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RAL: La Economía como Ciencia Social

Presentado por: Edison Sánchez Galeano

Idea principal

El texto pretende dar los principios fundamentales por los cuales se considera que
la economía aplica una metodología científica, aunque de carácter social.
Analizando las posturas de diversos autores, sus contrariedades y
complementaciones entre sí, que llevaron, a partir de estudios y teorías a la
organización y formulación de leyes que la fundamentan. Otorgándole de esta
manera, su distinción particular respecto a otras ciencias.

Ideas secundarias

Durante el recorrido histórico, además de establecer una línea de tiempo con


respecto al origen de la economía, se mencionan los aspectos generales que han
llevado a que la economía se transformara de una herramienta de la filosofía a ser
una ciencia independiente. Además, se mencionan los problemas que la economía
pretendió resolver en cada etapa histórica y como se fue transformando junto con
la realidad de la sociedad.

Reseña

II. La economía como ciencia social

Se dice que la economía es una ciencia social, básicamente porque se diferencia


de las ciencias “duras” en 3 principios fundamentales. El primero se refiere al
hecho de que sus leyes son empíricas, es decir, parten de la experiencia. Esto
implica que su aplicación no puede hacerse de manera generalizada. En segunda
instancia se habla de la capacidad que tienen sus teorías de absorber gran parte
del pensamiento subjetivo de los individuos; cosas como: la religión y los valores
estéticos limitan la objetividad de la economía. Y, por último, se puede señalar que
como el ser humano es un ente social, se hace imposible aislar y evaluar su
comportamiento de manera individual. En otras palabras, para poder obtener
resultados significativos se hace necesario evaluarlo en un contexto social.
Teniendo en cuenta que la economía toma su estructura metodológica de la física,
se puede establecer una línea histórica que permita visualizar de una manera más
clara su evolución. Aunque la economía como área de estudio es relativamente
joven, se debe viajar bastante a través del tiempo para ver los primeros bosquejos
hechos por los primeros pensadores del mundo antiguo. Mencionando a
Aristóteles como el primero en dar una idea “económica” propiamente dicha. Para
él, la economía consistía en la capacidad de administrar los recursos propios.
Partiendo de una concepción ética, sugería que el fin último de la economía la
satisfacción de las necesidades y alcanzar un determinado fin.

Durante los primeros años en los que se empezó a considerar a la economía


verdaderamente como materia de interés general, su estudio y desarrollo estuvo
de la mano de los filósofos y de los escolásticos. Cabe señalar, que la base central
de sus afirmaciones estaba aún ligada a la concepción aristotélica de la economía.
Luego, a partir del siglo XV cuando quienes se dedicaron a escribir y a estudiar
sobre las consideraciones económicas, fue que se empezaron a hacer grandes
progresos en la disciplina. Gracias particularmente a filósofos como Adam Smith y
David Hume (indirectamente), quienes dieron las primeras aproximaciones acerca
de las características y los componentes de la economía. Y serían otros
pensadores, como Ricardo, Malthus y J. S. Mill, quienes a partir de estas ideas
básicas empezarían a profundizar y a esquematizar ya propiamente las leyes
económicas. Señalando que gran parte de las posturas neoclásicas no van en
relación al mundo contemporáneo. El surgimiento de conceptos como los índices
de desarrollo humano, el desarrollo sostenible y el crecimiento exponencial de la
población, han hecho que todos los problemas económicos (por lo menos desde
1950 hasta la fecha) giren en torno a que los bienes son escasos y que, por ende,
los deseos no se pueden satisfacer siempre.

