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Universidad Nacional de Colombia

Maestría Estudios Literarios


Hermenéutica y Literatura
Andrés Peña Ramírez
ESTAR-EN-EL-MUNDO REPLANTEAR LA NATURALEZA DESDE LO MAS
INMEDIATO Y COTIDIANO
La gran tarea del pensamiento de Martin Heidegger radica en responder el problema central de la
filosofía occidente, esto es, la pregunta por el Ser, o según la reformulación de la misma, por el
sentido del Ser. El camino por el que opta para responder la pregunta fundamental, será el análisis
del único ente que tiene una relación especial con el Ser. Este es el humano, pues, es el único ente
que siempre tiene presente su propia existencia. De aquí que se le asigne el nombre de Dasein (ser-
ahí) y se le diferencia de los otros entes. La primera distinción que se hace del Dasein frente a los
otros entes y a la vez frente a las anteriores conceptualizaciones del humano1, es la relación del
mismo con el mundo.
Es importante observar que desde el comienzo de su obra Heidegger juega con la historicidad, así
el término tome fuerza en su periodo tardío, es evidente la importancia que la tradición tiene para
su trabajo. De esto se deriva el método de exposición usado en la definición de Estar-en-el-mundo,
primero se juega con la definición negativa, desde la cual se destruye o transforma el prejuicio que
se tiene de la relación hombre-mundo, se define que es Estar-en-el-mundo a partir de lo que no es,
para evitar caer en la conversión del Dasein en un ente cualquiera ya cometida por toda ontología
previa, pero a la vez busca una fundamentación nueva, y aquí viene la definición positiva, cabe
notar, que esta noción positiva no hace un salto fundador desde la nada, este salto fundador nace
de la percepción fenomenológica, mira directamente ese fenómeno que es el Dasein, y lo describe
desde su interpretación inmediata (cotidianidad).
La conceptualización del hombre que mayor peso ha tenido en la historia ha sido la de zoon
logistikón, es decir, animal racional, la cual terminó derivando en la epistemología moderna,2y en
que toda teoría del ser del hombre se limitara a la dimensión racional. Sin embargo Heidegger
observa que nuestra naturaleza no se limita a la relación con el mundo mediante el conocimiento.
Por eso su exploración comienza con Bosquejo del estar-en-el-mundo a partir del estar-en como
tal y con Ejemplificación del estar-en por medio de un modo fundado. El conocimiento del mundo.
Cabe resaltar que ambos parágrafos son tan solo preámbulos para una definición mas completa de
lo que es el fenómeno unitario de estar-en-el-mundo.

