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ECONOMÍA

17 de mayo de 2018
Sturzenegger aseguró que la pérdida de reservas por más de 10 mil millones de
dólares fue sólo “una turbulencia”

De cómo confundir los


deseos con la realidad
El presidente del Banco Central sostuvo que “el temporal ya pasó” y que ahora volverá
a trabajar por la “desinflación”.
Por Federico Kucher

“El mensaje del mercado hizo evidente que los inversores no nos estaban creyendo”, sostuvo Sturzenegger
en conferencia de prensa.
Imagen: Joaquín Salguero

“No hubo corrida.” El presidente del Banco Central, Federico Stuzenegger, cerró ayer
su conferencia de prensa con esa frase. Las declaraciones del funcionario siguen
confundiendo deseos con realidad. Dijo que hubo volatilidad financiera pero que “el
temporal ya pasó”. También afirmó que “la inflación viene en baja, y la de mayo será
menor a la de abril”. No mostró preocupación por el próximo vencimiento de las
Lebac, pese a que la autoridad monetaria deberá renovar a mitad de junio letras por
otros 630 mil millones de pesos. Planteó que el balance contable del organismo salió
fortalecido en las últimas semanas por la devaluación. Pero no tuvo en cuenta que se
perdieron casi 10.000 millones de dólares en reservas, se ofrecieron contratos de
futuro por debajo del valor actual del mercado y que el incremento de la tasa a 40 por
ciento lo obliga a pagar 20.000 millones de pesos en intereses el próximo mes.
“Ahora el foco del Banco Central es encauzar el proceso de inflación”, dijo
Sturzenegger. “El mensaje del mercado en las últimas semanas nos ha hecho
reflexionar y cambiar algunas cosas. Después de haber pasado el momento de
turbulencia, reordenar el proceso de inflación vuelve a ser el objetivo de esta
institución”. La declaración, que en 2016 podría haber tenido algún tipo de sentido
tras la suba del dólar por la unificación del tipo de cambio, no tiene justificativo a
mediados de 2018. La autoridad monetaria había dicho desde el día uno de su
mandato que la prioridad iba a ser encauzar la inflación. Pero en 2016 los precios
subieron 41 por ciento, en 2017 se elevaron 25 y este año algunas consultoras
recalcularon la inflación para ubicarla por arriba del 30. Los precios en los últimos dos
años y medio ya acumularon una suba de casi 100 por ciento. ¿Ahora sí va a bajar?

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“Una política monetaria restrictiva (altas tasas de interés) es el mecanismo que


permitirá que la economía se pueda acomodar a la nueva realidad internacional sin
verse afectado el proceso de desinflación. El tipo de cambio flotante es el instrumento
más idóneo para enfrentar vaivenes sin que la actividad económica se vea afectada”,
planteó el titular del Central. El funcionario volvió a hablar de tipo de cambio flexible,
mientras la autoridad monetaria mantiene fija una oferta de 5000 millones de dólares
a 25 pesos para evitar que la divisa se dispare por encima de ese precio. La política
cambiaria de las últimas semanas no tuvo nada que ver con la idea original del
Central, en la cual el mercado le ponía libremente un precio a la divisa. Desde el 5 de
marzo la entidad ya sacrificó cerca de 10.000 millones de dólares para moderar la
suba del tipo de cambio y evitar un desborde en materia inflacionaria. ¿Ahora sí va a
flotar?
“Nuestros modelos en abril nos daban, y nos siguen dando, una baja en la tasa de
inflación”, desafío Sturzenegger. Aclaró que cuando el mercado empezó a mover el
tipo de cambio de manera más acelerada, “se volvió más evidente que los inversores
no nos estaban creyendo”. “Fue el propio mercado el que de alguna manera nos dijo
esto (esta tasa) no es suficiente y nos indujo a ajustar en las últimas semanas. Ese
mensaje el mercado no lo había expresado con tanta claridad. Y uno tiene que tener
la humildad de escuchar lo que nos está diciendo”, insistió. Esta fue la forma que
encontró el titular del Central para justificar que subió la tasa para bajar la expectativa
de inflación y no para tentar a los fondos internacionales a seguir especulando en la
Argentina. Ante la insistencia de la prensa, aseguró también que este año se cumplirá
la meta de 15 por ciento de inflación y que la entidad no la pone de ninguna manera
en duda.
“Corrida no hubo. Es muy importante ser muy claros. El Banco Central es muy
transparente. Hemos tenido una turbulencia, alguna volatilidad, por supuesto. Pero lo
otro no”, planteó Sturzenegger. No es claro. Los fondos del exterior vendieron sus
Lebac por 200 mil millones de pesos y se fueron del país con un dólar en torno a los
21 pesos. Ahora algunos empezaron a volver con un dólar cerca de 25 pesos y casi el
doble de tasa de interés en pesos. Economistas de distintas corrientes, a contramano
de lo que plantea el presidente del Central, aseguran que en las últimas semanas se
registró una de las mayores corridas cambiarias de la historia local. Eso obligó a la
autoridad monetaria a sacrificar reservas con picos diarios de 1472 millones de
dólares.
El presidente del BCRA aseguró que el Central salió fortalecido en materia de su
balance contable en las últimas semanas. “El stock de Lebac y otros pasivos cayó un
2,5 por ciento del Producto Bruto Interno desde febrero de este año como
contrapartida de la venta de reservas”, aseguró. Agregó que la banca es sólida y no
muestra ningún síntoma de crisis. “Los depósitos a plazo, tanto en pesos como en
dólares, se mantienen estables y no mostraron impacto ante un contexto de mayor
volatilidad. El sistema financiero argentino se mantiene sólido, y los márgenes de
liquidez y solvencia continúan elevados”, cerró.

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