SEIS FALACIAS SOBRE LA EDUCACIÓN

SEIS FALACIAS SOBRE LA EDUCACIÓN

EL INFORME KLIKSBERG

Al respecto, en nuestra Constitución Política del Perú en el artículo 13º: “La Educación
tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana. El estado reconoce y
garantiza la libertad de enseñanza. Los padres de la familia tienen el deber de educar a sus
hijos y el derecho de escoger los centros de educación y de participar en el proceso
educativo”. Eso está normado en un documento fundamental de nuestro país; pero es esta
una realidad concreta, en realidad el Estado garantiza y reconoce la libertad de una buena
educación.
En la Ley 28044, Ley de la Educación, en el artículo 9º: “Son fines de la educación peruana:
a) Formar personas capaces de lograr su realización ética, intelectual, artística, cultural,
afectiva, física, espiritual y religiosa, promoviendo la formación y consolidación de su
identidad y autoestima y su integración adecuada y crítica a la sociedad para el ejercicio de
su ciudadanía en armonía con su entorno, así como el desarrollo de sus capacidades y
habilidades para vincular su vida con el mundo del trabajo y para afrontar los incesantes
cambios en la sociedad y el conocimiento.
b) Contribuir a formar una sociedad democrática, solidaria, justa, inclusiva, próspera,
tolerante y forjadora de una cultura de paz que afirme la identidad nacional sustentada en la
diversidad cultural, étnica y lingüística, supere la pobreza e impulse el desarrollo sostenible
del país y fomente la integración latinoamericana teniendo en cuenta los retos de un mundo
globalizado”.
Estas son las principales normas que rigen y avalan la educación en el Perú, pero siendo
realistas nuestro sistema educativo no está logrando los objetivos esperados, la educación
no llega a todos; y la educación que se está impartiendo no está siendo útil para la
población, no está superando la pobreza ni impulsando el desarrollo sostenible del país.
El economista argentino Bernardo Kliksberg analiza las principales problemáticas del mundo
actual a la luz de dos de los capitales más urgentes de la humanidad: la ética y la
solidaridad. La exclusión, la reconstrucción del Estado, la idea del capital social, la
construcción de una economía con rostro humano, las apuestas por la educación, la
responsabilidad en el ambiente empresario, la función social del arte, el cooperativismo y
muchos otros temas.
El desarrollo humano en el siglo XXI se da gracias a la educación, y es que a cada
momento nuestra vida nos estamos educando y aprendiendo algo nuevo. Es parte de
nuestra naturaleza el buscar constantemente el conocimiento, sea por intuición, por
necesidad, gozo, etc.
Al respecto, el argentino Bernardo Kliksberg nos propone seis falacias que se dan en la
educación. Como bien sabemos, las falacias son razonamientos que conducen a caminos
equivocados y estas falacias son:

FALACIA 1º: LA EDUCACIÓN ES UNA MERCANCÍA

Es una falacia que a menudo se comete, puesto que la educación es conceptualizada

equívocamente. La educación no es una mercancía, la educación es la manera de vivir la
vida, la manera de desarrollar nuestras inquietudes. La educación es un fin en sí mismo.

FALACIA 2º: LA EDUCACIÓN NO DEPENDE DEL CONTEXTO SOCIOECONÓMICO

A menudo se dice que la escuela es responsable de las deserciones escolares, que los
niños y jóvenes no asistan ni terminen su educación, pero es completamente falsa esta
afirmación, ya que la escuela, profesores y toda la comunidad educativa no son
responsables de lo acontecido. Esto va más allá, esto se debe en parte al sistema
socioeconómico, porque no se conoce la realidad del educando, muchos de ellos viven en
extrema pobreza y tienen que dejar de lado su educación para dedicarse al trabajo y en
ocasiones ayudar a sus padres y familia,

FALACIA 3º EL PRESUPUESTO ES SUFICIENTE, PERO SE MALGASTA

Esta afirmación es completamente equivoca, porque nunca hay presupuesto suficiente, y

menos para la educación. La UNESCO afirmó que el mínimo para la educación es el 6% del
PBI, pero en realidad esta es una verdad totalmente ajena. En el Perú solo se designa el
2% del PBI, monto que no llega a cubrir ni la tercera parte de las necesidades que se dan
en el sector educación. Por ello, esta una verdad equivoca.

FALACIA 4º: EL PRESUPUESTO PARA UNIVERSIDADES ES EXCESIVO

Actualmente hay universidades que están en proceso de acreditación y muchas de ellas

están en ciertas desventajas por el poco presupuesto asignado; entonces de dónde se saca
que las universidades tienen un excesivo presupuesto; y menos aún, reducirles dichos
presupuesto para ser asignados a la educación básica regular. Las universidades son el
puente principal para realizar investigaciones científicas a nivel nacional e internacional y los
recursos que se le asigna no son suficientes. Otra verdad, equivoca.

FALACIA 5º: LOS DOCENTES NO TIENEN COMPROMISO

Otra barbaridad. Como que no hay compromiso docente, si muchos profesores nos
dedicamos a esta carrera por vocación, puesto que el sueldo que ganamos no son los
mejores que digamos. Se sabe que a nivel de Latinoamérica, los maestros percibimos
sueldos inferiores al promedio de la economía y si muchas veces se hacen huelgas, es
porque se hacen reclamos para que se escuchen nuestros pedidos y se reconozca el papel
que desempeña el docente y pese a ello estamos ahí, dando lo mejor de nosotros.

FALACIA 6º: LA EDUCACIÓN FRACASA EN CIERTOS PAÍSES DE ACUERDO A LAS

PRUEBAS PISA

Como bien sabemos, de acuerdo a las pruebas Pisa, tenemos el más bajo nivel educativo
con respecto a comprensión lectora, matemáticas y ciencia, pero una prueba determina que
nuestra educación está en fracaso. Es válido reconocer que nuestro sistema necesita de
una nueva reforma, pero ello se debe a muchos factores y no necesariamente por ciertos
resultados.
Debemos empezar a valor nuestro trabajo educativo y crear alumnos pensantes para bien,
que tengan principios y valores que rijan su vida y no simple receptores de información que
almacenan conocimientos que en muchos casos le son obsoletos para su vida diaria.
Estas seis falacias que plantea Kliksberg son muy acertadas y nos permiten ver las
perspectivas equivocadas que se tienen acerca de la educación, esta información es válida
para reflexionar y darnos cuenta de que necesitamos un cambio, pero un cambio en
nuestras percepciones, un cambio en nosotros mismo y dejar de echar la culpa al Estado o
al sistema.