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Tabla de Contenido

Resumen, 3
Abstract, 4
Planteamiento del problema, 5
Objetivos, 6
Justificación, 7
Metodología, 8
Marco teórico, 9
Definición de arousal, 10
Definición de ansiedad, 10
Una teoría cognitiva de la ansiedad, 10
Percepción de la incertidumbre del resultado, 11
Percepción de la importancia del resultado, 11
Relaciones importancia-incertidumbre, 12
Ansiedad cognitiva y ansiedad somática, 13
Independencia de las dos dimensiones, 14
Ansiedad y rendimiento, 14
Regulación de la ansiedad, 17
Causas de ansiedad en el deporte, 21
Relación entre ansiedad y rendimiento, 22
Análisis de Resultados, 25
Discusión, 27
Conclusiones, 33
Recomendaciones, 34
Referencias, 35
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 8

Resumen

El objetivo de esta investigación es mostrar el estado actual de la investigación


en el campo de la ansiedad y rendimiento deportivo a través de los conceptos que con
éste se relacionan. Se revisaron diez artículos que comparan la ansiedad (medida por la
prueba (Competitive State Anxiety Inventory -2, CSAI-2) de dos grupos de atletas, con
alto y bajo rendimiento; se prueba si hay diferencias significativas con el estadígrafo U
de Mann-Whitney, a un nivel de significancia de p≤ 0.10, obteniéndose que hay
diferencias, en cuanto a la subescala ansiedad cognitiva.
Se muestran estudios que respaldan éste hallazgo, y que la teoría más utilizada por la
psicología del deporte en el campo de la ansiedad, es la multidimensional, desarrollada
por Martens et al. (1990).
Palabras claves: ansiedad, rendimiento deportivo.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 9

Abstract

The purpose of this study was review the differents researches which topics were
anxiety and its relationship with performance. The criteria of selection for the papers
were the compare of the CSAI-2`s scores between 2 groups of performers: high
performance and low performance. Then are exposed the differents theories those
explain the relationship between anxiety and sport performance. The theories reviewed
are: drive theory that shows a linear relationship between arousal and performance
(Spence, 1956), the IZOF theory of Hanin (1980), the multi dimensional theory of
Martens et al. (1990) and reversal theory of Kerr (1990). The computer program SPSS
12.0 was used to analyze the data with Mann-Whitney U test with 0.10 significance. The
results show only a mediums significance between groups of high and low performance
in the cognitive anxiety scores. The most popular theory is the multi dimensional theory
of Martens et al. (1990)
Key words: anxiety and sport performance
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 10

Planteamiento del problema


El punto de partida de toda investigación es la definición de su objeto, el
planteamiento de un problema al que se le quiere dar respuesta.
El objetivo de una monografía es dar respuesta a problemas conceptuales, que
son aquellos que reconstruyen racionalmente los datos conocidos. Son
entrelazados, ordenados, organizados y constituidos en una representación
unitaria, en torno a la cual surgen varios interrogantes que en el proceso de
investigación se resuelven parcial o totalmente (Jiménez y Torres, 2006).
Para la construcción de conocimiento científico es necesaria la revisión y critica
de las diferentes teorías y sus aplicaciones en la práctica, que pretenden dar cuenta de
una realidad y un problema observado. Para la psicología deportiva uno de los mayores
campos de interés e investigación ha sido el rendimiento deportivo y su relación con
conceptos de arousal, activación, ansiedad, y la forma como el psicólogo deportivo
puede intervenir dentro de un plan de entrenamiento para lograr las metas trazadas para
un deportista a lo largo de su vida competitiva.
Dada la gran cantidad de artículos escritos sobre investigaciones en éste campo,
y los diferentes usos de los conceptos, una revisión, permite aclararlos, ordenarlos y
mostrar sus conclusiones; con respecto al desarrollo de las habilidades psicológicas del
deportista cuando se hace frente a los eventos adversos en las competencias; “puesto que
al desarrollar estas habilidades se logra un rendimiento optimo” Vallejo y Martínez
(1996).
Además que permite, dada la amplia gama de deportes y sus particulares
condiciones de competencia, utilizar las conclusiones de las investigaciones, para
aprovechar las situaciones estresantes con el ánimo de maximizar el rendimiento
deportivo.
Los conceptos ansiedad y rendimiento deportivo se entrelazan en la praxis a lo
largo de la preparación de un deportista para determinado ciclo de competencias; tanto
en el entrenamiento diario y al momento de enfrentar la competencia, “dentro del
entrenamiento se busca modelar experiencias donde surjan obstáculos con el fin de
evaluar las respuestas y estilos de afrontamiento del atleta” (Valdés, 1996)
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 11

Objetivos
Objetivo general
Mostrar el estado actual de la investigación en el campo de la ansiedad y rendimiento
deportivo a través de los conceptos que con éste se relacionan permitiendo asumir una
posición crítica.
Objetivos específicos:
1. Relacionar los diferentes conceptos teóricos, usados dentro de las
investigaciones que se emplean dentro de las teorías analizadas y su influencia sobre el
rendimiento deportivo.
2. Determinar las diferencias que presentan las teorías: zona individual de
funcionamiento óptima, teoría multidimensional de la ansiedad, modelos de catástrofe,
teoría de la inversión, teoría del impulso entre los diferentes conceptos y su influencia
sobre el rendimiento deportivo.
3. Determinar el estado actual de las investigaciones encontrando la pertinencia
para una determinada realidad deportiva dada.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 12

Justificación
Cuando un deportista afronta una competencia, normalmente hace una
evaluación subjetiva de sus probabilidades de éxito, evalúa sus estrategias para obtener
una victoria; si no es claro lo que puede suceder en la competencia sus niveles de
activación son altos y sus reacciones emocionales repercuten en su control somático
(músculos, respiración, etc.). Cuando comienza la competencia por antonomasia hay una
reacción física, que puede ser intervenida correctamente por un juicio cognitivo. Se ha
visto que varios términos de la psicología deportiva como la ansiedad “que es un estado
subjetivo de aprehensión y tensión restringido a altos niveles de arousal, que producen
estados de insatisfacción” ( Wahn, 1997 ), o el estrés “que es el proceso por el cual las
demandas objetivas de una situación, resultan en un incremento de la ansiedad estado de
un individuo, si la situación es percibida como amenazante”(Hardy & Woodman, 2005 )
o arousal que es un constructo fisiológico no emocional de preparación para desarrollar
tareas físicas, intelectuales y preceptúales.(Wahn, 1997); son utilizados en las
investigaciones que los relacionan con el rendimiento deportivo; por éste hecho es
importante aclarar estos conceptos para que futuros investigadores puedan utilizar la
monografía como punto de partida, determinando con que constructo asumir su
investigación, podrán operacionalizar las conductas que les ayudarán a la elección de un
correcto instrumento psicológico, con el ánimo de que los resultados que obtengan sean
válidos y confiables.
Dada la multiplicidad de deportes (de pelota, tiempos y marcas; arte y precisión
y combate), en los cuales el deportista esta expuesto a una gran cantidad de variables
entre las cuales están los conceptos utilizados; que debe controlar para lograr un
desempeño optimo, es de esperarse que haya una alta producción de investigaciones con
resultados variados; por este hecho es necesario encontrar, hasta este momento puntos
de consenso y de disenso, entre las investigaciones realizadas por los científicos que
buscan confrontar las teorías con la realidad.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 13

