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UNIVERSIDAD CATÓLICA LOS ÁNGELES DE CHIMBOTE

FACULTADAD CIENCIAS CONTABLES, FINANCIERAS Y ADMINISTRATIVAS

ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN

EL DINERO, LOS BANCOS Y EL DERECHO


BANCARIO

Derecho Financiero
DR. GONZALES BELLIDO, HUGO JEAN PIERRE

ALCIDES ZEVALLOS, LUIS DANIEL


LOJA VASQUEZ, BETSY CAY

PUCALLPA - PERÚ
“LA VIDA NO CONSISTÍA EN SER UN GANADOR O UN
PERDEDOR, SE TRATABA DE SER UNO MISMO Y DE DAR LO
MEJOR.”
Indice
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
EL DINERO

Casi todos los días estamos en contacto con el dinero: compramos, vendemos,
pensamos en qué hacer con él o cómo administrarlo. Sin embargo, muchas
personas desconocen cuál es el origen de los billetes y monedas que utilizamos a
diario. El Banco de la República editó el libro ¿Qué es el dinero? para explicar su
importancia y significado. En este libro se cuenta la historia del surgimiento del
dinero y su evolución como valor esencial en el desarrollo de la humanidad.
También se ilustran los problemas que se le presentaron a los hombres en el
momento de realizar los trueques, trueques a veces tan complicados que los
llevaron a crear los livianos billetes y las cómodas monedas. Este libro puede
servir de apoyo a los maestros en la asignatura de ciencias sociales; cuando
tengan que explicar las diversas denominaciones de las monedas y billetes, e
igualmente en matemáticas para definir el concepto de “valor”.

La palabra Dinero es derivada del latín denarium, el cual era una moneda que
utilizaron los romanos para realizar sus actividades comerciales. La aparición del
dinero constituye uno de los grandes avances de la civilización humana en toda su
historia.

El dinero es algo que juega un papel muy importante en la vida cotidiana. En


general, se tiende a asociar al dinero con los billetes, las monedas o, tal vez, los
cheques. Pero eso no sería una muy buena apreciación del concepto dinero, y por
lo tanto no sería una muy buena respuesta. Ya que por un lado, los billetes y las
monedas sólo representan a una parte de la oferta del dinero, y, por otra, los
cheques no son en realidad dinero.

No obstante, todos estamos familiarizados con los billetes y monedas, también


conocidos como dinero efectivo o circulante, con los cuales podemos adquirir
bienes y servicios en tiendas, restaurantes, kioscos, transporte, etc.
Sin embargo, existe otro tipo de dinero mucho más importante y que son los
depósitos que la gente tiene en los bancos. En efecto, si el depósito es en una
cuenta corriente, la compra podría pagarse directamente con un cheque personal,
en reemplazo del dinero efectivo.
Así, los billetes y monedas más los depósitos en los bancos son los elementos
que constituyen el concepto más básico de dinero cuando es entendido como un
medio de pago.

En los próximos años, en Europa -y en todos los países industrializados-, la


mayoría de ciudadanos irán cargados con numerosas tarjetas electrónicas -de
crédito, de débito, de identificación...- y deberán memorizar los correspondientes
códigos de seguridad. El dinero de plástico reducirá costos a los bancos y agilizará
algunos servicios públicos y privados.

Pero, ¿quedará protegida la intimidad de los ciudadanos?; ¿la monética (moneda


electrónica) aportará algún beneficio a la mejora de la economía, de la política o
del sistema judicial?. Si nada cambia, muchos ciudadanos no dispondrán de
tarjetas monetarias porque no serán solventes.
Otros se resistirán a tenerlas por miedo a ser controlados. Pero, además,
cualquiera podrá continuar obteniendo «billetes de banco» y los podrá usar, sin
dejar ningún rastro, para realizar todo tipo de operaciones legales e ilegales
(fondos reservados, tráfico de influencias, de drogas, de armas; fraude fiscal y
evasión de divisas...).

El panorama europeo será de un aparente gran control y transparencia de la


población, pero con un sutil fraude encubierto y sin beneficios para casi nadie, a
excepción de los derivados de la reducción de costos de las empresas que
apliquen la monética.
En los próximos años, sin embargo, puede darse otra situación: que cada
ciudadano disponga de sólo una tarjeta personal, infalsificable, que sea la llave de
una cuenta corriente en la que se anotarán los pagos y cobros electrónicos de las
operaciones que haga; en la que ingresará sus rentas; a través de la que podrá
cumplir automáticamente con las obligaciones fiscales... Un sistema de tarjeta
única y cuenta corriente personal puede llegar, por coherencia funcional, a
imponerse.
Pero, solamente este cambio, sin otras modificaciones en las instituciones
políticas y judiciales, ¿qué beneficios aportará a los ciudadanos?, ¿garantizará
algo más que la comodidad?, ¿comportará la pérdida de la intimidad?.

