González Prada y su evolución al anarquismo

Nombre: Guerrero Huamán, Andrea Sofía

González Prada colaboró en 1900 en periódicos como El Libre

Pensamiento, órgano de la Liga de Libre-Pensadores. Figuró como
posible candidato a la Vice-Presidencia en 1903. Colaboró en órganos
radicales como La Idea Libre de Glicerio Tassara y en hojas
anarquistas como Las Parias de la que fue, por un tiempo,
director.

En 1908 apareció el libro Horas de Lucha, que se

complementó con demoledores artículos sobre los
conservadores, los liberales, los magistrados, los
legisladores, la aristocracia, el clero, los ventrales,
así como sobre otros temas, destacando los vicios y
defectos nacionales.

Así como los sicólogos han descubierto que puede haber varias personalidades en un
hombre, podría creerse que hubo en González Prada dos escritores: el que firmó sus
ensayos y poemas y el que colaboró anónimamente o bajo seudónimo en hojas proletarias. A
la misma época a la que pertenece Horas de Lucha corresponden los artículos y poemas sin
firma coleccionados en diversos libros póstumos.

Sus libros tratan temas sobre: religión, filosofía, historia, política, cuestiones sociales y
literatura. Para la religión, González Prada tiene ataques agresivos e insistentes. Considera
que Cristo fue una figura humana menos importante de lo que se supone. Prefiere el
protestantismo al catolicismo. Cree que en la esencia misma de esta religión están la
intolerancia y el atraso.

Su filosofía es de estoicismo con un fondo de escepticismo. Con frecuencia duda de todo;

pero en otras oportunidades piensa y actúa como si hubiera que tener fe en la ciencia.

Sus alusiones históricas no son escasas. Admira a la Grecia clásica. Tiene antipatía y
desprecio por la Edad Media. Conserva, a lo largo de los años, intacta su admiración por el
siglo XVIII y, en especial, por Voltaire y la Enciclopedia.

Admira a Darwin y a Haeckel. Escéptico ante Comte, cree que es una mezcla de sabio y
místico. Ignora a Marx. Jamás hace uso de cifras estadísticas en sus escritos. Cree ver en
Tolstoi a un medio loco. Se entusiasma ante José Nakens y Francisco Pi y Margall.
Su repudio de la historia del Perú es absoluto y total. Denigra a Lima y a la clase nobiliaria, a
la que pertenecieron sus antecesores.

Cree que Bolívar y Sucre fueron grandes. Para él, la historia del guano es una “inmundicia” y
en las batallas abundaron los cobardes y desertores. Durante la ocupación chilena hubo
entre hombres y mujeres muchos colaboradores, tránsfugas y traidores.

Feroz con Piérola en todo momento y no es más benévolo con Cáceres aunque lo ataque
con mucho menos frecuencia. A Manuel Candamo se refiere como si se tratara de una mujer.
Gran enemigo de Romaña. Silencioso ante la pugna entre demócratas y civilistas en 1901,
1902 y 1903. Feroz contra el civilismo durante la primera administración de José Pardo.

En cuanto a las cuestiones sociales nacionales, muestra su preocupación por el indio y su

cariño y fe en el obrero. En la conferencia sobre el intelectual y el obrero pronunciada en
1905 y publicada también Horas de lucha no sólo ensalzó la fraternidad de ambos y la
nobleza y necesidad del trabajo material, sino que anunció la proximidad de la revolución
proletaria.

El libro Anarquía es el que más se acerca para ofrecer un aporte sobre los aspectos positivos
del pensamiento de González Prada en materia social. Aparece favorable a la lucha de los
pobres contra los ricos y al empleo de la fuerza como una necesidad. Declara que la
revolución de los obreros debe ser en beneficio de todos los seres humanos.

Es enfático contra el cristianismo, el Estado, el Congreso, los políticos y la autoridad.

Conclusiones

González Prada muestra su descontento con todos los errores que se cometieron a lo largo
de la historia del Perú. En sus obras El tonel de Diógenes y Propaganda y ataque se muestra
decepcionado, además censura a grandes figuras políticas de la época. Maldice a los
culpables de la derrota con Chile y denuncia la responsabilidad de la Iglesia en grandes
injusticias.

Debido a su pesimismo y desconfianza total en la clase política del Perú, propone un

gobierno anarquista por medio de la revolución del indio y el proletariado en favor no sólo de
ellos, sino de todos los seres humanos.