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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas


(ESIQIE)

INTRODUCCIÓN A LOS FENOMENOS DE TRANSPORTE

Profesor: Lino Demedices

“PROYECTO 2
“ACUMULADORES DE CALOR”

Presenta:
Reynosa Velázquez Martha Cecilia
2IV32
ACUMULADORES DE CALOR
Un acumulador es la parte destinada a almacenar energía para más tarde volver a restituirla
en un periodo largo de tiempo. El tipo de acumulador vendrá marcado por la forma en la
que esta energía es almacenada. Existen distintos tipo de acumuladores como son los
mecánicos, neumáticos, hidráulicos, térmicos y eléctricos.
Es decir, los acumuladores son aparatos especialmente concebidos para funcionar con un
ciclo de carga y un ciclo de descarga separados en el tiempo.
Un acumulador eléctrico es un dispositivo que almacena energía eléctrica para utilizarla
cuando sea necesaria. Este es el fin para el que se utiliza un acumulador eléctrico.
Al mismo tiempo que el acumulador comienza a cargarse de energía eléctrica, ésta se
transforma en energía química, a este proceso se le llama electrolítico, cuando sea
necesaria la utilización de esa energía acumulada, se revierte el proceso la energía química
se transforma en energía eléctrica.

Un acumulador de calor es un dispositivo que almacena energía para utilizarla cuando sea
necesaria. Este es el fin para el que se utiliza un acumulador de calor.
Al mismo tiempo que el acumulador comienza a cargarse de energía eléctrica, ésta se
transforma en energía química, a este proceso se le llama electrolítico, cuando sea
necesaria la utilización de esa energía acumulada, se revierte el proceso la energía química
se transforma en energía eléctrica.
Existen distintos tipos de acumuladoresde calor, aunque los más habituales son los
acumuladores de plomo, aunque también existen otros tipos como el Edison o el Junger.
Cuando hablamos de acumuladores nos estamos refiriendo también a las baterías
recargables frente a las tradicionales baterías desechables, o lo que nosotros normalmente
llamamos pilas.
Las baterías recargables o acumuladores permiten volver a convertir la energía almacenada
en energía eléctrica, esto se consigue aplicando a los electrodos una corriente eléctrica
externa. En las pilas desechables no existe este proceso químico que permita revertir dicha
reacción.

En cuanto a los usos que pueden tener los acumuladores de energía eléctrica son infinitos,
desde conseguir producir calor, luz, potencia, etc.

Funcionamiento de un acumulador de calor

El Acumulador de calor utiliza la energía en forma directa calefaccionando el ambiente por


convección manteniendo una temperatura moderada, en forma constante y con una óptima
distribución del calor. Su funcionamiento se basa en resistencias eléctricas blindadas
instaladas en los ductos que presentan los bloques cerámicos especiales, de forma que
calienta de manera uniforme toda la masa de éstos. Los bloques cerámicos son de
magnetita de alta densidad, la cual le permite una gran capacidad de almacenamiento de
calor en volúmenes reducidos durante las 7 horas de “carga” (horas en que consume
energía eléctrica). El calor es cedido en forma de radiación por el panel frontal a lo largo de
las 24 horas del día. Por convección natural (acumuladores estáticos), el aire del ambiente
pasa a través del núcleo acumulador, donde se calienta y es devuelto al lugar por la rejilla
superior. En el caso de los acumuladores dinámicos el calor es cedido mediante una turbina.
Los acumuladores de calor están muy bien aislados impidiendo la pérdida del calor
almacenado. Gracias a la aislación que presentan se evitan quemaduras y en la parte
posterior no existen pérdidas de calor hacia el exterior del ambiente a calefacciona.
Comercialmente estos aparatos están principalmente constituidos por:
Núcleo acumulador: Consiste en un conjunto de ladrillos refractarios de gran capacidad de
almacenamiento de calor. La temperatura del núcleo, al final del periodo de carga, puede
llegar a los 600-700 °C.
Resistencias eléctricas: Calientan el núcleo acumulador, de la forma más uniforme posible,
hasta la temperatura indicada. Estas resistencias son generalmente de tipo blindado.
Aislamiento térmico: Conserva el calor acumulado en el núcleo y, al mismo tiempo, impide
que las temperaturas superficiales del aparato superen las permitidas por la normativa
(máximo 90 °C).
Sistemas de seguridad y control: Aseguran que la carga y descarga de calor se realizan en
óptimas condiciones. El sistema de seguridad incluye un limitador térmico que impide
sobrepasar la temperatura máxima del núcleo.