POR QUÉ EL DINERO ES ESPECIAL

En principio, podría no haber necesidad de un activo financiero especial como el


dinero para registrar a quién se deben bienes y servicios. Todos podrían en
cambio crear sus propios activos y obligaciones financieros entregando pagarés
cada vez que quisieran comprar algo, y luego asentar en un libro mayor si tienen
deudas o créditos en el total de pagarés.
De hecho, en la Europa medievallos comerciantes solían tratar entre sí emitiendo
pagarés. Y las casas comerciales saldaban periódicamente las demandas de pago
mutuas en las ferias, cancelando las deudas. Pero esos sistemas se basan en que
todos crean que los demás son totalmente confiables.

De otro modo, la gente se preocuparía porque algunos de los pagarés queman


tiene sean emitidos por personas que no los pagan cuando acudea redimirlos.
Aunque confíe en todas aquellas a las que ha prestado directamente, podría
preocuparse por aquellas que mantienen pagarés de personas no fiables y, por
tanto, no podrían reembolsar sus propios pagarés.

El dinero es una institución social que da una solución al problema de la falta de


confianza. Es útil en el intercambio porque es una claseespecial de pagaré: en
particular, en la economía moderna el dinero es un pagaré en el que todos
confían.

Debido a que todos confían en el dinero, son felices de aceptarlo a cambio de


bienes y servicios; y puede llegar a ser universalmente aceptable como medio de
cambio. Solo ciertos tipos de pagarés pueden obtener ese estatus. Por ejemplo, si
no se confía ampliamente en que se reembolsará un tipo de pagaré, es menos
probable que sea aceptable en el intercambio, y menos como dinero.

La siguiente sección explica qué tipos de pagarés funcionan como dinero en la


economía moderna, y cómo se llegó a tener suficiente confianza en esos pagarés
particulares para que fuesen universalmente aceptables en el intercambio.

HISTORIA DEL DINERO

Desde tiempos remotos el hombre ideó sistemas para dar valor a las cosas y
poder intercambiarlas, primero se utilizó el trueque, después el intercambio y luego
surgió el dinero.

Las primeras monedas que se conocen, se acuñaron en Lidia, la actual Turquía en


el Siglo VII A. de C., eran de electro aleación natural de oro y plata, ya que para
todos los pueblos el oro era el metal más valioso seguido de la plata, patrón que
se traslado a la fabricación del dinero.

Durante siglos en Grecia, casi 500 Reyes y 1.400 ciudadanos, acuñaron sus
propias monedas, y se estableció la costumbre de adornar cada moneda con el
dibujo de su emblema local y se creó el primer sistema monetario unificado, que,
con la caída del imperio se derrumbó, entonces obispos, nobles, propietarios y
diversas localidades se dedicaron a acuñar monedas, esta dispersión fue habitual
hasta la época de CARLO MAGNO, que reformó el sistema en el siglo VIII y
devolvió el control de su emisión, al poder central.

El pionero en utilizar billetes, fue el emperador mongol, KUBALI KHAN en el Siglo


XI, para él, era el certificado de propiedad de una cantidad de monedas de oro en
Europa, en sus inicios, los billetes eran certificados sobre la existencia de un
deposito de oro en un banco.
A finales del Siglo XVI, cuando el publico empezó a usarlo para saldar deudas y
realizar pagos, los bancos emitieron certificados por cantidades fijas, los primeros
billetes oficiales se emitieron en 1694, por el Banco de Inglaterra, así nació un
nuevo tipo de dinero, el fiduciario, a diferencia de las monedas de la época, el
billete solo tenía valor representativo.

Históricamente, nació primero la cédula del Banco Nacional de San Carlos 1798,
segundo, la primera emisión de billetes del Banco de España 1856 y tercero, los
billetes de 50 Ptas., que circularon en la republica española de 1931.

