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en cuando se cumplan los requisitos esenciales que señala dicho dispositivo legal.
difusión y confusión que existía por los Abogados y Litigantes por la no entrada en
vigencia de la integridad del Código Procesal Penal, tan sólo vigente algunos
artículos del cuerpo de leyes acotado, lo que originaba la marcada confusión con el
año 2002 la Ley 27664, que modifica y moderniza el “Artículo 2° del Código
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Notario, no será necesario que el Juez cite a las partes a que presten su
La aplicación de este principio puede ser “extra proceso” – antes del inicio de
primer capítulo está referido a los antecedentes; el segundo capítulo aborda el tema
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Objetivo General.-
estado de ebriedad.
Objetivo Especifico.-
Variables de estudio.-
Una variable no es otra cosa que una propiedad o condición que puede variar y
adquieren valor para la investigación científica cuando pueden ser relacionadas entre
sí.
es posible a través de dividir las variables en elementos para que puedan ser mejor
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Empero, el uso de las variables en el campo de las investigaciones jurídicas, es
(Ramos, 2014)
causales.
- Variables.-
Principio de Oportunidad
Delito de conducción en estado de ebriedad
Jurisprudencia
Doctrina
Derecho Comparado
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CAPÍTULO I
ANTECEDENTES
1.1. Antecedentes. -
realizan los procesos penales con la aplicación del código procesal penal
de 2004, la misma que no debe ser irrestricta sino que debe lograrse sin
es, que a nuestro humilde entender, creemos que deben existir unas
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pequeñas modificaciones en tanto que buscamos al igual que la
procesal penal.
casos y en lo que va del año (2012), esta cifra bordea ya los 5 mil. Lo que
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que impiden una aplicación exitosa del principio en comentario, parece
que no es más que creer que la norma o en este caso un Código Procesal
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Penal moderno va a cambiar todo lo negativo del sistema. Concluyen en
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colocándose a la altura de las nuevas corrientes procesales imperantes en
Oportunidad.
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CAPÍTULO II
REVISIÓN DE LA LITERATURA
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Al igual de lo que acontece en el derecho hispano, con la introducción de una
institución tan novedosa como la oportunidad, mayoría de ordenamientos procesales
basados en la legalidad acogen el uso de la discrecionalidad fijándose diversos
límites (Gimeno, 1988).
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“negativa” sobre la imputación, o sea sobre la pretensión punitiva. (Magalhaes,
1995)
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la preponderancia del interés del Estado frente al ciudadano, en sus roles de
acusador-Juzgador y acusado o acusador e inculpado dentro del proceso penal, se
resolvería de manera diferente a como procura hacerse actualmente.
En suma, un principio de legalidad que deja de ser comando por una idea de
igualdad formal, típica de los estados liberales, para pasar a ser dirigida por las
intenciones político criminales básicas del sistema penal. (De Figueiredo, 1989)
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El contraste entre un principio de legalidad formalista y la oportunidad ha
sido resaltado por Goldschmidt para quien el principio de legalidad sigue siendo el
que garantiza la legalidad estrictamente de la justicia punitiva y frente a ello, el
principio de oportunidad puede justificarse de dos medios distintos, “por un lado
partiendo de un enfoque que favorece un flujo político de gobierno sobre la justicia
penal, por otro lado, en el interés de la verificación de la justicia material en contraste
a un formalismo legal”, y que “hoy en día el principio de legalidad tiene que ceder a
un principio de la oportunidad en el segundo sentido, es decir a favor de la justicia
material” (Goldschmidt, 1961).
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acción penal, cuya base teórica se identifica con el principio de legalidad en el
sistema de justicia criminal europeo continental.
En forma amplia Cafferata (2000) dice que por principio de oportunidad debe
entenderse la atribución que tienen los órganos encargados de la promoción de la
persecución penal, fundada en razones diversas de política criminal y procesal, de no
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iniciar la acción pública o de suspender provisionalmente la acción iniciada o de
limitarla en su extensión objetiva y subjetiva, o de hacerla cesar definitivamente
antes de la sentencia aun cuando concurran las condiciones ordinarias para
“perseguir y castigar”.
