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INTERVENCION DETERCEROS EN EL PROCESO CIVIL

En un proceso tenemos esencialmente dos partes: demandante y demandado, cada una de ellos va a ser valer de
alguna forma sus puntos de vista sobre el fondo del litigio; el demandante sostiene su posición y el demandado los
suyos, generalmente son posiciones contrarias, salvo los casos de un convenimiento; pero existe la posibilidad de
que el Legislador incluya a terceras personas, quienes inicialmente no son parte del proceso pero pueden
posteriormente hacerse parte de la misma.
El legislador expresa de manera bastante clara cuáles son los supuestos en los cuales esas terceras personas
pudieran intervenir en el proceso.

Cuando se estudia con detenimiento las múltiples posibilidades que pueden presentarse en la práctica,
encontramos casos en los cuales no se justifica que intervenga un tercero, por eso el legislador ha hecho una
especie de selección que ha tratado de indicarnos cuáles son los casos en los cuales sería prudente esa intervención
de terceros; lo que quiero es ir aclarando lo siguiente: en un proceso donde inicialmente tenemos una parte
demandada y una parte demandante, independientemente de que haya una pluralidad de personalidades
agrupadas dentro de estos términos, hay terceras personas que pueden ver de alguna forma afectado algún tipo de
derecho, bien, propiedad que tengan, sea de su propiedad o que se pueda ver afectado por el proceso que están
llevando otras dos personas.

Existen otros supuestos en el cual una tercera persona pudiera intervenir, por ejemplo: vamos a suponer que me
demandan y pierdo el proceso, me corresponde cumplir de manera voluntaria con lo que dice la sentencia, pero si
no lo hago me pueden obligar aún con la fuerza pública, el Tribunal puede obligarme de manera forzosa. Esto
quiere decir que puede haber un error y se toquen bienes que no son propios, que son de una tercera persona que
nunca concurrió al proceso y simplemente por error van a trabar una medida sobre sus bienes, derechos o
propiedades. El Tercero no queda indefenso, puede intervenir en el proceso y exponer sus alegatos puede exponer
que no es parte en ese proceso y están afectando su propiedad y entonces puede intervenir. Hay varias maneras
para que lo haga, depende de los intereses que invoque.

En la Intervención de terceros voluntaria: es el tercero quien concurre, el que interviene directamente en el


proceso, de manera espontánea, sin coacción de ningún tipo debido a que le interesa hacer valer su derecho en el
marco de ese proceso en desarrollo, porque él considera que se le está violando o se le puede violar algún tipo de
derecho.
En la Intervención de terceros forzada: es el caso típico de la evicción, ya que el tercero no concurre de manera
voluntaria sino que el Tribunal le hace un llamamiento para que tú concurras; esa es la diferencia esencial aparte
de las tramitaciones procesales que veremos luego en cada una de estas intervenciones.
Aunque no es una parte originaria como el demandante o el demandado, una vez que el tercero interviene en el
proceso es parte, y eso es importante de tener en consideración.

Existen situaciones especiales como el poseedor precario (poseedor en nombre de otra persona), y aún así puedo
intervenir, pero ¿para qué intervengo? Para que se respete mi derecho de poseedor precario.
Con respecto a la intervención de carácter forzoso, no priva la voluntad del tercero que interviene ya que lo hace
por orden del Tribunal, por un llamamiento o por citación a solicitud de la parte interesada al Tribunal y éste lo
cita para que concurra.
Esto es importante establecerlo porque los supuestos para intervenir de manera voluntaria son distintos a la de
manera forzada y debemos basarnos en los ordinales adecuados ya que ocurre algo similar a las cuestiones previas
donde cada uno tiene su tramitación.

Oportunidad para interponer la tercería Va a variar, dependiendo de varias circunstancias, en principio va a


depender del tipo de intervención que usted va a efectuar, si es forzada por ejemplo, la parte interesada tiene que
solicitar que usted sea llamado a través de la citación que le libre el Tribunal y su oportunidad procesal para
efectuar esta solicitud es con la contestación de la demanda y cuando lo hace es porque le sirve de respaldo a la
defensa (ya sea saneamiento por evicción o por vicios ocultos), distinto es el caso si la intervención es voluntaria ya
que dependiendo del tipo y del fundamento de la intervención la oportunidad procesal en la cual tengo que
proponerla.
Igual sucede en el caso de la fianza, si hay un fiador solidario el principal de repente puede ser codemandado
igualito, con el obligado principal, pero si la fianza es simple tiene carácter de solidaridad. Fíjense que hay distintas
posibilidades en ésta defensa y en la forzada debe hacerse al momento de contestar la demanda según el Art. 364
CPC, mientras que en la voluntaria puede el tercero concurrir cuando está en fase de prueba, o que se entere
después que se haya dictado la sentencia o apelaron y fueron a la alzada y el procedimiento está en segunda
instancia y en ese momento fue cuando se enteró, o puede enterarse cuando haya sentencia definitivamente firme
y esté en etapa de ejecución de la sentencia, sin embargo tiene un pequeño límite: cuando el bien haya sido
rematado y en tal caso lo que puedes intentar es una acción reivindicatoria en contra de terceros (art.384 CPC).

En el caso de los niños se pudiera alegar el Ord. 1º del 371 CPC, pero en todos estos casos hay intervención del
Ministerio Público y su procedimiento en estructura es diferente al procedimiento ordinario ya que es regulado
por la LOPNA.

Supuestos en los cuales pueden intervenir los terceros.


El Art. 370 CPC es fundamental en materia de tercería porque contiene los distintos supuestos de la materia.

Artículo 370 CPC. Los terceros podrán intervenir, o ser llamados a la causa pendiente entre otras personas, en los
casos siguientes:
1° Cuando el tercero pretenda tener un derecho preferente al del demandante, o concurrir con éste en el derecho
alegado, fundándose en el mismo título; o que son suyos los bienes demandados o embargados, o sometidos a
secuestro o a una prohibición de enajenar y gravar, o que tiene derecho a ellos.
2° Cuando practicado el embargo sobre bienes que sean propiedad de un tercero, éste se opusiere al mismo de
acuerdo a lo previsto en el artículo 546.
Si el tercero sólo es un poseedor precario, a nombre del ejecutado, o si sólo tiene un derecho exigible sobre la cosa
embargada, podrá también hacer la oposición, a los fines previstos en el aparte único del artículo 546.
3º Cuando el tercero tenga un interés jurídico actual en sostener las razones de alguna de las partes y pretenda
ayudarla a vencer en el proceso.
4º Cuando alguna de las partes pida la intervención del tercero por ser común a éste la causa pendiente.
5º Cuando alguna de las partes pretenda un derecho de saneamiento o de garantía respecto del tercero y pida su
intervención en la causa.
6º Para apelar de una sentencia definitiva, en los casos permitidos en el artículo 297.

Del Ordinal 1º al 3º y el 6º inclusive son supuestos de intervención voluntaria, mientras que el 4º y el 5º de


intervención forzada y cada uno de estos ordinales en materia de tercería tiene una tramitación diferente, excepto
los del 4º y 5º – los de intervención forzada- quienes tienen un procedimiento común.
“Cuando el tercero pretenda tener un derecho preferente al del demandante”, es lo que en doctrina se conoce como
tercería de mejor dominio, donde el tercero demuestra que tiene un mejor derecho o por lo menos igual que el
demandante en el proceso.
“concurrir con éste en el derecho alegado”, por ejemplo que ambos aleguen que son propietarios del bien, ¿Es eso
posible? Si, porque si es un bien mueble no se cumple con la formalidad registral entonces hay uno que lo posee y
otro tiene un documento para probar las fechas; en materia de bienes inmuebles no es común pero también se ve y
con dos documentos registrados en el mismo Registro y se presenta el problema.
Luego dice “fundándose en el mismo título” es decir, el documento, claro que cuando yo fundo en el mismo título
normalmente es el caso del copropietario del bien, tengo el título donde aparecemos los dos y pueden concurrir; si
se considera excluido puede llevar el mismo título para demostrar que son tan propietario como él.“…o que son
suyos los bienes demandados o embargados…”
Era el ejemplo donde Henry embargaba a Gabriel y resulta que el bien del embargo es de Miguel, entonces Miguel
concurre diciendo que el bien le pertenece y no es de Gabriel.
“o sometidos a secuestro o a una prohibición de enajenar y gravar, o que tiene derecho a ellos”.

Los del Ord. 2º contienen un supuesto totalmente diferente, no obstante hay casos en los cuales nos puede remitir
al ordinal 1ª. Este es el ordinal que se conoce clásicamente como la oposición de terceros al embargo ejecutivo y
nos remite al 546 CPC.
2° Cuando practicado el embargo sobre bienes que sean propiedad de un tercero, éste se opusiere al mismo de
acuerdo a lo previsto en el artículo 546.Si el tercero sólo es un poseedor precario, a nombre del ejecutado, o si sólo
tiene un derecho exigible sobre la cosa embargada, podrá también hacer la oposición, a los fines previstos en el
aparte único del artículo 546.
Lo que se plantea es que en la etapa de ejecución de la sentencia el bien ha sido embargado de manera ejecutiva
pero no le pertenece al demandado, esa persona puede ir y oponerse alegando se respete su derecho de poseedor
precario, pero puede solicitar por vía de oposición que se le respete su cualidad de inquilino, un usufructo, una
servidumbre y perfectamente puede solicitar que no le sea perturbado ese derecho. Lo malo es que no dice como
debe el tercero intervenir.
En los supuestos del Ord 1º el tercero solo puede intervenir basándose en la vía de la demanda, Se va a demandar a
las partes en el proceso, al demandante y al demandado en el proceso principal y tengo que reunir todos los
requisitos de una demanda art. 340 CPC.

En el Ord 2º no tengo que demandar a nadie, sino que hago oposición al embargo, (valga la acotación que todos los
asuntos de tercería se tramitan en cuaderno separado). Según el 346 del CPC debe alegar que es propietario del
bien a través de un acto jurídico válido y que además lo posee; si el embargo ya se ha producido se revocará; ahora
bien, si el logra demostrar que tiene un derecho exigible sobre ese bien, me refiero a un derecho distinto al de
propiedad, obviamente si demuestra con una prueba fehaciente y se le declara con lugar ese derecho, el
adquiriente en la demanda tendrá que respetar esa circunstancia.
Y qué pasa si me entero después de la sentencia definitivamente firme y con autoridad de cosa juzgada durante el
embargo ejecutivo? Bueno, hay dos tipos de embargos: el embargo preventivo y el ejecutivo.

El embargo prevenido se efectúa antes de la sentencia definitivamente firme y recae solo sobre bienes muebles,
mientras que el ejecutivo va después de una sentencia definitivamente firme y puede recaer sobre bienes muebles
e inmuebles.
En relación a la prescripción, hay una limitación en el 546 en concordancia al 377 CPC, según el 546 tienes hasta el
día de despacho siguiente a la publicación del último cartel del remate para poder efectuar la oposición de terceros
al embargo ejecutivo, claro, hay que plantearse todas las circunstancias del proceso ejecutivo, hubo sentencias con
una definitivamente firme, se traba la ejecución del bien, se lleva a cabo el embargo para rematarlo, tienen que
tramitar y publicar una serie de tres (3) carteles y tienes oportunidad hasta el día siguiente de la publicación del
último cartel; luego no puedo porque la oposición por esta vía es extemporánea; y si se produce el remate del bien
lo único que puedo hacer es ejercer una acción reivindicatoria contra los efectos del remate, demostrando
obviamente que eres el propietario del bien.

3º Cuando el tercero tenga un interés jurídico actual en sostener las razones de alguna de las partes y
pretenda ayudarla a vencer en el proceso.