Metodología

Se elige un tema de estudio, se reúne la bibliografía esencial sobre el particular, se


analiza y redacta una presentación crítica de ésta. Tratando de demostrar su capacidad
de comprensión de los trabajos realizados, de percibir los distintos puntos de vista y,
dado el caso, exponer el estado en que se encuentra la polémica al expresar una posición
personal. (Fragnière, 1995)
La revisión teórica es una perspectiva de investigación que emplea técnicas de
medición y análisis estadístico; su objetivo es realizar un análisis sistémico e integral de
la información, como un todo único, sobre el conjunto de resultados de las
investigaciones empíricas que analizan un mismo problema, en pos de hallar un
conocimiento relevante. Es un tipo de diseño metodológico, por lo que podría
considerarse investigación original, en el que las unidades de análisis son estudios
originales publicados previamente sobre el tema de interés.
Por eso, como primer paso para desarrollar la monografía se realizó una búsqueda
de las investigaciones en psicología deportiva utilizando la herramienta de búsqueda
avanzada, con los términos ansiedad y rendimiento; Dicha búsqueda se efectuó en las
bases de datos de las siguientes bibliotecas: Universidad Católica de Colombia,
Universidad del Bosque, Pontificia Universidad Javeriana, Biblioteca Luis Ángel
Arango y Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia; Encontrándose 242
artículos; de los cuales 10 cumplieron con los siguientes requisitos: presentan diseños
que comparan la ansiedad de un grupo de atletas de alto rendimiento, con la ansiedad
de otro grupo de bajo rendimiento. Posteriormente se procedió a la categorización y
codificación del material recolectado.
Como segundo paso, se realiza el análisis aplicando el estadígrafo U de Mann-
Whitney con el programa estadístico SPSS 12.0 para Windows; esta prueba se utiliza
cuando la hipótesis que se está contrastando es la de un conjunto de medidas, como
grupo, es igual a otro. Es un procedimiento estadístico que se tiene en cuenta en
situaciones experimentales, en que las muestras son pequeñas y la forma de la
distribución no es normal. En esta prueba se planteó como hipótesis nula (Ho), que la
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 14

ansiedad no influye en el rendimiento deportivo; como hipótesis alternativa (Hi) se


planteó que la ansiedad influye en el rendimiento deportivo.

Hay que tener en cuenta que 8 de los 10 artículos que cumplieron con las
condiciones arriba expuestas midieron la ansiedad de los deportistas con la prueba
CSAI-2 por eso se exponen las medias de las subescalas de esta prueba: ansiedad
somática, ansiedad cognitiva y autoconfianza. Y como último paso se realizó la
discusión de los resultados.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 15

Definición de arousal
Es un constructo fisiológico no emocional de preparación para desarrollar
tareas físicas, intelectuales y preceptúales. (Wahn, 1997)
Definición de ansiedad
Es un estado subjetivo de aprehensión y tensión restringido a altos niveles de
arousal, que producen estados de insatisfacción” (Wahn, 1997)
Una teoría cognitiva de la ansiedad
La ansiedad es una respuesta del organismo enfrentado a las exigencias del
entorno. En un primer enfoque, se puede decir que la ansiedad se manifiesta por el
desarrollo de afectos negativo sentimientos de aprensión y tensión, asociados a un alto
nivel activación del organismo (Martens, Vealy y Burton, 1990). Así, se trata de una
respuesta compleja, que mezcla la dimensión cognitiva y somática. Los trabajos
recientes la conciben según una óptica cognitiva: la ansiedad sería dependiente de
variables intermedias representadas. Así, según Spielberger (1972), el estado de
ansiedad va unido a la percepción de una amenaza, es la evaluación de la situación
actual percibida como peligrosa, psíquicamente. En el cual la respuesta emocional
deriva de la percepción de un desequilibrio entre la dificultad de la tarea y las
capacidades de respuesta. Esta respuesta sería además dependiente de la importancia que
reviste para el sujeto el éxito o el fracaso, la percepción de un desequilibrio subjetivo
entre dificultad y habilidad sólo tiene carácter ansiógeno si la consecución del resultado
representa un reto real para el sujeto. Se encuentra una lógica similar en una obra
reciente de Martens et al. (1990) dedicado a la ansiedad entre los deportistas. Los
autores consideran que la percepción de la amenaza depende de dos representaciones
independientes: la percepción de la importancia del resultado y la percepción de la
incertidumbre del resultado. El modelo propuesto por dichos autores distingue además el
estado de ansiedad que es la respuesta de comportamiento actual, que se deriva de la
percepción de la amenaza, y el rasgo de ansiedad que aparece como una característica
más permanente del sujeto.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 16

Percepción de la incertidumbre del resultado


La incertidumbre percibida está unida a la probabilidad subjetiva de éxito, es
decir a las posibilidades que se concede el sujeto para alcanzar el resultado con el que
cuenta. Dicha probabilidad está determinada por la puesta ante sí de las exigencias de la
tarea y de capacidades de respuesta (Martens et al., 1990). En otras palabras, se trata de
una confrontación entre dificultad percibida y habilidad percibida.
Cuanto más importante es el desequilibrio subjetivo entre exigencias y recursos,
es decir cuanto más débil es la probabilidad de éxito, más ansiógena es la situación. En
este caso, la incertidumbre varía linealmente con la probabilidad subjetiva de éxito y
resulta de la amplitud de la disonancia entre dificultad percibida y habilidad percibida.
Sin embargo, ciertas observaciones salen al encuentro de dicha proposición: por ejemplo
sujetos que no contemplan otro aspecto más que el fracaso presentan niveles de ansiedad
más débiles que los que siguen creyendo en sus posibilidades. La aceptación de la
derrota aparece como un comportamiento adaptativo que disocia al individuo del
resultado y le permite acomodarse al fracaso.
Martens et al. (1990) Proponen un modelo alternativo según el cual probabilidad
subjetiva de éxito e incertidumbre van unidas por una curva a óptimo: la incertidumbre
aumenta hasta un óptimo correspondiente a la equiprobabilidad para luego disminuir
adelante. En este sentido, ni un éxito cierto ni una derrota segura son ansiógenos. Así,
pues, no hay que comprender la noción de incertidumbre como relativa a que ocurra el
éxito, sino como incertidumbre en cuanto a la naturaleza del resultado. La ansiedad
proviene de la existencia de un conflicto acercamiento-evitación Ahora bien, dicho
conflicto sólo aparece si éxito y fracaso son aproximadamente equiprobables.
Percepción de la importancia del resultado
Esta noción de importancia viene a unirse a las de valencia o de utilidad
especialmente desarrollada en los trabajos referentes motivación y la asunción de riesgo.
Y debe distinguirse claramente de la anterior sobre todo incertidumbre e importancia
alimentan sus fuentes en elementos distintos de la situación.
El problema de la delimitación del concepto de tarea. El sujeto se encuentra
enfrentado a cierto número de condiciones, materiales o simbólicas. Es necesario
distinguir, entre dichas condiciones, aquellas que es esencial tener en cuenta para
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 17

