro.
Enunció esto mientras para sus adentros pensaba en escribir sobre las
intolerancias y alergias tan corrientes en nuestros días. Eso sí que era un
gran tema para su libro, “Historia del desamor”.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Estuvieron hablando de todo un poco y la calidez del lugar, las voces bajas
de los comensales, casi susurrando y la embriaguez de la comida fría con
agua, le hicieron sentir todavía más especial, pues todo lo que había
envuelto esa relación era diferente, virginal o incluso brutal.
Nuestro joven señor escritor no entendió bien lo que ella quiso decir a
través de esas palabras pero creyó intuir que ella querría invitar, quizá
embriagado por tanta agua y tanto silencio. Su intención jamás fue el
herirla o menospreciarla.
“Ella quiere invitarme. No sé qué hacer. Quizá sea esta su costumbre, con
lo que me adaptaré. ¿Por qué no?”. Pensó él rápidamente y con la
educación que lo acompañaba siempre, la cual no le permitía enfadarse con
el mundo.
—Tú pagas lo tuyo y yo lo mío —declaró ella sonriendo, como dando una
lección a un alumno hambriento de aprender.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
—¿Sabes? —alzó ella la voz sin llegar a ser un grito, mientras se levantaba
de la cama y se calzaba de nuevo—. No me depilo porque así nací y porque
vosotros, los hombres, tampoco os depiláis. Ya está bien de tanto sufrir.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
dedos. Acababa de sentir una inspiración sin igual que lo hicieron sentir el
hombre más afortunado del mundo.
En ese momento se dio cuenta de que si ese libro no era un éxito, este ya lo
poseía a él. El éxito se había apoderado de él mismo.
Ese momento fue tan placentero como el orgasmo que no tuvo esa noche.
Él habría hecho el amor con ella, pasando por encima sus esquemas
culturales de que la mujer debe estar depilada, pues a él lo movía el amor
del sexo, de la complicidad de dar y de obtener placer con una persona que
te ha hecho cambiar la química del cuerpo. Para él, eso era amor.
Esta es la historia del desamor, para quien pueda entenderlo y para quien
lo haya vivido.
www.carminaabad.com/te-acompano/
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
En cambio, hemos nacido como seres humanos y como tales, nuestro ciclo
es diferente al de la naturaleza, que no contrario sino diferente.
Y, sigamos el curso del terremoto pues este es natural sin osar protegernos,
como lo es la lluvia, el león hambriento, el calor de 60 grados centígrados
del desierto y el mundo de las bacterias o virus que nos matan.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
mundo artificial para que podamos vivir en lo natural creyendo que eso nos
ahuyentará de los males que nos aquejan, cuando los males que tenemos
vienen dados precisamente por creer que no estamos viviendo según
tenemos que vivir.
Como personas del siglo XXI. Si vivo en un edificio con vecinos, no podré
gritar porque me lo haya indicado mi psicoanalista, lo tendré que hacer
cuando esté solo o irme tal vez a un sitio desierto. Tampoco puedo poner la
música a un alto volumen, pues molesto a los vecinos.
Si vivimos entre vacas y cerdos, nos tendremos que adecuar a ese entorno.
Quizá no podamos calzar tacones de aguja para ordeñar las vacas, más que
nada porque nos arriesgamos a hundirnos en la mierda de estas.
Para ello no basta con la educación solamente, sino con el desarrollo del
sentido común o instinto, el cual nos da la inteligencia que hace falta en
estos tiempos: el siglo XXI.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ser hombre-padre hoy es un reto para muchos. Para otros no, pues se en-
cuentran en su papel idóneo, ya que este nuevo orden mundial así lo re-
quiere. ¡Eso está muy bien! Pero, ¿qué pasa con esos hombres que no lo-
gran adecuarse al nuevo papel que se les exige?
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
El siglo XXI podría ser el momento más dulce y fértil para aquellas mujeres
que quieran volver al instinto.
