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Resumen, 3
Abstract, 4
Planteamiento del problema, 5
Objetivos, 6
Justificación, 7
Metodología, 8
Marco teórico, 9
Definición de arousal, 10
Definición de ansiedad, 10
Una teoría cognitiva de la ansiedad, 10
Percepción de la incertidumbre del resultado, 11
Percepción de la importancia del resultado, 11
Relaciones importancia-incertidumbre, 12
Ansiedad cognitiva y ansiedad somática, 13
Independencia de las dos dimensiones, 14
Ansiedad y rendimiento, 14
Regulación de la ansiedad, 17
Causas de ansiedad en el deporte, 21
Relación entre ansiedad y rendimiento, 22
Análisis de Resultados, 25
Discusión, 27
Conclusiones, 33
Recomendaciones, 34
Referencias, 35
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 8
Resumen
Abstract
The purpose of this study was review the differents researches which topics were
anxiety and its relationship with performance. The criteria of selection for the papers
were the compare of the CSAI-2`s scores between 2 groups of performers: high
performance and low performance. Then are exposed the differents theories those
explain the relationship between anxiety and sport performance. The theories reviewed
are: drive theory that shows a linear relationship between arousal and performance
(Spence, 1956), the IZOF theory of Hanin (1980), the multi dimensional theory of
Martens et al. (1990) and reversal theory of Kerr (1990). The computer program SPSS
12.0 was used to analyze the data with Mann-Whitney U test with 0.10 significance. The
results show only a mediums significance between groups of high and low performance
in the cognitive anxiety scores. The most popular theory is the multi dimensional theory
of Martens et al. (1990)
Key words: anxiety and sport performance
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 10
Objetivos
Objetivo general
Mostrar el estado actual de la investigación en el campo de la ansiedad y rendimiento
deportivo a través de los conceptos que con éste se relacionan permitiendo asumir una
posición crítica.
Objetivos específicos:
1. Relacionar los diferentes conceptos teóricos, usados dentro de las
investigaciones que se emplean dentro de las teorías analizadas y su influencia sobre el
rendimiento deportivo.
2. Determinar las diferencias que presentan las teorías: zona individual de
funcionamiento óptima, teoría multidimensional de la ansiedad, modelos de catástrofe,
teoría de la inversión, teoría del impulso entre los diferentes conceptos y su influencia
sobre el rendimiento deportivo.
3. Determinar el estado actual de las investigaciones encontrando la pertinencia
para una determinada realidad deportiva dada.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 12
Justificación
Cuando un deportista afronta una competencia, normalmente hace una
evaluación subjetiva de sus probabilidades de éxito, evalúa sus estrategias para obtener
una victoria; si no es claro lo que puede suceder en la competencia sus niveles de
activación son altos y sus reacciones emocionales repercuten en su control somático
(músculos, respiración, etc.). Cuando comienza la competencia por antonomasia hay una
reacción física, que puede ser intervenida correctamente por un juicio cognitivo. Se ha
visto que varios términos de la psicología deportiva como la ansiedad “que es un estado
subjetivo de aprehensión y tensión restringido a altos niveles de arousal, que producen
estados de insatisfacción” ( Wahn, 1997 ), o el estrés “que es el proceso por el cual las
demandas objetivas de una situación, resultan en un incremento de la ansiedad estado de
un individuo, si la situación es percibida como amenazante”(Hardy & Woodman, 2005 )
o arousal que es un constructo fisiológico no emocional de preparación para desarrollar
tareas físicas, intelectuales y preceptúales.(Wahn, 1997); son utilizados en las
investigaciones que los relacionan con el rendimiento deportivo; por éste hecho es
importante aclarar estos conceptos para que futuros investigadores puedan utilizar la
monografía como punto de partida, determinando con que constructo asumir su
investigación, podrán operacionalizar las conductas que les ayudarán a la elección de un
correcto instrumento psicológico, con el ánimo de que los resultados que obtengan sean
válidos y confiables.