alcanzar el objetivo y las que sólo son accesorias. Se considera que las primeras
pertenecen a la tarea y las segundas al contexto. Por ejemplo, en una tarea de salto de
longitud, las condiciones unidas a la tarea pueden estar limitadas a la altura de la barra, a
la naturaleza de las superficie de impulso y recepción, al reglamento (impulso con un
pie) y dado el caso a la imposición de un estilo de superación. Por el contrario se pueden
clasificar en los factores contextuales las condiciones de iluminación, ruido,
temperatura, la presencia de público, de compañeros o adversarios, los envites
competitivos o evaluativos eventuales.
Estos factores contextuales pueden clasificarse en función del significado, que
entrañan para el sujeto: si no se trata más que de distractores neutros (temperatura,
ruido, destellos, etc.) hablaremos de factores, de ruido. Si definen las consecuencias,
para el sujeto, de éxito o de fracaso recompensa, medalla, salario, evaluación,
consideración, lesiones hablaremos de factores de reto (Delignieres, 1991).
Sin embargo, el contexto no menoscaba el conjunto de los retos unidos a la
situación. El sujeto puede tener en cuenta retos más personales como, por ejemplo, la
preservación o el reforzamiento de su sentimiento de competencia, de su autoestima, la
búsqueda de placer, etc. Los factores de retos pueden así clasificarse en extrínsecos e
intrínsecos. Las contribuciones respectivas de ambas dimensiones en la instalación de la
ansiedad quedan por investigar. Se sabe especialmente que el contexto puede modular la
naturaleza de las utilidades tenidas en cuenta por los sujetos por ejemplo, la influencia
del clima de motivación sobre la elección de objetivos de dominio o de objetivos
competitivos (Famose, 1990; Roberts, 1991). En conclusión, si la incertidumbre del
resultado procede de una confrontación tarea-sujeto, la importancia depende más bien de
una interacción contexto- sujeto.
Relaciones importancia-incertidumbre
Según Martens et al. (1990), la percepción de la amenaza sería una función
multiplicativa de la importancia y la incertidumbre percibidas. Esta proposición es
lógica en el sentido en que si el reto es nulo, o por el contrario si la probabilidad
subjetiva de éxito es máxima, la situación no se percibirá como amenazadora. Dicho
modelo está claramente ligado a las teorías llamadas de la expectativa-valencia, que se
hallan en los ámbitos de la asunción de riesgo o de la motivación. Estas teorías
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 18

descansan en el postulado según el cual el atractivo de una situación es una función


multiplicativa de los beneficios con que se cuenta y de su probabilidad de que ocurran.
Ansiedad cognitiva y ansiedad somática
La ansiedad aparece como una respuesta compleja, que mezcla las dimensiones
cognitiva y somática. Las teorías recientes consideran además estas dos dimensiones
como independientes (Martens et al., 1990). Estos autores distinguen: la ansiedad
cognitiva, que es una componente representativa caracterizada por expectativas
pesimistas en cuanto al éxito, autoevaluaciones negativas y una falta de concentración.
La ansiedad somática, que refleja la dimensión fisiológica concretamente la noción de
activación, y que se la localiza través de indicadores tales como la frecuencia cardiaca,
ritmo respiratorio, la tensión muscular, la conductancia de la piel u otras reacciones
vegetativas (aceleración del ritmo cardiaco, respiración entrecortada, manos sudorosas,
tensiones musculares, punzadas en el estómago, sudores fríos, etc.).
Merecen desarrollarse las relaciones entre estas dos componentes y la activación.
Recordemos que la noción de activación designa clásicamente el grado de actividad del
organismo, según un continuo que iría del sueño a la vigilia, y luego de la vigilia atenta
al estrés. La activación representa la dimensión intensiva, energética del
comportamiento, y muy pronto interesó a los investigadores su influencia en la eficacia
de los procesos perceptivos, cognitivos o motores.
Tradicionalmente, la activación estaba considerada como un concepto unitario.
Los modelos más recientes la contemplan según una óptica multidimensional, que
distingue también a este nivel las dimensiones cognitiva y somática (Sanders, 1983).
Así, la activación cognitiva refleja el grado de actividad eléctrica de la corteza, medido
por electroencefalograma, y la activación somática en el nivel fisiológico, bajo control
del sistema nervioso vegetativo. A veces, se reserva el término de alerta (arousal) en la
vertiente cognitiva, no conservando el activación más que para la vertiente somática
(Sanders, 1983).
Según Martens et al. (1990) La ansiedad está cercana a la activación pero, si la
activación sólo refleja la dimensión intensiva del comportamiento, la ansiedad, tanto
cognitiva como somática, incluye siempre una componente direccional. Esta distinción
puede parecer sutil pero sin embargo no debe ser menoscabada, La activación aparece
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 19

como una consecuencia del estado de ansiedad. En el nivel somático, por ejemplo, la
ansiedad entraña una elevación de la activación, pero esta última también puede variar
bajo la influencia de otros factores (gasto enérgico, temperatura externa, etc.). Esto
puede explicar las débiles correlaciones halladas entre la ansiedad somática y los
indicadores fisiológicos de la activación. Rejeski, Hardy y Shaw (1991) observan por
ejemplo que el aumento de la activación inducida por el ejercicio no corresponde de
ningún modo a un aumento de la ansiedad somática, sino que ésta tiene tendencia, por
contrario, a decrecer durante el ejercicio.
No obstante, la ansiedad somática se expresa por la activación, mediante ella es
cómo parece influir especialmente la eficacia de procesos de tratamiento y el nivel de
rendimiento. En el nivel cognitivo el carácter direccional de la ansiedad manifiesta más:
se trata de representaciones, de expectativas negativas. Aun cuando la ansiedad
mantiene en este nivel vínculos con la actividad electrocortical, no es ni mucho menos el
nivel de ansiedad más pertinente para contemplar las relaciones entre ansiedad y
rendimiento o los medios de regular el nivel de ansiedad.
Independencia de las dos dimensiones
Existe cierto número de datos experimentales que tienden demostrar la
independencia de estas dos dimensiones. Algunos factores de situación aumentan la
ansiedad cognitiva pero no la somática. Es el caso sobre todo de la ausencia de feedback
o de la evaluación social (Morris, Harris y Rovins, 1981). En general, la ansiedad
cognitiva parece sensible a las representaciones de sí mismo, de la dificultad de los
retos, y sobre todo de las disonancias que aparecen entre ellas.
Abadie (1989) ha podido probar que el resultado obtenido durante una
competición afectaba el nivel de ansiedad más concretamente, la victoria disminuye la
ansiedad y al contrario la derrota, la aumenta. Sin embargo esta influencia no afecta mas
que a la ansiedad cognitiva (McAuley, 1985).

Ansiedad y rendimiento
La influencia de las dos dimensiones de la ansiedad sobre el rendimiento
constituye también un argumento en favor de su independencia: si el rendimiento
decrece de manera lineal cuando la ansiedad cognitiva se eleva, la ansiedad somática
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 20