Sin embargo, también es el momento más fértil para aquellas que no saben
qué hacer o más bien, aquellas a las que les faltan puntos de referencia
pues los actuales y los venideros, no las representan.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Llevábamos unos días de hastío, sin ninguna noticia interesante que cubrir
y haciendo nuestro trabajo en la redacción sin demasiado ímpetu. Nuestro
jefe, Salvador Bueno, nos echó la bronca cuando nos pilló más ociosos que
trabajadores.
Eulalia, como ya había acabado su trabajo, pensó que lo mejor era matar
el tiempo pintándose las uñas, ya que ella es muy apañada y nunca dejaba
para mañana lo que pudiera hacer hoy, dejándonos un olor de laca potente
tan fuerte, que hasta Maquiavelo, que todo lo aguanta, se puso a estornudar
desenfrenadamente, con lo que tuvo que salir afuera a coger aire.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
—Don Salvador. ¿Qué le pasa a María del Carmen? Ayer no vino y hoy
tampoco.
Y se sonó.
—¿Y esa cara que tienes? ¿No irás a entrevistar a nadie así? Ni se te ocu-
rra —le dijo levantando el dedo índice en actitud amenazadora.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
EL ALFABETO A GRITOS
Por la Doctora Licenciada Doña Alegría Descomunal García
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
¿Le gusta a alguna mujer que le masajeen los pechos tal cual se ve en las
películas? Seguramente habrá alguna, porque la excepción confirma la regla.
Sin embargo, a casi ninguna le gusta que se los toquen como lo hacen mu-
chos hombres (según nuestra encuesta), como si estuvieran amasando piz-
zas y como si eso les diera placer a sus pobres víctimas. Algunos se atreven a
succionar el pezón, mostrando, una vez más, en la fase en la que se encuen-
tran del desarrollo humano, la de la lactancia.
¿Quién les habrá dicho que succionar el pezón da gusto? ¿Quién les habrá
dicho que masajear el pecho como se ve en las películas, da placer a las mu-
jeres?
El caso es que este libro no tiene como objeto criticar a los hombres, más
bien criticar a aquellas mujeres que no son capaces de decir que eso no les
gusta y que así no se hace. Y aquí viene una cuestión importante, digna de
ser estudiada.
Muchas mujeres sienten que no están a la altura sexual que se requiere de
ellas (como si esa altura existiera) y entonces, se dejan hacer lo que sea,
aunque les produzca dolor, en lugar de expresarse y decir no.
Muchas mujeres piensan que no saben hacer el amor o se sienten insegu-
ras en la cama con su amante, como si estuvieran pasando un examen. Esto
está en el ADN heredado de la mujer, desde antaño, lo que significa que
nunca se dijo nada o que, tal vez, nadie enseñó a nadie y parece que lo que
prima es un “¡fastídiate, que ahora te toca a ti!” antes que un consejo o una
comunicación sana y clara entre mujeres.
La Comunicación es sexual también y se escribe con C. Aquí tendría que
decir que la comunicación es anterior a hacer el acto sexual, ya que, en el
mismo acto, quizá sea demasiado tarde, en algunos casos. Se trata de hablar
con amigas o amigos, de informarte, de tocarte a ti misma (eso es comunica-
ción también) para que no te quedes en el desconocimiento en el que se
quedaron tu madre, tu abuela, tu bisabuela y así hasta Eva, la de Adán.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Hay consoladores vaginales de todos los tamaños y grosor, los más pe-
queños suelen usarse para el punto G. También hay consoladores anales.
La mujer que no haya experimentado un orgasmo vaginal, que se prepare,
porque verá no solo a Dios sino a todo el elenco de dioses de todas las mito-
logías de la historia del mundo. Pero ya hablaremos de la práctica y de cómo
hacerlo o cómo combinarlos, para no liar a quienes estén sumidas en la teo-
ría.
Estos consoladores pueden vibrar pero lo dejaremos para la V, si bien está
bien lejos aunque su vibración nos llegue desde ya.
