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MEDICINA LEGAL

MEDICINA LEGAL
MEDICINA LEGAL

INTEGRANTES:

 MAYRA ROSAS CASANOVA


 YELTSIN COAYLA CARPIO
 KATHYA CONZA LIMACHE
 NELIDA CATUNTA ZAMALLOA
 MIGUEL ESPINOZA PACHECO
 MARILU MAMANI CAYO

0
DEDICATORIA:
Está presente monografía está dedicada a mi docente de medicina legal el Dr. Daniel Cueto Ramírez,
quien con cada clase pudimos obtener distintos conceptos claves para el desarrollo del presente
trabajo, y a mis compañeros en general por el apoyo que nos brindaron.

También se lo dedico a mis padres, por el apoyo constante en todo aspecto y motivación para no
rendirme a medio camino y seguir adelante.

1
AGRADECIMIENTO:
Gracias, de corazón al Dr. Miguel Ángel Espinoza, Dr. Berrios y colegas, por su paciencia, dedicación,
motivación, criterio y aliento que hicieron fácil lo difícil, al explicarme claramente cada paso del
tema. Ha sido un privilegio contar con su guía y ayuda.

Gracias al docente el Dr. Daniel Cueto Ramírez por sus clases brindadas, gracias a ella pudimos
obtener distintos conceptos que ayudaron al desarrollo del presente trabajo.

Gracias a las personas que, de alguna u otra manera, han sido claves en la ayuda y elaboración de
este trabajo.

2
INDICE
DEDICATORIA .................................................................................................................................. 1
AGRADECIMIENTO .......................................................................................................................... 2
INDICE.............................................................................................................................................. 3
INTRODUCCION ............................................................................................................................... 4
LESIONES POR ARMA BLANCA................................................................................................... 5
CAPITULO I ...................................................................................................................................... 5
1. MARCO TEÓRICO ..................................................................................................................... 5
2. BASE LEGAL ............................................................................................................................. 6
3. CONCEPTOS GENERALES: ........................................................................................................ 6
4. CLASIFICACION DE ARMAS BLANCAS .................................................................................... 13
A. HERIDAS INCISAS O CORTANTES ........................................................................................... 14
B. HERIDAS PUNZANTES O PERFORANTES ................................................................................ 17
C. HERIDAS CORTO-PUNZANTES ............................................................................................... 18
D. HERIDAS INCISO-CONTUSAS ................................................................................................. 21
E. HERIDAS DISLACERANTES...................................................................................................... 22
F. LESIONES PUNZOCONTUSAS ................................................................................................. 23
G. HERIDAS POR AGENTES ATÍPICOS: ........................................................................................ 23
5. CUESTIONES MÉDICO FORENSES .......................................................................................... 23
CAPITULO II ................................................................................................................................... 24
1. ETIOLOGÍA MÉDICO-LEGAL DEL SUCESO .............................................................................. 24
2. IDENTIFICACION DEL ARMA .................................................................................................. 29
3. DIRECCIÓN DEL ATAQUE ....................................................................................................... 31
4. ESTIMACIÓN DE LA VIOLENCIA DEL ATAQUE ........................................................................ 32
5. CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS HERIDAS MÚLTIPLES ............................................... 33
6. MECANISMO DE MUERTE ..................................................................................................... 38
7. PROTOCOLO DE AUTOPSIA ................................................................................................... 39
BIBLIOGRAFIA ................................................................................................................................ 42

3
INTRODUCCION

Las lesiones por arma blanca, en el contexto de lesiones fatales y no fatales, son
de alta frecuencia en nuestro país.

Como quiera que es el medico no forense quien debe desarrollar muchas veces la
actividad pericial en estos casos, ya sea en el contexto de un dictamen en casos de
lesiones personales, o en la práctica de una necropsia, es de suma importancia
aportar las consideraciones conceptuales básicas y los elementos prácticos que
permitan el adecuado enfoque, y la recolección de datos y evidencias que apoyen
suficientemente los procesos de investigación judicial.

4
LESIONES POR ARMA BLANCA
CAPITULO I

1. MARCO TEÓRICO
1.1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACION

La literatura médico forense contempla en sus textos más clásicos, a partirdel siglo
XIX, exhaustivas clasificaciones y descripciones de las lesiones causadas por
armas blancas.

En la práctica, este tipo de lesiones es frecuente causa de evaluaciones periciales


que deben realizarse tanto en sujetos vivos como en cadáveres, siendo estas
últimas el objeto del presente estudio.

Hace ahora ciento cincuenta años, Pedro Mata definía a las armas blancas en la
tercera edición de su Tratado de Medicina Legal y Cirugía como “todo cuerpo o
instrumento mecánico capaz de perforar, cortar, dislacerar o contundir”1. Desde
entonces, todos los grandes tratadistas han aportado definiciones y descripciones
hasta llegar a la más reciente, dada por el Profesor GisbertCalabuig2, para quien las
armas blancas son “instrumentos lesivos manejados manualmente que atacan la
superficie corporal por un filo, una punta o ambos a la vez”.

Diferentes son las hipótesis que se barajan respecto al origen de la denominación


de Arma Blanca, y así, para López Gómez reciben este nombre por la brillantez de
su hoja3, mientras Grandini abunda en este planteamiento al exponer que en otras
épocas a estos instrumentos se les cromaba y por la noche el destello lunar los
hacía brillar, contemplando como otra posibilidad etimológica el propio color blanco
de un diferente tipo de acero conocido antiguamente. Descriptivamente puede
decirse que son instrumentos de diferentes materiales y formas, entre las que
predominan las cilíndricas y las laminadas, con uno o más bordes cortantes, y con

1
Mata P. Tratado de Medicina y Cirugía Legal (2). 3ª edición. Madrid: Imp. de Baylli-
Bailliere; 1857. pp. 536-49.
2
Gisbert Calabuig JA. Lesiones por Arma Blanca. En: Villanueva Cañadas E. Medicina
Legal y Toxicología de Gisbert. 6ª edición. Barcelona: Masson; 2004. pp.
383-93.
3
López Gómez I, GisbertCalabuig JA. Tratado de Medicina Legal (1). Valencia:
Editorial Saber; 1967. pp. 599-619.

5
un extremo terminado generalmente en punta mientras que en el opuesto están
dotados de un mango o empuñadura.

2. BASE LEGAL

 Código Penal del Perú: D. Leg. 635.


 Código de Procedimientos Penales: Ley 9024.
 Código Procesal Penal: D. Leg. 638
 Código del Niño y el Adolescente. Ley 27337.
 Nuevo Código Procesal Penal: Decreto Legislativo 957.
 Protocolos de Procedimientos Médico-Legales, Aprobado por Resolución
Administrativa del Titular del Pliego del M.P. Nº 523-97-SE-TP- CEMP.
 Protocolos de Procedimientos Médico-Legales. Aprobado con Resolución
Administrativa del Titular del Pliego del M.P. Nº 373-98-SE-TP-CEMP.
 Manual de Procedimientos Administrativos Clínico Forense del IML.
Aprobado con Resolución de Gerencia General Nº 213-95-MP-FN-GG.
 Normas para la toma de Fotografías e Imágenes Audiovisuales

3. CONCEPTOS GENERALES:
a. LESION, DAÑO.-

Lesión es cualquier alteración somática (física) o psíquica, que, perturbe, amenace


o inquiete la salud de quien la sufre, o simplemente, limite o menoscabe la integridad
personal del afectado, ya sea en lo orgánico (anatómico) o funcional.

Se define lesión corporal como la alteración, en la estructura anatómica que puede


repercutir o no con limitación o menoscabo de la función de un órgano o tejido a
consecuencia de agentes externos o internos lesionantes en un determinado tiempo
y espacio.El medio o acción que produce la lesión corporal es representado por una
de las formas de energía; energía mecánica, física, química, físico-química,
bioquímica, biodinámica y mixta.

La reparación/restitución biológica de las lesiones (curación de lesiones) sigue un


curso propio y variable, sujeto a la variabilidad biológica individual (capacidad de
respuesta individual), puede evolucionar hacia:

1. Estabilización médico-legal de las lesiones que finalizan con la curación real y ad-
integrum de la lesión. Es el momento en el que se alcanza la sanación o curación

6
de las lesiones, y que al no quedar secuelas es el equivalente a la curación
clínica.4,5,6

2. Estabilización médico-legal de las lesiones que han evolucionado hacia la


cronicidad o con secuelas.Producida la lesión, lleva aparejado consigo,
perturbaciones de diversas naturalezas(objetivas y subjetivas), que conducen a un
daño. El daño constituye un concepto jurídicoindeterminado que el aplicador del
derecho tiene que concretar, hace referencia al detrimento o menoscabo que afecta
a cualquiera de los bienes que integran el patrimonio de la persona (material e
inmaterial).

MANIFESTACIONES DEL DAÑO CORPORAL


Anatómicas: Las que afectan a cualquier tejido, órgano, aparato o sistema de la
economía corporal, con independencia de su función.

Funcionales: Afectan la función de cualquier tejido, órgano, aparato o sistema.

Estéticas: Afectan la belleza, armonía y/o estimación de la persona.

Morales: Son manifestaciones colaterales de la propia lesión o daño corporal,


generalmente evidentes en la esfera psíquica.

Extracorpóreas: Cuando la lesión corporal trasciende del propio cuerpo, derivando


daños o perjuicios físicos o morales sobre personas o cosas.

Si el daño es el detrimento, pérdida o menoscabo de un bien de la persona, sea


material o personal, daño corporal es el detrimento o menoscabo de cualquiera de
los dos bienes que integran su patrimonio biológico, somático, corpóreo o
psicofísico, es decir la vida y la salud, daño corporal es pues, la pérdida o
menoscabo que afecta a la integridad psicofísica de la persona.

PERIODO EVOLUTIVO DE LAS LESIONES


Tras una lesión, se ponen en marcha una serie de mecanismos biológicos
destinados a reparar los tejidos lesionados. A veces estos recursos son suficientes
para completar el proceso de reparación biológica, sin necesidad de actuación
externa. En otras ocasiones se requiere la ayuda médica o quirúrgica, para que
mediante maniobras, tratamientos, intervenciones farmacológicas o quirúrgicas se
llegue a la curación, se acorte el periodo curativo o se disminuye la posibilidad de
secuelas.

Cada lesión tiene un tiempo de curación, dicho proceso es dinámico, evolutivo y


complejo, y varía en función de la naturaleza de la propia lesión, los recursos
biológicos del individuo y la actuación médica sobre la lesión, este proceso de
reparación biológica involucra:

7
Estadio de instalación
 Estadio de reacción
 Estadio de reparación
 Estadio de consolidación

Si bien la variabilidad biológica individual de las personas influye en el proceso de


reparación biológica, podemos considerar que existen unos límites habituales de
tiempo de curación de lesiones, considerando unas condiciones normales y fuera
de circunstancias específicas.

En consecuencia, el tiempo de curación o tiempo de reparación biológica de la


lesión, es aquel que media entre:

 El momento de producirse la lesión y el de la curación o restitución, reparación


biológica

 El momento de producirse la lesión y el momento en que se estabiliza como


secuela. (Momento en que no es posible obtener mayor grado de
restitución/reparación biológica).

b. CLASIFICACIÓN JURIDICA DE LAS LESIONES DE ACUERDO AL


CODIGO PENAL PERUANO:

El Artículo 2° de nuestra constitución proclama que, toda persona tiene derecho a


la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo
y bienestar.