está unida al rendimiento por una relación en U invertida (Burton, 1988; Gould, 1987).
En primer lugar, la ansiedad somática permite una mejora del nivel de rendimiento pero,
más allá de un óptimo, este último tiende a deteriorarse.
La influencia negativa de la ansiedad cognitiva se explica generalmente por el
desvío de la atención que induce. El sujeto, absorto en sus expectativas negativas no
puede centrar su atención en las señales pertinentes.
En el nivel de la ansiedad somática siempre se encuentra la hipótesis clásica de la
U invertida, formulada a principios de siglo por Yerkes y Dodson (1908), según la cual
activación y rendimiento estarían unidas por una curva a óptimo. La teoría supone
además que la posición del óptimo sobre el continuo de activación, depende de la
dificultad de la tarea que hay que realizar: cuanto más difícil es la tarea, más baja es la
situación del óptimo de activación. Su trámite se articula en torno a tres proposiciones
un nivel de activación ligeramente superior a la media es preferible a un nivel normal o
inferior al normal (esto deriva de la ley de la U invertida), un alto nivel de activación es
esencial para las actividades globales que requieren rapidez, resistencia y fuerza; y un
alto nivel de activación es nefasto para las habilidades complejas que necesitan
movimientos musculares finos, coordinación concentración y equilibrio.
Estas proposiciones permiten plantear una clasificación de las habilidades en
función del nivel óptimo de activación. No obstante, supone que uno de los aspectos de
la habilidad, en deporte, consiste en la capacidad de ajustar su nivel de activación al
nivel óptimo. Dicha aseveración parece en su globalidad pertinente: por ejemplo,
Boutcher y Zinsser (1990) demuestran que jugadores de golf de alto nivel presentan una
deceleración cardiaca sistemática en el momento de intentar un golpe especialmente
preciso. Por el contrario, ciertas prácticas calentamiento o de preparación mental antes
de una competición apuntan sin duda alguna a la instauración de un nivel de activación
considerado óptimo para la realización de rendimientos de mejor nivel.
En esta literatura sobre la ansiedad competitiva se encuentran ciertos datos que
validan el presente modelo. Taylor (1987) demuestra que, en actividades globales y
rápidas, los sujetos más eficientes son aquellos que presentan los niveles más altos de
ansiedad rasgo. Por el contrario, en actividades de precisión, los que tienen un nivel
medio de ansiedad obtienen los mejores resultados. Weinberg y Genuchi (1980)
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 21

muestran que los sujetos con nivel débil de ansiedad obtienen mejores resultados en golf
que aquellos con un nivel medio o alto. Burton (1988) demuestra que el estado de
ansiedad somática es un buen predictor del rendimiento en las actividades de
complejidad elevada y en las actividades poco complejas. Por ejemplo en las actividades
de complejidad moderada, el estado de ansiedad somática tendrá poca influencia. Según
el autor, este resultado se debe a la necesidad de instalar y controlar niveles especiales
de activación (bajo en el caso de las actividades complejas y elevado en el de las
actividades sencillas).
Por regla general, se considera que el aumento de la ansiedad somática
observada antes del comienzo de una competición constituye un comportamiento
adaptativo con miras a optimizar el rendimiento. Dado que el nivel de ansiedad somática
tiende a disminuir desde el principio de la competición, puede formularse la hipótesis de
que el rendimiento se verá más afectado por fuertes niveles ansiedad durante actividades
deportivas breves, mientras que los deportistas que practican actividades prolongadas
tendrán tiempo de disipar los efectos somáticos. Esta proposición la demuestra Burton
(1988) en una experiencia que trata de la natación. En cambio, y siempre a causa de esta
desaparición de la ansiedad somática durante la competición, sería la ansiedad cognitiva
la que afectaría principalmente al rendimiento, y tanto más cuanto que la prueba es larga
(Burton, 1988).
Jones y Hardy (1989) han analizado la influencia de la ansiedad cognitiva sobre
la relación activación-rendimiento. Cuando el nivel de ansiedad es bajo, los efectos de la
activación sobre el rendimiento son a menudo poco importantes. Con la elevación de la
ansiedad cognitiva, la curva se hace cada vez más honda, en forma de U invertida.
Finalmente se obtiene, a altos niveles de ansiedad cognitiva, una relación de tipo
catástrofe cuando la activación alcanza un determinado nivel, se observa una
degradación dramática del rendimiento. Si el sujeto quiere encontrar un nivel aceptable
de rendimiento, deberá poner de nuevo su nivel de activación en un valor muy bajo,
desde el primer óptimo.
Finalmente, Sonstroem y Bernardo (1982) analizaron la influencia de la
ansiedad-rasgo sobre la relación ansiedad-rendimiento. Estos trabajos confirman de
forma global que la relación entre el estado de ansiedad y rendimiento sigue una curva
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 22

en U invertida. Sin embargo este efecto va unido al nivel de ansiedad-rasgo que


caracteriza a los sujetos. Entre aquellos con bajo y sobre todo los que tienen alto nivel
de ansiedad, la relación curvilínea es muy marcada. Por el contrario entre los sujetos con
nivel medio de ansiedad-rasgo, el nivel ansiedad-estado no tiene influencia significativa
sobre el rendimiento.
Regulación de la ansiedad
El control de estos estados emocionales es una de las preocupaciones centrales
de los psicólogos deportivos, en función de la idea según la que un cierto índice de
activación es necesario para la realización de un buen rendimiento, pero que más allá de
cierto nivel de ansiedad tendría más bien efectos debilitadores. La respuesta a estímulos
ansiógenos “está bajo la influencia de la valoración cognitiva que hace el deportista de
la situación competitiva, y el rendimiento está a su vez determinado en forma conjunta
por la activación y la respuesta cognitiva”. (Márquez, 2004)

Dentro de la actividad deportiva Márquez (2004) refiere dos fuentes de ansiedad:


situacionales y personales (p.13), ambas repercuten en toda la fisiología del
organismo (como la elevación de la hormona adenocorticotropina ACTH),
afectando al sistema inmunitario, perfil hemodinámico (elevación de la presión
arterial) y tienen relación con las denominadas enfermedades psicosomáticas e
infecciosas (Sánchez, 2002).
González (2001) afirma que la ansiedad está asociada con la experiencia vital del
sujeto y a su percepción de control que pueda tener de la situación estresante, del mismo
modo Valdés (2000) considera el estímulo que desencadena la reacción fisiológica al ser
procesada bajo la cognición de amenaza, y sin poder controlar la situación da lugar a
comportamientos incontrolados, desorganizados, inhibitorios y evitativos. Para poder
adaptarse a la situación el sujeto desarrolla ciertas actividades y pensamientos que se
usan como estrategias para controlar la situación estresante. Esto es lo que Lazarus y
Folkman (1986) llaman afrontamiento en el que se evalúan las demandas del medio y la
capacidad de respuesta del sujeto. El proceso de afrontamiento está dividido según
Lazarus y Folkman (1986) en
Evaluación primaria en la cual el individuo evalúa la situación como: amenaza,
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 23

daño y desafío y en la evaluación secundaria se consideran las disponibilidades


del individuo, luego aparece el afrontamiento en si que busca modificar la
relación problemática individuo-situación centrándose en hacer algo para alterar
la fuente de estrés o controlar las alteraciones emocionales asociadas al evento
estresante.

Para Márquez (2004) las estrategias de afrontamiento centradas en el problema


aumentan la calidad de la ejecución, el control y la autoconfianza; de la misma manera
Anshel (2001) señala que “las evaluaciones de desafío acompañadas de sensaciones
placenteras mantienen o elevan los niveles de activación, atención y confianza”. Las
estrategias de evitación tienen como objetivo reducir el arousal producido por la
situación estresante. Dentro de los subtipos de afrontamiento más utilizados en el
deporte Campen y Roberts (2001) encontraron estrategias somáticas, comportamentales,
cognitivas y sociales. Anshel y Puente-Díaz (2005) encontraron que los estilos de
afrontamiento difieren en función de las diferentes fuentes de ansiedad experimentadas
durante el juego. Anshel y Wells (2000) reconocen que
las estrategias de aproximación son preferibles cuando la situación es
controlable, la fuente de ansiedad es conocida y el atleta tiene una confianza
elevada dentro de la situación; por otro lado una estrategia de evitación es
preferible cuando la situación es incontrolable, la fuente del ansiedad no es clara
o el atleta tiene un nivel de confianza moderado o bajo.
Por esta razón es necesario evaluar concienzudamente los estímulos estresantes
que se pueden presentar con el fin de determinar los estilos de afrontamiento más
eficaces para cada atleta y ocasión dentro de la competencia. Los mismos autores
encontraron que “las diferentes estrategias de afrontamiento serán más efectivas en
función del control percibido por el atleta, afrontamiento de aproximación al problema
cuando el control percibido es alto, y afrontamiento de evitación si la percepción de
control es baja” Anshel y Puente-Díaz (2005). Es importante resaltar que para
Marchant, Morris y Wang (2004) “la evaluación situacional tiene mayor influencia en la
selección de la estrategia de afrontamiento que los factores personales”. Del mismo
modo Biddle y Ntoumanis (1998) señalan que “los síntomas del ansiedad son percibidos
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 24

como facilitadores o debilitadores, dependiendo de la percepción de control que los


atletas experimentan sobre el ambiente y sobre si mismos”.