1
Se puede observar que Heidegger juega doble diferencia al humano de los otros entes y de sus definiciones
históricas, por un lado es una deconstrucción de lo ya dado en la historia de la Filosofía, pero en este mismo
desarrollo, encuentra su gran distinción con la ontología tradicional: el hombre no es un ente cualquiera y por lo
tanto no puede estudiársele como tal, negando así las nociones aristotélicas, cristianas/medievales, dualistas,
racionalistas y empiristas del ser humano. (Cfr. Ontología: Hermenéutica de la facticidad. e Introducción, Ser y
Tiempo.)
2
La metafísica, buscando responder la esencia del ser, se había preocupado por definirlo a partir de los
innumerables problemas que traía el conocimiento, poniendo al mismo como el centro de la investigación.
Estar-en como el modo constante de existir
Comprender la relación hombre-mundo expuesta en la fenomenología hermenéutica exige entender
previamente que es eso del Dasein, termino tan constante en la obra heideggeriana pero tan
incomprendido (a pesar de ser nosotros mismos Existencia/Dasein). La forma mas clara de entender
aquello que es el Dasein, es la distinción entre este y ente. Ente es aquello que está presente, que
podemos apreciar en su apariencia/aparecer, pero se distingue del Dasein en que carece de
existencia. El Dasein existe, dice Heidegger, pero ¿Qué quiere decir existencia? “El Dasein es un
ente que en su ser se comporta comprensoramente respecto de este ser” (Ser y Tiempo. Pag. 62).
La existencia implica una comprensión del ser que se es, es decir, como humanos podemos asegurar
que tenemos existencia porque hay una especie de comprensión de nuestro ser 3. Pero esta
comprensión no es del tipo teórico ni de una construcción sistemática conceptual que indique
concretamente lo que es nuestro existir. Se debe resaltar que Heidegger dice… en su ser se
comporta comprensoramente, esto nos dice que el tipo de comprensión radica en el actuar, en la
facticidad. Entonces es un comprender o una pre-comprensión que siempre toca al Dasein. En todo
actuar o interactuar el ser humano se las ve con su ser, tiene presente que todo lo que hace afecta
su existencia de una u otra forma. Se puede decir que solo se existe, cuando cada momento de la
vida, tiene presente la existencia. Se tiene presente la existencia de dos formas: propia e impropia.
La primera es donde surge una responsabilidad del existir mío y la segunda donde ese existir queda
a cargo de otro. También hay posibilidad de indiferencia, en la cual no se le toma importancia a la
propiedad e impropiedad, esta también es una manera de comprender la existencia, así sea de un
modo negativo (ignorándola o pasándola por alto). Esta facticidad o forma de pre-comprensión de
la existencia, se evidencia en la relación hombre-mundo, que como veremos, se presenta de forma
unitaria.
Antes de continuar es importante resaltar lo que es una categoría existencial, puesto que estar-en-
el-mundo es una. Se observa en Ser y Tiempo pequeños vestigios de neokantismo, por eso el
proceder tiene una forma de clasificación analítica. Sin embargo las categorías cambian, al parecer
no se buscan categorías que un sujeto tenga a priori, las categorías se observan en la existencia
misma y son condiciones necesarias para decir que hay existencia como tal. Cada categoría
existencial es algo que viene dado con la existencia y que no se encuentra como un añadido o
condición especial, pues siempre está presente en el ser del Dasein. Esta categoría existencial es
estar-en-el-mundo y no “estar en el mundo” porque como fenómeno se presenta en unidad, aunque
en su análisis se pueda dividir en tres partes: 1. El “en-el-mundo¨ 2. El ente que es cada vez en la
forma del estar-en-el-mundo. Y 3. El estar-en como tal. Cada punto será tratado en los capítulos
posteriores, sin embargo hay una aproximación al estar-en como tal, pero esta se centra en una
explicación negativa.