En un principio, los estudios de carácter económico estuvieron ampliamente


influenciados por el pensamiento Aristotélico y la doctrina cristiana. Entrada la
última parte de la edad media empezaría a surgir pensamiento económico por
fuera de estas dos concepciones. El auge del conocimiento científico fortalecería a
los nuevos pensadores quienes implementarían por primera vez diferentes
modelos de producción basados en construcciones teóricas propias. De la mano
de posturas de filósofos y científicos tan remarcables como Isaac Newton y David
Hume, la estructura y las nociones básicas de la economía empezarían a mutar y
a transformar de manera significativa. El propio Hume explicaría en uno de sus
escritos por qué se debía hablar de probabilidad y no causalidad dentro de la
creación de las normas y leyes que rigen a la actividad económica.
Eventualmente, Marx postularía que las leyes económicas estaban dentro del
mismo rango de precisión que las leyes físicas. Sería éste el principio de las
batallas más importantes de la economía por ser considerada como una ciencia
completamente independiente.
Ya pasada la primera parte del siglo pasado, filósofos como Karl Popper haciendo
uso de los análisis lógicos, complemento gran parte de la estructura del método de
investigación científica. Su análisis se utilizó para hacer la relación contraria entre
el aumento de la cantidad de personas y el aumento en la cantidad de alimentos
(silogismo hipotético). A partir de las posturas de Popper, Thomas Kuhn,
estableció dos tipos de ciencia: la normal y la revolucionaria. Estableciendo que la
diferencia entre ambas radica en que la primera supone un escenario en el que la
investigación científica se lleva a cabo de manera exitosa gracias a que existe una
estructura metodológica que todos los científicos comparten y aceptan como
ciertos. Mientras que la ciencia revolucionaria se origina cuando la ciencia normal
no permite resolver un problema, lo cual implica salirse de los conceptos usuales y
romper el paradigma establecido.

Uno de los discípulos de Popper (Lakatos) haría un análisis sobre porque los
investigadores científicos se mantienen tan estrictamente sobre su método de
estudio. Argumenta, Lakatos, que todo programa de investigación parte de un
concepto central bien sustentado y que está apoyado por al menos un par
premisas que lo soportan. Esto puede generar dos resultados: que el programa
sea progresivo o degenerativo. Progresivo porque acepta las correcciones y está
abierto a modificaciones que permitan explicar una mayor cantidad de hechos
nuevos, o degenerativo porque, por el contrario, no permite ninguna alteración de
su estructura explicativa y termina por no conceder los resultados obtenidos
cuando se salen de su análisis esperado.

A partir de los años 80’s parte de las nuevas instituciones de las ciencias sociales,
sugerirían que más allá de la capacidad de un programa de investigación para
interpretar y explicar los fenómenos de estudio, la creación de éstos estaba sujeta
a las condiciones a nivel de sociedad en la que se pretenden ejecutar,
principalmente la implementación (o no) de estos programas corresponde a temas
políticos. Un ejemplo de la validez de este argumento podría llevarnos al auge de
las posturas Marxistas, cuando los levantamientos de los grupos de trabajadores
en contra de la realidad laboral que vivían, hubiesen permitido que cualquier teoría
que estuviese en contra de la división de clases, de la explotación, etc.
Probablemente hubiese sido aclamada por la opinión popular.

Gracias a este tipo de aportes se dio por dada la caída de la concepción Marxista
de que la economía política clásica no representaba criterios científicos ya que
favorecía enormemente a la población de más recursos. Autores posteriores
(Walras, Marshall) establecerían nuevas consideraciones, en términos de leyes y
principios que le darían una forma bien establecida a la economía. Y sería el
propio Marshall quien en 1903 pudo conseguir que la Universidad de Cambridge
llevara a cabo por primera vez el programa de licenciatura en economía del
planeta.