Además de los estilos de afrontamiento es necesario determinar la ansiedad rasgo


del deportista lo que para Spielberger (1972) es “un rasgo permanente de la
personalidad. Este es el grado de ansiedad que presenta generalmente un individuo en la
mayoría de las situaciones. Es la disposición latente a comportarse de manera más o
menos ansiosa bajo situaciones de ansiedad”.

El mismo autor define la ansiedad estado como “aquélla evocada por


circunstancias especiales y con un carácter temporal, la cual se refiere a los sentimientos
subjetivos de tensión que un individuo experimenta en determinadas circunstancias
percibidas como amenazadoras, sin relación con el verdadero peligro presente”.
Spielberger (1972).

García (2001) reporta que

En el deporte de competición, la persona con una ansiedad-rasgo elevada es


generalmente más propensa a experimentar sentimientos de ansiedad-estado más
elevado que la persona con grado bajo de ansiedad-rasgo. Esta situación depende
de cómo un individuo interpreta las circunstancias competitivas particulares. Su
interpretación se verá influida por diversos factores tales como las experiencias
anteriores, la capacidad y el entrenamiento en el manejo de la ansiedad.

Según Sánchez (2002) dentro del deporte una intensidad adecuada de ansiedad es
útil, no sólo como motivación sino porque facilita la movilización de los recursos
fisiológicos necesarios para una ejecución óptima. Además la ansiedad en actividades
deportivas es particularmente fuerte, por el hecho de que aquí como en ninguna otra
situación, el deportista posee un antecedente considerable de carga física y
neuropsíquica en las sesiones de entrenamiento y competiciones. Está constantemente
sometido a la actuación de las más variadas influencias interpersonales y ambientales.
Ferrand, Filaire, Lac, Maso y Sagnol (2001) señalan que “los deportistas de elite usan la
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 25

ansiedad cognitiva para aumentar su rendimiento y controlar la activación fisiológica


que la acompaña”.

Para González (2001) las principales direcciones de trabajo que se practican para


educar el enfrentamiento son: favorecer las atribuciones causales internas sobre el éxito,
ya que alientan aproximaciones de reto y promueven emociones positivas, apoyar el uso
de estrategias cognitivo-conductuales, técnicas de inoculación del estrés, uso de
estrategias que reduzcan efectos displacenteros, estudio del locus de control que puedan
contrarrestar síntomas como: la aceleración de la tasa cardiaca, incremento de la presión
sanguínea, aumento de la tensión muscular, dificultades respiratorias, sudoración,
sequedad en la boca, desconfianza, pensamientos negativos, inflexibilidad,
preocupación, dificultades de atención, acentuación de conflictos personales,
disminución en la capacidad de procesamiento de la información, problemas en la toma
de decisiones., disminución del autocontrol, fatiga, insomnio, preocupación,
irritabilidad, distracción. Estos síntomas se pueden agrupar en: ansiedad somática y
ansiedad cognitiva: además pueden parecer emociones como temor y la ira.

Estos síntomas no sólo aparecen dentro de la competencia sino en días previos a


la misma y producen lo que Jodra (2002) llama el síndrome de ansiedad precompetitiva,
que es una de las causas que afectan al rendimiento deportivo (Ferrand et al., 2001); y
Jodra (2002) afirma que “su control por parte del sujeto aparece como uno de los pilares
más importantes sobre el que se asienta el estado ideal de rendimiento deportivo en las
competiciones”. Dentro de los estados precompetitivos García (1997) refiere tres
estados que son
a) Combativo óptimo, que influye positivamente en el atleta permitiendo
alcanzar el máximo de su nivel físico y psicológico; b) fiebre de prearranque, se
caracteriza por una aceleración de los proceso psicológicos y disminuye la
seguridad del atleta; c) la apatía de prearranque se presenta cuando el deportista
cae en un embotamiento que no le permite movilizar su energía eficientemente y
manifiesta un deseo de no competir.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 26

En muchas situaciones, en igualdad de condiciones objetivas, la percepción de


una mayor o menor controlabilidad de la situación por parte del individuo puede influir
en el rendimiento, Connaughton y Hanton (2002) afirman que
Los síntomas cognitivos y somáticos juzgados como bajo el control personal
conducen a una interpretación positiva de la situación, incrementando la
confianza y en ultimas la percepción de que el rendimiento se incrementará, en
contraste los pensamientos indeseados y los sentimientos no asociados en el
pasado con buenos desempeños o que se percibían como incontrolables
condujeron a una menor confianza y un bajo desempeño.
Este mismo aspecto es señalado por Steinke y Wilson (2002) cuando afirman
que “el estilo de orientación cognitiva del atleta influye en la predicción de los niveles
de ansiedad precompetitiva”. Lo que muestra que, para reducir la ansiedad, es
importante reducir el significado de amenaza y aumentar la sensación de control.
Dentro de los resultados obtenidos por Campen y Roberts (2001) vale la pena resaltar
que el proceso de la ansiedad precompetitiva comienza con ansiedad cognitiva elevada
desde horas hasta días antes de la competencia mientras la ansiedad somática permanece
baja hasta pocas horas antes de la competencia. Arent y Landers (2003) explican estas
fluctuaciones debido a que la ansiedad precompetitiva está determinado por: la
percepción de amenaza por parte del atleta, sentido de incertidumbre por el resultado de
la competencia y la ansiedad rasgo.
Causas de ansiedad en el deporte
Para Rost y Schermer (1989) las causa de ansiedad se dividen en
a) Sensaciones de inadecuación, cuando el individuo duda si posee o no las
aptitudes necesarias para realizar la tarea y por consiguiente no sabe si la
resolverá de forma eficaz; b) ansiedad cognitiva, debido a que el individuo
percibe una falta de conocimientos para la realización de una tarea, y c) ansiedad
social, que surge cuando el individuo tiene que realizar una determinada tarea y
su desempeño debe ser evaluado por otros.
Dentro del deporte se puede hablar de las mismas causas de la ansiedad; cuando
el atleta percibe una diferencia muy grande entre el objetivo a cumplir y sus
requerimientos físicos, técnicos y tácticos; se plantea según Scanlan y Passer (1999) una
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 27

sobrestimación de los requisitos de la situación y de no fracasar. Es importante resaltar


que Guillén (2001) afirma que los deportes individuales generan más ansiedad que los
deportes de equipo; para el mismo autor otras causas generadoras de ansiedad son: la
cercanía a la competición, la importancia de la misma y el resultado obtenido.
Dentro del entrenamiento también se puede producir ansiedad y sus causas son
la sobrecarga, la monotonía, frustración al no poder hacer otras cosas. Esto conlleva a
que la ansiedad puede aparecer tanto al comienzo de la competencia, cuando se espera
un bajo desempeño, durante la competencia cuando el atleta se da cuenta de una mala
ejecución y luego de la competencia cuando el resultado no era el esperado. Además la
presencia de espectadores puede ser una fuente de ansiedad ya que se evalúa la
capacidad física del atleta en contienda con otro.
La influencia de los estados emocionales sobre la actividad del sujeto y el
rendimiento constituye un tema principal de investigación psicología deportiva.
Intuitivamente, se presiente que dicha influencia es compleja: si la ansiedad puede ser en
cierta medida benéfica, al ayudar al sujeto a movilizarse, superando ciertos límites, tiene
por el contrario efectos debilitadores sobre el rendimiento, uno de los aspectos
primordiales del campeón es ser capaz de acomodarse a la ansiedad. (Patmore, 1989).
Las investigaciones más recientes en este ámbito se organizan mayoritariamente en
torno al concepto de ansiedad.