Dada la multiplicidad de deportes (de pelota, tiempos y marcas; arte y precisión
y combate), en los cuales el deportista esta expuesto a una gran cantidad de variables
entre las cuales están los conceptos utilizados; que debe controlar para lograr un
desempeño optimo, es de esperarse que haya una alta producción de investigaciones con
resultados variados; por este hecho es necesario encontrar, hasta este momento puntos
de consenso y de disenso, entre las investigaciones realizadas por los científicos que
buscan confrontar las teorías con la realidad.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 13
Metodología
Hay que tener en cuenta que 8 de los 10 artículos que cumplieron con las
condiciones arriba expuestas midieron la ansiedad de los deportistas con la prueba
CSAI-2 por eso se exponen las medias de las subescalas de esta prueba: ansiedad
somática, ansiedad cognitiva y autoconfianza. Y como último paso se realizó la
discusión de los resultados.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 15
Definición de arousal
Es un constructo fisiológico no emocional de preparación para desarrollar
tareas físicas, intelectuales y preceptúales. (Wahn, 1997)
Definición de ansiedad
Es un estado subjetivo de aprehensión y tensión restringido a altos niveles de
arousal, que producen estados de insatisfacción” (Wahn, 1997)
Una teoría cognitiva de la ansiedad
La ansiedad es una respuesta del organismo enfrentado a las exigencias del
entorno. En un primer enfoque, se puede decir que la ansiedad se manifiesta por el
desarrollo de afectos negativo sentimientos de aprensión y tensión, asociados a un alto
nivel activación del organismo (Martens, Vealy y Burton, 1990). Así, se trata de una
respuesta compleja, que mezcla la dimensión cognitiva y somática. Los trabajos
recientes la conciben según una óptica cognitiva: la ansiedad sería dependiente de
variables intermedias representadas. Así, según Spielberger (1972), el estado de
ansiedad va unido a la percepción de una amenaza, es la evaluación de la situación
actual percibida como peligrosa, psíquicamente. En el cual la respuesta emocional
deriva de la percepción de un desequilibrio entre la dificultad de la tarea y las
capacidades de respuesta. Esta respuesta sería además dependiente de la importancia que
reviste para el sujeto el éxito o el fracaso, la percepción de un desequilibrio subjetivo
entre dificultad y habilidad sólo tiene carácter ansiógeno si la consecución del resultado
representa un reto real para el sujeto. Se encuentra una lógica similar en una obra
reciente de Martens et al. (1990) dedicado a la ansiedad entre los deportistas. Los
autores consideran que la percepción de la amenaza depende de dos representaciones
independientes: la percepción de la importancia del resultado y la percepción de la
incertidumbre del resultado. El modelo propuesto por dichos autores distingue además el
estado de ansiedad que es la respuesta de comportamiento actual, que se deriva de la
percepción de la amenaza, y el rasgo de ansiedad que aparece como una característica
más permanente del sujeto.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 16
alcanzar el objetivo y las que sólo son accesorias. Se considera que las primeras
pertenecen a la tarea y las segundas al contexto. Por ejemplo, en una tarea de salto de
longitud, las condiciones unidas a la tarea pueden estar limitadas a la altura de la barra, a
la naturaleza de las superficie de impulso y recepción, al reglamento (impulso con un
pie) y dado el caso a la imposición de un estilo de superación. Por el contrario se pueden
clasificar en los factores contextuales las condiciones de iluminación, ruido,
temperatura, la presencia de público, de compañeros o adversarios, los envites
competitivos o evaluativos eventuales.
Estos factores contextuales pueden clasificarse en función del significado, que
entrañan para el sujeto: si no se trata más que de distractores neutros (temperatura,
ruido, destellos, etc.) hablaremos de factores, de ruido. Si definen las consecuencias,
para el sujeto, de éxito o de fracaso recompensa, medalla, salario, evaluación,
consideración, lesiones hablaremos de factores de reto (Delignieres, 1991).
Sin embargo, el contexto no menoscaba el conjunto de los retos unidos a la
situación. El sujeto puede tener en cuenta retos más personales como, por ejemplo, la
preservación o el reforzamiento de su sentimiento de competencia, de su autoestima, la
búsqueda de placer, etc. Los factores de retos pueden así clasificarse en extrínsecos e
intrínsecos. Las contribuciones respectivas de ambas dimensiones en la instalación de la
ansiedad quedan por investigar. Se sabe especialmente que el contexto puede modular la
naturaleza de las utilidades tenidas en cuenta por los sujetos por ejemplo, la influencia
del clima de motivación sobre la elección de objetivos de dominio o de objetivos
competitivos (Famose, 1990; Roberts, 1991). En conclusión, si la incertidumbre del
resultado procede de una confrontación tarea-sujeto, la importancia depende más bien de
una interacción contexto- sujeto.