Y el código penal en su artículo 121º inicia proclamando “El que causa a otro daño
grave en el cuerpo o en la salud”. Por lo que desde el punto de vista estrictamente
médico el bien jurídico protegido es la salud, el mismo que constituye un
supraconcepto que incluye la integridad física, psíquica y social.

Según el Código Penal, no toda lesión física o psíquica, supone la comisión de un


delito, puesto que si esta no llega a un cierto grado de gravedad, nos hallaremos
ante una falta; para establecer esta diferencia y tipificar jurídicamente un hecho, se
han establecido criterios:

- Cuantitativos: De tipo cronológico, expresado en días de Asistencia o descanso,


según prescripción facultativa.

- Cualitativos:

 Las que ponen en peligro inminente la vida de la víctima. o Las que mutilan
un miembro u órgano principal del cuerpo.

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 Las que lo hacen impropio para su función.
 Las que causan a una persona incapacidad para el trabajo. o Las que causan
invalidez.
 Las que causan anomalía psíquica.

Respecto a la tipificación de las lesiones de acuerdo al Código Penal y Código


Procesal Penal, escapan a la competencia del médico y no debe ser consignado en
el Peritaje Médico Legal de lesiones. Algunos aspectos requieren acceso a
información criminalística adicional, o son susceptibles de la aplicación de otros
criterios jurídicos, por ejemplo:

- Intencionalidad o finalidad perseguida por el autor.


- Medios lesionales: sobre la evaluación del instrumento, arma, objeto,
medio, método o forma que han producido la lesión, como
susceptibles de causar graves daños o reveladores de intencionalidad
en la acción.

c. CRITERIOS JURIDICOS CUANTITATIVOS (CRONOLÓGICOS)


PARA LA TIPIFICACIÓN DE LAS LESIONES CORPORALES

Tipo Penal Lesiones Descanso Médico Legal

LESIONES CULPOSAS HASTA 15 DIAS

FALTAS LESIONES DOLOSAS HASTA 10 DIAS

LESION LEVE HASTA 15 Y DE MENOS DE 30

DELITOS CULPOSO LESION GRAVE 30 O MAS DIAS

DOLOSO LESION LEVE MAS DE 10 Y MENOS DE 30


DIAS(11 A 29 DIAS)

LESION GRAVE 30 A MAS DIAS

En el código penal, se sugiere que la valoración médico legal cuantitativa de las


lesiones, se realice en términos de:

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1. DÍAS DE ASISTENCIA FACULTATIVA:

- Es el número de veces que el evaluado requerirá objetivamente asistencia por un


facultativo (implica la realización de un acto médico o sanitario), y que está referida
directamente con el procedimiento de diagnóstico, tratamiento o vigilancia del
tratamiento aplicado y de las probables complicaciones que se pudieran presentar.
No se consideran dentro de este rubro las referidas a la asistencia facultativa con
fines de asesoramiento o certificación.

- En el supuesto de que, para una misma lesión, y de manera continuada o


concatenada se requiera una intervención multidisciplinar (varias especialidades
médicas en un paciente en una sala de emergencia, observación u hospitalización
para el establecer el diagnóstico), constituyen una sola asistencia facultativa aunque
haya pluralidad de actuaciones. Existe consenso en el sentido de que una primera
asistencia facultativa se desdobla en una segunda, cuando cambia la finalidad del
acto sanitario, por ejemplo, cuando se trata de aclarar su hay algún estado
patológico preexistente ajeno a la lesión que contraindique cierto tratamiento, las
evaluaciones pre quirúrgicas, etc.

- A efectos de la legislación nacional, debe entenderse que el término facultativo,


implica una titularidad que solo se atribuye al médico y en los aspectos específicos
propios de su profesión a los odontólogos y obstetras.

2. DÍAS DE DESCANSO MÉDICO LEGAL:

- Tomando en cuenta el criterio cronológico establecido en el código penal, para


realizar la valoración del daño corporal ocasionado por las lesiones, no podemos
abarcar todo el periodo de curación/restitución/reparación de la lesión, por tanto,
teniendo en cuenta que las lesiones evolucionan pasando por diferentes estadios,
podemos evidenciar dos periodos claramente diferenciados:

 Una fase de reparación biológica inicial o primaria, donde se producen los


fenómenos inflamatorios y de reparación propiamente dichos.
 Una fase de reparación biológica tardía, donde se producen principalmente
fenómenos de reabsorción y remodelación, a efectos de obtener el mayor
grado de restitución/reparación biológica.

- Por tanto, los días de descanso médico legal, se refiere al tiempo aproximado que
requiere una lesión para lograr su reparación biológica primaria. Su utilidad dentro
del ámbito jurídico, consiste en orientar a la autoridad competente para la tipificación
jurídica de la lesión.

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Los días de descanso médico legal no deben confundirse con los días de descanso
médico asistencial o de incapacidad temporal para el trabajo, puesto que para su
determinación se toman en cuenta criterios distintos y persiguen finalidades
distintas.

11
DIAS DE DESCANSO DIAS DE DESCANSO MEDICO ASISTENCIAL O
MEDICO LEGAL INCAPACIDAD TEMPORAL PARA EL TRABAJO

- Su finalidad es la de orientar y - Su finalidad es la de hacer constar el tipo de contingencia


facilitar al Operador de Justicia (enfermedad, accidente o procesos fisiológicos como la
(Fiscales y Jueces), la tipificación maternidad) y la duración de la incapacidad temporal derivado
jurídica de los delitos contra el cuerpo de dicha contingencia (periodo de descanso físico) para que la
y la salud. persona retorne a sus actividades habituales o a su trabajo,
por tanto tiene connotaciones en el área del derecho civil,
derecho laboral, subsidios sociales, seguros, etc.

- Para su determinación se toma en - Para su determinación se toman en cuenta criterios basados


cuenta criterios basados en. a) en: a) Severidad de la enfermedad o daño. b) Trabajo o
Severidad de la lesión. b) Tiempo de actividad habitual. c) Tipo de tratamiento o procedimiento
reparación biológica primaria de la empleado. d) Factores complementarios: edad, sexo,
lesión. c) Tipo de tratamiento o enfermedades concomitantes, referencias, contrarreferencias,
procedimiento empleado. d) Estado etc
preexistente del lesionado
(concausas preexistentes). e)
Factores complementarios: edad,
sexo.

- El contenido y conclusiones se - Sus conclusiones se fundamentan en la ciencia médica, y


fundamentan en la ciencia médica, para su elaboración fundamentalmente el criterio médico
sin embargo en su elaboración asistencial y la normativa específica existente.
deben seguirse las formalidades de
orden jurídico y las reglas de la
actuación pericial.

- El producto final puede ser: a) Un - El producto final puede ser: a) un Certificado Médico donde
informe pericial donde se acredita los se acredita el acto médico realizado certificándose el
hallazgos evidenciados por el perito diagnóstico, tratamiento y periodo de descanso físico. b) Un
médico durante la evaluación médico Certificado de Incapacidad Temporal para el Trabajo (CITT),
legal, los métodos utilizados, los de acuerdo a la normativa de la institución pública o privada
criterios médico legales utilizados y donde se expida.
las conclusiones medico legales en
la que se valora cuantitativamente el
daño corporal ocasionado por las
lesiones. b) Un dictamen pericial o
Post facto, en el que se recogen y
comparan documentos derivados del
acto médico, opiniones de otras
especialidades médicas y la
evidencia científica, arribando a las

12
respectivas conclusiones médico
legales

4. CLASIFICACION DE ARMAS BLANCAS


Las clasificaciones clásicas incluyen a las armas blancas en el grupo de las armas
de mano, dividiéndolas en armas blancas de corte, de punta, o de corte y punta, de
tal modo que, como bien expone Raffo “El mecanismo de acción es el que nomina
la lesión y señala el arma utilizada”4

Las armas blancas pueden ser agrupadas, además de por su mecanismo de acción,
verdadero referente en el estudio médico forense que será abordado, más adelante,
de otras diversas maneras:

• Típicas o atípicas: las primeras según hayan sido diseñadas con el propósito de
cortar, perforar, dislacerar, etc., como son los cuchillos, navajas, sables, hachas y
las atípicas que surgen por el empleo como armas de ataque de instrumentos que
no han sido creados específicamente para ello, incluyéndose destornilladores,
espátulas, hojas de afeitar, tijeras y otros5.

• Convencionales y no convencionales: En dependencia de si fueron


específicamente fabricadas para el combate cuerpo a cuerpo -sables, bayonetas,
lanzas o no se crearon expresamente para este fin: cuchillos, navajas, hojas de
afeitar 6.

a. CARACTERÍSTICAS DE LAS LESIONES POR ARMA BLANCA

La literatura clásica divide las lesiones por arma blanca según el mecanismo de
acción del instrumento que las produce, pudiendo clasificarse en base a este criterio
como:
• Heridas simples: Se producen cuando el arma actúa por un único mecanismo, y
pueden ser:

4
Raffo OH. La Muerte violenta. Buenos Aires: Universidad; 2004. pp. 44-50.
5
Casas JD, Rodríguez MS. Manual de Medicina legal y forense. Madrid: COLEX;
2000. pp. 725-65.
6
Hinojal R. Manual de medicina legal, toxicología y psiquiatría forense (1). Oviedo:
Sociedad asturiana de estudios y formación interdisciplinar en salud; 1997. pp.
317-25.

13
— Heridas punzantes: Son el resultado de la acción de la punta del instrumento, y
en ellas la profundidad de la lesión es mayor que la longitud de la herida en
superficie.
— Heridas incisas: Se producen como resultado del corte del instrumento lesivo por
uno o más filos, determinando una herida larga y de escasa profundidad en relación
con su longitud.
— Heridas dislacerantes: Debidas a la acción de agentes lesivos que distienden los
tejidos rasgándolos o dislacerándolos.

• Heridas complejas: Aparecen cuando el arma actúa por un mecanismo


combinado:

— Inciso-punzantes: En ellas el arma penetra mediante un extremo puntiagudo


que perfora, al mismo tiempo que con su o sus filos secciona las paredes.

— Inciso-contusas: Se producen por la intervención de un arma dotada de un fi lo


y de una gran masa.

— Perforo-dislacerantes: En las que el instrumento lesivo posee una punta que


ejerce un efecto de desgarro.

Históricamente Mata ya clasificaba las heridas por arma blanca en diferentes


categorías: producidas por arma perforante, por arma cortante, por arma
dislacerante, por arma contundente y heridas por armas que obran de dos o más
modos a la vez.

Sin embargo, Bonnet refiere que clásicamente se distinguen tres tipos: cortantes o
incisas, punzantes o perforantes y punzocortantes o perforocortantes,
considerándose ésta como las clasificación más práctica, a efectos descriptivos,
de las lesiones producidas por las armas blancas.

A. HERIDAS INCISAS O CORTANTES


Al objeto de comprender las principales características de estas heridas, conviene
de manera preliminar conocer la morfología de las armas que las producen, así
como su mecanismo de acción.

TIPO DE ARMA:

Las armas cortantes son instrumentos formados por una hoja de sección triangular,
generalmente de escaso grosor, que puede o no terminar en una punta que de
existir no penetra; entre ellas encontramos cuchillos, bisturís, navajas de afeitar.En
ocasiones, determinados objetos pueden actuar accidentalmente de manera similar
a este tipo de agentes: láminas de metal delgadas, trozos de vidrio, e incluso,
aunque causen lesiones de escasa relevancia médico-legal, algunas hojas
vegetales y láminas de papel.
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MECANISMO DE ACCIÓN:

Las armas incisas actúan mediante un filo que, bien por un mecanismo de presión
o por una presión asociada a deslizamiento, penetra en los tejidos dividiéndolos y
produciendo soluciones de continuidad, siendo el mencionado mecanismo
combinado de presión y deslizamiento responsable de unos efectos más acusados.
Tekke sintetiza este mecanismo, señalando que en estos casoslaslesiones “Se
producen al aplicar un instrumento de borde afi lado que secciona la piel,al
deslizarse sobre ella comprimiéndola”de tal modo que se origina una sección
rectilínea y uniforme de las partes blandas.