Relación entre ansiedad y rendimiento

 Shainberg (1996) manifiesta que un deportista nunca está tranquilo al momento


de competir, él debe aceptar y manejar ese estado de ansiedad. Conde, Menéndez y
Estrada (2004) afirman “no podemos determinar a priori los niveles de ansiedad
óptimos, pues éstos pueden variar entre unos deportistas y otros, en función del tipo de
tarea a realizar, y del momento de entrenamiento-competición en que el deportista se
encuentre”.  La mayoría de los deportistas de élite han aprendido a reconocer un estado
ideal de ejecución, su estado ideal, que tiene que ver con un estado psicológico especial,
formado por unas sensaciones y pensamientos que dan lugar a un perfecto
funcionamiento de todas sus funciones orgánicas. Ese estado ideal, se manifiesta de
forma parecida en la mayoría de los deportistas. Está formado por un bajo estado de
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 28

ansiedad, optimismo, una actitud positiva y placentera, una gran autoconfianza y un


gran control de la situación. En definitiva, saben en todo momento como responder a lo
que la competición les demanda. Vallejo y Martínez (1996) afirman que “en
competencia, el éxito o el fracaso dependen de la capacidad del deportista de controlar y
mantener la ansiedad en el nivel adecuado”. Siguiendo este orden de ideas García
(2001) encontró que los deportistas con elevado grado de ansiedad no poseen
habilidades de afrontamiento, presentando conductas negativas, sentimientos de culpa,
al mismo tiempo, la tolerancia al miedo y la frustración es reducida. Entre otros aspectos
negativos también tienen actitudes derrotistas y negativas y los errores en la ejecución se
sobre valoran y se interpretan de modo mucho más severo que los deportistas con baja
ansiedad. Para González (1997) son cuatro los componentes esenciales de la tarea
motriz que permiten discriminar los niveles de ansiedad necesarios para la ejecución
perfecta de la misma: percepción, atención, decisión y el gesto técnico. Las primeras
hacen referencia a los estímulos relevantes para cumplir el objetivo, la decisión se
refiere a la oportunidad de escoger el movimiento preciso y la última a la precisión
necesaria para cumplir el objetivo.

Dentro de este ámbito han surgido varias relaciones que pretenden predecir la
correlación entre ansiedad y rendimiento, el modelo de la catástrofe desarrollado por
Hardy (1990) es una rectificación de la Hipótesis de la U invertida. Propone que “el
rendimiento deportivo es el resultado de la interacción de la ansiedad cognitiva y el
arousal. Este estado se percibe como una variación en un rasgo continuo que va, desde
el sueño profundo en uno de sus extremos hasta el mayor grado de excitación en el otro
(Malmo, 1959).

El deportista evalúa dicho arousal y lo interpreta como positivo o negativo y de


esta manera altera su ejecución y por tanto el rendimiento”. El modelo predice que el
arousal se relaciona con el rendimiento en forma de U invertida pero solamente si el
deportista presenta niveles bajos de ansiedad cognitiva. Si la ansiedad cognitiva
sobrepasa el nivel óptimo entonces el rendimiento sufre un decremento rápido asociado
al término catastrófico. De este modo es necesario intervenir tanto el aspecto fisiológico
como el cognitivo con el fin de maximizar el rendimiento de los deportistas. Dentro de
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 29

un modo personalizado ya que Biddle y Ntoumanis (1998) afirman que dependiendo de


variables individuales como la habilidad percibida; los individuos pueden usar sus
sentimientos y pensamientos precompetitivos como un estimulante para lograr un mejor
desempeño”. Vallejo y Martínez (1996) refieren que usualmente “el deportista aprende a
controlar su arousal manteniendo su ansiedad psicológica”. Usualmente los síntomas de
ansiedad que aumentan el desempeño conducen a que el deportista perciba un
incremento de la concentración, arousal y motivación.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 30

Análisis de Resultados

Para ésta investigación se utilizaron 10 artículos que relacionaban ansiedad y


rendimiento deportivo; además que distinguían en los grupos que obtuvieron alto
rendimiento y rendimiento bajo; y utilizaban el CSAI-2 como instrumento de medición
de la ansiedad competitiva; como afirman Woodman y Hardy (2004) “el CSAI-2
continúa siendo la elección preferida por los investigadores en psicología del deporte”
(p. 302). El CSAI-2 es un inventario multidimensional de la ansiedad. Nueve de los
reactivos evalúan la ansiedad somática, nueve de los ítems evalúan la ansiedad cognitiva
que se refiere a los pensamientos de temor, preocupación y aprehensión por el evento
atlético próximo y los últimos nueve reactivos evalúan la confianza del atleta.

Dentro de las investigaciones el rendimiento se evaluó teniendo en cuenta los


tiempos para los deportes de marcas y la efectividad en los tiros libres. Se prefieren estas
investigaciones en campo porque como refieren Zaichowsky y Baltzell (2004) “las
tareas en el laboratorio pueden tener gran validez interna pero probablemente no se
relacionen con el desempeño deportivo dentro de la competencia real y por lo tanto
carezcan de validez externa”.

Los datos de las medias obtenidas en cada grupo se ingresaron dentro del
paquete estadístico SPSS 12.0 para Windows que permite realizar variedad de análisis
estadísticos de una manera rápida y confiable; y se obtuvieron los siguientes resultados
descriptivos para cada una de las subescalas y los grupos de rendimiento (ver Tabla 1.)
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 31

Tabla 1.
Media y desviación estándar de las puntuaciones del CSAI-2 para cada uno de los
grupos del rendimiento

Variable Rendimiento Media Desviación


estándar
Ansiedad alto 12,62 5,47
somática bajo 14,70 6,13
Autoconfianza alto 22,34 13,17
bajo 18,20 9,45
Ansiedad alto 11,95 5,95
cognitiva bajo 16,04 7,30
Nota. Los resultados se obtuvieron de promediar los resultados obtenidos en cada una de
las investigaciones analizadas

Posteriormente se procedió a realizar la prueba estadística usando prueba U de


Mann- Whitney, con un nivel de significancia de 0.10; dicha prueba no paramérica se
usa cuando se quiere comparar las diferencias de medias entre muestras muy pequeñas o
que no se distribuyen normalmente; y se obtuvieron los siguientes resultados (ver Tabla
2.)
Tabla 2.
Resultados de la prueba U de Mann- Whitney para cada subescala del CSAI-2
Ansiedad Ansiedad Autoconfianza
somática cognitiva
Mann-Whitney U 11 4 4
Nivel de ,262 ,076 ,142
significancia
Nota. p≤0.10