LIMITACIONES
La regulación de la descarga de calor es peor que con los aparatos eléctricos
convencionales, ya que una parte del calor almacenado se descarga sin intervención del
usuario. En este aspectoofrecen mejores prestaciones los aparatos de tipo dinámico.
Su precio es elevado en comparación con los aparatos eléctricos tradicionales, con grandes
diferencias entre distintos modelos y fabricantes. No obstante, el coste de instalación para
una vivienda resulta competitivo frente a soluciones como las basadas en caldera y circuito
de agua.
En viviendas antiguas, con una instalación eléctrica deficiente, suele requerir una reforma
intensiva de la instalación eléctrica.

TIPOS DE ACUMILADORES DE CALOR


Estáticos
Disponen de una entrada de aire por la parte inferior y una rejilla de salida por la parte
superior, de forma que el aire de la habitación puede circular a través del núcleo y
calentarse a su paso por el mismo.
El sistema de regulación de carga puede ser manual o automático. El sistema manual lo
incorporan todos los aparatos; el automático es opcional en algunos modelos y ajusta el
nivel de carga en función de la temperatura interior de la habitación durante la noche.
La descarga de calor se realiza principalmente por radiación desde la superficie del
aparato y, en menor medida, por la circulación del aire a través del núcleo. La salida de
aire se regula variando, manual o automáticamente, la posición de una compuerta o aleta
de regulación.
Los acumuladores estáticos presentan ventajas frente a los dinámicos en cuanto a precio
y sencillez de instalación. Su utilización más adecuada es en habitaciones con
necesidades permanentes de calefacción y sin aportaciones gratuitas de calor
importantes. La gama de potencias incluye modelos desde 0,7 a 3,5 kW.
Dinámicos
En estos aparatos, a diferencia del caso anterior, el aire circula a través del núcleo
acumulador forzado por medio de un ventilador, y se impulsa a la habitación por una rejilla
de salida situada en la parte inferior.
El sistema de regulación de carga puede ser también manual o automático. El sistema
manual está incorporado en el propio aparato; el automático requiere instalar una
centralita de carga con sonda exterior que, según la temperatura exterior durante la noche
y el calor residual del núcleo, determina la cantidad de calor a almacenar para el día
siguiente, lo que redunda en un mayor aprovechamiento energético.
La descarga de calor se debe mayoritariamente al aire impulsado por el ventilador. Un
termostato de ambiente regula la temperatura de la habitación y controla el
funcionamiento del ventilador, el cual permanece en marcha hasta que la habitación
alcanza la temperatura seleccionada en el termostato, se detiene en ese momento y está
parado mientras se mantienen las condiciones interiores de confort.
Estos aparatos, de forma opcional y para días muy fríos, pueden incorporar unas
resistencias eléctricas de apoyo a la salida del aire de descarga.
Los acumuladores dinámicos disponen de una mejor regulación de descarga que los
estáticos, por lo que su instalación es más aconsejable en aquellas dependencias donde
se desee una regulación de temperatura más fina o una restitución más rápida de calor.
La gama de potencias es muy amplia y comprende aparatos entre 1,5 y 8 kW.
También podemos elegir los acumuladores estáticos, son similares a los dinámicos, ya
que también se cede el calor por la radiación pero el proceso de convección, a diferencia
del acumulador de calor dinámico, es natural. Los mismos constan con una entrada de
aire en su parte inferior y el calor se regula mediante una pequeña compuerta.
El acumulador de calor como todos los aparatos poseen un sistema o dispositivo de
seguridad, en este caso es un limitador térmico o un termostato. Los mismos se emplean
para desconectar el aparato en caso de que exista una temperatura muy elevada o
inadecuada. A su vez, cuentan con un aislamiento térmico que se encuentra rodeando el
núcleo del acumulador que tiene como función principal evitar que una alta temperatura
dañe al aparato o a su funcionamiento.

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