¿Qué tienen en común las conchas marinas, las semillas de cacao, las piezas de
ámbar, marfil o jade, las cuentas ornamentales, los clavos, la sal y el ganado
vacuno? Es muy sencillo. Todos éstos, y cientos de otros objetos heterogéneos,
alguna vez sirvieron como instrumentos de intercambio y medios de pago, sobre
todo antes de inventarse la acuñación de monedas. Sin embargo, aun después de
enraizada la cultura monetaria en los pueblos antiguos, la moneda no siempre
llegó a desplazarlos totalmente.

Si hoy hablamos de salario, es porque en un tiempo los soldados de la Antigua


Roma recibían su paga en sal, y si usamos las palabras pecunia y pecuniario, es
porque el ganado, también en Roma, se usó como medio de intercambio, y pecus,
en latín, significa "ganado". Por eso, implantada la moneda, los romanos hablaban
de pecunia pesata cuando las monedas se pesaban para determinar su valor, y de
pecunia numerata cuando, en una fase más avanzada, ya no había que pesarlas,
pues se les asignaba un valor numérico fijo.

El dinero se desarrolló en muchas áreas del mundo, remotas entre sí, y en


distintas épocas. Surgió además, por razones que no fueron sólo económicas y
comerciales, sino políticas, religiosas y sociales (por Ej. Pagar tributos que los
gobernantes exigían, presentar ofrendas a los dioses, comprar una esposa, pagar
la dote al novio, o indemnizar a víctimas de delitos).
La tendencia de los seres humanos a intercambiar cosas entre sí con la intención
de atender necesidades no cubiertas, parece formar parte de su propia condición y
viene siendo la actividad básica en todas las culturas desde el principio de los
tiempos conocidos. Muchos y muy diversos son los elementos, siempre tomados
de la naturaleza, que las sociedades han asumido como medida de valor o patrón
de referencia, hasta que, buscando estabilidad y control por parte de los poderes
públicos, llegaron las monedas.

Primeros tipos de dineros:

CONCHAS

Usadas como moneda durante miles de años en grandes zonas de África, el


Océano Indico y Oceanía.
Las conchas de caurí se usaron como medio de pago en la India, en el Medio
Oriente y en China, continuando en circulación en los tiempos históricos en gran
parte de Asia, África y en las islas del Pacífico, en un área que iba desde Nigeria
hasta Siam y desde Sudán hasta las Nuevas Hébridas. Todavía hoy su uso no se
ha extinguido del todo; cuando los japoneses invadieron Nueva Guinea en 1942,
distribuyeron gratuitamente cauríes, de tal forma que causaron un descenso en su
valor, perjudicando la estabilidad económica y financiera de la zona.
CACAO
Moneda en la América precolombina y en los primeros años de la colonización.
Estas almendras de cacao utilizadas como moneda dieron lugar a fraudes a base
de vaciar, con gran cuidado, el interior de la semilla para rellenarla,
posteriormente, con arena.

PLUMAS EXÓTICAS
Diversas culturas de la América prehispánica hicieron uso de las plumas de aves
exóticas como el quetzal y otras. Hasta comienzos de la colonización española,
muchas de las culturas precolombinas hicieron uso de estas plumas de aves
exóticas.

SAL
Amplias zonas del mundo, fundamentalmente desérticas, usaron la sal de la roca
como valor de referencia en sus intercambios comerciales. Durante el imperio
romano el trabajo se pagaba con sal puesto que este es un producto
imprescindible para la conservación de alimentos. De ahí viene que actualmente
utilicemos la palabra SALARIO.

ÁMBAR
Resina fósil, se utilizó como moneda en el mundo antiguo junto con otros
minerales o rocas como el sílex tallado. Resina fósil de los árboles de hace 300
millones de años, utilizada como moneda en la antigüedad, tanto por su belleza
como por su durabilidad. Actualmente se utiliza fundamentalmente en joyería.
En ocasiones estas piezas incluyen fósiles de insectos. Concretamente en
Peñacerrada (Araba) se ha encontrado recientemente un yacimiento de este tipo.
El yacimiento más importante está en la costa sur y oriental del mar Báltico.

DIVISAS CONVERTIBLES Y DINERO NO CONVERTIBLE

De hecho, de unas 165 clases de dinero diferente que existen, solo 11 (once)
desde la implantación del Euro, cumplen con las condiciones básicas para
moverse de un extremo a otro del planeta, y para poder ser unidad de cuenta en
todo el mundo con poder liberatorio universal para cobros y pagos. Son las
llamadas divisas convertibles que detallamos a continuación, siendo uno de los
requisitos imprescindibles, para formar parte de este club privilegiado, como
acabamos de decir su libertad total de movimientos.