CARACTERES DE LAS LESIONES:


Una de las características que mejor define a este tipo de heridas es que sonmás
largas que profundas.Royo Villanova, en el primer tomo de sus Lecciones de
Medicina Legal describíacuatro tipos diferentes de lesiones incisas: lineales, en
colgajo, mutilantes o por rozadura.

1.- Lineales: son las que la terminología sajona denomina como“tajos”.Se producen
cuando el instrumento incide perpendicularmente produciendouna solución de
continuidad. Su morfología es característica, yaque por efecto de la elasticidad de
los tejidos los bordes de la herida se retraen adoptando la forma de un óvalo
alargado, cuyos extremos se hacen más superficiales al aproximarse a la salida,
hasta llegar a prolongarse en una excoriación superficial que recibe el nombre de
cola.

Bonnet distingue cinco características principales en este tipo de heridas:

— Longitud: Que predomina sobre la profundidad, y que es la expresiónde la acción


deslizante de la hoja afilada sobre la superficie corporal.

— El perfil del corte: Al que Thoinot describió como un triángulo de base superficial
y vértice dirigido hacia la profundidad, cuyas paredesson generalmente lisas y
regulares.

— Bordes: Por lo general son nítidos, regulares y limpios. Se reúnen enlos dos
extremos dando a la herida un aspecto fusiforme. En ocasiones,cuando la sección
afecta a un pliegue cutáneo -como es en las articulacionesde codo, rodilla, axila, o
en el cuello- estos bordes puedenadquirir un aspecto irregular.

— La retracción de los bordes: Se trata de una característica propia delas lesiones


producidas en vida, y que resulta a consecuencia de la elasticidad de las fibras de
la zona afectada, de tal forma que si el tejidoen el que asienta la lesión es elástico,

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tenso y contráctil, al recibir laincisión los bordes de la herida se retraen de modo
muy marcado.

Royo Villanova enumera los tres condicionantes de los que dependela mayor o
menor separación de los bordes: la dirección de las fibras elásticas en la región
lesionada, la disposición anatómica de lostejidos y la posición de dicha zona
afectada en el momento de producirse la lesión. Así, puede generalizarse que la
separación de losbordes será tanto mayor cuanto más perpendicular sea la incisión
respectoa la dirección de las fibras de los tejidos, llegando a su máximaexpresión
cuando el corte se produce con una dirección transversal.

También cabe decir que la retracción en determinadas zonas concretases mínima,


como sucede en el cráneo donde la dermis asienta enla aponeurosis epicraneal y
si ésta permanece íntegra la separación esescasa, al igual que ocurre en la palma
de la mano, en la que sólo si seafecta la aponeurosis palmar se produce la
separación de los bordesde la herida. Respecto a la posición de la región afectada,
resulta evidenteque una herida transversal en cuello presenta más
separacióncuando éste se encuentra en extensión que hallándose flexionado.

— Extremos: El estudio de los extremos de una herida incisa resulta degran


importancia médico legal, puesto que permite determinar congran precisión algunas
de las cuestiones más trascendentales de lapericia. Cuando como ocurre en la
mayoría de los casos, el mecanismopredominante es el de presión/deslizamiento,
los ángulos de la heridase prolongan superficialmente en dos líneas denominadas
colas,que pueden ser de ataque o de salida, y que no siempre mantienenla misma
dirección que la lesión principal. La de ataque representa elcomienzo de la incisión,
y debido a que generalmente está hecha conmás fuerza resulta más corta y
profunda, mientras que la de salidadibuja el arma desplazándose sobre la superfi
cie cutánea al abandonarel cuerpo, siendo denominada por Simonin “cola de rata”
ypor otros autores “cola terminal”. Si bien lo más frecuente es observartan sólo una
de ellas, que será la terminal, en ocasiones aparecencolas en ambos extremos, de
modo que, como ya se ha expuesto, lade entrada es profunda y corta,
comprometiendo todos los planos,mientras que la de salida se va haciendo más
superficial y el trazo es más largo. Sin embargo, existe a este respecto una
excepción deextraordinaria importancia en patología forense, que fue descrita
porCanuto en 1.928 al exponer un fenómeno que denominó “inversión dela coleta”,
que consiste en que en el degüello suicida la cola larga esla de entrada, mientras
que la de salida, producida por un despegamientodel arma y no por deslizamiento,
es corta y profunda. Asípues, vemos como el estudio detallado de los extremos de
la heridapermite determinar la dirección del arma en el contacto con el cuerpode la
víctima.

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B. HERIDAS PUNZANTES O PERFORANTES
TIPO DE ARMA:

Se trata de instrumentos cilindrocónicos alargados, con sección por lo general


circular o elíptica de diámetro variable, terminados en una punta que puede ser más
o menos aguda. Clásicamente se dividen en naturales -espinas, aguijones y otras
defensas de animales o artificiales alfileres, agujas, clavos, flechas, etc.

Simonin las clasifica en razón de la morfología de su perfil, distinguiendo entre


aquellas que lo tienen redondeado -aguja, lezna, punzón, clavo y las que lo
presentan con aristas -espada, florete, tijera.

MECANISMO DE ACCIÓN:

Este tipo de armas punzantes o perforantes penetra en los tejidos a modo de cuña,
mediante la fuerza viva que se concentra en su punta, disociando y desplazando
lateralmente las fibras sin provocar una gran mortificación en las zonas lesionadas.
Como dice Pacheco “su punta aguda atraviesa la piel, divulsiona las fibras elásticas
sin seccionarlas y penetra en profundidad, dejando un orificio de entrada de bordes
romos”. Sin embargo, este mecanismo general de acción presentará
particularidades dependiendo del grosor del instrumento lesivo, de tal modo que si
es muy fi no, la dislocación será tan pequeña que una vez retirada el arma, los
tejidos, por su elasticidad, volverán sobre sí mismos hasta la práctica desaparición
del trayecto originado. Pero el arma puede también presentar un diámetro mayor,
en cuyo caso esa dislaceración se convierte en un auténtico desgarro que, tras la
extracción del arma, impide el retorno completo del tejido a su estado previo,
persistiendo una solución de continuidad que hace que el trayecto a nivel superficial
permanezca visible.

CARACTERÍSTICAS DE LAS LESIONES:


Di Maio incluye este tipo de lesiones entre las penetrantes, y diferencia enellas una
herida cutánea visible a la que denomina componente externo y unaherida interior
más profunda a la que llama componente interno .El orificio de entrada se
encuentra generalmente en la piel o en las mucosas,siendo una de sus principales
características la ausencia de proporción entrelas dimensiones de la herida y las del
instrumento; tal como ya expresaba Matahace ciento cincuenta años “por regla
general puede establecerse que las heridas hechaspor un arma perforante no
presentan casi nunca exactamente la dimensión del cuerpo vulneranteque las ha
producido. Siempre son más pequeñas, por cuanto separadas las fibrasdel tejido,
tienden a volver a su estado por su elasticidad y se reducen al menos en el
sentidotransversal de su disposición, por lo cual quedan oblongas, como lo hemos

17
indicado pocohace. Por esto hay que suponer en tales casos mayor diámetro del
arma”

Las características de la lesión debe analizarseel trayecto. Aparece en forma de


una línea rojiza que resulta del derramesanguíneo en el interior del canal que
atraviesa los tejidos lesionados. En éldebe estudiarse la dirección de la herida por
planos, para comprobar como encada uno de ellos es diferente dependiendo de la
que poseen sus elementoselásticos, encontrándose en ocasiones cómo en dos
túnicas consecutivas aparecensoluciones de continuidad que forman entre sí un
ángulo recto, tal comosucede en las heridas en el estómago: “en la serosa, la
hendidura tiene una direcciónparalela a la de las curvaturas; en la muscular se
observa una dirección transversal, y enlas mucosas una dirección un tanto oblicua”
El orificio de salida no siempre existe en este tipo de lesiones, pero cuando está
presente tiene los bordes irregulares y evertidos, al perforarse la piel de dentrohacia
afuera, originando una especie de estallido con fi suras y roturas atípicas.El
diámetro de esta lesión suele ser menor que el del orificio de entrada, ya quecuando
está presente sólo alcanza a producirlo la punta del arma. Evidentemente la
fisonomía del borde del orificio difiere de la producida en la entrada del
arma,careciendo entre otras características de la denominada “orla de
excoriación”.En caso de que el arma no atraviese totalmente la región afectada, y
en consecuencia no aparezca orificio de salida, deberá estudiarse detenidamente
el fondode la lesión, puesto que en él pueden hallarse restos de suciedad e
inclusofragmentos y astillas del instrumento lesivo que pueden ayudar a
identificarlo.

C. HERIDAS CORTO-PUNZANTES
Representan el tipo de heridas por arma blanca con mayor trascendencia desde
una perspectiva médico forense, al tratarse de las más frecuentes en casos de
homicidio y de suicidio.

TIPO DE ARMA:

Se trata de instrumentos formados por una lámina dotada de una o más aristas
afiladas y cortantes que termina en punta, clasificándose según el número de filos
en monocortantes, bicortantes ypluricortantes, siendo algunos ejemplos las navajas,
cuchillos, puñales, etc. Su mecanismo de acción es mixto, actuando por la punta y
por el fi lo simultáneamente, de tal modo que el predominio de uno u otro dependerá
por una parte de cómo el instrumento incida en la superfi cie del cuerpo y por otra
de la agudeza de sus bordes cortantes. Así, mediante la punta ejercen una acción
de cuña disociando las fibras, mientras que con el fi lo dividen los tejidos y los
desplazan.

18
CARACTERÍSTICAS DE LAS LESIONES:
En estas lesiones destaca la mayor profundidad respecto de su longitud en
superficie, de tal manera que son heridas que penetran, pudiendo afectar
aestructuras vitales determinando con ello la muerte.

Al igual que las heridas punzantes, Di Maio y también Knigth, incluyena estas
lesiones entre las penetrantes, llegando el primero a afirmar “el arma másutilizada
para producir una herida punzante o penetrante es un cuchillo”.Deberán distinguirse
en el estudio de este tipo de lesiones los siguienteselementos constituyentes:

Orificio de entrada: Su morfología varía según el instrumento empleadoy los


posibles movimientos del agresor o de la víctima una vez que el arma haingresado
en su organismo, de tal modo que Royo Villanova diferencia distintos tipos de
orificio: Producidos por una hoja sutil y bicortante, por una hoja no muy gruesa y
monocortante, por hoja monocortante gruesa con borde romomuy grueso, por hoja
pluricortante, por hoja de superficie irregular y corte ocortes desafilados, y por hoja
que cambia de dirección dentro de los tejidos• Si el instrumento es plano y
bicortante, el componente externo adopta la forma de una fi sura parecida a la que
produce un instrumento cortante,adquiriendo una mayor profundidad, de forma que
la dirección de laherida sigue la del eje transversal del arma y es por tanto
independiente de las fibras elásticas, lo que sirve de elemento diferenciador
respecto delas lesiones punzantes. En estas heridas ambos extremos son agudos
yen ellos puede no observarse ninguna cola si el arma penetró y salió
perpendicularmente,una si al entrar o al salir formó un ángulo agudo queserá tanto
más larga cuanto más agudo haya sido el ángulo formado-, odos, si formó un ángulo
agudo tanto al entrar como al salir por extremosopuestos.

