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INTRODUCCIÓN A LA MICROECONOMÍA.

La microeconomía es una rama de la economía que estudia el comportamiento de


unidades económicas individuales, como pueden ser individuos, familias y empresas, y el
funcionamiento de los mercados en los cuales ellos operan. La definición más clásica de
microeconomía dice que la microeconomía es la parte de la economía que estudia la
asignación de los recursos escasos entre finalidades alternativas. La teoría microeconómica
utiliza modelos formales que intentan explicar y predecir, utilizando supuestos
simplificadores, el comportamiento de los consumidores y productores, y la asignación de
los recursos que surge como resultado de su interacción en el mercado. En general el
análisis microeconómico se asocia con la teoría de precios y sus derivaciones. Se considera
que el mayor contribuyente al análisis microeconómico ha sido Alfred Marshall.

¿QUÉ ESTUDIA LA MICROECONOMÍA?

La Microeconomía es la disciplina de la economía que se encarga de describir y analizar el


comportamiento económico de las unidades individuales capaces de tomar decisiones,
principalmente consumidores, propietarios de recursos y sociedades comerciales en una
economía de libre empresa. El objetivo de la teoría microeconómica es predecir con la
mayor exactitud posible dicho comportamiento, explicando que el resultado es una
consecuencia lógica de unos supuestos basados en observaciones previas.

Los agentes económicos presentan diversas necesidades, cuya satisfacción se halla


limitada por la disponibilidad de factores de producción (capital, trabajo y materias
primas). La Microeconomía pretende determinar cómo se asignan estos recursos para
satisfacer las diferentes necesidades, que pueden ser básicas (alimento, vestido, techo) o
más sofisticadas, de índole estética, espiritual o material.

Los elementos más importantes de la Microeconomía se utilizan para describir:

• La Oferta: Es la forma en que las empresas deciden qué y cuántos bienes y servicios
producirán, y con qué combinación de factores productivos.

• La Demanda: Es la forma en que los individuos y/o las familias (economías domésticas)
determinan su demanda de bienes y servicios.

• El Equilibrio: Es la forma en que los mercados relacionan la oferta y la demanda.

Otras subáreas importantes de la microeconomía son la economía del bienestar y las


finanzas públicas.

Se puede afirmar que la Microeconomía constituye la base de cualquier rama de la


economía. Por ejemplo, cuando se analiza el efecto que tiene un impuesto en la teoría de
las finanzas públicas habrá que decidir qué modelo microeconómico se utiliza para mostrar
cómo afecta este impuesto a la oferta, a la demanda y a los precios, y por tanto cuánto se
podrá ingresar gracias a ese impuesto o cómo afectará a la oferta de factores de
producción. Así, un impuesto sobre la renta puede reducir la oferta de trabajo y un
impuesto sobre los beneficios puede disminuir la demanda de inversión. De igual forma, las
principales tesis de la economía del bienestar se fundamentan en supuestos relativos al
funcionamiento de los mercados.

Las tres preguntas clave en Economía.

¿Qué producir?

En primer lugar, hay que contestar a la pregunta: ¿qué producir? Todas las sociedades han
tenido que elegir entre unas producciones y otras y el destino que deben dar a sus recursos
productivos. También los individuos tomamos decisiones que afectan a cómo empleamos
nuestras capacidades a la hora de aceptar un empleo u otro o cómo utilizamos nuestro
tiempo a la hora de decidir entre el estudio y la diversión.

¿Cómo producir?

Una vez tomadas las decisiones oportunas sobre lo que vamos a producir tenemos que
decidir cómo vamos a producir los diferentes bienes. Es decir, qué sistemas técnicos vamos
a emplear, cómo vamos a organizar el sistema productivo, y otros aspectos relacionados
con la forma de la producción, entendida ésta en su sentido más amplio. Por ejemplo, un
banco puede optar por poner un cierto número de cajeros automáticos para que los
clientes puedan realizar sus operaciones. De esta forma podría ahorrar mano de obra y
ampliar el horario de atención a sus clientes.

¿Para quién producir?