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estatales de persecución penal (el Ministerio Público averigua y acusa; el Juez
juzga) es fruto del derecho procesal francés. Esta división de los roles no impide tan
solo la parcialidad del Juez, sino que también suprime la necesaria posición de
objeto del acusado en el derecho procesal común. La circunstancia de que el
acusado enfrente a alguien que se le opone (el Ministerio Público) da mayor
libertad a su posición jurídica. Ya no es simplemente objeto de una inquisitio por el
Juez omnipotente a quien debe de guardarse de atacar, sino un sujeto procesal y un
contrincante del fiscal, contra el cual puede arremeter enérgicamente, sin temer los
convenientes y la parcialidad del Juez. (Baumann, 1977)
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El imputado no puede ser obligado a declarar contra sí mismo ni a aceptar el
no ejercicio de la acción penal, puesto que una vez promovida ésta, la posibilidad de
que en su desarrollo o finalización el reo obtenga una decisión jurisdiccional
favorable que lo exima de cualquier responsabilidad penal y además, que lo libere
del pago de la reparación civil que supone la aceptación para que se utilicen los
criterios de oportunidad, se mantiene vigente.
El derecho a ser Juzgado para poder exponer las razones (alegar) en juicio,
que le asiste al imputado, permanece. La introducción de criterios de oportunidad a
efectos de lograr una justicia pronta y cumplida no puede soslayar estas garantías
básicas. La sociedad tiene interés efectivo en que se respete el derecho de defensa, en
la represión del verdadero culpable y en la absolución del inocente, es decir, en el
imperio de la verdad, la que resulta generalmente favorecida por la defensa.(Vélez,
s/a)
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La política de aceleración del proceso penal se lleva a cabo, también a través de la
potenciación de la figura del fiscal y del uso de los criterios de oportunidad.
El daño grave pierde recaer tanto sobre el autor como sobre una tercera
persona vinculada directamente a él. Por ejemplo, el sujeto que al incendiar el
automóvil de otro, se quema gravemente el cuerpo quedando minusválido o el
caso en el que el chofer, al retroceder negligentemente su vehículo, atropella a su
hijo menor de edad que lo iba a despedir. En el primer ejemplo, la conducta
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delictiva afecta directamente al autor, en el segundo se puede afirmar que el autor
también resulta afectado, pero no de forma "directa” en la medida que se ha
afectado, involuntariamente, un bien jurídico ajeno: la vida o la salud de su hijo.
Sostiene otro punto de vista, Chocano Núñez, quien considera que si el agente
se autolesionado como consecuencia de la acción delictiva, ya no tiene sentido
que se le imponga adicionalmente una sanción penal, porque le agente se ha auto
sancionado con su propio accionar. Desde una perspectiva retribucionista en la
autolesión está la compensación por el daño causado y desde una perspectiva
relativista si se ha producido una autolesión, el derecho penal no tendrá fines
preventivos que cumplir. Si por ejemplo el agente pretendía provocar una
explosión en la bóveda de un banco y como consecuencia de ello se vuela las
piernas, el aplicarle sobre ello una pena no tiene más fundamente que la más vil
venganza que ya ha sido refutada desde el punto de vista, oral y desde el punto de
vista jurídico. Algunos han pretendido encontrara el fundamento de este caso en
razones humanitarias, pero es obvio que se trata más que nada de razones
utilitarias.
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b) Falta de merecimiento pena:
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Tomando en cuenta estas consideraciones, el legislador nacional ha
establecido para que el fiscal aplique esta pauta de oportunidad que se
requiere:
1.- Que el delito sea insignificante o poco frecuente
2.- Que no afecte gravemente el interés público la renuncia a su persecución.
Los elementos que deben ser ponderados a efectos de aplicar los criterios
de oportunidad por “falta de interés público en la persecución” con: a) el grado
de prevención fe la necesidad de sanción y la carga o gravamen que supone para
el acusado el cumplimiento de las condiciones o mandatos, en relación con el
grado de interés que exista en la persecución; b) las circunstancias penalmente
relevantes del caso, así como otras atañentes a perspectivas de la prevención
general (como, por ejemplo, que no se pierda la confianza de los ciudadanos en
la inviolabilidad del ordenamiento jurídico-penal) o especial (la conformidad
previa del acusado, no en cuanto requisito, sino por su significado de
colaboración); c) por otra parte, sin olvidar el aspecto esencial a tener en cuenta,
esto es que la finalidad preventiva sancionadora no se vea perjudicada por la no
imposición de la correspondiente medida, deberá calibrarse igualmente: la falta
de preparación del delito, la compensación de los daños producidos y en sentido
negativo, determinados antecedentes penales, precedentes o especificas formad
delictuales que evidencian una determinada intensidad criminal.