Y me falta hablar de la gran C del Clítoris, el mejor amigo de la mujer. Será
pequeño y estará medio oculto pero es el botón mágico, el que hace que to-
do funcione.
Para ello animo a todas las mujeres sin deseo sexual o que no hayan expe-
rimentado un orgasmo en toda regla, que se lo toquen, que lo acaricien, por
un lado, por el otro y sobre todo, por encima de él. Hay vibradores de clítoris
que, de inaguantables, se hacen adictivos del placer que proporcionan.
El clítoris tiene que ser conquistado con mucha elegancia y con mucho
cuidado. Hay que tocarlo suavemente y eso hay que decirlo a nuestro aman-
te, no vaya a ser que haya visto alguna película barata y cometa el error de
abalanzarse sobre el clítoris sin ton ni son. Aunque sea un pequeño montícu-
lo, todo su alrededor es extremadamente excitable. Es más, se puede llegar a
un orgasmo sin tocar el clítoris directamente, solamente con tocar sus alre-
dedores. ¿Entendemos ahora lo de la conquista?
La mujer puede tener varios orgasmos de igual o de mayor intensidad ca-
da vez en el clítoris, si bien todo tiene su tiempo y su rigor y un clítoris dema-
siado usado puede resultar doloroso. Habrá que esperar. Una ducha fría pe-
ro suave enfocada hacia el clítoris es la mejor pomada para ese fin.
Si a la estimulación o caricia del clítoris, la acompañas (a veces es de vital
urgencia hacerlo) con una penetración a su ritmo o consolador o vibrador
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Esa noche, la del día de la bronca, María del Carmen estaba en su cama,
acabando el libro, el cual tenía que devolver al día siguiente en la redacción.
Lo dejó en su mesilla de noche, al lado de una figura de Santa Rita, regalo
de su tía abuela, la de un pueblo de Castilla La Mancha, a la que no veía des-
de el día en el que cumplió 15 años.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
La Caricia Cómplice
Tú contigo misma
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ejemplo
Esto significa que estoy oyendo palabras, sonidos y sus voces pero no sé de
qué están hablando pues no estoy prestando atención.
Si lo hemos entendido, entonces nos sonará mal lo que tanto se oye por to-
dos los lugares y por boca de todos, incluso en boca de personas que se nos
presentan como referentes lingüísticos.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
¿SE ME ESCUCHA?
¡ASÍ NO SE DICE!
Se debe decir:
¿Se me oye?
¡Sí, se le oye muy bien!
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
El otro día comprobé con mis propios ojos cómo Televisión española sigue
escribiendo los meses del año en mayúsculas (10 de Febrero del 2018, por
ejemplo) y la palabra “guion”, con tilde. No es un error garrafal pero sí una
falta de excelencia y respeto hacia lo que predican: la comunicación.
En los periódicos de tirada nacional pasa lo mismo. Así que, ni unos ni los
otros son referentes lingüísticos, a pesar de poseer los medios para serlo.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Recuerda, el conocimiento
del uso de la lengua te da
poder y seguridad.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Alicia, la coherente.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Aprender chino
—¿Para qué quieren los vecinos enseñar chino a sus hijos con la
cantidad de chinos que hay en el mundo? —preguntó mi hermano
Miguel extrañado.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
¡Eureka!
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
evolución humana ha ido en detrimento del sentido común o del olfato pa-
ra elegir al candidato ideal.
Porque ese olfato es el ojo clínico que antes tenían los médicos de pueblo,
sustituidos ahora por médicos burócratas que deben seguir unas pautas de
protocolo dentro de su profesión, apagando cualquier sexto sentido que
podría detectar o bien descartar cualquier síntoma de enfermedad.
Lo que quiero decir es que el ser corriente habría elegido sentarse en la si-
lla menos cómoda y más humilde pero quizá, para ese puesto de trabajo se
buscaba a alguien con arrojo y ambición y el desdichado que se sentó en la
silla tiesa, perdió su oportunidad.