Finalmente, deberemos tomar determinadas decisiones en función de la tercera cuestión a


la que se enfrenta la Economía: ¿para quién vamos a producir los bienes? En muchos casos
los produciremos para aquellas personas o entidades que abonen el precio que tenemos
fijado. Ésta es la forma más habitual en la mayoría de los bienes que se producen. Sin
embargo, otros bienes, como la sanidad o la educación obligatoria, pueden ser
suministrados a las personas sin que tengan que pagar directamente su precio, ya que
podrán ser sufragados por el sector público con los ingresos impositivos o de otro tipo que
obtenga de todos los ciudadanos.
¿Un sistema económico da respuesta a las preguntas claves de la Economía?

Cuando se da respuesta a las preguntas anteriores en el marco de una sociedad concreta


se configura su sistema económico. Muchas de estas elecciones se tienen que llevar a
cabo por los distintos agentes económicos, los consumidores, las empresas y el sector
público (que estudiaremos en el capítulo siguiente); además, tienen que existir mecanismos
e instituciones que coordinen dichas elecciones. Muchas veces el mecanismo de
coordinación se encuentra en el propio mercado. Sin embargo, el mercado puede no ser
la mejor manera de coordinar las elecciones de los agentes que intervienen en
determinadas situaciones; por ejemplo, el uso de recursos no renovables como el agua o los
espacios naturales.

Los agentes económicos

En la actividad de producción y distribución económica intervienen tres tipos de agentes:


las familias, las empresas y el Estado.

Las familias tienen un doble papel en la economía de mercado: son a la vez las unidades
elementales de consumo y las propietarias de los recursos productivos. La palabra 'familia'
hay que entenderla en un sentido amplio, no sólo la familia nuclear de la tradición judeo-
cristiana. Cada vez son más frecuentes en nuestras sociedades las familias formadas por
una sola pareja o un solo individuo. En los países subdesarrollados y en las zonas rurales de
los países en desarrollo es muy frecuente el autoconsumo, es decir, que las familias
produzcan lo que van a consumir, alimentos, menaje de hogar, incluso vestuario; como los
productos destinados al autoconsumo no se contabilizan en las estadísticas, resultan muy
engañosas a veces las comparaciones internacionales. También debe ser considerado
autoconsumo los servicios de limpieza y preparación de alimentos prestados en el hogar por
los miembros de la familia. En general se considera, aunque quizá no debiera ser así, que en
los países occidentales desarrollados la producción destinada al autoconsumo es muy
pequeña en comparación con el total del país, inapreciable a efectos estadísticos y
despreciables a efectos científicos. Resumiendo: las familias no producen, sólo consumen.

Las empresas son los agentes económicos destinados exclusivamente a la producción de


bienes y servicios. Para realizar su actividad necesitan los factores productivos que les
entregan las familias. A cambio de ellos pagarán unas rentas: sueldos y salarios como
contrapartida del trabajo; intereses, beneficios, dividendos, etc., como contrapartida del
capital; alquileres o simplemente renta como contrapartida de la tierra. Los bienes y
servicios producidos por las empresas son ofrecidos a las familias que entregarán a cambio
su precio.

El estado es el agente económico cuya intervención en la actividad económica es más


compleja. Por una parte, el Estado acude a los mercados de factores y de bienes y servicios
como oferente y como demandante. Al igual que las familias, es propietario de factores
productivos que ofrece a las empresas de las que también demanda gran cantidad de
bienes y servicios. A la vez es el mayor productor de bienes y servicios. Por otra parte, a
diferencia de los otros agentes económicos, tiene capacidad coactiva para recaudar
impuestos, tanto de las empresas como de las familias. Así mismo destinará parte de sus
ingresos a realizar transferencias sin contrapartida a ciertas empresas que considere de
interés social o a algunas familias mediante subsidios de desempleo, pensiones de jubilación
y otras.

CONCEPTO DE MERCADO.