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Como indica Chocano (1999), la afectación del interés público tendría que
suponer un menoscabo, una lesión, un daño o perjuicio en bienes jurídicos
públicos, porque la ley no dice que se ponga en peligro el interés público, sino
que sea menoscabado. Ahora la dificultad, que los fiscales y jueces ya han
resuelto, es sobre la forma cómo es posible afectar el interés público y se nos
ocurre que el interés se afecta cuando disminuye cuantitativamente, se modifica
cualitativamente o desaparece. Entonces si un delito de bagatela logra disminuir
o hacer desaparecer un hecho considerado de interés público, no es aplicable el
principio de oportunidad.
3.- Que, la pena mínima no sea mayor a los dos años de privación de libertad o
que no se trate de un delito cometido por funcionario público en el ejercicio del
cargo.1
1
Ver art. 6, 6.2 del reglamento elaborado por el Consejo transitorio del Ministerio Público N° 200-
2001 (24-4-01).
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La poca frecuencia del delito es otro motivo para que el Fiscal se abstenga de
promover la acción penal. Se trata de un criterio cuantitativo que persigue garantizar
que el fiscal, siempre que la reiteración delictiva origine fundada alarma social,
promueva la acción penal. (San Martín, 2000).
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determinada legal o doctrinariamente. En ambos casos se trata de ilícitos penales de
poca monta que bien podrían fundamentar la abstención de la aplicación de las penas
o medidas de seguridad por no existir razones suficientes para diferenciarlos
cuantitativa o cualitativamente. (Chocano, s/a )
b.2) Mínima Culpabilidad: el inc. 1 c) del art. 2 del código procesal penal dispone
que el Ministerio Público puede abstenerse de ejercitar la acción penal “cuando
conforme a las circunstancias del hecho y a las condiciones personales del
denunciado, el fiscal puede apreciar que concurren los supuestos atenuantes de los
arts. 14, 15, 16, 21, 22 y 25 del Código Penal y se advierte que no existe ningún
interés público gravemente comprometido en su persecución”. Aquí encajan varios
casos en los que el agente ha actuado con mínima responsabilidad o culpabilidad.
Como india Armenta (s/a) la culpabilidad será mínima o escasa “cuando puede
quedar situada por debajo de la línea intermedia común de supuestos de hecho
similares”. (Armenta, s/a)
25
- La conducción.
etílica
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el vehículo ha recorrido un espacio bastante corto y durante un tiempo muy
reducido.
una primera restricción del concepto vehículo motorizado nos lleva a excluir
Si bien el artículo 274° del CP no exige de manera expresa este requisito, una
interpretación teleológica del mismo nos lleva a concluir que, en tanto se trata
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publica pues es en ella donde realmente existe un tráfico susceptible de ser
protegido penalmente.
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CAPÍTULO III
LEGISLACION NACIONAL
voluntad y los derechos privados y subjetivos, de forma que si alguno de los mismos
titular del bien jurídico vulnerado concilia con el agresor en términos reparatorios, el
aplicación tiene incidencia directa con el Derecho penal, pues el códice punitivo
pena cuando a criterio del Fiscal, el hecho punible o el autor se encuadran dentro del
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de la jurisdicción penal determinados hechos punibles en razón del injusto o de la
culpabilidad.
delito, culposo o doloso, siempre que este último sea reprimido con pena
cuando el extremo mínimo de la pena sea superior a los dos años de pena
ejercicio de su cargo.
personales del denunciado, el Fiscal puede apreciar que concurren los supuestos
atenuantes de los artículos 14, 15, 16, 18, 21, 22, 25 y 46 del Código Penal, y se
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sanción superior a cuatro años de pena privativa de libertad o cometido por un
reparación civil, el Fiscal lo fijará sin que este exceda de nueve meses. No será
notarialmente.
disposición impide, bajo sanción de nulidad, que otro Fiscal pueda promover u
ordenar que se promueva acción penal por una denuncia que contenga los
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5. Si el Fiscal considera imprescindible, para suprimir el interés público en la
artículo.
185, 187, 189-A primer párrafo, 190, 191, 192, 193, 196, 197, 198, 205 y 215
del Código Penal, y en los delitos culposos. No rige esta regla cuando haya
pluralidad importante de víctimas o concurso con otro delito; salvo que, en este
último caso, sea de menor gravedad o que afecte bienes jurídicos disponibles.