Es el interviniente adhesivo, ¿Cómo interviene el tercero? Puede ser por vía diligencia o escrito (pero no vía de
demanda), señalando su condición de tercero y fundamentando por qué el tiene interés legal jurídico y actual en
intervenir -Art. 16 CP.
Este tercer interviniente adhesivo está obligado por la Ley a aceptar la causa en el estado en el cual se encuentre al
momento en que él intervino, fíjense bien, el del Ordinal 1º puede demandar en Primera y segunda instancia y esa
demanda se tramita siempre a través de un procedimiento ordinario; el del Ord. 2º interviene vía oposición al
embargo ejecutivo ¿Qué supone esto? que hay una sentencia definitivamente firme y con autoridad de cosa juzgada
y está interviniendo en el proceso de ejecución que no necesariamente ocurre en 2da instancia ya que puede ser
que se dictó la sentencia en primera instancia y nadie la apeló por lo cual quedó definitivamente firme y vamos a la
ejecución.
El Ordinal 3º interviene en cualquier etapa del proceso pero necesariamente tiene que aceptar la etapa en la cual
se encuentra para tratar de ayudar a la parte que le interesa que gane; por ejemplo si llegó en la etapa de
evacuación de pruebas no podrá promover pruebas porque ya ese lapso pasó. En este caso hablamos de
saneamiento, evección, garantía, y sobre el asunto de la oportunidad.

4º Cuando alguna de las partes pida la intervención del tercero por ser común a éste la causa pendiente.
5º Cuando alguna de las partes pretenda un derecho de saneamiento o de garantía respecto del tercero y
pida su intervención en la causa.

En caso de los ordinales 4º y 5º hablamos de la intervención forzada, tiene que ser propuesta con la contestación
de la demanda porque es el demandado el interesado en traerlo.
Con el ord. 4, cuando alguno de los pacientes pidan la intervención del 3º por ser común a éste la causa pendiente.
¿Cuándo es común tiene necesariamente que ser litisconsorcio necesario, causas relativas a comunidades como la
conyugal hereditaria. En estos ordinales el llamamiento es por vía citación y eso tiene una repercusión procesal
importante.

6º Para apelar de una sentencia definitiva, en los casos permitidos en el artículo 297.
Significa que no puede el tercero apelar una sentencia interlocutoria a menos que tenga fuerza de definitiva. En
esos casos del 297 del CPC el tercero puede apelar, yo soy partidario de este proceso de apelación. ¿Cómo hago la
apelación? Puede ser por una diligencia o por un escrito donde manifiesto que apelo tal decisión, pero en este caso,
el código no dice nada, pero soy partidario que ese tercero deberá demostrar lo que dice el 297 a favor de su
interés.
Los terceros pueden intervenir en los procesos pero no de cualquier manera, sino simple y llanamente como los
autorice la ley para efectuar esa intervención. Los terceros de acuerdo al artículo 370 del CPC tienen distintas vías
para intervenir.

Hablamos de dos formas básicas de intervención:


1)Intervención forzosa Artículo 370 Ord.: 4º y5º.
2)Intervención voluntaria artículo 370 Ord.: lº, 2º, 3º y 6º y cada uno de estos ordinales y supuestos tiene
tramitación procesal propia.

El ordinal primero tiene una tramitación procesal que es a través de una demanda cumpliendo todos los requisitos
de una demanda, dirigida contra las partes del proceso.
La demanda se anexa donde están las partes principales litigando, con un cuaderno separado lo que es una
demanda de tercería con los mismos lapsos de un procedimiento ordinario.
En el caso del ordinal 2º, es distinto porque es el supuesto de oposición al embargo ejecutivo, porque nos remite al
artículo 546 que es la oposición al embargo ejecutivo.

Forma de intervención. Obviamente ahora no se va a demandar a nadie, simplemente el tercero ha sido afectado,
porque de alguna forma el bien que fue embargado ejecutivamente era de el. Y está siendo afectado. Cómo vas a
embargar el bien de un tercero ajeno al proceso? ¿vas a rematar ese bien por el juicio que lleva el señor “a” con el
señor “b”, un bien que es mío que señor “c”, el cual jamás ha participado en el proceso.
El tercero puede hacer oposición dependiendo el momento en el cual concurra a hacer la oposición.
a)Puede presentar una oposición por escrito que es factible o vía diligencia.
b)Puede ser una oposición verbal: si esta en el momento que se esta practicando el embargo se hace la oposición
del acta en la cual se esta levantando el embargo.

Dependerá del momento en el cual intervenga en el proceso, si en el momento de practicar el embargo no estaba, y
el va a concurrir cuando el embargo ya se practico. Entonces se puede hacer oposición vía escrito o vía diligencia.
Eso presuponía que ya había una sentencia definitivamente firme y por eso se habla de un embargo ejecutivo y yo
tengo una sentencia definitivamente firme.
Excepcionalmente esa oposición al embargo ejecutivo del artículo 546 del CPC, puede ser efectuado en materia de
medidas preventivas. ¿Puede el tercero cuando aplica una medida preventiva oponerse a ella?
Si bien el texto de esa oposición del Ord. 2do que remite al 546 del CPC que pensada el legislador para el embargo
ejecutivo, la jurisprudencia ha acordado que puede extenderse también a las medidas preventivas.

En el caso del Ord. 3ª: hablamos del tercero adhesivo o la intervención adhesiva, a este tercero le interesa que gane
una de las partes del proceso y así trata de ayudarle para que gane.
No se va a demandar, no se hace oposición, se interviene mediante un escrito o una diligencia para tratar de ayudar
o intervenir y de esa manera constituirse el tercero en parte con esa intervención y luego que está constituido en
parte ayudar. El interviniente adhesivo, tiene que aceptar el proceso en la etapa en la cual interviene.
Otra cosa es que después que se intervenga para ayudar a una parte, luego me voltee o prevarique, entonces lo que
vaya es a entorpecer el proceso, eso no se puede hacer el Código lo prohíbe y esos alegatos son completamente
nulos.Ahora entramos en el caso de los ordinales 4to y 5to y estos son los supuestos de intervención forzada y
estos 2 supuestos tiene la misma tramitación procesal. El supuesto consiste en que a una de las partes le interese
llamar a uno de estos terceros, porque le es común la causa pendiente; por ejemplo el carácter de fiador.
En el ordinal 4º tenemos el supuesto dice “cuando una de las partes pida la intervención de un tercero por serle
común la causa pendiente” Eso es básicamente un litis consorcio, porque sino hay un litis consorcio.
En el caso del ordinal 5º se había explicado con detenimiento y el ejemplo clásico es el asunto del saneamiento;
obviamente cuando una persona vende esta obligado al saneamiento de Ley ya sea por evicción o por defectos de
vicios ocultos.
Cuando se ha producido una venta y la persona ha quedado obligado de esta forma al saneamiento, puede ser
entonces ser llamado a un proceso. Ejemplo Clásico, el revendedor. Por supuesto, dependiendo de las modalidades
de la compra venta porque esto no procede si esto es una venta a todo a riesgo.
Lo importante es sobre todo en el caso del ordinal 5º, puede producirse una cadena, porque si todas las personas
que han formado parte de alguna manera en el tracto sucesivo de un bien y me han obligado al saneamiento de ley,
todas esas personas pueden ser llamadas; en la practica no es común que se planteen cadenas muy largas por
evicción.

Cada uno de estos terceros que viene puede plantear su defensa y plantear una contestación a la cita que se le están
haciendo, para que el tribunal acuerde citación de ese tercero, el solicitante demandado tiene que acreditar que
tiene cualidad jurídica para hacer esa solicitud.
Cuando se efectúa la citación, el tercero concurre, cuando este tercero concurra puede perfectamente ejercer su
derecho a la defensa y contestar la cita, la consecuencia procesal es que cuando este tercero va a hacer la
contestación de la cita; la causa principal tiene que estar necesariamente suspendida; porque yo no puedo pasar al
lapso probatorio hasta que venga este tercero a contestar la cita, es un absurdo.
Una vez que este tercero es citado tiene que venir a efectuar su contestación a la cita; ese tercero puede a su vez en
la contestación a la cita, solicitar que se cite a su causante el cual fue quien le vendió a el.
En el caso del ordinal 6º que es el último supuesto de intervención y con este ordinal hay una pequeña curiosidad
es que el código no prevé una tramitación procesal con respecto al ordinal 6º.

TRAMITACIÓN PROCESAL DEL ART. 370 CPC: La tramitación del ordinal 1º, la encontramos en los articulo 361
al 366 del CPC.

Art. 361 CPC. En la contestación de la demanda el demandado deberá expresar con claridad si la contradice en todo
o en parte, o si conviene en ella absolutamente o con alguna limitación, y las razones, defensas o excepciones
perentorias que creyere conveniente alegar.
Junto con las defensas invocadas por el demandado en la contestación podrá éste hacer valer la falta de cualidad o
la falta de interés en el actor o en el demandado para intentar o sostener el juicio, y las cuestiones a que se refieren
los ordinales 9º, l0º y 11º del artículo 346, cuando estas últimas no las hubiese propuesto como cuestiones previas.
Si el demandado quisiere proponer la reconvención o mutua petición o llamar a un tercero a la causa, deberá
hacerlo en la misma contestación.

Art. 362. Si el demandado no diere contestación a la demanda dentro de los plazos indicados en este Código, se le
tendrá por confeso en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante, si nada probare que le
favorezca. En este caso, vencido el lapso de promoción de pruebas sin que el demandado hubiese promovido
alguna, el Tribunal procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los ocho días siguientes al
vencimiento de aquel lapso, ateniéndose a la confesión del demandado. En todo caso, a los fines de la apelación se
dejará transcurrir íntegramente el mencionado lapso de ocho días si la sentencia fuere pronunciada antes de su
vencimiento.

Art. 363. Si el demandado conviniere en todo cuanto se le exija en la demanda, quedará ésta terminada y se
procederá como en cosa juzgada, previa la homologación del convenimiento por el Tribunal.
Art. 364. Terminada la contestación o precluido el plazo para realizarla, no podrá ya admitirse la alegación de
nuevos hechos, ni la contestación a la demanda, ni la reconvención, ni las citas de terceros a la causa.
Art. 365. Podrá el demandado intentar la reconvención o mutua petición, expresando con toda claridad y precisión
el objeto y sus fundamentos. Si versare sobre objeto distinto al del juicio principal, lo determinará como se indica
en el artículo 340.
Art. 366. El Juez, a solicitud de parte y aun de oficio, declarará inadmisible la reconvención si ésta versare sobre
cuestiones para cuyo conocimiento carezca de competencia por la materia, o que deben ventilarse por un
procedimiento incompatible con el ordinario.

La tramitación del ordinal 2º la encontramos en los artículo 377, 378 y 546 del CPC.La tramitación de
ordinal 3º que es el interviniente adhesivo la vamos a encontrar en los artículos 379, 380, 381 del C.P.C
La de los ordinales 4º y 5º yo les decía que es la misma tramitación la cual encontramos del 382 al 387.
En el ordinal 6º tenemos que remitirnos al artículo 297 del C.P.C.
Como se va a proceder con este supuesto de apelación, el tercero va a apelar como se apela de cualquier decisión,
con una pequeña diferencia en vez de decir apela de la decisión bajo diligencia o escrito, a lo que me refiero que no
existe una formalidad para apelar.
El tercero no puede apelar de la sentencia definitiva, solo de las interlocutorias. Salvo la sentencia interlocutoria
con carácter definitivo.

Art. 297 CPC. No podrá apelar de ninguna providencia o sentencia la parte a quien en ella se hubiere concedido
todo cuanto hubiere pedido; pero, fuera de este caso, tendrán derecho de apelar de la sentencia definitiva, no sólo
las partes, sino todo aquel que, por tener interés inmediato en lo que sea objeto o materia del juicio, resulte
perjudicado por la decisión, bien porque pueda hacerse ejecutoría contra él mismo haga negatorio su derecho, lo
menoscabe o desmejore.