Un mercado se puede definir como cualquier conjunto de transacciones o acuerdos de


negocios entre compradores y vendedores. El mercado implica el comercio regular y
regulado, donde existe cierta competencia entre los participantes. Surge desde el
momento en que se unen grupos de vendedores y compradores, y permite que se articule
el mecanismo de la oferta y demanda. Los primeros mercados de la historia funcionaban
mediante el trueque. Tras la aparición del dinero, se empezaron a desarrollar códigos de
comercio que, en última instancia, dieron lugar a las modernas empresas nacionales e
internacionales. A medida que la producción aumentaba, las comunicaciones y los
intermediarios empezaron a desempeñar un papel más importante en los mercados. Entre
las distintas clases de mercados podemos distinguir los mercados al por menor o minoristas,
los mercados al por mayor o distribuidores, los mercados de productos intermedios, de
materias primas y los mercados de acciones.

También se aplica al conjunto de lugares donde se compran y venden bienes, servicios y


recursos. Existe un mercado para cada bien, servicio o recurso que se compre o venda en
la economía.

Una tercera acepción es la que se emplea para referirse a la demanda de consumo


potencial o estimada.

LA OFERTA Y LA DEMANDA.

Para analizar la oferta, la demanda y el equilibrio del mercado, se parte de una serie de
supuestos simplificadores, que, si bien no obedecen a las condiciones reales del mercado,
al aplicarse de forma adecuada pueden brindar una serie de predicciones aproximadas al
comportamiento de productores y consumidores. Por ejemplo, si se parte de los criterios de
elección racional y optimización, supondremos que el consumidor podrá obtener, acorde a
su poder adquisitivo, la mayor utilidad entre las elecciones posibles para maximizar su
satisfacción, aunque en la práctica la preferencia del consumidor suele ser subjetiva y estar
restringida por diversos factores.

La Teoría de la Oferta busca explicar el comportamiento de los agentes económicos


productores, especialmente las empresas. Suministra una base sólida para hacer
predicciones a corto plazo acerca de los cambios de la demanda de factores de
producción en función de la variación en los precios relativos de éstos. También tiene
aplicación en el análisis de las negociaciones de las empresas con sus empleados y cómo
las prácticas laborales dependen de los salarios relativos, sin tener que analizar confusas
hipótesis sobre la moral del empresario o el mayor valor de la mano de obra cuando se
efectúan programas de formación profesional.

A pesar de que el modelo de la empresa en condiciones de competencia perfecta es el


punto de partida de la teoría microeconómica de la oferta, los mercados no son
competitivos de forma perfecta, sino que tienen unas características de competencia
imperfecta. Éstas pueden ser condiciones de monopolio, en la que un único productor
domina todo el mercado. En otros casos éste puede ser un oligopolio, es decir, estar
controlado por un número determinado de empresas. O puede tener toda otra serie de
características que hacen que sea un mercado de competencia imperfecta, como por
ejemplo cuando los consumidores no tienen información sobre los precios y calidades de los
distintos productos, ya que, en principio, la competencia perfecta requiere que todos los
compradores tengan datos exactos sobre los precios que marcan los distintos fabricantes.
Es evidente que nunca se dispone de toda la información excepto en pequeños mercados
locales. Por otra parte, los consumidores pueden ser fieles a un producto concreto por
razones de proximidad, costumbre, confianza o calidad, lo que genera mercados
imperfectos para el artículo en cuestión.

LA DEMANDA.

La Teoría de la Demanda del consumidor intenta mostrar, a partir de una serie de supuestos
psicológicos, cómo cambia la decisión maximizadora de la utilidad por parte del
consumidor al modificar los factores determinantes de esta elección; es decir, al variar su
poder adquisitivo, el precio de los bienes y servicios disponibles y sus gustos o preferencias.
Por ejemplo, la teoría permite realizar predicciones sobre la sensibilidad de la demanda
ante variaciones de los precios de un producto o de otros sustitutivos en función de las
distintas características de los diferentes bienes o de la situación del consumidor. La
explicación de los determinantes y propiedades de las distintas demandas es una de las
deducciones teóricas que pueden hacerse a partir de supuestos sencillos sobre el
comportamiento del consumidor. La teoría básica también explica algunos fenómenos
paradójicos como por qué, en algunos casos, la demanda no es inversamente proporcional
a los precios relativos o por qué los diamantes, que tienen menor importancia vital que el
agua, son mucho más caros.