• Si la hoja es no muy gruesa y monocortante, las heridas producidas sediferencian


de las anteriores en que presentan un extremo agudo, quepuede prolongarse con
una cola, y el otro más romo, como redondeado.Cuando el arma incide de modo
perpendicular a la dirección de las fibraselásticas de la piel, la forma que adopta la
herida es oval, si bien en estoscasos la aproximación de los bordes pondrá de
manifiesto la diferenciadescrita entre los ángulos de ambos extremos.

• Si la hoja es gruesa y monocortante, el ojal producido tiene forma de hendidura


triangular alargada, distinguiéndose claramente entre unextremo agudo originado
por el fi lo y uno romo opuesto al anterior, debidoal lomo del arma, que constituye la
base del triángulo descrito. Enocasiones la herida termina en una pequeña línea
que describe un ángulocon la principal, conformando dos hendiduras que se
correspondencon los ángulos del borde romo de la hoja, dando un aspecto que
Simonindescribe como “punta de fl echa”, y que verdaderamente se asemejaa una
“cola de pescado”.

19
• Si la hoja es pluricortante, el orificio que produce tiene una morfologíaestrellada
con tantas puntas como bordes afi lados posea el arma, siemprey cuando penetre
de forma perpendicular a la superfi cie cutánea ya que,de no ser así, puede ocurrir
que alguno de los fi los no quede marcado.En otras ocasiones, en las que el arma
penetra varias veces en la mismazona, también estas características pueden verse
modificadas.Pero además de la morfología del arma, que claramente va a definirla
constitución del orifi cio de entrada, las características de éste puedenvariar debido
a otra serie de factores relacionados con partes del instrumentolesivo o con las
condiciones en las que se produce el ataque.

• Hoja de superficie irregular y corte o cortes desafi lados: El


instrumentocaracterístico de este tipo es la lima, que produce una lesión con su
bordecortante. El ángulo de la herida no es muy agudo y no presenta
cola,observándose en los márgenes, que aparecen ligeramente equimóticos
ytumefactos, numerosos y pequeñísimos desgarros.

• Heridas con cambio de dirección dentro de los tejidos: Si el arma penetracon una
orientación y es retirada con otra distinta bien debido a movimientosvoluntarios del
agresor que imprime al arma una rotación sobresu eje, o a movimientos voluntarios
o involuntarios de la víctima cruzaen su salida el trayecto inicial, dando lugar a una
sección secundaria quedeja en la piel una herida única de aspecto anguloso y con
grandes ramas,que asemeja a la resultante de dos cortes dados en el mismo
punto,y que los distintos autores asimilan a diferentes morfologías.

• Di Maio introduce un elemento importante en la morfología del


componenteexterno, al exponer que las armas con un solo fi lo pueden
producirheridas cutáneas en las que ambos extremos son romos o
cuadrangulares.Esta característica puede aparecer cuando el instrumento ha sido
introducidohasta la empuñadura, debido a que la mayoría de los cuchillostienen una
parte corta de la hoja inmediatamente delante del guardamano,denominada talón,
que carece de fi lo por ambos bordes .

• Las tijeras representan un tipo especial de instrumento corto punzante,obrando de


dos modos diferentes según se encuentren cerradas o abiertas,en cuyo caso posee
dos extremos inciso-punzantes. Si la tijera penetracerrada determina una única
herida que presenta generalmente unapequeña melladura en uno o ambos lados,
adoptando una forma característicaen “Z” o en destello de rayo . Si está abierta, lo
más común esque sólo penetre una de las hojas dando lugar a una herida de
aspectosimilar a la producida por un cuchillo, pero si penetran las dos
ramasaparecen dos lesiones a modo de fi sura, separadas entre sí en

20
dependenciade su abertura, formando una “V” con colas en los bordes proximalesde
ambos ojales.

Trayecto: La principal característica del trayecto originado por este tipo de armas,
es que la lesión en los diferentes tejidos que atraviesa está orientada entodos ellos
en la misma dirección, a diferencia de lo ya descrito en las heridasperforantes en
las que depende de las fibras elásticas, que en este caso únicamente influyen en
su dimensión. Resulta de importancia conocer que las lesionesen órganos dotados
de movilidad pueden presentar un mayor tamaño queel arma, tal como sucede en
pulmones o en diafragma, con una característicamorfológica añadida en corazón,
en la que la herida adopta una forma de acento circunflejo ya que al contraerse se
hiere a sí mismo contra el instrumento.Una última particularidad respecto al trayecto
reside en la posibilidad de quesea único o múltiple para un único orificio de entrada,
en razón de que el armasea o no nuevamente introducida sin haberse extraído del
todo.Este canal puede ser completo determinando la aparición de un orificio
desalida, que será estudiado a continuación, o bien quedar en fondo ciego.

Orificio de salida: Como acaba de exponerse no siempre existe, pero encaso de


aparecer presenta unas marcadas diferencias respecto al de entrada: enprincipio es
de menor tamaño, ya que las armas de este tipo suelen ser más finasen la punta,
pero además, su morfología es generalmente diferente debido a queen la mayoría
de estos instrumentos la punta suele ser bicortante y la base monocortante, de tal
modo que el orificio de salida presenta características de heridabicortante mientras
que el de entrada semejará las de una monocortante.

En ocasiones, pueden aparecer dos orificios de entrada y uno de salida enzonas


del cuerpo que resultan atravesadas por un arma que alcanza la regiónadyacente
penetrándola, como puede ocurrir en extremidad superior o enmama con
subsiguiente entrada en región contigua de tórax.

D. HERIDAS INCISO-CONTUSAS
TIPO DE ARMA:

Se trata de armas dotadas de una hoja afilada y de un cierto peso que


lesproporciona una mayor fuerza viva, como es el caso de hachas, azadas,
sables,etc. En otras ocasiones son instrumentos cortantes cuyo fi lo se encuentra
parcialmentemellado.

MECANISMO DE ACCIÓN:

Estos instrumentos combinan la acción cortante por la existencia de un filocon el


mecanismo contundente derivado de su peso, de tal forma que cuantomayor sea su
masa, tanto más predomina la acción de su fuerza viva sobre lacortante. Para Raffo,

21
existe un “predominio del peso sobre la perfección del filo”, en el que lo habitual es
el golpe dirigido de arriba hacia abajo y a la cabeza.

Características de las heridas:


Se trata de lesiones lineales de perfil triangular, en las que la limpieza de los bordes
depende del filo de la hoja, y en las que no existe cola, ya que el armaal atacar los
tejidos profundiza sin resbalar sobre ellos. No obstante, y siendo éstas las
características generales, Font Riera describe un caso de homicidiocon hacha, en
el que debido al gran filo que presentaba el agente lesivo se apreciabannítidas colas
en algunas de sus heridas .

Las características principales que aparecen con carácter general en estetipo de


heridas son:

• Contusiones en los bordes, que no son muy marcadas puesto que la soluciónde
continuidad se produce siempre por diéresis tisular.

• Ángulos con ausencia de colas.

• Bordes poco netos con paredes irregulares, que no presentan puentes detejidos
entre ellos.

• Profundidad que llega a interesar huesos -en los que provocan fi suras yfracturas
de aspecto irregular y astillado, órganos vitales, e incluso puedenproducir
amputaciones y separación de la cabeza.

• Fondo profundo formado por tejidos dislacerados.

• Predominio de la extensión en superficie.

E. HERIDAS DISLACERANTES
Pedro Mata, en su tercera edición del Tratado de Medicina y Cirugía Legal, incluye
entre las armas blancas los instrumentos dislacerantes, mencionandoen este grupo
las garras, las uñas, y otros instrumentos con varias puntas.

MECANISMO DE ACCIÓN: Estos agentes actúan distendiendo los tejidos hasta el


extremo de superarsu elasticidad, rasgándolos o dislacerándolos.

CARACTERÍSTICAS DE LAS LESIONES:


Estas lesiones pueden guardar una relación morfológica con el agente lesivo,de tal
modo que en las armas dotadas de varias puntas se reproducenlesiones que
presentan un paralelismo similar al de las distintas partes delinstrumento. Otro tanto
puede decirse con respecto al diámetro de la lesión yal volumen de cada una de las
puntas dislacerantes.

22
Además, las lesiones se caracterizan por presentar desgarros y mutilaciones de
superficie irregular, con colgajos que presentan diferentes formas según elalcance
de los arrancamientos. Tan sólo si se afecta de modo exclusivo la superficie
cutánea, la herida dislacerante tendrá similitud con las lesiones
contusas,diferenciándose de ellas por la práctica inexistencia de equímosis.

F. LESIONES PUNZOCONTUSAS
Grandini también incluye entre las armas blancas a un grupo más de agenteslesivos
a los que denomina punzocontundentes .

TIPO DE ARMA:

Se trata de instrumentos que tienen una punta roma y están dotados deuna gran
masa, produciendo heridas más profundas que extensas. Entre ellaspuede incluirse
la chaira y el pico.

MECANISMO DE ACCIÓN:

Actúan separando las fibras de la piel y de los tejidos, contundiendo las


zonasadyacentes y penetrando en profundidad, de tal modo que aparecen
equimosis alrededor de la herida.

G. HERIDAS POR AGENTES ATÍPICOS:


El ejemplo más representativo en patología forense corresponde a las
heridasproducidas por fragmentos de vidrio.Las características de estas lesiones
son similares a las de las heridas típicas,presentando bordes nítidos que suelen ir
acompañados de excoriacionesen los extremos del corte, producidas por el
deslizamiento del vidrio sobre lapiel, de tal forma que cuando penetran en ella y
cuando la abandonan originanun despegamiento de los planos superficiales.

5. CUESTIONES MÉDICO FORENSES


Son varias las cuestiones de interés médico forense que debe plantearse el
patólogo, ante una necropsia en una víctima por arma blanca: la etiología médico
legal del suceso, el mecanismo de la muerte, la data de producción de las heridas,
la identificación del agente causal, la posición relativa víctima agresor, la intensidad
de la violencia ejercida por éste durante el ataque y otras cuestiones de interés en
casos de heridas múltiples.

23
CAPITULO II

1. ETIOLOGÍA MÉDICO-LEGAL DEL SUCESO


Esta es una de las cuestiones más trascendentes en el ámbito forense, yaque de
su clara determinación puede derivar la necesidad de investigar la autoríade
terceras personas, o que no sea preciso hacerlo en el caso de que laresponsabilidad
se haya extinguido con la propia víctima, de ser ella misma lacausante del
suceso.Para ello, el patólogo forense deberá proveerse de un arsenal de datos
procedentesde una exhaustiva investigación, que se iniciará en el mismo lugarde
los hechos y proseguirá con el examen del cadáver, en el que serán de graninterés
el tipo, número, dirección y localización de las lesiones y el estudio desus
vestimentas, debiendo todo ello relacionarse posteriormente con el
armapresumiblemente empleada.

1.1 El examen de la escena es de extraordinaria importancia en la


patologíaforense, tal como señala el viejo aforismo que dice “la autopsia
comienzaen el lugar de los hechos”.Debe atenderse de manera especial al posible
desorden y a las señalesde lucha, que indicarán la intervención de un tercero, a la
existenciade notas, a cualquier indicio que oriente hacia el empleo combinadode
otros mecanismos lesivos -presencia de psicofármacos o sustanciastóxicas,
cuerdas o cables anudados- y en definitiva, a cualquier otracircunstancia por nimia
que inicialmente parezca, que pueda contribuira resolver esta cuestión.