Relaciones importancia-incertidumbre
Según Martens et al. (1990), la percepción de la amenaza sería una función
multiplicativa de la importancia y la incertidumbre percibidas. Esta proposición es
lógica en el sentido en que si el reto es nulo, o por el contrario si la probabilidad
subjetiva de éxito es máxima, la situación no se percibirá como amenazadora. Dicho
modelo está claramente ligado a las teorías llamadas de la expectativa-valencia, que se
hallan en los ámbitos de la asunción de riesgo o de la motivación. Estas teorías
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 18
como una consecuencia del estado de ansiedad. En el nivel somático, por ejemplo, la
ansiedad entraña una elevación de la activación, pero esta última también puede variar
bajo la influencia de otros factores (gasto enérgico, temperatura externa, etc.). Esto
puede explicar las débiles correlaciones halladas entre la ansiedad somática y los
indicadores fisiológicos de la activación. Rejeski, Hardy y Shaw (1991) observan por
ejemplo que el aumento de la activación inducida por el ejercicio no corresponde de
ningún modo a un aumento de la ansiedad somática, sino que ésta tiene tendencia, por
contrario, a decrecer durante el ejercicio.
No obstante, la ansiedad somática se expresa por la activación, mediante ella es
cómo parece influir especialmente la eficacia de procesos de tratamiento y el nivel de
rendimiento. En el nivel cognitivo el carácter direccional de la ansiedad manifiesta más:
se trata de representaciones, de expectativas negativas. Aun cuando la ansiedad
mantiene en este nivel vínculos con la actividad electrocortical, no es ni mucho menos el
nivel de ansiedad más pertinente para contemplar las relaciones entre ansiedad y
rendimiento o los medios de regular el nivel de ansiedad.
Independencia de las dos dimensiones
Existe cierto número de datos experimentales que tienden demostrar la
independencia de estas dos dimensiones. Algunos factores de situación aumentan la
ansiedad cognitiva pero no la somática. Es el caso sobre todo de la ausencia de feedback
o de la evaluación social (Morris, Harris y Rovins, 1981). En general, la ansiedad
cognitiva parece sensible a las representaciones de sí mismo, de la dificultad de los
retos, y sobre todo de las disonancias que aparecen entre ellas.
Abadie (1989) ha podido probar que el resultado obtenido durante una
competición afectaba el nivel de ansiedad más concretamente, la victoria disminuye la
ansiedad y al contrario la derrota, la aumenta. Sin embargo esta influencia no afecta mas
que a la ansiedad cognitiva (McAuley, 1985).
Ansiedad y rendimiento
La influencia de las dos dimensiones de la ansiedad sobre el rendimiento
constituye también un argumento en favor de su independencia: si el rendimiento
decrece de manera lineal cuando la ansiedad cognitiva se eleva, la ansiedad somática
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 20
está unida al rendimiento por una relación en U invertida (Burton, 1988; Gould, 1987).
En primer lugar, la ansiedad somática permite una mejora del nivel de rendimiento pero,
más allá de un óptimo, este último tiende a deteriorarse.
La influencia negativa de la ansiedad cognitiva se explica generalmente por el
desvío de la atención que induce. El sujeto, absorto en sus expectativas negativas no
puede centrar su atención en las señales pertinentes.
En el nivel de la ansiedad somática siempre se encuentra la hipótesis clásica de la
U invertida, formulada a principios de siglo por Yerkes y Dodson (1908), según la cual
activación y rendimiento estarían unidas por una curva a óptimo. La teoría supone
además que la posición del óptimo sobre el continuo de activación, depende de la
dificultad de la tarea que hay que realizar: cuanto más difícil es la tarea, más baja es la
situación del óptimo de activación. Su trámite se articula en torno a tres proposiciones
un nivel de activación ligeramente superior a la media es preferible a un nivel normal o
inferior al normal (esto deriva de la ley de la U invertida), un alto nivel de activación es
esencial para las actividades globales que requieren rapidez, resistencia y fuerza; y un
alto nivel de activación es nefasto para las habilidades complejas que necesitan
movimientos musculares finos, coordinación concentración y equilibrio.
Estas proposiciones permiten plantear una clasificación de las habilidades en
función del nivel óptimo de activación. No obstante, supone que uno de los aspectos de
la habilidad, en deporte, consiste en la capacidad de ajustar su nivel de activación al
nivel óptimo. Dicha aseveración parece en su globalidad pertinente: por ejemplo,
Boutcher y Zinsser (1990) demuestran que jugadores de golf de alto nivel presentan una
deceleración cardiaca sistemática en el momento de intentar un golpe especialmente
preciso. Por el contrario, ciertas prácticas calentamiento o de preparación mental antes
de una competición apuntan sin duda alguna a la instauración de un nivel de activación
considerado óptimo para la realización de rendimientos de mejor nivel.