La diferencia es que esta apelación del tercero con la apelación hecha por el demandado, el tercero que apela debe
demostrar el interés inmediato que tenga cuando apela para que pueda ser escuchada la apelación y esa es la gran
diferencia de la apelación del tercero con la apelación de la parte, la parte no debe demostrar ningún interés
porque el interés emana simplemente de ser parte (Artículo 16 del C.P.C), el problema resulta con el tercero
porque el caso del ordinal 60 es el caso en el cual tenemos todo un proceso y una sentencia definitiva, y viene un
tercero que nunca jamás apareció, ni porto por allí, dentro de los 5 días siguientes al pronunciamiento de la
sentencia, y el dice: apelo y es por eso que ese tercero cuando apela tiene que demostrar su interés jurídico
inmediato, si no, no pueden admitirle la apelación, pues admitírsela seria una atrocidad jurídica.
Aunque el código no diga expresamente que el tercero debe acreditar esa circunstancia pero si no lo acredita no
debe entonces escuchársele esa apelación.

Con el artículo 546 C.P.C, un tercero no se puede oponer sin saber si el bien sobre el cual va a recaer el embargo; al
contrarío cuando se trata de un bien inmueble como ya esta predeterminado en el decreto de embargo, yo puedo
oponerme antes de que me ejecuten el embargo para que no lo hagan, artículo 546 oposición al embargo, este
supuesto debes tener en consideración:
1)La naturaleza del bien
2)Si tiene interés jurídico actual
3)Si acredita este tercero que tiene la propiedad actual de ese bien, por un acto jurídico válido tiene la posesión
actual de ese bien, el embargo se suspende o se revoca.
Si el tercero lo que demuestra es que es un poseedor precario, o logra demostrar algún otro derecho exigible sobre
el bien se le respeta su derecho.
Si soy un tercero y logro un interés jurídico actual, posesión actual sobre el bien, logro acreditar propiedad del bien
por un acto jurídico valido el embargo se revoca o se suspende.
Si están practicando el embargo lo que hay que demostrar es eso anterior y el embargo se suspende; pero si el
embargo ya había sido practicado logre demostrarlo cuando me opuse, entonces se revoca, para esto debo llevar
pruebas fehacientes dice el 546 del CPC de la naturaleza del bien.

La prueba fehaciente en materia de un inmueble será un documento registrado


Pero en materia de mueble puede ser un documento notariado salvo los muebles que están sujetos a registro.
Ahora que ese tercero logro demostrar que es poseedor o cualquier otro tipo de derecho sobre el bien, el embargo
ni se suspende ni se revoca, simplemente el embargo sigue y se sacara el bien a remate y se le respeta el derecho
que se le haya podido demostrar ese tercero.

La oposición del ordinal 2º del 370 del C.P.C no es para parte, es para terceros el 370 en concordancia con
el 377, 378, y 546 del C.P.C.
En el embargo ejecutivo, las partes no tienen derecho a oposición pero pueden alegar una de las causales de
suspensión de la ejecución de sentencia. 371 al 387 y el 546 C.P.C.
Por jurisprudencia se ha ido reconociendo aunque muy tímidamente, que esta tramitación del Art. 346, se puede
aplicar por el tercero en materia de medida preventiva.

En caso de tercería, por el Ord. 1º de demanda.


Hay varias oportunidades, distintas para interponer la demanda por tercería. El tercero demanda tercería mientras
el proceso principal se encuentra en 1º instancia, antes de haber una sentencia definitivamente firme.
El demandante y el demandado se encuentran en el lapso probatorio, en el proceso principal, el tercero se entera
en ese momento, el puede siempre y cuando, por los supuestos del Ord. 1º, demandar en tercería a una de esas
partes, se apertura en cuaderno separado, demanda esta sujeto a admisión igualito, y demandante y demandado en
el proceso principal, tendrá que contestar.
Cuando demanda un tercero, si el procedimiento principal esta más avanzado ocurre que el procedimiento
principal va a continuar hasta estado de sentencia y allí se suspende; se suspende esperando que se tramite la
tercería. Se termino el plazo de tercería en el procedimiento ordinario, o por el procedimiento breve, dependiendo
la cuantía de la tercería.
Al terminar la tramitación de la tercería, se unen las dos asuntos para que el juez dicte una sola sentencia, que
abarque los dos asuntos, tanto la demanda principal con la demanda de tercería.

Cuando el tercero demanda, siempre y cuando este abierto el procedimiento principal en 1º instancia; hay
sentencia, y el tercero tiene dos posibilidades;
1-Intervenir en tercería por el Ord. 6º y apelar de la sentencia.
2-y la otra posibilidades: si una de las partes en el proceso apelo y se va a 2º instancia, estando en 2º instancia
demanda la tercería, aunque la causa principal este en 2º instancia puedo demandar en tercería.
Que se resolvió la tercería y la sentencia de tercería (el principal esta en 2º instancia, se demanda en tercería, en 1º
instancia.
Si el juicio principal que termino por sentencia en alzada, está en el tribunal superior, la persona que demanda por
tercería, demanda ante 1º instancia, cuando se termine el proceso, el trámite de tercería puede que haya una
sentencia y alguna de las partes puede apelar, se va al tribunal superior donde está la causa principal y llega la
tercería también por apelación, se acumula para que haya una sentencia del superior de los dos asuntos.

LAS PARTES EN EL PROCESO CIVIL VENEZOLANO


CONCEPTO:_Parte es aquél que en nombre propio o en cuyo nombre se pretende la actuación de una norma legal y
aquél respecto del cual se formula esa pretensión. Tiene calidad de parte aquél que como actor o demandado pide
la intervención de los órganos jurisdiccionales para que se le proteja una situación jurídica, siendo que las partes
polarizan los intereses objeto de discusión y planteamiento en un proceso.
La posición que ocupan las partes en el proceso es la de parte actora y parte demandada, toda vez que la primera
inicia la acción, en tanto que la segunda responde, acepta, modifica o se enfrenta a las pretensiones del actor.

CAPACIDAD PARA SER PARTE: Se entiende por capacidad para ser parte, la aptitud que tiene toda persona
natural o jurídica para ser demandante o demandado o en un proceso.
Personas que tienen capacidad para ser partes: Tanto las personas naturales como jurídicas pueden ser partes en
el proceso. La regla general es que toda persona puede intervenir como parte en el proceso, salvo los incapaces por
razones de edad o de enfermedad.

CAPACIDAD PROCESAL: La capacidad procesal se refiere a la facultad de comparecer en juicio por sí mismo o por
medio de apoderado o representante legal (Art. 136 CPC).La capacidad procesal es un conjunto complejo que se
deriva de los requisitos o condiciones establecidas por la ley para que una persona física o jurídica pueda
participar en un proceso como demandante, demandado o tercero.

La incapacidad procesal se subsana mediante las siguientes instituciones:


1) Régimen de Representación (Cuando la incapacidad es plena)
a. Patria potestad
b. Tutela
2) Régimen de asistencia (Cuando la incapacidad es relativa
Capacidad de postulación: facultad que tiene el abogado en ejercicio para poder asistir en juicio a otra persona.
(Arts. 136 y 137 CPC).

CUALIDAD PROCESAL: La legitimación en general, es la titularidad de un derecho subjetivo, pero considerada


concretamente en el ámbito procesal toma el nombre de cualidad, que se distingue de la capacidad, toda vez que en
la primera se discute la titularidad, en tanto que en la segunda se discute la aptitud para demandar o para
defenderse.

La cualidad puede ser:


1) Cualidad Activa: viene a ser la prueba de la designación subjetiva por parte del actor para ejercer la pretensión.
2) Cualidad Pasiva: es la prueba de la designación subjetiva por parte del demandado para sostener el proceso o la
obligación o carga que le señala el demandante.

Ejemplo: Cuando una persona demanda la reivindicación de un inmueble y alega que es propietario del mismo, en
virtud de haberlo adquirido por documento público debidamente registrado, él deberá probar que es propietario
de ese inmueble mediante título pertinente que acredite su propiedad, es decir, la designación subjetiva de la
titularidad del derecho. Asimismo, y tomando el ejemplo citado, para que el demandado pueda discutir el derecho
de propiedad que invoca el actor, deberá probar su condición de poseerlo, y por ende si demanda a un poseedor él
dirá que no tiene la cualidad para discutir ese derecho, por cuanto él no es poseedor.
La legitimidad ad causam activa se refiere a la cualidad del demandante y la legitimidad ad causam pasiva se
refiere a la cualidad del demandado. Tanto el actor como el demandado deben tener interés en el proceso (Art. 16
CPC). La cualidad y el interés son cosas diferentes, ya que el interés es apreciable desde el punto de vista
económico o jurídico.
LITIS CONSORCIO: Se habla de litis consorcio cuando varias personas pueden constituir una parte, ocupando una
misma posición de actores o demandados.

CLASIFICACIÓN: Puede clasificarse el litis consorcio de la siguiente forma:


1) Según en qué parte se encuentre la pluralidad de Sujetos:
a.El litis consorcio activo es cuando varis personas o una pluralidad de sujetos fungen como actores contra o
frente a un demandado.
b.El litis consorcio pasivo es cuando existe un actor frente a varios demandados.
c.El litis consorcio mixto es cuando existen pluralidad de actores y de demandados.

2) Según dependa de la voluntad de la parte o de la Ley.

a.El litis consorcio voluntario se presenta cuando, de forma voluntaria, los sujetos de una de las partes se reúnen
y acumulan sus acciones en un mismo libelo de demanda. Es voluntario porque de igual forma estas personas
pudieran intentar por separado sus acciones. Ejemplo: Todas las personas que fueron objeto de un determinado
hecho ilícito pueden reunirse y acumular sus pretensiones en una misma demanda ya que coinciden el hecho y la
persona del demandado, estamos en presencia de un litis consorcio voluntario activo. Si la pluralidad de sujetos
está en la parte pasiva estamos en presencia de un litis consorcio voluntario pasivo. También puede haber
pluralidad de autores y varias víctimas, y procederse como en los dos casos anteriores, habrá entonces un litis
consorcio voluntario mixto.

b.El litis consorcio necesario es cuando la naturaleza de las relaciones jurídicas afectan a más de dos personas y
se forma por la naturaleza jurídica de lo debatido. Ejemplo de éstos son los litis consorcios necesarios que se
forman en los juicios de expropiación, comunidad, masa de acreedores, coherederos, etc.

3) Según el momento en que se produce:


a.El litis consorcio inicial: es aquel que se da desde el inicio del proceso.

b.El litis consorcio sobrevenido: es el que se da posterior al inicio del proceso. Ejemplo: cuando se ha iniciado
una acción en contra de una persona y ésta muere durante el proceso, una vez que se incorporan al proceso sus
coherederos se formará un litis consorcio sobrevenido, ya que el acontecimiento de la muerte de la parte es la que
lo ocasiona.
SUCESIÓN Y SUSTITUCIÓN PROCESAL: En un determinado proceso, las partes desde su inicio hasta su
terminación son siempre las mismas. Ahora bien, en el curso de un proceso puede presentarse una sucesión o una
sustitución procesal o de partes, bien sea porque muera el actor o muera el demandado.

Sucesión Procesal: En la sucesión procesal hay cambio de titularidad del derecho y de la obligación, y cambio de
personas. Se observan dos situaciones:
1) Sucesión procesal propiamente dicha o Mortis causa; cuando ocurre la muerte de una de las partes, entran al
proceso sus herederos o causahabientes a título universal y es el caso de la sucesión por causa de muerte.
2) Sucesión procesal Inter Vivos; cesión de derechos litigiosos: no es otra cosa que la cesión de derechos litigiosos
establecida en el Art. 1.557 del CC, donde hay sustitución de partes.
Se distingue igualmente si la cesión se ha hecho antes de la contestación de la demanda, pues en este caso el
demandado tendrá por actor al cesionario, pero si se ha realizado antes de contestado el fondo de la demanda, la
cesión sólo surte efectos entre el cedente y cesionario y no se puede oponer a la otra parte en el proceso, a menos
que éste lo consienta.

Sustitución Procesal. No hay cambio de titularidad del derecho sino de la persona. Es el caso típico de la acción
oblicua en que la persona ejerce en nombre e interés propio de un derecho ajeno.

REPRESENTACIÓN DE LAS PARTES.

