COLEGIO CIUDAD DE BOGOTÁ

Formación integral con énfasis en el trabajo productivo para las nuevas generaciones

PRUEBA SABER ESPAÑOL GRADO DÉCIMO

Observe las imágenes y luego responda las preguntas de 1 a 5

Muerte, Tapiz de apocalipsis, S. XIV Castillo de Dinan, Tapiz de Bayeux, S. XI

1. ¿Qué ilustra el Tapiz del Apocalipsis?
A. La imagen de un soldado muerto en guerra.
B. La muerte vestida como un caballero.
C. La representación de la muerte como un jinete.
D. Un fantasma que rechaza la muerte.
2. ¿Qué ilustra el Tapiz de Bayeux?
A. El asalto a un castillo medieval.
B. La reedificación de una muralla medieval.
C. La construcción de un castillo medieval.
D. Una celebración típica de la Edad Media.
3. Se puede afirmar que ambos tapices
A. Enseñan sucesos reales que fueron relevantes
para el desarrollo de la época.
B. Ilustran batallas medievales cruciales para la
conquista de nuevos territorios.
C. Muestran la cultura y los hechos más
importantes de la Edad Media.
D. Representan la cultura de la Edad media en su
lado más fatídico.
Lea el siguiente texto y luego, responda las preguntas de 6 a 10.
El Libro de Buen Amor es la obra más importante del siglo XIV.
4. ¿Cuáles son los detalles que tienen en
común los dos tapices?
A. La presencia de los caballos y el uso de
tonalidades similares.
B. La valentía de los caballeros y la
representación de la muerte.
C. Las inscripciones latinas y la elegancia de los
caballos en guerra.
D. Las lanzas en ristre y los animales mitológicos
del imaginario medieval.
5. Anteriormente, los tapices eran usados
para decorar y proveer de calor los
recintos. Por el contrario, ahora los tapices
antiguos son usados principalmente como
A. Adornos de buen gusto.
B. Fuentes históricas.
C. Reproducciones para decorar.
D. Tapetes de gran valor.

Pertrechado el autor de casi toda la erudición de su siglo, aprovecha y explota todas las canteras para la
producción de su obra. Apólogos latinos y orientales, fabliaux, el libro de Vétula, Virgilio y sus leyendas,
Ovidio y su poema, etc., todo lo utiliza, haciendo de su obra un inmenso mosaico vigorizado, animado y
espiritualizado por sus geniales atisbos y sus aciertos plenos. Tan poderosa y fecunda es su vena
creadora, que el elemento utilizado queda exhausto y sin valor junto al resultado que el arcipreste
obtiene. Apenas hay verso del largo libro que no esté lleno de jugo y vigor. Jugo y vigor, ciertamente, un
poco excesivos en algunos puntos de vista y que tienen fragancias que transcienden a flores
pecaminosas, semejantes, y algunas no inferiores, a las ficciones con que el cuentista de Florencia
intentaba distraer a su galante auditorio del espanto de la peste.

Toda la sociedad picaresca del siglo XIV aparece pintada en este libro con soberanos y definitivos trazos:
endicheras, danzaderas, tahures, troteras, etc., están descriptos en versos ágiles y nerviosos. Y, sobre
todo, esa inmortal Trotaconventos con sus arterías y trampantojos, madre de todas las Celestinas que
cundieron por la Literatura española. Y en este libro va remozado y jovial el puro espíritu castellano, sin
trabas ni ataduras, como sólo aparece más tarde en el otro arcipreste, no menos magno, autor de El
Corbacho, y en el otro clérigo, desenvuelto y audaz, que escribió la historia de la Lozana Andaluza.
Visión luminosa y clara de la vida, sin que el demasiado «recordar la natura» turbe el alto ímpetu de
poderosa espiritualidad. Y esto lo tuvo como el que más, el de Hita, siendo el precursor y el maestro de
todos los castizos humoristas, antes y después de que la desviación interna de la raza produjera aquella
literatura de decadencia, amarga y ceñuda, que floreció con los últimos Austrias. El Libro de Buen
Amor es un libro picaresco, pero sin la desgarrada implacabilidad del Gran Tacaño, ni la acedía
endechosa de Mateo Alemán. Como un claro reír suenan las coplas del arcipreste, cuya vida, toda llena
del amoroso ejercicio, es característica de aquellos tiempos revueltos y turbulentos de Alfonso XI,
agigantados trágica y épicamente en los apasionados días de Pedro el Cruel o el Justiciero. Se ha
querido presentar al arcipreste como un moralizador que pinta al vivo la carroña que le rodea, pero ya
está suficientemente probado que no fue su vida, poco edificante, una excepción.
6. ¿Cuál es el propósito del autor?
A. Contradecir ñas tesis precedentes sobre la
vida del Arcipreste de Hita.
B. Orientar la lectura y el disfrute de la obra del
Arcipreste de Hita.
C. Promover más libros del Arcipreste de Hita.
D. Rescatar del olvido la obra del Arcipreste de
Hita.
7. ¿Cuál es la sociedad medieval que se
representa en El Libro de Buen Amor?
A. La sociedad clerical y cortesana.
B. La sociedad caballeresca y cortesana.
C. La sociedad picaresca y tramposa.
D. La sociedad servicial y caballeresca.
8. ¿A qué hacen referencia el Gran Tacaño y
Mateo Alemán?
A. A dos autores, al primero por su epíteto.
B. A una obra literaria y a un autor.
C. Al apodo de una persona ya un caballero.
D. Al epíteto y al nombre de un mismo autor.
9. En la frase: Pertrechado el autor de casi
toda la erudición de su siglo, la palabra
subrayada puede ser reemplazada por
A. Abastecido
B. Aperchado
C. Colmado
D. Equilibrado
10. ¿Qué se puede concluir del texto?
A. El Arcipreste de Hita transformó grandes
obras para producir uno de los libros más
influyentes de la literatura picaresca.
B. El estilo literario del Arcipreste de Hita es
moralizador, jovial, a veces exagerado.
C. El Libro del Buen Amor es una obra que fue
prohibida por los chismes y las ruindades que
contó sobre la sociedad española medieval.
D. La influencia de El Libro del Buen Amor en la
literatura picaresca ha pasado desapercibida
para la crítica y la historiografía.