Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
son pocos los ríos cuyos caudales no están regulados artificialmente. Por ello, la gestión del
agua y de los recursos biológicos con ella relacionados deben enfrentarse a los problemas que
estas obras originan y en concreto cuantificar los caudales circulantes mínimos capaces de
mantener los ecosistemas de los tramos de río regulados.
La base de cálculo deberá tener en cuenta una regularidad natural, debiendo así formar
parte del coevolución entre el medio físico y las comunidades naturales.
El método adoptado deberá cumplir un criterio tan simple y obvio como que el caudal
de mantenimiento debe ser comparativamente más conservativo en los ríos menores y
menos en los de mayores caudales circulantes, lo que quiere decir que: Restar menos
de “poco” puede conducir a nada, mientras que restar mucho de “más” puede permitir
una situación sostenible.
Básicamente hay tres tipos de planteamientos o metodologías a la hora de fijar los caudales
ecologicos:
METODOS HIDROLOGICOS:
Este grupo de métodos están basados en el estudio de las regularidades de series temporales
largas de registros de caudales. El caudal ecológico se establece a partir del resultado de
alguna operación aritmética más o menos compleja, o bien a partir de algún parámetro
estadístico supuestamente representativo. Actualmente, son aún los métodos de cálculo más
extendidos a nivel mundial; perteneciendo a este bloque la mítica regla del 10%, que establece
como caudal ecológico el resultado de aplicar tal tanto por ciento al caudal medio interanual.
METODO HIDRÁULICOS:
Son los métodos de la tercera generación, en los que el estudio de una serie de parámetros
morfohidráulicos se extrapola hasta su relación concreta con algunas variables biológicas
poblacionales de especies piscícolas determinadas para definir sus preferencias en cuanto a
hábitat. El caudal ecologico a partir de este método no resulta tan sencillo y directo como en
los casos anteriores, aunque supuestamente sus resultados ofrecen algunas garantías más de
adecuación, que no son, sin embargo, demasiado útiles para ríos en los que la variabilidad
temporal de las características del hábitat es inherente.
Son métodos de carácter integrador esencialmente, es decir de síntesis, mientras que los
basados en la simulación de hábitats son más bien analíticos.
En los dos primeros se da por supuesto que la información teóricamente más importante para
los organismos acuáticos está concentrada en las series hidrológicas o bien en unas cuantas
características hidráulicas de la sección, mientras que el tercer método pretende determinar y
ponderar la importancia de todos estos aspectos hidrológicos e hidráulicos, además de otros
con el objetivo de definir cuál es la relación óptima entre disponibilidad de hábitat y unidad de
caudal.
FINALMENTE:
Los caudales ambiéntales no son caudales caprichosos propuestos por ecologistas, nacen
como una obligación moral del hombre para con la naturaleza y para con el mismo.
Es necesario introducir en los actuales planes de cuenca, y en sus futuras revisiones, así como
en los reglamentos, el establecimiento de planes de gestión específicos destinados al
mantenimiento y mejora del buen estado ecológico.