1. REPRESENTACIÓN Y GESTIÓN DE LAS PARTES EN EL PROCESO: Las partes según el Art. 136 del CPC, tienen
el derecho de gestionar personalmente sus intereses en juicio o por medio de apoderados. La Ley habla de gestión
por medio de apoderados, entendiéndose como tales las personas que gestionan por los litigantes en juicio,
conforme a las facultades que les han sido conferidas en forma auténtica. El apoderado o representante de la parte
litigante debe comparecer al proceso provisto de un instrumento auténtico otorgado por esa parte, el cual debe
contener las facultades que les han sido conferidas, a objeto de desempeñar la representación a cabalidad y en
conformidad al mandato que le ha sido conferido.

2.EL MANDATO JUDICIAL: El mandato aparece como una simple oferta que hace el mandante al apoderado.
Muchas veces, un cliente en forma inconsulta con el abogado, acude a una Notaría y le otorga un poder judicial; lo
cual no significa que se haya perfeccionado el contrato del mandato procesal, puesto que para ello es necesario la
aceptación, expresa o tácita del apoderado allí señalado. En la práctica la aceptación tácita es la más usual,
exteriorizándose mediante el simple ejercicio de las facultades que le han sido conferidas en el poder.

Diferencias entre el mandato civil y el mandato procesal.


El mandato civil es un contrato.
El mandato procesal reúne características propias que lo distinguen claramente del mandato civil:
1)El mandato civil puede constar o no en forma escrita, puede ser incluso tácito.
2)El mandato procesal tiene que ser expreso y constar en forma escrita y auténtica. La autenticidad en este caso es
un requisito ad sustantia, nuestro CPC exige que el poder para actos judiciales debe constar en forma auténtica.
(Art. 151 CPC; 1.357 CC; 3 y 4 Ley de Abogados)
Esta figura jurídica tiene por finalidad proveer de facultades al mandatario para que represente a su conferente en
sus asuntos judiciales contenciosos o de jurisdicción voluntaria.

En resumen, el mandato voluntario es un contrato, pues se requiere para su realización el concurso de


voluntades del conferente y del mandatario. En consecuencia, el mandato judicial podemos definirlo como el
contrato en virtud del cual una persona confiere a otras facultades suficientes para representarla en juicio.
La representación es lo que caracteriza al mandato. El mandatario es un representante del poderdante, no lo
reemplaza sino que hace sus veces, y de allí que el apoderado judicial no responda personalmente por el ejercicio
del mandato y en cambio obligue con su gestión al mandante.

3. OBLIGACIONES.El mandato es un contrato consensual, y en tal virtud, una vez aceptado por el mandatario
significa que éste contrae obligaciones que son convencionales o legales. Al aceptar el mandatario está obligado a
hacer todo cuanto se requiera para el cabal cumplimiento o ejecución del objeto del mandato, siendo que el límite
de obrar del mandatario está en las facultades conferidas en el mandato.
3.1 Obligaciones del Apoderado para con el Poderdante:
3.1.1 Con relación al Ejercicio Profesional (Art. 15 Ley de Abogados y Arts. 19, 25, 26, 27, 29 y 35 Código de
Ética del Abogado).
3.1.2 Con Relación al Proceso de que se trata: la actividad del apoderado debe cumplir con todos los actos
procesales dentro de los límites de su poder (Arts. 153, 154, 170, 171, 173 y 174 CPC; y Art. 1.689 CC).
3.1.3 Con Relación a su poderdante, el apoderado deberá:
Actuar como un Buen Padre de Familia (Art. 1.692 CC)
Tiene responsabilidad civil y penal (Art. 1.693 CC)
Devolver al cliente los documentos que le fueron entregados, esta obligación prescribe a los 3 años (Art. 1.981 CC)
Rendir cuentas (Art. 1.694 CC)
Entregar y rendir cuenta de los intereses (Art. 1.696 CC)

3.2 Obligaciones del Poderdante para con el Apoderado


3.2.1 Suministrar lo suficiente a su apoderado por los gastps que éste deba hacer para cumplir con su gestión (Art.
172 CPC) 3.2.2 Arts. 1.699, 1.700 y 1.701 CC.

4.FORMAS PARA OTORGAR EL PODER JUDICIAL.


El poder para actos judiciales debe otorgarse en forma pública o auténtica, y se presume otorgado para todas las
instancias y recursos del proceso que no esten reservados expresamente por la ley a la parte misma (Arts 151 y
153 CPC). El mandato puede ser otorgado Apud Acta (Al pie del Acta), es decir, en las propias actas del proceso de
que se trate y donde va a surtir sus efectos. Este poder puede ser otorgado para cualesquiera clase de procesos
civiles, puesto que todos los Tribunales tienen facultades para el otorgamiento de este tipo de poderes (Art. 152
CPC)

5.PODER OTORGADO A NOMBRE DE OTRO.


El Art. 155 del CPC exige que al otorgarse un poder a nombre de otro, se presentará el instrumento, esto es, la
escritura del mandato que legitime la representación con la cual se obra, a fin de que el Juez o Notario ante el cual
se otorgue el poder lo autentique, copiándolo y certificándolo a continuación. Este tipo de mandatos suele ser
otorgado por las personas que representan a compañías o sociedades mercantiles o cuando se trate de
representantes (padres o titores de menores) que actúan en representación legal de éstos, es decir, cuando existe
una representación legal, la cual debe demostrarse la facultad para otorgar poder, por ante funcionario, a “efectum
videndi” (a efectos de verlo) la documentación que le acredita dichas facultades.

6.PODER OTORGADO EN EL EXTRANJERO.


Según lo dispuesto en Art. 157 CPC “Si el poder se hubiere otorgado en país extranjero que haya suscrito el
Protocolo sobre uniformidad del Régimen Legal de los Poderes y la Convención Interamericana sobre Régimen
Legal de Poderes para ser utilizados en el extranjero, deberá llenar las formalidades establecidas en dichos
instrumentos, en caso contrario, deberá tener las formalidades establecidas en las leyes del país de su
otorgamiento. En ambos casos, el poder deberá estar legalizado por un magistrado del lugar o por otro funcionario
público competente, y por el funcionario consular de Venezuela, o en defecto de éste, por el de una nación amiga.
Caso de haberse otorgado en idioma extranjero, se lo traducirá al castellano por Intérprete Público en Venezuela.
Podrá también otorgarse el poder ante un agente del servicio exterior de la República en el país del otorgamiento,
sujetándose a las formalidades establecidas en el presente Código”.

7.REPRESENTANTE DE PERSONAS INHÁBILES.Se refiere al modo como deben comparecer en juicio las personas
que no tienen el libre ejercicio de sus derechos civiles. Esta situación se contrae a la persona de los litigantes que
carecen de la personería jurídica necesaria para poder actuar por sí mismos en sus relaciones con personas
naturales o entidades jurídicas y morales. Se requiere que estas personas estén asistidas o autorizadas según las
leyes que rigen su estado o capacidad.

8.REPRESENTACIÓN SIN PODER.


El Art. 168 CPC permite, en razón del parentesco o de comunidad de intereses, que una persona pueda presentarse
en juicio como actor, sin poder, por otra. Asimismo, cualquier abogado en ejercicio puede presentarse en juicio por
el demandado, sin poder, aduciendo o invocando el Art 168 CPC.La razón del precepto de la representación sin
poder para actuar como actor, no es otra que actuar en interés y beneficio del representado por los vínculos de la
sangre o relaciones de negocio.

9.REPRESENTACIÓN DEL ESTADO, IGLESIA Y COMUNIDADES O CORPORACIONES.Estas figuras jurídicas están


consagradas en el contenido de los Arts. 138 y 139 CPC.

10.DIVERSAS CLASES DE PODERES JUDICIALES.


a.Mandato General: es aquel poder general donde se le confiere al apoderado una facultad general de
representación para toda clase de juicios y asuntos judiciales.
b.Mandato Especial: este mandato consiste en que las facultades que se le confieren al apoderado en el texto del
poder, son específicas para la realización de un determinado acto en el proceso o para un juicio determinado.
El apoderado judicial como el civil, tienen facultades de simple representación.
En el Art 154 CPC se establecen las facultades que debe tener el mandato judicial en forma expresa, y señala lo
siguiente: “El poder faculta al apoderado para cumplir todos los actos del proceso que no estén reservados
expresamente por la ley a la parte misma; pero para convenir en la demanda, desistir, transigir, comprometer en
árbitros, solicitar la decisión según la equidad, hacer posturas en remates, recibir cantidades de dinero y disponer
del derecho en litigio, se requiere facultad expresa”.
Todas estas facultades deben constar expresamente en el poder, y ello porque las mismas conllevan actos de
disposición.

11.MANDATARIO AD LITEM: Los Arts. 223, 224, 225, 232, 726 y 796 del CPC señalan los casos de nombramiento
de defensor del demandado, el cual se denomina defensor de oficio. Este defensor debe reunir los requisitos para
ejercer poderes en juicio. Los deberes y atribuciones del defensor se asimilan a los del mandatario general con
autorización para administrar pero no para disponer.

12.SUSTITUCIÓN DEL MANDATO.Es la facultad que tiene un apoderado para delegar en otro abogado las
facultades que le fueron conferidas por el poderdante, ya sea en forma total o parcial, reservándose o no su
ejercicio. El apoderado puede sustituir el mandato que le confirió su poderdante, a otro profesional del derecho
suficientemente capaz y solvente, o sea, trasladar sus facultades de representación a otros abogados. Esta es la
figura de la sustitución.El Art 49 del CPC establece que el apoderado que hubiere aceptado el mandato podrá
sustituirlo. Esta disposición legal contempla cuatro situaciones (Todo lo relativo a la sustitución del mandato se
encuentra contenido en los Arts 159 al 165 del CPC).

Cesación de la Representación de los apoderados y sustitutos.

El Art. 165 CPC establece: “La representación de los apoderados y sustitutos cesa:
1° Por la revocación del poder, desde que ésta se introduzca en cualquier estado del juicio, aun cuando no se
presente la parte ni otro apoderado por ella. No se entenderá revocado el sustituto si así no se expresare en la
revocación.
2° Por la renuncia del apoderado o la del sustituto; pero la renuncia no producirá efecto respecto de las demás
partes, sino desde que se haga constar en el expediente la notificación de ella al poderdante.
3° Por la muerte, interdicción, quiebra o cesión de bienes del mandante o del apoderado o sustituto.
4° Por la cesión o transmisión a otra persona de los derechos deducidos por el litigante, o por la caducidad de la
personalidad con que obraba.
5° Por la presentación de otro apoderado para el mismo juicio, a menos que se haga constar lo contrario .
La sola presentación personal de la parte en el juicio no causará la revocatoria del poder ni de la sustitución, a
menos que se haga constar lo contrario”.

13.REVOCATORIA DEL MANDATO.


La aceptación del mandato no es obligatoria y de igual manera el poderdante tampoco está obligado a mantener a
un mismo apoderado en el ejercicio del poder y por ende puede revocarlo en cualquier momento. La revocatoria es
una causa de extinción del mandato (Art. 1.704 CC).
El Art. 165 del CPC establece que el mandatario dejará de representar al poderdante, por la revocatoria del poder,
la cual puede ser expresa o tácita.
a)Revocatoria expresa: surte sus efectos entre el mandante y mandatario, como también frente a terceros. Puede
ser efectuada en forma auténtica.
b)Revocatoria tácita: prevista en el mismo 165 CPC, dispone que la presentación de otro apoderado para el
mismo pleito, hará cesar la representación del anterior. La revocatoria puede darse por voluntad del poderdante
como por voluntad del mandatario, en forma unilateral, y puede efectuarse en cualquier estado y grado de la causa.
La renuncia del mandato no produce la suspensión ni la paralización del juicio, porque el poderdante se entiende
que está a derecho.

