El proceso inmediato es un proceso especial, y además una forma de
simplificación procesal que se fundamenta en los principios de Celeridad Procesal y Economía Procesal, sustentados en criterios de racionalidad y eficiencia. Por otro lado, el proceso penal inmediato o también llamado juicio inmediato, tiene como fuente a los juicios directísimos (flagrancia o confesión) e inmediato (prueba evidente). Este proceso consiste en la directa presencia del delincuente ante el juez enjuiciador sin pasar por el filtro de la audiencia preliminar. Es considerado como un proceso especial que en el Código de Procedimientos Penales de 1940 no estaba regulado, tiene su origen en Italia, que tiene la característica el obviar la etapa de la investigación ·formalizada, además de la etapa intermedia y llegar al juicio oral, lo que origina un proceso más célere que respeta tanto el plazo razonable del proceso y la presunción de inocencia. El proceso inmediato regulado en nuestra legislación a la usanza italiana se ha elaborado en el sentido que el fiscal debe contar con un caso que tenga: Flagrancia, Confesión del imputado o suficiencia probatoria. Se lleva a cabo cuando concurre una circunstancia extraordinaria que permite abreviar el proceso penal, en este caso no desarrollando las fases de investigación preparatoria e intermedia. Tiene como finalidad la aclaración de un problema social-teórico actual sobre una de las instituciones más nuevas en el derecho penal, el proceso inmediato por flagrancia delictiva, en donde se amplían los conocimientos sobre este tema, dando pautas de solución al mismo, la problemática se basa en como este nuevo proceso ingresado recientemente al Nuevo Código Procesal Penal del 2004 tiene implicancias en el desarrollo del principio de acusación y en el juzgamiento en un plazo razonable, pues los plazos de duración del mismo son demasiados cortos Primero, afirmar que el incremento de las condenas puede generar el colapso del sistema carcelario escapa a la función fiscal y judicial, no es real y evidencia una falta de coherencia y previsión en la política criminal del Estado al elaborar y promulgar este decreto legislativo. Los fiscales solo aplican la ley. Se pueden imponer penas de corta duración o de servicios comunitarios. Segundo, cuando se elaboren leyes, debe contarse con la opinión de los entes especializados en justicia para su mejor redacción y viabilidad, lo que no ocurrió en este caso.
Sanchez, P. (2009). El Nuevo Proceso Penal. Moreno S.A.: Lima- Perú.