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Plan del Gobierno para

reducir el poder sindical en


las pymes
El Gobierno quiere reducir el poder sindical en las pequeñas y medianas empresas
como una de las palancas para que puedan aumentar de tamaño y, finalmente,
intentar dar el salto a ser grandes. Esta es una de las propuestas más destacadas
que el Ejecutivo ha hecho a las organizaciones empresariales, sindicales y
diversos expertos, en su último borrador sobre el Marco estratégico de la España
industrial.

El Gobierno ha advertido que se produce "un efecto escalón" en el número de


empresas por encima y por debajo de 50 trabajadores y 6 millones de facturación.
Esto se debe, fundamentalmente, a que, a partir de ahí, aumentan la
representación sindical en la empresa y sus obligaciones con Hacienda. Por lo
tanto, en comparación con varios de sus principales competidores, como
Alemania, Reino Unido y Francia, en términos relativos España tiene una
representación más alta de la pequeña y tiene menos empresas medianas y
grandes.

En consecuencia, como "línea estratégica de actuación" para incentivar un


aumento del tamaño de las empresas el Gobierno plantea al sector industrial
"modificar los umbrales para la calificación de una empresa como mediana y,
consecuentemente, sus obligaciones y cargas fiscales y laborales, siguiendo la
línea de los países de nuestro entorno".

El Gobierno "ha detectado 130 regulaciones" vinculadas al tamaño [de las


empresas]. Por ejemplo, en las normas laborales, sobre el número de
trabajadores; en la normativa fiscal, con la cifra de negocios y, finalmente, con la
regulación contable y de auditoría, donde se combinan ambos criterios.

En consecuencia, el Ejecutivo también subraya que "los organismos


internacionales recomiendan cambios en la regulación para eliminar esta distorsión
regulatoria". Distorsión "que afecta a la asignación más eficiente de los recursos y
provoca comportamientos limitativos en función de las normas fiscales y
laborales".

El Ejecutivo no ha planteado todavía cuáles serían sus umbrales de trabajadores y


de facturación para impulsar el aumento del tamaño de las empresas.

Los umbrales
Sin embargo, ya en julio, el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis
de Guindos, planteó al Congreso de los Diputados varias propuestas para frenar
que, a partir de 50 trabajadores, disminuya el número de empresas. "Eliminación
de umbrales cuando la regulación dependiente del tamaño no resulte necesaria o
proporcionada". O bien, "puede haber revisión al alza o a la baja [de trabajadores y
facturación] en función de las regulaciones". También puede "desacoplarse" de los
niveles más frecuentes, como el de 50 trabajadores, para evitar el efecto escalón
en la distribución de empresas".

El Ejecutivo responde a una demanda fundamental de los empresarios, como es


flexibilizar los criterios en cuanto al número de trabajadores para obligar a las
compañías a tener un comité de representación de los trabajadores. Ahora se
necesitan 50 empleados. El Gobierno y las organizaciones empresariales estiman
que, en muchos casos, esta circunstancia frena el deseo de las sociedades de
aumentar su tamaño. Máxime cuando el crecimiento en el número de trabajadores
y en la facturación también incorpora mayores obligaciones fiscales.

Por todas estas razones, Antonio Garamendi, presidente de Cepyme, la patronal


de la pequeña y mediana empresa, dijo ayer a EXPANSIÓN que "[Los empresarios
de las pequeñas y medianas empresas] estamos a favor de todo lo que sea
facilitar mayor flexibilidad y competitividad". Garamendi añade: "Cuanto más
grande sea una empresa más empleo creará y, por lo tanto, es bueno para todos",
dice el dirigente empresarial, que pide al Gobierno que "profundice" en ésta y otras
reformas para favorecer el redimensionamiento de las compañías.

Los sindicatos
En cambio, los sindicatos UGT y CCOO se oponen rotundamente a cualquier
insinuación sobre la reducción de su representación en las empresas. El
responsable de Política Industrial de UGT, Carmelo Ruiz de la Hermosa, es
bastante rotundo al respecto. "Son ganas [del Gobierno y de los empresarios] de
no entrar en el meollo de los problemas de la industria. Tener un comité de
empresa a partir de 50 trabajadores no impide el crecimiento de la empresa". Así,
el dirigente de UGT recuerda que en países con una fuerte presencia sindical en
las empresas como Alemania "la productividad es más alta que en España, hay
más ocupación y funciona la formación dual perfectamente". Es decir, la
combinación entre la formación teórica y la práctica laboral del joven.

En CCOO "estamos radicalmente en contra [de la reducción de la representación


sindical]. Máxime, cuando, a pesar de crecer y crear empleo está avanzando la
precariedad laboral y, con ello, los bajos salarios", dice Máximo Blanco,
responsable de Política Industrial de CCOO. Como su homólogo de UGT, Blanco
piensa que los problemas de las empresas españolas son otros. Por ejemplo, la
falta de financiación, de inversión tecnológica, las carencias en la formación de los
trabajadores y en la innovación.

El Gobierno admite que el dominio de la pequeña empresa en España es una de


las causas de los problemas de la baja productividad y de que los niveles de
empleo sean históricamente bajos, a pesar de los ciclo de crecimiento.

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