3
Lo cual tampoco quiere decir que los entes no son, o que son ficciones, lo que se indica es que existir es una forma
especial y especifica de ser. Sin embargo este debate siempre trata el problema entre vitalidad y existencia. ¿Se
puede concluir apresuradamente que todos los seres vivos existen? Por ejemplo ¿los animales tienen existencia en
los términos que la expone Heidegger? O este tipo especial de relación con existencia es exclusiva del Dasein.
Estar-en-el-mundo se entiende principalmente desde la forma de los entes, si entendemos aquí
entes, como los objetos externos que se presentan en la epistemología moderna. Se piensa un estar-
en de cosas materiales dentro de otro objeto mayor, que sería el mundo. Tal como se piensa que
hay una silla en el aula, que el aula se encuentra en la universidad, que la universidad está en la
ciudad hasta llegar a la noción de un espacio universal (Cfr. Ser y Tiempo pag. 63). Estos objetos
dentro de la epistemología y la ontología tradicional aparentemente son distintos a la concepción
que ella tiene de hombre, sin embargo el sujeto4 parece reducirse también a una cosa. Pues el sujeto
es forma y materia, es decir alma y cuerpo, donde la espacialidad solo compete al cuerpo. Pero el
cuerpo aparece como un añadido posterior al alma, siendo reducido a un objeto. La espacialidad
depende de este objeto que es el cuerpo, pero esta espacialidad, supone un “estar en” de la misma
forma que lo tendría otro ente, un objeto cualquiera sin existencia. Pero esta relación de
espacialidad, de estar-en entendido como ocupar un lugar dentro o como un estar-juntas de dos
cosas es equivoca y no le hace justicia a la verdadera naturaleza humana, la forma del Dasein es
distinta a la del ente, pues este tiene existencia, y parece que según el autor también es el único
que tiene mundo.
Si no es corpórea ni espacial la categoría existencial Estar-en-el-mundo. ¿Desde qué perspectiva
puede comprenderse la misma? La respuesta parece bastante oscura por el momento, es por la
forma de ser que tiene el Dasein, forma de ser que se debe entender mejor al tocar la mayoría de
categorías. Pero este desarrollo incompleto a la vez nos arroja pequeñas pistas del proceder
Heideggeriano5. La reformulación del lenguaje que se emprende en Heidegger tiene la tarea de
guiar, mejor aún, de aproximar la investigación a lo que es mas cercano (precomprendido).6 Por
eso el enunciado Estar-en-el-mundo, no se limita a mostrar la unidad del fenómeno, el resalta que
el “en”, es decir en alemán “in”, viene de “innan” que significa residir, habitar, quedarse en. (Cfr.
Ser y Tiempo pag. 63). De lo que se deduce que Estar-en significa habitar en, estar familiarizado
con. Sin embargo no se debe asumir rápidamente que la forma de estar-en del Dasein escapa
totalmente a la espacialidad o que no involucra la corporeidad, al contrario se habla de un tipo de
espacialidad propia del modo de ser del Dasein7.
El estar-en siempre implica el “cuidado” o la “ocupación de” “Besorgen”. Heidegger dice que “…
el Dasein, entendido ontológicamente, es Sorge, Cuidado” (Ser y Tiempo pag. 66). Con
ontológicamente se refiere a que es siempre y en todo momento, no por voluntad, deseo o
casualidad8, que el Dasein se encuentra en cuidado. Para que el humano tenga existencia a la vez
4
Como se considera al ser humano en la filosofía moderna.
5
Es importante tener presente que el desarrollo del pensamiento de Heidegger es siempre un juego de ocultarse y
desocultar, del claro y lo oscuro, siempre hay algo que está desarrollando claridad pero esto a la vez implica la
oscuridad de muchas mas cosas. Se puede intuir que en esta filosofía se está deseando con anterioridad la poesía, el
lenguaje juega con lo simbólico que abre posibilidad de significados en contraposición del desarrollo filosófico
formal, que juega con un lenguaje signico, una conceptualización que cierra el significado como único válido.
6
El lenguaje como nuestra morada, el pensamiento como hijo inseparable de la lengua.
7
Lo que se intuye es que la relación cuerpo-mundo si existe, (a pesar que no es clara como lo diría Merlau-Ponty).
Este tipo de espacialidad, no se limita a la del cuerpo dentro de un objeto inerte (que no le comunica), es la
espacialidad en que el cuerpo (y en si todo lo que constituye al Ser-ahí) habita el mundo en la relación propia del
Dasein.
8
No es una propiedad dice Heidegger, discutiendo con toda metafísica posterior a Aristóteles, en términos
ontológicos, no se trata de que el Dasein tenga una substancia imposible de conocer y que dicha substancia sea su
debe tener esta relación con el mundo de estar-en que se evidencia en las distintas formas de
cuidado. Las formas de cuidado que se pueden adoptar son: “habérselas con algo, producir, cultivar
y cuidar, usar, abandonar y dejar perderse, emprender, llevar a término, averiguar, interrogar,
contemplar, discutir, determinar…” (Ser y Tiempo pag. 66). Todas estas y mas son formas
específicas de cuidado que se pueden tomar dependiendo de la circunstancia, sin embargo es claro
que el hombre siempre está habitando el mundo en esa especial forma que es el cuidado.
El conocimiento del mundo como posible modo de estar-en
Un conocimiento del mundo siempre acompaña la existencia. Este tipo de conocimiento no es
sistemático, ni científico, ni epistemológico. Aunque se intuye que es el conocimiento que
posibilita el cuidado y relación del mundo, no es claro cuál tipo de conocimiento es. Frente a este
otro conocimiento, o a partir del mismo, ha nacido el moderno, que fácticamente ha dado resultados
sorprendentes pero que no soluciona la pregunta ontológica por lo originario en el humano 9. En
otras palabras, si bien ha sido necesario para el desarrollo de las ciencias (u ontologías regionales)
los conceptos de sujeto y objeto, que se derivan de este conocer, y la relación de los mismos, para
responder a la naturaleza del Dasein no son suficientes, e incluso, pueden ser términos errados.
Por otro lado las nociones de sujeto y objeto, presuponen que el conocimiento ya está totalmente
adentro (en el sujeto) o afuera (en el objeto). Cualquiera de estos dos presupuestos llegan al
problema de como el sujeto, que es totalmente interior, logra llegar, trascender, a lo objetual. Esta
pregunta, entre otros problemas, han tratado de responderse a lo largo de la teoría del conocimiento
moderna y contemporánea, sin embargo Heidegger muestra que el verdadero problema radica en
que se ignora que “el conocimiento es una modalidad de ser del Dasein en cuanto estar-en-el-
mundo… que tiene su fundamento óntico en esta constitución de ser”(Ser y Tiempo cap. 70). Es
decir que la condición previa del conocimiento es ya-estar-en-medio-del-mundo, pero contrario a
las teorías tradicionales del conocimiento, no es la mera contemplación del mundo, es el estar-en-
medio desde el cuidado y la facticidad.
La forma en que a partir de estar-en-el-mundo se hace posible el conocimiento contemplativo (el
de las ciencias y la filosofía) es mediante la deficiencia de la ocupación. A partir de la deficiencia
o interrupción de la ocupación se hace posible la apariencia del mundo, y el mirar-hacia. En el
mirar hacia que se construye estando en la abstención de ocupación en algo, se logra la
aprehensión, la cual se realiza por la obra del lenguaje sea por el hablar de algo o el hablar que
dice algo. Todo hablar que viene de la aprehensión del mundo que aparece, es una interpretación,
y a la vez que interpreto estoy determinando. Esto interpretado y determinado se puede expresar
en proposiciones como lo enunciado logrando así conservarse.10
Después del análisis del conocer como privación o deficiencia de la ocupación, es decir, de algún
tipo de ocupación específica, Heidegger concluye que el “comercio” entre Dasein y mundo no