Años más tarde, y de la mano de Keynes, la economía daría otro giro más en su
corriente explicativa. Keynes tomó la condición neoclásica de la escasez propuso
que el principal problema económico consistía en acomodar la mano de obra que
involuntariamente estaba desocupada. Concluyendo así la primera crisis de la
teoría económica clásica. De esta manera, Keynes sugirió que se debía
contemplar toda la realidad de una nación para poder resolver los problemas en
menor escala, es decir, se debía pasar del análisis a nivel micro, al análisis a nivel
macro. Después de la gran depresión y de la segunda guerra mundial, Estados
Unidos tomó por primera vez las riendas de los estudios económicos, y sería a
partir de Milton Friedman que haría sus primeros grandes aportes a la economía
mundial. El origen y la inclusión de los conceptos de economía positiva y
economía normativa llevaría a la creación de una nueva teoría económica que
hasta los años 1970 dominaría. A partir de esta fecha nacería lo que se
consideraría la segunda crisis de la teoría económica. Las nuevas teorías que se
generaron, (surgidas en parte por el nacimiento de nuevas realidades sociales
como los problemas ambientales y la inclusión de las minorías dentro del análisis
económico; además de las extensiones de pensamiento de los discípulos de
Keynes y Marx) en el mundo harían que se necesitase de una nueva formulación
general de la teoría económica, la cual se ha venido desarrollando desde
entonces, aplicando a partir de finales del siglo pasado una visión más “humana”
del contexto mundial, es decir, dejando más de lado las abstracciones
matemáticas y teniendo en cuenta aspectos que estén más ligados a la realidad
del planeta.

Posición sobre el texto

Resulta interesante ver la transformación que ha tenido la economía en el tiempo.


Las primeras consideraciones desde la edad antigua nos permiten entender que el
análisis económico ha sido siempre uno de los más importantes componentes de
la vida en sociedad. Es por esto mismo que desde que su estudio se formalizó
dentro de las instituciones y se empezó a establecer como un tema de interés para
una amplia gama de pensadores, sus resultados han sido objeto de manipulación
e interpretaciones que tal vez han sido muy individualistas y en últimas, han
respondido a los intereses de un poca parte de la sociedad. Cuando se hace un
análisis entre los diversos pensadores, así como de sus respectivas escuelas, es
notorio ver como cada una de sus posiciones está marcada por considerarse
ciertas e inobjetables, lo cual es un problema porque como ciencia social, no se
puede decir que un principio o ley es inobjetablemente cierta. La capacidad de
poder apropiarse de parte del conocimiento de otros, aunque éste en términos
generales sea contario al propio, resulta de vital importancia para la generación de
nuevo conocimiento.

Las disputas entre los intelectuales y teóricos, más allá de haber servido para una
mejor estructuración de los componentes primarios que fundamentan la teoría
económica, han sido utilizados de excusa para que los países saquen ventaja (mal
intencionada) del contexto histórico en el que se encuentran. Se debe señalar, que
una de las principales características de la economía es la capacidad que ha
tenido para acomodarse a la realidad social, el poder incorporar y/o eliminar
conceptos que carecen de sentido o de aplicabilidad para los diversos escenarios
históricos la convierte en una herramienta indispensable para el desarrollo de
cualquier territorio.

Conclusión

Es necesario agregar que la economía ha estado siempre involucrada en el


pensamiento científico, mucho antes de su concepción como ciencia. De manera
que importante conceder que ha formado parte del conocimiento global histórico y
que las diversas posturas entre los autores son sólo una muestra de que es un
campo que requiere un constante estudio y debe ser siempre parte integra de
cualquier país.

Ya para terminar, se puede decir que la economía y los hechos que definen su
origen están marcados por la necesidad de responder a una serie de fenómenos
que ha impedido que las sociedades se puedan desarrollar de la mejor manera.
Esto tiene diversas implicaciones, el hecho de que se lleven más de 500 años
intentando resolver estos problemas sociales (aunque muy diferentes en cada
época) podría sugerir que más allá de que la teoría económica ha respondido de
manera más que eficiente en muchos temas, tal vez su aplicabilidad no se pueda
generalizar y resolver completamente, por lo menos, los más importantes de
todos. O también podría indicar que los seres humanos como sociedad somos
incapaces de vivir eficientemente.
Glosario

Modus ponens: Discurso en el que se alaba, defiende o justifica a alguien o algo,


generalmente de forma encendida o vehemente.

Modus tollens: Esencial, sustancial, fundamental, principal, cardinal

holismo: Que es esencial y permanente en un ser o en una cosa o no se puede


separar de él por formar parte de su naturaleza y no depender de algo externo.

Dualismo: Calma o tranquilidad ceremoniosa con que se hace algo.

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