Lo que quiero transmitir es que si una cosa es válida para un hecho, eso no
significa que sea válido para todos los hechos.
Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo saber en qué silla sentarnos?
La respuesta está en “De lo bueno, lo mejor” porque esto trae consigo un
modo de vida que hace que desarrolles el olfato de merecimiento, alejándo-
te de la experiencia o sabiduría de escasez, con lo que quizá, ni siquiera
seas preguntado dónde sentarte pues, lo mismo, ya te indican que te sien-
tes en el sillón cómodo, pues no has dejado lugar a dudas al entrar en la
estancia donde ibas a ser entrevistado.
Las personas solo podemos ver lo que estamos preparadas para ver y si tú
te comes el mundo, eso es lo que verán los otros, sean expertos o no en el
tema. Al final, todos somos seres humanos y nos movemos en el mismo es-
pacio temporal.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ariel se sumergió en el lago transparente justo donde caían las aguas que
emanaban desde unas rocas enormes. Se dirigió a lo que él hizo llamar “la
ducha”. Se había introducido en el agua totalmente desnudo, aprovechan-
do que en ese momento la mujer estaba dentro de lo que llamaba la casa.
Se situó en un rincón donde el agua caía con menor presión y, al meterse
debajo de ella, sintió que realmente se estaba duchando. Era como si esa
agua tuviera jabón, pero sin tenerlo. Se alegró por este motivo, ya que
siempre odió los jabones y el champú para la cabeza y sobre todo ahora,
desde que vivían en el campo, en donde se enjabonaba con un jabón pasti-
lla que parecía un ladrillo y que olía fatal. Su madre siempre decía que ese
era el mejor jabón, el adecuado a nuestra piel porque no la alteraba.
“Casi prefería los jabones en forma de gel que saben y huelen a olores ri-
cos y no ese ladrillo que huele a sucio”. Pensó en ese momento con los ojos
cerrados bajo esa agua que ni estaba fría ni caliente, disfrutando de un pla-
cer que jamás había disfrutado antes, ni siquiera en el mar o en la piscina o
jugando a la PlayStation.
“¿Cómo podría contar esto a alguien? No sé explicarlo”. Se dijo a sí mismo
mientras se mantenía bajo el agua, ni fría ni caliente y en el flujo adecuado
como para que no sintiera ahogo en ningún momento. Era el paraíso, tal
vez.
Al abrir los ojos, vio que la mujer se acercaba al lago.
“¿Cómo estás? ¿A que te gusta mucho?”. Le preguntó al acercarse al rincón
de Ariel.
“Muchísimo. Más que el mar o la piscina”. Gritó Ariel como si no fuese a
ser oído desde donde estaba. “Además, no tengo ni frío ni calor. Esto es
muy raro”. Exclamó Ariel entusiasmado.
La mujer se sentó en el borde del lago, cerca del rincón de Ariel, en donde
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
el sonido del caer del agua sonaba a música lejana pero cierta, armoniosa,
ni buena ni mala, ni alta ni baja, solo algo que acompañaba al escenario
mismo en su totalidad.
La mujer no contestó, solo le sonrió. Ariel entonces se dio cuenta de que
llevaba un vestido hasta la rodilla, ni blanco ni beige, un blanco oscuro,
quizá y que era como los que llevaba su madre y las amigas de su madre a
la playa o a la piscina. Ella solo se mojaba los pies en el lago.
“¿No te metes en el agua? Yo no miro. Si quieres, me doy la vuelta y te me-
tes”. Dijo Ariel presa de una gran alegría mientras se reía.
“Jaja. No, no me voy a bañar ahora. Prefiero quedarme aquí”. Contestó
ella riéndose también.
Entonces, el niño se alejó un poco del rincón donde el agua le caía en la ca-
beza, para situarse en el centro del lago y mirar a la mujer o estar más cerca
de ella. Después de unos minutos en que ambos se mantuvieron en silen-
cio, Ariel dijo.