esencia y lo demás sean agregados que solo le pertenecen a él, al contrario las categorías existenciales le son
esenciales. Por ello mas adelante se dirá que la Esencia es la Existencia, en contra de la noción cartesiana de pienso
(soy) luego existo, y desde luego distinto al Existencialismo, que invierte el cartesianismo a Existo luego Soy.
9
El conocimiento del mundo es posterior a nuestra relación con el mismo, es decir, a estar-en y el cuidado como tal.
Sin embargo se ha querido desde el conocimiento explicar aquello que lo precede.
10
¿Hay dos momentos o dos funciones distintos del habla?
surge por primera vez gracias al conocimiento, antes el conocimiento depende de que ya exista este
comercio. La relación primaria entre Dasein y mundo, demuestra que el conocimiento es tanto
externo como interno, pues el Dasein, siempre está adentro y a la vez siempre está afuera en su
tener mundo. Aunque no es suficientemente claro como es posible esta doble posición que toma el
humano. El conocimiento como forma especial, se convierte en una tarea donde se toma como
propia esta forma de estar-en-el-mundo. Aunque se entendió aquello que no es el estar-en-el-
mundo, falta por aclarar lo que vendrá en los próximos capítulos, ¿qué es ese mundo y como difiere
del objeto que hemos llamado mundo? ¿Por qué es exclusivo del Dasein tener mundo?

Bibliografía
Heidegger Martin. Ser y Tiempo. Trotta Editorial, Madrid España. Traducción Jorge Eduardo
Rivera.
Vattimo Giani. Introducción a Heidegger. Gedisa Editorial. Versión PDF.

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