La tabla muestra que solamente las diferencias entre las puntuaciones de la


ansiedad cognitiva entre los deportistas con alto desempeño y los deportistas con bajo
desempeño son medianamente significativas desde un punto de vista estadístico.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 32

Discusión

El propósito de éste estudio ha sido mostrar el estado actual de la investigación


en el campo de la ansiedad y rendimiento deportivo a través de los conceptos que con
éste se relacionan permitiendo asumir una posición crítica; para ello se ha trabajado con
una muestra de 242 artículos en psicología del deporte cuyo tema de investigación es la
relación entre ansiedad y el rendimiento deportivo.
De los mencionados estudios diez relacionan ansiedad con rendimiento deportivo
con diseños en los que se divide a los sujetos en grupos de alto y bajo rendimiento y se
comparan las puntuaciones obtenidas en las escalas del CSAI-2 (Competitive State
Anxiety Inventory -2). Cabe aclarar que las investigaciones analizadas primordialmente
se realizaron con atletas que practican deportes individuales: natación, atletismo, tenis,
basquetbolistas (lanzamiento de tiros libres) puesto que dan mayor importancia a las
capacidades individuales del deportista en la competencia, Covassin y Pero (2004)
afirman que “ es importante tener en cuenta las habilidades físicas y psicológicas de
cada jugador y su mayor impacto en los deportes individuales”; además Zaichowsky y
Baltzell (2004) manifiestan que “en los deportes individuales es más fácil medir el
desempeño puesto que se evalúa en función de la ejecución de la tarea o de la victoria
sin tener en cuenta el desempeño de los compañeros de equipo o del equipo
mismo”(p.325).
Ocho de las investigaciones analizadas muestran que la teoría predominante para
explicar la relación de ansiedad y desempeño es la teoría multidimensional de la
ansiedad, desarrollada por Martens et al. (1990), en la cual aparecen tres conceptos:
ansiedad somática, ansiedad cognitiva y autoconfianza, medidos con el CSAI-2
desarrollado por Martens et al. (1990); cada una de las cuales presenta diferentes formas
de relación con el desempeño: la ansiedad somática presenta una relación en U
invertida, la ansiedad cognitiva presenta una relación linear inversa, y la autoconfianza
se relaciona de manera linear positiva; cada una de estas tres relaciones presentan
independencia. “En el análisis factorial de los reactivos que componen el CSAI-2 se
encontró que la ansiedad cognitiva y la autoconfianza son factores independientes”
(Wahn, 1997). Resultado confirmado tanto por la investigación de Filaire,
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 33

Sagnol, Ferrand, Maso y Lac (2001) “la ansiedad cognitiva, la ansiedad somática y la


autoconfianza no se correlacionaron, corroborando que el CSAI-2 es un constructo
multidimensional”; y por la investigación de Graham (1995) que afirma “durante la
validación del inventario apareció una tercera dimensión que luego fue identificada
como autoconfianza”. “La teoría multidimensional de la ansiedad ha permitido a los
investigadores ir más allá de la simplista hipótesis de la U invertida” (Zaichowsky y
Baltzell, 2004, p. 331); ésta explica de una manera más amplia la relación entre la
ansiedad y rendimiento deportivo, puesto que permite pasar de un único concepto
arousal, a una visión holística, en donde interviene la interpretación cognitiva del
deportista, al introducir los conceptos de autoconfianza y ansiedad cognitiva; que
permiten el paso de un constructo fisiológico (Selye), a uno transaccional (Lazarus y
Folkman), en el que se resalta la habilidad del individuo para afrontar las demandas del
ambiente, este punto es afirmado por Wang, Marchant y Morris (2004) cuando
concluyen que “los estilos de afrontamiento tienen mayor influencia en la ansiedad
cognitiva que en la ansiedad somática, particularmente en situaciones estresantes, la
ansiedad somática actúa como un disparador del estilo de afrontamiento”; de la misma
manera Anshel (2001) concluye que “identificando las evaluaciones de los atletas, los
estilos de afrontamiento y su efectividad frente a cada evento estresor, le permite al
psicólogo del deporte enseñar técnicas efectivas para el manejo del estrés”.
En la investigación desarrollada por Buceta, de la Llave, Pérez-Llantada, Vallejo
y del Pino (2003) muestra que “se observó un mejor funcionamiento psicológico en los
corredores con mayor experiencia y mejor rendimiento previo” resaltando que
puntuaciones bajas en ansiedad cognitiva se relacionan con mejor percepción de control
de la condiciones de la competencia y por lo tanto con un mejor rendimiento”; siguiendo
el mismo razonamiento Campen y Roberts (2001) encontraron que “los atletas de mayor
edad y más experimentados mostraron significativamente menor ansiedad que los atletas
más jóvenes con menor experiencia”.
Además los resultados hallados por Covassin y Pero (2004) en la investigación
Relación entre autoconfianza, estado de ánimo, y ansiedad dentro de un grupo de
jugadores de tenis revelan que “los jugadores de tenis ganadores muestran altos puntajes
en autoconfianza y menores puntajes en ansiedad somática y cognitiva que los jugadores
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 34

perdedores”; lo cual es reforzado por López-Torres, Torregrosá y Roca (2007) cuando


afirman “se observó que durante las mejores experiencias de rendimiento se presentaron
mayores niveles de “flow” y de emociones de tono positivo, combinados con menores
niveles de ansiedad..”. Todos estos resultados apoyan las hipótesis de relación entre los
conceptos estudiados y el rendimiento deportivo de la siguiente manera: deportistas con
mejores resultados obtenidos muestran altos niveles de autoconfianza, y menores niveles
de ansiedad tanto somática como cognitiva que los deportistas con peores resultados; lo
cual refuerza la independencia de las tres dimensiones. Además es necesario tener en
cuenta que el control que el deportista puede percibir sobre sus reacciones y las
demandas ambientales sirve como facilitador del rendimiento deportivo, en este sentido
Covassin y Pero (2004) señalan que “aspectos de la ansiedad que se creen controlables
facilitan el desempeño mientras que los factores incontrolables tienen un efecto
debilitador en el desempeño”. Esta conclusión nos conduce a trabajar con los deportistas
en el manejo de la ansiedad puesto que como lo manifiestan Fletcher y Hanton (2000)
“los deportistas deberían aprender un amplio rango de habilidades psicológicas que les
permitan alcanzar el éxito”; además como lo afirman Wang et al. (2004) cuando
concluyen “los deportistas de elite confían en su capacidad para manejar las situaciones
estresantes”.
La principal diferencia que presenta la teoría multidimensional de la ansiedad
radica en una aproximación polinómica de la ansiedad, teniendo en cuenta tanto la
percepción del componente fisiológico, como la interpretación cognitiva de la situación
competitiva que afronta el deportista; como lo señala Graham (1995) “la percepción de
los elementos fisiológicos de la experiencia estresante”; además de introducir el
concepto de autoconfianza, como un nuevo concepto mediador en el rendimiento
deportivo; a diferencia de la teoría de la zona individual de funcionamiento optimo que
particulariza la hipótesis de la U invertida para cada deportista, el modelo de catástrofe
asume el papel moderador de la ansiedad cognitiva sobre la ansiedad somática, para
obtener un desempeño óptimo; esto significa que si la ansiedad cognitiva es baja,
cualquier cambio en el arousal fisiológico cambiará el desempeño en forma de U
invertida; si la ansiedad cognitiva y el arousal fisiológico tienen altos niveles el
rendimiento caerá abruptamente.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 35