“¿Es verdad que tienes las respuestas a todas las preguntas?”. Le pregun-
tó sin haber reflexionado antes.
“Eso depende de lo que tú quieras saber”. Contestó ella.
“¿Cómo? No entiendo”. Respondió un Ariel comenzándose a alterar.
La mujer sonrió mientras movía sus pies bajo el agua cristalina.
“Quiero decir que si tú das por buena las respuestas que te dé a tus pre-
guntas, entonces sí que tengo las respuestas a todas tus preguntas”.
“¿Y qué es dar por buena?”
“Significa que tú la tomes como la respuesta que responde a tu pregunta”.
Ariel se quedó pensativo. Y luego dijo:
“¿Sabes? Estoy desnudo, jaja. Por eso me voy a quedar aquí hasta que tú
te vayas”.
“Si quieres salir del agua y vestirte, yo puedo entrar en la casa”. Contestó
ella.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ariel volvió la mirada hacia lo que ella llamaba la casa. Era como una for-
ma natural de la naturaleza, digamos como si estuviera hecha dentro de un
montículo de rocas y al mismo tiempo, de madera o tierra. Pero, eso sí, era
firme, tan firme como el edificio donde él había vivido con sus padres y
donde ahora vivía su padre.
“No. Prefiero quedarme aquí. Además, el agua no me cubre, con lo que
puedo quedarme de pie”. Contestó.
Ella asintió, mientras seguía mirando sus pies bajo el agua.
Ariel comenzó a mover los brazos en el agua, como para comprobar el mo-
vimiento que estos hacían en ella. Y, después de un corto silencio, comenzó
a preguntar.
“¿Por qué vives aquí y por qué lo sabes todo?”.
“Esa pregunta no me la quieres preguntar. No es tu primera pregunta.
Dejémosla para el final”. Contestó ella segura.
“Además, al final, cuando te haya respondido a tus propias preguntas, las
que en realidad deseas, sabrás que el por qué vivo aquí y por qué lo sé to-
do no era una pregunta porque ya habrá sido contestada o porque ya no
te importa saberlo porque ya lo sabes”. Respondió la señora sonriendo.
Ariel no refunfuñó. Más bien se quedó asombrado porque, de alguna ma-
nera, le fue dada una información que ya sabía y él no soportaba que lo to-
maran por tonto. Él se parecía a la familia de su padre y ellos eran muy lis-
tos además de fuertes e importantes. Por eso estaba asombrado, porque no
le había molestado la respuesta tan evidente.
Miró a la mujer, quien lo observaba esperando la primera pregunta.
“¿Tiene que haber un orden? Quiero decir, ¿tengo que preguntar las pre-
guntas después de pensarlas o puedo preguntarlas según las vaya pen-
sando?”. Escupió rápidamente un Ariel desesperado o entusiasmado, se-
gún se mirara.
“Haz las preguntas como quieras Ariel. Eres libre”. Contestó ella.
Ariel se sonrió para sus adentros cuando sintió esa libertad, era como una
fuerza enorme que habitaba dentro de él.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
“No te preocupes. Eso tiene fácil arreglo. Puedes regresar ahora mismo.
Tu madre lo entenderá cuando se lo expliques”.
Ariel se encontraba desolado.
“Y seguro que mi padre también está muy preocupado y a lo mejor le ha-
brá echado la culpa a mi madre porque ella me dejó solo en casa”. Contes-
tó sin haber escuchado las últimas palabras de la mujer.
Se hizo un silencio entre los dos. La mujer lo miraba de manera cálida. Él
se secó las lágrimas y ya repuesto, dijo:
“No quiero irme aún. Tengo más preguntas”.
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
http://eepurl.com/c7jB71
MUCHAS GRACIAS
Ruth Morales
www.cambioderealidad.com
© Ruth Morales