14.CESACIÓN DEL MANDATO.La cesación del mandato se produce cuando su término se origina por una causa
involuntaria, al contrario de la revocatoria, donde influye un acto volitivo.
a)Cesión a terceros litigiosos: Art. 1.557 CC, preceptúa que la cesión produce efectos contra la contraparte, cuando
se produce antes de la contestación al fondo de la demanda. Sea antes o después de la contestación de la demanda,
con aceptación de la otra parte, todo acto de cesión hace cesar la representación del mandatario y también del
sustituto, sin que ello interrumpa la continuidad del proceso. La cesión debe constar en forma auténtica en los
autos del proceso.
b)La muerte del litigante y del apoderado hace cesar la representación judicial, pero la del sustituyente no termina
el poder del sustituto.
c)La caducidad de la personalidad con que obraba el representante de un incapaz hace cesar el mandato que haya
conferido en nombre del incapaz.

15.TERMINACIÓN DEL MANDATO.Finalmente el mandato concluye cuando es realizada la gestión para el cual fue
concretamente conferido.

LAS PARTES Y LOS TERCEROS


2.1.- LAS PARTES.-
CONCEPTO DE PARTE PROCESAL: El proceso es una relación jurídica entre dos partes: la parte demandante y la
parte demandada, que pueden ser personas naturales, jurídicas, patrimonios autónomos, etc. Cada parte, por otro
lado, puede estar constituida por una o más personas, dando lugar a la figura procesal del litisconsorcio. La idea de
parte excluye la de terceros. Se puede conceptuar que es parte aquel que, en su propio nombre o en cuyo nombre
se pide, invoca la tutela jurisdiccional de algún derecho subjetivo, promoviendo la actuación de la voluntad de a ley
contenida en el derecho objetivo; también es parte aquel contra quien se formula el pedido. De lo anotado es
posible establecer una perfecta distinción entre el que pide la tutela jurisdiccional y aquel a favor de quien se pide
la tutela.
"Lo que da la condición de parte (procesalmente hablando) es, entonces, la posición en el proceso,
independientemente de la calidad de sujeto del derecho (sustancial) o de la acción (pretensión). E
independientemente que actúan por sí o por representación" [10].
VESCOVI, en su obra citada nos dice: "En puridad se pueden distinguir, jurídicamente, tres calidades: PARTE
(procesal), SUJETOS DEL DERECHO (de la relación sustancial) y LEGITIMADOS PARA PRETENDER (accionar)
(legitimación en la causa).
O sea, que una cosa es ser titular del derecho, de la relación sustancial (el deudor, el acreedor, el propietario, el
vendedor), estar en una situación jurídica activa o pasiva, haber celebrado un contrato, contraer obligaciones, etc.,
y otra cosa es tener la necesaria legitimación para acciones (pretender), puesto que la pretensión (acción) es
autónoma, independiente del derecho. Naturalmente que ambas condiciones son, por lo general, coincidentes, ya
que el que puede (y debe) defender en juicio un derecho es su titular. Sin embargo, en ocasiones el legitimado, por
excepción, es otro. Una tercera cosa es quién realmente actúa en el proceso, la parte. Lo más frecuente es que las
tres categorías coincidan en la misma persona.
En conclusión, las partes son quienes actúan en el proceso, en la posición de actor o demandado. El primero es el
que demanda y el segundo aquél contra quien el actor dirige su demanda. (por eso, aunque esta diga que la
demanda está mal dirigida, que él no es el deudor, el arrendatario, etc., igualmente asume la posición procesal de
parte - demandada-). Estas afirmaciones no quedan desvirtuadas: a) ni porque intervengan terceros en el proceso,
que al ingresar también serán partes; b) ni porque una parte esté integrada por varios individuos, cual sucede en la
parte compleja o compuesta, como sucede en la figura del litisconsorcio, que da lugar al llamado proceso con
pluralidad de partes.La capacidad de ser parte en el proceso implica en principio aptitud de ser titular de los
derechos materiales o sustantivos en controversia, o mejor, aptitud para afirmar en un proceso que se tiene la
calidad de titular de tales derechos.
CAPACIDAD PROCESAL: La capacidad procesal, es decir, la legitimario ad processum, sólo la tienen aquellas
personas naturales que por sí mismas pueden intervenir en el proceso; más preciso, aquellas personas que se
hallan habilitadas por la ley para hacer valer sus derechos por sí mismas planteando la demanda,
contradiciéndolas y realizando determinados actos procesales. Esto nos explica aún más la distinción que hay entre
ser parte en la relación material (parte acreedora y parte deudor) y ser parte en la relación procesal (parte
demandante y parte demandada). Si el titular de un derecho pretendido en el proceso coincide con la misma
persona que interpone válidamente la demanda diremos que esa persona ano sólo es parte en el proceso sino
también tiene capacidad procesal. En otras palabras, la capacidad procesal importa tener capacidad para obrar por
sí mismo en el proceso. La capacidad procesal normalmente se adquiere a los 18 años de edad, pues ésta constituye
una forma de ejercitar los derechos civiles (Art. 42 C.C.). Sólo las personas naturales tienen capacidad procesal, en
atención a que ésta importa intervención personal y directa en el proceso.
2. LEGITIMACIÓN PROCESAL; La capacidad es una calidad del sujeto jurídico mientras que la legitimación
consiste en una relación entre el sujeto y el objeto (jurídicos).
La capacidad nos dice quiénes pueden actuar en cualquier proceso (por sí mismos) por tener la aptitud psicofísica
requerida por la ley. Sin embargo esto no basta para poder ejercer válidamente los derechos o deducir
determinadas pretensiones, sino que es necesaria una condición más precisa y específica referida al litigio de que
se trata.
La legitimación procesal, entonces, es la consideración legal, respecto del proceso, a las personas que se hallan en
una determinada relación con el objeto del litigio y en virtud de la cual se exige, para que la pretensión de fondo
pueda ser examinada, que dichas personas figuren como tales partes en el proceso. (Alfonso es un sujeto
plenamente capaz (capacidad procesal) pero, para demandar desalojo, debe demostrar o que es arrendador, o
subarrendador, o titular de un derecho real de goce, por ejemplo. Para reivindicar debe ser propietario. Esa es la
legitimación activa. A su vez, para ser demandado deberá ser arrendatario, subarrendatario, etc., o poseedor, ésta
es la legitimación pasiva).
"La legitimación, entonces, puede definirse como la posición de un sujeto respecto al objeto litigiosos que le
permite obtener una providencia eficaz" [11].
Es un concepto procesal pero referido a la pretensión y al objeto del proceso, esto es, al derecho sustancial
reclamado. Por eso es por lo que hablamos de legitimación procesal en sentido de legitimación en la causa.
El concepto de legitimación -de raíz procesal y extensión a toda la teoría general- se reserva a la relación sujeto -
objeto. En consecuencia la única legitimación que consideramos es la que se refiere a la titularidad del derecho
respecto del objeto del proceso. Es, por lo tanto, una peculiar situación jurídica que tiene el sujeto que actúa en el
proceso respecto del objeto que se controvierte, que es lo que lo autoriza a pretender en forma eficaz. O, por parte
del demandado, a contradecirla hábilmente.
La legitimación, entonces, es un presupuesto de la sentencia de mérito; el juez, previamente a la decisión, debe
analizar si las partes que están presentes en el proceso son las que deben estar, esto es, aquellas que son los
titulares de los derechos que se discuten.
EL LITISCONSORCIO: Etimológicamente de litis (litigio, conflicto), con (junto) y sors (suerte), el litisconsorcio es la
situación jurídica en que se hallan diversas personas que actúan en juicio conjuntamente, como actores o
demandados.
Se requiere, entonces, que exista una cierta comunidad (conexión) entre los integrantes del grupo que actúa
conjuntamente, la que debe provenir de su propia legitimación, del hecho de que la situación jurídica que se debate
(objeto de la pretensión) sea común.
El litisconsorcio, por su puesto, puede ser activo, pasivo o mixto, según sean varios los actores, los demandados, o
ambos. Pero la clasificación que interesa es la referente al litisconsorcio facultativo o voluntario y al necesario. El
segundo se da no cuando las partes pueden (o no) comparecer conjuntamente, sino cuando deben hacerlo. Porque
la relación jurídica debatida (relación sustancial, pretensión deducida) es de tal naturaleza, que no puede decidirse
válidamente si no están presentes todos los litisconsortes.
Como dice el maestro CARRION LUGO [12], Habrá litisconsorcio cuando en el proceso exista más de una persona
defendiendo en forma conjunta alguna pretensión procesal que a todos ellos interesa o que su pretensión se deriva
de un mismo título, teniendo entre ellos lógicamente algún tipo de vinculación". "Lo que interesa en este caso es
que varias personas litigan en forma conjunta porque existe entre ellos algún interés común, algún derecho común,
alguna pretensión común que se deriva de un mismo título.
LITISCONSORCIO NECESARIO.- Estamos frente a un litisconsorcio necesario cuando la parte demandante o la
parte demandada está conformada por más de una persona titulares de la relación sustantiva y que todos ellos
tienen un interés común, esto es, una sola pretensión procesal que les interesa sea tutelada por el Juez.
El litisconsorcio necesario importan la existencia de una vinculación de dos o más personas con relación al derecho
material que ha originado la controversia y ha conducido al proceso. La ausencia de alguna de las personas que
tienen un derecho común daría lugar a que la decisión judicial no tenga la eficacia legal correspondiente. No habrá
incluso, en este caso, una relación jurídica procesal válida. En concreto, la ausencia de un litisconsorte necesario en
un proceso invalida la decisión final que se tome por el Juez.
La incorporación de un litisconsorte necesario puede producirse incluso con posterioridad a la audiencia de
pruebas, entendemos hasta antes que el Juez expida la sentencia correspondiente.
VICTOR FAIREN GUILLéN [13] dice que: "El litisconsorte necesario es el que exige la intervención en un proceso -
único- desde su comienzo, de todos los litisconsortes y aparece en los casos en que la acción y pretensión
solamente pueden proponerse válidamente ope legis por varias personas o contra varias personas. El objetivo de
esta figura es el de obtener en un proceso único una resolución única para todos los litisconsortes, por tratarse de
una pretensión única, con respecto a la cual la legitimación está integrada por todas dichas personas, pero no
separadamente, sino unidos".
LITISCONSORCIO CUASI NECESARIO O IMPROPIAMENTE NECESARIO.-Hay supuestos fácticos en los que, no
obstante que la naturaleza de la pretensión procesal no permite sino una declaración judicial unitaria que
comprende a todos los que tienen relación con ella, no supone que todos los interesados tengan que intervenir en
el proceso. Un ejemplo sobre esa modalidad de litisconsorcio lo tenemos regulado en el Código Civil cuando dice