Por otra parte, la teoría del impulso afirma que a mayor nivel de arousal, el
rendimiento será superior; Al respecto Sánchez (2002) afirma que “niveles de ansiedad
aumentados antes de la competición y controlados van a ser necesarios para una
adecuada movilización energética y la obtención de un mayor rendimiento”, en una
investigación que analizó los niveles de ansiedad de un grupo de deportistas de mediana
edad frente a un grupo control de sujetos sedentarios. Esta teoría deja por fuera las
valoraciones subjetivas e intrapsíquicas, que según investigaciones antes citadas, no son
menos importantes.
En cuanto a la teoría de la inversión que se asocia con la orientación a la meta,
(metamotivación) depende exclusivamente de la interpretación del arousal en el
momento de la competencia; el cual se puede percibir como un facilitador o un
obstáculo para lograr o no la meta propuesta. La debilidad de ésta teoría radica en la
dificultad de operacionalizar los estados metamotivacionales; esto es, no explicar como,
ni por qué, los estados metamotivacionales interpretados como ansiedad, afectan el
rendimiento deportivo.
Aunque los resultados estadísticos de la investigación muestran que no hay
diferencia altamente significativa entre los resultados encontrados en las investigaciones
analizadas, es necesario hacer hincapié en el hecho de que las mediciones realizadas se
desarrollaron dentro del ciclo de competencia de los deportistas, lo cual implica una
pérdida de rigurosidad científica, pero no demerita la validez práctica de los resultados
obtenidos; puesto que la realización de un experimento que desarrolle una metodología
enmarcada en el método científico, no podría abarcar todas las contingencias que el
deportista afronta dentro del ámbito competitivo. Para buscar mayor validez de los
resultados, es necesario desarrollar investigaciones que busquen la homogeneidad de los
participantes, además de diseños, e investigaciones cualitativas que usen otros métodos
de recolección de la información; esto permitirá evaluar el desempeño y la ansiedad de
un deportista a lo largo de una temporada competitiva, y el investigador pueda tener una
aproximación más cercana con los participantes.
Dentro del ámbito de la psicología deportiva, el aporte de éste estudio, permite
mostrar que la teoría de más aceptación dentro de la comunidad científica para explicar
las relaciones entre la ansiedad y el rendimiento, es la teoría multidimensional de la
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 36

ansiedad; aunque los resultados de la investigación muestran que solamente la diferencia


entre los puntajes de la ansiedad cognitiva son poco significativos, p≤ 0.10, son un
punto de partida para explorar dicha relación desde otras formas de investigación, que
permitan contrastar ésta teoría con la realidad que los profesionales de la psicología
intervienen diariamente, dentro de los programas de entrenamiento de los deportistas, en
este sentido Mellalieu, Neil y Hanton (2006), encontraron que “los atletas de elite usan
técnicas de autoconfianza, imaginería y autoinstrucciones para contrarrestar los efectos
adversos de la ansiedad sobre todo los síntomas cognitivos”. Resultado similar al
reportado por Koivulaa, Hassme y Fallbya (2001) que señalan “los deportistas de alto
rendimiento muestran menores niveles de ansiedad cognitiva que los deportistas con
bajo desempeño”. Este hallazgo de la importancia de la relación entre ansiedad
cognitiva y rendimiento, confirma la conclusión encontrada por López-Torres et al.
(2007) Desarrollando un estudio con patinadores cuyo objetivo era evaluar y comparar
las dimensiones de “flow”, ansiedad, y estado emocional de las mejores y las peores
experiencias de rendimiento deportivo de los participantes: “con lo cual se refuerza la
observación de que cuando un atleta tiene un estado de ansiedad cognitiva o somática
alto, esto le impedirá o dificultará el desarrollo de un rendimiento cumbre”, de la misma
manera Mellalieu et al. (2006), en su estudio cuyo objetivo era evaluar la autoconfianza
como mediador entre la ansiedad y desempeño encontraron que “reducidos niveles de
ansiedad cognitiva actúan como facilitadores en la interpretación de la ansiedad
somática, cuando el deportista se enfrenta a situaciones estresantes” donde se concluye
que aunque cada concepto es independiente pueden interactuar para obtener un
rendimiento óptimo en una situación dada. Lo cual refuerza la conclusión encontrada
por Robazza y Bortoli (2005), en jugadores de rugby, en la que manifiestan que “los
atletas elite obtuvieron menores puntuaciones en la escala de ansiedad cognitiva que los
atletas no elite; permitiéndoles aumentar su confianza y rendimiento”; todas estas
investigaciones resaltan el papel fundamental de la ansiedad cognitiva como indicador
del desempeño del atleta en una competencia dada. Hallazgo que también es
confirmado por Fletcher y Hanton (2000) cuando afirman que “los deportistas que usan
habilidades psicológicas para el manejo de la ansiedad interpretan los síntomas de la
ansiedad como facilitadores”
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 37

Conclusiones
A pesar de que con herramientas como el Internet, que permiten explorar
numerosas bases de datos, y que existe abundante material teórico con respecto a la
ansiedad y el rendimiento deportivo, es necesario investigar estos temas, utilizando más
deportes y más métodos y enfoques de investigación, propios de las ciencias sociales.
La teoría más utilizada por la comunidad científica con respecto a la ansiedad y
el rendimiento deportivo es la teoría multidimensional, desarrollada por Martens et al,
(1990) ya que permite conocer dimensiones que están relacionadas con la ansiedad,
como la autoconfianza; al mismo tiempo que operacionaliza la ansiedad, en ansiedad
somática y cognitiva; esto permite el autorreporte de pensamientos y orientaciones al
objetivo por parte de los deportistas y por lo tanto la intervención del psicólogo del
deporte dentro del plan de entrenamiento del deportista tal como lo manifiestan Fletcher
y Hanton (2000) “ se deben usar técnicas de orientación cognitiva que permitan
interpretar la ansiedad como facilitadora para mejorar el desempeño”; de la misma
manera Buceta et al. (2003) sugieren “la conveniencia de asesorar o entrenar
especialmente a los participantes sin experiencia o con poca experiencia, con el
propósito de optimizar su preparación psicológica”
En este orden de ideas, se concluyó en la investigación que no existen diferencias
significativas en cuanto a la subescala de la ansiedad somática y la autoconfianza, entre
los deportistas con alto y bajo rendimiento y que existe diferencia poco significativa
entre los deportistas con alto y bajo rendimiento en las puntuaciones de la subescala de
ansiedad cognitiva.
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 38

Recomendaciones

1. Utilizar otras técnicas de recolección de datos y diseños en las


investigaciones sobre éste campo que permitan obtener resultados más concluyentes en
torno a los conceptos analizados.
2. Realizar investigaciones cuyo objetivo sea reducir los niveles de ansiedad
cognitiva de los deportistas.
3. Elaborar investigaciones en las que se exploren y contrasten otro tipo de
teorías que relacionen la ansiedad con el rendimiento deportivo como por ejemplo la
teoría de la reversión y el modelo de catástrofe del rendimiento.
4. Es importante considerar el impacto de la habilidad física de los
deportistas en el momento de realizar las intervenciones puesto que influye en los
niveles de confianza.
5. Realizar investigaciones que exploren la ansiedad precompetitiva y su
relación con el desempeño deportivo
6. Realizar investigaciones que permitan encontrar diferencias entre las
variables analizadas dependiendo de la clasificación de los deportes de pelota, tiempos y
marcas; arte y precisión y combate para realizar intervenciones más eficaces puesto que
las demandas de habilidades psicológicas de cada deporte son diferentes
Revisión de investigaciones sobre ansiedad y rendimiento 39

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