En esta literatura sobre la ansiedad competitiva se encuentran ciertos datos que
validan el presente modelo. Taylor (1987) demuestra que, en actividades globales y
rápidas, los sujetos más eficientes son aquellos que presentan los niveles más altos de
ansiedad rasgo. Por el contrario, en actividades de precisión, los que tienen un nivel
medio de ansiedad obtienen los mejores resultados. Weinberg y Genuchi (1980)
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 21
muestran que los sujetos con nivel débil de ansiedad obtienen mejores resultados en golf
que aquellos con un nivel medio o alto. Burton (1988) demuestra que el estado de
ansiedad somática es un buen predictor del rendimiento en las actividades de
complejidad elevada y en las actividades poco complejas. Por ejemplo en las actividades
de complejidad moderada, el estado de ansiedad somática tendrá poca influencia. Según
el autor, este resultado se debe a la necesidad de instalar y controlar niveles especiales
de activación (bajo en el caso de las actividades complejas y elevado en el de las
actividades sencillas).
Por regla general, se considera que el aumento de la ansiedad somática
observada antes del comienzo de una competición constituye un comportamiento
adaptativo con miras a optimizar el rendimiento. Dado que el nivel de ansiedad somática
tiende a disminuir desde el principio de la competición, puede formularse la hipótesis de
que el rendimiento se verá más afectado por fuertes niveles ansiedad durante actividades
deportivas breves, mientras que los deportistas que practican actividades prolongadas
tendrán tiempo de disipar los efectos somáticos. Esta proposición la demuestra Burton
(1988) en una experiencia que trata de la natación. En cambio, y siempre a causa de esta
desaparición de la ansiedad somática durante la competición, sería la ansiedad cognitiva
la que afectaría principalmente al rendimiento, y tanto más cuanto que la prueba es larga
(Burton, 1988).
Jones y Hardy (1989) han analizado la influencia de la ansiedad cognitiva sobre
la relación activación-rendimiento. Cuando el nivel de ansiedad es bajo, los efectos de la
activación sobre el rendimiento son a menudo poco importantes. Con la elevación de la
ansiedad cognitiva, la curva se hace cada vez más honda, en forma de U invertida.
Finalmente se obtiene, a altos niveles de ansiedad cognitiva, una relación de tipo
catástrofe cuando la activación alcanza un determinado nivel, se observa una
degradación dramática del rendimiento. Si el sujeto quiere encontrar un nivel aceptable
de rendimiento, deberá poner de nuevo su nivel de activación en un valor muy bajo,
desde el primer óptimo.
Finalmente, Sonstroem y Bernardo (1982) analizaron la influencia de la
ansiedad-rasgo sobre la relación ansiedad-rendimiento. Estos trabajos confirman de
forma global que la relación entre el estado de ansiedad y rendimiento sigue una curva
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 22
Según Sánchez (2002) dentro del deporte una intensidad adecuada de ansiedad es
útil, no sólo como motivación sino porque facilita la movilización de los recursos
fisiológicos necesarios para una ejecución óptima. Además la ansiedad en actividades
deportivas es particularmente fuerte, por el hecho de que aquí como en ninguna otra
situación, el deportista posee un antecedente considerable de carga física y
neuropsíquica en las sesiones de entrenamiento y competiciones. Está constantemente
sometido a la actuación de las más variadas influencias interpersonales y ambientales.
Ferrand, Filaire, Lac, Maso y Sagnol (2001) señalan que “los deportistas de elite usan la
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 25
Dentro de este ámbito han surgido varias relaciones que pretenden predecir la
correlación entre ansiedad y rendimiento, el modelo de la catástrofe desarrollado por
Hardy (1990) es una rectificación de la Hipótesis de la U invertida. Propone que “el
rendimiento deportivo es el resultado de la interacción de la ansiedad cognitiva y el
arousal. Este estado se percibe como una variación en un rasgo continuo que va, desde
el sueño profundo en uno de sus extremos hasta el mayor grado de excitación en el otro
(Malmo, 1959).