que el acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores solidarios o contra todos ellos simultáneamente.
Las reclamaciones entabladas contra uno, no serán obstáculo para las que posteriormente se dirijan contra los
demás deudores solidarios mientras no resulte pagada la deuda por completo (Art. 1186 C.C.). No obstante la
naturaleza de la obligación que vincula a los deudores solidarios, para que en el proceso se produzca una relación
jurídica válida, no es imperativo emplazar a todos los deudores. La relación procesal producida con el o los
deudores solidarios emplazados es válida. En nuestra legislación procesal y bajo el numeral 98 del C.P.C., el
litisconsorte cuasinecesario se encuentra facultado para solicitar su intervención en el proceso en el que no ha sido
emplazado, si se tiene en cuenta su vinculación indiscutible con la pretensión procesal materia de la controversia.
LITISCONSORCIO FACULTATIVO.-Se está frente al litisconsorcio facultativo o voluntario o coadyuvante cuando
una persona que tiene interés propio y particular interviene en el proceso ya sea como demandante o como
demandado, proponiendo, lógicamente su pretensión procesal en base a elementos fácticos propios y bajo el
amparo de una disposición sustantiva. El Juez, al resolver la causa, tiene que pronunciarse sobre todas las
pretensiones procesales propuestas, incluyendo las planteadas por el litisconsorte facultativo. Ni el Código
Procesal Civil ni la propia naturaleza del derecho en controversia, obligan al litisconsorte voluntario intervenir en
el proceso, pues lo que hace es permitir que éste participe en él proponiendo sus pretensiones. Hay que remarcar
que si bien los litisconsortes facultativos no forman parte de la relación sustantiva originaria o principal, empero
sus pretensiones deben tener alguna vinculación con ella, ya que pueden ser afectadas por la resolución que emita
el Juez. Su no intervención en el proceso no lo invalida ni lo afecta. Voluntariamente pueden apersonarse al
proceso.Como corolario de lo dicho anteriormente se puede señalar que el litisconsorcio facultativo o voluntario en
realidad no es propiamente un litisconsorcio por cuanto en él no encontramos en rigor lo que caracteriza a este
instituto que es la comunidad de intereses, de suertes y de actuación procesal.
EFECTOS PROCESALES DEL LITICONSORCIO.-
a) EN EL LITISCONSORCIO NECESARIO.-
1) La sentencia es única e idéntica para todos.
2) Como existe un solo proceso, los términos para interponer recursos y correr traslados son comunes, o existen
simultáneamente para todos los litisconsortes, una vez surtida la notificación a todos ellos.
3) Los actos que implique disposición del derecho en litigio deben provenir de todos ellos para que el acto sea
eficaz
4) Las excepciones propuestas por uno o algunos de los litisconsortes necesarios, sea que se funden en hechos
comunes o individuales, favorecen a los demás.
5) Los recursos interpuestos por cualquiera de los litisconsorte, favorecen o perjudican a los demás.
6) Las costas o costos se pagaran por iguales, cuando no se diga lo contrario en la resolución que la ordena.
b) EN EL LITISCONSORCIO FACULTATIVO O COADYUVANTE.-
1)El interviniente ingresa al proceso una vez que su solicitud es aceptada por el juez. Conservará su calidad de
parte
2) El coadyuvante es parte en el proceso de condición secundaria o accesoria. Puede realizar todos los actos que
le están permitidos a las partes principales.
3) El coadyuvante toma el proceso en la situación en que se halla y bajo ningún aspecto se retrotrae.
4) No puede ser testigo ni perito.
5) No puede modificar ni ampliar la "litiscontestación" o "el objeto del litigio", ya que la relación material que se
discute en el proceso no le pertenece, ni es supuestamente titular de ella.
6) No puede actuar en el proceso en contradicción con la parte coadyuvada.
7) Puede disponer de su intervención en el proceso.
8) La sentencia lo vincula, por lo que, el interviniente no podrá, en un nuevo proceso, discutir este fallo.
9) Goza de autonomía en cuanto a capacidad o representación y debe reunir los requisitos generales.
10) Debe sufrir la condena en costas y costos.
2.2.- EL TERCERO EN EL PROCESO.-
Desde Roma se mantiene el principio de que los efectos del proceso, en especial la cosa juzgada, no alcanzan
a los terceros. Por eso los romanos no admitieron la figura de terceros en el proceso, fenómeno que solo aparece en
la práctica judicial medieval, desde donde llega hasta los derechos positivos latinoamericanos.
En la actualidad se admite, en principio, la intervención de un tercero en el proceso, además de las partes,
cuando tiene un interés propio (cierto y actual) en la litis que se desarrolla.
En definitiva, digamos que en derecho moderno, pese a atenerse al aforismo romano de que la cosa juzgada
no afecta a los terceros, se acepta, sin embargo, la intervención de estos cuando demuestran tener un interés
directo en la causa que se controvierte en el pleito entre otras partes, así como su llamada cuando legalmente
pueden ser responsables de la pretensión deducida (llamada en garantía, etc.).
En estos casos, el tercero, una vez admitido en el proceso, se convierte en parte y tendrá los derechos,
deberes y cargas de esta.
2.2.1.- INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN EL PROCESO CIVIL.-
La intervención de terceros importa una acumulación subjetiva sucesiva, pues con posterioridad a la notificación
con la demanda al emplazado se incorporan al proceso otros sujetos. De por medio está el interés y la legitimidad
de los terceros para pretender incorporarse voluntariamente al proceso o para ser incorporados a él, ya sea de
oficio, por el juzgador, o a petición de parte. Esto significa que cualquier tercero no puede incorporarse al proceso.
Por lo pronto se debe precisar que la denuncia civil constituye un mecanismo procesal para incorporar a terceros
al pleito.
Se sostiene que la decisión que se emita en un proceso sólo debe afectar a los que hayan intervenido en él: actor y
al demandado. Empero, no obstante que en un proceso intervienen el actor y el demandado -litigantes originarios o
partes originarias-, hay situaciones, circunstancias y justificaciones por las cuales se hace imperativo el ingreso de
terceros en el proceso.ATILIO C. GONZÁLES [14], escribe lo siguiente: "La intervención de los terceros en el
proceso es uno de los temas más preocupantes de la doctrina; pues, por principio, el proceso comprende a las dos
partes entre los que habitualmente tramita -el actor y el demandado- y únicamente a ellos aprovechan o perjudican
los límites subjetivos de la cosa juzgada que la sentencia definitiva es susceptible de adquirir. No obstante lo cual,
las relaciones jurídicas suelen ser de tal complejidad que con frecuencia la litis afecta derechos de terceros;
quienes, de ese modo, se encuentran vinculados en un proceso en el cual no han intervenido -por lo menos
inicialmente- y cuya sentencia es susceptible, no obstante la expresada circunstancia, de generarles un perjuicio.
Allí nace, precisamente, le necesidad de regular el instituto de la intervención de terceros en el proceso civil.
a) PRESUPUESTOS DE LA INTERVENCIÓN DE TERCEROS.-
El tercero puede entrar al proceso siempre que se den ciertos presupuestos, los cuales deben ser verificados por el
Juez, ya que se trata de un caso de excepción, pues, en principio, el proceso es una relación entre dos partes.
El primer presupuesto es la conexidad, esencia de todo proceso acumulativo. Es decir que la pretensión del
tercero tiene que ser conexa con el objeto del proceso para permitir (o determinar) que se trata y resuelva
juntamente con ésta. En principio, no puede admitirse que el tercero deduzca una nueva pretensión, sino que debe
ser conexa con la que las partes controvierten en el proceso en curso, sea coincidentemente o excluyente, pero
siempre relacionada con aquella.
En segundo término, debe alegar un interés propio y actual en el proceso. Esto resulta de la necesaria
conexión referida. En primer lugar, que se requiera un interés propio y cierto para evitar la intervención de un
tercero que alegue un derecho ajeno al que se debate en el proceso; luego, que se actual, lo que no implica que no
pueda ser eventual, pero sujeto a una eventualidad cierta, esto es, que se trate de algo que acaecerá, no una simple
probabilidad.Según algunos, el interés invocado debe ser legítimo, esto es, basado en el derecho, pues no basta el
simple interés. En realidad, la pauta la debe constituir la misma condición que permita ejercer legítimamente una
acción independiente.
En último término, se requiere que haya un proceso pendiente.
b)CONCEPTO PROCESAL DE TERCERO Y TERCERO LEGITIMADO.-
Se llama tercero en el campo procesal a todo aquel que no es parte en el proceso, es decir, a todo aquel ajeno
absolutamente a la relación jurídico - procesal que se produce en él. Una persona puede ser calificada como tercero
con relación a un proceso dado; sin embargo, puede tener vinculación con la relación material, con el derecho
sustantivo, caso en el cual se le califica como parte material. Claro está que, como en la relación procesal hay
terceros totalmente extraños a ella, en la relación sustantiva existen también terceros totalmente ajenos a ella.
Tercero, en términos absolutos, será aquel ajeno totalmente a ambas relaciones. Quien no tiene vinculación alguna
con la relación material siempre tendrá la condición de tercero en atención a que no tendrá la legitimidad o el
interés legítimo para tener participación en el proceso correspondiente.
Un tercero que se considera facultado para intervenir en un juicio dado debe estar necesariamente vinculado a la
materia en controversia, ya sea por interés directo o indirecto, propio o ajeno, concurrente o excluyente, respecto
al interés de las partes en litigio. Si se admite la intervención de un tercero en el proceso, por cuanto el Juez ha
encontrado que tiene legitimidad para participar en él, ese tercero recibe la denominación de tercero legitimado.
c) TIPOS DE INTERVENCIÓN DE TERCEROS.-
ANA MARIA ARRARTE ARISNABARRETA [15] nos dice: "Las diversas formas de intervención de terceros estarán
determinadas por la legitimidad del interés jurídico que sea invocado, es decir, mientras más cercano esté de la
relación material involucrada en el proceso, las facultades de las que gozará el tercero legitimado serán mayores. A
manera de precisión resulta pertinente indicar que al analizar cada una de las modalidades de terceros, podremos
apreciar que, en estricto, dos de ellas (la intervención coadyuvante y la litisconsorcial) formarán parte del sub-
género de los litisconsorcios facultativos o cuasinecesarios - al haber descartado la posibilidad que un tercero sea
parte en el proceso, hemos excluido también que un tercero pueda ser considerado litisconsorte necesario-,
mientras que las modalidades de terceros excluyentes (sea principal, de derecho preferente o de propiedad)
pertenecerán al género que será simplemente la acumulación subjetiva sucesiva, en la medida que estaremos
frente a supuestos donde se pretende evitar la multiplicidad de procesos respecto a temas vinculados".
INTERVENCIÓN VOLUNTARIA DE UN TERCERO.-