La presencia del arma en el lugar también permite orientar la investigaciónetiológica


del hecho, de tal modo que la posible identificaciónde su propiedad, en el caso de
que pertenezca a la propia víctima, puedecontribuir a determinar su autoría. Por otra
parte, lo más habitual esque si se trata de un suicidio el arma permanezca insertada
en la herida,aparezca junto al cadáver en el caso de que la muerte no haya sido
inmediata,e incluso pueda encontrarse aprisionada en la mano del suicida
aconsecuencia del espasmo cadavérico, mientras que como dice Mata enla cuarta
edición de su tratado “El matador hiere y escapa con el arma”.También la actitud de
la víctima en el propio escenario de los hechosnos va a aportar datos de importancia
en la orientación de la etiologíamédico legal del fallecimiento. Con carácter general,
y a modo meramente ilustrativo, puede decirse que el suicida frecuentemente se
agrede depie o sentado, más raramente tumbado, siendo un rasgo común en
muchosde ellos la producción de las autolesiones frente a un espejo.En ocasiones
se comprueba a través del estudio del lugar una etiologíaaccidental, relacionada o

24
no con actividad laboral, de modo que enel primer caso pueden observarse lesiones
similares a las producidas porun arma blanca debidas al efecto cortante de algún
tipo de maquinaria,mientras que en el segundo pueden deberse a la acción de
instrumentosdomésticos como vasos, botellas u otros envases, cuyos fragmentos
puedenproducir heridas que conducen al fallecimiento de la víctima.

El estudio completo del cadáver


supone el eje central de la actuación delpatólogo forense, y en él será primordial
el exhaustivo reconocimiento detodas las lesiones que presente y de sus
características, debiendo realizarsela valoración según sea su tipo, localización
y número.

2.1. En primer lugar se evaluará el tipo de las heridas, entre las que podemoshallar
diversas variantes signifi cativas que permiten dirigir lahipótesis sobre la etiología
médico-legal de la muerte en uno u otrosentido:

 Heridas de prueba o tentativas: Se trata de lesiones autoprovocadasen las que


se observa un patrón típico, al aparecer generalmente variasheridas agrupadas
que se encuentran paralelas unas a otras. Enellas se distinguen cortes
superficiales que pueden presentar “colas de vacilación” que son cortas y de
entrada a la lesión definitivajunto a otros más profundos que se corresponden
con un aumentode la determinación de lesionar. En el homicidio estas
lesionestentativas o de prueba están ausentes.
 Heridas de defensa: Se producen por la acción instintiva de protecciónde la cara
y la cabeza al sufrir un ataque, y su localizaciónpreferente es en región externa
de antebrazos y muñecas y en dorsoo palmas de las manos. También pueden
aparecer en las flexurasde las falanges cuando el agredido trata de defenderse
sujetandocon las manos el arma; su adecuada exploración exigirá extenderlos
dedos, en una maniobra que en ocasiones resulta dificultosadebido a la rigidez
cadavérica. La aparición de este tipo de lesionesorienta evidentemente hacia el
homicidio, y permite constatar quela víctima se encontraba consciente y no fue
atacada por sorpresa,probando además que podía moverse.
 Heridas aberrantes: Aparecen en el degüello homicida acompañandoa las
lesiones del cuello, y se encuentran localizadas en cara,nuca y mentón.
Representan la huella de golpes fallados por losmovimientos de protección de la
víctima.
 Heridas intimidatorias: En ocasiones, puede aparecer a nivel cervicaluna lesión
típica, a modo de erosión simple o arañazo, localizadaen región
esternocleidomastoidea, que se produce por el roceo contacto del arma sobre la
superficie cutánea. Este tipo de lesiónpuede observarse en casos en los que
produciéndose la muerte porheridas en otras regiones, el ataque se acompaña

25
de una agresiónsexual, y se corresponden con el empleo inicial del arma como
instrumentointimidatorio, presionando con ella sobre el cuello.
 Lesiones asociadas: Se trata de autolesiones que aparecen en la superficie
cutánea de la mano con la que se aplica la violencia, comoconsecuencia de la
presión ejercida al momento de inferirse las heridascon un arma sin mango
dotada de varios filos. El caso más típicoaparece en suicidios por sección de
trayectos venosos medianteel empleo de cuchillas de afeitar, observándose
pequeñas heridas de2 a 5 mms. de longitud que afectan a epidermis y dermis
de carapalmar o anterior del dedo índice.
 Marca en el rostro: denominada también “pifia” porquesu ubicación y dirección
semeja a los cordones de un tipo de sombrero, que llevan ese nombre. Su única
finalidad es dolosa y aparecen en agresiones.

2.2. La localización de las heridas: Resulta evidente que para un diagnóstico de


suicidio se tendrá en cuenta la región donde asienta la herida, que debe ser
accesible a un instrumento empuñado por el propio individuo, mientras que en las
heteroagresiones pueden alcanzarse zonas que no son asequibles a la víctima por
sí misma.

Las heridas suicidastienen unas zonas concretas de elección, como son el cuello,
laparte anterior del tórax y las muñecas, siendo las dos primeras másfrecuentes en
hombres y la última en mujeres. Las heridas homicidas,como dice Mata en una
preciosa descripción al respecto, no aparecenen lugares selectivos o concretos, y
así, refi riéndose al agresor relata:“quien dominado de la pasión que le impulsa, no
se entretiene en esos pormenores;hiere donde puede”.

• La lesión suicida en el cuello se corresponde con el degüello, que es definido por


Pacheco como “la lesión de la región anterior o lateral del cuello con armacortante,
que alcanza profundidad variable, interesando todos los órganos de laregión hasta
el plano vertebral” .El degüello es la lesiónpor arma incisa que con más frecuencia
provoca la muerte, y sin embargoes la menos usual en nuestro medio.

Destaca en su morfología la anchura de la herida, que predominasobre las demás


dimensiones, resultando considerable la separaciónde sus bordes hasta parecer
que falta una parte del cuello. Existenuna serie de características que permiten
diferenciar su etiología, yson las siguientes:

 Dirección: En el degüello suicida la herida se inicia en la zonaizquierda del


cuello, por debajo del ángulo mandibular, descendiendooblicuamente por la
parte anterior hasta terminar en ellado derecho a un nivel ligeramente inferior,
de tal modo que sulocalización es antero-lateral izquierda; en los zurdos la
lesión seinicia en la zona derecha y describe un trayecto simétrico al

26
descrito.Sin embargo, en el degüello homicida la incisión puede sermás
horizontal y de abajo hacia arriba, siendo habitual queexista una gran
variación en su dirección dependiendo de los movimientosde la víctima o del
agresor durante la lucha. Lo habitualen estos casos es que si el ataque se
produce desde atrás, la heridacomience de detrás o cerca del pabellón
auricular del lado contrarioa la mano que sujeta el arma, continuando a través
de laparte anterior del cuello de forma horizontal, para finalizar en ellado
opuesto a un nivel más bajo que el inicial (23); si el ataque seproduce desde
delante la herida será corta y angulada, hiriendo laregión cervical opuesta a
la mano que prende el arma.

 Profundidad:La herida suicida es por lo general menos profundaque la


homicida. En los casos de autolisis esta profundidades mayor en su zona de
origen, de tal modo que con frecuencia estánseccionados los vasos
sanguíneos en el lado izquierdo si bienSimonin afirma que al estar la carótida
protegida por el esternocleidomastoideo raras veces resulta afectada,
mientras las víasaéreas pueden estar seccionadas a nivel de la laringe en su
parteanterior. El homicida puede incidir de manera muy profunda,
alcanzandola laringe e incluso la columna vertebral: “Una sola heridamuy
limpia y profunda que divide de una vez el tejido anterior del cuello abriendo
los vasos, es más propia del homicidio que del suicidio”

 Uniformidad: La herida suicida no suele ser uniforme, y presenta pequeñas


lesiones superficiales en las proximidades delpunto de inicio, denominadas
“retomas o cortes de prueba” : “a consecuenciadel dolor y de la falta de
decisión el suicida vibra el golpe conmano insegura, ataca la piel en varias
veces, y así se observan a menudo enlos bordes de la herida incisiones
suplementarias poco profundas” .Multiplicidad de las lesiones: En el suicida
es frecuente la presenciade múltiples colas de vacilación, que son cortas y
superficiales yque pueden ser paralelas o confluentes respecto a la herida
definitiva.Font Riera describe este tipo de lesiones como heridas menores
detanteo, cercanas al punto de iniciación del degüello y poco profundas, que
en ocasiones pueden quedar enmascaradas por las lesiones más profundas
y definitivas llegando a pasar desapercibidas.

La sección de las venas como método autolítico es bien conocida desde la


antigüedad. En este tipo específico de mecanismo suicidaexisten dos localizaciones
preferentes, ambas en extremidades superiores, hiriéndose bien en la cara anterior
de las muñecas o en la flexura del codo, generalmente en el miembro izquierdo en
sujetos diestros. El suicida se inflinge autolesiones de escasa profundidaden las que

27
lo habitual es que no existan secciones en nervios ni en tendones, permitiéndole
tras herirse la extremidad izquierda empuñar el arma con ésta y lesionarse la
derecha, de tal modo que Bonnet considera estos hallazgos suficientes para afirmar
su naturaleza suicida. Normalmente se trata de heridas de dirección transversal u
oblicua, con colas de salida orientadas hacia el lado interno. Otras localizaciones en
las que el suicida ataca sus vasos venosos pueden ser el hueco poplíteo y, menos
frecuentemente, la región inguinal.

La localización en abdomen es más infrecuente, recibiendo el nombrede “harakiri”


la lesión suicida que se produce de abajo haciaarriba en dos tiempos: en el primero
de ellos se corta la pared abdominal,y en el segundo, que no siempre se da, se
exteriorizan lasasas intestinales, lo que a su vez puede ir o no seguido de su
sección.Siendo este tipo de suicido más propio de la cultura oriental,también
aparece en nuestro medio, aunque de modo excepcional ymayoritariamente en
enfermos mentales

3. Estudio de los vestidos: Es otro de los elementos imprescindibles en elcorrecto


estudio necrópsico ante una muerte causada por arma blanca.Clásicamente se
describe que el suicida se retira la ropa previamente acausarse el daño, y si bien no
en todos los casos esta afirmación se cumple,sí es cierto que es más frecuente en
el empleo de instrumentos punzantes,ya que estos no suelen atravesar la ropa.

4. Estudio del arma: El tipo de arma empleada también puede servir para orientar la
etiología médico legal. Así, las armas punzantes no son habitualmenteempleadas
para provocar autolesiones, llegando a afirmar que no son “las preferidas” por los
suicidas, ya que “se requiere algunafuerza moral y física, y los suicidas no las
tienen”, en que sujetos incapaces de repetir el golpe autolesivosobrevivieron horas
e incluso días con un arma clavada en elpecho que lesionaba pulmones y corazón;
sin embargo, este tipo deinstrumentos punzantes sí originan lesiones accidentales,
y homicidascon más frecuencia. En cualquier caso, el principal interés del estudio
del arma en la identificación de la etiología médico legal del ataque, radica en la
posible obtención de huellas dactilares de su autor y de indiciosbiológicos -manchas
de sangre, restos de cabello o de tejidos- que permitanconfrontar el perfi l genético
hallado con el de la víctima y con eldel presunto victimario.