EL EQUILIBRIO.

El equilibrio del mercado depende de cómo actúa y se comporta éste para lograr una
interacción estable entre oferta y demanda, en función del grado de competencia
existente. Este análisis es sencillo en el caso del monopolio puro, aunque rara vez se
presenta. Por ejemplo, la oferta de electricidad en una región suele estar monopolizada por
una única empresa. Pero siempre hay cierta competencia debida a los productos
sustitutivos —gas o petróleo— que puede limitar el comportamiento maximizador de
beneficios del monopolista, sobre todo a largo plazo. Cuando existen muy pocos
productores dominando el mercado —el caso del oligopolio— el análisis microeconómico
tiene que apoyarse en la teoría de juegos.

• El Equilibrio Parcial: Se refiere al comportamiento de los agentes económicos y el


funcionamiento de los mercados individuales, considerados aisladamente. Este curso se
ocupa principalmente del equilibrio parcial.

• El Equilibrio General: Involucra de manera simultánea el comportamiento de todos los


agentes económicos individuales y de todos los mercados individuales.

DEMANDA INDIVIDUAL DE UN ARTÍCULO.

La cantidad de un artículo que los consumidores desean adquirir varía en función de


factores como el precio del artículo, el ingreso económico del consumidor, los precios de
los demás artículos y la preferencia, que es de carácter subjetivo.

Cuando se modifica el precio de dicho artículo, manteniendo invariables los demás


factores — el supuesto de ceteris paribus —, se obtiene la tabla de demanda individual del
artículo. La representación gráfica de esta tabla se interpreta como la curva de demanda
individual.

LA LEY DE LA DEMANDA DE PENDIENTE NEGATIVA

En el modelo anterior de curva de demanda individual, la figura muestra la variación de la


cantidad demandada Qd en función del precio P de un bien o artículo. Así, cuando el
precio del artículo es P 1, el consumidor está dispuesto a adquirir una cantidad Q 1; sin
embargo, al disminuir el precio a P 2, estaría dispuesto a comprar Q 2 unidades. Esta
relación inversa entre precio y cantidad se refleja en la pendiente negativa de la curva. La
pendiente de la curva de demanda casi siempre se inclina hacia abajo, lo que significa
que a medida que baja el precio del artículo se compra una mayor cantidad del mismo, lo
que generalmente se conoce como ley de la demanda.

Cuando se modifican una o más de las condiciones ceteris paribus, cambia toda la curva
de la demanda individual. Este fenómeno se conoce como cambio en la demanda, y no
debe confundirse con el cambio en la cantidad demandada, que es un movimiento a lo
largo de la misma curva de demanda.
LA DEMANDA AGREGADA PARA UN ARTÍCULO.

La demanda del mercado o demanda agregada para un bien o un artículo representa las
diferentes cantidades del mismo que demandan, a precios diferentes, todos los
consumidores durante un período específico. De esta forma, la demanda agregada
depende de los mismos factores que influyen en la demanda individual y adicionalmente,
del número de compradores, lo cual puede afectar su disponibilidad.

Geométricamente, la curva de demanda agregada se puede obtener sumando


horizontalmente todas las curvas de demanda individuales.
LA OFERTA.

DE LA OFERTA DEL PRODUCTO INDIVIDUAL DE UN ARTÍCULO.

La cantidad de un artículo dado que un productor individual esté dispuesto a vender en un


cierto período de tiempo, depende del precio del artículo y de los costos de producción.

Para obtener la tabla y la curva de la oferta de un artículo, deben permanecer invariables


ciertos factores que influyen en los costos de producción. Dentro de los más importantes se
pueden contar:

• Precios de la materia prima y los insumos.

• Tecnología disponible.

• Condiciones climáticas (por ejemplo, para productos agrícolas).