Este dinero vale en todo el mundo, frente al resto, 154 divisas no convertibles que
solo valen dentro de cada país o en algunos casos en países fronterizos por
acuerdos bilaterales.
El dinero nos hace sentir independientes y responsables de nuestra vida, tener
una adecuada relación con él significa en cierto modo poseer un buen equilibrio
psíquico, pero conseguir esto no es nada fácil.

Tradicionalmente el poder económico ha estado en manos de los hombres,


aunque la mujer era la encargada de administrarlo en el ámbito familiar, algunos
hombres lo utilizaban para mantener a la mujer bajo su control.

Hoy día, ha cambiado un poco, pero cuando en la pareja existe una relación de
dominio de uno sobre otro, se utiliza el dinero como arma de poder. A los hombres
el dinero les da sensación de poder, mientras que a las mujeres les produce
seguridad y autonomía.

El dinero enseña claramente dos caras: en un momento, poseerlo puede ser muy
positivo pero en otro puede resultar muy dañino ya que puede ser utilizado con
objetivos perjudiciales. De todas maneras, continuaremos utilizando este
instrumento de cambio que nos sirve para adquirir o vender objetos o servicios de
una manera muy eficaz.

Este trabajo me ha sido de gran utilidad porque he podido realizar una


investigación a fondo y conocer la interesante historia del dinero y su modo de
desarrollarse en diferentes partes de mundo.

También aprendí la importancia de la adecuada utilización del mismo y la manera


de ahorrarlo y hacer que crezca. Además, he conocido las diferentes formas de
pagar que existen y sé que todo esto me servirá mucho en el futuro, cuando me
independice y comience a ganar dinero y quiera invertirlo en algo en particular.
Ahora, tengo más conocimientos y los utilizaré cuando los necesite.
LOS BANCOS

SUPÓNGASE que tiene $1.000 que no va a usar durante un año y quiere sacarles
rédito en el ínterin. O bien que se quiere comprar una casa y necesita que le
presten $100.000 a 30 años.
Por su cuenta, le resultaría difícil, por no decir imposible encontrar a alguien que
necesitara exactamente $1.000 durante un año o que pudiera prescindir de
$100.000 durante 30. Ahí es donde intervienen los bancos. Los bancos hacen
muchas cosas, pero su función principal es captar fondos depósitos de gente con
dinero, aglomerarlos y prestarlos a quienes los necesitan.

Un banco es un intermediario entre los depositantes (quienes le prestan dinero) y


los prestatarios (a quienes les presta dinero). Lo que paga por los depósitos, y lo
que cobra por los préstamos que otorga, son en ambos casos intereses. Tanto los
depositantes como los prestatarios pueden ser personas y hogares, empresas
financieras y no financieras, o gobiernos nacionales y locales. Los depósitos
pueden ser a la vista (por ejemplo, una cuenta corriente) o tener algunas
restricciones (como los depósitos a plazo y las cuentas de ahorro).

El mundo parece estar continuamente afectado por crisis bancarias de uno u otro
tipo. Es así como los problemas de las décadas de los 80 y los 90 se consideran
los más severos en relación a cualquier otra etapa anterior. En 1996, el Fondo
Monetario Internacional (FMI) estimó que alrededor de 130 países habían
registrado crisis bancarias desde 1980, y que entre 30 y 40 todavía podían seguir
en crisis. La situación puede estar mejorando, pero sólo gradualmente.

El costo que representa para los presupuestos gubernamentales resolver estas


crisis ha sido muy alto y, aunque las estimaciones varían, hay distintos ejemplos,
en especial un estudio realizado por investigadores del Banco Mundial, publicado
en 1996, [13]l que calcula los costos acumulativos, expresados como porcentaje
del producto interno bruto (PIB) anual de cada país.
En el caso de la crisis de Estados Unidos, que afectó a las instituciones de
préstamo y ahorro, así como a pequeños bancos durante la década de los 80, y
hasta principios de la de los 90, fue de 2 a 3%; para los países nórdicos, entre 2 y
8%; en la crisis española (1977-85) de 17%; en Hungría de 10%; en Bulgaria de
4%; en México del 12 al 15% (a pesar de que las cifras oficiales mexicanas son
menores); en Venezuela del 13 al 18% y en varios otros casos, que incluyen
Argentina y Chile por encima de 25%.