5. Estudio del presunto agresor: Resulta definitiva su exploración de la formamás


precoz posible, a efectos de constatar una posible existencia de signos de lucha
excoriaciones en cara, cuello, antebrazos y manos, mordedurasen dedos,
equímosisperioculares e incluso lesiones autoproducidaspor la propia arma de
modo involuntario durante la agresión; aeste respecto cabe citar una observación
personal de degüello homicidapor ataque posterior, con lesiones faciales aberrantes
en la víctima debidasa la lucha, y una herida incisa autoinflingida de modo

28
involuntariopor el agresor en el 5º dedo de su propia mano izquierda, mientras
laempleaba para acallar a la persona agredida. También el estudio de
susvestimentas puede revelar desgarros y roturas, y aún más importante,restos de
sangre humana que podrían corresponder a la víctima

2. IDENTIFICACION DEL ARMA


Esta cuestión es uno de los aspectos más difíciles de resolver en patologíaforense,
y más aún si se trata de profundizar en la identificación específicadel arma, hasta el
extremo de que en la mayoría de las ocasiones será imposible pasar de una
identificación genérica o de establecer si es compatible queun arma determinada
que se nos presenta, con unas características concretas,pueda o no ser el agente
causal de las lesiones halladas en la víctima. La identificación del arma se iniciará
tomando como base las característicasgenerales de las heridas que ha producido
para, posteriormente, y en base a posibles signos más específicos, tratar de
aproximar la identificación concretadel instrumento lesivo.

2.1. ARMAS INCISAS:

• Las características de las heridas únicamente van a permitir afirmar quela lesión
se ha producido por un agente cortante que ha actuado por el filo, siendo la
identificación concreta del arma una cuestión por lo generalirresoluble. No obstante,
el instrumento lesivo puede presentar alteraciones en su filo en forma de
irregularidades o melladuras que van a modificar la forma de las heridas
imprimiendo en ellas un sello particular,que si bien en unas ocasiones puede alterar
las habituales característicasincisas dificultando su identificación genérica, en otras
puede contribuir,una vez solventada esa primera cuestión, a su identificación
específica.

2.1.1. Armas punzantes:

• Su identificación genérica puede ser realizada a través del mero estudio delas
lesiones causadas, de tal modo que, como ya se afirmó en el
apartadocorrespondiente, únicamente un arma punzante puede producir
heridasque presenten diferentes direcciones en cada plano y tejido atravesado,
eincluso en las distintas túnicas de un mismo órgano. También el estudiode la
diferencia entre la morfología del orificio en los vestidos -que seráredondeado- y el
de la piel -que será fusiforme permite identificar genéricamentea este tipo de armas.

• Identificación específica: Para aproximarse en la investigación de las


característicasconcretas del agente causal, debe realizarse un exhaustivoestudio
de las heridas producidas, tratando de precisar los siguientes aspectos:

29
— El grosor del arma: que no guarda generalmente proporción con eltamaño de la
herida, en razón de que los tejidos afectados, en funciónde su elasticidad, se retraen
una vez extraído el instrumento.

— La longitud del arma resulta otra tarea extremadamente complicadade establecer


con precisión, y ello por dos razones: en unas ocasionesel arma no penetra en su
totalidad, siendo de mayor longitud que laherida ocasionada, mientras que en otras
los tejidos pueden deprimirseal tiempo que se produce el hundimiento del arma,
originando untipo de lesiones denominadas por “heridas en acordeón”,siendo el
abdomen la zona en la que más frecuentemente aparecen,bien por la presión activa
del instrumento, bien por la contracción refleja de los músculos parietales, o bien
incluso en situaciones en lasque el cadáver queda en decúbito prono apoyado sobre
el arma y conla presión del peso del cuerpo sobre ella, dando lugar a que
instrumentosno muy largos puedan alcanzar órganos profundos e inclusolos
cuerpos vertebrales.

2.1.2. Armas corto-punzantes:

• La identificación genérica deberá realizarse en base a las característicasde las


heridas, ya descritas.En cuanto a la identificación específica, podrán analizarse
distintos datos orientados a precisar en la medida de lo posible las siguientes
característicasindividuales:

Anchura de la hoja: Normalmente no existe coincidencia entre lasdimensiones de


la herida cutánea y las del agente causal. Tan sóloambas son similares cuando el
arma ha penetrado y ha salido perpendicularmentea la piel, de modo que si el
instrumento ha entradoo salido de forma oblicua la longitud de la herida será mayor
que laanchura del arma, como ocurre en muchos de los casos.

Existen además una serie de condicionantes que deben tenerse encuenta en el


momento de establecer las dimensiones: Por una parte,el grado de penetración del
arma, ya que cabe la posibilidad de queno se introduzca más que hasta una
profundidad limitada, en cuyo caso sólo podrá afirmarse que la anchura de la hoja
será tal para esosprimeros centímetros concretos, puesto que generalmente estos
instrumentosvan haciéndose más anchos cuanto más próxima está laempuñadura;
ahora bien, de haber dejado su impronta en órganosen profundidad podría llegar a
determinarse la anchura de la hoja enla zona de penetración máxima. Otro aspecto
a tener en cuenta es laposible existencia de movimientos de la hoja en la herida,
bien ocasionadospor el agresor o por la propia víctima, que pueden
producirangulaciones, cambios de dirección y otros artefactos, que de
modoevidente alteran su morfología y longitud.

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Longitud del arma: Al igual que en el caso de las lesiones por
instrumentospunzantes, la premisa de que la longitud del arma es similar ala
profundidad de la herida es errónea como ya se ha expuesto, debidoa que en el
caso de que penetre hasta su empuñadura y de ser la zonaen la que asienta
depresible, la longitud del trayecto puede ser mayorque la del instrumento que lo
causa; a este respecto Simonin exponeque una hoja de 12 cms. puede llegar a
producir una profundidad de16 a 18 cms. (12).

Grosor de la hoja: Su identificación dependerá de los tejidos lesionados,de forma


que si se afectan partes blandas o parénquimas resultaráimpreciso establecer el
posible grosor, siendo el único elementode juicio de relativa importancia la posible
aparición de desgarros enel extremo romo de la herida. En el caso de que resulten
afectadoshuesos, y en razón de su consistencia, podrá afirmarse que la hoja
esgruesa, y tanto más podrá sostenerse esta hipótesis cuanto más compactosy
espesos sean los huesos lesionados, teniendo además unagran importancia
orientativa la posible impronta que pudiera dejar elarma al impactar contra la
estructura ósea

Número de filos: Se establecerá atendiendo a las características de lasheridas, ya


descritas en el apartado correspondiente, determinando sies mono, bi o
pluricortante.

Características especiales del filo: En ocasiones el arma corto-punzantepresenta


en su fi lo particularidades que pueden facilitar su identificación; es el caso de las
armas con borde aserrado, como los cuchillosde campaña, que causan lesiones en
las que uno de sus extremosaparece con aspecto desgarrado y que, de penetrar
muy oblicuamente,producen erosiones a modo de dientes de sierra en la piel
próxima alángulo de la herida.

Empuñadura del arma: Otras veces el arma puede penetrar hasta eltope, con la
empuñadura produciendo en la superficie cutánea alrededorde la herida una erosión
o contusión figurada, por la que puede ser identificada.

3. DIRECCIÓN DEL ATAQUE


Otra de las cuestiones importantes que debe resolver el patólogo forense esla
posible determinación de la posición relativa entre la víctima y el agresor.Se trata
de una cuestión de tal complejidad que en ocasiones sólo puedeestablecerse la
dirección de las lesiones respecto al eje corporal, hasta el extremo de que se plantea
la posibilidad de que “una herida de espalda puedehaber sido hecha por delante, si
la víctima se encontraba en ese momento muy flexionadahacia adelante”. Esta
complejidad deriva de las múltiples variables quepueden acompañar a este tipo de
ataques, de tal modo que todas ellas debenser evaluadas en el momento de

31
establecer las posibles hipótesis que sirvan deaproximación para la reconstrucción
de la escena de la agresión: condicionesdel lugar, características de las heridas con
atención a sus componentes externoe interno, estatura de la víctima y del agresor,
etc.Y aún con todo ello, en muchas ocasiones sólo se podrá dictaminar respectode
la compatibilidad entre las versiones dadas por el agresor o los testigos y losdatos
hallados en el estudio necrópsico.

4. ESTIMACIÓN DE LA VIOLENCIA DEL ATAQUE


El patólogo forense también deberá resolver acerca de la fuerza necesariapara
producir una lesión concreta. Los grandes tratadistas han planteado elestudio de
diversos elementos que permiten aproximar la resolución de estacuestión, siendo la
aportación de Casas a este respecto muy orientativa paraquien debe instruir y juzgar
los hechos, al proponer su modulación empleandolos conceptos de leve, moderada,
considerable o extrema , incluyendo en estaúltima valoración aquellos casos en los
que el arma atraviesa un hueso denso,como puede ser el cráneo, o cuando se halla
la impronta de la empuñadura delarma sobre la piel, tras haber penetrado en
profundidad completamente.

Para realizar correctamente esta evaluación, varios elementos han de


serestudiados detenidamente:

• Los relacionados con el arma: y fundamentalmente con su punta y su filo, de tal


modo que cuando estos son pronunciados, la penetración esmás fácil y requiere
una menor energía que en los casos en que la puntadel arma sea roma.

• Elementos dinámicos del ataque: La energía cinética que se acumula en la


superficie cutánea implica el que ésta sea sobrepasada con mayor facilidadcuanto
más rápido sea el movimiento de ataque.

• Variables relacionadas con la zona lesionada: La piel es después del huesoy de


los cartílagos osificados el tejido más resistente, de tal modo queuna vezsuperado
su obstáculo el arma requerirá una mínima energíapara progresar en su penetración
en profundidad.Factores dependientes de la víctima: Pero además, el tejido cutáneo
estásometido a diferencias individuales en razón de la edad, el sexo o
posiblespadecimientos morbosos, y así, la piel de ancianos y de mujeresofrece
menos resistencia que la de los jóvenes y los hombres.

• Particularidades de la lesión: Entre las que resulta de interés la profundidad,y más


aún cuando el arma ha progresado superando una posibleresistencia de estructuras
óseas o cartilaginosas.

• Los derivados de las ropas: Resulta evidente que la cantidad y composiciónde las
vestimentas, u otros complementos que cubren a la herida,guardan relación con la

32
intensidad de la fuerza a emplear para produciruna determinada lesión, y así,
aquellas prendas confeccionadas en pielson de una mayor resistencia y resultan
más difíciles de penetrar por loque se requiere el empleo de una mayor fuerza, al
contrario de lo queocurre con otro tipo de tejidos más ligeros.

5. CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS HERIDAS MÚLTIPLES


Cuatro son las cuestiones que se plantean, relacionadas con una posible
multiplicidad de las lesiones:

A. Número de armas empleadas: A su resolución se llegará tras el estudio


detallado de las características de las heridas. Como ya se ha expuesto, una
única arma puede producir lesiones de tamaño y morfología diferentes según la
parte con la que se produzca el ataque -bien sea la punta o el corte-, la
profundidad a la que penetre, la oblicuidad con que lo haga, la elasticidad de la
piel en la zona y los movimientos habidos dentro de la herida, causados por el
agresor o por la víctima. Todo ello puede dar lugar a heridas de variadas
características, hasta el extremo de que encontrándose lesiones de aspectos
diferentes en un mismo individuo “sería erróneo concluir que se han producido
por dos o más armas” en tanto no se excluya la posibilidad de que un único
agente pueda ser el causante.
B. Orden de producción: Se tratará de aproximar cual fue la primera de las
heridas asestadas, y en la medida de lo posible el orden en el que se han
producido, cuestión de extraordinaria complejidad en la mayor parte de las
ocasiones. Para ello pueden emplearse las siguientes consideraciones:
o En el lugar de los hechos puede evaluarse la distancia de las manchas de
proyección, que será mayor en las heridas causadas en primer lugar debido a la
mayor presión de salida de la sangre arterial.
o El estudio de las lesiones también aporta datos de interés: • Si dos heridas se
entrecruzan procede realizar la maniobra de Chavigny, por la que puede
determinarse el orden producido con gran precisión. Con esta maniobra se
procede a la aposición de los bordes de las heridas, de tal modo que si se realiza
en el orden correcto de producción, el enfrentamiento de los bordes de la primera
herida permite a continuación el afrontamiento de la segunda, mientras que si
se realiza en orden erróneo y se contraponen en primer lugar los bordes de la
última lesión producida, no “encajan” a continuación los bordes de la primera.
o Si al est+udiar dos heridas coincidentes topográfi camente se observa que una
de ellas comienza en un borde que contacta con la otra, resulta ser la contactada
la producida en primer lugar.
o La ausencia de reacción vital en una herida permite la evidente deducción de
que se produjo un cierto tiempo después del desencadenamiento de la muerte,

33
y en consecuencia debe considerarse posterior a las que presentan signos de
vitalidad.
o Si en el transcurso de la agresión el arma sufre una melladura, las lesiones
causadas a continuación presentarán irregularidades derivadas de ese defecto.
o Algunos tratadistas proponen que las heridas que asientan en zonas vitales sean
consideradas cronológicamente como las últimas en producirse, cuestión esta
que es altamente discutible, respecto a la que Simonin se pronuncia de manera
clara “las heridas más graves no son forzosamente las últimas.
C. Determinación de la herida responsable de la muerte, para lo cual se
emplearán dos elementos que permiten orientar la resolución de esta
cuestión: En primer lugar, resulta evidente que para poder desencadenar el
fallecimiento la herida debe asentar en una zona vital, y en segundo, podrá
realizarse en ocasiones una aproximación basada en el estudio de la vitalidad
de las lesiones, de forma que asentando dos o más de ellas en áreas de interés
vital, serán las que mayor reacción presenten las responsables de la muerte.
Y como última cuestión de interés en el estudio de las heridas múltiples, no debe
olvidarse lo ya comentado en relación a la posibilidad de hallar más de una
herida como consecuencia de un solo ataque, como ocurre en agresiones que
penetran en extremidad superior atravesándola hasta alcanzar el tórax, o bien
en aquellas otras que lesionando mama la traspasan introduciéndose
posteriormente en cavidad torácica.

3. ESTUDIO DE VITALIDAD DE LAS HERIDAS


Las reacciones de vitalidad de las heridas revisten un gran interés forense
por dos motivos principalmente: el primero orientado a determinar si las
lesiones que presenta un cadáver se produjeron antes o después de la
muerte, y el segundo referido al tiempo de supervivencia desde que la víctima
recibe las lesiones mortales hasta que deviene el fallecimiento:

o Valoración de las heridas ante, peri o postmortales: Este análisis se


basará por una parte en el estudio macroscópico y por otra en técnicas
histoló- gicas e histoquímicas.

El diagnóstico macroscópico de vitalidad de las heridas se basa en una serie


de características diferenciales: Destaca en las lesiones vitales la retracción
y turgencia de los bordes, que aparecen tumefactos y enrojecidos con
infiltración sanguínea y con coágulos adheridos que difícilmente se
desprenden con el lavado de la herida, entre los cuales se observa en
ocasiones la salida de tejido adiposo subcutáneo.

34
Si la herida es vital, los vasos arteriales aparecen igualmente retraídos, y
tanto su afectación como la de los vasos venosos determinarán la existencia
de hemorragias, que son el mejor signo patognomónico de que la lesión se
produjo en vida. La aparición de embolias gaseosas, frecuentes en heridas
de grandes vasos del cuello, será también signo indicativo de vitalidad.
Puede ocurrir, como es el caso de heridas que revisten tal gravedad que
conducen a la muerte de modo muy rápido, que las características vitales
sean menos marcadas, adoptando una apariencia similar a las heridas
postmortales; en estos casos, el examen detenido de la zona afectada, en el
contexto de la causa de la muerte, aclarará la práctica ausencia de reacción
vital.
También en determinados casos especiales, en los que el cadáver es hallado
tras una permanencia prolongada en el agua, las heridas pueden presentar
una apariencia postmortal debido al lavado de la hemorragia inicialmente
presente, lo que puede dificultar la determinación de su verdadera
naturaleza.
— Estos hallazgos macroscópicos deben complementarse con el estudio de
los cambios histológicos e histoquímicas que se producen en los tejidos
lesionados, debidos a la evolución vital de las heridas.

Estas modifi caciones dependen de varios factores, y entre ellos del tamaño
y tipo de la lesión, del tejido en el que asientan, y de la edad y estado de
salud de la víctima.

o Otra de las cuestiones médico forenses, de gran trascendencia en


muertes por arma blanca, es la determinación del tiempo de supervivencia
desde que se producen las lesiones hasta el fallecimiento.

— Di Maio propone el estudio de cuatro elementos macroscópicos para


aproximar su resolución: el tamaño del vaso afectado, la vascularización del
órgano herido, la cantidad total de sangre perdida interna y externamente y
la velocidad a la que se ha producido esa pérdida de sangre, siendo estos
signos meramente orientativos, al encontrarse influenciados por factores
individuales, como la edad y el estado previo en relación con el
funcionamiento de los mecanismos de compensación de su medio interno
ante una hemorragia. Por ello, tan sólo podrá realizarse un dictamen
categórico en aquellas muertes en que exista una destrucción de órganos
manifiestamente incompatible con la vida, como puede ser una
desestructuración encefálica con golpes con un hacha, en cuyo caso puede
dictaminarse que el fallecimiento se produjo de manera inmediata y con
absoluta incompatibilidad con una supervivencia.
35
— Por otra parte, el mismo estudio histopatológico e histoquímico que nos
permite analizar la vitalidad de una lesión, puede aportar datos significativos
que nos ayuden a precisar el tiempo transcurrido desde su producción hasta
la muerte, a través del seguimiento de la evolución vital de los fenómenos
reparativos.
Una breve descripción de esta evolución, tratada de manera exhaustiva en
otro de los capítulos de este libro, permite establecer esquemáticamente
distintas fases, que en ningún modo deben ser interpretadas como aisladas
de las contiguas, sino como un continuo en el que se solapan el final de cada
una de ellas con el comienzo de la siguiente:
 Fase de hemostasia: Se inicia en el mismo momento en el que se produce
la pérdida de integridad del tejido cutáneo, con su consecuente
extravasación hemática. De manera inmediata se desencadena la
agregación de las plaquetas y la coagulación, al tiempo que se produce
una vasoconstricción; estas reacciones están encaminadas a impedir la
contaminación bacteriana y la pérdida de volemia.
 Fase inflamatoria: Comienza también al tiempo de producirse la herida, y
se desarrolla aproximadamente durante los tres días siguientes. La
extravasación de sangre va seguida de hiperemia e in- filtración de los
márgenes de la lesión, de tal modo que el fondo de la herida se llena a
las pocas horas de un exudado inflamatorio compuesto por leucocitos,
macrófagos, eritrocitos y fibrina. A las 12 horas los bordes están rojos y
tumefactos, aglutinados por sangre y exudado, y presentan una
infiltración leucocitaria que alcanza su máxima expresión en ausencia de
infección a las 24 horas, incrementándose a partir de este momento la
presencia de monocitos que se activan al alcanzar la zona lesionada,
convirtiéndose en macrófagos cuya función será destruir bacterias,
desbridar la herida y secretar sustancias fundamentales para el proceso
de cicatrización.
 Fase proliferativa: En la que fi broblastos, células endoteliales y
queratinocitos producen factores de crecimiento que estimulan la
proliferación celular, la síntesis de proteínas extracelulares y de fi bras
119 colágenas, y la angiogénesis con crecimiento del endotelio vascular,
cuyas células se multiplican por yemación emergiendo desde los vasos
próximos a la zona de la lesión. Royo Villanova estudió estos fenómenos
llegando a esquematizarlos cronológicamente del siguiente modo: “Un
primer período, de 24 a 48 horas, en que no se observa cariocinesis sino
escasas secciones y en número limitadísimo, sin que indiquen con
seguridad un período de regeneración. Un segundo período, alrededor de
las 48 horas, en que la cariocinesis, si bien aún es en escaso número, se
ha extendido a toda la región y se observa ya en todas las secciones de
36
la herida. Un tercer período, de 72 a 96 horas, en que las mitosis son
abundantísimas. Por último, pasado este tiempo, no se observan ya
mitosis, siendo, por tanto, completa la reparación de la solución de
continuidad”.
 Fase de contracción: Tiene lugar entre el tercer y el quinto días, y en ella
la superficie lesionada disminuye mediante una reducción concéntrica del
tamaño de la herida, causada por las proteínas contráctiles de actina y
miosinacontenidas en el citoplasma de los miofibroblastos.
 Fase de remodelación: Es la fase última y más larga, y en ella se produce
un cambio morfológico debido a la modificación de las uniones de las
fibras de colágeno. Esta fase es un proceso dinámico de maduración de
la cicatriz que puede durar incluso meses.

— También a través del estudio microscópico de los hematíes presentes


en el foco de la lesión pueden obtenerse datos de interés para la datación
de la herida, en base a la evolución que experimentan: Así, a las 4 horas
los eritrocitos se encuentran deformados y con su superficie hinchada;
entre las 12 y las 24 horas adquieren una morfología esférica con
presencia de puntas afiladas en su superficie; de dos a tres días su forma
es esférica y su superficie es lisa; entre el sexto y el octavo día los
hematíes aparecen agregados y se encuentran deformados, no siendo
posible identificarlos aislados.
— La hemoglobina también va a sufrir una evolución en la herida, de tal
modo que inicialmente se encuentra en la parte profunda del coágulo,
difundiendo posteriormente a los tejidos vecinos; a los 4 ó 5 días la
hemoglobina se ha transformado en hemosiderina, que puede aparecer
dentro o fuera de los hematíes que se encuentran en el coágulo; y más
adelante, en un tercer período aparece la hematoidina aproximadamente
a los 12 días, manteniéndose durante 2 meses.
— La evolución del coágulo formado tras la extravasación hemática
puede también ser empleada a fi n de determinar el tiempo transcurrido
desde la producción de la herida: En las lesiones producidas por arma
blanca la sangre ocupa el surco producido formando coágulos
sanguíneos que van a constituir la costra que protegerá la herida. Royo
hace una descripción de esta evolución, que si bien data de más de
cincuenta años, conviene recordar por su planteamiento didáctico: “Hasta
las 24 horas, aproximadamente, dicho coagulo se presenta perfecta- 120
mente hemático constituido por pequeños bloques íntimamente adheridos
a los márgenes. Después de las 24 horas se observa manifiestamente
que el coágulo empieza a ser invadido por numerosos leucocitos. La
infiltración del coágulo es máxima en la parte más profunda que es la más
37
próxima al fondo de la herida; en cambio, en su porción más superficial,
el coágulo se observa todavía hemá- tico aún después de 72 horas”.