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-con o sin las reglas fijadas en el numeral 5)- hasta antes de formularse la
comisión de los delitos previstos en los artículos 307-A, 307-B, 307-C, 307-D y
307-E del Código Penal, suspenda sus actividades ilícitas de modo voluntario,
dentro de los cinco años de su última aplicación, siempre que se trate, en todos
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los casos, de delitos de la misma naturaleza o que atenten contra un mismo bien
jurídico;
acuerdo reparatorio.
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CAPÍTULO IV
JURISPRUDENCIA
La jurisprudencia
Delito: Prevaricato
Resulta evidente que el fiscal acusado tenía como objetivo archivar, de cualquier
hecho en el juicio oral. Así, fue dicho servidor quien proyectó la Disposición
Fiscal y pese a que éste le advirtió, que la Disposición estaba mal por cuanto no
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ser el denunciado un funcionario público, el fiscal acusado le contestó de mala
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CAPÍTULO V
DERECHO COMPARADO
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cumplir con la aprobación del Tribunal, salvo cuando se tratara de delitos
contra el patrimonio ajeno cuya pena sea inferior a un año y los daños causados
sean ínfimos; en los cuales el Ministerio Publico actúa con absoluta libertad.
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Comentario.- En el caso italiano se trata de un principio de oportunidad
aplicado en instancia judicial, lo que resulta más conveniente, dado que los
acuerdos convenidos por las partes, es materia de convalidación por el órgano
judicial, lo que legitima y valida el acto, posibilitando de esta forma la
terminación rápida del proceso, a través de una sentencia anticipada, que
materializa los términos del referido acuerdo; Sin embargo no olvidemos que
dicho convenio va a tratar principalmente de una reducción de la penalidad ha
favor del imputado, quien a cambio asume su responsabilidad penal en hecho
punible, de lo cual puede surgir la responsabilidad civil (reparación civil), pero
ese no es el objeto principal de dicho acto.
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d.- No ejercer determinadas profesiones
40
VI. CONCLUSIONES
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reconocida dimensión. y ello principalmente por tratarse del órgano
público al que constitucionalmente, se le encomienda la función de
acusar, siendo tal atribución en muchos países considerado inclusive
como un monopolio y en dicho contexto, la materialización de este
mecanismo consensual, y que es nuestra propuesta, debe extenderse a la
generalidad de las Fiscalías Provinciales Penales a nivel nacional,
configura una innovación positiva y saludable que expresa la búsqueda
urgente de respuestas y soluciones ante pautas básicas pre-determinadas
del sistema, y que se manifiesta a través de la aplicación cabal y
garantista del principio de oportunidad en dos aspectos fundamentales:
la descriminalización de hechos punibles, evitando la aplicación del
poder punitivo del Estado allí donde otras formas de reacción frente
al comportamiento desviado pueden alcanzar mejores resultados o
donde resulte innecesaria su aplicación, y la eficiencia del sistema penal
en procura del descongestionamiento de una justicia penal
sobresaturada de casos inocuos, lo cual no permite obviamente, el
tratamiento preferencial a aquellos que deben ser solucionados indiscu-
tiblemente por el sistema judicial peruano.
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VII. RECOMENDACIONES
43
Considerar al principio de oportunidad como un conjunto de mecanismos
político criminal, para dotar a la justicia penal de celeridad y eficacia
procesal.
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VIII. RESUMEN
de Ancash ha dado a todas luces muy buenos resultados que se ven reflejados
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IX. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Marco Teórico
Agencia Peruana de Noticias: Andina (2012). Aplicación del Principio de
Oportunidad. Separata, Perú, P
Aranzamendi, N. L. (2013) Guía de Redacción Científica. Editorial Grijley,
Lima – Perú.
Aranzamendi. N. L. (2010) La investigación jurídica: Diseño del proyecto de
investigación y estructura y redacción de la tesis. Editorial Grijley, Lima –
Perú.
Aranzamendi. N. L. (2011) Fundamentos epistemológicos de la investigación
básica y aplicada del Derecho. Editorial Grijley, Lima – Perú.
de oportunidad
46
Cafferata, N. J. (2004). Manual de Derecho Procesal Penal. Córdoba: Ciencia,
Derecho y Sociedad.
Solis, E. A. (2001) Metodología de la investigación jurídica social. 2° Ed.
Lima. Fecat
Tasayco Gilberto (2010) El Principio de Oportunidad en el Nuevo Código
Procesal Penal. Perú. Revista Justicia y Derecho. 2010.
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IX ANEXOS
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ANEXO 01
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ANEXO 02
50
ANEXO 03
TABLA DE ALCOHOLEMIA
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