En muchos de estos, así como en diversas economías en transición y en


desarrollo, y en algunos países industriales, como Francia y Japón, las dificultades
aún no se superan y los costos pueden seguir acumulándose. Centrándose en las
economías en transición, el FMI estimó en 1996 que las deudas incobrables de los
bancos fluctuaban entre 14% y 65% de los activos totales.
Considerando que se reconocía una generalizada falta de reservas y que, para
colmo, la capitalización publicada se encuentra con frecuencia por debajo del 8%
mínimo recomendado por “Basilea”, se mantienen las dudas en cuanto a la
solvencia en que se basa el sistema bancario en muchos de esos países.

Claro está que el costo que significa para el presupuesto gubernamental resolver
las crisis bancarias representa directamente sólo una transferencia dentro de la
economía nacional y no equivale al costo real neto en términos de pérdidas en
bienestar social o ganancias para la economía en su conjunto.

HISTORIA DE LOS BANCOS

El nacimiento de los bancos es casi tan antiguo como la aparición de las


organizaciones humanas, ya que las personas siempre han necesitado de alguien
que financie las ideas y proyectos que ellas tienen.

Se puede decir que los bancos nacieron con la necesidad de realizar simples
operaciones de cambio y crédito a niveles personales, pero pronto se comenzaron
a desarrollar funciones más amplias, a abarcar más personas y pasaron a contar
con organizaciones más complejas.

Así es como, a partir del siglo IV A.C. en varias ciudades griegas se constituyen
bancos públicos, administrados por funcionarios especialmente destinados a esta
labor. Estas instituciones, además de su rol propiamente bancario (ligado a
operaciones de cambio y crédito), recaudaban impuestos y acuñaban moneda.
Por su parte, en el mundo romano, en sus primeros tiempos de pueblo de
agricultores, se recurre al "mutuum"; esto es, al crédito mutual. Más tarde, adoptan
el modelo griego de bancos privados y públicos.

En la época de Justiniano, emperador de Bizancio, en el siglo VI, se reglamentan


con precisión los usos y costumbres del mundo romano en materia bancaria y se
fija la tasa de interés en un 6% al año, con algunas excepciones, considerando el
riesgo de las operaciones. Los préstamos marítimos, por ejemplo, pueden
alcanzar al 12% al año y los acordados a las iglesias no pueden superar el 3%.

La sociedad occidental de la edad mediaconoce profundos cambios hacia el


término del siglo XI, cuando por la conquista de Inglaterra por los normandos, se
pone fin a las grandes invasiones y los cristianos terminan de imponer su
presencia en el mediterráneo. Su interés por las innovaciones y los intercambios
los lleva a redescubrir la banca, después que Carlomagno prohibió a los laicos
prestar cobrando interés. En estos momentos surge la lucha que daría la iglesia
contra la usura.
Entre el siglo XII y XIV los bancos conocieron un renacimiento importante, ya que
los hombres de negocios de Italia del norte desarrollaron notablemente las
operaciones de cambio. No solamente fueron expertos manipuladores de piezas
metálicas, sino también, mediante una letra de cambio, podían acreditar a una
persona, en una fecha determinada, en moneda nacional o extranjera, ante un
determinado corresponsal. Así, muchos comerciantes recurrían a los bancos para
tratar sus negocios con terceros.
Éstos, por una comisión, los representaban o se comprometían por ellos, con lo
que eran comerciantes y banqueros al mismo tiempo.

Más allá de los Alpes, los banqueros italianos se instalaron en Cahors, en la época
gran ciudad comercial de la Aquitania (que hoy corresponde a la zona central de
Suiza). A partir de allí, se extendieron hacia todas las grandes ciudades de Europa
occidental, principalmente a Londres y París. Con esta expansión, además del
financiamiento de negocios, estos banqueros prestaban a los particulares, hacían
préstamos con garantía prendaria y, en ocasiones, prestaban a los poderes
públicos.

En el siglo XIX, los bancos conocen una época de crecimiento y estabilidad,


marcada por el desarrollo de los institutos de emisión, la multiplicación de las
casas de "alta banca", que actúan como consejeros, corredores o mandatarios en
grandes operaciones financieras; la creación de los grandes bancos comerciales,
cuyo capital estaba altamente distribuido en el público, y el nacimiento de las
instituciones para-bancarias, destinadas a responder a las necesidades
específicas de la clientela.

La guerra de 1914 precipita la evolución de los bancos desde una época de reglas
y normas, a una de sistemas. Hablamos ahora de los sistemas bancarios,
integrados por diferentes componentes, no ya sólo bancos del estado o privados,
sino también aquellos que pertenecen a colectividades locales o regionales, a
sindicatos o cooperativas, bancos universales y especializados.