Análisis de Resultados
Los datos de las medias obtenidas en cada grupo se ingresaron dentro del
paquete estadístico SPSS 12.0 para Windows que permite realizar variedad de análisis
estadísticos de una manera rápida y confiable; y se obtuvieron los siguientes resultados
descriptivos para cada una de las subescalas y los grupos de rendimiento (ver Tabla 1.)
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 31
Tabla 1.
Media y desviación estándar de las puntuaciones del CSAI-2 para cada uno de los
grupos del rendimiento
Discusión
Por otra parte, la teoría del impulso afirma que a mayor nivel de arousal, el
rendimiento será superior; Al respecto Sánchez (2002) afirma que “niveles de ansiedad
aumentados antes de la competición y controlados van a ser necesarios para una
adecuada movilización energética y la obtención de un mayor rendimiento”, en una
investigación que analizó los niveles de ansiedad de un grupo de deportistas de mediana
edad frente a un grupo control de sujetos sedentarios. Esta teoría deja por fuera las
valoraciones subjetivas e intrapsíquicas, que según investigaciones antes citadas, no son
menos importantes.
En cuanto a la teoría de la inversión que se asocia con la orientación a la meta,
(metamotivación) depende exclusivamente de la interpretación del arousal en el
momento de la competencia; el cual se puede percibir como un facilitador o un
obstáculo para lograr o no la meta propuesta. La debilidad de ésta teoría radica en la
dificultad de operacionalizar los estados metamotivacionales; esto es, no explicar como,
ni por qué, los estados metamotivacionales interpretados como ansiedad, afectan el
rendimiento deportivo.
Aunque los resultados estadísticos de la investigación muestran que no hay
diferencia altamente significativa entre los resultados encontrados en las investigaciones
analizadas, es necesario hacer hincapié en el hecho de que las mediciones realizadas se
desarrollaron dentro del ciclo de competencia de los deportistas, lo cual implica una
pérdida de rigurosidad científica, pero no demerita la validez práctica de los resultados
obtenidos; puesto que la realización de un experimento que desarrolle una metodología
enmarcada en el método científico, no podría abarcar todas las contingencias que el
deportista afronta dentro del ámbito competitivo. Para buscar mayor validez de los
resultados, es necesario desarrollar investigaciones que busquen la homogeneidad de los
participantes, además de diseños, e investigaciones cualitativas que usen otros métodos
de recolección de la información; esto permitirá evaluar el desempeño y la ansiedad de
un deportista a lo largo de una temporada competitiva, y el investigador pueda tener una
aproximación más cercana con los participantes.
Dentro del ámbito de la psicología deportiva, el aporte de éste estudio, permite
mostrar que la teoría de más aceptación dentro de la comunidad científica para explicar
las relaciones entre la ansiedad y el rendimiento, es la teoría multidimensional de la
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 36
Conclusiones
A pesar de que con herramientas como el Internet, que permiten explorar
numerosas bases de datos, y que existe abundante material teórico con respecto a la
ansiedad y el rendimiento deportivo, es necesario investigar estos temas, utilizando más
deportes y más métodos y enfoques de investigación, propios de las ciencias sociales.
La teoría más utilizada por la comunidad científica con respecto a la ansiedad y
el rendimiento deportivo es la teoría multidimensional, desarrollada por Martens et al,
(1990) ya que permite conocer dimensiones que están relacionadas con la ansiedad,
como la autoconfianza; al mismo tiempo que operacionaliza la ansiedad, en ansiedad
somática y cognitiva; esto permite el autorreporte de pensamientos y orientaciones al
objetivo por parte de los deportistas y por lo tanto la intervención del psicólogo del
deporte dentro del plan de entrenamiento del deportista tal como lo manifiestan Fletcher
y Hanton (2000) “ se deben usar técnicas de orientación cognitiva que permitan
interpretar la ansiedad como facilitadora para mejorar el desempeño”; de la misma
manera Buceta et al. (2003) sugieren “la conveniencia de asesorar o entrenar
especialmente a los participantes sin experiencia o con poca experiencia, con el
propósito de optimizar su preparación psicológica”
En este orden de ideas, se concluyó en la investigación que no existen diferencias
significativas en cuanto a la subescala de la ansiedad somática y la autoconfianza, entre
los deportistas con alto y bajo rendimiento y que existe diferencia poco significativa
entre los deportistas con alto y bajo rendimiento en las puntuaciones de la subescala de
ansiedad cognitiva.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 38
Recomendaciones
Referencias
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