Intervención Coadyuvante.-Es coadyuvante cuando su participación tiene por objeto ayudar a una de las partes,
colaborar con él en el litigio, sin incorporar pretensión alguna al proceso.
Su intervención puede admitirse incluso durante el trámite en segunda instancia, entendiéndose que como el
trámite en la segunda instancia no termina normalmente con la sentencia que se emita en ese nivel, el tercero
adherente está en aptitud procesal de interponer el recurso de casación correspondiente pues el Código hace
referencia al trámite y no a la sentencia de segunda instancia.
La intervención coadyuvante es calificada como accesoria en atención a que ella no importa la inclusión al proceso
de una pretensión propia del tercero, sino que su tarea se concreta a defender el derecho que sustenta la
pretensión de la parte a quien coadyuva en la defensa. Esta intervención servirá asimismo para evitar que el actor
y el demandado acudan al fraude procesal.
Es pertinente añadir, dice el Maestro CARRION LUGO [16], que a nuestro criterio el tercero coadyuvante tiene la
calidad de parte en la relación procesal y no tiene la calidad de parte en la relación material subyacente en el
proceso. Por ello el Código Procesal Civil señala que el coadyuvante puede realizar los actos procesales que no
estén en oposición a la parte que ayuda y no impliquen disposición del derecho discutido.
c.1.2.- Intervención Litisconsorcial de un tercero.-
La intervención de un tercero es litisconsorcial cuando alguien que se considere titular de una relación jurídica
substancial, a la que presumiblemente deban extenderse los efectos de una sentencia y que por tal razón estuviera
legitimado para demandar o haber sido demandado en el proceso, puede intervenir como litisconsorte de una de
las partes, con las mismas facultades de ésta.
Este tipo de intervención genera el denominado litisconsorcio sucesivo, porque se produce estando en trámite el
proceso correspondiente. La intervención litisconsorcial importa que el interviniente lleva al proceso una
pretensión procesal jurídicamente conexa y paralela con la de las partes originarias por sustentarse en un mismo
título, en una misma causa jurídica o en una misma relación material, de modo que el resultado del proceso
afectará tanto a la parte originaria como al sujeto consorcial.
La intervención litisconsorcial puede producirse incluso durante el trámite en segunda instancia. Consideramos
que esta intervención puede permitirse incluso desde que se ha emitido la sentencia de segunda instancia hasta
plantear el recurso de casación, en su caso, puesto que este recurso puede dar lugar a una sentencia de mérito a
nivel de las Salas de Casación cuando se ampara el medio impugna torio por alguna causa de orden material,
pudiendo favorecer la decisión a la parte originaria y al litisconsorte que tienen derechos comunes. Es más, el
Código hace referencia al trámite en segunda instancia, que incluye naturalmente el anotado recurso. No dice que
la intervención debe producirse antes de la emisión de la sentencia de segunda instancia.
c.1.3.-Intervención Excluyente Principal.-
Se presenta cuando alguien pretenda su incorporación al proceso a fin de hacer valer dentro de él su propia
pretensión procesal, que se supone opuesto a las pretensiones de las partes en el proceso.
Aceptada como tal y sólo si se presenta antes de la expedición de la sentencia de primera instancia, actuará como
una parte más en el proceso, dando lugar a un caso sui géneris en el cual habrá tres partes intervinientes en el
proceso con sendas pretensiones procesales. Su intervención no suspende el proceso sino la expedición de la
sentencia.
c.1.3.1.- Presupuestos de la intervención principal.-
1) El interviniente debe tener la calidad procesal de tercero.
2)Debe pretender total o parcialmente la cosa o el derecho que es objeto del proceso. Es decir que concurra la
incompatibilidad.
3) Que exista un proceso pendiente.
4) El procedimiento para el proceso que plantea el interviniente debe ser el mismo del proceso en curso.
5) El Juez o magistrado que conoce el proceso debe ser competente para la demanda del interviniente.
c.1.4.- Intervención excluyente de propiedad o de derecho preferente.-
Puede intervenir en un proceso quien pretende se le reconozca su derecho en oposición al de los litigantes como
consecuencia de alguna medida cautelar ejecutada sobre un bien de su propiedad o sobre el cual tuviera un mejor
derecho que el titular de la medida cautelar. Para la viabilidad de la intervención del tercero, en este caso, se
supone la existencia de una medida cautelar dictada dentro de un proceso, incompatible con el derecho de
propiedad o de algún otro derecho de un tercero (tercerista) respecto al bien gravado; en este caso, el tercero
puede intervenir en el proceso con el propósito de obtener una declaración judicial sobre la prelación de su
derecho.
Tratándose de la tercería excluyente de propiedad, la demanda correspondiente puede interponerse en cualquier
momento antes de que se inicie el remate del bien. Debe reunir los requisitos legales y debe presentar la prueba
que acredite el pretendido derecho, consistente en documento público o privado de fecha cierta, así como prestar
garantía suficiente por los daños y perjuicios que la tercería pudiera irrogar. Admitida a trámite, se suspenderá el
proceso si estuviera en la etapa de ejecución, aunque esté ejecutoriada la resolución que ordena la venta de los
bienes.
Tratándose de la tercería preferente de crédito la demanda debe proponerse antes que se realice el pago al
acreedor. Admitida la demanda, se suspende el pago al acreedor hasta que se decida en definitiva sobre la
preferencia.
c.2.- INTERVENCIÓN PROVOCADA DE UN TERCERO.-
La intervención de un tercero es provocada u obligatoria cuando alguna de las partes solicita o el propio Juez
dispone su incorporación al proceso. La intervención del tercero en este caso no proviene de su voluntad, sino que
se ve impelido para intervenir en el litigio como consecuencia de un llamamiento formulado por el Juez, ya sea de
oficio o a petición de alguna de las partes mediante la denuncia civil correspondiente.
La denuncia civil como una forma de llamamiento de terceros al pleito, desde una visión genérica, constituye una
forma de propiciar una intervención obligada de un tercero en el proceso. Es un mecanismo procesal mediante el
cual una de las partes en el litigio solicita la incorporación de un tercero al proceso, además de él o en su lugar, por
tener alguna obligación o responsabilidad en el derecho discutido, para lo cual debe denunciarlo indicando su
nombre y domicilio a fin de que, si el Juez considera procedente, sea emplazado con las formalidades establecidas
para la notificación con la demanda. La denuncia civil constituye un mecanismo de intromisión de un tercero en el
proceso. No obstante que el Código, por su redacción, sólo autoriza al demandado para formular la denuncia civil,
consideramos, dice el Maestro CARRION LUGO [17] que la denuncia civil puede ser formulada también por el actor
cuando sea demandado reconvencionalmente.
El llamamiento del tercero que hace el Juez en caso de fraude o colusión procesal es un llamamiento sui generis, ya
que tiene como sustento la conducta fraudulenta de las partes y tiene como propósito dar la oportunidad al tercero
para defender su derecho discutido en el proceso fraudulento o que pueda ser afectado.
En rigor, no se trataría del llamamiento a un litisconsorte necesario, por cuanto el Código faculta al acreedor
reclamar el cumplimiento de la obligación a cualquiera de los deudores solidarios y no necesariamente a todos. En
todo caso, la denuncia civil servirá para conocer y, consecuentemente, emplazar al litisconsorte necesario, que se
supone no conocía el actor.
c.2.1.- Llamamiento en garantía o aseguramiento de pretensión futura.-
La parte que considere tener derecho para exigir de un tercer una indemnización por el daño o perjuicio que
pudiera causarle el resultado de un proceso, o considere tener derecho a repetir contra dicho tercero lo que
debiera pagar en ejecución de sentencia, puede solicitar el emplazamiento del tercero con el objeto que en el
mismo proceso se resuelva además la pretensión que tuviera contra él.
Este instituto procesal constituye una especie de denuncia civil previsto para aquellos casos en los cuales las partes
consideren estar facultados para exigir a un tercero el cumplimiento de alguna prestación como consecuencia de la
decisión que en su contra se produzca en el proceso.Cualquiera de las partes pueden pedir el emplazamiento del
tercero, planteando realmente una pretensión procesal cono todas las formalidades que señala el ordenamiento
procesal civil, para que el Juez, en el mismo proceso, decida sobre dicha pretensión. El amparo o no de la
pretensión planteada contra el tercero está subordinada a la suerte de la pretensión originaria propuesta contra la
parte que solicita la incorporación del tercero al proceso, cualquiera que sea el sentido de la decisión, porque
supongamos que prospere la pretensión del demandante, ello no necesariamente conducirá a que la pretensión del
demandado propuesta contra el tercero prospere, ya que ésta dependerá que sus fundamentos se acrediten en el
proceso, especialmente la conexidad que sustenta la subordinación entre la pretensión del demandado contra el
tercero respecto de la pretensión originaria. Asimismo, si no prospera la pretensión del demandante, la pretensión
del demandado contra el tercero tampoco prosperará. Por tanto la pretensión propuesta por el demandado contra
el tercero mediante el aseguramiento de pretensión futura no tiene el carácter de autónomo.
El instituto en estudio, en el fondo, no sólo importa una denuncia civil para lograr la consecuente incorporación del
tercero al proceso, sino también propende a garantizar la pretensión del demandado que va a surgir precisamente
como consecuencia del resultado negativo del proceso, es decir, cuando el demandado es vencido en el litigio (por
ejemplo: en el caso que se le prive al demandado de su propiedad; en el caso que al demandado se le mande pagar,
como avalista, el importe de la letra de cambio, etc.,), consiguiendo que el propio Juez ampare la pretensión
procesal del demandado frente al tercero incorporado. Aquí, en efecto, se ve claramente la vigencia, como sustento
del instituto, de los principios de economía procesal y de la congruencia de las decisiones judiciales que no permite
sentencias contradictorias.
Para que el tercero llamado al proceso responda por la pretensión propuesta por el solicitante éste debe hacer uso
de la denuncia civil de aseguramiento de pretensión futura o llamamiento en garantía. Con este tipo de denuncia no
se persigue que el denunciado reemplace a la parte denunciante, sino se busca que el tercero responda a favor del
demandado de las consecuencias del proceso originario en que ha sido vencido.
c.2.2.- Llamamiento posesorio.-
Supongamos que Alfonso dirige una demanda de desalojo contra Luis, que no es la persona que verdaderamente
está en posesión del bien cuya restitución reclama, siendo simplemente un tenedor del inmueble en nombre de
otro. En este caso Luis, al contestar la demanda, debe expresar su verdadera situación, indicando el nombre y
domicilio real del verdadero poseedor. Esto importa una denuncia civil especial que dará lugar a que el proceso se
suspenda hasta el momento del emplazamiento del denunciado. Aquí se pueden presentar dos situaciones:
1) Si el denunciado comparece y reconoce su condición de poseedor, será emplazado con la demanda con las
formalidades de ley y reemplazará al demandado originario, quien será apartado del proceso.
2) Si por el contrario el denunciado no comparece al proceso, o haciéndolo niega ser poseedor, el proceso
seguirá en curso contra ambos, esto es, contra el demandado originario y contra el denunciado en su condición de
litisconsorte, a quien necesariamente se le debe notificar con la demanda con las formalidades de Ley, caso en el
cual la sentencia, si ampara la demanda, afectará a los dos, si las pruebas lo ameritan.
El Código Procesal Civil regula el llamamiento posesorio en la forma expuesta, con la atingencia de que en caso de
silencio u omisión del demandado, éste será conminado a indicar el domicilio del verdadero poseedor bajo
apercibimiento de ser condenado en el mismo proceso a pagar una indemnización por los daños y perjuicios que su
silencio cause al demandante.
Esta figura procesal del llamamiento posesorio tiene relación con la legitimidad para obrar del demandado, que
constituye una de las condiciones para un adecuado pronunciamiento sobre el fondo de la controversia, pues con
ella se evitará que el proceso se siga contra una persona que realmente no debe ser demandada, dando lugar a un
proceso inútil. Por ello es viable también que el emplazado, que es demandado atribuyéndosele una condición que
realmente no tiene (aducir que es poseedor sin serlo realmente), deduzca perfectamente la excepción de falta de
legitimidad para obrar del demandado, la que si se ampara conducirá a la suspensión del proceso y, eventualmente,
a la nulidad de lo actuado y conclusión del mismo..
c.2.3.- Llamamiento en caso de fraude o colusión.Cuando en cualquier etapa del proceso se presuma fraude o
colusión entre las partes, el Juez, de oficio, ordenará la citación de las personas que puedan resultar perjudicada
con ese proceso, a fin de que hagan valer sus derechos, suspendiendo, para tal efecto, el proceso por un plazo no
mayor de treinta días.
En estos casos el problema que se presenta es cuando el Juez no tiene ningún elemento de juicio para establecer el
domicilio de los terceros que pudieran ser afectados por el proceso en curso, ya que no estaría en condiciones, por
ejemplo, de ordenar la notificación por edictos. Esa es la dificultad que encuentran los jueces en procesos
fraudulentos. En el supuesto que se conociera el domicilio del tercero y se le notificara haciéndole conocer del
proceso fraudulento en trámite: ¿cuál sería la condición de ese tercero? ¿será emplazado con la demanda? ¿se le
autorizará pedir la nulidad de todo lo actuado aduciendo fraude y el archivamiento del proceso? ¿intervendrá en el
proceso para rechazar los fundamentos de la demanda? ¿será un interviniente principal ya sea excluyente o
litisconsorcial?. Dependerá del interés que tenga el tercero sobre el derecho en debate en el proceso fraudulento.
Sin embargo el Juez debe tener cuidado con la calificación, pues, puede tratarse de un litisconsorcio necesario, en el