QUÉ DISTINGUE A UN BANCO?

Las definiciones legales específicas de lo que es un banco, o lo qué constituye el


negocio bancario, varían de país a país. Muchas personas podrían considerara los
bancos en primer lugar, y antes que nada, como proveedores de crédito, pero no
es esto lo que hace de los bancos algo único, ya que el crédito está disponible de
otras fuentes, tales como abastecedores comerciales, minoristas o en forma
titularizada en los mercados de capital: Tampoco la concesión de crédito, por sí
misma, necesariamente hace que los bancos sean objeto de la atención especial
de las autoridades reguladoras, ya que las decisiones equivocadas al otorgar
créditos pueden no ser causa de preocupación, a menos de que la compañía que
conceda el crédito sea también la que capta los depósitos.

Se acepta generalmente que la actividad que hace a los bancos en cierto sentido
algo especial es la captación de depósitos, por las siguientes razones:
- un depósito bancario es comúnmente una obligación de capital no asegurada;
- por consecuencia, contiene un fuerte elemento de confianza;
- en promedio, los prestatarios necesitan recursos por mayores períodos de
tiempo que los que los depositantes están dispuestos a otorgar. Aun los
sobregiros, que técnicamente tienen que ser reembolsados a su demanda, deben
considerarse en forma general como una obligación casi sin liquidez. De esta
manera, la conversión de plazos es un aspecto básico para el funcionamiento
económico de un banco, y es al mismo tiempo una fuente esencial de riesgo;
- los depósitos son dinero, particularmente en el sentido de transacciones:
recursos en cuenta corriente o a la vista, o depósitos con vencimiento a plazo, que
pueden utilizarse en forma general y se aceptan como formas de efectuar pagos y
liquidar deudas a terceras partes.

En consecuencia, los bancos se encuentran en el centro del sistema de pagos,


cuya eficiencia es vital para la economía en su conjunto. Por lo tanto, para los
fines de este Manual y no obstante las diferencias que puedan existir de un país a
otro en las definiciones legales, un banco se considera como una institución que
acepta depósitos del sector privado no bancario (o sea de ciudadanos, entidades
corporativas no bancarias, etc.; sólo la aceptación de recursos de otros bancos
puede no necesariamente incluirse), bajo la definición esencial de depósito
bancario, que excluye, por ejemplo, los pagos para asegurar el abastecimiento de
bienes.
CREACIÓN DE DINERO

Los bancos también crean dinero porque están obligados a mantener en reserva
una parte de los depósitos, ya sea en efectivo o en títulos que puedan liquidarse
con facilidad.
El monto de esas reservas depende tanto de las necesidades de efectivo de los
depositantes que el banco determina a su juicio como de las exigencias del
regulador, que suele ser el banco central (la institución pública alrededor de la cual
gira el sistema monetario y bancario de un país).
Los bancos mantienen ese encaje legal en el banco central, por ejemplo,
la Reserva Federal estadounidense, el Banco de Japón y el Banco Central
Europeo y crean dinero al prestar el resto de los fondos que les confiaron los
depositantes. Ese dinero puede utilizarse para comprar bienes y servicios y puede
regresar al sistema bancario como un depósito en otro banco, que luego puede
prestar a su vez una parte.

Esa repetición de los préstamos puede ocurrir varias veces, en un fenómeno que
se denomina efecto multiplicador. La magnitud del multiplicador, la cantidad de
dinero creada a partir de un depósito inicial, depende del volumen de dinero que
los bancos deben mantener en reserva. Los bancos también prestan y reciclan los
excedentes de fondos que existen dentro del sistema financiero, y crean,
distribuyen y negocian títulos.
Los bancos tienen varias maneras de ganar dinero, además de guardarse la
diferencia entre los intereses que pagan por los depósitos y el dinero que toman
prestado y los intereses que les cobran a los prestatarios o que ganan con los
títulos que mantienen sus carteras.
También pueden ganar dinero con:

• el ingreso generado por los títulos que negocian,


• los cargos que les cobran a los clientes; por ejemplo, por las cuentas corrientes,
la banca financiera y de inversión, el servicio de préstamos, y la originación,
distribución y venta de otros productos financieros, tales como seguros y fondos
comunes.
En promedio, los bancos ganan entre 1% y 2% de sus activos (préstamos y
títulos); esto es lo que suele denominarse rendimiento de los activos.
DERECHO BANCARIO

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