6. MECANISMO DE MUERTE
Y por supuesto, el patólogo forense deberá determinar con exactitud la causa
del fallecimiento, para lo cual se valdrá de los diferentes datos hallados en el
transcurso de la autopsia. Pero para ello, deben conocerse los principales
mecanismos que pueden conducir a la muerte en lesiones por arma blanca:
o El mecanismo más común es la hemorragia con su consecuente anemia
aguda. Resulta evidente que la intensidad de la extravasación hemática
estará en relación con el calibre de los vasos afectados y con el tipo de lesión,
de forma que la hemostasia espontánea en caso de secciones netas es más
difícil que en el caso de que existan desgarros. Si bien la consecuencia última
va a ser una pérdida de volemia de la que deriva el cese de las funciones
vitales, deberá especificarse como causa de la muerte la citada anemia
aguda, siendo erróneo hacer constar el término de choque hipovolémico que
tantas veces aparece en los dictámenes, por ser un concepto clínico (4).
o Otra posible causa de muerte es la aspiración de sangre hasta los alvéolos
pulmonares, produciendo la denominada por Bonnet (8) “asfi xia o sumersión
interna”, debida a la penetración del líquido hemático en el árbol respiratorio.
En estos casos también puede aparecer sangre en tracto digestivo en el caso
de ser deglutida.
o La embolia gaseosa, siendo más rara, se ha descrito como causa de
fallecimiento en heridas por arma blanca asociadas a soluciones de
continuidad en las venas yugulares, pudiendo producir la muerte en
degüellos superficiales.
o También en las heridas en el cuello la muerte puede aparecer por una as- fi
xia por compresión de las vías respiratorias, en caso de extravasaciones
hemorrágicas con infiltración masiva de las partes blandas adyacentes.
o La sección de los nervios frénicos y neumogástrico como causa instantánea
de fallecimiento ha sido referida por Gomes en su Medicina Legal (26).
o En ocasiones, aunque de manera infrecuente, el fallecimiento se debe a una
hemorragia intracraneal resultante de una herida penetrante.
o Y por último, la aparición de complicaciones infecciosas puede ocasionar el
fallecimiento diferido de la víctima, como sucede en heridas abdominales, en
las que pueden sobrevenir peritonitis y sepsis.

38
7. PROTOCOLO DE AUTOPSIA
La autopsia en casos de muerte por herida de arma blanca debe realizarse
siguiendo unos pasos concretos que permitan fijar exhaustivamente cuantos
hallazgos contribuyan a resolver las cuestiones anteriormente planteadas:
o En primer lugar, cabe la posibilidad de que el patólogo forense se enfrente a
un cadáver que aún presenta el arma clavada en su cuerpo. Ante esta
situación deberá protegerse cuidadosamente el instrumento lesivo hasta que
sea estudiado, a fi n de buscar huellas dactilares, de tal modo que si esta
operación no puede realizarse in situ se procederá a su aislamiento con una
bolsa, evitando que sea de plástico puesto que la condensación que podría
producirse en su interior destruiría dichas huellas.
o Con carácter previo al comienzo de la autopsia, Di Maio recomienda que en
las víctimas que presentan múltiples heridas o cuando alguna de ellas
penetra en hueso, se realice un estudio radiológico, de manera que si se
observa un fragmento del arma en el interior del cadáver, se deberá
recuperar para su comparación posterior con los instrumentos sospechosos.
También en heridas en el cuello se recomienda hacer radiografías que
pueden poner de manifiesto la existencia de un embolismo aéreo.
o El estudio necrópsico propiamente dicho se iniciará asegurando la
constancia documental -mediante la fijación fotográfica o planimétrica- de
todas las lesiones halladas, tanto a la observación directa del cadáver como
tras la reconstrucción de la morfología de las heridas con el afrontamiento de
sus bordes, para lo que se emplearán medios adhesivos. En los casos en
que la impronta de la empuñadura del arma rodee a la herida, tras haber
penetrado en su totalidad, deberá igualmente fotografiarse con detalle la
zona, al objeto de realizar posteriores comparaciones con los instrumentos
sospechosos.
o Seguidamente se procederá a un cuidadoso examen y registro de la
localización de cada una de las lesiones, en el plano horizontal y en el
vertical, utilizando como referencia puntos topográficos concretos. Para
algunos autores, en casos de heridas múltiples resulta poco práctico hacer
una prolija descripción de cada una de ellas, proponiendo un criterio
integrador por el que se agrupen las lesiones en áreas anatómicas, y
destacando con sus características únicamente aquellas que presenten
particularidades.
o Se procederá a evaluar la relación de las heridas observadas en superficie
cutánea con las soluciones de continuidad de las prendas que vestía.
o Una vez detallada de manera precisa la ubicación anatómica, se describirán
las principales características externas: morfología, dirección, longitud, y
dimensiones de los ángulos y colas de salida, de manera que pueda
comenzar a evaluarse el tipo de arma empleada; a este respecto, Trujillo
39
plantea incluso realizar en el cadáver cortes similares con instrumentos
sospechosos al objeto de identificarlos, con las salvedades que representan
las diferencias entre heridas vitales y postmortales (16). También deberán
ser descritos la separación de los bordes y los signos de hemorragia y de
vitalidad.
o Tras ello, se detallará el trayecto de la herida, expresado en los planos
sagital, horizontal y coronal mediante las siguientes opciones:
Anteroposterior, posteroanterior o en el plano coronal; de derecha a
izquierda, de izquierda a derecha o en el plano sagital; de arriba abajo y de
abajo a arriba o en el plano horizontal (27). Este trayecto deberá ser descrito
plano por plano con atención a todas las estructuras comprometidas y
determinando con exactitud su profundidad. Como norma general, debe
advertirse que el sondaje de este tipo de lesiones está proscrito, por la
elevada posibilidad de crear falsas vías y trayectos artifi ciales.
o Por último, se recomienda que sea preservada cualquier pieza anatómica -
hueso o cartílago- que exhiba una impronta causada por el arma. Impronta
dejada por arma blanca en cartílago tiroides Casos especiales: Se realizará
a continuación una breve referencia a aquellas situaciones que merecen una
consideración especial, bien por la localización de las heridas, o bien porque
éstas han sido manipuladas, posibilidad que se plantea con relativa
frecuencia en sujetos que han recibido una atención médica previa al
fallecimiento, lo que podría haber influido en la configuración de las lesiones
encontradas.
o Lecha Marzo, en su Tratado de Autopsias y Embalsamamientos, ya
expresaba la necesidad de prestar una especial atención a las heridas de
localización cervical, puesto que su estudio podría comprometerse con la
aplicación de las técnicas habituales de Virchow -“la abertura del cuello y de
las cavidades torácica y abdominal se practicará como regla, por medio de
un solo y extenso corte que, empezando en el mentón, termine en la sínfi sis
del pubis pasando por el lado izquierdo del ombligo” (29)- o de Mata -“Se da
un corte horizontal a lo largo de las clavículas y primera pieza del esternón;
luego otros dos que parten de la parte más posterior de la apófi sis mastoides
de cada lado, de arriba abajo, de dentro afuera, viniendo a parar a la parte
externa del hombro” (30)-. Así, “se comprende que la autopsia del cuello es
completamente atípica en los casos de degollación” (31), debiendo
procederse mediante una cuidadosa disección plano por plano, que se
realizará desde las zonas adyacentes a la lesión preservando en la medida
de lo posible el trayecto de la herida, progresando en profundidad hasta la
completa descripción de las estructuras afectadas. Siendo frecuentes las
lesiones vasculares en las heridas por arma blanca en el cuello, Schneider
propone una técnica concreta que facilita su estudio, procediendo, tras
40
colocar una sonda en el interior de los vasos dañados, a su cuidadosa
disección partiendo de los segmentos más inferiores y más próximos al
corazón.
o En ocasiones en las que el cadáver ha recibido asistencia médica previa a
su fallecimiento, pueden encontrarse heridas manipuladas iatrogénicamente
bien por haber sido suturadas, bien porque se ha procedido a su
incorporación a una incisión de toracotomía, e incluso porque la propia herida
ha sido empleada para la colocación de un tubo torácico; también en el
momento de la autopsia pueden observarse nuevas heridas iatrogénicas
consecuentes a la asistencia recibida, que a la simple observación presentan
dificultades para su diferenciación con las producidas en la agresión. Por todo
ello, resulta fundamental en estos casos que todas las actuaciones
terapéuticas queden fielmente reflejadas en la historia clínica y que ésta
quede a disposición del patólogo que debe efectuar la autopsia.

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BIBLIOGRAFIA

 Mata P. Tratado de Medicina y Cirugía Legal (2). 3ª edición. Madrid: Imp. de


Baylli-Bailliere; 1857.
 pp. 536-49. (2) Gisbert Calabuig JA. Lesiones por Arma Blanca. En:
Villanueva Cañadas E. Medicina
 Legal y Toxicología de Gisbert. 6ª edición. Barcelona: Masson; 2004. pp.
383-93. (3) López Gómez I,
 Gisbert Calabuig JA. Tratado de Medicina Legal (1). Valencia: Editorial
Saber; 1967. pp. 599-619. (4)
 Grandini J. Medicina Forense. Mexico: Mc Graw Hill; 2004. pp. 45-54. 124
(5) Raffo OH. La Muerte
 iolenta. Buenos Aires: Universidad; 2004. pp. 44-50. (6) Casas JD,
Rodríguez MS. Manual de
 Medicina legal y forense. Madrid: COLEX; 2000. pp. 725-65.

RECOMENDACIONES:

En primer lugar y ante la autopsia del cadáver, debemos principalmente escindir un


colgajo amplio alrededor de los orificios tanto de entrada como de salida, y otro de
una región indemne de la piel para su estudio macro y microscópico en los Institutos
de Medicina Legal, que suelen llevarse a cabo en las Secciones de Biología

42
Forense. Posteriormente habrá que estudiar el trayecto interno del proyectil y en
casos complejos donde no hay orificio de salida se deberá recurrir a técnicas
radiológicas para averiguar en qué punto se encuentra este.

CONCLUSIONES

El arma de fuego tiene como elemento de contusión a la bala que está formada por: la
capsula que contiene la pólvora y el proyectil que ocasiona las diferentes clases de
lesiones. El proyectil disparado es un elemento contundente y la lesión que provoca en
una herida contusa.

43
Nunca se deberá descartar en cualquier siniestro el factor material, para ello se deberá
realizar una pericial exhaustiva a los fines de determinar fehacientemente si el arma
posee algún defecto de fábrica, desgaste o rotura de alguno de los elementos del
mecanismo de disparo.

En el estudio de las lesiones por arma de fuego se tiene que considerar. El orificio de
entrada; el orificio de salida; el trayecto, la distancia desde la que se efectuó el disparo;
las características del proyectil encontrado y la identificación del arma; la prueba del
guantelete.

En lo que respecta al factor humano, la inexperiencia, la irresponsabilidad, la confianza,


y la falta de concentración constituyen los condicionantes fundamentales, ya que la
mayoría de las personas no tienen en cuenta que cuando se manipula un arma de
fuego, debe manejarse siempre como si estuviera cargada y lista para disparar.

El rol de perito balístico es muy importante porque es la única manera de determinar la


intervención que tubo cada uno de los factores.

Adulto joven que muere por un embolismo gaseoso masivo secundario a heridas
cervicales por arma corto punzante. Probable manera de muerte: homicidio. La
sobrevida del individuo, a la luz de la pre sanidad encontrada en los órganos, y teniendo
en cuenta la esperanza de vida al nacer para sujetos de su mismo grupo de edad,
hubiera sido de 40,71 años.

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