A manera de ilustración, supongamos que en condiciones ceteris paribus la función de la


oferta para un artículo A está dada por:

Q o = - 500 + 25 P A

En donde Q o es la cantidad producida y P A es el precio del artículo. Tabulando y


graficando los datos, obtenemos lo siguiente:
Precio de Cantidad
Un Ofrecida
Articulo
20 0
25 125
30 250
35 375
40 500
45 625
50 750

En la gráfica anterior se observa que entre mayor es el precio del articulo A, más grande es
la cantidad Qo y viceversa. La relación directa entre precio y cantidad se observa en la
pendiente positiva de la curva de oferta del productor. A diferencia de la demanda, no
existe una ley de la oferta de pendiente positiva, porque la pendiente de la curva puede
también ser positiva, nula o infinita, aunque el caso más frecuente es el de la pendiente
positiva.

Del mismo modo que sucede con la demanda, se debe establecer la diferencia entre un
cambio en la oferta y un cambio en la cantidad ofrecida.

LA OFERTA AGREGADA.

La oferta de mercado u oferta agregada de un bien o un artículo representa la sumatoria


de las diferentes cantidades de un artículo que ofrecen, a diferentes precios, todos los
productores o proveedores de este bien o artículo en el mercado, durante un período de
tiempo específico. La oferta agregada de un artículo depende de todos los factores que
condicionan la oferta de los proveedores individuales y, además, del número de
productores del artículo presentes en el mercado

EL EQUILIBRIO.

CONCEPTO DE EQUILIBRIO ECONÓMICO

El equilibrio alude a una condición del mercado, caracterizada porque tiende a


mantenerse una vez se ha alcanzado. Desde la perspectiva de la economía, esto ocurre
cuando la cantidad demandada de ese artículo o bien, es igual a la cantidad que de él se
ofrece en el mercado durante un período de tiempo determinado. Geométricamente, el
equilibrio se presenta en la intersección de las curvas de demanda y oferta agregadas del
mercado para un mismo artículo.

Tomemos un ejemplo, en forma tabulada y gráfica.

Precio Cantidad Cantidad


de Un Ofrecida demanda
Articulo
20 0 700
25 125 650
30 250 600
35 375 550
40 500 500
45 625 450
50 750 400
55 875 350

En este ejemplo, las cantidades demandada Qd y producida Qo son iguales (500 unidades)
cuando el precio del artículo es de $40. El precio y la cantidad que dan lugar al equilibrio se
denominan, respectivamente, precio de equilibrio y cantidad de equilibrio, los cuales se
aprecian en la intersección de las curvas de demanda y oferta agregadas del artículo.

Cuando se conocen las funciones correspondientes a las curvas de oferta y demanda


agregadas, se puede obtener el precio de equilibrio al igualar las ecuaciones respectivas,
teniendo en cuenta que en la situación de equilibrio las cantidades son demandada y
producida son iguales.

LA ELASTICIDAD.

El concepto de elasticidad mide la amplitud de la variación de una variable cuando varía


otra variable de la que depende.

Este concepto se aplica a las curvas de demanda y de oferta para medir la variación de la
cantidad demandada u ofertada a raíz de variaciones de las variables que las determinan.

ELASTICIDAD-PRECIO DE LA DEMANDA.

Esta elasticidad mide la variación de la cantidad demandada ante una variación del
precio.
Se calcula dividiendo la variación porcentual de la cantidad demandada por la variación
porcentual del precio.

Elasticidad-precio de la demanda = Variación % de la cantidad / Variación % del precio

Ejemplo:

Consideremos la demanda de raquetas de tenis. Al precio de 100 UM se demandan 10.000


raquetas. Si el precio sube a 120 UM la cantidad demandada baja a 9.000 unidades.

La variación porcentual del precio ha sido del 20 %, mientras que la variación porcentual de
la cantidad demandada ha sido del -10 % (aprox.).

La elasticidad de la demanda de raquetas de tenis es del 0,5 (-10% / 20%; aunque el


resultado sea negativo la elasticidad se suele expresar con signo positivo).

Esto quiere decir que ante una variación del precio la cantidad demandada varía la mitad
en términos porcentuales.