cual, para la existencia válida de una relación jurídico procesal, debe obligatoriamente incorporarse al proceso al
litisconsorte. Es que en el proceso fraudulento se presupone la existencia de una relación jurídica procesal válida y
lo que se cuestiona es la conducta procesal de los participantes como partes en él.
El llamamiento que ahora nos ocupa puede producirse en cualquier estado del proceso, empero, dada la naturaleza
del derecho en debate, consideramos que el llamamiento no tendría objeto si se produjera después de emitida la
sentencia de primera instancia.
CONCLUSIONES
1.- El derecho se encuentra frente a conflictos que debe solucionar, pues su finalidad reguladora es, justamente,
componer las controversias. El derecho (objetivo) impone normas de conducta; sin embargo, la simple producción
y dictado de esas normas no es suficiente, pues los individuos pueden desconocerlas, por lo que debe establecerse
el mecanismo para que se respete. El Estado, que es quien dicta el derecho y en cierto modo lo monopoliza, en la
época moderna no sólo establece las sanciones para quien no cumpla con las normas de conducta estatuidas
(derecho objetivo), sino que, también, debe establecer los mecanismos para imponerlas; esto es, el Estado debe
establecer su Tutela jurídica, es decir, la prestación del apoyo y el establecimiento de formas para que se respeten
las situaciones jurídicas legítimas y se cumpla con el derecho.
2.- Existen varias formas de solucionar la controversia: La forma de defensa propia, desaparecida hoy en el
capo jurídico en general, sin embargo se mantiene para algunos casos de excepción: así sucede con la legítima
defensa, el derecho de retención, el de huelga, etc. Son los excepcionales casos de autodefensa o autotutela que el
Estado reconoce como solución cuando su propia actividad no llega, o puede llegar tarde. En todos los casos, la
autotutela se caracteriza por dos notas esenciales: la ausencia de un tercero distinto a las partes que pueda
resolver el conflicto y la imposición de la decisión de una de las partes a la otra. Mediación, conciliación y arbitraje
como forma de autocomposición de la controversia; y el tercero nombrado por el Estado: el Juez, como una forma
de heterocomposición de la controversia y por la que se ejerce la Tutela Jurisdiccional a través de la prosecución
del proceso.
3.- El proceso es el conjunto de actos dirigidos a un fin: la solución del conflicto mediante la imposición de la
regla jurídica, el derecho. Se inicia a través de la interposición de la demanda que es lo que contiene pretensiones y
por la que se ejerce el derecho de acción. Su finalidad es tutelar el interés general en la realización del derecho
objetivo sustancial, en los casos concretos, para mantener la armonía y la paz sociales y para tutelar la libertad y la
dignidad humanas.
4.- Para que un proceso sea válido y eficaz deben estar presentes en él los denominados presupuestos
procesales, unos de orden formal y otros de orden material o de fondo: Los presupuestos procesales de forma son:
a) la demanda en forma, b) la capacidad procesal de las partes; y, c) la competencia del Juez; y los presupuestos
procesales de fondo o materiales o las llamadas condiciones de la acción, son: a) la existencia del derecho que
tutela la pretensión procesal, lo que otros denominan la voluntad de la ley; b) la legitimidad para obrar; c) el
interés para obrar; y d) que la pretensión procesal no haya caducado, como sostienen algunos autores.
5.- Existe legitimación de los terceros que justifiquen su intervención, cuando éstos tienen que hacer valer
intereses jurídicamente tutelados en un proceso dado, o cuando por existir una relación material o disposición
legal, pueden ser llamados de oficio o a petición de parte a éste.
6.- Se puede conceptuar que es parte aquel que, en su propio nombre o en cuyo nombre se pide, invoca la tutela
jurisdiccional de algún derecho subjetivo, promoviendo la actuación de la voluntad de a ley contenida en el derecho
objetivo; también es parte aquel contra quien se formula el pedido. Lo que da la condición de parte (procesalmente
hablando) es, entonces, la posición en el proceso, independientemente de la calidad de sujeto del derecho
(sustancial) o de la acción (pretensión). E independientemente que actúan por sí o por representación. La
capacidad de ser parte en el proceso implica en principio aptitud de ser titular de los derechos materiales o
sustantivos en controversia, o mejor, aptitud para afirmar en un proceso que se tiene la calidad de titular de tales
derechos. La capacidad procesal, es decir, la legitimario ad processum, sólo la tienen aquellas personas naturales
que por sí mismas pueden intervenir en el proceso; más preciso, aquellas personas que se hallan habilitadas por la
ley para hacer valer sus derechos por sí mismas planteando la demanda, contradiciéndolas y realizando
determinados actos procesales. Sólo las personas naturales tienen capacidad procesal, en atención a que ésta
importa intervención personal y directa en el proceso.
7.- La legitimación procesal, entonces, es la consideración legal, respecto del proceso, a las personas que se
hallan en una determinada relación con el objeto del litigio y en virtud de la cual se exige, para que la pretensión de
fondo pueda ser examinada, que dichas personas figuren como tales partes en el proceso. La legitimación,
entonces, puede definirse como la posición de un sujeto respecto al objeto litigioso que le permite obtener una
providencia eficaz. la única legitimación que consideramos es la que se refiere a la titularidad del derecho respecto
del objeto del proceso. Es, por lo tanto, una peculiar situación jurídica que tiene el sujeto que actúa en el proceso
respecto del objeto que se controvierte, que es lo que lo autoriza a pretender en forma eficaz. O, por parte del
demandado, a contradecirla hábilmente
8.- El litisconsorcio es la situación jurídica en que se hallan diversas personas que actúan en juicio
conjuntamente, como actores o demandados. Habrá litisconsorcio cuando en el proceso exista más de una persona
defendiendo en forma conjunta alguna pretensión procesal que a todos ellos interesa o que su pretensión se deriva
de un mismo título, teniendo entre ellos lógicamente algún tipo de vinculación. Lo que interesa en este caso es que
varias personas litigan en forma conjunta porque existe entre ellos algún interés común, algún derecho común,
alguna pretensión común que se deriva de un mismo título.
9.- Estamos frente a un litisconsorcio necesario cuando la parte demandante o la parte demandada está
conformada por más de una persona titulares de la relación sustantiva y que todos ellos tienen un interés común,
esto es, una sola pretensión procesal que les interesa sea tutelada por el Juez. La ausencia de alguna de las
personas que tienen un derecho común daría lugar a que la decisión judicial no tenga la eficacia legal
correspondiente. No habrá incluso, en este caso, una relación jurídica procesal válida. En concreto, la ausencia de
un litisconsorte necesario en un proceso invalida la decisión final que se tome por el Juez.
10.- Se está frente al litisconsorcio facultativo o voluntario o coadyuvante cuando una persona que tiene interés
propio y particular interviene en el proceso ya sea como demandante o como demandado, proponiendo,
lógicamente su pretensión procesal en base a elementos fácticos propios y bajo el amparo de una disposición
sustantiva. si bien los litisconsortes facultativos no forman parte de la relación sustantiva originaria o principal,
empero sus pretensiones deben tener alguna vinculación con ella, ya que pueden ser afectadas por la resolución
que emita el Juez. Su no intervención en el proceso no lo invalida ni lo afecta. Como corolario de lo dicho
anteriormente se puede señalar que el litisconsorcio facultativo o voluntario en realidad no es propiamente un
litisconsorcio por cuanto en él no encontramos en rigor lo que caracteriza a este instituto que es la comunidad de
intereses, de suertes y de actuación procesal.
11.- En la actualidad se admite, en principio, la intervención de un tercero en el proceso, además de las partes,
cuando tiene un interés propio (cierto y actual) en la litis que se desarrolla. En estos casos, el tercero, una vez
admitido en el proceso, se convierte en parte y tendrá los derechos, deberes y cargas de esta. La intervención de
terceros importa una acumulación subjetiva sucesiva, pues con posterioridad a la notificación con la demanda al
emplazado se incorporan al proceso otros sujetos. De por medio está el interés y la legitimidad de los terceros para
pretender incorporarse voluntariamente al proceso o para ser incorporados a él, ya sea de oficio, por el juzgador, o
a petición de parte. Esto significa que cualquier tercero no puede incorporarse al proceso. Se sostiene que la
decisión que se emita en un proceso sólo debe afectar a los que hayan intervenido en él: actor y al demandado.
Empero, no obstante que en un proceso intervienen el actor y el demandado -litigantes originarios o partes
originarias-, hay situaciones, circunstancias y justificaciones por las cuales se hace imperativo el ingreso de
terceros en el proceso.
12.- El tercero puede entrar al proceso siempre que se den ciertos presupuestos, los cuales deben ser
verificados por el Juez, ya que se trata de un caso de excepción, pues, en principio, el proceso es una relación entre
dos partes, estos presupuestos son, entre otros: la conexidad, tener interés propio y actual; y existir un proceso
pendiente. Un tercero que se considera facultado para intervenir en un juicio dado debe estar necesariamente
vinculado a la materia en controversia, ya sea por interés directo o indirecto, propio o ajeno, concurrente o
excluyente, respecto al interés de las partes en litigio. Si se admite la intervención de un tercero en el proceso, por
cuanto el Juez ha encontrado que tiene legitimidad para participar en él, ese tercero recibe la denominación de
tercero legitimado.
13.- La intervención de un tercero es coadyuvante cuando su participación tiene por objeto ayudar a una de las
partes, colaborar con él en el litigio, sin incorporar pretensión alguna al proceso. La intervención coadyuvante es
calificada como accesoria en atención a que ella no importa la inclusión al proceso de una pretensión propia del
tercero, sino que su tarea se concreta a defender el derecho que sustenta la pretensión de la parte a quien
coadyuva en la defensa. Esta intervención servirá asimismo para evitar que el actor y el demandado acudan al
fraude procesal. El tercero coadyuvante tiene la calidad de parte en la relación procesal y no tiene la calidad de
parte en la relación material subyacente en el proceso. Por ello el Código Procesal Civil señala que el coadyuvante
puede realizar los actos procesales que no estén en oposición a la parte que ayuda y no impliquen disposición del
derecho discutido.
14.- La intervención de un tercero es litisconsorcial cuando alguien que se considere titular de una relación
jurídica substancial, a la que presumiblemente deban extenderse los efectos de una sentencia y que por tal razón
estuviera legitimado para demandar o haber sido demandado en el proceso, puede intervenir como litisconsorte de
una de las partes, con las mismas facultades de ésta. La intervención litisconsorcial importa que el interviniente
lleva al proceso una pretensión procesal jurídicamente conexa y paralela con la de las partes originarias por
sustentarse en un mismo título, en una misma causa jurídica o en una misma relación material, de modo que el
resultado del proceso afectará tanto a la parte originaria como al sujeto consorcial.
15.- La intervención excluyente principal se presenta cuando alguien pretenda su incorporación al proceso a fin
de hacer valer dentro de él su propia pretensión procesal, que se supone opuesto a las pretensiones de las partes
en el proceso.
16.- La intervención excluyente de propiedad y de derecho preferente, supone la intervención en un proceso de
quien pretende se le reconozca su derecho en oposición al de los litigantes como consecuencia de alguna medida
cautelar ejecutada sobre un bien de su propiedad o sobre el cual tuviera un mejor derecho que el titular de la
medida cautelar. Para la viabilidad de la intervención del tercero, en este caso, se supone la existencia de una
medida cautelar dictada dentro de un proceso, incompatible con el derecho de propiedad o de algún otro derecho
de un tercero (tercerista) respecto al bien gravado; en este caso, el tercero puede intervenir en el proceso con el
propósito de obtener una declaración judicial sobre la prelación de su derecho.
17.- La intervención de un tercero es provocada u obligatoria cuando alguna de las partes solicita o el propio
Juez dispone su incorporación al proceso. La intervención del tercero en este caso no proviene de su voluntad, sino
que se ve impelido para intervenir en el litigio como consecuencia de un llamamiento formulado por el Juez, ya sea
de oficio o a petición de alguna de las partes mediante la denuncia civil correspondiente. Es un mecanismo procesal
mediante el cual una de las partes en el litigio solicita la incorporación de un tercero al proceso, además de él o en
su lugar, por tener alguna obligación o responsabilidad en el derecho discutido.
18.- La parte que considere tener derecho para exigir de un tercero una indemnización por el daño o perjuicio
que pudiera causarle el resultado de un proceso, o considere tener derecho a repetir contra dicho tercero lo que
debiera pagar en ejecución de sentencia, puede solicitar el emplazamiento del tercero con el objeto que en el
mismo proceso se resuelva además la pretensión que tuviera contra él. Por tanto la pretensión propuesta por el
demandado contra el tercero mediante el aseguramiento de pretensión futura no tiene el carácter de autónomo.
Aquí, en efecto, se ve claramente la vigencia, como sustento del instituto, de los principios de economía procesal y
de la congruencia de las decisiones judiciales que no permite sentencias contradictorias.
19.- Cuando en cualquier etapa del proceso se presuma fraude o colusión entre las partes, el Juez, de oficio,
ordenará la citación de las personas que puedan resultar perjudicada con ese proceso, a fin de que hagan valer sus
derechos, suspendiendo, para tal efecto, el proceso por un plazo no mayor de treinta días.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos65/intervencion-terceros-proceso/intervencion-terceros-


proceso3.shtml#ixzz4sOoD10Pj

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