La demanda de un bien es elástica si la cantidad demandada responde significativamente


a una variación del precio, e inelástica si la cantidad demandada responde muy
levemente a una variación del precio.

Según el valor de la elasticidad se puede hablar de:

Demanda perfectamente elástica (elasticidad = infinito)

Demanda elástica (elasticidad > 1)

Demanda con elasticidad unitaria (elasticidad = 1)

Demanda inelástica (elasticidad < 1)

Demanda perfectamente inelástica (elasticidad < 0)


Se puede observar en los gráficos anteriores que cuanto más inclinada sea la curva de
demanda menor será su elasticidad-precio.

La elasticidad de la demanda no suele ser la misma a lo largo de toda la curva. Sino que al
igual que la pendiente de la curva la elasticidad-precio también va variando.
Factores que determinan que una demanda sea elástica o inelástica.

1. Bien necesario versus bien de lujo. Los bienes necesarios suelen tener una demanda
inelástica. Su demanda oscila poco ante variaciones de precio (la gente va a seguir
comprando ese bien porque tienen necesidad del mismo).

Por ejemplo, el pan es un bien necesario y presenta una demanda muy inelástica. Aunque
suba su precio (dentro de ciertos límites) la gran mayoría de familias seguirá comprando la
misma cantidad de pan.

Por el contrario, la demanda de bienes de lujo suele ser muy elástica. Al no ser bienes
necesarios el consumidor puede prescindir de ellos en un momento determinado. Esto
determina que su demanda reaccione con intensidad ante variaciones del precio.

Por ejemplo, los cruceros de placer. Si su precio sube considerablemente muchas personas
renunciarán al mismo y buscarán un tipo de vacaciones alternativas. En cambio, si su precio
baja la demanda se disparará.

2. Existencia o no de bienes sustitutivos cercanos. Si existen bienes sustitutivos cercanos la


demanda tenderá a ser más elástica ya que ante una subida de precio muchos
consumidores comprarán el bien sustituto.

Por ejemplo, el aceite de oliva tiene un sustitutivo cercano que es el aceite de girasol. Si el
precio del aceite de oliva sube considerablemente muchos consumidores comprarán
aceite de girasol.

Cuando no existen bienes sustitutivos cercanos la demanda suele ser más inelástica.
Por ejemplo, la leche no tiene un sustitutivo cercano, presentando una demanda inelástica.
Aunque suba su precio la gente no tendrá más remedio que seguir comprando leche.

3. El Horizonte temporal: los bienes suelen tener una demanda más elástica cuando se
analiza un horizonte temporal mayor.

Por ejemplo, si sube el precio de la gasolina (dentro de ciertos límites) el consumidor tendrá
que seguir llenando el tanque de su vehículo por lo que la cantidad demandada no sufrirá
en el corto plazo una gran variación.

A largo plazo la situación cambia, ya que muchos consumidores a la hora de renovar su


coche elegirán uno con motor diesel, lo que hará caer la demanda de gasolina.

VALOR ECONÓMICO DE LAS TRANSACCIONES Y ELASTICIDAD-PRECIO DE LA DEMANDA.

El valor económico de las transacciones es igual a la cantidad total que pagan los
compradores por sus adquisiciones y que perciben los vendedores. Se calcula multiplicando
el precio por la cantidad adquirida.

Por ejemplo, si anualmente se compran 100.000 televisores y su precio medio es de 300


euros, el valor económico de estas transacciones será igual a 30 millones de euros.

La elasticidad de la curva de demanda influye en cómo varía este valor económico ante
una variación del precio.

Si la demanda es inelástica (la cantidad varia poco ante variaciones del precio), un
aumento del precio conlleva un aumento del valor económico (igual al área sombreada),
y una bajada del precio lo contrario.
En cambio, si la demanda es elástica una subida del precio provoca una disminución del
valor económico de las transacciones, y una bajada del precio lo contrario.

ELASTICIDAD RENTA DE LA DEMANDA.

La elasticidad-renta de la demanda mide la magnitud de la variación de la cantidad


demandada ante una variación en la renta del consumidor.

Elasticidad-renta de la demanda = Variación % de la cantidad / Variación % de la renta


LOS BIENES SE CLASIFICAN EN:

Normales: tienen elasticidad renta positiva (un aumento de la renta conlleva un aumento
de la demanda del bien).

Inferiores: tienen elasticidad renta negativa (un aumento de la renta origina una
disminución de la demanda del bien).

Ejemplos:

Un bien inferior puede ser un producto alimenticio de baja calidad: cuando aumenta la
renta el consumidor en lugar de adquirir más cantidad de ese bien lo sustituye por otro de
mayor calidad.

Los bienes necesarios suelen tener una baja elasticidad-renta. El consumidor tiende a
adquirir la cantidad que necesita con independencia de que su renta suba o baje.

Los bienes de lujo suelen tener una elevada elasticidad-renta: su demanda varía
notablemente ante variaciones en la renta del consumidor.

ELASTICIDAD-PRECIO DE LA OFERTA.

Esta elasticidad mide la magnitud de la variación de la cantidad ofertada ante una


variación del precio.

Elasticidad-precio de la oferta = Variación % de la cantidad / Variación % del precio

Su funcionamiento es similar al de la elasticidad de la demanda.

Consideremos que el mercado de ordenadores se encuentra en equilibrio, con una oferta


anual de 200.000 unidades a un precio medio de 1.000 euros.

La fuerte demanda hace subir el precio un 10 por ciento, lo que provoca que la oferta
aumente hasta los 250.000 ordenadores (variación porcentual del 25%).

Por lo tanto, la elasticidad de la oferta es del 2,5 (= 25% / 10% ).

Esto implica que una variación del precio origina una variación de la cantidad ofertada 2,5
veces superior.
Según su elasticidad, la oferta de un mercado se puede clasificar en:

Oferta perfectamente elástica (elasticidad = infinito)

Oferta elástica (elasticidad > 1)

Oferta con elasticidad unitaria (elasticidad = 1)

Oferta inelástica (elasticidad < 1)

Oferta perfectamente inelástica (elasticidad < 0)

Como se puede apreciar, la oferta es elástica cuando la cantidad ofertada es muy sensible
a una variación de precio y es inelástica cuando apenas fluctúa.

Un ejemplo de oferta elástica es el de las casas rurales. Si sube el precio del alojamiento
muchos propietarios decidirán acondicionar sus segundas viviendas como casas rurales,
mientras que cuando baja el precio algunas casas rurales dejan de ofertarse.

En cambio, un ejemplo de oferta inelástica es la del petróleo ya que los pozos están a pleno
rendimiento y es muy difícil a corto plazo aumentar su producción por mucho que se eleve
el precio.
Al igual que vimos con la demanda, la elasticidad de la oferta suele variar a lo largo de su
curva.

La elasticidad suele ser mayor en la zona baja de la curva, cuando la cantidad ofrecida es
pequeña (existe capacidad productiva ociosa que se puede utilizar si fuera necesario) y
menor en la zona alta de la curva (la capacidad productiva está utilizada al máximo por lo
que es muy difícil a corto plazo aumentar la oferta).

La elasticidad de la oferta va a depender en gran medida del horizonte temporal que se


analice:

A corto plazo la oferta de un bien puede ser muy rígida, con muy poco margen para varias
(la capacidad productiva es la que existe y no se puede aumentar a corto plazo, ni
tampoco es fácil cerrar).

A largo plazo, la situación varía y las empresas tienen posibilidad de construir nuevas
instalaciones o de cerrar y abandonar la industria.

Esto permite que la oferta pueda oscilar ante variaciones del precio. Esto determina que las
curvas de oferta suelan ser muy verticales a corto plazo, mientras que a largo plazo tienden
a ser menos inclinadas.

Por ejemplo, la oferta de apartamentos en la costa para el verano es inelástica a corto


plazo (son los que son), pero a largo plazo la oferta sí puede variar (se pueden construir
nuevos apartamentos o buscar otros usos para aquellos que no son rentables).

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